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Trastorno esquizotipico




Enviado por kalas



    Indice
    1. Generalidades sobre el trastorno
    esquizotipico

    2.
    Etiologia


    4.
    Evaluacion

    5.
    Tratamiento

    6.
    Retos

    7.
    Bibliografia

    1. Generalidades sobre el
    trastorno esquizotipico

    Existen dificultades a la hora de querer hacer un
    análisis acerca del trastorno
    esquizotípico. En primer lugar no existe mucha información disponible que pueda dar una
    explicación amplia para poder
    entenderlo. Esto en parte se debe a que hasta hace poco se le ha
    clasificado como trastorno. Por ejemplo, el CIE-9 no hacía
    mención alguna sobre la palabra esquizotípico.
    Ahora, a pesar que se le reconoce como trastorno, existe mucha
    dificultad y falta de consenso para clasificarlo. Algunos lo
    consideran como un trastorno de la
    personalidad, otros lo clasifican dentro de la
    categoría en la que se encuentra la esquizofrenia
    –por la similitud de síntomas-. El punto es que no
    ha sido lo suficientemente investigado, por lo que se desconoce
    hasta ahora su etiología, repercutiendo de esta forma en
    su diagnóstico y tratamiento.

    Antes de revisar cuales son las características generales de una persona con
    trastorno esquizotípico, la etiología de la
    enfermedad, su diagnóstico y tratamiento, veamos primero
    cuál es la definición de este.

    Según el CIE-10, el trastorno
    Esquizotípico, o personalidad
    esquizotípica, "es un trastorno caracterizado por una
    conducta
    excéntrica y anomalías en el pensamiento y
    del afecto, que se parecen a los que se ven en la esquizofrenia,
    aunque en ningún momento han ocurrido anomalías
    esquizofrénicas definidas y características" (CIE-10, 1992). Sin
    embargo, a pesar de la similitud que tiene con la esquizofrenia,
    su evolución y curso son usualmente los de un
    trastorno de la
    personalidad.

    Este trastorno se encuentra situado entre la personalidad
    esquizoide y la esquizofrenia. Consiste en una conducta, un
    habla, un pensamiento y
    una percepción
    peculiar y extraña. La persona tiende a
    aislarse, posee un afecto inapropiado y ansiedad social
    (Diaz-Marsá y otros, 1996). Además de esto, los
    individuos afectados tienen un pensamiento mágico, suelen
    ser supersticiosos o telepáticos, con ilusiones
    recurrentes. Su mundo interno puede estar lleno de amigos y
    miedos infantiles. A veces se creen que tienen poderes especiales
    o que han sufrido experiencias paranormales. Su conducta es rara
    o excéntrica. Utilizan un lenguaje
    extraño, circunstancial y metafórico en el que no
    suele haber disgregación del pensamiento, ni incoherencia
    (Díaz-Marsá y otros, 1996). Tienen disminuida su
    capacidad de relacionase por su afecto frío y distante, no
    tienen amigos fuera de la familia,
    llegando a aislarse socialmente (Fuentes, S. y
    otros, 1999). Además de esto, los esquizotípicos
    pueden ser sensibles para detectar afectos negativos en los
    demás, son muy suspicaces, siendo hipersensibles a las
    críticas. Pueden llegar a tener síntomas
    psicóticos transitorios, producto del
    estrés,
    pero esto no es la regla (Díaz-Marsá y otros,
    1996).

    Hay que señalar que todas las personas
    probablemente exhibimos algunos de estos rasgos, en diversos
    grados y momentos diferentes. Sin embargo, en la persona
    esquizotípica, esos rasgos conductuales son inflexibles,
    persistentes y desadaptativos. Sus características son los
    extremos de los rasgos de personalidad normales (Winggins y
    Pincus, 1989, citado en Sue y otros, 1994). Los rasgos del
    esquizotípico son consistentes y causan dificultades
    personales y sociales, angustia y otros problemas de
    funcionamiento.

    Como se explicó anteriormente, este trastorno no
    ha sido unánimemente aceptado en las clasificaciones
    actuales. El DSM-IV lo clasifica como trastorno de la
    personalidad, mientras que el CIE-10 lo incluye en el apartado de
    la esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de
    ideas delirantes. Veamos a continuación cuáles son
    los síntomas que cada clasificación atribuye al
    trastorno.

    Clasificacion del trastorno esquizotipico según
    el cie-10

    Según la clasificación CIE-10 de
    desórdenes mentales y del comportamiento
    (1992), el trastorno esquizotípico se caracteriza por
    poseer algunos de los siguientes rasgos:

    • Afectividad fría y vacía de
      contenido, y a menudo se acompaña de
      anhedonia.
    • El
      comportamiento o la apariencia son
      extraños, excéntricos o
      peculiares.
    • Empobrecimiento de las relaciones personales
      y una tendencia al retraimiento
      social.
    • Ideas de referencia, ideas paranoides o
      extravagantes, creencias fantásticas y
      preocupaciones autísticas que no conforman ideas
      delirantes.
    • Ideas paranoides o
      suspicacia.
    • Rumiaciones obsesivas sin resistencia interna, a menudo sobre
      contenidos dismórficos, sexuales o
      agresivos.
    • Experiencias perceptivas extraordinarias como
      ilusiones corporales somato-sensoriales u otras
      ilusiones o manifestaciones de
      despersonalización o desrealización
      ocasionales.
    • Pensamiento y lenguaje vagos, circunstanciales,
      metafóricos, extraordinariamente elaborados y a
      menudo estereotipados, sin llegar a una clara
      incoherencia o divagación del
      pensamiento.
    • Episodios casi psicóticos, ocasionales
      y transitorios, con alucinaciones visuales y auditivas
      intensas e idas pseudodelirantes que normalmente se
      desencadenan sin provocación
      externa.

