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Machu Picchu (página 2)




Enviado por Boris Carrillo



Partes: 1, 2, 3

Las ruinas propiamente dichas están dentro de un
territorio intangible del Sistema Nacional
De Áreas Naturales Protegidas por el Estado
(SINANPE) llamado Santuario Histórico de Machu Picchu que
se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas,
(80,535 acres o 325.92 km²) de la cuenca del río
Vilcanota-Urubamba (el Willka mayu o "río
sagrado" de los incas). El
Santuario Histórico protege una serie de especies
biológicas en peligro de extinción y varios
establecimientos incas entre los cuales Machu Picchu es
considerado principal.

· Formas de
acceso

La zona arqueológica en sí solo es accesible, o
bien desde los caminos incas que llegan hasta ella, o bien
utilizando la carretera Hiram Bingham (que asciende la cuesta del
cerro Machu Picchu desde la estación de tren de Puente
Ruinas
, ubicada al fondo del cañón). Ninguna
de las dos formas exime al visitante del precio de
ingreso a las ruinas. []

La mencionada carretera, sin embargo, no está integrada
a la red nacional de
carreteras del Perú. Nace en el pueblo de Aguas Calientes
al que a su vez sólo se puede acceder por ferrocarril
(unas 3 horas desde Cusco) o helicóptero (30 minutos desde
Cusco). La ausencia de una carretera directa al santuario de
Machu Picchu es intencional y permite controlar el flujo de
visitantes a la zona, que dado su carácter de reserva nacional, es
particularmente sensible a las muchedumbres. Ello, sin embargo,
no ha impedido el crecimiento desordenado (criticado por las
autoridades culturales) de Aguas Calientes que vive para y por el
turismo (Hay
hoteles y restaurantes de
diferentes categorías allí).

Para llegar a Machu Picchu por el principal Camino Inca se
debe hacer en una caminata de unos 3 días. Para ello es
necesario tomar el tren hasta el km 82 de la via férrea
Cusco – Aguas Calientes desde donde parte el recorrido a pie.

Algunos visitantes toman un autobús local desde Cusco
hasta Ollantaytambo (vía Urubamba) y de ahí toman
un transporte
hasta el mencionado km 82. Una vez allí recorren las
vías del tren hasta cubrir los 32 km que hay hasta Aguas
Calientes.

· Clima

El tiempo es
cálido y húmedo durante el día y fresco por
las noches. La temperatura
oscila entre los 12 y los 24 grados centígrados. La zona
es por regla general lluviosa (unos 1955 mm anuales),
especialmente entre Noviembre y Marzo. Las lluvias, que son
copiosas, se alternan rápidamente con momentos de intenso
brillo solar.

Historia

La quebrada de Picchu, ubicada a medio camino entre los Andes
y la floresta amazónica fue una región colonizada
por poblaciones serranas (provenientes de las regiones de
Vilcabamba y del Valle Sagrado, en Cusco) y no selváticas,
en busca de una expansión de sus fronteras agrarias. Las
evidencias
arqueológicas indican que la agricultura se
practica en la región desde al menos el 760 a.C.. Una
explosión poblacional se da a partir del Período
Horizonte Medio (desde el año 900 de nuestra era), por
grupos no
documentados históricamente pero que posiblemente
estuvieron vinculados a la etnia tampu
del Urubamba. Se cree que estos pueblos podrían haber
formado parte de la federación Ayarmaca, rivales de los
primeros incas del Cusco. En ese período se expande
considerablemente el área agrícola "construida"
(andenes). Sin embargo el emplazamiento específico de la
ciudad que nos ocupa (la cresta rocosa que une las
montañas Machu y Huayna Picchu), no presenta huellas de
haber tenido edificaciones antes del siglo XV []

ÉPOCA INCA (1438-1534)

Pachacutec Inca Yupanqui según la crónica de Martín de Murúa (1615)

 

Pachacutec Inca Yupanqui
según la crónica de Martín de Murúa
(1615)

Hacia 1440 durante su campaña hacia Vilcabamba la
quebrada de Picchu fue conquistada por Pachacutec, primer
emperador inca (1438-1470). El emplazamiento de Machu Picchu
debió impresionar al monarca por sus peculiares
características dentro de la geografía sagrada
cusqueña[] y por ello habría mandado
a construir allí, hacia 1450, un complejo urbano con
edificaciones de gran lujo civiles y
religiosas[].

Se cree que Machu Picchu, tuvo una población móvil como la
mayoría de llactas incas, que oscilaba entre 300 y 1000
habitantes []pertenecientes a una élite
(posiblemente miembros de la panaca de Pachacutec []) y
acllas. Se ha demostrado que la fuerza
agrícola estuvo compuesta por colonos mitmas
(mitmaquna) procedentes de diferentes rincones del
imperio[]

Machu Picchu, sin embargo, no era desde ningún punto de
vista un complejo aislado (por lo que el mito de la
"ciudad perdida" y de "refugio secreto" de los emperadores incas,
carece de asidero). Los valles que confluían en la
quebrada formaban una región densamente poblada que
incrementó dramáticamente su productividad
agrícola a partir de la ocupación inca en 1440
[]. Los incas construyeron allí muchos
centros administrativos (los más importantes de los cuales
fueron Patallacta y Quente Marca
[]y abundantes complejos agrícolas de
terrazas de cultivo de los que Machu Picchu dependía para
su alimentación (dado que los campos del
sector agrario de la ciudad habrían resultado
insuficientes para abastecer a la población
[]. La
comunicación intrarregional era posible gracias a las
redes de caminos
incas (8 caminos llegaban a Machu Picchu []). La
pequeña urbe de Picchu, sin embargo, se diferencia de las
poblaciones vecinas por la singular calidad de sus
principales edificios.

A la muerte de
Pachacutec, y de acuerdo a las costumbres reales incas,
ésta y el resto de sus propiedades personales
habría pasado a la
administración de su panaca, que debía
destinar las rentas producidas al culto de la momia del difunto
rey. []. Se presume que esta situación se
habría mantenido durante los gobiernos de Tupac Yupanqui
(1470-1493) y Huayna Cápac (1493-1529).

Machu Picchu debió perder en parte su importancia al
tener que competir en prestigio con las propiedades personales de
los emperadores sucesores. De hecho la apertura de un camino
más seguro y amplio
entre Ollantaytambo y Vilcabamba (el del Valle de Amaybamba) hizo
que la ruta de la quebrada de Picchu fuera menos empleada
[25].

ÉPOCA DE TRANSICIÓN
(1534-1572)

Roca labrada bajo el templo del Sol que da ingreso al llamado Mausoleo Real. Algunos autores como Lumbreras sugieren que podría haber estado destinado a la momia de Pachacutec

Roca labrada bajo el templo del Sol
que da ingreso al llamado Mausoleo Real. Algunos autores como
Lumbreras sugieren que podría haber estado
destinado a la momia de Pachacutec

La guerra civil
inca (1531-32) y la irrupción española en el Cusco
en 1534 debieron afectar considerablemente la vida de Machu
Picchu. La masa campesina de la región estaba compuesta
principalmente por mitmas, colonos de diferentes
naciones conquistadas por los incas llevados a la fuerza hasta
ese lugar. Ellos aprovecharon la caída del sistema
económico cusqueño para retornar a sus tierras de
origen []. La resistencia inca
dirigida por Manco Inca en
1536 convocó a los nobles de las regiones cercanas a
integrar su corte en el exilio de Vilcabamba []y
es muy probable que los principales nobles de Picchu hayan
abandonado entonces la ciudad.

Documentos de la época indican que la región
estaba llena de "despoblados" en ese entonces [].
Picchu habría seguido habitada y su registro no se
perdió dado que incluso fue considerada como una
población tributaria de la encomienda española de
Ollantaytambo. Eso no necesariamente significa que los
españoles visitaran Machu Picchu con frecuencia; de hecho
sabemos que el tributo de Picchu era entregado a los
españoles una vez por año en el pueblo de
Ollantaytambo y no "recogido" localmente []. De
todas maneras está claro que los españoles
sabían del sitio aunque hasta hoy no hay indicios de que
conocieran su importancia pasada. Los documentos
coloniales incluso mencionan el nombre de quien era
curaca (acaso el último) de Machu Picchu en 1568
: Juan Mácora []. Que se llame "Juan"
indica que había sido, al menos nominalmente, bautizado y
por tanto sometido a la influencia española.

Otro documento [] indica que el Inca Titu Cusi
Yupanqui, que reinaba entonces en Vilcabamba, pidió que
frailes agustinos acudieran a evangelizar "Piocho" hacia 1570. No
se conoce ningún lugar de la zona que se oiga parecido a
"Piocho" que no sea "Piccho" o "Picchu", lo que hace suponer a
Lumbreras que los famosos "extirpadores de idolatrías"
podría haber llegado al sitio y haber tenido que ver con
la destrucción e incendio del Torreón del Templo
del Sol[]

El soldado español
Baltasar de Ocampo escribió a fines del siglo
XVI sobre un poblado "en lo alto de una montaña" de
edificios "suntuosísimos" y que albergaba un gran
acllahuasi en los últimos años de las resistencia
inca. La descripción breve que hace de sus ambientes
nos remite a Picchu. Lo más interesante es que Ocampo dice
que se llama "Pitcos". El único lugar de nombre parecido
es "Vitcos", un sitio inca en Vilcabamba
completamente diferente al descrito por Ocampo. El otro candidato
es, naturalmente, Picchu[]. No se sabe hasta hoy
si se trata del mismo lugar o no. Ocampo indica que en este lugar
se habría criado Tupac Amaru (sucesor de Titu Cusi y
último Inca de Vilcabamba).

ENTRE LA COLONIA Y LA REPÚBLICA (S. XVII –
XIX)

Tras la caída del reino de Vilcabamba en 1572 y la
consolidación del poder
español en los Andes Centrales, Machu Picchu se mantuvo
dentro de la jurisdicción de diferentes haciendas
coloniales que cambiaron varias veces de manos hasta tiempos
republicanos (desde 1821). Sin embargo ya se había vuelto
un lugar remoto, alejado de los nuevos caminos y ejes
económicos del Perú. La región fue
prácticamente ignorada por el régimen colonial (que
no mandó edificar templo ni pueblo importante en la zona)
… aunque no necesariamente por el hombre
andino.

En efecto el sector agrícola de Machu Picchu no parece
haber esta completamente deshabitado ni desconocida: Documentos
de 1657 []y de 1782 []aluden a Machu Picchu, en tanto tierras de
interés
agrícola. Sus principales construcciones, sin embargo, las
de su área urbana, no parecen haber sido ocupadas y fueron
ganadas pronto por la vegetación del bosque
nuboso.

MACHU PICCHU EN EL SIGLO XIX

En 1865 el naturalista italiano Antonio Raimondi pasa al pie
de las ruinas sin saberlo y alude a lo escasamente poblada que
era entonces la región. En 1870,
producto de
las prospecciones mineras en la zona el norteamericano Harry
Singer coloca por primera vez en un mapa la ubicación del
Cerro Machu Picchu y se refiere al Huayna Picchu como Punta
"Huaca del Inca" nombre que claramente revela algún
conocimiento
sobre su vinculación con los incas e incluso sugiere un
carácter religioso (Una huaca en los Andes Antiguos era un
lugar sagrado) []. En el mapa de 1874 del alemán
Herman Gohring se mencionan y ubican en su sitio exacto ambas
montañas. []El viajero francés
Charles Wiener afirma que hay "ruinas en Machu Picchu" en 1880
pero no puede llegar al lugar[]. Todo indica que
la existencia de las ruinas no se había olvidado.

REDESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU (¿1894? –
1911)

Machu Picchu en 1911

Machu Picchu en
1911

Las primeras referencias directas actualmente conocidas sobre
el sitio de Machu Picchu indican que Agustín
Lizárraga, un arrendatario de tierras cusqueño,
llegó al sitio el 14 de julio de 1902 guiando a los
también cusqueños Gabino Sánchez, Enrique
Palma y Justo Ochoa. Los visitantes dejaron un graffiti
con sus nombres en uno de los muros del Templo de las
Tres Ventanas
que fue posteriormente verificado por
varias personas []. Existen informaciones que sugieren que
Lizárraga ya había visitado Machu Picchu en
compañía de Luis Béjar en 1894
[]. Lizárraga le mostraba las
construcciones a los "visitantes" aunque la naturaleza de
sus actividades no han sido hasta hoy investigadas
[].

Uno de los ayudantes de Hiram Bingham junto a una de las grandes hornacinas del Mausoleo Real, en la cueva bajo del Templo del Sol. 1911

Uno de los ayudantes de Hiram
Bingham junto a una de las grandes hornacinas del Mausoleo Real,
en la cueva bajo del Templo del Sol. 1911

Hiram Bingham, un profesor
norteamericano de historia interesado en
encontrar los últimos reductos incas de Vilcabamba
oyó sobre Lizárraga a partir de sus contactos con
los hacendados locales. Fue así como llegó a Machu
Picchu el 24 de junio de 1911 guiado por otro arrendatario de
tierras (Melchor Arteaga) y acompañado por un sargento de
la guardia civil peruana de apellido Carrasco. Encontraron a dos
familias de campesinos viviendo allí: Los Recharte y los
Álvarez, quienes usaban los andenes del sur de las ruinas
para cultivar y bebían el agua de un
canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un
manantial. Pablo Recharte, uno de los niños
de Machu Picchu, guió a Bingham hacia la "zona urbana"
cubierta por la maleza [].Bingham quedó muy impresionado por
lo que vio y gestionó los auspicios de la Universidad de
Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano
para iniciar de inmediato el estudio científico del sitio
[]. Así con el ingeniero Ellwood Erdis, el
osteólogo George Eaton, la participación directa de
Toribio Recharte y Anacleto Álvarez y un grupo de
anónimos trabajadores de la zona, Bingham dirigió
trabajos arqueológicos en Machu Picchu en 1912 hasta 1915
período en el que se despejó la maleza y se
excavaron tumbas incas en los extramuros de la ciudad. La "vida
pública" de Machu Picchu empieza en 1913 con la
publicación de todo ello en un artículo en la
revista de la
National Geographic.

Si bien es claro que Bingham no descubre Machu Picchu en el
sentido estricto de la palabra (nadie lo hizo, dado que nunca se
"perdió" realmente) es indudable que tuvo el mérito
de ser la primera persona en
reconocer la importancia de las ruinas, estudiándolas con
un equipo multidisciplinario y divulgando sus hallazgos. Ello
pese a que los criterios arqueológicos empleados no fueran
los más adecuados desde la perspectiva actual
[]y pese, también, a la
polémica que hasta hoy envuelve la irregular salida del
país del material arqueológico excavado
[]que hasta el año 2007 no sido devuelto al
gobierno peruano.

MACHU PICCHU DESDE
1915

Entre 1924 y 1928 Martín Chambi y Juan Manuel Figueroa
hicieron una serie de fotografías en Machu Picchu que
fueron publicadas en diferentes revistas peruanas, masificando el
interés local sobre las ruinas y convirtiéndolas en
un símbolo nacional [51]. Con el transcurrir de las
décadas (y especialmente desde la apertura en 1948 de una
vía carrozable que ascendía la cuesta de la
montaña hasta las ruinas desde la estación de tren)
Machu Picchu se convirtió en el principal destino
turístico del Perú. Durante los dos primeros
tercios del siglo XX, sin embargo, el interés por su
explotación turística fue mayor que el de
conservación y estudio de las ruinas, lo que no
impidió que algunos investigadores notables avanzaran en
resolver los misterios de
Machu Picchu (destacando especialmente los trabajos de la
Viking Found dirigida por Paul Fejos sobre los sitios
incas del entorno de Machu Picchu y las investigaciones
de Luis E. Valcárcel que identificaron por primera vez al
sitio con Pachacutec). Es a partir de la década del 70 que
nuevas generaciones de arqueólogos (Chávez
Ballón, Lorenzo, Ramos Condori, Zapata, Sánchez,
Valencia, Gibaja), historiadores (Glave y Remy, Rowe, Angles),
astrónomos (Dearborn, White, Thomson), antropólogos
(Reinhard, Urton), se ocupan de la
investigación de las ruinas y su pasado

El establecimiento de una Zona de Protección
Ecológica en torno a las
ruinas (1981), la inclusión de Machu Picchu como
integrante de la Lista del Patrimonio
Mundial (1983), y la adopción
de un Plan Maestro para
el desarrollo
sostenible de la región (2005) han sido los hitos
más importantes en el esfuerzo por conservar Machu Picchu
y su entorno. Sin embargo han conspirado contra estos esfuerzos
algunas malas restauraciones parciales en el pasado, incendios
forestales (como el de 1997) y conflictos
políticos surgidos en las poblaciones cercanas en aras de
una mejor distribución de los recursos
obtenidos por el Estado en la administración de las ruinas.

El 10 de noviembre de 2003 el Congreso del Perú emite
la ley 28100 que
establece que el 10% de los ingresos
recaudados por el ingreso al Parque Arqueológico de Machu
Picchu administrado por el Instituto Nacional de Cultura,
será destinado a la municipalidad de Machu Picchu.

El 12 de julio de 2006 el Congreso del Perú emite la
ley 28778 para la repatriación de los objetos
arqueológicos que forman parte de la colección
Machu Picchu del museo Peabody de la Universidad de Yale en los
Estados Unidos
de Norteamérica, las que fueron autorizadas de salir del
país por Decretos Supremo 1529 del 31 de octubre de 1912 y
por Decretos Supremo 31 del 27 de enero de 1916.

En 2007, el gobierno del Perú decretó el
día 7 de julio como el "Día del Santuario
Histórico de Machu Picchu, Nueva Maravilla del Mundo",
esto debido a que el 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue nombrada
como una de las ganadoras en la lista de las Nuevas maravillas
del mundo. En setiembre de 2007, la Universidad de Yale
manifestó que devolverá 4,000 piezas
arqueológicas encontradas por Hiran Bingham y que
actuará como promotor de su exhibición en un museo
itinerante y finalmente en un museo en el Cuzco.

Terrazas del lado este en el Sector Agrícola

Terrazas del lado este en el Sector
Agrícola

El recinto curvo del Templo del Sol o Torreón

El recinto curvo del Templo del Sol
o Torreón

La estructura conocida como Templo Principal

La estructura
conocida como Templo Principal

La "pirámide" de Intihuatana (Conjunto 5). En primer plano, la Plaza Sagrada (C4) y el Templo Principal

La "pirámide" de Intihuatana
(Conjunto 5). En primer plano, la Plaza Sagrada (C4) y el Templo
Principal

La piedra Intihuatana de Machu Picchu

La piedra Intihuatana de Machu
Picchu

Vista del Conjunto 9 o de las Tres Portadas sobre tres niveles de terrazas frente a la plaza principal

Vista del Conjunto 9 o de las Tres
Portadas sobre tres niveles de terrazas frente a la plaza
principal

Vista del Conjunto de los Morteros o Acllahuasi (Grupo 18) tal como se ve desde el Intihuatana

Vista del Conjunto de los Morteros
o Acllahuasi (Grupo 18) tal como se ve desde el
Intihuatana

El área edificada en Machu Picchu es de 530 metros de
largo por 200 de ancho e incluye al menos 172 recintos. El
complejo está claramente dividido en dos grandes zonas: La
zona agrícola (formada por conjuntos de
terrazas de cultivo), que se encuentra al sur, y la zona urbana
(que es, por supuesto, aquella donde vivieron sus ocupantes y
donde se desarrollaron las principales actividades civiles y
religiosas). Ambas zonas están separadas por un muro, un
foso y una escalinata, elementos que corren paralelos por la
cuesta este de la montaña.

·
Zona agrícola

Los andenes (terrazas de cultivo), de Machu Picchu lucen como
grandes escalones construidos sobre la ladera. Son estructuras
formadas por un muro de piedra y un relleno de diferentes capas
de material (piedras grandes, piedras menores, cascajo, arcilla y
tierra de
cultivo) que facilitan el drenaje, evitando que el agua se empoce
en ellos (téngase en cuenta la gran pluviosidad de la
zona) y se desmorone su estructura. Este tipo de construcción permitió que se
cultivara sobre ellos hasta la primera década del siglo
XX. Otros andenes de menor ancho se encuentran en la parte baja
de Machu Picchu, alrededor de toda la ciudad. Su
funci­ón no era agrícola sino servir como muros
de contención.

Cinco grandes construcciones se ubican sobre los andenes al
este del camino inca que llega a Machu Picchu desde el sur.
Fueron utilizados como colcas o almacenes. Al
oeste del camino se encuentran otros dos grandes conjuntos de
andenes: unos concéntricos de corte semicircular y otros
rectos.

· Zona urbana

Un muro de unos 400 m de largo divide la ciudad del
área agrícola. Paralelo al muro corre un "foso"
usado como el principal drenaje de la ciudad. En lo alto del muro
está la puerta de Machu Picchu que contaba con un
mecanismo de cierre interno.

La zona urbana ha sido dividida por los arqueólogos
actuales en grupos de edificios denominados por un número
entre el 1 y el 18. Aún tiene vigencia el esquema
planteado por Chávez Ballón en 1961 que la divide
en un sector hanan (alto) y otro hurin (bajo) de acuerdo a la
tradicional bipartición de la sociedad y la
jerarquía andina. El eje físico de esa
división es una plaza alargada, construida sobre terrazas
en diferentes niveles de acuerdo al declive de la
montaña.

El segundo eje en importancia de la ciudad forma cruz con el
anterior, atravesando prácticamente todo el ancho de las
ruinas de este a oeste: Consiste en dos elementos: una ancha y
larga escalinata que hace las veces de "calle principal" y un
conjunto de elaboradas fuentes de
agua que corre paralelo a ella.

En la intersección de ambos ejes están ubicadas
la residencia del inca, el templo-observatorio del torreón
y la primera y más importante de las fuentes de
agua.

· Sector Hanan

Conjunto 1

El Conjunto 1 incluye estructuras relacionadas con la atención a quienes llegaban a la ciudad por
la puerta (un "área vestibular"), []
establos para camélidos, talleres, cocinas y habitaciones.
Todo ello al lado este del camino, en una sucesión de
calles paralelas que bajan por la cuesta de la montaña. La
construcción más importante (el edificio
vestibular) tenía dos pisos y varios accesos. A la mano
izquierda del camino de ingreso hay habitaciones de menor rango
que estarían relacionadas con el trabajo en
las canteras, situadas en las inmediaciones de este sector. Todas
las construcciones son de aparejo común y muchas de ellas
estaban enlucidas y pintadas.

Templo del Sol

Se accede a él por una portada de doble jamba, que
permanecía cerrada (hay restos de un mecanismo de seguridad). La
edificación principal es conocida como "Torreón",
de bloques finamente labrados. Fue usado para ceremonias
relacionadas con el solsticio de junio []. Una de
sus ventanas muestra huellas
de haber tenido ornamentos incrustados que fueron arrancados en
algún momento de la historia de Machu Picchu, destruyendo
parte de su estructura. Además hay huellas de un gran
incendio en el lugar. El Torreón está construido
sobre una gran roca debajo de la cual hay una pequeña
cueva que ha sido forrada completamente con mampostería
fina. Se cree que fue un mausoleo y que en sus grandes hornacinas
reposaban momias. Lumbreras incluso especula que hay indicios
para afirmar que pudo ser el mausoleo de Pachacutec y que su
momia estuvo aquí hasta poco después de la
irrupción española en Cusco.

Residencia Real

De las construcciones destinadas a vivienda esta es la
más fina, grande y mejor distribuida de Machu Picchu. Su
puerta de acceso da a la primera fuente de la ciudad y, cruzando
la "calle" formada por la gran escalinata, al Templo del Sol.
Incluye dos habitaciones de grandes dinteles monolíticos y
muros de piedra bien labrada.. Una de esas habitaciones tiene
acceso a un cuarto de servicio con
un canal de desagüe. El conjunto incluye un corral para
camélidos y una terraza privada con vista al lado este de
la ciudad.

Plaza Sagrada

Se le llama así a un conjunto de construcciones
dispuestas en torno a un patio cuadrado. Todas las evidencias
indican que el lugar estuvo destinado a diferentes rituales.
Incluye dos de los mejores edificios de Machu Picchu, que
están formados por rocas labradas de
gran tamaño: El Templo de las Tres
ventanas
(cuyos muros de grandes bloques poligonales
fueron ensamblados como un rompecabezas) y el Templo
Principal
(de bloques más regulares) que se cree
fue el principal recinto ceremonial de la ciudad. Adosado a
éste último esta la llamada "casa del sacerdote" o
"cámara de los ornamentos". Hay indicios que sugieren que
el conjunto general no terminó de construirse.

Intihuatana

Se trata de una colina cuyos flancos fueron convertidos en
terrazas, tomando así la forma de una gran pirámide
de base poligonal. Incluye dos largas escaleras de acceso, al
norte y al sur, siendo ésta última especialmente
interesante por estar en una largo trecho tallada en una sola
roca. En lo alto, rodeada de construcciones de élite, se
encuentra la piedra Intihuatana ("donde se
amarra el Sol"), uno de los objetos más estudiados de
Machu Picchu, que ha sido relacionado con una serie de lugares
considerados sagrados desde el cual se establecen claros
alineamientos entre acontecimientos astronómicos y las
montañas circundantes.
[]

· Sector Urin

Roca Sagrada

Se le llama así a una piedra de cara plana colocada
sobre un amplio pedestal. Es un hito que marca el extremo norte
de la ciudad y es el punto de partida del camino a Huayna Picchu.

Grupo de las Tres Portadas

Es un amplio conjunto arquitectónico dominado por tres
grandes kanchas dispuestas simétricamente y
comunicadas entre sí. Sus portadas, de idéntica
factura, dan a
la plaza principal de Machu Picchu. Incluye viviendas y
talleres.[]

Grupo de los Morteros o Acllahuasi

Es el más grande conjunto de la ciudad a pesar de lo
cual tuvo una sola puerta de ingreso, algo que podría
sugerir que se tratara del Acllahuasi (o casa de mujeres
escogidas) de Machu Picchu, dedicadas al servicio religioso y a
la artesanía fina. Incluye una famosa habitación de
piedra bien labrada en cuyo piso se encuenttran dos afloramientos
rocosos tallados en forma de morteros circulares supuestamente
para moler granos. Algunos autores piensan que éstos se
llenaban con agua y en ellos se reflejaban los astros. El
conjunto incluye evidencias de un uso ritual (hay altares e
incluso una kancha construida alrededor de una gran roca). Parte
de sus ambientes evidencian haber sido residencias de
élite.[]

Grupo del Cóndor

Es un amplio conjunto de construcciones, de trazo no siempre
regular, que aprovecha los contornos de las rocas. Incluye
algunas cuevas con evidencias de uso ritual y una gran piedra
tallada en el centro de un amplio patio en la que muchos creen
ver la representación de un cóndor. Al sur del
"cóndor" se encuentran viviendas de élite, que
tuvieron el único acceso privado a una de las fuentes de
Machu Picchu. Entre las viviendas y el patio del cóndor se
ha identificado claros restos de construcciones dedicadas a criar
cuyes (Cavia porcellus).

Escalinata de las fuentes

Es un conjunto formado por una gran escalera junto a la cual
corre un sistema de 16 caídas artificiales de agua, la
mayoría de las cuales está cuidadosamente tallada
en bloques poligonales y rodeada de canaletas labradas en la
roca. El agua proviene de un manantial en las alturas del Cerro
Machu Picchu que fue canalizado en tiempos incas. Un sistema
adicional en lo alto de la montaña recoge filtraciones de
la lluvia de la montaña y las deriva al canal
principal[].

EL VALLE DE
URUBAMBA

Para los Incas el valle de Urubamba es la entrada a la selva,
el antisuyu, la amazonia, la tierra de
los "chunchos". El río que lo forma tuvo por nombre
antiguo Willka Mayu o Río del Sol, y el nevado de cuyos
deshielos nace era llamado Willkan Uta o Casa del Sol. Este valle
estuvo íntimamente ligado con el culto solar, ya que la
palabra Willka es la de tal dios, palabra que antecede en uso al
ahora más popular Inti.

mapa de ubicación

Antes de la fundación del Tawantinsuyu, en el siglo XV,
el valle estaba habitado por pequeños curacazgos. La parte
alta la ocupaban los Kanchis, que frecuentemente hacían la
guerra a los Collas del altiplano. Más abajo estaban los
Ayarmacas, cuyos curacas se hacían llamar Tocay Capac.
Hacia la ruta del Cusco, en la actual provincia de Canchis, Pinau
Capac tenía bajo su dominio parte del
valle del Cusco. En la leyenda sobre el reparto del mundo
aparecen como beneficiarios Manco Capac, Colla Capac, Tocay Capac
y Pinau Capac. Esto indicaría que en esos tiempos, previos
al Tawantinsuyu, eran éstos últimos quienes
controlaban el valle de Urubamba o Tampu, como se le
conocía en ese entonces.

La palabra quechua tampu tiene varias acepciones: posada,
propiedades fuera de la ciudad, el nombre de un valle, un
río y una nación.
La más usada es la primera, la que se refiere a posada y
que se ha castellanizado como "tambo". Se le encuentra en muchos
topónimos formando palabras compuestas, como en Limatambo
(Posada de Lima), Tambomachay (Cueva de los Tampus), Pacaritambo
(o Pakarejtampu = donde aparecieron los Tampus).

La acepción de Tampu como apelativo de nación
es usado para nombrar al curacazgo que habitó ese valle
antes de los Incas. Tal como es mencionado en las leyendas, fue
una de las naciones fundadoras del Cusco (Qosqo), junto a los
Maska, Mara y Quillke. Se ha relacionado la leyenda sobre la
fundación del Cusco por los Cuatro Hermanos Ayar con las
cuatro naciones ya mencionadas. De ese modo, según este
mito los Masca estarían representados por Manco Capac (el
héroe fundador), los Tampu por Ayar Uchu, Los Mara por
Ayar Kachi y los Quillke por Ayar Auca. Uchu significa
"ají", y por su clima y altitud, esta planta fue
ampliamente cultivada en ese valle, así como la planta de
la coca a cuyo tratante se le dice en aymara "tambu-kiru".

Pachacutec fue el primer Inca en salir más allá
del valle del Cusco, luego de su épica victoria sobre los
Chancas. Parte de sus amplias conquistas incluyó el valle
de Tampu, que, a pesar de estar habitada por esa nación,
hermana del Cusco, no se libro de su
férreo dominio. Por su belleza natural, clima benigno (uno
de los mejores de los andes) y rico suelo, lo
usó como asentamiento predilecto de la nueva nobleza
imperial, engalanando al valle con varias de las más
fastuosas ciudades del Tawantinsuyu, como son: Ollantaytampu y
Machu Picchu.

Foto de muro y entrada trapezoidal

Muro y entrada trapezoidal. Se
puede apreciar el perfecto uso de la piedra por los ingenieros
incas y las típicas entradas trapezoidales. Picchu fue
mandada a construir por Pachacutec para ser la más bella
del Tawantinsuyu.

Muchos años después (1533), sirvió este
valle como refugio y última morada de los Incas de
Vilcabamba, que resistieron por algunas décadas someterse
al poder español, luego de la conquista del
Cusco.

PICCHU, UNA LLACTA INCAICA

Las Llactas son la mejor prueba del espíritu imperial
de los Incas y su afán de dominar permanentemente las
naciones que conquistaban. Son éstas grandes asentamientos
construidos en la ruta del Capac Ñan (Camino Real Incaico)
con la finalidad de controlar y administrar la economía de las diferentes regiones
conquistadas. Fueron construidas siguiendo un planificado orden
mandado por la necesidad de controlar y retener sus conquistas.
En esencia, las llactas fueron ciudades burocráticas donde
residían los administradores incas y todos los
funcionarios de su ayuda, junto con sirvientes y artesanos.

Picchu (nombre original de Machu Picchu) fue una de estas
llactas, pero retuvo para sí un papel especial. Es la
única alejada del Capac Ñan y fue construido en un
lugar recóndito e inexpugnable del valle de Tampu, en
tierras de la panaca de Pachacutec (el fundador del
Tawantinsuyu). Fue la mas bella del imperio porque fue construida
para ser el refugio y morada de lo más selecto de la
aristocracia en caso de un sorpresivo ataque. Los caminos que
conducían a Picchu eran prohibidos para el común de
la población, pues era su ubicación un secreto
militar.

Los profundos barrancos y agrestes montañas son la
mejor defensa natural. Como toda llacta importante, no dejaron de
estar presentes en Picchu un Acllawasi ("casa de las escogidas"),
un intiwatana (reloj solar, que marca las estaciones del
año), kallancas (galpones para los guerreros),
baños y acueductos, así como amplias áreas
con andenerías.

Foto del Intiwatana

Foto del Intiwatana

El Intiwatana o "lugar donde se
amarra al sol". Esta piedra es la pieza central y más
importante de un complejo sistema de mediciones
astronómicas para determinar las fechas de inicio y fin de
las campañas agrícolas.

Finalmente Picchu cumplió con la razón para la
que fue construida. Sirvió como refugio a una parte de la
aristocracia (en especial de las Acllas -mujeres escogidas para
servir al dios sol-) después de la conquista
española del Cusco en 1532. Al estar (como ya se dijo)
alejado de toda ruta y no ser un centro productor, no
recibió el embate directo y destructivo de los nuevos
conquistadores. A la captura del último Inca rebelde:
Tupac Amaru, debió ser abandonada, pues ya no había
razón para seguir viviendo en ella.

WAYNA PICCHU, LA JOVEN
MONTAÑA

Gracias a los documentos que se han encontrado en los
últimos años, sabemos que el sitio, en tiempos
anteriores a la visita de Hiram Bingham, se llamaba simplemente
Picchu, o "montaña". Tenía dos secciones: una sur,
un macizo giboso llamado Machu ("mayor" o "viejo"), y otra norte,
delgada y erguida, llamada Wayna ("menor" o "joven"). En verdad
es en el centro de ambos cerros que se encuentra el santuario,
sobre la cresta que les sirve de puente. El nombre Machu Picchu
se debe a la referencia de los guías de Bingham a la
sección hacia donde debían ascender para llegar a
las ruinas. Cuando llegamos al extremo norte del santuario,
detrás de la roca sagrada encontramos el sendero que
conduce a Wayna Picchu. Luego de pasar una pequeña colina
llamada Uña, el sendero se convierte en una larga y
angosta escalinata que rodea el cerro por el oeste. Sus
escalones, en algunos tramos, están directamente tallados
en la roca. Junto al sendero, que se adapta a las curvas del
cerro, podemos apreciar pequeñas terrazas de cultivo que
forman parte de los jardines que adornaban el santuario y su
entorno. Otro sendero asciende a Wayna Picchu desde Mandorpampa,
en el noreste. Es más empinado, más largo, y cruza
terrazas y grutas que sirvieron para depositar a los muertos. En
la cima, que tiene forma de cuchilla y una altura de 2 720 m, en
medio de las rocas hay una piedra labrada que la
imaginación popular ha denominado la "silla del Inca".
También hay unos pocos recintos y terrazas. La vista es
impresionante: todo el santuario se divisa como si se tratase de
una maqueta, y en el entorno se aprecia el extenso horizonte que
conforman los picos, los meandros del Urubamba y los desniveles
de las quebradas.

EL TEMPLO DE LA LUNA

Si bien el paisaje y los pocos restos de edificios y terrazas
situados en la cima del cerro son por sí mismos
apreciables, no cabe duda de que el conjunto de cavernas de la
ladera norte, que le da la espalda al santuario, es un monumento
espectacular. Las cavernas están asentadas en los riscos
de la cordillera, virtualmente sobre el río Urubamba, que
corre a varios cientos de metros de profundidad en el
cañón que rodea el cerro al cambiar su curso
sur-norte en dirección contraria para formar una suerte
de gran voluta. Muchas de las cavernas han sido embellecidas por
el hombre y
convertidas en recintos probablemente destinados a sepulturas. A
las más notables se les conoce como el templo de la Luna.
En realidad este nombre es arbitrario, al igual que los muchos
nombres con los que se identifican otros sectores de Machu
Picchu. Y es que aquí ni siquiera tuvo que haber un
templo, aun cuando las formas y la ubicación de las
cavernas dan noticia de una función
antes ceremonial que doméstica, administrativa o militar.
Varias de las cavernas están interconectadas. Existe una
muy grande en la ruta que sube desde Mandorpampa. Se trata de una
caverna apostada debajo de una gran roca, de manera similar al
mausoleo real o a la cripta del Cóndor. Tiene unos siete
metros de ancho, 12 m de largo y 2,5 m de alto, y el suelo plano.
Sobre esta hay otra de tamaño similar y ambas están
asociadas a corredores, escalones y pasajes intermedios. Las
cavernas han sido acondicionadas con mucho cuidado: sus paredes
internas son de sillería fina y presentan lujosos
detalles, como nichos de triple jamba y altares labrados en la
roca. Aparte de los mausoleos real y del Cóndor, estos son
los más destacados. En las excavaciones realizadas por el
equipo de Bingham, en las laderas norte y este del cerro, se
hallaron alrededor de cinco cuevas que presuntamente fueron
ocupadas para guardar cadáveres momificados.
Lamentablemente, las cuevas que están asociadas al templo
de la Luna no contienen ya restos, que probablemente fueron
saqueados. Las que quedaron son pobres en acabados y
escondían sólo cerámica rota. Se trata más bien de
grietas que de cuevas.

INTIHUATANA

El intihuatana se encuentra en una de las explanadas del
Templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu, es uno de los
mayores misterios de la cultura incáica. Diariamente
centenares de turistas sienten la energía que emana de
este monumento de piedra semejante a un obelisco en miniatura que
parece concentrar toda la fuerza telúrica de la ciudadela
de Machu Picchu. Se cuenta que el Intihuatana lo utilizaban para
amarrar al Sol ya que era su padre y su Dios y no querían
que se fuera; o, quizás, sólo pretendían
alargar el día y estirar las horas de luz, para
trabajar más horas en el campo abriendo surcos en los
valles fértiles o cultivando los frutos de la mamapacha
(madre Tierra). Así lo cuentan los hombres andinos desde
Abancay (la tierra del Dios que habla) hasta las cumbres del
Huascarán (el nevado más alto del Perú) al
narrar esta vieja leyenda surgida en tiempos
prehispánicos, cuando el mundo andino era dominada por el
Inca. Se le atribuía el crecimiento de los cultivos y era
el padre de Manco Capac y Mama Ocllo, los fundadores del imperio,
por esa razón se levantaron numerosos templos y santuarios
para adorarlo. Aún hoy, la leyenda del Intihuatana se
recuerda en tierras cordilleranas. La narran decenas, cientos,
quizás miles de hombres de todas las razas y naciones
indígenas, quienes describen extraños monolitos que
servían de "estacas" para el astro. Se cree que una de
estas "estacas", está localizada en la explanada del
Templo de las Tres Ventanas de Machu Picchu, la colosal ciudadela
inca protegida por el Inti o Sol, el dios todopoderoso que hasta
1911 – año en el que llegó el norteamericano Hiram
Bingham – se dio maña para evitar las pisadas intrusas de
los hombres de occidente. Intihuatana es el nombre de este
peculiar obelisco. ¿Es sólo una coincidencia?,
¿una inocente homonimia? o ¿se trata de uno de los
lugares en donde los incas pretendían amarrar al sol, tal
como lo cuentan los hombres del ande, al narrar la vieja
leyenda?. Más allá de las especulaciones, lo cierto
es que el monolito atrae la admiración de los turistas que
recorren el complejo arqueológico más visitado del
Perú. Ellos posan sus manos o recuestan su frente en la
irregular escultura, sintiendo una extraña energía,
una inexplicable fuerza que emerge de cada una de sus cuatro
aristas.

DÓNDE IRRADIA LO INEXPLICABLE

El Intihuatana está tallado en una mole de granito.
Tiene forma de prisma y sus cuatro vértices señalan
los puntos cardinales. El obelisco ocupa un área total de
8 metros con 60 centímetros y está localizado en
una pequeña explanada, al costado del templo de las Tres
Ventanas, un observatorio Inca de la ciudadela de Machupicchu. Un
cúmulo de interrogantes rodean a la extraña
escultura. Su origen y su finalidad todavía están
cubiertos por el misterioso velo de la historia, aunque algunos
investigadores sostienen que fue un adoratorio donde se "amarraba
al Sol", para que nunca dejara de brillar, pues, si su luz se
extinguía, se acabaría la vida en las alturas.
Sería el final de sus hijos. También hay quienes
dicen que el Intihuatana era un reloj solar. El tiempo y las
estaciones del año se calculaban de acuerdo a las sombras
proyectadas por el sol, al posar sus rayos sobre la escultura de
granito. Otros ven en él una señal de los seres del
espacio, una huella de los extraterrestres que, de vez en cuando,
se dignan visitar la tierra. En fin, incógnitas que le
añaden un halo de misterio. No hay respuestas inapelables.
La única certeza es que en el Intihuatana la
energía fluye libremente, envolviendo a todos los
visitantes, quienes, por simple curiosidad o en búsqueda
de renovación espiritual, ascienden los 78 escalones de
piedra labrada que conducen a la "estaca", donde los Hijos del
Sol pretendían amarrar a su padre y a su Dios. Así,
nunca dejaría de brillar en su fastuoso imperio.

INTIPUNCU

Intipuncu, significa en quechua "Puerta del Sol" y se ubica a
un kilómetro al sur-este de la ciudad inca. Corresponde a
la ciudadela que protegía la ciudad, y se une a ella por
un "inti ñan" o "Camino Real". Llama la atención la
presencia de altares o descansos litúrgicos, cual
portadas, construidas a trechos o intervalos, a los que Bingham
denominó "estaciones rituales". Intipuncu es un importante
recinto arqueológico, con ambientes y calzadas flotantes,
conformado por las lozas que emergen como alerones del flanco de
la montaña.

Machupicchu no solo es el nombre de una ciudad
inca.

Es, antes que nada, el nombre de una montaña que llega
a los 2795 m.s.n.m de altura y en cuya ladera norte sobresale un
enorme promontorio rocoso sobre el que los antiguos peruanos
construyeron la famosa ciudad. Por un abra de la montaña,
a medio camino entre la cumbre y la ciudad, pasa el famoso camino
inca que viene desde el lejano Ollantaytambo y que, luego de
atravesar muchos pueblos incaicos en ruinas llega a Machupicchu.
En ese abra se levanta unas pocas, sencillas y ruinosas
construcciones actualmente conocidas como Inti Puncu " Puerta del
Sol", por que en determinadas épocas del año,
el sol, visto
desde los más importantes edificios de Machupicchu, sale
justamente por ese punto. Llegar al Inti Punku significaba llegar
al final del camino Inca. De allí hasta la ciudad todo es
descenso.

Y es fácil no tanto por el camino en si sino porque
todos los viajeros que bajan desde este punto están
hipnotizados por la visión de la gran ciudad que se
levanta mas allá, y caminan casi sin darse cuenta. El
paisaje es imponente. A la mano derecha se tiene el gracioso
cerro Putukusi, debajo de el se encuentra el gran rió
Vilcanota (o Urubamba) que ruge haciendo eco en las
montañas mientras entra al Cañón de
Urubamba. Por fin, al frente, una hermosa montaña
puntiaguda con paredes verticales aparentemente invencibles, el
Huayna Picchu.

Y enfrente de el la gran ciudad. A la mano derecha el gran
cerro San Miguel y sus montes anexos. También se ve desde
aquí el pico del cerro Machupicchu, que es la
montaña donde se encuentra Inti puncu y la misma
ciudadela. Las construcciones de Inti Puncu empequeñecidas
ante tan vasto panorama, son sencillas. Allí están
los restos de una casa que sin duda sirvió de control (algo
como una aduana o una
garita de control militar o un pequeño tambo) para todos
los viajeros que tuvieran como ultima parada la ciudad de
Machupicchu. Hay también hermosas andenerías y
excelentes vistas de las nieves eternas de la cordillera oriental
de los Andes.

EL TEMPLO DEL
SOL

El templo del Sol esta construida sobra una roca in situ que
esta formado por:

· EL TEMPLO DEL SOL.

Construcción semicircular sobre una roca maciza. En
este edificio se hallan dos ventanas trapezoidales y según
los cronistas, en la época que era habitada, tenían
incrustaciones de piedras preciosas y oro.
Está conformado por una serie de construcciones que
dominan el conjunto de la Ciudadela. Tiene forma semicircular y
está sobre una roca maciza con una curvatura natural de
10.5 m. Se han utilizado bloques de piedra finamente trabajados.
Hacia el lado norte destaca una puerta con jambas horadadas. Al
oeste de este templo hay un patio rectangular con nueve
hornacinas intercaladas con clavos de piedra. El "Templo del Sol"
era originalmente un complejo muy protegido. En tiempos incaicos
sólo los sacerdotes y el Inca podían usar estos
templos, pues permanecían cerrados y protegidos. La gente
realizaba sus ceremonias populares en áreas abiertas o
plazas como en Machu Picchu o Cusco.

La entrada del Templo del Sol tenía una puerta de
madera doble,
magnífica, que en su superficie interiores tenía un
sistema de seguridad con anillos de piedra. Sobre el dintel de la
puerta se debe de haber colgado y atado dos estacas, dentro de
las cajas pequeñas talladas en las jambas interiores. El
propio templo se construyó sobre un enorme canto rodado.
El templo tiene forma semicircular. Su pared trasera es recta y
el templo fue construido con arquitectura
inca, es decir, con piedras superpuestas con excepcional
capacidad para lograr juntas casi perfectas. La pared
semicircular tiene dos ventanas, una de ellos con la cara hacia
el este y la otra hacia el norte. Según los
científicos modernos estas dos ventanas constituyeron el
observatorio solar más importante de Machu Picchu.
Mediante la ventana que enfrenta el este fue posible medir con
precisión el solsticio invernal, en función de la
proyección de la sombra de la piedra central. Ambas
ventanas tienen el listón falso tallado fuera de la cara
que sirvió ciertamente para apoyar los elementos que
hicieron fácil las observaciones y mediciones solares. En
el centro del templo hay un altar de piedra tallada que
sirvió para llevar a cabo las diversas ceremonias que
honran al Sol. Es aquí donde se ejecutaron los sacrificios
de animales, para
analizar sus corazones, pulmones y vísceras, para que los
sacerdotes pudieran predecir el futuro.

También aquí el Inca tenía que beber la
chicha (cerveza de
maíz)
junto con su padre el Sol. La pared trasera tiene una ventana con
pequeños agujeros tallados que se conoce como la Ventana
de la Serpiente (nombre dado por Bingham). Los agujeros son muy
similares a aquellos encontrados en el Templo de las Estrellas,
en el Qorikancha del Cusco, que según Garcilaso
guardó ornamentos de piedra y metales
preciosos. Posiblemente, estos agujeros tuvieron similar
función. Las paredes rectas del templo tienen nichos
trapezoidales en sus caras interiores que sirvieron para guardar
diferentes ídolos y ofrendas.
Algunos autores indican que originalmente este templo
tenía un tejado cónico de paja, y lo nombran como
Suntur Wasi o Torre Militar.

Partes: 1, 2, 3
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