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Características de la animación (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

Existen distintos tipos de juegos y distintas
característica para cada uno de ellos.

Tipos de juegos: competitivos (individuales), cooperativos
(grupales), de integración, de rompe hielo, de
división de grupos o equipos, de destreza física e
intelectual.

Características: Los juegos presentan distintas
características que deben tener en cuenta a la hora de
efectuarlos (las edades, el lugar, los materiales, el ritmo, y
otras cosas mas). Todo esto es parte de la mística del
juego e intentaremos a lo largo de esta planilla datallarlos paso
a paso.

  • ¿CÓMO SURGEN LOS JUEGOS?

Los juegos surgen de las diversiones infantiles mas simples
que existen como la mancha, la escondida, el semáforo, la
rueda rueda, etc.

Lo que los hace diferentes es su grado de complejidad y
ambientación que se le dan.

  • AMBIENTACIÓN Y ¿CÓMO
    EXPLICARLO?

Este fenómeno es muy difícil de desarrollar. Por
lo que intentaremos explicarlo mediante un ejemplo.

Ejemplo: El juego de la escondida es un juego enfermizo para
jugar en un campamento. Es muy probable que apenas comencemos a
explicarlo, lo hagamos sin ganas por lo que utilizaremos una
especie de circunloquio palabras tales como ("es un juego muy,
muy, muy, divertido…), o ("vamos a jugarlo dale porque
realmente es muy copado") y nuestra cara de desanimo
acompañada de movimientos inanimados logre la tosquedad
del grupo que irritado a esa altura nos abucheara con cara de
asco. Sumémosle un detalle mas, se va a jugar a la
escondida.

Caso feliz: Convencerse del juego que vamos a explicar, pensar
es el mas divertido del mundo, representar con nuestra cara lo
ansiosos y desacatados que estamos para presentarlo y jugarlo.
Luego busquemos incursionar con el juego buscando asociarlo con
algún tema en especial, (naves, barcos, indios, etc.)

Siempre debemos mantener la convicción del juego
escogido.

Por ultimo y solo para rematar esta burlesca
representación de la escondida pensemos en cambiar el
nombre por el GRILLO.

IMPORTANTE: En esto mas vale ser chusco.

  • DADAS LAS EDADES

Para guardar en la tapa del libro:

Niños: Juegos muy alegres, con mucha imaginación
y contradictorios (el niño juega a todo).

Adolescentes: Juegos de competitividad, de destreza y
alegres.

Jóvenes: Juegos de razonar, de habilidad pasiva.

Adultos: Juegos tranquilos, con cantos movidos.

  • ESTUDIO PREVIO

El estudio es la primera fase de nuestro escalafón. En
ella se establecen las restricciones de nuestro/s juego/s como
ser:

  • El objetivo del encuentro, las edades, el sitio en que se
    va a desarrollar, la cantidad de personas, el grado de
    acoplamiento que existe en el grupo, los materiales y la
    duración aproximada, etc
  • PREPARAR UN JUEGO

Una vez echo el estudio se comienza con una lluvia de ideas
que contiene como fin la elección de los mejores juegos
que deberían ser originales o innovadores. (su sello de
identidad.)

Al finalizar la elección se ponen en práctica
todos los puntos anteriores. Sin perder de vista ninguna de
ellas.

  • ENSAYO

Se debe ensayar muy bien los pasos y la explicación que
daremos al juego repitiéndolo oralmente o en tu
interior.

En esta instancia se procura la obtención de todo lo
que precisemos.

  • REALIZACIÓN

La realización es a la implementación misma del
juego. Aquí se muestra el fruto de los pasos anteriores.
Éxito!!!

  • JUGAR POR DIVERSIÓN

Si existe algo bueno con el proceso que un juego expresa es la
esencia misma del juego que es no olvidarse de jugar y jugar es
divertirnos y dar lo mejor de nosotros para lograrlo sin pensar
en ganar pues como suelo decir:

PROCURA GANAR, SIN QUE TUS RIVALES NOTEN QUE HAN
PERDIDO.

EL SECRETO DE
JUGAR

Están en los que usan siempre la misma ropa.

Están los que se llevan amuletos.

Los que hacen promesas.

Los que imploran mirando el cielo.

Los que creen en supersticiones.

Y están los que siguen corriendo

cuando les tiemblan las piernas.

Los que siguen jugando cuando se acaba el aire.

Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.

Como si cada vez fuera la ultima vez,

Convencidos de que la vida misma es un desafío.

sufren, pero no se quejan,

Porque saben que el dolor pasa;

que el sudor se seca;

y que el cansancio se termina.

Pero hay algo que nunca desaparecerá:

La satisfacción de haberlo logrado.

En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos

en sus venas corre la misma sangre,

lo que los hace diferentes en su espíritu.

La determinación de alcanzar la cima,

una cima a la que no se llega superando a los
demás,

sino superándose a si mismo.

PLANILLA DE
FOGÓN

  • ¿QUE ES UN FOGÓN?

Si vamos al diccionario podemos encontrar que dice algo como
esto "Fogón: Fuego, fogata u hornillo rústico",
pero para nosotros es mas que eso, tiene un sentido mas profundo.
Si pensamos cuando hacemos un fogón diremos por ejemplo
que en los campamentos y por lo general la última noche,
también diremos que en jornadas y en encuentros que duran
mas de un día. Tomemos en cuenta que el fogón es la
instancia donde todos reunidos alrededor del fuego, (que para
nosotros representa la presencia de Dios) cantamos, danzamos, nos
divertimos, reímos, reflexionamos, compartimos y nos
reencontramos entre nosotros y con Dios. El fogón no es
únicamente pachanga, es reflexión, es
oración y también pachanga. Es por todo esto que es
importante no "quemar" el fogón, con esto me refiero de no
hacer el fogón algo monótono y rutinario. Y por
último y sobre todo que no hay ninguna ley que diga que
cada ves que halla gente reunida tiene que haber un fogón,
el fogón tiene su lugar y su momento.

  • OBJETIVOS DEL FOGÓN

Los objetivos del fogón acompañan los objetivos
del encuentro, no será un momento aislado de la
jornada.

  • COMO DEBE SER EL FUEGO

La importancia del fuego no es menor. Existen varia
técnicas para el armado de un buen fuego.

Para cada uno de los siguientes casos se da por sentado que la
altura de nuestra llama dependerá de la cantidad de
troncos o madera suministrada al mismo.

Es muy importante el estudio previo del sitio a realizar
nuestra fogata. Debemos tener en cuanta de que no este
húmedo, que no sea sobre algo inflamable (debería
contener piedras alrededor para evitar el esparcimiento de los
mismos), que alrededor tampoco exista material inflamable.

  • COMO PREPARAR EL FOGÓN

No se puede perder el objetivo primordial de la
preparación de un fogón deseado ya que gran parte
del mismo será confeccionado por el grupo de chicos que
asistirán. Por lógica los animadores pensaran la
idea con la cual se partirá para preparar la
ceremonia.

Existen tantos tipos de preparación como tu mente
imagine.

La intención en este punto es recalcar sobre los
animadores la obligatoriedad de estimular y preparar una tarea
que llevara como fin una o mas actividades que se
representarán en el transcurso del fogón.

  • ACTIVIDADES MÁS COMUNES

Las actividades más frecuentes desarrolladas en un
fogón son:

  • los sketchs
  • las danzas
  • los cuentos de terror
  • juegos chicos
  • cantarle al fuego o construirlo

Nota: generalmente las distintas actividades mencionadas se
van turnando en el transcurso del fogón.

  • CLIMAS DEL FOGÓN

En el fogón hay distintos climas, donde la persona (o
las personas) que lo dirigen deben tener en cuenta. Al comenzar
se siente un clima de expectativa, es allí donde los
animadores deben ayudar y alentar a la participación, al
entrar en las actividades. Esto se puede hacer con un canto que
ayude a avivar el fuego. Después se da comienzo en forma
de forma progresiva a un clima mas festivo por medio de danzas,
juegos chicos, después de llegar a ese clima festivo de
una forma progresiva el animador entra a bajar las
"revoluciones", esto se lo puede hacer con canciones mas
tranquilas, con sketchs, haciendo que se sienten, tratando de
mantener un silencio para luego ayudar a introducir el clima de
reflexión y oración. Llegado este momento el
animador guía la reflexión, invitando a sacar
conclusiones y por ultimo se culmina con una oración. Los
métodos para esta última parte quedan a criterio de
los animadores y al formato del grupo y al motivo del
encuentro.

  • ¿POR QUÉ REFLEXIÓN EN EL
    FOGÓN?

La reflexión dentro del fogón es tan importante
como las danzas, cantos y juegos. Hagamos memoria del significado
del fogón para nosotros y deduciremos esta pregunta. La
reflexión es necesaria para cerrar un buen fogón,
para compartir experiencias, para evaluar el encuentro, para
llevarlo a la realidad al fogón.

  • ¿QUE ES Y COMO SE DESARROLLA UNA VELADA?

La velada consta de una reunión ante el fuego o velas y
es utilizada para cantar canciones con guitarra, contar cuentos y
hablar temas de interés común.

Una velada es poco común en una campamento, usualmente
se escoge un fogón para dicho evento. La pregunta entonces
esta marcada ¿Cuando usarla?

En lo personal su uso esta explícitamente dado en,
reuniones de amigos, jornadas, formaciones, oraciones, eventos
especiales, etc.

Dinámicas de
presentación:

Son para iniciar encuentros, cursos, reuniones.
Fundamentalmente sirven para crear un ambiente de
comunicación.

Dinámicas de
comunicación:

Son para favorecer la comunicación interpersonal, para
buscar dialogo y para conocerse a si mismo y a los
demás.

Dinámicas para detectar
intereses:

Para descubrir necesidades, preocupaciones, intereses, etc…
Partir de lo que al grupo le interesa o buscar temas generadores
de problemática.

Dinámicas de exposición de
temas:

Nos ayudan a ver como exponer mas atractivamente un tema.
También nos ayudan a visualizar como favorecer la
discusión y profundización.

Dinámicas de concientizacion
social:

Son para analizar la sociedad y que se tome conciencia sobre
lo expuesto.

Dinámicas de
evangelización:

Son para reflexionar sobre la fe, vivencias y hacer
revisión de la vida que llevamos sobre lo hablado.

Importante para la animación pastoral

CONDICIONES PARA LA
DINÁMICA GRUPAL

Como hemos ido viendo, los grupos evolucionan en su
dinámica interna. A lo largo del proceso se dan
fenómenos distintos, las relaciones se van profundizando y
se presentan necesidades diferentes.

Esto sucede en cualquier tipo de grupo en el que nos
encontremos: en la familia, en el grupo de amigos, en el colegio
o en el trabajo… Sin embargo, aquí estamos
centrándonos en lo que sucede en la comunidad juvenil. Por
eso vamos a intentar definir, en grandes líneas, las
etapas por las que suele pasar este tipo de grupo que es la
comunidad juvenil.

En primer lugar, conviene recordar que en la comunidad juvenil
vive un proceso. Su objetivo final es la madurez en la fe de sus
miembros. Hay un punto de partida común: la fe, y un
horizonte: la madurez en la fe. Entre estos dos puntos se da el
proceso de evolución de la comunidad. En este proceso se
dan una serie de momentos o etapas:

  • Motivación e inicio de la experiencia
    comunitaria.
    Es el momento de configuración inicial
    de la comunidad. Los jóvenes llegan con algún
    interés, pero no existe una definición clara de
    la identidad comunitaria. Es momento de inseguridad personal
    (¿cómo resultará esto?) y los
    jóvenes tienden a buscar refugio en la figura del
    animador. Es el momento de empezar a conocerse unos a otros, y,
    desde ahí, se va configurando espontáneamente la
    estructura del grupo.

El desafío de esta etapa es crear un clima de confianza
y acogida, estimular el conocimiento mutuo y la
autoexpresión. Puede surgir conflictos en torno a la
definición de los objetivos o la integración.

  • Maduración de la fraternidad. La etapa
    anterior finaliza cuando a comunidad se configura como tal. Ya
    existe un ritmo, un cierto conocimiento mutuo, una
    relación, confianza, cercanía, claridad en cuanto
    a lo que buscamos juntos. En este momento, la comunidad
    fortalece su identificación con la persona de
    Jesús, quien los invita a revisar sus actitudes
    personales y grupales, así como los valores de la
    cultura en que se mueven, iniciando un proceso de
    conversión con el apoyo de la propia comunidad de
    creyentes.

En esta etapa, se trata de fortalecer la identidad comunitaria
en torno a la persona de Jesús y favorecer la
participación de todos los miembros de la comunidad,
descubriendo, valorando y estimulando el aporte de cada uno a la
vida comunitaria. También pueden surgir conflictos de
crecimiento, que si son bien afrontados son saludables y ayudan a
descubrir la capacidad de amar que va más allá de
las diferencias personales.

  • Maduración de la misión. En esta
    etapa, la comunidad, ya consolidada, fortalece su madurez en la
    fe, descubriendo en la Pascua de Jesús y la obra del
    Espíritu la fuente para el testimonio personal y la
    acción militante para la construcción de la
    Civilización del Amor. La comunidad, superadas ya las
    principales crisis de crecimiento y relación
    comunitaria, se abre a los demás y encuentra su sentido
    mas allá de sí misma, en el servicio a otros y se
    enriquece y madura con esta experiencia. La experiencia
    comunitaria invita a los jóvenes a "dar gratuitamente lo
    que han recibido gratuitamente", a ayudar a vivir a otros, de
    una u otra forma, las relaciones de amor, encuentro,
    cercanía y plenitud que ellos disfrutan en la
    comunidad.

Hay algunas condiciones que facilitan el crecimiento de una
comunidad cristiana:

Que se comparta la vida. Las comunidades cristianas
son un ámbito de compartir toda la vida, lo que a cada
joven le preocupa, lo que le interesa, lo que le sucede, y
leerlo desde la fe.

Con relaciones democráticas y participativas.
Donde cada uno pueda ejercitar los dones que ha recibido y
expresarse con libertad.

Que tengan a Jesús como centro. Eso es lo que
define a una comunidad como cristiana. Para ello, es preciso
que todos sus integrantes asuman como objetivo de su
unión crecer en la fe.

Abiertas al mundo. Las comunidades no pueden ser
sólo lugares donde nos encontremos a gusto. Desde
nuestra misión como cristianos, han de ser lugar de
revisión y de envío al servicio a otros, al
testimonio. Están llamados a ser signo para otros:
"Miren cómo se aman".

Organizadas. Que todos los integrantes tengan
claridad en cuanto a los objetivos de la comunidad (a donde
vamos), las actividades que se realizan (para que lo hacemos) y
capacidad para evaluarse y elevar el funcionamiento de la
comunidad.

LA
AUTOESTIMA

La autoestima es la aceptación básica de
nosotros mismos. Se construye en la historia de cada uno, en las
relaciones con los demás, en las experiencias que vamos
teniendo desde niños. Los problemas familiares, problemas
en la escuela, las cuestiones difíciles que hemos tenido
que enfrentar en nuestras vidas pueden provocar en nosotros un
sentimiento de baja autoestima, de no servir para nada. De la
misma forma, las experiencias positivas y las experiencias de
éxito suelen contribuir a que nos valoremos a nosotros
mismos, nos consideremos capaces, tengamos una alta
autoestima.

Pero también podemos, conscientemente, potenciar
nuestra autoestima. Conocernos y reconocer que, por encima de
nuestros defectos y limitaciones, somos personas valiosas,
creadas y queridas por Dios, y con posibilidad permanente de
crecer y desarrollarnos. La autoestima es muchas veces la que
hace que vivamos con sentimientos de felicidad o infelicidad. Una
autoestima equilibrada es necesaria para atrevernos a crecer y a
asumir nuevos desafíos, y también para
relacionarnos positivamente con los demás, porque solo
el que se acepta a sí mismo puede aceptar a los
otros.

Existen pistas, "técnicas" que nos pueden ayudar a
crecer en autoestima. Alguna de ellas son las siguientes:

  • Pensar positivamente acerca de uno mismo. Pensar al menos
    en nuestros puntos fuertes como en nuestros puntos flacos, en
    nuestros logros como en nuestros fracasos.
  • Acoger con alegría el aprecio y el afecto que
    recibimos de los demás. Permitir que los demás
    "se extiendan" cuando nos alaban sinceramente, en vez de
    atenuar los propios méritos, como solemos hacer.
  • Recordar en la noche cada día un par de ocasiones en
    las que nos hayamos sentido afirmados, y saborearlas de
    nuevo.
  • Recrear con la imaginación y la menoría
    episodios de nuestra vida en los que nos hemos sentido
    profundamente amados, y reconocer en ellos el amor de
    Dios.
  • Estar mas dispuestos a perdonarnos y comprendernos que a
    culpabilizarnos y castigarnos.
  • Acostumbrarnos a expresar clara y abiertamente nuestras
    opiniones y nuestros sentimientos, a defender nuestros derechos
    sin lesionar los derechos de los demás… y sin esperar
    a estar ya ten enojados que sólo podamos responder
    agresivamente.
  • Hacer favores cuando nos parece apropiado y lo deseamos, y
    no para complacer a los demás.
  • Atrevernos a potenciar nuestros talentos y descubrir
    nuestros recursos latentes.
  • Querer a los demás, y mostrárselo. Los
    demás también necesitan quererse más a si
    mismos, y ayudarles a ser felices nos hace ser nosotros
    también felices.

Para nosotros, como cristianos, existe además una
razón profunda y definitiva para querernos y aceptarnos a
nosotros mismos. Mucha gente pone su valía personal en el
hecho de ser más capaces que los otros; otros, en tener
mucho; otros en saber mucho; en tener mucho prestigio,…
Nosotros, sin embargo, sabemos que somos valiosos porque somos
hijos de Dios. Porque Dios nos quiere y nos ha querido desde
siempre, y nos llama a construir con Él su Reino

Desde ese amor inmenso y personal de Dios nos tiene, ninguna
persona es insignificante. Todos estamos hechos a imagen y
semejanza suya todos somos llamados y buscados por Él. Esa
llamada que Dios me hace me personaliza radicalmente, me da mi
identidad más profunda: hijo/a de Dios y hermano/a de
todos los hombres y mujeres.

