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Desarrollo local y administración pública. Reflexiones sobre el contexto cubano (página 2)



Partes: 1, 2

Pero… ¿qué desarrollo
local se necesita para transformar las realidades de la etapa
actual? Hablar de desarrollo local, exige partir de un enfoque
ontológico, comprenderlo como un fenómeno de la
realidad objetiva, cuya naturaleza no
depende únicamente de nuestras expectativas y
aspiraciones,  sino de la realización del potencial
de cambio, de las
cualidades inferiores a las superiores contenidas en el
mismo.

Uno de los factores más importantes para el desarrollo
local es el esfuerzo que se invierte en los procesos, la
dinámica económica y social y los
comportamientos de los actores locales, más que en los
resultados cuantitativos, afirma Alburquerque (2001) e igual
considera " la principal limitación de los procesos de
ajuste estructural aplicados en los países en desarrollo
ha sido la de no incorporar  las dimensiones propias del
cambio estructural, esto es, las exigencias de los cambios
obligados para la reestructuración tecnológica y
organizativas, las nuevas formas de producción y gestión
y las necesarias adaptaciones de la
administración y organizaciones
públicas".

No existe un modelo
"único" de referencia para el desarrollo
local[2]; sin embargo, según Arocena
(1995) en que por lo menos dos elementos forman parte de su
noción: "la identidad
local y el territorio". Diversas han sido los conceptos para
definirlo; sin embargo, uno de los aspectos más
importantes a considerar, es la necesidad de enmarcarlo como un
proceso de
profundas transformaciones sociales, económicas, políticas
y culturales, donde el crecimiento económico debe estar
condicionado a la formación del capital humano
que presupone crecimiento con equidad, y es
aquí donde se demuestra el rol protagónico de la
administración
pública.

El contexto internacional actual presupone el despliegue de
estrategias de
desarrollo locales que contrarreste la imponente globalización que se expande a cada
instante y genera una lógica
que tiende a disminuir las autonomías, a aumentar las
interdependencias, a acrecentar la fragmentación de las
unidades territoriales, a producir marginación de algunas
zonas; ello requiere de un cambio cultural que facilite el avance
hacia una sociedad
más justa y solidaria; por tanto, se imponen nuevas
alternativas de desarrollo que aborden con eficacia los
graves problemas que
afectan al mundo.

Para entender el desarrollo local no se puede enmarcar en un
fenómeno coyuntural, sino como un proceso de profundas
transformaciones sociales, económicas, políticas y
culturales a escala global,
nacional y local donde el crecimiento económico debe estar
condicionado a la formación del capital humano
que presupone crecimiento con equidad.  El valor de la
escala local es precisamente su singularidad, la posibilidad que
brinda de recrear las relaciones horizontales, pactar y
articular.

En el caso de Cuba, lo local
es entendido como un espacio, cuyos límites
están dados por las escalas municipal y provincial donde
ocurren procesos que tienen consecuencias importantes para sus
estructuras al
promover el desarrollo en las dimensiones política,
económica y sociocultural
, que consolida la localidad
como un tejido social a lo que diferentes autores denominan
redes[3]".

Cuando se habla de desarrollo local en Cuba, la propuesta "se
inspira en la ideología de la Revolución
Cubana; es decir, en los momentos medulares del pensamiento
estratégico revolucionario cubano… [defendiendo]
una noción del desarrollo social
profundamente diferente a la promovida por la Modernidad
capitalista" (Limia, 2004). Por lo tanto, se basa en el
fortalecimiento municipal y su inserción en un sistema de
interdependencia dentro de la estrategia de
desarrollo nacional, donde cada escala tiene su rol. 

El desarrollo local es un proceso orientado de crecimiento
económico y social, conducido por el gobierno para
establecer políticas sociales de
conocimiento[4] que potencien las
interrelaciones de las redes de actores locales, de
manera que con sus decisiones incidan en el desarrollo de un
territorio determinado contribuyendo a elevar el nivel de vida de
la población y el aprovechamiento de las
potencialidades locales al servicio de la
sociedad.

En este sentido, el desarrollo local/social es fuertemente
dependiente del conocimiento y
se pone de manifiesto la necesidad de avanzar hacia el
desarrollo local/social basado en el
conocimiento
[5] a través de una
educación
masiva de calidad, en la
creación de capacidad científica,
tecnológica e innovativa, proponerse explícitamente
metas de equidad, justicia
social, inclusión social y debe cuidar de la
sostenibilidad ambiental. Esto proceso requiere, entre otras
cosas, el acceso universal a la educación,
incluida la educación
superior, "lo que contribuye a la democratización del
conocimiento y favorece el despliegue de una sociedad del
aprendizaje"
(Arocena y Sutz, 2003).

Cuba es un país en desarrollo que ha apostado
fuertemente al conocimiento. Desde hace más de cuatro
décadas nuestro país ha venido impulsando una
Política
Social del Conocimiento y la campaña de
alfabetización de 1961 se considera la primera acción
masiva de la Revolución
en ese sentido. El proceso de universalización de la
Educación Superior
con la creación de las Sedes
Universitarias Municipales (SUM), en la actualidad ofrece
oportunidades inéditas para la proyección de las
universidades en los espacios locales, que fortalece el proceso
de gestión del
conocimiento a través de la construcción de redes que favorezcan los
flujos de conocimiento que permitan atender las necesidades
sociales.

