Este ensayo trata
sobre la pena de muerte, creo que hace falta realizar una
breve reseña histórica de sus comienzos, su
significado y fundamentalmente su repercusión desde que
surgió hasta la actualidad, para poder tener
fundamentos exactos y así llegar a una postura sobre su
ejecución.
La pena capital o pena
de muerte consiste en la ejecución de un condenado por
parte del Estado, como
castigo por un delito,
establecido en la legislación; los delitos a los
cuales se aplica esta sanción penal suelen denominarse
crímenes o delitos capitales. 1
El uso de la ejecución formal como castigo se
remonta prácticamente a los principios mismos
de la historia
escrita. Muchos registros
históricos, así como prácticas tribales
primitivas, indican que la pena de muerte
ha sido parte de los sistemas
judiciales prácticamente desde el principio de la
existencia de los mismos; los castigos comunitarios
incluían generalmente compensación por parte del
infractor, castigo corporal, repudio, exilio y
ejecución.
Sin embargo, en comunidades pequeñas los
crímenes suelen ser raros, y el asesinato resulta ser casi
siempre un crimen pasional. Por esa razón las ejecuciones
y el exilio solían ser castigos muy infrecuentes.
Usualmente se solía emplear la compensación o el
repudio.
Sin embargo, estas no son respuestas eficaces cuando el
crimen es cometido por individuos ajenos a la comunidad. En
consecuencia, todo crimen, por pequeño que fuera,
tendía a ser considerado como un ataque a toda la
comunidad si era cometido por un extranjero, y era castigado con
severidad. Los métodos
variaban, desde palizas hasta esclavitud o
ejecución. Sin embargo, la respuesta a crímenes
cometidos por tribus o comunidades vecinas incluía
disculpas formales, compensaciones o incluso vendetta.
Desde finales del siglo XVIII existe en todo el mundo
una tendencia a emplear formas de ejecución menos
dolorosas, o más "humanitarias".
En esas fechas, por ejemplo, en Francia
apareció la Guillotina, mientras que el Reino Unido
prohibió la pena de ahorcamiento con descuartizamiento a
principios del siglo XIX. Tradicionalmente se practicaba el
ahorcamiento dejando caer a la víctima desde una escalera,
o subiéndola a algún tipo de plataforma que luego
era retirada (como un taburete, una silla, o la parte trasera de
un carro), lo cual provocaba una muerte lenta
por asfixia; estos métodos fueron sustituidos por el
actual, en el que la víctima cae una distancia
mínima de un metro, lo que disloca el cuello, seccionando
la médula espinal y causando la muerte casi
en el acto.
En los Estados Unidos se
introdujeron la silla eléctrica y la cámara de
gas como
métodos de ejecución más humanitarios que la
horca, pero han sido casi totalmente desplazados en favor de la
inyección letal, que a su vez ha sido criticada como
demasiado dolorosa.
A pesar de todo, algunos países aún
emplean métodos de ahorcamiento "lento",
decapitación por espada e incluso
lapidación.
A partir de 1995 se empezó a sugerir en distintos
medios el uso
de la asfixia por nitrógeno como método de
ejecución, pero a día de hoy no se emplea en
ningún país.
El nivel de apoyo a la pena de muerte varía mucho
en cada país. En las democracias tanto abolicionistas como
retencioncitas, el punto de vista del gobierno suele
tener un amplio apoyo popular y recibe poca atención de la clase política o los medios de
comunicación.
En algunos países abolicionistas, la
mayoría de la población apoya o ha apoyado la pena de
muerte, y la abolición fue adoptada a consecuencia de
cambios políticos, como el paso de un régimen
autoritario a otro democrático.
También influyó en los países del
este de Europa el hecho
de que la abolición se convirtiera en condición
necesaria para poder integrarse en la Comunidad Europea. Estados
Unidos es una notable excepción: algunos estados han
prohibido la pena de muerte desde hace décadas (el primero
en abolirla fue Michigan en 1846), mientras otros aún la
practican; la pena capital es hoy día un tema
polémico de discusión en todo el país. Sin
embargo, en otros países es raro que se prohíba la
aplicación de la pena de muerte a consecuencia de una
discusión pública activa de sus méritos y
consecuencias.
Algunas convenciones regionales prohíben el uso
de la pena de muerte, siendo la más notable la
Convención Europea de Derechos Humanos
en sus protocolos sexto
(abolición en tiempo de paz)
y decimotercero (abolición en todas las circunstancias).
Sin embargo, la mayoría de tratados
internacionales deniegan categóricamente la
prohibición de la pena capital en caso de crimen grave,
como por ejemplo en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y
Políticos, aunque incluye protocolos opcionales que
permiten su abolición.
Ley del
Talión
El término ley del
talión (latín: lex talionis) se refiere a un
principio jurídico de justicia
retributiva en el que la norma imponía un castigo que se
identificaba con el crimen cometido. De esta manera, no
sólo se habla de una pena equivalente, sino de una pena
idéntica. La expresión más famosa de la ley
del talión es "ojo por ojo, diente por diente" aparecida
en el Éxodo veterotestamentario.
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