II CONGRESO
ESTRATEGIAS
EDUCATIVAS
PRÁCTICAS PARA CONSTRUIR UN MUNDO
MEJOR
Ambientación
Al ser convocada para este evento, no tuve que pensarlo, puse
mi mente inmediatamente en el tema de la voluntad, aunque
sabía que era una palabra que creaba una enorme resistencia, La
palabra voluntad genera un sabor a lucha, pesadez, ascetismo,
sufrimiento, que riñe con el mundo de hoy, identificado
sólo con el placer, el gusto, la comodidad, el me da la
gana y listo.
El hombre del
presente siglo ha decidido sacar de su vida el asunto de la
voluntad, del esfuerzo gustoso, de la intrepidez batalladora para
alcanzar lo mejor aunque arrecien los peores vientos,
quedándose en la periferia, en la superficie, en el hombre del
instante donde todo se obtiene ya, en ese mundo mágico del
interruptor, de la prisa, en fin de la discontinuidad en el
tiempo ya que
ha perdido su noción de futuro, su visión
prolongada de la existencia; sus actos no son guiados por unos
resultado que se ha planteado como meta en el día a
día. Hoy se vive en el aquí y ahora, queriendo
encontrar las causas y ahondar en el pasado, buscando culpables a
sus estados de ánimo a sus fracasos y a sus incapacidades,
a su vida mimosa incapaz de abrazarla y echarla a funcionar, y
allí se estanca, debido a que su vida personal se vive
sin propósitos, no hay unos PARAQUÉS a su accionar
en lo cotidiano, se ha olvidado que el ser humano encuentra su
sentido cuando toma nota que la vida está llena de haceres
con sentido, con fines que lo llenan de ilusiones, ya que la
existencia humana es un jalonazo hacia el porvenir, y cuando esta
visión alegre, futurista se pierde por el hombre del
instante, entonces se agotan los para ques, entonces empezamos a
vivir una vida sin sentido, y perdido el sentido de la vida, se
pierde la razón de existir; y el mejor antídoto contra esto está en la
educación
de la voluntad, que es la que mantiene la razón de
existir. Anécdota consulta Depresivo.
II.- DINÁMICA DE LA VIDA
Gráfico. Vamos a explicarlo un poco tratando de
graficar de manera resumida, cómo funciona la cotidianidad
de la vida.
La persona
está constituida por las siguientes dimensiones: La
inteligencia
para pensar, es la que nos muestra la
verdad, la voluntad para querer lo mejor y el corazón
para amar. Cuando la inteligencia nos ilumina con la verdad, la
voluntad descubre la bondad de la verdad y da un paso a la
acción,
realiza lo decidido, y lo realiza con amor con el
corazón, pero cuando la voluntad está cruzada por
sentimientos o afectos malucos, no alcanza a ver la bondad de la
verdad y no toma la decisión adecuada, no actúa.
Ej. Fumador. Vemos como en el momento en que tomamos la
decisión adecuada y la voluntad se moviliza a la
acción haciendo lo mejor, realizamos un acto de libertad
interior, en este caso se siente la libertad de la
adicción, del gusto, de una dependencia maluca, dicha
decisión ha estado jalada
por la ilusión de una mejor salud. Este espacio que
vemos aquí representa la intimidad de la persona, que hay
que cuidar, son los tres jardines del alma que hay
que cultivar y de manera muy especial educar, allí
está representada la singularidad, la individualidad de
cada cual, pues es la personal manera de pensar, de sentir de
actuar y de decidir de Ana, diferente de la de Andrés, de
la de Juan. Esta intimidad sale afuera en la cotidianidad y se
transfiere a la vida social, que es otra dimensión de la
persona, y se transmite a través del cuerpo que constituye
la quinta dimensión, aquí aparecen las relaciones
humanas representadas en conductas o acciones que
dan cuerpo a la vida del hombre y que son el resultado de su
intimidad, en estos haceres hacen presencia los valores y
virtudes, y todo este proceso
está imanado por las ilusiones, por los para qués,
y como nada por el ejercicio de la voluntad que como vimos,
está poniendo en marcha la vida , concretando en acciones
las decisiones tomadas.
III.- Como lo vemos La inteligencia, la afectividad, la
libertad y la voluntad constituyen los cuatro ingredientes
básicos de la vida, indispensables en la formación
de hombres de vuelo superior, con metas y propósitos.
La afectividad constituye el capullo, la concha donde se anida
el ser humano al susurro de unos afectos que lo abrigan y le dan
el clima
indispensable para poder actuar,
esta afectividad está compuesta fundamentalmente por los
sentimientos y las emociones, el
hombre es sentimiento, no puede dejar de sentir, pero
paradójicamente siendo los sentimientos lo mas cercano al
ser humano, es a la vez lo mas lejano, ya que no toma conciencia de
ellos, los sentimientos podemos definirlos como reacciones
espontáneas de carácter sujetivo positivos o negativos,
algo difusos y que nos permiten tomarle el pulso a los impactos;
pero los sentimientos hay que saberlos canalizar, ya que cuando
ellos comandan nuestra vida, sucumbimos bajo su peso
impidiéndonos vivir adecuadamente anécdota Panamá.
Explicación.
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