Por otra parte, el desarrollo local/ social basado en el
conocimiento debe sustentarse en un modelo de "innovación
social"
[6] que considere las
condiciones de empleo de los
trabajadores para favorecer la  implicación moral de los
mismos, cuidar el medio ambiente
y la salud; la
integración y cooperación entre
todos los actores, de manera que pueda existir una
apropiación social del
conocimiento[7] con impactos
económicos y productivos, convirtiéndolo en factor
decisivo de nuestras transformaciones sociales.

El aprovechamiento de la experiencia participativa local
acumulada en el proceso revolucionario cubano constituye punto de
partida para activar las potencialidades de las comunidades en
los desarrollos municipales de cara a las actuales
circunstancias, que propicie las capacidades de
autogestión y planificación desde la base. Esto lleva a
un nuevo tipo de participación, donde los ciudadanos
asuman la parte de responsabilidad que les toca en la solución
de sus problemas. (Guzón Camporredondo A., 2006)

Sin embargo, es necesario entender que cuando se habla de
participación no se refiere sólo a los intereses de
los afectados, o de aquellos grupos más
organizados y acostumbrados a movilizarse, sino a toda la
población afectada directa o indirectamente por la
gestión pública, lo que requiere una
relación de integración – recepción, que
contribuye a entender su doble carácter al implicar acción y
enriquecimiento de los sujetos participantes; por tanto, hay que
encontrar mecanismos para conseguir una implicación social
amplia.

Constituye un rasgo distintivo el hecho de identificar al
gobierno local como agente de desarrollo y, por lo tanto,
como centro en el proceso de participación social a esta
escala, ya que cuenta con líderes, estructuras y herramientas
suficientes para articular y trazar las pautas de acciones
atendiendo a las especificidades y diferencias de las
comunidades, utilizar sistemas de
gestión capaces de fomentar y conciliar tres grandes
objetivos: el
crecimiento económico, la equidad (social,
económica y ambiental) y la sostenibilidad del desarrollo.
Ello requiere que se asuma la formación y el conocimiento
como un proceso de aprendizaje continuo en donde todos los
sujetos implicados aprendan.

La capacitación[8]
permanente  se convierte en una vía
idónea para desarrollar conocimientos, hábitos y
cultura, tanto
por parte de los actores locales  como de los miembros de la
comunidad en
general, a fín de garantizar que puedan aprovecharse todas
las oportunidades que ofrece la articulación en redes de
cooperación (universidades, centros de investigación, ONG
internacionales), para contribuir al desarrollo de la
localidad.

Este aprendizaje continuo conlleva un proceso de
gestión del conocimiento[9]
que precisa crear nuevos conceptos, diseminarlos por toda
la
organización y sociedad en general, e incorporarlo
como práctica social[10]. Implica
buscar constantemente conocimientos que se apliquen y conformen,
que se transmitan y la convierta en proceso dentro del cual
quedan implicados todos los sujetos que se van incorporando al
proyecto de
desarrollo local, y a su vez tiene relación directa con la
innovación
tecnológica
[11] para poder
encontrar soluciones a
 los nuevos problemas que se presenten. Visto así, la
innovación
tecnológica, más que un proceso secuencial es
un proceso de integración en red, caracterizado por
alianzas estratégicas, tanto horizontal como vertical,
basadas en la colaboración.

En resumen, este modelo de sostenibilidad local tendría
necesariamente que basarse en los siguientes
principios:

·   El hombre como
principio y fin de cualquier esfuerzo por el desarrollo.

·   Existencia de una relación
dinámica entre lo que se planifica a nivel de país
y lo que se diseña en la localidad.

·   La localidad entendida como un territorio
organizado considerando la participación, la
integración, la cooperación; y que además
conjugue las dimensiones: económica, social, ambiental, y
cultural. 

ROL DE LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN EL DESARROLLO LOCAL

En la concepción de desarrollo local es indispensable
la interacción proactiva entre los diferentes
actores sociales locales y regionales, las interrelaciones entre
aspectos económicos, políticos, institucionales y
culturales. Visto así,
la gestión de la
administración pública es
determinante en la búsqueda del desarrollo de sus
localidades; donde los gobiernos locales juegan un papel
decisorio en la búsqueda de su propio desarrollo,
integrados en redes de cooperación y en la
elaboración e implementación de estrategias a
partir de la puesta en marcha de recursos
endógenos, aún como condición de un
desarrollo que incorpore fuertes componentes externos al propio
territorio, pero con visión estratégica desde lo
local.

En este contexto la gestión del conocimiento y la
innovación[12] fortalece el rol de
la administración pública, pero la
responsabilidad de las innovaciones en este campo está
exigiendo cada vez más de una decidida voluntad
política[13] para su
aplicación junto a nuevos enfoques de gestión pues
aún son incipientes los esquemas teóricos y el
bagaje conceptual en el que descansa, y es preciso abordar el
problema de la organización y la gestión
administrativa desde la perspectiva que suministran diversas
áreas de conocimientos: de dirección, las ciencias
sociales, informáticas, humanísticas, entre
otros.

Evidentemente una sociedad que se encamine por el desarrollo
local/social basado en el conocimiento tiene que incorporar la
gestión del conocimiento
[14]
dentro de sus procesos prioritarios para descubrir el
conocimiento relevante que  Lage (2005) califica: colectivo,
combinatorio, concreto,
local y tácito; y además, poder generar
alternativas de enlace a la inteligencia
local en torno a temas de
significación y relevancia social, ambiental,
económica y productiva con otros agentes externos donde se
ha operado acumulación de experiencia práctica e
intelectual sobre los temas relevantes al entorno local de
desarrollo.

El desarrollo de la sociedad del conocimiento requiere
un avance armónico y equilibrado en todas sus dimensiones
para que se genere un efecto multiplicador; en este contexto, las
administraciones públicas no pueden permanecer aisladas ni
ajenas a las profundas transformaciones que las
tecnologías avanzadas producen, sino que tienen un rol
fundamental a la hora de asegurar el pleno aprovechamiento de las
oportunidades que los nuevos sistemas tecnológicos y de
gestión les ofrecen con el fin de mejorar su
posición de servicio a los ciudadanos en busca de la
excelencia[15] en la gobernabilidad.

Por otra parte, el conocimiento se convierte en una
característica central de las sociedades,
con implicaciones sobre la educación y sobre las
políticas de investigación y desarrollo. Las
políticas científicas y tecnológicas, son
uno de los ejes fundamentales de la organización política de estos
tiempos. Sin embargo, uno de los riesgos
presentes en las sociedades del conocimiento es, justamente, que
el Estado se
desentienda de la importancia de las políticas de
conocimiento.

La gestión pública local requiere no
sólo avanzar en la modernización de sus
estructuras, la adquisición de infraestructura
tecnológica y acometer cambios que cristalicen en un nuevo
esquema de relaciones con los ciudadanos y las empresas, sino
también impulsar la introducción dedichos cambios en la
sociedad. Todo ello en un entorno favorable para que los
funcionarios, los ciudadanos y las organizaciones estén
realmente preparados para una sociedad global basada en la
innovación y la gestión del conocimiento que le
permita alcanzar los resultados esperados en el cumplimiento de
su encargo social.

La gestión de la administración pública
local debe crear un ambiente que
propicie el desarrollo de una cultura de innovación y
participación social para la solución de los
problemas que permita generar, procesar y gestionar la información para transformarla en
conocimiento y transmitirlo a todas las personas, de manera que
se le de respuesta a las necesidades de la localidad, donde
intervengan disímiles disciplinas y
tecnologías.

Partiendo de lo anterior la autora considera los gobiernos
tienen además el reto de diseñar y utilizar
sistemas de gestión capaces de fomentar las
políticas científicas y de conocimiento que le
permitan avanzar hacia un desarrollo que conjugue el crecimiento
económico, la equidad (social, económica y
ambiental) y la sostenibilidad del desarrollo, para lo cual la
interrelación "innovación-desarrollo social"
constituiría el eje a partir del cual se debe construir la
lógica de generación de una política de
ciencia y
tecnología que responda a las necesidades y
potencialidades del territorio[16]. Los
roles del gobierno en este sentido son múltiples; pero se
destaca a partir de lo anterior el papel de conector.

En todo momento hay que considerar la naturaleza compleja del
proceso innovador y de la relación entre innovación
tecnológica y sociedad. La innovación no es
sólo la aplicación de los resultados de
investigación y desarrollo a alto nivel, sino que
también es el resultado de capacidades emprendedoras,
estratégicas, que posibilita generar valor con mucha mayor
efectividad. En este sentido los gobiernos locales
deberían ser capaces de actuar como líderes de la
gobernabilidad, definiendo políticas
públicas[17] y erigiéndose
como catalizadores del proceso de apropiación social del
conocimiento.Una administración pública que
deberá avanzar hacia un gobierno de colaboración
entre  todos los sectores de la sociedad, donde la apertura,
el consenso y la innovación son las claves para estimular
un cambio en las reglas de juego.

La autora coincide con el criterio planteado por Guzón,
A. (2006) al considerar  que en el desarrollo local el
liderazgo debe
estar asociado con el papel o la función
institucional del gobierno local o municipal, al decir, -las
políticas locales de fomento económico deben
dirigirse a la animación de las "ventajas competitivas" de
las municipalidades, como forma de atracción de nuevas
empresas y al aprovechamiento de los recursos locales (humanos,
sociales, institucionales y territoriales). Pero estos procesos
no son espontáneos, sino que requieren estilos y métodos de
trabajo que
permitan a las localidades "[…] fijar sus propios objetivos y
metas, tener confianza en la fuerza de la
misma comunidad, valorar y afirmar la cultura junto con el
conocimiento tradicional propios y las formas autónomas de
convivencia".

El gran desafío para los líderes locales
actuales  es que a partir de diferentes actores; portadores
de diversos intereses,  estén motivados  a
cooperar y encontrar vías para avanzar hacia acuerdos y
pactos más equitativos y eficaces. Esto conlleva a la
implementación de modelos de
gestión más participativos, con enfoque de sistemas
y con el conocimiento como valor agregado independientemente del
modelo de gestión o de iniciativa de desarrollo local, de
que se trate.

"La apuesta es a la posibilidad de descubrir una nueva forma
de acción política, un estilo de gobierno que
apunte al fortalecimiento de actores sociales e institucionales,
que asuma los procesos de negociación y de identificación de
intereses diversos para expresarlos en una voluntad común,
no la de gobernar para los ciudadanos sino, lo que es
sustantivamente distinto, la de gobernar con
ellos[18]", afirma Revello (2000).

Según (Barreiro, F. 2000) resulta indispensable la
necesidad de formular y poner en práctica estrategias
locales de desarrollo; no obstante, la confianza en los procesos
locales debe ir acompañada de una capacidad crítica, que analice resultados, que
verifique la obtención de objetivos, que acompañe
las acciones con mecanismos de evaluación. En este contexto Cuba se halla
en un escalón superior en la búsqueda de
alternativas dentro de la crisis
económica mundial pues la política de la
Revolución; desde sus inicios, ha estado
dirigida a garantizar el desarrollo
económico y social de todos los territorios del
país, con especial atención a aquellos de mayor atraso.
 No obstante, el modelo de gobernabilidad local demanda su
constante perfeccionamiento[19] en
correspondencia con nuestro entorno.

La integración del gobierno local con las SUM
estableciendo políticas de conocimiento, que facilite las
redes de cooperación entre instituciones
universitarias, científicas entre organizaciones del
municipio y del país; que combine procesos de
planificación participativa con mecanismos de
gestión compartida entre los diversos actores, que le
dan  ideas del qué hacer, lo esencial, las
prioridades, en torno a los proyectos
gestionados, puede ser un garante del desarrollo local sostenible
en un municipio.

Por tanto, es clave el rol de los gobiernos locales como
motor de la
innovación y el establecimiento de políticas
científicas y de conocimientos. En este sentido, la autora
considera que el proceso de gestión para impulsar el
desarrollo social/local basado en la innovación y el
conocimiento se debe encaminar a:

1      La construcción de un
complejo[20]educación
superior-conocimiento-ciencia-tecnología-sociedad-innovación.

2      Ordenar en el entorno local
una política del conocimiento propiciadora de la capacidad
de innovar sobre la base de las potencialidades de la
localidad.

3      Establecimiento de estrategias
de innovación para mejorar todos los procesos, incluida la
innovación social[21].

4      Mejoramiento desde la
gestión integrada de la ciencia, la
tecnología y el medio ambiente, de las estrategias locales
de dirección para ese fin.

5      Lograr que los decidores de
las localidades utilicen las posibilidades que el conocimiento y
la inteligencia local ponen en sus manos para avanzar proyectos
de innovación.

6      Utilización efectiva de
los beneficios que ofrece al desarrollo local, los resultados del
movimiento de
amplia participación para la aceleración de la
actividad científico y tecnológico.

INICIATIVAS  DE DESARROLLO LOCAL EN
CUBA

Cuba posee un proyecto de desarrollo socialista en el que la
determinación de prioridades, la asignación de
recursos y los mecanismos de regulación están en
correspondencia con las líneas estratégicas de
desarrollo del país. En esta lógica global,
necesariamente las situaciones específicas del contexto
local, en cuanto a solución de problemas y
asignación de recursos, no son necesariamente
coincidentes. No obstante, la política de la
Revolución cubana desde sus inicios ha estado dirigida al
desarrollo económico y social de todos los territorios
priorizando los más atrasados. Por otra parte, existen
oportunidades en todas las localidades, que les permiten avanzar
en el desarrollo local, lejos de contraponerse al nivel central.
(Jam Massó, A. 2007)

Existen oportunidades en todas las localidades, que les
permiten avanzar en el desarrollo local pues el Estado cubano
promueve el desarrollo de iniciativas locales donde las
comunidades expresen sus opiniones sobre los diversos aspectos de
la conservación y el desarrollo, definan sus necesidades y
aspiraciones y formulen planes para desarrollar las zonas donde
viven, a fin de satisfacer sus necesidades sociales,
económicas, culturales y ambientales de manera
sostenible.

No obstante, todos los municipios no visualizan los
potenciales endógenos y exógenos de sus localidades
de manera que puedan avanzar cada vez más hacia un
desarrollo local sostenible que aproveche todos los espacios de
participación, donde los impactos fundamentales
estén reflejados en un mejoramiento de los indicadores
económicos, productivos, sociales y ambientales de las
localidades. Trabajar  por una estrategia de desarrollo
local
significa no sólo "un cambio de mentalidad,
métodos y estilos de trabajo donde la participación
y la búsqueda de alternativas ante cada
problemática se convierten en una política de
trabajo", sino el aprovechamiento de potencialidades y
oportunidades que amplían y consolidan el alcance de la
gestión municipal"[22].

En el país se han venido implementando desde hace
varios años iniciativas de desarrollo
locales[23], que con mayores o menores
avances y con presiones del entorno diferentes, se han ido
enriqueciendo a partir de las experiencias iniciales. Todas han
tenido impactos económicos, sociales y ambientales en sus
municipios; aunque no en los niveles deseados, pero con el
reconocimiento de que han sido "punto de partida" para el
análisis del desarrollo local en Cuba y los
retos que impone a las localidades y el país este
tema[24]. En este sentido se puede hablar
de las experiencias de Yaguajay[25], Mella,
Contramaestre, Placetas, Jatibonico, Fomento, Manicaragua,
Martí y
la sistematizada en el "Modelo de Dirección del Desarrollo
Local[26]" aplicada en la provincia de
Pinar del Río, entre otras.

Estas experiencias tocan los temas de la articulación
en redes[27], la integración y la
intersectorialidad, aunque reflejan que aún hay
insuficiencias, pues no en todas se parte de una
concepción estratégica de desarrollo local ni
está la formulación explícita de
líneas estratégicas con acciones definidas dentro
de las mismas. No obstante, todas parten del
reconocimiento de que el marco propiciador ha sido "la voluntad
política de generar cambios" Guzón Camporredondo, A
(2006) y "aportan  elementos a tener en cuenta para la
continuidad de estas iniciativas en el país, que
identifican además de las potencialidades presentes en
esta escala; obstáculos a superar producto de
factores limitantes del propio municipio o aspectos a considerar
en el marco institucional regulatorio a escala de país".
(Jam Massó, A. 2007)

Con el convencimiento de que la implementación de una
estrategia de desarrollo en el contexto local debe ser el "traje
a la medida" como resultado de una elaboración desde la
diversidad de cada municipio, imposible de "copiar" desde otro
territorio, autores como (Lazo Vento, C. 2002, Limia, M. 
2004, Lage Dávila, A. 2005, Guzón Camporredondo, A.
2006, Jam Massó, A. 2007, Becerra, F. 2008 y Morales
Calatayud. M. 2008) consideran existen lecciones presentes en
todas las experiencias en marcha que pueden generalizarse por las
administraciones públicas en el contexto local, y que la
autora resume a continuación:

1      Una visión de
desarrollo
fundamentado en el ámbito local. 

2      Necesidad de crear un
mecanismo de interfase para la gestión
gubernamental.

3      Necesidad de crear un grupo
gestor del desarrollo
local como instrumento de apoyo
a la toma de decisiones.

4      énfasis en la
capacitación sistemática para facilitar los
"cambios de mentalidad" necesarios y utilización de las
capacidades locales, con la SUM como soporte del proceso
de gestión del conocimiento.

5      Las ventajas de la
informatización y el apoyo en las TIC para
favorecer la gestión del conocimiento y la
innovación.

6      Consolidación del
complejo de actores locales y las interrelaciones que se
producen.

7      Importancia de los agentes
externos
como compulsores de la gestión innovativa y
tecnológica del territorio.

8      El concepto de
desarrollo que se maneja de manera implícita se vincula en
mayor medida al impacto social, en el sentido de la
solución de problemas, aunque también se observa el
aprovechamiento de potencialidades de auto
transformación.

Las experiencias de desarrollo local[28]
que se han producido por decisión de los gobiernos de
Mella, Jatibonico, Fomento, Placetas, Manicaragua y Yaguajay,
tocan los temas de la articulación, la
integración y la intersectorialidad
, aunque demuestran
que aún hay insuficiencias, no en todas las experiencias
se parte de una concepción estratégica de
desarrollo local, la mayoría como respuesta "sobre la
marcha" a problemas prácticos como el redimensionamiento
azucarero. Sin embargo, Yaguajay[29] ve la
oportunidad de cambio en un proyecto de Salud que se asume por el
gobierno municipal y rebasa sus límites iniciales
convirtiéndose en un proyecto de gobierno. La experiencia
concreta de los Proyectos de Yaguajay, afirma Lage  A.
(2004), permite identificar algunos retos necesarios enfrentar y
vencer para poder aprovechar las oportunidades hacia la
construcción de un desarrollo local en Cuba, ellos
son:

·         La
construcción de ciclos económicos completos en la
base: Lo que implica un proceso permanente de innovación,
de "ensayo y
error", con nuevos productos y
tecnologías, proceso que debe ser estimulado y requiere
que las experiencias exitosas puedan retroalimentarse a si mismas
directamente con los excedentes de producción y
financieros que sean capaces de generar. Es la única
manera de conocer, de manera objetiva, si algo realmente
funciona.

  • La creación de "capacidad absortiva" de
    tecnología en las empresas: Se refiere a la capacidad de
    identificar, evaluar, adaptar y mejorar las ideas que se
    proponen en una
    empresa.  
  • Las tareas del sector de la ciencia:  Las cuales
    resume en:

a) La supervisión y evaluación global de
todo el proceso de desarrollo científico-técnico y
su interacción con la economía, lo cual es una ciencia en si
misma.

b) La creación de un contexto promotor y regulador
para las negociaciones (principalmente las internacionales)
basadas en "activos
intangibles"; y la creación a partir de éstas, de
flujos de financiamiento
para la actividad científica.

c) La protección del "largo plazo" a través
de la gestión de instituciones científicas que
actúan en el campo de las ciencias
básicas y/o de las innovaciones de muy alto riesgo, a las que
es necesario brindar cierta protección contra la presión de
"cerrar el ciclo económico".

d) La construcción de conectividad para la
circulación del conocimiento identificando permanentemente
oportunidades de conexión entre puntos de
generación y puntos de utilización del
conocimiento, a nivel nacional y territorial, hasta crear en cada
territorio del país, con sus condiciones particulares,
redes locales de innovación.

  • El equilibrio
    centralización/descentralización, al decir, "el reto es
    precisamente construir una gestión económica
    dinámica y descentralizada, en el contexto de un sistema
    de propiedad
    estatal que no se le contrapone, sino que se convierte en el
    contexto facilitador ideal para una economía basada en
    el conocimiento".
  • Dirigir y evaluar el proceso.  La
    transformación de nuestro desarrollo en un
    desarrollo  basado en el conocimiento es un proceso que no
    se puede dejar a la espontaneidad. Hay que dirigirlo y hay que
    evaluarlo.

En cuanto a los recorridos metodológicos, las
experiencias en marcha demuestran recorridos diferentes y con
desiguales niveles de consolidación, no obstante, el marco
propiciador ha sido la voluntad política de generar
cambios. También se ponen de manifiesto distintos niveles
de asesoría externa al municipio, entre ellos el Centro de
Desarrollo local y Comunitario, el Centro de Gestión y
Gerencia de
Proyectos y delegaciones provinciales del CITMA; Ministerios,
Centros de Educación Superior y Centros Nacionales de
Investigación.

Por otra parte, estas iniciativas de desarrollo local permiten
identificar de forma práctica un conjunto de
potencialidades presentes en esta escala, así como
también obstáculos a enfrentar, que deben tenerse
en cuenta para el análisis del tema en Cuba y han sido
analizadas por autores como: Guzón, A. 2006; Limia, M.
2004; Jam, A. 2007; Becerra, F. 2008; los cuales la autora resume
y pone a consideración del lector a
continuación:

Potencialidades presentes en la escala local que favorecen
el desarrollo local sostenible:

·         La
elaboración del Diagnóstico General del municipio y el
diseño
de la Estrategia de Desarrollo Local como punto de partida.

·         El
conocimiento generado a partir del capital humano creado por la
Revolución.

·        
Intersectorialidad  y la interrelación de redes
locales  entre los centros enclavados en el municipio.

·         La
participación comunitaria en la identificación de
los problemas y los proyectos que se gestionan.

·         La
posibilidad de crear estructuras en el gobierno local (oficina municipal
de proyectos) para la vigilancia del sistema de
gestión.

·         La
existencia de capacidades y recursos ociosos o sin explotar
adecuadamente.

·         La
SUM coordinando el Consejo Universitario Municipal.

·        
El  desarrollo ascendente del potencial
científico.

·         La
asesoría y colaboración de centros docentes y de
investigaciones provinciales y  
nacionales.

·        
Posibilidades de acceder a financiamiento en ambas monedas a
partir de proyectos locales.

·         La
cooperación de ONG y organismos nacionales e
internacionales.

·         Los
Programas de la Revolución.

·         La
contribución del Diputado a la Asamblea Nacional por el
municipio para revitalizar el vínculo entre las
autoridades centrales y los municipios.

Obstáculos que frenan el mayor avance de las
iniciativas de desarrollo local:

"       Carencia de un modelo de
desarrollo local con sus procedimientos
que sirva como instrumentario metodológico a tener en
consideración para el mayor avance de las iniciativas
locales.

"       Limitadas las personas
con conocimiento práctico en la elaboración de
proyectos que contemplen estudios de mercado y
análisis de factibilidad.

"       Desconocimiento de las
vías de acceso a la información sobre las
tecnologías, ofertas de mercado, precios de las
máquinas y equipamientos para el fomento de
pequeñas industrias
locales.

"       Falta de
integración total de los diferentes sectores enclavados en
los municipios.

"       Insuficiente
formación y superación de los cuadros del municipio
sobre la gestión local y herramientas gerenciales para
implementar los modelos de desarrollo.

"       Excesiva
centralización en la toma de
decisiones y en la gestión de los recursos.

"       Verticalización
de los planes sectoriales que rompen el diseño
estratégico local al concebir desde el nivel central, al
"territorio" como la provincia y no al municipio.

"       Carencia de un
instrumento legal para la creación de un fondo rotatorio
en el municipio para el desarrollo a partir de los ingresos que
puedan generar los proyectos locales.

"       Marcada
centralización en el uso de la moneda libremente
convertible y el uso de la doble moneda para el acceso a
financiamiento para los proyectos locales.

"       Falta de
autonomía e insuficiente reconocimiento del municipio como
instancia gestora del desarrollo local a ese nivel.

"       No hay consenso
generalizado sobre los indicadores para la "vigilancia" del
progreso del municipio y el modelo de desarrollo
implementado.

El análisis anterior permite resumir que  existen
potencialidades para el fomento y desarrollo de iniciativas de
desarrollo local en Cuba, así como también,
obstáculos que van más allá de las
facultades de los Consejos de Administración Municipales
como son algunas limitaciones en el marco regulatorio
económico y jurídico que imposibilita el mayor
avance del tema en Cuba. Por otra parte, existe un factor
crítico para el vínculo de la macroeconomía con la economía social
y local, pues desde el inicio del período especial las
estructuras municipales de gobierno han ido perdiendo recursos,
limitándose facultades para poder tener el desarrollo
sostenible al que se aspira. En este escenario se
considera muy importante alcanzar un nuevo nivel de
integración desde las propuestas de inversión que salen del municipio, por lo
que una medida alternativa e inmediata que se impone, es
inscribir los proyectos de desarrollo locales en el Plan de la
Economía Municipal.

CONCLUSIONES

1.     Los gobiernos locales son un
garante facilitador del entramado de redes integrados en un
complejo de actores que se pueden generar en un municipio,
de manera que fortalezca el proceso de gestión del
conocimiento y la innovación.

2.     El desarrollo local/social
presupone un modelo integral de gestión
pública
con la capacitación, la integración de
actores locales y la participación social, como elementos
esenciales dentro del proceso de gestión del conocimiento,
la ciencia y la innovación tecnológica.

3.     Para garantizar la sostenibilidad
de las iniciativas de desarrollo local, es fundamental el
diseño estratégico local como punto de
partida, junto a la creación de estructuras y grupos de
apoyo para gestionar, monitorear y controlar los proyectos de
innovación tecnológicos locales que se generen.

4.     En Cuba existen posibilidades,
insuficientemente explotadas por los municipios, para el
desarrollo local
, aún cuando las experiencias en
marcha ponen de relieve
obstáculos a enfrentar que van más allá de
las facultades de los gobiernos a esa instancia.

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Autora:

Ms C. Sinaí Boffill Vega

Sede Universitaria Municipal de Yaguajay.

Prof. Asistente

Directora Sede Universitaria Municipal
"Simón Bolívar"
de Yaguajay

[1] La Organización de Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), al
igual el PNUD, desde décadas anteriores venía
insistiendo  en la idea de que el desarrollo es un
fenómeno muy amplio, que trasciende el  crecimiento
económico, considera que  el desarrollo es, ante
todo y por encima de todo, un desarrollo social, El concepto
fue objeto de análisis en la Cumbre Mundial para el
Desarrollo Social, efectuada en Dinamarca en el año
1994.

[2] El término desarrollo local
se utiliza a menudo de forma ambigua; afirma
Alburquerque,  F. (2004), a veces por desarrollo local se
entiende exclusivamente el desarrollo de un nivel territorial
inferior, como puede ser el de un municipio o una
microregión. Otras veces se utiliza para resaltar el
tipo de desarrollo endógeno que es resultado del
aprovechamiento de los recursos locales de un determinado
territorio, hay quien lo presenta basado  esencialmente en
un enfoque vertical (de "arriba-abajo") en la toma de
decisiones y también hay quien lo utiliza para referirse
simplemente a pequeños emprendimientos productivos.

[3] El término red es usado
comúnmente, sobre todo en las ciencias sociales, para
describir asociaciones de índole diversa. De forma
sucinta, las redes están formadas por dos elementos
fundamentales: los actores que establecen relaciones entre
sí y dichas relaciones, es decir, las redes,
según Grabher[3], constituyen una
forma genérica de intercambio con cuatro
características básicas: reciprocidad,
interdependencia, articulación flexible (loose
coupling
) y poder.

[4] Núñez Jover en
cuanto a política social del conocimiento, se refiere a
la construcción de estrategias deliberadas orientadas a
la producción, apropiación, difusión y
aplicación del conocimiento, a fortalecer sus bases
institucionales, y la definición de agendas que
proyectan objetivos y prioridades de amplio y favorable impacto
social.

[5] Núñez Jover, J.
(2006) Pág.10

[6] Hay que ver la innovación
social como medio para aumentar la efectividad de los procesos,
productos y servicios
relacionados con la satisfacción de las necesidades
sociales; y apoyado en los conocimientos tácitos o
codificados de las personas, su creatividad
y capacidad en la solución de los problemas.

[7]  Proceso mediante el cual el
pueblo participa de actividades de producción,
transferencia, evaluación, adaptación,
aplicación de conocimientos y accede a los beneficios
del conocimiento para lo cual es imprescindible que las
trayectorias técnicas, científicas y los procesos
de producción/asimilación de conocimientos,
estén orientados básicamente a atender
necesidades sociales.(Núñez, 2006)

[8] La capacitación es un
proceso diseñado y gestionado, que debe ser permanente,
sistemático y planificado, para proporcionarle a una
persona un
conjunto de habilidades, actitudes y
conocimientos, tanto científicos, tecnológicos
como gerenciales, con el objetivo de
mejorar su desempeño actual, así como
prepararlo para tareas futuras.

[9] La gestión del conocimiento
tiene dos componentes, por una parte, el relativo a la
gestión, el cual en el ámbito organizacional se
traduce en planificación, organización,
dirección y control de
procesos para la consecución de los objetivos
propuestos; y por otra parte, el talento de las personas y
organizaciones para transformar información en
conocimiento, que genere creatividad y poder de
innovación en busca de ventajas competitivas.

[10] Las nuevas prácticas
sociales generan, pero a la vez necesitan, de nuevos saberes.
Los nuevos saberes tienen requerimientos: su propio
carácter complejo y dinámico exige aprendizaje
permanente, para que tanto los individuos como las comunidades,
empresas, instituciones gubernamentales, organizaciones
culturales, etc., desarrollen aptitudes para enfrentar los
nuevos desafíos de la sociedad del conocimiento y se
capaciten para una inserción más positiva en el
nuevo escenario mundial (Lastres et. al. 2004).

[11] La innovación
tecnológica es un concepto muy amplio, ya que engloba a
la
investigación  y al desarrollo
tecnológico, también comprende  la
producción y la comercialización de los resultados
obtenidos.

[12] La autora coincide además
con López, E (2000) al decir, "…la
innovación[12] en la
gestión de la administración pública pasa
no sólo por introducir nuevas técnicas de
organización y gestión, sino también por
asignar un nuevo marco de actuación al papel de la
administración pública en un entorno de profundas
transformaciones, donde el territorio es un marco flexible
derivado de las tendencias que van marcando las
dinámicas sociales, económicas y
tecnológicas".

[13] La voluntad política es
importante si se desea garantizar el desarrollo sostenible, es
necesario convencer a los formuladotes de políticas de
la urgencia de la tarea de fomentar la conciencia y
la aceptación universal de la necesidad de la ciencia
moderna y la alta tecnología, comenzando por la
educación masiva para eliminar el desempleo,
la pobreza y
las enfermedades.

[14] La gestión del
conocimiento como metodología de trabajo permite que las
personas y las comunidades de práctica aprendan,
desarrollen criterio y refuercen sus conocimientos,
preparándose a su vez para gestar innovaciones.
(Finquelievich, S., 2007

[15] La excelencia de la
gobernabilidad se da cuando existe calidad en el
desempeño gubernamental  dado por la capacidad de
adoptar oportunamente las decisiones y desafíos que
exigen una respuesta gubernamental,  la efectividad,
eficiencia y
coherencia de esas decisiones, así como, su
aceptación social. Flifish, A. (1991)  

[16] Para ampliar sobre la
interrelación innovación-desarrollo social ver:
Innovación y Desarrollo Social: un desafío
latinoamericano. Renato Dagnino. UNICAMP,1996

[17] Entender por "políticas
públicas" toda forma de acción organizada tras
objetivos de interés
común, y no solo las acciones estatales, corrigiendo
tanto las fallas del mercado como las fallas del gobierno y
más general.

[18] Revello, María del
Rosario: "La experiencia de descentralización y
participación en la ciudad de Montevideo". UIM, serie
Síntesis No. 7, mayo 2000.

[19] Desde 1976, en nuestro
país se produce un proceso de fortalecimiento municipal
impulsado centralmente, en el marco de una economía
planificada, con insumos y mercados
garantizados.

[20]Son necesarias políticas
públicas orientadas a fortalecer la educación
superior como institución de conocimiento y a conectar
sus capacidades con el sector productivo y otras instituciones
sociales. La construcción de capacidades avanzadas de
formación, investigación e innovación solo
puede ser el resultado de políticas perseverantes que
movilicen las voluntades del ámbito académico y
de otros actores sociales, en particular el Estado.
Núñez Jover, J; Fernández, A.
(2007)  

[21] Hace referencia al
conocimiento-intangible o incorporado a personas o equipos,
tácito o codificado- que tiene por objetivo el aumento
de la efectividad de los procesos, servicios y productos
relacionados  con la satisfacción de las
necesidades sociales. Núñez Jover, J. (2008)

[22] Reflexiones del Presidente del
municipio de Yaguajay, Licenciado Luis Raúl Afonso
Alonso en el Encuentro de experiencias locales celebrado en
septiembre de 2007, Fomento, Sancti Spíritus.

[23] En este sentido sobresalen las
experiencias de Yaguajay, Mella, Contramaestre, Placetas,
Jatibonico, Fomento, Manicaragua, Martí
y la sistematizada en el "Modelo de Dirección del
Desarrollo Local" aplicada en la provincia de Pinar del
Río.

[24] Una contribución muy
importante en la problematización del tema son las
informaciones extraídas  de las experiencias en
marcha, resultado de los debates realizados en el I
Taller  de Iniciativa Municipal para el Desarrollo Local
que sesionó en Martí, del 30 al 1 de abril de
2006; el I Taller de Desarrollo Local "SUM-Gobierno" efectuado
el 21 de octubre de 2006 en Yaguajay, y el Encuentro convocado
por la Comisión de Órganos Locales de la Asamblea
Nacional del Poder Popular y el Centro de Desarrollo Local y
Comunitario del CITMA, con las presentaciones de las
experiencias de estrategias de desarrollo local de los
municipios Mella, Jatibonico, Yaguajay, Fomento, Placetas y
Manicaragua, celebrado en Fomento el 15 de septiembre de
2007.

[25] La etapa inicial de esta
experiencia de desarrollo local ha sido documentada por el
equipo de desarrollo local del Centro de Investigaciones
Psicológicas y Sociológicas, liderado en aquel
entonces por Ada Guzón Camporredondo, que sirve de punto
de partida para las demás experiencias que se iniciaron
en la provincia y otros municipios como Mella y Contramaestre
en el oriente del país. De igual modo sus lecciones
constituyeron marco de referencia en el trabajo:
Potencialidades de los municipios cubanos para el Desarrollo
Local de Ada Guzón Camporredondo presentado en
opción de Master en Ciencias. La Habana. 2002.

[26] Esta experiencia
mereció  Premio Nacional " Raúl León
Torraz" de la Asociación Nacional de Economistas de
Cuba. Trabajo de Carlos Lazo Vento presentado en opción
al Grado de Doctor en Ciencias Técnicas. C. Habana.
2002

[27] El término red es usado
comúnmente, sobre todo en las ciencias sociales, para
describir asociaciones de índole diversa, los actores
que establecen relaciones entre sí y dichas relaciones,
es decir, las redes constituyen una forma genérica de
intercambio con cuatro características básicas:
reciprocidad, interdependencia, articulación flexible y
poder; según concepciones de la Cátedra CTS+i de
la Universidad de La Habana.

[28] Indistintamente se utilizan como
sinónimos los términos de estrategia, 
programa, proyecto o iniciativa de desarrollo para evaluar las
experiencias de la gestión de los gobiernos en la
búsqueda del desarrollo municipal.

[29] Para ampliar sobre esta
iniciativa de desarrollo local ver: Lage, Agustín. La
economía del conocimiento y el socialismo (II):
reflexiones a partir del proyecto de desarrollo territorial en
Yaguajay. Revista Cuba Socialista No.33. La Habana, 2004.

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