Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Fondos Soberanos: salvemos a USA (página 5)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Mientras, la economía de EEUU volvía a ofrecer
malos datos
económicos. Por un lado, la venta de
viviendas usadas bajó el 2,2% en diciembre, al final de un
año nefasto para el mercado
inmobiliario, donde los precios han
acusado su primer descenso en más de 40 años. La
venta de casas cayó a 4,89 millones de unidades, la cifra
más baja desde 1999. Además, el índice ISM
mostró que la actividad industrial bajó, al pasar
de 50,9 a 50,8 puntos".

– Acuerdo en EEUU para que la ayuda fiscal llegue
también a las empresas (CincoDías.com –
25/1/08)

 (Por A. B. Nieto / Nueva York)

"El coste del paquete fiscal temporal, según el
principio de acuerdo ronda los 150.000 millones de
dólares, en línea con lo que el presidente George
Bush comprometió el viernes pasado (el 1% del PIB). De esa
cantidad, aproximadamente 100.000 millones de dólares
(67.700 millones de euros) se convertirán en cheques que
tendrán que llegar a la casa de los ciudadanos que cobren
menos de 75.000 dólares al año. El cheque de
menor cuantía será de 300 dólares para los
hogares que no lleguen a los ingresos
mínimos que obliguen a pagar el IRPF. A quienes pagan
impuestos les
llegará un pago de 600 dólares y 300 más por
cada hijo. En el caso de que en el hogar haya una pareja
trabajando, el talón se eleva a 1.200 dólares si
los ingresos conjuntos
están por debajo de los 150.000 dólares
anuales.

Este acuerdo es más ambicioso que el perfilado por Bush
ya que incluye a 35 millones de familias trabajadoras que no
pagan impuestos. Esto ha sido una de las condiciones impuestas
por los demócratas que no estaban de acuerdo en
sólo pagar a los contribuyentes. No obstante, este
grupo
político ha tenido que renunciar a su pretensión de
incluir más cupones de alimentos para
familias pobres y una mayor cobertura de paro.

El acuerdo, que ha de ser aprobado por el Senado (que suele
ser más ambicioso que la cámara baja) antes de que
sea firmado por Bush, prevé además deducciones por
la inversión de capital este
año y en el caso de pymes
amplía las existentes para las amortizaciones. En total
otros 50.000 millones de dólares (33.900 millones de
euros). Los legisladores quieren además dar un respiro al
mercado inmobiliario de las ciudades, el más caro, y ha
elevado el límite hipotecario que pueden avalar las
entidades semipúblicas, Fannie Mae y Freddie Mac, con lo
que se puede dar un pequeño impulso a un sector del
crédito
que estaba prácticamente parado desde que explotó
la crisis del
crédito ya que nadie quiere conceder hipotecas sin este
aval. El límite para avalar estas hipotecas estaba en
417.000 dólares y ahora sube a 725.000.

La presidenta demócrata de la Cámara, Nancy
Pelosi, explicó ayer que este plan de
estímulo temporal (un año) es el fruto de un
acuerdo político de urgencia que se tendrá que
volver a reactivar si las medidas resultan ser insuficientes.
Pelosi, que estuvo acompañada en una rueda de prensa por el
líder
de los republicanos, John A. Boehner y el secretario del Tesoro,
Henry Paulson dijo que estas medidas no la dejan "totalmente
satisfecha". Pero admitió que con ellas se
dinamizará el consumo y la
actividad empresarial en una economía que vive una fuerte
desaceleración y bajo la impresión de una
recesión. Tras la presentación de este primer
acuerdo, el presidente Bush compareció brevemente para
asegurar que la economía de EEUU es sólida y tras
este mal momento "continuará liderando el mundo".

Los números todavía no hablan de recesión
pero los economistas no hacen más que barajar este
escenario como posible y actual. Ayer el portavoz del FMI, Masood
Ahmed, dijo que esta institución no prevé la
recesión en EEUU este año aunque sí un
crecimiento "por debajo del potencial", que es lo mismo que
vienen diciendo los responsables económicos del Gobierno Bush y
la Fed.

   El FMI, tenía previsto hacer hoy una
actualización de sus previsiones económicas pero
ayer suspendió la presentación de estas cifras para
poder calcular
los efectos de lo ocurrido en los últimos días en
los mercados".

– "Monolines", otro foco financiero de alto riesgo (ABC
– 25/1/08)

"Después de las tristemente famosas hipotecas
"subprimes" o de alto riesgo, cuyos
impagos están en el origen de la crisis financiera y
bursátil que estamos viviendo, ahora aparece otro
término de ingeniería financiera, "monoline", que pese
a ser desconocido para el público no tiene menos
importancia en el devenir de los mercados
financieros y bursátiles.

Las aseguradoras "monoline" son intermediarios especializados
en asegurar paquetes de activos de otros
agentes. Aseguran que estos activos mantendrán una
calificación o "rating" alta (como la "triple A"), lo cual
hace que valgan más y que se puedan colocar mejor en el
mercado. Si estos activos pierden la calificación, las
aseguradoras "monoline" deben hacer frente al pago que se haya
estipulado.

Por ello, estas entidades financieras corren peligro de
quiebra, pues han
asegurado una gran cantidad de hipotecas con una
calificación dudosa, y si las agencias de "rating" bajan
la calificación de estos activos, las grandes
indemnizaciones que tendrían que afrontar
dificultarían su subsistencia".

– El regulador se lanza a rescatar a las aseguradoras de
bonos
(CincoDías.com – 25/1/08)

(Por Ana B. Nieto / Nueva York)

"Esta semana, una de las más complicadas para las
Bolsas mundiales, no sólo deja tras de sí para los
libros de
historia
financiera un rastro de volatilidad, drama, y nervios,
también figurarán en las crónicas los
nombres de ciertos individuos que están siendo claves en
la evolución de esta crisis, para bien y para
mal. Uno de ellos es el presidente del la Fed, Ben Bernanke, otro
es el intermediario de Société
Générale, cuyo papel cae necesariamente en la lista
negra. El tercero es Eric Dinallo, un abogado de 44
años.

Dinallo es desde el año pasado el superintendente de
seguros del
Estado de
Nueva York. Su oficina es
crucial para la regulación del sistema
financiero porque en el caso de los seguros la
regulación es estatal y no federal y Nueva York tiene la
mayor cartera del país a su cargo.

Dinallo llamó a capítulo el miércoles a
los representantes de los mayores bancos de Wall
Street. La cita, en su oficina de Manhattan, se incluyó en
la agenda 24 horas antes y la urgencia respondía a la
necesidad de orquestar una ayuda a las aseguradoras de bonos, los
monolines, que hacen frente a una crisis capaz de provocar una
cadena de efectos que profundicen aún más la crisis
financiera. Los directamente afectados serían los bancos y
los endeudados municipios.

La sola noticia de que ejecutivos de Citigroup, Merrill Lynch
y Goldman Sachs, entre otras entidades, se habían reunido
con Dinallo, impulsó al alza todos los índices de
los mercados en EEUU apenas a una hora de un cierre que se
preveía negativo. El Dow cerró con una ganancia de
casi 300 puntos cuando llegó a caer otros 300. El
superintendente pidió a la banca que
encuentre una solución para estas entidades que aseguran
deuda y que puede pasar por una inyección de capital de
15.000 millones de dólares. Sus acciones se
dispararon.

El problema con los monolines es que además de asegurar
deuda extremadamente sólida, 2,4 billones de
dólares de bonos municipales, en los últimos
años han garantizado también CDO con la carga
tóxica que traían las hipotecas subprime. Ahora
estos monolines, MBIA y Ambac son los mayores, están bajo
la amenaza de perder la triple A por parte de las agencias de
crédito y esto perjudica a ellos y a sus avalados. Los
bancos podrían tener que volver a ajustar a la baja el
valor de sus
activos.

Para Dinallo el salto en escena no sólo era necesario
por la salud del sector
sino también por el futuro del mercado de los bonos
municipales con los que los municipios sufragan las
infraestructuras. Pero además el superintendente es
conocido por ser un hombre que
raramente se queda quieto.

Dinallo trabajó desde 1999 hasta 2003 con el fiscal
general del Estado de Nueva York, Eliot Spitzer.
Era uno de sus más eficientes empleados y en 2002 fue el
autor de la comprensiva lista de violaciones cometidas por la
banca de Wall Street en la época de la burbuja puntocom.
Su definitiva entrada en el sector financiero vino de la mano de
Morgan Stanley quien le puso al frente de su división de
regulación. Después pasó a Willis, un
intermediario de seguros al que Spitzer puso contra las cuerdas
tiempo antes.
Spitzer es desde el 1 de enero del año pasado gobernador
de Nueva York y llamó a su antiguo colaborador para
nombrarlo superintendente de seguros.

Ayer en Wall Street se empezaba a comentar si no habría
saltado muy pronto e innecesariamente a la pista. El rumor es que
los bancos, pese a lo que les puede ir en ello, no quieren poner
más dinero, y que
el capital riesgo estaba tanteando entrar en el sector
aprovechando el bajo coste de estas entidades. Al cierre de esta
edición, la oficina del superintendente
sólo dijo que el acuerdo podría tomar tiempo,
cuando se esperaba una acción
rápida. La acción de Dinallo, como la del resto de
los protagonistas de esta semana, se tiene que juzgar cuando pase
el tiempo.

En Wall Street

1. Licenciado por la Universidad de
Nueva York trabajó en el bufete Paul, Weiss, Rifkin,
Wharton & Garrison y entre 1995 y 1999 con el fiscal de
distrito de la ciudad.

2. Eliot Spitzer fue su jefe entre 1999 y 2003 y con él
hizo una inmersión en los delitos de
cuello blanco en Wall Street.

3. Morgan Stanley le contrató en su departamento de
regulación y luego lo hizo Willis.

Un bróker rápido para situaciones de
rápida solución

Larry Silverstein y Warren Buffett conocen bien a Eric
Dinallo. El primero es el inmobiliario a cargo de la zona cero de
Nueva York. Fue Dinallo el que puso fin a la pelea entre
Silverstein y las aseguradoras que iban a tardar años en
dar al inmobiliario lo que le debían tras los atentados
del 11S. Este abogado zanjó el asunto con un acuerdo para
que el dinero le
llegara en un mes.

El inversor Buffett también le conoce porque a finales
del año pasado llamó al encargado de seguros de
Berkshire Hathaway para que entrara en el negocio de los
bonos".

– El Ibex 35 recupera la calma con la mayor subida de su
historia (Negocios.com –
25/1/08)

"Madrid.- El
mercado bursátil está loco, cual vaivén. El
pasado lunes, el pánico
se apoderó de los inversores y las bolsas mundiales -a
excepción de la de EEUU que cerraba por festividad-
registraban caídas históricas en un "día
negro" que provocó las más agoreras previsiones y
reacciones. EL selectivo español
cedió aquel día un 7,5% perdiendo ampliamente la
cota de los 13.000 puntos.

Hoy, tres sesiones después, el Ibex 35 vuelve a marcar
cifras históricas, pero esta vez con la tortilla vuelta.
El índice acabó la jornada con un repunte del
6,95%, el mayor desde su creación en 1992, y cerró
en el nivel de los 13.100 puntos que, si bien no le permite
estabilizarse sí le deja levemente recuperado, sobre todo
en un momento inesperado por las permanentes sospechas de crisis
y recesión que arrecian sobre la mayor economía del
mundo, la de Estados
Unidos.

Mañana la bolsa madrileña cerrará una
semana llena de contrastes. Al hundimiento absoluto del lunes le
siguió un discreto y poco esperanzador repunte el martes
(+1,69%). Ayer, miércoles, volvió de nuevo por la
senda del pánico y retrocedió nuevamente, un
-4,56%, tras anunciar Trichet que no secundará a la Fed en
la rebaja del precio del
dinero.

La calma parece haber llegado a la Bolsa española
después de que Wall Street terminase ayer en positivo y
hoy continúe con ligeras subidas y después de que
el Fondo Monetario Internacional (FMI) asegurase hoy que no
prevé que se vaya a producir una recesión
económica en Estados Unidos

En Europa, los
principales indicadores
cerraron la sesión con fuertes ganancias. En concreto,
París terminó con una subida del 6,04%, seguido de
Francfort (+5,93%) y Londres (+4,75%)"…

– La Bolsa de Tokio registra su mayor avance desde
marzo de 2002 (Reuters – 25/1/08)

"Tokio (Reuters).- La Bolsa de Tokio finalizó con alza
del 4,1 por ciento el viernes, registrando su mayor subida desde
marzo de 2002, alentada por los valores
financieros ante noticias de un
posible plan de saneamiento para la aseguradora estadounidense
Ambac, especializada en seguros para emisiones de renta fija.

Mizuho Financial Holdings, el segundo banco
japonés, ganó casi un 11 por ciento, mientras las
empresas
exportadoras se beneficiaron del repliegue del yen. El
Índice Nikkei cerró con alza superior a los 500
puntos a 13.629,16, mientras el más amplio Topix
subió un 4,7 por ciento a 1.344,77 puntos".

Menos pánico, pero la misma volatilidad

Las Bolsas, el lunes (21/1) en Europa, cayeron a
traición; en una jornada festiva en Wall Street y sin que
hubiera aparentemente una razón que justificara de buenas
a primeras un desplome de ese cariz. Es cierto que los mercados
venían tocados desde que estalló la crisis subprime
en verano y que las señales
de recesión económica en Estados Unidos se
habían incrementado. Pero no se produjo ningún
acontecimiento puntual que desatara (en su caso) la mayor
caída de la historia del Ibex, un 7,54% nada menos.

Mientras los analistas técnicos buscaban un suelo para los
índices, los inversores miraban hacia Estados Unidos en
busca del maná que debía sacar del atolladero a
unas Bolsas presas del pánico y la volatilidad. Y
llegó de la mano de la Reserva Federal, que de una tacada
rebajó los tipos tres cuartos de punto y de manera
extraordinaria, además.

Los grandes bancos de inversión aplaudieron la medida
mientras en sus informes
barajaban el momento y la magnitud del rebote que debía
producirse a continuación; no sin subrayar, eso sí,
que las rebajas de tipos no son suficientes por sí solas
para evitar la recesión y la entrada en un mercado bajista
en toda amplitud.

Y el rebote llegó, aunque con un día de retraso.
Wall Street se dio la vuelta el miércoles, a última
hora, espoleado por el anuncio de un plan para rescatar a las
compañías aseguradoras de bonos, las "monolines",
de la quiebra. Y entonces, sí, el mercado rebotó.
Las Bolsas europeas amanecieron el jueves a todo gas y el Ibex 35
cerró con una subida del 6,95%, la mayor de su
historia.

Lo que prueba el grado de sensibilidad de los inversores,
cuyos nervios, a flor piel, han
convertido esta semana en un compendio de hitos bursátiles
que quedarán para los libros de historia.
¿Será un rebote duradero? Esa es una pregunta que
nadie se aventura a contestar, a la vista de lo enloquecido que
está el mercado. Porque más allá de ser
ésta una semana de récords al alza o a la baja, ha
sido la semana de la volatilidad, lo cual es sinónimo de
riesgo.

    De momento, el balance de las
últimas cuatro sesiones arroja una caída para el
Ibex del 4%, frente a una subida del S&P 500 algo superior al
1%. Con el rebote de ayer, Europa ha logrado cerrar en parte una
brecha que se creó con Estados Unidos; brecha, por cierto,
que abrió Société Générale el
lunes cuando vendió futuros de manera masiva para cerrar
las posiciones abiertas por un broker saboteador llamado
Jerôme Kerviel (otro nombre para la historia).

Otra pregunta que queda en el aire es sobre la
actuación de la Reserva Federal; es decir,
¿actuó movida por la caída de las Bolsas o
porque realmente observa un peligro serio de recesión
económica? ¿Estaría justificado lo primero
cuando parece que el desencadenante fue el cierre masivo de
posiciones por parte de un banco de inversión?
¿Volverá a ser tan agresiva en la reunión
ordinaria de la última semana de enero?

Con rebote o sin él, los analistas lo tienen claro. Hay
preguntas aún sin respuesta y queda volatilidad para
rato.

Sobre que éramos pocos… parió el
"broker" (¿La resurrección de Leeson o El Gran
Farol II?)

La noticia que sigue puede parecer fuera de contexto, pero no
es así. En mi criterio es "más de lo mismo", tiene
idéntica "etiología". Es otro síntoma, de la
misma enfermedad. Por eso, ruego que me disculpen por
desarrollarla con amplitud y énfasis. Es la
"última" prueba, suficiente (necesaria?), para constatar
que el Rey "está desnudo".

 - Banco francés pierde US$7.000 millones
(BBCMundo.com – 25/1/08)

 "El banco francés Société
Générale, uno de los mayores de Europa,
anunció que descubrió un fraude interno
"excepcional" que le va a costar más de US$7.000 millones.
El banco dijo que el fraude lo llevó a cabo un solo
operador bursátil. Según informes, el banquero,
cuyo nombre no se ha dado a conocer, trabajaba en la
división financiera y de inversiones de
Société Générale en París y se
dedicaba a la cobertura de futuros sobre índices
bursátiles europeos.

El banco explicó que el fraude ocurrió a fines
del año pasado y entre el 19 y el 20 de enero de 2008.
Société Générale dijo que ya le
informó al banco central de Francia sobre
el posible alcance del fraude. "Se le comunicó
inmediatamente a la Banque de France el descubrimiento de esta
malversación y sus consecuencias", dijo
Société Générale, en un
comunicado.

Por la crisis

En rueda de prensa este miércoles, el presidente de la
entidad Daniel Bouton (quien ofreció su renuncia, aunque
no le fue aceptada) dijo que el fraude fue descubierto luego de
la crisis en los mercados financieros de la semana pasada, la
cual obligó al corredor a cerrar sus posiciones
fraudulentas. Bouton insistió en que el fraude fue
cometido por un solo empleado y que lo disimuló a
través de "un elaborado montaje de transacciones
ficticias" y gracias a su "profundo conocimiento
de los procedimientos de
control" del
banco.

La entidad bancaria indicó que el operador no les
había comunicado a sus superiores las posiciones que
había tomado en los mercados. Tanto el corredor como sus
jefes inmediatos serán despedidos.

"No hay controles"

Francisco Álvarez Molina, ex vicepresidente de la Bolsa
de París y actual presidente de la consultora financiera
española ética, le
dijo a BBC Mundo que el fraude en Societé
Générale "demuestra que no hay controles
suficientes". "Hay huecos de supervisión que aparecen y hay que
corregir", señaló. El experto manifestó su
sorpresa porque esto haya ocurrido en Francia, donde la Autoridad de
Mercados Financieros (MEF) aglutina la supervisión de
empresas de servicios de
inversión, como los bancos, y de las empresas que cotizan
en bolsa.

En otros países como España,
explicó Álvarez Molina, esas tareas de control
están en manos de dos entidades separadas. De esa manera,
"descubrir ciertos circuitos es
más difícil" porque cada una carece de información tan completa como la que recibe
la MEF francesa.

¿Dónde está el dinero?

Este jueves, las acciones del banco fueron suspendidas por
varias horas para su intercambio en la bolsa de París.
Cuando volvieron a abrir lo hicieron a la baja. A los 20 minutos
perdía 5,41%. El banco central de Francia anunció
la apertura de una investigación.

Hablando para el canal de televisión France 24, el analista Christian
Stoffaes dijo que el problema había sido de "control
interno" en el banco. Stoffaes agregó que este fraude
no tiene que ver con el clima financiero
actual del mundo, pero que puede incrementar la desconfianza que
existe en el público hacia las entidades bancarias.

Acto seguido Stoffaes dijo: "La siguiente pregunta es
¿qué hizo con ese dinero?".

Baring

Un fraude similar, por un monto mucho menor, provocó el
colapso del banco británico Barings en los años 90.
En 1995, el corredor de bolsa Nick Leeson perdió
más de mil millones de dólares invirtiendo en el
índice Nikkei de Japón.
El caso fue tan famoso (el banco desapareció a los pocos
meses, fue vendido simbólicamente por una libra esterlina)
que incluso inspiró una película, Rogue Trader (el
Gran Farol), protagonizada por Ewan McGregor

En 2002, el Allied Irish Bank perdió US$750 millones en
Estados Unidos cuando fallaron sus controles internos".

– Un empleado inexperto pone en peligro al tercer banco
galo (Negocios.com – 25/1/08)

"Madrid.- Una vez más, y ya van unas cuantas, una
acción supuestamente fraudulenta de un empleado ha hecho
tambalear una gran entidad financiera internacional.
Jérôme Kerniel, un operador de bonos de apenas 30
años que trabajaba en el banco desde el año 2000 y
que ocupaba ese puesto desde mayo de 2006, provocó unas
pérdidas de 4.900 millones de euros en el tercer banco
francés, Société Générale
(SG), por superar los límites
permitidos en futuros sobre índices bursátiles
europeos.

El resultado de tan "brillante" gestión
es la suspensión durante media mañana de la
cotización, la fuerte caída superior al 4% -el
único del CAC que ha tenido comportamiento
negativo-, una acción de salvamento diseñada por el
Banco de Francia y que consiste en que las entidades financieras
más importantes garanticen la suscripción de una
ampliación de capital de 5.500 millones y una demanda por
estafa y otros delitos ante la fiscalía de París
por parte de un centenar de accionistas de SG.

El presidente de Société Générale,
Daniel Bouton, presentó ayer su dimisión, que no le
ha sido aceptada por el consejo. Pero Bouton y su número
dos, Philippe Citerne, han renunciado al bonus de 2007 y 2008 y
el presidente, a su sueldo fijo "al menos" durante el primer
semestre de este año.El operador acusado del fraude y toda
su línea jerárquica han sido obligados a dejar el
banco.

Una investigación interna de SG y otra de la
Comisión Bancaria determinarán "qué es lo
que no funcionó" y cuáles son las responsabilidades
de cada uno en este fraude. El propio gobernador del Banco de
Francia, Christian Noyer, reconoció que se habían
realizado 17 controles sobre SG entre 2006 y 2007, sin que se
descubriera nada de esta "inimaginable y extremadamente grave"
situación.

La trama

Bouton explicó ayer que, tras descubrir el pasado fin
de semana que uno de sus operadores de mercados les había
expuesto a riesgos que
han costado al banco francés 4.900 millones de euros, lo
prioritario era cerrar todas sus posiciones en los mercados, algo
que se hizo entre el lunes y el miércoles, para evitar la
multiplicación de las pérdidas. El problema es que
la crisis bursátil de estos días no ha ayudado
precisamente a resolver el problema. Por ello, lleva los 4.900
millones a pérdidas, lo que complica aún más
las cuentas de 2007,
que incluyen provisiones de 2.050 millones por las subprime.

El presidente de SG admitió que, tras ser interrogado
por la dirección, a Karvey se le dejó ir y
"ahora no se sabe dónde está".

Sí anunció la presentación contra este
operador de una denuncia por falsificación e
intrusión informática, entre otros cargos. La
investigación interna de SG señala que este
empleado, que llevaba en el banco desde el año 2000 y que
ocupaba el puesto de operador de mercados en París desde
mayo de 2006 y que en 2007 tuvo una remuneración total
inferior a los 100.000 euros, actuó totalmente solo.

Kerviel, según Bouton, adoptó posiciones
"fraudulentas" en futuros sobre índices bursátiles
europeos el año pasado y a comienzos de 2008 que iban
"mucho más lejos de los límites débiles que
se le habían atribuido", algo que pudo disimular con "un
montaje elaborado de transacciones ficticias" gracias a "su
conocimiento profundo de los procedimientos de control"
existentes en el grupo. Más detalles se conocerán
tras la investigación.

"Absolutamente sano"

Para evitar que ese caso salpique al sector, el gobernador del
Banco de Francia, Christian Noyer, ha asegurado que SG "es un
banco que está absolutamente sano" y que "al margen de
este fraude, tiene una rentabilidad
muy elevada". SG "es tan sólido como antes". Noyer ha
resaltado que SG lanzará en las próximas semanas
una ampliación de capital de 5.500 millones de euros que
ha sido garantizada en su totalidad por otras entidades
financieras. La aseguradora Groupama, que tiene el 3,5% de SG, se
ha apresurado a anunciar que acudirá a la
ampliación y que no descarta suscribir más
acciones.

Por su parte, BNP Paribas, uno de los competidores de SG -al
que lanzó hace unos años una fracasada opa hostil-
ha precisado que el proceso de
elaboración de sus cuentas de 2007, que hará
públicas el 20 de febrero, "se desarrolla de forma
satisfactoria".

– Jérôme, el bróker de
Société, que hundió los mercados
(CincoDías.com – 25/1/08)

(Por Miguel M. Mendieta / Ana Perona / Fernando
Martínez)

"Jérôme Kerviel, de 31 años, pasará
a la historia como el más nefasto empleado de banca. El
"fraude masivo" que puso en marcha este operador del mercado de
futuros de Société Générale (SG) ha
causado pérdidas de 4.900 millones de euros a la entidad
para la que trabajaba. Sus acciones han contribuido,
además, a acelerar la caída de los mercados
bursátiles de toda Europa, que entre el lunes y
miércoles llegaron a acumular pérdidas medias
superiores al 10%.

El veterano presidente de SG, Daniel Bouton, trató ayer
de explicar, ante cientos de periodistas, cómo un trader
treintañero que fue identificado posteriormente por
fuentes de la
entidad ha podido desencadenar la situación más
crítica
de la historia reciente de la entidad. No fue fácil. Los
"terribles acontecimientos vividos", en palabras de Bouton,
comenzaron cuando Kerviel creó "una empresa
paralela y oculta a todos los controles internos" para invertir
por su cuenta en los mercados de futuros.

Las apuestas fraudulentas de Kerviel se iniciaron en 2007. En
los primeros meses, sus inversiones "llegaron a tener
beneficios", explicó el apesadumbrado presidente de SG. El
juego se
torció con la caída de los mercados. Según
Bouton, durante la tarde del pasado viernes, "un error del
"operador" hizo que el banco detectara el engaño, "pero ya
era demasiado tarde".

El irresponsable operador había tomado posiciones sobre
futuros de índices bursátiles europeos. Y su
apuesta era que éstos subirían. De acuerdo con
estimaciones de varios analistas, Kerviel llegó a aceptar
un volumen global de
contrapartidas de 30.000 a 40.000 millones de euros. "Todo el
mercado apostaba contra Société", comentó
Botuon.

"Cuando descubrimos el fraude, la posición ya era
perdedora, pero lo peor vino después. Mientras
tratábamos de deshacer esa posición el lunes y
martes, se produjeron fuertes caídas bursátiles el
índice Euro Stoxx 50 se desplomó en esos dos
días un 9,5% y el Ibex registró la peor
sesión de su historia, con un descenso del 7,54% en la
jornada del lunes lo que nos causó terribles
pérdidas".

Un bróker de
segunda fila

Dos de los aspectos más llamativos de este descalabro
son el puesto y las motivaciones de Kerviel. El propio presidente
de SG explicó que era un "empleado estándar" de la
sala de mercados y cobraba "menos de 100.000 euros al año,
con bonos incluidos". Ingresó en el banco en 2002,
después de haber cursado un máster en finanzas en la
universidad Lumiére de Lyon. Hasta hace dos años se
encargaba de labores administrativas, pero en 2005 fue
promocionado a un puesto que le daba acceso a operaciones de
cierta cuantía.

De acuerdo con fuentes de la entidad, Kerviel aprovechó
su conocimiento de los sistemas de
control del banco que habría adquirido en su anterior
puesto. El intermediario habría usado una "inteligente"
estructura de
"transacciones ficticias" para camuflar las verdaderas
operaciones. Preguntado sobre por qué actuó
así, el presidente de SG, Jean Pierre Mustier,
comentó que lo hizo "con mala intención" y que
"probablemente no era consciente de las repercusiones de sus
actos".

Estas repercusiones han sido, por el momento y además
de los 4.900 millones citados,  suficientes para encender la
chispa de la mayor caída de la historia del Ibex y
contribuir a una histórica bajada de emergencia de los
tipos en EEUU. Aunque el sesgo bajista de la Bolsa venía
creciendo desde el verano, la actuación de
Société para mitigar el riesgo contraído por
Kerviel desató el pánico, pues supuso colocar en el
mercado una masiva cantidad de títulos a la venta. De
hecho, el mercado español de derivados MEFF llegó a
colapsarse aquella mañana cuando las órdenes de
venta de futuros se encontraron con que no había
contrapartida. Las posiciones compradoras desaparecieron a las
12.55 durante algo más de un minuto, acelerando el
desplome de los futuros.

Para expertos del mercado consultados, y partiendo de la cifra
de pérdidas publicada por SG, las cuentas
encerrarían posiciones abiertas en derivados equivalentes
a un rango de 600.000 a 650.000 contratos de
futuros sobre el índice Euro Stoxx. En el lunes negro, el
mercado Eurex de derivados negoció cuatro millones de
contratos de futuros sobre índices, lo que da una idea de
los estragos que pudieron provocar un movimiento de
tal calado en una jornada muy complicada. Otro factor clave es el
efecto multiplicador. "Los inversores interpretaron que las
pérdidas del lunes y el miércoles fueron algo
artificiales, provocadas por el bróker de
Société Générale, y hoy por ayer se
han lanzado a comprar. Probablemente Europa haya caído
también más que EEUU por eso", explica Javier
Barrio, de BPI. "Es típico de los mercados que cuando hay
algún movimiento extraño se vende primero y se
pregunta después", apunta Carlos Llorente, de
Finanduero.

Una vez que las operaciones fueron descubiertas, varios
directivos de Société entrevistaron a Kerviel.
éste cooperó con ellos para detectar las posiciones
fraudulentas. El banco ha despedido al trabajador y va a
presentar una denuncia por falsificación de documentos,
suplantación de personalidad y
otros delitos. El presidente de SG reconoció ayer que
desconocía el paradero de Kerviel. Un grupo de 100
accionistas ya han anunciado que iniciarán acciones
legales contra el banco.

El Banco de Francia ha iniciado una investigación,
aunque ayer su presidente, Christian Noyer, señaló
que estuvo informado de la situación y respaldó a
SG. Dado el alto grado de comuniciación entre los bancos
centrales, ayer muchos se preguntaban sobre la decisión de
la Reserva Federal de bajar los tipos 75 puntos básicos a
la luz del crac
europeo. "Los últimos indicadores de la Fed están
muy lejos del nivel de alerta de recesión. ¿Saben
algo que el resto desconocemos? Más bien parece que se han
dejado llevar por el pánico de los mercados", apunta Simon
Ward, economista jefe de New Star. La Fed respondió ayer
que desconocían los problemas de
Société Générale antes de actuar pero
aseguraron que están satisfechos con su decisión,
basada en la inestabilidad de los mercados y la debilidad de la
economía de EEUU.

Unos sofisticados controles internos

Cerca del 80% del fraude que padecen las entidades procede de
sus propios empleados. Son conscientes de ello y, por eso, tienen
establecidos unos controles internos muy estrictos para detectar
cualquier anomalía. Cada cierto tiempo, se realizan
auditorías internas para prevenir
actuaciones ilícitas, a lo que se suman inspecciones
periódicas que se rigen por el sistema de doble
chequeo. éste consiste en llevar a cabo la
comprobación de las posiciones asumidas por cada
bróker, para posteriormente volverla a revisar. En algunos
bancos incluso se obliga a disfrutar de 15 días de
vacaciones ininterrumpidos, ya que se estima que si alguno de los
empleados intenta esconder un fraude es suficiente tiempo para
desmontarlo. Pero, además, la actividad diaria de los
brokers está sometida a una permanente vigilancia.
Están obligados a reflejar, en la conocida boleta, sus
posiciones de compra y venta, apuntes que son supervisados por el
middle office. Si existe
algún descuadre en las operaciones o se rebasan los
límites autorizados, la alarma salta de inmediato en el
sistema. Por eso, en el sector financiero no dan crédito a
que una sola persona haya sido
capaz de saltarse todos estos controles y generar pérdidas
millonarias.

El banco perdió 2.100 millones en hipotecas

Las colosales pérdidas sufridas por
Société Générale debido a inversiones
no autorizadas de uno de sus operadores bursátiles han
obligado al banco francés a poner en marcha una
ampliación de capital por 5.200 millones de euros. La
entidad, que además ha reconocido unas pérdidas de
2.100 millones de euros ligadas a créditos de alto riesgo en Estados Unidos,
apelará al mercado para recomponer su balance.

El presidente de SG, Daniel Bouton, explicó ayer que
con esta inyección de fondos espera aumentar el ratio de
solvencia del banco del 6,7% actual al 8%, antes de que concluya
el ejercicio. La operación estará respaldada por
JPMorgan y Morgan Stanley.

Las pérdidas generadas por los créditos subprime
y el "fraude masivo" del operador de Bolsa han hecho
añicos el beneficio de SG en 2007. Ganará entre 600
y 800 millones de euros, frente a los 5.200 millones registrados
en 2006. Daniel Bouton ha presentado su dimisión al
consejo de administración, pero no ha sido aceptada al
considerar que él era "la persona idónea para
reconducir la situación".

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, tras
ordenar abrir una investigación sobre el fraude,
salió ayer en defensa de SG, "un banco perfectamente sano,
extremadamente sólido y extremadamente competente". Noyer
se mostró "completamente tranquilo" sobre este asunto.

Este escándalo ha supuesto un duro golpe para la firma
gala, líder mundial en el negocio de derivados. El
presidente, Daniel Bouton, ha asumido su parte de culpa y,
además de no cobrar la remuneración variable de
2007 y algunos bonus de otros ejercicios, explicó que
renunciará a su sueldo hasta junio de 2008.

Tras conocerse las malas noticias, los títulos de la
entidad cayeron un 4%, y acumulan en la semana un desplome del
11%. Algunos analistas y bancos de inversión ya especulan
sobre el interés de
su rival BNP Paribas por lanzar una opa.

El desastre, paso a
paso

1 Jérôme Kerviel, un joven universitario formado
en Lyon, comienza su andadura en SG en 2002 en el departamento de
back office, donde se realizan las operaciones de
liquidación y compensación, el cálculo de
los precios liquidativos al inicio y cierre de las sesiones y la
supervisión de la negociación. Eso le permite obtener un
conocimiento profundo de los mecanismos de funcionamiento y
control interno de SG.

2 Empieza el fraude. En 2005, Kerviel es traspasado al front
office donde comienza a hacer operaciones
financieras con derivados plain vanilla, el tipo más
sencillo de futuros. Por razones aún no aclaradas por
completo, empieza a tomar fuertes posiciones en derivados de
índices europeos. Su operativa excede con mucho las
competencias
que le han asignado, pero el operador es capaz de tejer "una
inteligente infraestructura de transacciones ficticias", para lo
que no dudó en crear una sociedad
paralela y utilizar claves de sus antiguos colegas del back
office. Con los mercados hacia arriba, sus operaciones en
derivados dan beneficios.

3 Operar en derivados no requiere depositar todo el dinero que
está en juego. Sólo se pide una garantía,
como una suerte de fianza, y una cuenta en la que diariamente se
van liquidando las pérdidas y ganancias. Es un asunto
manejable cuando todo marcha bien, pero cuando los futuros
empiezan a caer, se convierte en una sangría de
dinero.

4 Un error en el control de riesgos deja a Kerviel al
descubierto el viernes pasado. El trader es sometido a un
interrogatorio de su propia empresa y se
muestra
colaborador y revela cuáles son las contrapartidas de sus
posiciones.

5 El banco descubre desorbitadas apuestas alcistas sobre la
Bolsa, y decide liquidarlas para eliminar el riesgo en un mal
momento de mercado. Para ello tiene que vender tantos futuros
como compró Kerviel, lo que colapsa el mercado de futuros
y arrastra a la Bolsa a una espiral bajista.

6 La "mala intención". Dañar a la
compañía, demostrar la fragilidad del sistema… SG
atribuye a Kerviel, que no se hizo millonario "mala
intención". Pero eso no se supo hasta ayer. Entre el lunes
y el miércoles, SG cerró, todo lo silenciosamente
que pudo, las posiciones abiertas por el broker rebelde. El
resultado final: 4.900 millones en pérdidas.

– Un operador causa pérdidas históricas en
banco francés (The Wall Street Journal -online-
25/1/08)

(Por David Gauthier-Villars en París; Carrick
Mollenkamp y AlistairMacDonald en Londres)

"La lista de los villanos de la banca internacional tiene una
nueva estrella: el operador parisino Jerome Kerviel, de 31
años. En una de las revelaciones más chocantes del
mundo financiero, el banco francés Société
Générale anunció que Kerviel había
causado pérdidas por 4.900 millones de euros (US$ 7.200
millones) al realizar enormes transacciones no autorizadas, las
que logró ocultar durante meses al intervenir las computadoras.

Las pérdidas para el segundo mayor banco de Francia
superan con creces las que sufrió el banco
británico Barings en 1995 debido a fallidas apuestas del
trader Nick Leeson, las que provocaron pérdidas por US$
1.300 millones y la bancarrota de la institución.

La debacle obliga a Société
Générale a recaudar 5.500 millones de euros, US$
8.000 millones, en capital fresco de sus accionistas.
Según analistas, la magnitud de las pérdidas y los
frenéticos esfuerzos del banco en las últimas 72
horas para deshacer muchas de las operaciones fallidas de
Kerviel, podrían haber contribuido a la enorme volatilidad
que ha sacudido los mercados europeos esta semana.
Société Générale se une ahora al club
conformado por Citibank, Morgan Stanley y otras instituciones
que están en busca de apuntalar su capital.

Un operador
común

Después de descubrir las transacciones, parecía
que el banco francés había perdido el rastro de
Kerviel. En una conferencia de
prensa realizada ayer, altos ejecutivos del banco dijeron que no
le habían hecho un seguimiento a Kerviel después de
interrogarlo el sábado sobre las operaciones. Pero
más tarde se supo que el operador había pasado gran
parte de la semana con su abogado. El banco entabló una
queja formal con los fiscales franceses.

Los detalles preliminares, los relatos de ejecutivos y las
revelaciones financieras del propio banco pintan el cuadro de un
trader común y corriente que utilizó medios
extraordinarios para engañar el propio sistema del banco y
ocultar sus transacciones. El banco ahora trata de limpiar la
senda de destrucción, pero sus ejecutivos realmente no
saben cuáles pudieron ser los motivos que movieron a
Kerviel.

"Era mentalmente débil", afirmó el presidente
ejecutivo de Société Générale,
Phillippe Citerne. "No tengo ni idea por qué lo hizo".

Según funcionarios del banco, Kerviel era un corredor
de bajo rango cuyo trabajo era
hacer apuestas sobre el desempeño de los grandes índices
bursátiles europeos. Kerviel recibía un sueldo de
unos 100.000 euros al año (antes de impuestos). Su
área de competencia era
realizar transacciones con canastas de acciones, como el Euro
Stoxx 50.

Pero a mediados del año pasado, Kerviel comenzó
a hacer grandes apuestas, afirman ejecutivos del banco. Usando
futuros de los índices europeos, realizó apuestas
no autorizadas a que los mercados europeos continuarían en
alza. Según funcionarios de Société
Générale, el operador sorteó exitosamente
los controles de la entidad, debido a que conocía de cerca
el sistema interno del banco donde se procesan y monitorean las
transacciones.

 Al comienzo le fue bien a Kerviel y según Citerne
hacia fines del año pasado estaba ganando dinero. Pero
cuando retornó a su escritorio después de las
fiestas de fin de año, el mercado se volvió en su
contra. El índice CAC 40 de la Bolsa de París, por
ejemplo, comenzó una fuerte caída en enero. Eso
significó grandes pérdidas para Kerviel.

Aunque el trader trató de borrar sus huellas en las
últimas semanas, el esquema quedó al descubierto el
viernes pasado. Según una fuente al tanto, Kerviel hizo un
movimiento en falso y se activaron los sistemas de alerta del
sistema computacional del banco.

El presidente de Société Générale,
Daniel Bouton, no quiso brindar detalles sobre las apuestas
concretas que el operador realizó durante los
últimos meses. Pero advirtió que "si no
hubiéramos actuado con rapidez, la pérdida
podría haber sido 10 veces mayor". Fuentes cercanas dicen
que todas las posiciones en conjunto de Kerviel tenían un
valor de unos 50.000 millones de euros, unos US$ 73.000
millones.

¿Falta
de
seguridad?

El colapso del sistema de evaluación
de riesgo de Société Générale
probablemente renueve las dudas sobre la capacidad de los bancos
para monitorear a nivel global el riesgo de mercado que se ha
instalado en los últimos seis meses. La
manipulación de los sistemas computacionales ha sido clave
en varios desfalcos parecidos. En 2003, el operador John Rusnak
fue sentenciado a 7 años y medios de cárcel por
encubrir pérdidas de US$ 691 millones en Allfirst
Financial Inc. Según su sentencia, Rusnak convenció
a los empleados de soporte técnico y administrativo de que
no necesitaban verificar las operaciones de divisas.
También los persuadió de ingresar transacciones
falsas o ficticias al sistema computacional del banco.

La crisis de las hipotecas de alto riesgo en EEUU puso de
manifiesto el hecho de que los sistemas de riesgo de los bancos
no estaban configurados apropiadamente para medir el nivel de
impagos de los prestatarios y el impacto que esas pérdidas
podrían tener sobre instrumentos de deuda respaldados por
valores
hipotecarios.

La revelación de las transacciones fraudulentas
dejó en la sombra el hecho que Société
Générale reportó rebajas contables de 2.050
millones de euros en el cuarto trimestre para cubrir su exposición
al mercado hipotecario.

Los ejecutivos del banco francés están
preocupados sobre los efectos que este escándalo
podría tener sobre los mercados financieros globales, los
que ya se encuentran en una posición frágil. Pese a
que Société Générale asegura que se
enteró por primera vez el sábado de lo que
denominó "masivas posiciones direccionales fraudulentas",
el banco esperó seis días antes de revelar
públicamente la noticia de las pérdidas. Eso le
permitió deshacer muchas de las apuestas y evitar
pérdidas aún mayores. Un alto ejecutivo sostuvo que
el silencio se mantuvo con el fin de evitar filtraciones que
podrían impactar a los mercados".

– Leeson: "Kerviel sintió lo mismo que yo" 
(BBCMundo.com – 26/1/08) 

"El fraude de Jerome Kerviel, le costó al banco
francés Sociéte Génerale unos US$ 7.000
millones, quizás incluso más, aunque nunca
llegó a quebrar la entidad financiera, algo que sí
le pasó al banco británico Barings con el notorio
caso de Nick Leeson.

En 1995 Leeson dirigía, desde la sede de Barings en
Singapur, las operaciones de futuros del banco en los mercados
asiáticos. Con sus transacciones ocultas provocó
pérdidas de US$ 1.300 millones, lo que acabó con
las reservas en efectivo del Barings. Este fraude le costó
a Leeson cuatro años de cárcel y, a su banco, la
quiebra.

Nick Leeson que ahora es jefe ejecutivo de un club de fútbol
irlandés, habló en exclusiva a la BBC sobre su
propia experiencia y sobre cómo se sintió Jerome
Kerviel cuando se descubrió el fraude. "Lo primero que
sentí cuando supe de este caso, no fue necesariamente
conmoción de que una cosa como esta sucediera nuevamente,
porque las operaciones arriesgadas de este tipo es algo que pasa
diariamente en los mercados financieros". "Lo que me
impactó fue la cantidad que se llegó a perder",
aseguró Leeson a la BBC.

De hecho, se dice que el joven francés Jerome Kerviel,
provocó pérdidas cuatro veces mayores a las que en
su tiempo causó Leeson al banco Barings. Sin embargo, lo
que se preguntan muchos es cómo este tipo de fraudes
pueden volver a suceder.

Casos idénticos

Cuando el fraude de Nick Lesson fue descubierto en 1995, los
bancos aseguraron que ya sabían como este corredor de
bolsa había conseguido burlar la institución
financiera, afirmaron que se habían cerrado los agujeros,
los vacíos que existen en el sistema del banco. Sin
embargo, para Leeson pocas cosas han cambiado desde aquel
entonces, y asegura que este caso es idéntico al suyo. "Lo
que pasó al banco Barings en 1995, lo que le
sucedió al Allied Irish Bank dos años más
tarde, y después lo que pasó con el Banco Nacional
de Australia, y ahora a Sociéte Génerale son casos
idénticos", afirmó este ex corredor de bolsa.

Y es que a su juicio, "no se han cerrado los agujeros que
existen en el sistema de los bancos para que esto sea posible. Yo
creo que si uno mira lo que intentan hacer los bancos verá
que sólo se concentran en hacer dinero, no en protegerlo".
Y a pesar de que continuamente se trata de mejorar los sistemas
que utilizan los corredores de bolsa, Nick Leeson asegura que "no
se pone demasiada atención en las áreas donde se
encargan del manejo de riesgo o en el departamento de quejas, que
son las áreas donde se puede controlar el dinero".

éxito y temor

Este escándalo no sólo se asemeja al de Nick
Leeson en la manera cómo se provocó, sino en
cómo se sintieron ambos corredores de bolsa personalmente.
De hecho, el mismo Leeson aseguró a la BBC "Kerviel
sintió lo mismo que yo". "Lo que yo quería, y estoy
seguro que es
lo mismo que quiso este joven, es éxito.
Y probablemente el temor más grande que tuvo fue el
fracaso", dijo Nick Leeson.

"Probablemente cuando en un principio él (Jerome
Kerviel) se encontró ante esta situación tuvo
miedo, después consiguió sobrevivir un día,
una semana, luego un mes, eventualmente te empiezas a creer que
la situación no es tan grave como parecía",
explica. Y añade, "Tienes tiempo de rectificar y crees que
las decisiones que tomaste son las correctas… pero
desafortunadamente no sucedió así".

– El Banco de Francia "garantiza" que las cuentas de SG
están "limpias" (Negocios.com – 25/1/08)

"Madrid.- El gobernador del Banco de Francia, Cristian Noyer,
tuvo que salir, por segundo día consecutivo, en defensa de
Société Générale (SG), víctima
de un fraude interno por 4.900 millones de euros, que han
destrozado la cuenta de resultados de 2007. Ante las dudas de que
una sola persona, que como Jérôme Kerviel encima no
ocupaba un puesto de alto nivel, pueda provocar tal nivel de
pérdidas al contratar opciones alcistas con coberturas
bajistas que eran ficticias y que SG creía reales, Noyer
se mostró "categórico" en que los 4.900 millones de
euros asumidos por el supuesto fraude corresponden a productos que
no tienen nada que ver con las subprime.

Horas antes, hasta el secretario de Estado para las Relaciones
con el Parlamento, Roger Karoutchi, manifestaba
públicamente su "gran extrañeza" sobre que "un solo
hombre pueda manipular sumas tan considerables sin que haya
mecanismos de seguridad y de control que se activen". Y analistas
-que gráficamente han rebautizado las siglas SocGen como
ShockGen- manifestaban sus sospechas respecto a que SG
"infló el globo" del fraude de Kerviel para tapar
pérdidas por las subprime. Aunque se remitió a las
conclusiones de una investigación que durará
"varias semanas", el gobernador del Banco de Francia
señaló que SG "es más sólido ahora
que el pasado viernes, porque las cuentas están
limpias".

"Mala suerte"

"Sabemos muy bien en qué operaciones tuvo lugar la
pérdida", explicó Noyer, quien señaló
que la cantidad "astronómica" de 4.900 millones se produce
"solamente" por culpa de la caída de los mercados
bursátiles entre el lunes y el miércoles pasados,
"una mala suerte". Sin ese crash, "el volumen de la
pérdida habría sido mucho más bajo".

Sí admitió el gobernador del Banco de Francia
que otros bancos franceses anunciarán amortizaciones
extraordinarias ligadas a la crisis de las hipotecas basura en Estados
Unidos. "Sabemos exactamente cuáles son las exposiciones y
las provisiones". El sistema financiero francés
"está perfectamente sano, sólido", con una
exposición a las subprime "relativamente baja",
señaló.

La solidez de
Sarkozy

Al auxilio del tercer banco galo -y séptimo de Europa
por capitalización bursátil- acudió
también el presidente francés, Nicolas Sarzoky.
Desde la India, donde
se encuentra en viaje oficial, subrayó que "un fraude
interno de gran escala no
cuestiona la solidez ni la fiabilidad del sistema financiero de
Francia".

El caso fue la estrella del Foro Económico Mundial de
Davos. "Es algo que daña aún más la imagen de los
bancos en un momento en el que la gente ya está muy
preocupada sobre los riesgos", comentó Corrado Passera,
presidente ejecutivo del banco italiano Intesa Sanpaolo. El
gobernador del Banco Central de México,
Guillermo Ortiz, matizó que los reguladores no
deberían precipitarse para imponer reglas, pero que "lo
peor es el daño a
la confianza". El jefe de mercados financieros de la Unión
Europea advirtió también contra la
tentación de introducir nuevas regulaciones para tratar de
resolver problemas como el planteado por Jérôme
Kerviel en Société Générale. "Lo
importante que hay que recordar es que fue un fraude. Estas cosas
pasan. Pasaban antes y lamentablemente seguirán
ocurriendo", dijo el comisario para el mercado interior de la
Comisión Europea, Charlie McCreevy".

– Crecen las dudas ante las explicaciones de
Société Générale sobre el "empleado
infiel" (ABC – 25/1/08)

(Por J. P. Quiñonero – Corresponsal – París)

"Políticos, expertos en finanzas, agentes de Bolsa de
intachable reputación, profesores de economía y
deontología bursátil y sociedades
especializadas en seguridad informática tienen serias
reservas sobre las explicaciones y credibilidad de la
dirección de Société Générale
(SG), entidad que ha sido víctima del mayor fraude
financiero de la historia.

Las explicaciones del director general del que es el segundo
banco de Francia, Daniel Bouton, en la que insistió en que
un solo hombre, Jérôme Kerviel, de 31 años,
realizó -entre febrero de 2007 y mediados de enero de este
año- operaciones bursátiles que suman más de
50.000 millones de euros, causando pérdidas de casi 5.000
millones de euros, no consiguen convencer y suscitan muchas
reservas. También hay que subrayar que aunque algunas
fuentes apuntan que Kerviel se encuentra en paradero desconocido,
éste ha hecho saber, a través de su abogada, que no
se ha fugado y que está "a disposición de la
justicia".

Mientras la cotización de SG cayó ayer un 2,6%,
hasta los 73,87 euros, el presidente de la
República, Nicolas Sarkozy, en viaje oficial en la
India, comentó con laconismo que "se trata de un fraude
interno que no afecta a la solidez y credibilidad del sistema
financiero".

Asimismo, el primer ministro, François Fillon, a quien
cogió el escándalo también fuera del
país, concretamente en Davos (Suiza), ha pedido un
"informe de
urgencia" a la ministra de Economía y Finanzas, Christine
Lagarde, con el fin de "depurar responsabilidades". Fillon
manifestó que "es difícil para todos nosotros
comprender cómo una persona sola, en un plazo de tiempo
relativamente corto, pudo causar pérdidas tan
considerables en una entidad seria y sólida". En un velado
reproche a la forma en que Société
Générale ha procedido en este asunto, Fillon
añadió que "quizá el Gobierno pudo haber
sido informado antes".

Tras descubrirse el fraude, por valor de casi 5.000 millones
de euros, los responsables de Société realizaron
"ventas
masivas". Varios analistas estiman que tales operaciones pudieron
acelerar el penúltimo "mini-crash" bursátil del
pasado lunes. Incluso, responsables de grandes bancos estiman que
las operaciones "aceleradas" de SG pudieron precipitar la
decisión de la Fed estadounidense de bajar sus tipos.
Algunos analistas han denunciado el comportamiento
"irresponsable" de la dirección general de la SG. Un
especialista citado por "Le Monde" afirma que "decir que el
operador que ha puesto en peligro la SG era muy sutil y
sabía disimular sus posiciones es una explicación
lamentable. Es una evidencia que los gestores del banco no
parecen entender gran cosa de cómo trabajan sus
operadores".

"Cargar el muerto" del
fraude

Otros economistas, como Elie Cohen, acusan al banco en
términos apenas velados. "Culpar del desastre a un
operador podría ser un intento de enmascarar riesgos
fatales. La SG ha podido intentar "cargar el muerto" del fraude a
uno de sus empleados con el fin de intentar ocultar malas
operaciones de otra índole". En este sentido, no son pocos
los que sospechan que el banco "infló el globo" del fraude
para tapar cuantiosas pérdidas sufridas en otras
operaciones derivadas de la
crisis de las hipotecas "subprime". Para los especialistas en
seguridad informática, el fraude roza lo incomprensible. Y
avanzan muy serias dudas de todo tipo. La dirección de una
sociedad especializada en seguridad bancaria afirma que "el
fraude parece técnicamente inexplicable. Hay soluciones
técnicas para lanzar alarmas
automáticas cuando se cruzan ciertos umbrales. En este
caso, lo más razonable sería intentar buscar el
origen del fraude en la definición interna de las reglas y
el control de riesgos".

– Negocios ocultos, una larga lista (BBCMundo.com –
25/1/08) 

"Un corredor de bolsa empleado por el banco francés
Société Générale fue acusado de
haberle estafado más de US$7.000 millones a esa
institución financiera, en lo que parece ser el mayor
fraude llevado a cabo por un solo operador en la historia de la
banca.

Société Générale dijo que el
fraude ocurrió a fines del año pasado y entre el 19
y el 20 de enero de 2008. El hombre,
cuyo nombre no se ha hecho público, se dedicaba a la
cobertura de futuros sobre índices bursátiles
europeos. El banco asegura que se valió de profundos
conocimientos de los mecanismos de control internos, adquiridos
en su cargo anterior dentro de la institución.  Este
corredor, hasta ahora anónimo, se suma a una larga lista
de operadores bursátiles cuyos actos ocultos les han
costado enormes sumas a sus empleadores.

– Nick Leeson, Banco Barings

El más conocido es Nick Leeson, que llevó a la
quiebra al banco británico Barings, en 1995. Leeson
dirigía, desde la sede de Barings en Singapur, las
operaciones de futuros del banco en los mercados
asiáticos.

Con sus transacciones ocultas provocó pérdidas
por US$ 1.300 millones, lo que acabó con las reservas en
efectivo del banco. La compañía, que tenía
más de 230 años de historia y gestionaba el
patrimonio de
la reina Isabel, fue vendida por una libra esterlina al banco
holandés ING.

Leeson huyó de Singapur y, después de recorrer
varios países, fue arrestado en Alemania.
 Pasó cerca de cuatro años en una
prisión de Singapur y escribió un libro de mucho
éxito, "Rogue trader", a partir del cual se filmó
una película, "El gran farol", con Ewan McGregor en el
papel principal.

Según el libro, sus operaciones tenían por
objetivo
ayudar a unos compañeros que habían cometido
algunos errores, los que generaron pérdidas relativamente
pequeñas que se fueron acumulando.

Ahora es director comercial del club de fútbol
irlandés Galway United.

– "Liu Qibing", operador chino del mercado de metales

Un hombre conocido como Liu Qibing desapareció en 2005,
después de apostar erróneamente que los precios del
cobre iban a
caer, lo que generó enormes pérdidas. Había
especulado en transacciones de cargamentos de cobre con un valor
estimado en cerca de US$800 millones.

Era una figura familiar en la Bolsa de Metales de Londres,
donde se desempeñaba como uno de los principales
comerciantes del mercado de cobre, supuestamente en
representación del gobierno chino. El Buró de
Reserva Estatal Chino (SRB, por sus siglas en inglés), entidad oficial donde
supuestamente trabajaba, negó conocerlo.

Wang Huimin, un alto funcionario del SRB, le dijo al diario
londinense Times: "Nunca he oído
hablar de esta persona".

– John Rusnak, Allied Irish Bank

En 2002, el operador de divisas estadounidense John Rusnak,
empleado del banco Allied Irish Bank (AIB), fue acusado de
falsificar documentos para encubrir malas inversiones. El banco
dijo que, como resultado, perdió US$750 millones.

Después de una investigación de cuatro meses,
fue acusado formalmente ante un jurado federal. La
fiscalía dijo que Rusnak no se benefició
personalmente de las pérdidas, que fueron en su
mayoría en transacciones entre el dólar
estadounidense y el yen japonés.

Según informes, él le confesó al FBI que
sus deudas se acumularon mientras trataba de concebir una
táctica para recuperar el dinero perdido sin tener que
admitir a sus jefes el problema inicial. En 2003, fue sentenciado
a siete años y medio de prisión, luego de llegar a
un acuerdo con la fiscalía.

– Yasuo Hamanaka, Sumimoto

Yasuo Hamanaka era el principal inversionista en cobre de la
corporación japonesa Sumitomo. Era conocido como "Sr. 5%"
porque controlaba anualmente cerca del 5% del suministro mundial
de cobre.

En 1996, la compañía anunció
pérdidas de US$2.600 millones debido a operaciones no
autorizadas de Hamanaka en la Bolsa de Metales de Londres.
También lo acusaron de falsificar las firmas de dos de sus
superiores en cartas a
inversionistas extranjeros.

Fue sentenciado a ocho años de prisión y
salió en libertad en
2005.

– Meter Young, Morgan Grenfell

Peter Young, un gestor de fondos del banco británico
Morgan Grenfell, luego adquirido por Deutsche Bank, fue acusado
en 1998 de haber causado pérdidas por más de 220
millones de libras esterlinas, en inversiones no autorizadas.
Según Morgan Grenfell, Young empleó dinero
invertido en tres grandes fondos europeos de la
compañía para comprar acciones muy
especulativas.

En diciembre de 2000, un jurado determinó
que no estaba mentalmente capacitado para ir a juicio, luego de
que se presentara ante un tribunal de Londres vestido de mujer".

¿Mentalidad débil, genio,
empleado infiel, cargar el muerto?
(Claroscuros)             

El banco francés acusó a su operador de tomar
posiciones "fraudulentas masivas" en 2007 y 2008 en los
índices de valores europeos, que resultaron en enormes
pérdidas al intentar deshacerlas a comienzos de la semana
pasada con unos mercados hundiéndose. Su familia dice que
están tomando al joven como un chivo expiatorio para el
mayor escándalo en el que está involucrado un solo
operador en el mundo.

Expertos del mercado han cuestionado el hecho de que un
único operador sin experiencia pueda haber escondido una
montaña de posiciones ilícitas, que totalizaron
unos 50.000 millones de euros, sin que sus jefes se percataran.
"No creo que alguien solo pueda ser capaz de hacer esto. Es
absurdo. Si fuera un genio así, ¿por qué
sólo le pagaban 100.000 euros al año?", dijo un
funcionario europeo de una empresa de administración de activos en Londres. Un
abogado que actúa en nombre de los pequeños
accionistas de la entidad y que ha presentado una demanda
relacionada con las pérdidas, dijo que es imposible que
actuara solo o sin dejar ningún rastro de actividades, por
lo que acusó al banco de negligencia.

Karviel era un operador que se dedicaba a la compraventa de
títulos para aprovechar pequeñas diferencias de
cotización en los mercados y lograr así beneficios.
Sus operaciones debían ser, en teoría,
de pequeña magnitud, para lo que el banco tiene instalados
sistemas de
control que avisan de riesgos elevados. Sin embargo,
según la entidad, Karviel conocía los sistemas
informáticos de control y los manipuló para evitar
que dieran la señal de alerta. Así, siempre
según la versión de SG, el operador efectuaba
operaciones reales con las que corría grandes riegos que
él mismo ocultaba mediante otras ficticias, introducidas
de forma fraudulenta en los sistemas informáticos del
banco.

El edificio levantado por Karviel funcionó bien durante
2007, cuando las Bolsas tuvieron una evolución positiva,
pero comenzó a dar signos
alarmantes cuando a principios de
2008 los mercados registraban pérdidas. "Este triste
asunto se tornó en una tragedia griega", afirmó el
presidente del banco, quien se dijo víctima de una
conmoción cuando conoció la amplitud del caso el
pasado viernes. Hasta el domingo no descifraron la compleja
operación tramada por Karviel y, cuando el lunes trataron
de desmontarla vendiendo lo que el empleado había
comprado, se encontraron con unos mercados bursátiles en
caída
libre.

El presidente de Société Générale,
Daniel Bouton, reiteró que el empleado que causó el
fraude que hizo perder a la entidad 4.900 millones de euros
actuó solo y negó que el caso haya sido utilizado
para tapar otras pérdidas. En declaraciones que 
publicó el diario "Le Figaro", Bouton aseguró que
"no se tiene en pie" la teoría según la cual el
banco "transfirió pérdidas a un agujero procedentes
de otro agujero", sugerida por algunos medios.

Según el relato de Bouton, el empleado ocultaba de
forma fraudulenta algunas de sus operaciones. "Cada vez que
compraba verdaderamente un instrumento (de inversión) le
oponía a una operación ficticia equivalente, lo que
anulaba exteriormente el riesgo que había corrido en su
operación fraudulenta", explicó. Con estas
operaciones "creó una enorme exposición" del banco
que, además, hacía evolucionar sus "operaciones
ficticias fraudulentas" de forma permanente para evitar los
controles del banco.

Kerviel apostó durante 2007 por una bajada de los
índices y, por tanto, ganaba dinero, pero a principios de
2008 construyó voluntariamente posiciones de
pérdidas para neutralizar las potenciales ganancias
anteriores. "Pero este triste asunto se convirtió en una
tragedia griega: su posición virtualmente perdedora se
hizo demasiado grande", aseguró. El pasado viernes, los
sistemas de control del banco detectaron una anomalía,
investigaron su procedencia y, dos días después,
descubrieron la actuación de Kerviel, por lo que
decidieron vender, en un momento en el que las Bolsas registraban
unas pérdidas históricas.

Bouton aseguró que esas pérdidas se debieron al
pánico provocado por los mercados asiáticos y, en
ningún caso, al descubrimiento del fraude en su banco,
como habían apuntado algunos medios. Según el
presidente del banco, las operaciones de Kerviel estaban en
equilibrio el
viernes, acumulaban unas pérdidas de 1.400 millones de
euros el domingo y, finalmente, llegaron a los 4.900 millones el
lunes. Para Bouton este asunto puede considerarse como "un
incendio voluntario que destruyó una gran fábrica
de un grupo industrial", pero señaló que la entidad
se recuperará "enseguida" porque sus fuerzas "están
intactas". "El modelo de
Société Générale no ha sido
dañado ni puesto en duda", indicó el presidente que
reconoció que han sufrido "un golpe" pero que lo
afrontarán "todos juntos".

Mientras tanto, Jérôme Kerviel, "el operador
infiel" de Société Générale acusado
por el banco de haber tomado iniciativas arriesgadas, ilegales y
catastróficas para la entidad, lo que ocasionó un
"agujero" de casi 5.000 millones de euros, era puesto en libertad
a primera hora de la noche del 28/1/08 bajo control judicial tras
ser procesado por abuso de confianza y falsificación e
intromisión en un sistema de tratamiento de datos
informáticos, según confirmaba su abogada,
Elisabeth Meyer.

Contrariamente a la petición de detención
preventiva formulada por la Fiscalía, los magistrados
decidieron dejar a Kerviel en libertad bajo control judicial,
indicó la letrada, que no reveló en qué
consistían esas medidas, aunque precisó que no
incluían una fianza. Los magistrados tampoco imputaron a
este joven de 31 años por intento de estafa, como
pedía la Fiscalía. Algunas de las declaraciones de
Kerviel al fiscal Jean-Claude Marin, reveladas por éste,
añaden nuevas dudas sobre el funcionamiento interno de
Société Générale y sus máximos
ejecutivos.

Según el fiscal, Kerviel ha reconocido que tomó
decisiones ilegales, "pero sin ánimo de lucro".
Además, desveló que otros operadores
bursátiles del banco también superan los
límites de riesgos autorizados y que su error fue el
enorme volumen de esas operaciones. "Reventé mi
línea de crédito", dijo. El objetivo de
Jérôme Kerviel era obtener unas primas que
alcanzarían los 300.000 euros a cuenta de 2007, ya que,
según su versión, el año pasado hizo ganar a
su banco 55 millones de euros. La instrucción del caso, en
la que comienzan a trabajar dos jueces, debe esclarecer las
distintas responsabilidades, individuales o colectivas, dentro
del organigrama de
Société Générale.

Un grupo de accionistas minoritarios y una asociación
de pequeños accionistas se consideran víctimas del
comportamiento de la dirección del banco y de las
maniobras de algunos administradores, acusados expresamente de
los delitos de uso de información privilegiada y de
manipulación de la cotización. En su punto de mira
está Robert A. Day, consejero del banco, que vendió
títulos de la entidad por valor de 85,74 millones de euros
el 9 de enero pasado, diez días antes que estallase el
escándalo. Los querellantes sospechan que ése y,
quizá otros miembros del consejo de administración,
pudieron conocer con anticipación las "tribulaciones" que
se avecinaban. La dirección del banco afirma que Day
realizó su "afortunada" venta de acciones con "mucha
antelación" al escándalo. Pero la asociación
de pequeños accionistas insiste en presentar querellas
paralelas, denunciando el comportamiento irresponsable de la
dirección de la entidad, a quien acusan de "difundir
noticias falsas o engañosas destinadas a influir en los
mercados bursátiles".

Société Générale ha hecho que
Jerôme Kerviel parezca un cerebro
diabólico de proporciones dignas de un cómic. Pero
esto no hace que el deshonesto operador francés sea un
super malvado. Al banco le interesa que le haya engañado
un genio con un potente cerebro. Eso podría hacer un poco
más fácil para todos aceptar las pérdidas.
Podría incluso generar alguna simpatía hacia SG.
Pero, en realidad, el mayor escándalo del mundo de estas
características se ha conseguido en gran parte con algo
tan poco sofisticado como contraseñas robadas y e-mails
falsos, los mismos métodos
que un adolescente usaría para saltarse la clase.

SG debería haberlo notado. La negociación
arriesgada empezó en 2005, según un fiscal de
París. Esto es dos años antes que en la
versión de la historia que cuenta el propio banco.
Además, Eurex, la división de derivados de Deutsche
Boerse, planteó cuestiones sobre las posiciones de
contratación de Kerviel el pasado mes de noviembre, antes
de que sus pérdidas empezaran a multiplicarse.

El banco reconoció que había detectado problemas
en las cuentas de Kerviel. Pero los jefes aceptaron sus
explicaciones de que eran errores corrientes. No le obligaron a
tomar unas largas vacaciones, que probablemente habrían
descubierto el fraude. Jean-Pierre Mustier, el jefe del banco de
inversión de SG, ha adoptado el tono del Capitán
Renault en la película Casablanca. Ha dicho repetidamente
durante esos días que estaba asustado, asustado de
descubrir un fraude de estas dimensiones. A la luz de las
últimas revelaciones, resulta un poco difícil de
creer. Mustier ofreció su dimisión la semana
pasada, cuando lo hizo Daniel Bouton, el presidente y consejero
delegado del banco.

Al banco francés le ha costado 5.000 millones de euros.
Pero los engaños de Kerviel son realmente sólo una
muestra de un problema más general. Kerviel estaba
quebrantando las normas del banco
y bastante posiblemente la ley, pero
también participaba de algo mucho mayor: la época
de la exuberancia financiera. Mucha gente estaba haciendo enormes
coberturas arbitrajistas altamente apalancadas. Por eso es por lo
que Kerviel pudo establecer una posición de 50.000
millones de euros sin llamar la atención. Su truco fue
sólo saltarse la parte de cobertura del acuerdo.

La historia de Kerviel da para muchos comentarios sobre
personalidades y controles laxos. Pero un análisis más serio apunta a un
problema cultural más fuerte. Kerviel trabajaba en una
división que obtuvo una rentabilidad sobre el capital del
48% en 2006, después de pagar primas muy generosas. Con
los beneficios fluyendo tan libremente, debe haber sido
fácil para los gestores de la entidad dejar de preocuparse
por los riesgos en el negocio.

Una desatención similar, aunque perfectamente legal al
riesgo, cundía por todas partes en el sector. Los jefes y
operadores recibieron enormes recompensas por no pensar sobre lo
que podía ir mal. A diferencia de Kerviel, siguieron las
normas, pero las normas resultaron ser muy peligrosas. Es
demasiado pronto para calcular el coste completo de esta
imprudente exuberancia. La cuenta hasta el 30 de enero es de
más de 100.000 millones de euros y sigue subiendo. En
comparación, el fraude de Kerviel parece casi una
nadería.

Además, ahora (tarde y mal) venimos a enterarnos que un
broker de Société Générale, padre de
dos niños y
que vivía con una trabajadora del mismo banco, se
suicidó en junio de 2007 tras haber adquirido compromisos
financieros por valor de cerca de 9 millones de euros a espaldas
de sus superiores, según publica el diario "Le Parisien"
(30/1/08).

Esta cantidad, que no llega ni de lejos a la escandalosa cifra
de 50.000 millones de euros con los que llegó a operar
Jérôme Kerviel, el broker acusado de hacer perder al
banco 5.000 millones de euros, provocó en su momento la
alarma de los servicios internos del banco. El final
trágido de este hombre, que responde a las iniciales L.C.,
fue ignorado durante mucho tiempo por los empleados de SG. De
hecho, muchos desconocen las complejas actividades de los
operadores de bolsa. "Los sindicatos no
disponen de ninguna información sobre lo que pasa en las
salas de mercado", se queja un ejecutivo.

Pocos días después del suicidio se
abrió una investigación interna y el patrón
de los broker bancarios, Marc Breillout,
prometió a los representantes de los trabajadores que
tendrían acceso a las conclusiones de la misma, pero este
documento ultrasecreto no ha visto todavía la luz.

Mientras, Kerviel reitera que sus inmediatos superiores
estaban al corriente de sus operaciones, de las posiciones de
riesgo que asumía y que "cerraron los ojos".
Además, sostiene que las actividades de
"ocultación" son habituales en el banco, según las
declaraciones realizadas por Kerviel a la policía de la
brigada financiera de las que se hace eco la web MediaPart.
"No puedo creer que mis superiores no hayan sido conscientes de
las sumas que yo comprometía, es imposible generar tales
beneficios con pequeñas posiciones", relata.

"Lo que me lleva a decir que, cuando eran positivos, mis
superiores cerraron los ojos sobre las modalidades y los
volúmenes comprometidos. A diario, con una actividad
normal y compromisos normales, un broker no puede generar tanto
cash", añade. Para insistir en la idea de que sus
superiores estaban al tanto, Kerviel declara a la policía
que durante el año 2007 el servicio de
control de las operaciones bursátiles envió varios
correos electrónicos a varios de sus colaboradores
pidiéndoles explicaciones sobre las operaciones
registradas en su cuaderno.

Kerviel reconoce ante los responsables de la
investigación haber empleado algunas técnicas
ilegales usadas por los broker para disimular las posiciones
excesivamente especulativas y alude también a la
práctica conocida como "del colchón" para
enmascarar algunos resultados. "Esta práctica se usa con
el único objetivo de disimular una valorización",
relata a los policías, una práctica que,
según Kerviel, la usan incluso los managers para los
resultados de sus propios equipos. "Mientras, ganamos y esto no
se ve mucho, mientras funcione, no se dice nada", prosigue el
broker dando a entender que sus superiores le animaban a asumir
riesgos.

Dice también que su primera motivación al actuar así era hacer
ganar dinero al banco y en ningún caso enriquecerse
personalmente. Durante su declaración, Kerviel cita a dos
superiores jerárquicos, Eric Cordelle y Martial
Rouyére, diciendo que se interesaron en los resultados.
"Cuanto más líquido genera el equipo, más
interesante será el jefe desde el punto de vista
financiero", explica. Asimismo, señala que logró
una valorización de 1.400 millones de euros "demasiado
rápidamente" pasando de 500 millones de euros a finales de
octubre de 2007 a 1.600 millones a finales de noviembre, algo que
no podía declarar sin preocuparse. "Es cierto, lo admito,
que era desproporcionado con el resultado declarado", agrega.

El escándalo de Société
Générale se ha transformado en un problema de
Estado. El presidente de la República, Nicolas Sarkozy, ha
exigido "responsabilidades". A esa petición se sumaron
ayer las ministras de Justicia y de Economía, Rachida Dati
y Christine Lagarde, respectivamente.

Por lo tanto, la dirección de la entidad se encuentra
"entre las cuerdas" y todo apunta a que el consejo de
administración pueda aprobar la destitución de
varios altos cargos, entre los que podría estar el propio
Bouton. Además, la Autoridad de los Mercados Financieros
(AMF) -equivalente a la CNMV española- ha abierto una
investigación sobre las acciones de Société
Générale ante las sospechas de que uno o varios
administradores del banco hubieran cometido un delito de uso de
información privilegiada. Ayer se conoció que el
consejero de la entidad Robert A. Day, que el pasado día 9
de enero vendió títulos del banco por valor de
más de 85 millones de euros, también se
desprendió de más acciones, valoradas en 40,5
millones de euros, el día 18, fecha en la que la entidad
descubrió el presunto fraude. Las últimas cuentas
(31/1) elevan la operatoria "afortunada" (?) a 140 millones de
euros.

Lecciones del "caso Kerviel"

 "No me puedo creer que mi jerarquía no haya
tenido constancia de las cantidades que yo comprometía en
mis operaciones. Es imposible generar grandes beneficios desde
pequeñas posiciones". Es parte de la declaración
que Jérôme Kerviel hizo a la brigada financiera de
la policía francesa que investiga el fraude
multimillonario que se ha llevado por delante el prestigio
financiero de Société Générale, y
compromete el futuro del banco francés. Pero además
resume la ambiciosa filosofía que buena parte de la banca
aplica a su gestión diaria para obtener réditos
crecientes en los mercados financieros, sin más control
que la buena fe de sus operadores, que está también
en el germen de la crisis subprime que ha explotado en las manos
del sistema financiero mundial.

Independientemente del futuro que le espere a esta centenaria
y honorable institución gala, el agujero creado en sus
cuentas -en las que aparece como secundaria una provisión
de 2.000 millones por pérdidas ocasionadas por las
hipotecas basura-, el
caso Société Générale-Kerviel,
refleja casi todos los vicios de la incesante huida hacia delante
en la búsqueda del resultado por el resultado.

Además, aporta las lecciones necesarias para recomponer
los mecanismos internos de control y transparencia y los externos
de supervisión, para que los excesos cometidos por el
sistema financiero en el mundo -desde lo del empleado encargado
de riesgos que concedió la primera hipoteca subprime en
Estados Unidos a quien compró sus derivados buscando un
desempeño inmoral y especulativo en Europa- sean atajados,
controlados y evitados.

La pequeña cumbre convocada en la última semana
de enero por Gordon Brown en Londres ha sido un intento por
buscar soluciones al endiablado dominó desencadenado en
julio en EEUU, que ya se ha llevado por delante un banco en Reino
Unido, ha dañado seriamente a varias entidades en Alemania
y puede acabar con otro banco en Francia, además de haber
zarandeado al todopoderoso UBS en el oasis helvético del
secreto bancario y las grandes fortunas. EEUU se venía
diferenciando de Europa en que mientras ésta evitaba las
crisis por no correr los riesgos de las aventuras financieras,
allí se ponían las innovaciones en marcha y, si se
generaban problemas, allí los resolvían. Sin
embargo, esta vez la ola ha llegado demasiado lejos.

La práctica financiera de la búsqueda de la
máxima ganancia, amparada en incentivos
personales siempre crecientes, estimulados por políticas
de liquidez inagotable y tipos negativos, ha puesto en el mercado
un sarcoma financiero desconocido. Y todo ello con la venda en
los ojos de la supervisión bancaria norteamericana,
mientras la metástasis llegaba a bancos de todo el mundo y
paralizaba, por desconfianza, la actividad crediticia hasta poner
en riesgo la economía real.

Cuando los movimientos de capital están tan
interconectados y globalizados debe existir un mecanismo de
supervisión global, o al menos criterios de obligado
cumplimiento, para todos los supervisores y bancos, que exija
ética
profesional, responsabilidad y honestidad
económica. Sólo así se podrá exigir a
los agentes privados la confianza que ahora ni ellos se profesan
entre sí, y que es como el oxígeno
para los seres vivos.

¿Y qué diría Marx
(Groucho)?

¿Qué diría Marx de la actual crisis de
los mercados? No me refiero a Carlos Marx sino
a Groucho, porque los hermanos Marx perdieron mucho dinero en el
crack del 29, aquella burbuja bursátil, referente
histórico, obligatorio para analizar las locas veleidades
del mundo financiero y su impacto en la economía
global.

En su libro "Groucho y yo" el genial cómico
estadounidense refleja su choque frontal con los mercados.
Groucho empezó a invertir en la bolsa en 1926 y
llegó a estar tan pendiente de los mercados que un
día retrasó media hora una función de
su compañía de teatro para
comprar acciones de la Cobre Anaconda que prometía una
valorización eterna en esos días vertiginosos de
bonanza.

"No tenía asesor financiero", cuenta Groucho y agrega,
"¿Quien lo necesitaba? Podías cerrar los ojos,
apoyar el dedo en cualquier punto del enorme tablero mural y la
acción que acababas de comprar empezaba inmediatamente a
subir".

Los hermanos Marx se sintieron los seres más felices
del mundo cuando compraron 600 acciones de la Anaconda.  Con
su productor teatral, Max Gordon, parecían hablar
más de las acciones que de la gira que hacían por
Estados Unidos.

"Hasta entonces yo no había imaginado que uno pudiera
hacerse rico sin trabajar", decía Groucho. Pero así
son las cosas cuando el mercado entra en burbuja y las acciones
suben y suben como si tuvieran una escalera infinita al nirvana
financiero.

Dejar el teatro

En un momento, la bonanza era tal que Gordon le sugirió
que dejara el teatro, ya que con la bolsa hacía mucho
más dinero. Pero Groucho empezó a olerse algo raro
y le preguntó a un experto en la materia si no
debía haber alguna relación entre las ganancias de
una compañía, los dividendos que daba y el precio
de venta de las acciones.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter