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Manual de Plantación de Células (página 2)



Partes: 1, 2, 3

¿Difícil? En lo más mínimo. Por el
contrario, trabajar en la articulación de un Grupo de
Estudio Bíblico o célula es
una labor sumamente sencilla. Podrá comprobarlo en
desarrollo de
las siguientes lecciones. Y usted puede. Tiene todas las
capacidades que le otorgó nuestro amado Dios para
lograrlo.

Ahora, es natural que se pregunte ¿Qué ventajes
ofrecen los Grupos de Estudio
Bíblico o células?¿Es algo nuevo?¿Es
eficaz?¿Qué beneficios trae a la
congregación? Este cuestionario y
el sinnúmero de preguntas que quizá se está
haciendo, es el que vamos a resolver a continuación.

Ventajas de los Grupos de Estudio Bíblico o
Células

Es probable que su interrogante se oriente justo a
"¿Qué beneficios, aplicación y ventajas
ofrecen los Grupos de Estudio Bíblico o
Células?".

Es probable incluso que haya escuchado de muchas otras
estrategias
articuladas por diferentes denominaciones. Tal vez está
escéptico y razona: "¿Se trata de un nuevo
método que
pretende ser la fórmula mágica para llevar almas a
Jesucristo?".
No dudamos que considere que ya probó
todas las formas y ninguna funcionó. Está en todo
su derecho de estar dudoso. Pero a continuación
hallará respuestas para despejar -sino todas"al menos
sí la mayoría de sus inquietudes.

1.- Los grupos pequeños (Grupos de Estudio
Bíblico o Células) constituyen el primer modelo de
congregación que hallamos en el Nuevo Testamento.

¿Cuál es la razón? Sencilla. Horas
después que se produjera la ascensión del
Señor Jesús a los cielos (Lea Hechos 1:6-11), los
discípulos: "… volvieron a Jerusalén
desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca
de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y
entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y
Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás,
Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el
Zelote y Judas, hermano de
Jacobo. Todos estos perseveraban unánimes en
oración y ruego, con las mujeres, y con María la
madre de Jesús, y con sus hermanos" (Hechos 1:14,
15).

¿Se da cuenta? Tal vez leyó el
texto muy
rápido. Hágalo de nuevo. ¿Pudo descubrirlo?
Los primeros encuentros de los creyentes se sostuvieron en una
casa. Nada excepcional. Un hogar como el suyo o quizá el
mío. Sencillo. Era allí en donde
"…perseveraban en oración y
ruego…"(versículo 16).

Una práctica común en muchas de muchas
denominaciones cristianas, cuando tienen el propósito de
abrir una nueva misión,
consiste en alquilar un local, promover una campaña
evangelística, contratar propagandas en la radio
-generalmente emisoras cristianas"y sentirse satisfechos porque
dentro de las jornadas de predicación, llegan muchas
personas.

Pasado el evento, se encuentran con la desapasionante realidad
de que los concurrentes eran cristianos de otras denominaciones
que vinieron atraídos por la presencia de un evangelista
invitado.

En pocas palabras, la estrategia inicia
a la inversa. Primero consiguen las instalaciones físicas
para el templo, para después ir en búsqueda de las
almas. Cuando la estrategia inicia con el contacto del
inconverso, su fortalecimiento espiritual y doctrinal para -por
último"rentar o comprar el lugar donde se
realizarán las reuniones masivas, se está en la
dirección indicada.

2.- Es más fácil contactar a los nuevos
creyentes a través de las reuniones en los hogares

Con frecuencia apreciamos personas que, recién
convertidas a Jesucristo, pareciera que se encaminan a un lugar
clandestino en lugar de ir en dirección al templo.
Envuelven su Biblia en una bolsa plástica, ojalá de
color oscuro para
que pase desapercibida; se cubren o camuflan bien para evitar que
los identifique alguien conocido y por último, a las
puertas del sitio donde se celebran los servicios
religiosos, miran con precaución a todos lados antes de
ingresar.

Semejan alguien que esta por entrar a una reunión
secreta y no a la Asamblea en la que se alaba y glorifica el
nombre de Jesucristo.

Al referirse a la vida de los primeros cristianos, las
Escrituras señalan "Y perseverando unánimes
cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el
Señor añadía cada día a la iglesia los
que habían de ser salvos"(Hechos 2:46, 47).

Los Grupos de Estudio Bíblico no fueron concebidos por
ninguna denominación eclesial de nuestros tiempos. Son tan
antiguos como la fe misma.

¿En dónde más que en un hogar se puede
lograr"en la primera fase de crecimiento espiritual"ese ambiente
agradable y de hermandad que se genera allí donde se
reúne un Grupo de Estudio Bíblico o
Célula?.

¿Cómo vamos hasta el momento?¿Ha
comprendido la esencia del asunto y la importancia de estos
principios
bíblicos de trabajo para
evangelizar? Cualquier inquietud que le asalte, no dude en
consultar con su líder o
tutor de estos talleres.

Ahora observe algo interesante. No se trataba de una sola casa
en donde se reunían. Por el contrario, eran muchas.

A raíz de la persecución que se
desencadenó contra quienes creían en Jesús
como Señor y Mesías "…todos los
días, en el templo y por las casas, no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo"(Hechos 5:42).

Los cristianos experimentaron, durante esa primera fase de
formación como iglesia de Jesucristo, la conveniencia de
congregarse en sus hogares para compartir el mensaje
transformador de las Buenas Nuevas.

Tenían claro el hecho de que ese era el mejor espacio
para integrarse en torno a la fe ya
que -de entrada"no se sentían presionados como sí
puede ocurrir cuando escuchan la Palabra en el templo y –tras la
decisión de fe por Jesucristo"se les pide que
regresen.

Segundo, un hogar abre las puertas a la participación
de todos, no solo en cuanto a inquietudes sino también en
las reservas o apreciaciones personales que no se
atreverían a exponer ante una nutrida concurrencia.

Tercero, porque una familia puede
invitar más fácilmente a los allegados, amigos o
conocidos, que un líder convocar a personas desconocidas.
Y por último, la facilidad y cercanía de los Grupos
de Estudio Bíblico o Células al sitio en el que
residen los nuevos creyentes.

3.- A partir del momento en que nos reunimos como creyentes,
somos Iglesia

Con frecuencia hay quienes consideran que sólo se puede
llamar Iglesia o comunidad de
creyentes, a un número significativo de concurrentes, y
desestiman los grupos pequeños que conforman un volumen reducido
de personas.

¿Qué dicen las Escrituras al respecto?
Absolviendo un interrogante de sus discípulos sobre
cuántas veces se debe perdonar a un hermano que comete
faltas contra
nosotros, Jesús expresó unas frases de suma
importancia. El dijo: "Otra vez os digo, que si dos de
vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por
mi Padre que está en los cielos. Porque donde están
dos o tres congregados en mi nombre, allí esto yo en medio
de ellos"(Mateo 18:19, 20).

Revise el texto cuidadosamente. ¿Puede apreciar la
enseñanza? Es sencilla. Señala que
para tener reconocimiento ante Dios como Iglesia, basta que haya
un mínimo de dos o tres creyentes, reunidos en el nombre
del Señor Jesús.

¡Gloria a Dios que s trate de un templo con una
membresía enorme, pero si se trata de pocos asistentes, el
Señor les recibe igual, con amor!.

Las Escrituras continúan diciendo algo interesantes.
Cuando Pablo fue llevado ante las autoridades de Roma,
sentó las bases para una nueva congregación.
"Y Pablo permaneció dos años enteros en una
casa alquilada, y recibía a todos los que a él
venían, predicando el reino de Dios y enseñando
acerca del Señor Jesucristo abiertamente y sin
impedimento"(Hechos 28:30, 31).

Y es el mismo Pablo quien, al despedirse en la carta dirigida
a los cristianos de Colosas, escribe: "Saludad a los
hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas, y a la iglesia
que está en su casa"(Colosenses 4:15).

Por supuesto, si avanzamos en el Nuevo Testamento,
encontraremos un mayor sustento al principio de que un hogar
representa el lugar aconsejable para contactar a quienes
todavía no han experimentado un encuentro con el
Señor Jesús, y para que una vez sólidos en
su fe, se les pueda conducir al templo.

Cuestionario para la Lección
Uno

1.- ¿Por qué razones es recomendable la
apertura de Células o Grupos de Estudio
Bíblico?

a.- Porque no se necesitan líderes

b.- Porque facilitan la proclamación del
evangelio desde las casas.

c.- Porque no hay necesidad de ir al templo.

2.- Para aplicar las lecciones que se comparten en las
Células o Grupos de Estudio Bíblico es
necesario:

a.- Tomar el curso y aprobar los cuestionarios.

b.- Disponerse a llevar la teoría
a la práctica, consultar la Biblia y corroborar las citas
bíblicas y comprobar las respuestas a las preguntas que
aparecen al final de cada lección.

c.- Simplemente leer la lección y
compartirla

3.- De acuerdo con la Gran Comisión que leemos
en Mateo 28:19, 20, deducimos que:

a.- Es necesario proclamar el evangelio, hacer
discípulos y prepararles para el bautismo.

b.- La tarea se circunscribe a predicar el evangelio
simplemente.

c.- Tener la certeza de que Jesucristo nos
acompaña en la tarea de predicación.

d.- Las respuestas a y c son las
correctas.

4.- Entre las ventajas de las Células o Grupos
de Estudio Bíblico se cuentan:

a.- Sintetizan el primer modelo neotestamentario de
evangelización, es más fácil contactar a los
nuevos creyentes.

b.- Desde el momento en que un grupo de creyentes se
reúnen en la Célula
o Grupo de Estudio Bíblico se es iglesia.

c.- Todas las anteriores

Lección Dos

El líder de
Célula

Y en la práctica ¿Quién puede asumir el
liderazgo en
la dirección de una Célula o Grupo de Estudio
Bíblico?

Esa es la primera pregunta que nos asalta cuando iniciamos
este programa
encaminado a la evangelización desde las casas. Y tiene
fundamento. ¿Las razones? El líder estará a
cargo no solo del grupo de personas que se reúnen una vez
por semana, sino que deberá tener la capacidad de
preparar, ajustar e impartir las lecciones; desarrollar un
pastoreo a cada uno de los asistentes y, algo de suma
importancia: despejar los interrogantes que naturalmente les
asaltan.

Selección del líder

Dado que asumirá una responsabilidad grande, lo recomendable es que el
líder:

a.- Que haya hecho el tránsito de simpatizante,
discípulo y creyente bautizado.

b.- Que sean el pastor y su equipo de colaboradores quienes,
tras haber visto su desenvolvimiento, le postulen y tras un
seguimiento, puedan alentarlo a asumir el reto.

c.- Que haya madurado como cristiano para que pueda dar
óptimos resultados en la misión que asumirá
como líder de Célula o Grupo de Estudio
Bíblico.

d.- Que en lo posible haya recibido un proceso de
acompañamiento y formación al lado del pastor y su
equipo de liderazgo. Tal como el Señor Jesús
instruyó a quienes proseguirían el ministerio, es
esencial que formemos a los líderes.

Una vida ejemplar

Quienes ostentarán el liderazgo de la Célula o
Grupo de Estudio Bíblico es recomendable que observen tres
características de suma importancia en su existencia:

a.- Búsqueda permanente de Dios en oración.

b.- Estudio sistemático de las Escrituras.

c.- Testimonio de vida cristiana.

Adicionalmente reviste trascendencia que el líder asuma
la disciplina de
leer material de edificación espiritual y de
tópicos seculares y de la cotidianidad que le permitan
ampliar su panorama de conocimientos.

¿Cómo prepararse?

Es esencial que al asumir el hábito de prepararse
leyendo las Escrituras, realizando los estudios bíblicos
que le permitan sumar conocimientos y al tomar notas, el
líder destine un tiempo
específico de su jornada diaria y evite así
justificar el que tiene muchas ocupaciones para quedarse rezagado
en su proceso de formación.

Preparación de materiales

La preparación de las enseñanzas es fundamental
con el propósito de que la lección no se
circunscriba a informaciones elementales, sino que le permitan a
los asistentes a la Célula o Grupo de Estudio
Bíblico conocer más sobre el tema que reciben.

Una vez tengan el prospecto de la enseñanza,
deberán:

a.- Revisar y comparar los textos bíblicos citados.

b.- Buscar otras referencias bíblicas.

c.- Ajustar las lecciones para que se adapten a la realidad
local de la Célula o Grupo de Estudio Bíblico.

d.- Preparar ilustraciones, que deben estar en consonancia con
la Palabra de Dios.

e.- Escribir sus propios bosquejos.

La selección
de los líderes no se debe ni puede hacer movidos por que
se trata de quien más o mejor se expresa, porque tiene
determinado conocimiento
académico, porque lleva un buen número de
años en la iglesia sin hacer mayor cosa o porque es amigo
del pastor o líder. Las cosas no pueden manejarse
influidos por las emociones sino
bajo la perspectiva de la fe y la vida cristiana
práctica.

La recomendación que cabe aquí entonces, es
guardar mucha prudencia y permitir que Dios guíe la
escogencia del equipo de colaboradores para las Células o
Grupos de Estudio Bíblico.

Cuestionario para la Lección
Dos

1.- El líder de la Célula o Grupo de
Estudio Bíblico deberá asumir entre sus tareas:

a.- El líder deberá instruir a las
personas que asisten al grupo.

b.- El líder estará a cargo del grupo y
deberá tener capacidad de preparar, ajustar e impartir las
lecciones.

c.- El líder deberá desarrollar el
pastoreo de cada uno de los asistentes y despejar sus
interrogantes.

d.- Todas las anteriores

e.- Las respuestas a y b son falsas

2.- Para la escogencia de quien asumirá la
responsabilidad como líder se recomienda:

a.- Que haya sido simpatizante, discípulo
y creyente bautizado.

b.- Que lo escojan el pastor y sus colaboradores
previa verificación de su crecimiento
espiritual.

c.- Que evidencia madurez

d.- Que haya demostrado como asistente, manejo de
un grupo.

c.- Que haya recibido
acompañamiento del pastor o sus colaboradores en el
proceso de formación.

e.- Todas las anteriores son
verdaderas

f.- Excepto la respuesta c todas las anteriores
son verdaderas

3.- En la vida del líder se debe
evidenciar:

a.- Una búsqueda permanente de Dios en
oración y lectura de la
Biblia.

b.- Una búsqueda permanente
de Dios en oración, estudio sistemático de las
Escrituras y testimonio de vida.

c.- Con el testimonio de vida cristiana
basta.

4.- La preparación del material que se
compartirá es fundamental. Con este propósito se
recomienda:

a.- Leer la lección, escoger
ilustraciones, corroborar las citas bíblicas.

b.- Buscar otras referencias
bíblicas.

c.- Ajustar las lecciones para que se adapten a
la realidad local.

d.- Escribir los propios bosquejos para la
enseñanza.

e.- Todas las anteriores

f.- Ninguna de las anteriores

5.- Una recomendación esencial para quien
escoge a un líder de Célula o Grupo de Estudio
Bíblico es:

a.- Que evidencie elocuencia en su forma de
expresarse de tal manera que imprima solidez a las
lecciones.

b.- Que evidencie dependencia de Dios y
disposición de proclamar el evangelio y no construir su
propio reino.

c.- Es necesario que se recurra a la
oración a Dios en procura de orientación y no
permitamos el influjo de las emociones.

Lección Tres

¿Qué pasos sigo
ahora?

El primer interrogante que nos asalta cuando la
congregación ha tomado la determinación de ampliar
su radio de acción
evangelizador mediante el establecimiento de Células o
Grupos de Estudio Bíblico es ¿Cómo comenzar
el
trabajo?.

A esta pregunta sumamos otras que revisten importancia.
¿Por qué planes algunos celulares fracasan con
relativa facilidad?¿Cómo evitar que igual ocurra
con nuestra comunidad de creyentes?¿Cuáles son las
estrategias para empezar?

I.- Formación de líderes

Antes de iniciar cualquier avanzada para la
plantación de Células o Grupos de Estudio
Bíblico es esencial que pensemos en la formación de
los primeros líderes. Nada podríamos hacer pese a
contar con un esquema de trabajo y con las estrategias a seguir,
si no disponemos de recurso humano suficientemente
capacitado.

¿Cómo escogerlos? Con sabiduría. La
misma que proviene de Dios. Y la obtenemos en
oración.

La decisión respecto a quiénes nos
acompañarán en este proceso, debemos asumirla con
sumo cuidado, bajo la orientación divina. El propio
Señor Jesús lo hacía. Observe lo que hizo
previo a la selección de sus discípulos. "En
esos días, Jesús se fue a un cerro a orar.
Pasó toda la noche en oración. Al amanecer
llamó a sus seguidores, escogió a doce de ellos y
los llamó apóstoles…"(Lucas 6:12, 13. Nuevo
Testamento la Palabra de Dios para todos).

Tome nota de tres elementos de suma importancia.
Primero, la decisión acerca de quiénes le
acompañarían, no la adoptó en un abrir y
cerrar de ojos. Aunque el Señor Jesús tenía
conciencia -al
igual que usted"sobre la necesidad de contar con un
pequeño grupo de colaboradores, no se dejo mover ni por
las emociones, ni los lazos de amistad y menos
por el convencimiento humano sobre quiénes eran los
más apropiados para asumir el compromiso y misión
siguientes.

Segundo, antes de tomar cualquier decisión,
llevó el asunto a la presencia del Padre en
oración. "Pasó toda la noche en
oración con Dios".

Tercero, comenzó con un grupo pequeño.
Usted no requiere "invariablemente" de doce colaboradores.
Puede comenzar con dos o tres, quizá con cinco o
seis.

Hago claridad al respecto porque decenas de personas me
preguntan si estamos en la línea de trabajo de "Los Doce".
Y mi respuesta respetuosa pero categórica es que
no.

Si bien es cierto reconozco la labor realizada por los
pastores César Castellanos y César Fajardo, en
Colombia y gran
parte de Latinoamérica, considero que para emprender
un trabajo de evangelización a través de las
Células o Grupos de Estudio Bíblico no es
obligatorio que tomemos como base un número determinado de
seguidores.

Es esencial que tengamos mucho cuidado con la
selección del equipo de colaboradores.

II.- Acompañamiento en el proceso de
formación

Con frecuencia veo líderes que emprenden tareas
eclesiales con un entusiasmo enorme. Sin embargo desisten
fácilmente. ¿La razón? Es probable que no
hayan estado
preparados o tal vez, no recibieron una estrecha asistencia
representada en el asesoramiento para el desarrollo de sus
tareas.

El acompañamiento es vital. Observe la escena que
se produjo en los comienzos del ministerio del Señor
Jesús: "Jesús caminaba cerca del lago de
Galilea cuando vio a Simón y a su hermano Andrés.
Los dos estaban lanzando una red al lago porque eran
pescadores. Jesús les dijo: Vengan conmigo. Yo les
enseñaré a ser pescadores de hombres"(Marcos 1:16,
17. Nuevo Testamento la Palabra de Dios para
todos).

A partir de esta sencilla lectura aprendemos varias
cosas. La primera, que el Señor Jesús veía
en aquellos dos hombres no a rústicos pescadores sino a
potenciales líderes. A su turno, debe llevarle a
considerar que sus discípulos no necesariamente deben
tener titulación profesional.

Usted los formará para que aprendan los
rudimentos del evangelio y su proclamación. Conforme lo
haga ellos podrán desarrollar su misión. Un segundo
aspecto es que el maestro fue enfático en señalar
"Yo les enseñaré a ser pescadores de
hombres"(versículo 4). Es usted y nadie más que
usted quien capacitará a quienes serán los
inmediatos colaboradores.

El propio apóstol Pablo veló en todo
momento porque el acompañamiento a sus seguidores fuera
permanente, compartiendo con ellos el día a día tal
como escribió a la comunidad de Tesalónica:
"Ustedes y Dios son testigos de que cuando estuvimos con
ustedes los creyentes, nos comportamos de una manera santa, justa
y honesta. Y saben muy bien que nosotros tratamos a cada uno de
ustedes como un padre trata a sus hijos. Los exhortamos,
consolamos y animamos a vivir de una manera que honre a Dios,
quien los invita a entrar en su reino y en su gloriosa
presencia"(1 Tesalonicenses 2:10-12. Nuevo Testamento la Palabra
de Dios para todos).

La mejor enseñanza se imparte con el ejemplo y
una presencia permanente al lado del discípulo para
conocer y contestar cada una de sus inquietudes.

III.- Fundamental en una sólida
doctrina.

En el mercado abundan
muchos libros de
diversos autores y acerca de infinidad de temas. Admito que yo
mismo leo mucho sobre la literatura cristiana que
inunda el mercado. Sin embargo he aprendido que no todas las
lecturas edifican y preparan a un líder para que ejerza su
misión frente a una Célula o Grupo de Estudio
Bíblico Familiar.

Es necesario retornar a la senda antigua, es decir,
aquella que se fundamenta en las Escrituras. Sólo de esta
manera tendremos un equipo de colaboradores sólidamente
arraigados en la doctrina de Cristo.

El libro de los
Hechos señala que tras una poderosa intervención
pública de Pedro en Pentecostés "… los que
hicieron caso a lo que Pedro decía fueron bautizados. Este
día se unieron al grupo de creyentes más de tres
mil personas. Ellos estaban dedicados a aprender lo que los
apóstoles les enseñaban. Compartían lo que
tenían, participaban de la cena del Señor y moraban
juntos"(Hechos 2:41, 42).

¿En qué se afirmaban los nuevos creyentes
que posteriormente se convertirían en multiplicadores del
evangelio? Se fundamentaban en las enseñanzas impartidas
por los apóstoles.

Un poco más adelante, el apóstol Pablo
exhortó a la comunidad cristiana de Tesalónica
"A través de las buenas noticias les
hemos enseñado, Dios los ha llamado a la
Salvación… Hermanos, sigan fuertes y crean en las
enseñanzas que les hemos dado, en lo que escucharon de
nosotros, y en lo que les hemos escrito por carta"(2
Tesalonicenses 2:14, 15).

IV.- ¿Dónde y cómo se forma a los
líderes?

Una estrategia apropiada puede ser a través de
una reunión semanal solamente con los líderes. En
lo posible, en un espacio neutro distinto de la
iglesia.

Es aconsejable que el encuentro no transcurra como
normalmente las sesiones que se desarrolla en el templo. En
absoluto. Recomendamos que todo se desenvuelva con un cariz de
informalidad, sin que esto por supuesto, vaya a restar seriedad y
profundidad en el evento.

¿Qué temas compartir? Temas esenciales. Si
usted toma tiempo para auscultar a sus líderes,
encontrará que tienen muchos vacíos en cuanto a
doctrina. Esa es la falencia que debemos atender. Una forma
sencilla y práctica de hacerlo, radica en tomar las
lecciones de un buen texto de "Teología
sistemática".

V.- El objetivo:
reproducir discípulos en otros
discípulos

Cuando haya cimientos doctrinales en un líder o
discípulo, podemos pasar a la etapa final: enviarles, es
decir, ponerlos al frente de una Célula o Grupo de Estudio
Bíblico.

El apóstol Pablo en su carta a Filipos
escribe:"Hagan todo lo que les enseñé, todo
lo que aprendieron al verme y oírme, y el Dios de paz
estará con ustedes."(Filipenses 4:9).

También en la segunda comunicación que le dirige a Timoteo,
escribe: "Has escuchado mis enseñanzas confirmadas
por muchos. Ahora enséñalas a creyentes dignos de
confianza, quienes a su vez, puedan enseñárselas a
otros" (Filipenses 2:2).

Reproducirse en más discípulos es una de
las metas a las que necesariamente tenemos que llegar, y vamos a
lograrlo con una adecuada preparación de los
líderes que serán quienes asuman la
orientación de las Células o Grupos de Estudio
Bíblico.

Cuestionario para Lección
Tres

1.- Cuando iniciamos la plantación de
líderes es fundamental que sentemos bases
mediante:

a.- Escoger un buen sitio y que
tenga comodidades para acoger a los visitantes.

b.- Formar líderes.

c.- Formar líderes, acompañarlos en
el proceso de formación y fundamentales en la sana
doctrina.

d.- Ninguna de las anteriores.

2.- La formación de líderes es
esencia y se logra:

a.- Mediante compartirles material bíblico
que les permita responder a sus interrogantes.

b.- Mediante reuniones semanales, ojalá en
un lugar distinto a la iglesia y que se compartan temas sencillos
pero de fundamentación doctrinal.

c.- Mediante el estímulo a los
líderes para que cursen teología.

3.- ¿Cuál es el propósito de
preparar discípulos en las Células o Grupos de
Estudio Bíblico.

a.- Que el volumen de asistentes a la iglesia
crezca.

b.- Que los discípulos se constituyan a su
vez en formadores de nuevos discípulos.

c.- Que lleguen a ser buenos
cristianos.

d.- Ninguna de las anteriores.

4.- De acuerdo con el planteamiento del
apóstol Pablo en su carta a los creyentes de Filipos
(Filipenses 2:2) un líder debe:

a.- Transmitir las enseñanzas a otras
personas en el proceso de discipulado.

b.- Transmitir las enseñanzas a otras
personas en el proceso de discipulado y que sean dignas de
confianza.

c.- Ninguna de las anteriores.

d.- Transmitir las enseñanzas a otras
personas en el proceso de discipulado y que sean dignas de
confianza y que a su vez transmitan la enseñanza a otras
personas.

Lección Cuatro

¿Qué pasos seguir para plantar
una célula?

Una vez disponemos de líderes a quienes se haya
capacitado en la estrategia de evangelización a
través de las Células o Grupos de Estudio
Bíblico, emprendemos una segunda fase que conjuga la
teoría con la práctica y que consiste en el trabajo
de plantación propiamente dicho.

Censo de membresía

En caso de que se trate de una iglesia grande, el primer
paso para iniciar este trabajo consiste en elaborar una encuesta que
permita identificar en dónde residen los miembros y
además, los datos respecto al
nombre, profesión u ocupación, tiempo de
membresía en la denominación y si tiene
disponibilidad de abrir su hogar para comenzar
reuniones.

Esta base de información abre las puertas para ir
concentrando a los nuevos creyentes en aquellas casas con el
propósito de hacerles seguimiento y avanzar en su proceso
de solidez doctrinal y espiritual, mediante el
discipulado.

Igualmente se constituyen en los puntos de contacto de
personas nuevas a quienes compartir el evangelio transformador de
Jesucristo.

Una iglesia naciente

Si por el contrario usted lidera una iglesia que
está surgiendo, la primera fase ineludible es la
preparación de quienes integran su equipo de trabajo y
establecer uno, dos o tres puntos en los cuales iniciar las
reuniones. En lo posible y teniendo en cuenta las posibilidades
de desplazamiento, se buscará que residan en hogares
próximos al templo.

En uno u otro caso usted que asume este programa,
deberá visitar el lugar, comprobar qué capacidad
tienen para alojar personas durante cada reunión, y
aspectos logísticos sencillos pero elementales como es la
disponibilidad de sillas.

A las personas que habitan la casa, quienes en adelante
prestarán sus servicios a la obra de Jesucristo en
calidad de
anfitriones, se les preparará en cuatro a normas primarias
de atención a los visitantes. No olvide que la
primera impresión que se llevan es esencial. Si quienes
asisten como invitados consideran que fueron víctimas de
la descortesía, es probable que no regresen.

El pastor o líder les explicará la
importancia de recibir a la gente con un saludo, de esbozar una
sonrisa cálida y la inmediata invitación para que
sigan y se sientan cómodos.

¿Con cuántas personas podemos iniciar las
reuniones?

Para responder a este interrogante vale la pena
remitirnos a las Escrituras y en particular a un pasaje que usted
como líder deberá tener siempre a mano. Lo
encontramos en los evangelios. La escena ocurre en una
reunión que sostuvo el Señor Jesús con sus
discípulos. Tras orientarlos sobre cómo actuar con
alguien que nos ha ofendido, señaló:
"Además les digo que si dos de ustedes en la
tierra se
ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será
concedido por mi Padre que está en el cielo. Porque donde
dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos"(Mateo 18:19, 20. Nueva Versión
Internacional).

Usted puede comenzar con un número reducido de
personas. Incluso, podría ser con su propia familia. Lo
fundamental es que nuestro amado Señor Jesucristo
esté en medio. Si espera hasta tener un volumen grande de
participantes para comenzar, lo más probable es que no
emprenda la tarea jamás.

II.- La oración debe anteceder todo trabajo
eclesial

La experiencia nos ha mostrado que así haya una
enorme disponibilidad de lugares en donde emprender las reuniones
de las Células o Grupos de Estudio Bíblico, es
inapropiado dejarnos mover por las "corazonadas" o los
sentimientos, y que lo más aconsejable es llevar el asunto
a Dios en oración.

¿Recuerda a Felipe, el evangelista? La Biblia
dice que un ángel del Señor le dijo: "Un
ángel del Señor le dijo a Felipe: "Ponte en marcha
hacia el sur, por el camino del desierto que baja de
Jerusalén a Gaza." Felipe emprendió el viaje, y
resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto
funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de
los etíopes. Éste había ido a
Jerusalén para adorar y, en el viaje de regreso a su
país, iba sentado en su carro, leyendo el libro del
profeta Isaías. El Espíritu le dijo a Felipe:
"Acércate y júntate a ese carro."(Hechos
8:26-29).-

Como podrá deducir de una forma sencilla, el
camino y perspectiva que tenía el evangelista eran bien
distintas de los planes que en ese preciso instante tenía
Dios. Igual ocurre cuando nos embarcamos en esta iniciativa.
Creemos tener todo cronometrado y listo para iniciar acciones, pero
nada nos asegura que si seguimos obrando en nuestras fuerzas
obtendremos resultados satisfactorios.

Otro ejemplo práctico lo hallamos unos
capítulos mas adelante, en el mismo libro de los Hechos de
los apóstoles: "Atravesaron la región de
Frigia y Galacia, ya que el Espíritu
Santo les había impedido que predicaran la palabra en
la provincia de Asia. Cuando
llegaron cerca de Misia, intentaron pasar a Bitinia, pero el
Espíritu de Jesús no se lo permitió.
Entonces, pasando de largo por Misia, bajaron a Troas. Durante la
noche Pablo tuvo una visión en la que un hombre de
Macedonia, puesto de pie, le rogaba: "Pasa a Macedonia y
ayúdanos." Después de que Pablo tuvo la
visión, en seguida nos preparamos para partir hacia
Macedonia, convencidos de que Dios nos había llamado
"(Hechos 16:6-10).

Apreciará que es indispensable el que todos
nuestros proyectos, y en
este caso la plantación de Células o Grupos de
Estudio Bíblico los llevemos a la presencia de Dios
¿Cómo lo logramos? Con oración. No olvide la
recomendación del salmista cuando escribe:
"Encomienda al Señor tu camino; confía en
él, y él actuará"(Salmo 37:5. Nueva
Versión Internacional).

III. Pedir a Dios que abra puertas

Con frecuencia hallamos hogares que a todas luces se
perfilaban como los más indicados y a la postre el
funcionamiento de las Células allí sólo
trajo problemas.
¿La razón? Transcurrido algún tiempo de
estar realizando las reuniones, alguno de los miembros"por
cualquier circunstancia"se oponía a que siguieran
encontrándose. Ese error debe llevarnos a reconsiderar
cómo hacemos las cosas.

¿Qué hacer? Pedir orientación a
Dios para que nos abra los espacios indicados, los que -bajo su
voluntad"sabemos que resultarán apropiados.

Recuerde que, de acuerdo con las Escrituras y al
referirse al Señor Jesús, El es "…el
verdadero, el que tiene la llave de David el que abre y nadie
puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir"(Apocalipsis
3:7).

Pablo tenía claro que era Dios quien abría
las puertas y lo dejó sentado en sus escritos: "Pero
me quedaré en Efeso hasta Pentecostés, porque se me
ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a
pesar de que haya muchos en mi contra"(1 Corintios 16:8,
9).

Un poco más adelante escribe: "…cuando
llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo,
descubrí que el Señor me había abierto las
puertas…"(2 Corintios 2:12)
, y también en su
carta a los nuevos creyentes de Colosas, les anima:
"Dedíquense a la oración; perseveren en ella
con agradecimiento y, al mismo tiempo, intercedan por nosotros a
fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra,
el misterio de Cristo por el cual estoy preso"(Colosenses 4:2,
3).

IV.- Actividades iniciales

Ahora que todo está listo ¿Cómo
iniciar el trabajo? Hay varias formas. Una puede ser promoviendo
entre amigos y conocidos –por quienes habremos orado
previamente"para que nos acompañen al lugar, el día
y a la hora convenidas, a la proyección de una
película con mensaje cristiano, a una integración de amistad con un refrigerio, a
una charla sobre un tema de interés
general o quizá, a algún curso sobre
elaboración de artesanías o algún oficio
práctico que generalmente despiertan curiosidad e
interés entre las personas.

Cualquiera de estos elementos se convierte en nuestro
primer contacto con las personas nuevas o
simpatizantes.

En estos encuentros preliminares no es aconsejable ni
cantar coros ni pedir ofrendas.
Recuerde que alguien con un estilo de vida
sujeto al mundo buscará el menor pretexto para no
regresar.

Tampoco es aconsejable utilizar términos propios
de quienes ya conocen y están caminando de la mano del
Señor Jesucristo.

Otra estrategia que rinde buenos resultados es
distribuir con antelación literatura cristiana atrayente y
preguntar, poco tiempo después y con mucha prudencia,
cuál es la opinión sobre aquellos textos e
invitarles a las reuniones.

Un tercer elemento que tuve la oportunidad de escuchar
al evangelista puertorriqueño Yiye Avila, consiste en ir
de casa en casa entregando trataditos o folletos
evangelísticos, compartiendo el evangelio transformador de
Jesucristo e invitando inmediatamente después, al lugar en
donde se integrará la Célula o Grupo de Estudio
Bíblico.

Sin duda, con su grupo encontrará muchas otras
ideas que permitan captar el interés de las personas
invitadas.

Cuestionario para Lección
Cuatro

1.- Uno de los primeros pasos una vez se dispone
de líderes para plantar Células o Grupos de Estudio
Bíblico, es la realización de un censo entre la
membresía con el propósito de…

a.- Identificar en dónde residen los
miembros y cuáles están dispuestos a abrir sus
casas para establecer Células o Grupos de Estudio
Bíblico.

b.- Para concentrar a los nuevos creyentes a fin
de que asistan a las Células o Grupos de Estudio
Bíblico.

c.- Facilitar el seguimiento de los nuevos
convertidos.

d.- Las respuestas a y c son ciertas

e.- Todas las anteriores

2.- Durante las lecciones aprendemos que si la
congregación apenas comienza, la fase ineludible
es:

a.- Compartirles la visión de las
Células o Grupos de Estudio Bíblico.

b.- Preparación de los líderes que
trabajarán en las Células o Grupos de Estudio
Bíblico.

c.- Realizar de todos modos el censo.

3.- Si hemos decidido emprender la
plantación de Células o Grupos de Estudio
Bíblico es necesario que:

a.- Informemos a los nuevos convertidos que vamos
a plantar Células o Grupos de Estudio
Bíblico.

b.- Decirle a quienes ofrecerán sus casas
para plantar Células o Grupos de Estudio Bíblico
que apenas tengamos solidez económica, les daremos una
ofrenda.

c.- Visitemos el lugar donde se plantará
la nueva Célula o Grupo de Estudio Bíblico para
determinar ubicación, comodidad e incluso, proximidad al
templo:

c.- Ninguna de las anteriores.

4.- Con respecto a quienes serán
anfitriones en las Células o Grupos de Estudio
Bíblico, es necesario:

a.- Hacerles un seguimiento para comprobar si van
o no a los cultos.

b.- Prepararles sobre normas primarias de
atención a los visitantes.

c.- Compartirles la importancia de recibir
bendición apenas abren sus casas para plantar las
Células o Grupos de Estudio Bíblico.

5.- ¿Con cuántas personas podemos
emprender una Célula o Grupo de Estudio
Bíblico?.

a.- Con diez. Hacerlo con menos es perder el
tiempo.

b.- Con doce porque doce eran los
discípulos del Señor Jesús.

c.- Con el número que haya sobre la base
de que donde hay dos o tres reunidos en el nombre del
Señor Jesús allí está en medio de
ellos (Mateo 18:19, 20).

6.- Antes de plantar Células o Grupos de
Estudio Bíblico es necesario:

a.- Orar a Dios en procura de
orientación.

b.- No es necesario hacer nada. Las personas solas
llegarán.

d.- Desarrollar una gran campaña
evangelística para atraer nuevos creyentes.

c.- Orar a Dios en procura de orientación
y que abra las puertas.

6.- Entre las actividades iniciales a la
plantación de Células o Grupos de Estudio
Bíblico se cuentan:

a.- Una campaña evangelística casa
por casa.

b.- Invitar conocidos a la
presentación de una película, una actividad de
integración o quizá una capacitación sobre oficios
prácticos.

c.- Un concierto de música
cristiana.

Lección Cinco

Inicio y
consolidación de las primeras reuniones

Como hemos visto, las ciudades concentran un 50% de la
población de los países hispanos
contrario a lo que ocurría treinta años
atrás cuando el mayor volumen de personas residía
en los campos. Esa proporción tiene de a ser cada
día mayor a raíz de la migración
progresiva de los campesinos a los asentamientos urbanos, lo que
necesariamente obliga a replantear y a aplicar ajustes a las
estrategias de evangelización. Frente a esta realidad
toman fuerza las
opciones que se ofrecen a través de las Células o
Grupos de Estudio Bíblico.

¿A qué reflexión nos lleva este
hecho? A la necesidad de acudir a métodos
sencillos, económicos y eficaces con el propósito
de llegar a un enorme volumen de personas con el ánimo de
fortalecer las reuniones en las casas. No olvide que a la par que
crecen las ciudades, se dispara el número de ofertas para
colmar el vacío espiritual de hombres, mujeres,
jóvenes y niños.

Las religiones
orientales y los métodos de superación o de
relajación, forman parte del enorme abanico de
competidores y no podemos desconocer que sus sistemas de
trabajo para captar adeptos son cada día más
sutiles y contundentes.

Sobre esta base, hay tres elementos que deben
caracterizar todas las células y que también deben
primar desde las primeras convocatorias que se hagan a las gentes
para asistir:

a.- Oración

b.- Acogida como en el propio hogar

c.- Evangelización

1.- La oración en las casas

¿Quiere una estrategia que le permita impactar a
las personas que se encuentran alrededor: vecinos, amigos y
familiares? La respuesta es sencilla: oración. Mucha pero
mucha oración.

No pasa un día sin que usted y yo escuchemos las
quejas de las personas en torno a los problemas que enfrentan,
bien sea de orden espiritual, emocional, familiar, laboral o
quizá económico.

Nos comparten sus inquietudes porque están
buscando una salida al laberinto. Una extraordinaria alternativa
es decirles: "En casa nos reunimos tal o cual día desde
en el siguiente horario. Generalmente lo hacemos para orar y leer
la Biblia. ¿Permitirías que te ayudáramos a
orar por esa situación?".

No conozco a la primera persona que
exprese su negativa a esta disposición de colaborar.
Allí está abierta un puerta que posteriormente nos
permitirá invitarles a las Células o Grupos de
Estudio Bíblico.

Una vez traiga la solicitud y comiencen a interceder, es
aconsejable que durante la semana en curso usted hable con el
interesado y le diga. "Estamos orando por su situación,
no nos hemos olvidado, y si observa cambios favorables le pido
que por favor nos informe"
.
¿Sabe qué ocurre? Que normalmente tenemos la
certeza de que Dios responde tal como sucedía con los
primeros cristianos cuando "Todos estaban asombrados por
los muchos prodigios y señales
que realizaban los apóstoles"(Hechos 2:43. Nuevo
Testamento, la Palabra de Dios para todos).

¿Se da cuenta? Nuestro amado Señor -si
está en Su voluntad"va a testimoniar respaldo, y las
oraciones serán respondidas. El peso de esta respuesta
desarma con frecuencia los argumentos que tienen las personas
para no asistir a la Célula o Grupo de Estudio
Bíblico.

En las casas se debe orar. Recuerde que es justamente
eso lo que hacían los primeros creyentes. Cuando el
apóstol Pedro fue encarcelado y a instancias de Herodes
estaba a las puertas de ser llevado a juicio, esa noche Dios se
manifestó milagrosamente. El capítulo 12 del libro
de los Hechos señala que mientras estaban durmiendo en
medio de los guardias:"De repente apareció un
ángel del Señor y una luz
resplandeció en la celda. Despertó a Pedro con unas
palmadas en el costado y le dijo: "Date prisa, levántate".
Las cadenas cayeron de las manos de Pedro"(Hechos 12: 7, 8. Nueva
versión Internacional).

De una manera prodigiosa, el ser angelical guió a
Pedro hasta la salida de la prisión. "Cuando (Pedro)
cayó en cuenta de esto, fue a casa de María, la
madre de Juan, apodado Marcos, donde muchas personas estaban
reunidas orando"(Hechos 12:12. Nueva versión
Internacional).

Observe que en esas y otras ocasiones, fue en los
hogares en donde se reunían los primeros cristianos y en
donde se clamaban a Dios en procura de las necesidades que les
asistían.

2.- Acogida como en el propio hogar

¿Por qué razón muchas personas se
muestran renuentes a asistir a una Célula o Grupo de
Estudio Bíblico? Porque quizá temen que no tengan
la acogida especial que normalmente uno esperaría en su
propio hogar. Esa es justamente la actitud que
debemos adoptar: amabilidad para con quienes llegan.

¿Qué es aconsejable? Invitar a los
visitantes a tomar asiento -invitados que asumimos fueron
convocados por el anfitrión o alguno otro de los
asistentes"y comenzar a llamarles por el nombre.

En algunos casos se escribe una pequeña tarjetita
con el nombre de la persona y se le invita a ponérsela en
un lugar visible. Obviamente cada uno de los concurrentes
–comenzando por el líder– portan también su
propio distintivo con el propósito de que se facilite la
identificación por parte de los que llamamos
"nuevos". Aunque a primera vista no parezca impactante,
este método arroja excelentes resultados.

Es bueno que -en un comienzo"no llamemos a los
demás, cercanos al grupo, como "hermano tal…"
¿La razón? Aunque se trata de un término de
fraternidad cristiana, los visitantes pueden sentirse excluidos y
probablemente no regresen, o tal vez se manifiesten
renuentes.

Partes: 1, 2, 3
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