La razón es el complemento intelectual. La razón
es a la reflexión, lo que la imaginación a la
percepción; el complemento intelectual.
Bajo esta fórmula que
eleva la causa y los efectos a una regla matemática
en sus partes constructivas e inventivas, por la inducción de la razón podemos y
debemos llevar a la matemática también hasta ideas
espirituales; que será el complemento de la
sabiduría de cada hombre, que
por la ley dominante del
progreso, cada uno, sólo puede alcanzar en esas ecuaciones, al
punto justo de su luz espiritual;
pero siempre ascendiendo bajo una rigurosa Escala
Cromática.
Las operaciones
reflexivas, en efecto, tienen por fundamento la experiencia, cuya
materia prima
radica en la percepción; y la transforma en la
imaginación.
Pero esa experiencia fundamental para
cada individuo no
puede ser más que el producto de su
progreso moral y
espiritual, lo que aclara eficientemente que dos hombres que
cursan los mismos estudios o desarrollan las mismas facultades,
uno siempre se adelanta al otro; y es sólo a causa de su
mayor luz espiritual exclusivamente.
Las relaciones comparativas e
inductivas de la reflexión, llamémoslas calidades y
cantidades y particulares, causa y efectos, leyes y principios, son
siempre originadas por un proceso
mental, en el que intervienen representaciones perceptivas
imaginativas, que tendrán el valor
matemático, del progreso espiritual del individuo, sin que
haya excepción posible a esta regla o ley inflexible.
Mas la esencia de la razón
consiste en la inferencia (Ilación y sugestión)
inmediata de relaciones universales entre las cosas percibidas,
imaginadas y aun aquellas no abarcadas aún por la
concepción y la imaginación universal.
Encontrar los elementos de
semejanza, diferencia y correlación entre uno o más
objetos; comprender que uno des estos está comprendido en
otro, que un hecho determinado produce un efecto igual, y que en
llevándolo un camino diferente producirá un efecto
distinto, es resultado de Inferencia clara, que sólo puede
librarse de esa lepra dominante.
Entonces la inferencia racional
es grado superior de la inteligencia,
la que es igual al progreso del espíritu.
Pero la inteligencia parece tan
independiente de la experiencia reflexiva, que algunos idealistas
han querido prescindir de ella despreciando los datos perceptivos
e imaginativos, fracasando en sus ideales como era consiguiente,
porque restaban los procesos de
razón, que son automáticos con la inteligencia; es
decir, inseparables porque son las inducciones a las experiencias
deductivas.
El análisis metafísico nos hace ver
algo más que la materia en el
automatismo, que tiene su fundamento
físico-fisiológico-psicológico en la
conexión de las fibras y celdas cerebrales; se sabe, en
efecto, que cuando la conexión de las diferentes
excitaciones psíquicas no se hallan establecido, se
requiere cierto esfuerzo para ejecutar el acto, que puede
resultar imperfecto; pero si la conexión queda establecida
por la repetición de los fenómenos conexos a la
facilidad y rapidez de las sensaciones, se unirá la
perfección del acto mismo; lo cual sucede única
exclusivamente por causa de la evocación que hacemos a
nuestro espíritu.
Así que, al igual del
instinto por el que evocamos una fuerza que nos
falta, la razón se desarrolla en virtud de modificaciones
arraigadas en forma de hábito de obrar y perpetuadas hasta
en la herencia y
ambiente. Por
lo tanto, no depende de la formación de la razón
del individuo físicamente, sino del grado espiritual que
le sirve de ambiente propio e interno.
Así, el producto intelectual
de la razón es la formación del juicio de las
cosas, por el cual hace el reconocimiento de una relación
entre dos ideas y establece la ley conociendo causa y efecto y
definiendo juicios de juicios, que pueden ser.
1º Juicios universales:
que son cuando las ideas componentes representan clases y uno de
las cuales está íntegramente comprendida en la
otra; por ejemplo, "todos los hombres son seres racionales", y
"todos los mamíferos son vertebrados".
2º Juicios particulares:
"algunos hombres no merecen llamarse racionales", "algunos
vertebrados son mamíferos".
3º Juicios
analíticos: que son, cuando las ideas son equivalentes
expresando igualdad o
identidad; por
ejemplo, "el hombres es animal racional", "los animales no son
racionales tienen instinto"
4º Juicios
sintéticos: que son, cuando una de las ideas resulta
modificada por la otra, pero establece una relación que no
contiene la naturaleza de
la primera; por ejemplo, "fulano es hombre virtuoso", "el animal
tal tiene más instinto que el cual"
Ya se comprenderá que
esta última clase de
juicios es más importante para las operaciones inductivas;
pero todas las formas de juicios tienen igual valor para la
reflexión comparativa.
Los juicios son materia prima
de todas las operaciones de la razón; y los
sintéticos es forzoso encontrarlos en todo juicio,
particular, analítico y universal.
La forma elemental de la
razón es el raciocinio, que es la asociación
intelectual de varios juicios.
En efecto: cuando de dos o
más juicios simples surge un juicio compuesto, esta nueva
idea resultante no es más que el producto del raciocinio.
Porque raciocinar ya es juzgar en la más alta
acepción, ya que analiza lo complejo del caso. Y en la
mayoría de los casos el raciocinio lo efectuamos mediante
el parecer, por la cerebración inconsciente, de lo que
sólo tenemos conciencia de un
juicio aparentemente simple, Es la característica de una
razón clara.
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