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La praxis andragogica en los adultos de edad avanzada



    Indice
    1.
    Introducción

    2.
    Aspectos Básicos del Estudio de la Andragogía y de
    los Adultos de Edad
    Avanzada

    3. Algunos Cambios Físicos y Mentales en
    los Adultos de Edad
    Avanzada

    4. Principales Aspectos de los Adultos de Edad
    Avanzada que favorecen su Proceso de
    Aprendizaje

    5. Lineamientos Sugeridos para la Praxis
    Andragógica con Adultos de Edad
    Avanzada


    7. Bibliografía

    1.
    Introducción

    Es casi seguro que
    ningún otro hecho puede influir en forma tan determinante
    en el ser humano como tener la posibilidad de retrasar o detener
    el proceso de
    envejecimiento.

    La hipótesis contenida en la afirmación
    precedente, permite inferir la trascendencia que, desde tiempos
    pretéritos hasta nuestra era, ha adquirido el problema de
    la edad avanzada o vejez, no
    sólo en el ámbito del ciudadano común, sino
    también en áreas específicas del quehacer
    científico.

    En la actualidad, el concepto de
    vejez
    está siendo sometido a un proceso de
    profunda revisión y exhaustivo análisis ya que el significado que por
    mucho tiempo ha
    prevalecido, resulta cada vez más ambiguo. Esta
    situación ha determinado el surgimiento de un buen
    número de conceptos, definiciones e interpretaciones en
    torno a este
    apasionante tema.

    Esto queda evidenciado por las distintas y muchas veces
    controversiales posiciones de los autores en torno a dicho
    fenómeno, las cuales, por lo general están
    matizadas por las características propias de las disciplinas
    que profesan.

    Así, en algunas especialidades médicas
    consideran que el envejecimiento en los seres humanos consiste en
    un conjunto de transformaciones que ocurren en el organismo de
    manera tal que modifican el estado de
    salud,
    incapacitan y limitan las facultades físicas y
    psíquicas de la persona.
    Según este criterio, el fenómeno del envejecimiento
    es una transformación degenerativa que se verifica a lo
    largo del tiempo de vida
    del ser humano.

    Desde la óptica
    de las Ciencias
    Sociales, los profesionales de este campo del conocimiento
    afirman que el envejecimiento es el resultado de los cambios
    experimentados por el hombre a
    través de las edades en lo que respecta a las actitudes,
    capacidad biológica y las influencias del tiempo y el
    ambiente.

    Considerando la posición adoptada por los
    científicos sociales, es evidente que, para ellos, el
    envejecimiento es un proceso largo y complejo de cambios
    actitudinales que se originan en la relación del hombre con su
    entorno social y cultural, con lo cual se quiere dar a entender
    que envejecer implica una modificación significativa del
    individuo humano con respecto a su hábitat.

    En otro orden de ideas, se tiene a una parte
    considerable de psicólogos que sostienen como criterio que
    la vejez es un concepto
    indefinido que suele atribuirse a toda persona que se
    encuentre en el último lapso de su vida, argumentando que
    los seres humanos transitan por cuatro (4) etapas fundamentales:
    infancia,
    adolescencia,
    edad adulta y vejez.

    La posición esgrimida por los profesionales de la
    Psicología, es contraria a lo que cree
    mucha gente corriente, pero bien informada, cuando aseguran que
    la vejez no está necesariamente relacionada con la edad
    del individuo y que son muchos otros factores tales como:
    sentirse inútil, pérdida de la ilusión por
    la vida, deterioro físico y mental y las presiones y
    limitaciones a las que están sometidas las personas por
    algunos estamentos sociales, los que determinan el inicio de esa,
    hasta ahora, inevitable etapa de la vida.

    La pequeña muestra anterior
    indica que el concepto de vejez aún no está
    definido claramente ni para la gente común ni para los
    hombres de ciencia y
    profesionales que indagan en ese campo; es decir, puede afirmarse
    que, no existe una edad determinada en la que con mucha
    frecuencia ocurran hechos concretos y significativos que hagan al
    ser humano ingresar a la categoría de adulto
    viejo.

    Aunque todo ser humano experimenta cambios,
    físicos y mentales, a medida que en él se
    desarrolla el fenómeno del envejecimiento, el cual se
    inicia, según algunos autores, a temprana edad y culmina
    con la muerte, no
    ocurre lo mismo con la educación ya que
    está plenamente demostrada la hipótesis con la
    cual se afirma que en el ser humano se conserva casi intacta, y
    de manera permanente, la facultad de adquirir nuevos
    conocimientos; es decir, el hombre
    puede aprender en cualquier etapa de su vida.

    La proposición anterior permite sustentar
    el presente estudio con el que se intenta proponer un conjunto de
    lineamientos con los cuales sea posible precisar, entre otros
    aspectos, las características deseables para facilitar
    el aprendizaje
    en adultos de edad avanzada, cuyo contenido puede ser de utilidad para los
    participantes de la Maestría en Educación a
    Distancia de la U.N.A. y de todo aquel que se interese en el
    estudio de la Andragogía.

    2. Aspectos Básicos
    del Estudio de la Andragogía y de los Adultos de Edad
    Avanzada

    (1) Adulto

    • Dícese del que ha llegado al término
      de la adolescencia

    (Visor,1999).

    • El Código
      Civil Venezolano no hace referencia al adulto; en vez de
      ello, define al mayor de edad. En efecto,, en el Libro
      Primero, Título I, Capítulo I, Sección I,
      De las personas naturales, Artículo 18 de dicho Código, se expresa
      textualmente:

    Es mayor de edad quien haya cumplido dieciocho (18)
    años. El mayor de edad es capaz para todos los actos de la
    vida civil, con las excepciones establecidas por disposiciones
    especiales.

    De lo anterior se infiere que quien tenga dieciocho (18)
    o más años de edad es, para efectos legales, una
    persona adulta.

    • La Ley
      Orgánica de Educación al tratar lo concerniente al
      adulto en situación de aprendizaje, en
      el Capítulo X, parte del Artículo 39, dice lo
      siguiente.

    La educación de adultos está destinada a
    las personas mayores de quince (15) años……

    El contenido del mencionado artículo da a
    entender que para efectos educacionales, los estudiantes de
    dieciséis (16) o más años de edad, son
    personas adultas.

    • Según Félix Adam (1977).

    Etimológicamente la palabra adulto, de la voz
    latina adultus, significa crecer. El crecimiento de la especie
    humana a diferencia de las demás, se manifiesta de manera
    ininterrumpida y permanente desde el punto de vista psico-social
    y no biológico, que finaliza en un momento dado al
    alcanzar el máximo desarrollo de
    su fisiología y morfología
    orgánica. Se la podría definir como la plenitud
    vital al que arriban los seres vivos en un momento dado de su
    existencia, siendo variable según las especies
    biológicas. En muchas, este estado aparece
    temprano y, en otras, más tarde. El período de
    crecimiento y desarrollo se
    prolonga considerablemente en la especie humana y, a diferencia
    de las demás, se desenvuelven en etapas sucesivas, en
    forma prelativa hasta alcanzar progresivamente la
    adultez.

    Por lo general los autores que se dedican a estudiar
    Andragogía aceptan como características del adulto,
    entre otras, las siguientes: Persona capaz de: procrear, de
    asumir con entereza responsabilidades en torno a ciertos asuntos
    inherentes a la vida social y de tomar decisiones con plena
    libertad.

    • Papalia y Olds (1997), consideran que la edad del
      adulto se extiende a partir de los veinte (20) años y
      establecen tres (3) tipos de adultez: (1) Edad Adulta Temprana
      (entre los 20 y 40 años), (2) Edad Adulta Intermedia (de
      los 40 a los 65 años) y (3) Edad Adulta Tardía
      (después de los 65 años de edad), siendo
      ésta la última fase de la vida de la
      persona.

    Todo lo expresado permite afirmar que, hasta el
    presente, no ha existido acuerdo entre lo investigadores cuando
    han tenido que definir al adulto y asignarles las edades
    correspondientes a sus diferentes etapas vitales. Para efectos
    del presente trabajo, se considera adulto a todo individuo de
    dieciocho (18) o más años de edad,
    independientemente del lapso de vida en el que se
    encuentre.

