La regulación afectiva y sus vicisitudes aplicadas al sobrepeso en la adolescencia y la niñez
- El estigma de la
gordura - El estado actual del arte y de
la ciencia en lo que respecta a la obesidad
temprana - El concepto del "período
crítico" - El
cerebro como órgano de dependencia
social - Las
funciones reguladoras que nos asisten en la
supervivencia - Duncan
- Exégesis
de las circunstancias clínicas - Bibliografía
La regulación afectiva y sus vicisitudes aplicadas
al sobrepeso en la adolescencia y
la niñez: una proposición con aplicaciones
prácticas
Para concebir en su propia perspectiva los dilemas que los
adolescentes
tienen que superar cuando sufren de la obesidad, es
preciso que uno sea familiar con los procesos, las
actividades y con los mecanismos por los que transcurren la
regulación de los afectos durante el ciclo total de la
vida — especialmente en la vida del niño joven y del
adolescente durante la pubertad —
grupos
especiales, los que proponemos estudiar en esta
lección.
Para lograr este designio, los libros que hay
que analizar fueron escritos en el 2003, como parte de un set,
por el profesor de
UCLA, Allan N. Shore. Los títulos respectivos de
estas obras son: Affect Dysregulation and Disorders of the
Self (403 pp.) y Affect Regulation and the
Repair of the Self (363 pp).
Mi motivación al desarrollar esta
disertación fue muy simple. En seguida la explico:
El estigma de la
gordura
La gordura no afecta al niño joven y al adolescente de
la misma manera como lo hace con la persona adulta,
y, por la misma razón debe de ser considerada como una
variedad distinta del mismo problema, el cual aquí,
proponemos descifrar.
Algunos niños
de edad temprana y muchos adolescentes, en general, confrontan un
conflicto
agudo cuando se sienten obligados a ser delgados para ajustarse a
las demandas de sus familias — que así lo desean por
razones de salud física —por asuntos
de bienestar emocional, o por consideraciones
estéticas.
Con la integración de las neurociencias al estudio
del desarrollo y
del comportamiento
humano, actualmente gozamos de mucha más latitud para
adaptar lo ya conocido a los hallazgos recientes. En este
artículo, deseamos, además, aplicar lo que de las
neurociencias hemos aprendido, planteándonos proporcionar
mayor alcance a la comprensión de la obesidad juvenil.
El estado actual
del arte y de la
ciencia en lo
que respecta a la obesidad temprana
Hoy se considera que la salud mental y la
capacidad adaptable de los seres humanos comienzan en la vida
intrauterina precediendo el nacimiento del bebé, ya que
por los meses de la gestación el cerebro se
desarrolla progresivamente, siendo vulnerable a numerosos
factores de contingencia que pueden impactarlo en su estabilidad
futura de manera, a veces, negativa.
Durante ese desarrollo intrauterino, el encéfalo,
en su estructuración, necesita mantener un equilibrio
entre los mensajes que recibe proviniendo de la mujer en cuyo
útero habita, y, recíprocamente, los que el
feto, a su
vez, envía a la madre expectante.
Desde las partes postreras del embarazo hasta
el final del segundo año de la vida, el cerebro
está en medio de un período crítico de
desarrollo y crecimiento acelerados. Proceso que
consume mayores cantidades de energía que cualquier otra
etapa de la vida. Por esta razón este órgano
requiere cantidades en abundancia de nutrientes — especialmente
ácidos
grasos poliinsaturados, de cadenas largas — como asimismo
demanda la
presencia de experiencias interpersonales reguladas y
satisfactorias, para lograr su meta de maduración
óptima.
Sistema dopaminérgico
El concepto del
"período crítico"
Este término define y perfila las condiciones
básicas para que sucedan los procesos necesarios para el
desarrollo encefálico, durante este estado crucial —
ocurriendo dentro de lapsos de tiempo que
operan como ventanas de oportunidad.
El concepto aludido igualmente abarca la noción de que
el cerebro durante este transcurso es extremadamente susceptible
al efecto de factores adversos provenientes del entorno,
como son deficiencias nutritivas y factores emocionales, por
parte de la madre, que pueden afectar negativamente los sistemas de
regulación afectiva en el futuro bebé.
El impulso mayor del crecimiento del cerebro, que resulta ser
5/6 postnatal, comienza en el tercer trimestre de la vida
intrauterina y continúa hasta el 24 mes del principio de
la vida extrauterina.
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