Linfocitos TCD4 señuelo como tratamiento a la infección por VIH
- Antecedentes
- Ciclo de
replicación - Tratamiento actual
- Perspectivas en el
tratamiento - Marco de
referencia - Planteamiento del
problema - Objetivo.
Hipótesis - Diseño
- Materiales y
método - Separación
de linfocitos T - Obtención
de los cultivos - Validación
de datos - Presentación
de resultados - Referencias
bibliográficas
Tipo de investigación:
Básica
Farmacológica
ANTECEDENTES
VIH:
El VIH
(acrónimo de Virus de la
Inmunodeficiencia Humana) es el agente infeccioso determinante
del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). En la
clasificación del ICTV (Comité Internacional de
Taxonomía de Virus) se incluye en el
género
Lentivirus, encuadrado en la subfamilia Orthoretrovirinae de
la familia
Retroviridae. Fue descubierto e identificado como el agente de la
naciente epidemia de SIDA por el equipo de Luc Montagnier en
Francia en
1983. El virión es esférico, dotado de una
envoltura y con una cápside proteica. Su genoma en una
cadena de ARN monocatenario que debe copiarse provisionalmente a
ADN para
poder
multiplicarse e integrarse en el genoma de la célula
que infecta. Los antígenos proteicos de la envoltura
exterior se acoplan de forma específica con proteínas
de la membrana de las células
infectables, especialmente de los linfocitos T4.
Ciclo de
replicación
La fijación representa la primera etapa en la
invasión de una célula. Se
basa en el reconocimiento mutuo y acoplamiento de
proteínas de la envoltura del virión, las gp120 y
gp41, y los receptores de la célula blanco, los CD4. Este
reconocimiento no es posible sin ayuda de correceptores propios
de las células susceptibles de ser invadidas; en el caso
de los macrófagos son los CCR5 y en el caso de los LT4,
los CXCR4, que interactúan con la proteína
superficial. Macrófagos y LT4 tienen en común su
principal receptor: el receptor CD4. Este reconocimiento es
condición obligada para que el virus llegue a penetrar en
la célula y continuar con el proceso de
infección.
La penetración es el segundo paso: una vez reconocido
el virión por los receptores de superficie, se
vacía dentro de la célula fusionándose la
envoltura lipídica del virión con la membrana
plasmática de la célula. Protegidos por la
cápside y las nucleocápsides, los dos ARN
mensajeros que forman el genoma viral y sus proteínas
asociadas se encuentran ahora en el citoplasma.
Eliminación de las cubiertas proteicas, cápside
y nucleocápsides, quedando el ARN vírico libre en
el citoplasma y listo para ser procesado.
La transcripción inversa del ARN vírico para
formar ADNc (ADN complementario, monocatenario) con la misma
información. Cada una de las dos
moléculas de ARn llega desde el virión asociada a
una molécula de transcriptasa inversa que se ocupa del
proceso. Las dos moléculas de ADNc se asocian para formar
una molécula de ADN, que es la forma química de guardar la
información que una célula eucariota es capaz de
procesar.
El paso siguiente es la integración del genoma vírico en el
genoma de la célula huésped. Para ello penetra en
el núcleo y se inserta en el ADN celular con ayuda de una
integrasa, que procede del virión infectante.
La transcripción del ADN vírico por los
mecanismos normales de la célula. El resultado de la
transcripción es un ARNm (ARN mensajero).
El ARNm obtenido es complejo, constituido por una
sucesión de intrones (partes no informativas) y exones
(partes informativas). Debe ser procesado por cortes y reempalmes
antes de que la información que contiene pueda servir para
fabricar las proteínas correspondientes. Una vez
procesado, el ARNm puede salir del núcleo a través
de los poros nucleares.
Una vez en el citoplasma el ARNm proporciona la
información para la traducción, es decir, la síntesis
de proteínas, que es realizada a través del aparato
molecular correspondiente, del que forman la parte fundamental
los ribosomas. El resultado de la traducción no consiste
inmediatamente en proteínas funcionales, sino en
poliproteínas que aún deben ser cortadas en
fragmentos.
Por acción
de proteasas específicas del VIH, las poliproteínas
producto de la
traducción son procesadas, cortándolas, para formar
las proteínas constitutivas del virus.
Las proteínas víricas fabricadas se ensamblan,
junto con ARN provirales, para formar los componentes internos de
la estructura del
virión, los que constituyen la cápside y su
contenido.
El último paso es la gemación, cuando los
nucleoides víricos se aproximan a la membrana
plasmática y se hacen envolver en una verruga que termina
por desprenderse, formando un nuevo virión o
partícula infectante. En cada célula infectada se
ensamblan varios miles de nuevos viriones, aunque muchos son
incompletos y no pueden infectar.
Tratamiento
actual
Página siguiente |