Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Positivismo filosófico (página 2)




Enviado por Junior Hern�ndez



Partes: 1, 2

Immanuel Kant (1724-1804).
Filósofo alemán; formado en el racionalismo,
comienza a dudar del valor de la
razón al leer a Hume, planteándose el problema del
valor y los límites de
ésta. La filosofía kantiana, supone una síntesis
del racionalismo y del empirismo,
cerrando una época filosófica muy importante. Kant
procede a un estudio de cómo es posible la construcción de la ciencia,
llevando a cabo una reflexión sobre el problema de las
relaciones de la razón con la realidad, que en ella
aparecen vinculadas. Kant distinguió dos grandes
facultades dentro del conocimiento
humano:

  1. La sensibilidad: es pasiva, se limita simplemente a recibir
    una serie de impresiones sensibles, que Locke había
    llamado ideas de sensación y Hume impresiones, y
  2. El entendimiento: es activo y espontáneo. Y puede
    generar, dos tipos de ideas o conceptos:
  • Conceptos puros o categorías: ideas o conceptos
    independientes de la experiencia (que provienen de la
    razón)
  • Conceptos empíricos: ideas obtenidas a partir de
    la experiencia.

Admite que existen categorías o conceptos que no
provienen de la experiencia, pero a la vez sostiene que la
aplicación de estos conceptos a la realidad nunca
podrá ir más allá de la experiencia
sensible. Constituyendo así, una síntesis entre
racionalismo y empirismo, ya que, el conocimiento es
síntesis a priori: es síntesis porque es organización o conexión de datos sensibles
(como lo exige el empirismo) y a priori, porque el principio de
esta organización es nuestra conciencia, la
cual al constituirla, actúa según leyes esenciales
a su propia naturaleza, y
por eso mismo leyes universales y necesarios (conforme a la
exigencia del racionalismo)

Claude Saint-Simon
(1760-1825). 0Pensador francés, que insistió en el
progreso industrial y científico con el fin de delinear un
nuevo orden social. El Saintsimonísmo es una doctrina
socialista, basada en las teorías
del Conde Saint-Simon, según la cual cada uno ha de ser
clasificado según su capacidad y remunerado según
sus obras. Considera que hay dos tipos de épocas en la
historia:

Las críticas: son necesarias para eliminar las
fosilizaciones sociales.

Las orgánicas: donde el hombre no
es una entidad pasiva dentro del acontecer histórico, sino
que siempre trata de descubrir modos de alterar el medio social
dentro del cual vive, dichas alteraciones se imponen como
indispensables para el desarrollo de
la sociedad
cuando funciona ésta según normas no
correspondientes. No se puede decir en absoluto que existen
normas sociales convenientes a toda organización humana;
lo que para una época puede ser adecuado, para otra no.
Así sucede para con la sociedad industrial moderna.

Para Saint-Simon es engañoso suponer que las clases
deben ser niveladas o que deben mantener la estructura de
anteriores épocas, durante las cuales dependía de
la jerarquía, pero se mantenía cuando menos en lo
que concierne a la moral y a
las creencias religiosas, una cierta igualdad. Dice
que esta igualdad es imposible: "la moral y los
sistemas de ideas
deben ser diferentes para cada una de las clases fundamentales de
la nueva sociedad industrial moderna". (Ramírez,
Pág. 10, 2005)

Saint-Simon atribuyó el poder temporal
a los industriales (propietarios, técnicos y campesinos) y
el espiritual, a aquellos a quienes encomendaba la
elaboración de un sistema llamado
Nuevo Cristianismo
basado frente a los preceptos negativos desarrollados por el
catolicismo, protestantismo y otras religiones en
leyes positivas afirmadoras del desarrollo del trabajo. Dicho
sistema tenía como núcleo fundamental: la idea de
fraternidad, que conducía a la concepción de una
sociedad mundial libre, es decir, una sociedad universal
continuamente dedicada a la producción y en la cual la Iglesia
pudiese ser sustituida por el taller.

Son elementos destacados de sus ideas: la bondad de la
propiedad
privada, la preocupación básica de la sociedad
debería ser la mejora de la clase
más numerosa y pobre, la herencia
debía suprimirse y todos los individuos (clasificados por
su capacidad y retribuidos por sus obras) debían
trabajar.

CAPÍTULO III

PRINCIPALES
REPRESENTANTES

Augusto Comte
(1798-1857)

Nació en Montpellier en 1798 y murió en
París en 1857. Estudió en París y luego de
diversos avatares académicos, logró el puesto de
profesor
auxiliar de matemáticas en la Escuela
Politécnica de París. Su vida económica fue
bastante desgraciada, debiendo subsistir los últimos
años de su vida de las ayudas de discípulos y
amigos. La hostilidad que sus escritos suscitaron en los
diferentes ambientes académicos fue la principal causa de
su desgracia.

Obras: "Curso de filosofía positiva", "Sistema de
política
positiva o tratado de la sociología que instituye la religión de la
humanidad", "Discurso sobre
el espíritu positivo", entre otras.

Herbet Spencer
(1820-1903)

Nació en Derby (Inglaterra) y
murió en Brighton en 1903. Durante toda su vida se mantuvo
apartado de los cargos y honores oficiales, dedicándose a
su obra filosófica.

Obras: "Principios de
Sicología", "Primeros Principios" "Principios de Biología" "Principios
de Sociología", "Carta a cerca de
la esfera de acción
que le compete al gobierno",
"Estática social", "La educación
intelectual, moral y física",
"Clasificación de las ciencias", "La
Sociología descriptiva", "El individuo
contra el estado",
"Principios de una moral evolucionista", "Una Introducción a la Ciencias
Sociales".

John Stuart Mill
(1806-1873)

Nació en Londres en 1806 y murió en 1873. Hijo
de James Mill, un destacado utilitarista inglés,
quien le inculca a su hijo, estos principios filosóficos.
Crearon juntos (padre e hijo) el radicalismo filosófico y
se propusieron explicar como mecanismos mentales todas las
supersticiones entre las que incluyeron al cristianismo, al cual
consideraban el enemigo mayor de la moralidad.
John recibió una cuidada educación. Las ideas
utilitaristas de Bentham, gran pensador inglés de su
tiempo y amigo
de su padre, le influyeron decisivamente.

Obras: Entre las más destacadas están:
"Principios de economía
política y utilitarismo", "Filosofía de las
ciencias y métodos",
"Autobiografía", "Sistema de lógica
racionativa e inductiva", "Sobre la libertad",
"Augusto Comte
y el Positivismo",
"Naturaleza y utilidad de la
religión".

CAPÍTULO IV

PRINCIPIOS QUE
PROPONE EL POSITIVISMO

Comte eligió la palabra Positivismo sobre la base que
señalaba la realidad y tendencia constructiva que
él reclamó para el aspecto teórico de la
doctrina. Se interesó por la reorganización de la
vida social para el bien de la humanidad a través del
conocimiento
científico, y por esta vía, del control de las
fuerzas naturales. Los dos componentes principales del
Positivismo: la Filosofía y el Gobierno (o programas de
conductas individual y social), fueron más tardes
unificados en todo bajo la concepción de una
religión en la cual la realidad es el objeto de culto.

El Positivismo no admite como válido
científicamente otros conocimientos, sino los que proceden
de la experiencia, rechazando toda noción a priori y todo
concepto total
y absoluto, por lo que apoya el relativismo del conocimiento. El
hecho es la única realidad científica, y la
experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de
la ciencia.

El Positivismo es, antes que nada, una Teoría
de Historia y un intento de construir una teoría de la
sociedad humana es decir una sociología. El dogma del
progreso y los tres estados de la sociedad (de Comte), son las
dos columnas fundamentales que la sostiene. La base del
planteamiento de Comte consiste en afirmar que todo enunciado o
proposición que no se corresponda al simple testimonio de
un hecho, no encierra ningún sentido real e
inteligible.

Algunas ideas centrales de su pensamiento
son: la concepción historicista del desarrollo de la
ciencia y de la razón; las cuales él desarrolla en
tres estados fundamentales, es decir, la historia del pensamiento
transitó por tres senderos y en el último radica la
verdad clara y demostrada; estos estados son:

Estado
Teológico
: Es ficticio, provisional y preparatorio. En
él, la mente busca las causas y los principios de las
cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en
él tres fases distintas:

  • Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les
    atribuye un poder mágico o divino.
  • Politeísmo: en que la animación es retirada
    de las cosas materiales
    para trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las
    cuales presenta un grupo de
    poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc.
  • Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos
    poderes divinos quedan reunidos y concentrados en uno llamado
    Dios.

Teológica: Da explicaciones simples de los
fenómenos naturales como la lluvia, el trueno, la
fertilidad o el viento creando dioses para explicarlos (Dios de
la lluvia, Dios del trueno, etc.).

En este estado, predomina la imaginación, y corresponde
a la infancia de la
humanidad. Es también, la disposición primaria de
la mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas,
y solo una lenta evolución puede hacer que el
espíritu humano de aparte de esta concepción para
pasar a otra. El papel histórico del estado
teológico es irremplazable.

Estado Metafísico ó estado abstracto: Es
esencialmente crítico, y de transición, Es una
etapa intermedia entre el estado teológico y el positivo.
En el se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica
intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus
causas. Pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino
a entidades abstractas que le confieren su nombre de ontología. Las ideas de principio, causa,
sustancia, esencia, designan algo distinto de las cosas,
sí bien inherente a ellas, más próximo a
ellas; la mente que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando
paso a paso a las cosas, y así como en el estado anterior
que los poderes se resumían en el concepto de Dios,
aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo
sustituye; pero esta unidad es más débil, tanto
mental como socialmente, y el carácter del estado metafísico, es
sobre todo crítico y negativo, de preparación del
paso al estado positivo; una especie de crisis de
pubertad en el
espíritu humano, antes de llegar a la adultes.

Metafísica: Todo lo que ocurre se debe a fuerzas
naturales o esencias y se realizan ritos para que pase tal o cual
cosa (danza de la
lluvia, sacrificio de un animal, ritos religiosos, etc.) llamando
así la atención de los dioses. Busca respuesta al
cómo suceden las cosas.

Estado Positivo: Es real, es definitivo. En él
la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a
las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes.
No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto
es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que
está puesto o dado: es la filosofía del dato. La
mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante las cosas.
Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo
las leyes de los fenómenos.

Positiva: El nombre positivo deriva de lo que el ser humano
hace y crea, no es Dios. Es cuando llega a una estructura
científica de la mente buscando las causas de los
fenómenos con la razón a través de la
experimentación, la observación y la experiencia
para descubrir las leyes científicas que regulan sus
relaciones. Busca respuesta al por qué suceden las cosas.
La razón es considerada como la única fuente de
conocimiento de la realidad y ésta se expresa en el
conocimiento científico. Con la razón y las
ciencias es posible el progreso indefinido de la sociedad pero,
para que se produzca, debe existir el orden social. Para ello es
necesario evitar todo tipo de conflictos
sociales.

Comte intenta fijar el sentido de la palabra positivo,
analizando las diversas acepciones de la misma:

  1. Positivo como real por oposición a
    quimérico
  2. Útil en contraste con inútil
  3. Certeza frente a indecisión
  4. Preciso frente a vago
  5. Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra
    de absoluto

Estas precisiones semánticas pueden sirven para ir
acotando cuál es la verdadera esencia de la teoría
positivista del conocimiento.

1) La exigencia de realidad es el postulado fundamental. Comte
nos aclara que con esta exigencia se pretende limitar el
conocimiento filosófico "a las investigaciones
verdaderamente asequibles a nuestra inteligencia,
con exclusión permanente de los impenetrables misterios con
que se ocupaba, sobre todo en su infancia" (Alsina, 2000). Lo
asequible a nuestra inteligencia es lo que el Positivismo llama
los hechos. Comte establece "como regla fundamental que toda
proposición que no pueda reducirse estrictamente al mero
enunciado de un hecho particular o general no puede ofrecer
ningún sentido real e inteligible" (Alsina, 2000);
definiendo los hechos como las cosas o acontecimientos accesibles
a la observación, o dicho de otra manera, fenómenos
u objetos de experiencia. Esta exigencia va contra toda
construcción especulativa, contra toda elaboración
a priori o puramente racional del conocimiento, en definitiva,
contra toda metafísica o todo cuanto no sea sensible –
material (Materialismo),
valiéndose del Empirismo para reducir por completo todo
conocimiento a sensaciones sensibles, por medio de regularidades
observadas en los fenómenos, a las cuales se llega a
través de la observación por procedimientos
inductivos.

2) Comte precisa el sentido de la palabra utilidad: el
verdadero conocimiento no tiene un fin en sí mismo (no es
"una estéril curiosidad"), sino en el "mejoramiento
continuo de nuestra identidad
individual y colectiva". Es decir, el conocimiento
científico, aparte de su utilidad instrumental y
tecnológica, contribuye a un mejoramiento del ser humano.
El gran destino práctico de la positividad, al hacer al
hombre fin
último de todo saber, postula también una ciencia
de lo social, lo moral y lo político, unificada por Comte
en la sociología, con sus técnicas
correspondientes. Sin embargo, las precisiones de Comte, no
pueden evitar la idea de utilidad asociada al conocimiento
interpretado en el sentido pragmático de conocimiento
aplicado y tecnológico.

3) Certeza frente a indecisión, revela el utopismo y
refleja el exceso de optimismo que anima a Comte, y como tal hay
que relegarlo al cajón de las grandes ilusiones no
confirmadas por el fallo inapelable de la historia, lo cual no es
óbice para que no sigan formando parte del repertorio
ideológico de la modernidad, con
argumentos continuados (Alsina, 2000).

4) Precisión frente a vaguedad. El gran desarrollo de
la tecnología y la revolución
industrial no podían fundamentarse en conceptos vagos
y confusos, y así nos habla Comte del "grado de
precisión compatible con la naturaleza de los
fenómenos" y de que "el pensamiento de una acción
final recuerda siempre la condición de una
precisión conveniente" (Alsina, 2000).

5) Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra
de absoluto. Ambas acepciones permiten la entrada a un nuevo
tema: El sentido histórico, ya que la historicidad del
hombre, junto al nacimiento de la Sociología, vislumbran
el más profundo hallazgo del Positivismo. La historicidad
del hombre plantea la relatividad del conocimiento: "El estudio
de los fenómenos, en lugar de poder llegar a ser, en modo
alguno, absoluto, debe permanecer siempre relativo a nuestra
organización-oposición" (Alsina, 2000). Es decir
que la valoración de una teoría científica
deberá hacerse en función de
las circunstancias históricas que la rodean. Al descubrir
la historicidad del hombre, Comte descubre también la
historicidad de la ciencia.

Como consecuencia directa de este relativismo e historicismo
se plantea por primera vez la existencia de la Historia de la
Ciencia como disciplina
autónoma; pero los propios dogmas del Positivismo frustran
en parte las expectativas de un descubrimiento tan importante
como es la historicidad del conocimiento. La ciencia se
contextualiza en función de su época, de su momento
histórico, pero a su vez, este momento histórico se
ve siempre en relación con el Gran final, con el
advenimiento del espíritu positivo, y al llegar
aquí el movimiento de
la historia se detiene, y lo que era relativo deviene ahora en lo
absoluto.

Además, la creencia de que la historia tiene un
motor propio
se traslada también a la historia de la ciencia,
deduciéndose de aquí que la ciencia tiene un
movimiento propio y autónomo de su entorno social e
histórico.

Finalmente se tiene como una temática fundamental en el
discurso positivista: la unidad de la ciencia. Comte la vincula,
directamente a la dinámica social, reafirmando una vez
más la tesis de que
el Positivismo es, más que una Filosofía o una
Filosofía de la Ciencia, una Teoría de la Historia.
Los compartimentos estancos del conocimiento humano, que llamamos
las ciencias, deben articularse en una superior unidad, una
unidad sistemática determinada por su origen y destino
común. En la mente humana esta unificación
dará lugar a la armonía mental, de tipo universal,
a la que aspira Comte, y esto se producirá
indefectiblemente cuando la totalidad de los conocimientos
humanos hayan alcanzado el estado positivo.

Pero además de definir este ideal de la
unificación de la ciencia, que sus herederos
neopositivistas han intentado llevar a la práctica, Comte
clasifica y jerarquiza las ciencias, añadiendo
además una discriminación entre las auténticas
ciencias, las positivas, y las que no lo son. La psicología, por
ejemplo, no es admitida entre las ciencias. Partiendo desde su
base matemática, las ciencias positivas son
jerarquizadas según su grado de generalidad decreciente y
de complejidad creciente: astronomía, física, química,
biología y sociología. Esta ordenación es a
la vez lógica, histórica y pedagógica. Nos
indica el orden en que han ido apareciendo las distintas
ciencias, nos indica a la vez la lógica interna del
proceso
según los dos parámetros arriba indicados, y nos
indica también el orden en que deben ser enseñadas
en una educación positiva. Respecto al orden
histórico cabe añadir el comentario de que no
responde a la realidad: las distintas ciencias no han aparecido
en el orden que Comte quiere imponer. Otra vez la
especulación, el debe ser, la deducción a partir de unos postulados se
impone sobre la observación: de nuevo triunfa la
metafísica.

El desarrollo de la técnica y el progreso de la ciencia
acreditaron el estadio positivo de la ciencias
naturales junto al dinamismo que supuso la teoría
evolucionista de Darwin, la cual
fue avalada en la compendiosa obra de H. Spencer cuya directriz
esta fundamentada en la evolución natural, en virtud de
una ley que rige el
paso de lo homogéneo a lo heterogéneo, de lo
indefinido a lo definido, de lo simple a lo complejo. Spencer
aducía, que la evolución se aplica a todas las
formas de la existencia cósmica y a todas las ciencias, en
general integración de materia y
disipación concomitante del movimiento; desde este punto
de vista, es un fenómeno mecánico, evidenciable en
la biología cuando muestra, el paso
de lo homogéneo a lo heterogéneo en la
transformación de las células
fecundadas en organismo vivo. En la psicología explica la
génesis de los procesos
psíquicos por una adaptación progresiva de un
estado interno, simple al principio, a un medio que cada vez va
siendo más complejo; dicha adaptación origina las
diversas funciones
mentales. En cuanto a la sociología, Spencer señala
que en todo organismo social y en cada órgano en
particular (en la familia, en
el Estado, en la Iglesia), existe una complejidad creciente y una
densidad cada
vez mayor. Dada la radical identidad de la sustancia universal,
todos los fenómenos de la naturaleza forman una serie en
la que no hay lugar a fisuras, ni a ninguna creación: los
hechos psico-sociológicos nacen de los hechos
biológicos y estos a su vez, nacen de los fenómenos
físicos y cósmicos; la creciente complejidad es
suficiente para explicar la aparición de los reinos
superiores.

No obstante, Mill consideró necesario crear un método que
permitiera la indagación de dichos fenómenos de
manera positiva, postulando el método inductivo como
vía científica del conocimiento. Considera que la
experiencia suministra los datos, los fenómenos;
razón por la cual establece cuatro reglas para averiguar
sus antecedentes:

  • La Concordancia: que consiste en la observación de
    un fenómeno y su circunstancias antecedentes, si las
    cambiamos todas menos una y el fenómeno sigue
    dándose, la conclusión es que esta
    última circunstancia es la causa del fenómeno
    observado.
  • La Diferencia: si se suprime una circunstancia
    antecedente y, como consecuencia, desaparece el
    fenómeno, se puede afirmar que tal antecedente es la
    causa del fenómeno.
  • Los Residuos: llegado el caso en que se conoce la causa
    de una parte del fenómeno, se debe considerar que el
    resto del fenómeno se debe a causas desconocidas
    aún.
  • Las Variaciones Concomitantes: consiste en partir de los
    hechos y, mediante el uso de la inducción, llegar al
    establecimiento de las leyes físicas; es decir, cuando
    un fenómeno varía en función de otro, se
    podría afirmar que de tal fenómeno es efecto
    del segundo.

Mill funda su ciencia social en la voluntad y la creencia,
toma el egoísmo como el principal motor de las relaciones
humanas, considera los valores
religiosos como simple colaboración, en los que la marcha
del hombre va en la búsqueda moral. Afirma que el hombre
ante las necesidades materiales descubre que no existen soluciones
espirituales, sino que esas soluciones se encuentran en la
Sociología. La lógica la declara como una ciencia
de prueba, lo mismo que a la Psicología como ciencia
moral. Ya que, establece que: "La observación y la
experimentación, por profunda que sea, no puede
conducirnos al conocimiento absoluto de los fenómenos. Hay
que partir, por tanto, de un cierto relativismo cognoscitivo"
(Ramírez, Pág. 30, 2000).

CAPÍTULO V

ACTUALIDAD DEL
PENSAMIENTO

El Positivismo en la actualidad tiene influencia en muchas
personas y lugares, que sin ser conscientes, se sitúan en
esta línea de pensamiento.

Definitivamente, hoy lo social y teórico pierden
más espacio que ganan lo matemático y comprobable.
El Positivismo por sus bases empíricas rechazan todo lo
que no se pueda comprobar desde la óptica
humana y eso pasa en nuestros días, el hombre cada vez
más acostumbrado a la técnica y a la manera de
mostrar las cosas, a través de laboratorios e
investigaciones, se hace más inverosímil ante las
tesis de pensamiento y las especulaciones.

El gran desarrollo de la ciencia en los últimos siglos
le ha permitido al Positivismo posicionarse en nuestros
días como una disciplina de verdadero conocimiento, que
mirando atrás, puede situarse con muchos adelantos y
muchos logros, ya que lo que se vende, lo aceptado y lo
creíble para nuestros días, es solamente lo que se
puede comprobar por algún proceso positivo.

Las ciencias que han rechazado el Positivismo hoy no
despiertan ningún tipo de seguidores, ya que la
conceptualización tan propia en otras épocas, donde
fueron aceptadas y tenidas como fuente de conocimiento, hoy
más que nunca son cuestionadas y tildadas de troncadoras
del verdadero saber, y esto gracias al Positivismo.

De todas maneras, el pensamiento positivista, ha influido en
la actualidad, en especial en nuestro continente donde todos los
países han sido marcados por estas ideas, sobretodo en el
campo político y en países subdesarrollados,
buscando formas de progreso. En Latinoamérica, se tiene un peculiar caso, y
es que la tradición positivista de corte inglés
será el telón de fondo de una concepción
neoescolástica de la vida, tanto política como
social.

Sin embargo, a pesar de las influencias efectivas del
Positivismo en la vida espiritual latinoamericana, no se puede
afirmar que tal influencia posee un carácter reflejo, pues
ya existía en nuestros países un autóctono
Positivismo, que empieza a germinar a partir de la crítica
de la escolástica y la teología colonial. Es
más, el Positivismo fue instrumentalizado por un
afán de sus seguidores de imprimirlo a las
específicas situaciones históricas. Se arraiga de
manera profunda dicha actitud
positivista en la mayoría de nuestros pensadores,
también siendo su reacción muy extraordinaria.

CAPÍTULO VI

EL POSITIVISMO EN VENEZUELA

Rafael Villavicencio (1886-1896).
Es un insigne representante de la teoría Positivista en
Venezuela, ya
que su contribución a la educación define
época y marca huellas
imborrables. Los aportes mas interesantes los hizo junto al Dr.
Ernest Adolf, quienes desde la primera exposición
que hacían en el
periódico La Tribuna y de las lecciones de la
cátedra de Historia
Universal a la que luego convirtió en Filosofía
de la Historia, ayuda a formar una generación de
pensadores que actúan para comprender y analizar los
fenómenos desde otras perspectivas. La orientación
imperante en este momento, focalizaba su atención en
construir una inventiva y un saber afianzado sobre el
método de la ciencia positiva.

Arturo Uslar
Pietri dice al respecto: el Positivismo se presenta como una
de las más fecundas etapas de la historia del pensamiento
venezolano. No consistió solamente en una serie de
conceptos aprendidos en libros
europeos, sino que despertó la curiosidad por el estudio
de nuestros fenómenos sociales, históricos y
provocó así un mejor conocimiento del país y
de su realidad.

De manera que bajo esta influencia se paso del conocimiento de
la Historia, como narración a la conceptualización
de la Historia como Ciencia.

El Doctor Villavicencio miraba con una aureola de Positivismo
comteano, ya que ejerció en Venezuela el liderazgo de
esta Escuela. Entre los años 1866 y 1880 aprendió
el positivismo con Litte con la lectura de
una obra titulada: Conservación, Revolución
del Positivismo

En dos grandes ideas centró la atención de esta
nueva teoría en la concepción de la historia y en
la necesidad de estudiar y divulgar la ciencia como base del
progreso. Es importante destacar que en los discursos que
pronunciaba Villavicencio en la Universidad
caraqueña en 1866 y 1869, no solo perseguía
trasmitir las ideas conceptuales del Positivismo sino que se deja
entrever un mensaje político, la búsqueda de una
Filosofía que vigorice con sus principios el progreso del
país dentro del orden y estabilidad institucional en
momentos de grave disolución y deterioro de fuentes de la
riqueza.

Villavicencio era hombre de saberes actualizados y la novedad
científica influye en sus definiciones filosóficas,
de manera que su filosofar está muy asociado a la ciencia.
Al respecto dice: "He sido y soy positivista en el sentido de que
todo verdadero conocimiento tiene por base la experiencia, es
cuestión de método no de doctrinas". (Heces,
Pág. 92, 1994)

En cuanto a lo epistemológico, su vocación
científicista se caracteriza por la confianza que tiene en
la observación y experimentación para la
adquisición del conocimiento, y este se mantiene, dentro
de la filosofía positivista.

Villavicencio pone todo el peso en la educación y cree
firmemente en la influencia de esta, para lograr la
formación del nuevo estado y la consolidación del
nuevo orden, a partir de la expansión del poder material e
industrial.

De igual manera destaca la importancia del dominio de la
naturaleza por la inteligencia, tomados como elementos que
definen a la sociedad positivista; ya que sostiene que: "La
sociedad es un hecho natural sometido a leyes fijas, y
sustraído como tal a la voluntad humana, pero no de la
inteligencia que puede comprenderle y modificar notablemente su
tendencia y determinación" (Heces, Pág. 97, l994).
Asimismo, se dedicó a la divulgación de dichas
ideas positivistas, considerando a las filosofías de
inspiración teológicas o metafísicas,
insuficientes para las necesidades del espíritu moderno
acostumbrado a las demostraciones científicas.

En cuanto a las ideas educativas, las resume en tres documentos:

  1. El informe de
    1890, conocido en el primer congreso pedagógico de
    Caracas en 1895;
  2. El informe claustro universitario de Caracas; y
  3. Las observaciones que hace al proyecto
    Código de Instrucción
    Pública 1909.

Al ser interrogado a cerca de la elaboración de estos
documentos, él expresa claramente que los avala la madurez
que produce la experiencia desde el punto de vista comteano. En
los cuales, se da un elemento común: que es la clara
modificación al curriculum,
fundamentado en el orden lógico e histórico de las
diferentes ciencias.

Dr. Luis Razzetti (1896). Fue un
insigne educador que durante las postrimerías del Siglo
XIX y comienzo del XX, tuvo una destacada participación en
la educación
superior venezolana. Estuvo becado en Francia,
específicamente en la ciudad de París donde
recibió una formación caracterizada según
Jacques Maritain como cientificísta, determinista,
materialista, y positivista. En varias ocasiones, el Dr. Razzetti
se define como: determinista, porque creo que todos los
fenómenos de la naturaleza están sometidos a leyes
abstractas. "Soy monista porque creo que la materia y la
energía son dos propiedades esenciales de la sustancia
universal, infinita y eterna" (Hernández Pág. 298,
1984)

Luis Razzetti fue un joven que recibió la influencia
del Dr. Villavicencio y de Dr. Adolfo Ernest, los cuales fueron
considerados por Razzetti como los apóstoles
máximos en Venezuela de la filosofía y ciencias
positivista. La enseñanza del Dr. Villavicencio
estimuló el apetito intelectual de Razzetti como para
acoger con admiración las fuentes que nutren su
pensamiento científico- filosófico de las obras de
Darwin y Hackel. Del primero, abrazo la idea del principio
evolucionista, que descalifica la tesis creacionista y la
espiritualidad del alma. A Hackel
lo calificó como maestro predilecto, en cuyas obras
aprendió a amar la verdad, de él toma la idea del
monismo cientificísta.

La concepción científica – filosófica de
Hackel que negaba la existencia de Dios y el mundo sobrenatural,
consideraba que no había dos mundos uno natural y otro
moral, sino uno solo donde la vida intelectual y moral forma
parte del Cosmos. El hombre forma parte de los vertebrados
sociales y tiene dos clases de deberes: los que surgen de su
naturaleza y los que corresponden a su beneficio y progreso
individual. Esto hace que el Dr. Luis Razzetti sea considerado
como ateo y le trajo como consecuencia una serie de disputas con
el clero. Sin embargo, pensaba que las ciencias eran un hermoso
producto de
nuestro siglo de verdad, creyendo que las únicas ciencias
validas son las naturales y las ciencias del espíritu, que
también son parte de las naturales. Explicando
además, que la verdadera ciencia reposa en el
empirísmo y no sobre la trascendencia; y que el verdadero
método es el empírico, porque compromete en el
desenvolvimiento del mismo, la actividad de nuestros
órganos de los sentidos y de
nuestro cerebro.

Todas estas ideas inciden en el desempeño de Razzetti como docente de la
Facultad de Medicina de la
Universidad Central de Venezuela, en cuya cátedra
exigía a sus alumnos la presentación de una tesis,
con la cual aprenderían a observar, experimentar, y
aprender a expresar; de manera, que se evitaría combatir
el apriorismo, y el abstraccionismo. Logrando extender dicha
práctica a todo el magisterio.

En l893 publica en la Gaceta Médica de Caracas las
ideas sobre la renovación de los estudios médicos,
iniciado el planteamiento por la base, es decir, por la necesidad
de reformar los estudios del Bachillerato,
diversificándolo según áreas de interés
vocacional, de modo que permitan la adecuada preparación
básica para los aspirantes a cursar los estudios
médicos. Consideraba que la educación primaria
debía ser tomada como piedra angular de la
educación, sin embargo la educación superior
debería quedar restringida y dirigida por las autoridades
de la Facultad de Medicina, ya que la Medicina es una ciencia
objetiva, y para que esta pueda ser aplicada se crea un centro de
salud como el
Hospital Vargas.

Al Dr. Razzetti se deben los siguientes aportes hechos en la
educación de esa época como: La enseñanza
antialcohólica y la educación
sexual.

El Ministro de Educación Dr. Felipe Guevara Rojas
encomienda al Dr. Luis Razzetti en abril de l913, la tarea de
preparar el texto para
orientar la enseñanza antialcohólica. Razzetti ya
venía haciendo estudios en la traducción y adaptación al medio
venezolano del libro del Dr.
Galtier Boissiere, Manual de
Antialcohólismo, obra elaborada de acuerdo a los programas
escolares de Francia, para que sirviese de texto a la nueva
enseñanza prevista en Venezuela. La medida acordada por
las autoridades pone de manifiesto, la preocupación
existente por la generalización del consumo de las
bebidas alcohólicas.

En 1921, preocupa a Luis Razzetti la lucha contra las enfermedades
venéreas, de manera que es necesario educar sobre este
tema desde la escuela primaria hasta la universidad, lo que son
las enfermedades
venéreas por medio de conferencias populares,
indicándole a la juventud los
medios de que
podemos valernos para evitar el contagio. El aclaraba, que la
educación sexual debía impartirse a través
de metodologías sencillas y de acuerdo a la edad. Se
impartiría de arriba hacia abajo, desde los padres a los
jóvenes de mayor edad hasta llegar a los niños;
en estos se principiaría por la fecundación de las plantas y de los
animales
inferiores.

Un aspecto importante relacionado con el tema de la
educación sexual fue el eugenismo. El lo define como "el
estudio de los factores sometidos al cuidado y vigilancia de la
sociedad y susceptible de modificar, en bien o en mal, las
cualidades de la raza, físicas y mentales, en las
generaciones futuras". (Fernández, Pág. 325,
1994)

Cual era el objetivo del
programa
hombres y mujeres sanos sin enfermedades hereditarias. Para ello
es importante exigir el certificado pre-nupcial, testificando que
no son portadores de aquellas enfermedades capaces de contribuir
a la degeneración de la descendencia.

José Gil Fortoul (1912) y
Rómulo Gallegos (1895). Son prácticamente
contemporáneos y la formación de uno y otro
coincide con aquella oleada de positivismo y de libre
pensamiento. Desde la época de Guzmán Blanco se
origino en Venezuela, un ambiente
hostil a los valores de la
tradición católica. Este ambiente cargado de
positivismo conduce al mundo del agnosticismo que limita el
horizonte de valoración a solo los datos inmediatos. Este
agnosticismo condiciona la concepción sobre la moral y la
religión, lo lleva inexorablemente al laicismo, al libre
pensamiento, y a una posición ecléctica de la
vida.

Entre las reformas mas importante se encuentra la escuela
laica y la libertad de enseñanza. El tema de la
educación laica adquiere más importancia en el
país a medida que se acentúa la influencia
política del liberalismo y
de la filosofía positivista.

En cuanto al segundo aspecto es importante que las ideas
luchen en el amplio campo de la discusión, garantizar el
derecho a elegir y rodear de un profundo respeto el
pensamiento de los demás

Gil Fortoul opina que la moral no es nada más que un
conjunto de ideas que se han trasmitido por herencia y dominan
tiránicamente en nuestra sociedad.

La ley de la evolución es compartida por todos los
seres vivos. En tanto que la de la evolución cerebral solo
es compartida por los seres humanos y en la expresión de
Gil Fortoul expresa que esto es producto de la ciencia, el
arte y la
industria. La
evolución cerebral no depende solamente de la
evolución natural sino de otros factores y en el caso
venezolano dice: La raza y el clima son para
nosotros, causa evidente de inferioridad orgánica y la
única solución es la inmigración.

La educación debe ser un instrumento para que el hombre
modifique el medio, por lo tanto no se admite escuela sin
práctica.

En 1911, Gil Fortoul es designado Ministro de
Instrucción Pública, allí permanece hasta
fines de Abril de l912. Lo acompaña un destacado pedagogo:
Guillermo Todd, cuyas modificaciones esta orientadas a modificar
la observación, la memoria y
el razonamiento.

Entre los criterios para orientar el proceso de
enseñanza aprendizaje se
dan los siguientes lineamientos: de lo simple a lo complejo, que
la enseñanza debe ayudarse de la pedagogía con el propósito de dar al
educando una educación integral dentro de la
concepción Spenceriana. En síntesis un sistema
educativo basado en la observación,
experimentación y critica de los hechos.

Rómulo Gallegos, su proposición educativa
consistió en una perspectiva de expansión cultural,
de responsabilidad intelectual y de promoción socio-política. Se dejo
influenciar por las ideas de Sarmiento en Argentina, que
establecía una diferencia entre Barbarie y
Educación, sólo puede concebirse la cultura
aparejada al principio y sentido de libertad.

La idea central de la idea educativa de Gallegos, consiste en:
personal,
idóneo y apto, para ello crea las escuelas normales donde
con métodos eficaces se formen verdaderos maestros.

En cuanto al método de enseñanza, opina que debe
sustituirse el empirísmo por métodos
científicos de observación y
experimentación, y aboga por la aplicación de
aquellos métodos que la Psicología y la
Educación indican como pertinente en la enseñanza.
La Reforma al Sistema Educativo es una de sus ideas principales,
la más transcendental y fecunda que debería hacerse
su máxima ser resumiría en este aspecto en el
siguiente pensamiento: pensar más en educar que en
instruir.

Entre el concepto que merece la Educación esta el
actuar sobre el carácter y formar al hombre: en tanto que
la instrucción actúa sobre la inteligencia.

La influencia, que tiene la escuela en la sociedad, es motivo
de preocupación en la obra de gallegos, donde destaca el
papel de la escuela en la constitución de una sociedad sana y
productiva.

CONCLUSIONES

El Positivismo, es una doctrina filosófica en donde se
acepta como conocimiento válido, el saber
científico obtenido a través de la
experimentación, es decir, con la utilización del
método
científico, se estudian los hechos y a partir de
estos, se deducen las leyes que los hacen valederos. Por ello, el
Positivismo es considerado como analítico, y tiene como
características generales:

  • Nomotética: porque halla las causas que explican los
    fenómenos, confrontando la teoría con la praxis,
    detecta discrepancias y establece conexiones generalizables
    entre variables.
  • Propicia la utilización de un método de
    investigación: el método
    hipotético-deductivo como método
    científico.
  • La neutralidad valorativa: como criterio de
    objetividad.

Sin embargo, esta doctrina, incurre en dos importantes
contradicciones:

  1. Aunque legitimita el conocimiento científico, no
    específica de manera clara, inequívoca y por
    tanto positiva en qué consiste exactamente este
    conocimiento científico; y
  2. Que las más importantes afirmaciones de la doctrina
    positivista como la Ley de los Tres Estadios (teológico,
    metafísico y positivo), no proceden de la actividad
    científica ni de la observación, sino de la
    especulación filosófica y son por tanto
    metafísica.

Pero esto, no ha mermado la proliferación de
trascendentales descubrimientos y avances del mundo moderno; los
cuales, se deben sin lugar a duda, a la influencia del
Positivismo, siendo uno de sus más importantes hallazgos,
el descubrimiento de la Historicidad del Conocimiento Humano a
través de la Sociología, que permite la
jerarquización (orden y progreso) de la Sociedad de
acuerdo a su nivel intelectual, a fin de que estos, reciban una
remuneración acorde a su labor desempeñada. A
partir de la Sociología se debe ubicar cualquier
investigación para que exista un orden, ya que la
experiencia que posee el individuo la sustrae de su entorno, y
esta transcurre en un momento histórico, que lo
orientará a través del proceso de
experimentación científica.

En Venezuela, los diferentes representantes del Positivismo
abogan por modificaciones educativas que debiesen darse desde las
perspectivas metodológicas y de proyecciones que la
educación debe tener en la formación de un
ciudadano útil y productivo para la Sociedad. Actualmente
el país, se encuentra en pleno proceso de desarrollo del
Enfoque Humanista: nuevo diseño
curricular, proyectos
pedagógicos de aulas, proyectos pedagógicos
comunitarios; sin embargo, las investigaciones que se realizan
mantienen un patrón positivista: son
cuantitativos-medibles, porque los datos que se extraen de la
realidad, tienen que ser validados utilizando métodos
estadísticos.

REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS

Alsina, J. (2000). El Positivismo, Ideología de la Sociedad Industrial.
Caracas.

Castillo, J (1998). Historia de la
Filosofía. Disponible: Monografias.Com.
[Consulta: 2008, Julio 05]

Díaz P. (1965). Curso de Historia de la
Filosofía. Caracas.

Enciclopedia Hispánica. Volumen 12.
Editorial Enciclopedia Británica Publicer inc. Estados Unidos
1992 – 1993.

Fernandez. (1994). La Educación Venezolana bajo el
signo del Positivismo. Larroyo, F. (1964) Historia General de la
Pedagogía. Edit. Porrúa. 9na edición. México.

Herbert Spencer. Tuxys.Com. [Consulta: 2008, Julio 05]

Nueva Enciclopedia Larousse. Tomo 7, 8 y 9. Editorial Planeta.
1982.

Ramírez, J. (2006). Principales corrientes de la
Filosofía. Disponible: Monografias.Com. [Consulta: 2008, Julio
05]

Urbina E. (2005). El Positivismo. Disponible: Monografias.Com.
[Consulta: 2008, Julio 05]

Zamora. (2006) Biblioteca
Práctica de Consulta de Nuevo Milenio. Editorial Zamora.
Caracas

 

 

 

 

Autor:

Junior Hernández

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter