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Representaciones sociales sobre la niñez, la adultez y la sexualidad en niños, niñas y los adultos(as) del municipio de Neiva – Huila (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

This way, the reader will find an understanding text on the
social representations on the childhood, adulthood and the
children's sexuality and adults in the municipality of Neiva –
Huila. 

PRESENTACIÓN

Representaciones Sociales sobre niñez adultez  y
sexualidad de
los niños,
niñas y adultos en 7 municipios del departamento del
Huila, es una investigación de carácter cualitativo, que pertenece a un
nivel descriptivo en tanto incorpora lo que los participantes
dicen, sus experiencias, actitudes,
creencias, pensamientos y reflexiones, tal  como estas son
expresadas por ellos mismos.

Este trabajo
investigativo es realizado por estudiantes del programa de
Psicología
de la universidad
Surcolombiana, hace parte del Grupo
Crecer  en su línea de investigación:
"Infancia,
vínculos y relaciones", 
pretende fortalecer la
parte investigativa y de esta manera generar la construcción de conocimiento
que permita mejorar las relaciones y la calidad de
vida de la población en general.

Las representaciones sociales hacen referencia a las
construcciones conceptuales, simbólicas entre otras, las
cuales se generan en un contexto de interacción y se reproducen a través
del discurso
entendiendo que este es un proceso de
producción de sentido, generado en
circunstancias particulares, por tanto la esencia de este
estudio, es conocer las representaciones sociales de
niñez, adultez y sexualidad ya que estos se producen y
reproducen en la vida diaria e influyen en nuestro comportamiento.

Por lo anterior, este trabajo tiene la pretensión de
describir, comprender e interpretar dichas representaciones
sociales y su elaboración en los contextos cotidianos en
los cuales se gestan, en la forma en que los niños,
niñas y adultos conciben la niñez, adultez y la
sexualidad, mediante el análisis de las diferentes formas de pensar
de cada una de las personas que estamos relacionando en esta
investigación y así dar a conocer lo que
piensan  los niños y niñas y  los adultos
actualmente, determinando así  los distintos factores
que están influyendo en estas representaciones.

Es de gran importancia tener en cuenta todos estos aspectos
por parte de todas las personas, estamentos e instituciones
que trabajan con la niñez, en particular, para enfrentar
los nuevos desafíos en cuanto a relaciones entre
niños y niñas, y adultos, la educación
sexual y de esta forma intervenir e implementar programas de
promoción y prevención para mejorar
la salud sexual y
mental de los niños y niñas, y adultos del
departamento del Huila.

La investigación se inició en el año 2005
en el cual fueron incluidos 7 municipios del departamento del
Huila, teniendo en cuenta su ubicación demográfica
dentro del departamento; participaran 450 niños y
niñas aproximadamente, cuyas edades oscilan entre 5 a 7 y
de 11 a 12 años de edad, escolarizados y 150 padres de
estos niños y niñas, con su respectivos profesores
y profesoras.

En Neiva, se trabajó con 2 instituciones de
carácter público y 2 instituciones privadas, por
consiguiente, el total de personas participantes fue alrededor de
120 niños y niñas, y 40 adultos.

Para la mejor organización del grupo de trabajo, los
estudiantes  de Psicología fueron subdivididos en
grupos
integrados por parejas coinvestigadores, donde cada subgrupo
estuvo responsable de un municipio, por tal motivo los informes de
cada grupo poseen la relativa autonomía para justificar
el trabajo de
investigación que a su vez en su conjunto 
representan una sola investigación.

Para el abordaje de la
investigación, se retomaron varias técnicas e
instrumentos que facilitaron la expresión del lenguaje
espontáneo permitiendo extraer el mundo interior de los
niños y niñas, y adultos, en efecto, las entrevistas
individuales, los talleres de dibujo al
aire libre, la
presentación de laminas, entre otras técnicas,
permitieron arrojar información valiosa que luego fue sometida
a un análisis por categorías y de esta manera
llegar finalmente a la teorización, en donde
se
presenta una discusión que surge para dar cuenta del
objetivo y
pregunta de investigación, la cual se puntualiza en las
conclusiones que se hacen particulares para el grupo y comunidad
estudiada que, sin embargo, puede dar luces a otras instituciones
y procesos
sociales interesados en la niñez.

Por último, hay que resaltar que este trabajo es de
suma importancia  porque contribuye a la
resignificación de la relación niño –
adulto, y aducir a la construcción de una educación más
coherente a las necesidades de los niños y niñas,
no desde el supuesto saber del adulto, permitiendo 
comprender de una manera más efectiva los comportamientos
sociales  y su dinámica. Por otro lado, llenará un
vació de conocimiento ya que es el primer estudio que se
realizará en el departamento del Huila relacionado con
esta temática, con lo que se aportará conocimiento
a la teoría
de las representaciones sociales, ya que se ha ido imponiendo
aceleradamente como un área de investigación que
además está dotada de instrumentos
metodológicos y conceptuales propios, que hace que se
alcance una madurez científica a una nivel superior.
Finalmente, La sociedad
Huilense se verá beneficiada, ya que la Universidad
SURCOLOMBIANA  mediante esta investigación continuara
cumpliendo con su  función
social  e investigativa.

Por tanto, esperamos que este estudio nos facilite un mayor
grado  de profundidad  y riqueza de información,
elemento esencial para una mejor comprensión de la
niñez, adultez y sexualidad  y las representaciones
sociales  que hay en cada una de ellas.

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Consideraciones preliminares

Todos los seres humanos desde que nacemos nos sumergimos en un
proceso de socialización e ingresamos al espacio de la
interacción social y cultural; es allí donde
construimos conceptos, creencias, conocimientos y valores
internalizados a partir de experiencias, informaciones y modelos de
pensamiento
recibidos a través de la tradición, la educación y
la
comunicación, conocimientos socialmente elaborados y
compartidos.

El conjunto de estos elementos mencionados anteriormente,
conforman lo que denominamos Representaciones Sociales entendidas
según Aguirre (1998)  como una modalidad particular
del conocimiento con una lógica
y lenguaje propios y cuya función es la
orientación  de los  comportamientos y la
comunicación entre los individuos.

Se construyen representaciones sociales sobre los más
diversos temas dependiendo de los más variados hechos
vivenciados o transmitidos que han marcado el quehacer y el
desarrollo
cultural del hombre, es
decir, cada evento, cada objeto, cada acción,
actitud,
pensamiento, creencia o persona, son
objeto de representación social.

De esta manera, encontramos representaciones sociales que
hacen referencia a la niñez, la adultez y la sexualidad
y  que marcan patrones de relación entre
niños, niñas y adultos convirtiéndose
así en un tema obligado dentro de las reflexiones propias
del mundo de la psicología.

Históricamente, las relaciones entre niños,
niñas, y adultos han sido el reflejo de condiciones
particulares, en las cuales se expresan una serie de valores,
conceptos y sentimientos; existe una imagen
internalizada de los niños y niñas propias de la
cultura y de
la historia personal y, de la
misma forma, estos construyen una representación de los
adultos.

En nuestro país, la realidad vivida por nuestros
niños y niñas, no es más que la historia
repetida una y otra vez sobre las creencias respecto a la crianza
y la forma en que deben relacionarse los adultos, niños y
niñas. En este sentido, encontramos prácticas de
los adultos para con los niños y niñas, que afectan
sustancialmente las  relaciones vinculares entre estos
dejando una herencia
cultural.

En efecto, la preocupación por la. niñez se ha
convertido en creación de centros de atención y de cuidado, de instituciones, de
discursos que
se ocupan de la salud, bienestar,
educación, derechos y obligaciones
con la infancia.   

Existe una multiplicidad de disposiciones jurídicas de
orden nacional e internacional sobre la niñez, que han
planteado fundamentalmente la importancia del respeto de los
derechos de las niñas y los niños.

Por ejemplo, la legislación colombiana vigente tiene
desde 1989, el Decreto numero 2737 de noviembre 27 de 1.989,
denominado Código
del Menor. 

Por su parte, en la Constitución Política de Colombia
consagró en el artículo 44:  

"Son derechos fundamentales de los niños: la vida,
la integridad física, la salud y la
seguridad
social, la alimentación
equilibrada, su nombre y nacionalidad,
tener una familia y no ser
separados de ella, el cuidado y amor, la
educación y la cultura, la recreación
y la libre expresión de su opinión. Serán
protegidos contra toda forma de abandono, violencia
física o moral,
secuestro,
venta, abuso sexual,
explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán
también de los demás derechos consagrados en la
Constitución, en las leyes y en los
tratados
internacionales ratificados por Colombia".

La familia, la sociedad y el Estado
tienen la obligación de asistir y proteger al niño
para garantizar su desarrollo armónico e integral y el
ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir
de la autoridad
competente su cumplimiento y la sanción de los
infractores.

"Los derechos de los niños prevalecen sobre los
derechos de los demás"[1]
.

Este último planteamiento hace que exista una
cláusula de prevalencia muy utilizada al momento de
presentarse o existir un conflicto
entre derecho de un niño o cualquier otro derecho, en la
medida en que se debe priorizará el derecho del primero
sobre el segundo, de donde se puede deducir un elemento
jurídico que pone de presente la necesidad de reconocer la
individualidad y autonomía de los menores. 

A nivel internacional el Estado
colombiano firmó la Convención Interamericana de
Derecho Humanos, en cuyo texto se
plantea  "Artículo 19. Derechos del
Niño "Todo niño tiene derecho a las medidas
de protección que su condición de menor requieren
por parte de su familia, de la sociedad y del Estado"

Para la vigilancia del cumplimiento por parte de los estados de
esta convención existe la Corte
Interamericana de Derechos Humanos quien se ha pronunciado en
distintos casos sobre la importancia de los derechos de los
niños[2]

De igual forma, el Estado Colombiano firmó la
Convención sobre los Derechos del Niño que se
adoptó por la Asamblea General de las Naciones Unidas
el 20 de noviembre
de 1989, y que fue aprobada por Colombia mediante la Ley 12 de
1991.

Así mismo, en el artículo
3º del Convenio relativo a la protección del
niño y a la cooperación en
materia de
adopción
internacional, fue aprobado mediante la Ley 265 de 1996.

De esta forma, se evidencia un sin número de
instrumentos de carácter jurídico que en el texto
propenden por la protección de los derechos de menor pero
la realidad dista de manera preocupante de las consagraciones
legales, por lo que vale la pena revisar las actuales condiciones
de la niñez, a nivel nacional y municipal.

Es pertinente retomar algunos datos que
evidencian y confirman la situación, de acuerdo con lo
expresado.

Situación de la niñez en el contexto
Nacional

A nivel nacional, según el  Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar, en el 2003 al 2006 se incrementó en
65% el número de casos de maltrato
infantil reportados por regionales y centros zonales y el
centro de atención virtual del ICBF, llegando a 47.767
denuncias.

Para esta institución, las mujeres y los menores de
edad son quienes más sufren de la Violencia
Intrafamiliar.  De otro lado, plantea el estudio que
 en cuanto a las razones de agresión hacia los
niños y niñas son, entre otras, intolerancia de los
padres (41.17%), desamor (6.86%), consumo
excesivo de alcohol
(4.93%) y drogadicción (1.19%)[3].

Así mismo, en el Documento Alterno de Colombia
presentado al Comité Derechos del Niño se muestran
que el 41% de la población infantil, es decir 5.9
millones, se encuentran en situación de pobreza; y el
15.6%, esto es 2.2 millones, se encuentran en miseria.  La
relación también depende de la situación
familiar, el 26.7% de los hogares se encuentran en pobreza y el
10.4% se encuentran en miseria, lo que genera que los
niños y las niñas de los hogares pobres
estén más expuestos a problemas de
salud, desnutrición, maltrato, abandono y en
especial explotación sexual y laboral

Por consiguiente, en este informe se ha
planteado que no existen políticas
claras para la satisfacción de sus derechos, sino que
existen programas coyunturales destinados a la atención de
la infancia  que cambian de acuerdo con las prioridades del
gobierno de
turno, sin que ninguno de estos haya garantizado un compromiso
serio con nuestra infancia[4].  

Por otro lado, el Instituto Nacional de Medicina Legal
reportó que en el país durante el año 2005
fueron asesinadas 17.331 personas, de las cuales el 92% eran
hombres y el 8% mujeres. El informe reveló además
que 878 fueron niños y niñas, para un promedio de
2.4 al día. El total de menores lesionados es de 13.401,
para un promedio de 36.7 niños y niñas lesionados
al día.

Se estima que en Colombia solamente es denunciado el cinco por
ciento (5%) de los casos de maltrato infantil.

En cuanto a la Violencia intrafamiliar en el 2005, fueron
reportados 61.482 casos, de los cuales 37.660 eran de maltrato de
pareja con 61%-; 13.644, maltrato entre familiares, que equivale
a un 22.2%, y 12.525 casos fueron de maltrato infantil, con un
porcentaje de 16.6%, para un promedio de 34.3 casos por
día (Medicina Legal
(INML).

Las cifras muestran que el 5% de los niños y
niñas víctimas de maltrato infantil menores de 3
años mueren, teniendo como sus principales agresores a sus
padres[5].

En lo que respecta al abuso sexual en niños, los datos
del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses para el año 2002 muestran la realización
de 14.421 dictámenes sexológicos, 85% de los cuales
fueron practicados a mujeres. En el 2003 el total de
dictámenes sexológicos fue de 14.239, 84,4% de los
cuales se realizaron a mujeres con un promedio de edad de 13
años; 75 de las víctimas registraron edades
inferiores a 15 años, con una edad promedio para los
varones de 12 años, siendo la mitad de las víctimas
masculinas menores de 9 años.

Situación de la niñez en el contexto
Municipal

Un estudio realizado en 1997 por Delgado y Cols titulado 
"Diagnóstico sobre la Violencia
Intrafamiliar", reportó que la violencia entre padres e
hijos alcanza el 70% y que el 64% refieren el maltrato
físico, verbal y psicológico como las agresiones
más frecuentes. La tasa de prevalecía del maltrato
infantil en el municipio de Neiva fue de 24, lo que permite
afirmar que de cada 10 niños y niñas 4 son o han
sido maltratados."

Estos datos son confirmados por estudios posteriores como el
diagnóstico sobre maltrato Infantil en la ciudad de Neiva
durante 1998, y el diagnóstico de Maltrato Infantil en la
unidad de urgencias del Hospital general de Neiva.

Según la Secretaria de Salud  Departamental, en la
ciudad se presenta casos de violencia intrafamiliar y Maltrato
Infantil para el 2002, en las siguientes modalidades, sobre
maltrato físico 451casos, maltrato psicológico
intencional 554 casos para un total de 995 casos de violencia
intrafamiliar [6]  

Actualmente, según la Secretaría de Salud
Municipal[7] la Situación de Violencia
Intrafamiliar es la siguiente:

 El gráfico anterior sintetiza la situación
presente en cuanto a violencia intrafamiliar en la capital del
departamento del Huila, en él se ven reflejado por un
lado, los tipos de casos y por otro, el número que se
presentó en el año 2005.

Una de las cifras más alarmante reflejadas en el
gráfico tienen que ver con la violencia intrafamiliar
generada por violencia física, pues a agosto de 2005 se
había presentado 642 casos.

Otra de las cifras que generan preocupación es el
maltrato psicológico con 266 que sumados a los 642 de
violencia física constituyen las de 908 casos en el
municipio. Esta cifra genera atención pues de los 1074
casos de violencia intrafamiliar representan el 77% de los
eventos
presentados en el municipio de Neiva.

En tercer lugar se presentan las situaciones de violencia
intrafamiliar ocasionados por negligencia, con 122 situaciones en
el 2005.

El cuarto lugar se presenta 90 eventos de intentos de suicidio que
deben ser revisados a fondo por las autoridades municipales y
departamentales competentes.

En quito y sexto
lugar ser presentan los casos de abuso sexual y  violencia
sexual respectivamente con 27 y 9 casos presentados, sin embargo
vale la pena aclarar que estos casos regularmente no son
denunciados pues generan vergüenza en la víctima.

En séptimo y octavo lugar se presentan los casos de
explotación económica y peligro moral con 7 y 1
casos respectivamente.

Según el Informe de gestión
de los Jueces de paz para Neiva, los casos que con  mayor
frecuencia son atendidos por ellos son los conflictos
familiares con el 43%, que sumado con los problemas de fidelidad
de pareja, que corresponden al 7%,  se obtiene un total del
50% de conflictos que afectan la esfera familiar cotidiana. Llama
la tención los conflictos organizativos y los ambientales
con el 18% y 15%, ya que se esperaba que fueran de mayor
frecuencia los conflictos económicos o laborales.
También se pude inferir que son mínimos los
problemas por discriminación racial o
religiosa[8].

La mencionada situación hace pensar que en nuestra
sociedad circulan conceptos relativos a los niños, a
partir de los cuales se generan una serie de prácticas,
ritos y costumbres en torno a las
formas de relación entre ellos y los adultos, al papel que
el adulto debe cumplir como cuidador y educador. Al mismo
tiempo, al
reconocer a los niños y niñas como sujetos activos,
constructores de sus propias representaciones, también es
evidente que poseen expectativas y conceptos a cerca de los
adultos y de su papel en la vida social, representaciones que
generalmente ignoramos.

Las situaciones de inequidad e intolerancia que se evidencian
en las relaciones entre los adultos y los niños y
niñas tienen un carácter histórico. Es
decir, son el resultado de sucesivas sedimentaciones de sentido
en las que se cruzan factores económicos, políticos
y culturales, combinados con los de tipo personal para dar como
resultado una serie de conceptos o teorías
a partir de las cuales se construyen unos modos de
relación particular.

Aunque suponemos que las relaciones entre los niños,
niñas y los adultos se fundamentan en representaciones
sociales mutuas, no conocemos su contenido, no conocemos que
representaciones sociales de niñez tienen elaborados los
adultos cuando se observa un incremento de niños que
cargan en sus hombros la responsabilidad de mantener a su familia, que
están siendo objeto de abuso sexual y maltrato, cuando se
les viste tratando de asemejarle a la moda adolescente
o adulta o cuando se denomina comúnmente a la niñez
como "infancia, pequeñez, inocencia  y al niño
como criatura, infante, pollito, inexperto, aprendiz, novato,
irreflexivo, inconsiderado, travieso, precipitado,
mocoso"[9]

Del mismo modo, no conocemos las representaciones sociales que
circulan en la sociedad sobre la adultez cuando al adulto se le
denomina como "maduro, veterano, medrado, crecido, mayor, grande,
cumplido, desarrollado, mozo, experimentado y
sabio"[10], tampoco qué creencias
están regulando sus pautas de crianza para con sus hijos y
alumnos, porqué los educan de la forma como lo hacen y por
qué viven en una gran paradoja, por un lado agreden,
lastiman, violan, subvaloran a los niños y por otro lado,
los complacen, alaban, aman, miman y reivindican sus
derechos.

Es así como surge la necesidad de establecer claramente
cuáles son los conceptos sobre los niños, las
niñas y los adultos que circulan socialmente y fundamentan
las interacciones entre padres, madres, maestros, niños y
niñas.

Lo mismo ocurre con la sexualidad. Esta es una esfera
fundamental del desarrollo humano, porque nuclea una serie de
representaciones de carácter afectivo, cognoscitivo y
valorativo que se constituyen en una fuente importante de
realización social y humana.

Los adultos, los niñas y niñas se comportan
frente a la sexualidad a partir  de opiniones y conceptos
propios de sentido común, imponen límites a
su expresión o la desbordan tal como lo mostró
Sigmund Freud en sus teorías sexuales de los
niños publicado en 1908, no obstante no se conocen las
lógicas que configuran en la actualidad y en nuestra
realidad estos modos de comportamiento.

A pesar de este desconocimiento, se establecen programas de
educación sexual que reproducen un saber oficial, el saber
que el adulto considera necesario pero que al no incidir en los
conceptos que subyacen en las prácticas de relación
no logran afectarlas de manera significativa en la perspectiva de
su transformación.

En nuestro departamento, este es un problema que crece
rápidamente. La prensa local ha
reportado varios casos de abuso sexual, en lo que va corrido del
año; La publicación más reciente
señala que en un barrio de la ciudad de Neiva con 114
familias, hay diez niñas entre los 12 y los 15 años
en embarazo.[11]

No solo se ha incrementado la alta tasa de maternidad y
paternidad precoz, que ha conducido a que mucha mujeres sean
madres a los 15 y abuelas a los 30, sino que, además las
concepciones en las relaciones de género
continúan moviéndose en el plano de la cultura
patriarcal tradicional, reforzando las conductas de
sumisión y dependencia del hombre, sin que como sociedad
hayamos avanzado significativamente en torno al tema de la
equidad en las
relaciones de género.

De esta manera, socialmente se adjudican roles determinados a
cada sexo, al
hombre se le asigna el mundo de "lo público", la toma de
decisiones y de responsables principal del sustento
económico, a la mujer se le
reserva el ámbito de "lo privado", de lo que tiene que ver
con el hogar, la reproducción,  la educación de
los hijos y quehaceres domésticos.

Esta división sexual de las responsabilidades
repercuten en los vínculos entre hombre, mujeres,
niños y niñas y especialmente en las relaciones de
pareja: actitudes de pasividad o actividad en las
expresión de sus deseos y necesidades sexuales, decisiones
ante la planificación
familiar o patrones de conducta que
tienden hacia la fidelidad o infidelidad.

Así mismo, culturalmente los niños y las
niñas  han sido representados en lo sexual como algo
"puro e inocente" que deben ser protegidos del tema sexual al
mismo tiempo que se les vigila sin explicaciones para protegerlos
de sus instintos sexuales, transformando la sexualidad en tema
tabú. Este modelo
cultural quita a los niños la posibilidad de conocer y
aceptar su sexualidad como una característica humana.

Por lo anterior, la pregunta central que focaliza el problema
objeto de esta investigación, es la siguiente:

§¿Cuáles son las representaciones sociales
de los niños, niñas y adultos sobre la
niñez, la adultez  y la sexualidad, en el municipio
de Neiva?

§¿Qué interpretaciones pueden elaborarse en
torno a estas representaciones sociales?

§¿Cuál es el significado de las
representaciones sociales encontradas?

2. OBJETIVOS

2.1 OBJETIVO GENERAL

Describir, interpretar y comprender las representaciones
sociales de los niños, niñas y adultos(as) del
municipio de Neiva – Huila, acerca de niñez, adultez y
sexualidad.

2.2 OBJETIVOS
ESPECIFICOS

Y       Identificar, jerarquizar
e interpretar las definiciones, opiniones, metáforas,
creencias y nexos de sentido que los niños y niñas
del municipio de Neiva – Huila, poseen en torno a  la
niñez, la adultez y la sexualidad.

Y       Identificar, jerarquizar
e interpretar las definiciones, opiniones, metáforas,
creencias y nexos de sentido que los adultos y adultas del
municipio de Neiva,  poseen en torno a  la
niñez, la adultez y la sexualidad

Y       Identificar e
Interpretar los conceptos que poseen los adultos y adultas en
torno a la sexualidad y la forma como estas determinan las
prácticas de educación sexual.

Y       Identificar e
Interpretar el
conocimiento que poseen los niños y niñas en
torno a la sexualidad y la forma como estas determinan sus
prácticas de relación.

Y       Establecer y comprender
el carácter de sujeción existente en las relaciones
entre los niños(as) y los adultos(as).

PROPOSITO

El propósito de la presente Investigación apunta
hacia la comprensión de los significados presentes en la
representaciones sociales de los niños, niñas y
adultos(as) del municipio de Neiva, para proponer estrategias de
intervención orientadas a fortalecer los vínculos
entre niños(as) y adultos(as) en la perspectiva de
contribuir a la prevención del maltrato, la violencia y el
abuso y a la transformaron de estas practicas.

3. ANTECEDENTES

Se considera pertinente los siguientes antecedentes los cuales
hacen aportes importantes y significativos para la
contextualización y desarrollo de la 
investigación ya que ilustran los ámbitos en los
cuales han sido estudiadas las representaciones sociales a nivel
regional, de igual manera, revelan los conocimientos existentes
hasta el momento sobre el tema, orientando nuestro estudio hacia
la construcción de un estudio relevante y con pertinencia
investigativa.

En primer antecedente a nivel internacional, es el estudio
titulado "Los Derechos Políticos de la Infancia desde
la Percepción Adulta"
, de autoría
J.A Ligero Lasa y Marta Muñoz del Grupo de Trabajo de
Sociología. Investigación elaborada
para la Oficina del
Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid
España.

Esta investigación cualitativa, se valió
metodológicamente de técnicas tales como: entrevista
semiestructurada a políticos y representantes de
diferentes administraciones, y a la vez se acudió a los
grupos discusión con padres y educadores. Los autores del
estudio pretenden evaluar de manera comprensiva el conocimiento y
las actitudes de los adultos respecto a lo que se extractó
en la Convención de los Derechos del Niño de 1989 y
consecuentemente conocer el discurso de éstos ciudadanos
mayores de edad sobre la participación de los menores en
los diferentes ámbitos sociales.

Retoma el planteamiento de la nueva Convención que
reconoce por primera vez el ejercicio de la ciudadanía en los niños y
niñas como sujetos de derecho, los autores sugieren que
este reconocimiento implica nuevas formas de relacionarse de los
niños con la sociedad lo que motiva a la
investigación a evaluar si realmente este reconocimiento
legal de una nueva infancia ocurría igualmente en los
imaginarios y en las prácticas sociales de los
adultos[12].

Las conclusiones del estudio parten de seis aspectos
referentes a los espacios de participación del niño
el primero de ellos hace referencia a la
conceptualización de la infancia
donde se concluye que
"generalmente existe una dificultad para definir la infancia, y
que la forma más frecuente de mencionar a los niños
y las niñas es mediante el uso de metáforas y
metonimias, casi todas las referencias aún les
sitúan lejos del reconocimiento como sujetos plenos de
derechos".

El segundo aspecto se refiere al los espacios,
ámbitos y tiempos
donde se plantea que existe una
invisibilidad social de los niños, los cuales son
percibidos como sujetos ausentes de "propiedad
privada de los padres". El niño se encuentra enmarcado en
el espacio privado de la familia,
sin que se reconozca su entidad individual y separada. El estudio
plantea que el niño se hace visible e individualiza si
pasa del ámbito privado (familia) al ámbito
público (otras instituciones socializadoras que permitan
la participación del niño, fuera de la escuela). 

Otro espacio mencionado en el estudio es el colegio
como una institución pública, impuesta, que como
tal puede llegar a tener su poder
estigmatizador negativo, donde existe una relación de
padres y profesores contradictoria ya que estos descargan
responsabilidades hacia cada uno, sin reconocer que el papel del
profesor es
educador en el proceso de formación del individuo.

En cuanto a los modelos educativosel estudio constata
que existe una sobreprotección familiar y un aislamiento
social de la infancia por parte de los padres, esto implica que
el niño adquiere un grado de autonomía dependiendo
del espacio en el que se encuentren, esto viene determinado por
la connotación del ámbito y por las relaciones que
se establezcan entre niños y adultos, los autores sugieren
que los modelos de relación basados en la negociación intrafamiliar  producen
una más temprana independencia.

Referente a la participación,existe un
desconocimiento y una resistencia al
reconocimiento de los niños como sujetos plenos de
derechos, los autores sugieren que se debe reconocer y valorar
las capacidades de los niños ya que existe una
subordinación de los adultos respecto a los
niños.

Finalmente los autores concluyen que el conocimiento de los
derechos de participación de la infancia se da más
entre los políticos y los educadores no formales que entre
padres y profesores, se han dedicado más esfuerzos en
desarrollar el cumplimiento de los derechos relacionados con la
provisión y la protección quedando pendiente el
desarrollo de los derechos de la participación.

Se plantea que existe un temor de los padres por establecer
relaciones más igualitarias con sus hijos, mientras los
profesores buscan una relación de autoridad y respeto
frente a relaciones de igualdad con
los alumnos, y los educadores de los ámbitos no formales,
hacen hincapié en el establecimiento de límites
asumiendo que los niños no tienen un punto de vista
técnico, en síntesis
los adultos mantienen una relación un tato distante y de
superioridad respecto a los niños.

Definitivamente, podemos afirmar que este estudio es
pertinente para el desarrollo de nuestra investigación,
por un lado, guarda una estrecha relación conceptual y
metodológica con nuestro estudio, por su carácter
cualitativo intenta lograr un acercamiento a las representaciones
sociales y sus dinámicas, interesándose por conocer
no solo lo que se piensa sobre la infancia sino cómo se
piensa y como se expresa mediante el lenguaje.
Por otro lado, nos deja un referente muy claro sobre la manera en
que los adultos asumen los derechos políticos de la
infancia, situación que resalta la importancia de nuestra
investigación ya que conviene cuestionarnos sobre esas
representaciones sociales de los adultos sobre la infancia, pues
es claro que este antecedente muestra que no
existe todavía un reconocimiento legal de una nueva
infancia en los imaginarios y en las prácticas sociales de
los adultos.

Un antecedente a nivel nacional que es pertinente para el
desarrollo de nuestra investigación es el estudio titulado
"Representaciones sociales de lo femenino y lo masculino".
Las autoras Andrea Azcuntar Henao, carolina Giraldo Massa y
Carolina Velez Rendon, describieron las representaciones sociales
de género de los niños y niñas del grado
cuarto de primaria del colegio Llama en la ciudad de Cali –
Colombia. La modalidad de la investigación es no
experimental de tipo transversal descriptiva, ya que se
empleó una sola visita a la institución donde se
aplicaron los instrumentos para hacer el respectivo
análisis a la luz de la
teoría del Aprendizaje
Social de Bandura. Las autoras utilizaron como instrumento una
guía de instrucciones compuesta por tres preguntas
abiertas basada en la teoría de Bandura, las preguntas
fueron: ¿Cómo son las mujeres y los hombres en
la
televisión?, ¿Qué les dicen sus padres
acera de qué es hombre y qué es mujer?
¿Qué le dicen sus amigos y sus profesores de
cómo tienen que ser los hombres y las mujeres?

La anterior investigación apunta hacia el conocimiento
de las representaciones sociales de género y a determinar
la incidencia de algunos agentes de socialización como
padres, medios de
comunicación, colegio y grupo de amigos, los
investigadores encontraron que los agentes de mayor influencia
que se ve reflejado en la construcción de lo femenino y lo
masculino en los niños y las niñas del cuarto grado
del colegio Llama es la televisión.

Igualmente, la investigación concluye que la
representación social de género de los niños
refleja un paradigma
menos rígido que el tradicionalmente concebido, de tal
manera que se establecen roles que son factibles en su
ejecución tanto para los hombres como para las mujeres. De
esta manera se detectó que la influencia del grupo de los
compañeros en la perspectiva de lo femenino y lo masculino
que tiene un niño es relevante en la medida en que el
niño actúa tomando como marco de referencia las
conductas y opiniones socializadas entre sus
compañeros.

Lo anterior permite resaltar la importancia de un abordaje
cualitativo en la investigación, esto valida
metodológicamente nuestra investigación ya que nos
refleja la pertinencia del método
cualitativo que permite rescatar la autenticidad y subjetividad
de nuestro objeto de estudio capturando la realidad del sujeto
para la comprensión y la explicación de ese
significado y de esta forma reconstruirlo a través de su
discurso. Por otro lado este estudio nos deja un conexo con
nuestra investigación, puesto que nos aporta elementos
relevantes sobre las representaciones sociales de lo femenino y
lo masculino en los niños, que es también uno de
los intereses de nuestro estudio.

Otro antecedente nacional, es de la autoría de
María Victoria Alzate Piedrahita, en su artículo
"Concepciones e imágenes
de la infancia",
publicado en la revista
Ciencias Humanas, en donde hace la exposición
de un balance documental-bibliográfico sobre la infancia
como objeto de estudio e investigación, esta autora
describe la evolución de las concepciones e
imágenes de la infancia con base a diversos enfoques
(psicopedagógico, histórico,
político-social, psicosocial, jurídico), al igual
que hace una exposición muy importante sobre la
representación social de la infancia, los derechos del
niño y la "nueva" infancia.

En este documental la autora concluye que en la historia de la
vida privada se concibe a la infancia como una categoría
social "invisible/visible"; mientras que la historia
psicogénica que asocia a la infancia con las pautas o
formas de crianza; y la historia como indagación
genealógica define a la infancia como una figura social; y
la historia de la infancia colombiana que la caracteriza por una
dinámica de transformación de conceptos y
prácticas fundamentadas en la autoridad y moral religiosa
tradicional que ceden lugar a perspectivas modernas que hacen
referencia directa a las cualidades psicosociales de niños
y niñas.

– La concepción pedagógica moderna de la
infancia, define a ésta como un periodo reservado al
desarrollo y a la preparación para el ingreso de la vida
adulta; y la concepción pedagógica
contemporánea de la infancia, entiende a ésta como
un período vital reservado al desarrollo
psicobiológico y social en el marco de los procesos
educativos institucionales.

– La concepción pedagógica activa y moderna de
la infancia, la define como una etapa de evolución de la
especie, como semilla de esperanza de una nación
moderna, y como objeto de estudio e intervención de los
saberes modernos que se ocupan de los niños.

– Las concepciones provenientes de la psicología
social conciben la infancia como un período de vida
que se refiere a un conjunto de población; un consenso
social sobre una realidad objetiva y universal; etapa ideal del
hombre en un mundo real, cotidiano, en contraste con un mundo
ideal e imaginario.

Se concluye igualmente que las representaciones sociales de la
infancia, tienen que ver directamente con el pasado de cada uno
de nosotros, con nuestra descendencia, y con el porvenir de cada
grupo humano; interesa por tanto a los individuos y a las
sociedades sin
excepción. Se plantea que tanto los adultos como los
niños están interiorizando a través de
los medios de
comunicación formas mitificadas de actuar y pensar en
relación a los niños, en donde los unos como los
otros adoptan estilos de pensamientos idealizados que afectan en
donde se muestra la complejidad de los mecanismos de
representación social del niño, del pensamiento
mítico y de sus relaciones con los modelos ofrecidos a los
niños y, de otra parte, muestra como el propio niño
se enfrenta a estos modelos ideales con los que compara la imagen
de sí mismo.

De otra parte, se concluye que los nuevos avances
jurídicos y de las políticas sociales, consideran a
la infancia como sujeto de derechos y objeto de políticas
o programas sociales que tratan de repercutir positivamente en
las circunstancias de vida de la población
infantil[13].

Este artículo es de suma importancia como un
antecedente en nuestro estudio ya que nos aporta elementos muy
significativos sobre las concepciones de la infancia desde
diversos enfoques, al igual que nos pauta un tema en común
como son las representaciones sociales de la infancia en donde
nos muestra como el niño va introyectando elementos
socializadores que van determinando el pensamiento y la praxis del
infante, lo que nos resulta pertinente hallar y comprender las
representaciones sociales de la infancia, no solo en los adultos
sino que también en los mismos niños, y de esta
manera encontrar una comprensión de esas lógicas
que ensamblan los niños como los adultos de nuestro
estudio.

Los estudios presentados hasta el momento, muestran varios
aspectos relevantes para esta investigación:

En primer lugar, los estudios en mención fueron
abordados desde la concepción cualitativa de la
investigación, aspecto que valida la propuesta
metodológica de este trabajo, puesto que se reconoce la
validez y la confiabilidad de este método para indagar
sobre los aspectos subjetivos de la vida social, que es el
elemento central que ilumina esta investigación.

Por otra parte, se centran en los niños y las
niñas, hasta hace poco sin voz dentro de los espacios
académicos y de interacción social; a través
de estos estudios se reconoce el valioso aporte que ofrece el
indagar sobre la manera como los niños interpretan la
realidad que ha sido también una razón importante
en el presente trabajo. En tercer lugar, reafirman la validez de
la combinación de técnicas cuantitativas y
cualitativas, lo cual respalda su uso también en este
estudio.

Lo anterior permite resaltar la importancia de un abordaje
cualitativo en la investigación, esto valida
metodológicamente el estudio ya que refleja la pertinencia
del método cualitativo que permite rescatar la
autenticidad y subjetividad del objeto de estudio, capturando la
realidad del sujeto.

A nivel regional, encontramos el estudio titulado
"Representaciones Sociales de los niños y niñas
huilenses sobre convivencia y el conflicto",
esta
investigación guarda una estrecha relación tanto
conceptual como metodológicamente con nuestro trabajo
investigativo.

Se trata de un estudio enmarcado en la línea de
investigación "Infancia Vínculos y relaciones" del
Grupo Crecer del programa de Psicología de la Universidad
Surcolombiana, coordinada por los profesores de
investigación Myriam Oviedo Córdoba y Carlos
Bolívar
Bonilla Baquero y elaborada conjuntamente con treinta y dos
estudiantes de psicología.

El estudio se desarrolló entre el año 2002 y
2003 y comprometió algunos  municipios del
departamento del Huila, con una unidad poblacional de 1348
niños y niñas de 7 a 10 años de edad
escolarizados y no escolarizados.

El propósito de este estudio fue comprender los
significados psicosociales en las representaciones sociales de
niños y niñas del Huila para sugerir las
características básicas de un programa de
educación, en perspectiva de construcción de
convivencia pacífica basada en la resolución no
violenta del conflicto.

El estudio concluye que aunque niños y niñas
vivencian la convivencia y el conflicto en los contextos
cotidianos (familia, escuela y sociedad) relacionándolos
con diferentes situaciones, personas, hechos, elementos y
demás; en el genero femenino,
se hace mayor énfasis en las consecuencias emocionales y
afectivas, producto de
estas circunstancias, sintiendo el conflicto como algo propio de
su cotidianidad, contrario al genero masculino que le otorgan a
la convivencia, y el conflicto menos carga emocional y afectiva y
en el contexto social aunque reconocen el conflicto, no se
sienten agentes activos y aclaran que estos hechos están
dados por personas adultas no cercanas a ellos, como los
militares y guerrilleras[14].

Finalmente, se logró comprender desde varios supuestos
psicológicos y sociales, la realidad y pensamiento de
nuestros niños, su forma de relacionarse e interactuar,
así como las diferencias y similitudes entre las
representaciones sociales que están construyendo sobre la
convivencia y el conflicto.

Esta investigación  deja como referente la
importancia de entender que los niños y las niñas
construyen sus representaciones a partir de la realidad captada y
muestra como estos se identifican como sujetos de derechos, por
lo que aporta a nuestro trabajo la importancia de reconocer al
niño como un actor social capaz de construir y recrear esa
realidad. 

Un antecedente nivel regional, que guarda una relación
de proximidad este  estudio es la investigación
cualitativa sobre maltrato infantil, publicada en el año
2000 con el título "Como Si No Existiera" 
desarrollada por las profesoras la Universidad Surcolombiana,
Myriam Oviedo Córdoba y María Consuelo Delgado de
Jiménez.[15]

Esta investigación patrocinada por la Universidad
Surcolombiana y el Banco de la
República, abordó el problema del maltrato
infantil desde las propias vivencias y percepciones de los
niños y  las niñas, tal como se pretende hacer
con las representaciones sociales que tienen los niños y
las niñas, sobre  niñez, adultez y
sexualidad.

El estudio se interesó por la situación de la
niñez en el departamento y en él se registraron las
voces de los
infantes y los significados atribuidos por ellos al maltrato, con
base en ello, las investigadoras proponen una teoría
interpretativa que devela los procesos de afrontamiento del menor
frente al maltrato y recomiendan estrategias para su tratamiento
y prevención.

Entre las conclusiones más importantes destacaremos las
siguientes: no todos los niños y las niñas
maltratados internalizan la experiencia del mismo modo; algunos
aceptan positivamente el maltrato y justifican al adulto
maltratador asumiendo el discurso de éste último:
"me lo merezco, es por mi bien"  y otras frases de este
estilo son referidas por los niños. Otros, no lo aceptan
aunque les toque padecerlo, negando las razones del adulto para
ejercer el castigo físico, por ejemplo.  Esta
conclusión ha guiado en el estudio, la interpretación de algunos relatos de
niños y niñas que describen el origen del conflicto
en relación con el castigo y agresión física
vivenciada.

Todo maltrato dejará huellas psicológicas
profundas, representaciones sociales diversas en los niños
sobre adultez y niñez, puesto que fue evidente que el
maltrato es una expresión vivida por los actores
participantes en nuestro estudio y que enmarcan las
representaciones que construyen su cotidianidad.

Metodológicamente el estudio sobre maltrato
acudió a la Teoría Fundada, aunque no ha sido 
elegida en este estudio, si guarda relación con los
relatos y entrevistas en profundidad que se han empleado. Los
interrogatorios practicados a los niños y las
niñas  maltratados confirmaron la utilidad para el
trabajo de campo realizado.

4. JUSTIFICACION

Múltiples son las razones que justifican el desarrollo
del presente estudio. En ésta síntesis expondremos
las siguientes:

Hasta el momento es evidente  la existencia de diversas
investigaciones en torno al maltrato y la
violencia, como formas de relación entre los adultos, los
niños y las niñas. Hemos avanzado  en su 
cuantificación y la comprensión de algunas de sus
causas, las cuales, hacen alusión a la historia personal
del adulto como principal evento asociado a su aparición.
Por tanto, si concebimos que las representaciones de los adultos,
son el resultado evolutivo de las representaciones infantiles, en
consecuencia, el conocer en edades tempranas dichas
representaciones, resulta ventajoso para intentar evitar,
mediante la educación, que se arraiguen aquellas que
atenta contra la tolerancia, el
respeto, el reconocimiento, y para fortalecer las que lo
propician.

En nuestro medio es muy poco lo que se ha indagado sobre los
conceptos de la niñez que poseen los adultos y los mismos
infantes, por lo que resulta muy conveniente estudiar y
comprender las representaciones que se erigen alrededor de estas
concepciones y que por supuesto se están pautando formas
de interacción todavía muy cuestionables.

Estudios anteriores (ver antecedentes) han permitido conocer
la visión de los niños sobre estas
problemáticas, pero no se han dirigido a entender los
conceptos que los niños y niñas poseen sobre los
adultos, los cuales actúan como mediadores de sus mutuas
interacciones, generando respuesta al trato que reciben de ellos,
e iniciativas para la acción. El acercarnos hacia las
interacciones como núcleo central de estas
representaciones sociales, que están orientando
comportamientos, y estructurando la dinámica social, se
propondrá conocimiento para la intervención
ejecutada en los distintos campos del saber.

Hemos cuantificado la maternidad y paternidad precoz, el abuso
sexual y la incorporación temprana de los niños y
niñas a la sexualidad, a través de la prostitución y la explotación
sexual, pero no hemos indagado lo que la sexualidad representa
para ellos, en las visiones que tienen de la sexualidad, en
comprender el manejo que se la está dando, en la
educación sexual impartida, los tabúes, el grado de
importancia atribuidos a ellos, el modo de expresarla y bajo
qué parámetros. Por tanto, los programas de
educación sexual aparecen como una serie de contenidos que
se imponen, sin comprender si tales contenidos recogen, o no,
estas inquietudes fundamentales. Tampoco conocemos lo que los
adultos piensan sobre la sexualidad infantil, y la forma como sus
opiniones determina las prácticas educativas en torno a
éste aspecto.

Además resulta preocupante encontrar cifras dolorosas
en nuestro municipio que reflejan la situación de maltrato
a la que están expuestos nuestros niños, realidades
que nos exige como profesionales a actuar de manera eficaz, por
tanto una manera válida de  develar lo que se esconde
detrás de esa relación niño – adulto es
preguntarnos por las representaciones que han cimentado los
adultos en relación a los infantes.

Por lo anterior, esta investigación tiene, en la
construcción de conocimiento sobre estos aspectos, el
principal argumento de justificación.

Por otro lado, abordar esta indagación desde una mirada
investigativa, como la aproximación cualitativa, que
rescata la intersubjetividad, nos permite recolectar
información directamente del actor social, mediante el uso
de la palabra en sus narraciones, que expresan la
construcción propia de su realidad, convirtiéndola
en una aproximación innovadora en la perspectiva de
construir conocimiento, que aporta a la comprensión del
mundo psicológico de los habitantes de el departamento, y
en lo que respecta a nuestro municipio de Neiva.

Igualmente, consideramos que el compromiso de la Universidad
Surcolombiana, debe encaminarse a la compresión de
aquellos aspectos de la realidad social e individual, que
explican las formas de interacción naturalizadas por la
cultura, brindándonos la oportunidad de orientar
comportamientos, encaminados hacia el desarrollo de interacciones
sociales y formas de comunicación, y  abonar el
campo  para viables intervenciones futuras relacionadas con
el conocimiento y mejoramiento de nuestro contexto.

Por estas razones, este trabajo investigativo se justifica al
abordar un problema de máxima actualidad, vigencia y
trascendencia para la vida, no solo del Huila, sino del
país mismo. Si logramos producir conocimiento sobre las
lógicas que subyacen en las relaciones entre los
niños, las niñas y los adultos, será posible
proponer formas de intervención, orientadas a la
transformación de esas lógicas, como requisito
fundamental de la tarea de alternativa social, propia del
psicólogo y del saber psicológico.

Nuestro estudio cobra mayor importancia, si además se
considera el esfuerzo que en este mismo sentido expreso, viene
haciendo, en su conjunto, el propio Estado, la sociedad civil y
múltiples ONGS, en la perspectiva de mejorar  la
eficiencia y
la eficacia de las
alternativas de intervención, propuestas para la
construcción de una sociedad más humana, porque es
más sensible a las necesidades infantiles.

Finalmente, y no por ello menos importante, nuestro estudio se
constituye en una oportunidad real en que la Universidad Sur
colombiana a través del programa de Psicología,
promueva, divulgue y aporte conocimientos, servicios
específicos y  científicos capaces de
cualificar aspectos que contribuyan sobre todo a preparar
profesionales capaces de comprender las dificultades del entorno,
e intervenir en procura de lograr mejores niveles en la calidad de vida
de los huilenses. 

5. REFERENTE CONCEPTUAL

Hablar de representaciones sociales sobre niñez,
adultez y sexualidad significa hacer una reflexión acerca
de la dinámica de las relaciones niño – adulto y
sobre todo las tensiones o contradicciones de lo que se dice y de
cómo se actúa en la cotidianidad.

En este sentido, abordar el tema de las representaciones
sociales implica conocer cómo se establece una
representación social, qué se sabe
(información), que se cree, cómo se interpreta
(campo de la representación) y qué se hace o como
se actúa (actitud). Para esto, tomaremos como base el
proceso de comunicación e interacción en las
relaciones del individuo en la sociedad como mecanismos que
trasmiten y construyen realidad.

Partiendo de que toda persona forma parte de una sociedad, con
una historia y un bagaje cultural, donde se comparten normas, valores e
intereses comunes podemos afirmar claramente que los
niños(as) como los adultos(as) son actores sociales que
están construyendo formas de representación social
a partir de su propia experiencia, de la información de
amigos, instituciones y sobre todo de los medios de
comunicación, estos conocimientos socialmente elaborados y
compartidos son la reconstrucción del sujeto en un
ambiente
cultural determinado.

De esta manera, los niños y los adultos están
reconstruyendo y recreando conceptos, imagines, representaciones,
sobre niñez, adultez y sexualidad, desde su propio marco
de referencia; estos conocimientos o representaciones 
indiscutiblemente orientan la conducta del individuo, es por esto
que nuestro estudio pretende describir y comprender esas
representaciones ya mencionadas anteriormente en niños y
adultos, que de alguna manera están influyendo en el
proceso de socialización de esta población de
Neiva.

El concepto de
representaciones sociales

En primer lugar, comenzaremos la discusión abordando el
concepto de representaciones sociales, según Fisher
(1990), quien plantea que estas son un proceso de
elaboración perceptiva y mental de la realidad que
transforma los objetos sociales (personas, contextos,
situaciones) en categorías simbólicas (valores,
creencias, ideologías) y les confiere un estatuto
cognitivo que permite captar los aspectos de la vida ordinaria
mediante un reenmarque de nuestras propias conductas en el
interior de las interacciones sociales"[16]

En este sentido, las representaciones sociales, como
construcción social y cultural, son el mecanismo
interpretativo producto del sistema en el que
el individuo está inmerso. Las representaciones sociales
tienen un componente cultural y otro individualizado configurado
en relación a las experiencias particulares vividas. No
representa simplemente opiniones sobre imágenes o
actitudes sino teorías o ramas del conocimiento para el
descubrimiento y organización de la realidad. Las
representaciones sociales no son unívocas ni
homogéneas; ante un mismo estímulo cada individuo
puede dotarle de diferente significado dependiendo de su bagaje,
implicando entonces diferentes acciones o
decisiones sobre su actuación. Estas representaciones o
esquemas interpretativos son la antesala del comportamiento, el
motor y la
dirección de la
acción[17].

El discurso, las imágenes, las formas de relacionarse y
las concepciones que sobre un determinado tema reposan, alimentan
y se generan en las representaciones sociales, es un buen
conducto para conocer la representación que subyace en
torno a la niñez, adultez y sexualidad y por consiguiente
para entender y explicar las acciones de los actores
sociales.

Función de las representaciones
sociales

Hasta ahora hemos conceptualizado lo que es una
representación social, y como es nuestro interés
encontrar esas representaciones sociales de niños(as) y
adultos(as) sobre niñez, adultez y sexualidad, es
prioritario en este sentido, conocer la función de las
representaciones sociales y cómo opera ese mecanismo por
el cual se está cimentando todo un sistema de valores
socialmente compartidos que en últimas rigen nuestro
actuar.

Retomamos a Moscovici, Abric y Doise, quienes atribuyen a las
representaciones sociales un papel fundamental en la
dinámica de las relaciones. Por tanto, consideran que
estas responden a cuatro funciones
esenciales[18]:

1) De conocimiento o saber: Adquirir conocimientos e
integrarlos en un marco comprensible para los individuos, que
responda a los valores a
los cuales ellos adhieren y faciliten la
comunicación.(Moscovici)

2) Funciones identitarias:

"Las representaciones también tienen la
función de situar a los individuos en el campo social,
permitiendo la elaboración de una identidad
social y personal gratificante, es decir, compatible con el
sistema de normas y valores social e históricamente
determinados"[19]

3) Función de guía para el comportamiento: Al
ser la representación un sistema de pre-codificación de la realidad, se constituye
en una guía para la acción

4) Funciones Justificativas: Las representaciones, permiten
justificar las tomas de posición y los comportamientos a
posteriori en la interacción. 

Lo anterior nos permite tener mayor claridad en cuanto a la
función de las representaciones sociales, esto ayuda a
comprender aún más el sentido que tiene para los
actores de nuestro estudio el poseer  estas
representaciones, por tanto, nuestro interés apunta a
identificar, comprender y hallar los nexos de sentido de las
mismas. Para lograrlo es igualmente importante exponer a
continuación el proceso de construcción de esas
representaciones sociales lo cual permitiría entender como
se está presentando ellas en nuestros niños(as) y
adultos(as).

Según Denisse Jodelet (1993), citado por CORTES PINTOla
objetivización y el anclaje corresponden a dos procesos
que se refieren a la elaboración y al funcionamiento de
una representación social, éstos muestran la
interdependencia entre la actividad psicológica y sus
condiciones sociales:

1. La objetivación (lo social en la
representación)  hace referencia a la
propiedad de hacer concreto lo
abstracto, de materializar la palabra, es decir, materializar
significados a esquemas conceptuales. "Objetivizar es reabsorber
un exceso de significados materializándolos" (Moscovici,
1976).  

En este sentido, podemos encontrar que para hallar esas
representaciones sociales en nuestros niños(as) y
adultos(as) es tratar de adentrarnos en ese mundo
simbólico que esta construyendo estas personas, es
preguntarnos cuáles son los significados, los conceptos,
las actitudes, las creencias, prejuicios, que construyen en esa
interacción con el otro.

2. El anclaje (La representación en lo social)
se trata de articular esa materialización conceptual con
la ya preexistente hallándole un significado y una
utilidad propia que se convierte en un sistema lectura de la
realidad social que se traduce en un sistema de valores que
permiten la comunicación entre los grupos y las formas de
interacción entre estos.

La relación dialéctica entre esos dos procesos
permiten "hacer inteligible la realidad y para que, de esa
inteligibilidad, resulte un conocimiento práctico y
funcional; un conocimiento social que nos permita desenvolvernos
en el entramado de relaciones y situaciones que implica la vida
cotidiana"[20].

Podríamos seguir citando muchos argumentos
teóricos que sustenten conceptos concernientes a las
representaciones sociales, pero consideramos que los
planteamientos hasta ahora referidos nos dejan una claridad
conceptual muy puntual sobre las representaciones sociales y las
formas en como operan.

Es preciso, entonces señalar algunas consideraciones
que se tienen sobre los conceptos de niñez desde diversas
perspectivas teóricas:

Consideraciones sobre el concepto de
niñez

Respecto a la niñez, es preciso aclarar que
éstos serán concebidos en nuestro estudio como
sujetos de derecho, este reconocimiento es valioso tenerlo en
cuenta ya que en nuestra investigación se aborda al
niño como un actor social capaz de interpretar un
conocimiento socialmente elaborado que podría resultar
indiferente por muchos adultos(as), y que en nuestra
investigación recobra mucha importancia para la
identificación de esa realidad vivida y manifestada por el
infante.

La concepción de la infancia, ha variado a lo largo de
la historia, debido a los modelos de organización
socioeconómica de las sociedades, las formas de
educación, los intereses sociopolíticos, que a
propósito han cambiado considerablemente a favor de la
infancia. Estas concepciones dependen de las distintas
condiciones sociohistóricas, y que indudablemente
también tienen que ver con el pasado de cada uno de
nosotros, con nuestra descendencia y con el porvenir de cada
grupo humano.

Según Casas (1998) citado por María Victoria
Alzate, "las representaciones sociales que tiene una comunidad
sobre la infancia constituyen un conjunto de saberes
implícitos o cotidianos resistentes al cambio (sean
verdaderos o falsos desde cualquier disciplina
científica) y tienen cuerpo de realidad psicosocial ya que
no sólo existen en las mentes sino que generan procesos
(interrelaciones, interacciones e interinfluencias sociales) que
se imponen y condicionan la vida de los niños y
niñas, limitando la posibilidad de experiencias o las
perspectivas de análisis fuera de esa
lógica
"[21].

En otras palabras, la infancia puede entenderse como esa
imagen colectivamente compartida que se tiene de ella, es aquello
que la gente dice o considera que es la infancia en diversos
momentos históricos. Cada sociedad, cada cultura, define
explicita o implícitamente qué es infancia,
cuáles son sus características y, en consecuencia,
qué períodos de la vida incluye, esto es lo que
llamaríamos en psicología una representación
social.

Por otro lado, podemos ver que se comienza a figurar un nuevo
reconocimiento de los derechos de la infancia, donde se
desarrollan políticas sociales destinadas a este grupo
social que pretenden configurar en última instancia formas
de interrelación entre la infancia y los adultos(as) como
grupos o categorías sociales, aunque parece que el
imaginario colectivo se resiste a creer que los niños son
sujetos capaces de decidir, participar y de pronunciarse
socialmente, esto significa que todavía persisten
contradicciones en la praxis de esas relaciones
niño-adulto, partiendo de esta hipótesis, existiría una
contradicción en la representación social de la
infancia ante el nuevo significado sobre la infancia, como sujeto
social, esto significa que se mantendría una resistencia
que trata de continuar con la visión tradicional sobre la
infancia como objeto o como sujeto invisible o
pasivo[22]. 

María Victoria Alzate, aborda la infancia desde una
perspectiva histórica en donde resume lo siguiente:

(a) La historia de la vida privada concibe a la infancia
como una categoría social "invisible/visible"; mientras
que la historia psicogénica que asocia a la infancia con
las pautas o formas de crianza; y la historia como
indagación genealógica define a la infancia como
una figura social; y la historia de la infancia colombiana que la
caracteriza por una dinámica de transformación de
conceptos y prácticas fundamentadas en la autoridad y
moral religiosa tradicional que ceden lugar a perspectivas
modernas que hacen referencia directa a las cualidades
psicosociales de niños y niñas.

(b) La concepción pedagógica moderna de la
infancia, define a ésta como un periodo reservado al
desarrollo y a la preparación para el ingreso de la vida
adulta; y la concepción pedagógica
contemporánea de la infancia, entiende a ésta como
un período vital reservado al desarrollo
psicobiológico y social en el marco de los procesos
educativos institucionales.

La concepción pedagógica activa y moderna de
la infancia, la define como una etapa de evolución de la
especie, como semilla de esperanza de una nación
moderna, y como objeto de estudio e intervención de los
saberes modernos que se ocupan de los niños.

(c) Las concepciones provenientes de la psicología
social conciben la infancia como un período de vida que se
refiere a un conjunto de población; un consenso social
sobre una realidad objetiva y universal; etapa ideal del hombre
en un mundo real, cotidiano, en contraste con un mundo ideal e
imaginario.

(d) Los nuevos avances jurídicos y de las
políticas sociales consideran a la infancia como sujeto de
derechos y objeto de políticas o programas sociales que
tratan de repercutir positivamente en las circunstancias de vida
de la población
infantil[23]
.

En síntesis la categoría de la infancia
está orientada por intereses sociopolíticos,
culturales, pedagógicos e incluyen bajo diferentes figuras
encubiertas, una aparente uniformidad que ha permitido concebir
nuevas formas educativas en el campo de la infancia.

Algunos significados y aproximaciones al concepto de
Adultez

Por otro lado, podemos encontrar que el significado y concepto
de Adultez igualmente está ligado a una concepción
social, en este sentido, las ideas y concepciones sobre la
adultez son tan diversas y en ocasiones tan contradictorias, que
tal vez este concepto se encuentre limitado a la evolución
misma de la sociedad, donde los modelos de ésta surgen de
manera tan diferente como profusa e intensa, y varía
según las culturas, por consiguiente este concepto no es
unívoco ni científico, por tanto es un concepto
cultural.

Lourdes Mondragón Pedrero sustenta: "Se suele
adjudicar cualidades que denominamos adultas, a aquellas que
están de lado de la cordura, la normalidad y la
sabiduría las cuales tienen sus raíces en la
religión,
la ley, la ética
humanística, el arte, la raza, o
la etnia
"… Entonces más personas de las que
probablemente quieren admitirlo se encuentran en los andamios que
sostienen la vida adulta"
[24]. Ahora bien,
encontramos dentro del estereotipo social que se le concibe como
una etapa de declinación y decadencia o, como la
consecuencia natural dentro de una perspectiva
organísmica.

En nuestro estudio, el adulto será concebido de acuerdo
a la perspectiva desarrollista en la que se considera a la
adultez, como la transferencia de habilidades y capacidades del
niño y el adolescente; por tanto el pensamiento maduro es
un retroceder y regresar a formas cualitativamente más
estructuradas de pensamiento.

Es pertinente tener en cuenta que en nuestro ambiente
cultural, el adulto tiene 6 características: 1 – individuo
pleno y formado, 2 – mayor y más productivo período
de la vida, 3 – gran rendimiento laboral, 4 – familia y
procreación, 5 – ejercicio socio – político
constante y equilibrado y 6 – autonomía personal
plena.

En cuanto a la
personalidad madura Maslow propone
las siguientes características: "Mejor
percepción de la realidad y más fácil
relación con ella, aceptación de sí, de los
demás y de la naturaleza,
espontaneidad, concentración en los problemas,
independencia, sensibilidad con cultura y medio, flexibilidad en
situaciones, horizontes amplios, sentimiento social, relaciones
sociales profundas, estructura
democrática, seguridad
ética, humor sin hostilidades, creatividad"
[25]

La valoración de la adultez depende de las
circunstancias sociales y culturales, en este sentido MEAD
propone 3 tipos de cultura:

1 – postfigurativas: consideración máxima a los
ancianos (senadores), pueblos patriarcales, conservadores.

2 – cofigurativas: adulto tipo humano dominante, sociedades
modernas.

3 – prefigurativas: activismo juvenil, a veces, más
influyente que adultos (as), parece que nos encaminamos a este
modelo.

Así vemos que el papel del adulto depende de cada
época, cultura o pueblo, no va con la naturaleza
humana.

Reflexiones sobre el concepto de sexualidad

De igual forma, podemos encontrar que existen diferentes
maneras de concebir la sexualidad de acuerdo a la época,
cultura y edad hasta género.

En primera medida partiremos del concepto de sexualidad
propuesto por Marcela Lagarde quien toma la sexualidad como
"el conjunto de experiencias humanas atribuidas al sexo y
definidas por éste, constituye a los particulares, y
obliga su adscripción a grupos socioculturales
genéricos y a condiciones de vida predeterminadas
". En
los particulares la sexualidad está constituida por sus
formas de actuar, de comportarse, de pensar, y de sentir,
así como por capacidades intelectuales,
afectivas y vitales asociadas al sexo. La sexualidad consiste
también en los papeles, las funciones y las actividades
económicas y sociales asignadas con base en el sexo a los
grupos
sociales y a los individuos en el trabajo, en el erotismo, en
el arte, en la política y en todas las experiencias
humanas; consiste asimismo en el acceso y en la posesión
de saberes, lenguajes, conocimientos y creencias
específicos; implica rangos y prestigio y posiciones en
relación al poder"[26].

En esta investigación partimos de un concepto amplio de
la sexualidad, que es mucho más que la simple genitalidad.
Es afecto, es corazón,
es encuentro interpersonal, es realización de la propia
personalidad,
es corporalidad.

Por lo anterior, la sexualidad rebasa al cuerpo y al
individuo: es un complejo de fenómenos
bio-socio-culturales que incluye a los individuos, a los grupos y
a las relaciones sociales, a las instituciones, y a las
concepciones del mundo -sistemas de
representaciones, simbolismo, subjetividad, éticas
diversas, lenguajes, y desde luego al poder. La sexualidad es a
tal grado definitoria que organiza de manera diferente la vida de
los sujetos sociales, pero también de las sociedades.

Por otro lado, la sexualidad es un complejo cultural
históricamente determinado consistente en relaciones
sociales, instituciones sociales y políticas, así
como en concepciones del mundo, que define la identidad
básica de los sujetos. En ese sentido, la sexualidad es un
atributo histórico de los sujetos, de la sociedad y de las
culturas, de sus relaciones, sus estructuras,
sus instituciones, y de sus esferas de vida. Podemos encontrar
que en nuestra sociedad hoy día existen concepciones
nuevas acerca de la sexualidad que son el resultado de un proceso
histórico que resaltan la tendencia a superar la fase
histórica del dominio de una
sexualidad surgida sobre la especialización, la
exclusión, la obligación y la prohibición de
experiencias vitales por sexos. Ha surgido la voluntad
histórica de superar la opresión sexual, aunque las
ideas y las normas sociales y culturales vigentes son aquellas
que conciben a la sexualidad como natural y biológica.
Esta concepción llega al extremo de subsumir lo social y
lo cultural en lo biológico, cayendo en un reduccionismo
genital.

En otros términos, la sexualidad en nuestra cultura
está estructurada socialmente por normas de exogamia cuya
base es el tabú del incesto amplio (de clase) o
restringido (padres, hijos, hermanos) según el caso,
así como por normas de endogamia, que permiten la
reproducción de otros grupos como las clases sociales y
los subgrupos de clase, o culturales. Se trata de una sexualidad
construida para reproducir una sociedad y una
cultura[27].

Foucault (1986) elaboró una de las concepciones
históricas sobre la sexualidad más compleja y
profunda. El centro de su análisis es el poder: "El
propio término de 'sexualidad' apareció
tardíamente, a principios del
siglo XIX… Se ha establecido el uso de la palabra en
relación con otros fenómenos: el desarrollo de
campos de conocimiento diversos (que cubren tanto los mecanismos
biológicos de reproducción como las variantes
individuales o sociales de comportamiento): el establecimiento de
un conjunto de reglas y normas, en parte tradicionales, en parte
nuevas, que se aplican en instituciones religiosas, judiciales,
pedagógicas, médicas; cambios también, en la
manera en que los individuos se ven llevados a dar sentido y
valor a su
conducta, a sus deberes, a sus placeres, a sus sentimientos y
sensaciones, a sus sueños. Se trataba en suma de ver
cómo, en las sociedades occidentales modernas, se
había ido constituyendo una 'experiencia', por la que los
individuos iban reconociéndose como sujetos de una
sexualidad
".[28]

En síntesis, todos los individuos tienen sentimientos,
actitudes y convicciones en materia sexual, pero cada persona
experimenta la sexualidad de distinta forma porque viene
decantada por una perspectiva sumamente individualizada. Se
trata, en efecto, de una perspectiva que dimana tanto de
experiencias personales como de elementos públicos y
sociales. "No se puede comprender la sexualidad humana sin
reconocer de antemano su índole pluridimensional: es un
hecho biológico, psicológico y
cultural"
.[29]

Finalmente, podemos concluir que tanto la infancia, como la
adultez y la sexualidad, son en definitiva una
representación colectiva producto de las formas de
cooperación entre grupos sociales también en pugna,
de relaciones de fuerza, de
estrategias de dominio, estas representaciones tienen un
componente cultural y otro individualizado configurado en
relación a las experiencias particulares vividas que
orientan la conducta del sujeto. 

6. DISEÑO METODOLOGICO

6.1 Enfoque y Tipo de
Diseño

La presente investigación utilizó un
enfoque cualitativo, puesto que éste trata
de comprender todo tipo de realidad y la asume como
construcción desde un punto de vista holístico,
para tratar de identificar, interpretar y comprender la
situación en estudio; además se proponen procesos
que tratan de dar sentido a la situación  en
cuestión en este caso las representaciones sociales que
tienen los niños, niñas, adultos y adultas, sobre
niñez, adultez y sexualidad. De igual manera se
decidió la utilización de  este enfoque,
deseando dar prelación a la realidad  según es
percibida por sus actores o sujetos de investigación
quienes poseen una participación activa en este
proceso.

Por tal motivo, el enfoque cualitativo reúne todas las
condiciones para abordar la problemática que se plantea en
la presente investigación, puesto que permite comprender y
buscar el sentido de la experiencia humana y la
significación  de las Representaciones Sociales de
los niños, niñas, adultas y adultos del municipio
de Neiva con respecto a la sexualidad, la niñez y la
adultez, mediante el diálogo,
el lenguaje  y la interacción.

Por otro lado, el enfoque utilizado para esta
investigación permitió tratar la realidad social,
utilizando para los propósitos la descripción, clasificación,
interpretación y comprensión de las
representaciones sociales. Bajo la denominación de
investigación cualitativa se agrupan una serie de
propuestas metodológicas que buscan describir e
interpretar situaciones y prácticas sociales singulares,
dando un lugar privilegiado al punto de vista de sus actores o
protagonistas. En otras palabras, "desde los enfoques
cualitativos de investigación
social se busca comprender la realidad subjetiva que subyace
a las acciones de los miembros de la
sociedad"[30].

En general, la investigación cualitativa puede ser
vista como el intento de obtener una comprensión profunda
de los significados y definiciones de la situación tal
como nos la presentan las personas, más que la
producción de una medida cuantitativa de sus
características o conducta (Ruiz e Ispizua 1989;
Wainwright 1997).[31].

Es así, que los resultados de la presente
investigación se circunscriben al grupo de habitantes del
municipio de Neiva Huila, los actores sociales del estudio son
niños, niñas, adultos y adultas de colegios
públicos y privados.

Toda investigación
social tiene siempre un objetivo que podríamos llamarlo el
por qué, un fin, el para qué y unos destinatarios
para quiénes, aunque no necesariamente estén
explícitos. Para el estudio era describir, interpretar y
comprender las representaciones sociales que tienen los
niños, niñas, y adultos(as) del municipio de Neiva
sobre niñez, adultez y sexualidad. Los métodos
cualitativos, buscan tratar al grupo y a sus procesos como
sujetos, con todas sus características particulares y con
sus diferencias de tiempo y espacio, analizando las expresiones
verbales, actitudes y comportamientos que no son cuantificables,
al igual que el grado de religiosidad, la moral y
otras tantas. Una actitud no es algo real sino un constructor por
parte del investigador.

Por último, cabe resaltar que la estrategia
investigativa utilizada para alcanzar una aproximación
más adecuada sobre las Representaciones Sociales que los
niños, niñas y adultos(as) tienen respecto de la
niñez, la adultez y la sexualidad, fueron los
testimonios y los relatos de vida
, para tratar de
comprender la construcción del significado de sus
Representaciones  Sociales, como lo ratifica el Doctor
Alfonso Torres "…(es) una estrategia metodológica
emparentada con la historia de vida pero más restringida y
focalizada, caracterizada por el uso de fuentes
directas, de inmediatez del relato ofrecido sobre la experiencia
de vida, y el uso de material documental y gráfico de
apoyo".[32]

6.2 POBLACIÓN

6.2.1 Unidad
Poblacional de Análisis

La población de la presente investigación
estará compuesta por las niñas, los niños,
los adultos y las adultas ubicadas en las zonas urbanas de siete
municipios del departamento del Huila, que representan sus cuatro
zonas (norte, sur, occidente y oriente), puesto que cada zona
muestra diferentes tendencias socioculturales, que
resultarán relevantes en la investigación.

Los municipios participantes en la investigación fueron
los siguientes: Neiva, Pitalito, Garzón, Palermo, Rivera,
Algeciras y Aipe.

Los niños y niñas participantes en este trabajo,
oscilaron entre edades comprendidas entre los cinco (5) y doce
(12) años de edad por considerar que en este amplio rango
de edad se pueden estudiar diferentes niveles evolutivos de
representaciones sociales.

El proceso de selección,
consistió en verificar los listados de los niños de
los grados primero, segundo, y sexto, donde se suponía
encontrar niños con las edades comprendidas entre
los  5 a 7 años y 11 y 12 años de edad. Una
vez identificado estos niños, se procedió a
seleccionar con la ayuda de la coordinadora a los niños
más y menos expresivos, con el fin de tener una unidad de
trabajo más heterogénea.

En Neiva este momento se inició
con la visita a los 4 colegios seleccionados para nuestra
investigación en nuestro municipio, donde se ubicó
a la población  que participó en el estudio; a
la vez, se realizaron los trámites pertinentes, relativos
al conocimiento informado de los actores como una de las
condiciones éticas necesarias para realizar el estudio,
así como la autorización por parte de las
directivas de la institución educativa en la que se
trabajo la investigación.

Por tal motivo, se seleccionaron 2 colegios públicos y
2 privados a fin de tener una población más
heterogénea, por lo que estas instituciones resultaron
sitios estratégicos para la selección de los
niños y las niñas participantes, puesto que por un
lado, este espacio permite elaborar, redescubrir, confirmar y
afirmar las representaciones sociales ya establecidas a partir de
la socialización primaria, por otro lado, el permitir
descubrir las representaciones sociales de niños de
diferentes estratos hizo más rica nuestra
investigación puesto que nos aportó una diversidad
de conceptos que ayudaron a identificar y comprender esas
representaciones sociales.

En cuanto a la población de los adultos y adultas
participantes, ésta estuvo conformada por padres y madres
de familia, profesores y profesoras, de estos niños y
niñas, seleccionados en nuestro municipio para el presente
estudio.

6.2.2 Unidad de
Trabajo

Con relación a las distintas características de
la unidad poblacional antes referida se han definido  450
niñas y niños escolarizados entre los 5 y 7 y 11 y
12 años de edad; y 150 adultas y adultos de los siete
municipios. La distribución de niños(as) y
adultos(as) por municipio es: en total 60 niños(as) y 20
adultos(as) por municipio, excepto el municipio de Neiva quien
trabajará con 120 niños(as) y 40 adultos(as), por
ser una población más grande. Los criterios de
selección son los siguientes:

  • Niños y niñas escolarizados, de pre-escolar y
    educación básica
  • Adultos y adultas como padres y madres de familia, otros
    cuidadores y los profesores de los niños
    participantes.

Por consiguiente, en este sentido la unidad de trabajo se
distribuirá de la siguiente manera:

  • 15 niñas entre los 5 y los 7 años de
    edad
  • 15 niños entre los 5 y los 7 años de
    edad
  • 15 niñas entre los 11 y los 12 años de
    edad
  • 15 niñas entre los 11 y los 12 años de
    edad
  • 15 o 20 adultos y adultas entre padres y madres de familia
    y profesores.

Finalmente, el número de los municipios escogidos, al
igual que los niños, niñas, adultos y adultas
corresponde a la disponibilidad del equipo investigador, con lo
cual se toma una población general de los siete
municipios.

En Neiva, se seleccionaron 4 colegios, de ellos dos son
oficiales y los otros de carácter público. Este
criterio se consideró en Neiva por ser un municipio
más grande. En cuanto al criterio de selección de
los colegios por estrato, se tuvo en cuenta para obtener
información más variada de niños,
niñas, y adultos(as) de diferentes clases
sociales, y de esta manera tener una investigación
más enriquecedora. Por tanto, la unidad de trabajó
para nuestro municipio se distribuyó de la siguiente
forma:

  • 30
    niñas entre los 5 y los 7 años de edad
  • 30 niños entre los 5 y los 7 años de
    edad
  • 30 niñas entre los 11 y los 12 años de
    edad
  • 30 niñas entre los 11 y los 12 años de
    edad
  • 40 adultos y adultas entre padres y madres de familia y
    profesores.

6.3 TéCNICAS E
INSTRUMENTOS

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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