Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El matrimonio (página 2)



Partes: 1, 2

Ministro: Los mismos contrayentes son los
ministros del sacramento del matrimonio. Son
los esposos quienes se confieren mutuamente este sacramento,
expresando ante la Iglesia su
consentimiento. La asistencia del sacerdote tiene la
categoría de un testigo calificado como así
también para que el matrimonio sea válido.

Sujeto: Los protagonistas de la alianza
matrimonial son un hombre y una
mujer bautizados,
libres para contraer matrimonio y que expresan libremente su
consentimiento. " Ser libre" significa:

ž         
No obrar por coacción;

ž         
No estar impedido por una ley natural o
eclesiástica;

Como se trata de un sacramento entre vivos para recibirlo sin
cometer un pecado grave,
hace falta estar en gracia.

 Sólo quienes han recibido el bautismo pueden
recibir otro sacramento y, por lo tanto, el matrimonio. (Portal
católico: Catholic.net. www.es.catholic.net)

5) Los efectos del
sacramento del Matrimonio

 Del matrimonio valido se origina entre los conyugues un
vinculo perpetuo y exclusivo por su misma naturaleza;
además, en el matrimonio cristiano los conyugues son
fortalecidos y quedan como consagrados por un sacramento peculiar
para los deberes y la dignidad de su
estado.

El consentimiento por los que los esposos se dan y se reciben
mutuamente es sellado por el mismo Dios. De su alianza nace una
institución estable. La alianza de los esposos esta
integrada en  la alianza de Dios con los hombres: el
autentico amor conyugal
es asumido en el amor
divino" .

Por lo tanto, el vínculo matrimonial es establecido por
Dios mismo de modo que el matrimonio celebrado y consumado entre
los bautizados no puede ser disuelto jamás.

La gracia del Matrimonio

 " En su modo y estado de vida los conyugues cristianos
tienen su carisma propio en el Pueblo de Dios" . Esta gracia esta
destinada a perfeccionar el amor de los conyugues, a fortalecer
su unidad indisoluble. Por medio de esta gracia se ayudan
mutuamente a santificarse con la vida matrimonial conyugal y en
la acogida y educación de los
hijos.

Cristo es la fuente de esta gracia. Pues de la misma manera
que Dios en otro tiempo salio
al encuentro de su pueblo por una alianza de amor y fidelidad,
ahora  el salvador de los hombres y esposo de la Iglesia,
mediante el sacramento del matrimonio sale al encuentro de los
esposos cristianos. Permanece con ellos, les da la fuerza de
seguirle tomando su cruz, de levantarse después de su
caída, de perdonarse mutuamente, y de amarse con una amor
sobrenatural, delicado y fecundo. (Catecismo de la Iglesia
católica)

6) Compromiso que
contrae el cristiano al recibirlo

Por el sacramento del matrimonio, Dios concede a los esposos
las gracias que necesitan para santificarse dentro del mismo,
para educar a sus hijos y cumplir con los deberes que contraen.
Estos deberes, son: amarse, respetarse, fidelidad y ayudarse
mutuamente y, en cuanto a los hijos, alimentarlos, vestirlos,
educarlos tanto en el aspecto intelectual como moral,
religioso y asegurar su provenir. (Catequesis familiar. 2º
año. Libro de los
padres. Ediciones de la Diócesis de Posadas. Provincia de
Misiones, Argentina. Mayo, 2000).

7) Signo Sensible del
Matrimonio

El matrimonio, se puede decir que, es verdadero sacramento
porque en él se encuentran los elementos necesarios, es
decir, el signo sensible que es la gracia santificante y
sacramental que fue instituido por Cristo.

El signo externo de este sacramento es el
contrato
matrimonial, que a la vez comprende la materia y la
forma. La materia remota son los mismos
contrayentes, o bien, el del ius ad vitae communionem
(derecho a la comunidad de
vida); la materia próxima, es la
donación recíproca de los esposos, se donan toda la
persona, todo
su ser; y la forma, es el que
significa la aceptación recíproca de ese don
personal y
total. (Portal católico: Catholic.net.
www.es.catholic.net)

8) La celebración
del Matrimonio

 En el rito latino la celebración del matrimonio
entre dos fieles católicos tiene lugar ordinariamente
dentro de la Santa Misa.

