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Los desafíos de la izquierda en el siglo XXI (página 2)




Enviado por Jos� L�pez



Partes: 1, 2

En esta labor de "lavado de cerebros" que ha hecho el
capitalismo en
las últimas décadas se ha buscado fomentar aquellas
características del ser humano que interesan al sistema
(egoísmo, individualismo, pasividad, sumisión,
conformismo, pensamiento de
grupo o
"gregarismo intelectual", pesimismo, estoicismo, estupidez,
cobardía, pereza, comodidad) y se ha buscado reducir o
eliminar en la medida de lo posible aquellas
características del ser humano que no le interesan
(altruismo, solidaridad,
activismo, rebeldía, pensamiento crítico y libre,
inteligencia,
curiosidad, independencia,
inquietud, optimismo, valentía). Y en gran medida lo ha
conseguido, ya no hay esa unidad de la clase
trabajadora ni ese espíritu de lucha que permitieron,
entre otras cosas, las revoluciones. Ya no existe esa conciencia de
clase que describió Marx, se ha
impuesto la
hegemonía cultural del capitalismo.

La historia le ha
enseñado que la conciencia de clase ha sido el catalizador
de las revoluciones y ha complejizado las relaciones de clase
para diluir dicha conciencia de clase. Además el sistema
ha conseguido tener a la mayor parte de la población endeudada (y por tanto sometida)
dificultándole (aunque no impidiéndole) el acceso a
ciertas necesidades básicas como la vivienda y
creándole necesidades artificiales mediante el consumismo
ilimitado. De esta manera el pueblo no se revoluciona porque "va
tirando" porque sus necesidades básicas están
más o menos satisfechas (al menos a corto plazo) y se
somete fácilmente por la "amenaza" que ejerce el sistema
de actuar en su contra en cualquier momento para dejar de
satisfacer dichas necesidades.

El sistema capitalista ha aprendido la lección de la
historia, sabe que debe satisfacer unas mínimas
necesidades básicas del pueblo para que éste no se
revolucione y ponga en peligro los privilegios de la clase
dirigente y ha complejizado la satisfacción de dichas
necesidades (difiriéndola en el tiempo). En
cierto modo el capitalista ha cedido lo mínimo y se ha
adaptado a los tiempos para poder
sobrevivir
, esa es quizás la única "victoria"
real de la izquierda, ha obligado a la derecha a "autolimitarse".
El poder ha aprendido a "no tensar demasiado la cuerda para que
no se rompa". Aunque por supuesto el capitalismo no ha conseguido
eliminar del todo aquellas características del ser humano
"peligrosas" (probablemente porque nunca podría
conseguirlo por la propia naturaleza
humana), siempre queda un "germen" o "semilla" que en
cualquier momento puede volver a crecer. Y además, el
capitalismo, por su propia naturaleza
está probablemente condenado a su propia
autoextinción a largo plazo, tiene siempre el peligro
latente de su autodestrucción debido a su carácter intrínsecamente inestable,
por lo que se readapta constantemente en un desesperado intento
de sobrevivir (las crisis cíclicas que
describió Marx). Esto puede llevar al falso optimismo de
que, dado que tarde o pronto puede desaparecer, entonces no
merece la pena luchar contra el sistema capitalista, pero no hay
que olvidar que el capitalismo actual no es más que una de
las muchas formas de dominación de la humanidad por parte
del poder. La humanidad debe liberarse de toda forma de
opresión independientemente de cómo se exprese
ésta.

El poder ha aprendido a "reinventarse", a "camuflarse", a
"cambiar de disfraz" para sobrevivir. Ha aprendido a "no dormirse
en los laureles", a "no relajarse", a "rematar la faena", a
"seguir trabajando" por imponerse, aunque parezca que ya no haya
nada que pueda ponerle en peligro. En definitiva ha aprendido que
la mejor defensa es un buen ataque, que hay que hacer la
"guerra
ideológica preventiva continua" para evitar que la
"semilla germine". Ha conseguido imponerse y no va a dejar de
esforzarse por mantenerse en dicha hegemonía.

La necesidad actual de la
izquierda

Ante este panorama a la izquierda no le queda más
remedio que aprender de sus propios errores, de los aciertos del
"enemigo" y a adaptarse a los tiempos para utilizar la estrategia
adecuada en esta "guerra ideológica" en que está
sumida la humanidad por su emancipación. Con el agravante
de que ahora la izquierda está en "peligro de
extinción"
. Por tanto lo primero es reconocer la
situación y ser consciente de la necesidad de un "renacimiento".
Pero para ello es imprescindible que la propia izquierda
esté convencida de su utilidad, sino
nunca podrá convencer a la sociedad. El
hecho de que haya habido intentos fracasados de construir un
mundo mejor no debe impedir ver la necesidad de seguir
intentándolo. Dado que el mundo es cada vez más
injusto y desigual, sigue siendo necesaria la izquierda. Nuestra
civilización peligra no sólo por el cambio
climático sino también debido a los grandes
desequilibrios socio-económicos
. Un mundo con tantas
desigualdades crecientes es cada vez más inestable y la
inestabilidad implica peligro de existencia. Si bien es cierto
que la sociedad actual occidental (mención aparte merece
el llamado tercer mundo) ya no padece las graves desigualdades de
principios del
siglo XX, la mayor parte de las causas que dieron lugar a las
revoluciones que se produjeron en dicha época siguen
vigentes. Sigue habiendo grandes desigualdades sociales y lo
preocupante es que de una época con cierta tendencia a la
disminución de dichas desigualdades (por la iniciativa de
la izquierda) hemos pasado a una época en la que, al
contrario, las desigualdades vuelven a aumentar (por la
iniciativa de la derecha). A esto hay que añadir el
retroceso en derechos laborales
(fundamentalmente) que se está produciendo, el capitalismo
está "deshaciendo" lo poco que consiguió el
socialismo.
Por tanto la izquierda es necesaria para, en primer lugar,
mantener las conquistas sociales que tanto costaron lograr, y en
segundo lugar, para conseguir todos aquellos objetivos
justos y legítimos que no se pudieron alcanzar. La
izquierda defiende unos ideales que benefician a la
mayoría de la humanidad en detrimento de una
minoría que en todo caso perdería unos privilegios
injustos
.

Los desafíos de la
izquierda

La izquierda tiene mucho por hacer porque transformar la
sociedad es muy difícil y porque el sistema capitalista ha
hecho muy bien su trabajo de
controlar la sociedad en su beneficio llegando incluso al punto
de casi eliminar a la izquierda.  Por esto la verdadera
izquierda (la que no ha renunciado a transformar la sociedad ni
ha claudicado ante el capitalismo) se enfrenta pues a los
siguientes desafíos:

 1)     Recomposición
interna

La izquierda tiene que volver a recuperar la iniciativa
ideológica, el debate
interno, la democracia
"radical" interna y la unidad de acción
.

Debe analizar las causas de los fracasos del pasado, debe
aprender de sus propios errores. Debe "rearmarse
ideológicamente", haciendo un análisis profundo de la sociedad actual y
adaptando sus postulados ideológicos tradicionales
(basados en la situación de finales del siglo XIX y
principios del XX) a los tiempos actuales. Debe adaptar su
discurso a los
tiempos modernos haciendo un esfuerzo de concreción
y debe evitar caer en dogmatismos. La izquierda debe ser
flexible, pragmática e inteligente porque el
"enemigo" es listo y se readapta y "rearma" continuamente. La
izquierda debe hacer un esfuerzo por seguir desarrollando las
teorías
del anarquismo y del comunismo pero
experimentando en la práctica sus postulados para ir
refinando dichas teorías mediante el "método
científico"
. Debe ir practicando sus principios
haciendo "experimentos
limitados y controlados" en sus organizaciones y
aprendiendo de la experiencia adquirida en aquellas otras
entidades que practican métodos
"revolucionarios" de gestión
y organización (cooperativas,
empresas
autogestionadas, organismos locales, comunas, sindicatos,
etc). Si se quiere construir un mundo mejor,
¿porqué no empezar a ponerlo en práctica en
las propias organizaciones de la izquierda?

La verdadera izquierda debe diferenciarse claramente de la
derecha y de la "falsa izquierda" no sólo por el fondo
(por las ideas que defiende) sino que también por la forma
(por la manera en que defiende sus ideas), practicando en "sus
propias carnes" lo que predica, dando ejemplo. La izquierda
debe ser ejemplar en sus comportamientos
sino nunca
tendrá credibilidad. Hay que pasar del discurso a los
hechos
para ayudar al pueblo a distinguir entre los que
están de su parte y los que lo engañan y someten.
Pero debe usar  la fuerza de la
razón y no la razón de la fuerza
porque la
derecha desea fervientemente que la izquierda cometa el error
(como ya hizo en el pasado) de usar métodos condenables
para desvirtuar sus causas ante el pueblo. Se trata de no dar
ningún argumento al "enemigo" que pueda usar en su
contra.

Y, no menos importante, la izquierda tiene que hacer un enorme
esfuerzo de "integración" de sus distintas corrientes
(siempre con un escrupuloso y democrático respeto de las
mismas) dando prioridad a los objetivos comunes frente a las
divisiones de opinión de cómo alcanzarlos. Este es
quizás uno de los mayores retos de la izquierda del siglo
XXI: la reunificación de la izquierda, sólo
con una izquierda verdaderamente unida (pero diversa) es posible
volver a tener presencia en la sociedad y en las instituciones.
Como siempre "la unión hace la fuerza", pero dicha
unión para que sea verdadera y sólida debe
construirse correctamente desde el respeto y la auténtica
democracia.

Finalmente, la izquierda tiene que ser activa, no puede
permitirse el lujo de "acomodarse" porque sino el sistema se
encargará de "enterrarla", así como el capitalismo
"no se duerme en los laureles" la izquierda no puede
permitírselo nunca porque tiene una labor mucho más
ambiciosa: cambiar el mundo y cambiar es un verbo
activo.

 2)     Recuperación de
la
comunicación con la sociedad

Uno de los grandes logros de la derecha ha sido la
hegemonía cultural. La derecha que realmente defiende los
intereses de unos pocos contra los intereses de la mayoría
ha conseguido que ésta asuma sus postulados (se ha
impuesto la falsa conciencia de clase que describiera
Marx). La izquierda debe hacer un gran esfuerzo por transmitir
a la mayoría sus postulados
, por "desprogramar" a la
población general, por hacerle ver que sus ideales son
beneficiosos para la gran mayoría y son justos y
legítimos. La izquierda debe esmerarse en recuperar lo
mejor del espíritu humano que tanto se ha empeñado
el capitalismo en intentar anular. Para ello debe esforzarse
en llegar a la gente corriente mediante el uso de un lenguaje
sencillo, claro, contundente, concreto y
cercano, así como debe esforzarse por llegar al conjunto
de la población a través de todos los medios de que
disponga y en todos los frentes
(en la calle, en los medios de
comunicación, en Internet, etc). Pero
además, para llegar al mayor número de personas
posible, el discurso de la izquierda debe superar los prejuicios
que ha impuesto la hegemonía cultural capitalista y ello
implica evitar el uso de palabras que el sistema ha
demonizado
(como por ejemplo comunismo,
anarquismo, marxismo), ya que su uso,
desgraciadamente, provoca automáticamente el rechazo de
mucha gente a seguir escuchando. Ello no significa renunciar a
los ideales defendidos por dichas palabras, ni mucho menos, sino
que simplemente se trata de sobrepasar la "barrera cultural
inicial". Hay que defender las ideas que representan dichas
palabras pero evitando el uso de las mismas. Una vez superada
dicha "barrera inicial" ya habrá tiempo posteriormente de
hacer comprender a la gente de que aquellas ideas defendidas que
tan razonables le parecen se llaman comunismo,
anarquismo o marxismo. Marx planteó la
emancipación de la clase trabajadora a través de la
conquista de
los medios de producción mediante la previa
concienciación de clase. La información siempre ha sido el verdadero
poder, pero ahora en la Sociedad de la Información
esto es más cierto que nunca. Y la conciencia de clase no
puede existir sin la libre comunicación de ideas.

La izquierda debe comprender que sin la "conquista" de los
medios de comunicación nunca podrá producirse la
"conquista" de los medios de producción. Pero la
"conquista" de dichos medios debe ser más bien su
"liberación", no la sustitución de unos poderes
dominantes por otros. La izquierda debe luchar para que los
medios de
comunicación no estén monopolizados por el
poder económico, para que sean libres de cualquier
dominación. La izquierda debe centrarse
PRIORITARIAMENTE en la conquista de las libertades
(conquista
que aún no se ha culminado, por mucho que la derecha haya
"vendido" lo contrario), especialmente la libertad de prensa y de
expresión
. Mientras éstas no existan de verdad
los postulados de la izquierda nunca podrán llegar a la
mayoría de la población. La izquierda debe
intentar por todos los medios posibles y mediante la
inteligencia, la imaginación, la originalidad y la
insistencia, hacerse oír
. Debe ir contracorriente
más que nunca
. Debe ser más activa que
nunca
y en todos los frentes, aprovechando las
posibilidades de las nuevas
tecnologías de la información como Internet
(participando en todos los foros posibles, incluso en aquellos de
los medios de comunicación "oficiales" hostiles) sin
descuidar las viejas formas de activismo.

 3)     Desarrollo de
la democracia

La derecha ha conseguido imponer un modelo de
democracia "controlada" que le sirve para someter al pueblo
engañándolo. La izquierda debe deshacer este
engaño y denunciar claramente los defectos de la
democracia actual y centrar su lucha PRIORITARIAMENTE por
conseguir una verdadera democracia. Sólo con verdadera
democracia los postulados de la izquierda tienen alguna
posibilidad de llevarse a cabo
. De forma natural, cuando haya
verdadera libertad la
humanidad podrá emanciparse porque inevitablemente todas
aquellas causas justas, legítimas y lógicas se
irán
imponiendo, cuando el pueblo tenga el verdadero poder entonces es
cuando podrá mejorar sustancialmente sus condiciones de
vida. La lucha por el desarrollo democrático debe ser
PRIMORDIAL y PRIORITARIA por parte de la izquierda para su propia
subsistencia
. El modelo de democracia impuesto por el
capitalismo condena a la verdadera izquierda a la marginalidad a
corto plazo y a la extinción a medio y largo plazo. La
izquierda debe aprovechar todos los resquicios y contradicciones
del sistema para ponerlo en evidencia ante el pueblo y para poder
cambiarlo progresivamente desde dentro a corto plazo sin
renunciar a cambiarlo radicalmente a medio y largo plazo (sin
renunciar al Comunismo y al Anarquismo, pero teniendo en cuenta
que no se podrá llegar a ellos más que con una
labor continua y larga en el tiempo). La izquierda no debe
agarrarse a la idea de que "una revolución
vendrá en el futuro" y debe iniciar una "revolución
tranquila pero continua", paso a paso (la revolución
permanente
que decía Trotsky), es decir sin prisas
pero sin pausa
. Las experiencias revolucionarias han
demostrado que las prisas, la improvisación y la
desesperación no son los mejores "compañeros" para
construir un mundo nuevo. Transformar la sociedad es una labor
ardua y no puede caerse en el autoengaño de que puede
hacerse en poco tiempo y desordenadamente. Requiere de una
constante labor de construcción planificada a corto, medio y
largo plazo. Lo primordial es sentar las bases del sistema
político que permita el avance de nuestra sociedad,
una vez establecido un modelo de estado
auténticamente democrático con unos medios de
comunicación verdaderamente libres, la sociedad
avanzará inexorablemente hacia su transformación,
es necesario "desatascar la tubería para que fluya
el agua".
La democracia verdadera es la auténtica herramienta de
la transformación social
. Además la derecha no
ha podido impedir que la idea de la democracia sea aceptada como
algo beneficioso por el conjunto de la población, y lo
único que ha podido hacer es ocultar la falsedad de las
democracias actuales para que el ciudadano no piense que pueden
mejorarse sustancialmente o que en todo caso crea que las
posibles mejoras no repercutirían en su vida cotidiana.
La izquierda debe esforzarse por hacer ver al pueblo que es
posible y necesario mejorar notablemente la democracia y que
ésta es fundamental para conseguir mejores condiciones de
vida
. La causa del desarrollo democrático es una
causa fácil de defender y de ser aceptada por el conjunto
de la población
. Por tanto se puede convertir en el
auténtico "catalizador" del renacimiento de la izquierda
si ésta sabe abanderarla adecuadamente.

 4)     Transformación de
la sociedad

Una vez conseguida una verdadera democracia será
inevitable la transformación de la sociedad
porque en
cuanto el pueblo tenga realmente libertad y poder se
plantearán todas aquellas causas justas y legítimas
de forma natural y la clase dominante no podrá evitar
perder sus privilegios. Por esto la derecha se esfuerza tanto en
evitar la auténtica democracia porque sabe que, al
contrario que la izquierda en la "democracia formal" actual, sus
postulados no tienen ninguna posibilidad de mantenerse en la
"democracia real" futura. "Una vez desatascada la tubería,
el agua
fluirá naturalmente y nadie podrá impedirlo".

Esto no impide intentar ir avanzando ya en la mejora de la
sociedad, pero el diseño
de las democracias representativas actuales acota enormemente el
grado de transformación alcanzable. La izquierda no debe
caer en el engaño de creer que en dichas "democracias"
todo es posible, porque no es así, el objetivo de
las "democracias" actuales es precisamente por un lado impedir
grandes transformaciones sociales y por otro lado crear la falsa
sensación de que no hay ningún impedimento, es
decir ocultar lo primero. Son falsas democracias, democracias
"aparentes", democracias "controladas" o más bien
dictaduras "camufladas" (hay quién las llama
oligocracias o partidocracias).

La idea es que la gente crea que todo es posible en teoría
pero no se hace en la práctica, no tanto por limitaciones
del modelo democrático, sino porque no hay alternativas.
La idea de falta de alternativas se impregna en el pensamiento
global del pueblo a través de los medios de
comunicación y se afianza por el "control" de
dichas democracias. Se evita el planteamiento de alternativas
mediante un "monopolio de
la distribución de las ideas" (a través
de los medios de comunicación) y un "monopolio
político" (a través del "diseño
técnico" del Estado "democrático").

Por consiguiente la verdadera lucha de la izquierda debe
ser ante todo el desarrollo democrático y de las
libertades
porque sólo una vez culminado éste
podrá transformarse la sociedad para conseguir mayor
justicia y por
tanto mejores condiciones de vida para la inmensa mayoría
de la población.

Conclusiones

La izquierda tiene grandes desafíos en el siglo XXI,
debe resurgir cual ave fénix y debe priorizar sus
esfuerzos por conseguir la libertad y democracia que se necesitan
como paso previo e imprescindible, como condición
necesaria pero no suficiente para lograr la anhelada
transformación de la sociedad
. Lo tiene muy
difícil porque el sistema capitalista se ha afianzado en
las últimas décadas aprovechando los fracasos de la
izquierda en el siglo XX. Sin embargo, esa fortaleza del
sistema capitalista es más aparente de lo que puede
pensarse a primera vista
. El sistema lo sabe y por esto se
esmera en "cerrar todo los flancos". Pero "cualquier grieta en el
barco del capitalismo puede inundarlo y precipitar su
hundimiento". En cuanto se ponga en evidencia el sistema
"democrático" que ha "montado" para perpetuarse pueden
precipitarse los acontecimientos. Cuantas dictaduras que
parecían inquebrantables se han precipitado repentinamente
al abismo!.

El problema es que las dictaduras no engañan a nadie y
sin embargo las falsas democracias engañan a la mayor
parte de la población. Por tanto la izquierda debe hacer
una labor de "desenmascaramiento" de tales "democracias". Debe
ser beligerante con ellas y debe ponerlas en evidencia en todos
los frentes, en especial en el "frente de las ideas" (que es
donde está la verdadera "guerra"). Debe aprovechar los
resquicios y contradicciones legales del sistema para denunciarlo
y sobretodo debe hacer una labor de concienciación
masiva
a través de todos los medios de que disponga
para comunicarse con la gente. Debe adaptarse a los tiempos y
utilizar las nuevas tecnologías para propagar sus ideas
siendo lo más activa posible. La derecha lo único
que puede hacer es posponer los anhelos del pueblo por la
justicia y la libertad. Como dijo Rosa Luxemburgo poco antes de
morir: "El liderazgo ha
fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser
regenerado desde las masas
. Las masas son el elemento
decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la
victoria final de la revolución
. Las masas estuvieron
a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las
derrotas históricas que serán el orgullo y la
fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la
victoria futura surgirá de esta derrota.'¡El orden
reina en Berlín!' ¡Estúpidos secuaces!
Vuestro 'orden' está construido sobre la arena.
Mañana la revolución se levantará vibrante y
anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo
fui, yo soy, y yo seré!

 En España
tenemos una democracia que además de tener los defectos
del modelo de las democracias "occidentales", tiene defectos
propios debido a las peculiaridades de nuestra historia
reciente
. La degradación de la democracia no es un
fenómeno genuino de España porque se produce en
otros muchos países, aunque en ninguno con la misma
intensidad y desfachatez. Nuestro grado de democracia es menor
que el de nuestros vecinos por la herencia de la
"transición" desde el régimen franquista.
Necesitamos en nuestro país culminar la
Transición a través de una reforma profunda y
amplia de las bases de nuestro Estado
(referéndum para
elegir entre república y monarquía, reforma de la Constitución, reforma de la ley electoral,
reforma de la financiación de los partidos
políticos, impulso de la libertad de
expresión, etc.). El "esqueleto" de nuestro estado
"democrático" está mal construido y es necesario,
sino urgente, arreglarlo antes que nada para poder seguir
avanzando. "Antes que arreglar las paredes o las goteras de un
edificio hay que arreglar su esqueleto, sus cimientos". Por tanto
la izquierda verdadera española tiene además la
inmensa labor de culminar la "transición"
para por lo
menos ponernos al nivel de "democracia" de nuestros vecinos
europeos. Debe abanderar prioritariamente la
"regeneración" democrática
de nuestro
país. Más aún ahora que el diseño de
esta "democracia" la ha casi eliminado de las instituciones.

 

 

 

Autor:

José López

Partes: 1, 2
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