- Formación
- Características
esenciales - Elección
de Jueces - Integración
y Competencia de los Tribunales. Participación
Popular - La Nueva
Fiscalía - La
Novedosa figura del Instructor - Beneficios
del Sistema Penal - Procedimiento
- Derecho
del Acusado - Institución
para la defensa de las víctimas - Normativa
Penal - Concepto
de "delito" - Las Penas
alternativas - La
Libertad Condicional - Requisitos
de perseguibilidad - Prisiones
- Información
- Prevención
- Trabajadores
Sociales - Perspectivas
del Sistema Penal Cubano - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El quehacer jurídico cotidiano y la lucha
permanente por el perfeccionamiento de las instituciones
penales, en ocasiones nos conducen al practicismo y nos alejan de
la necesaria valoración teórica que requieren
lapsos históricos de esta actuación diaria. Esta es
la situación actual del Derecho Penal
Cubano, necesitado de la permanente labor doctrinal, que
generalice los principios y
experiencias que están inmersos en lo aparentemente
común.
A más de un siglo de funcionamiento del sistema penal
cubano, heredado y con fuerte influencia del establecido en la
metrópoli española; con las ideas heterodoxas,
progresistas, de los luchadores por la independencia
de la nación;
en contacto con las prácticas del sistema
anglo-sajón que implantó en el país la
intervención militar del gobierno de
Estados Unidos
de América; y las reformas introducidas al
ritmo de las transformaciones revolucionarias socialistas,
recogiendo experiencias de otras formaciones jurídicas de
países que incursionaron en profundos cambios sociales, y
abiertos además, a las más modernas concepciones
postuladas por la
Organización de Naciones Unidas
en el campo del derecho penal y las tendencias más
avanzadas y lúcidas del pensamiento
jurídico actual sobre el tema, el derecho penal cubano, a
lo largo del pasado siglo y durante los años transcurridos
de éste, ha tomado un nuevo rumbo, que en los momentos
actuales lo diferencia de lo que fue en sus inicios, y
además lo caracteriza del resto de los sistemas penales
de nuestro continente, situándolo -aún con sus
defectos e imperfecciones- en avanzada y privilegiada
posición.
Tomando en consideración sus orígenes y
los cambios operados de acuerdo con diferentes tendencias
penales, en el contexto latinoamericano, el derecho penal cubano,
es un nuevo derecho, con una posición mucho más
adelantada que otros países del continente y en mejores
condiciones, en estos momentos, para perfeccionar aún
más sus instituciones y su sistema en conjunto.
Lo anterior no significa que el modelo penal
cubano constituya un ejemplo inmaculado, obra finalizada, pues en
realidad ha de ser objeto de nuevas perfecciones, pero las
realizadas hasta el momento lo ubican entre los más
modernos del continente y en condiciones de conseguir a corto
plazo las modificaciones deseadas.
La experiencia práctica del sistema penal cubano
ha ido conformando una escuela de
Derecho Penal, orientada hacia la democratización del
sistema, con la participación de la ciudadanía en el ejercicio de la justicia,
acorde con el régimen político de democracia
participativa del pueblo que impera en la isla
caribeña.
Lo expuesto en términos generales anteriormente,
pudiera conducir a las interrogantes siguientes: ¿existe
realmente un nuevo derecho penal cubano?, ¿es el sistema
penal cubano de los más avanzados en el continente?,
¿resulta eficiente o padece de iguales males que la
mayoría de los sistemas de la región?,
¿puede hablarse con propiedad de
una escuela cubana de derecho penal?, entre otras.
Para despejar estas incógnitas es necesario,
aunque sea un somero examen de la formación
histórica del sistema penal cubano, sus
características actuales y las perspectivas que
enfrenta.
Formación
Cuba fue el último país latinoamericano en
desembarazarse del coloniaje español,
logrando su independencia mediatizada después de la
intervención de las tropas norteamericanas en el conflicto
cubano-español, cuando los mambises insurgentes
tenían prácticamente derrotado en el campo militar
y político al ejército español; surgiendo al
concierto de las naciones, con himno y bandera, pero totalmente
dependiente de los Estados Unidos de América, el 20 de
mayo de 1902.
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