 En la Iglesia Latina se considera habitualmente que son
los esposos quienes, como ministros de la gracia de Cristo, se
confieren mutuamente al sacramento del matrimonio expresando ante
la iglesia su consentimiento.

 En la epiclesis de este sacramento los esposos reciben
el Espíritu
Santo como Comunión de amor de Cristo y de la iglesia.
El Espíritu Santo  es el sello de la alianza de los
esposos, la fuente sierre generosa de su amor, la fuerza con que
se renovara su fidelidad.

  La iglesia considera el intercambio de los
consentimientos entre los esposos como el elemento indispensable
que hace el matrimonio.

  El consentimiento consiste " en un acto humano, por el
cual los esposos se dan y se reciben mutuamente" : " yo te recibo
como esposa" – " Yo te recibo como esposo" . Este consentimiento
encuentra su plenitud en el hecho que los dos vienen a ser una
sola carne.

  El sacerdote que asiste a la celebración del
matrimonio, recibe el consentimiento de los esposos, en nombre de
la iglesia y da la bendición de la iglesia. La presencia
del ministro de la iglesia expresa visiblemente que el Matrimonio
es una realidad eclesial. (Catecismo de la Iglesia
católica)

9) La Iglesia
y el divorcio

Una de las propiedades del matrimonio es la
indisolubilidad.
 Es decir, que el vínculo
que surge del sacramento del matrimonio no puede desatarse, ni
disolverse jamás: " lo que Dios unió, no lo
separará el hombre"

(Mt. 19,6) Por esto, el divorcio
está prohibido aunque la ley civil lo permita. Ya que Dios
ha hecho al hombre capaz de vivir la vocación al amor y le
da la gracia que necesita para cuidar al vínculo que se ha
creado a partir del sacramento por el bien de los hijos; por el
bien, la felicidad y seguridad de los
esposos, que se resiente y termina desapareciendo cuando se
introduce una mentalidad divorcista que ataca a lo que es
la
célula básica de la sociedad: la
familia.
Cuando se disuelve con facilidad la misma, toda la sociedad se
resiente y sus instituciones
pierden solidez y estabilidad. (Catequesis familiar. 2º
año. Libro de los padres. Ediciones de la Diócesis
de Posadas. Provincia de Misiones, Argentina. Mayo, 2000).

Libro de Familia
Cristiana

Libreta de Familia

LA MISA NUPCIAL

Fórmulas propias de las partes:

A.- Consentimiento

B.- Bendición de los anillos

1.- Oración sobre las ofrendas

2.- Prefacios del matrimonio

3.- Bendición nupcial

4.- Oración para después de la
Comunión

5.- Bendición solemne

A.- CONSENTIMIENTO

FÓRMULA A:

El sacerdote invita a la pareja a que declaren su
consentimiento:

Como es su intención entrar en el matrimonio, unan sus
manos derechas, y declaren su consentimiento ante Dios y ante la
Iglesia.

Ellos unen sus manos. El novio dice:

Yo, N. te tomo a ti, N., como mi esposa.

Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en
la salud y en la
enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi
vida.

La novia dice:

Yo, N., te tomo a ti, N. como mi esposo.

Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en
la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los
días de mi vida.

FÓRMULA B:

Primero, el sacerdote, le pregunta al novio:

N. ¿Aceptas a N. como tu esposa? ¿Prometes serle
fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la
enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu
vida?

El novio:

Sí, acepto.

Luego le pregunta a la novia:

¿N. aceptas a N. como tu esposo? ¿Prometes serle
fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la
enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu
vida?

La novia:

Sí, acepto.

FÓRMULA C:

Yo, N. te acepto a ti, N. como mi legítima esposa,
amarte y respetarte, de hoy en adelante, en lo próspero,
en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la
enfermedad y en la salud, hasta que la muerte nos
separe.

Yo, N. te acepto a ti, N. como mi legítimo esposo,
amarte y respetarte, de hoy en adelante, en lo próspero,
en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la
enfermedad y en la salud hasta que la muerte nos
separe.

FÓRMULA D:

¿N., aceptas a N. como tu legítima esposo,
amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero,
en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y
en la salud, hasta que la muerte los separe?

