El trabajo metodológico en el departamento docente del preuniversitario
La política educacional cubana
experimentó cambios a partir del curso 1994-1995 con la
denominada "optimización del proceso
enseñanza–aprendizaje"
cuyas acciones se
proyectaron en primer lugar a la elevación de la
calificación del personal docente
y de dirección. Como resultado de la
aplicación de esta política, surgieron los
Departamentos Docentes
multidisciplinarios en todas las instituciones
de Nivel Medio y Medio Superior.
Constituyendo el Departamento Docente según
Álvarez de Sayas, C., el órgano metodológico
donde tiene lugar la reunión e intercambio de los docentes
de las asignaturas de un área de conocimientos, con
el objetivo de
lograr puntos de encuentro y cooperación entre las
diferentes disciplinas y evitar la multiplicidad de influencias
en los estudiantes según el diagnóstico, para asegurar la calidad del
proceso enseñanza-aprendizaje. Es la célula
básica del trabajo
metodológico[1].
Las razones que originaron estos cambios fueron: Lograr una
mayor racionalidad en el funcionamiento de las asignaturas y
fortalecer los nexos entre las asignaturas para alcanzar un mayor
interés
y motivación hacia su estudio. La
creación de los departamentos multidisciplinarios
propició condiciones favorables para el fortalecimiento de
las relaciones entre las distintas asignaturas, sin embargo, no
abonó suficientemente el terreno para obtener los
resultados que se esperaban, que aún hoy son muy
puntuales.
Los Jefes de Departamentos en las escuelas se designaron para
atender determinadas áreas, a saber: Ciencias
Exactas, Ciencias Naturales y Humanidades. Se
escogieron además, docentes principales por cada
asignatura para dirigir la preparación metodológica
del colectivo de una misma materia para
apoyar a los Jefes de Departamentos en la realización de
los controles a clases.
En este sentido, el Ministerio de Educación a
través de la Circular 01/2000 plantea que el contenido
del trabajo metodológico, en cualquier nivel, se
orientará a lograr la integralidad del proceso de
enseñanza-aprendizaje, teniendo en cuenta que el alumno
debe recibir de forma integrada, a través de la clase y de
todas las restantes actividades docentes y extradocentes, las
influencias positivas que incidan en la formación de su
personalidad,
lo que ante todo se reflejará en la proyección
política e ideológica de todas las actividades.
En correspondencia con lo anterior el trabajo
metodológico abarcara fundamentalmente: La
orientación ideológica y política del
contenido de la
enseñanza[2];
el dominio del
contenido de los programas
escolares y los métodos y
procedimientos
que permitan la dirección eficaz del aprendizaje y la
formación de los
alumnos[3]; la
concreción a través del contenido de
enseñanza de los ejes
transversales[4] y
los nexos interdisciplinarios entre las asignaturas que se
integran en el departamento.
Por ello, la dirección acertada de todo el trabajo
metodológico que se realiza en el departamento, tiene que
estar fundamentada sobre sólidos principios de
organización, planificación,
ejecución y control de este. La
organización del trabajo metodológico
se debe realizar a partir del análisis de toda la información que se obtiene sobre el
estado del
proceso de enseñanza-aprendizaje y la preparación
de los docentes, se determinan las vías para ejecutar en
la práctica las tareas previstas e introducir, en su
desarrollo,
las adecuaciones necesarias.
La organización del trabajo
metodológico presupone la planificación
y esta debe ser de atención primordial, por cuanto constituye
una etapa idónea para organizar y dirigir el desarrollo
del trabajo metodológico, así como las actividades
que lo aseguran. En esta dirección se
expresó por González, M. que la planificación en su esencia presupone
la necesidad de plantear el objetivo y un programa
determinado para darle
cumplimiento.[5]
De ahí se deduce que es necesario plantearse un
problema metodológico que sirva como base para determinar
el objeto metodológico y a partir de este concebir las
actividades. La concepción dialéctico-materialista
del trabajo metodológico reconoce las contradicciones como
los elementos generadores del desarrollo de los docentes y el
problema como manifestación de esas contradicciones en el
trabajo metodológico, como punto de partida de su diseño
y ejecución, y como condición necesaria para el
trabajo del Jefe de Departamento con la zona de
preparación próxima de los docentes. Esto
requiere necesidades de preparación de los docentes para
el tránsito de una zona de preparación a otra. El
problema constituye la expresión de fuerza que
mueve el trabajo metodológico, de su por qué.
El problema expresa las contradicciones necesarias a
resolver para que el docente alcance el nivel deseado, y
consecuentemente, cuáles son las tareas a ejecutar por su
parte para resolverlas, y, cuáles son las acciones del
Jefe de Departamento para garantizar la ejecución adecuada
de esas tareas.
En términos metodológicos, el problema
indica cómo debe el Jefe de Departamento organizar,
ejecutar y controlar el trabajo
metodológico para garantizar una relación
científica entre el sistema de
actividades del docente y el sistema de acciones del Jefe de
Departamento.
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