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Eternos Principios de un Buen Gobierno (página 3)




Enviado por Frank Denke



Partes: 1, 2, 3

La Ignorancia Puede Ganar

La votación a nivel nacional puede herir al Bien
Común por otra razón: la ignorancia.  Por
ejemplo, la mayoría de los ciudadanos de una nación,
realmente no sabe nada sobre cómo manejar sus bosques, su
fauna y la
política
extranjera de su país, porque no tiene acceso a datos
importantes, ni la educación o
experiencia para manejar bien estos asuntos. El conocimiento
profundizado sobre muchos asuntos en un país es
compartido, generalmente, solamente por una minoría, que
tiene acceso a los datos y el entrenamiento y
la experiencia necesarios para entender bien y manejar bien estos
asuntos.

Debido a esta ignorancia, la votación de la gente a
quienes les faltan muchos datos, educación y
experiencia, no parece la mejor manera de gobernar o de decidir
muchos asuntos.  ¿Cómo se sentiría
usted en un avión dirigido por la mayoría de votos
de sus pasajeros, en vez de la educación y experiencia de
su piloto y navegador?  Los aviones vuelan seguros porque
son reinos volando, y
no son democracias votando.

Cómo decidir asuntos sin votar

Los gobiernos pueden decidir mejor muchos asuntos
legítimamente, por ciudadanos bien informados, que por la
preferencia general, expresada por la votación de "la
gente".

Las decisiones tomadas, usando asesoramiento de expertos,
serán sabias SOLAMENTE si no están en conflicto con
el Bien Común.  Por esta razón, SOLAMENTE las
personas motivadas por el Bien Común, y no por un grupo de
intereses egoístas, se motivan correctamente para tomar
buenas decisiones.

Desafortunadamente, algunos se designan a las posiciones del
gobierno por
razones políticas
(por ej., porque pertenecen al partido que ganó), y no
porque tengan la capacidad y el deseo de servir verdaderamente al
Bien Común de su Nación.

¿Quién es igual?

Algunos proponen que cada uno vote porque "todos los hombres
(y las mujeres) son iguales".  En una sección
anterior, discutimos que somos solamente iguales en lo que somos
(seres humanos), pero no en QUIéNES somos: (aviadores,
albañiles, doctores, maridos, esposas).
Cada persona, con su
propia especialidad, educación, experiencia, inteligencia,
habilidad, temperamento, etc., etc., es diferente.

Respecto a muchos asuntos para los cuales se dice que es "la
gente" la que debe de decidirlos al votar, algunos conocen bien
el asunto por el que están votando, otros no. 
Algunos saben más.  Algunos saben menos.  Si
toda la gente fuera VERDADERAMENTE igual, todos los ciudadanos
votarían por lo mismo. La verdad es que, en cualquier
grupo, los que voten lo harán en tantas maneras diferentes
como opciones hayan.

Votando por el "menor de dos males"

Hay muchas personas que dicen que, dadas dos opciones malas,
hay que votar por "el menor de los dos males".  En realidad,
si los dos males se diferencian solamente por ser una
variación del mismo mal, escogiendo cualquiera de las dos
opciones va a llevarnos al mismo fin.  No hay diferencia en
lo que va a pasar por votar entre manejar el coche hacia el
abismo a 10 o a 20 millas por hora, aunque el llegar al
precipicio menos rápido parece mejor.

Para hacer firme este punto, vamos a relatar lo que
pasó, en los EE.UU., con el progreso del aborto legalizado
en ese país. Cuando empezó la batalla en contra de
la vida, en los EE.UU., casi nadie hubiera votado para permitir
el aborto de
un niño al momento de nacer. En ese entonces, todas las
leyes de los
EE.UU. fueron en contra del aborto intencional.  Para
conseguir el último fin de los "pro abortos", usaron la
estrategia de que
es mejor votar por el menor de dos males.  Así lo
hicieron.

Primero, dijeron los "pro-abortos", que sería mejor
legalizar el aborto que forzar a una mujer a sufrir
con un niño no deseado, o morir tratando de procurar un
aborto ilegal en las manos de un doctor mal entrenado. 
Ofrecieron dos opciones: el aborto no regulado por la ley, o el aborto
regulado por la ley.  La gente, pensando que sería
mejor controlar los abortos intencionales por una ley, que no
controlarlos, votaron por permitir el aborto controlado por la
ley, como "el menor de los dos males".  (Ahora la ley
permitía abortos intencionales).

Entonces ofrecieron los "pro-abortos" otras dos opciones a la
ciudadanía: o permitir el aborto durante
los primeros tres meses, o permitir el aborto durante los
primeros seis meses.  La gente, pensando que el menor de los
dos males era el permitir el aborto solamente durante los
primeros tres meses, votaron así.

Entonces los "pro-abortos" ofrecieron dos opciones más:
permitir el aborto durante los primeros seis meses, o durante
todos los nueve meses.  Otra vez, escogiendo el "menor de
los dos males", la gente votó permitir el aborto hasta los
seis meses.  Así llegó la ley para "controlar
el aborto", en  los EE.UU., hasta permitir el aborto hasta
que nazca el niño, que es la ley actual.

Se permite "elegir el menor de dos males" solamente cuando
usted no tenga NINGUNA otra opción.  Cuando hablan de
votar, algunos dicen que dadas dos malas opciones, hay que votar
por una de ellas. Usted realmente tiene una tercera
opción.  Usted puede elegir no votar.

La Votación No puede Determinar la
Verdad

No tiene ningún sentido común que la gente vote
sobre lo que es verdad.  Algo es verdad o no lo es. 
Una mayoría de votos no puede cambiar eso.

Dos y dos o son cuatro.  Dejar a la gente votar sobre
cuánto son dos y dos no va a cambiar nada.

La Votación y la Iglesia

Algunos piensan que la Iglesia
Católica, confiada por Dios con la responsabilidad del Bien Común Sobrenatural
del mundo entero, debe de funcionar como una democracia.  Después de la
discusión anterior, el lector puede entender mejor por
qué la sabiduría de la Iglesia dice "no", al
funcionar en materias doctrinales y morales como una
democracia.  El propósito de la Iglesia es
preservar las verdades contenidas en el "Depósito
de la Fe", confiado a Ella por Jesucristo Dios, para transmitir
estas verdades a toda la humanidad, hasta el fin del
mundo.  La Iglesia, dirigida y protegida (solamente en
su doctrina) por la infalibilidad de Dios, nunca podría
mejorarse por sujetar sus decisiones morales o doctrinales a una
mayoría de votos de la humanidad caída.

En conclusión, parece que la votación sirve
mejor para decidir cuestiones de conveniencia, si se confina la
votación a la gente directamente afectada por el
asunto.  Cuando el asunto está relacionado a cosas de
moralidad,
mejor buscar la voluntad de Dios, oyendo lo que dice la Iglesia,
y no solamente las opiniones de la gente que tan
fácilmente cambian y, muchas veces, se oponen a la
voluntad de Dios.

CAPÍTULO VIII
…  La "
Calidad de
Estadista" y la JUSTICIA

DEFINICIÓN: La "Calidad de Estadista" es el
arte de
gobernar bien.

PROPÓSITO: El propósito de esta calidad
es resolver puntos en disputa, solamente según el Bien
Común de los ciudadanos de un país.

FUNDAMENTO: El Fundamento de esta "Calidad de
Estadista" es la justicia y el valor.

EJEMPLO: Santo Tomás Moro (de Inglaterra)
tenía esta "Calidad de Estadista", porque tenía el
valor de oponerse a la injusticia y la inmoralidad de su rey.

ABUSO: La "Calidad de Estadista" es abandonada por los
que piensan que es más importante complacer a los que le
eligieron, que complacer a Dios.

DISCUSIÓN

Cualquier país tiene sus grupos de
intereses especiales.  Muchas veces, estos grupos se oponen
sobre opciones.  Es común oír al ganador de
una elección democrática decir que él
representará a "todos", pero eso no tiene ningún
sentido, cuando se relaciona a la representación de cada
uno los intereses individuales de los ciudadanos.  Si una
persona elige no votar por un candidato, es porque piensa que el
candidato no representará su interés o
creencia en un área importante.  ¿Cómo
puede la gente ser representada en algo por una persona que crea
lo contrario?

Por la misma razón podemos decir que ningún
grupo de gente puede representar los intereses individuales de
otros grupos.  Dado cualquier tema o área de
interés, es seguro que van a
encontrar oposición entre algunos de estos grupos. 
Unos grupos pueden desear utilizar los árboles
para construir casas.  Otros grupos no quieren que los
árboles sean tirados, porque un búho vive en sus
ramas.

Como se puede ver, NINGUNA persona, ni NINGÚN grupo de
gente, puede representar los intereses individuales de
todos.  La única manera que un hombre en el
gobierno pueda decir que él representa los intereses de
cada uno, es si coloca el Bien Común de todos los que
él representa sobre los intereses especiales de sí
mismo, y de los que lo eligieron. Tales personas tienen la
"Calidad de Estadista".  Tales personas forman un especie de
ser humano verdaderamente en peligro de extinción.

Hombres con la "Calidad de Estadista"

El reto de un hombre de "Calidad de Estadista" es oír
los argumentos de todos lados, respecto a una situación y,
como un juez justo, decidir cuál es la mejor opción
para servir al Bien Común de todos los afectados, incluso
si va en contra de los intereses de los que lo eligieron. 
Por otra parte, alguien que no toma en cuenta el Bien
Común de todos los afectados, con sus decisiones, sino que
decide SOLAMENTE por los intereses de aquellos que le eligieron,
para mantenerse en su posición de autoridad, se
le llama un "político".

Por Bien o por Mal, con Votación, lo más
Grande Triunfa

De un modo u otro, una nación es gobernada por una
mezcla de políticos, hombres de "Calidad de Estadista", y
por varios grupos de diferentes intereses particulares. 
¿Cómo es posible resolver las diferencias entre
estos grupos al votar?

El mejor ó peor resultado de dejar a todos los miembros
de estos grupos (o sus representantes) decidir sus conflictos de
intereses al votar, será que los grupos más grandes
vencerán a los más pequeños.  Esto
presenta una pregunta importante.  ¿Si siempre
triunfan los intereses de los grupos más grandes en una
democracia, qué protegerá los intereses JUSTOS de
los "más pequeños"?

La Justicia Protege

La protección de las minorías en una
nación depende, en gran parte, de la justicia de sus leyes
y cómo las hacen cumplir.  Por ejemplo, si la
justicia de una nación se basa sobre los Diez Mandamientos
de Dios, cada persona tendrá una verdadera base de
protección en la ley de su país, porque los Diez
Mandamientos ponen límites a lo que "la
gente",  incluso el gobierno mismo, pueden tratar de imponer
por su "gusto".

Si la base de gobernar de un país permite la
injusticia, esta falla de tener un límite justo a
lo que se puede legalizar, aunque sea impuesto por un
rey o por "la voluntad de la gente", daña no solamente a
los ciudadanos afectados, sino a la seguridad de
todos/as de una nación, porque nadie puede sentirse
protegido por las efímeras leyes de su
nación. 

La Práctica de la Justicia

La justicia, para servir al Bien Común, no puede
dejarse "dividir", es decir, servir a algunos y a otros no. 
La justicia, para servir al Bien Común, debe de servir y
proteger a todos en una nación, no solamente a
algunos.  Si los que gobiernan pueden tratar a ALGUNOS de
sus ciudadanos con justicia, pueden decidir tratar a otros con
injusticia, y nadie está seguro. Es por eso que decimos
que la justicia debe de ser "indivisible".  La
justicia  debe de servir a CADA UNO igualmente, para
proteger la inocencia o castigar la culpabilidad,
en quienes quiera que sea encontrada.

Sabemos, por experiencia, que las leyes cambian en una
nación.  Si la base de su justicia es la
efímera "voluntad de la gente", esta base inestable va a
producir leyes a veces para lo mejor, y a veces para lo
peor.  Por ejemplo, las leyes de los EE.UU., por muchos
años, protegieron fuertemente a los niños
nonatos, pero ahora protegen a los que matan a estos mismos
niños.

De esto podemos ver que se necesita algo, aparte de la
inestable "voluntad de la gente", para proteger los inalterables
derechos justos
de todos los ciudadanos. La única base que sirve para
proteger a todos, sin alterarse, es una base formada por las
inalterables leyes de Dios, y sostenida por hombres con 
"Calidad de estadista".

CAPÍTULO
IX…  IGLESIA y ESTADO

DEFINICIONES: El Estado,
como la Iglesia, son "cuerpos perfectos", es decir, que cada uno
tiene todo lo necesario, en sí mismo, para cumplir con su
razón de existir. En la tierra, La
Iglesia es la parte visible del eterno Cuerpo Místico de
Cristo, instituida por Cristo mismo para la salvación de
la humanidad.  El Estado es una
institución temporal, implícita en la
Creación de Dios y formada por la gente para lograr su
Bien Común. 

PROPÓSITO: La Iglesia y el Estado sirven para
satisfacer dos peticiones expresadas en el Padre Nuestro: "Venga
a nosotros tu reino.  Hágase tu voluntad así
en la tierra como en
el cielo."

FUNDAMENTO: En cualquier Estado, la relación
entre la Iglesia y el Estado depende de la relación con
Jesucristo, entre los que gobiernan el Estado, y los que
gobiernan la Iglesia.

EJEMPLO: Un ejemplo de una buena relación entre
la Iglesia y el Estado era en el Ecuador
católico durante la presidencia de García Moreno.
 Durante esa época, el Estado profesaba su fidelidad
a Jesucristo, y cooperaba con la Iglesia, para servir al Bien
Común de sus miembros.

ABUSO: La relación correcta entre La Iglesia y
el Estado (unión de principios
morales y separación de responsabilidades) puede ser
abusada por la mala conducta de los
representantes de cualquier lado.  Los representantes de la
Iglesia no deben de usar el poder del
Estado para imponer la Fe, ni tratar de controlar los asuntos del
Estado, y el Estado no debe de fomentar un sentimiento
anti-católico entre sus ciudadanos, ni tratar de controlar
los asuntos de la Iglesia.

DISCUSIÓN

El Padre Nuestro hace dos peticiones: "Venga a nosotros tu
reino" y "Hágase tu voluntad así en la tierra como
en el cielo."  El Reino de Dios Trino no se confina
solamente a su Iglesia.  Por haber creado todo, todo
pertenece al Dios Trino.  La Iglesia Y el Estado tienen la
misma obligación de conformarse a la autoridad Divina de
su Creador.  Los que gobiernan al Estado tienen la misma
obligación de someterse al Creador, como los que gobiernan
a la Iglesia.

Es deber del Estado el convertirse en la "Ciudad de Dios",
donde se santifica el nombre de Dios, y se hace Su voluntad
"así en la tierra como en el cielo." Eso es posible
solamente cuando haya una buena relación entre ambas
"Sociedades
Perfectas": la Iglesia y el Estado.

La Iglesia y el Estado son "Sociedades
Perfectas"

Que la Iglesia y el Estado son "sociedades perfectas",
significa que cada uno tiene toda la autoridad y todos los
recursos
necesarios para: (1) servir a sus miembros, para (2) gobernarse a
sí mismo, y para (3) cumplir con su razón de
existir. En este sentido, cada uno es independiente
El Estado no necesita otro Estado para cumplir con sus deberes, y
la Iglesia Católica no necesita otra iglesia para cumplir
con sus deberes.

Cada una de estas dos sociedades tiene su propia área
de responsabilidad.  El Estado existe principalmente para
servir al bien temporal de algunos hombres, y la
Iglesia para servir al bien espiritual del todos
los hombres.  De los dos, la IGLESIA tiene una preeminencia,
siendo fundada directamente por Dios-Jesucristo para la
salvación eterna de todos, mientras que cada Estado se
funda indirectamente por Dios (directamente por hombres) para el
bien temporal de algunos.

La Iglesia misma enseña que ninguna Sociedad
Perfecta tiene el derecho de controlar las cosas por las cuales
no es del todo responsable.  Las religiosos no deben de
ocupar cargos de poder mundano.  Nuestro Señor,
mientras reconoció el poder mundano de Poncio Pilatos, no
ocupó ninguna posición estatal para establecer sus
enseñanzas.  Mas, nuestra experiencia nos
enseña que el deseo de poseer un poder mundano, o
riquezas, aunque sea para alcanzar algún propósito
aparentemente bueno, muy fácilmente corrompe a
cualquiera.  Por eso, la Iglesia prohíbe a sus
sacerdotes y monjas el ocupar posiciones de poder político
del Estado. 

El propósito del Estado es buscar el bien
temporal  de sus ciudadanos, de la mejor manera
posible, (ojalá poniendo en práctica los principios
de Nuestro Señor).  Si no es correcto para la Iglesia
el manejar directamente las responsabilidades del Estado, es
también incorrecto para el Estado a manejar directamente
las responsabilidades de la Iglesia.  Por eso, sería
un gran error si el Estado tratara de manejar los asuntos
espirituales de la Iglesia.  Por ejemplo,
sería incorrecto que el Estado dijera a la Iglesia
cómo administrar los Sacramentos.

El propósito de la Iglesia es proclamar, predicar,
enseñar y vivir el evangelio de Nuestro
Señor.  Mientras que la responsabilidad de la Iglesia
es la de predicar los principios de Nuestro Señor al
Estado, depende de los laicos el ponerlos en practica, si ocupan
un cargo de autoridad en el Estado.  Sería un error
si los religiosos de la Iglesia trataran de controlar
directamente la manera en que el Estado pone en práctica
estos principios, para conseguir el Bien Común de sus
ciudadanos, en el orden temporal.

Al mismo tiempo, la
responsabilidad de la Iglesia y del Estado de fomentar el Bien
Común de los hombres crea campos de intereses
mutuos.  Un área obvia del interés mutuo es la
perfección con la cual las leyes escritas del Estado
determinan la culpabilidad o inocencia del acusado (la justicia
de las leyes con respecto al asesinato, robo, aborto, etc., mas
la misericordia debida, según las circunstancias). Tales
áreas de responsabilidad mutua parecen mejor servidas con
la COOPERACIÓN entre la Iglesia y el Estado.  Sin
embargo, una cooperación fructífera entre Estado e
Iglesia depende de la verdadera catolicidad de los ciudadanos (su
verdadero amor a Dios y
al prójimo), la de los que gobiernan el Estado, así
como la de los que representan a la Iglesia.

Debido a los efectos del pecado
original en toda la humanidad, las relaciones

entre la Iglesia y el Estado están, a veces, lejos de
ser perfectas, así que esto ha influido a muchos Estados a
creer que la separación "completa" de la Iglesia y el
Estado es mejor que una cooperación en áreas de
intereses mutuos.  Curiosamente, para prevenir una guerra entre
Estados, estos mismos Estados piden a la Iglesia su
cooperación.

La Relación Normal de la Iglesia y el
Estado

El trabajo de la
Iglesia, mientras que es, sobretodo, para el bien sobrenatural de
todos los hombres, también promueve el bien natural de los
hombres.  La vida en la tierra es ciertamente más
pacífica para todos cuando los hombres desean tratarse con
caridad y justicia, por el amor de
Dios.

Por otra parte, el trabajo del
Estado, mientras que es sobretodo para el bien temporal de los
hombres, también puede promover su bien espiritual. 
Por ejemplo, el Estado, por sus leyes, puede ofrecer a la Iglesia
un ambiente
tranquilo para predicar las enseñanzas de Nuestro
Señor Jesucristo y para distribuir los Sacramentos.

Tanto el Estado como la Iglesia, reciben su autoridad del
mismo origen, Dios. El Estado, como la Iglesia trata con los
mismos seres humanos, hechos de carne y espíritu. 
Por eso, parece normal que busquen una manera de cooperar para el
bien de todos.

Puesto que los hombres no pueden ser divididos en cuerpo y
alma mientras
que viven en la tierra, el bien temporal del hombre (servido,
sobretodo, por el Estado) no se puede separar totalmente de su
bien espiritual (servido sobre todo por la Iglesia).  Por lo
tanto, es natural que lo que Dios ha hecho responsable del bien
temporal del hombre coopere, en vez de oponerse a lo que Dios ha
hecho responsable por el bien espiritual del hombre.

Un católico es miembro de ambas sociedades, Iglesia y
Estado, y no debemos tratarlo como si fuera dividido en dos
partes (cuerpo y alma).  El alma, con todas sus potencias
espirituales (el intelecto, la voluntad, etc.), sirve al "ser
humano" entero (alma y cuerpo) para que viva mejor en la tierra y
consiga su salvación.  Semejantemente, la Iglesia,
con sus potencias espirituales (enseñanza divina, y sacramentos) es para
servir a todos los del "cuerpo social".  El impedir que la
Iglesia ejercite su propia influencia en el Estado para que todos
vivan mejor (con más tranquilidad) en la tierra, y que
lleguen a su salvación, es poner en peligro el Bien
Común de una nación.

"Separación"

Para hablar de la relación correcta entre la Iglesia y
el Estado, hay que definir lo que significa la
"separación" entre el Estado y la Iglesia.  La
Iglesia misma reconoce que estas dos sociedades son "perfectas",
y como tal, enseña que cada una tiene su propia
área de independencia.  Si el Estado, o la Iglesia,
manejara las responsabilidades de la otra, sería una forma
de "sobre control"  en
contra del orden correcto que debe de existir entre esas
sociedades perfectas.

Al mismo tiempo, la Iglesia enseña que el alcance de la
felicidad humana depende de poner en práctica las
enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, porque es
Dios, y que el alcance del Bien Común depende de la manera
en que se les pone en práctica.  Por eso, la paz y
tranquilidad que se encuentra entre el Estado y la Iglesia,
depende de la aceptación entre sus miembros de los
principios de convivir revelados por Dios.  Con eso
entendido, podemos decir que la mejor relación entre el
Estado y la Iglesia es el reconocer la separación de
responsabilidades, pero la unión de principios para
convivir.

En lo actual, lo que se entiende por "Separación" entre
el Estado y la Iglesia no es la separación de
responsabilidades (como enseña la Iglesia), sino
que la mejor manera de gobernar es con una separación de
principios.  La "Separación" ahora significa
que las enseñanzas de Nuestro Señor no deben de
influenciar a las decisiones del Estado, de ninguna manera.

No Hay "Separación Total" entre el Estado y Alguna
Creencia

Cada Estado se deja manejar por algunos principios
filosóficos: que sean los principios de Nuestro
Señor, enseñados por su Iglesia, o los principios
del socialismo, o los
principios del humanismo, o
del comunismo, o la
"voluntad de la gente", etc., etc. Cuando haya una
separación total entre la Iglesia y el Estado (es decir
que el Estado no siente ninguna obligación de cooperar con
la Iglesia, en la formación de las leyes pertenecientes a
lo moral), eso
siempre resulta en que el Estado imponga su estilo de "fé"
y "moralidad" con sus leyes, y con las enseñanzas en las
escuelas publicas, sobre el cuerpo social que gobierna.

Por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos
REQUIERE que su dogma religioso oficial, el HUMANISMO, (evolución, los "derechos homosexuales",
etc.), se enseñe a todos los estudiantes dentro de las
escuelas públicas, pero prohíbe a esas mismas
escuelas presentar a los estudiantes las fallas del humanismo,
aún menos los Diez Mandamientos, formulados para toda la
humanidad por Dios, ni los hechos que demuestran que vivimos en
una creación hecha por un poder infinito que se llama
"Dios".

Donde existe la llamada "separación" entre el Estado e
Iglesia, los gobiernos "laicos" ahora animan el aumento de la
homosexualidad, el divorcio y la
práctica del aborto electivo, por hacer estas
prácticas legalmente protegidas, y por enseñarlas
como "opciones legítimas" en las escuelas públicas
de esos gobiernos, sin dejarles a los estudiantes una oportunidad
de estudiar "el otro lado de la moneda".

La única manera que una relación normal entre
Iglesia y Estado puede existir, es por la conversión de
los ciudadanos, incluyendo los que gobiernan la nación, a
la enseñanzas de Nuestro Señor, mientras que los
que representan la Iglesia también practiquen las mismas
enseñanzas.

De estas realidades nos hacemos unas preguntas: ¿si es
impropio que la Iglesia imponga sus creencias sobre cualquier
población, por qué es aceptable que
el Estado imponga las suyas sobre la misma población?
¿Qué es mejor para el Bien Común de una
nación: que la mayoría de los estudiantes reciban
sus enseñanzas morales del Estado, o de la Iglesia?

"Separación Total" Y Unión Falsa entre
Estado/Iglesia, Ambas Malas

La cooperación apropiada entre la Iglesia y el Estado
sirve para refrenar lo malo.  El resultado de evitar que la
Iglesia de Dios coopere con el Estado en la formación de
sus leyes, es que el mal se refrena menos.  Que el bien
común de los ciudadanos de una nación resulte
dañado en la última instancia por una
"separación completa" entre el Estado y la Iglesia, se
puede ver por el nivel que la legalización del divorcio,
aborto y los falsos "derechos humanos"
están destruyendo la unidad familiar en naciones donde se
practican estas desviaciones y, consecuentemente, están
dañando a sus miembros.  Si fuera posible tener una
relación propia entre la Iglesia y el Estado, tales vicios
trágicos no se habrían convertido en la "ley
común" de estas naciones.

Por otra parte, muy mal puede ser el resultado si los
representantes de falsas religiones se
unen con el poder de un gobierno.

La experiencia demuestra que las mayores religiones protestantes
pierden sus valores
morales al pasar el tiempo, permitiendo que los mismos vicios
sean legalizados en países dónde se practica la
"separación completa" de la Iglesia y el Estado.  La
Iglesia Anglicana, formalmente unida al gobierno de Inglaterra,
cuando al principio se separó de la Iglesia
Católica, sostuvo la enseñanza moral de la Iglesia
Católica en muchos temas, pero eso ya se ha cambiado.

Por ejemplo, el gobierno de la Iglesia Anglicana, y de
Inglaterra estaban una vez contra el aborto (como el gobierno de
los Estados Unidos).  Pero ahora, porque la Iglesia
Anglicana permite el aborto, el gobierno de Inglaterra
legalizó el aborto, tan libremente como el gobierno de los
Estados Unidos, que no tiene ninguna unión entre la
Iglesia y el Estado.

El propósito de formar una unión de
cooperación entre la Iglesia y el Estado es para preservar
la moralidad cristiana en una nación, para su propio
bien.  La inmoralidad del aborto está prosperando en
Inglaterra como dentro de los Estados Unidos.  El resultado
de separar completamente la Iglesia (que enseña
según lo que enseñó Nuestro Señor
Jesucristo) del Estado, parece resultar tan malo como la
unión del Estado con una religión fundada por
los hombres.

En cualquier caso, el "menor de los dos males" sigue siendo un
mal. Sabemos por experiencia que cualquier situación
malvada, si no se corrige, conducirá a un mayor mal al
pasar del tiempo, tal como una infección pequeña,
si no se está limpiando, conducirá a una
infección extensa.

La experiencia de varias naciones democráticas
demuestra que, donde la Iglesia no puede influenciar al gobierno
del Estado en asuntos morales, esa nación
terminará, eventualmente, por legalizar el divorcio, el
aborto, y otras formas de licencia, exigidas por sus ciudadanos,
como los "derechos civiles de la humanidad".

Infalibilidad y Estabilidad

Dios dio a su Iglesia el regalo de la infalibilidad para
ayudar a toda la humanidad, a los hombres y a sus
gobiernos.  Las naciones, en las cuales sus ciudadanos y
gobiernos se separan de esta dirección, niegan a sus países una
base necesaria de fuerza moral,
de estabilidad pública, y de  unidad nacional.

Mencionamos "estabilidad pública" porque en los asuntos
morales, cuando son definidos por la infalibilidad de la Iglesia,
se quedan definidos para siempre.  Por otra parte, en los
países "democráticos" los asuntos morales que son
definidos por la mayoría de votos, realmente nunca son
definidos.  Cuando gana un grupo que propone su estilo de
moralidad (o inmoralidad), el otro lado trabaja más
enérgicamente, para asegurar su victoria en el voto
siguiente.

Por esta razón, los países cuyas leyes se basan
en "la voluntad de la gente" tendrán una carencia de
estabilidad, con respecto a asuntos morales, y desarrollan el
pensamiento,
entre sus ciudadanos, de que la moralidad es algo cambiable,
según lo que quiere una simple "mayoría de la
gente".  Pero como hemos presentado anteriormente, esa
"mayoría de la gente" solamente refleja una mayoría
de los que votan, que nunca son todos, y por eso, el votar para
determinar la moralidad de algo, en vez de pedir una
definición infalible de la Iglesia, es llegar, solamente,
a una definición no confiable y, por ello,
inconstante.

Problemas que resultan de una "Separación
Total"

Un problema penoso conectado con la separación de la
Iglesia y el Estado, surge cuando los hombres elegidos a una
posición del gobierno, toman su "juramento de hacer
cumplir todas las leyes existentes". Si algunas de estas leyes en
su país se oponen directamente a los Mandamientos de Dios,
(tales como la ley en los Estados Unidos que legaliza la matanza
de un niño no nacido), los que ocupan los cargos de
autoridad en el gobierno se encuentran sujetos a decidir como van
a cumplir con las leyes civiles que se oponen a las leyes de
Dios.  Si existiera una relación apropiada entre la
Iglesia y el Estado, esto no sucedería.

Otro problema penoso del que nos damos cuenta por la
experiencia es que la llamada "separación de la Iglesia y
del Estado" conduce a la separación de los Mandamientos de
Dios de las leyes del gobierno, desarrollando un pensamiento de
que ni los Diez Mandamientos de Dios deben influir en el manejo
de eventos diarios
en la vida pública.  El resultado de esto, en un
país democrático, es influir primero a los
representantes gubernamentales del pueblo, y luego a los miembros
de una nación, a pensar que es aceptable separar la
"Iglesia" del "Estado" en sus propias vidas; en otras palabras,
separar el manejo de la vida espiritual/personal (servir
a Dios) de la vida pública (servir al pueblo sin Dios),
viviendo una "doble vida" como si fuera posible separar el alma
del cuerpo y seguir viviendo.

Frecuentemente en los Estados Unidos se oye a un
político católico decir que se opone al aborto como
un "católico", pero apoyará al aborto legalizado
como un político.  Es, debido a esa división
entre lo que un hombre DICE que cree como individuo, y
lo que HACE el mismo hombre en su vida pública, que muchas
leyes malvadas están siendo aprobadas.  Si lo que
creemos no influye en todas nuestras decisiones y acciones,
¿A dónde vamos?

¿Soldado o Cobarde?

¿Cómo vamos a pensar de una persona que dice que
ama a Dios, pero no defenderá a Sus Mandamientos, ni a los
inocentes?

Imagina como será el día en que llegue esta
persona frente a Dios, y oiga a Nuestro Señor Jesucristo,
que va a juzgar a todos, decirle: "Te di vida para ser mi
soldado.  Morí en una cruz para permitirte ganar la
recompensa más grande posible que un ser humano puede
ganar – la vida y felicidad eternas. Te di mi Iglesia para
enseñarte, mi Madre y los sacramentos para consolarte, y
un ángel de la guardia para defenderte. 
Permití que te eligieran a un cargo público, para
ser uno de los privilegiados que llevan Mi autoridad. Pero, en
vez de usar estos regalos para defender a la más inocente
de mis criaturas, tú me abandonaste, cuando les negaste tu
apoyo, para ganar la aprobación y votos de los
hombres.  Tú conseguiste tu recompensa cuando te
eligieron….."

Los deberes del Estado hacia Dios

Dios creó a la humanidad, de tal manera, que un ser
humano, además de la Iglesia, necesita a la familia y
al Estado para conseguir su bienestar completo.  Por eso,
decimos que Dios es el autor, no solamente de individuos, sino
también de la familia y del
Estado.

El hecho de que Dios sea el autor del Estado, significa que el
Estado, como cada ser humano creado por Dios, tiene ciertas
obligaciones
hacia su Creador.  Puesto que los hombres tienen el deber de
obedecer los Diez Mandamientos de Dios, por las mismas razones,
el Estado, gobernado por hombres, tiene ese mismo deber. Puesto
que los cristianos tienen un deber de tratar de implementar las
enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo hacia todos
los hombres, un Estado formado por cristianos tiene la misma
obligación de implementarlas. Puesto que Cristo
prohíbe específicamente a los correctamente casados
divorciarse y casarse otra vez, el Estado cristiano tiene una
obligación de no oponerse a lo que Jesucristo (el Rey de
toda la humanidad, y de todas las naciones) enseñó
específicamente.

TODOS LOS ciudadanos tienen el deber de agradecerle a Dios por
su existencia, y el  Estado comparte el mismo deber de sus
ciudadanos de agradecer y adorar a Dios.  El hecho actual de
que entre los ciudadanos del Estado existan varias creencias, no
quita al Estado su obligación de reconocer
públicamente la soberanía de Dios sobre los miembros del
Estado, sobre sí mismo, ni de su obligación de no
oponerse a los Mandamientos de Dios.  El Estado debe de
reconocer sus obligaciones para con Dios en su constitución, que es el fundamento de todas
su leyes.

La Dignidad de una Nación
Católica

Si una nación cristiana está verdaderamente
unida a Dios, se reflejará en sus leyes, en la vida
virtuosa de su gente, y en la fidelidad de los oficiales de su
gobierno en fomentar y no oponerse a las enseñanzas de
Nuestro Señor Jesucristo.  Ya que la dignidad de un
individuo depende de hacer la voluntad de Dios en todos
sus quehaceres, privados y públicos, así es que la
dignidad de una nación depende de la fidelidad de su
gobierno, de buscar y servir a la Voluntad Divina, en todos sus
quehaceres, secretos y públicos.

Justicia y orden correcto

Según lo mencionado antes, solamente hay dos tipos de
"sociedades perfectas".  En el orden natural, cada verdadero
Estado es una sociedad perfecta, porque es capaz de servir al
Bien Común, al nivel natural de sus miembros.

En el orden sobrenatural, hay solamente una sociedad
espiritualmente perfecta, porque Cristo es su Creador y
Cabeza: la Iglesia Católica.  Porque la Iglesia es
sobrenaturalmente perfecta (aunque sufre de la
imperfección de sus miembros), es capaz de responder a
TODAS las necesidades sobrenaturales de la humanidad.

Puesto que hay solamente una religión fundada
directamente por Dios Jesucristo, posiblemente sería mejor
llamar a las demás religiones "asociaciones
religiosas".

La base de la perfección en la Iglesia Católica
es totalmente divina, y por eso, es completa.  La base de
todas las "asociaciones religiosas" es imperfecta, siendo basada
sobre una mezcla de la enseñanza de nuestro Señor
Jesucristo y de varias opiniones humanas de sus fundadores. Es
por eso que hay tantas religiones no católicas, cada una
diferente de las demás, según las opiniones de sus
fundadores.

Tomando todo eso en cuenta, uno puede ver la injusticia de
poner una sociedad perfecta, llamada Iglesia Católica, al
mismo nivel espiritual que una multitud de "asociaciones
religiosas" imperfectas.  Aunque hay en el mundo varios
Estados independientes (naciones), y es justo tratar a cada
Estado independiente como a cualquier otro Estado, tratar a la
Iglesia (como la cual no hay igual), como si fuera una de las
muchas asociaciones religiosas, será tan injusto como
tratar al Estado como si fuera nada más uno de muchos
sindicatos
laicos.

En justicia, hay que respetar la fundación de ambos,
Iglesia y Estado, como son: sociedades perfectas en su poder de
cumplir con sus obligaciones hacia Dios y los hombres en sus
campos de responsabilidad.  El grado en que cada sociedad
cumple realmente con sus responsabilidades, Dios lo ha puesto en
manos humanas.  Así sea.

En Conclusión…

Solamente la Caridad puede transformar la Ciudad del Hombre en
la Ciudad de Dios.

El conformar su conducta a sólo obedecer leyes, aunque
por una temporada produce un estándar aceptable de la
conducta, no inflama su caridad. Es hacer algo solamente porque
TENEMOS que hacerlo.  El deber de obedecer formaba una gran
parte del  estándar de vida que se encontraba en el
"Antiguo
Testamento".

Jesucristo dio a la humanidad un nuevo estándar de
comportamiento, que podemos llamar el
estándar de la virtud.  La virtud fluye por dentro de
nosotros.  No se impone.  No es caridad ayudar a
alguien porque TENEMOS que hacerlo.  Es caridad, solamente,
si el acto se hace voluntariamente, por amor a Dios y al
prójimo.

Por esta razón, podemos decir que Cristo nos dio un
estándar MÁ S ALTO que el de simplemente obedecer
reglas.  La práctica de la virtud nos hace más
felices que lo que podría hacernos el simple obedecer
reglas.  Si los hombres desean vivir bajo la más
feliz de las condiciones, lo harán al ampliar la
práctica de la virtud.  El Estado y la Iglesia,
ambos, tienen su papel en establecer este estándar
más alto de conducta entre sus ciudadanos.

Mientras que ni el Estado ni la Iglesia pueden obligar a sus
miembros a la virtud, sino solamente por la ley, es, por la
presencia de Jesucristo dentro de su Iglesia, y así
presente en el mundo, que hombres de buena voluntad logran la
práctica de las virtudes naturales y sobrenaturales. 
Haremos nuestra parte como católicos si vivimos nuestras
vidas según el estándar de la virtud, la
expresión más grande de lo que es la caridad.

Piensa cómo será vivir en una sociedad en la
cual el estándar de conducta entre todos sus miembros es
la práctica de la virtud, especialmente la caridad.

Que Dios conceda a nuestra Nación suficientes santos
entre nosotros, aquí en la tierra, que algún
día la Ciudad de Dios sea más visible que la Ciudad
del Hombre.

      "Si el Señor no
edificara la casa, en vano trabajan los que tratan
de 

                                              
edificarla"

                                        
¡Viva Cristo Rey! 

 

HAY DOS CIUDADES…

 

EN LA CIUDAD DEL HOMBRE………,.,.,,.,.,.,.,.,..,.,., EN LA CIUDAD DE
DIOS.,

.,.,.,.,. Se Maneja::,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,Se
Maneja:

 

.,La Voluntad de la
Gente….,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,. ,.,.,.,.,La
Voluntad de Dios

.,.,.,.,.,.,.,., |.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,.,Errores.,.,.,.,.,.,.,.,.,…..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
Verdades

.,.,.,.,.,.,.,., |.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,..,,Leyes Permisivas.,.,.,.,.,.,.,……..,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,La
Ley Natural

.,.,.,.,.,.,.,., |.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,Desobediencia.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…….,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
Obediencia

.,.,.,.,.,.,.,., |.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,. Licencia.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…,.,.,.,.,.,.,.,.,
Verdadera Libertad

.,.,.,.,.,.,.,., | ,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,. |

.,.,.,.,.,.,.,Vicio.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…..,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,.,
Virtud

.,.,.,.,.,.,.,., |,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,
Egoísmo.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…….,.,.,.,.,.,.,.,.,Justicia

.,.,.,.,.,.,.,., | ,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,., Aspereza.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,……,.,.,.,.,.,
Caridad

.,.,.,.,.,.,.,., | ,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,
Rebelión.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…..,.,.,.,.,
Orden

.,.,.,.,.,.,.,., | ,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,
|

.,.,.,.,.,.,.,Caos.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,……,.,.,.,
Paz

 

En La Ciudad del Hombre;

Para formular sus leyes, el gobierno busca "LA VOLUNTAD DE LA
GENTE," que contiene varios ERRORES humanos, que resultan en la
formulación de LEYES PERMISIVAS, que animan a hombres a
DESOBEDECER los Diez Mandamientos de Dios, transformándose
en hombres de VICIO, que reconocen solamente a sus intereses
EGOÍSTAS.  Esto resulta en que la gente empiece a
tratarse con ASPEREZA, produciendo una reacción de
REBELIÓN, que es la fundación del CAOS.

En La Ciudad de Dios:

Para formular sus leyes, el gobierno busca la VOLUNTAD de
DIOS, encontrando VERDADES DIVINAS que resultan en la
formulación de leyes según la LEY Natural y
Sobrenatural de Dios que, al ser OBEDECIDAS, conducen a una
LIBERTAD
verdadera, a través de la cual la práctica de
VIRTUDES, tales como la JUSTICIA y la CARIDAD, establece un ORDEN
en la sociedad, que permite que se alcance la PAZ.

BIBLIOGRAFÍA

Mucho de lo que fue escrito en este libro fue
influido por las siguientes Encíclicas de la Iglesia
Católica: 

Papa Pío IX: "Quanta Cura" y "Sumario de Errores".

Papa Leo XIII: "Rerum Novarum" (La Condición de los que
trabajan); "Satis Cognitum" (La Unidad de la Iglesia); "Immortale
Dei" (La Base Cristiana del Estado); "Humanum Genus"; "Libertas
Humana" (Libertad Humana).

Papa San Pío X: "Pascendi Dominici Gregis" (Sobre la
Doctrina de los Modernistas); "Lamentabili Sane" (La
Condenación de los Errores de los Modernistas).

Papa Pío XI: "Quadragesimo Anno" (La
Reconstrucción del Orden Social); "Comunismo
Ateísta"; "Quas Primas" (El Reinado de Cristo); "Mortalium
Animos" (El Fomentar un Verdadera Unidad Religiosa); "Cassti
Connubii" (Matrimonio
Cristiano).

Papa Pío XII: "El Cuerpo Místico de Cristo";
"Humani Generis" (Con Respecto a Opiniones Falsas); "Sertum
Laetitiae" (A la Jerarquía Americana); "La Función
del Estado en el Mundo Moderno".

Las referencias a la historia Mexicana fueron
tomadas de:

"Our Lady of Guadalupe and the Conquest of Mexico" ("Nuestra
Señora de Guadalupe y de La Conquista de
México")
por Warren Carroll,  Christendom Educational Corporation,
1983.  

Biografía de Autor: Nacido en
Montclair, New Jersey,  EEUU en 1934.  Graduado de la
Universidad
de  St. Mary"s Collage, California, en 1962 (Matemáticas; Idiomas).  Se casó
con Irene Villicaña  Alcazar in 1962, y tienen nueve
hijos y 46 nietos  (la ultimo cuenta).

Fue empleado por IBM por 27 anos; Después de jubilarse,
fue Maestro de Matemáticas al nivel de preparatoria en los
EEUU y en México. 

Publicó  artículos varias veces durante los
últimos 40 anos en diferentes publicaciones y revistas
católicas en las EEUU.  La Cinta de
Medir
, un texto de
civismo en ingles para estudiantes de la prepa, se  usa en
la escuela
católica de correspondencia mundial llamada: Our Lady
of Victory
, ubicada en Post Falls,  Idaho,
EEUU. 

Vive ahora en Zapopan, Jalisco, México.

Frank Denke

Colón 490

Zapopan; Jalisco

 

 

Autor:

Frank D. Denke

México

29/09/08

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