La novia:

Sí, acepto.

¿N., aceptas a N. como tu legítima esposa,
amarla y respetarla, de hoy en adelante, en lo próspero,
en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y
en la salud, hasta que la muerte los separe?

El novio:

Sí, acepto.

Al recibir su consentimiento, el sacerdote dice:

Ustedes han declarado su consentimiento ante la Iglesia. Que
el Señor en su bondad fortalezca su consentimiento para
llenarlos a ambos de bendiciones. Lo que Dios ha unido, el hombre
no debe separarlo.

R. Amén.

B.- BENDICIÓN DE LOS ANILLOS

Sacerdote:

Que el Señor bendiga + estos anillos que se han dado el
uno al otro como signo de su amor y fidelidad.

R. Amén

Señor, bendice estos anillos que nosotros bendecimos +
en tu nombre. Concede a los que los usen que siempre tenga fe
profunda del uno al otro. Que hagan tu voluntad y siempre vivan
unidos en paz, buena voluntad y amor.

Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor

R. Amén.

o bien:

Señor, bendice + y consagra a N. y a N. en su amor
entre sí. Que estos anillos sean un símbolo de fe
verdadera entre ellos, y recuérdales siempre de su
amor.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor

R. Amén.

INTERCAMBIO DE ANILLOS

El novio pone el anillo a la novia en su dedo anular. Puede
decir:

N., recibe este anillo como signo de mi amor y de mi
fidelidad. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo.

La novia coloca el anillo en el dedo anular de su esposo.
Puede decir:

N., Acepta este anillo como signo de mi amor y de mi
fidelidad. En el nombre del padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo.

1.- ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta nuestra ofrenda por esta pareja
recién casada, N. y N. Por tu amor y providencia Tú
los has unido; ahora bendícelos todos los días de
sus vidas matrimoniales.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

o bien:

Señor, acepta estas ofrendas que
te ofrecemos en este día feliz. En tu amor paternal mira y
protege a N. y N. que se han unido en matrimonio.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

o bien:

Señor, escucha nuestras oraciones y acepta las ofrendas
que te hacemos por N. y N. Hoy los has hecho uno solo en el
sacramento del Matrimonio. Que el misterio del amor desinteresado
de Cristo, que celebramos en esta Eucaristía, aumente su
amor por ti y de uno al otro.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor

2.- PREFACIOS DEL MATRIMONIO

PREFACIO I

Padre, todopoderoso y eterno Dios, te alabamos siempre y en
todo lugar para darte gracias. Por este sacramento tu gracia une
al hombre y a la mujer en un
lazo indisoluble de amor y paz. Tu has diseñado el amor
casto de esposo y esposa para que aumente tanto en la familia
humana como en tu poopia familia nacida en el bautismo.

Tú eres el padre amoroso del mundo de la naturaleza;
Tú eres el padre amoroso de la nueva creación de la
gracia.

En el matrimonio Cristiano tú unes las dos
órdenes de la creación; el don de la naturaleza de
los hijos enriquece al mundo y tu gracia enriquece también
a tu Iglesia.

Por Cristo los coros de ángeles y todos los santos oran
y bendicen tu gloria.

Que nuestras voces se unan
a las de ellos así como nosotros nos unimos en su himno
interminable; Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del
universo,
llenos están el cielo y la tierra de
tu gloria.

Hosanna en el cielo.

Bendito es el que viene en nombre del Señor.

Hosanna en el cielo.

PREFACIO II

Padre, todopoderoso y eterno Dios, te alabamos siempre y en
todo lugar para darte gracias por Jesucristo nuestro
Señor, por quien tú hiciste un nuevo pacto con su
gente, Tú restableciste al hombre la gracia en el misterio
salvador de la redención. Le diste una parte en la vida
divina por esta unión con Cristo. Lo hiciste heredero de
la gloria eterna de Cristo. Este caudal de amor en el nuevo pacto
de gracia es simbolizado en el

contrato matrimonial que sella el amor de esposo y esposa y
refleja tu divino plan de amor.

Y así, con los ángeles y todos los santos del
cielo proclamamos tu gloria y nos unimos a su interminable himno
de oración:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo.

Bendito es el que viene en nombre del Señor.

Hosanna en el cielo.

PREFACIO III

Padre, todopoderoso y eterno Dios, te alabamos siempre y en
todo lugar para darte gracias. Tú creaste al hombre en
amor para compartir tu divina vida. Vemos su destino elevado en
el amor de esposo y esposa, que lleva el sello de su propio amor
divino.

El amor es de origen humano, el amor es el llamado constante,
el amor es su satisfacción en el cielo.

El amor de hombre y mujer se santifica en el sacramento del
matrimonio, y se convierte en espejo de tu amor eterno.

Por Cristo los coros de ángeles y de todos los santos
oran y bendicen tu gloria.

Que nuestras voces se unan a las de ellos como nos unimos en
su himno interminable:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en
el cielo.

Bendito es el que viene en nombre del Señor.

Hosanna en el cielo.

3.- BENDICIÓN NUPCIAL

Padre, por tu poder has
hecho todo de la nada.

En el principio tú creaste el universo e hiciste a la
humanidad a semejanza tuya. Le diste al hombre la ayuda constante
de la mujer así que hombre y mujer ya no deben ser dos,
sino una sola carne y tú nos enseñas que lo que
tú has unido no puede ser separado.

o bien:

Padre, tu has hecho la unión de hombre y mujer tan
sagrado un misterio que simboliza el matrimonio de Cristo y de su
Iglesia.

o bien:

Padre, por tu plan hombre y mujer están unidos, y se ha
establecido el matrimonio como la bendición que no fue
perdida por el pecado original.

o bien:

Mira con amor a esta mujer, tu hija, que se une hoy a su
esposo en el matrimonio te pide tu bendición. Dale la
gracia del amor y la paz. Que siga siempre el ejemplo de las
mujeres santas cuyas alabanzas son cantadas en las
escrituras.

Que su esposo confíe en ella y reconozca que ella es su
igual y heredera con él de la vida de la gracia. Que
él la respete y la ame como Cristo ama a su esposa, la
Iglesia.

Padre, mantenlos siempre fieles a tus mandamientos. dales la
fe en el matrimonio y que vivan como ejemplos de vida
Cristiana.

Dales la fuerza que viene del Evangelio para que puedan ser
testigos de Cristo a otros.

(Bendícelos con hijos y ayúdales a ser buenos
padres. Que vivan para ver a los hijos de sus hijos).

Y, después de una larga vida feliz concédeles
abundancia de vida con los santos en el reino del cielo.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

R. Amén

Oremos al Señor por N. y N. que vienen al altar de Dios
al iniciar sus vidas matrimoniales para que siempre estén
unidos en el amor de uno al otro (como ahora comparten en el
cuerpo y la sangre de
Cristo).

Todos oran en silencio por un breve tiempo.

Luego el sacerdote extiende sus manos y continúa:

Padre Santo, tú creaste la humanidad a tu propia
imagen e
hiciste que el hombre y la mujer estuvieran unidos como marido y
mujer en unión de cuerpo y corazón
para que cumplan con su misión en
este mundo.

Padre, para revelar el plan de tu amor, tú hiciste la
unión de marido y mujer una imagen del pacto que existe
entre tú y tu gente. Para cumplir con este sacramento, el
matrimonio de hombre y mujer Cristianos es un signo de matrimonio
entre Cristo y la Iglesia.

Padre, extiende tu mano, y bendice a N. y a N.

Señor, concédeles que empiecen a vivir este
sacramento que compartan los dones de tu amor y sean uno de
corazón y mente como testigos de tu presencia en el
matrimonio.

Ayúdalos a que formen juntos un hogar (y dales hijos
para que sean formados por el evangelio y tengan un lugar en tu
familia).

Bendice a N., tu hija, para que sea una buena esposa (y
madre), que cuide su hogar, fiel en amor por su marido, generosa
y amable.

Bendice a N., tu hijo, para que pueda ser un esposo fiel (y un
buen padre)

Padre, concédeles que acudan juntos a tu mesa en la
tierra, para que un día tengan la dicha de compartir tu
fiesta en el cielo.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

R. Amén.

o bien:

El sacerdote se pone frente a los novios y, con sus manos
juntas, dice:

Queridos amigos, pidamos a Dios su bendición sobre este
novio y esta novia (o N. y N.)

Todos oran en silencio por un momento, Luego el sacerdote
extiende sus manos y continúa:

Padre Santo, creador del universo, que hiciste al hombre y a
la mujer a tu imagen, fuente de bendiciones para la vida
matrimonial, humildemente te pedimos por esta mujer que hoy se
une a su marido en este sacramento del matrimonio.

Envía tus bendiciones sobre ella y su esposo para que
juntos disfruten de tus dones del amor matrimonial (y enriquezcan
tu Iglesia con sus hijos).

Señor, que te alaben cuando estén felices y
acudan a ti en sus aflicciones. Que se alegren por tu ayuda en su
trabajo y que
sepan que tú estarás con ellos en sus necesidades.
Que te dediquen sus oraciones en la comunidad de la Iglesia, y
que sean tus testigos en el mundo.

Que lleguen a la ancianidad en compañía de sus
amigos, y finalmente vayan al reino del cielo.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

R. Amén.

4.- ORACIÓN PARA DESPUéS DE LA
COMUNIÓN

Señor, en tu amor nos has dado esta Eucaristía
para unirnos entre nosotros y contigo.

Como has hecho con N. y N. uno en el sacramento del Matrimonio
(y al compartir el pan y el vino) hazlos ahora uno en el amor de
uno por el otro te lo pedimos por Cristo nuestro
Señor.

Señor, nosotros que hemos compartido el alimento de tu
mesa oramos por nuestros amigos N. y N. que se han unido en
matrimonio.

Mantenlos cerca de ti siempre. Que el amor de uno por el otro
proclame a todo el mundo su fe en ti.

Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor

o bien:

Todopoderoso Dios, que el sacrificio que hemos ofrecido y la
Eucaristía que hemos compartido fortalezca el amor de N. y
N., y concédenos a todos tu ayuda paternal.

Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor.

5.- BENDICIÓN SOLEMNE

Antes de bendecir a los presentes al final de la Misa, el
sacerdote bendice a los novios, usando una de las siguientes
formas:

Señor eterno Padre mantenlos en amor de uno al otro,
para que la paz de Cristo esté con ustedes

y esté siempre en su hogar.

R. Amén

Que (sus hijos los bendigan), sus amigos los consuelen y todos
los hombres vivan en paz con ustedes.

R. Amén.

Que siempre sean testigos del amor de Dios en este mundo para
quye los afligidos y los necesitados encuentren en ustedes amigos
generosos y sean recibidos en la alegría del cielo.

R. Amén.

Que Dios todopoderoso los bendiga, en el nombre del Padre, del
Hijo, + y del Espíritu Santo.

R. Amén.

Que Dios, Padre misericordioso, les de la gracia y los bendiga
(en sus hijos).

R. Amén

Que el Hijo único de Dios tenga misericordia de ustedes
y les ayude en lo próspero y en lo adverso.

R. Amén

Que el Espíritu Santo de Dios siempre llene sus
corazones de amor.

R. Amén

Y que Dios misericordioso bendiga a todos ustedes, en el
nombre del Padre, y del Hijo, + y del Espíritu Santo.

R. Amén.

o bien:

Que el Señor Jesús, que fue invitado a las bodas
de Caná, los bendiga a ustedes y a sus familiares y
amigos.

R. Amén.

Que Jesús, que amó a su Iglesia hasta el fin,
siempre llene sus corazones con su amor.

R. Amén.

Que les conceda que, porque creen en su resurección,
puedan esperarlo en júbilo y espezanza.

R. Amén.

Y que el misericordioso Dios bendiga a todos ustedes, en el
nombre del Padre, y del Hijo, + y

del Espíritu Santo.

R. Amén

Autoras:

Maria Fernanda Ceballos

Cintia Cornelatti

Yanina Fernandez

Ana Liz Patres

Leticia Peralta Fraire

INSTITUTO PARROQUIAL " NUESTRA SEÑORA DE
FÁTIMA"

Profesorado de 1º y 2º ciclo de la E.G.B.

Espacio Curricular: Formación Cristiana II

Año: 2008

Integrantes: Ceballos, Fernanda; Cornelatti, Cintia;
Fernandez, Yanina;

Patres, Ana Liz; Peralta Fraire, Leticia.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter