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Representaciones sociales sobre la niñez, la adultez y la sexualidad en niños, niñas y los adultos(as) del municipio de Neiva – Huila (página 6)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Los hombres y mujeres trabajan y se
colaboran.

Mama y papa trabajan.

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS NIÑOS Y NIÑAS SOBRE DESNUDEZ

 Es normal que la mama se desnude frente a los
hijos

Es normal que la mama se desnude frente a los hijos.

para algunos niños y
niñas  es normal que una madre se desnude frente
a sus hijos,  para otros no.

La mama no se debe desnudar frente a los
hijos.

 

no esta bien que la mama se desnude ante los hijos

 

 

OPINIONES, CREENCIAS

Y METAFORAS DE LOS NIÑOS Y
NIÑAS SOBRE HOMOSEXUALIDAD

Dios creo al hombre con la mujer no a hombre con
hombre..

 

 

Dios creo al hombre con la mujer no a hombre con
hombre.

 La mayoría de niños y niñas
afirman que dios creo a la pareja hombre y mujer para estar
juntos y no a personas del mismo sexo.

una niña y un niño piensan que

los hombres se vuelven homosexuales porque se quieren
convertir  en mujeres.

La homosexualidad hay que
aceptarla,  expresa la libertad.

La homosexualidad expresa la libertad y hay que
aceptarlo.

 

algunos niños creen que los hombres se vuelven
homosexuales porque se quieren convertir  en
mujeres

Los hombrees quieren convertirse en mujeres por eso
se vuelven homosexuales.

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS NIÑOS Y NIÑAS SOBRE RELACIONES
EROTICO-AFECTIVAS
.

Se hace el amor para tener un
hijo.

Hacer el amor implica taer
hijo y complicar la vida.

 

Los niños piensan que se hace el amor para tener
un hijo y complicar la vida.

 

Hacer el amor puede traer un hijo y complicar la
vida.

Acariciarse es tener relaciones
sexuales.

 

Estar desnudos en la cama, así como acariciarse es
tener relaciones sexuales

Los niños creen que acariciarse, estar desnudos
en la cama y expresar sentimientos  es tener
relaciones sexuales.

Tener relaciones  es estar desnudos en la
cama

Tener relaciones es expresar sentimientos

Los  niños y los niños creen que los
hombres  las mujeres están juntos para hacer
cosas ricas.

Hacen cosas ricas porque están juntos.

Hacen cosas ricas por que están
juntos

 

 

 

 

Las relaciones sexuales   pueden enfermar a
las personas.

Las relaciones sexuales   pueden enfermar a
las personas

Los niños y niñas aseguran que tener
relaciones puede enfermar a las personas. Las relaciones
sexuales se ven como algo pecaminoso, que no se debe hacer
porque puede enfermar.

 

 

Deben dejarse madurar para esas cosas.

Los niños y niñas piensan que hay que
madurar par tener relaciones sexuales.

Los niños afirman que tener relaciones sexuales
es para los adultos, por tanto hay que madurar para
poder hacerlo.

 

Los niños y niñas se besana escondidas, lo
que significa que besarse no está bien hacerlo, por
tanto se hace a escondidas.

 

Los niños se besan a escondidas.

 

Los niños se besan a escondidas.

Los niños ven a los grandes hacer el
amor

Los niños ven a los grandes hacer el
amor

Los niños y las niñas afirman que los
grandes son vistos por los niños cuando hacen el
amor.

CUADRO 6:

PATRON COMUN Y TENDENCIA INTERPRETATIVA
SOBRE SEXUALIDAD EN  ADULTOS
(AS)

 

 

CATEGORIA

 

SUBCATEGORIA

 

TENDENCIAS

 

PATRONES COMUNES

TENDENCIAS
INTERPRETATIVAS

CONCEPTO DE LOS ADULTOS

 SOBRE SEXUALIDAD

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS ADULTOS SOBRE SEXUALIDAD

Los padres  son los responsables de una buena
educación
sexual.

 

Los responsables de una buena educación sexual
son los padres.

 

 

Los adultos (as) afirman que ellos como padres son
los responsables de la buena educación sexual de los
niños y niñas. Las

Es bueno hablarles de sexualidad a los
niños

 

Hablarles de sexualidad a los niños es Bueno.

Los  adultos afirman que es bueno hablar a los
niños  y niñas sobre sexualidad de acuerdo a
la edad.

La educación sexual va de acuerdo a la
edad.

Educar sexualmente va de acuerdo a la edad.

 

Comportamientos afectivos  entre las
personas  son  la sexualidad.

 

La sexualidad son  los comportamientos
afectivos  entre las personas.

 

Los adultos (as) aseguran que la información acerca
del sexo y los componentes afectivos entre las personas es
sexualidad.

Sexualidad es la formación acerca del
sexo.

Sexualidad es la formación acerca del
sexo.

La Sexualidad es vista como es la
formación acerca del sexo, se relaciona la sexualidad
a la genitalidad.

Los padres no educamos sexualmente por los tapujos
que tenemos.

Los padres no educan sexualmente por los tapujos que
tienen

Los adultos imparten una educación sexual puesto
que reconocen que tienen tapujos que les impide
hacerlo.

 

 

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS
SOBRE

ROL

DE

GENERO

 

Los padres hacen oficio y no son
homosexuales.

Los hombres también pueden hacer oficios
domésticos sin que por ello puedan ser
discriminados.

 

Los adultos (as) consideran que los hombres

 y las mujeres pueden realizar las mismas labores y
actividades , que los hombres son mas fuertes que las
mujeres.

Los hombres hacen oficio y eso no discrimina a
nadie.

El papa hace oficios de la casa.

Las mujeres no solo desempeñan labores
domesticas y pueden hacer los mismos trabajos que los
hombres.

 

Las mujeres no solo desempeñan labores domesticas
sino que también trabajan.

Los adultos reconocen que las mujeres no solo
desempeñan labores domesticas sino que también
pueden desempeñar otros roles como trabajar y
desempeñar algunas labores que realizan los
hombres.

Las mujeres pueden hacer los mismos trabajos que los
hombres

 

Los adultos afirman que las mujeres son de

Hoy todo es compartido.

 la casa y las adultas afirman que no trabajan

Los hombres realizan  trabajos duros y las
mujeres trabajos suaves.

 

Los hombres tienen más fuerza que las mujeres
por lo que no pueden trabajar sino en la casa cuidando a
los hijos.

 

Los adultos masculinos afirman que las mujeres no
tienen la mis fuerza que los hombres por tanto son de la
casa no deben trabajar y sí cuidar de sus
hijos.

Las mujeres son de la
casa      y  no trabajan
fuera por cuidar sus     a sus
hijos.

Las mujeres son de la casa.

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS ADULTOS SOBRE DESNUDEZ

No es pecado s estar desnudo
si  esta descubriendo su cuerpo.

 

Estar desnudo no es pecado si esta descubriendo su
cuerpo.

 

Los adultos y adultas concederán que la 
desnudes es permitida si es para descubrir su cuerpo, que
la madre se puede desnudar frente a sus hijos.

 

La mama se puede desnudar  delante de su
hijo.

 

Es normal que la mama se desnude delante de su hijo.

 

No se debe hablar de sexualidad  a los
(desnudos) niños.

 

No se debe hablar de sexualidad  a los
(desnudos) niños.

Los adultos cree que a los niños y las
niñas no se les debe hablar de sexualidad , de
desnudos afirmando que los niños los espían
cuando hacen el amor.

Los niños ven como los adultos hacen el amor.

 

Los niños ven como los adultos hacen el amor.

Los adultos reconocen que los niños los han
visto tener relaciones sexuales.

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS ADULTOS SOBRE

HOMOSEXUALIDAD

Dos hombre de la mano no es normal eso es
homosexualidad., Es mal ejemplo y es difícil de
aceptar.

 

Dos hombres de la mano es homosexual, no es normal y no
se debe aceptar porque es un mal ejemplo.

Los adultos (as) afirman que la homosexualidad no es
normal, que es mal ejemplo y es difícil de
aceptar.

 Dos hombres de la mano eso es
homosexualidad.

La homosexualidad es una cosa de   la
naturaleza y  hay
que aceptarlo.

 

La homosexualidad   es una cosa de  
la naturaleza y hay que aceptarlo.

 

Una adulta afirma que es cosa de la naturaleza y hay
que aceptarlo.

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS ADULTOS SOBRE RELACIONES EROTICO-AFECTIVAS.

Anteriormente las relaciones eran mas sanas y los
padres no permitían que sus hijos se
enamoraran.

Anteriormente las relaciones eran mas sanas.

 

Tanto los adultos como las adultas afirman que las
relaciones erótico afectivas han cambiado y que
actualmente hay mas permisividad

 

Los  hombres  y las  mujer es no
piensan sino en  sexo.

Los  hombres  y las  mujer es no
piensan sino en  sexo.

Los adultos afirman que hay una priorizacion del sexo
en ambos géneros.

El hombre como la mujer no piensan  sino en la
palabra sexo.

 

Tener relaciones  es demostrar amor.

 

 Tener relaciones  es demostrar amor.

Para los adultos tener relaciones significa
expresión del amor.

 

La cama también es para dialogar no solo para
tener sexo.

 

La cama también es para dialogar no solo para tener
sexo.

 

Los adultos afirman que también se puede
dialogar en la cama, y que esta no es exclusivamente para
tener sexo.

Hoy en día hay tanta malicia en las relaciones.

Hoy en día hay tanta malicia en las relaciones.

Los adultos aseguran que actualmente existe mucha
malicia en las relaciones.

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE
LOS ADULTOS SOBRE EL CONCEPTO DE AMOR

 

El amor es un sentimiento puro  y es la base de
unión de las relaciones.

 

El amor es puro.

El amor es un sentimiento.

La palabra amor  es la base de unión de las
relaciones.

Tanto los adultos como las adultas creen que el amor
es un sentimiento que une y es puro.

La relación de pareja marcha bien

Si hay valores.

 

Si hay valores la relación de pareja marcha
bien.

Los adultos (as) afirman que en las relaciones que
establecen los adultos debe haber mucha estabilidad, por
tanto consideran que en las relaciones que establecen los
adultos también son importantes los valores y el
respeto

La relación entre adultos es de mucha
estabilidad.

 

La relación entre adultos es de mucha estabilidad y
tiene que haber respeto.

En una relación lo mas difícil es  la
falta de respeto

 

8. MOMENTO
INTERPRETATIVO

Una vez organizada la información por categorías
descriptivas provenientes de los interrogantes y objetivos del estudio, 
se procedió al análisis inductivo
mediante la búsqueda de patrones comunes en los relatos
obtenidos con los niños, las niñas y los adultos(as),
lo cual permitió la construcción de
tendencias e hipótesis significativas
sobre las  Representaciones Sociales estudiadas en cada
categoría y las subcategorías
correspondientes[34].

Los patrones comunes o núcleos de representación
encontrados, fueron considerados como nuevas categorías
inductivas e interpretativas. La tendencia se asumió
aquí como una frase que recoge el patrón detectado y lo
presenta como un modelo que tipifica, de un
modo más claro, el núcleo de las representaciones.

Estas tendencias se movieron entre un nivel descriptivo,
más elaborado que el de los actores sociales participantes y
un nivel interpretativo, más propio de las
investigadoras.

Esta información se organizó en tres matrices, las cuales ayudaron
a consolidar y relacionar los aspectos más importantes en
esta investigación. (Ver cuadros
de patrones comunes y tendencias interpretativas)

El manejo de la información, se fundamentó en el
análisis de contenido que se efectuó a partir de la
relación de unas subcategorías que reflejan las
representaciones sociales de los niños, niñas, y los
adultos(as) sobre la niñez, adultez  y sexualidad.

A continuación se presentará el análisis de los
conceptos que tienen los niños,  niñas y los
adultos(as) sobre la niñez, adultez y sexualidad en cuatro
instituciones educativas de
carácter público y
privado del municipio de Neiva.

Representaciones sociales sobre  niñez en
niños y adultos

Una de las relaciones recurrentes en el concepto de niñez
en los niños(as) hace referencia a que los menores se
consideran seres virtuosos, de allí que deben prohijar el
respeto hacia sus padres, adoptar conductas que no lesionen su
salud, como fumar, ni asistir a
sitios públicos a bailar; afirmaciones que coinciden con lo
que los adultos(as) consideran del niño(a), pues han llegado
a plantear que estos poseen un alma justa, demostrándose
con ello que existe una marcada inclinación tanto del
adulto(a) como de niños y niñas de creer en la
necesidad de llevar una vida que se ajuste al respeto de las
normas y la moral para ser considerados
niños(as) que responden a las expectativas de los
adultos(as).

Para los mayores, la niñez es una etapa mágica que
implica regalos, cosas materiales, fantasías y
distracción. Esta afirmación dista de lo considerado
por los menores como niñez, de donde se puede interpretar
que existen dos dimensiones distintas y opuestas de lo que se
considera como niñez para unos y otros, resultando
lógico que los menores manifiesten que no son entendidos por
los adultos(as) y por consecuencia exista una difícil
conexión entre el mundo infantil y el de los adultos(as),
tornándose entonces la actuación del adulto(a) como
indiferente a los intereses y necesidades de los menores, por
esta razón, mientras que el adulto piensa en cómo
debería actuar los niños a través de normas
idealizadas que él mismo ha construido y que normalmente no
cumple, el menor resulta ser coherente en sus apreciaciones y
actuaciones respecto a la niñez[35].

Debe anotarse que los adultos(as) han manifestado que los
menores se encuentran libres de cadenas sociales, situación
que no deja de ser contradictoria, pues son ellos mismos quienes
implícitamente condicionan la formación de los infantes
a través de un discurso vertical en donde el
adulto(a) es el sabio, racional, mientras que el niño(a) es
el idealista, fantasioso y mágico. De esta forma, cuando el
menor se aleja de los condicionamientos del adulto(a) termina
siendo para éste un rebelde, precoz, que quiere igualar y
sobrepasar al adulto(a), presentándose entonces un conflicto entre la
relación de autoridad que pretende hacer
valer el adulto(a) en su condición de persona con capacidad de responsabilidad, experiencia y
sabiduría ajena a los niños(a) y los conatos de
autonomía de los menores.

Por otro lado, se refleja una inconsistencia en el concepto de
niñez, puesto que para el adulto el niño(a) es
sinónimo de aprendizaje, crecimiento y
formación, pero en la práctica a este se le exige como
si fuera un adulto(a). Está claro que existe una
conveniencia en cuanto por un lado se le exige al niño
cumplir con sus obligaciones, trabajar y ser
responsables y  por otra parte, cuando el menor trata de
ejercer su autonomía, resulta inconveniente para el
adulto(a) la idea de concebirlo de esta manera.

Representaciones sociales sobre adultez en niños y
adultos

Podemos encontrar que las concepciones de adultez en los
padres y profesores están relacionadas con el cumplimiento
de obligaciones y responsabilidades como son el hogar y la educación de los hijos, de donde
podría interpretarse que estas representaciones sociales se
han ido tejiendo alrededor de un rol que la sociedad ha impuesto como es el crecer o
llegar a adulto para casarse, tener hijos y finalmente centrar su
vida en la educación de estos, por eso sus esfuerzos,
motivaciones e intereses están en función de esta meta.

Cuando se ha cumplido esa finalidad como padres, cuando los
hijos han crecido e independizado de ese hogar, esa vida del
adulto(a) que giraba en torno a su rol paterno/materno se
va a ver afectada de manera que se genera un vacío, donde el
adulto(a) cree que hasta ahí llegó su rol en esta
sociedad, y por consiguiente no se siente útil y necesario
en la vida. Es claro que para los adultos(as) tener la
oportunidad de ejercer esta función motiva un reconocimiento
e importancia en su condición como adulto y de no lograrlo
su vida se podría tornar sin sentido.

Por otro lado, podemos contrastar las opiniones de los
profesores quienes critican la actitud de los padres, pues
consideran que estos se estancan en su rol como padres,
convirtiéndose en personas improductivas, sin proyecciones
que han simplificado sus esfuerzos en torno a su rol paterno como
cumplidores de las necesidades básicas de la familia.

En este sentido, se puede observar que el padre se encuentra
ensimismado en su intención por educar, como hemos visto
existe una tendencia de los adultos(as) (padres y madres) a
reducir su vida en el cumplimiento de sus obligaciones como
padres, y por eso mismo imparten una educación desde su
supuesto saber como adultos(as), pues existe la creencia de que
la experiencia, le ha aportado las herramientas suficientes para
formar a esa generación que está creciendo y que
necesita de su orientación, de ahí que su
educación se limita a ser reguladora y normativa, tratando
de moldear a los hijos según las expectativas de este
contexto social creándose un estilo de vida que de
generación a generación se va heredando hasta
finalmente crear personas estandarizadas culturalmente.

Existe una ambigüedad en relación con la
responsabilidad, puesto que por un lado, el adulto considera que
el cumplir con la obligación como padres es satisfactorio y
les proporciona motivación para su
crecimiento personal, al mismo tiempo asumen esa
responsabilidad como una gabela, por tal razón, los
adultos(as) buscan espacios de diversión y esparcimiento
como las fiestas que faciliten evadir temporalmente esa
obligación, anestesiando la responsabilidad a través
del licor, el baile y los amigos, al igual que les posibilita
desinhibirse y quitarse el traje de adultos(as) que utilizan ante
sus hijos, como si el rol de adulto(a) no le permitiera ser
felices y libres.

En este sentido, se podría plantear que en la medida en
que el adulto(a) se siente responsable se considera al mismo
tiempo independiente y libre, resultando contradictorio puesto
que en sus relatos se refleja un interés por querer responder
a esos compromisos y obligaciones, pero al mismo tiempo quiere
evadir esa responsabilidad que se circunscribe al aspecto
material, por eso como ya se ha mencionado anteriormente, los
adultos(as) buscan espacios de desinhibición en donde puedan
desabrigarse un poco de sus deberes, y sentirse verdaderamente
libres, pues es claro que la responsabilidad como tal, aunque
genere independencia, sirve más
como una excusa para ganar reconocimiento y respeto ante el medio
social.

Lo anteriormente planteado, a su vez, desencadena una
problemática que tanto los niños(as) como los
adultos(as) han manifestado, se trata del trabajo sin ocasión al
disfrute con la familia, ya que el trabajo como tal ha
implicado distanciamiento con los hijos, pues los niños(as)
afirman que: "los adultos no le dedican tiempo a los hijos por
estar trabajando"
aseveraciones que coinciden con las
consideraciones de los adultos(as) quienes reconocen y
manifiestan que "por estar trabajando han descuidado a los
niños"
además que encontramos relatos en donde un
profesor afirma: "los
padres hoy día están llenando el espacio afectivo con
plata".

Estos mismos planteamientos son compartidos por los
niños(as) en razón a que  conciben la adultez como
la etapa donde se logra adquirir responsabilidad. Los niños
y niñas han introyectando un esquema social que perfila el
rol del adulto(a) en función de las obligaciones familiares,
por ello, coinciden en la idea de que ser adulto es poder
responder a estas expectativas culturales. En este sentido,
podemos encontrar que los niños(as) de 5 a 7 años
conciben al adulto(a) como una figura poderosa y modelo a quien
se debe obedecer, por otro lado, los niños(as) de 11 y 12
años ya asimilan a esa figura como un coartador de su libre
desarrollo puesto que
consideran que los adultos(as) son personas que dan ordenes y
asignan trabajos, sin detenerse a pensar que ellos son
niños(as) y en muchas ocasiones no tienen las mismas
capacidades de una persona adulta, sintiéndose
incomprendidos, por tanto su relación con el adulto(a) se
torna poco agradable para compartir y realizar actividades en
común[36].

En este sentido, se podría plantear que las
representaciones sociales de los niños sobre la adultez
están enmarcadas por la influencia de los adultos (padres),
por ser estos los primeros agentes socializadores del infante. Es
claro que los niños y niñas van construyendo su pensar
y actuar en parte de las experiencias que recoge del medio, en su
interacción con este.
Teniendo en cuesta esta consideración es válido
presumir o quizá afirmar, que los niños aunque tienen
sus propias experiencias y significados sobre el medio con el
cual interactúa, de alguna manera están perfilando su
actuar de acuerdo a la realidad y conveniencia de los adultos,
pues los mayores en su cualidad de educadores siempre están
buscando delinear la actuación de los niños(as).

Representaciones sociales sobre 
sexualidad

Las representaciones sociales de sexualidad en la infancia están
relacionadas con los estereotipos culturales que se han encargado
de estandarizar el desarrollo sexual de los niños y
niñas moldeando sus actividades, roles y relaciones a
patrones conductuales impuestos desde su crecimiento.
De esta forma, se encuentra que se les ha enseñado por
ejemplo que "las niñas juegan con muñecas y los
niños con carros", que las niñas no juegan fútbol, porque esos son
juegos para niños,
a
fin de ir construyendo una identidad propia para cada
género en esta etapa de
crecimiento.

Por otro lado, encontramos que las representaciones sociales
de los niños(as) sobre sexualidad evidencian una
parcelación en los roles de género, en donde los
niños se caracterizan por ser los  bruscos y por ende
las niñas las delicadas, en consecuencia, las niñas
plantean que estas no deben jugar con los niños, por tanto
los niños y niñas han manifestado que los niños no
deben ni utilizar prendas de vestir de las niñas, ni jugar
con muñecas porque con estos comportamientos se cuestiona su
sexualidad y los pueden llevar a ser considerados gays. Estas
distinciones son percatadas y reflexionadas por los menores en
cuanto a que son concientes de los contrastes en sus roles y
formas de relacionarse con el género opuesto.

De esta forma, el infante ha considerado a la sexualidad como
"algo para los adultos", "los niños no tienen sexo",
"los niños no se enamoran", lo que significa que las
representaciones sociales de los niños(as) sobre la
sexualidad están relacionadas con la forma en que los mismos
padres los orienta, es decir, de una forma equivocada. Hemos
encontrado que tanto los adultos como los niños representan
la sexualidad de una forma reduccionista pues la han simplificado
a  genitalidad, desconociendo otros aspectos o dimensiones
de la misma como afectividad, las expresiones, las emociones, entre otras.

Es claro que si los adultos representan la sexualidad como
"penetración, pasión, sexo, erotismo, placer y en
últimas identidad sexual,",
es decir, al igual que los
niños, la sexualidad es concebida como genitalidad, por
tanto para los mayores estas mismas consideraciones se relacionan
con tabúes y mitos que los adultos tienen
sobre lo que representa la sexualidad.

Por lo anterior, el infante está estructurando una serie
de esquemas, emocionales, cognitivos y comportamentales sobre la
sexualidad que suponen una orientación del adulto(a) para
que en la medida en que éste vaya creciendo sea más
adaptable al medio y responda acertadamente a las demandas
culturales de nuestro contexto.

En este sentido, podemos observar el papel del adulto(a) como
un represor del desarrollo sexual del infante, pues como se ha
argumentado anteriormente, pareciera que éste ignorara los
sentimientos, emociones y necesidades de los niños(as)
imponiéndoles sus propios valores, intereses y prejuicios,
por ello, el castigo y la censura social impresiona claramente a
la hora de educar a los niños(as), teniendo implícito
cierto sentido de vergüenza y culpa, como se constata en las
siguientes afirmaciones:

 "si uno ve la niña desnuda se desmaya" (No
5-7)

"andar desnudo es una grosería, los niños no se
besan en la boca", (Na, 5-7)

Estos tabú dejan como consecuencia la castración de
la conducta sexual del infante a
través del rechazo y el castigo, de allí que el miedo a
las consecuencias dolorosas o extremadamente desagradables, son
el resultado negativo derivada de una acción juzgada como
inaceptable generando con esto que los niños(as) oculten sus
actos.

                        

En relación a la adultez se cree que éste ya ha
interiorizado su rol sexual de acuerdo al género, por tanto
la identidad sexual ya está definida por lo que resulta
más tolerable el cruce de roles sociales tanto en mujeres
como en hombres, de allí que es más aceptable ver a una
mujer de policía, o desempeñando trabajos forzosos,
asumiendo cargos de ingenieras, así como la
participación en el ámbito político y practicando
diversos deportes que anteriormente se
consideraban exclusivos para el género masculino.

Es claro que a pesar de que la mujer haya ganado espacios y
reconocimiento en su condición como mujer, no deja de ser
paradójico encontrarla en el hogar como una figura pasiva
pues a pesar de que la mujer aporte económicamente en la
casa, el hombre es reconocido como la primera autoridad en el
hogar, mientras la mamá es sinónimo de cuidado y
protección para con los hijos.

Estos planteamientos explican o justifican por qué los
adultos se conducen como personas muy diferentes, por eso sus
espacios y relaciones se condicionan en contextos muy
particulares, así mismo los adultos han introyectado una
identidad de género en los niños(as) que se enmarca en
lo descrito anteriormente, por ello vemos que las
representaciones sociales de los menores se han ido construyendo
con una gran incidencia en la formación que imparte los
adultos.

Por otro lado, encontramos que tanto mujeres como hombres son
conscientes de los cambios en las relaciones a través del
tiempo, pero aún hay aspectos como lo homosexualidad, la
cual se tolera, pero no se acepta ampliamente y por el contrario
creen que es una amenaza a la identidad sexual de los niños,
considerándolo un mal ejemplo que puede ser imitado.

Respecto a las relaciones de pareja encontramos concepciones
muy contradictorias en la práctica, por un lado, los
adultos(as) les inculcan a los niños(as) un forma idealista
del amor, en la que la relación de pareja debe estar fundada
en el respeto, el amor y la comprensión, mientras que en la
praxis se observan
infidelidades, maltrato y abuso, situación que los
niños en sus relatos han manifestado con inconformidad, pues
es claro que el adulto(a) se configura como una persona diferente
en una realidad distinta por eso ignoran que sus actuaciones
puedan ser percatadas por los niños(as), como si este
estuviera en una realidad distinta a la de ellos, donde no se dan
cuenta de ese mundo adulto por tal razón, este no logra
permear en esa otra dimensión, la infantil.

Se podría plantear entonces que, ese mundo de
ensoñaciones, ingenuidad, fantasía y juego que según los
adultos son características de los niños, debe ser
ajena a la sexualidad, lo que lo lleva a creer que el tema no es
propio de su naturaleza y por ende, la educación del menor
no se orienta a formarlo en estos aspectos, por lo que dichos
temas se aprenderán cuando sean "maduros y responsables"
como lo son supuestamente los adultos.

Hipótesis

Las representaciones sociales de los niños, niñas,
adultos y adultas se configuran en dos mundos paralelos: el
infantil y el de los adultos, caracterizados por la ausencia de
conexión, razón por la cual las relaciones se tornan
cercanas pero en una dimensión paralela enmarcada en vidas
que aunque comparte espacios y momentos son indiferentes a los
intereses y necesidades mutuas alejándose sin vocación
al acercamiento e intercambio.

En relación a la sexualidad, los menores están
experimentando y vivenciando su sexualidad desde su propia
lógica, en razón a
que no existe una conexión entre sus vivencias y las de los
adultos, pues estos últimos al considerar que los menores no
están preparados, no le aportan a los niños una
educación integral de la sexualidad que les permita ejercer
con autonomía y responsabilidad su sexualidad.

9.    
CONSTRUCCIÓN TEÓRICA

DOS MUNDOS PARALELOS:

El mundo infantil y el del adulto(a), dos realidades que
no logran una adecuada conexión, implicando, la
actuación de la persona adulta como indiferente e
incomprensible a los intereses y necesidades del
infante.

El presente documento, tiene como objeto realizar algunas
reflexiones teóricas que nos permiten el análisis de la
pregunta de investigación planteada inicialmente en este
trabajo. Así las cosas, pretenderemos exponer algunos
planteamientos que sustentan desde la investigación la
hipótesis de esta
investigación, a fin de develar el significado de esas
representaciones sociales que se han tejido alrededor de la
niñez, la adultez y la sexualidad y de esta manera dar
respuesta a nuestra pregunta de investigación.

Tal como hemos planteado en nuestra hipótesis principal:
Las representaciones sociales de los niños, niñas,
adultos y adultas se configuran en dos mundos paralelos: el
infantil y el de los adultos, caracterizados por la ausencia de
conexión, razón por la cual las relaciones se tornan
cercanas pero en una dimensión paralela enmarcada en vidas
que aunque comparte espacios y momentos son indiferentes a los
intereses y necesidades mutuas alejándose sin vocación
al acercamiento e intercambio,
así, a continuación
se realizará un sustento teórico a partir de diversos
planteamientos que seguidamente citaremos.

La sustentación de esta hipótesis implicará
hacer un recorrido breve por la historia con el objeto de mirar las
relaciones niño(a) – adulto(a) y el significado que este ha
tenido a lo largo de ella, donde nos podremos dar cuenta como
desde tiempo atrás estas relaciones se han caracterizado por
ser verticales, reflejándole así las disonancias en las
formas de interacción entre el infante y la persona adulta
lo que podría suponerse la existencia de dos mundos
paralelos, donde cada quien vive su propia realidad, como lo
hemos planteado hasta el momento y que pretendemos a
continuación validar con los argumentos de varios autores
que con sus planteamientos se aproximan a nuestra hipótesis.
 De tal manera, que comenzaremos revisando las relaciones
niño-adulto desde la perspectiva de Philipe Aries.

Philipe Ariés, citado por Rojas
Flores[37], se encargó de estudiar las
representaciones sociales de la infancia, en cuanto a los
imaginarios colectivos que ocupó esta etapa desde el siglo
XI hasta XVIII, planteó que el tema se puede sintetizar en
dos grandes períodos:  la sociedad tradicional y
la sociedad moderna.

Ariés plantea que la familia tradicional no cumplía
un rol de socialización ni una
función afectiva al interior del hogar sino que ese
aprendizaje se ejercía desde afuera (la comunidad)  "los
niños, se veían como animalitos graciosos útiles
para mirar, pero su presencia no era
significativa"[38], de ahí que en esta
época medieval no existiera un vínculo entre padre e
hijo por tanto las relaciones eran reduccionistas ya que no se
concebía que existiera una infancia.

Por otro lado, sustenta el autor que en la edad moderna, ese proceso de socialización
se invierte, ahora es la familia quien ejerce esa función
socializadora y afectiva, pues la atención está
centrada en el infante, por eso existe un creciente interés
en educarlo y para ello se aísla "a través de la
escuela, el niño fue
separado de la vida de los adultos y mantenido aparte, – en una
especie de cuarentena antes de dejarlos sueltos por el mundo – en
la sociedad moderna la familia comenzó a organizarse en
torno al niño quien sale de su antiguo anonimato y se hace
objeto de interés de los moralistas. La libertad de que se
gozaba en la comunidad tradicional se transformó en diversos
mecanismos de control y protección hacia
los niños"[39]

Estos postulados teóricos constatan de manera clara como
el infante desde tiempo atrás ha sido concebido como algo
indiferente para el adulto, si comparamos nuestros tiempos
pareciera que todavía quedaran algunos vestigios de estas
concepciones  en torno al niño(a), aunque este haya
tomado importancia en la edad moderna surge una preocupación
del adulto(a) por controlarlo, y mantenerlo al margen a fin de no
perder el dominio que siempre se le ha
concebido al hombre, pues es claro que existe el niño(a),
pero no se le quiere reconocer como persona. Un ejemplo de
cómo el infante no existe como tal, es cuando vemos a los
adultos(as) abusando del infante, pues pareciera que éste no
existiera en la realidad del adulto[40].

En este sentido, Shorter citado por Rojas Flores, ha planteado
que la familia tradicional por influencia del capitalismo no era más
que un mecanismo para transmitir propiedad y posesión de
una generación a otra, era una "unidad productiva y
reproductora" que una unidad emocional. Haciendo un paralelo a
nuestra época, podría plantearse que todavía
persiste en la familia una función productora y reproductora
donde existe un característico interés por tener hijos
y trabajar y obtener ingresos para el sustento de
éstos, descuidándose la dimensión afectiva e
importancia de estos vínculos al interior del hogar.

El siguiente relato de un adulto sustenta el anterior
planteamiento:

"las mujeres trabajan dejan a los niños y niñas,
con los abuelos y estos los malcrían, porque las mamás
no pueden cuidarlos. El cuidado de los niños y niñas,
lo deben hacer preferiblemente los padres, juntos. El primer
conflicto social viene cuando no se puede hacer eso, por el mismo
capitalismo, es un formato social, que se diseñó
así: a mayor trabajo menor atención a los niños y
niñas, eso porque como lo decía Antony de Mello, las
ciudades son cánceres, se focalizan, en un determinado lado,
los niños, se están educando solos. Lo ideal sería
que los padres estén ahí al cuidado de los hijos,
porque se descuidan, y se vuelven dependientes. Es necesario una
educación coherente a las necesidades de los niños, una
madre es más equilibrada que la abuela o que un
extraño, lo bonito es enseñarles uno mismo eso y ahora
se está teniendo hijos para dar el apellido.

(profesor)

"Los niños, emocionalmente están en desventajas
porque los papás están llenando el espacio que
deberían tener ellos con plata".
(Profesor).

Estas afirmaciones develan las carencias afectivas de los
adultos para con los niños, al descuidar la parte afectiva,
familiar, a costa de trabajo, responsabilidades y deberes que no
eximen la atención y dedicación de los adultos para con
los menores, en otras palabras, todavía estamos sumidos en
un capitalismo como en la época tradicional, peor aún
en esta época "moderna", donde las exigencias comerciales se
imponen cada día.

Por otro lado, se han presentado unos cambios en la historia
que dieron surgimiento a los afectos en la familia, pues se
plantea que ésta ya no se interesaba en la situación
material, y los vínculos con el mundo externo se
habrían debilitado, priorizándose los vínculos
internos (familia). Esta nueva vinculación afectiva da la
posibilidad a una época de nuestra historia que logró
resignificar el pensamiento y las expresiones
del hombre dándole un matiz más sublime, sensible y
romántico a sí mismo y a su entorno, se impone una
nueva forma de entender el mundo y de relacionarse con la
realidad y es precisamente en el Romanticismo en donde se logra
perfilar la visión romántica de la infancia
primordialmente por la influencia evangélica en donde se
considera al niño(a) como un ser inocente y puro. De otra
parte,  en esta época se asemejó la infancia del
hombre con la infancia de la Humanidad.

En este sentido, el Dr. Joaquín Mª Aguirre
Romero[41], en su artículo: "Niño y
Poeta, la mitificación de la infancia en el Romanticismo"
hace toda una reflexión acerca de cómo en la infancia
se fue permeando una idealización romántica que tiene
su influencia en las expresiones artísticas de este
momento.

El perfil humano que surge con el romanticismo tiene unas
características bien definidas, pues es un hombre inconforme
con la realidad, difícil de integrar dentro del orden
social, por eso surge la necesidad y el deseo de estar fuera de
ese mundo que se desprecia.

"La inadaptación romántica a la sociedad conlleva la
necesidad de fabricar un mundo alternativo, un mundo lo
suficientemente lejano, lo suficientemente perdido como para que
la realidad no pueda alcanzarlo con su juego destructor. Las
utopías románticas surgen como una necesidad
compensatoria que permita sentirse amparado ante la realidad del
aquí y del ahora, ante la realidad negada. Así, la
realidad se enfrenta al ideal, la sociedad a la utopía, el
pasado o el futuro al presente"[42]. Por ello, la
infancia es vista como la manera de poder evadir temporalmente
esa realidad, hallándole un sentido mágico en donde
el hombre quiere ser
niño(a) para no sentir la presión del medio y rechazar
ese contexto social y por supuesto su misma situación
personal.

Es así, como este autor plantea que "La infancia es
considerada como una etapa autónoma,  en donde el
hombre vive un mundo autosuficiente, mundo del que están
excluidos todos los elementos que, asociados con la edad adulta,
son causantes del dolor. El mundo infantil es ajeno a las
complicaciones adultas; es simple en su inmediatez: El deseo se
realiza en lo imaginario. En el mundo adulto, el deseo se ve
refrenado por la realidad y las normas". …"El soñar de
la infancia permite ocultar la miseria de la vida. Con la llegada
de la edad adulta, el hombre se ha de enfrentar a sí mismo y
a los demás; siendo niño se mueve en un entorno
afectivo protector en el que él es el centro o, al menos,
cree serlo. La edad adulta implica una situación continua de
enfrentamiento, debido, sobre todo, a la consciencia de las
carencias y las limitaciones sociales. Es la edad adulta la de la
confrontación, la del descubrimiento del sentimiento
antagónico. El yo se siente otro[43].

Y de acuerdo a lo anterior ¿Será que los adultos(as)
actualmente ven de manera distinta la infancia? Si nos concierne
responder esta pregunta con sustento a lo que los adultos(as)
participantes en este trabajo han planteado, nos podríamos
anticipar a sustentar que sí en cuanto a la forma, 
pero no en su esencia, puesto que a pesar de coincidir en que la
infancia es un mundo mágico donde todo es posible y opera su
propia lógica, esta concepción idealista del infante a
diferencia de la época del romanticismo en que veían la
infancia como una manera de evadir la realidad, los adultos(as)
de nuestro estudio no la conciben de tal manera, por el
contrario, piensan que los niños y niñas, por
encontrarse en ese mundo  mágico, se tornan personas
distraídas, y fantasiosas, lo que no resulta ventajoso como
en aquella época del Romanticismo, por el contrario ser
fantasioso y distraído no es una cualidad sino una perjuicio
según los adultos.

Es claro que los adultos(as) reconocen la infancia como
tal,  pero no son capaces de comprenderla puesto que
cuestionan a la niñez precisamente porque consideran que los
niños y niñas, no tienen la capacidad de madurez que se
supone tiene el adulto(a), por esta razón,  los
adultos(as) afirman que "los infantes no tienen conciencia de lo que es el
mundo". Mostrándose de tal forma, que existe una percepción reduccionista de
los adultos(as) de concebir al niño(a),
presentándose  una actitud de indiferencia a los
intereses y necesidades de los menores.

Esa incomprensión del mundo infantil, deja como
consecuencia un interés de los mayores en considerar a los
menores como adultos(as), pues se le quiere exigir que responda a
la realidad de éstos, abandonando su fantasía, por un
mundo más racional.

Las consideraciones sobre un mundo mágico, como lo ha
planteado Joaquín Mª Aguirre Romeroen ultimas reposan
en la idea de que el niño(a) invierte la realidad del adulto
transformándola en un mundo simbólico donde el juego y
la fantasía son los mecanismos de expresión del
infante;  por tal razón consideramos como sustenta el
autor, que su concepción del mundo resulta llevadera en el
sentido de que logran tener la capacidad de transformar la
realidad del adulto, por lo que  sustentamos que  en la
medida en que el niño(a) logre responder a las expectativas
de éste será más adaptable a su mundo.

De esta manera encontramos en el discurso del adulto(a) el
siguiente relato:

 "El niño todavía está libre de las
cadenas sociales, no entiende sobre reglas sociales, el problema
es que queremos limitar a los niños y niñas. Un gran
personaje dijo: "El primer castrador social de los niños y
niñas, es la familia" porque desde que nace el niño ya
lo está condicionando imponiéndole el nombre, la
religión, el niño trata
de sobrellevar esas cosas, por eso el niño tiene los amigos
invisibles, el niño tiene la capacidad de soñar
despiertos, ese es su mundo mágico"
 (profesor)

Así mismo, José María Aguirre argumenta que:
"el niño es capaz de fabricar sus propios mundos.
Ajusta sus fantasías a su placer; su mirada transforma los
objetos, cambia de espacio y tiempo. El adulto, sometido a la
realidad, sólo puede vivir en ella de forma
alienada. La realidad es eminentemente
social. Está conformada por reglas de conducta y
límites en cualquier
dirección en la que se
mueva. El mundo adulto es un mundo de fronteras interiores y
exteriores. En ese mundo, el esfuerzo se exige para la producción. Lo
no-productivo queda devaluado y
empequeñecido[44].

En este sentido, tiene relación el planteamiento del
autor cuando encontramos afirmaciones de adultos(as) que hacen
referencia a la manera en que el infante es capaz de crear su
propio mundo por eso es tildado de fantasioso y
distraído.

"los niños y niñas, parecieran que vivieran en
otro mundo, no se preocupan por nada, son fantasiosos y
distraídos, no tienen conciencia de la responsabilidad de la
vida"

Un poema que cita el mismo autor: poema
hölderliniano
identifica la infancia con el mundo de los
sueños. "La oposición realidad/sueño se hace
manifiesta. El mundo infantil es concebido como un mundo de
ensoñaciones en la que los deseos se cumplen frente a la
insatisfacción producida al entrar en la edad adulta. Pero
los sueños de la infancia perduran; su semilla no abandona
el corazón de aquellos seres
cuyo destino es ser/sentirse distintos"[45].

Es claro como el hombre se sitúa como un castrador de ese
mundo infantil, se evidencia una inconformidad del mismo rol
adulto, pues se considera que el hombre por las mismas reglas que
ha creado, ha limitado su libertad considerando la adultez como
una realidad represora que escapa a la fantasía que vive el
menor, por tanto, si el adulto(a) lograra como en la época
del romanticismo sumergirse ese mundo infantil como un mecanismo
para evadir esa misma realidad y protegerse de ella,  en
últimas, se podría pensar que el adulto(a) podría
conseguir una conexión con ese mundo para entender al
niño(a). Es decir, ya es hora que el adulto(a) se vuelva
niño(a) para que lo comprenda y se superen las brechas de
estos dos mundos paralelos.

Un ejemplo adicional que muestra esta relación del
mundo infantil con el mundo adulto es en el poema Los
sueños de la infancia de Hölderlin y las
dulces ilusiones wertherianas que tienen una función
similar: proteger el futuro del hombre, defenderle de la realidad
adulta. La crítica romántica se
ceba sobre los sistemas educativos que tienden a
anular el potencial imaginativo del infante e inculcarles unos
valores burgueses. La imposición de reglas tiende a
anular lo genuino, lo particular, en beneficio de lo social. La
individualidad se ve sometida a lo colectivo; la personalidad se diluye
moldeándose conforme al sentir general. No debe haber
discordancias y lo romántico implica diferenciación.
Sumergiéndose en lo colectivo, anulándose en lo
particular, se encuentra la seguridad, seguridad que no es
más que la aceptación por el resto de los hombres, un
asegurarse de que, siendo similar a ellos, nadie nos
señalará[46].

Un ejemplo que evidencia estos planteamientos son los relatos
de los niños,  niñas, y adultos(as) que hacen
referencia a esa situación represora que ha ejercido la
persona adulta con la intención de educar,
evidenciándose una marcada inclinación tanto del
adulto(a) como de niños y niñas, de creer en la
necesidad de llevar una vida que se ajuste al respeto de las
normas y la moral para ser considerados
niños y niñas, que responden a las expectativas de los
adultos(as).

"Los papitos tenemos que guiarlos aprender a que ellos
obedezcan y que los niños y niñas, hoy día no
quieren hacer caso se quieren mandar solos, para eso estamos
nosotros para guiarlos, con muchos valores, y que los maestros
nos ayuden.

"los niños y niñas, no debemos decir
groserías, no irrespetar a los papás no
matar…"

Por otro lado, un adulto refería "Ser adulto es
volverse aburrido y seguir normas
".

La oposición infancia-edad madura es total. El
romántico se ve a sí mismo en el bando de la infancia,
en el de los débiles, junto a los perdedores. El paso del
tiempo determina el resultado: los niños y niñas, pasan
al otro bando, son absorbidos por la sociedad adulta. Porque la
sociedad siempre es adulta, siempre es el mundo de
ellos
. El extrañamiento romántico obedece, como
vimos, a esa conciencia de la diferencia, a ese no compartir los
fines de la sociedad de los otros. Su tragedia es sentirse
siempre de otro lugar estén donde estén; sólo que
ese lugar añorado ha quedado perdido en el tiempo, cerrado,
sin posibilidad de retorno[47].

Siguiendo la línea romántica, Wordsworth ofrece en
su poema una verdad que suena a paradoja: "El niño es padre
del hombre. En este verso quedan encerradas muchas de las
contradicciones sociales: Los adultos se erigen en autoridad y
exigen respeto de los niños; deciden su destino y lo
imponen. Pero el niño es el padre del adulto, es de él
de donde procede: no son dos mundos distintos, son el mismo. Esta
es la paradoja de Wordsworth: los adultos que fueron niños y
niñas, -que han olvidado que fueron niños y
niñas,- rigen los destinos de la infancia anulándola.
Crecer es olvidar, olvidar tanto que nos hace volvernos contra lo
que una vez fuimos".[48].

Según el autor, el poema expone una analogía de la
superioridad del hijo sobre el padre, "porque el padre está
vencido por un mundo vacío, sin alegrías, sin anhelos,
incapaz de disfrutar del mundo que ha creado a su alrededor, el
adulto no hace sino dejar pasar la vida"[49], por
lo que podríamos plantear que lo mismo sucede con los
adultos(as) de ahora, pues el poema muestra que la felicidad del
adulto "no es más que una apariencia porque el adulto vive
en un mundo construido por él a su imagen y semejanza y que no es
más que el reflejo de su insatisfacción. Se oculta en
él para encubrir su desesperanza. Actúa para no pensar;
se mueve, produce, fabrica, para no sentir la tenaza de su
angustia. En el niño, por el contrario, el mundo para
él es el escenario del continuo descubrimiento, de la
continua alegría y de la fascinación por lo
nuevo"[50]

Los anteriores planteamientos se sustentan en los siguientes
argumentos de los adultos(as):

"los niños no se preocupan por nada, no tienen la
responsabilidad que tenemos nosotros los adultos, los niños
todo lo ven fácil"

Mientras el adulto concibe la niñez de
esta manera, el niño(a) expresa:
"Ser niño significa la alegría,
la ternura, la inocencia, o sea, el mundo que ellos se crean en
su interior, un mundo maravilloso"

Por otro lado, la idea de considerar que el adulto(a) en
algún tiempo fue niño(a), resulta contraproducente con
las actuaciones de el para con ellos. El adulto se aliena tanto a
las exigencias sociales (educar, formar hijos para el futuro y
proveerles lo necesario) ocasionándole un sesgo en su rol de
padre pues este ha interiorizado que su finalidad es preparar al
niño(a) para la realidad que le espera,  por eso es
inaceptable en su condición de adulto pensar y actuar como
el infante, al menos que quiera evadirse de esta realidad, por lo
que podría plantearse que un espacio en donde el adulto se
libera de los prejuicios, y dejan fluir su naturalidad como
humano es en las fiestas, pues es licor y el baile anestesian la
presión social tornándose la conducta del individuo más
espontánea, alegre, desinhibida y libre.  Tal como los
sustenta en le siguiente relato:

"las fiestas sirven como un espacio de diversión y
esparcimiento para poder descargar toda esa tensión y
preocupaciones sociales"
(adulto).

Por otro lado,  Cesar Muñoz en artículo:
Educación y Políticas Públicas para
la Infancia,  plantea que "La misma palabra infancia,
del latín "in-falere", quiere decir "el que no habla". Es
mentira que la infancia no hable.
Habla mucho y bien. Lo que sucede es que no tiene plataformas
para hablar, como los adultos: sindicatos, partidos políticos, colegios
profesionales. – La palabra "menor" con fondo despectivo, de
menos importancia, de referencia al mayor que es el
adulto"[51].

De otra parte sustenta el mencionado autor que " En
definitiva, un mensaje sutil de que la infancia, que "no habla" y
es menor", es algo así como la que "aún" no es,
"aún" no sabe, "aún" no puede. Es la "aún no" que
tiene que esperar, que está en la "sala de espera" de lo
"que es", el adulto, para poder ser.  Concepto que, desde la
mayoría del mundo adulto, se intenta consolidar con otros
conceptos: – Infancia "transición" e infancia "futuro".
Otras nuevas mentiras. El que la infancia sea transición no
es mentira; lo que es mentira es que sea la infancia la
única que está en transición. En transición
están todos los seres humanos mientras viven, no sólo
la infancia. Es mentira que la infancia sea el futuro de su
país, de su ciudad. Nunca será futuro si antes no es
presente. El futuro de todo ser humano se va consolidando desde
el presente. No se improvisa, no se crea por "generación
espontánea". Françoise Doltó, en su libro "La causa de los
niños y niñas," dice: "Los adultos tienen miedo de
liberar ciertas fuerzas, ciertas energías, que los
pequeños evidencian y ponen en cuestión su autoridad,
sus conquistas, sus privilegios sociales. Ellos proyectan sobre
los niños y niñas, sus deseos contrariados, su malestar
y les imponen sus modelos"[52]

En este sentido encontramos relatos de adultos(as) que
reafirman estos planteamientos:

 "Los niños son un compromiso total por eso no me
considero adulto, por el bienestar, los niños, tienen
libertad, y la responsabilidad del adulto es poder orientarla
adecuadamente"

Igualmente los
niños y niñas, han introyectado los ideales de los
adultos(as) por eso encontramos afirmaciones como estas:

"Los niños y niñas, son
el futuro del mundo, ahorita están arremedando a las
personas adultas, están imitando, para ellos saber que se
sienten ser una persona grande, Están imitando a un
futbolista, a una profesora a una enfermera, porque quieren saber
lo que se siente al estar una persona grande"

Estas concepciones son el reflejo de los adultos(as) pues
estos igualmente afirman:

 "los niños y niñas, son el futuro para
Colombia,
si uno siembra
semillas traeremos buenas cosas para Colombia, yo les digo a los
niños y niñas, que de aquí a mañana, me los
encuentro y son el presidente, la alcaldesa, tienen que ser
personajes importantes para sacar adelante a Colombia"

(profesora)

Por consiguiente, retomando nuevamente a Joaquín Mª
Aguirre Romero en su texto La mitificación de
la infancia en el Romanticismo plantea: "el ideal educativo
romántico se centraría en tratar de superar la fractura
agostadora que la educación produce en el niño. Una
educación cuyo objetivo sea preparar al
niño para el mundo adulto no tiene sentido cuando se niega
la validez de ese mundo. Eso sólo sería
desnaturalizarlo. Mientras esos sean los objetivos, la
educación fracasará y, en su fracaso, destruirá la
posibilidad y las aspiraciones de felicidad de los hombres. Hay
que buscar, por tanto, nuevos modelos
educativos"[53].

Cuando un adulto refiere que "los niños y niñas,
no tienen claro, el sentido de responsabilidad",
se refleja
las representaciones sociales de los adultos(as) en torno a la
niñez, muestra los esfuerzos educativos están dirigidos
a la búsqueda de esa responsabilidad, pues se quiere formar
al niño(a) desde el supuesto saber del adulto de ahí la
necesidad de educarlo desde su propio referente.

En este sentido, se puede observar que el padre se encuentra
ensimismado en su intención por educar, como hemos visto
existe una tendencia de los adultos(as) (padres) a reducir su
vida en el cumplimiento de sus obligaciones como padres, y por
eso mismo imparten una educación desde su supuesto saber
como adultos(as), pues existe la creencia como ya se ha dicho, la
experiencia, le ha aportado las herramientas suficientes para
formar a esa generación que está creciendo y que
necesita de su orientación, de ahí que esa
educación se limita a ser reguladora y normativizadora,
tratando de moldear a los hijos según las expectativas de
este contexto social creándose de esta manera un estilo de
vida que de generación a generación se va heredando
hasta finalmente crear personas estandarizadas culturalmente, es
decir, alineadas y ajustadas a las demandas del  medio.

Respecto a ese rol de adulto como educador, encontramos en la
teoría de Ericsson, "que
durante el estadio adulto la persona se enfrenta al dilema de la
Generatividad frente al estancamiento (Ericsson,
1963). La generatividad es un concepto amplio, que engloba la
paternidad (tener y educar hijos) y mucho de lo que consideramos
como "productividad" y "creatividad"[54]. No es raro
entonces que los adultos(as) aspiren a ser en lo mejor posible
buen padre, esposo, trabajador y ciudadano, este es el sentido
que el adulto tiene de la vida para cumplir con el rol impuesto
por la cultura en la que se vive,
donde los mayores en sus relatos dejan ver que para ellos ser
adulto es todo un reconocimiento al cual deben tratar de lo
posible dar cumplimiento, por la misma responsabilidad asignada
en esta sociedad. Pero es claro que para ellos mismos en
ocasiones resulta deprimente encontrarse en esta posición en
la cual se sienten prisioneros de sus propias obligaciones
respecto a las futuras generaciones.

Erickson, citado por Goleman (1988), planteaba que "si el
individuo fracasa en su intento de generar, entonces en su lugar
existe una cualidad negativa que Ericsson llamó
Estancamiento[55]. De acuerdo a estos postulados,
podemos encontrar que las concepciones de adultez en padres y
profesores están relacionadas con  el cumplimiento de
obligaciones y responsabilidades en cuanto al hogar, la
educación de los hijos,  por eso sus esfuerzos,
motivaciones e intereses están en función de los
mismos, por lo que su no realización podría generar el
estancamiento.

En otras palabras cuando se ha cumplido esa finalidad como
padres, cuando los hijos han crecido y se han independizado de
ese hogar, esa vida del adulto que giraba en torno a su rol
paterno se afectada de manera que se genera un vacío,
acompañado de un sentimiento de inutilidad. Es manifiesto,
que tener la oportunidad de ejercer su función paterna les
da un reconocimiento e importancia en su condición como
adulto.

Erickson (1964) afirma que cuidar es la virtud humana que
asociamos con generatividad. "Los adultos maduros son los que
cuidan a los niños y niñas, que han engendrado, el
trabajo que han producido y el bienestar de los otros en la
sociedad en la que
viven"[56]                                                                                                                                                                                                    
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

Por otro lado, McAdams y colaboradores (McAdams y Aubin,1998);
McAdams, Hart  y Marona,1998) han extendido el trabajo de
Erikson y han propuesto un modelo de generatividad que incluye
siete componentes. Las siete características están
orientadas al objetivo global de mantener a la próxima
generación.  Los dos primeros componentes de la motivación para la
generatividad incluyen a) un deseo interno, b) las demandas
culturales. Los individuos desean invertir en las vidas y el
trabajo que perduran después de ellos y además tienen
necesidad de ser necesitados.  Igualmente, las sociedades demandan que los
adultos(as) se hagan responsables de las generaciones siguientes
como padres, profesores, mentores, líderes y "sustentadores
de lo significativo".  Parece haber un calendario social en
muchas sociedades que refleja las expectativas de que durante la
madurez los individuos asuman de forma primordial la
responsabilidad de nutrir a la siguiente generación. 
El tercero, cuarto y quinto componente en el modelo de la
generatividad se centra en c) la preocupación por la
próxima generación, d) la creencia en la bondad o el
valor de la experiencia humana
y finalmente e) el compromiso de hacerse responsable de los
otros.  El sexto componente f)  implica la acción:
las conductas relacionadas con el cuidado y el compromiso. El
séptimo y último componente se centra en el significado
personal de las propias acciones generativas del
individuo, el sentido de identidad del individuo se amplia para
verse como individuo generativo cuidador que ha contribuido al
desarrollo de la próxima
generación[57]

Los siete componentes propuestos, tiene como línea
fundamental, la necesidad que en este estudio han mostrado en
algunos relatos los adultos(as), de asegurar que los menores sean
los responsables del futuro, cuando se define niñez como el
futuro de la sociedad no se esta sustentado nada distinto a lo
planteado por los autores, de igual forma el planteamiento que
considera que adulto es ser responsable se conecta con lo que se
ha concebido las demandas culturales que le exigen que los
adultos se hagan responsables de las generaciones siguientes.

Cuando los adultos(as) sostienen que: "los papitos debemos
guiar a los niños y niñas,
" (Af), parte
necesariamente de la aseveración  que considera a los
adultos(as) como dotados de la  experiencia para el
cumplimiento de esta labor. Pues es fuerte la creencia de que
esta experiencia, le ha aportado las herramientas suficientes
para formar a esa generación que está creciendo y que
necesita de su orientación.

La consideración de que los adultos(as) asumen la adultez
como una etapa que involucra la responsabilidad de tener hijos y
de encargarse de su formación para reafirmarse como adulto;
que estos aseguran el futuro de la sociedad, que son el punto de
apoyo en la relación de pareja, son planteamientos de los
adultos(as) de este estudio que coinciden con lo que explica
Hoffman y Hofman como adultez en los siguientes postulados:

"- El ser padre valida el estatus y la identidad del adulto ya
que se acoge a una de las normas de edad más firmes.

– A través de los hijos se alcanza una cierta
inmortalidad, se sobrevive más allá de los puros
límites de la edad biológica.

– La paternidad es una de las maneras de asumir valores como
el altruismo, el control de la impulsividad y la dedicación
social.

– Los hijos incrementan el grupo familiar y lo dotan de
un mayor contenido de afecto y amor.

– tener un hijo es una experiencia creativa y su cuidado
contribuye a incrementar los sentimientos de logro y competencia"[58].

En cuanto a la responsabilidad que dicen tener los adultos(as)
para con los hijos, hemos encontrado que existe una
ambigüedad en relación de cómo la consideran,
puesto que por un lado, el adulto argumenta que el cumplir con la
obligación como padres es satisfactorio, y les proporciona
motivación para su
crecimiento personal, por el otro, asumen esa responsabilidad
como una carga.

Adicionalmente podríamos plantear que la intención
de los adulos por formar a los infantes se ha convertido en un
confinamiento contra el libre desarrollo de los menores y en
consecuencia, éstos tienen que responder a las exigencias de
los mayores. No es raro que los menores depositen sus esperanzas
de bienestar en los adultos(as)  y esperen de ellos su
protección.

La necesidad de que los adultos(as) ofrezcan protección a
los menores es explicada con claridad por Lourdes Callen en su
libro "Creando una nueva conciencia hacia la infancia", de la
siguiente forma: "El niño pequeño es un ser imitativo y
así de forma natural imita lo que hay en su entorno, un
mundo que es competitivo y tiene prisa. En mi experiencia los
niños y niñas, (incluyendo los más pequeños)
están bajo una presión de expectativas que tiende a
incrementarse y están esperando a que el mundo les responda
con protección"[59].

De esta forma,  es recurrente encontrar relatos como
estos en los niños y niñas:

"la felicidad de un niño es tener un hogar"

"los adultos tienen el deber de darle protección a los
niños y no maltratarlos".

Esto explica de manera clara la necesidad de los infantes de
tener un hogar, y sentirse protegidos, aunque implícitamente
los niños y niñas, sienten la misma amenaza de ser
abusados por los adultos(as), cuando encontramos afirmaciones de
los niños y niñas, que lo constatan:

"Hay niños que por la violencia y todo eso
están privados de su libertad, niños que los privan de
disfrutar de su infancia, porque por los conflictos y las guerras los secuestran o
conflictos familiares que los tienen encerrados, los privan de
disfrutar de ese paisaje tan bonito, que nos dio la naturaleza y
también ese paisaje se esta acabando por culpa de  los
adultos y también los niños ya no pueden disfrutar de
ese paisaje, porque ya están acabando con los parques, los
niños no tienen la culpa, no tenemos nada que ver en esos
cuentos que tienen de la
guerra y todo eso, y ya nos
involucran. Hay niños que por problemas o por secuestro se encuentran detenidos
y no pueden disfrutar de la naturaleza el niños está
secuestrado"
(No. 11 años de edad)

Los niños y niñas, son concientes de las atrocidades
de los adultos(as), lo que quiere decir que no son ingenuos de
esta realidad como lo han supuesto los adultos(as) quienes se
niegan a creer que el niño(a) tenga la capacidad de
entenderla, pues para ellos los niños y niñas, viven en
un mundo mágico, que no les permite  entender la
realidad, ni mucho menos transformarla.

Así mismo, la concepción de ingenuidad en que se
dimensiona al niño(a), se ve reflejada en la manera en que
el adulto(as)  concibe la sexualidad del infante, pues se
cree que el adulto(a) es el más apto para asumir esa
formación sexual de los menores, de ahí que encontramos
que las representaciones sociales de sexualidad en la infancia
están relacionadas a los estereotipos culturales encargados
de estandarizar el desarrollo sexual de los niños y
niñas, moldeando sus actividades, roles y relaciones a
patrones conductuales impuestos desde su crecimiento, donde le
hemos enseñado por ejemplo que "las niñas juegan con
muñecas y los niños con carros", "que las niñas no
juegan fútbol, porque esos son juegos para niños.

En lo que respecta a estos planteamientos, J.A Vallejo y
Nagera, en su teoría "Esquema de
Género"[60] sustentan que "el continuo
entrenamiento que induce a las
niñas  a dirigirse en un sentido  y a los
niños en otro, y sobre todo el grado de superioridad
conferido al muchacho, hacen difícil que el trato entre
ambos sea amistoso y equilibrado. Los chicos siguiendo los
valores culturales, tratan a las niñas como seres inferiores
asumiendo su condición que se ve mantenida por una notable
desigualdad en su oportunidad de adquirir  la experiencia
social"[61]
. De acuerdo a este
planteamiento podríamos suponer que de ese "entrenamiento"
en la identidad de género se desprenden conductas machistas
que acaban por debilitar aún más las relaciones entre
los hombres y las mujeres.

En los anteriores prejuicios, creencias, estereotipos, que los
adultos(as) han impreso en los niños(as) se refleja la
conducta sexual de los pequeños, siendo entonces claro que
los niños reproducen las representaciones sociales de los
adultos(as), por tanto, su desarrollo sexual está moldeado
de tal forma que los infantes ya están condicionados a
responder a las demandas culturales de nuestro contexto.

En lo que respecta a la formación de la identidad de
género, Vallejo ha planteado que: "A medida que los
niños y niñas ven  lo que los niños y
niñas deben ser  y hacer – el esquema de género
de la cultura
-  adaptan sus propias actitudes y
comportamientos.  Toman y escogen, del rango completo de
atributos humanos, los del esquema de género de su sociedad
que se ajuste a ellos"[62]  

Por otro lado, este mismo autor sostieneque los niños se
socializan por si mismo en sus papeles de genero, "primero desarrollan
un concepto de lo que significa ser hombres o mujeres,
organizando información a través del esquema de
género. Adquieren este esquema porque ven que la sociedad
clasifica a la gente más por género que por otra cosa:
los hombres y las mujeres usan ropa diferente,  se divierten
con juguetes diferentes, usan
baños separados y se hacen en filas aparte en el
colegio[63].

En este sentido, se podría afirmar que, estas
representaciones sociales de la sexualidad en los niños se
han ido construyendo en la medida en que el infante va
aprendiendo esquemas sociales – que indudablemente los adultos
han diseñado -, que van determinando su rol y
consecuentemente su identidad sexual.

Por otro lado, podemos plantear que el papel del adulto se
torna como un represor del desarrollo sexual del infante, como
hemos planteado anteriormente, pareciera que éste ignorara
los sentimientos, emociones y necesidades de los niños y
niñas, imponiéndoles sus propios valores, intereses y
prejuicios, por ello, el castigo y la censura social impresiona
claramente a los niños y niñas, teniendo implícito
cierto sentido de vergüenza y culpa, como se constata en
algunas afirmaciones de los menores:

"si uno ve la niña desnuda se desmaya"

"andar desnudo es una grosería",

"los niños no se besan en la boca",

Estas aseveraciones, se relaciona claramente con las
representaciones sociales de los niños, niñas, y
adultos(as) sobre la sexualidad, pues al concebirse al infante
como mágico, ingenuo, con poca madurez, responsabilidad y
autonomía podemos deducir que la misma educación
represora ha incidido en la formación sexual del
niño(a). La actitud castigadora en la que la vergüenza
y el pudor son las principales referentes a la hora de establecer
lo que es normal y admitido socialmente para el infante, son dos
referentes importantes para sustentar una vez mas la
hipótesis de que existen dos mundos que explica por qué
los adultos(as) optan por señalar algunas conductas como
propias para adultos(as) y otras como inapropiadas para los
niños y niñas. 

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