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Don Juan de Austria (página 2)



Partes: 1, 2, 3

"Demás de lo contenido en este mi testamento, digo y
declaro que, por cuanto estando yo en Alemania, después
que embiudé hube un hijo natural con una mujer soltera, el
cuál se llama Jerónimo, y mi intención ha
sido y es que, por algunas causas que a esto me mueven, que
pudiéndose buenamente enderezar que de su libre y
espontánea voluntad él tomase el hábito en
alguna religión de frayles reformados, a lo cual
se encamine sin hacerle para ello premia y extorsión
alguna.   Y no pudiendo esto guiar ansí, y
queriendo él mas seguir la vida y estado seglar, es mi
voluntad y mando que se le den de renta, por vía
ordinaria, en cada año, de veynte a treinta mil ducados en
el reino de Nápoles, señalándole lugares y
vasallos con la dicha renta.

Lo qual todo, assí en el señalar los dichos,
como en la cantidad de la renta, que la suma susodicha sea como
pareciese al príncipe mi hijo, a quién lo remito; y
en defecto dél, sea como pareciere a mi nieto el infante
Don Carlos, o a la persona que,
conforme a este mi testamento, fuere mi heredero o heredera al
tiempo que se
abriere.

Y cuando el dicho Jerónimo no estuviese por entonces
ya puesto en el estado que
yo deseo, gozará de la dicha renta y lugares por todos los
días de su vida, y después dél, sus
herederos y sucesores legítimos, de su cuerpo
descendientes.  

Y en cualquier estado que
tomare el dicho Jerónimo, encargo al dicho príncipe
mi hijo y al dicho mi nieto, y a cualquiera mi heredero, que,
como dicho tengo, tubiere al tiempo que este mi testamento se
abriese, que lo honre y mande honrar, y que le tengan el respeto que 
conviene, y que haga guardar, cumplir y executar, lo que en esta
cédula es contenido.

Lo qual firmé de mi nombre y mano, y va cerrada y
sellada con mi sello pequeño y secreto, y se ha de guardar
y de poner en efecto, como cláusula del dicho mi
testamento.     Hecha en Bruselas, a seys
días del mes de junio de 1554"

Después de leer y releer ambas hojas y particularmente
esta segunda hoja, al recobrar el ritmo respiratorio normal, me
dí cuenta que el "dicho niño" "Jerónimo" no
era cualquier persona, ni el resultado de un acontecimiento
fortuito…….y algunas de las consecuencias de estos
eventos
llegarían a conformar la historia de España.

Traté de recordar : ¿ quien era "su
majestad"?  ¿ quien "el
príncipe, mi hijo"?  ¿ quién el
"infante Don Carlos"?   ¿ quién
Jerónimo ?……..

La mención a Bruselas en ambas cartas me
confundía….., Bruselas está en
Bélgica y de hecho es la capital y la
ciudad más importante……actualmente, no tiene
importancia histórica, sin embargo, las fechas
involucradas daban una pista clara …….en la primera
hoja se menciona el año 1550, en la segunda
1554……entonces habría que buscar la
relación de Bruselas con esas fechas.

Aunque ambas cartas se "firman" en Bruselas, resulta obvio que
se trata de personajes ligados a la Corte Española, por lo
que "Su Majestad" tendría que ser forzosamente Carlos V de
Alemania
conocido también como Carlos I de España, quien
estableció su sede de gobierno en
Bruselas, aunque fuera Rey de Alemania y Rey de España al
mismo tiempo, ostentando el título de Emperador del Sacro
Imperio Romano
Germánico, el "Príncipe" su hijo, no podría
ser otro que Felipe II, posteriormente Rey de España y
sucesor de Carlos I, y el infante Don Carlos, no podía ser
otro que el nieto de Carlos V que tantos dolores de cabeza
 proporcionó a su padre Felipe II.

Carlos V

Don Juan de Austria

Por lo mismo, estaba ante un episodio de uno de los
capítulos más importantes de la Historia de
España, ligado al muy reciente Descubrimiento de El
Nuevo Mundo, ocurrido escasos años antes, al surgimiento
de los piratas y corsarios, la intervención de la Reina
Isabel I de Inglaterra en los
destinos de España, etc. etc., una de las épocas
mas revueltas, misteriosas y espléndidas de la Historia
Europea.

Curiosamente, Carlos V y Don Juan de Austria tuvieron poco que
ver con los sucesos ocurridos en la Nueva España.

Al respecto,  los actos de Carlos V  se realizan
principalmente en la Europa de su
tiempo con escasas repercusiones en El Nuevo
Mundo.    Don Juan de Austria no tuvo ninguna
relación directa con los eventos del Nuevo Mundo.

Carlos V, hijo de Felipe de Habsburgo { Felipe El Hermoso} y
de Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos{
conocida como Juana La Loca}, heredó  El Nuevo Mundo
o La Nueva España de sus abuelos.

A Carlos V se le "entregaron" por herencia nuevos
territorios, territorios que nunca "buscó", ni "mando
buscar".

En la mente surgen las imágenes
españolas de sus antecesores, protagonistas en su propio
tiempo :  

.- Los Reyes Católicos, abuelos de Carlos V,

                        
 

.- Cristóbal Colón y su deambular por
España y Portugal, antes de emprender sus viajes de
descubrimiento.

Cristóbal Colón

.- La expulsión de Jesuitas,
Moros y Judíos
de España, del desafortunado e indeciso gobierno de Felipe
II, las intrigas de Antonio Pérez, su Secretario, del
Tribunal de la Santa Inquisición y sus excesos, y muchos
otros episodios, todos revueltos y en desorden,
agolpándose en la
memoria.

.- También surgen -un tanto emboscadas- las figuras de
Isabel I, del Cardenal Wosley, Francis Drake, María, Reina
de Escocia, y otros personajes y episodios de este revuelto e
interesantísimo período de la Historia Europea.

       
         

           
          Isabel
I            
                             Wosley            
                    Francis
Drake

Pero por sobre todo y por encima de todas las imágenes
semi veladas o semi ocultas, estaba claramente la figura hoy casi
desconocida del malogrado Jerónimo, Jeromín, o Don
Juan de Austria -como fue conocido- que pudo haber sido la
persona que cambiara la Historia de esos días, de no haber
sido por algunas circunstancias ajenas a su voluntad y a su
prematura muerte.             

.- Y después de tantos años, hoy, al recordar a
Don Juan de Austria, no se escapa la imagen de Miguel
de Cervantes, su
compañero de armas en la
Batalla de Lepanto {en donde Cervantes perdió una
mano}.

Así, resulta que la memoria revive
las dos hojas manuscritas, medio amarillentas y demás que
fueron guardadas con la intención de investigar y escribir
sobre Don Juan de Austria y el maravilloso tiempo en que
vivió.

Tiempos que se han enfocado históricamente desde el
punto de vista de los personajes de la Corte, de la figura de
Reyes y Reinas con poco espacio para gente menos prominente.

Tal vez ese había sido el objetivo de
copiar, de no se de donde, el contenido de ambos mensajes
escritos hace más de 500 años y guardados por casi
50.

Ese propósito y el intento de "revivir" a un personaje
histórico muy interesante cuya memoria se ha ido esfumando
a través de los Siglos……..y como siempre
ocurre en estos casos, especular sobre los resultados que se
hubieran dado si las cosas hubieran sido diferentes y más
de acuerdo con los deseos e intenciones del protagonista.

Y aunque "el hubiera" no existe, se nos es dado especular con
las posibilidades.

Lo primero que se me ocurre es verificar si los textos citados
anteriormente son reales o si sólo son fantasía de
algún escritor que en su afán de crear un relato o
de relatar una historia, inventa documentos o
eventos a los que atribuye, o pretende atribuir, veracidad.

.- Tal parece que el Codicilio o Anexo al Testamento de Carlos
V  es auténtico, avalado por hechos históricos
registrados y reforzados por el  hecho también
registrado e históricamente verdadero por el que Felipe II
reconoce a Jerónimo como hijo natural de su padre y medio
hermano suyo, y también es un hecho histórico que
le reconoce y otorga el rango con algunos de los privilegios
acordes a "su cuna", incluso cambiando su nombre y título
a Don Juan de Austria.

Firma del emperador Carlos V

.- El Acuerdo con el violinista de la Corte y su esposa,
firmado en Bruselas el 13 de Junio de 1550 también aparece
como auténtico y documentado en los escritos de Don Luis
de Quijada, Mayordomo del Emperador Carlos V y de Antonio
Pérez, secretario de su sucesor, Felipe II.

