- Introducción
- Etapas de las organizaciones
y la ARH - El
capital
humano y el capital
intelectual - Estilos
de la
administración de Recursos
Humanos - Carácter
multivariado de la administración de Recursos
Humanos - La
Administración de RRHH como
proceso - Bibliografía
utilizada
I. INTRODUCCIÓN
La Administración de Recursos Humanos es una
especialidad que surgió debido al crecimiento y a la
complejidad de las tareas organizacionales.
Sus orígenes se remontan a los comienzos del siglo XX,
como consecuencia del fuerte impacto de la Revolución
Industrial; surgió con el nombre de relaciones
industriales como una actividad mediadora entre las
organizaciones y las personas, para suavizar o aminorar el
conflicto
entre los objetivos
organizacionales y los objetivos individuales de las personas,
hasta entonces considerados como incompatibles o
irreconciliables. Era como, si las personas y las organizaciones,
a pesar de estar estrechamente interrelacionadas, vivieran
separadas, con las fronteras cerradas, las trincheras abiertas y
necesitando un interlocutor ajeno a ambas para entenderse o, por
lo menos, para aminorar sus diferencias. Este interlocutor era
una área que recibía el nombre de relaciones
industriales y que buscaba articular capital y trabajo,
interdependientes, pero en conflicto.
Es importante mencionar que debido a la visión que se
tenia en esta época del ser humano como empleado, se
reducía a ser un elemento mas dentro de la organización, como lo podía ser la
materia prima
o los procesos de
trabajo, sin tomar en consideración sus necesidades como
individuo
independiente y pensante. El área denominada Relaciones
Industriales se encargaba básicamente de vigilar que los
intereses de las personas no se alejaran de los intereses de la
organización.
Con el paso del tiempo, el
concepto de
relaciones industriales cambio
radicalmente y sufrió una transformación. Alrededor
de la década de 1950, se le llamo administración
de personal. Ya no se trataba solo de mediar en la
desavenencias y de aminorar los conflictos,
sino, principalmente de administrar personas de acuerdo con la
legislación
laboral vigente y administrar los conflictos que
surgían cotidianamente. Poco después alrededor de
la década de 1960, el concepto sufrió una nueva
transformación. La legislación laboral se
volvió obsoleta, mientras que los desafíos de las
organizaciones crecían desproporcionadamente. Las personas
fueron consideradas como los recursos fundamentales para el
éxito
de la
organización.
Así a partir de la década de 1970, surgió
el concepto de Administración de Recursos Humanos,
aunque todavía sufría de una vieja miopía de
ver a las personas como recursos productivos o meros agentes
pasivos cuyas actividades deben ser planeadas y controladas a
partir de las necesidades de la organización.
Las personas no son recursos que la organización
consume y utiliza, y que producen costos. Al
contrario las personas constituyen un poderoso activo que impulsa
la creatividad
organizacional, de la misma manera que lo hacen el mercado o la
tecnología. Por tal motivo es posible
resaltar tres aspectos fundamentales:
Las personas son diferentes entre si: están
dotadas de una personalidad
propia, tienen una historia personal y
particular, son poseedoras de habilidades y conocimientos,
destrezas y competencias
indispensables para la adecuada administración de recursos
organizacionales. Las diferencias individuales deben ser
resaltadas y no eliminadas o estandarizadas no homogeneizadas.
Esto es, considerar a las personas como seres dotados de inteligencia y
creatividad, de iniciativa y decisión, de habilidades y
competencias, y no como meros recursos de la
administración.
Partiendo de esta cualidad los administradores de recursos
humanos deben aprovechar al máximo estas diferencias
individuales que, podrán en gran medida ayudar a
fortalecer y aportar innovación a la organización.
Recordemos que entre mayor sean nuestras diferencias mayor
será la posibilidad de aportar ideas creativas e
innovadoras a la organización en general.
Las personas son elementos vivos: Son los impulsores de
la organización, capaces de dotarla de la inteligencia,
talento y aprendizaje
indispensables para su constante renovación y competitividad
en un mundo lleno de cambios y desafíos. Por ser los
únicos elementos vivos dentro de la organización
son los encargados de dotar de vida a la misma; imaginemos por un
instante una organización ausente de personas, no
podría existir.
Las personas son socios de la organización: Son
los únicos capaces de conducirla a la excelencia y al
éxito. Como socios las personas hacen inversiones en
la organización, esperando obtener ganancias de estas
inversiones. Podemos entender inversión como esfuerzo, dedicación,
responsabilidad y compromisos. Las ganancias de
dichas inversiones serian en forma de salarios,
incentivos,
crecimiento profesional y carrera. Todo ser humano es proactivo,
su conducta
estará orientada para satisfacer ciertas necesidades o
alcanzar ciertos objetivos personales, el administrador de
recursos humanos deberá ofrecer una plataforma de
políticas e incentivos que orienten y
motiven a la persona a
volverse socio de la organización y ayudar al logro de los
objetivos organizacionales a cambio del logro de sus propios
objetivos.
II. ETAPAS DE LAS ORGANIZACIONES Y LA
ARH
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