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Globalización y desigualdad: el "dogma" que no fue (página 5)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

En ocasiones, la apertura financiera también ha dado
lugar a una mala asignación de recursos y al
incremento del coste real del capital. La
asignación inadecuada se produce cuando la falta de
información lleva a los prestamistas
extranjeros a financiar inversiones
poco seguras. El costo real del
capital también aumenta cuando los gobiernos suben los
tipos de interés,
con el fin de mantener un tipo de cambio
estable. Otros efectos secundarios de la apertura financiera son
la necesidad de mantener un nivel de reservas de divisas mucho
más elevado y la mayor vulnerabilidad a la evasión
de capitales nacionales.

Lo que es más importante, la apertura financiera ha
limitado la posibilidad de aplicar una política
macroeconómica contracíclica. El motivo es que, con
la apertura financiera, los países deben renunciar a su
autonomía sobre el tipo de cambio, o bien
sobre la política
monetaria. Con las cuentas de
capital abiertas, el mantenimiento
de un tipo de cambio fijo implica renunciar a la libertad de
fijar los tipos de interés nacionales, mientras que el
control sobre
éstos sólo puede recuperarse permitiendo un tipo de
cambio flotante. Además, el campo de aplicación de
las políticas
fiscales expansionistas suele estar extremadamente restringido
por las demandas de los financieros extranjeros.

La globalización también afecta a las
finanzas
públicas. Se han reducido especialmente los tipos
impositivos sobre los factores de producción relativamente más
móviles. En los 30 países más ricos del
mundo, el nivel medio del impuesto sobre
las sociedades
cayó del 37,6 por ciento en 1996 al 30,8 por ciento en
2003. Los incentivos
fiscales destinados a atraer la IED contribuyeron al descenso del
promedio de los tipos impositivos. Un fenómeno similar
puede observarse en la imposición de las personas con
altos ingresos, quienes
gozan también de una movilidad relativamente mayor. Entre
1986 y 1998, el tipo impositivo marginal más alto sobre la
renta de las personas físicas descendió -en muchos
casos de forma considerable- en la gran mayoría de los
países, ya fueran de ingresos altos o de ingresos bajos.
Estos cambios en los tipos impositivos no reducen necesariamente
los ingresos fiscales en su totalidad, ya que la reducción
de los tipos impositivos también puede disminuir la
evasión fiscal y
aumentar los incentivos a la producción. No obstante, los
efectos de la distribución de dichas reducciones en los
tipos impositivos de los factores de producción
móviles es un motivo de preocupación. Un mayor
recurso a los impuestos
indirectos y a los impuestos sobre factores relativamente
inmóviles como la mano de obra confiere a los sistemas fiscales
una menor progresión en un período en que la
desigualdad de los ingresos ha ido en aumento en varios
países de ingresos altos y medianos.

Empleo, desigualdad y pobreza

Para valorar las repercusiones sociales de la
globalización, es esencial ir más allá
de los resultados económicos y examinar lo que ha sucedido
con el empleo, la
desigualdad de ingresos y la pobreza
durante los últimos dos decenios de
globalización.

Según las estimaciones más recientes de la OIT,
en el último decenio ha habido un aumento del desempleo
declarado en todo el mundo. En 2003, ascendía a cerca de
188 millones. Sin embargo, a lo largo de los dos últimos
decenios, el comportamiento
del empleo ha variado de unas regiones a otras. Cabe destacar
también que, dentro del mundo en desarrollo,
las tasas de desempleo han aumentado desde 1990 en América
Latina y el Caribe y en Asia Sudoriental,
y desde 1995, en Asia Oriental. Un factor que influyó en
el aumento del desempleo en estas regiones fue la crisis
financiera de finales de los años noventa. Por ejemplo, en
algunos países afectados por la crisis, los índices
de desempleo descendieron tras esta, aunque, en muchos casos, no
alcanzaron el nivel anterior a la crisis.

El porcentaje de empleo por cuenta propia, que para la
mayoría de las regiones en desarrollo constituye un
indicador significativo del tamaño de la economía informal, incrementó en
todas las regiones en desarrollo, salvo en Asia Oriental y
Sudoriental. No se dispone de datos directos
sobre el empleo en la economía informal. Un incremento
semejante generalmente está vinculado al estancamiento o
crecimiento lento del empleo en el sector moderno y al
consiguiente aumento de la absorción de trabajo en la
economía informal.

En los países industrializados, los resultados
referentes al empleo también han sido diversos. Durante el
último decenio, el Japón
ha experimentado un aumento constante del desempleo, mientras que
en algunas pequeñas economías abiertas europeas,
así como en el Reino Unido, se ha registrado un acusado
descenso del desempleo. En los Estados Unidos
también se experimentó un descenso del desempleo
hasta la reciente recesión económica, y ello a
pesar de la pérdida considerable de puestos de trabajo en
algunas industrias
manufactureras.

La desigualdad de ingresos ha aumentado en algunos
países industrializados, lo que se ha reflejado en el
incremento de la participación de capital en los ingresos
nacionales, así como en el incremento de la desigualdad
salarial entre mediados de los años ochenta y mediados de
los noventa. Sin embargo, fue incluso más llamativo el
acusado aumento de la proporción de los ingresos que
representa el 1 por ciento más rico de la población de los principales perceptores de
ingresos en los Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. En
los Estados Unidos, este grupo
representa el 17 por ciento de los ingresos brutos en el
año 2000, un nivel que se registró por
última vez en el decenio de 1920. El incremento de la
concentración de la riqueza ha sido el factor principal
del aumento de la desigualdad de ingresos en los Estados Unidos;
el descenso de la parte correspondiente al decil más bajo
de los asalariados ha sufrido el proceso
contrario desde 1995.

La creación de riqueza es importante para el análisis de la globalización, puesto
que las ganancias excepcionalmente elevadas suelen ir ligadas al
pago de compensaciones por parte de las multinacionales, al
desarrollo de nuevas empresas de
alcance global y al "estrellato" internacional. Una mayor
concentración de la riqueza suele implicar un incremento
del poder
político y de mercado, tanto
nacional como globalmente, para aquellos que se han beneficiado
de ello. Asimismo, ejerce una gran influencia en las percepciones
de la gente sobre la globalización.

Fuera de los países industrializados, también ha
podido observarse la diversidad de los cambios relativos a la
desigualdad de ingresos. Mientras la gran mayoría de los
países ha sufrido un aumento de la desigualdad de los
ingresos, todavía está por ver hasta que punto
podemos culpar de ello a la globalización.

La incidencia de la globalización en la pobreza
también es difícil de valorar. El número de
personas que viven en la pobreza absoluta en todo el mundo ha
disminuido significativamente de 1.237 millones en 1990 a 1.100
millones en 2000. Sin embargo, esta mejora se debe en gran medida
a los cambios acontecidos en sólo dos grandes
países: China e
India, donde
vive el 38 por ciento de la población mundial. Solamente
en China, el número de personas que viven en la pobreza
descendió de 361 millones a 204 millones. En otros
lugares, como el África
Subsahariana, Europa y Asia
Central, y América
Latina y el Caribe, la pobreza ha crecido en 82, 14, y 8
millones, respectivamente. Sin embargo, los factores regionales y
nacionales específicos, no relacionados con la
globalización, fueron también factores clave en las
diferencias relativas a la reducción de la pobreza.

Todo esto refleja una ambigüedad básica en la
interpretación de los datos relativos a las
tendencias de la pobreza global. Es obvio que el hecho de que la
pobreza mundial haya disminuido, en conjunto, constituye un
motivo de celebración; sin embargo, este dato no
reconforta a aquéllos que no pertenecen a los pocos
países en los que se han concentrado estas mejoras.

Un problema adicional que plantea la interpretación de
los datos es que pueden existir costes sociales reales incluso
cuando los indicadores
agregados,
como la tasa de desempleo o el nivel de pobreza, no muestran
empeoramiento alguno. El motivo es que la estabilidad de estas
tasas podría ocultar una "agitación" considerable
en los mercados de
trabajo y movimientos hacia dentro y fuera de la pobreza. Existen
algunas pruebas de que
estos fenómenos se han vuelto más marcados con la
creciente globalización. Sin embargo, para aquéllos
que han perdido su empleo o han caído en la pobreza no es
un consuelo que los que han experimentado la suerte contraria
hayan podido evitar engrosar las listas del desempleo o de la
pobreza.

Este tipo de movilidad es una de las principales razones por
las que la gente manifiesta opiniones diversas de las
repercusiones sociales de la globalización. La experiencia
personal (o la
observación directa) de la pérdida
de empleo o de ingresos por parte de localidades o grupos
sociales concretos influye en las percepciones, con independencia
de cual sea la imagen global.
Como resultado, al menos una parte del acalorado debate sobre
las repercusiones sociales se centra en dichas diferencias de
percepción y en el modo de interpretar los
indicadores sociales globales.

La imagen variopinta que emerge del análisis de los
resultados económicos y los cambios en el empleo, la
desigualdad y la pobreza, hace extremadamente difícil
generalizar sobre cuál ha sido el impacto de la
globalización. En parte, esto se debe a que la
globalización es un fenómeno complejo. Los
resultados observados, como los cambios en el nivel de desempleo
y de pobreza, responden a la combinación de un conjunto de
factores del que la globalización, aún entendida en
un sentido amplio, no es más que uno de ellos. Los
factores estructurales internos, como el grado de desigualdad en
la distribución de los ingresos y la riqueza y la calidad de la
gobernanza, suelen influir de forma decisiva en estos resultados.
Es importante no caer en el error común de atribuir
totalmente a la globalización todos los resultados
observados, ya sean positivos o negativos"…

United Nations 2005 Report on the World Social
Situation

Much of the World Trapped in an "Inequality
Predicament"

World more unequal than 10 years ago

25 August 2005 – "Though some parts of the world have
experienced unprecedented growth and improvement in living
standards in recent years, poverty remains entrenched and much of
the world is trapped in an inequality predicament.

The United Nations Report on the World Social Situation 2005:
the Inequality Predicament, issued today, sounds the alarm over
persistent and deepening inequality worldwide. The Report focuses
on the chasm between the formal and informal economies, the
widening gap between skilled and unskilled workers, the growing
disparities in health, education and opportunities for social,
economic and political participation.

"By detailing some of the most critical issues affecting
social development today, the Report can help guide decisive
action to build a more secure and prosperous world in which
people are better able to enjoy their fundamental human rights
and freedoms. Overcoming the inequality predicament is an
essential element of this quest," said United Nations Secretary
General Kofi Annan.

Departing from approaches that have focused on economic growth
as a panacea to development problems, the Report notes that a
focus on growth and income generation neither sufficiently
captures nor addresses the inter-generational transmission of
poverty; it can lead to the accumulation of wealth by a few and
deepen the poverty of many. In fact, despite considerable
economic growth in many regions, the world is more unequal than
it was 10 years ago.

"We will not be able to advance the development agenda without
addressing the challenges of inequality within and between
countries," said José Antonio Ocampo, Under-Secretary
General for Economic and Social Affairs. Ocampo also noted that
"the timing of the Report could not be better. With 2015 as the
target date for the achievement of the Millennium Development
Goals, it is the right time to incorporate the goal of reducing
inequality in our strategies to promote development, security and
human rights for all."

According to the Report on the World Social Situation 2005:
The Inequality Predicament:

» Inequalities between and within countries have
accompanied globalization. These inequalities have had negative
consequences in many areas, including employment, job security
and wages. However, there is still debate concerning the specific
role of liberalization and deregulation policies in these
trends.

» Unemployment remains high in many contexts and youth
unemployment rates are particularly high. Youth is two to three
times more likely than adults to be unemployed and currently make
up as much as 47 per cent of the total

186 million people out of work worldwide. Most labour markets
are unable to absorb all of the young people seeking work. The
incapacity of countries to integrate younger labour market
entrants into the formal economy has a profound impact, with
effects ranging from the rapid growth of the informal economy to
increased national instability.

» Millions are working but remain poor; nearly a quarter
of the world"s workers do not earn enough to lift themselves and
their families above the $1 per day poverty threshold. A large
majority of the working poor are informal non-agricultural
workers. Changing labour markets and increased global competition
have spurred an explosion of the informal economy and
deterioration in wages, benefits and working conditions,
particularly in developing countries.

» In many countries wage inequalities, especially
between skilled and unskilled workers, have widened since the
mid-1980s, with falling real minimum wages and sharp rises in the
highest incomes. China and India have seen considerable income
growth, but differentials remain wide. In developed countries,
the income gap has been especially pronounced in Canada, the
United Kingdom and the United States.

» Despite progress in some contexts, health and
education inequalities have widened, especially within countries.
Sub-Saharan Africa and parts
of Asia are in the worst predicament. Inequalities in life
expectancy have widened dramatically. HIV/AIDS has aggravated
these differentials, especially those between Africa and the rest
of the world.

There are also wide gaps in access to
immunization, maternal and child care, nutrition and education.
Gender gaps in access to
education have narrowed somewhat, but persist. This situation
contributes to a human capital crisis and threatens sustained
poverty reduction.

» Violence is often rooted in inequality. It is
dangerous for both national and international peace and security
to allow economic and political inequality to deepen. Such
inequalities, especially struggles over political power, land and
other assets can create social disintegration and exclusion and
lead to conflict and violence. Manifestations of such violence
discussed in the Report include war, the use of child soldiers,
and domestic and sexual violence.

» Indigenous people, people with disabilities, older
people and youth are typically excluded from decision making
processes that affect their welfare. These groups, which have
been discriminated against throughout history, are still
frequently denied their basic human rights. They are also often
excluded from the political process.

Based on these findings, the Report on the World Social
Situation 2005 recommends that:

» Worldwide asymmetries resulting from globalization
should be redressed, with emphasis placed on more equitable
distribution of the benefits of an increasingly open world
economy. This should be facilitated by promoting democratic
participation of all countries and people in the processes that
determine the international development agenda.

» Democracy and the rule of law should be promoted and
special efforts made to integrate marginalized groups into
society. This effort must be backed by political will.

» To prevent global conflict and violence, attention
should be paid to reducing the inequalities in access to
resources and opportunities.

» Conditions in the informal economy should be improved
by providing social protection programmes and better linkages
between the formal and the informal economies.

» Opportunities for productive and decent employment
should be expanded; youth should be a focus of employment
policies and programmes. With decent employment those who are
able to secure jobs and receive adequate compensation, benefits
and protection under the law are also empowered to voice their
concerns and participate more actively in society.

Unless attention is paid to redressing global inequality and
pursuing the comprehensive vision of social development agreed
upon at the Social Summit in Copenhagen in
1995, the Report warns that the inequality predicament will be
perpetuated, frustrating efforts to achieve the Millennium
Development Goals".

For further information, please contact Roberto Guimaraes in
the Department of Economic and Social Affairs, Tel. (917)
367-1352, e-mail: guimaraesr[arroba]un.org

Evidentemente, los "modelistas" del FMI, nunca
llamaron a Roberto Guimaraes "for further information", ni falta
que les hizo. A ellos les basta y sobra con sus "delirios" del
Multimod (¿o MultiMad?).

World Bank

World Development Indicators (WDI) 2007

World View

Poverty Reduction

"The number of people living on less than $1 a day in
developing countries fell by more than 260 million over
1990-2004, thanks in large part to massive poverty reduction in
China. In contrast, the number of poor people continued to
increase in Sub-Saharan Africa, rising by almost 60 million. In
turn, the share of the population in Sub-Saharan Africa living on
less than $1 a day dropped from 47 percent in 1990 to 41 percent
in 2004.

The Millennium Development Goal of halving the proportion of
poor people is still within reach at the worldwide level -with a
projected decline from 29 percent to 10 percent between 1990 and
2015. But many countries will most likely not reach it,
particularly those in Sub-Saharan Africa, where average poverty
rates remain above 40 percent, raising concerns of widening
inequalities between regions.

The responsiveness of poverty to growth depends on the
distribution of income (or consumption) and how it changes. Many
factors influence how the benefits of growth are shared: health,
education, infrastructure, gender parity, social safety nets,
rule of law, political voice and participation, and access to
markets, technology, information, and credit (World Bank 2005d).
In the last decade poverty reduction was not always or everywhere
commensurate with income growth. In some countries and regions,
inequality worsened, as poor people did not reap the fruits of
economic expansion, lacking opportunities to do so.

Fifty-nine countries with comparable $1 or $2 a day poverty
data measured at two points in time (with a gap of at least 10
years) over the last two decades show that growth and changes in
income distribution can reinforce or offset their effects on
poverty reduction. In 26 cases income growth was accompanied by
increased inequality, and in 20 more income distribution worsened
as average incomes fell.

But this is not to say that growth is bad for poverty
reduction. In 17 cases the contribution of growth to poverty
reduction surpassed the negative impact of worsening inequality,
and in another 11 cases reduction in inequality added to the
poverty- reducing effect of positive growth. In only one case
-out of 60- was poverty reduced despite negative income
growth.

Looking at the relationship between countries" per capita
income growth and performance in reducing $1 a day poverty
(controlling for starting points) also suggests a positive and
significant statistical relationship between the two.

The worst poverty reduction performers recorded particularly
weak income growth performance. But the distinction among the
three other groups of performers (poor, good, and best) is less
pronounced. This suggests that the relationship between income
growth and poverty reduction is more diverse when the economy is
not in deep recession. In other words, income growth is necessary
but may not be sufficient for sustained poverty reduction.

Countries are ranked here by poverty reduction in the most
recent 10-year period with data. Also shown is the average
poverty reduction of countries starting from a similar initial
poverty rate. The best and worst performers, which significantly
deviated from expectations in one direction or the other, are
marked with an asterisk.

There is great diversity in the characteristics of good
performers. Among them are low- and middle-income countries from
most regions and with varying population sizes. Note too that the
best and worst performers are not necessarily the countries that
recorded the largest absolute changes in poverty rates.
Mauritania, for example, recorded a substantial reduction but
still fell short of the average performance of countries with
similar initial poverty rates. Mexico experienced a smaller
poverty reduction but significantly exceeded the average
benchmark"…

Según destaca el Comunicado de Prensa Nº:
2007/159/DEC, del 15 de abril de 2007: "En el informe se
observa que, durante el decenio, la reducción de la
pobreza no estuvo siempre ni en todos los lugares en consonancia
con el crecimiento de los ingresos. En algunos países y
regiones la desigualdad se agravó, ya que los pobres no
pudieron aprovechar los beneficios de la expansión
económica, debido a la falta de oportunidades de empleo, a
una educación insuficiente o a problemas de
salud.

"El crecimiento es fundamental para reducir la pobreza, pero
no es el único factor. Los indicadores del desarrollo
mundial van más allá de las tasas de crecimiento y
de pobreza y se preguntan cómo se distribuye el ingreso y
si mejora o no la atención de la salud y la educación y
evalúan las condiciones para la actividad empresarial.
Todos estos factores influyen en la calidad de
vida de las personas", ha declarado François
Bourguignon, primer vicepresidente y primer economista,
Economía del Desarrollo, del Banco
Mundial.

Tampoco parece que los tecnócratas del FMI se hayan
dado un "garbeo" por las oficinas del Banco Mundial,
aunque compartan el mismo "dogma" y trabajen en el mismo
"barrio".

Para finalizar este "recordatorio" a los "globa-modelistas"
del Fondo Monetario
Internacional, utilizaré algunos párrafos del
Panorama General (Resumen ejecutivo en español)
de las "Perspectivas para la Economía
Mundial 2007",
del Banco Mundial:

"¿Continuará la integración mundial (del comercio, las
finanzas, la tecnología, las ideas
y las personas) en el futuro previsible? De ser así,
¿cuáles serán las consecuencias para los
países en desarrollo y para los que en la actualidad son
de ingreso alto? ¿De qué modo afectará la
integración global -en conjunción con las
tendencias demográficas, el cambio tecnológico y
otras fuerzas- la distribución del ingreso y los mercados
laborales de los países ricos y pobres? ¿Qué
efecto tendrá sobre las amenazas ambientales y sanitarias
mundiales que se ciernen sobre le crecimiento a largo
plazo?…

La desigualdad de ingresos, podría ampliarse, tanto de
un país con relación a otro como dentro de los
países

"Es probable que los beneficios de la globalización no
sean parejos en todas las regiones y países. Debido a las
tendencias subyacentes de crecimiento y a la presencia de
numerosos Estados frágiles, África es la
región con más posibilidades de quedar rezagada. No
obstante también es la que puede obtener mayores ventajas
de la integración, dado que puede aprovechar la brecha
tecnológica y la diferencia de salarios para
impulsar un nivel más alto de crecimiento sostenido.

También causa inquietud la posibilidad de que poderosas
fuerzas de la economía mundial tiendan a incrementar la
desigualdad en muchas economías nacionales. Si bien es
probable que una gran parte del mundo en desarrollo ingrese en lo
que podría llamarse "la clase media
mundial", algunos grupos sociales
pueden resultar relegados e incluso marginados durante el proceso
de crecimiento. Los trabajadores no calificados en particular
posiblemente queden más rezagados. El proceso
tecnológico, al generar demanda de
mayor capacitación, tiende a ensanchar la brecha
entre el salario de los
trabajadores calificados y el de los no calificados.
También revisten importancia a este respecto las
tendencias demográficas que influyen en las tasas de
dependencia social (la proporción de trabajadores en
relación con los jóvenes y los jubilados) y el
nivel de educación alcanzado.

En general, no se ha observado que el comercio de por
sí genere de modo sistemático y directo una
ampliación de la brecha salarial en los países. Sin
embargo, si se combina con el cambio tecnológico y, en
menor medida, la inversión
extranjera, estas fuerzas relacionadas con la
globalización pueden en conjunto provocar mayor
desigualdad en muchos países, a la vez que incrementan el
ingreso promedio"…

Malgrado: ma
peró… nonostante…

(Parole, parole, parole…)

La crisis de los modelos de
extrapolación (Extrapolar: aplicar un criterio conocido a
otro dominio para
extraer consecuencias e hipótesis).

Constataciones sin autocríticas (y lo que es peor
aún aún, si cabe, sin rectificaciones o propuestas
diferentes).

¿Hechos de la naturaleza?
Solución: más de lo mismo.

El Fondo Monetario Internacional, otro enemigo de los pobres.
Les asusta el sentido planetario común. Las testas de la
golosa civilización mercantil piensan en caníbal y
tratan al mundo como multitud de números. Carne de
estadística. "Persona" no ha
lugar en Su Léxico. No es que no sepan de que se trata: no
la quieren. Y de mala leche
nomás, ni ideología tienen que les sostenga tanto
afán… (Gracias, Esteban Peicovich, por prestarme
algunas frases).

En el Informe sobre Globalización y desigualdad
que ha servido de base para esta "filípica" (el enfoque de
las "dos" desigualdades: entre países y dentro de cada
país) se "revuelven" una y otra vez para borrar con el
codo lo que escriben con la mano. No les queda más remedio
-a disgusto y con la boca pequeña- que reconocer lo
evidente.

Veinte años de fracasos doctrinarios no se pueden
esconder bajo la alfombra. Así y todo, lo intentan.
Manipulan, distorsionan, intoxican, "patean" para adelante,
solicitan prórroga, falsifican, procuran engañar
nuevamente. Alientan la esperanza en medio de la crisis.

Para demostrarlo, he intentado "destacar" todos (o casi todos)
los "no obstante"…, "sin embargo"…, "a
pesar"…, "por lo tanto"…, con que los "Hamelin" del
FMI aspiran seguir ganando tiempo, volver
a mentir, continuar arreando la manada. Consolidar el trueque de
los factores que influyen en la calidad de vida de las personas
por el fútbol,
recitales de rock, prensa del
corazón, la tele de Engañapichanga
and Company Productions. Toda una tramoya para evitar que podamos
quitarnos (pero un día lo haremos) el estigma de "objetos"
y tras breve práctica podamos asumirnos como "sujetos" y
"seres normales" y de allí a "personas".

(Pág. 154 de la versión en español del
Informe del FMI): "El análisis también se basa en
un conjunto de datos nuevos de alta calidad elaborados
recientemente por el Banco Mundial y en una metodología más coherente que la de
la mayoría de los demás estudios, que utilizan una
gran variedad de fuentes de
datos de calidad desigual. No obstante, las cuestiones
relacionadas con los datos siguen siendo un factor preocupante en
el análisis comparativo de la desigualdad entre los
países y los resultados de las estimaciones de todos estos
análisis deben interpretarse con cautela
.

Como avance de las conclusiones principales, los datos
disponibles parecen indicar que la desigualdad del ingreso ha
aumentado en la mayor parte de los países y regiones en
los últimos 20 años, aunque los datos están
sujetos a limitaciones sustanciales. No obstante, al mismo
tiempo los ingresos medios reales
de los segmentos más pobres de la población se han
incrementado en todas las regiones y grupos de ingreso.
El
análisis indica que el desarrollo de la
globalización comercial y la creciente
globalización financiera han tenido efectos opuestos y
reconocibles por separado en la distribución del ingreso.
La liberalización del comercio y el crecimiento de las
exportaciones
están vinculados con la reducción de la desigualdad
del ingreso, mientras que la creciente apertura financiera
está relacionada con el aumento de la desigualdad. No
obstante, la contribución de ambas al crecimiento de la
desigualdad ha sido mucho menor que la del cambio
tecnológico, sobre todo en los países en
desarrollo
"…

(Pág. 155 y 156 de la versión en
español del Informe del FMI): "El comercio mundial se ha
multiplicado por cinco en términos reales desde 1980, y su
proporción en el PIB mundial ha
aumentado del 36% al 55% durante este período. La
integración del comercio se aceleró en los
maños noventa a medida que los países del antiguo
bloque comunista se integraban en el sistema de
comercio mundial y las economías en desarrollo de Asia
-una de las regiones más cerradas al comercio en 1980-
desmantelaban gradualmente las barreras comerciales. No
obstante, cabe señalar que todos los grupos de
países de mercados emergentes y de países en
desarrollo, cuando se agregan por grupo de ingreso o por
región, se están equiparando o han superado a los
países de ingreso alto en términos de apertura
comercial, lo que refleja la convergencia generalizada de los
sistemas comerciales de los países de ingreso mediano y
bajo hacia los regímenes comerciales tradicionalmente
más abiertos de las economías
avanzadas
.

La globalización financiera también ha
avanzado a un ritmo muy rápido en los últimos 20
años. El total de los activos
financieros internacionales se ha duplicado con creces, del 58%
del PIB mundial en 1990 al 131% en 2004. Las economías
avanzadas siguen siendo las más integradas desde el punto
de vista financiero, pero otras regiones del mundo han
incrementado progresivamente sus posiciones de activos y pasivos
internacionales. No obstante, los indicadores de jure de la
apertura de la cuenta de capital presentan un panorama desigual y
las economías recientemente industrializadas de Asia (ERI)
y las economías en desarrollo muestran pocos progresos en
el ámbito de la convergencia hacia regímenes de la
cuenta de capital más abiertos como los de las
economías avanzadas, que han seguido ampliando la
liberalización

(Pág. 159 y 160 de la versión en
español del Informe del FMI): "El panorama de la
desigualdad es más detallado si se examinan las
proporciones del ingreso de los diferentes grupos de
países. En general, las variaciones de las proporciones
del ingreso por quintil (es decir, los subgrupos sucesivos que
comprenden cada uno el 20% de la población) en las
distintas regiones y niveles de ingreso coinciden con los datos
sobre la desigualdad basados en los coeficientes de Gini. No
obstante, los datos indican que el aumento de los coeficientes de
Gini se explica en gran medida por el incremento de la
proporción de los quintiles más ricos a expensas de
los quintiles medios, mientras que la proporción del
ingreso del quintil más pobre varía poco.
Al
examinar los niveles medios del ingreso de los distintos
quintiles, los ingresos per cápita han aumentado en casi
todas las regiones incluso en el caso de los quintiles más
pobres. La excepción es América Latina donde se
produjo un ligero descenso general, impulsado principalmente por
el impacto adverso de las crisis económicas y financieras
en los pobres de varios países. Sin embargo, los
ingresos se han recuperado desde los bajos niveles registrados
después de la crisis. De hecho, como se desprende de los
datos derivados de los coeficientes de Gini, los ingresos del
quintil más pobre han aumentado más
rápidamente que los de otros segmentos de la
población en África subsahariana y los
países de la CEI, aunque a partir de una base muy baja. En
todas las regiones, los datos parecen indicar, por lo tanto, que
en términos absolutos los pobres no se encuentran en
peores condiciones (salvo en unas pocas economías
afectadas por las crisis), y en la mayoría de los casos
las condiciones son considerablemente mejores, durante la fase
más reciente de la globalización
"…

(Pág. 160 y 163 de la versión en
español del Informe del FMI): "Esta experiencia reciente
parece indicar un cambio claro de tendencia con respecto al
descenso general de la desigualdad en la primera mitad del siglo
XX, y dar la impresión de que el rápido crecimiento
de Asia oriental durante los años sesenta y setenta se
logró manteniendo al mismo tiempo la desigualdad en
niveles relativamente bajos. No obstante, cabe destacar que es
difícil comparar los datos sobre la desigualdad de una
década a otra, dadas las numerosas salvedades con respecto
a la fiabilidad de los datos y la comparabilidad
metodológica
"…

(Pág. 176 y 177 de la versión en
español del Informe del FMI): "La globalización
financiera, y especialmente la IED, parece estar relacionada con
el aumento de la desigualdad. Si bien la IED entrante agrava la
desigualdad en los países en desarrollo, en las
economías avanzadas se observa otro efecto negativo
derivado de la IED saliente. Esta conclusión coincide con
la información empírica de que la IED suele
concentrarse en sectores de uso más intensivo de
tecnología y mano de obra (desde el punto de vista del
país receptor), lo que aumenta la demanda relativa de
trabajadores calificados tanto en las economías avanzadas
como en las economías en desarrollo. Se trata, sin
embargo, de un efecto promedio a lo largo del período de
la muestra. Cabe
esperar que el impacto de la IED variará por sector y se
disipará con el tiempo conforme los trabajadores adquieran
conocimientos especializados y educación
.

La conclusión de que la inversión en avances tecnológicos
tiene un impacto de aumento de la desigualdad coincide con la
opinión de que la nueva tecnología, tanto en las
economías avanzadas como en las economías en
desarrollo, incrementa la prima por nivel de calificación
y automatiza los insumos relativamente poco calificados
(véase Birdsall, 2007). Del mismo modo que la IED potencia las
actividades de valor agregado
más alto, el progreso tecnológico también
plantea exigencias cada vez mayores a los trabajadores más
calificados. En las economías avanzadas, la
utilización generalizada de la tecnología en el
sector manufacturero y el de servicios
eleva la prima por nivel de calificación en una parte
importante de la economía. En los países en
desarrollo, el efecto del progreso tecnológico es mayor en
Asia que en América Latina, lo que posiblemente se debe a
la proporción más alta de manufacturas de uso
intensivo de tecnología en Asia. A pesar del efecto
específico y separado de la tecnología en la
desigualdad observado en los datos, hay que tener en cuenta que
el uso generalizado de la tecnología y la
globalización creciente no están desvinculadas: los
avances
tecnológicos han contribuido a reforzar los
vínculos comerciales y financieros entre los
países, mientras que la globalización ha ayudado a
fomentar el uso de la tecnología
"…

(Pág. 179 de la versión en español del
Informe del FMI): "Aunque las proporciones del ingreso de los
cuatro quintiles inferiores se han reducido a nivel global, es
importante señalar que los niveles medios del ingreso
dentro de estos quintiles han aumentado, ya que el progreso
tecnológico, la profundización financiera y la
globalización han impulsado de forma significativa el
crecimiento global. Sin embargo, los niveles medios del
ingreso de los cuatro quintiles inferiores han aumentado a una
tasa más baja que los del quintil superior. Las
excepciones importantes en este caso son África
subsahariana y la Comunidad de
Estados Independientes. En estas regiones, los niveles del
ingreso de los quintiles inferiores han aumentado más
rápidamente que los del quintil
superior
"…

(Pág. 180 y 181 de la versión en
español del Informe del FMI): "La globalización
ha tenido, en general, un impacto de aumento de la desigualdad
mucho menor, lo que refleja el impacto positivo compensatorio de
la globalización comercial y el impacto negativo de la
IED
. En las economías avanzadas, el aumento de las
importaciones
provenientes de los países en desarrollo está
vinculado con la reducción de la desigualdad del ingreso,
mientras que en las economías en desarrollo el crecimiento
de las exportaciones agrícolas y la liberalización
arancelaria han contribuido a mejorar la distribución del
ingreso. La inversión extranjera directa ha tenido, en
promedio, un impacto de aumento de la desigualdad en la
distribución del ingreso durante el período de la
muestra, ya que el incremento de los flujos de inversión
extranjera directa ha aumentado la demanda de mano de obra
calificada, mientras que en las economías avanzadas la IED
saliente ha reducido la demanda de mano de obra relativamente
poco calificada en estos países. Entre otros factores, la
profundización financiera también ha tenido un
impacto moderadamente negativo en la distribución del
ingreso, mientras que la ampliación del acceso a la
educación y el desplazamiento del empleo en el sector
agrícola hacia el sector industrial y de los servicios han
contribuido a mejorar la distribución del ingreso.

Por lo tanto, contrariamente a lo que se cree
comúnmente, no se observa que la globalización
comercial tenga un impacto negativo en la distribución del
ingreso ni en las economías en desarrollo ni en las
economías avanzadas.

Además, el papel positivo de las exportaciones
agrícolas en el mejoramiento de los resultados
distributivos muestra la importancia de la aplicación de
reformas en los países en desarrollo para respaldar el
crecimiento de este sector.

Al mismo tiempo, la mayor liberalización del
acceso de las exportaciones agrícolas provenientes de los
países en desarrollo a los mercados de las
economías avanzadas contribuiría a una
distribución más equitativa del ingreso en ambos
grupos de países
.

Aunque la IED está vinculada con el incremento de la
desigualdad de los ingresos durante el período de este
estudio, también está relacionada con el aumento
del crecimiento global, y este resultado refleja fundamentalmente
el incremento de los rendimientos derivados del aumento del nivel
de calificación. El impacto de la IED puede variar
según el sector. No obstante, cabría esperar
que, en un horizonte a más largo plazo, los efectos del
aumento de la desigualdad de la IED desaparezcan a medida que
mejore la oferta de
educación y conocimientos especializados para satisfacer
la demanda creciente de estos factores. Por lo tanto, la
respuesta adecuada de política no será frenar la
IED o el cambio tecnológico, sino convertir el acceso a la
educación en una prioridad. Ello permitirá a los
grupos de ingresos bajos y menos calificados aprovechar las
oportunidades del progreso tecnológico y la
globalización, reduciendo el período en que la IED
tiene un efecto de aumento de la desigualdad
.

Por último, la profundización financiera en
sí misma aumenta el crecimiento, pero parece tener un
impacto de aumento de la desigualdad debido al acceso disparejo
de los segmentos ricos y pobres de la población al
financiamiento. Las reformas de política
orientadas a ampliar el acceso al financiamiento, como el
fortalecimiento de las instituciones
que fomentan la concesión de préstamos orientados a
los pobres, podrían ayudar a mejorar la
distribución global del ingreso, aunque al mismo tiempo el
financiamiento continúe respaldando a nivel general el
crecimiento global.

El análisis presentado en este capítulo
parece indicar que existen algunos factores comunes que explican
la evolución general de la desigualdad entre
los países y las regiones. No obstante, las
circunstancias varían de un país a otro. En el
considerable número de estudios en los que se analiza la
desigualdad en los distintos países se subraya la
necesidad de comprender las dimensiones regionales y sectoriales
de la desigualdad y su relación con la
globalización, así como las circunstancias de cada
país con respecto a la estructura de
la economía. Por lo tanto, las políticas
deberán adaptarse a la situación específica
del país a fin de aprovechar al máximo los
beneficios de la globalización para el crecimiento y la
reducción de la pobreza
"…

Antes de echar el cierre, por favor, lean a Stiglitz (creo que
sabe más que yo, y además tiene un Nobel):
(lavanguardia.es – 14/12/07):

"El premio Nobel de Economía 2001, el estadounidense
Joseph
Stiglitz, afirmó hoy en Quito que el
"neoliberalismo
fracasó" y que se necesita una "tercera vía" que
potencie el justo equilibrio
entre el mercado y el Estado.

La liberalización del mercado, las privatizaciones y la reducción de la
participación del Estado en la
economía "ha fracasado" también en los
países desarrollados, subrayó Stiglitz tras
criticar que ese modelo se
quiera implantar en naciones subdesarrolladas.

El "Consenso de Washington", en el que se plasma el
neoliberalismo, "no funcionó", por ejemplo, en Estados
Unidos.

En ese país el rol del Estado sigue siendo
preponderante, no se permite que capitales extranjeros puedan
intervenir en sectores claves de la economía y se han
reducido las privatizaciones en campos como la seguridad
social.

También EEUU "ha rechazado", en la práctica, al
neoliberalismo, subrayó Stiglitz, tras insistir en que
"cada país debe tener su tercera vía", como
alternativa de desarrollo que conjugue el rol del Estado y
la empresa
privada en función
del desarrollo de cada sociedad"…

(Se confirma mucho de lo sostenido en largos años de
sudor y lápiz. Menos en lo de la "tercera
vía"… que espero no sea la de Blair y Giddens. Si
no… a devolver el Nobel!!).

Viejas y queridas causas perdidas o la amargura de la
victoria: y mira que se lo dijimos…

Dedicatoria: A todos los que creen en la razón del
equilibrio

Ricardo Lomoro

Abril de 2008

 

Ricardo Lomoro

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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