Monografias.com > Economía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La situación laboral en el Perú




Enviado por hammas



Partes: 1, 2

    Indice
    1.
    Introducción

    2. El desempleo
    3. Programas especiales de
    capacitación laboral de jóvenes de hogares
    pobres

    4. Desempleo, Subempleo y
    Producción Nacional

    5. ¿La
    globalización genera desempleo en el
    Perú?

    6. El
    Autoempleo


    8.
    Bibliografia

    1.
    Introducción

    La preocupación por el alto nivel de desempleo de los
    jóvenes es ampliamente compartida no solamente en los
    países andinos sino en toda América
    Latina y otras regiones también. Ello se fundamenta en
    varios elementos:

    Primero, la tasa de desempleo de los
    jóvenes de 15-24 años es el doble o triple de la
    tasa de adultos. Esto no es un fenómeno reciente, sino una
    característica visible desde hace varios
    años. Además, los jóvenes desempleados
    representan cerca de la mitad del total de desempleados cuando su
    participación en el total de la fuerza
    laboral no
    pasa del 30 por ciento. Por lo tanto, el desempleo de los
    jóvenes, que se ubica muy por encima del desempleo
    promedio, merece un análisis pormenorizado.

    Segundo, la precariedad de la inserción laboral
    de los jóvenes, sobre todo de aquellos de hogares pobres
    (alto desempleo, o empleos precarios por el ingreso, la
    duración y el tipo de contrato laboral
    y las condiciones de trabajo) suele convertirse en unproblema
    social, es decir, en violencia,
    drogadicción, lo que a su vez genera una
    respuesta inadecuada de parte de la sociedad, dado el
    origen social y laboral del problema en cuestión. Es bien
    sabido, que si los jóvenes se tornan hacia actividades
    ilícitas es debido a que no disponen de otras
    alternativas.

    Tercero, la difícil inserción laboral de
    los jóvenes pone de relieve muchas
    interrogantes en cuanto a su preparación educativa y
    profesional. El rápido proceso de
    apertura de los países andinos en el contexto general de
    una liberalización acelerada de los intercambios de todo
    tipo, ha impactado en la demanda de
    habilidades en el mercado laboral,
    enfatizando nuevas y más completas habilidades en
    unasituación en la cual el grueso de la oferta sigue
    siendo de tipo no calificada.

    Esto plantea un desafío enorme a todas las
    instituciones,
    tanto públicas como privadas, que capacitan a los
    jóvenes para adaptarse al nuevo entorno.

    Por último, se ha venido observando que dentro
    del grupo de
    jóvenes, algunos sub-grupos que se
    definen con características de edad, de sexo, de
    ingreso familiar y de nivel educativo no enfrentan la misma
    probabilidad
    de desempleo y/o de empleo
    precario. Las mujeres y los jóvenes de hogares pobres se
    enfrentan a un mayor desempleo y a trabajos más precarios
    que otros grupos
    sociales.

    En los últimos años, a raíz de
    estas preocupaciones los trabajos relativos al desempleo de los
    jóvenes se han multiplicado, dentro de la OIT (Gaude,
    O'Higgins, CINTERFOR) y afuera (López, 1996). La Conferencia
    Internacional del Trabajo adoptó en junio de 1998 una
    resolución sobre el empleo juvenil
    que pone de relieve los
    temas de educación y
    formación, de políticas
    y programas de
    empleo, y de contratos
    laborales.

    En agosto de 1998, la Asociación Nacional de
    Industriales (ANDI) de Colombia
    aprobó un compromiso para el fomento del empleo juvenil
    que contempla varias propuestas y áreas de
    trabajo.

    En la literatura disponible, el
    análisis sobre el alto desempleo de los
    jóvenes de 15-24 años se fundamenta en las cuatros
    explicaciones siguientes.

    La primera destaca las condiciones globales prevalentes
    en el mercado laboral
    como determinante fundamental del desempleo de los
    jóvenes. Ello en base de la estrecha vinculación
    entre la tasade desempleo de los adultos y la de los
    jóvenes que suele moverse en forma muy paralela.
    Cálculos econométricos de la elasticidad entre
    una y otra tasa de desempleo arrojan una elasticidad
    cercana a la unidad.

    De ser eso cierto, sin embargo, ello no explica por
    qué el nivel de desempleo de los jóvenes es mucho
    más alto que el de los adultos, sino que ambas tasas
    reaccionan a las mismas condiciones laborales determinadas por el
    ciclo económico.

    La segunda explicación pone de relieve un
    fenómeno conocido como desempleo estructural que radica en
    un desajuste entre las calificaciones y habilidades demandadas
    por el mercado laboral y la oferta de mano
    de obra. Este desajuste se agudiza en el caso de los
    jóvenes por tener éstos poca experiencia laboral
    que puede en cierta medida paliar la falta de una adecuada
    capacitación en los adultos.

    La tercera explicación se basa en la observación de que el alto desempleo de los
    jóvenes no es un fenómeno de los jóvenes en
    general, sinode ciertos grupos
    determinados que reúnen características negativas,
    como el caso específico de los jóvenes de hogares
    pobres con educación formal
    incompleta y sin experiencia laboral, o jóvenes de ciertas
    ciudades o regiones afectados por una crisis
    económica local.

    La última explicación es un tanto
    circular, ya que vincula el desempleo de los jóvenes con
    características laborales determinadas por aquellos
    jóvenes que salen a buscar un trabajo con pretensiones
    salariales por encima de su productividad
    marginal y por lo tanto, cambian frecuentemente de empleo hasta
    que su experiencia laboral y sus aspiraciones se adecúen a
    un empleo más estable.

    Por cierto, estas cuatro grandes áreas de
    investigación del desempleo de los
    jóvenes exhiben numerosas dimensiones que esta breve
    presentación no puede abarcar, pero que sí nos
    servirá de guía en el análisis que se
    intenta realizar para la situación de los países
    andinos.

    Estas cuatro dimensiones pueden reformularse en base a
    las tres formas clásicas de desempleo conocidas como el
    desempleo de tipo friccional, estructural y cíclico. El
    desempleo friccional se origina en el tiempo necesario
    para la búsqueda de empleo o en la conexión entre
    los que buscan empleo y las vacantes disponibles.

    El desempleo cíclico es de tipo
    macroeconómico y se basa en una reducción de la
    demanda agregada
    que ocasiona una demanda de
    trabajo inferior a la oferta. Por último, el desempleo
    estructural se fundamenta en un desajuste entre el tipo de
    calificaciones y habilidades en la mano de obra disponible y las
    demandas que provienen de las empresas y del
    mercado de trabajo.

    El punto de vista que intentaremos defender aquí
    es que el desempleo de los jóvenes no es diferente en su
    naturaleza
    respecto al desempleo de los adultos. Esto se explica en base a
    los mismos conceptos de desempleo arriba mencionados y se combate
    con políticas
    derivadas de
    tales conceptos. Lo que sí difiere es que la población de jóvenes necesita de
    formas de intervención adaptadas a sus
    características.

    La presente investigación tiene tres objetivos.
    Primero, presentar datos
    desagregados relativos al desempleo de los jóvenes en
    cuatro países andinos (Colombia,
    Ecuador,
    Perú y Venezuela)
    Segundo, poner estos datos en un
    contexto internacional para fines comparativos. Por último
    presentar y discutir las políticas, programas e
    iniciativas que se están tomando en los países
    andinos para combatir el alto desempleo de los
    jóvenes.

    Es importante entender mejor el fenómeno del
    desempleo de los jóvenes y las diferentes
    características vinculadas a éste, pero resulta
    aún más importante examinar alternativas de
    políticas en diferentes ámbitos, educativo,
    laboral, entre otros, a fin de combatir el alto desempleo de los
    jóvenes y lograr una disminución significativa en
    un plazo determinado.

    2. El
    desempleo

    El alto desempleo, combinado con el deficit (incremento
    desproporcionado de las importaciones con
    respecto a las exportaciones),
    reduce la demanda interna para productos
    nacionales y la consecuente liquidación de la industria
    nacional. Esto causa una permanente recesión de la
    produccion nacional; por ejemplo, el consumo
    interno de productos
    marítimos (pescado, etc.) se redujo mas del 3% en 1996. La
    industria
    pesquera no puede mantener los niveles actuates de producción, ya que no es posible competir
    con los grandes monopolios internacionales en busca de nuevos
    mercados en el
    extranjero. Al mismo tiempo, la menor
    producción nacional, ajustada a la menor
    demanda interna, lleva a mas despidos y desempleo, porque la
    demanda para fuerza de
    trabajo tambièn se reduce. Por otro lado las empresas
    imperialistas optimizan sus ganancias al reducir al mínimo
    la fuerza laboral empleada (es el sector que menos empleo da en
    el Perú).

    La situacion de crisis
    permanente es un círculo vicioso muy caracteristico del
    capitalismo
    burocràtico, un capitalismo
    ligado a los grandes monopolios y dependiente de las potencias
    imperialistas.

    La crisis de la producción nacional se relaciona
    directamente al desempleo, subempleo, baja demanda interna y
    aumento de Las importaciones de
    productos de consume del extranjero. La economía peruana
    està orientada principalmente para la exportaciòn
    de materias primes y recursos
    naturales. y al mismo tiempo es un mercado para los productos
    comercializados por los grandes monopolies multinacionales. Por
    lo tanto, la producción nacional de productos para
    consumo
    interno (la industria nacional) se mantiene estancada y en
    constante crisis.

    En el Peru y en el
    resto del Tercer Mundo, la extracción de materias primas
    para la exportación se basa en la
    explotación abusiva (super-explotación) de la
    fuerza de trabajo de la clase obrera y campesinado principalmente
    pobre. Un ejemplo concreto es lo
    que ocurre en la exploración y extracción de
    petroleo. Los monopolies imperialistas Occidental, Chevron y
    Shell-Mobil imponen condiciones abusivas sobre pobres y humildes
    habitantes de comunidades campesinas de la región
    Amazónica del Peru. Lo mismo
    ocurre en el sur del país donde esta última
    empresa yanqui
    conduce trabajos de exploraciòn del gas de camisea en
    el departamento del Cusco. Por lo pronto mas de 400 campesinos
    pobres de la provincia de La Concepcion (Cusco) han elevado su
    voz de protesta señalando que los ejecutivos de la
    Shell-Mobil a travès de sus compinches del gobierno peruano
    les hacen trabajar mas de 12 horas al día en tareas de
    exploración en la jungla por el mezquino salario de US$
    3.40 dolares al dia (0.28 centavos por hora). Esto es casi nada
    comparado con el salario
    mínimo de un obrero en los Estados Unidos
    (US$ 4.50 POR HORA) y el pago de no menos US$10.0 por hora a
    trabajadores dedicados a la exploración de gas y petroleo,
    incluyendo las normas de
    seguridad,
    higiene y
    seguridad social; pero en Perú estas mismas empresas
    imperialistas explotan nuestras riquezas pagando un mísero
    salario a los trabajadores, sin proveer protección alguna,
    ni que decir de la protecciòn del ambiente
    porque han convertido los lugares donde operan en virtuales
    vertedores de desechos tòxicos (caso de los centros
    mineros y metalúrgicos). Las quejas de los campesinos del
    valle de la Concepciòn y Lares son justas, porque ni
    siquiera tienen servicios de
    sanidad bàsica. La super-explotacion impuesta par el
    sistema
    imperialista se sustenta en la miseria del pueblo. El regimen de
    Alberto Kenyo Fujimori no responde a las quejas y reclamos de los
    campesinos, "al gobierno de
    Fujimori no le importa nuestros problemas. Las
    empresas multinacionales y sus coyotes peruanos nos tratan como
    animales Somos
    seres humanos!" [Fuente: diario La República, Lima-Peru,
    18 de Julio 1996].

    El régimen de Kenyo Fujimori y el viejo Estado peruano
    mantienen la exportación de materias primas y la
    super-explotación del pueblo peruano (relaciones
    imperialistas de explotación) como los principales
    medios para
    obtener divisas. Estas divisas son principalmente para pagar la
    deuda externa,
    y es exactamente por esta razón que todos los prestamos
    del Fondo Monetario
    Internacional (FMI), Banco Mundial
    y la oligarquía financiera internacional, tienen como
    propósito principal el financiamiento
    y desarrollo de
    infraestructuras (puertos, carreteras, etc.) para la
    exportación de las materias primas que son útiles
    para Las grandes empresas monopolistas en Estados Unidos y
    Europa.
    Préstamos para el beneficio de la banca
    internacional y los grandes monopolios, eso es lo que paga con su
    sudor y sangre el pueblo
    peruano y los pueblos del Tercer Mundo. Estas relaciones de
    explotación imperialistas no sirven para satisfacer Las
    necesidades del pueblo peruano, al contrario, solo crean mas
    opresión, miseria, hambre e ignorancia.
    http://www.blythe.org/peru-pcp/faq_sp.htm

    El desempleo en Perú afecta al 5.7 por ciento de
    la Población Económicamente Activa
    (PEA), mientras que el 51.8 por ciento está subempleada y
    sólo el 36.5 por ciento cuenta con un trabajo adecuado,
    aseguró hoy el consultor Fernando Villarán. En
    breves declaraciones a la prensa,
    Villarán indicó que los
    desempleados son 680 mil 800 y que el PEA está constituido
    por 11 millones 943 mil 859 individuos.
    De los que están empleados, el 35 por ciento trabaja en el
    sector privado, el 10 por ciento lo hace en el público y
    el 53 por ciento labora por su cuenta, añadió el
    analista en temas laborales, quien sugirió al gobierno
    crear oportunidades de trabajo.
    El desempleo y la pobreza son
    los temas más importantes en este país andino,
    según diversas consultas realizadas a la población,
    por lo que son tomados como banderas por los candidatos
    presidenciales y
    del Congreso.
    En la lista de problemas
    sigue el del analfabetismo,
    de lo cual la oposición culpa al gobierno de Alberto
    Fujimori, quien está en el poder desde
    1990. Sin embargo, Fujimori ha señalado que los anteriores
    gobiernos (Fernando Belaunde Terry 1980-85 y Alan García
    Pérez 1985-90) no hicieron nada para fomentar el empleo,
    ordenar al país y acabar con el terrorismo.
    Los peruanos deberán elegir el 8 de abril del 2001 a un
    presidente y a 120 legisladores, que se prevén que
    tomarán como banderas de lucha electoral el combate a la
    pobreza y el
    desempleo.

    La tasa de empleo

    Tasa De Empleo Repuntaría En 3 % A Fines Del
    Presente Año El panorama laboral en el país en los
    últimos doce meses se ha vuelto crítico.
    Aproximadamente unos 450 mil peruanos estarían
    desempeñando trabajos por ingresos que
    apenas les permiten sobrevivir a él y su familia (empleo
    de subsistencia). Por Clorinda Flores Además, el
    número de subempleados -con sueldos promedio de S/. 450,
    por no estar calificados o laborar menos de 8 horas diarias- se
    incrementó significativamente en lo que va del año
    y representan un poco más del 40 % del total de la
    Población Económicamente Activa (PEA), que se
    estima en unos 10 millones. Sin embargo, para el gerente
    general de la Federación Nacional de Cooperativas
    de Trabajo y Fomento del Empleo (FENACOFEM), Julio Pacheco
    Torres, la tasa de empleo podría recuperarse en 3 % hacia
    finales de este año, como consecuencia de la época
    navideña y la temporada veraniega, aunque se mostró
    un tanto conservador en cuanto a la recuperación en el
    comercio,
    porque la demanda interna aún sigue contraída. En
    declaraciones a CAMBIO, dijo
    que el desempleo abierto (según cálculos de
    la
    Organización Internacional del Trabajo, OIT) en el
    primer semestre de 1999, era de 9,8 %, es decir, cerca de un
    millón de peruanos están en condición de
    desempleados. "Pero el problema principal es el subempleo, que
    con el desempleo abierto suma cerca del 50 % de la PEA (casi 5
    millones)". Al hacer una explicación del subempleo,
    Pacheco dijo que primero se tiene en cuenta el nivel de ingresos;
    segundo, las horas de trabajo, que son pocas porque no hay
    oportunidad, por tanto, los ingresos son bajos. "En el primero,
    sobre el nivel de ingresos, laborando más horas, los
    ingresos de los trabajadores no son suficientes porque carecen de
    educación adecuada, es mano de obra no calificada; cerca
    de 4 millones de personas están en esa condición,
    con un promedio de ingreso de 400 a 450 nuevos soles mensuales",
    comentó. Esas personas están principalmente
    ubicadas en los sectores C y D, pero también hay muchos
    profesionales que no tienen opción para desarrollar sus
    especialidades y se dedican a otras actividades entre ellas el
    taxi.

    Medición de desempleo

    La resolución sobre estadísticas de la población
    económicamente activa, del desempleo y del subempleo
    adoptada por la Décimotercera Conferencia
    Internacional de Estadígrafos de
    Trabajo en octubre de 1982 propone la siguiente definición
    del desempleo: Las personas desempleadas son todas aquellas
    personas que tengan más de cierta edad especificada y que
    durante el período de referencia se hallen: a) «sin
    empleo», es decir, que no tengan un empleo asalariado o un
    empleo independiente; b) «corrientemente disponibles para
    trabajar», es decir, disponibles para trabajar en empleo
    asalariado o en empleo independiente durante el período de
    referencia; y, c) «en busca de empleo», es decir, que
    habían tomado medidas concretas para buscar un empleo
    asalariado o un empleo independiente en un período
    reciente especificado. ¿Cuál es la práctica
    en los países andinos respecto a esa denifición?:
    COLOMBIA: Son desocupadas las personas de 12 años y
    más de la PEA urbana que en la semana de referencia se
    encontraban en una de las siguientes situaciones: · Las
    que en dicha semana realizaron cualquier actividad tendiente a la
    consecución de un empleo o trabajo. · Las que
    durante el período de referencia no hicieron ninguna
    diligencia para buscar trabajo, pero que lo buscaron
    anteriormente alguna vez y aún están interesados en
    trabajar. · Personas sin empleo que durante el
    período de referencia estuvieron esperando los resultados
    de solicitudes de un trabajo que deberán comenzar en
    época posterior al período de referencia de la
    encuesta.
    ECUADOR: Se
    aplican los tres criterios a la PEA de 10 años y
    más, respecto a un período de referencia de 5
    semanas, anterior a la fecha de la encuesta.
    PERU: Se aplican los tres criterios a la PEA de 14 años y
    más en la semana anterior a la encuesta. VENEZUELA: Se
    aplican dos criterios -estar sin ingreso por concepto de
    trabajo y estar buscando trabajo en la semana anterior a la
    encuesta- a la PEA de 15 años y más.

    La tasa de desempleo en el ambito juvenil

    En junio de 1998 la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo
    adoptó una resolución sobre el empleo juvenil en la
    que se declaró:

    «Consciente de que en muchos países los
    jóvenes, en especial los de 15 a 24 años de edad
    enfrentan dificultades cada vez mayores para ingresar en el
    mercado de trabajo y que ello constituye no sólo una
    amenaza para la paz social sino también un
    obstáculo para el desarrollo de
    la persona y de toda
    la sociedad.»

    Esta resolución invoca a los Estados Miembros a
    los empleadores y a los trabajadores y sus respectivas organizaciones
    que otorguen una prioridad especial a políticas y
    programas que puedan facilitar la inserción laboral de los
    jóvenes.

    El presente estudio sobre el desempleo de los
    jóvenes en cuatro países andinos (Colombia,
    Ecuador, Perú y Venezuela) reúne un conjunto de
    datos de análisis orientados hacia una
    interpretación del fénomeno y propuestas de
    políticas y programas basados en la experiencia adquirida
    en los países de la subregión andina y de América
    Latina.

    Como en otras regiones del mundo, las tasas de desempleo
    de los jóvenes (15-24 años) son dos veces
    más altas que las de los adultos. El desempleo de las
    mujeres jóvenes es más alto que el de los varones.
    El desempleo de los jóvenes está fuertemente
    correlacionado con niveles de educación y el ingreso del
    hogar.

    El alto desempleo de jóvenes constituye un
    desperdicio de recursos que
    perjudica el crecimiento
    económico, genera exclusión social y socava la
    cohesión de las sociedades.

    Para conseguir más empleos de calidad para los
    jóvenes se propone un conjunto de políticas y
    programas que descansen en un marco macroeconómico
    propicio, un mercado laboral eficiente, políticas activas
    de empleo, programas de capacitación profesional adecuados y
    servicios de
    empleo de amplia cobertura. Se otorga particular énfasis a
    los programas de capacitación laboral para jóvenes
    de hogares pobres que han demostrado ser una respuesta a las dos
    debilidades más relevantes de este grupo
    vulnerable del mercado laboral, que son la falta de acceso a una
    capacitación profesional básica, así como de
    experiencia laboral.

    En base a los datos, análisis y propuestas
    presentados en esta contribución, se espera ampliar y
    enriquecer el debate en
    torno a uno de
    los problemas más agudos del mercado laboral en los
    países andinos.

    La Tasa Promedio Anual de Desempleo de los
    jóvenes que residen en el área urbana del
    país en 1997, fue de 14,6% que en términos
    absolutos representan a 273 mil jóvenes
    desempleados.

    La Tasa de Desempleo Urbano de los jóvenes, se
    define como el porcentaje de jóvenes de 14 a 24
    años que no tienen trabajo y lo están buscando
    activamente con respecto a la Población
    Económicamente Activa de este mismo grupo de edad. Este
    tipo de desempleo también se conoce como Desempleo
    Abierto.

    Las diferencias por sexo muestran
    que la Tasa de Desempleo juvenil es mayor en las mujeres 16,1%,
    que en los hombres, 13,3%. Esto se debe a que existe un mayor
    numero de mujeres de 14 a 24 años presionando en el
    mercado laboral por un puesto de trabajo.

    a) La situación laboral de los jóvenes de
    las zonas urbanas

    Es útil como primera aproximación de la
    situación laboral de los jóvenes de 15 a 24
    años tener una idea respecto a en qué
    ámbitos se desempeñan los jóvenes. Los datos
    del ermiten en base de la información disponible, descomponer la
    población total de jóvenes, en dos gruposretenidos:
    los adolescentes
    de 15-19 años y los jóvenes adultos de 20-24
    años, respecto de una actividad formativa (escolarizados),
    o laboral (activos); y, una
    tercera categoría híbrida de inactivos no
    escolarizados. Dichos datos se refieren a dos años
    distintos, 1990 (o fines de los ochenta) y 1997 (salvo el
    Perú).

    Para el año 1997, en Colombia y Ecuador,
    aproximadamente un 67% de los jóvenes de 15-19 años
    eran escolarizados, un 57% en Venezuela y un 46% en Perú.
    Se nota una progresión significativa de 6 puntos
    porcentuales en la tasa de escolarización de este grupo de
    jóvenes solamente en Colombia, entre los años 1988
    y 1997.

    Para el grupo de 20-24 años la tasa de
    escolarización varía entre 14% en Perú hasta
    un 35% en Ecuador, con posiciones intermedias en Venezuela y en
    Colombia.

    Es importante notar que estos datos se compilan en base
    a matrículas que pueden diferir deasistencia efectiva. De
    hecho se sabe que existe una marcada deserción
    escolar en secundaria, pero que no se dispone de datos
    confiables al respecto.

    En cuanto a la situación laboral de los
    jóvenes, en promedio, un jóven de cada tres del
    grupo de 15-19 años se encuentra activo, mientras que en
    el grupo de 20-24 años son dos jóvenes de cada
    tres. Estas proporciones disminuyeron en Colombia, pero
    aumentaron en Ecuador y Venezuela.

    Los jóvenes (15-24 años) representan un
    poco más de un cuarto de la PEA total en los 4
    países en 1997, pero dentro del total de ocupados
    representan menos del 20% en Colombia y más del 40% en
    Ecuador con proporciones semejantes a su peso relativo en la PEA
    en Perú y Venezuela . Como era de esperarse, la
    proporción de jóvenes en el total de desocupados es
    mucho mayor a su peso relativo en el total de ocupados y se halla
    entre 45% y 50%.

    b) desempleo los jovenes

    El desempleo de los jóvenes de 15-24 años
    en las áreas urbanas alcanzaba en 1997: 26.4 por ciento en
    Colombia; 18.9 por ciento en Ecuador; 13.2 por ciento en
    Perú y 18.0 por ciento en Venezuela. En promedio de los
    cuatro países, la tasa de desempleo de los jóvenes
    era 2.6 veces más alta que la de los adultos. Esta
    proporción constituye el aspecto más preocupante
    sobre el cual hay que apuntar la investigación. Una
    primera aproximación es que se trata de un fenómeno
    general, compartido tanto por países que han pasado por un
    período largo de crecimiento
    económico alto y sostenido, que por países que
    conocieron un crecimiento más irregular.

    En una muestra de 16
    países de las Américas, Asia y Europa los cuatro
    países andinos se ubican en un rango intermedio, en orden
    ascendente entre los dos extremos de la muestra de
    países, Japón
    (7.5%) por un lado y España
    (39%) por el otro. En la actualidad la mediana de la muestra
    (18.4%) pasa entre Venezuela y Ecuador.

    Desagregando la tasa de desempleo por sexo y grupos de
    edades para Colombia (1988-1997); Ecuador (1990-1997);
    Perú (1989-1997) y Venezuela (1990-1997)observamos lo
    siguiente:

    Para los períodos considerados, la tasa de
    desempleo de los jóvenes de ambos sexos de 15-19
    años está casi siempre por encima de la de los
    jóvenes de 20-24 años (salvo contadas excepciones,
    como es el caso de las mujeres en Lima Metropolitana en 1992 y
    1994), y que a su vez está por encima de la tasa de
    desempleo de los adultos. Este fenómeno es regular a lo
    largo de los períodos observados, es decir, la tasa de
    desempleo de los jóvenes es regularmente un
    múltiple de la tasa de los adultos. Además, se
    puede observar que los jóvenes desempleados representan
    aproximadamente 50% del total de desempleados (menos en
    Perú ymás en Venezuela), proporción muy por
    encima de su participación en la ocupación
    total

    Otro fenómeno recurrente es que la tasa de
    desempleo de las mujeres es casi siempre más alta que la
    de los hombres, y esto se observa para los tres grupos de edades
    tanto jóvenes como adultos. En promedio, para 1997, de los
    cuatro países, la tasa de desempleo de las mujeres
    jóvenes es 1.4 veces más alta que la de los
    varones. Para las mujeres adultas, la tasa es 1.9 veces
    más alta quela de los hombres. Como consecuencia, las
    mujeres jóvenes representan entre 50% y 60% del total de
    desempleados jóvenes, salvo en Venezuela (30%).

    En general, se puede observar que si bien la trayectoria
    de la tasa de desempleo de los jóvenes sigue muy de cerca
    a la de los adultos, también se aprecia que el aumento del
    desempleo de los jóvenes es más agudo que el de los
    adultos, e inversamente, cuando bajan las tasas, la de los
    jóvenes lo hace en menor proporción a la de los
    adultos, e incluso pueden aumentar, o simplemente éstas no
    bajan. Esto se observa nítidamente en los últimos
    años, en un período de alza del desempleo en
    Colombia y en Venezuela, pero existen sin embargo, ejemplos
    contrarios en algunos años y países.

    c) Desempleo y nivel educativo

    El riesgo de
    desempleo difiere según el nivel educativo. En general, se
    asume que a más educación, menor probabilidad de
    entrar al desempleo, pero no siempre es así en los
    mercados
    laborales andinos. El sobre tasas de desempleo por nivel
    educativo según sexo y grupos de edad presenta una
    situación diferente.

    Para el grupo de 15-19 años, en casi todos los
    países, las tasas de desempleo más altas se
    sitúan en el nivel de educación secundaria completa
    o incompleta. Para el grupo de 20-24 años se añade
    al nivel de secundaria el nivel de superior completa o
    incompleta.

    Esto parecería indicar una relación
    positiva (y no inversa) entre desempleo y nivel educativo o sea,
    a más educación mayor desempleo. En algunos
    países como Perú, por ejemplo, se observa que un
    menor nivel educativo no impide conseguir empleo, quizás
    por el alto grado de informalidad que se observa en este
    país, no así en Colombia y Venezuela, en donde un
    menor nivel educativo no facilita la inserción laboralpara
    el grupo adulto donde se comprueba la relación inversa
    entre nivel educativo y desempleo, especialmente para los
    hombres.

    El que distingue tres niveles educativos (hasta
    secundaria incompleta, secundaria completa y educación
    superior) comprueba que si la relación inversa entre
    educación y desempleo se verifica para los adultos, no es
    así para los jóvenes. Para este último
    grupo, dicha relación es mucho más débil y
    hasta positiva, es decir, a menor desempleo, menor
    educación. Para los jóvenes, el nivel educativo no
    parece incidir de manera decisiva en la probabilidad de caer en
    desempleo. Las más altas tasas de desempleo se observan en
    el grupo de los jóvenes con secundaria completa. Una
    educación superior suele arrojar una tasa de desempleo
    menor, pero eso no se da en forma regular en todos los
    países (Ecuador, por ejemplo) durante todos los
    años.

    Es preciso situar las tasas de desempleo por nivel
    educativo en el contexto de la distribución de la PEA por nivel
    educativo

    El grupo más numeroso en todos los países,
    salvo Venezuela, es aquél con educación secundaria
    completa o incompleta.

    La distribución es aproximadamente la
    siguiente en los cuatro países. Para el grupo de 15-19
    años, 65%-70% de la PEA tiene hasta secundaria incompleta,
    un poco más para los hombres y menos para las mujeres. En
    el grupo de 20-24 años, la proporción de la PEA con
    educación de hasta secundaria incompleta es de 50%,
    más para los hombres, particularmente en Venezuela, y
    menos para las mujeres. El Perú exhibe una
    distribución diferente, dado que tan sólo el 17% de
    las mujeres se quedan hasta con secundaria incompleta y en el
    caso de los hombres el 27%. El grupo de los adultos exhibe una
    distribución muy semejante a la del grupo de 20-24
    años.

    Son tres las lecciones importantes que pueden rescatarse
    de esta distribución de la PEA por nivel educativo.
    Primero, el alto porcentaje de jóvenes que ingresa al
    mercado laboral con un nivel educativo máximo de
    educación secundaria incompleta, que en Perú
    representa un 35% y en Venezuela hasta 70%. Segundo, en todos los
    países y especialmente dentro del grupo de los
    jóvenes, las mujeres alcanzan niveles educativos
    más altos que los de los hombres.

    Por último, comparando la distribución de
    la PEA por nivel educativo de 1997 con la situación al
    inicio de la década, se desprende que el nivel educativo
    de la PEA ha aumentado notablemente. En todos los países,
    el porcentaje de jóvenes que logra secundaria completa y
    algo más es mayor en 1997 respecto a los últimos
    ocho años. El progreso es particularmente notable en
    Colombia.

    d) Desempleo e ingreso del hogar

    El nivel de ingreso del hogar es una variable
    determinante frente al riesgo de
    desempleo. El muestra tasas de desempleo por quintiles de ingreso
    del hogar, según sexo y grupos de edad. Sedesprende
    nítidamente que la relación entre ingreso del hogar
    y tasa de desempleo es inversamente progresiva, o sea, a menor
    (mayor) ingreso, mayor (menor) desempleo. Esto vale para todos
    los países de la muestra y grupos de edades y para ambos
    sexos. En promedio de los tres países en el grupo de 15-19
    años, el primer quintil exhibe una tasa de desempleo 2.2
    veces más alta que el quinto quintil. Para el grupo de
    20-24 años y el de los adultos, este factor alcanza 3.3 y
    3.6 veces, respectivamente.

    Cuando se analiza la distribución de los
    desocupados y ocupados por nivel de ingreso del hogar, los tres
    países muestran situaciones contrastadas En Colombia, el
    40% de los más pobres concentran alrededor del 65% de los
    desempleados, pero solamente un tercio de los ocupados. Esto se
    verifica para ambos sexos y en los tres grupos de edades. La
    variable ingreso trasciende a las de sexo y edad.

    En Perú, se observa esta misma relación de
    manera menos aguda, pero solamente en el grupo de los hombres. La
    distribución de las mujeres desocupadas es mucho
    más equilibrada, mientrasque la de los hombres apunta a
    una leve sobre-representación del 40% de los más
    pobres.

    En Perú, en cuanto a la distribución de
    los ocupados, la proporción del 40% de los más
    pobres alcanza aproximadamente la misma proporción que la
    del quintil de mayor solvencia, o sea, se nota una
    sobre-representación de los hogares más
    solventes.

    La situación prevalente en Venezuela se asemeja a
    la del Perú, tanto en cuanto a la distribución de
    los desocupados (distribución proporcional a los quintiles
    de ingreso del hogar, salvo para el grupo de adultos en donde
    predominan los más pobres),como en cuanto a los ocupados.
    Aquel 40% de ocupados más pobres exhiben una
    proporción semejante a la del quintil de mayor
    solvencia.

    e)duración del desempleo

    En los cuatro países el desempleo es
    mayoritariamente un fenómeno de corta duración, de
    6 meses o menos Esto se verifica para todos los grupos de edades.
    Es particularmente el caso de Perú, en donde más
    del 90% del desempleo total es de corta duración. En los
    demás países esta proporción se ubica en
    alrededordel 50%, un poco más para los jóvenes y
    menos para los adultos. La proporción de jóvenes
    con desempleo de hasta 11 meses es significativa en Colombia (24%
    en promedio) y en Ecuador (33%). La incidencia del desempleo de
    larga duración (12 meses y más) aumenta con la
    edad, siendo particularmente significativa en Colombia, Ecuador y
    Venezuela. Se nota que, en promedio, en estos tres países,
    26% de los jóvenes desempleados de 20-24 años se
    encuentran sin empleo desde hace un año y
    más.

    Si bien para una mayoría de jóvenes el
    desempleo es un fenómeno de corta duración, resulta
    preocupante la incidencia del desempleo de larga duración
    entre los jóvenes desempleados.

    f) tasa de participación

    Las tasas de participación laboral para ambos
    sexos y por grupos de edad en los cuatro países
    considerados no reflejan grandes variacionesen el período
    considerado.

    asimismoesnota una cierta semejanza en las tasas de los
    diferentes grupos en los cuatro países.

    Las tasas de las mujeres jóvenes (15-19
    años) en Colombia y Perú se hallan en un 30%
    aproximadamente, y son más bajas en Ecuador y aún
    más en Venezuela. Las tasas de los jóvenes varones
    (15-19 años) en los cuatro países, se ubican en
    alrededor del 40%. Se nota en Colombia una leve
    disminución desde 1992, mientras que en Venezuela la tasa
    de este grupo tiende a subir.

    En Colombia, Ecuador y Perú las tasas de
    participación laboral de las mujeres de 20-24 años
    tienden a confundirse con las de los adultos. Estas se ubican en
    alrededor del 60% (menos en Ecuador) con una leve tendencia al
    alza. En Venezuela, la tasa de participación de este grupo
    pasa de 35% a 41% mientras que la de los adultos aumenta de 45% a
    50%. Para los varones de 20-24 años la tasa de
    participación se mantiene en un 80% en Colombia, Ecuador y
    Perú, y en 70% en Venezuela.

    Los hombres adultos exhiben una tasa de 95% en los tres
    países mencionados y de 80% en Venezuela. Se nota la gran
    estabilidad de estas tasas de participación. En los cuatro
    países, las tasas de participación de las mujeres
    adultas siguen una senda alcista.

    En conclusión, la tasa de participación de
    lasmujeres de 20-24 años es la única que se eleva
    de manera significativa en el período considerado en los
    cuatro países andinos.

    Un aumento generalizado de las tasas de
    participación de los jóvenes respecto a las de los
    adultos podrían tener un efecto sobre la tasa de desempleo
    de los jóvenes en base a un aumento de la mano de obra que
    ingresa al mercado laboral. Los datos revisados permiten pensar
    que dada la relativa estabilidad que se observa en las tasas de
    participación, éstas no son un factor determinante
    en las altas tasas de desempleo de los jóvenes.

    g)Estimaciones y proyeccionesde la población
    económicamente activa

    En el año 1998 la OIT publicó nuevas
    estimaciones y proyecciones de la PEA para un gran número
    de países. El resultado de este trabajo para los cuatro
    países andinos se presenta en los.elccimiento de la PEA de
    jóvenes (15-24 años) presenta durante el año
    1980 para los cuatro países una quiebra, a
    partir de la cual la PEA de jóvenes aumenta a una tasa
    inferior a la de la PEA total. Esta evolución se acentúa a partir de
    1990, por lo cual la PEA de jóvenes representa una
    proporción cada vez menor de la PEA total.

    Esta evolución es el reflejo de dos tendencias
    opuestas. Por un lado, el ritmo de crecimiento demográfico
    en los países andinos ha disminuido fuertemente a partir
    del año 1970, por lo cual el tamaño de los cohortes
    de jóvenes se está reduciendo, mientras que por
    otro lado, la PEA total sigue creciendo fuertemente, no tanto por
    aumento demográfico sino más bien por el aumento en
    la tasa de participación de las mujeres, sobre todo
    adultas.

    En el período 2000-2010 la tasa de crecimientode
    la PEA total se ubica en 2.7% en Ecuador, Perú y Venezuela
    y 2.2% en Colombia.

    Las implicancias para el mercado laboral son evidentes.
    La proporción relativa de jóvenes que está
    entrando al mercado laboral está disminuyendo, por lo cual
    la presión
    por el lado de la oferta (de jóvenes) se está
    aliviando.

    Esto representa un elemento positivo para la
    situación laboral de los jóvenes, pero un elemento
    solamente. La demanda de trabajo va fluctuando según el
    ciclo económico y no según el ritmo de crecimiento
    de la oferta laboral. Basándonos en la
    desaceleración significativa en el crecimiento de la PEA
    de jóvenes se puede esperar que su inserción
    laboral en el futuro se vea facilitada. Obviamente esto de por
    sí no alivia la situación laboral de los
    jóvenes, ya que ésta depende más de la
    evolución de la demanda de trabajo.

    h)tasa deocupación

    Una medida alternativa del desempleo la tasa de
    ocupación (ocupados/población en edad de trabajar),
    que suele ser más estable en situaciones de cambios
    importantes en la participación laboral(oferta laboral).
    La tasa de ocupación da una medida alternativa a la tasa
    de desempleo, basada en la capacidad de la economía para ofrecer
    empleo a la población en edad de trabajar. El muestra este
    dato para los cuatro países andinos examinados.

    Es preciso notar tres tendencias importantes. Por un
    lado, la tasa de ocupación de los jóvenes de ambos
    sexos de 15-19 años viene disminuyendo levemente en
    razón de su mayor escolarización.

    Por otro lado, la tasa de ocupación de los
    jóvenes de 20-24 años viene aumentando, sobre todo
    en el caso de las mujeres. Por último, la tasa de
    ocupación de los adultos aumenta en el caso de las
    mujeres, pero tiende a caer levemente en el caso de los
    hombres.

    En cuanto a los niveles de ocupación, el grupo de
    15-19 años se ubica en alrededor de 20% para las mujeres
    (más en el Perú y menos en Venezuela) y de 30% para
    los varones. En el grupo de 20-24 años, la tasa de
    ocupación es de 40% aproximadamente para las mujeres
    (más en el Perú) y de 60-70% para los
    varones.

    En promedio, en el grupo de 15-19 años, de los
    cuatro países, una jóven de cada cinco está
    ocupada, mientras que un varón de cada tres tiene un
    empleo. En el grupo de 20-24 años, cuatro jóvenes
    mujeres de cada diez están ocupadas, mientras que en el
    caso de los varones son dos de cada tres.

    En términos internacionales Perú y
    Japón comparten la posición mediana de una muestra
    de 14 países, para jóvenes de 15-24 años,
    mientras que los demás países andinos se hallan en
    el rango bajo del gráfico, siendo Colombia el país
    que posee la tasa de ocupación más baja de la
    muestra andina. Llama la atención las tasas de ocupación
    mucho más altas en países como Estados Unidos
    (58%), así como de algunos países europeos del
    norte, muy diferentes de aquellos del sur de de Europa. Estas
    diferencias reflejan sistemas sociales
    muy distintos desde el costo de los
    estudios universitarios hasta la disponibilidad de
    formación profesional y protección
    social.

    i) salarios

    El nivel del salario de los jóvenes es de sumo
    interés
    para el empleo de los mismos, y ello en razón a dos
    elementos. Resulta de interés
    conocer el nivel del salario de los jóvenes con
    relación al salario de los adultos. Se asume que si el
    salario de los jóvenes estuviera muy cerca al de los
    adultos ello tendría en general, un efecto negativo en el
    empleo de los jóvenes, dado un nivel salarial que
    estaría muy por encima del valor estimado
    de la experiencia laboral. Asimismo, sería interesante
    conocer el nivel absoluto del salario de los jóvenes en
    comparación con el salario mínimo vigente, por
    ejemplo. Esto permitiría tener otra perspectiva sobre el
    nivelrelativo del salario de los jóvenes.

    El indica la proporción del salario de los
    jóvenes en relación con el de los adultos, para dos
    sectores, la industria y los servicios en los cuatro
    países andinos. El patrón que emerge es bastante
    claro y compartido entre los cuatro países. Los
    jóvenes de 15-19 años exhiben un salario que
    representa el 40% del salario de los adultos, generalmente un
    poco más en el sector industria y un poco menos en el
    sector servicios. En Venezuela, en promedio del período,
    esta proporción es más alta, es decir, 57%. El
    salario promedio de los jóvenes de 20-24 años se
    ubica en promedio en un rango de 60%-70% del salario de un
    adulto.

    Estas proporciones, para los jóvenes de 15-19
    años, del 40% del salario de un adulto y del 65% para los
    jóvenes de 20-24 años, son más o menos
    estables a lo largo de los años y parecen reflejar las
    condiciones del mercado, es decir, la valoración por parte
    de las empresas de la escasa experiencia laboral de los
    jóvenes.

    En relación al salario mínimo, el nos
    enseña el nivel del salario promedio de los jóvenes
    en los cuatro países para diferentes años. La
    situación parece variar de país a país, pero
    en todos los países los salarios de los
    jóvenes se hallan muy cerca o por encima del salario
    mínimo vigente. Como era de esperarse, los jóvenes
    de 20-24 años exhiben un salario más alto que los
    del grupo de 15-19 años en relación al
    mínimo, en una proporción entre 110% y 175%,
    mientras que para el grupo más jóven tal
    proporción varía entre 74% y 119%.

    Es preciso notar que el único país en
    donde el salario mínimo ha mantenido su valor real
    durante el período considerado es Colombia. En los
    demás países el salario mínimo aunque haya
    recuperado algo de su valor real en los últimos
    años, todavía se encuentra muy por debajo de sus
    niveles de 1980. Esto explica por ejemplo que en Perú el
    salario de un jóven alcanza hasta casi cuatro veces el
    salario mínimo, dado que precisamente en 1993 éste
    representaba una octava parte de su nivel de 1980.

    Por lo tanto, el ratio que resulta del salario de los
    jóvenes con el salario mínimo no pareciera indicar
    un nivel que podría implicar consecuencias negativas para
    el empleo.

    Abundando en el mismo sentido, otra señal es el
    diferencial de salario entre mujeres y hombres. El enseña
    los datos relevantes para los cuatro países. Salvo en
    Colombia, en donde para los tres grupos de edad los salarios entre
    mujeres y hombres parecen equipararse, en los demás
    países las mujeres perciben en promedio un salario
    inferior en un 30% al de los hombres, sin embargo, a pesar de
    tener salarios más bajos, las tasas de desempleo de las
    mujeres suelen estar por encima de las de los hombres. Esto
    indica que otros elementos además del nivel del salario
    influyen en el desempleo de las mujeres. Además, es
    preciso notar sobre todo en Ecuador y Perú, que las
    mujeres adultas perciben un salario proporcionalmente más
    bajo comparado con el salario de los hombres, así como el
    de las mujeres jóvenes, o sea, la discriminación salarial en contra de las
    mujeres es más severa para las mujeres adultas que para
    las jóvenes.

    A nivel internacional, son muchos los países que
    particularmente, a partir de los '80 han introducido un salario
    mínimo específico para los jóvenes, el cual
    se ubica por debajo del salario de los adultos. No es cierto que
    eso haya aliviado o mejorado la situación laboral de los
    jóvenes. La evidencia empírica en cuanto a la
    relación entre cambios en el salario mínimo y el
    empleo de jóvenes no demuestra que ésta sea siempre
    negativa. Ni la teoría,
    ni la evidencia empírica soportan plenamente este
    planteamiento. Si en algunos países se ha podido observar
    un efecto negativo, en la mayoría, esta evidencia es muy
    débil o inexistente (Ghellab, 1998). Mucho depende del
    nivel relativo del salario mínimo, de las
    características del mercado laboral y del período
    considerado.

    j). Primera aproximación entorno al desempleo de
    los jóvenes en los países andinos

    Del análisis anterior, se puede desprender varios
    elementos para entender mejor el fenómeno del desempleo de
    los jóvenes.

    Las tasas de desempleo de los jóvenes suelen
    desplazarse de manera muy estrecha con las tasas de desempleo de
    los adultos, por lo que se puede concluir que el desempleo de los
    jóvenes obedece a determinantes macroeconómicos de
    la demanda laboral. Esto pareciera ser cierto en cuanto a la
    tendencia del desempleo de los jóvenes, pero resulta
    insuficiente para explicar su alto nivel.

    Cruzando tasas de desempleo y nivel educativo se pudo
    observar que si bien el grueso de los jóvenes ingresaba al
    mercado laboral con un nivel de educación de hasta
    secundaria incompleta, las tasas de desempleo permanecían
    muy altas para todos los niveles educativos, o sea, que en la
    probabilidad de desempleo, el elemento jóven
    parecería ser más determinante que el elemento
    nivel educativo.

    La relación entre desempleo e ingreso del hogar
    por el contrario, evidenciaba una señal clara de que a
    menor ingreso, mayor desempleo, lo que entrañaba una
    sobrerepresentación de los más pobres dentro de los
    desempleados.

    Los datos proporcionados relativos al salario de los
    jóvenes no permitían concluir que el nivel relativo
    del salario de los jóvenes jugaba un papel
    importante. El costo salarial de
    los jóvenes era proporcional a su experiencia laboral y
    los más jóvenes percibían salarios menores.
    Esto indica que actuar sobre el costo salarial de los
    jóvenes en el contexto actual de los países
    andinos, al parecer, no sería una medida
    relevante.

    Asimismo, se pudo confirmar que la duración del
    desempleo de los jóvenes era mayoritariamente corta, es
    decir, inferior a los seis meses.

    Por último, las tasas de participación de
    los jóvenes exhibían leves tendencias a la baja
    para el grupo de 15-19 años, debido a una mayor asistencia
    escolar, y hacia el alza para las mujeres del grupo de 20-24
    años. Esta tendencia se suma a una desaceleración
    pronunciada de la tasa de crecimiento de la PEA de jóvenes
    a partir de los años '80 en los cuatro países
    andinos. Por lo tanto, no se puede evidenciar una mayor
    presión laboral de los jóvenes como elemento
    explicativo de su alto desempleo.

    Sumando todos estos elementos tenemos una
    situación que parece reunir varias dimensiones en el
    desempleo de jóvenes.

    Sin lugar a dudas, el desempleo cíclico juega un
    papel
    decisivo. Ello se fundamenta en el ciclo económico y
    determina la demanda de trabajo disponible en la economía
    en cada período. Es un determinante clave del nivel del
    desempleo total, incluido los jóvenes.

    De hecho, se observa una diferencia de 62 por ciento en
    promedio de los cuatro países (64 por ciento para los
    hombres y 59.8 por ciento para las mujeres) entre la tasa
    más baja de desempleo y la tasa más alta en el
    período considerado. Estas variaciones se pueden
    relacionar al ciclo económico.

    Pero además, podemos observar un desempleo
    friccional importante entre los jóvenes, es decir, aquel
    desempleo que corresponde al tiempo necesario para buscar un
    trabajo, para informarse y asimismo, para encontrar las vacantes
    disponibles. Quizás este desempleo friccional es
    particularmente relevante para aquellos jóvenes con
    educación superior que destinan un mayor tiempo en buscar
    un trabajo porque disponen de los recursos
    necesarios para hacerlo, o aquellos jóvenes quecambian
    frecuentemente de empleo, en búsqueda de un trabajo y una
    remuneración lo más cercana posible a su
    pretensión salarial (o salario de reserva). Este
    fenómeno se ha observado en otros países (por
    ejemplo, Estados Unidos, ver O'Higgins, página 27), y
    podría estar presente también en los países
    andinos.

    En promedio simple, en 1997, en los cuatro
    países, el grupo de jóvenes de 20-24 años
    con educación superior alcanza el 16 por ciento en el caso
    de los varones y el 27.6 por ciento en el caso de las mujeres.
    Eso da una indicación indirecta del peso del desempleo
    friccional dentro del desempleo total de los
    jóvenes.

    Por último, se observa un componente de desempleo
    estructural en el desempleo de jóvenes, que se origina en
    un desajuste en la oferta y la demanda de empleo por tipo y nivel
    de habilidades y ocupaciones. Se presume que el desempleo
    estructural ha venido aumentando en el desempleo total como
    consecuencia de la mayor apertura de las economías
    andinas, que facilitó el ingreso de las inversiones
    extranjeras con tecnología moderna,
    criterios de más alta productividad y
    una demanda por mano de obra más calificada. Esto ocurre
    en un momento en que pese a un aumento paulatino en el nivel
    educativo de la mano deobra, el grueso de la oferta laboral de
    jóvenes tiene como máximo nivel educativo, la educación
    secundaria completa, o incompleta.

    Los datos revisados anteriormente permitieron comprobar
    que los jóvenes de hogares pobres conforman el grueso de
    los desempleados en los cuatro países. Estos
    jóvenes son precisamente aquellos que no terminaron la
    educación secundaria, que atendieron colegios
    públicos de mala calidad, que
    ingresaron al mercado laboral a una temprana edad, y que no
    tuvieron acceso a una formación profesional. Es
    allí donde se ubica el grueso del desempleo estructural.
    En promedio, de los cuatro países, más del 84 por
    ciento de los varones jóvenes y del 72 por ciento de las
    mujeres jóvenes de 20-24 años ingresan al mercado
    laboral con un nivel educativo de hasta secundaria completa. En
    un período de baja actividad económica, estos
    jóvenes no encuentran empleo y si tienen un trabajo, lo
    pierden rápidamente. En un período de coyuntura
    alta, estos jóvenes son los últimos en conseguir un
    empleo. Por ende, son éstos los jóvenes que
    conforman el verdadero problema del desempleo juvenil.

    k). Políticas de lucha contra el desempleo
    juvenil

    Siendo una preocupación regional y mundial, el
    desempleo de los jóvenes ha desatado una amplia
    investigación respecto a las medidas, programas y
    políticas que se están dando y que se han de dar
    para combatirlo. Sin pretender resumir la creciente literatura disponible en
    estos temas, parece necesario recordar las principales medidas y
    direcciones en que se orientan las políticas para combatir
    el alto desempleo de jóvenes. Son cinco las áreas
    en las cuales se orientan tanto el pensamiento
    como políticas y programas efectivos:

    – mejorar la asistencia escolar de los
    jóvenes;
    – sistemas
    más eficaces de formación profesio- nal;
    – programas especiales de capacitación laboral de
    jóvenes;
    – servicios de empleo; – apoyo a iniciativas locales de
    empleo.

    No mencionamos al crecimiento económico, en la
    medida que sea alto, sostenido y equilibrado sectorialmente, por
    ser una condición esencial, pero no suficiente para
    generar empleos y reducir el desempleo que se entiende por
    sí mismo.

    Pasemos revista a las
    experiencias en curso en los países andinos en estas cinco
    áreas.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter