- El propósito divino para
nosotros: una vida plena - Sanados
para sanar… - Adentrándonos
en el maravilloso mundo de la vida interior - Los
fundamentos de la Personalidad - Los
sentimientos: su influencia en nuestro ser - Los
sentimientos y su relación con los sentidos, los
estímulos y las actitudes - Escuchar:
clave de la Consejería Pastoral - La
necesidad de estar bien - La
evaluación del grado de madurez del
aconsejado - Adentrándonos
en los mecanismos de defensa - Clasificación
de la Consejería - Hacia la
Sanidad Interior - Heridas del
alma que aún no han sanado, ¿qué
producen? - Obstáculos
para la Sanidad Interior - Cerrando
las puertas abiertas al ocultismo - Seguimiento
al proceso de Sanidad Interior - Rompiendo
pactos con el ocultismo y los recuerdos
traumáticos
Introducción
El propósito de Dios para
el hombre: una
vida plena
El Señor Jesús dijo: "El
ladrón solamente viene para robar, matar y destruir. Yo
vine para que la gente tenga vida y la tenga en abundancia"
(Juan 10:10. Versión: Nuevo Testamento, la Palabra de
Dios para todos).
Pienso que si pudiera apilar el enorme volumen de
correspondencia que llega a diario con problemas de
diversa índole, la oficina que ocupo
no podría contener tantos documentos. Los
corresponsales son hombres y mujeres sinceros, cuyo principal
propósito es vivir a Jesucristo en el día a
día pero encuentran dificultades para aceptar, asimilar y
llevar a la práctica su nueva condición de hijos de
Dios -nacidos de nuevo.
Por supuesto, nada reemplaza el contacto cara a cara,
pero curiosamente el que las personas puedan contar sus
dificultades al amparo del
relativo anonimato que ofrece un correo
electrónico, abre las puertas para que haya franqueza
y confianza al volcar sus sentimientos.
La principal dificultad estriba en que no podemos hacer
un seguimiento a cada caso como quisiéramos, porque muchas
veces al intentar restablecer el contacto para conocer
cómo evolucionan las cosas, los correos simplemente se
pierden en ese lugar indeterminado del Internet a donde van a parar
los mensajes que nadie quiere o considera conveniente
responder.
Ahora bien, el relativo éxito
que arrojó abrir en nuestra página de Internet
www.heraldosdelapalabra.com una Sección de
"Consejería Pastoral" vino acompañado con otro
aspecto de suma trascendencia: decenas de pastores, obreros y
líderes de todos los países reclamaban sumarse a la
tarea de aconsejar. Sin embargo su interrogante siempre
convergía en un solo punto: ¿cómo hacerlo de
una manera sencilla, sujeta a los principios
bíblicos y que además, se manifestara eficazmente
mediante un adecuado acompañamiento con orientaciones
oportunas?
René Mondejar y yo no podemos desconocer la
enorme responsabilidad que nos asiste de atender lo que
consideramos es un requerimiento en Latinoamérica y el mundo: la
publicación en formato asequible a todos, de un MANUAL
DE CONSEJERÍA CRISTIANA.
No pretendemos escribir y difundir un tratado magistral
sobre el análisis, atención y aplicación de pautas que
lleven a corregir todos los problemas que aquejan al ser humano;
por el contrario, estamos convencidos de que hay otras
disciplinas válidas y de suma importancia como la
Sicología y la Psiquiatría, que son las más
apropiadas en muchos casos. Sin embargo, con este MANUAL aspiramos
a servir de orientadores para quienes tienen sobre sus hombros la
enorme responsabilidad de orientar a otros.
El
propósito divino para nosotros: una vida
plena
Cuando Dios dio vida al género
humano, lo puso en un Jardín preparado con
antelación para que pudiera disfrutar de todo aquello que
había ocupado sus primeros días de creación.
Imagine a un padre amoroso que construye una casa para su hijo,
la provee de todo lo necesario y cuando considera que todo
está a punto, le entrega las llaves. ¡Eso fue lo que
hizo el Señor con nosotros!
¿De dónde provienen entonces las
situaciones traumáticas que afloran en decenas de personas
trayendo amargura a su existencia? Del pecado. Cuando
vamos en contravía de los propósitos del Creador
para nosotros, asumimos las consecuencias.
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