    Según el CIE-10, para utilizar esta
    categoría, tres o cuatro síntomas típicos
    enumerados arriba deben haber estado
    presentes, continua o episódicamente, por lo menos durante
    dos años. Además el individuo no debe de cumplir
    con las pautas de la esquizofrenia.

    Incluye: Esquizofrenia borderline, Esquizofrenia
    latente, reacción esquizofrénica latente,
    esquizofrenia prepsicótica, Esquizofrenia
    prodrómica, Esquizofrenia pseudoneurótica,
    Esquizofrenia pseudopsicopática y trastorno
    esquizotípico de la personalidad.

    Excluye: Síndrome de Asperger y Trastorno
    esquizoide de la personalidad.

    Clasificacion del trastorno esquizotipico de
    personalidad según el dsm-iv

    Según Antonio Pérez y Vicente Rubio
    (1999), el DSM-IV utiliza los siguientes criterios
    diagnósticos para clasificar el trastorno
    esquizotípico de personalidad:

    A. Un patrón general de déficit
    sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y
    una capacidad reducida para las relaciones personales,
    así como distorsiones cognoscitivas o perceptivas
    y excentricidades del comportamiento, que comienzan al
    principio de la edad adulta y se dan en diversos
    contextos, como lo indican cinco (o más) de los
    siguientes puntos:

    1.
    Ideas de referencia excluidas las ideas delirantes de
    referencia

    2.
    Creencias raras o pensamiento mágico que influye
    en el comportamiento y no es consistente con las
    normas subculturales (p. ej.,
    superstición, creer en la clarividencia,
    telepatía o "sexto sentido"; en niños y adolescentes, fantasías o
    preocupaciones extrañas).

    3.
    Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las
    ilusiones corporales.

    4.
    Pensamiento y lenguajes raros (p. Ej., vago,
    circunstancial, metafórico, sobreelaborado o
    estereotipado.

    5.
    Suspicacia o ideación
    paranoide.

    6.
    Efectividad inapropiada o
    restringida.

    7.
    Comportamiento o apariencia rara, excéntrica o
    peculiar.

    8.
    Falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de
    los familiares de primer grado.

    9.
    Ansiedad social excesiva que no disminuye con la
    familiarización y que tiende a asociarse con los
    temores paranoides más que con juicios negativos
    sobre uno mismo.

    B. No
    debe ocurrir durante el curso de la esquizofrenia, de un
    desorden del humor con características
    psicopáticas, de otro desorden psicopático,
    o de un desorden del desarrollo penetrante.

    Según el DSM-IV, el trastorno
    esquizotípico debe diferenciarse de: La esquizofrenia;
    desorden del humor con las características
    psicopáticas; desorden de Asperger; desórdenes
    expresivos y mezclados del lenguaje de receptivo-expresivo;
    desórdenes de la
    comunicación; cambio de la
    personalidad debido a una condición médica general;
    síntomas que pueden convertirse en la asociación
    con uso crónico de la sustancia; desorden paranoico de la
    personalidad; desorden de la personalidad esquizoide; desorden de
    la personalidad narcisista; desorden de la personalidad
    borderline; características esquizoticas durante adolescencia.

    Inicio, prevalencia y curso del trastorno
    esquizotipico

    Según Fuentes, S. y
    otros (1999), el Trastorno esquizotípico se inicia al
    principio de la edad adulta, aunque en la infancia ya
    suele presentarse hipersensibilidad y ansiedad en el contexto
    social. Los autores agregan además que estos niños
    se muestran solitarios y acostumbran tener un bajo rendimiento
    escolar. También llaman la atención en su forma de expresarse y por la
    rareza de sus pensamientos y fantasías.

    Estos mismos autores, apoyados por
    Díaz-Marsá y otros (1996), la prevalencia de este
    trastorno es del 3% de la población general y puede ser ligeramente
    más común en varones. Es más alta la
    incidencia en gemelos monocigóticos y entre familiares de
    primer grado de enfermos de esquizofrenia

    El curso de esta enfermedad es crónico, suele ser
    estable, aunque algunos llegan a desarrollar esquizofrenia u otro
    trastorno psicótico (Díaz-Marsá y otros,
    1996).

    2.
    Etiologia

    Al igual que ocurre con el resto de trastornos de la
    personalidad, el origen causal del trastorno esquizotípico
    permanece aun ampliamente desconocido. Esto se debe a varias
    razones:

    • En parte se debe a que a este trastorno –como
      muchos otros de personalidad- se le ha atribuido una naturaleza de
      desviación moral,
      privándosele del carácter
      de enfermedad real que tiene (Díaz-Marsá y otros,
      1996). Es decir, se ha creído que los
      esquizotípicos son anómalos, disfuncionales,
      personas con conductas problemáticas, malévolas,
      y no enfermos.
    • Por otro lado, este tipo de personas no buscan ayuda
      psiquiátrica. Fuentes, S. (1999) manifiesta que los
      esquizotípicos son personas ego-sintónicas, es
      decir, que no consideran que sus características son
      anormales, sino que las experimentan como aceptables y su
      presencia no les causa angustia. Como consecuencia, estos
      pacientes se han escapado de la investigación clínica.
    • Otra de las razones es la que ya mencionaba
      más arriba: Hasta hace poco se ha clasificado –y
      con dificultad y sin acuerdo- al trastorno esquizotípico
      como una entidad nosológica independiente.

    Sin embargo, los pocos estudios que se han realizado,
    tienden a concordar en que factores biológicos y
    ambientales son decisivos para el aparecimiento del trastorno.
    Veamos a continuación lo que se ha encontrado.

    Componente Biologico De La Causa

    Diversos estudios han demostrado que algunas dimensiones
    de la personalidad tienen un marcado componente hereditario.
    Así pues, los gemelos monocigóticos tienen
    correlaciones más altas en escalas del MMPI que los
    dicigóticos. Siendo el trastorno esquizotípico un
    trastorno de personalidad, este no excluye esos componentes
    genéticos en su etiología. Por ejemplo, en un
    estudio Danés sobre niños adoptados,
    encontró que la prevalencia de los trastornos
    esquizotípicos y paranoides eran mayores en niños
    con familiares biológicos esquizofrénicos pero no
    en adoptados por esquizofrénicos (Kendler y otros, 1981,
    citado en Díaz-Marsá, 1981). Esto sugiere el
    papel
    dominante de la transmisión genética.

    Otros autores aseguran que existe un defecto neural
    genético en los esquizotípicos. A este defecto le
    han llamado Esquizotaxia (Bruce Carpenter, 1997). Esta
    anormalidad es muy similar a la de los pacientes
    esquizofrénicos en su etapa negativa (Donnoli y otros,
    1998), en los que existe déficits cognoscitivos y
    neuropsicológicos. Donnoli cree la constitución de una personalidad
    esquizotípica y la vulnerabilidad para la
    exacerbación patológica de sus rasgos,
    podría resultar como producto de un
    defecto original en el desarrollo
    individual, pre y/o postnatal. Los mecanismos propuestos son
    variados: vulnerabilidad genética,
    infecciones virales en el útero, etc. Cree que estos
    problemas
    podrían llevar a que se desarrollaran anormalidades en los
    circuitos
    neurales córtico-subcorticales. Sostienen la hipótesis que "existe un defecto en la
    neurotransmisión glutamatérgica, o un descenso del
    tono inhibitorio gabaérgico (fundamental en la selección
    y filtrado de la información) en determinadas áreas
    corticales" (Donnoli y otros, 1998). Hay que señalar que
    la hipótesis
    principal de Donnoli es que estas anomalías constituyen la
    base para el funcionamiento cognitivo-perceptual defectuoso, muy
    típico en los esquizotípicos.

    Se ha señalado anteriormente que los
    esquizotípicos son muy similares en algunos problemas
    biológicos a los esquizofrénicos. ¿En
    qué se distinguen? Es una cuestión que aun no ha
    sido resulta. Sin embargo hay estudios pioneros, como por ejemplo
    el de Hazlett y Cols (1998, citados en THMNews, 1999), quienes
    encontraron que los pacientes esquizofrénicos "presentan
    modificaciones en la forma y metabolismo de
    los núcleos mediodorsal y anterior al tálamo, que
    están conectados con el sistema
    límbico [mientras que] los pacientes con trastorno
    esquizotípico presentan alteraciones en el contorno pero
    no en su metabolismo"

    De esta forma podemos ver que, aunque no existe certeza
    de cuáles genes están implicados en el
    aparecimiento del trastorno esquizotípico, ni qué
    mecanismos biológicos están a la base, existen
    algunas hipótesis que estiman que los factores
    biológicos sí están implicados, y apuntan a
    estos son similares a los de la esquizofrenia, especialmente en
    su etapa residual.

    Componente psicologico de la causa.

    Anteriormente mencioné que la hipótesis
    principal de Donnoli y otros (1998) es que a la base del
    trastorno esquizotípico se encuentra un defecto cognitivo
    básico. Para ellos las personas con trastorno
    esquizotípico:

    1. Presentan desórdenes en el ingreso y
      elaboración de la información: Tienen tendencia a
      experiencias perceptuales inusuales, ilusiones corporales,
      etc.
    2. Tienen un proceso
      latente de desorganización conceptual y de conducta:
      Inclinación hacia los pensamientos vagos,
      circunstanciales, metafóricos y estereotipados;
      tendencia a la conducta extraña, excéntrica o
      peculiar.

    Esta hipótesis está respaldada por Siever
    (1981, citado en Sue, 1994) quien dice que "las peculiaridades
    vistas en el trastorno esquizotípico de la personalidad se
    derivan de distorsiones o dificultades de cognición".
    Según Sue (1994), estas personas parecen tener problemas
    para pensar y percibir".

    Además de esto, Donnoli y otros (1998) agregan
    que los pacientes con trastorno esquizotípico
    también presentan alteraciones en los procesos
    auditivo atencional y atencional visomotor. Por otro lado,
    afirman que poseen una escasa capacidad de reacción ante
    el estrés
    (hipótesis respaldada por Díaz-Marsá y
    otros, 1996).

    Es importante señalar que estos autores expresan
    que el funcionamiento cognitivo-perceptual es un soporte
    fundamental para el desarrollo de la personalidad
    particularmente. Un desorden en ello tendría consecuencias
    en la constitución de la personalidad (Donnoli y
    otros, 1998).

    Antes de continuar con la etiología del trastorno
    esquizotípico, me gustaría hacer mención
    sobre las experiencias inusuales en personas con
    desórdenes psicológicos.

    Experiencias Inusuales en personas con
    psicopatologías:

    Entenderemos por experiencias inusuales todo lo que es
    sinónimo a ocurrencias trascendentales, supernaturales,
    mágicas, telepatía, precogniciones, los
    fenómenos que emergen en el contexto del ocultismo, etc.
    Según Belz-Merk (1999), las experiencias inusuales se
    pueden clasificar en tres categorías generales,
    dependiendo de la forma en que fueron experimentadas:

    1. Espontáneas: Son aquellas experiencias que no
      fueron planeadas ni pensadas. Aparecen precipitadamente y sin
      la comunicación previa. Como ejemplo se
      señalan las precogniciones, los sueños que
      anticipan sucesos reales, etc.
    2. Autoinducidas: Son aquellas experiencias resultantes
      de las prácticas ocultas y espirituales en las que la
      persona participa porque ella las ha buscado. Por ejemplo jugar
      ouija, tabular la inclinación, etc.
    3. Inducidas externamente: Son aquellas experiencias
      inusuales que han sido inducidas participando en talleres,
      terapia, clases de bioenergética, hipnosis,
      etc.

    Según Belz-Merk (1999), las experiencias
    inusuales no tienen necesariamente que estar ligadas a un
    desorden de la persona. Depende de cómo reaccione la
    persona a tales experiencias. Hay algunos que hacen frente a sus
    experiencias de una forma positiva y las ven como aceptables,
    "integran estas experiencias a sus conceptos del mundo y de si
    mismo" (Belz-Merk, 1999). Sin embargo, hay otras personas que
    ante estas experiencias reaccionan de forma insegura. Algunos
    incluso desarrollan ansiedades profundas o la sensación
    que no tienen control sobre
    sí mismos. El que unas personas reacciones de una forma u
    otra dependen de su historia personal, de la
    duración y frecuencia de las experiencias inusuales, de su
    situación actual de vida, etc. Sin embargo hay que
    señalar que un estudio que hizo Mischo (1996, citado en
    Belz-Merk, 1999) demostró que muchas de las personas que
    creían en estas experiencias, que estaban convencidas del
    mundo paranormal, y que tendían a disociar los resultados,
    tenían un nivel significativamente alto de puntaje en la
    escala
    esquizotípica.

    De esta forma se puede ver que el componente
    psicológico de la causa del trastorno
    esquizotípico, está ligado a distorsiones
    cognoscitivas, desórdenes en la interpretación y
    elaboración de información, desorganización
    conceptual y poca tolerancia al
    estrés. Además de esto, un estudio hipotetiza que
    las personas con tendencias esquizotípicas tienden a creer
    en experiencias paranormales y a disociar resultados.

    Componente Social De La Causa

    El hecho de que este trastorno tenga que ver con la
    personalidad, significa que los determinantes de las
    características de ésta, están relacionados
    (Sue y otros, 1994). Siguiendo nuestro sentido común,
    podríamos decir que la socialización y educación familiar,
    el aprendizaje
    y modelado, el desarrollo de las cogniciones y la cultura
    contribuyen todos a la personalidad, por lo que unas
    anomalías en ellos podría estar asociado con
    trastornos en aquella.

    Sin embargo, los estudios prospectivos no han podido
    demostrar que las experiencias infantiles sean determinantes, en
    particular aquellas que se consideran cruciales, como la falta de
    lactancia, el control de
    esfínteres, etc. Pero sí parece existir una
    relación, de tipo inespecífico, entre la presencia
    de los trastornos esquizotípicos –y de la
    personalidad en general- y la calidad de las
    relaciones padres-hijos en la infancia
    (Díaz-Marsá y otros, 1996). Incluso, hay autores
    que hablan de problemas familiares importantes, tales como el
    incesto y el maltrato (Fuentes, S. y otros, 1999)

    Además de esto, los individuos con trastorno
    esquizotípico tienen relaciones inestables con las
    demás personas, y con frecuencia alteran las percepciones
    que tienen de ellas.

    Para los autores conductistas, este trastorno es causado
    por alteraciones en el aprendizaje y la
    respuesta a los refuerzos sociales (Díaz-Marsá y
    otros, 1996)

    A excepción de este planteamiento conductista y
    el de Fuentes, las teorías
    que explican el componente ambiental o social de la causa, hablan
    de anormalidades en las relaciones familiares y sociales, pero no
    explican si la responsabilidad cae en el medio ambiente
    (padres y sociedad en
    contra del individuo), si es la persona con trastorno
    esquizotípico la que afecta esas relaciones o ambas cosas.
    Algunas teorías
    atribuyen las problemáticas a la distorsión de la
    información del esquizotípico y a su suspicacia
    (Díaz-Marsá y otros, 1996).

    Como se puede observar, no hay unanimidad en las
    teorías. Todas estas son hipótesis que aún
    faltan por ser confirmadas. Si se observa, la mayoría de
    estudios son muy recientes (década de los noventas), por
    lo que la llegada de consenso en la etiología del
    trastorno esquizotípico tendrá que esperar
    algún tiempo.

    3.
    Patogenesis

    He hablado sobre la etiología el trastorno
    esquizotípico. He hecho mención a causas
    biológicas, psicológicas y sociales. Sin embargo,
    ¿cuál es el mecanismo que está a la base de
    la problemática? ¿de qué manera se articulan
    todos estos factores para que el trastorno emerja?. No se sabe
    aun. Si no se han encontrado los elementos definitivos del
    trastorno, mucho menos se ha elaborado una teoría
    acerca de su relación. Sin embargo, aquí hay un
    intento por analizar el fenómeno. Probablemente esta no
    sea la explicación, pero intentaré realizarla a
    partir de los elementos ya mencionados en la
    etiología.

    Como ya mencioné en la etiología, algunos
    autores encontraron un defecto neural genético a la base
    del trastorno esquizotípico (la Esquizotaxia), la cual ha
    sido producto de un desarrollo anómalo pre y postnatal del
    individuo (ya sea por vulnerabilidad genética, infecciones
    del útero, etc.). Para Donnoli (1998), este defecto
    consiste en una anormalidad en la neurotransmisión
    glutamatérgica y un descenso del tono inhibitorio
    gabaérgico, el cual es fundamental para la
    selección y filtrado de la información.
    Lógicamente, una anormalidad en ello, repercutirá
    en el funcionamiento cognitivo-perceptual del
    individuo.

    De esta forma, el componente genético trae como
    consecuencia desórdenes en el ingreso y elaboración
    de la información, y desorganización conceptual.
    Así, la persona con trastorno esquizotípico
    vivirá experiencias perceptuales inusuales e ilusiones (lo
    que Belz-Merk llamaba "experiencias inusuales
    espontáneas"), también se inclinará por
    pensamientos vagos, circunstanciales, metafóricos y
    estereotipados. Estas distorsiones o dificultades de
    cognición llevarán a la persona a presentar las
    peculiaridades de la personalidad esquizotípica. (Siever,
    1981, citado en Sue, 1994). Los individuos con personalidad
    esquizotípica reaccionarán de cierta manera a estas
    experiencias inusuales espontáneas. Probablemente
    llevarán a la persona a querer saber qué es lo que
    le está pasando, que sienta curiosidad por temas ocultos,
    etc. Por tanto, la persona con un trastorno esquizotípico
    podría llegar a tener lo que Belz-Merk llamaba
    "experiencias inusuales autoinducidas o inducidas
    externamente".

    (Para ver el gráfico faltante haga click en el
    menú superior "Bajar Trabajo")

    Por otro lado, ya algunos autores expresaban que el
    funcionamiento cognitivo-perceptual es un soporte fundamental
    para el desarrollo de la personalidad (Donnoli y otros, 1998).
    Por lo tanto, un defecto en este procesamiento del ingreso y la
    elaboración de la información traerá
    consecuencias negativas en la constitución de la
    personalidad. Las experiencias inusuales espontáneas de
    las personas con trastorno esquizotípico serán
    determinantes en el desarrollo del individuo, en cómo
    perciba y procese toda la información que el ambiente le
    proporcione. De esta forma, una persona que no procese de una
    manera adecuada los estímulos, podrá interpretar de
    manera errónea lo que otras personas dicen y hacen. Ya lo
    afirmaba Díaz-Marsá (1996),
    "las personas con trastorno esquizotípico con frecuencia
    alteran las percepciones que tienen de las personas".

    No sería de extrañar, entonces, que estos
    individuos tengan problemas en las relaciones con sus padres.
    Quizá por esto Díaz-Marsá (1996)
    señalaba que el trastorno esquizotípico no es
    producto de experiencias infantiles desagradables (como el mal
    cuido, mala alimentación, mal control de
    esfínteres), sino más bien es este trastorno el que
    repercute en las relaciones familiares anormales. Estas
    relaciones anómalas entre el sujeto con trastorno
    esquizotípico y las demás personas -debido a la
    mala interpretación que este hace de lo que los otros
    dicen y hacen- conlleve a que la persona actúe luego con
    suspicacia, tenga ideas paranoides y no posea relaciones
    íntimas con nadie. Por otro lado, si la persona
    está hasta cierto punto aislada, llevará a que este
    no asimile de forma adecuada las normas sociales,
    y por tanto muestre por un lado un comportamiento y apariencia
    extraña o excéntrica, y que por otro lado muestren
    un afecto inadecuado, frío y
    constreñido.

    Todas estas experiencias en relaciones deficientes con
    el resto de personas, repercutirán a la larga en el mismo
    proceso de
    formación de la personalidad, reforzando las creencias
    erradas que la persona ya tenía. Así por ejemplo,
    si una persona con trastorno esquizotípico interpreta una
    sonrisa como una burla –debido al mal preso de
    información producto de anomalías cerebrales-, esta
    idea reforzará las creencias erradas que las personas son
    dañinas.

    Resumiendo, el trastorno esquizotípico es
    producto de una anomalía en la neurotransmisión
    glutamatérgica y un descenso del tono inhibitorio
    gabaérgico. Como consecuencia, la persona elabora e
    interpreta de manera errada la información del exterior.
    De esta forma la persona experimenta vivencias perceptuales
    insólitas, elabora creencias extrañas, presenta
    pensamiento mágico, etc. experiencias que van conformando
    su personalidad. Al mismo tiempo esta
    persona interpreta de forma errada lo que otras personas hacen y
    dicen, repercutiendo de forma negativa en sus relaciones sociales
    Las anomalías en estas relaciones llevarán a que la
    persona se aísle, sea suspicaz, y muestre afecto
    inadecuado y frío. Al final, esto influenciará la
    constitución de la personalidad y nuevamente se
    repetirá el ciclo. Esto se resume en el siguiente
    esquema:

    Patogenesis Del Trastorno Esquizotipico

    (Para ver el gráfico
    faltante haga click en el menú superior "Bajar
    Trabajo")

    4. Evaluacion

    Todos hemos experimentado momentos en los que queremos
    estar solos, más de alguna vez creímos vivir alguna
    experiencia diferente. Pero eso es normal. ¿Qué
    característica debe tener el trastorno
    esquizotípico para llegar a ser un trastorno? Debe ser
    clínica o estadísticamente significativo. Para esto
    debe haber un instrumento que mida los síntomas del
    trastorno y otro de comparación (una distribución normal). Sin embargo no existe
    ninguna forma para evaluar y así diagnosticar la presencia
    del trastorno esquizotípico en las personas. No se cuenta
    con pruebas
    científicas, escalas, ni ningún tipo de instrumento
    que nos lleve a decir con exactitud que la persona posee tal
    trastorno. La única forma con la que se diagnostica el
    trastorno es a juicio del clínico, quien se guía
    por los manuales de
    enfermedades
    mentales (CIE-10 o DSM-IV) y establece si la persona posee dichos
    síntomas. En la misma línea, la página web
    de "mentalHealth" posee una forma online para diagnosticar al
    trastorno esquizotípico (http://www.mentalhealth.com/dx/fdx-pe03.html). El
    clínico descarga un programa
    interactivo; este programa le va
    haciendo preguntas encaminadas a detectar la presencia o ausencia
    de síntomas, a las que el clínico debe ir
    contestando. Así por ejemplo, el programa pregunta:
    "¿El paciente tiene una apariencia extraña?" a la
    que el clínico debe contestar "si" o "no". En realidad es
    el mismo proceso que se utiliza para diagnosticar el trastorno
    por medio del CIE-10 o el DSM-IV, sin embargo el programa online
    permite hacerlo de una forma más
    sistemática.

    Existen algunos clínicos que se valen de la
    escala de
    esquizotipia del MMPI para establecer si la persona posee una
    personalidad vulnerable al trastorno, pero esto en sí no
    muestra un
    puntaje que confirme la presencia de la entidad
    nosológica. Simplemente puntúa un rasgo de
    personalidad. Algunas personas con un rasgo de esquizotipia alto,
    pueden llegar a desarrollar un trastorno esquizotípico,
    pero no todos.

    De esta forma, hasta ahora no se cuenta con
    ningún instrumento que evalúe la presencia del
    trastorno, y la única forma para diagnosticarlo es
    siguiendo las pautas del CIE-10 o el DSM-IV. Sin embargo, varias
    áreas deberían ser exploradas:

    Por ejemplo, debería evaluarse la
    neurotransmisión glutamatérgica y el tono
    inhibitorio gabaérgico. Esto podría hacerse a
    través de cualquier técnica que explore el
    funcionamiento cerebral, por ejemplo la tomografía axial
    computarizada.

    Por otro lado, y como ya se dijo anteriormente, el
    trastorno esquizotípico se caracteriza por una anormalidad
    en las cognición y percepción. Por tanto, la evaluación
    debería ir encaminada a detectar dichos defectos, las
    formas en las que la persona elabora y procesa la
    información, si tiene alteraciones auditivas atencionales,
    si presenta desorganización conceptual –sin llegar a
    la incoherencia-, etc.

    Sería útil evaluar qué cogniciones
    manifiesta la persona ante el contacto con otros, los mecanismos
    que están a la base de su distorsión, los esquemas
    cognitivos anómalos, etc. Esto sería útil
    puesto que a la hora de dar terapia al individuo, se
    sabría qué esquemas irracionales deberían
    cambiar.

    5.
    Tratamiento

    Debido a que no se conoce con exactitud la causa del
    aparecimiento del trastorno esquizotípico, existen
    vacíos al momento de tratarlo. ¿Cómo puede
    manejarse el trastorno si no se conoce qué es lo que lo ha
    originado?. Sin embargo se utilizan distintos tratamientos, sobre
    todo biológicos, para ayudar a los pacientes con dicha
    problemática, revisémoslos a
    continuación.

    Farmacoterapia

    Una publicación del Diario Canadiense de
    Psiquiatría (1998, citado en Pharmacotherapy News Network,
    1998) muestra que hay
    evidencia que apunta a que la terapia farmacológica ha
    sido útil para tratar a los pacientes con trastorno
    esquizotípico. Según el artículo, a pesar
    que los pacientes no llegan a la absoluta normalidad, sí
    reducen los síntomas.

    La medicación antipsicótica también
    es útil. A pesar que las personas con trastorno
    esquizotípico se diferencian de la esquizofrenia
    –entre otras cosas- porque no presentan síntomas
    psicóticos, a veces pueden ocurrir, especialmente en
    momentos de estrés (Long, 1990).

    Tratamiento Psicosocial

    No existen muchos tratamientos psicosociales
    sistemáticos para ayudar a las personas con trastorno
    esquizotípico. Lo único que se ha utilizado ha sido
    la terapia grupal y la individual encaminada a que la persona
    exprese sus temores y pensamientos. Sin embargo, como más
    adelante menciono, la terapia cognitiva podría ser
    útil para ayudar a estos pacientes.

    Tratamiento Individual:

    La psicoterapia a largo plazo ha sido útil en
    casos algunos casos seleccionados. Debido a que las personas con
    trastorno esquizotípico son personas que rehuyen el
    contacto social, el curso de la terapia implica el desarrollo
    gradual de la confianza. Si esta puede ser alcanzada, el paciente
    puede compartir fantasías de muchos años sobre
    amistades imaginarias y puede revelar las cogniciones que
    están a la base de sus anormales relaciones con las otras
    personas. (Long, 1990). En la terapia se anima a los pacientes
    que examinen la naturaleza poco
    realista de sus miedos y fantasías y a que formen lazos
    reales. La psicoterapia acertada producirá el cambio
    gradual.

    La terapia cognitiva no ha sido empleada para tratar a
    estos pacientes, sin embargo –debido a que la
    distorsión de las cogniciones y percepciones son
    fundamentales en el trastorno- sería de utilidad para
    ayudarle al paciente a que distinga entre lo que es real y lo que
    es fantasía. Estas técnicas
    van encaminadas a guiar al paciente, mostrándole los
    esquemas cognitivos que están a la base de su
    problemática, las inferencias erradas que hace de la
    conducta de otros, y luego se plantea una alternativa a esta
    situación.

    Terapia grupal

    Según Long (1990), los pacientes con personalidad
    esquizotípica requieren un entorno de apoyo en grupo.
    Según el psiquiatra, estas personas se verían
    beneficiadas de la experiencia. Probablemente la persona
    esquizotípica pueda mostrar un silencio prolongado (a
    veces el silencio dura un año o mas), pero poco a poco se
    irá acomodando y relacionando con el grupo. Long
    dice que es importante que el grupo proteja al paciente
    esquizotípico de la crítica de otros miembros por
    su silencio. El grupo debe convertirse e una experiencia
    significativa para el paciente y proporcionar el medio para que
    la persona no solo sea tratada, sino que vaya ampliando su grupo
    social. En el grupo, los esquizotípicos pueden aprender a
    comunicar sus pensamientos y sensaciones directamente a otras
    personas, y se promueve de esta forma un modelo de
    comportamiento más normal.

    En la literatura no se habla de
    terapia familiar, pero podría ser beneficiosa al paciente,
    especialmente en edades más tempranas, cuando aun se esta
    configurando la personalidad de éste. La familia debe ser
    motivada para que entienda que el comportamiento del paciente es
    una anormalidad y no parte de su "maldad" –como algunos
    suelen creer-. De esta forma la familia
    podrá apoyar y tener más tolerancia con el
    esquizotípico. Además de esto, sería
    útil que la terapia familiar fuera encaminada a
    desarrollar sistemas de
    comunicación más efectivos para no
    dar lugar a malas interpretaciones del
    esquizotípico.

    6.
    Retos

    Al hablar de los "retos" que deben enfrentar los
    psicólogos y psiquiatras al estudiar el trastorno
    esquizotípico, hablamos en el sentido estricto de la
    palabra. No se sabe prácticamente nada acerca del
    trastorno, y hasta ahora sólo se manejan
    hipótesis.

    El primer reto que enfrenta la psicología y la
    psiquiatría es llegar a un consenso en la
    clasificación del trastorno. Dependiendo de la perspectiva
    desde la que se le vea, así será el curso de la
    investigación. Hay que establecer si es un
    trastorno de la personalidad o si pertenece al grupo de la
    esquizofrenia. Sin esto solventado, no habrá
    parámetros claros para elaborar los estudios
    pertinentes.

    Luego de llegar a un consenso, el reto siguiente es
    establecer la etiología del trastorno. Esta es un
    desafío indispensable a resolver, puesto que sin conocer
    lo que lo causa, no se podrá brindar ayuda a los
    pacientes. Como ya se ha mencionado, hay personas que hablan de
    un factor biológico, otras hablan de un defecto
    cognitivo-perceptual de los esquizotípicos, otros se
    aventuran a establecer una causalidad ambiental. Pero no hay nada
    claro, ni consensuado.

    Por un lado debe establecerse cual es la causa
    biológica del trastorno y sobre todo, determinar cual es
    la diferencia fundamental entre los defectos genéticos de
    los esquizofrénicos y de los esquizotípicos.
    ¿Qué es lo que hace que un paciente
    esquizotípico desarrolle esquizofrenia y por qué
    otros no la desarrollan? Sin esto claro, se tendrán
    dificultades para diferenciar ambos trastornos.

    También debe esclarserse cuál es el
    papel que el
    ambiente juega
    en el establecimiento y curso del trastorno. Hasta ahora no se
    sabe con certeza de qué forma una mala crianza,
    experiencias negativas y una mala vida pueden llegar a contribuir
    en el aparecimiento de la problemática.

    Siempre dentro de la etiología del trastorno,
    otro reto importante es determinar por qué estas personas
    tienen defectos en el proceso de intercomunicación con
    otros. Hay que esclarecer si son debidos a su aislamiento, o a
    factores genéticos, o a una distorsión de la
    realidad, etc. Aunado a esto, hay que aclarar si el pensamiento
    mágico, las creencias en áreas ocultas, etc. son
    una simple creencia o si son causadas por alucinaciones y otro
    tipo de distorsiones perceptuales. En pocas palabras, debe
    llegarse a un consenso acerca la etiología del trastorno y
    explicar cómo esos elementos se relacionan para llegar a
    constituir la problemática, es decir, la
    patogénesis.

    Otro de los retos importantes a los que hay que
    enfrentarse es a las deficiencias en la evaluación
    del trastorno. Hasta ahora no se cuenta con ningún
    método,
    ninguna prueba científica, ningún instrumento que
    mida los síntomas del trastorno. La evaluación
    conllevará a que se establezca de una forma certera el
    diagnóstico de la problemática, y se diferencie con
    seguridad
    aquellas personas que la poseen y aquellas que no. Hasta ahora el
    diagnóstico se ha establecido a partir del juicio
    clínico. El clínico utiliza los manuales del
    CIE-10 o DSM-IV, y a su propia discreción establece si la
    persona posee el síntoma o no. Es una forma demasiado
    subjetiva para hacer el diagnóstico, por lo que se puede
    caer en el error de confundir una esquizofrenia, un trastorno
    esquizoide, o cualquier otra entidad nosológica, con el
    trastorno esquizotípico. Esto repercutiría en la
    evolución y tratamiento del trastorno,
    afectando en última instancia al paciente.

    Otro de los retos a los que hay que enfrentarse es al
    tratamiento. Obviamente si hasta ahora no se conocen las causas
    del trastorno, muy difícilmente habrán
    técnicas efectivas disponibles para tratarlo. Hasta el
    momento solo se poseen técnicas farmacológicas,
    terapia psicoanalítica y grupales. Las técnicas
    farmacológicas van encaminadas a eliminar algunos
    síntomas en presencia de delirios. Sin embargo, este
    tratamiento es poco utilizable, puesto que la mayoría de
    personas con trastorno esquizotípico no presentan
    delirios, a no ser en condiciones de mucho estrés y por
    poco tiempo. La farmacología no ha puesto a
    disposición fármacos para ayudar a la persona a
    recibir, interpretar y elaborar de mejor manera la
    información. Es comprensible puesto que aun no se sabe el
    componente biológico de la causa con exactitud. Por otro
    lado, se ha dejado de lado el uso de terapias conductuales y
    cognitivas para ayudar a los pacientes. La terapia cognitiva
    –como se mencionó anteriormente- podría ser
    de mucha utilidad, puesto
    que uno de los problemas principales de los esquizotípicos
    es la distorsión de la información, la suspicacia y
    algunos pensamientos paranoides.

    Por otro lado, se ha obviado el tratamiento con las
    personas allegadas al paciente. Se sabe que las personas con
    personalidad esquizotípica reciben críticas,
    desaprobación y burla de parte de otros. Por tanto
    sería útil trabajar con estas personas, haciendo
    del medio un ambiente más favorable para el
    enfermo.

    Por último es importante que se concientice a la
    sociedad en
    general, para que dejen de ver a las personas
    esquizotípicas como inmorales y malvadas. Las personas
    deberían saber que este es un trastorno como cualquier
    otra enfermedad (la esquizofrenia, el retraso mental, la
    demencia, etc.), y que por tanto necesita de
    tratamiento.

    7.
    Bibliografia

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    • THMnews, boletín médico (1999).
      THMNews Nº 42, Madrid: Txori-Herri
      Medical Association.
      http://www.ctv.es/USERS/jotajota/thmnews42.htm

    Resumen del trabajo:
    El
    presente trabajo es un intento de aproximación al estudio
    del Trastorno esquizotípico, definido este como "un
    trastorno caracterizado por una conducta excéntrica y
    anomalías en el pensamiento y del afecto, que se parecen a
    los que se ven en la esquizofrenia, aunque en ningún
    momento han ocurrido anomalías esquizofrénicas
    definidas y características" (CIE-10). En este documento
    encontrará las diversas posturas que intentan explicar su
    causa, una visión personal de como
    creo que se interrelacionan los diversos elementos para formar
    una patogénesis, cómo se evalua el trastorno,
    qué tratamientos existen y qué retos a mi juicio
    existen a la hora de abordarlo.

    Trabajo enviado y realizado por:
    Karen Alas Salguero, 21 años

    Estudiante de Psicología
    Universidad
    Centroamericana UCA
    El Salvador

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