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Anatomía y fisiología de la audición (página 2)



Partes: 1, 2

El tímpano recoge la onda sonora proyectada en su
superficie, comportándose de diferente forma según
las diferentes frecuencias.

Ya en el oído
medio, la cadena de huesecillos toma las vibraciones proyectadas
sobre el tímpano y las conduce a la ventana oval
(oído interno). Es decir que la membrana del
tímpano conduce el sonido hacia el
oído interno a través de la cadena de huesecillos
que actúa como un todo. Esta cadena está sostenida
dentro de la caja timpánica por músculos y ligamentos que le dan la
movilidad necesaria para conducir el estímulo sonoro. Los
músculos timpánicos se combinan de tal manera que
se contraen al mismo tiempo
formando una unidad de defensa ante los ruidos intensos, es decir
que oficia de amortiguador del sonido a altas intensidades. La
contracción en forma permanente de estos músculos
causaría un descenso importante del umbral auditivo,
principalmente en los tonos bajos. Dicha contracción es
siempre simultáneamente y en ambos oídos.

La trompa de Eustaquio es el nexo de comunicación de la caja timpánica
con la faringe cumpliendo dos funciones:
neumática (reviste interés
audiológico) y evacuatoria. Cuando existe dentro de la
caja menor presión
que la del medio ambiente
ocurren una serie de fenómenos reflejos que deben
equilibrar las presiones ingresando el aire a
través de la trompa. Dicho equilibrio es
necesario para que la transmisión del sonido por el
oído medio sea normal.

Si en cambio la
presión es mayor que la del medio
ambiente, tiene lugar el reflejo de deglución o
fenómenos como la tos y el bostezo, permitiendo la
contracción de los músculos.

La trompa de Eustaquio se abre y deja pasar aire a las
cavidades del oído medio.

Ahora bien, el oído interno es un espacio lleno de
líquido y está abierto sólo por dos ventanas
oval y redonda. En la primera tenemos un pistón que es la
platina del estribo y en la segunda una membrana elástica
llamada también "tímpano secundario". Al ejercer
una presión en una de ellas, ésta se transmite por
los líquidos perilinfáticos debiendo descomprimirse
por la otra.

La onda sonora se transmite entonces por los líquidos
endóticos y va a impresionar la membrana basilar en un
lugar específico, correspondiente a una determinada
frecuencia, los agudos en la base y los graves en el extremo del
caracol (helicotrema).

Aparato de Percepción

Es en la cóclea donde ocurre la transformación
de energía mecánica en eléctrica mediante un
fenómeno mecánico-químico-eléctrico
que tiene lugar en la membrana basilar. …"al hundirse la
platina del estribo dentro del espacio perilinfático
produce movimientos en este líquido, el cual se transmite
a lo largo del laberinto membranoso formando torbellinos que se
extienden hasta el helicotrema. Debido a la resistencia
ejercida por las distintas paredes y al impulso mecánico
de progresión, se generan presiones en la endolinfa a
través de la membrana de Reissner y en la basilar que
está situada debajo de ella…"

Esta energía bioeléctrica es conducida por el
VIII par craneal a los centros nerviosos y de ahí a las
localizaciones acústicas de la corteza cerebral, en la
cual se integran los sonidos tomando conciencia de la
imagen
acústica.

  1. Fisiología de
    la audición

El sonido entra al oído por el canal auditivo externo y
hace que la membrana del tímpano vibre. Las vibraciones
transmiten el sonido en forma de energía mecánica, mediante la acción
de palanca de los huesecillos hacia la ventana oval.

Después, esta energía mecánica es
trasmitida por los líquidos del oído interno a la
cóclea, donde se convierte en energía
eléctrica que viaja por el nervio
vestíbulo-coclear hacia el sistema nervioso
central, donde es analizado e interpretado como sonido en su
forma final. Durante este proceso de
transmisión, las ondas sonoras
encuentran protuberancias cada vez más pequeñas,
desde el pabellón auricular hasta la pequeña
ventana oval, que resultan en incremento de la amplitud (o
volumen) del
sonido.

Las ondas sonoras transmitidas por la membrana del
tímpano a los huesecillos del oído medio llegan al
caracol, que es el órgano encargado de la audición
situado en el laberinto u oído interno.

Un huesecillo importante es el estribo, que balancea y
establece las vibraciones (ondas) en los líquidos
contenidos en el laberinto. Estas ondas líquidas, a su
vez, causan el movimiento de
la membrana basilar que estimula a las células
del órgano de Corti para moverse en forma de onda. Los
movimientos de la membrana estabilizan las corrientes
eléctricas que estimulan las diversas áreas de la
cóclea. Las células ciliadas inician un impulso
nervioso que se codifica y transfiere a la corteza auditiva del
cerebro, donde se
descodifica en la forma de un mensaje sonoro.

 La audición ocurre por dos mecanismos:

– La transmisión de sonidos por el aire en el conducto
auditivo externo y medio comprende la conducción
aérea,

– y la que ocurre por los huesecillos del oído medio es
la conducción ósea.

En personas con audición normal, la conducción
aérea es más eficaz; sin embargo, los defectos de
la membrana timpánica o la interrupción de la
cadena osicular alteran la conducción normal del aire y
causan pérdida de la proporción
sonido-presión y, por tanto, pérdida de la
audición.

Podemos concluir diciendo que el ruido produce
lesiones (trauma sonoro) en principio sólo detectables en
registro
audiométrico, y si la intensidad y/o tiempo son
suficientes, provocará hipoacusia. Esta disminución
de la agudeza auditiva comienza de forma silente y no es
percibida por la persona hasta que
no se alcanzan las frecuencias conversacionales.

El campo auditivo del hombre
está entre los 16 y los 20.000 Hz. Por debajo de este
rango no se percibe sonido y sí una sensación de
empuje y por encima, la vibración entra en el
límite de los ultrasonidos, no captables por el hombre pero
sí por la mayoría de los animales.

  1. TRASTORNOS
    DE
    LA AUDICIÓN

¿Qué es un trastorno del proceso
auditivo?

Con frecuencia se dice que el proceso auditivo es "lo que
hacemos con lo que escuchamos". En otras palabras, es la
habilidad del cerebro de procesar las señales
auditivas entrantes. Un trastorno del proceso auditivo (APD)
puede ocurrir en los niños y
los adultos, pero es mucho más común en los
niños – hasta de 3 a 5 por ciento y es dos veces
más común en los varones. El APD es más
común que la  pérdida de la audición
(Chermak & Musiek, 1998). 

¿Un trastorno del proceso auditivo es lo mismo que un
trastorno del proceso auditivo central?

Sí. El término "trastorno del proceso auditivo"
es el preferido porque admite que los problemas de
audición periféricos pueden jugar un papel en el
trastorno.

¿Qué causa un trastorno del proceso
auditivo?

No existe una sola causa del APD. Algunas de las causas
posibles son retrasos de maduración en el desarrollo de
los centros auditivos importantes dentro del cerebro. Las
deficiencias también pueden tener una relación con
las diferencias en la forma en que se desarrolla el cerebro del
niño. éstas generalmente representan problemas que
muy probablemente persistirán durante toda la vida del
individuo. En
otros niños, el APD puede atribuirse a problemas o
enfermedades
neurológicas (Schminky and Baran, 1999).

¿Qué comportamientos debe un padre o un
maestro buscar si sospecha de un APD? 

Muchos de estos comportamientos característicos no son
únicos del APD y también pueden observarse en
individuos que presentan ADHD, perdida de la audición,
problemas de comportamiento, dificultades de aprendizaje o
dislexia. El
diagnostico de un trastorno del proceso auditivo debe hacerse con
pruebas de
audición.

Los niños con APD pueden:

  • Comportarse como si tuvieran una pérdida de la
    audición a pesar de la agudeza de la audición
    normal, especialmente en entornos ruidosos
  • Demostrar mayor dificultad con tareas verbales que con
    tareas no verbales
  • Distraerse con facilidad por los ruidos del entorno y/o en
    general molestarse por ruidos fuertes y repentinos
  • Tener problemas de lectura y/o
    deletreo
  • Tener dificultades para seguir instrucciones de
    múltiples pasos
  • Tener dificultades para procesar información no verbal, como la
    apreciación musical
  • Ser desorganizados y olvidadizos
  • Ser diagnosticados con trastorno o retraso de lenguaje
  • Mostrar errores de articulación que persisten por
    más tiempo que lo que deberían
  • Tener dificultades para recordar información
    oral
  • Desempeñarse mejor en entornos más tranquilos
    y/o cuando la información auditiva está
    acompañada por indicaciones táctiles o
    visuales
  • Mostrar dificultades en lo académico y ser
    considerados "personas de bajo rendimiento"
  • Tener habilidades pobres de comunicación
    social o dificultades para relacionarse con sus
    iguales 

¿Quiénes deben ser evaluados?

Los niños de 7 años o más que muestren
uno o más de estas señales de comportamiento,
especialmente si hay antecedentes familiares de dificultades del
proceso auditivo o pérdida de la audición
periférica. También, un niño con
antecedentes de otitis media (infección crónica del
oído) en la primera infancia, ya
que la otitis media puede tener efectos adversos en el desarrollo
de las habilidades del proceso auditivo. No se puede diagnosticar
un trastorno del proceso auditivo en los niños menores de
7 años utilizando la prueba formal estandarizada. Los
niños con retrasos significativos de comunicación
y/o cognitivos no pueden ser candidatos para ser
evaluados. 

¿Qué sucede en la evaluación?

Se recomienda una evaluación de un especialista del
oído y de un patólogo de habla y lenguaje por igual
El especialista del oído evaluará la
audición del niño, identificará cualquier
proceso auditivo y/o deficiencias de atención y puede sugerir modificaciones del
ambiente. El patólogo de habla y lenguaje evaluará
la percepción del habla del niño, el
uso del lenguaje expresivo (producción) y receptivo (entendimiento),
articulación, atención y habilidades
pragmáticas (el uso social del lenguaje). Estos
profesionales junto a los padres y maestros del niño
pueden trabajar conjuntamente para determinar el alcance del
problema y las técnicas
de tratamiento más efectivas.

ANEXOS

CONCLUSIÓN

La audición comienza en el oído externo. Cuando
se produce un sonido fuera del oído externo, las ondas
sonoras, o vibraciones, ingresan al conducto auditivo externo y
golpean el tímpano (la membrana timpánica).
éste produce vibraciones que luego pasan a los tres
pequeños huesos del
oído medio, llamados huesecillos. Estos amplifican el
sonido y transmiten las ondas sonoras al oído interno y al
órgano de la audición que contiene líquido
(cóclea).

Al llegar al oído interno, las ondas sonoras se
convierten en impulsos eléctricos que el nervio auditivo
envía al cerebro, el cual traduce estos impulsos a
sonido.

BIBLIOGRAFÍA

·        

·        
www.comosalvarvidas.info

·        
www.mcghealth.org

 

 

Autora:

Matilde Carolina Medina Carrero

Venezuela

Partes: 1, 2
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