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Manual para la elaboración de sermones y estudios bíblicos (página 3)



Partes: 1, 2, 3

Lección 13

La importancia
del texto y el
contexto

Con demasiada frecuencia encontramos personas que toman
un solo versículo de la Biblia y a partir de allí
generan toda una serie de principios
doctrinales. Lo grave es que, sin tener suficiente basamento
Escritural, comparten mensajes totalmente desfasados, fuera de su
contexto. Yerran y conducen a otras personas al error.

Igual ocurre cuando se elabora un estudio
bíblico. No podemos, bajo ninguna circunstancia, tomar un
solo versículo para tratar de explicar todo lo que dice el
pasaje, el capítulo o el libro.

Para no incurrir en errores, definiremos qué es
el texto y cuál su contexto.

El texto

Por texto podemos definir un versículo o un
pasaje específico que vayamos a estudiar.

Imagine una pared con muchos ladrillos. El texto
vendría a ser uno de aquellos ladrillos. Hagámoslo
mucho más gráfico: imagine un rompecabezas.
¿Qué es el texto? Vendría a ser una de las
muchas piezas que conforman la totalidad del juego.

Cuando tenemos esa imagen clara,
podemos entender que un solo eslabón de la cadena, no
constituye el todo sino una parte. No puedo tomar un ladrillo y
decir: "Tengo en mis manos toda una pared o
muro".

¿Qué es el contexto?

El contexto es todo el conjunto de piezas del
rompecabezas o el muro completo. Es el todo en el cual se
encuentra incrustado el texto.

Vamos a otro ejemplo. Ubíquese mentalmente en el
templo al que asiste. ¿Ve todas las sillas? Pues ese
conjunto de bancas vendría a ser el contexto. Pero ahora
enfoque su atención en una sola de las sillas. Si lo
explicamos gráficamente, diríamos que ese taburete
vendría a ser el texto.

Tener estos dos conceptos claros reviste particular
importancia porque al elaborar un estudio bíblico es
necesario que no vamos saquemos un texto, de su
contexto.

Mirando un pasaje dentro de su contexto

Al elaborar una lectura
panorámica, tenemos una visión general de
qué acontece en la totalidad del libro o texto que vamos a
estudiar. Nos permite estar en la cima de la montaña y
apreciar el paisaje: las montañas, las nubes, los
ríos, las carreteras y la ciudad.

Este ejercicio nos permite hilar ideas generales y
conocer cuáles son los aspectos más relevantes.
Este paso es fundamental porque en el momento de realizar un
análisis detallado, tenemos una
cosmovisión aproximada de qué ocurre a lo largo del
texto.

Incluso, es probable que nos surjan interrogantes o que
por el contrario, absolvamos preguntas. En todos los casos, es
recomendable leer el libro de forma panorámica.

Pero supongamos que, una vez lo haya hecho, usted se
interesa por un solo capítulo. Es de allí que
extraerá una enseñanza. Pues lo aconsejable es que se
tome el tiempo para
leer los capítulos anteriores y los posteriores.
Así tendrá una idea mucho más aterrizada de
qué está ocurriendo.

Entramos ahora en una experiencia apasionante para todo
estudiante de la Biblia. Es lo que conocemos como Lectura
Detallada, es decir, un paso de avanzada en la elaboración
del estudio bíblico.

¿Qué es la Lectura
Detallada?

Este tipo de lectura exige mucho más. Nos lleva a
investigar, analizar, corroborar y tomar apuntes. Es un ejercicio
enriquecedor porque nos abre las puertas para conocer en
particular, de qué trata el capítulo.

Supongamos que ya leímos la totalidad del libro
que vamos a estudiar. Tenemos una cosmovisión de
qué se trata. Ahora comenzamos a particularizar y elaborar
el estudio.

Es recomendable que usted como pastor, predicador,
líder o
cristiano que comienza a involucrarse en las tareas y ministerio
de la iglesia,
desarrolle el buen hábito de realizar estudios
bíblicos siguiendo dos pasos esenciales: tanto la Lectura
Panorámica como la Lectura Detallada o
pormenorizada.

Cuestionario a las lecciones 12 y
13

1.- Al disponernos a la elaboración de
estudios bíblicos es necesario tener:

a.- Una buena bíblica con ayudas de
estudio y tiempo para estudiar cada tópico objeto de
análisis.

b.- Libreta de notas, una concordancia, un
diccionario
bíblico, oración y un estudio panorámico del
texto.

c.- Una buena concordancia
únicamente.

d.- Ninguna de las anteriores.

2.- Un análisis panorámico del texto es
de suma importancia porque:

a.- Nos permite conocer qué pasó
antes, durante y después del texto estudiado.

b.- Profundizar en términos que
normalmente suenan extraños.

c.- Las dos anteriores.

d.- Ninguna de las anteriores.

3.- Es importante que al leer el texto objeto de
estudio:

a.- Tomemos notas para el momento de elaborar el
estudio.

b.- Subrayar nuestra Biblia con aspectos
interesantes.

c.- Tomar notas de los aspectos interesantes
observados al leer el texto.

4.- ¿Qué importancia juegan el texto y
el contexto en el estudio bíblico?

a.- Permiten determinar de dónde viene un
hecho determinado, observando lo que ocurrió antes,
durante y después.

b.- Sólo basta leer el texto. El contexto
no es necesario.

c.- El contexto es determinante porque nos ayuda
a tener una mejor comprensión del texto que
estudiamos.

d.- Las respuestas a y c son
correctas.

Lección 14

El Estudio
Bíblico Detallado

Como todo proceso, la
elaboración de un Estudio Bíblico Detallado tiene
unos pasos.

¿Cuáles son los pasos?

Para comenzar, le invitamos que los cumpla todos hasta
que logre asimilar y dinamizar que se hace, es decir, cuál
es el proceso. Esto le facilitará sus propios
análisis en el futuro realizar.

Primer paso: Investigue sobre el libro que
estudiará

Hoy día abundan excelentes Biblias de estudio a
precios
módicos. Hay muchas versiones, todas muy buenas. En
particular considero que las de mayor aceptación en
Latinoamérica son las que publican las
Sociedades
Bíblicas Unidas.

Pero es probable que usted reside en un lugar distancia.
Tiene una Biblia sencilla. Pues lo aconsejable, en tal caso, es
que pudiera acceder -bien sea a través de su pastor o de
un líder"a un diccionario bíblico. Lo primero que
hará entonces, es buscar el libro específico. Por
ejemplo: Jonás.

Tome el mayor número de datos posibles.
Apúntelos en su libreta. Es de suma importancia. Es vital
que conozca todo lo que rodea el libro. El autor, la época
en que se escribió, la situación social,
económica, política, religiosa y
cultural.

De esta manera, cuando vamos a una segunda lectura,
mucho más cuidadosa, tenemos ya una idea general de todos
los aspectos que rodean el texto general que vamos a
analizar.

¿Qué ocurre si no tenemos a mano un
diccionario bíblico? Este interrogante quedará
despejado un poco más adelante.

El contexto de la época

Nuestra sociedad goza
de los avances
tecnológicos. Hay modernidad por
todas partes. Pero imagine que por un extraño mecanismo
usted logra traer al presente, a alguien que vivirá
cincuenta o cien años después.

Por supuesto, su forma de vestir, hablar y de
expresarse, será totalmente diferente a la
nuestra.

Si le invita a escuchar música en CD, lo
mirará con extrañeza. Igual que si le sugiere
navegar por el Internet. Todo para
él será estrafalario, obsoleto, cosas del pasado,
es más, podrá tildarlo de arcaico. Es natural
porque vive en una época diferente, con mucho mayor
desarrollo en
todos los órdenes.

Para que le entienda, tendría que entrar a
explicarle muchas cosas que para nosotros son elementales
hoy.

Eso mismo ocurre cuando usted viaja en el tiempo para
realizar un estudio de la Biblia. Muchas cosas descritas
allí no tendrán sentido para usted.

Allí estriba la importancia de conocer
particularidades del tiempo que describe el libro que está
estudiando.

Entre los elementos sobre los que sugerimos investigue
antes de realizar una exploración en detalle, se
encuentran:

Conocer sobre el autor

Es fundamental que conozcamos quién es el autor
del libro. ¿De dónde era?¿En qué
época vivió?¿Cuál era su
profesión?¿Cuál fue el tiempo aproximado de
su trabajo
ministerial o desempeño secular?

Si estudiamos algunos datos sobre el escritor, podremos
conocer incluso cuáles pudieron ser algunas de sus
motivaciones.

Recuerde, si bien obró bajo inspiración
del Espíritu de Dios, cualquiera haya sido la época
en que viviera, enfrentó períodos de crisis,
soledad, desánimo pero también de alegría.
En cierta medida esos estados de ánimo, propios del
momento que vivió, ejercieron una considerable influencia
en él y en su desempeño.

Esto nos permitirá ponernos en los zapatos del
autor, pisar su tierra,
disfrutar la misma brisa del atardecer en la reseca Palestina de
la época y tantas cosas que para nosotros son
lejanas.

Condiciones sociales y políticas

¿Qué circunstancias políticas
prevalecían en el momento de escribir el libro? Esta
pregunta reviste mucha importancia. Su respuesta arroja luces
sobre la razón por la que se escribió el
texto.

Nos ayuda a determinar si el pueblo se encontraba bajo
opresión, sumido en idolatría, alejado de Dios y
detalles que son sumamente útiles en el
estudio.

Las condiciones políticas están
estrechamente ligadas al desarrollo
social. Esto es otro aspecto de trascendencia.

Descubrirlo es enriquecedor en nuestro estudio.
Ampliará la visión que pudiéramos tener del
momento en que se estaba viviendo.

Circunstancias religiosas

A partir del libro de Josué, pasando por todo el
Antiguo
Testamento hasta llegar a las Páginas del Nuevo
Testamento, toda la historia ha estado marcada
por una amalgama de circunstancias políticas y religiosas.
En un comienzo el gobierno era
teocrático, es decir, regido por principios religiosos,
pero con el tiempo, la parte político se vio inmersa en un
matrimonio con
el ejercicio de la religión
judía.

De ahí que, dependiendo de cómo marchaba
el mundo político, se veía un reflejo en la vida
religiosa. O viceversa. También se pueden encontrar
detalles valiosos al conocer qué condiciones primaban en
la relación de los hombres con Dios. Si estaban distantes,
si estaban muy cercanos o por el contrario, esgrimían una
actitud de
indiferencia.

La economía de la época

Las fluctuaciones económicas de nuestro tiempo,
nos afectan directa o indirectamente. Y eso es normal. Cuando la
escasez o la
recesión tocan nuestro bolsillo, nos golpean o si por el
contrario, hay bonanza financiera, exalta positivamente nuestro
ánimo, nos lleva a plantear proyectos hacia
el futuro, planear viajes y un
sinnúmero de factores que no tenemos ni el tiempo ni el
espacio para pormenorizar.

Pero en esencia todo se enfoca resaltar la necesidad de
investigar, cuando iniciamos la Lectura Detallada de un libro en
particular, cuáles eran las condiciones económicas
del momento. Esto nos dará mucha claridad del por
qué se escribieron ciertos pasajes.

La cultura
prevaleciente

Es innegable el poder que
ejerce la cultura que nos rodea. Trae costumbres y hábitos
que de manera inconsciente, asimilamos y ponemos en
práctica en lo que hacemos. Permea todo lo que nos
compete. Incluso, podría llevarnos a pensar y actuar de
una manera inexplicable para muchos.

Al realizar un estudio bíblico es inevitable que
investiguemos sobre la cultura, no solo la que en ese momento
formaba parte de la identidad del
pueblo judío (en el caso del Antiguo Testamento) o de las
diferentes ciudades y regiones en que transcurre el Nuevo
Testamento. Igualmente es de suma importancia saber qué
culturas externas les estaban influenciando en esos
momentos.

Este hecho nos lleva a tener una idea muy amplia del por
qué de su comportamiento
religioso, por ejemplo, o de sus actitudes
frente a la
moral.

¿En qué época se escribió el
libro?

Por último le sugerimos tener en cuenta la
época en que se escribió el texto objeto de
análisis.

Secularmente podemos investigar mucho de la historia y
sus cambios. Pero cuando conocemos el tiempo aproximado de
redacción del pasaje, podemos relacionarlo
con las circunstancias que prevalecían en el
momento.

No podemos olvidar que la vida y tiempos de los judíos,
inicialmente, y de los cristianos, no estuvieron al margen de lo
que ocurría a su alrededor.

Es por tanto de mucha importancia conocer qué
estaba ocurriendo en esos momentos.

Segundo paso: Lectura detallada

Partamos de la base que ya tenemos unas notas de todo lo
que concierte al libro. Estamos listos entonces para comenzar a
identificar aspectos mucho más detallados. E iniciamos la
segunda lectura, mucho más analítica.

Comenzamos leyendo cada capítulo y le ponemos una
frase que resume el contenido. Así, al leer la totalidad
de los capítulos, tendremos el esqueleto o bosquejo
general.

Cuestionario a la Lección
14

1.- ¿Por qué es importante investigar
sobre el libro que estudiaremos

a.- Porque nos permite conocer al autor y
época en que se escribió.

b.- Porque nos permite conocer al autor
bíblico, la situación social y
política.

c.- Porque nos permite conocer al autor
bíblico, la época en que se escribió y
aspectos relativos al mensaje.

d.- Ninguna de las anteriores.

2.- ¿Por qué es importante conocer al
autor?

a.- Porque sabemos qué influyó
social, política, económica y culturalmente en su
ministerio.

b.- Porque conocemos cuál era su
relación con Dios y qué frutos
rindió.

c.- Porque sabemos qué motivaciones
rodearon su ministerio.

d.- Todas las anteriores.

e.- Ninguna de las anteriores.

3.- Por qué es importante conocer sobre la
situación social, política y
económica.

a.- Nos ayuda a determinar si el pueblo se
encontraba bajo opresión, sumido en idolatría,
alejado de Dios y detalles que son sumamente útiles en el
estudio.

b.- Porque las condiciones políticas
están estrechamente ligadas al desarrollo social. Esto es
otro aspecto de trascendencia.

c.- De alguna manera lo que rodeaba al autor,
influyó en su ministerio y en lo que
escribió.

d.- Todas las anteriores.

4.- ¿Qué papel ocupa la lectura
detallada del texto en la elaboración del estudio
bíblico?

a.- La lecturas detallada nos permite identificar
aspectos en apariencia pequeños pero que son relevantes
cuando vamos a exponer el tema.

b.- Nos permite sintetizar la idea general del
texto y las ideas secundarias.

c.- Nos ayuda a bosquejar los puntos que aborda
cada pasaje.

d.- Nos permite recrearnos en una buena lectura
de edificación cultural y espiritual.

e.- Todas las anteriores excepto la
d.

Lección 15

Elaboración del cuadro de
interrogantes

Cuando iniciamos un estudio detallado de algún
pasaje, es de suma utilidad la
elaboración de un recurso que denominaremos cuadro
de interrogantes
. En él se busca auscultar al
máximo la información que nos pueda suministrar el
escritor sagrado.

En este cuadro, que le invitamos para que dibuje en una
hoja de papel una vez reciba las instrucciones, usted de manera
horizontal trazará cuatro casillas y dos casillas de forma
vertical.

En las casillas de forma horizontal usted
responderá a cuatro interrogantes elementales que
son:

¿Qué?¿Quién?¿Cuándo?¿Dónde?

A continuación vamos a describir cada uno de
ellos. Para ilustrarlo, imagine que el texto que está
leyendo, es como si estuviera viendo una muy buena
película. Y usted, como buen televidente o cineasta, no
quiere perderse los detalles. Quiere saber hasta lo más
mínimo que ocurre en la trama y desenlace del
film.

Primer interrogante: ¿Qué?

Si hemos tomado como base el ejemplo de una
película, la idea es que usted responda a esta pregunta
relatando, de manera resumida, qué es lo que ocurre. La
idea es que, con sus propias palabras, pueda describir
cuál es el argumento central de la presentación.
Esto nos ofrece una idea aterrizada sobre los elementos que
está tocando el autor del texto bíblico.

Es tratar de meternos en todo el transcurso de lo que
ocurre en el pasaje, ponernos los zapatos del autor y determinar
qué fue lo que quiso transmitirnos, decenas o centenares
de años más tarde.

Este ejercicio es de suma importancia porque nos ofrece
conceptos claros que nos ayudarán en la posterior
elaboración de sermones. No olvide poner especial
atención a todos los detalles, en el momento en que vaya a
despejar este interrogante.

Segundo interrogante: ¿Quién?

Seguimos con la
ilustración de la película. En todo buen film
por supuesto intervienen los buenos, los malos y aquellos
personajes que simplemente son importantes para que el argumento
tenga peso.

Pues bien, en su cuadro es fundamental que usted anote
qué personajes intervienen, definiendo con base en el
texto leído, el cargo que ocupan, en lo posible si son o
no individuos con actitudes buenas o malas y todo aquello que nos
pueda ofrecer un panorama de cuál es su aporte o de
qué manera toman parte en el texto bíblico:
¿Qué hacen?¿Por qué son
importantes?¿Cuál era su relación con Dios?
etc.

Tercer interrogante: ¿Cuándo?

Entramos aquí a un punto que jamás debemos
olvidar. De un lado nos enriquece el panorama del texto que
leemos, y de otro, nos ubica en el tiempo. Me refiero al
interrogante "¿Cuándo?". La idea es que, si el
pasaje que leemos nos lo permite, podamos determinar en
qué momento, cuándo, en qué año y
bajo qué gobiernos o períodos específicos
-religiosos o administrativos"ocurrieron los hechos descritos en
el texto.

La datación, es decir, determinar el tiempo en el
que ocurrieron los hechos, es necesario para el estudiante
bíblico. Ahora, supongamos que en el pasaje no encontramos
mayores referencias en cuanto al año en que ocurren los
acontecimientos, pues entonces y para despejar cualquier duda, es
aconsejable que usted acuda al diccionario
bíblico.

Cuarto interrogante: ¿Dónde?

Despejar este interrogante nos ayuda a determinar el
lugar en el cual acontecieron los hechos. Recuerde que en la
Biblia se relatan, no solo aspectos relacionados diversos
personajes, sino también la ubicación.

Dependiendo del sitio donde se desenvuelven los
acontecimientos, podemos identificar si se trata de territorios
poblados por creyentes (llámese israelitas o cristianos,
según si está leyendo el Antiguo o el Nuevo
Testamento).

Lo más aconsejable, por supuesto, es que usted se
traslade a la sección de la Biblia que utiliza, en donde
se publican los mapas. Son de una
extraordinaria ayuda. También y como veremos más
adelante, es necesario que usted aprenda la utilización de
escalas en el momento de determinar distancias. Estas
instrucciones podrá consultar con su maestro
bíblico.

Tener en cuenta las referencias textuales:

Cuando estudiamos en detalle un pasaje de la Biblia, es
importante tener en cuenta las referencias que aparecen y que nos
llevan a otros textos.

Pongamos un ejemplo. Vamos a realizar un análisis
pormenorizado al primer capítulo del libro de
Isaías. Nuestro propósito es averiguar qué
ocurrió cuando el profeta inicia y desarrolla su
ministerio.

Al comenzar a leer, encontramos en el texto que:
"Visión de Isaías, hijo de Amoz, la cual vio
acerca de Judá y Jerusalén en días de
Uzías, Jotam, Acaz y Ezequias, reyes de Judá" (Is.
1:1).

Para tener una idea aproximada de qué estaba
ocurriendo en todos los órdenes: político,
religioso, económico, administrativo y cultural, entre
otros, es necesario que nos tomemos el tiempo que se requiera
para investigar en las referencias anotadas.

Si observamos con cuidado, encontraremos que las
referencias al rey Uzías se encuentran en 2 Reyes 15:1-7 y
2 Cr. 26:1-23; las de Jotam, en 2 Reyes 15:32-38 y 2 Cr. 27:1-9;
las de Acaz, en 2 Re. 16: 1-20; 2 Cr. 28:1-27 y las de Ezequias,
en 2 Reyes 18:1-20 y 2 Cr. 29:1-32.

Un cuadro de características

Para determinar qué hizo cada uno de los monarcas
israelitas y de qué manera, su desempeño
administrativo y religioso pudo ejercer influencia no solo en el
pueblo sino en el ministerio del profeta Isaías, es de
mucha ayuda la elaboración de un cuadro.

En el debemos consignar: "¿Qué hizo
positivo?", "¿Qué hizo negativo?" y una tercera
casilla en la que anotemos "¿Qué nos enseña
para nuestro tiempo?".

De esta manera podemos resumir las ejecutorias, evaluar
su desenvolvimiento. Esto es fundamental ya que podremos entender
un poco las circunstancias que rodearon el desenvolvimiento de
Isaías y nos ayudará también a conocer, con
más detalle, el por qué se escribió la
profecía.

Ahora le aconsejamos que lea cada una de las referencias
bíblicas que hay sobre los reyes. En el cuadro, anote
qué hicieron, si su período administrativo fue
bueno o malo de acuerdo con el relato del autor sagrado, si
estuvieron cerca o alejados de Dios, de qué manera
ejercieron influencia en el pueblo, cuántos años de
edad tenían cuando iniciaron su reinado y, por supuesto,
cuánto tiempo gobernaron.

Cuando tenga el análisis de cada uno de los
cuatro reyes que vio gobernar Isaías, tendrá un
panorama mucho más claro de cuál fue la influencia
que ejercieron en su ministerio y de qué manera, las
profecías que él transmitió tenían
cumplimiento en el pueblo de Israel.

Se trata de un punto que no puede pasar por alto.
Recuerde que generalmente las referencias a otros textos
bíblicos, se escriben justamente para ubicar al estudiante
de la Biblia.

Análisis versículo por
versículo

Ahora vamos al análisis versículo por
versículo. Es necesario que al hacerlo, anotemos en una
hoja de papel cada versículo que estudiaremos en detalle.
¿Qué se debe tener en cuenta?

En primera instancia es necesario que tomemos
nota:

Del centro del versículo

Con estos términos nos referimos a cuál es
la enseñanza primordial en el versículo objeto de
análisis. Por ejemplo, el versículo dos del primer
capítulo de Isaías. Allí se comienza a
describir en detalle la profecía. Nuestro propósito
es encontrar el centro.

Dice así: "Oíd, cielos, y escucha
tu, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los
engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí" (Is.
1:2).

Haga una segunda lectura de este versículo. De
nuevo, si no le queda claro cuál es el punto central de
ese pequeño texto. Usted podrá decir: "La
profecía es para los cielos y la
tierra"
. Está bien, no le discuto, pero es
necesario ahondar un poco más. ¿Se da cuenta? A
medida que avanzamos, descubrimos que es necesario aguzar mucho
más los sentidos
cuando leemos la Biblia. Una segunda opinión podría
señalar: "El centro del pasaje es Jehová.
Él es quien habla a través de su profeta"
. Se
aproxima pero definitivamente, todavía no es el
punto.

De ser necesario, realice una nueva lectura. Sí,
lo descubrió. El punto focal se encuentra no al principio
del texto ni en la mitad, en este caso está al final.
Sí, definitivamente lo descubrió. Esta
refiriéndose a la rebeldía del pueblo de
Israel.

Como usted está tomando nota en su libreta,
anotaría Versículo 2 – centro: Rebeldía
del pueblo.

Le invito para que ahora se dirija al versículo
3. Repitamos el ejercicio. Haga las lecturas cuantas veces
considere necesario. La idea es que tome apuntes cuando ya tenga
claro cuál es el centro de ese
versículo.

Dice así: "El buey conoce a su
dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no
entiende, mi pueblo no tiene conocimiento"
(Is. 1:3).

Hagamos de nuevo el análisis. Despacio. De
seguro ya pudo
identificar el punto esencial. No es ni el buey, ni el
dueño y menos el pesebre. En esencia, esta primera parte
del versículo lo que hace es ilustrar la segunda parte que
es donde se encuentra la enseñanza principal. Sí,
el punto central sería el desconocimiento del pueblo, la
ignorancia de las cosas de Dios.

Ahora le animamos para que prosiga así con los
versículos que van desde el 4 hasta el 9.

Tome nota. No deje de hacerlo porque justamente
aprenderá en la medida en que ponga en práctica la
teoría.
Realizar los ejercicios constituyen la base para que se
constituya en un buen estudiante de la Biblia.

Supongamos que ya hizo los ejercicios. Los tiene en su
libreta de notas. Habrá podido descubrir que todos
reiteran un punto: la rebeldía y alejamiento del pueblo.
Están al margen de la voluntad de Dios porque incurrieron
en el pecado, la
depravación y por supuesto, un desconocimiento absoluto de
los preceptos trazados por el Señor.

Ahora diríjase de nuevo al versículo 9.
Leámoslo de nuevo. Allí encontrará una
enseñanza valiosa. Dice el texto:

" Si Jehová de los ejércitos no nos
hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma y Gomorra
fuéramos, y semejantes a Gomorra" (Is.
1:9).

Si usted leyó los
versículos anteriores, notará que en la
profecía el Señor está recabando en el
pecado del pueblo y su distanciamiento de la Palabra, es decir,
de las leyes que El
había prescrito. Pero este versículo 9 es diferente
de los demás. Y la importancia de la diferencia radica
justamente en que nos refiere que Dios ha dejado un pueblo
pequeño. Un remanente que pareciera indicarnos, ha
contribuido para que en ese momento no se desencadenara el juicio
divino, que de hecho, estaba a las puertas.

¿Para quién iba dirigida la
profecía?

Ahora una pregunta que es natural que se esté
formulando: ¿A quién iba dirigida esta primera
parte de la profecía?.

Si no hubiésemos hecho un estudio previo sobre
los cuatro reyes…. pensaríamos que el anuncio
profético tenía aplicación en todos los
casos. Pero el análisis que ya realizamos, nos permite
intuir que se refiere, probablemente a los dos últimos
reyes y en particular al declive moral en el
que sumieron al pueblo.

Cúmulo de material

Cuando ya realizamos un análisis pormenorizado,
versículo por versículo en todo el capítulo,
tenemos una serie de informaciones que nos ayudarán a
tener un panorama amplio de qué estaba
ocurriendo.

Es como si se encontrara en una Biblioteca y tras
pedir libros de toda
clase, los
tuviese sobre la mesa. Sabe de qué trata cada uno de los
textos. Tiene al menos las referencias. Pero usted lo que va es a
responder un cuestionario.
Le corresponde entonces ir ordenando los libros de consulta, de
acuerdo con los temas.

Eso justamente es lo que hacemos cuando ya tenemos
realizado el análisis de todo el pasaje. Tenemos a mano el
cúmulo de información. Nos corresponde ahora
ordenarla de manera que nos facilite la elaboración del
sermón, de acuerdo con los modelos que
aprenderemos más adelante.

No olvide que en todo este proceso juega un papel
esencial la utilización de la libreta de apuntes. Guardar
esa información es crucial, porque no solo ahora, cuando
se apresta a elaborar un mensaje, sino en la posterioridad, puede
servirle para elaborar otros estudios bíblicos
relacionados.

Cuestionario a la Lección
15

1.- ¿Qué buscamos con el cuadro de
interrogantes?

a.- Conocer más sobre el texto y el
contexto.

b.- Tener una aproximación a las
circunstancias sociales, políticas, económicas,
religiosas y culturales de la época.

c.- Conocer al máximo la
información que pueda suministrarnos el autor
sagrado.

2.- ¿Cuáles son los interrogantes que
formulamos?

a.- Son ¿Por
qué?¿Cuándo? y
¿Dónde?

b.- Los más aconsejables son
¿Qué?¿Quién?¿Cuándo? y
¿Dónde?

c.- Basta con preguntarnos ¿Cuándo?
y ¿Quién?

d.- Todas las anteriores.

3.- ¿Por qué son importantes las
referencias textuales?

a.- Porque nos permiten ampliar sobre los
aspectos que estamos estudiando y que pueden tener mayor
desarrollo en otros pasajes bíblicos.

b.- Nos permiten conocer qué estaba
ocurriendo en aspectos de orden cultural, político,
económico y social.

c.- Nos definen un cuadro de
características de cuanto estamos estudiando.

d.- Las respuestas a y b son
correctas.

e.- Sólo las preguntas a y c son
correctas.

4.- El cuadro de características positivas,
¿qué papel juega en el estudio
bíblico?

a.- Hace posible que conozcamos el contexto
general.

b.- Responde a los interrogantes
¿Qué hizo positivo?, ¿Qué hizo
negativo? Y ¿Qué nos enseña para nuestro
tiempo?.

c.- Las anteriores.

d.- Ninguna de las anteriores.

 

 

 

 

Autor:

Ps. Fernando Alexis Jiménez

Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de
la Palabra"

Todos los derechos reservados a nombre
de www.adorador.com Para publicar y distribuir masivamente
el contenido del presente manual
deberá pedir autorización a los editores y su
autor.

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