    (2) Andragogía

    • La Andragogía es la ciencia
      y el arte que,
      siendo parte de la Antropogogía y estando inmersa en
      la
      Educación Permanente, se desarrolla a
      través de una praxis fundamentada en los principios de
      Participación y Horizontalidad; cuyo proceso, al ser
      orientado con características sinérgicas por el
      Facilitador del aprendizaje,
      permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la
      calidad de
      vida y la creatividad del Participante adulto, con el
      propósito de proporcionarle una oportunidad para que
      logre su autorrealización. (Alcalá,
      1997)

    Aunque la definición anterior está
    referida al adulto sin especificar límites de
    edad, con frecuencia se suele admitir que la Acción
    Andragógica abarca el lapso de vida del individuo desde
    los dieciocho (18) años hasta el último momento de
    su edad más tardía. En lo sucesivo, en este
    escrito, se considerará como Adulto Participante a toda
    persona que, en situación de aprendizaje, tenga cualquier
    edad comprendida en el lapso de vida mencionado.

    (3) Praxis Andragógica

    El autor de este trabajo, la define como:

    • Un conjunto de acciones,
      actividades y tareas que al ser administradas aplicando
      principios y
      estrategias andragógicas adecuadas, sea
      posible facilitar el proceso de aprendizaje en el adulto.
      (Alcalá, 2.000)

    La Andragogía proporciona la oportunidad para que
    el adulto que decide aprender, participe activamente en su propio
    aprendizaje e intervenga en la planificación, programación, realización y evaluación
    de las actividades educativas en condiciones de igualdad con
    sus compañeros, participantes y con el facilitador; lo
    anterior, conjuntamente con un ambiente de
    aprendizaje adecuado, determinan lo que podría llamarse
    una buena praxis andragógica.

    (4) Horizontalidad

    • Puede entenderse como una relación entre
      iguales y más explícitamente como una
      relación compartida de actitudes
      y de compromisos hacia logros y resultados exitosos. Es una
      relación entre iguales que se entienden mutuamente,
      con una comprensión y un entendimiento que generan
      compromiso por metas comunes y objetivos
      individuales que no son vistos como "del otro" o "ajenos",
      sino propios, míos o nuestros. Por los cuales un
      individuo va a trabajar y ayudar a que "el otro" llegue hasta
      donde sus potencialidades se lo permitan. Del mismo modo y al
      mismo tiempo él logrará llegar. Por esta
      horizontalidad los participantes sea cual sea su rol,
      estarán en mayor capacidad de interpretar y respetar
      el autoconcepto que cada uno tiene de sí mismo.
      (Torres P.; Fermín I. y otros, 1994).

    (5) Participación

    • La participación es entrega. La
      participación debemos entenderla como la acción
      de tomar decisiones en conjunto o tomar parte con otros en la
      ejecución de una tarea determinada. La
      participación es el acto de compartir algo: es un dar y
      recibir, involucrarse en un proyecto
      común. Es buscar explicaciones a los indicios de temor,
      desconfianza, incomunicación, competencia.
      Revisar con frecuencia las metas, adaptarlas o cambiarlas. Es
      oír sugestiones, compartir liderazgo,
      tomar en cuenta motivaciones y capacidades personales; es
      aportar. (Adam, F. 1987)

    Los principios de horizontalidad y participación
    son los fundamentos de mayor relevancia de la praxis
    andragógica.

    La horizontalidad se fundamenta en el hecho de que tanto
    el facilitador como el participante poseen, entre otros aspectos,
    adultez y experiencia, factores tales que al interactuar con
    criterio andragógico contribuyen a propiciar acciones
    relevantes para un aprendizaje efectivo.

    La participación permite asegurar que cuando el
    grupo de
    participantes, debidamente motivado, emprende una actividad,
    ésta resulta más fácil si en la misma
    intervienen activamente todos sus miembros. Al finalizarla queda
    la satisfacción de que el éxito y
    los beneficios logrados constituyen el producto de un
    trabajo en
    equipo.

    (6) Envejecimiento

    • Transformación continua, durante toda la
      vida, de un organismo (biomorfosis). La rama de la ciencia
      que se ocupa del proceso del envejecimiento se denomina
      gerontología, mientras que la geriatría
      constituye la medicina
      de la vejez. La vejez es hereditaria; la longevidad materna y
      paterna conlleva una edad alta de los descendientes. No
      existe ninguna medida absoluta de envejecimiento
      biológico, ya que los órganos del cuerpo
      envejecen cada uno de forma diferente. (Visor,
      1999).
    • Fernández Ballestros, Fresneda y otros
      (1999), opinan: En realidad, el proceso de envejecimiento
      empieza cuando se inicia la vida, de forma tal que no hay
      vida orgánica sin envejecimiento. Así,
      podría decirse que el envejecimiento es vida y vivir
      conlleva, necesariamente, envejecimiento. A lo largo de ese
      proceso se producen unos patrones de cambio y
      de estabilidad así como de desarrollo y
      declive.

    (7) ¿Qué es un viejo?

    La mejor respuesta a esta pregunta se encuentra en el
    libro Creatividad en
    la Tercera Edad (1998):

    • La palabra latina vetus (relacionada con la griega
      etos=año) significa añejo, de años; y en
      una etapa posterior se refirió a los muchos
      años. Parienta próxima suya es la palabra
      vetusto.
    • Anciano, viene de antianus, y ésta de ante
      (como Martianus viene de Marte). Significa, pues, "el de
      antes", "la persona de antes".
    • Otra palabra latina es senex, de donde derivan
      senetud, senado y señor. Señor traduce la forma
      senior, que la lengua
      inglesa aún conserva.
    • En griego, guérontes significaba por igual
      los ancianos o los jefes o el senado. El adjetivo gueraios
      quiere decir venerable, y el verbo guerairein quiere decir
      honrar.
    • También en griego, presbytes sigificaba
      viejo. De esta palabra derivan presbicia y
      presbítero.

    Actualmente existe una fuerte tendencia a devaluar la
    vejez, lo cual ha determinado el surgimiento y uso frecuente de
    varios eufemismos para referirse a ella sin nombrarla tales como:
    la tercera edad, los viejitos, la edad de la fruición, los
    años dorados, el otoño, los abuelos.

    En este documento escrito se utilizan, preferentemente,
    las expresiones: Adultos de la tercera Edad o Adultos de Edad
    Avanzada.

    (8) Personas de Edad Avanzada

    • Las personas de edad avanzada o de la tercera edad,
      constituyen un grupo
      diverso muy complejo, cada vez con mayor cantidad de miembros,
      con fortalezas y debilidades individuales, con un gigantesco
      inventario de
      experiencias, con su propio carácter
      especial, con sus tareas específicas de desarrollo y con
      muchas y variadas oportunidades para continuar su crecimiento
      educativo, psicológico y social.
    • En el presente estudio, las personas de la tercera
      edad o de edad avanzada, estarán conformadas por adultos
      sanos desde sesenta (60) hasta ochenta (80) años de
      edad.

    (9) Tasas de Mortalidad

    • El aumento relevante en la expectativa de vida a
      partir de comienzos del siglo XX, evidencia una notable
      disminución en la tasa de mortalidad; paralelamente se
      han manifestado cambios ocurridos en las más importantes
      causas de muerte. Han
      ocurrido menos muertes en tiempos próximos al nacimiento
      y como resultado de enfermedades infecciosas,
      y una mayor cantidad de defunciones debidas a ciertas
      condiciones de salud relacionadas con la
      edad.
    • Las enfermedades del corazón
      continúan siendo, la primera causa de muertes de
      personas de más de sesenta y cinco (65) años.
      Otras causas de muerte en
      personas de edad avanzada son: cáncer (22%), y
      apoplejía (10%), seguidos por neumonía,
      influenza, diabetes,
      accidentes,
      ateroesclerosis, enfermedades del riñón,
      infecciones bacteriológicas y septicemia. Las muertes
      debidas a enfermedades del corazón
      y apoplejía han descendido en los últimos
      cuarenta (40) años pero las defunciones ocasionadas por
      el
      cáncer han aumentado considerablemente.
    • Los investigadores del área de la salud han
      determinado que si los avances de las ciencias
      médicas lograran eliminar el cáncer como una
      causa de muerte, es bastante probable que el promedio de vida
      aumentaría en dos (2) años; pero si fuera posible
      evitar las muertes ocasionadas por las enfermedades del
      corazón, se sumarían cinco (5) años a la
      esperanza de vida de las personas de edad avanzada.

    3. Algunos Cambios
    Físicos y Mentales en los Adultos de Edad
    Avanzada

    (1) Visión

    • La presbicia, entendida como la dificultad que tiene
      una persona para ver las cosas de cerca, se puede corregir
      usando anteojos o lentes de contacto; de esta manera, la
      mayoría de las personas de la tercera edad que padecen
      esta enfermedad, pueden ver bien.
    • Una gran cantidad de adultos de edad avanzada tienen
      problemas
      para ver claramente niveles de profundidad y el color. Algunos
      presentan serias dificultades para leer escritos con letras muy
      pequeñas o muy grandes, ejecutar tareas cerca de los
      ojos, seleccionar objetos y comprar alimentos.
    • Conducir automóviles es muy riesgoso,
      especialmente en la noche, debido a que los ojos de las
      personas de edad avanzada no pueden adaptarse bien a la
      luz
      deficiente o tenue, son bastante sensibles a la luz directa e
      intensa, y tienen mucha dificultad para situar y leer
      señales de tránsito. Además de los
      problemas
      mencionados, los trastornos de la visión pueden causar
      accidentes
      dentro y fuera del hogar.

    (2) Audición

    • Dificultad progresiva para oír
      bien.
    • Limitación para escuchar una
      conversación cuando hay ruidos.
    • Aunque muchas personas oyen perfectamente bien
      durante toda su vida, la mayoría inicia la
      pérdida de la función
      auditiva de manera gradual a partir de los veinte (20)
      años. La disminución de la capacidad auditiva
      normal comienza con las frecuencias más altas y, a los
      sesenta y cinco (65) años también se afectan las
      frecuencias más bajas.

    Existen varias soluciones
    efectivas a los problemas de audición que presentan muchos
    adultos de la tercera edad lo cual facilita el proceso
    orientación-aprendizaje de este importante sector
    social.

    (3) Fortaleza

    • Las personas de la tercera edad son capaces de hacer
      la mayoría de las actividades que realizan las de mucho
      menos edad, pero las llevan a cabo con bastante lentitud. Por
      lo general, estos adultos tienen menos fortaleza que la que
      tenían en su juventud; en
      consecuencia, presentan dificultades para hacer tareas que
      requieren resistencia.
      Estos problemas pueden superarse con un adecuado entrenamiento
      físico.

    (4) Esqueleto y Músculos

    • Se encorva la columna vertebral.
    • Disminuye la estatura.
    • Las funciones
      musculares se deterioran en proporción mayor cuanto
      menor haya sido la actividad física desarrollada
      en edades anteriores.

    (5) Sistema
    Nervioso

    • Alrededor de los treinticinco (35) años mueren
      diariamente miles de los varios millones de neuronas que tienen
      los seres humanos.
    • La muerte de tantas células
      corticales determina un deterioro de los reflejos y torpeza al
      ejecutar los movimientos propios del cuerpo.
    • Este fenómeno produce una disminución
      de oxígeno cerebral.

    (6) Memoria

    • Aunque en la edad avanzada la función
      más afectada es la memoria
      de lo ocurrido recientemente, existe una compensación
      efectiva basada en una actitud
      serena y una adecuada capacidad de juicio.

    Si las enfermedades mentales se tratan a tiempo y
    adecuadamente, es muy probable una mejoría significativa
    de los pacientes.

    4. Principales Aspectos de
    los Adultos de Edad Avanzada que favorecen su Proceso de
    Aprendizaje

    • Por lo general el adulto de edad avanzada tiene una
      actitud muy
      abierta en su relación con las personas. La
      cooperación, los deseos de participar, la
      aceptación de los demás, las actividades de
      relación y la creatividad solidaria, son factores de
      mucha importancia para lograr un aprendizaje
      andragógico.
    • El concepto de libertad en
      el adulto de la tercera edad se expresa como la capacidad de
      asumir sus propios condicionamientos. Las aptitudes para
      corresponder, apreciar, respetar y estimar se fundamentan en
      la
      comunicación de aquel que queriéndose a si
      mismo quiere al otro. Sentirse libre facilita la praxis
      andragógica.
    • La creatividad consiste en combinar y transformar
      elementos para producir algo novedoso. Las personas de la
      tercera edad suelen tener un rico inventario que
      les permiten ser creativos en historia, psicología,
      política, educación, arte y ciencia.
    • Las grandes organizaciones
      se administran con experiencia, reflexión, prestigio,
      equidad, juicio y sindéresis; estas cualidades se
      acrecientan en la edad avanzada; las características
      mencionadas permiten a esos adultos, además de
      desempeñarse como buenos gerentes, ser exitosos en
      actividades relacionadas con su crecimiento
      educacional.

    5. Lineamientos Sugeridos
    para la Praxis Andragógica con Adultos de Edad
    Avanzada

    • El facilitador de adultos debe tener en cuenta que no
      se aprovecha, ni se memoriza, ni se aprende igual cuando se
      está desmotivado, aburrido, desinteresado o indiferente
      a cuando se permanece bastante activo o dinamizado mental,
      intelectual, corporal y emocionalmente durante el proceso
      orientación-aprendizaje.

    l En la praxis
    andragógica, el facilitador deja de ser la figura
    central del proceso de aprendizaje; a tal efecto, destierra la
    jerarquía lineal y rígida a la que el estudiante
    está acostumbrado para pasar a desempeñar un
    nivel compartido con el adulto de edad avanzada en
    situación de aprendizaje, interacción que debe
    caracterizarse por ser motivante, intercambiable y dinámica.

    l El
    facilitador del aprendizaje de adultos de la tercera edad, debe
    saber que las investigaciones
    científicas más recientes han determinado que las
    personas pueden retener cerca del 98% de sus capacidades mentales hasta los
    80 años siempre y cuando en ellas no existan deterioros
    físicos. Los estudios también demuestran que los
    apoyos y estímulos pueden impulsar el desarrollo
    continuado en los adultos de edad avanzada.

    l El andragogo
    que labora con adultos de edad avanzada, debe tener presente
    que en la vejez existe una diversidad muy marcada en lo que
    respecta a los diferentes aspectos de su comportamiento (curiosidad, cortesía,
    memoria,
    atención, timidez, espontaneidad y
    extraversión). Esto permite afirmar que a medida que
    envejecen, los seres humanos son muy diferentes entre
    sí. Existen infinidad de personas que mantienen sus
    capacidades funcionales, su vigor físico y sus
    capacidades intelectuales hasta edades muy avanzadas de su vida
    en contraposición a muchas otras que se recluyen en sus
    casas y presentan enfermedades severas, como la demencia y el
    mal de Parkinson.

    l Ayude al
    participante a utilizar su memoria con
    mayor provecho. Por ejemplo: presente información útil para el aprendizaje
    haciendo uso de medios
    diferentes: escrito, hablado, radioeléctrico, televisivo
    y electrónico, entre otros. Tenga mucha paciencia e
    infórmese adecuadamente con relación a los lapsos
    de memorización de las personas de edad
    avanzada.

    l Amplíe
    su dossier de conocimientos en función de la experiencia
    de la persona de edad avanzada especialmente en lo que se
    refiere a lo aprendido durante su vida, su sabiduría,
    sus vivencias y su vasto caudal de recuerdos. Todo esto ayuda a
    mejorar la praxis andragógica
    correspondiente.

    l El
    facilitador del aprendizaje, además de ser experto en su
    área, debe tener sólidas competencias
    para acercarse, comunicarse, aproximarse, llegar y contactar a
    su complejo auditorio a fin de cautivarlo, entusiasmarlo y
    estimularlo para que sea capaz de procesar y perfeccionar lo
    que se le transmite, en aprendizaje real, pertinente, efectivo
    y de utilidad
    inmediata, para que mejore métodos,
    aptitudes, destrezas, actividades, tareas, hábitos,
    habilidades y competencias.

    l El andragogo
    es mejor facilitador del aprendizaje, cuando planifica y
    ejecuta actividades interesantes, pertinentes y oportunas que
    garanticen al adulto que aprende sentirse atendido
    integralmente y que pueda percibir claramente que su
    participación en las diferentes tareas está en
    función de intereses, necesidades y deseos tanto de su
    persona como las del resto de grupo que lo
    acompaña.

    l El
    facilitador debe garantizar un ambiente acogedor, humanizado y
    estimulante; para éllo, se ocupará de organizar
    físicamente el lugar donde se realizarán las
    actividades de aprendizaje para que resulte atractivo,
    motivante, inspirador, agradable, con espacio suficiente para
    que los participantes interactúen, tengan libertad de
    ubicación y puedan desplazarse cuando lo deseen.
    Además de lo mencionado, son necesarias condiciones
    adecuadas de iluminación, ventilación y
    ubicación alejada de ruidos molestos.

    l El
    facilitador del aprendizaje en el adulto de la tercera edad
    debe proporcionar soluciones a
    situaciones que puedan conducir al grupo:

    1. A tener temor de emprender una
      actividad.
    2. A evidenciar dudas frecuentes para tomar decisiones
      trascendentes.
    3. Al frecuente verbalismo de un integrante del grupo
      que intenta callar al participante tímido.
    4. A crear permanente desconfianza ante la
      colaboración que pueda prestar cualquier
      participante.
    5. A que cualquiera del grupo intente sobresalir con
      prepotencia para tratar de minimizar las acciones relevantes
      de los otros participantes.

    l La
    experiencia acumulada por el adulto le permite a éste
    construir las formas con las cuales se enfrentará a la
    nueva experiencia; para éllo, primero selecciona la
    información y luego procede a determinar
    conceptos, aplicaciones, significados, valores,
    aptitudes, estrategias y
    destrezas que sean las más adecuadas a sus intereses
    inmediatos. El facilitador debe saber esto para lograr un
    aprendizaje eficiente y productivo.

    l Algunas veces
    la experiencia pasada del adulto puede presentarle problemas al
    tratar de relacionarla con el nuevo aprendizaje. Muchos no
    perciben las conexiones entre las experiencias pasadas y las
    situaciones actuales; para ellos, sólo muy pocos
    aspectos del pasado son relevantes. En estos casos, el adulto
    aprendiz necesitará que el facilitador haga uso de
    medios
    audiovisuales, comparaciones, experiencias pertinentes,
    analogías y simulaciones, para que el aprendizaje pasado
    pueda tener mayor importancia en su quehacer
    educacional.

    l El andragogo
    que labora con adultos de la tercera edad, debe crear
    conjuntamente con sus participantes en el proceso de
    aprendizaje, experiencias que permitan solidificar e
    incrementar la sinergia, la
    cooperación, el apoyo mutuo, el interés
    en lo que se hace, el trabajo
    en grupo y la innovación como metas importantes para el
    logro de una sana y efectiva competitividad.

    l El andragogo
    de adultos de edad avanzada debe tener muy claro el hecho de
    que, aunque existen algunos aspectos comunes en la experiencia
    humana, cada persona es un ser individual, y que la
    individualidad aparece más acentuada en los años
    más tardíos de la vida.

    6. Conclusiones y
    recomendaciones

    • En la era actual se está observando un
      fenómeno demográfico único en la historia de la humanidad,
      ocasionado por el conjunto de personas con edades comprendidas
      entre los 60 y 80 años denominado de la Tercera Edad, o
      Edad Avanzada, que está experimentando un aumento
      numérico nunca antes registrado en los anales de la
      dinámica poblacional mundial.
    • Lo expresado en este trabajo, debe tenerse en cuenta
      para entender y considerar, con interés
      y gran responsabilidad, que los adultos de edad
      avanzada no son un insignificante estrato marginal de la
      sociedad,
      sino que constituyen un grupo social muy relevante que requiere
      con urgencia investigarse, planificarse, atenderse y
      educarse.
    • El desarrollo físico del hombre llega
      a su máximo aproximadamente a la edad de treinta (30)
      años, pero el crecimiento de la mente humana parece no
      tener límites. Muchos adultos de la tercera edad cambian
      cada vez más sus empleos y profesiones y
      continúan progresando de muchas maneras especialmente
      cuando reingresan al sistema
      educativo.
    • Cada adulto de edad avanzada en situación de
      aprendizaje reingresa al proceso educativo con un modelo
      propio y preciso de la realidad, pero también trae,
      conjuntamente, intereses, necesidades, inquietudes, objetivos y
      metas personales.
    • Las estrategias de aprendizaje dirigidas a
      participantes adultos de la tercera edad, deben ser compatibles
      con la realidad del grupo y han de ser aplicadas adecuadamente
      con el propósito de promover la actividad creadora y
      experiencial de los participantes para consolidar sus
      intereses, objetivos y metas.
    • Muchos educadores piensan que todo lo que van a hacer
      en la actividad docente consiste en impartir
      información, presentarse como un modelo a
      seguir por los participantes o de capacitar personas para
      ejercer ciertas funciones en la
      sociedad.
      Tales profesionales no tienen una clara distinción entre
      el aprendizaje y las funciones de orientación,
      facilitación y consejería; esto significa que se
      espera que los educadores de adultos de la tercera edad
      deberían manifestar un interés activo, una
      acción permanente y un intercambio inteligente en las
      vidas de las personas con las cuales interactúan
      andragógiamente.
    • El aprendizaje del adulto de edad avanzada,
      constituye un aspecto fundamental y continuo de su conducta que
      absorbe los más importantes rangos de la experiencia
      humana y los principales grupos de la
      sociedad. Guarda correspondencia con experiencias de
      aprendizaje sistemáticas, organizadas y secuenciales que
      han sido planificadas y programadas con la finalidad de
      satisfacer necesidades e intereses, de aquellos adultos a los
      que se ha hecho referencia.
    • Contrariamente a lo que la gente cree, la edad
      avanzada no necesariamente es sinónimo de enfermedad. Es
      innegable que muchos ancianos padecen de males crónicos
      tales como el cáncer, la artritis, y las enfermedades
      cardiovasculares y respiratorias. Pero son pocos los que, aun
      cuando se benefician de los avances de la ciencia médica
      moderna, se hallan totalmente incapacitados antes de los
      ochenta (80) años de edad. Los investigadores en el
      campo de la geriatría, han comprobado que la
      mayoría de las personas de la tercera edad se mantienen
      activos, a
      pesar de sus dolencias.
    • La jubilación puede ayudar, a las personas que
      han estado
      desempeñando una profesión, a entender que
      aún pueden tener otras ocupaciones. En estos casos, es
      muy importante considerar la educación como un proceso
      que dura toda la vida. Los cursos de
      entrenamiento y
      actualización, las Universidades Abiertas, la
      Andragogía, y las Universidades de la Tercera Edad deben
      satisfacer estas necesidades.
      • Sería muy conveniente que los andragogos
        que laboran con adultos de edad avanzada, tengan
        conocimientos relacionados con las siguientes disciplinas:
        Geriatría, Gerontología, Sociología de la Vejez y
        Psicología de la Vejez.

    7.
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    Resumen

    Actualmente, científicos, ingenieros,
    médicos, psicólogos, economistas, políticos,
    sociólogos, trabajadores sociales, entidades bancarias,
    compañías de seguros y
    medios de
    comunicación de masas, entre otros sectores de la
    sociedad, están muy interesados en el estudio del
    fenómeno de la vejez. Este significativo interés,
    cada vez mayor a nivel planetario, probablemente surge como una
    de las posibles respuestas a las múltiples consecuencias,
    de diversa índole, que origina la creciente
    problemática del envejecimiento de la población mundial. La educación,
    dentro de su ámbito de acción, no ha sido
    insensible ante la situación planteada y es por ello que
    muchos facilitadores, a través de actividades y
    estrategias propias de la Andragogía, han venido
    administrando, desde hace varias décadas, el proceso
    orientación-aprendizaje al adulto en cualquier etapa de su
    vida. El objetivo de
    este artículo es presentar un conjunto de lineamientos,
    fundamentados en teorías, revisión
    bibliográfica pertinente y experiencias personales del
    Autor, que permitan caracterizar la praxis andragógica en
    personas de edad avanzada, las cuales, para efectos de este
    estudio, son aquellos adultos en situación de aprendizaje
    cuyas edades oscilan entre sesenta (60) y ochenta (80)
    años.

     

     

    Autor:

    Adolfo Alcalá
    Ingeniero Civil y Doctor en Andragogía.

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