LA MADUREZ
PERSONAL

PAUTAS DE MADUREZ PERSONAL

Vivir mucho más de acuerdo con los hechos reales
de la vida que con fantasías

y deseos:

No se puede negar que todos los seres humanos tenemos la
tendencia a deformar la realidad, a ver la vida de acuerdo a
nuestros deseos y necesidades. Probablemente no existe una
persona tan perfectamente madura como para reaccionar
completamente de acuerdo al verdadero carácter de las
situaciones.

Sin embargo, es preciso reconocer también que la
inmadurez lleva a las personas a reaccionar con optimismo
exagerado o con pesimismo exagerado, sin atenderse a lo que
indican los hechos reales. A este respecto la esencia de una
reacción madura es la capacidad de utilizar la propia
apreciación inteligente de los hechos, lo suficientemente
libre de las deformaciones que resultan de los temores y deseos
que tengamos.

Capacidad de vivir a base de valores de larga
duración y no de corta duración:

El hecho esencial consiste en aprender a renunciar a ciertos
placeres momentáneos, si se quiere disfrutar de placeres
más duraderos. La idea es aprender a aplazar las
satisfacciones inmediatas cuando estas amenazan bloquear,
obstaculizar o destruir las satisfacciones mas duraderas. Este
criterio no excluye los placeres temporales o las gratificaciones
pasajeras. En su tiempo, en su lugar, los placeres
momentáneos pueden no interferir en absoluto con los
duraderos.

La inmadurez lleva a vivir de valores corta duración,
colocando al individuo en situaciones destructivas para sí
mismo y para los demás. Se trata de aprender a postergar
satisfacciones momentáneas que ponen en riesgo las
satisfacciones más de fondo y de larga
duración.

Tener una adecuada conciencia interna:

En nuestra educación hemos aprendido a considerar la
"voz de la conciencia" como algo dado y estático, no
susceptible de ser examinado a la luz de la madurez y la
inmadurez. La verdad es que nuestra "voz de la conciencia" puede
ser demasiado estricta o demasiado indulgente, inapropiada o
madura.

Nuestra conciencia interna se estructura en la infancia basada
en el temor a los castigos y amenazas de los adultos, a base de
las necesarias prohibiciones que se le hace a los niños y
a base del control de las ideas extremas que los niños
tienen frecuentemente y que los asustan con las ganas de morir o
matar.

Una persona inmadura conserva la mayor parte de su conciencia
infantil, no permitiéndose la necesaria independencia
característica de la persona madura, porque esta
independencia es o parecerá ser algo prohibido o
amenazador en la infancia.

La conciencia madura es aquella que le permite al individuo
obtener satisfacciones que están de acuerdo a la
posibilidades, poderes y peligros reales, con los ideales y
normas de la madurez y que le prohibe toda satisfacción
que se oponga a la realidad, a los justos intereses de la persona
o que pueda perjudicar innecesariamente a otros. Se trata de
actuar con madurez y no a base de las prohibiciones de la
conciencia infantil o de la impulsividad de la etapa
infantil.

Capacidad de ser independiente:

Esta independencia no tiene nada que ver con el tumultuoso
rechazo a la autoridad ni tampoco con la necesidad de dominar a
otros, asumiendo en papel de "jefazo".

La independencia se refiere a la capacidad de
arreglárselas por sí solo cuando las circunstancias
así lo requieren, teniendo sentido de responsabilidad y
siendo capaz de sostener los propios puntos de vista. Este es un
punto particularmente difícil, puesto que la estructura
del desarrollo humano conspira en gran medida contra el
desarrollo de una verdadera independencia. Se cuida al
niño durante un largo tiempo, lo cual lleva a muchos a
incorporar la norma de la independencia, mas allá del
tiempo adecuado, haciendo que frente a algún aprieto, se
espere que alguien venga a su rescate y tome el control de la
situación por él.

Una tal dependencia tiene sus placeres, pero la persona madura
prefiere placeres de la madurez.

Capacidad de amar a otra persona que no sea él
mismo:

Aquí se usa la palabra amor en un sentido más
amplio, es decir, como la capacidad de establecer una
relación de verdadera amistad con otros, de tener en
cuenta los intereses de otros, así como los de uno
mismo.

La inmadurez en este aspecto, lleva al narcisismo, al
autoengrandecimiento o amor a sí mismo. De este modo los
demás sirven para el propio engrandecimiento, personas que
pueden prestarnos atención y admirarnos.

El resultado de esto es una profunda sensación de
vacío y soledad. Es natural y sano estar interesado en
sí mismo, preocupado por el propio crecimiento. Esto
implica generalmente, una actitud de cooperación con otros
y un desarrollo y crecimiento mutuo. La actitud narcisista
involucra una cooperación aparente, en la que al otro no
se le asigna otra misión que la de dar.

El narcisismo nace de la inseguridad y el temor, creyendo que
la única manera de superarlos es a través del amor
a su propia persona.

Capacidad de autocontrol:

Una moderada reacción de ira y de defensa de los
propios intereses es inherente a la madurez. Por moderada ira se
entiende una reacción adecuada al estímulo. La
inmadurez, por el contrario, malgasta su tiempo y
energías, enfureciéndose, enojándose en
exceso y tratando de destruir. Otros se sienten tan furiosos que
inhiben la menor acción por miedo a ser demasiados
agresivos.

Capacidad de depender de otras personas en grado
razonable:

Consiste en ser capaz de recabar consejos cuando es pertinente
y puede contribuir a mejorar las propias decisiones, ser capaz de
recibir amor y afecto de otras personas, ser capaz de aceptar a
otros cuando quieren dar. Todas estas formas de dependencia son
maduras y validas.

En los dares y tomares de la vida, la capacidad de tomar e tan
importante como la capacidad de dar. Las relaciones
interpersonales implican una interdependencia. Una persona madura
es capaz de dar mucho, pero también le gusta recibir.

Capacidad de utilizar mecanismos de defensa
saludable:

Todos los seres humanos tenemos la experiencia de sentir
impulsos que nos resultan conflictivos, que nos hacen sentir
culpables, avergonzados, heridos en el orgullo o inferiores.
Todos manejamos estas situaciones de algún modo. A esto se
llama mecanismos de defensa y hay mecanismos maduros y otros que
nos lo son.

Son mecanismos inmaduros el autocastigo, que pude tomar las
mas diversas formas, también la "negación" que
consiste en la política del avestruz, y la
proyección que consiste en ver la "paja en el ojo ajeno
porque se tiene una viga en el propio".

En cambio, son mecanismos saludables, la capacidad de
enfrentarse francamente a sí mismo y los conflictos, la
reparación, la renuncia en favor de algo constructivo,
etc.

Identificación positiva con el propio
sexo:

Este indicador de madurez tiene dos aspectos importantes. Se
relaciona con la identificación positiva con el propio
género, asumiendo el papel social que le corresponde, -sin
conflictos que perturben el desenvolvimiento. Es claro que en
nuestra sociedad, la mujer ha tenido y aun tiene un papel
desmerado. La identificación positiva con su sexo, no
implica negarse a las tareas del cambio cultural que abren camino
a una mayor igualdad. Sin embargo, esto no debe confundirse con
guardar resentimientos por no ser hombre. Por el lado masculino,
el machismo o el abuso de autoridad masculina esconde
también una mala identificación con el propio sexo,
a causa del temor a no ser suficientemente hombre. La buena
adaptación sexual implica también la capacidad de
vivir relaciones heterosexuales estables, basadas en un amor
maduro, que ha superado las idealizaciones, las fantasías
platónicas, el virilidad, la promiscuidad, etc.

Tener una buena adaptación al trabajo:

La buena adaptación al trabajo implica la capacidad de
establecer relaciones de cooperación y equipo, la
capacidad de aceptar responsabilidades y evitar el exceso de
trabajo genera angustia. Esto se relaciona con ver el dinero como
un medio y no como un fin en sí mismo. Se relaciona
también con el sano espíritu de superación
sin voracidad, y sobre todo en el tener como medida de los logros
personales.

EL CAMINO DE LA
MADUREZ

Estas pautas pueden no coincidir con las que maneja la
sociedad para catalogar a una persona como "madura". Socialmente,
suelen considerarse como signos de madurez el haber alcanzado
determinada edad, haber obtenido un título, tener
seguridad laboral y económica, formar una familia, etc.,
sin tener en cuenta que características hay en las
personas detrás de los logros visibles.

Nuestro entorno (familia, amigos, compañeros de trabajo
o de estudio) muchas veces, influenciados por esta falsa
visión, nos exigen que nos esforcemos para alcanzar
determinadas metas (recibirnos, comenzar un noviazgo, casarnos)
sin tener en cuenta que quizás no podemos lograrlas porque
necesitamos antes superar problemáticas personales que nos
traban, impidiéndonos llegar a ellas.

Por todos estos motivos es muy importante tener en cuenta en
nuestra formación, en nuestro crecimiento aquellos
aspectos de nuestra persona que se encuentran más flojos.
Para esta tarea es muy importante contar con una comunidad como
apoyo para el crecimiento personal de cada uno de sus miembros,
para que cada uno pueda hacerse cargo de su vida y de su proyecto
(protagonismo), para compartir lo que le pasa a cada uno y darse
fuerza para seguir aunque para crecer haya que renunciar a
comodidades y elegir no por el camino más
fácil.

EL PROYECTO DE
VIDA

Nuestra vida es realmente un camino. También la vida de
los jóvenes a los que acompañamos. Seguimos una
determinada dirección, tenemos un punto de partida y un
"terreno" determinado, con unas u otras dificultades. Pero
tengamos el terreno que tengamos, podemos elegir distintos
itinerarios y distintas direcciones. Lo importante es que sepamos
a dónde queremos ir, conozcamos el terreno en el que
estamos actualmente y busquemos la mejor manera de ir hacia
allá. Esto es tener un proyecto de vida.

Como requisitos para poder elegir el proyecto de nuestra vida,
está todo el proceso de personalización que hemos
ido viendo. Si no somos dueños de nosotros mismos, si no
nos conocemos, no podemos elegir el camino que deseamos:
pensaremos que no hay obstáculos donde sí los hay o
nos moveremos en función de otros que en realidad no
existen. Una vez que vamos reconociendo el terreno que pisamos,
lo siguiente que es necesario es elegir a dónde queremos
ir. Y luego buscar la mejor manera de caminar hacia allá,
yo, como soy y con lo que tengo, hoy, paso a paso.

En nuestra sociedad hay múltiples ofertas. Unos nos
invitan a seguir el camino del prestigio, de la plata, del poder,
del consumo, otros el camino que se dirige al amor, otros el
camino que dirige al placer… Todos pretenden conducir a la
felicidad. Mucha gente no se plantea elegir su forma de vida
consciente, y, sin querer, se mete en uno de esos caminos que se
nos ofrecen y que son los más accesibles. Y hay que tener
en cuenta que, en lo que respecta a nuestra vida, o elijo o
eligen por mí
. Siempre caminamos hacia algún
lado, y si yo no decido cuál quiero que sea la
dirección, caminaré en la dirección que a
todos les interesa. Por eso es importante que cada uno sepa
elegir en lo cotidiano, pensando qué es lo que va en la
dirección que desea u qué es lo que va en contra,
aunque parezca a primera vista muy atractivo.

Jesús también nos ofrece un camino, y, si
nosotros estamos aquí, es porque queremos seguirlo y
ayudar a otros a seguirlo. Jesús nos invita a seguir
nuestro propio camino, pero con él y siguiendo sus
huellas. ¿Cómo entra Jesús en nuestro
camino?

EL SEGUIMIENTO DE
JESÚS

Todos los que estamos aquí nos consideramos cristianos.
Eso quiere decir que tenemos una cierta relación con
Jesús, que Jesús está presente en el camino
de nuestra vida hoy. También tenemos relaciones con muchas
otras personas, pero existen muchos tipos de relaciones.
¿Cómo es nuestra relación con
Jesús?

Podemos ser Simpatizantes y admiradores de
Jesús. Los evangelios nos cuentan que un hombre muy rico,
llamado Nicodemo, solicitó una entrevista con
Jesús. No se atrevía a ir a verle el día,
porque le hubiera supuesto problemas a la gente de su grupo. Sin
embargo, él admiraba a Jesús, sentía
simpatía por sus obras y sus palabras. Nicodemo, en ese
momento, no tenia todavía fe. La tendría
después, cuando Jesús murió y él se
declaró públicamente seguidor suyo.

Tampoco los discípulos tuvieron fe desde el primer
momento. Empezaron siendo admiradores simpatizantes de
Jesús. Todos comenzamos así. Nos gusta lo que vemos
de Jesús, lo admiramos, nos acercamos a Él,
queremos conocerle, pero aún no tenemos un compromiso
vital con Él. Pero es necesario comenzar siendo
simpatizantes.

Con el tiempo y la relación, la simpatía y la
admiración por Jesús nos van convirtiendo, si
queremos, en partidarios. Un partidario es alguien
que está de acuerdo con el mensaje y las ideas de otra
persona y actúa en consecuencia. Somos partidarios de
Jesús cuando queremos vivir nuestra vida de acuerdo con su
mensaje, cuando tratamos de llevarlo a la práctica en
nuestras relaciones con los demás, en el trabajo, en la
parroquia o en el movimiento, en la familia, en la vida de todos
los días. Eso ya es mucho más que ser solo
admirador.

Pero, aunque ser partidario ya es un gran paso, Jesús
nos invita a algo más. Los primeros cristianos eran unos
partidarios muy personales, que establecían con
Jesús relaciones muy estrechas. No sólo eran
partidarios, sino amigos suyos. Se involucraban, no sólo a
sus ideas, sino sobre todo a su persona. Eran
seguidores.

Jesús nos invita a ser seguidores. A involucrarnos con
Él con toda la vida. Sea cual sea nuestro camino, lo
importante es que siga las huellas de Jesús, caminar con
Él…

A. El problema de definir qué es
comunicación.

No es fácil determinar cuáles sean las
propiedades de ese fenómeno tan conocido de todos que es
la comunicación, que deben entrar en una definición
adecuada del mismo. Si pasamos revista a los autores que han ido
delimitando lo que creían era cualidad esencial de la
comunicación, tendremos la sensación de falta de
acuerdo.

Berelson y Steiner (Human
Behavior, N.Y. 1964), insistían en lo que tiene la
comunicación de "transmisión", y así definen
comunicación como "el proceso de transmisión de
información, ideas, emociones, etc. por medio del uso de
símbolos = palabras, dibujos, figuras, gráficos,
etc."

Shannon y Weaver (The mathematical Theory of
Comunication, Urbana, 1949), sin rechazar el elemento
"transmisión" como importante, añadían otro
que más tiene que ver con "influjo": "Comunicación
es todo aquello por medio de la cual una mente humana afecta a
otra". Esta definición es retomada más tarde por el
conocido psicólogo social Schachter (Deviation,
rejection, and Comunication, Journal of Abn. And Scc.
Psych., 1951, 46, 190 – 207), cuando define
comunicación como "aquel mecanismo por medio del cual se
ejerce poder sobre otro".

En una línea distinta, las definiciones más
típicamente conductistas se fijan en lo que tiene la
comunicación de "reacción": "Comunicación es
la elicitación de una respuesta a través de
símbolos verbales" (así, por ejemplo Dance, "The
concept of communication", Journal of Communication, 1970,
20, 201 – 210).

Una orientación más pragmática, y
más interesada en distinguir lo que es "buena
comunicación" de "mala comunicación", se fija en la
propiedad que podríamos llamar de "compartir
significativos": Fotheringham (Perspectives on
Persuasión), Eoston, 1966), definiría
comunicación como "aquel proceso que hace común a
dos o más lo que hasta el momento era monopolio de uno, o
unos pocos". Por eso una comunicación buena es aquella en
la que un receptor es capaz de percibir un significado semejante
al que existe en la mente del comunicante".

Y no hay que olvidar a aquellos que ven en la propiedad de
integración social el elemento constitutivo de la
comunicación. Colin Cherry (On human communication,
Cambridge Mass. 1964), definía la comunicación "el
hecho de establecer una unidad social a partir de individuos
aislados, por medio del uso del lenguaje y otros signos. Es, en
una palabra, el hecho de compartir normas comunes para realizar
acciones comunes, que lleven a la consecución de objetivos
comunes". En esta misma línea están todos aquellos
que definen comunicación como "el proceso por medio del
cual un agregado de personas se transforma en un grupo que
funciona como tal".

Harnack y Fest, en 1964 (Group Discussion, N.Y. 1964) llevan a
sus últimas consecuencias esta definición, cuando
hablan de comunicación como del "proceso por medio del
cual los individuos interaccionan con el fin de lograr una
integración interpersonal e intrapersonal".

Como vemos el concepto de comunicación, que
aparentemente, es simple y conocido por todo hombre, presenta su
confusión en Psicología. En realidad nosotros, en
este momento, vamos a tomarlo prácticamente como
sinónimo de interacción. Los aspectos que
más nos van a interesar son los puramente
psicológicos. Aunque para entenderlos mejor vamos a
reconocer que existen dos perspectivas importantes desde las que
se considera normalmente la comunicación interpersonal,
que son en alguna medida contrapuestas, y que conviene hacer
conscientes antes de comenzar ninguna otra
consideración.

B. La perspectiva mecanicista.

Es una perspectiva muy atractiva para el científico a
la hora de considerar cualquier fenómeno, porque insiste
en las relaciones de causalidad, que tanto ayudan a poder
"predecir" qué sucederá como consecuencia de un
suceso cualquiera.

Considerar la comunicación desde un ángulo
mecanicista, lleva consigo concebir la comunicación como
un encadenamiento de causas y efectos. O mejor, como "algo que
influye en otro algo". Dicho más sencillamente, en una
concepción mecanicista de la comunicación, el que
se ocupa de ella tiene muy presente que una información,
que suele llamarse un MENSAJE, va, a través del espacio,
de un lugar a otro. La vía por la que ese MENSAJE circula
es lo que se llama CANAL O VÍA DE COMUNICACIÓN; y
siempre es una forma de conexión entre la FUENTE u origen
de la comunicación, el RECEPTOR de la misma. Claro esta
que como comunicación lleva siempre consigo un intercambio
de mensajes, la fuente y el receptor se van cambiando de papel
sucesivamente. Tanto que a veces no es claro quién es la
fuente originaria y quién era al principio el receptor, y
hay que hablar de cada uno de ellos ambiguamente como de
FUENTE/RECEPTOR simultáneamente.

Vamos a plasmar en un dibujo muy esquemático lo que
sería la comunicación desde una perspectiva
mecanicista:

Este sencillo esquema tiene serias implicaciones que se pueden
resumir así:

1) Al dar gran importancia al hecho de transmitir un mensaje
de una fuente a un receptor, que por fuerza están
separados, y entre los cuales no hay contacto inmediato, se hace
necesario introducir los conceptos de codificación
y descodificación del mensaje. Es decir hace
necesario fijar la atención en los sucesivos procesos de
transformación del mensaje que hacen posible que
éste "se acerque" desde la fuente al receptor, y
éste a su vez pueda "entenderlo" tal como era en su
origen.

2) Esta perspectiva pone mucho énfasis en los problemas
de fidelidad. Así como en un transmisor
mecánico lo importante es que sea de "alta fidelidad",
así un a comunicación interpersonal será
mejor cuanto con más fidelidad sea recibido por el
receptor lo que el transmisor envió en su mensaje.

3) Como la fidelidad nunca es exacta, debido a toda clase de
interferencia, éstas han de ser tenidas en cuenta y
analizadas; suelen recibir el nombre de ruidos.
Naturalmente una perspectiva mecanicista de la
comunicación no solamente considera los ruidos externos,
sino también los internos a los participantes en la
comunicación misma. En este sentido es ruido toda
actividad que selecciona elementos informativos, toda actividad
que añade elementos informativos que en su origen no
pertenecían al mensaje, y toda actividad que interpreta o
sustituye un elemento informativo por otro

4) El modelo mecanicista, por su misma naturaleza, debe
inclinarse por subrayar la importancia del concepto de
feedback, que define sencillamente como "todo mensaje que
surge en respuesta a un mensaje previo".

Este concepto de feedback hace que adquiera un cierto tono de
universalidad, ya que no hay ningún mensaje que no obtenga
alguna forma de respuesta. Ello hace decir a algunos autores que
la vieja polémica de si es más conveniente una
comunicación "unidireccional" o "bidireccional" (en uno o
en los dos sentidos), no tiene sentido: en realidad la
comunicación es en dos sentidos; el sujeto fuente siempre
es simultáneamente receptor; y la situación de
unidireccionalidad total (una situación en la que no se
diera absolutamente ningún feedback) es imposible a no ser
en el laboratorio, como situación artificial.

5) Un último elemento aun no considerado, y que el
modelo mecanicista siempre tiene en cuenta en sus esquemas, es el
de intermediarios. Probablemente lo debemos a Kurt
Lewin el concepto, que el bautizo con la palabra inglesa
"gatekeeper", que le servia para indicar a todas aquellas
instancias que se sitúan entre el sujeto fuente y el
sujeto receptor, y que al hacer de intermediarios entre ambos,
filtran la información entre ambos. De hecho fueron
llamados "conserjes" de la comunicación por su labor de
"dejar pasar unas partes del mensaje y sin embargo
impedírselas a otras".

La función de los intermediarios es especialmente
importante de analizar cuando se estudia la comunicación a
un nivel más abstracto y sociológico: es decir, muy
especialmente cuando se trata de la comunicación de masas.
En este caso el intermediario suele ser un grupo, un libro, un
periódico, la TV, o, naturalmente, una persona. El hecho
de que llamemos a alguno de estos elementos re –
transmisores subraya muy enérgicamente su función
de intermediarios.

Muy esquemáticamente, por tanto, habría que
modificar el esquema propuesto más arriba, de la manera
siguiente:

Es frecuente, entre los teóricos de la
comunicación, el poner precisamente en la existencia de
intermediarios la diferencia característica entre
comunicación de masas, o comunicación "mediada", y
comunicación interpersonal, o "comunicación cara a
cara".

Finalmente podemos decir que hasta hace muy poco toda la
investigación en el terreno de la comunicación
emanaba de una concepción mecanicista de la misma. Desde
luego es un modelo que sigue teniendo gran vigencia a la hora de
analizar problemas de persuasión, e influencia
mutua.

Durante un tiempo despertó la curiosidad del gran
público al plantear la duda de sí existirían
canales de comunicación, y por tanto de influjos en los
receptores, subrepticios. Es decir, "subliminales". Hoy en
día, el haber fracasado varias investigaciones acerca de
la eficacia de tales canales de comunicación, ha remitido
la misma curiosidad popular.

La propaganda, que podría haber desarrollado mucho la
investigación a partir de este modelo, sobre todo la
propaganda política, no suele ser muy rigurosa en sus
métodos (se suele decir en el argot americano, que los
especialistas en propaganda operan con el pragmático
principio de "wathever works, works").

El tipo de estudio más frecuente a partir de este
modelo, ha sido el de Collins y Raven sobre los tipos de
redes de comunicación (Cfr. "Group Structure Atracttion,
Coalitions, Communication ans Power", en Lindsay y
Aronson, The handbook of Social Psychology, 1966, Vol.
IV, p. 102 – 104).En el fondo son estudios sobre la funcionalidad
del ocupar un lugar más o menos central dentro de las
diferentes formas de redes de comunicación, es decir, que
son estudios sobre los tipos de intermediarios que pueden existir
dentro de un grupo pequeño, y sus efectos en rendimiento
del grupo.

Redes de comunicación: La rueda, el
círculo, la cadena, la Y.

Pero donde el modelo mecanicista adquiere toda su importancia
es en aplicaciones muy precisas, como son el análisis y
tratamiento de las redes formales y las informales de
comunicación dentro de las organizaciones.

Uno de sus hallazgos más llamativos en su momento fue
el que llevó a Lazarsfeld y Berelson a hablar – en
el terreno del influjo social – de un tipo peculiar de
intermediarios en la comunicación política, que
fueron los llamados "líderes de opinión".
Según este estudio el importantísimo flujo de
información política que proviene de los
líderes de los partidos a través de los medios,
pasa por unos intermediarios con un imperceptible rol grupal, que
serían los verdaderos responsables de lo que el ciudadano
medio va a opinar y en último término va a votar.
El estudio, aún vigente, se puede consultar en Lazarsfeld,
P.F., Berelson, B. Y Gaudet, ., The People´s Choice,
N.Y. 1948.

C. La perspectiva psicologista.

Probablemente no existe una perspectiva
psicológica. Aquí vamos a llamar así a
aquella perspectiva que idealmente sintetizzará varios
principios de primera magnitud en Psicología. Sería
una perspectiva que uniera una forma post – skinneriana de
pensamiento con una actitud fuertemente cognitiva.

En esencia la perspectiva psicologista considera la
comunicación como una serie de respuesta a
estímulos que provienen del exterior, con el
convencimiento de que entre esos estímulos y esas
respuestas se dan unos procesos no observables, de índole
cognitiva, solamente deducibles a partir de la observación
de la conducta de los sujetos participantes. Ello hace que en
esta perspectiva se de importancia al aspecto de "caja negra" que
tiene "el interior cognitivo" de los participantes en cualquier
comunicación.

Así como en la perspectiva mecanicista el
interés primordial se centraba en el estudio de los
canales de comunicación que hacen a los mensajes
más exactos y eficaces, en la presente orientación
el interés se centra en la predicción de
cómo reaccionar un sujeto al recibir una
comunicación. Como esta predicción se revela
inútil cuando se hace a partir solamente del
estímulo percibido, hay que profundizar en los estados
internos de cada sujeto, que acaban siendo los verdaderos
responsables de la respuesta. Estos estados internos están
impregnados de historia: es decir, que contienen elementos de
estimulaciones precedentes, presentes en el momento actual, y que
afectan a cualquier respuesta que se de en una situación
posterior y que aparezca como semejante a las anteriores.

Otros elementos importantes de este modelo: el concepto de
campo de estímulos. Toda persona se mueve en un
campo donde proliferan los estímulos informativos. Tan es
así que no existe humano capaz de recibir y procesar tal
cantidad de estimulación. Se hace necesario someter todo
ese cúmulo de datos a un proceso de selección e
interpretación. Por eso todo comunicante (creador
de estímulos él mismo, para el campo de
estímulos de otras personas) ha de ser llamado
COMUNICANTE / INTÉRPRETE. Un comunicante tiene la
capacidad de producir estímulos en forma de signos y
símbolos (un proceso semejante al que antes
llamábamos de "codificación". Además, en
su función de intérprete, es capaz de
someter a procesamiento los estímulos recibidos, por medio
de o que llamaremos FILTROS conceptuales. Naturalmente que
bajo este nov re de FILTROS hemos de englobar todas
aquellas realidades que llamaremos actitudes, emociones,
imágenes de uno mismo o de los demás… De todo
ello se hablará más detalladamente.

Como se puede ver, lo verdaderamente interesante para una
concepción psicológica de la comunicación lo
verdaderamente interesante es indagar en el proceso interno (es
decir, el que se da dentro de cada uno de los sujetos
implicados en la comunicación) que sigue cualquier
mensaje, más que en el proceso a que el mensaje se ve
sometido en su tránsito por el canal. En este sentido
cualquier trato verdaderamente psicológico que se de al
tema de la comunicación – aún si este es de
raíz conductista – acaba siendo humanista de raíz,
ya que se ocupa de lo que en la comunicación pone el
hombre de mas íntimo.

Podríamos decir que si existen varios niveles de
comunicación: comunicación interpersonal,
intrapersonal, grupal, etc. En una concepción psicologista
de la misma, la comunicación más importante
(condicionadora de todas las demás) es la
intrapersonal. Por eso muchos estudios de la
comunicación humana desde una perspectiva psicologista
llevan su atención al estudio de ese núcleo
intrapersonal, organizador de todos los filtros, que es el
concepto propio (o "propia imagen").

Algunas implicaciones que se desprenden de este esquema:

1. Quizás la manera más directa de tener acceso
a ese mundo interior de filtros, etc. es el uso de medidas
indirectas y escalas que a través de la observación
cualificada de conductas lleguen a lo que hay tras ellas. Escalas
de Likert, de Thurstone, semántico diferencial, etc. se
emplean profusamente.

2.Esto lleva a que frecuentemente los problemas de
método, de validación de medidas, etc. pasen a ser
más importantes que ningún otro.

3.Al concebir al comunicante / intérprete como
un ser eminentemente activo en su interior, pasan a tener mucha
importancia en esta concepción de la comunicación
todas las estratagemas, mecanismos, etc. por medio de las cuales
el comunicante evita temas, los transforma, etc. sino "van bien"
con lo que ya es y piensa. Solo si profundizamos en sus
mecanismos de defensa y selección de estímulos,
podemos predecir algo acerca de la conducta futura de una persona
que entra en comunicación.

Téngase en cuenta que el mero hecho de que "le llegue"
un mensaje no garantiza de ninguna manera que se vaya tal y cual
reacción. Lo verdaderamente definitivo es que
además el proceso asimile y haga suyo tal mensaje;
cosa que, naturalmente, hará a su propia manera.

4. Los terrenos en lo que esta orientación de la
comunicación ha obtenido resultados más fecundos
han sido el terreno del cambio de actitudes, en la
organización el terreno de la comunicación entre
personas de distinto status y los filtros a que someten su
interacción recíproca, y sobre todo el terreno de
la comunicación en pequeños grupos que se
relacionan cara a cara. También es sumamente importante la
aplicación de los conceptos y métodos de esta
concepción de la comunicación en el estudio de la
relación de ayuda, de la terapia y de la dinámica
de grupos.

Conclusión: en las páginas que siguen se
va a desarrollar, como es natural, la perspectiva
psicológica de la comunicación. Es decir, aquella
que entiende por comunicación toda relación
interpersonal. Lo cual quiere decir que consideramos más
necesario, a efectos de mejorar la calidad de la
comunicación el estudiar y mejorar los factores que
actúan afectando a la totalidad de la persona (factores
emocionales, etc.), que estudiar y mejorar más puramente
técnicos (como serían la concisión y
claridad de las palabras, la lógica interna del mensaje,
etc.).

Dimensiones de la comunicación.

Consideramos tres principales:

1st. Intensidad: Depende de la importancia de lo que
se comunica. Es un factor subjetivo; lo intenso para uno
puede ser poco intenso para otro. La intensidad de una
comunicación suele manifestarse en el nivel de
intimidad: quién y cuántos conocen este
contenido preciso. En el nivel de emotividad, medible por
los índicos que suelen usarse en Psicología
experimental: presión sanguínea, dilatación
pupilar, ritmo cardíaco, etc. Y nivel de riesgo
sentido por el sujeto que hace esta comunicación.

2nd. Modalidad. Básicamente existen dos
modalidades, la verbal y la no verbal. Las principales
formas de comunicación no verbal son:

a. La postura corporal, que expresa especialmente las
polaridades: "superior – inferior", "dominancia –
sumisión" y "tensión – relajación".
También expresa los diversos roles. Esta muy influida por
elementos culturales.

b. Contacto corporal, que, en nuestra cultura suele reducirse
– fuera de la familia – a las manos. Lo más expresivo es
que partes del cuerpo son tocadas y por quién.

c. Proximidad física, importante sobretodo en las
expresiones de intimidad y dominancia. Es relativa al entorno
físico (en el metro, por ejemplo, no expresa nada).

d. Orientación respecto al otro: en paralelo, frente a
frente, etc. Expresa diversas actitudes interpersonales.

e. Gestos, a menudo involuntarios, comunican estados
emocionales.

f. Movimientos de cabeza, que refuerzan y sobretodo controlan,
la sincronización de la conversación.

g. Expresión facial, el gran medio de proporcionar feed
– back al interlocutor.

h. Apariencia, vestido… aspectos expresivos bajo control de
la voluntad.

i. Aspectos no lingüísticos del lenguaje hablado.
En la experimentación el oyente reconoce entre el 60% y el
70% de las veces la emoción expresada en el tono de
un actor que lee un párrafo de contenido neutro.

3º. Contenido. Puede ser muy diverso :
pensamientos, sentimientos, valores…Y todo esto a
propósito de muchos temas: finanzas, vida sexual,
política…

Filtros en la comunicación y el problema de la
selección de contenidos.

Ya hemos dicho que los filtros, más que una censura
consiente son una trama de decisiones que el aprendizaje ha
enseñado a tomar automáticamente, y que reflejen
los siguientes factores específicos.

a. La imagen propia: Todo interlocutor tiene una
imagen de sí mismo (self-concept), impregnado de
sentimientos del propio valor y autoestima. Esta imagen,
con su necesidad de mantenerse inalterada, selecciona el estilo,
los términos, etc. de la comunicación. No solamente
el contenido .

b. La imagen que tengo del interlocutor. Hace de filtro
cuando es: una imagen relativa a mi: es superior o
inferior, más o menos poderoso, más o menos
abierto, etc. La imagen del otro esta cargada de
emocionalidad, y hace que mucha atención que
debería ir dirigida al mensaje, se dirija a la forma que
debo tener para relacionarme "con esta persona concreta".

c. La definición de la situación: No
solamente actúa de elemento seleccionador de contenidos,
sino de auténtico filtro del tono, forma y
términos. Adaptamos nuestra comunicación para
hacerla coherente con la situación a la que ha de
servir, tal como nosotros lo definimos: no hablaré
igual si la situación se llama noviazgo, que si se llama
simple amistad. En el momento que se define la situación
se definen simultáneamente los roles sociales de los que
en ella toman parte; roles que tienen el valor de filtros como
constitutivos importantísimos de la propia imagen.

d. Motivos, sentimientos y actitudes: Está
suficientemente explicado como influyen en la selección de
contenidos los motivos, los sentimientos y las actitudes. En
realidad toda respuesta emitida expresa (además del
contenido obvio) las necesidades personales y situaciones
emocionales del que comunica algo. O, yendo aún más
lejos, su mundo profundo de impulsos.

e. Hábitos, condicionamientos y otros elementos
aprendidos. Es decir, el paso dejado en el comunicante –
intérprete por experiencias semejante habidas
anteriormente en su historia.

f. Expectativas: Nos referimos ahora a toda la serie de
expectativas que tenemos acerca de lo que hará esta
persona concreta, por lo que ella misma es o por lo que cabe
esperar del grupo al que pertenece. Estas expectativas se forman
a partir de experiencias pasadas, preconcepciones, estereotipos.
Un elemento importante a la hora de engendrar y proyectar
expectativas son las primeras impresiones.

Conviene notar que las expectativas, al actuar de filtros de
la comunicación tienden a confirmarse ("provocaré
aquello que espero de antemano", con lo cual constato que "se ha
realizado la profecía"), y por tanto tienden a
introducirnos en procesos circulares – verdaderos círculos
viciosos – de los que es difícil salir.

Dobles mensajes y el arco de
distorsión.

Normalmente se suele entender la comunicación como un
simple enviar mensajes de una persona a la otra, tal como se
representaría en el siguiente esquema:

Este esquema valdría quizá para comunicaciones
simples, tales como "coge ese libro", "cierra la puerta". Aunque
incluso ya en estas comunicaciones tan simples la
comunicación puede ir acompañada de unos
armónicos que van más allá de un simple
mensaje. Imaginemos que "coge ese libro" ha sido dicho por un
profesor muy harto de percibir al alumno como vago y descuidado.
El mensaje pasa a ser algo más que una mera
indicación objetiva.

Una representación más exacta de los que es la
comunicación podría ser la siguiente:

Al arco 1 se le suele llamar "arco de distorsión".
Efectivamente A comunica mucho más de lo que
pretende. A menudo este mensaje, que se transmite por medio de
canales no verbales (gestos, tonos de voz, posturas, etc.)
distorsiona e incluso niega y contradice el mensaje
pretendido.

Los filtros que enumerábamos antes, no solamente
actúan de selectores de la comunicación, sino que
normalmente actúan como moduladores de la misma. Son los
que colorean el mensaje voluntario de tonalidades significativas.
Muy especialmente la propia imagen.

Un esquema útil: La llamada "ventana de
Johari".

Se trata de un modelo útil para aproximarse al
fenómeno de la comunicación y analizar la
dinámica de las relaciones interpersonales. Toma su nombre
de los de sus autores, Joseph Luft, y Harry Ingham,
y ha llegado a ser de gran popularidad.

Según el esquema podemos considerar a la persona como
dividida en cuatro áreas o zonas. Naturalmente el hombre
es un todo y funciona como una unidad; la división en
cuatro áreas propia de este esquema no tiene más
función que la de facilitar el análisis.

Las cuatro zonas vienen definidas por el carácter
más o menos público de sus contenidos: por el hecho
de que estos sean o no conocidos por mi mismo, o sean o no
conocidos por los demás. Se podrían representar de
la siguiente manera:

Descripción de las cuatro áreas: Hay
zonas de nosotros mismos que nosotros conocemos (I y II) y
áreas que desconocemos (III y IV). Y hay zonas que los
otros a su vez conocen ( I y III) y zonas que desconocen ( II y
IV). La zona I es por tanto conocido por mi y por mi
interlocutor, la II solamente la conozco yo, la III solo la
conoce el otro, y la IV no lo conozco yo ni la conoce el
otro.

Al descubrir las cuatro zonas en más detalle veremos
que este conocer es relativo. Tampoco son exactos los
límites de las cuatro zonas; hay contenidos que aunque
pertenecen a una de las cuatro zonas o áreas, pueden
"asomarse" a las otras.

AREA I: Yo abierto o área de libre
actividad. Aquí incluimos todo lo que es de
fácil acceso para mi y para otras personas.
Básicamente está ahí todo un mundo de datos,
temas, ideas… que normalmente no tenemos porque ocultar. Los
demás lo conocen porque es obvio (sexo, raza, ideas en el
grupo al que pertenezco…) o porque yo lo comunico con facilidad
casi en cualquier conversación casual: por eso Luft la
llamaba "área de libre actividad".

AREA II: Yo oculto o evitado. Aquí está
el mundo de los sentimientos, "secretos", experiencias
íntimas. En principio es algo que solamente nosotros
conocemos y comunicamos con dificultad (incluso podemos decir que
estos contenidos son lo inefable, lo no decible). A veces
contenidos de esta zona pasan a la zona I y los comunicamos, pero
no todos con la misma dificultad. Los sentimientos que con
más dificultad comunicamos son aquellos que no tienen que
ver con la situación presente (con el aquí y el
ahora), aunque sean más objetivamente intensos que otros
que si tienen que ver con ella. Más nos cuesta comunicar
sentimientos relacionados con el aquí y el
ahora, con el contigo, aunque sean aparentemente
más triviales. Pueden ser más comunicable decir
"odio a mi padre", que "me molesta el olor de tu aliento".

AREA III: Yo ciego o desconcertante. Aquí esta
lo que los demás ven en nosotros, y nosotros no vemos. Es
la "impresión" que causamos en los demás y el
impacto de nuestras conductas en ellos. Lo comunicamos sobre todo
a través de signos no verbales que el otro decodifica
mejor que nosotros mismos. Ejemplos de contenidos de esta
área pueden ser sentimientos de inferioridad, necesidades
de controlar, avidez, etc. que están en
contradicción con nuestra propia imagen, son filtrados y
solamente se comunican subrepticiamente y de manera no conciente,
aunque el receptor los perciba con claridad. Le hemos llamado
también "Yo desconcertante" porque cuando alguien
nos lo devuelve nos desconcierta el equilibrio interior y
tendemos a defendernos. Nuestros mecanismos de defensa se
encargan de que no hagamos consiente lo que hay allí. Los
mecanismos más frecuentemente empleados son los de
negociación simple (no soy así como lo dices), y
racionalización (no, no es que sea cobarde, es que
soy prudente). Es verdad sin embargo que lo que nuestras defensas
no nos dejan ver, lo ven los otros con más facilidad.

AREA IV: Aquí está lo que en unos
presupuestos psicoanalíticos llamaríamos
inconsciente: impulsos profundos, motivos ocultos, motivos
relegados de la conciencia… Normalmente desconocemos todo esto,
aunque no faltan indicios que nos hagan sospechar su
existencia.

Las cuatro zonas están relacionadas entre sí: un
cambio en una de ellas afecta a las otras. Si la I aumenta
de tamaño disminuirá la II, y probablemente
se creará un clima que me permitirá conocer algo de
la III, que también disminuirá de
tamaño. Cuanto más grande sea la parte de mi Yo
abierto, a expensas de las otras zonas, más me
conocerá, menos barreras tendrá para el contacto
con los demás, y mi comunicación será
más madura. De hecho el fruto del proceso es una
maduración del individuo total, de modo que se puede
hablar del valor terapéutico de la comunicación
interpersonal.

Niveles de comunicación

A partir del esquema anterior podemos visualizar diversos
niveles de comunicación. Imaginemos dos interlocutores, o
dos persona que mantengan una relación interpersonal, cada
una con su mundo interior al modo antes descrito.

D

 

A

B

 

C

 

Cada flecha representa gráficamente un nivel de
comunicación. El hacernos conscientes de estos
niveles, que se dan en nuestras interacciones diarias, nos
permite analizar nuestro propio estilo de comunicarnos con los
demás y facilita el descubrimiento de nuevos estilos y
canales de relación.

nivel 1º: A

De yo abierto a Yo abierto. La mayoría de nuestras
relaciones interpersonales se dan a este nivel. En si no es un
nivel "pobre"; lo llega a ser si es el único empleado en
nuestras relaciones interpersonales. Se prescinde del mundo del
afecto: ni conocemos los nuestros, ni nos hacemos eco de los del
otro, sobre todo si están referidos al momento
presente.

nivel 2º: B

Se da cuando deliberadamente comunicamos sentimientos o
contenidos racionales "secretos". En este caso parte del la zona
II pasan el Yo abierto: al comunicarles los recupero yo
mismo.

Sobre la comunicación a este nivel podemos hacer tres
observaciones:

Primera: La comunicación del área II no
es fácil, sobre todo si se trata de sentimientos
presentes. Este nivel solemos censurarlo. Frecuentemente sucede
que es difícil reconocer y establecer contacto con el
propio mundo afectivo. En realidad solamente lo "conocen"
realmente las personas muy congruentes al modo rogeriano.
Las normas sociales constituyen un fuerte elemento de censura.
Sin embargo como el área II existe, está
ahí, el ignorarla impide la maduración de la
relación interpersonal.

Segunda: A menudo comunicamos sentimientos, pero con un
lenguaje neutro desde el punto de vista emocional, que hace
incaptable (o fácilmente evitable) el verdadero
significado. Es el ejemplo del niño que le dice a su
padre: "Papá, cómprame una bici, porque todos los
niños de mi clase tienen una". Le es muy fácil al
padre ignorar el contenido de envidia, deseo, miedo de pedir…
que comunica su hijo. Y probablemente le contestará con un
discurso lógico sobre la falsedad de lo que dice, porque
"sí hay algunos niños que no tienen bici en
esa clase".

Tercera: El abrir el área del cuadrante II al
otro, sobre todo cuando lo manifestamos como nos sentimos frente
a él, suele ser la gran vía de descubrirle su
área III de una manera que le resulte aceptable. Es decir,
es la manera mejor de proporcionarle feed – back.

nivel 3º: C

La comunicación a este nivel suele llamarse contagio
emocional, y tiene su importancia el reconocerlo. Un ejemplo
típico sería cuando una persona se siente muy tensa
frente a otra a la que a su vez hace sentirse tensa. O el caso
del profesor mal preparado que transmite ansiedad a sus alumnos.
Es verdad que esto no encaja con el concepto vulgar de
comunicación, pero es de hecho una manera de relacionarse
y comunicarse con los demás.

nivel 4º: D

Hemos hablado ya anteriormente de este nivel de
comunicación. Es el mensaje que proporcionamos a los
demás sobre nosotros mismos, sin conocerlo. O dicho de
otro modo, es lo que de nosotros comunicamos cuando comunicamos
cualquier contenido ajeno a nosotros. Cuando alguien dice algo de
una cosa, dice más de si mismo que de esa cosa.

El problema práctico que suele surgir es cómo
responder a este tipo de comunicación. Lo más
frecuente es devolverle al otro su imagen tal como la hemos
percibido, pero en forma de juicio o conclusión, o
interpretación. ("Lo que te pasa es que eres un
dominante", "tú estás triste porque…"). todos
estos juicios e interpretaciones tienden a revelar al otro su Yo
ciego, que él no ve y nosotros y nosotros sí
creemos ver. Pero este conocimiento forzado del
área III suele despertar necesidad de
justificación, defensa o contraataque. Téngase en
cuenta que en la convivencia o no de la interpretación en
la comunicación tienen su origen muchas de las diferencias
que enfrentan a diferentes escuelas de psicoterapia.

Nuestra postura general sobre el modo mejor de hacer conocer
al otro su Yo ciego va en la línea que expresábamos
en la observación tercera del nivel anteriormente
explicado.

D. Concepto de feed – back

El término feed – back o
retroalimentación ha sido tomado de la física,
o mejor, de la mecánica. En tecnología de
computadora es un proceso que permite, por ejemplo, que un
sistema electrónico mantenga una comparación
constante entre el nivel anterior al funcionamiento (punto de
puesta en marcha) y los datos de entrada (valores actuales). Feed
-back es el control de temperatura en un refrigerador por medio
de un termostato. En biología funcional es un proceso que
sirve de manera similar para preservar el equilibrio interior:
retroalimentación de los receptores propioceptivos, que
ayuda a corregir errores y situaciones de desequilibrio.

En Psicología de la comunicación se usa el
término feed-back para significar todos aquellos mensajes
que yo percibo de otros, y que expresan el efecto de mi conducta
en ellos. En realidad se trata del mensaje que me devuelven mi yo
más desconcertante (en el lenguaje de la ventana de
JOHARI), y así corrigen el curso de mi comunicación
haciéndolo más certero. En términos
más técnicos podríamos definir el feed-back
como:

"Todas aquellas respuestas, verbales o no verbales, de otros,
a una comunicación mía inicial, dadas lo más
próximas posible a ella, y capaces de ser usadas por mi de
modo productivo".

El feed-back sirve para:

a. Validar la comunicación inicial: es decir, para que
el que la hizo pueda controlar cómo se recibió, y
saber cuál fue su validez real para la otra persona.

b. Imprimir sentido y dirección a la conducta de
subsiguiente.

c. Estimular cambios de conducta, de actitud, de sentimiento,
de manera de percibir en el que inició la
comunicación.

El hecho de recibir feed-back siempre opera en el que lo
recibe que en el que inició la comunicación, alguno
de estos efectos. Por tanto el feed-back suele ser percibido como
un potencial inductor de cambios. Esta es la razón por la
cual el feed-back lleva toda la carga sentimental que lleva el
cambio mismo: es decir una carga de cierta amenaza.

Por lo que tiene de validador de la comunicación, el
feed-back es necesario, y el crear sistemas de feed-back
más efectivos dentro de un grupo o un simple proceso de
comunicación bipersonal, es condición indispensable
para una buena comunicación.

E. Comunicación defensiva.

Hemos hecho referencia varias veces al peligro de
interrupción que existe en la comunicación por
efecto de aparición de las "defensas".

Una forma de mejorar las relaciones interpersonales consiste
en reducir todo lo que significa defensa o ataque, aunque sea de
forma muy sutil. Cuando una persona percibe amenazas, tiende a
emplear sus energías en la propia defensa más que
en entender al otro a colaborar en la solución de un
problema común.

En un clima de amenaza – defensa, lo que más preocupa y
se lleva las energías de los comunicantes no es el
contenido de la comunicación, sino otro tipo de
necesidades: de causar buena impresión, de ganar, de
evitar riesgos, etc.

Cuando una persona se sitúa a la defensiva, queda
incapacitada para percibir y entender las motivaciones, actitudes
y valores de la otra persona. Lo opuesto también es
verdad: a menor necesidad de defensa, las energías se
dirigen a facilitar y mejorar el proceso de comunicación
interpersonal.

Una conducta o comunicación defensiva, tiende a
provocar un "escuchar defensivo"; no se presta atención al
mensaje y todo el proceso de comunicación queda dislocado.
El oyente "distorsiona" el mensaje y tiende a proyectar a la otra
persona sus propias ansiedades.

Jack R.Gibb ha catalogado seis estilos o climas que si
se dan facilitan la comunicación y si no se dan (si
están presentes por medio de sus contrarios) provocan
defensas. Gibb llegó a esta sistematización de
forma experimental utilizando discusiones y conversaciones
grabadas que luego se analizaban. La investigación
duró ocho años y su clasificación final
ayuda a comprender los procesos de comunicación. Los seis
pares de actitudes son inter – activos: unas actitudes pueden
compensar o neutralizar a las otras. El significado de cada una
de las actitudes queda aclarado por el significado de la actitud
opuesta.

actitudes que bloquean actitudes que
facilitan

EVALUACIÓN
DESCRIPCIÓN

Evaluación es todo lo que implica juicio o
crítica. Una actitud evaluativa puede manifestarse de
muchas maneras, sobre todo en el tono o expresión de la
voz, o por el contexto. La descripción, en este sentido,
es todo lo contrario: presentar hechos o sentimientos,
percepciones, etc. que no implican juicio o interpretación
de la otra persona, que por lo tanto no siente que recae sobre
ella un juicio, sino una constatación.

En la evaluación de los sujetos no se
están comunicando directamente, sino a través de un
intermediario, que es el sistema de valores usado para el
juicio.

Una evaluación positiva puede ser tan bloqueadora
de la comunicación como una negativa, en tanto en cuanto
eleva igualmente, al que la hace, a la categoría de juez,
y por ello de juez potencialmente condenador.

CONTROL NO CONTROL

El control puede percibirse en los intentos de
persuasión. Llamamos control a aquella comunicación
que tiene por objeto modificar la conducta del interlocutor.
Naturalmente hay maneras de utilizar el lenguaje neutro para
controlar. En general la actitud controladora suscitas defensas
porque:

1. Hace que se sospechen motivaciones
ocultas.

2. Implica que la postura del otro es inadecuada (y hace
que se sienta reducido a la condición de
inferior).

Lo contrario de una comunicación controladora,
que se centra en "cambiar al otro", suele ser una
comunicación que se centra en ese problema
común que nos atañe a ti y a mi ahora, y que es el
que debe ser cambiado.

ESTRATEGIA ESPONTANEIDAD

Toda estrategia ayuda a elevar las tendencias paranoides
del interlocutor (actitudes de sospecha, suspicacia). El
interlocutor ve fácilmente motivaciones ocultas, no
expresadas o ambiguas.

Ejemplos de conductas que implican estrategias y son
percibidas como tales: fingir emoción, retener
información, tener fuentes privadas de información,
aparentar espontaneidad, mirar "casualmente" el
reloj…

NEUTRALIDAD EMPATÍA

El tono neutral bloquea el proceso de
comunicación interpersonal en la medida en que se perciba
como falta de interés, actitud
clínica…

La empatía supone percibir y aceptar los
sentimientos del otro. Con la empatía se trasmite un
mensaje diferente: respeto a sentimientos ajenos,
identificación con la otra persona, aceptación de
la situación, etc.

En la manifestación de neutralidad o
empatía, tiene mucha importancia la comunicación no
verbal: gestos espontáneos, posturas, etc.

En la actitud de neutralidad o de empatía que
adopten los que tienen puestos de responsabilidad y mando en una
organización puede estar la clave del clima de bienestar y
de relaciones interpersonales que predomine en la
organización.

SUPERIORIDAD IGUALDAD

La comunicación empapada de superioridad de
implícitamente a entender que:

– no se desea entrar realmente en una verdadera
relación interpersonal.

– no se desea feed – back, y si este se da no se
tendrá en cuenta.

– no se necesita el intercambio de ayuda.

– se intentará redicir el poder, el prestigio,
etc. del interlocutor.

En estas circunstancias el contenido del mensaje pasa a
segundo plano; las reacciones típicas de la otra persona
suelen ser las de:

no escuchar, olvidar lo oído, sentir necesidad de
competir, sentimientos de envidia, etc.

Existen diferencias reales de edad, poder, status, etc.
pero pueden no provocar defensas si no se comunican como
controladoras.

En general se comunica superioridad en la medida en que
uno se siente inseguro. Las altas correlaciones entre la actitud
autoritaria y ansiedad así lo avalan.

DOGMATISMO PROVISIONALIDAD

Gibb usa la palabra dogmatismo en un sentido poco
técnico, de sentido común: actitud del que "se sabe
ya la respuesta". Lo que se trasmite realmente es que no se
necesita más información, y que se desconfía
de la capacidad de aportar algo a la comunicación de la
otra persona.

A veces lo que se percibe es realmente un sentimiento de
inferioridad, que también bloquea la comunicación
con su problematismo.

La actitud contraria, obviamente es la de apertura a una
comunicación contraria.

F. El riesgo en la
comunicación.

Es una experiencia común que la
comunicación, aciertos niveles, entraña riesgo y
miedo. De hecho no decimos todo a todos. Las causas de este miedo
y riesgo en la comunicación podemos reducirlas a estas
tres, muy relacionadas entre sí:

Partes: 1, 2, 3, 4
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