"Ser maestro es también ser aprendiz. El aula
es igualmente para nosotros un espacio en el que podemos
aprender" (Fierro, 1999). En esta frase puedo resumir mi
práctica docente que no es mayor a un año y medio
en el Centro de Estudios en Aguas Continentales (CETAC) 01, y al
tener la posibilidad de cursar la Maestría en Educación con
Intervención en la Práctica Educativa (MEIPE), se
me ha dado la oportunidad de intervenir mi práctica y por
tanto he adquirido valiosos conocimientos acerca de la misma. Por
tanto el objeto que busco con el presente trabajo, es
exponer las bases necesarias para llevar a cabo la
intervención de la propia práctica y que
ésta sea, a su vez, fuente inagotable de conocimientos
para él que realiza la intervención.
Por otro lado, el solo titulo del presente trabajo:
La intervención como campo de estudio, resulta ser
escueto y hasta cierto punto ambiguo. Por lo que es necesario
delimitar desde principio de cuentas y antes
de continuar preguntarnos ¿Qué es lo que se tiene
que intervenir? Y la respuesta llega a nosotros de manera
inmediata: se debe intervenir la práctica
educativa del docente, entonces es necesario hacer un alto
para dejar en claro a lo que nos referimos como práctica
educativa.
En primer lugar es imprescindible conocer el concepto de
Práctica, esta palabra por sí sola enuncia
acción o realización de alguna cosa en
particular, sin embargo se tiene que agregar a la palabra
acción
el vocablo intencional, así se tendrá que
Práctica es aquella acción
intencional.
Dicha acción intencional esta supeditada al
suceso que le da origen, además de ocurre en el tiempo.
Brazdresch nos dice que la "Práctica se refiere
sólo a la actividad intencional y no a acciones
instintivas o inconscientes". Este tipo de acciones son el grueso
que se da en la realidad.
"En la acción intencional, el "saber qué"
hacer se convierte en "saber cómo" de manera más
directa" (Brazdesch, 2000), es decir al tener en mente lo que se
quiere conseguir estará íntimamente unido al
cómo lograr lo que se desea obtener. Por otro lado, no
quiere decir que la transformación del qué al
cómo conseguir lo deseado sea fácil en la
acción intencional. "De hecho, con mucha frecuencia las
intenciones rebasan nuestra capacidad para llevarlas a cabo"
(Brazdesch, 2000).
Por lo tanto en la acción intencional de las
personas es donde se puede encontrar el fin de la educación, esto se
debe a que tenemos que ver reflejado nuestras acciones
intencionales con un fin objetivo,
Bruner nos dice al respecto: "del establecimiento de una
relación tutelar con otros (adultos en el caso de niños)
que puedan ayudamos a aprender cómo llevar a cabo acciones
intencionales dirigidas a un fin".
Ahora bien, toda acción intencional contiene en
sí misma partes básicas las cuales se puede
desarticular en componentes como: el fin que busca, el suceso que
lo origina y su punto de partida, además su punto de
llegada.
Luego de ubicarnos a lo que nos referimos con
práctica, es necesario hablar de la Práctica
Educativa, por lo que nos remontaremos al anterior
significado de Práctica y tendremos que agregar
"qué" y "cómo" suscitar conocimientos
en el alumno, entonces tendremos que Práctica Educativa
es aquella acción intencional atada al sistema utilizado
para educar. Además es necesario mencionar que existen
tantas definiciones como prácticas educativas existentes
por lo que Carr dice que "no existe práctica educativa
sino prácticas educativas" (Carr, 1999).
Carr también nos dice que la práctica
educativa debe de buscar una utilidad en la
persona que se
esta educando, entonces es necesario citar de nueva cuenta a
Brazdresch: "la práctica educativa es
referirse a la acción intencional objetiva cuyo fin es
educar, inseparable del medio que usa y del "bien" que
consigue" (Brazdesch, 2000). He aquí donde nace la
necesidad de cuestionarse acerca del beneficio que se busca,
aderezado por la estrategia
utilizada para la generación tanto del conocimiento
como del provecho que se desea suscitar.
Hasta el momento la definición de práctica
educativa queda a debernos porque en ella también inciden
muchos factores que van desde los aspectos de la sociedad hasta
la misma formación y actitudes del
docente, por eso citaremos la definición de Cecilia Fierro
nos marca:
"Entendemos la práctica docente como una praxis social,
objetiva e institucional en la que intervienen los significados,
las percepciones y las autoridades de los agentes implicados en
el proceso
(maestros, alumnos, autoridades educativas y padres de familia),
así como los aspectos políticos-institucionales,
administrativos y normativos que[…] delimitan la función
del maestro" (Fierro 1999).
El anterior concepto citado da cabida, sin
exclusión alguna, a todas las variantes que influyen en la
práctica del docente, además de dar relevancia a
los protagonistas (docente-alumno) de la práctica
educacional, ya que son éstos los que a final de cuentas
son los responsables de que se de o no el proceso de enseñanza–aprendizaje.
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