Por lo mismo, no hay dudas de que Don Juan de Austria era hijo
de Carlos V y de Bárbara Blomberg,  y por lo tanto,
medio hermano de Felipe II.

Sobre Don Juan de Austria se puede decir que la fecha de su
nacimiento es incierta y hasta cierto punto se puede afirmar que
es desconocida……..algunos historiadores la
sitúan en 1545, otros en 1547, aunque aparentemente
están de acuerdo que fue en Ratisbona, Alemania, un
24 de febrero…….lo cuál también
podría ser "prefabricado" por ser ese día
aniversario de la fecha de nacimiento de su padre.

Sea como sea, el Emperador vivía y deambulaba por
Alemania con relativa frecuencia, y aunque no hay registro de
alguna estadía en Ratisbona anteriormente a 1545, si hay
constancia de que Carlos V estuvo en Ratisbona en Mayo de 1546,
población en donde vivía
Bárbara Blomberg,  a la que seguramente
conoció y amó siendo aún soltera.

                    

Carlos V
                    Bárbara
Blomberg

Se ignoran las circunstancias de esta relación
sentimental del Emperador, sabiéndose únicamente
que Bárbara Blomberg "casó al poco tiempo" {dos
años después} con Jerónimo Príamo
Kegell, por lo que la fecha del 24 de febrero de 1547 puede haber
sido la fecha de nacimiento de Jeromín y su nombre bien
puede haber sido derivado del de su padrastro ……la
coincidencia con el aniversario de la fecha de nacimiento de su
padre puede ser fortuito o intencional, pero de cualquier manera
poco importa.

Y así como se desconoce la naturaleza de
las relaciones de Carlos V con la señorita Blomberg,
posteriormente señora Kegell, así mismo se
desconoce la naturaleza de las relaciones de Jerónimo con
su madre.

Es de suponerse que vivió con ella aproximadamente
los tres primeros años de su existencia, junto con su
padrastro, hasta 1550, fecha en que Carlos V a través de
Don Luis de Quijada y este a través de Francisco Massy
 se "hace cargo" del niño.

La historia no se ocupa el destino de Jerónimo
Kegell ni se le menciona en 1576 en donde hay registrado un
encuentro entre Don Juan de Austria con su madre.   Se
sabe sin embargo que fue nombrado Comisario en la corte de
María de Hungría en Bruselas como
compensación por su discreción en los amoríos
del Emperador.

Según algunos historiadores, la señora Kegell
era "hermosa y con dotes para el canto, aunque de carácter libertino",  llevó una
vida escandalosa y despilfarradora hasta 1576, fecha en que su
hijo Don Juan de Austria, entonces Gobernador de los
Países Bajos, logró atraerla hasta
España.

En 1569 enviudó de su marido, recibiendo una
pensión del propio Emperador y posteriormente del Rey
Felipe II como madre de Don Juan de Austria.

En 1554, estando en Bruselas, Carlos V redacta y sella el
Codicilio a su testamento en el que reconoce a Jerónimo
como su hijo, fecha en la cual éste tendría 7
años de edad.

El Codicilio, o anexo al testamento se redacta pasados tres
años de haber sido "encargado" a los cuidados de Francisco
Massy y Ana de Medina.

Sin embargo, de una forma u otra, se puede decir que Carlos V
se había hecho cargo del niño a partir de junio de
1550, año en el que encomienda a su Mayordomo Don
Luís de Quijada que se haga responsable de asegurar el
presente y futuro de su hijo natural.

Con el reconocimiento "oficial" realizado en 1554, previa
consulta con el Emperador, Don Luis de Quijada decide relevar a
Francisco Massy y su mujer del encargo
de la
educación del niño y lo lleva a su castillo en
Villagarcía de Campos  {Valladolid} en donde con su
esposa Doña Magdalena De Ulloa se hace cargo de su
educación.

A partir de ese entonces la vida de Jerónimo tiene un
cambio
notable……de ser un simple "campesino" es
convertido en  personaje "real".

Poco antes de su abdicación, al estar Carlos V en el
Monasterio del Yuste, ordena a Don Luis de Quijada, aposentarse
en la cercana aldea de Cuacos -muy próxima al Monasterio-
 junto con su esposa Doña Magdalena y el niño
Jerónimo.

Ahí, anciano y doliente, postrado en una silla frente a
un soleada ventana, le es hecha la presentación de su hijo
Jerónimo………..Carlos V muere el 21 de
septiembre de 1558 en el Monasterio del Yuste.

 

Monasterio del Yuste.

El príncipe heredero, Felipe, se encontraba fuera de
España.

Su hermana, la Princesa Juana -que actúa como regente
en su ausencia- solicita conocer a su medio hermano en el mes de
Mayo, causándole el niño "la mejor de las
impresiones" según consta en las crónicas de la
época.

Contrario a lo que deseaba Carlos V, Jerónimo no daba
señal alguna de decidirse por los hábitos
religiosos y si demostraba aptitudes notables para la carrera
militar, por lo que de acuerdo a lo indicado por su padre, se le
deja en libertad de
seguir su libre inclinación.

Felipe II regresa a España a mediados de Septiembre,
visita el Monasterio del Yuste, y respetuoso de las indicaciones
de su padre, también solicita conocer a Jerónimo, a
quien cariñosamente apodaban Jeromín.

Reconoce a Jerónimo como miembro de la familia
real, le cambia el nombre por el de Don Juan de Austria y le
otorga casa propia, a cuyo frente pone a Don Luis de Quijada y a
su esposa Doña Magdalena de Ulloa.

Su vida ha cambiado totalmente…….de
Jeromín a Don Juan de Austria, completando su
educación en la Universidad de
Alcalá de Henares.

Así transcurre su nueva vida, hasta 1565, año en
que la flota Turca ataca la Isla de Malta.  

    

En Barcelona se formó una flota para acudir a su
defensa.    

Don Juan de Austria, ya para entonces un joven de
aproximadamente 18 años, solicita al Rey permiso para
unirse a la Armada, pero dicho permiso le fue
negado.  

A pesar de ello, Don Juan escapa de la vigilancia real y se
dirige a Barcelona sin lograr alcanzar a la flota.

Una carta
enérgica de su medio hermano le hace desistir de atravesar
Francia para
unirse a la armada y es ordenado su regreso a la Corte.

Felipe II se convence de su inclinación por las armas y
le nombra Capitán General de la Mar, rodeándolo de
varios consejeros de confianza entre los que destacan el
Almirante Don Álvaro de Bazán y el Vicealmirante
Don Luís de Requesens y Zúñiga.

Mientras Don Juan de Austria era leal y devoto al Rey, el
infante príncipe Don Carlos profesaba animadversión
profunda y resentimientos contra su padre.

Por el contrario de lo que ocurría con su padre, el
infante Don Carlos profesaba genuina amistad a Don
Juan su tío, y en atención al cargo que ocupaba que
podría beneficiarle, le confía sus planes de huir
de España y pasar a los Países Bajos,
solicitándole navíos que pudieran facilitarle el
paso por Italia.  El infante Don Carlos promete
hacerlo Rey de Nápoles en recompensa por su ayuda.

Don Juan solicita tiempo para poder pensar
el asunto y dar cumplida respuesta; acude a sus consejeros y a su
medio hermano por orientación.

Se da cuenta perfectamente de la doble intención de Don
Carlos y decide buscar aplazar su decisión para no
contrariar al iracundo nieto de Carlos V.

Al poco tiempo, Don Carlos ya no espera, exige, su respuesta y
al no obtener lo que deseaba, saca su espada y ataca a su
tío.    Don Juan logra defenderse sin herir
al sobrino hasta que con ayuda de la servidumbre Don Carlos es
confinado en sus habitaciones.

Esta fue la "gota" que derramó el vaso ya lleno de
Felipe II, cansado de tantos problemas
provocados por su hijo.

El Rey, ordena que Don Carlos sea detenido y puesto bajo
arresto.

En 1568 Don Juan regresa al Mediterráneo y se hace a la
mar para combatir a los corsarios y piratas otomanos.

Durante tres meses gana diferentes combates contra los
corsarios y recorre la costa desembarcando en Orán y
Melilla para avituallamiento y envío de noticias al
Rey.

En ese mismo año, mueren la Reina Isabel de Valois y el
recluido Infante Don Carlos, muertes que afectan profundamente a
Don Juan de Austria quien solicita licencia temporal y se recluye
en el Monasterio de Abrojo {Valladolid}.

Mientras está en reclusión y como resultado de
la aplicación del decreto de 1567 -que obligaba a los
moriscos que vivían en el reino de Granada a abandonar sus
costumbres, lengua,
vestido y prácticas religiosas- los moriscos plantean al
Rey una rebelión abierta.

Como cosa rara, se actúa con prontitud, el Rey Felipe
II destituye al Marqués de Mondejar {Gobernador de
Granada, y nombra a Don Juan de Austria Capitán General,
esto es, comandante supremo de las fuerzas reales y lo
envía a sofocar la rebelión morisca.

El 13 de Abril de 1569 llega Don Juan a Granada por
Almuñecar. 

    
     

Poco más de un año después, en Mayo de
1570 tras frecuentes y sangrientos enfrentamientos en su mayor
parte favorecedores a los ejércitos reales, Don Juan
acepta negociar la paz con El Habaquí aún en medio
de campañas bélicas para doblegar a los moriscos
rebeldes.

Como resultado directo de esas acciones
bélicas, en Febrero de 1571, Felipe II firmó el
decreto de expulsión de todos los moriscos del reino de
Granada.    

Las cartas de Don Juan de Austria durante este período
describen los exilios forzosos de familias enteras como la "mayor
miseria humana" que pueda retratarse.

Mientras tanto, otro asunto estaba cobrando mayor importancia
: los turcos y su pretensión de dominio del
Mediterráneo.

Como antecedente está la "Santa Liga" que fue un
proyecto que
desde 1568 el Papa Pío V había alentado y en el
cual, Felipe II, como de costumbre, estaba
reticente.   

En esencia, la Santa Liga era una unión política y militar de
los reinos cristianos
en el Mediterráneo para hacer frente a la amenaza
musulmana representada por los
turcos.    

Al quedar la cuestión morisca prácticamente
resuelta en 1570, Felipe II sucumbe ante las insistencias papales
y acepta unirse a Venecia y al Papado contra los Turcos,
formándose en conjunto una gran armada  para combatir
a los turcos por todas las costas del Mediterráneo.

Aunque nunca se supo exactamente cual sería el objetivo
de la flota, Felipe II impuso el mando de Don Juan de Austria, a
pesar de las sugerencias papales que querían otra persona
como Comandante.

La "Santa Liga" se firmó el 20 de Mayo de 1571, la
noticia llegó a Madrid en
Junio,  el Rey se demoró todavía 20
días más en redactar las instrucciones concretas
que debía llevar su hermano.

La flota de Don Juan se reunió en Barcelona en donde se
tuvo que esperar hasta el 20 de Julio en que llegaran sus
sobrinos los archiduques Rodolfo y Ernesto, que lo
acompañarían al mando de algunos navíos,
llevándolos hasta Génova.

Una vez libre de los compromisos diplomáticos, la flota
llegó a Nápoles el 8 de Agosto para
avituallarse.    Pío V mandó a Don
Juan el Estandarte de la Santa Liga, quien lo recibió
solemnemente en un acto celebrado en la Iglesia de
Santa Clara.

Don Juan convocó consejo de guerra para
decidir el curso de las acciones. 

Una derrota de la Liga significaría dejar absolutamente
desprotegidas las costas mediterráneas de España e
Italia frente a los turcos.

Don Juan defendía la idea de una guerra agresiva :
buscar la flota turca en donde estuviera y destruirla, este era
el plan apoyado por
marinos expertos que se contaban entre sus consejeros.

Don Juan consigue imponerse frente a posturas más
moderadas y el 15 de Septiembre la flota salió de Mesina
en dirección al mediterráneo
oriental.

La batalla se produjo el 7 de Octubre de 1571 en el Golfo de
Lepanto en donde los turcos se habían refugiado.

Don Juan, con sus naves, se situó en la parte central
de la formación de galeras y su actuación fue
decisiva para el triunfo, por su resuelta búsqueda de la
victoria y su valentía personal.

Una vez abordadas las naves se luchaba cuerpo a cuerpo, en
donde Don Juan destaca por su valor
según lo atestiguan historiadores como Braudel, o
Fernández Álvarez y lo testimonian
contemporáneos presentes en la batalla como Don Miguel de
Cervantes.

Para los turcos, Lepanto representó la
pérdida de su armada, para la monarquía española

y las repúblicas italianas, alejó el peligro que
representaba el turco en el Mediterráneo y además
produjo una ganancia inmediata con el impresionante número
de galeras capturadas y el "botín de guerra.

Con ello, España se hizo la flota mas poderosa del
Mediterráneo, sin embargo España nunca pudo
explotar esa "ventaja", simplemente, por la falta de "remeros" y
no pasaría mucho tiempo mas para que ocurriera el sonado
fracaso español de
la "Gran Armada"  ya sin la posibilidad de
intervención de Don Juan de Austria, aunque en este
fracaso influyó más la fuerza de la
naturaleza que las acciones bélicas.

En Lepanto, Don Juan liberó a los miles de cristianos
que remaban en las galeras turcas, aproximadamente 15,000 hombres
esclavizados por los turcos, y es comprensible que muy pocos de
ellos quisieran seguir siendo remeros ahora en la flota
española.

La victoria en Lepanto transformó a Don Juan en un
héroe en el contexto europeo, no solamente en
España……y reafirmó una de sus
ambiciones : deseaba un reino propio, y el tratamiento de Alteza
que sistemáticamente le era negado por su hermano.

En 1572 una delegación de albaneses ofreció a
Don Juan de Austria el Trono de Albania.

Lo consultó con sus consejeros y con su hermano el Rey,
quienes le pidieron declinase la oferta, pero
que no dejase de cultivar las relaciones con los
albaneses.                     
                        

Leal y obediente, declina la oferta, mas no olvida su
ambicionado reino.

Al año siguiente, 1573, la
República de Venecia, sorpresivamente, firmó la
paz por separado con los turcos.  

La Liga Santa quedaba formalmente rota y Don Juan
reemplazó en su flota el estandarte de La Liga por el
estandarte de Castilla.

       

Ahora, la armada española y Don Juan de Austria
podrían seguir sus propios objetivos.

Don Juan aprovecha la ocasión y pidió
autorización para emprender la conquista de
Túnez…….sorpresivamente le es concedida y en
una rápida campaña tomó Túnez en
Octubre de 1573.

Nuevamente se le ofrecía la oportunidad : un reino
propio, conquistado por él mismo.

Sus ambiciones no eran desconocidas, ni las mantenía
ocultas, el propio Papa Gregorio XIII pidió a Felipe II
que a Don Juan de Austria se le invistiera como Rey de
Túnez.

La respuesta fue negativa, aunque se le aseguró al Papa
que los méritos de su hermano no dejarían de
recompensarse.

Es evidente que una persona intrigante y desconfiada como
Felipe II no actuaría de otra manera y además, como
siempre ha sucedido en "las Cortes" en donde las "envidias"
alcanzan a todos……instigado y aconsejado por su
Secretario, una vez más Felipe II rechaza las peticiones
de honrar a Don Juan.

Felipe II tenía una Corte "aduladora y servil" y
contaba con un ambicioso y poco escrupuloso Secretario de nombre
Antonio Pérez, hábil diplomático e
intrigante quien en esta ocasión se acercó a Don
Juan alentándolo a que aceptara el nombramiento del Rey
como Vicario General en Italia, cargo cuyo "favor" se acreditaba
haber obtenido y a la vez, le proporcionaba fondos para la
flota.

 

Antonio Pérez

La presencia de Don Juan en Italia favoreció a Uluch
Alí para recuperar Túnez, sin que Felipe II hiciera
nada para evitarlo y/o recuperar la ciudad para
España.

Mientras tanto Don Juan de Austria albergaba otras ambiciones
: la invasión católica a Inglaterra, la derrota del
protestantismo inglés
y un posible matrimonio con
María Estuardo, o tal vez hasta con Isabel  I.

Para este ambicioso plan requería contar con el apoyo
de los católicos ingleses, {que se le había
asegurado}, la anuencia Papal { la que daba por descontado} y el
respaldo total de Felipe II { que esperaba conseguir}.

Isabel I, todavía ignorante de estos planes de
invasión y matrimonio envió un emisario especial
para "sondear" las posibilidades de una unión matrimonial
entre Inglaterra y España con Don Juan de Austria y ella
misma………

   

Isabel I

Hay que recordar que el propio Felipe II fue Rey Consorte
de Inglaterra e Irlanda por su matrimonio en 1554 con Maria I, la
predecesora de Isabel, por lo que la pretendida unión no
estaba tan fuera de contexto además de que ante los ojos
españoles, Isabel I no era hija legítima sino
natural, o bastarda de Enrique VIII y Ana Bolena.

Sobre las intenciones de la Reina y las actividades del
emisario inglés, Felipe II fue puntualmente informado por
el propio Don Juan de Austria, quien en esa correspondencia
aprovecha la ocasión y el tema para volver a insistir en
su plan de invasión a Inglaterra.

La respuesta negativa del Rey motivó que Don Juan
quisiera regresar a Madrid a tratar personalmente este delicado
asunto con Felipe II.

Molesto, Felipe II ordenó a Don Juan que permaneciera
en Italia.

Don Juan obedece y se da a la tarea de recorrer Italia desde
Sicilia hasta Lombardía.

La adversa situación a los deseos y planes
continúa, avivada por las constantes violaciones de la
correspondencia privada de Don Juan, que llegaba directamente al
Secretario del Rey Antonio Pérez,  mientras los
problemas en los Países Bajos se recrudecían.

El 5 de Mayo de 1576 fallece el Gobernador Don Luis de
Requesens, circunstancia aprovechada por Guillermo de Orange para
avivar la rebelión.

Guillermo de Orange

El Consejo de Estado que interinamente regía el
territorio instó al Rey a que nombrase con urgencia un
nuevo gobernador y que este fuese de la familia real.

La elección era evidente : y muy a su pesar, por
sentirse "obligado" a hacerlo el Rey ordenó a Don Juan de
Austria que se dirigiera inmediatamente a los Países Bajos
como gobernador.

Esta vez, Don Juan desobedeció el mandato y
acudió personalmente a Madrid.

Quería conocer la decisión sobre el plan
inglés, conocer los apoyos que su hermano le iba a ofrecer
y en que condiciones acudiría a Bruselas.

Felipe II estaba muy molesto,  primero por el
apresuramiento de una decisión que aunque obvia,
-según él "requería mas estudio"-, segundo
por la insistencia en el plan inglés de Don Juan "que no
le convencía del todo" y al que ya se oponía
abiertamente su Secretario y tercero "por la desobediencia" de su
hermano.

Rechazó nuevamente las peticiones de concederle el
título de Infante de Castilla { y con ello el acariciado
tratamiento de Alteza Real a Don Juan}, en cambio y como
"compensación" accedió a concederle el mando
único en los Países Bajos.

Sobre el "plan inglés" {o sea,  la invasión
a Inglaterra } Felipe II no se manifestó en una forma
concluyente……fiel a su costumbre, dejó la
situación "en el aire" sin tomar
una decisión en uno u otro sentido, posponiendo las cosas
"hasta futuro estudio".

Poco podemos hacer además de imaginar la
frustración y desesperanza de Don Juan ante esta
tímida y vacilante actitud de su
hermano y ante su reiterada negativa de concederle el tratamiento
real que le correspondía.

Don Juan aprovecha su breve estancia en España para
visitar a Doña Magdalena De Ulloa a la que consideraba
como su verdadera
madre.                     
      

Fue ella quien lo disfrazó para la siguiente etapa de
su viaje : ir a los Países Bajos pero no desde Italia,
como todos se esperaban, sino a través de Francia.

Para ello, se vistió como el criado morisco de un noble
italiano Don Octavio de Gonzaga.

Atravesó Francia y llegó a Luxemburgo,
única provincia leal a España….ahí
tuvo un  encuentro con su madre Bárbara Blomberg.

{Dicen las crónicas que ella siempre se había
rehusado a vivir en España, empero, su hijo la
convenció y aceptó moverse a la península
ibérica en donde se le asignó casa y pensión
en la Cantabria, en la casa que había sido del Secretario
Juan de Escobedo ….

……..mientras se arreglaba la casa para su
ocupación, la madre de Don Juan de Austria se
hospedó con doña Magdalena De Ulloa, ahora viuda de
Luis Quijada, por una breve temporada y  fue ingresada en el
convento castellano de
Santa María la Real, próximo a Valladolid a los
pocos meses de su llegada a
España…….

……a la muerte de
su hijo pidió trasladarse a la Cantabria a la casa que se
le había preparado, la que habitó brevemente y en
donde murió el 18 de diciembre de 1597…..fue
sepultada en la Iglesia de San Sebastián, mártir
del Monasterio de Montehano, en Escalante }.

Con grandes dificultades porque los soldados llevaban meses
sin recibir sus pagos y estaban muy descontentos, Don Juan logra
pacificar las cosas hasta llegar al firmar el Edicto Perpetuo del
17 de Febrero de 1577, por lo que pudo entrar triunfalmente y en
relativa paz en Bruselas.

Ante esta situación de paz, Don Juan deseaba regresar a
Madrid a tratar el "tema inglés", para lo que envía
a su Secretario, Juan de Escobedo, en quien confiaba, para que
tratara de lograr su llamada de regreso a España o bien
para que a través de Antonio Pérez obtuviese esa
llamada de regreso y además, para que procurase medios para la
invasión a Inglaterra.

Felipe II rechazó el regreso de Don Juan de Austria a
Madrid y ni que decir que se negó a decidir sobre el "tema
inglés".

En Bruselas, Don Juan tenía dificultades con las tropas
porque los envíos de dinero no
llegaban ni puntualmente ni completos por lo que el descontento
de las tropas iba en aumento.

En Septiembre, Guillermo de Orange planteó un
ultimátum.        

Don Juan respondió con una ofensiva militar en
Glembloux el 31 de Enero de 1578 logrando que gran parte de los
Países Bajos volvieran a la obediencia al rey,
además,  reconquistó Luxemburgo y el Condado
de Brabante.

Sin embargo, estas victorias no fueron suficientes.

Angustiosamente, pronto estuvo otra vez necesitado de
dinero. 

En apoyo a Guillermo de Orange llegaron -por una parte- el
ejército francés al mando del Duque de Anjou, quien
desde el Sur tomó Mons, -y por la otra parte-, al mando de
Juan Casimiro, financiado por Isabel de Inglaterra, un numeroso
ejército enemigo que atacó desde el Este.

En medio de esta desesperada situación, ocurre el
asesinato de su Secretario, Juan de Escobedo, el 31 de marzo de
1578, quien escasamente tenía un año en Madrid
procurando los intereses de Don Juan.

{ historiadores actuales sostienen que este asesinato fue
planeado por Antonio Pérez con aprobación de Felipe
II y  gira sobre la posibilidad de que Don Juan de Austria
decidiera por su cuenta efectuar la invasión a Inglaterra,
utilizando para ello una supuesta inexistente alianza con
rebeldes holandeses,  con el apoyo de los numerosos
católicos ingleses, con los recursos
económicos gestionados y obtenidos por su secretario
Escobedo }.

Al conocer la muerte de su secretario, Don Juan
escribió al Rey y en esas cartas se evidencia que Don Juan
comprendía lo que había ocurrido y se daba cabal
cuenta de que no cabía la posibilidad de esperar refuerzos
desde España y de que sus planes para una invasión
a Inglaterra jamás serían autorizados.

Los meses siguientes fueron un verdadero infierno para Don
Juan de Austria……alejado del contacto con Felipe
II, sólo a través de cartas lograba alguna comunicación, cartas, sin embargo, que
-después de la muerte de Escobedo-, eran abiertas y
"editadas" por Antonio Pérez antes de llegar a manos del
Rey.

Lejos de España, abandonado a su suerte, sin medios
suficientes para sostener un ejército reacio a obedecer
por falta de pago, la situación se ve agravada por la
presencia creciente de ejércitos enemigos apoyando a
Guillermo de Orange, y para colmo de males, Don Juan había
contraído fiebre tifoidea
que le mantenía inmovilizado por días.

Algunas veces, por su enfermedad, se veía forzado a
permanecer en
cama.        

Su estado de salud se agravó a
finales de septiembre.

Estando en el campamento en torno a la
sitiada ciudad de Namur, con reacios soldados alemanes, el
día 28 de septiembre decide nombrar como su sucesor en el
gobierno de los Países Bajos a su sobrino Alejandro
Farnesio y escribe a su hermano el Rey pidiéndole que
respete este nombramiento y que se le permita a él ser
enterrado junto a su padre.

 Carta que misteriosamente, no fue abierta y "editada"
por Antonio Pérez.

Su situación no podía ser mas
grave.    
           
           

Por un lado, se encontraba falto de hombres y de dinero : una
parte de sus ejércitos, los denominados "tercios viejos",
desmotivados por la constante falta de pago estaban en
Lombardía gozando de una diplomática "licencia",
después de que habían saqueado Amberes en busca de
botín agravando la situación de descontento con la
población.    

Por otro lado, había reemplazado sus tropas en Namur
por soldados alemanes que se negaban a combatir si no se les
pagaba y a pesar de su carisma personal, poco podía hacer
además de comprometer bienes
personales como garantía del pago.

Lo que más pesaba en su ánimo era la
incomprensible indecisión de Felipe II tanto en lo que se
refería a la situación en los Países Bajos
como lo referente al denominado "plan inglés", del que
nunca obtuvo una respuesta concreta y/o definitiva.

En medio de esta situación, con su salud gravemente
minada por la fiebre tifoidea, Don Juan de Austria fallece en el
campamento de Namur, Flandes,  el 1 de Octubre de
1578.

Lo sucedió como gobernador Alejandro
Farnesio……..al menos, póstumamente, Felipe
II respeta alguno de sus deseos.

Los restos de Don Juan de Austria fueron llevados a
España y reposan en el Monasterio de San Lorenzo en El
Escorial.

Su tumba está cubierta por la estatua yacente del
finado, ataviado con armadura y por el hecho de no haber muerto
en combate, está representado con los guanteletes
quitados.

Sepulcro de Don Juan de Austria en la Iglesia de San Lorenzo,
Monasterio del Escorial

Vista
superior                                         
Espada de Don Juan

 
                                                                

Acercamiento lateral

 

                  

              

Estatua en
Messina            
                            Estatua
en Ratisbona

 

Después del relato de algunas de las hazañas
más reconocidas de Don Juan de Austria, queda una enorme
brecha literaria y biográfica para especular sobre las
proyecciones de este personaje si hubiera superado la fiebre
tifoidea que le ocasionó prematura muerte.

Repetimos, el hubiera no existe, pero tenemos la facultad y
habilidad de especular con cierto dejo de lógica.

Es una "libertad creativa" que es permitida en los escritos
interpretativos.

Haciendo uso de esa facultad, examinaremos un poco más
el entorno histórico que rodea a  Don Juan de
Austria.

Hay que tener muy presente que la España de Don Juan de
Austria, no es como la conocemos ahora, lo que equivale a decir
España como Nación,
en esa época no existía, apenas iniciaba su
proceso de
unificación.

Es más, la España de los tiempos a que hacemos
referencia estaba profundamente dividida y
segmentada…..

Don Juan nace en 1547, apenas 55 años después
del Descubrimiento de la Nueva España, apenas 55
años después de la "expulsión" de los moros,
los jesuitas y los judíos.

Estos acontecimientos estaban cambiando a una España
distinta a la España que formaron Fernando e Isabel, los
Reyes Católicos y por supuesto muy diferente a la
España de hoy.

Consideremos brevemente a dos de los grandes protagonistas
ciertamente, los más importantes relacionados con
 Don Juan de Austria :  Carlos V  y Felipe
II.

Como complemento,  consideramos que deben mencionarse
aunque sea brevemente la
administración de tan vasto Imperio, las finanzas del
Imperio Español, la sociedad
estamental y la cultura de ese
período para entender con un poco mas de claridad las
circunstancias que conformaron los actos de los protagonista
mencionados en el relato que originan dos copias textuales
colocadas en el archivo de
"Pendientes" durante poco mas de 50 años.

Carlos V de Alemania o
Carlos I de España

Carlos V de Alemania y/o Carlos I de España nace el 24
de Febrero de 1500, 8 años después de los primeros
Viajes de Colón.

Su abuelo paterno Maximiliano de Habsburgo le heredó
los territorios centroeuropeos de Austria y los derechos al Imperio.

De su abuela paterna María de Borgoña,
heredó los Países Bajos.

De Fernando II el Católico, abuelo materno, recibe los
reinos de la Corona de Aragón, además de Sicilia y
Nápoles.

De su abuela materna, Isabel I la Católica, la corona
de Castilla, las Canarias y todo el Nuevo Mundo descubierto y por
descubrir.

Su infancia
transcurre en la corte flamenca, y se le tiene que poner un
maestro para que aprenda español.

Años después, sólo hablaba
francés, conocía el "alemán",
entendía a medias el flamenco, ignoraba el latín y
no hacía mayor esfuerzo por dominar el castellano, aunque
continuó estudiándolos por más tiempo hasta
alcanzar un buen grado de comprensión en los 5
idiomas.

En 1515 se hizo cargo del gobierno de los Países
Bajos…..contaba con 15 años de edad.

Con el fallecimiento de su abuelo Fernando II { el
Católico } en 1516, se convirtió en Rey de
España con el título de  Carlos I  de
Castilla y Aragón.

En 1517, procedente de Flandes desembarca en Villafranca,
Asturias, para tomar posesión oficialmente de la herencia
legada por sus abuelos Los Reyes Católicos.

Llega rodeado de consejeros extranjeros y es recibido con gran
recelo en Castilla, en donde con reticencia le reconocen como Rey
sin dejar de escuchar quejas por la cantidad de extranjeros que
lo rodeaban.     Su viaje a Barcelona para
recibir el reconocimiento de los súbditos de la Corona de
Aragón tiene los mismo resultados……..es
reconocido como Rey pero a nadie agrada la cantidad de
extranjeros que conforman su séquito.

Durante su estadía en Barcelona conoce la noticia del
fallecimiento de su abuelo Maximiliano de Habsburgo, con lo que
queda vacante el título de Emperador del Sacro Imperio al
que Carlos tenía derecho, aunque no era el único
con derecho a reclamar el título.

La elección del nuevo Emperador marca la primera
etapa de su reinado…….el desenlace favorable a las
pretensiones de Carlos frente a las de Francisco I de Francia y
Enrique VIII de Inglaterra tuvo consecuencias importantes para la
Europa del Siglo XVI.

Con objeto de presentar su candidatura en la Dieta Imperial,
Carlos I deja al Cardenal Adriano de Utrecht como Regente.

Estalla en Castilla el malestar contra la autoridad real
y la Regencia, con enorme fuerza en el Movimiento
Comunero, con los burgueses castellanos, la plebe urbana y
amplios sectores del campesinado principalmente por un franco
repudio a la Regencia, lo que alarma a la nobleza que ve la
disyuntiva de sacudirse del poder real y perder sus privilegios o
sucumbir ante los ciudadanos levantados, por lo que opta por el
apoyo a un detestado Regente.

El intento de los sublevados de colocar en el trono a la Reina
Juana, madre de Carlos, fracasó y al ser derrotados
finalmente en Villalar se sancionó la revuelta con la
decapitación de los tres líderes comuneros en Abril
de 1521, lo que  afirmó de manera brutal en Castilla
el absolutismo
regio.

En el reino de Valencia estallo una revuelta
antiseñorial, denominada Las Germanías, que tras un
solo triunfo inicial en Gandia en 1521, fue prontamente derrotada
por el Virrey.

En Mallorca los ecos de Las Germanías dieron lugar a
otra importante revuela que también fue rápidamente
sofocada.

El poder real salió fortalecido, pues la levantisca
"nobleza" abandonó definitivamente sus veleidades
autonomistas sometiéndose al patronazgo real.

Paradójicamente, con Carlos I fuera de España,
la recién instalada dinastía de los Habsburgo
consolidó su poder en los reinos hispanos
heredados……mientras Carlos estaba en la
búsqueda del título Imperial.

El nieto de los Reyes Católicos, gracias a los recursos
económicos proporcionados por los reinos hispánicos
heredados, fue elegido Emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico en Aquisgrán el 23 de Octubre de 1520,
con el título de Carlos V.

Merece enfatizarse que el título de Emperador en
aquellos tiempos tenía un valor simbólico y que el
poder acumulado por Carlos V fue fruto de la herencia recibida
por sus abuelos, es decir, por las posesiones de las Coronas de
Castilla y Aragón en España, Italia, el
Mediterraneo y América
por la parte materna y Flandes, el Franco Condado, Austria,
Charolais y Luxemburgo por la parte paterna.

Los vastísimos intereses implicados marcan su reinado
persuadido de su responsabilidad de legar a sus herederos lo
recibido de sus antecesores.

Esta responsabilidad señala una mentalidad más
próxima a la tradición medieval que a las nuevas
realidades de un naciente mundo.

Carlos V como Emperador encontró numerosos adversarios
y enemigos temerosos del gran poder del nuevo Imperio consolidado
en su persona.

Algunos de estos adversarios y enemigos lo constituían
los conflictos
políticos y religiosos con el mundo musulmán en el
Mediterráneo con el poderoso Imperio Otomano y los
Berberiscos del norte de África.

La asociación del título de Emperador con el de
Príncipe de la Cristiandad no hizo sino acrecentar el
conflicto por
el control del
Mediterráneo, con la península Itálica como
centro de enfrentamiento.

Otro poderoso adversario era Francia por su temor a verse
sometida a una posición subordinada a los Habsburgo,
igualmente los recelos de una dinámica Inglaterra y del pujante Reino de
Portugal conformaban adversarios y enemigos.

Tampoco puede olvidarse la complejidad de los territorios y
los reinos Italianos y por

supuesto, los problemas de los estados alemanes.

Carlos V de Alemania  /  Carlos I de
España

Carlos V heredó un impresionante Imperio, de eso no hay
duda alguna, pero también heredó los problemas y
situaciones que tan vasto Imperio imponía, problemas y
situaciones que no le abandonarían a lo largo de todo su
reinado.

En realidad, Francia, regida por Francisco I fue su adversario
más enconado.   Era la monarquía
más poblada de Europa, cuya tradición militar se
había fortalecido en la interminable Guerra de los Cien
Años, proyectándose principalmente en las disputas
con la Corona de Aragón por el dominio de la
península itálica.

En 1516 Francisco I ocupó el Ducado de Milán,
aprovechando la interinidad provocada por la muerte de Fernando
el Católico.

Los ejércitos franceses cercaron Pavia en donde se
encontraba el Condestable de Borbón al servicio del
Emperador { este era un poderoso aristócrata
francés enemistado con su Rey }…..la guerra se
saldó con la batalla de 1525 en donde el propio Francisco
I cayó prisionero.

 

Francisco I

Una vez liberado, rompió las cláusulas del
Tratado de Madrid y buscó el apoyo del Papa Clemente VII,
quien -temeroso del Emperador- se alió con el Rey
francés, desatando el saqueo de Roma, efectuado
bajo la dirección del Contestable de Borbón.

Con el temor como guía, se establece una Alianza contra
los Habsburgo, formada por Francia, Venecia, Génova e
Inglaterra.

Mientras en Europa se intrigaba y se concertaban y
deshacían uniones y alianzas, el Imperio Otomano
audazmente conquista Viena.

Los triunfos de las fuerzas Imperiales obligaron a la retirada
de los turcos y a la firma de la Paz de Cambrai en 1529.

Francisco I renunciaba a Italia y Carlos V a
Borgoña.

Clemente VII ratificaba el nombramiento del Emperador en
Bolonia y la República de Génova sellaba una
Alianza con España, alianza que curiosamente, se
prolongaría durante siglos.

Sin embargo, la Paz de Cambrai fue una paz precaria, pues tan
solo siete años después, a la muerte del Duque de
Milán, Francisco Sforza, volvieron a desatarse las
hostilidades entre Francisco I y Carlos V por lo mismo de
siempre, la cuestión Italiana.

La muerte de Francisco I en 1547 puso fin a esa rivalidad
entre Francia y la dinastía de los Habsburgo.

Empero, en el horizonte negros nubarrones presagiaban la
más cruel de las tormentas : la aparición del
protestantismo y su ruptura total con el catolicismo que redujo a
la mayor parte de la humanidad en dos bandos opuestos e
irreconciliables  católicos y
protestantes.

Todo empieza con las propuestas reformistas de Martín
Lutero en 1517.

 

Martín Lutero

La protección otorgada al fraile agustino por el
elector Federico de Sajonia, los numerosos seguidores defensores
de una Reforma del desprestigiado papado y aún más,
el espíritu reformista del propio Emperador, llevaron a
Carlos V a contemporizar con Lutero en la búsqueda
conjunta de una solución al problema que ya presentaba
fuertes connotaciones religiosas y políticas.

Es muy probable que no estuviera enterado a profundidad de la
situación y fuera influenciado por consejeros con
criterios estrechos y poco afectos a cualquier reforma o
cambio.

Además de la cuestión teórica o
cuestiones de fe que se pretendían reformar, estaba
el  materialismo
imbuido en la práctica del catolicismo por el propio
clero, poseedor de enormes riquezas, despotismo y discriminación sin límite.

Hasta el mismo Papado estaba corrupto y actuaba contrariamente
a lo que predicaba.

La Dieta de Worms en 1521 condena las propuestas reformistas
de Lutero y el Emperador se empeña en la
celebración de un Concilio de la Iglesia, al que el mismo
Papa se
oponía.              

Finalmente fue convocado en 1545 en Trento.

Los resultados fueron contrarios a los deseos del Emperador,
las diferencias entre los reformistas y el papado se acentuaron y
pasaron de ser diferencias a ser postulados irreconciliables.

Es muy probable también que el Emperador no se diera
cuenta de que la reforma protestante había iniciado un
camino de no retorno y de ruptura con el catolicismo cerrado y
fanático de la época { que parece no ha cambiado
mucho hasta nuestros días}.

Algunos príncipes, nobles, comerciantes y gente del
pueblo vieron en el protestantismo la oportunidad de conservar
sus bienes y evitar la furia reformista que pronto fue
aprovechada por protestantes que únicamente buscaban
expropiar los bienes de la Iglesia Católica en beneficio
propio.

Para 1547, un año después de la muerte de Lutero
y dos de la de Francisco I, Carlos V es convencido de actuar
enérgicamente pues los Príncipes protestantes
apoyándose en las tesis
reformistas estaban poniendo en peligro la unidad de la
Confederación Germánica bajo el pretexto de
diferencias religiosas.

Bajo el mando del Duque de Alba, las
tropas Imperiales obtienen la victoria en la Batalla de M-lberg
en 1547.

Sin embargo, hoy podemos decir que esa victoria, fue
únicamente una victoria militar, una batalla ganada, mas
sólo es un espejismo ideológico pues los
príncipes protestantes se aliaron con el nuevo Rey de
Francia  y el cerco de Metz en 1552 fue incapaz de convencer
a nadie de regresar al catolicismo y/ o de renunciar a los bienes
que su "protestantismo" les había conferido.

El Papa Clemente VII  tiene un papel relevante en este
periodo pues se preocupó más de los aspectos
políticos que de los religiosos hasta llegar a estar
"detenido" en el Castel San Ángelo por ordenes del
emperador Carlos V.

En ese tiempo recibe al secretario particular de Enrique VIII,
Sir William Knight, con la solicitud de anulación del
matrimonio del Rey con Catalina de Aragón.

Los ingleses no podían haber elegido peor momento.

El Papa estaba virtualmente "encarcelado",  más
preocupado por su propia situación y las reacciones de sus
aliados, particularmente la reacción de Francisco I de
Francia y tratando de congraciarse otra vez con  Carlos V
para que terminara su "detención",  por lo que no
tenía ni tiempo ni disposición para atender los
asuntos personales del Rey de Inglaterra.

Indeciso y ambivalente, Clemente VII estaba inclinado a
otorgar a Enrique VIII la anulación de su matrimonio, todo
sería cuestión de encontrar la fórmula
adecuada para la negociación con el emisario
ingles……..pero no tuvo la inclinación ni el
tiempo para atenderlo en esos momentos.

El impaciente Enrique VIII y sus principales consejeros en
este asunto, el Cardenal Wosley, Thomas Cromwell y Thomas Cranmer
que no estaban dispuestos a esperar mas tiempo por la
decisión papal y buscan entre la Legislación civil
alguna Ley antigua que
pueda interpretarse a su favor y en la que puedan apoyarse
legalmente mientras esperan la respuesta del Papa.

Cuando en 1533 este Papa decide rechazar la petición
de anulación del matrimonio de Enrique VIII con Catalina
de Aragón algunos historiadores ven en esta
decisión la intención de evitar otro
confrontamiento con Carlos V dado que Catalina de Aragón
era su tía y posiblemente  también quiso
evitar otro saqueo a Roma….poco le importaba la "moralidad" o
"inmoralidad" de Enrique VIII.

La situación rebelde de Enrique VIII da lugar a que
el Papa nombre a Carlos V "Protector de la Causa Católica"
 reconociendo a Carlos como Rey de Lombardía,
"siempre y cuando" ayude al Papado a combatir a la rebelde
República Florentina.

    

Enrique VIII

Ahora bien, si consideramos  la situación en
Europa en esos tiempos podemos apreciar la enorme
disminución del poder e "influencia" de Roma en toda la
cristiandad con el debilitamiento de su antes total
imposición sobre la voluntad de los pueblos europeos, que
es reemplazada por una veloz y creciente influencia de las
corrientes protestantes que denunciaban sin descanso los
crecientes y hasta insultantes excesos y contradicciones de las
instituciones
católicas y del clero, lo que proporcionaban a los
protestantes cuantiosos bienes "expropiados" a las comunidades
católicas.

No solamente la nobleza pretende "distanciarse" de la
Iglesia, el pueblo mismo ya ha advertido los excesos y la
corrupción existente entre los miembros del
clero y se empiezan a difundir diferentes ideas reformistas y a
crear organizaciones
"protestantes" que cuentan con el "atractivo" de poder distribuir
cuantiosos bienes "expropiados".

En 1543 Francisco I sorprendentemente se une al
Sultán otomano Sulimán el Magnífico ocupando
la ciudad de Niza, controlada por España.

Enrique VIII que guardaba mas rencor a Francia que a Carlos
V por haberse puesto en el camino hacia su divorcio, se
une a España en su invasión a Francia y aunque los
ejércitos españoles son vencidos en Cerisoles,
 a los ejércitos de Enrique VIII le sonríe la
fortuna y logran vencer a los franceses en Saboya con lo que
Francia se ve forzada a acceder a los términos de la
rendición.

Terminado este conflicto, Enrique VIII y Carlos V siguen
sus respectivos destinos y tal parece que se olvida uno del
otro.

Volviendo a nuestro asunto, los protestantes en los
Países Bajos se organizan y se atreven a desafiar al
Emperador y en 1524 inician la denominada Guerra de los
Campesinos que ocasiona la devastación del País y
es finalmente sofocada en 1526.

En ese mismo año, Carlos V se casa con la Infanta
Isabel, hermana del Rey Juan III de Portugal.

Mientras la situación personal de Enrique VIII de
Inglaterra se resuelve en la peculiar manera conocida por
nosotros en sus consecuencias, el Emperador Carlos V sigue en
constante movimiento, ignorante del alcance y consecuencias de la
decisión Papal y más ocupado por los asuntos
europeos de su incumbencia, decide dejar a Felipe su hijo como
gobernador de España.

Tras los viajes de Colón, el continente americano
apenas había sido vislumbrado……las Antillas
han sufrido las consecuencias de desmedidas expectativas,
esquilmadas del oro, con las
poblaciones indígenas sufriendo malos tratos y diezmadas
por las enfermedades
europeas llevadas por "los colonos", pronto se convierten en
poblaciones de paso para las flotas hispanas, en refugio de
corsarios y piratas extranjeros, dependiendo su antes
próspera economía del ahora cambiante comercio
colonial.

Vasco Núñez de Balboa rodeó
por el Sur el Continente Americano en 1513, descubriendo el
Océano Pacífico y los denominados Mares del Sur,
por lo que la Conquista del Nuevo Continente se convierte en una
nueva empresa
patrocinada por la monarquía hispana en búsqueda de
imaginarías e increíbles riquezas.

La expedición de Fernando de
Magallanes, iniciada en 1519 trató de establecer
una ruta occidental con "las Indias".

Vasco Núñez de Balboa

     

Fernando de Magallanes

Esta aventura le costó la vida y tras una dura
peripecia, los 18 sobrevivientes bajo el mando de Juan
Sebastián Elcano llegaron a Sevilla en
1522.

Juan Sebastián Elcano

Los resultados de este viaje fueron principalmente
científicos y por vez primera se confirmó y
constató la esfericidad de la Tierra.

Mayor importancia económica y política tuvieron
las expediciones realizadas por Hernán
Cortés y  Francisco Pizarro.

Hernán Cortés, tras emanciparse de la tutela de
Diego Velázquez, Gobernador de Cuba, en lo
que sería la futura Ciudad de Veracruz, con cuatrocientos
hombres emprendió la "aventura mexicana".

 

Hernán Cortés

Cortés en Veracruz

La Conquista de México fue
posible por la Alianza que Hernán
Cortés estableció con las descontentas
tribus sometidas cruelmente por los Aztecas, así
como por la misma psicología
mitológica de los mismos aztecas, que con
su Emperador Moctezuma II a la cabeza,
recibieron a los hombres "blancos y barbados" que según
sus dioses venían a reclamar lo que era suyo.

     

Fueron recibidos como enviados divinos en la Capital del
Imperio, Tenochtitlán.

La hospitalidad inicial se convirtió en una sangrienta
guerra en la que pereció Moctezuma y finalmente,
tras la derrota del último Emperador Azteca,
Chuahutemoc, Hernán Cortés
fundó La Nueva España, obteniendo el reconocimiento
de Carlos V en 1522.

Cortés amplió considerablemente las
posesiones de la nueva tierra
conquistada hacia el Sur en Centroamérica y hacia el norte
en las Californias.

Cortés se retiró a Cuernavaca en
1537, mientras Carlos V nombraba un Virrey en
Méjico.

La aventura de Francisco Pizarro no fue menos extraordinaria
que la de su primo Hernán Cortés.

  

Francisco Pizarro

Con 150 hombres se encontró en Cajamarca con el
Emperador Inca Atahualpa, al que en acción
sorpresa hizo prisionero.

Tras recibir un cuantioso rescate por su libertad,
Atahualpa fue ejecutado en 1532.

Contrario a lo ocurrido con Hernán
Cortés, en donde no hubo dificultades con la
distribución de las riquezas obtenidas, al
repartirse el botín obtenido por el rescate de
Atahualpa, la gente de Pizarro se dividió en
rencillas múltiples y enfrentamientos frecuentes.

En uno de esos enfrentamientos, sin lograr la
pacificación de los rijosos, Francisco
Pizarro encontró la muerte.

El Imperio Inca se desmoronó, como lo
hizo el Imperio Azteca y sus vastas posesiones
pasaron a formar parte de la monarquía hispana,
monarquía que siguió extendiéndose.

En las tierras de la actual Colombia, Gonzalo
Jiménez de Quesada fundó el
Nuevo Reino de Granada.

Gonzalo Jiménez de Quesada

Francisco de Orellana recorre el
Río Amazonas en busca del mítico "El
Dorado" sin llegar a encontrarlo.

 

Francisco de Orellana

Desde PerúPedro Francisco
de Valdivia conquistó las tierras chilenas
tras la derrota de los araucanos fundando en 1541 la Ciudad de
Santiago de Chile.

Pedro de Valdivia

Entre 1540 y 1550 la presencia hispana se había
extendido desde "las Californias" hasta  el Río de la
Plata  aunque podemos decir que la colonización fue
bastante superficial en el estuario de la Plata, la
península de Florida y las costas del Mar Caribe.

Cierto es, que merece especial mención la
colonización de Cartagena de Indias,
en la actual Colombia,  que si fue propiamente
colonizada.

Tal era el mundo que sin una sede establecida gobernaba Carlos
V.

En 1526, Carlos se había casado con la Princesa Isabel
de Portugal, de la que pronto enviudó, para no volver a
contraer matrimonio.

Como ya se ha dicho, su nombramiento Imperial hizo de Carlos V
un rey en constante movimiento.  En 1530 el emperador
se encontró con el nombramiento de su hermano Fernando
como Rey de los Romanos, con lo que se creo una
preocupación más en lo referente a la
decisión de conservar las posesiones de los Habsburgo o
gobernar y desarrollar el vasto Imperio.

Para tratar de revertir esa posibilidad, Carlos V hizo ir a
Alemania a su hijo Felipe, sin que el joven Príncipe
lograra conquistar la adhesión de sus súbditos.

Ante esta evidencia, el Emperador aceptó la
división de las dos ramas de los Habsburgo en las personas
de su hermano Fernando y su hijo Felipe.

Con objeto de asegurar los intereses de la dinastía,
Carlos V quiso aprovechar la oportunidad de estrechar lazos con
Inglaterra al enviudar la hija de Catalina de Aragón y
Enrique VIII, María Tudor { viuda de Eduardo VI} dado que
su hijo Felipe había también enviudado de su
primera esposa { una infanta portuguesa con la que procreó
un hijo : el infante Don Carlos que tantos dolores de cabeza
proporcionó}.

La ocasión resultó propicia para los intereses
de Carlos V  por lo que hizo desposar a su hijo Felipe con
María Tudor el 25 de Julio de 1544.   Sin
embargo, esa alianza "forzada" resultó una fuente
constante de fricciones y problemas con Inglaterra, ya que
María fue católica "rabiosa" que hizo perseguir y
exterminar a los protestantes con gran crueldad, mereciendo el
mote Bloody  Mary { María, La
Sanguinaria}.

Envejecido y agotado por sus vastas responsabilidades, Carlos
V decide entre 1555 y 1556 renunciar a la Corona Imperial,
abdicando las posesiones austriacas a favor de su hermano
Fernando, y las posesiones de la Corona de Castilla,
Aragón y Flandes a favor de su hijo Felipe,
recluyéndose en España, en el Monasterio de la
ciudad extremeña del Yuste en donde ocurren algunos
de los episodios que hemos relatado

Felipe
II

De esta forma, Felipe accedió a los tronos de los
reinos de España y también al trono inglés
como Rey Consorte de Inglaterra.

Felipe II de Castilla

De su tercer matrimonio, con Isabel de Valois nacieron sus
hijas Isabel y Catalina.

 

Isabel  y  Catalina

A la muerte de Isabel de Valois y de su hijo el infante Don
Carlos ocurridas en 1568, el problema de la sucesión de
Felipe II continuaba  "abierto".

Su carácter introvertido, indeciso, minucioso hasta la
exageración, reservado al extremo, le hizo el arquetipo
del  monarca absoluto.

Buscó un lugar en una villa del centro peninsular para
construir su residencia.    Eligió "la
Villa del Oso y el Madroño" {Madrid} en cuyos
alrededores mandó construir un castillo que mas
parecía un Monasterio.

Su estilo personal de gobernar, su minuciosidad y desconfianza
hicieron que muchas decisiones se demoraran en exceso
comprometiendo seriamente sus resultados.

La  decisión sobre la antes mencionada
invasión a Inglaterra propuesta por Don Juan de Austria
como ya relatamos, fue pospuesta por tanto tiempo que la misma
Reina Isabel llegó a conocerla en detalle antes de que
Felipe II decidiera si la llevaba a
efecto………como se ha dicho con claridad, la
convicción de la superioridad sin límites de
la autoridad real causó más daño
que casi ningún otro aspecto del gobierno de los monarcas
absolutos.

Como era de esperarse, Felipe II heredó junto con su
vasto reino los problemas que habían aquejado a Carlos V,
los que agravó con la creación de una impresionante
burocracia
gubernamental.

El primero de ellos, la sempiterna pugna con Francia que medio
se solventó con las Victorias de San Quintín y
Gravelinas.   La Paz de Cateau-Cambresis en 1559
abrió paso a una larga etapa de paz hispano-francesa.

La Alianza del Papa Paulo IV con el Rey de Francia ante el
descomunal poder de los Habsburgo fue otra fuente constante de
problemas para Felipe II como también lo fue para su
padre.

El choque entre los imperios Hispánico y Turco por el
control del Mediterráneo siguió durante el reinado
de Felipe II hasta la renombrada y muy famosa Batalla de Lepanto
que ya hemos relatado.

Sin embargo, un nuevo foco conflictivo estalló en
Flandes.

Las cuestiones políticas y religiosas se combinaban sin
solución alguna y constantemente surgían intentos
de sublevación a la lejana autoridad real.

Los progresos del Calvinismo en las provincias holandesas y la
resistencia al
avance del poder real se combinaron en una mezcla explosiva que
encontró reflejo  en diferentes personas muy ligadas
a la corte española, como por ejemplo, en Margarita
de Parma, hija natural de Carlos V, gobernadora de
los Países Bajos, o el Cardenal Antonio
Granvela que mantenían posiciones intransigentes
soportando a ultranza la autoridad real.

Los disturbios de 1566 en los que fueron profanadas una
multitud de iglesias resolvió a Felipe II a optar por una
política dura ante unos súbditos a los que se
consideraba y eran rebeldes al poder real absoluto,
independientemente de que fueran protestantes o
católicos.

Para implementar esa nueva línea de política
dura envió a Flandes al Duque de Alba, Don
Fernando Álvarez  de
Toledo.

Fernando Álvarez de
Toledo    Duque de Alba

Los sublevados, bajo el mando del Príncipe
de Orange fueron derrotados, una muy dura
represión fue desatada por el Duque de Alba iniciando con
la ejecución de los Condes de Horn y
de Egmont.

Los excesos de la soldadesca agravaron el problema,
sumándose a la rebelión las provincias del sur -de
mayoría católica-, que ya no buscaban concesiones
de tipo religioso o político, sino que reaccionaban ante
la brutalidad de los soldados.

La Guerra de Flandes se "enquistó" prolongándose
por más de 80 años mientras se convertía en
el principal problema con el que debía enfrentarse Felipe
II, guerra en la que se consumieron una enorme cantidad de
recursos humanos y monetarios, debilitando por consiguiente al
reino español.

Solamente como curiosidad histórica y para no perder
la conexión con Don Juan de Austria, el Duque de Alba y
Don Luis de Requesens -que le sucedería como Gobernador de
los Países Bajos-,  fueron personas elegidas
directamente por Carlos V como tutores y consejeros de Don
Juan.

El Duque de Alba fue sustituido en Flandes por Don Luis de
Requesens buscándose una política menos dura,
más conciliadora.

  

Don Luís de Requesens

Don Luis poco pudo hacer para contener los excesos de una
tropa mal pagada a la que se adeudaban meses de salario.

El saqueo de Amberes en 1576 fue su expresión
más escandalosa.

A la muerte de Don Luis, le sucedió en el gobierno Don
Juan de Austria y como ya hemos relatado, Don Juan debilitado y
enfermo designa a Alejandro Farnesio como
Gobernador de Flandes.

El problema de Flandes incide igualmente en la política
incierta y temerosa de Felipe II respecto a Inglaterra.

Las pocas esperanzas depositadas en la posible subida al trono
de María Estuardo habían opacado las
diferencias de intención provocada por las incursiones de
los piratas Drake y Hawkins en las costas
americanas.

La Reina Isabel rehuía también un
posible enfrentamiento con el poderoso monarca español por
lo que procuraba mantener en la mayor discreción su apoyo
a los piratas y corsarios y a los protestantes holandeses.

Los acontecimientos se precipitaron por la ejecución de
María Estuardo y el desembarco de tropas
inglesas en Flandes en apoyo de los rebeldes protestantes
holandeses.

Con estos hechos, manifiestamente hostiles, Felipe II en vez
de tomar acciones, se dedica "a pensar" y "estudiar" los asuntos
y cada día pospone más su decisión sobre una
posible invasión a Inglaterra con el plan propuesto por
Don Juan o con cualquier otro.

{Cuándo por fin se decide atacar Inglaterra, ya no
puede contar con su fiel hermano Don Juan de Austria quien
había fallecido diez años antes}.

En el  puerto de Lisboa se concentra una gran flota al
mando de Don Álvaro de
Bazán Marques de Santa
Cruz, que desafortunadamente falleció unos
días antes de que zarpara la flota.

Felipe II encarga a toda prisa el mando a Don
Alonso Pérez de Guzmán,
Duque de Medina Sidonia, quien en
Agosto de 1588 se encuentra con naves inglesas en el Canal de la
Mancha.

Don Alonso Pérez de Guzmán 
Duque de Medina Sidonia

El plan de invasión hispano consistía en
recorrer las costas del Canal de la Mancha para recoger un
ejército de 30 000 hombres al mando de Alejandro
Farnesio y llegar a las costas del Condado
de Kent. Curiosamente a estas alturas nadie
sabe en donde se debían recoger y embarcar los
ejércitos de Farnesio.

Cuando la Armada se encontraba en La Coruña, los
ingleses apresuradamente improvisan una flota que se concentra en
Plymouth de donde sale a observar los movimientos de la Gran
Armada pretendiendo tomar desprevenidos a los
españoles.

Los navíos ingleses no pueden llegar a La Coruña
por el mal tiempo que los hace regresar a Plymouth y otros
puertos de la costa inglesa.

El mal tiempo era tan inusual que en poco tiempo la Gran
Armada ya había tenido que dar por perdidos cerca de 40
barcos que no habían podido entrar a salvo a puerto y que
fueron destrozados por el temporal.

El comandante inglés Thomas Fleming, al
mando del Golden Hind avistó algunos de los
barcos que regresaban a puerto y da la alarma a la flota inglesa
comandada por Francis Drake localizada en el puerto
de Plymouth.

De aquí se obtiene el improbable e incierto comentario
atribuido a Francis Drake mientras jugaba una partida de bolos en
el Plymouth Hoe : " tenemos tiempo de terminar la
partida, después iremos a derrotar a los
españoles".

La flota inglesa, fondeada en Plymouth no tenía
posibilidades de zarpar porque ni el tiempo ni el mar se lo
permitían.

Ese fue un momento decisivo en el resultado de este
conflicto.   

La Armada española estaba en una inmejorable
situación, pues navegaba a favor del viento y la flota
inglesa estaba "atrapada" en el puerto.

Podía ser atacada con grandes posibilidades de éxito.

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