Indice
1.
Lectura de Romero: La Restauración Conservadora.
1930-1943
2. La Presencia
Británica
3. Díaz, Alejandro: " Ensayos
sobre la Historia Económica Argentina"
4. El Plan Pinedo
5. Lectura de Quiroga Hugo.
(1930-1943)
6. Lectura de David Rock: De la
oligarquía al populismo 1930-1946
7. La crisis de la época de la
guerra
8. Lectura de Gino Germani:
Movilidad Social En La Sociedad Industrial
9. Lectura de Persello "El
Radicalismo en Crisis"
10. Crisis del 30 y partidos
políticos.
11. Modelo de desarrollo:
renovación o reproducción.
12. Comercialización
de la producción
agropecuaria.
1. Lectura de
Romero: La Restauración Conservadora.
1930-1943
El 6 de Septiembre de 1930 asume como presidente
provisional José F. Uriburu. Yrigoyen que había
sido depuesto por una revolución
que se había originado por los vicios atribuidos a la
democracia
(aunque una vez depuesto no había acuerdo sobre que hacer
y se vacilaba entre diversas propuestas). Una de las alternativas
eran los nacionalistas (que fueron los que tomaron la iniciativa)
Se enorgullecían de un elitismo autoritario, que
inspiraban a regímenes autoritarios. Reclamaban una forma
institucional de fondo, predicando las ventajas del
corporativismo y la representación funcional. Reclamaban
la constitución de una nueva minoría
dirigente, nacional y no enajenada al extranjero ( Que confiaban
encontrar entre los militares).
Uriburu (un conservador tradicional) apoyaba a los
nacionalistas porque simpatizaba con esta forma de autoritarismo
al igual que otros altos funcionarios del gobierno. Sin
embargo su fracaso en las elecciones hizo que a través del
ejército con la Legión Cívica fuera la
vanguardia de
una revolución anunciada y que nunca pudo
superar la intrascendencia. Sin embargo los militantes
nacionalistas solo ocuparon cargos de menor importancia en
distintos gobiernos provisionales hasta que al fin en el gobierno de justo
decidieron que esta participación marginal más los
perjudicaba de lo que los beneficiaba y se distanciaron del
gobierno.
Mientras los nacionalistas proponían un camino
reaccionario pero novedoso, el grueso de la clase política optaba por
la defensa de las instituciones
constitucionales. El gobierno vetó la candidatura de
Alvear por razones constitucionales y de seguridad y los
radicales volvieron a su antigua táctica de
abstención electoral, dejándole a Justo (que
contaba con el respaldo del ejército) el campo libre para
las elecciones, pudiendo presentarse como un término medio
entre la dictadura de
Uriburu y el extremismo subversivo de Alvear. El radicalismo
antipersonalista, el partido Socialista Independiente y el
partido Demócrata Nacional eran nucleados por Justo y
conformaron una alianza. A Justo lo enfrentó
únicamente una coalición de los partidos Socialista
(Lisandro de la Torre), y el partido Demócrata Progresista
(Nicolás Repetto). La victoria de Justo, obtenida mediante
el fraude electoral,
no fue aplastante y la oposición ganó el gobierno
de una provincia y una buena representación parlamentaria.
El partido Socialista independiente pronto se disolvió, De
Tomaso y Pinedo cumplieron un papel
fundamental en la estructuración de la alianza y en la
formación de la concordancia así como en el
diseño
de las principales políticas
del gobierno.
La depresión
de 1930. Y la opción del gobierno de mantener la deuda externa,
hizo que se reduzcan las importaciones
como el gasto
público (El déficit del estado
pasó a convertirse en un problema grave). Se
requería de políticas
económicas nuevas, mientras que las aplicadas por Justo y
Uriburo se habían limitado a aplicar las medidas
clásicas. Pero en 1933 con la designación de Pinedo
como ministro de Hacienda se avanzó sobre un rumbo
más novedoso principalmente a través de dos
tendencias que perdurarían a través del tiempo: La
creciente intervención del estado y el
cierre progresivo de la economía. Otra medida
importante pero menos duradera fue reforzar las relaciones con
Gran Bretaña.
En 1931 se estableció el impuesto a las
ganancias (antiguo proyecto de
Yrigoyen) y hacia 1933 el gobierno había logrado
equilibrar el presupuesto.
También en 1931 se estableció el control de
cambios, mediante el cual el gobierno centralizaba la compra y
venta de divisas
que se constituyó para asegurar la disponibilidad para el
pago de la deuda externa
primero y luego se comprobó que servía como una
poderosa herramienta para manejar la política
económica.
Además en 1935 se creó el Banco Central.
Una medida que se adoptó para atenuar los efectos de las
crisis
cíclicas y defender a los productores locales, se
comenzó a regular la comercialización de la producción agropecuaria, utilizando fondos
del control de
cambios, para lo cual se crearon juntas para cada tipo de
actividad, la que entre otras funciones
debía fijar precios
mínimos. Por otro lado con la prosperidad de las
décadas anteriores se había constituido en el
país un mercado consumidor
importante. El cierre creciente de la economía, los
aranceles y la
escasez de divisas creaban condiciones adecuadas para sustituir
los bienes
importados por otros producidos localmente. Los cambios en el
sector agropecuario fueron menos notables, sobre todo en la
región pampeana. La ganadería
siguió retrocediendo respecto de la agricultura,
al igual que en la década anterior. La producción agrícola no
decayó, pese al derrumbe de los precios,
aunque la situación de los productores se deterioró
sensiblemente, en especial la de los más pequeños.
Así la crisis y las
respuestas de índole coyuntural habían creado una
serie de condiciones nuevas que hacían muy difícil
el retorno a la situación previa.
En 1932 se firmó el tratado de Ottawa, que entre
otras medidas se incluía la reducción de importaciones de
los británicos desde Argentina de un
gran porcentaje de carnes enfriadas y congeladas. Debido a esto
se negoció en Londres entre Julio A. Roca y el ministro
británico Runciman, un tratado en el cual
básicamente Gran Bretaña se comprometía a
seguirle comprando a Argentina la
cuota de carne usual a cambio de
diversas concesiones: La totalidad de las libras generada por
este comercio se
emplearían en el pago de la deuda, en la importación de carbón, material
ferroviario o textiles (que tenían un tratamiento
arancelario preferencial). A la vez se estipulaba un tratamiento
benévolo para las empresas
británicas que estaban en dificultades (principalmente
ferroviarias y de transporte
urbano). A fin de cuentas el
tratamiento preferencial solo podía lograr aumentar
algunas ventajas monopólicas y dilatar su ineludible
deterioro (por esto fue que los directivos planearon venderlas al
Estado).
Por su parte los norteamericanos, que eran discriminados
con los aranceles y
con el uso de divisas, retrocedieron en este mercado (aunque
luego contraatacaron realizando inversiones
industriales que saltaban la barrera arancelaria).
Un frente popular frustrado
A pesar de sus éxitos en lo económico,
Justo fue visto como fraudulento, corrupto, y ajeno a los
intereses nacionales. El Gobierno hasta 1935 había logrado
avanzar sin grandes contratiempos, pero desde esa fecha se
hicieron evidentes los signos de una creciente
movilización social y política. Alvear, con
ideales de soberanía popular y elecciones libres
empezó a cobrar auge.
En 1935 se realizó una huelga de 90
días por los trabajadores de la construcción y luego la CGT realizó
la única huelga de la
década de 2 días al cabo de los cuales los
huelguistas obtuvieron la satisfacción de una parte
sustancial de sus demandas. El saldo más importante fue la
creación de la Federación Obrera Nacional de la
Construcción, que fue uno de los sindicatos
más importantes y combativos del país. En 1935 la
UCR había levantado su abstención electoral y en
1936 triunfó en las elecciones de Diputados en los
principales distritos (Capital, Santa
Fé, Mendoza, Córdoba), alcanzando la mayoría
en la Cámara de diputados. También Alvear
tenía mucho peso en el consejo deliberante. Quizás
para compensar el gobierno intervenía las provincias (Por
ejemplo la de Santa Fe, que era gobernada por un
demoprogresista). También se reaccionó contra el
nuevo sindicalismo
combativo. Además se aprobó en el Senado una
ley de
represión al comunismo (que
fue bloqueada por los diputados). El radicalismo
contribuyó a mejorar la imagen de las
instituciones,
cuya legitimidad se hallaba fuertemente cuestionada.
En 1935 el Partido Comunista adoptaron los ideales del
frente popular. Antes de esa fecha, bajo la consigna: "clase
contra clase" habían combatido por igual a nazis y
fascistas y a los partidos socialdemócratas a quienes
igualaban a los más peligrosos enemigos del proletariado.
Así el gobierno de la Concordancia fue identificado como
el enemigo.
La Guerra Civil
Española cuyo impacto en la Argentina fue enorme
sirvió para definir más claramente aún los
campos. En las derechas, la Guerra Civil
integró a conservadores autoritarios, nacionalistas,
filofascistas y católicos en una común
reacción contra el liberalismo
democrático. En la izquierda integró a radicales,
comunistas, socialistas, demoprogresistas, dirigentes sindicales
agrupados en la CGT y todo el sector de opinión
independiente y progresista incluyendo figuras del liberalismo
conservador.
La CGT que había nacido en 1930, uniendo a los
grupos
sindicalistas y socialistas hasta entonces separados. Sus
principales años fueron duros: Dura represión
gubernamental (aunque dirigida a anarquistas y comunistas)
disuadía de cualquier acción demasiado militante;
la fuerte desocupación provocada por la crisis
restaba capacidad de movilización.
Desde 1933 la reactivación económica y la
reorientación industrial empezaron a hacerse notar. La
desocupación fue gradualmente absorbida y se produjo un
efecto de expulsión desde las zonas rurales a los grandes
centros urbanos atraídos por el nuevo empleo
industrial.
Para 1937 cuando Alvear presentó sus propuestas
para las elecciones de 1938, estas oscilaban entre dos posturas
importantes: Una progresista y la otra de izquierda con el
mencionado frente popular. En esta ocasión a Alvear solo
lo acompaño el Partido Comunista, pues el socialista se
hallaba en franca competencia con
el radical. Hasta 1936 los socialistas habían tenido una
fuerte representación parlamentaria, que se redujo
drásticamente con el retorno electoral de los
radicales.
En 1937 Justo pudo imponer a sus partidarios la
candidatura presidencial de Ortiz, de origen radical
antipersonalista como él, pero para la vicepresidencia
debió aceptar a Castillo, un representante de los grupos
conservadores más tradicionales. El presidente Ortiz que
había sucedido a Justo en 1938 no solo mantuvo buenos
contactos con los ferroviarios (organizaciones
gremiales dominantes de sindicatos de
transportes y servicios),
sino que procuró formarse entre ellos una base de apoyo,
interviniendo activamente en sus conflictos
internos. El gobernador Fresco, siguiendo las prácticas
del gobierno fascista italiano, declaró que su trabajo era
armonizar el capital y
el trabajo, al
tiempo que
reprimía duramente a los comunistas, legalizaba los
sindicatos y utilizaba el poder arbitral
del Estado para proteger a los trabajadores. El Departamento
Nacional del Trabajo extendió la práctica del
Convenio Colectivo y del arbitraje
Estatal. Para enfrentar la candidatura de Alvear, se
recurrió a procedimientos
fraudulentos. A Ortiz le resultó más difícil
que a Justo mantener el equilibrio con
los grupos conservadores de su partido. A Ortiz se le dio la
posibilidad de acercarse al radicalismo y con el apoyo de Alvear
se propuso depurar los mecanismos electorales y desplazar a los
dirigentes conservadores. Cuando todo parecía conducir al
triunfo de esta versión del programa de la
democratización, oficialista y de derecha, aunque
también apoyado inicialmente por el partido comunista, la
enfermedad de Ortiz lo obligó en Julio de 1940 a delegar
el mando en el Vicepresidente Castillo deshaciendo todo lo
construido a favor de la democratización.
La guerra y el "frente nacional"
La guerra provocó el cierre de los mercados europeos
con lo que se redujo drásticamente las exportaciones
agrícolas, pero aumentaron las exportaciones de
carne enfriada y congelada a Gran Bretaña. A la vez
disminuyeron las importaciones de origen británico, por lo
que la Argentina comenzó a tener un importante saldo a
favor. Un acuerdo entre el Banco Central y
el Banco de Inglaterra
estableció que las libras permanecerían bloqueadas
en Londres durante la contienda, y que concluida esta se
aplicarían a saldar las deudas por compras de
productos
británicos.
Por otro lado, se empezaron a exportar a países
limítrofes productos
industriales y Argentina comenzó a obtener saldos
favorables (incluso contra EEUU). Se confirmaba que los cambios
inducidos por la crisis de 1930 se profundizaban y la vuelta a la
situación existente antes de la crisis se hacía
cada vez más remota. Las exportaciones industriales
tenían un futuro promisorio y esta nueva situación
implicaba una mayor intervención del Estado en la
regulación económica y un cierre mayor de la
economía local.
En 1940 Pinedo, designado ministro de Hacienda por
Castillo, se dio cuenta de este nuevo escenario y realizó
una propuesta de Reactivación Económica. Esta
consistía en insistir en la compra de cosechas por parte
del Estado, para sostener su precio, y a la
vez estimular la construcción pública y privada
capaces de movilizar muchas otras actividades (sobre todo
resaltaba la importancia de revitalizar la industria).
Pinedo advertía el problema de una economía
demasiado cerrada y promovía la creación de
industrias
naturales que elaboraran materias primas locales y pudieran
exportarlas. Sostenía que el comercio exterior
era la rueda maestra de la economía y estas otras
actividades eran ruedas menores que contribuían al
equilibrio.
Por esta vía a largo plazo, Argentina solucionaría
su déficit comercial con EEUU que se haría
más gravoso a medida que fuera creciendo el sector
industrial y aumentara la demanda de
máquinas, repuestos o
combustibles.
Se trataba de estrechar los lazos con EEUU
(además de la clausura del férreo bilateralismo con
Gran Bretaña) y de cambiar el esquema asentado de la
división internacional del trabajo. Requería de una
firme orientación por parte del Estado y de un desarrollo
mayor de instrumentos de intervención.
El proyecto fue
aprobado por el Senado pero no por la Cámara de Diputados
porque los radicales habían decidido bloquear cualquier
proyecto oficial como una forma de repudio a la nueva
orientación fraudulenta del gobierno de
Castillo.
La neutralidad de Argentina en la Gran Guerra Mundial se
vio afectada cuando EEUU entro en la guerra, luego de la
invasión Japonesa, presionó a
los países americanos a acompañarlo, pero a pesar
de todo Argentina mantuvo su postura neutral. Como para EEUU
estaban en juego
intereses específicos, además de una
cuestión de prestigio, le respondió a la Argentina
con fuertes represalias y la excluyó del programa de
rearme de sus aliados en la guerra (Mientras Brasil era
particularmente beneficiado)
Las fuerzas armadas se constituyeron como un actor
político. Un elemento central del nuevo perfil militar fue
el desarrollo de
una consciencia nacionalista. El terreno ya había sido
preparado por el nacionalismo
uriburista. Así cuando todo indicaba el triunfo del Frente
Popular, un "Frente Nacional" apareció como una
alternativa. En este nuevo escenario los enemigos eran Gran
Bretaña y la oligarquía
Cuando Castillo en 1943 pidió la renuncia a su
ministro de guerra, el Ejército depuso al presidente e
interrumpió por segunda vez el orden
constitucional.
A-b) Postura del Autor
En cuanto a la lectura de
Romero, "La Restauración Conservadora. 1930-1943", el
autor se limita a describir en forma no secuencial los hechos y
aspectos relevantes durante dicho período, desde una
postura objetiva. Así es como se menciona la importancia
del tratado de Roca-Runciman, como se fueron sucediendo los
diversos gobiernos, la situación por la que
atravesó el radicalismo, la modificación de la
situación de Argentina con respecto a la
organización de la estructura
mundial, así como otros eventos que
caracterizaron a esa época.
Sin embargo el autor muestra a lo
largo de su lectura su
preferencia por el predominio de las formas institucionales
(cuando analiza el momento en que Justo obtiene la victoria
frente a la coalición formada por el Partido Socialista y
el Partido Demócrata Progresista y también hacia
1935 cuando el radicalismo contribuyó a mejorar la
imagen de las
instituciones, cuya legitimidad se hallaba fuertemente
cuestionada). Asimismo Romero permite entrever su preferencia por
el gobierno conducido por Justo y por Ortiz. Esto lo observamos
al momento de reconocer el éxito
que obtuvo Justo en el aspecto económico y cuando la
enfermedad de Ortiz lo obligó a delegar el mando en el
vicepresidente Castillo, observando con pesar como este
último deshacía todo lo construido en pro de la
democratización.
3. Díaz, Alejandro:
" Ensayos sobre
la Historia
Económica Argentina"
El impacto de la gran depresión
y la respuesta inmediata.
Entre 1925/1929 y 1930/1934, el intercambio
internacional de la Argentina se deterioró bruscamente;
las exportaciones se reducían; disminuía la entrada
neta de capitales; declinaban las mercaderías
importadas.
A lo largo de toda la década del 30, el
proteccionismo agrícola y los bloques de políticas
preferenciales continuaron amenazando los mercados
extranjeros de la Argentina.
Entre 1927/1929 y 1941/1943, la manufactura se
expandió en detrimento del sector rural dadas las
modificaciones en los términos del intercambio
internacional y en las expectativas provocadas por la gran
depresión respecto de los futuros mercados de
exportaciones para casi todos los bienes
rurales.
El gobierno tomó medidas que reforzaron la mejora
del intercambio de productos manufacturados, ellas
son:
Incremento de los derechos de
importación
Creación de un sistema de tipo
de cambios múltiples, los aplicados a las exportaciones
eran inferiores a los de venta ofrecidos a
los importadores.
Controles cambiarios, se elevaron los costos de
transacción para los importadores.
Todas éstas políticas comenzaron a
aplicarse a partir de 1933, son medidas expansionistas y
distendieron la brecha entre las tasas de utilidades de la
manufactura y
las del sector rural de bienes exportables, además de
elevar el nivel de los beneficios obtenidos en las actividades de
sustitución de importaciones.
En 1933, se produjo la devaluación del peso que contribuyó
a mantener el poder
adquisitivo. Para 1934, la devaluación había
colocado los precios mayoristas internos levemente por encima del
nivel de 1929.
La política
fiscal en los primeros años de la gran
depresión ( 1930/1931 ) fue expansionista y las
políticas adoptadas a partir de 1933, obedecían al
afán de equilibrar el presupuesto.
En 1935 se creó el Banco Central de la
República Argentina, y la política fiscal de 1935
a 1940 fue un importante estímulo para la
recuperación económica.
Entre 1932/1933, la disminución de la oferta
monetaria se redujo.
Las tasas de interés
aumentaron entre 1930/1931; los rendimientos efectivos de las
cédulas hipotecarias se elevaron ( 7% en Diciembre de
1933) y los rendimientos de los títulos del gobierno
subieron.
Tras alcanzar un punto máximo en Diciembre de
1932, las tasas de
interés declinaron: el rendimiento medio de los
títulos del gobierno y de las cédulas hipotecarias
fue del 5% entre 1937/1939.
La dirección del B.C.R.A. desplegó en
general políticas que reforzaban las políticas
fiscales expansionistas del gobierno federal.
La notable recuperación de 1933 a 1939 se
debió a Políticas internas y Mejoramiento en el
intercambio externo a partir de 1934.
A pesar de las actividades de sustitución de
importaciones no se descuidaron las exportaciones, progresaba la
creación de nuevas líneas de exportación como por ejemplo el tratado
Roca- Runciman de 1933 con el Reino Unido. En la década de
1930 y primeros años del 40 comenzaron algunas actividades
industriales y que poco a poco ingresaron al sector de las
exportaciones ( ámbito de la agricultura no
tradicional y se incluían actividades afines como
producción de: manzanas, peras, uvas, algodón,
aceites comestibles y conservas de tomate. En 1941 se
organizó la Corporación para la Promoción del Intercambio, bajo la supervisión del B.C.R.A. con el objeto de
estimular la exportación de productos no tradicionales
hacia los países de América
del norte y de América
latina, transformándose durante el gobierno de
Perón
en una junta central de comercialización cuyas políticas de
precios desalentaron la producción de bienes
exportables.
El desarrollo fue posible merced a cambios en la
estructura de
la demanda que
desplazó el gasto en inversión fija con alto componente de
importaciones hacia el consumo con
menor componentes de importaciones. El cambio en la
estructura productiva y un uso más intensivo de la
capacidad instalada sobre todo en el sector manufacturero
determinaron el incremento de la relación marginal
producto/capital.
La rapidez con que se aprovecharon las oportunidades de
sustituir importaciones se debió a factores tales
como:
- Incentivos suministrados por los cambios en los
precios. - Política oficial.
- La relativa simplicidad de las nuevas
actividades. - Las condiciones favorables para la industria
que se daban en el país en esos momentos.
Las instalaciones adecuadas de capital social fijo en al
ciudades, la experiencia industrial adquirida, la existencia de
una fuerza de
trabajo urbana alfabetizada y los grandes mercados urbanos
contribuyeron al crecimiento acelerado de la industria. Entre
1933 y 1939, la producción manufacturera se elevó
en un 43% en los 6 años siguientes, entre 1939 y 1945,
apenas se elevó un 13%. Las existencias de capital netas (
maquinarias y equipos) se redujeron cerca del 30% entre 1938 y
1945, la causa fue el deterioro del sistema
ferroviario y la disminución de la oferta de
maquinarias y equipos a la Argentina determinado por la guerra,
la guerra produjo el efecto de frenar el crecimiento
económico. Desde 1930 y hasta 1943 los gobiernos se
mantuvieron en el poder mediante fraudes electorales, no obstante
los gobiernos confiaban en equipos de técnicos
competentes, capaces de conducir con acierto la política
económica, determinando la creación de nuevas
instituciones como en ejemplo citado del B.C.R.A. y nuevos
instrumentos como el impuesto al
ingreso. En todo el lapso 1930-1943, los enemigos de la
industrialización y los intransigentes hacendados
sostenedores del libre cambio dentro y fuera del gobierno,
obstaculizaron las reformas introducidas por el equipo
económico.
A-b)
El autor plantea la situación económica
del país entre 1825 y 1945. Bajo el punto de vista del
autor, las autoridades argentinas supieron responder al golpe de
la depresión dada la rapidez con que se sustituyeron
importaciones. En la década del treinta, dice el autor,
los recursos
disponibles se aprovecharon de manera eficiente, y atribuye a la
situación mundial la disminución de la capacidad de
transformación de la economía y en la capacidad de
transformar los ahorros nacionales en máquinas y equipos.
Afirma: la guerra dio a la manufactura protección y
abrió nuevos mercados de exportación para
éstos bienes.
La postura del autor está a favor del gobierno de
la época, dado que según el autor la
política oficial ayudó de manera positiva a la
industria.
Llach, Juan: El Plan Pinedo de
1940, su significado histórico y los orígenes de la
economía
política del peronismo.
4. El Plan
Pinedo
El plan intentaba mantener abierta la economía
Argentina al comercio
exterior, consideraba a la vez que para lograr un crecimiento
aceptable debía oficializarse la industrialización,
una industrialización exportadora y especializada en
materias primas nacionales. El objetivo
sólo podría conseguirse mediante un fuerte
acercamiento a los EEUU, que se veía como dificultoso pero
posible en el mediano plazo: se trataba de un plan proaliado en
materia de
política internacional. Según Pinedo, podrá
ser mencionado como un intento de integración a una nueva división del
trabajo liderada por los EEUU o bien como un cambio de
metrópoli y la búsqueda de una dependencia
próspera.
La propuesta era moderna para aquellos tiempos, pero se
le critica que llegó tardíamente, era restringida
en su aceptación política y social y un poco
vacilante, dado que en la época no se descartaba una
vuelta a la normalidad ( modelo
agroexportador), tiene muchas cláusulas provisorias y no
se afirma fuera de duda la necesidad de emprender un nuevo
camino.
La clave del fracaso del plan la encontramos en la
debilidad de su apoyo político.
En la época lo que estaba en discusión era
la propia estrategia de
desarrollo
económico del país. Los sectores más
dinámicos ya no eran los tradicionales, sino aquellos con
mayor orientación al mercado interno que requerían
alguna forma de industrialización estatal.
El estallido de la segunda guerra significó un
nuevo golpe para quienes confiaban en una vuelta a la normalidad
de la expansión del comercio
exterior y el desarrollo ininterrumpido desde la crisis de 1930,
pero el desarrollo del mercado interno y la
industrialización resultaron beneficiadas por los
acontecimientos citados.
En éste contexto el debate sobre
el desarrollo
económico nacional alcanzó gran
intensidad.
Durante los años de la segunda guerra y en la
inmediata posguerra surge dentro de éste debate el
"Programa de reactivación de la economía nacional"
de 1940 (Plan Pinedo), que es el primer documento del estado en
el que se considera la posibilidad de modificar parcialmente la
estrategia de
desarrollo económico vigente.
El programa procura conciliar la
industrialización con la economía abierta, fomentar
las relaciones comerciales de la Argentina con los EEUU y con los
países limítrofes y crear un mercado de
capitales. El plan fue derrotado
políticamente.
El 14 de Noviembre de 1940 el Poder
Ejecutivo Nacional ( P.E.N.), remitió a la
Cámara de Senadores, de mayoría oficialista, el
plan. Pinedo era el responsable político del plan y por
esto asumió su defensa en el congreso. El plan se origina
en una situación de emergencia: La segunda guerra y las
consecuencias sobre la economía
Argentina. Da respuestas a los problemas que
la guerra produjo en el sector externo, en el nivel de actividad
económica, en el marco institucional de la economía
y subsidiariamente en el nivel de precios; se trata en
éste sentido de un programa de corto plazo. El plan
presenta un diagnóstico de los problemas
económicos argentinos; el diagnóstico que se daba era el
siguiente:
A) Los problemas del sector externo:
Crisis de las exportaciones agrarias y las posibilidades
de las exportaciones nuevas: A causa de la guerra quedan
excedentes invendibles de productos agrarios nuevos de origen
industrial.
El comercio exterior quedó dividido en tres
compartimentos estancos: 1) Saldos favorables en el área
de la libra esterlina, (Inglaterra no
puede proveer muchas importaciones) que pueden crear problemas en
el futuro.
- Déficit creciente en el área de
dólar ( desvío de importaciones hacia los EEUU y
ruptura del esquema triangular que permitía financiar
los déficit con EEUU mediante los superávit con
Gran Bretaña) - Superávit tradicional con el resto de los
países de América ( el problema es aumentar el
intercambio con ésta región.
Indispensable control de las importaciones: ( escasa
posibilidad de conseguir créditos en el exterior por lo que es
indispensable limitar las importaciones procedentes de la zona de
divisas transferibles.)
B) Amenaza de una depresión y perspectivas de
desarrollo de la economía
Es previsible un proceso de
depresión en el corto plazo en la economía
nacional. Los grandes excedentes de productos invendibles
significan: crisis industrial, desocupación,
postración general en todas las actividades del
país.
La propuesta es: No basta la compra de los excedentes,
deben agregarse otros estímulos como el de la industria de
la construcción.
El desarrollo industrial no se alcanzará
espontáneamente, hay que resolver el problema de la
financiación de la industria al igual que el de al
construcción.
C) El papel del
Estado
El Estado debe
crear las condiciones favorables y ofrecer el incentivo necesario
a fin de que las actividades privadas adquieran el impulso
necesario para combatir la depresión. La función
del Estado es la de establecer orientaciones generales de
política económica o social.
D) El nivel general de precios
El programa se presenta como una alternativa de
reactivación no inflacionaria, esto es así por
basarse en la movilización de recursos ociosos
depositados en los bancos. " La
necesidad de financiar a las industrias y a la
construcción contrasta con los cuantiosos recursos
monetarios que el país tiene a su
disposición………"
El proyecto involucra una amplia reforma financiera que
perseguía dos objetivos:
Otorgar más instrumentos al BCRA para el manejo
de la política
monetaria(1)
Facilitar la creación de un mercado de
capitales de largo plazo (2)
- Reclamaban para el banco central las siguientes
facultades: a) modificar los efectivos mínimos b)
realizar operaciones de
mercado abierto c) fijar tasas máximas de interés
para los depósitos a plazo fijo d) autorizar aumentos en
las tasas de interés sobre los depósitos de
ahorro. - El proyecto de ley
proponía la creación de un organismo de
financiación del banco central con atribuciones para
convertir depósitos de corto plazo radicados en los
bancos en
préstamos a 15 años para industrias y a 25
años para la construcción.
Los destinos de los préstamos debían ser
en el orden de prioridad siguiente: desarrollo de industrias,
especialmente de aquellas que extrajeran o elaboraran materias
primas nacionales; promoción de construcciones
económicas, también con uso frecuente de MP del
país y por último compras de
excedentes invendibles de productos. En el proyecto aprobado por
la cámara de senadores se introdujeron reformas que
implicaron una fuerte prioridad para la construcción y la
compra de cosechas.
El país debía recurrir a su industria,
debían sustituirse las importaciones por recursos propios
del país. Para contrarrestar los efectos de la
industrialización Keynesiana, el plan proponía: un
desarrollo industrial exportador y especializado en las materias
primas nacionales, había que exportar todo lo posible y no
se podían importar muchos insumos. Debían
diversificarse los mercados tanto en lo referido a los
países vecinos ( especialmente Brasil) como a
EEUU. Debía impedirse el florecimiento de industrias
artificiales y favorecer a las industrias naturales que era las
que utilizaban materias primas nacionales. El interés de
pegarse a EEUU está relacionado a factores tales como: a)
ascendente hegemonía del país en el mundo y b)
estrategia de inversiones
norteamericanas en el extranjero.
La discusión y la derrota del plan
Entre las entidades empresariales: La unión
industrial argentina, dio su apoyo al plan. La Sociedad rural
argentina y al Bolsa de Comercio, pusieron énfasis en
limitar la industrialización a las MP nacionales y de
promover las exportaciones. La Confederación de
asociaciones rurales de BS AS y La Pampa y la
Confederación de asociaciones rurales del centro y Litoral
oeste, se opusieron a todo lo que no fuera compra de cosechas. La
Federación de entidades defensoras del comercio y de la
industria, temía que el plan favorezca a los agrarios y
reclamaba el desarrollo del marcado interno regional.
Los partidos
políticos: En el senado de mayoría oficialista,
el plan fue aprobado con la oposición de los
representantes radicales; los legisladores de la concordancia lo
aprobaron eliminando sus aspectos más industrialistas; el
socialismo
adoptó una actitud
crítica.
En la cámara de diputados controlada por el
radicalismo el plan no llegó a tratarse dada la negativa
del sector de tratar proyectos del
PEN.( poder
ejecutivo nacional).
La UCR estudió intensamente el plan, a tal punto
que nombró una comisión especial al efecto. Las
opiniones resultantes fueron desde la oposición total a
cualquier industria que necesita e protección hasta las
posturas más industrialistas. La realidad es que la
necesidad de hacer oposición y crítica a la
oligarquía financiera llevó a la UCR a adoptar una
postura antiintervencionista y antiindustrial.
El radicalismo afirmaba: " mientras el campo produzca y
exporte el país seguirá comprando lo que necesite a
un precio
inferior que el que la aduana determine,
esto para favorecer intereses creados. La opinión radical
era de tal ambigüedad que llegó al punto de ser
aprobado por la cámara de diputados el 30 de Septiembre de
1941 un proyecto de crédito
industrial muy similar al plan de 1940.
Orígenes de la economía política
del peronismo: El
Mercadointernismo
Los años que transcurrieron entre el plan Pinedo
y el triunfo del peronismo fueron de gran discusión sobre
qué estrategia económica sería la
conveniente para el país. Las repercusiones
económicas y políticas de la segunda guerra
consolidaron al industrialismo y otorgaron una creciente
preponderancia a las ideas mercadointernistas que consagraron al
peronismo. En adelante se expondrán los puntos de vista de
tres actores principales del momento como son:
- Los empresarios industriales
- Los militares
- El estado
A lo largo de la década del 30, la Unión
Industrial Argentina, promovió todas las actividades
industriales, y su posición marcadamente proteccionista,
defendió a las llamadas industrias artificiales. En la
UIA, no estaban representados todos los empresarios industriales
por igual, prevalecían las empresas
más establecidas, las más grandes radicadas en el
Gran BS AS. La posición de la UIA comenzó a
modificarse cuando surgió la posibilidad exportadora de la
industria al empezar a ser más frecuentes sus
manifestaciones en apoyo a las medidas estatales de
promoción de las exportaciones industriales y adoptar una
actitud
más participativa al tomar iniciativas tal como la
organización de una exposición
industrial en Montevideo; es éste el momento en que la UIA
expresa que la industria argentina debe ser
exportadora.
A lo largo de 1945, se ve la principal división
de los industriales que se da dentro de la propia UIA, la
división de los industriales se expresa a partir de la
diferencia en los puntos de vista de dos fracciones respecto de
la conveniencia o no de adecuarse a la política propuesta
por el estado. Se
constituyen dos bloques, aquellos representados por la UIA que se
vuelcan hacia posiciones exportacionistas ( grandes empresas) y
aquellos sin representación gremial clara, proclive al
desarrollo del mercado interno y conformado por pequeños,
medianos y algunos grandes empresarios.
La UIA, consideraba importante pero no excluyente la
estrategia exportadora, dada la posibilidad que otorgan las
exportaciones de expandir el mercado sin necesidad de aumentar
los salarios y de
obtener una fuente autónoma de provisión de divisas
necesarias para el reequipamiento industrial posterior a la
guerra.
Las posturas de los militares eran: 1) una
redefinición de las industrias naturales, postura que
llevaba a posiciones que favorecían a al autarquía
económica, 2) afirmación de la necesidad de un
mayor control nacional o estatal de la economía inspirada
en una ideología nacionalista y 3) un concepto del
orden social cuya efectivización requería mejoras
del nivel de vida de los trabajadores.
En materia
industrial, la principal expresión concretada por las
fuerzas militares fue la creación de la Dirección General de Fabricaciones
Militares ( entre sus objetivos
principales estaba la
organización del país para la defensa del
aspecto industrial). Los militares cuestionaban la estrategia
industrialista pinedista
La política de promoción de la industria
por parte del estado, no desapareció con el fracaso del
plan Pinedo; entre 1940 y 1943, se adoptaron varias medidas
industrialistas, algunas inspiradas en el plan Pinedo y otras ya
iniciaban una marcha suave hacia el mercadointernismo.
El proyecto radical de Mayo de 1941, se refería a
la implantación de nuevas industrias y mantenía la
preferencia a las materias primas nacionales. Al ser modificado
por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados
controlada por el radicalismo, se decidió otorgar
preeminencia a la implantación y el desenvolvimiento de
las industrias que extrajeran o manufacturaran materias primas
nacionales, ésta era la primera manifestación del
mercadointernismo industrial.
De ésta manera comenzaban a hacerse evidentes
divergencias políticas respecto de la
industrialización, y el radicalismo adoptó una
actitud más industrialista, nacionalista y favorable al
mercado interno. Se enfatizaba en la necesidad de sustituir
importaciones.
La estrategia mercadointernista del peronismo
La economía política del peronismo se
edificó sobre la base de criterios distintos a los de una
estrategia razonada de industrialización. Los criterios
fueron: a) una nueva concepción del estado y de su papel
en la economía, b) políticas sociales y de ingresos llevadas
a cabo con el fin de aumentar el ingreso real de los asalariados,
c) los objetivos de independencia
económica y soberanía política que llevaron a la
necesidad de cerrar la economía para independizarla de los
vaivenes del intercambio externo ( importaciones y
exportaciones). Los condicionamientos externos ayudaron a empujar
al peronismo y a la economía argentina hacia el
mercadointernismo.
Es destacable que no sólo los condicionamientos
externos, plasmados en las dificultades para importar y exportar
son los únicos determinantes de la opción
mercadointernista del peronismo. Al cerrarse el ciclo
producción – industrialización –
comercialización – consumo, se
tendría un mercado dentro del país y ya no
habría necesidad de buscar mercados externos y se
lograría la estabilidad social, dado que el problema
fundamental que en última instancia llevó al
peronismo a optar por el mercado interno fue la dificultad para
aumentar los salarios reales
que existió hasta 1946.
En los primeros años del peronismo recibieron
incentivos
especiales la sustitución de importaciones y las
exportaciones de manufacturas.
Cada vez más gente depende del mercado interno,
que del externo. El mercado interno es el que le permitirá
al país dar un salto adelante en la
industrialización, y las presiones ejercidas por EEUU
contribuirían a consolidar el nacionalismo y
las tendencias económicas aislacionistas.
A-b)
El autor desarrolla a lo largo del trabajo dos programas de
política económica del momento:
1) El plan Pinedo
2) El mercadointernismo
Al redactar lo referente al plan Pinedo, el autor
describe los acontecimientos más relevantes del momento
que dieron origen al plan como es la problemática
económica del período de entre guerra. En el
texto, Llach
no adopta una postura demasiado crítica de lo que fue el
plan y el mercadointernismo, sino que se limita a describirlo,
exponiendo las distintas posturas frente a éstas
políticas así como él por que de sus
fracasos. Sobre el final del texto, expresa
que las razones del fracaso de ambas políticas fueron
distintas en uno y otro caso y determina que se trató de
oportunidades perdidas y de políticas económicas
que hoy en día siguen teniendo vigencia.
En lo que respecta al plan Pinedo, el autor manifiesta
que el mismo es una propuesta un tanto vacilante ya que muchas
soluciones que
se proponen son de carácter
condicional y está provisto de cláusulas
provisorias. En cuanto al mercado internismo el autor observa una
incapacidad manifiesta del peronismo para dar al país una
estrategia exitosa de industrialización que originó
un triunfo de la economía sobre la política ya que
el estado no podía proveer estrategias de
industrialización. Por lo expuesto concluimos que el autor
adopta la postura de exponer los temas tratados en el
texto pero también adopta una postura crítica al
señalar los que para él son los puntos más
flacos de ambas políticas económicas.
5. Lectura de Quiroga
Hugo. (1930-1943)
La crisis de hegemonía de la
oligarquía
La crisis internacional hace perder a la Argentina la
inserción estable, que tenía en el mercado mundial.
En este contexto, con el golpe de 1930, el estado
oligárquico liberal entra en crisis definitivamente.
Después del breve paso de Uriburu, con su intento,
corporativista, la vieja clase conservadora procura con el
general Agustín P. Justo, en 1932, reorganiza y reacomoda
la economía del país a las nuevas condiciones que
imponía el sistema capitalista internacional.
Con el general Justo se inicia realmente la
década del 30 y con ella una serie de transformaciones que
nos permitirán afirmar que la Argentina moderno, nace de
la crisis de los años 30. Se define en ese tiempo cuatro
característica de sociedad:
- Crecimiento industrial
- La intervención estatal
- El crecimiento de la clase obrera
- El nacimiento de una fracción de la
burguesía industrial.
En esta etapa el gobierno trata de reconstruir el
capitalismo
argentino sobre la base oligárquica. A partir de 1935 se
verifica un crecimiento de la economía, pero los viejos
conservadores al no impulsar una política de distribución social acorde al nuevo
crecimiento, permite la acumulación de reivindicaciones
sociales y obreras. En definitiva en este periodo la
oligarquía no logra recomponer en la sociedad su quebrada
hegemonía. En terreno economizo social van surgiendo
condiciones estructurales para que los nuevos agentes sociales
produzcan un cambio real en la política del país a
partir del golpe del 1943.
Tendencia a la disminución de la
participación del agro en la actividad
económica.
Esta tendencia no es nueva en la Argentina, se remonta a
la crisis mundial de 1930. Hasta ese momento la inserción
en el mercado mundial no presentaba problemas en tanto la
Argentina era un país productor y exportador de bienes
primarios. La crisis mundial afecta la división del
trabajo, modificándose el comercio de los productos
agropecuarios. Desde la gran depresión, en particular Gran
Bretaña principal comprador de la Argentina que busca
aumentar el comercio con los países proveedores de
los mismo producto y que
componen el Commonwealth, llevan a disminuir la capacidad de
importación de la Argentina. El tratado firmado con los
Ingleses en 1933(tratado Roca-Runciman) por su naturaleza, no
mejora en nada la capacidad de importación del
país. Las causas del estancamiento
agropecuario:
- Contracción del mercado externo, por la
política proteccionista de los países centrales y
la formación de bloques. - El estancamiento de la producción
pampeana. - El aumento de la demanda interna.
- Diversificación de la producción
agropecuaria. - Régimen de tenencia de la tierra y
técnicas de
explotación
Industrialización
Con las crisis del 30, obliga a la clase dirigente a
iniciar un proceso de
industrialización llamado de sustitución de
importaciones. Se comienza a producir localmente aquellas
mercancías que normalmente se importaba. El tipo de
importación que se sustituye, fundamentalmente, es el
relacionado con la industria textil, ya que la Argentina contaba
con materia prima
suficiente, también se van a sustituir algunas ramas de la
metalurgia (
maquinas,
vehículos y equipos) y productos químicos y
farmacéuticos, artefactos eléctricos y derivados
del caucho.
En definitiva el carácter de la
industrialización es limitado, ya que no se buscaba un
desarrollo de todas las ramas de la industria, sino de aquellas
que no podían importarse, este proceso industrial se va
aumentando, y con ello el crecimiento de la clase
obrera.
El estado como refugio de la clase dominante:
El estado no solo está ligado al tipo de
economía establecida en el país, sino
también a la constitución de una determinada clase
dominante. Esta clase se trata de una fracción de la
burguesía ligada a la propiedad de
la tierra, la
comercialización de los productos de ella derivados, que
posee al mismo tiempo interesen las finanzas y se
ocupa del aparato administrativo del estado, la cual con su
política y contradicciones de clase ha participado en la
creación del estado nacional. A partir de 1935 la
debilidad económica de la clase dominante a la par que
aumenta la relación de dependencias con el capital
extranjero, requiere una mayor intervención del estado en
la producción y en el ámbito de la
circulación (créditos públicos, ciertas
inversiones etc.). Este estado que a través de las
distintas políticas económicas, ha sido el soporte
del crecimiento de la clase dominante y actúa
también como empresario.
Intervención del estado:
Con la caída de Yrigoyen en1930, se pone fin al
Estado liberal de la República oligárquica,
sancionándose una nueva etapa en la vida del país,
el surtimiento de la Argentina moderna. Desde 1935 y más
allá de las contradicciones de la clase conservadora se va
definiendo una política económica, que pone el
acento en la industria como elemento dinámico de la
economía, pero a principal función que
cumplió el estado fue financiera, con la creación
del Banco Central y el instituto Movilizador de Inversiones
Bancarias se establece un nuevo ordenamiento monetario, que
persiguió como objetivo
inmediato la estabilidad monetaria. Por otra parte el Estado
acrecienta además su presencia en la producción
militar, creándose en 1941 Fabricaciones Militares. En
estos años de la llamada restauración conservadoras
nace el estado moderno argentino como resultado de la crisis del
Estado liberal oligárquico, dotado de un poder Ejecutivo
fuerte, centro de las grandes decisiones nacionales frente a un
parlamento que comienza a debilitarce. A pesar de esta
restauración que se hace en el Estado, todavía se
conserva aún un sistema político viciado, basado en
el fraude electoral
y en la corrupción
política.
Surgimiento del poder militar:
No podemos hablar de estado militar de los
regímenes de excepción, discontinuidad
institucional, sin referirnos al Surgimiento del poder militar en
la Argentina, es decir, al papel jugado por las fuerzas armadas
en la vida de la República.
El nacimiento del poder militar en 1930, se da por un
conjuntos de
causas:
- La ruptura del modelo de
desarrollo agroexportador a causa de la crisis mundial de los
años 30. - La quiebra de
modelo político elitista o restringido que se produce en
1916 con la ampliación de la participación
popular a través de la ley Saenz Peña que
establece el sufragio universal. - La crisis de hegemonía que se le abre a la
oligarquía a partir de los años 30.
Las dos razones apuntadas anteriormente indican la
quiebra del
sistema oligárquico, es decir, la ruptura del modelo
económico de desarrollo y la ampliación de su
modelo político restrictiva. Esta situación deja un
espacio de participación, un vacío
hegemónico en la realidad social, que pretende ser llenado
por las fuerzas armadas, que a esta altura bastante politizadas y
con una importante tradición de
participación.
Principales actores de las clases dominantes:
Nos referimos, en primer lugar, a la denominada
oligarquía o gran burguesía agraria. Se trata de un
sector con una significación primordial en la vida de
Argentina
Su tradicional participación primordial en la
formación de la historia económica y
política del país, desde los orígenes mismo
de la nación
hasta nuestros días.
Las principales características que permitirán
definir como la fracción dominante:
- Si bien su posición política
hegemónica entra en crisis en 1930, cuando se derrumba
el modelo de desarrollo agroexportador y la Argentina pierde su
inserción estable en el mercado mundial, no pierde sin
embargo su papel de actor político
fundamental. - Su peso político proviene del valor
estratégico que posee el agro en la estructura
económica del país. - El liderazgo
exclusivo y absoluto de este grupo se
rompió en 1930, aunque con la llegada de Yrigoyen en
1916 sufrió una seria fisura.
En los años 30 aunque ya hay indicios en la
década anterior, empieza a formarse otro sector
diferenciado, conformando lo que dieron en llamarse industrias
"artificiales". Esta fracción va surgiendo como
consecuencia del proceso de sustitución de importaciones,
necesitando del estado para crecer ante la ausencia de un proceso
de acumulación primitiva en el período
anterior.
A-b)
En cuanto a lo político, el autor se refiere a la
incapacidad de ese grupo social
en dirigir la sociedad mediante el estado de
derecho, la justicia y la
democracia, no
le quedaba otro modelo que fuera aquel basado en el fraude y la
corrupción. No puede gobernar más
que a través de un régimen democrático
fraudulento.
La postura tomada en cuanto al problema del agro, el
estancamiento, no reside en la incorrección de las
políticas agrarias aplicadas o en el alza de salarios que
determina el aumento de los costo, sino en la
propia Estructura Economica Argentina, es decir en el tipo de
relaciones sociales de producción que existe en el
agro.(escasa tecnología aplicada,
cultivos extensivo y la tierra en
manos de pocas personas, los latifundistas)
La postura en cuanto a los militares, la
aparición de ellos en los golpes de estado, es
consecuencia de la necesidad de ordenar los conflictos
internos de las clases dominantes y poner en marcha un plan de
reestructuración de la sociedad, sobre la base de
estabilizar una hegemonía en la sociedad.
6. Lectura de David
Rock: De la
oligarquía al populismo
1930-1946
En 1930 conducidos por el ejército, los
revolucionarios se adueñaron del poder cuando el apoyo de
los radicales se derrumbó.
La década 1930-1940, es llamada la década
infame ya que los conservadores amanaron repetidamente las
elecciones para mantenerse en el poder.
Después de 1939, nuevas fuerzas políticas
tomaron forma, fuerzas que los conservadores fueron incapaces de
controlar y que finalmente los barrieron. En junio de 1943, ellos
también fueron derrocados por un golpe de estado
militar. Durante los regímenes de factos de los generales
Ramirez y Farrell, se produjeron mas cambios políticos que
cualquiera de los ocurridos. Su resultado fue la elección
de Juan D. Perón,
para la presidencia en febrero de 1946, respaldados por los
sindicatos y la clase obrera urbana, los peronistas esgrimieron
un programa de reforma social radical y de
industrialización.
Este período fue modelado, primero por la gran
depresión y luego por la Segunda Guerra
Mundial. La guerra provocó una prolongada crisis en
las relaciones de Argentina con EEUU.
De estas condiciones: un estado cada vez mas activo, la
expansión de la industria y problemas internacionales de
tiempo de guerra, surgió el Movimiento
Nacional Populista de Perón.
La restauración conservadora
El comienzo de la gran depresión en 1930,
enfrentó inmediatamente a las elites y las clases medias,
en una pugna por recursos rápidamente en
disminución.
Las élites querían reducir el sector
público, para disponer de fondos que las ayudase a
protegerse contra la depresión. Las clases medias,
exigían su expansión aún mayor para defender
el empleo y
contener la caída de los ingresos
personales.
En 1930 el apoyo popular de los radicales se derrumbaron
y éste fue el preludio de su derrocamiento.
Los jefes del golpe, estaban divididos en dos grupos. En
la extrema derecha había una fracción nacionalista
encabezada por el general Uriburu, que fue el presidente del
gobierno provisional, adversarios de la política laboral de
Yrigoyen durante la guerra.
Durante los anos 20, los nacionalistas se habían
vuelto cada vez más antidemocráticos y
antiliberales. Estaban dispuestos a hacer radicales revisiones en
la constitución de 1853, a suprimir las elecciones y los
partidos
políticos, y a crear un sistema autoritario basado en
la representación corporativa.
Aunque tenían el liderato titular, los
nacionalistas eran una minoría en la coalición
revolucionaria que derrocó a Yrigoyen. La voz dominante la
tenían los conservadores liberales dirigidos por
Justo.
Los liberales se oponían a todas las medidas
extremas, purgando la sociedad de la corrupción y la
demagogia de los yrigoyenistas.
Después de tomar el poder, Uriburu trató
de fortalecerse patrocinando una organización paramilitar, la Legión
Cívica Argentina.
La revolución de septiembre había sido
recibida con entusiastas demostraciones populares en Bs. As. Y
otras ciudades, pero la euforia tuvo una corta vida ya que la
crisis se agudizó y las medidas de emergencia del gobierno
provisional empezaron a hacer estragos.
En abril de 1931 Uriburu intentando organizar un cuasi
plebiscito a su favor, permitió un a elección de
prueba en la Pcia. De Bs. As. Para elegir un nuevo gobernador.
Los radicales obtuvieron la victoria, tres meses mas tarde se
anuló la elección.
Su reputación en el ejército se
derrumbó y a los pocos meses el régimen
nacionalista se hundió en el desorden. Uriburu tuvo que
fijar fecha de elecciones presidenciales, que se realizaron en
noviembre de 1931 donde los radicales fueron excluidos por
proscripción, la elección fue ganada por
Justo.
Las elecciones de 1931 devolvieron al poder al mismo
amplio conjunto de grupos que los habían controlado antes
de 1916, los exportadores de las pampas y los terratenientes
menores de las provincias.
El fraude electoral se convirtió en una
práctica común de los anos 30.
Hasta 1935 los radicales renunciaron a intervenir en las
elecciones, retomando las posturas de abstención tomadas
antes de 1912.
El apoyo civil a Justo tenía tres componentes
principales que permitieron la formación de la
Concordancia
1- viejos conservadores anteriores a 1916, poco
después de las elecciones de 1931 adoptaron el
nombre de Partido Demócrata Nacional.
2- Estaba el Partido Socialista Independiente, un
retorno derechista del partido Socialista original de Juan B.
Justo, formado en 1927. De este grupo que representaba a la
concordancia en la ciudad de Bs. As. Provenían de las
más talentosas figuras del régimen Justo, Federico
de Pinedo y Antonio de Tomaso.
3- los radicales antipersonalistas.
Comparado con Uriburu, Justo fue un gobernante mucho
más tolerante y benigno. Al ocupar el cargo Justo
levantó el estado de sitio que había sido impuesto
desde el golpe, liberó y amnistió a presos
políticos, entre ellos Yrigoyen, quien murió en
julio de 1933. Además frenó las actividades de
grupo paramilitares como la Legión
Cívica.
Durante el gobierno de Justo no hubo una
oposición efectiva ni organizada que ofreciera
auténticas alternativas.
Cuando el nuevo orden se consolidó bajo el
gobierno de Justo, la reacción inicialmente vigorosa de
los radicales, pronto flaqueó. El radicalismo durante la
depresión nunca supo que decir, era de fuertes imperativos
morales, pero de contenido débil.
En la década de 1930-1940 Uriburu y Justo
enterraron la idea de un monopolio
estatal del petróleo,
tratando en general de igual modo a YPF y a sus competidores
extranjeros. Este arreglo permitió triplicar la
producción de petróleo
entre 1930 y 1946.
Una ley promulgada en 1932 eximía de aranceles a
equipos importados por la YPF, pero le exigía a
ésta que contribuyese con el 10% de sus beneficios al
tesoro público. En 1936 Justo resolvió una guerra
de precios entre la YPF y sus competidores estableciendo cuotas
de mercado.
Los radicales entre la muerte de
Yrigoyen en 1933 y 1942 fueron liderados por el ex presidente
Alvear.
En los anos 30 y 40 parecía haber aun menos
diferencias sustanciales entre los radicales y conservadores que
una generación antes. Aún así los radicales
continuaron teniendo una base popular mucho mas fuerte que sus
adversarios.
Al asumir el poder en 1930, el régimen
conservador tuvo que hacer frente inmediatamente a la
depresión, caída de las exportaciones, descenso en
el conjunto de la producción, cese de la inmigración.
Entre las causas a largo plazo de la depresión,
se contó una sustancial caída en el crecimiento de
la población. Disminuyó el
índice de natalidad.
Antes del golpe de estado
se habían difundido rumores de que los radicales planeaban
suspender el pago de la deuda externa, ahora dieron a esta
cuestión una urgente prioridad.
La tasa mucho menor de inversiones extranjeras en los
anos 20, junto con el sustancial crecimiento
económico de posguerra, habían hecho el peso
del endeudamiento externo ligero en comparación con el de
1873 o 1890.
La deuda externa también había dejado de
ofrecer garantías en oro y era en su mayoría
amortizable en papel moneda.
El peso se había depreciado, esto mitigó
la crisis de la deuda externa porque muchas grandes empresas
extranjeras, entre ellas compañías de ferrocarriles
se abstenían de efectuar remesas a la espera de un aumento
en los tipos de cambio.
Después de 1914 gran parte de la deuda externa
había pasado de Londres a New
York.
Cuando el dólar fue devaluado en 1933, Argentina
empezó a repatriar su deuda en los EEUU en términos
favorables. Además el gobierno tuvo que hacer frente a una
deuda interna, que había aumentado rápidamente
después del retorno de Yrigoyen en 1928. Uriburu
respondió con drásticas reducciones de los gastos
públicos, despidiendo a unos 200.000 empleados.
Bajo el mandato de Justo el peso fue devaluado en 1933 y
los beneficios en oro de esta transacción fueron usados
para la conversión de la deuda.
La reducción en los gastos
públicos contribuyó a hacer disminuir las demandas
de las importaciones.
A mediados de 1932, si bien las expensas de una gran
contracción global del comercio exterior, el
déficit había sido eliminado, reapareció en
1933 cuando los precios de los cereales cayeron. En 1934
después de otra contracción provocada en las
importaciones la balanza de pagos
se recuperó.
En 1933 Justo reemplazó al primer ministro de
finanzas
Federico Pinedo, éste impuso una serie de medidas de
emergencia para rectificar la disminución de las rentas
causadas por la nueva caída del comercio. Entre ellas
introdujo un impuesto sobre las rentas, idea frenada por largo
tiempo por los conservadores. Además reformó el
sistema de control de divisas adoptado dos anos antes. Este nuevo
sistema permitió al gobierno regular no solo el volumen de las
importaciones, sino también su contenido y su
origen.
La reforma permitió al gobierno obtener
sustanciales beneficios de sus transacciones con divisas. Algunas
de estas rentas fueron empleadas para consolidar la deuda externa
pero la mayoría fueron usadas para elaborar un nuevo
sistema de mantenimiento
de los precios para los productores rurales. Las ayudas fueron
administradas por Juntas Reguladores, éstas financiaron la
producción, comprando los excedentes y tratando de
asegurar la estabilidad de los precios.
El instrumento esencial de las reformas de Pinedo fue el
Banco Central creado en 1934. Pinedo creía que la
recuperación económica dependía en
última instancia de renovadas inversiones
extranjeras.
El banco Central fue creado principalmente como una
alternativa al patrón oro que mantendría el peso a
una paridad fija y reforzaría el atractivo del país
para nuevos inversores extranjeros. También el Banco
Central tenía facultades para regular la oferta de
dinero.
Otra característica de la política
económica de los anos 30, fue el esfuerzo para proteger la
conexión histórica con Gran Bretaña,
mediante el comercio bilateral.
En 1932 Gran Bretaña adoptó la Preferencia
Imperial, importaría todo lo que pudiese de su imperio y a
cambio tendría un acceso altamente preferencial a los
mercados del imperio.
Durante algún tiempo los británicos
habían estado inquietos por la competencia
norteamericana en el mercado argentino. Durante las discusiones
sobre la Preferencia Imperial en Ottawa, Gran Bretaña
aceptó las propuestas de Australia y Sudáfrica de
reducir drásticamente las importaciones de carne
argentina. Las noticias del plan provocaron una inmediata
protesta en Buenos Aires y el
gobierno de Justo envió apresuradamente a Londres un
equipo de negociadores, encabezados por el vicepresidente Julio
Roca h. En 1933 las naciones concluyeron un tratado bilateral
conocido como el acuerdo Roca/Runciman.
Gran Bretaña recibía indudablemente los
mayores beneficios, convino en seguir adquiriendo la misma
cantidad de carne que en 1932. Los frigoríficos de
propiedad
argentina proporcionarían el 15 % de las exportaciones
nacionales de carne a Gran Bretaña.
A cambio, Argentina convenía en reducir los
aranceles sobre casi 350 artículos británicos a las
tarifas de 1930, y abstenerse de imponer aranceles sobre
productos como el carbón. Además también se
comprometía a dar trato benevolente a las
compañías británicas. El tratado
también incluía dos concesiones a los ferrocarriles
británicos una exención de ciertas leyes laborales y
la promesa de términos de remesa favorables en caso de
futuras devaluaciones en Argentina.
En todo momentos Estados Unidos
rechazó toda compensación bilateral, nunca estuvo
dispuesto a abrir sus mercados a la carne y los cereales
argentinos.
La duración del Tratado Roca/Runciman era de tres
anos y en 1936 fue renovado por el tratado
Eden/Malbrán.
Otro tema importante en relaciones
británico/argentinas era que junto con los ferrocarriles,
que sufrieron una disminución de 40 % en sus ingresos a
comienzos de los anos treinta, los ingresos de los
tranvías cayeron. La mayor de las empresas
británicas de tranvías, la Anglo/Argentina, propuso
formar un monopolio de
transportes de la ciudad bajo una corporación privada, la
Corporación de Transportes. En tal corporación, los
tranvías inmediatamente dominarían a los
colectivos.
Temiendo las represalias británicas contra las
exportaciones de carne, el gobierno de Justo aprobó la
creación de la corporación de transportes, pero
rechazó la exigencia de beneficios
garantizados.
Después de 1935 los colectivos siguieron
floreciendo y los tranvías tambaleándose al borde
de la insolvencia.
A comienzos de los anos treinta los conserveros de carne
formaron un consorcio para obligar a los ganaderos a aceptar la
caída de los precios. El tratado Roca/Runciman
trató de combatir el consorcio permitiendo exportaciones
de los frigoríficos de propiedad local. Pero puesto que no
había establecimientos de propiedad nacional en la zona
metropolitana capaces de negociar con carne refrigerada, la
concesión no sirvió de nada.
El gobierno de Justo trató de justificar su
conducta
hacía los grupos empresariales extranjeros alegando que la
depresión limitaba su capacidad de maniobra. El gobierno
también señalaba sus esfuerzos para reducir la
dependencia de los extranjeros de un modo constructivo que
ayudaba a combatir el desempleo, el
ejemplo del programa de construcción de carreteras y
financiando mediante un impuesto sobre el combustible para
automóviles.
Los viejos conservadores provinciales como De la Torre
atacaban las relaciones del gobierno con los conserveros de
carne. De todos lados llegaban acusaciones de que los altos
funcionarios de la administración habían hecho tratos
corruptos con los grupos de intereses extranjeros.
El Tratado Roca/Runciman, cuyos oponentes lo denunciaban
llanamente como una traición a los intereses nacionales,
rechazaban la opinión del gobierno de que la
protección del mercado de la carne era un asunto de
necesidad vital. El objetivo real del tratado era proteger a la
elite de cebadores de ganado, a quienes consideraban como el
principal sostén del gobierno.
El nacionalismo surgió como fuerza
importante en la política argentina a mediados de los anos
treinta y poco después se convirtió en una fuerza
decisiva. Tuvo diversos componentes y antecedentes
históricos. La idea de que la argentina era una
nación favorecida por la naturaleza y por
Dios predestinada al poder y la grandeza perduró hasta los
anos treinta, convirtiéndose en el fundamento de la
posterior asociación intima entre el nacionalismo y las
fuerzas armadas.
Había habido también desde hacia tiempo un
latente y semiarticulado hilillo de nacionalismo económico
en argentina. Esa hebra de siglo XIX consistía en la
sospecha de que los extranjeros obtenían beneficios
excesivos comparados con los que ofrecían a la Argentina
mediante las inversiones o el comercio.
Antes de 1930 la exclusión deliberada por motivos
conscientemente nacionalistas ocurrió en un sector
solamente la industria del petróleo.
Otro precursor del nuevo nacionalismo fue el
yrigoyenismo. El movimiento de
la reforma universitaria de 1918 había injertado un brote
de doctrina radical y antiimperialista, en las preocupaciones de
la nueva clase media por ampliar los caminos de la movilidad
social. Un movimiento radical juvenil nacionalista fundado en
1935 llamado La FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la
Juventud
Argentina ). La Forja combinaba la vieja adhesión radical
a la democracia integral con el tipo de nacionalismo
categórico e intransigente .
Los lideres con lazos locales mas firmes como los
socialistas, dirigían sus energías a defender los
salarios reales y el consumo. Los socialistas eran defensores
extremos del librecambio. El nacionalismo la izquierda
carecía de una base social y política, cimientos
que no desarrolló hasta que la industria urbana
empezó su rápido ascenso a fines de los anos
treinta.
Hasta mediados de los anos treinta el nacionalismo
estaba representado por figuras de la derecha como Uriburu. El
principal movimiento nacionalista surgió de La Liga
Patriótica de 1919. Fue en la extrema derecha
política donde el antiimperialismo radical dejó su
mayor huella en los anos treinta y sobre esta base el movimiento
nacionalista se transformó en un amplío programa
político.
Durante un tiempo el movimiento nacionalista estuvo
dominado principalmente por historiadores que trataban de echar
leña a la campaña contra los británicos.
Empezaron a reexaminar el siglo 19 y ahora se rindió culto
a la figura de Juan Manuel de Rosas que fue
descrito como un símbolo de la resistencia
nacional a la dominación extranjera.
Ortiz revivió la parte sórdida del
crecimiento de los intereses ferroviarios británicos
después de 1862. La propaganda de
este tipo hizo una profunda impresión en la opinión
pública y contribuyó a sustentar los
sentimientos nacionalistas del ejército. Justo, aunque
siempre fue el amo de la situación, se vio obligado a
estar constantemente en guardia, alerta a una multitud de
complots menores y de intrigas contra él.
La presidencia de Justo llegó a su fin a principios de
1938 en medio de cierta división y confusión por
las repercusiones de las campanas nacionalistas. La concordancia
se había dividido. La división se reflejo en el
nuevo gobierno, cuyo presidente era Roberto M. Ortiz, era un
antiguo antipersonalista. Ortiz se contaba entre los
conservadores liberales en la tradición de Sáenz
Pena.
Las fricciones entre los grupos gobernantes impidieron a
Ortiz elegir su compañero de candidatura y la
vicepresidencia recayó en Ramón S.
Castillo, archiconservador de los de antes de 1912.
Ortiz y Castillo vencieron en unas elecciones
diligentemente amanadas por el presidente saliente. Una vez
instalado como presidente, Ortiz declaró su
intención de renunciar al fraude electoral y buscar la
conciliación con los radicales. En las elecciones para el
congreso los radicales obtuvieron una amplia victoria y tuvieron
nuevamente la mayoría en la Cámara de Diputados. En
1940 Ortiz intervino la provincia de Buenos Aire para
destituir a su gobernador, un corporativista que coqueteaba con
el fascismo.
El aumento de la sustitución de
importaciones
Argentina sufrió relativamente poco por la gran
depresión de Gran Bretaña. En 1943 estaba en marcha
una recuperación económica sustancial, aunque hubo
otra recesión en1937/38 causada principalmente por
condiciones meteorológicas adversas. La inmigración se reanudó los gastos
del gobierno aumentaron y las exportaciones aumentaron. Durante
varios anos a mediados de la década del treinta, argentina
fue el mayor exportador del mundo de maíz. En
1936/37 las exportaciones de cereales alcanzaron un volumen
récord, los precios aumentaron.
Argentina se embarcó en la situación
industrial de importaciones. Las importaciones de
artículos de consumo manufacturado habían
caído. En 1935 el valor de la
producción industrial era aún un 40% menor que el
sector agrario, en 1943 la industria superó a la
agricultura por primera vez.
El rápido crecimiento en la industria
empezó a mediados de los anos 30 y ganó impulso
durante la guerra. Pero el nuevo sector industrial sólo
abarcaba bienes de consumo, como sustitución de
importaciones, sin extenderse a la industria pesada.
Así, cuando el sector industrial creció,
durante los anos 30 y 40, mantuvo su anterior composición,
unas pocas grandes compañías, numerosas firmas
pequeñas y relativamente pocas en el medio. La industria
grande o pequeña era una ocupación principalmente
extranjera.
Otra característica evidente de la industria era
su abrumadora concentración en la cuidad de Bs. As. Y sus
alrededores.
Varias compañías norteamericanas que antes
exportaban a la Argentina desde EEUU, después de 1933
trataron de eludir el uso discriminatorio de los controles de
divisas creando sucursales en Bs. As.
Fueron los textiles los que encabezaron en este
período una importante sustitución de importaciones
y creció aún en las profundidades de la
depresión.
La industria textil se benefició, ya que el
precio del algodón en rama se redujo a la mitad, mientras
que la tierra
dedicada al cultivo se dobló. Esta expansión fue
estimulada por las nuevas juntas reguladoras del nuevo gobierno
creadas después de 1933, la junta de
algodón.
Los sectores industriales que mantuvieron su dependencia
de las materias primas importadas, crecieron a un ritmo mas lento
después de 1935.
En cuanto a los emigrantes, muchos se establecieron en
suburbios obreros de la capital, como Avellaneda. La
inmigración consistió principalmente en una
corriente proveniente de las pampas hasta 1946, cuando el
movimiento de la población se extendió mas hacia el
interior.
Un grave desempleo rural
fue el resultado de las interrupciones del comercio exterior
provocadas por la guerra. Las exportaciones de cereales cayeron
en 1942. El maíz fue la principal víctima de la
guerra.
La disminución de los alimentos
básicos fue compensada con la expansión de los
cultivos de forraje, como la cebada y la avena y nuevos cultivos
industriales como el girasol.
Al igual que la primera guerra la tendencia principal
fue la de sustituir los cereales por el ganado. Los precios de
los cereales se derrumbaron durante la guerra y los de la carne
aumentaron.
Los bajos salarios obligaban a muchas familias obreras
de Bs. As. a vivir en los conventillos. Pero este nivel de vida
parecía significativamente mayor que el del
campo.
Durante la segunda guerra
mundial la inflación afectó los salarios
urbanos mucho menos que durante la primera guerra
mundial.
Pese a sus inconvenientes, la vida en la cuidad
parecía claramente preferible a la del campo. En 1932 la
legislación comenzó a exigir a que los
arrendatarios agrícolas recibieran contratos de
cinco años, pero la mitad de los arrendatarios trabajaba
sin contratos
escritos.
Antes de 1940 el ascenso de la industria y sus
concomitantes cambios sociales, todavía no habían
afectado la política argentina.
Los conservadores percibían que la nueva
industrialización fortalecería la balanza de pagos
y proporcionaría empleo, evitando la agitación
política. Los gobiernos de Justo y Ortiz consideraban que
el progreso económico no estaba en la
industrialización, sino en el retorno al pasado anterior a
la depresión. Querían mantener la
exportación de materias primas y fortalecer la
economía mediante nuevas inversiones extranjeras. Excepto
un pequeño grupo de nacionalistas económicos, tales
opiniones prevalecieron en otros partidos
políticos.
Organos establecidos como la Unión Industrial
Argentina, creada en 1886, pretendía representar a los
industriales, pero lo hacia de modo inadecuado, ya que estaba
dominado por grupos ligados a las exportaciones. La UIA
también pidió deducciones tributarias para los
industriales que exportaban.
7. La crisis de la
época de la guerra
Argentina solo tuvo un papel simbólico en
la Segunda Guerra
Mundial, pues mantuvo la neutralidad hasta, marzo de 1945. En
la primavera de 1940 los alemanes ocuparon la mayor parte de
Escandinavia, Francia, y los
Países Bajos. Los principales mercados de cereales de
Argentina estaban en Europa
continental, esto produjo que las ganancias de cereales cayeran
verticalmente. Así como cayeron las exportaciones,
también lo hicieron las importaciones, sobre todo las de
Gran Bretaña ya que los recursos disponibles se aplicaron
a la producción de armas.
Cuando los ferrocarriles ya no pudieron obtener mas
carbón, volvieron a quemar quebrachos y pronto
maíz. En lo más recio de la guerra los cereales
fueron la fuente de un tercio del consumo total de
energía. La linaza también reemplazo al
petróleo como combustible y lubricante.
A fines de 1940 el gobierno respondió a la crisis
del comercio con el Plan de reactivación económica
más conocido como el Plan Pinedo. Esta era una medida
contracíclica para reavivar la demanda, reducir al
mínimo la inflación, proteger el empleo e impedir
las repercusiones sociales de imprevisibles resultados.
Además esperaba estimular la sustitución de
importaciones e iniciar la exportación de artículos
manufacturados, y para ello propició un nuevo fondo de
crédito
respaldado por el estado destinado a la Industria. También
contenía ideas para una acuerdo de librecambio entre
vecinos latinoamericanos que abriría mercados adyacentes a
los industriales argentinos. Un componente final del plan era el
apoyo del gobierno a la industria de la construcción y un
programa de viviendas baratas. La actitud de Pinedo era la de
apoyar sólo a las industrias naturales. Al defender su
propuesta ante el congreso, habló de las exportaciones
agrícolas como la rueda maestra de la
economía.
El plan no logró aceptación, cuando Pinedo
presentó sus propuestas, el país cayó
víctima de una crisis política. A Ortiz lo
obligaban a dejar su cargo en manos del vicepresidente
archiconservador Castillo. Una de las principales víctimas
fue el plan Pinedo. La legislación fue aprobada por el
Senado, pero la mayoría radical recientemente electa en la
Cámara de diputados se negó hasta
discutirla.
Así el Plan Pinedo cayó víctima de
la pugna que ya duraba 50 anos entre conservadores y radicales.
El Plan tenía ciertas debilidades intrínsecas, para
su desarrollo la Argentina necesitaba importaciones de bienes de
capital y muchas materias primas, para obtenerlas tenía
que exportar u obtener créditos.
Gran Bretaña ya no podía exportar
carbón a Argentina, ni maquinarias ni bienes de consumo.
Durante toda la guerra, las ganancias provenientes de las
exportaciones de Argentina hacia Gran Bretaña se
acumularon como saldos positivos que se denominaron "saldos
bloqueados en libras esterlinas". Los británicos
rechazaron repetidamente los intentos de Argentina de aplicar los
saldos bloqueados a la deuda externa, o a compras de stock en
firmas de propiedad británica como los
ferrocarriles.
Pinedo y sus asesor Raúl Prebisch previeron que
EEUU se convertiría en un proveedor alternativo de
importaciones y en un nuevo mercado para la argentina. En 1940 y
durante algún tiempo después las clases
conservadoras temieron que el fin de su larga conexión con
Gran Bretaña era inminente. Así como las
élites criollas se habían desecho de España en
1810, sus descendientes pensaban ahora en prescindir de Gran
Bretaña.
Entre los asociados hipotéticos de Argentina,
EEUU tenía ventajas sobre una alternativa como Alemania, ya
que las comunicaciones
entre Bs. As. y la costa oriental norteamericana estaba
completamente abiertas, y solo los norteamericanos tenían
el excedente de bienes y capital que la Argentina
necesitaba.
En 1930 la ley Hawlley-Smoot reforzó las barreras
de las importaciones de Argentina elevando los aranceles sobre la
carne, la linaza, el maíz y la lana. Argentina por otro
lado elevó los precios de los productos agrícolas
norteamericanos y poco después se prohibieron todos los
productos de granja extranjeros que se vendiesen a precios
inferiores a los internos.
Uriburu y Justo trataron de superar las restricciones
presentando varias propuestas a EEUU, pero ésta
rechazó toda concesión a productos agrícolas
argentinos.
Antes e inmediatamente después del estallido de
la Segunda Guerra
Mundial, Argentina rechazó continuamente las
invitaciones norteamericanas a incorporarse a la alianza
defensiva panamericana.
Por la Ley de Préstamo y Arriendo de enero de
1941, EEUU empezó a promocionar armas a varias
naciones latinoamericanas, pero a la Argentina le acordó
una baja prioridad y prácticamente no se le entregaron
suministros.
El tratado firmado entre la Argentina y EEUU en 1941 fue
el primero entre los países en casi un siglo. Argentina
renunció al control de divisas y al bilaterismo y los
norteamericanos redujeron los aranceles de aquellos productos que
ya importaban, pero permaneció cerrada la puerta a los
alimentos
básicos de Argentina, su carne y sus cereales.
En 1941 hubo una proliferación de grupos
nacionalistas (anticomunistas, proclericales, antisemitas, etc.)
y propugnaban un estado más corporativo, eran
anitinorteamericanos. La Federación Patriótica
Argentina, fundada en 1942, quería sindicatos controlados
por el Estado como barrera contra el comunismo y la
expropiación de los servicios
públicos de propiedad extranjera.
Surgieron impetuosas instancias a efectuar una guerra de
conquistas para reconstruir el viejo virreinato del Río de
la Plata y dar a Argentina el control sobre los mercados
latinoamericanos adyacentes.
En 1941 se creó la Dirección General de
fabricaciones Militares bajo el mando del Ejército y
también revelaba la creciente influencia de las ideas
nacionalistas en sus filas.
Hacia fines de 1941 el gobierno de Castillo se estaba
debilitando, y con la deserción de Pinedo de la
concordancia, el gobierno ya no era un coalición de
conservadores. Incapaz de superar la oposición del
Congreso, Castillo empezó a gobernar por decreto, su
autoridad
estaba decayendo y se vio obligado a depender nuevamente de la
buena voluntad de los militares.
La grieta diplomática con EEUU se estaba haciendo
más pronunciada.
En 1942 los rumores en Bs. As. de una inminente
invasión desde Brasil se hicieron cada vez mas frecuentes,
lo mismo que informes sobre
una proyectada ocupación de Comodoro Rivadavia por marines
norteamericanos.
Los británicos parecían muy contentos con
la neutralidad de Argentina, que ofrecía una mayor
protección a los envíos de carne contra los
submarinos alemanes.
Castillo no tenía una verdadera política y
se inclinaba a mantenerse obstinadamente en el cargo.
Trató de imponer la Corporación de Transporte,
expulsando a los colectivos libres de las calles de Bs. As. en
1942. Su autoridad
continuó cayendo y en 1943 se hizo saber que el candidato
presidencial era Robustiano Patrón Costas, era otro
anciano oligarca cuya elección prolongaría el
fraude. Esta noticia hizo que una revuelta provocada por el
ejército en junio de 1943 derrocara a Castillo
fácilmente, este derrocamiento fue apoyado por los
radicales y también por los EEUU.
En 1943, como en 1930, el ejército parecía
unánimemente convencido de la necesidad de una
revolución, pero una vez más estaba dividido sobre
qué hacer después. Una facción era la
más importante, un gobierno de coalición de
tendencia liberal como el de Ortiz, y una política
internacional de conciliación con los con los
norteamericanos que aceptase finalmente su principal exigencia,
la ruptura diplomática con el Eje. La segunda
facción estaba compuesta de nacionalistas endurecidos, de
resistir la presión
norteamericana, conservar la naturalidad, amar la nación y
promover la independencia
militar alentando la industria. El GOU (Grupos de Oficiales
Unidos) tuvo un papel influyente en el desarrollo de la
posición nacionalista. Dos ideas predominan en el GOU el
anticomunismo y la ‘’soberanía
económica’’.
El jefe titular del golpe era el general Arturo Rawson.
Al asumir el poder, Rawson elaboró una lista de miembros
del gabinete. Otros lideres del golpe pensaron que el nuevo
gobierno presentaba una semejanza demasiado grande con el viejo,
y a los tres días Rawson fue depuesto. El cargo
recayó entonces en el general Pedro Ramirez.
El nombramiento de Ramirez fue también
cálidamente recibido en Washington, que se apresuró
a reconocer al nuevo gobierno y a levantar algunas se las
restricciones al comercio.
En las semanas posteriores al golpe, Ramirez no dio
ningún pasa para cumplir su promesa se celebrar
elecciones, y pronto aparecieron tensiones con los
radicales.
A-b)
David Rock sostiene que
el gobierno de Justo a pesar de haber llegado al poder con
elecciones fraudulentas, fue un gobernante tolerante y benigno, y
resalta todas las bondades de su gestión
en al presidencia del país. Puede verse entonces una
postura claramente a favor de Justo, no así con los
gobiernos radicales, como puede verse en uno de sus
párrafos en donde sostiene que los radicales solo
funcionaban en épocas de prosperidad, y en las crisis se
ponía en relieve el
contenido débil de dicho partido.
A pesar que durante en mas de una década la
Argentina no pudo elegir a sus representantes mediante las
elecciones, debido a que estas eran fraudulentas, el autor toma
como positivos los gobiernos de la mayoría de los
presidentes electos y no resalta ésta
característica, que en la historia
argentina representa el retorno a la democracia
limitada.
Otra postura del autor puede verse en cuanto al Plan
Pinedo, sostiene que presentaba debilidades intrínsecas ya
que Argentina necesitaba de bienes de capital y materias
primas.
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