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Adulto mayor, hijos y nietos: una relación necesaria (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Si vemos la vida del ser humano como parte de un conglomerado
entonces no hay que temer a la vejez.
El hombre se
perpetúa en sus obras, en sus sucesores.  La vejez
vista como un estado,
presenta varios índices que señalan su comienzo,
unos de carácter biológico y otros de
naturaleza
social, relacionados con la percepción, del anciano por parte de los
demás en cada sociedad
concreta. La entrada en ella se produce a través de un
proceso
más imperceptible y dilatado que la entrada en la adolescencia,
un proceso además que por tener su base biológica
(el envejecimiento celular), comienza muy pronto en la vida y se
halla en marcha, en cuanto termina el desarrollo
infantil y adolescente. En esta etapa debido al inevitable paso
del tiempo aparece
el declive de ciertas funciones vitales
y psicológicas, pero también junto a este proceso
de deterioro intrínsico a todos los seres humanos, pueden
coincidir procesos de
desarrollo psicológico de cambio
positivo que implica conservación y hasta acrecentamiento
de lo alcanzado. El desarrollo en esta etapa no se da en el plano
físico, sino de la subjetividad. El viejo que no
experimente desarrollo en esta etapa no podemos afirmar que es
producto de
algo intrínseco a la  misma, sino a la persona que
transcurre por ella. (1).

El proceso de envejecimiento tiene lugar en los distintos
sistemas o
estructuras  del organismo y de la
personalidad, desde el subsistema inmunológico y
biológico de supervivencia hasta el sistema
comportamental-adaptativo ante las amenazas y los nuevos
estímulos, esto nos lleva a pensar que no podemos ver el
mismo como un proceso simple o unitario, sino como un conjunto de
procesos asociados entre sí. En el camino hacia la vejez
se van produciendo cambios en los órganos y sistemas que
tienen su repercusión directa en todo el funcionamiento
del organismo, como el  envejecimiento de la pituitaria, las
glándulas endocrinas, cambios en la función
reproductora femenina, en el sistema renal, óseo,
cardiovascular, y enfermedades como
neoplasias, enfermedades vasculares y degenerativas que en muchos
casos justifican la noción general de pérdida que
predomina durante dicha etapa, en la sociedad. Sin embargo al
decir del psicólogo Joseph. A Rodríguez (1994) :
"Una inmensa mayoría de las personas mayores de 65
años, no sufren problemas
limitantes, desarrollan con toda normalidad sus actividades y son
felices en sus vidas… cuando las limitaciones aparecen en
sus vidas no son únicamente producto de un declive
bio-fisiológico, sino resultado de las transformaciones en
las estructuras sociales, culturales y económicas. La
separación del mundo social en que han transcurrido sus
vidas se convierte en muchos casos en la mayor fuente de
desazón y sufrimientos". (2)

 En esta etapa de la vida es importante garantizar las
condiciones necesarias para elevar la calidad de
vida del adulto mayor, indicador de bienestar 
material  y espiritual  del  hombre  y
en  particular  en  un  contexto  socio
ambiental  determinado (3). Esta categoría
está ligada a aspectos psicológicos,
económicos, sociales, ecológicos, niveles de
salud física y mental, y
capacidad para ejercer autonomía, es decir, decidir por si
mismo,  poder ejecutar
estas decisiones y lograr con ello satisfacción de si
mismo, de la familia y
la sociedad. Evaluar el bienestar y la calidad de
vida  existente en los ancianos y proporcionarle
fórmulas médico-sociales para mantenerlos o
mejorarlos es una de las tareas fundamentales de los equipos de
atención geriátrica en estos
tiempos. Investigaciones
realizadas demuestran que aquellas personas que vivencian una
vejez plena, se han caracterizado durante su historia de vida por tener
una alta autoestima,
predominio de una experiencia satisfactoria de la vida, pensamiento
racional, estabilidad emocional y una personalidad
que se acepta a si misma y asume la vida y sus limitaciones.
(1)

 "Nuestra esperanza de vida depende del estilo de vida
que llevemos a lo largo de toda su duración. La esperanza
de vida no es únicamente sinónima de
duración sino también de su calidad. Se centra en
como nos volvemos viejos y no a los años a los que
llegamos". (4). Lamentablemente para muchas personas esto no
ocurre siempre así pues aparece la discrepancia entre la
imagen que
tienen de sí mismos, y la que tienen los demás, lo
que da lugar a que como "viejo" se limite en muchas ocasiones el
propio espacio vital. No siendo solo los "achaques" y la mala
salud los que hacen consciente al individuo de
su edad; sino también la actitud del
entorno social respecto al envejecimiento. La actitud
predominante de los demás y no los propios deseos o la
pérdida de facultades es aquello que obliga a adoptar un
comportamiento
adecuado a la edad. El hacerse viejo se convierte con frecuencia
en una sobrecarga para el individuo, porque hace que la sociedad
le plantee determinadas expectativas de comportamiento orientadas
hacia las representaciones tradicionales frecuentemente
estereotipadas dificultando la adaptación al
envejecimiento de las funciones psíquicas.

Cuando nos referimos al envejecimiento o deterioro de las
funciones psíquicas, lo asumimos como un fenómeno
individual influenciado por: la herencia, las
capacidades mentales  anteriores, la afectividad, la
actividad actual y la enfermedad. Según Quintero. G
Trujillo ,1990 (5)  las principales características
psicológicas  en el envejecimiento son:

Percepción sensorial: El proceso perceptivo se
ve afectado por la alteración de los órganos
sensoriales. Las capacidades sensoperceptivas del sujeto
envejecido sufren cierta disminución, lo que provoca
dificultades para procesar los estímulos e informaciones
que reciben del entorno, lo cual varía considerablemente
de un individuo a otro. Estas disminuciones sensoperceptivas
provocan una evidente pérdida de la velocidad de
reacción, transmisión y respuesta del sistema
nervioso central (SNC) y una disminución en la capacidad
de coordinación neuromuscular.

 Memoria: Constituye el proceso psíquico
que funciona como indicador tradicional del envejecimiento, lo
que está reconocido tanto por los científicos como
por el saber popular. En el adulto mayor la memoria
primaria se caracteriza porque se pierde la información si no se repite. En la
memoria secundaria se evidencia  dificultad para
almacenar la nueva información aprendida. La memoria
terciaria, la de los recuerdos antiguos, se mantiene con la
edad, algunas investigaciones realizadas demuestran que el pasado
permanece por más tiempo que los recuerdos recientes.

Inteligencia: Mucho se ha investigado acerca de los
cambios establecidos en la capacidad  de la persona
envejecida, a pesar de las dificultades metodológicas e
instrumentales. Los resultados más sobresalientes apuntan
a la conservación, la estabilidad y muchas veces al
incremento de las habilidades verbales, mientras que las
habilidades de ejecución decaen cuando la persona
envejece. Se plantea que el rendimiento intelectual se relaciona
con el grado cultural, en esta etapa hay un predominio de la
inteligencia
cristalizada, que aplica a la situación presente la
acumulación de las experiencias anteriores.

Motivación: En el adulto mayor es la misma que
en etapas anteriores cuando se trata de necesidades
básicas, no obstante otras motivaciones están
asociadas a la fisiología, la expresión cultural y
la historia intelectual del individuo, pareciendo que la
tendencia a explorar nuevas cosas podría reducirse y el
anciano presenta una verdadera necesidad de controlarlo todo, que
puede estar relacionada con un problema de confirmación
personal.

Con la edad disminuye la
motivación para actividades físicas y mentales;
influenciado esto por la existencia de barreras motivacionales
como:

·     La imagen social de los
adultos mayores centrada en la pasividad y las restricciones.

·     Creencias sobre el deterioro
de las potencialidades con la vejez.

·     La imagen propia del anciano,
la decadencia del atractivo, el incremento de la ansiedad y el
miedo.

·     Las enfermedades.
(4)   

Afectividad: Los  procesos
afectivos se manifiestan a través de estados de
ánimo, emociones y
sentimientos que expresan la relación que existe entre las
necesidades y la satisfacción que procede del medio. Los
cambios en los estados de ánimo son más
difíciles de identificar que el funcionamiento de la
esfera cognoscitiva. En los ancianos son frecuentes los estados
de ánimo particulares de irritabilidad, inestabilidad y
pesimismo. La afectividad del anciano está
fundamentalmente influida por los eventos vitales
que ocurren como: la jubilación, la pérdida de
familiares y/o amigos y otros.

A veces la reducción del sistema relacional y social es
tal que se puede hablar a favor de una muerte social
que precede varios años a la muerte
biológica y que lo hace vulnerable a la depresión
y el suicidio. El
rol del viejo puede ser o no convergente con las necesidades del
sujeto, en el caso que el impuesto implique
grandes pérdidas o no satisfaga las expectativas e
intereses del individuo, se habla entonces de una divergencia
entre los roles sociales, que trae consigo  la
reducción de las actividades y de las relaciones
humanas así como de la autoestima.

En muchos casos los trastornos afectivos pueden ser
consecuencia de las perturbaciones intelectuales
por lo que es necesario buscar en su génesis antes de
considerarlos patológicos. Ciertas formas de ansiedad,
inseguridad y
agitación son con frecuencia el indicio de un deterioro
intelectual naciente. Cuando no existe un enriquecimiento de
nuevas aportaciones, el anciano se apega inesperadamente a lo
adquirido y evoluciona dentro de un universo
restringido. Lo anterior se vuelve un círculo vicioso en
donde la regresión intelectual engendra un vacío
afectivo, el cual conlleva a un mayor deterioro por falta de
estimulación.

Personalidad: La personalidad  es descrita como el
conjunto estructurado de características (rasgos) de los
que dispone un individuo para sentir, pensar y comportarse
según su propia manera; según  los
investigadores se conserva  a lo largo de la vida adulta
modificándose lo relacionado con el proceso adaptativo
(equilibrio
psicológico y satisfacción por la vida). La rigidez
e hipertrofia de algunos rasgos del carácter del anciano
pueden presentarse como forma de adaptación y comunicación con el medio social. Neugarten
(1968), sustenta el criterio de que la personalidad es continua,
que un  individuo a los 70 años no difiere en mucho
de lo que fue en su juventud y
mediana edad y señala además, que los cambios en la
personalidad se realizan más en el aspecto interno que en
el externo. (6)

Allport desde la década de los 30 concebía el
proceso de la personalidad como continuo, de
diferenciación, advirtiendo que la personalidad del
anciano se halla caracterizada por una complejidad mayor debido a
la experiencia que presentan, y al menor control de
impulsos. Para Finley y Delgado (1981), por ejemplo, el
único descubrimiento con respecto a la personalidad del
anciano es que con el incremento de la edad, surge una tendencia
a la introversión. (6)

La personalidad posee particularidades únicas e
irrepetibles para cada sujeto; y si bien existen
características generales en la ancianidad la manera de
comportarse y vivenciar este período de la vida
está muy relacionada con el medio social y familiar en que
está inmerso el adulto mayor y su interacción con él. La personalidad
se encuentra en constante intercambio con el medio exterior y su
función es la de orientar, dirigir el comportamiento,
regularlo y autorregularlo. Compartimos el criterio de que
durante la tercera edad se mantienen las tendencias de la
personalidad que se fueron formando durante la ontogénesis
y que en esta etapa se enriquecen por la experiencia acumulada.
La personalidad es dinámica, activa, porque todo sujeto asume
una posición ante la realidad en  función del
sentido que le confiere a la misma, manifestada a través
de la reflexión y la elaboración personal. En la
vejez no se pierde esta influencia sino que aparecen nuevas
formas de adaptación y comunicación.

La satisfacción por la vida también ha sido
tomada en cuenta en los estudios sobre esta temática. El
sentimiento de bienestar positivo o negativo influye en el
proceso de envejecimiento; según Morgan (1987), este
parece mantenerse hasta la edad de 75 años donde se
aprecia un ligero declinar. Para este autor la
satisfacción por la vida se relaciona altamente con el
compromiso social, el cual se encuentra determinado por la
actividad que realiza el anciano, así como por sus
relaciones afectivas. Mientras más amplias son la
actividad y las relaciones afectivas, se logra más
satisfacción por la vida. (5)

Las estrategias de
enfrentamiento que desarrolla cada individuo para lograr una
vejez gratificante están en dependencia de las
características de personalidad y de la situación
social de desarrollo en la que están inmersos.
Según la investigadora Teresa Orosa (7) existen tres
aspectos determinantes que convierten el mundo subjetivo del
"viejo" en un  fenómeno complejo y de amplia
susceptibilidad psicológica: la conciencia de su
propia muerte, la jubilación y la representación
negativa que acerca de  la vejez se ha construido en la
sociedad, los cuales serán enfrentados de diferente manera
por los individuos.

Para algunas personas hablar de envejecimiento y pensar en la
muerte, es un hecho casi simultáneo. El adulto mientras
envejece va concientizando sus cambios físicos:
aparecen  arrugas, manchas, la piel 
pierde su brillo característico, hay pérdida del
cabello, etc.; se percatan entonces de que son mortales y piensan
en su próximo final,  toman conciencia de su muerte.
Al elaborar los proyectos de
vida, la muerte puede aparecer como límite, obligando
a  una reestructuración espacio-temporal de lo que
será en el mañana, empobreciendo así la
riqueza de dichos proyectos, incluso algunos carecen de estos.
Según A. Fierro "es como si negaran su derecho y
posibilidad de pensar en el futuro mostrándose como algo
que vive del pasado enfrentándose al presente pero
sintiéndose sin fuerzas para lograr sus sueños y
por tanto deprimiéndose constantemente." Sentirse cercano
a la muerte conlleva al individuo a traer el pasado
constantemente a un primer plano, hace de este una forma de
sobrevivir en el presente y nos permite apreciar su falta de
perspectiva futura; lo que conduce a un vacío existencial.
(1) 

La jubilación, situación social en que se
encuentra una persona a partir de la cesación de la
actividad laboral
remunerada pone al adulto mayor en una situación de
"inutilidad obligada" donde se hace necesario cambiar roles,
reestructurar contactos sociales, se modifica la economía; cambia la categoría de
tiempo libre, convirtiéndose muchas veces en un fantasma.
El status de jubilado marca la entrada
a la vejez para la gran mayoría de la población activa y en muchos casos las
expectativas iniciales relacionadas con el estado
positivo esperado, deseado durante años y  en
ocasiones idealizado se convierte en la pérdida  de
una base imprescindible para la identificación personal y
el sentido de la vida. De aquí que en investigaciones
realizadas en nuestro país se concluyera que solo el 5% de
los jubilados sabe autoadministrar su tiempo libre (7).

La jubilación hace que el individuo tenga mayor
conciencia de sí mismo, lo que influye en el incremento de
la conciencia de su avanzada edad, en un trasfondo social donde
priman los estereotipos que consideran a la vejez como un estado
de ocio, de fealdad, de inutilidad, como un mal que hay que
evitar, lo que ocasiona cambios en el autoconcepto, y una
disminución de la autoestima y la autonomía. (8)
Los mayores han perdido su rol social, laboral y las
implicaciones que de esto derivan marcan su nueva
situación en  dependencia de la cultura de la
jubilación. Además juega un valioso papel el
enfrentamiento a la pérdida significativa, siendo el duelo
la vivencia de un cambio importante del estado de ánimo y
que en muchos casos desemboca en un  estado depresivo. En
esta etapa ocurre una reorganización de roles, lo que
depende de los prejuicios y estereotipos  asociados a la
vejez que existan en el medio social en que se desenvuelven.

La investigadora Teresa Orosa, al analizar  el desarrollo
psicológico en etapas anteriores donde se encuentran muy
bien diferenciados los sistemas de comunicación y
actividad ,concluye que el geronte enfrenta una situación
social de desarrollo diferente, muy determinada por la cultura,
la familia y el
propio desarrollo alcanzado por el individuo; de esta manera y
siguiendo los postulados del enfoque Histórico-Cultural de
Vigostki define tres determinantes del desarrollo
psicológico en el adulto mayor:

Determinante socio-cultural: Principales prejuicios y
opiniones que la sociedad ha producido para la vejez de acuerdo a
la cultura y época en que el adulto  mayor se
desarrolla como  individuo y familia.

Determinantes familiares: Principales eventos que
acontecen en el desarrollo de la familia como grupo humano
portador del adulto mayor de acuerdo con la situación
social económica y cultural de la familia actual y que se
expresan como influencias socializadoras en la forma 
en    que el anciano perciba su relación
con la familia.

Determinantes individuales: Características del
desarrollo biológico- psicológico del individuo que
están determinadas por la familia y la sociedad en que
este se desarrolle. (7)

Hasta la actualidad la cultura tiende mayoritariamente a
estimular para la vejez los sentimientos de soledad,
segregación limitada para la vida sexual y de pareja y de
la propia funcionabilidad e integridad social del anciano. Esta
autora considera que los elementos conformadores de identidad en
esta etapa, es decir aquellos que propician su subjetividad como
miembro de la tercera edad son tomados generalmente de los
prejuicios negativos que la cultura como tendencia ha reservado
para la vejez: "" Soy viejo porque ya me queda menos, soy
inútil, incapaz."(7)

Aquellos rasgos positivos o negativos en el adulto mayor
expresan las determinantes del desarrollo que inciden en la
relación familia-tercera edad  y que constituyen
influencias a considerar para un proyecto de
orientación familiar. Es necesario comprender a la edad
como tal y no propiciar su negación. Asumir que se
es  viejo como miembro de una edad en desarrollo. Las
características de la edad y los criterios  sobre
ella dependen de las condiciones económicas, sociales y
culturales de la sociedad. Resulta determinante el papel de los
miembros de la familia en la formación del individuo y
permite asumir al  propio sujeto como constructor de su
subjetividad, como parte de los otros que lo potencian o no, de
aquí se desprende la importancia del carácter
activo del sujeto en la conformación de su
personalidad.

La comunicación se convierte en la
necesidad   básica en esta edad, y se expresa
fundamentalmente en el vínculo con la familia y los
contemporáneos.

Envejecimiento y apoyo social al anciano:

El ser humano durante su vida  está inmerso en una
serie de relaciones con las demás personas que se
entrelazan formando una red, de ahí el
concepto de
red de apoyo
social, estructura
dentro de la cual el apoyo es recibido, brindado e intercambiado.
El apoyo social ha sido calificado por los diferentes
investigadores como de gran valor para el
bienestar psicológico y el mantenimiento
de la salud. A finales del siglo XIX Durkhein puso de manifiesto
la importancia del establecimiento y mantenimiento de las
relaciones sociales para el logro de la salud 
óptima. En el envejecimiento el apoyo social cobra vital
importancia, pues en esta etapa se producen una serie  de
trasformaciones que pueden constituir riesgo  para
la salud, numerosos estudios confirman este planteamiento.
(9).

Lowenthal y Haven ((1968), Kahn (((1979) y Wan (1982)
plantearon que las redes sociales en el adulto
mayor son más pequeñas que en las personas
más jóvenes, con una mayor significación
alrededor de los 70 años (10). Las relaciones en esta
etapa suelen ser asimétricas, es decir el anciano recibe
más apoyo del que puede dar, esto provoca la existencia de
mitos sobre
esta edad de ahí la frase ""un viejo es como un
niño"". Los gerontes necesitan saber que son importantes
para otras personas, y que se conozca que ellos
también  pueden  ofrecer ayuda.

Roca (1999), define el apoyo social: como los recursos
accesibles y/o disponibles a una persona, encontrados en el
contexto de las relaciones
interpersonales  y sociales y que  pueden influir
tanto de forma positiva como negativa en la salud y bienestar de
los individuos implicados en el proceso. Su característica
distintiva  radica en su carácter interactivo,
dinámico y extensible a lo largo de la dimensión
temporal (11).

Existen dos formas de analizar el apoyo social: La
estructural centrada en los aspectos estructurales y formales
de las redes y la funcional dirigida a los aspectos
referentes a la calidad e incluye la valoración subjetiva
de las personas, su percepción y grado de
satisfacción con el apoyo recibido.

Los aspectos estructurales de la integración social incluyen la cantidad de
contactos con la familia, los amigos y la comunidad,
así como la participación activa en grupos formales e
informales; el tamaño y densidad de la
red pueden analizarse tanto a nivel grupal como comunitario y
tributa a estudios epidemiológicos y sociales.  Es
indiscutible el hecho de que la soledad constituye un factor de
riesgo para numerosos problemas físicos y
psicológicos y que el hombre como ser social
satisface  sus necesidades básicas en relación
con el otro que le proporciona bienestar y del cual resulta
sumamente difícil prescindir; no obstante es
necesario  tener en cuenta los aspectos  estresantes de
las relaciones sociales, las demandas que imponen estas
interacciones y tal vez uno de los más importantes
componentes, la forma en que resultan evaluadas y afrontadas por
los individuos concretos (11).

En este sentido resulta interesante la afirmación de
Richard L.Logan, 1983 cuando dice; ""El apoyo social puede ser
visto como la disponibilidad de relaciones de ayuda y la calidad
de estas relaciones". (11) En esta afirmación se aprecia
tanto la estructura  como el contenido y la dinámica
del proceso y es entonces que adquieren significación las
medidas de carácter funcional. En el proceso de
interacción social es muy importante  el mundo
interno,  la subjetividad de cada individuo, conocer como es
percibido el apoyo, como el propio sujeto evalúa la
naturaleza de las relaciones e interacciones que establece, estos
son elementos claves a la hora de desentrañar la
naturaleza de estas relaciones en el sentido de que sean
beneficiosas o perjudiciales a la adaptación y el
bienestar del sujeto. Muchos autores consideran que el verdadero
apoyo social es el percibido, pues si el individuo no percibe la
ayuda ofrecida o los recursos externos que están en su
disposición, estos difícilmente influirán en
su bienestar bio-psico-social (11). El apoyo social percibido
está evidentemente mediatizado por la subjetividad y su
evaluación se basa en las respuestas que
dan las personas sobre su percepción de la disponibilidad
o adecuación de los recursos proporcionados por otros y no
necesariamente de su efectividad real.

Dentro de las redes de apoyo se encuentra la formal e
informal.

 La red de apoyo formal facilita el
establecimiento de relaciones de ayuda a través de
instituciones
u organismos de grupos humanitarios y hogares de ancianos, casas
de abuelos, círculos de abuelos; iglesias entre otros.

La red de apoyo informal está constituida por
aquellas personas cercanas al anciano; familiares, cónyuge
y amigos fundamentalmente , a pesar de los grandes esfuerzos que
los gobiernos realizan para que el anciano reciba apoyo, la
familia continua ocupando el primer lugar como fuente de amor y
confianza para el adulto mayor. Cuando las personas mayores
necesitan apoyo social lo reciben en general en este orden del
cónyuge, un hijo, otros familiares (12). Amigos y vecinos
suelen dar apoyo afectivo y compañía. Los hijos son
los que proporcionan más apoyo instrumental como los
cuidados de atención personal y doméstica,
realizando estas tareas por más tiempo.

En la recepción del apoyo social del anciano resulta
imprescindible partir de un análisis integracional a lo largo del ciclo
vital. Algunos autores confirman que el anciano durante su vida
crea o genera una cantidad de apoyo similar al que ha previsto
con anterioridad y que se ha denominado "Banco de apoyo""
(13). Los terapeutas cognitivos Mckay y col. (1984) opinan lo
contrario, pues afirman que aunque no parezca justo una no recibe
en la vida una proporción de ayuda similar a la que
brindó. (13)

La satisfacción del  individuo con su desempeño en las diferentes relaciones
sociales que establece constituye un impulso determinante para la
salud, el bienestar psicológico y para lograr un
sentimiento de satisfacción por la vida. Kahn y Antonucci
(1980) desarrollaron la idea del convoy a lo largo del desarrollo
vital; es decir la persona está integrada a grupos
específicos de personas que la ayudan y permiten transitar
a través del tiempo. Dentro de este convoy las relaciones
más estables y permanentes son las referidas al
área familiar, así el niño pequeño,
por ejemplo tiene(o debe tener) a su disposición, el apoyo
y el cuidado de sus familiares de manera incondicional; durante
la juventud y la adultez ya el individuo es responsable en muchas
circunstancias, de la calidad y cantidad del apoyo recibido,
así como de la funcionabilidad de sus redes sociales, la
vejez por otra parte  constituye una etapa especial
donde numerosos cambios ocurren rápidamente en la vida, se
considera por tanto que al igual que en la niñez el
anciano es por excelencia un receptor de apoyo social, sin
embargo esta afirmación no se puede absolutizar, pues todo
individuo a la vez que receptor puede ser un proveedor de apoyo
social.(11)

Para el anciano es tan importante recibir ayuda de su familia
como brindarla, sentirse reconocido, querido y que no es un
estorbo para las personas que lo rodean. El bienestar que generan
las relaciones sociales se debe sobre todo a los diferentes
apoyos que posibilitan. La situación de proporcionar 
y recibir cuidados es constante a lo largo del ciclo vital de las
personas (14). La familia puede ser fuente de apoyo tangible,
informacional, y emocional, por tanto cualquier alejamiento de
sus parientes puede ser motivo de soledad y abandono.

La familia y su relación con el adulto
mayor:

 Según el Código
de Familia Cubana "la familia constituye una entidad en la que
están presentes e íntimamente entrelazados el
interés
social y el interés personal puesto que en tanto célula
fundamental de la sociedad contribuye a su desarrollo y cumple
importantes funciones en la formación de las nuevas
generaciones y en cuanto centro de las relaciones de la vida en
común de mujer y hombre,
entre estos y sus hijos y de todos con sus parientes, satisfacen
intereses humanos afectivos y sociales de las personas".(15)

Acerca de ella se han pronunciado poetas, escritores,
artistas, juristas y diversos especialistas de las ciencias, lo
que da idea de la importancia de esta institución. Para
algunos terapeutas familiares, es  la más antigua de
las instituciones sociales humanas, es el grupo primario de
adscripción .De acuerdo a la teoría
de los sistemas la familia es considerada un sistema abierto, o
sea, un conjunto de elementos lagados entre si por reglas de
comportamiento y por funciones dinámicas en constante
interacción entre si y con el exterior. (6)

También cambia el concepto de familia si lo enfocamos
hacia su extensión: así tenemos la familia
nuclear, formada por los padres e hijos que habitan bajo el
mismo techo y que  comparten  la abundancia o la
escasez;
familia extensa, si están incluidos los abuelos,
tíos, etc.; familia ampliada, si se incluyen
individuos que no tienen lazos consanguíneos.
 Existen diversas definiciones pero podemos concluir que es
un grupo de pertenencia natural, en el cual se establecen
relaciones de dependencia y vínculos afectivos entre sus
miembros. Posee estructura jerárquica y funcionamiento
sistémico. Tiene carácter de subsistema abierto en
relación con el sistema social , en tanto se encuentra en
interacción recíproca y constante con otros
grupos
sociales debe cumplir con las funciones que permitan a sus
miembros  satisfacer sus necesidades , desarrollarse y
relacionarse con el mundo circundante.

En la literatura revisada se
describen tres grandes grupos de funciones que de forma conjunta
deben cumplirse por la familia (6, 16):

Función bio-social: De reproducción; en la familia se gesta la
necesidad de la descendencia y se crean las condiciones para el
desarrollo físico, psicológico y social de
sus  integrantes.

Función económica: Se ejerce a
través de la realización de actividades para
garantizar la integridad de sus miembros. Incluye la
obtención y administración de los recursos tanto
monetarios como bienes de
consumo, la
satisfacción de necesidades básicas tanto por la
vía de abastecimiento como el mantenimiento.

Función educativo-cultural: Se incluye toda la
influencia que ejerce la familia en sus miembros, en todo el
proceso de aprendizaje
individual y el propio desarrollo familiar. Es la función
que produce el proceso de transmisión de experiencia
histórico- social de valores
ético-morales, concepciones ideológicas, en fin
contribuye al proceso formativo del desarrollo de la personalidad
individual.

Estas funciones están sujetas a variaciones
relacionadas con los cambios de estructura y con la etapa que
atraviesa.

Desde el punto de vista psicológico existe una
función básica de la familia y es la
afectiva  y que consiste en la
transmisión del amor que se profesan entre si sus
integrantes. El afecto es el vehículo para ejercer el
resto de las funciones. La satisfacción de las necesidades
afectivas que ocurre a nivel familiar permite el desarrollo de la
confianza básica, la seguridad y la
autoestima que requieren los individuos para la vida,
además constituye la base de apoyo y estabilidad
psicológica. La familia constituye la primera red de apoyo
social que posee el individuo a través de toda su vida y
por tanto se reconoce que esta instancia ejerce una
función amortiguadora ante las tensiones que genera la
vida cotidiana. Es conocido que  una ayuda familiar tanto de
índole económica, material o espiritual, a menudo
contribuye  disminuir el impacto de ciertos cambios de alto
significado para la vida del sujeto. Es el más efectivo
espacio, muro o puntal de contención que tiene el
individuo para tolerar las exigencias provenientes del propio
proceso de su desarrollo; de los otros grupos e instituciones y
de la vida social en el cual se encuentra inmerso.

La familia como institución y grupo es en parte la
responsable del funcionamiento inapropiado de algunos de sus
miembros pero también puede ayudar a ser en si misma
portadora de recursos en materia de
asistencia de posibilidades creativas. (17). El desarrollo
armónico de la familia se ve influido por múltiples
factores; uno de ellos lo constituye la satisfacción de
las necesidades materiales,
afectivas, la
comunicación y la forma en que la familia perciba las
situaciones estresantes.

En la A.P.S. se han realizado estudios sobre la salud familiar
e individual, para ello, parten de conceptos
epistemológicos, así como del funcionamiento de la
familia, sus roles, actividades y valores de sus integrantes y la
interacción entre ellos. (16)

A pesar de ser la familia una institución milenaria y
un grupo humano reconocido como primordial y decisivo para el
desarrollo
humano, debemos reconocer que su estudio es complejo y
requiere de una mirada multidimencional, transdisciplinaria e
integradora. Los procesos familiares discurren a su vez en
ámbitos considerados como privados lo cual implica para su
evaluación e intervención entrar en la esfera
más íntima de la persona. Por ello casi todos los
estudios recientes de familia proceden de la terapia 
familiar, es decir de aquellas familias que ante su
problemática acceden a que se les estudien por solicitud
explícita de ayuda.  El funcionamiento familiar
según señala Patricia Arés es
prácticamente inmedible, pero se puede hacer un
análisis en el "aquí" y "ahora"; se puede hacer un
corte y valorar  su categoría. (17)

La familia como red social de apoyo acrecienta su importancia
durante el envejecimiento, pues es una etapa donde los ancianos
tienden a retraerse de otras relaciones sociales. De ahí
la necesidad de encarar la problemática de la vejez desde
el espacio familiar. Este continúa siendo el mejor recurso
de apoyo a pesar de la imagen de que la atención a
los  padres se ha degradado en las últimas
décadas. Investigaciones realizadas en Francia
(Arrias Donfut, 1995) y en Estados Unidos
(Mullins, Jonhson y Anderson, 1997) muestran la vigencia de la
familia como grupo social de apoyo para el adulto mayor. (11)

Una investigación realizada en Cuba
demostró que la dimensión familia, es la que
más contribuye a la percepción de calidad de vida
alta y además constituye la principal fuente de ayuda,
compañía, cuidados y respeto para las
personas de edad avanzada. (Álvarez Bayarre, Quintero,
1996). (18) Otros trabajos del Departamento de Estudios sobre
Familia del Centro de Investigaciones Psicológicas y
Sociológicas (Duran, 1994; Chávez, 1997) han
considerado a la familia como grupo social fundamental para
ayudar al adulto mayor a desempeñar sus roles.(18)

Existen dos procesos sociales en la actualidad que complican
el envejecimiento y contribuyen a la vulnerabilidad ante
trastornos psicológicos: los cambios en la estructura
tradicional de la familia y el síndrome de la
invisibilidad. (19). Muchas familias aíslan al anciano, o
lo estresan dándole responsabilidades por encima de sus
capacidades. Los individuos y la sociedad en general
frecuentemente dan la espalda a las necesidades físicas,
sociales, económicas y psicológicas. (19)

La familia como sistema multigeneracional

La familia crece y se desarrolla a través del tiempo,
no es una estructura homogénea con un comportamiento
estable, sino que por el contrario se trata de una organización relacional muy compleja, en la
que tres, cuatro o más generaciones se tienen que adaptar
simultáneamente a diferentes cambios en el ciclo de vida
familiar. La mayoría de los derechos, obligaciones y
necesidades básicas de las personas se expresan y
satisfacen en las familias de tres generaciones. En general se
pertenece a este tipo de familia desde el nacimiento hasta la
muerte. Existe a lo largo del ciclo vital una continuidad con la
familia extensa. Se da una reciprocidad de intereses, relaciones
y servicios; es
la solidaridad
intergeneracional (20). Una de las funciones de las redes
familiares en casi todas las culturas es proveer de sustitutos,
cuando se han perdido por muerte o emigración quienes eran
los compañeros principales de relación. Puede
decirse que la familia extensa es una institución en la
que son fundamentales los principios de
auto compensación y reemplazamiento (20).

Los cambios que se han producido en la familia de la sociedad
moderna han modificado la naturaleza de los lazos que se
mantienen con los ancianos. Las modificaciones en el ciclo de
vida familiar y la estructura familiar y el hecho de que el
estado asuma funciones de cuidado que eran propias de la familia
tradicional están contribuyendo a la reorganización
de las relaciones de las personas mayores con su familia. En un
primer momento se ha pensado que las nuevas estructuras
familiares conducían al aislamiento de los adultos
mayores. El hecho de vivir en domicilios diferentes y
frecuentemente distantes, la falta de medios y de
espacio en la casa de los hijos para acoger a los padres, han
llevado a pensar que la única opción de las
personas cuando sobreviven la discapacidad y la
enfermedad es valerse por si mismos o ingresar en una
institución (21)

Sin embargo a pesar de las distancias los lazos siguen
manteniéndose. Incluso ocurre que al eliminar las cargas
de la familia, ha aumentado la importancia de los lazos afectivos
frente a otro tipo de dependencia que los hijos puedan mantener
con los padres. Los hijos comienzan a asumir el papel de
mediadores entre las necesidades de cuidado de los padres y los
sistemas formales de ayuda. Las funciones de la familia en
relación con sus mayores más que desaparecer, se
han redefinido y los hijos están asumiendo nuevas tareas.
Diversas investigaciones demuestran que a pesar de los cambios
experimentados en la sociedad actual los lazos entre generaciones
se han fortalecido debido a una mayor convivencia en el tiempo
entre los miembros de la familia (20). La solidaridad familiar se
ha medido por un conjunto determinantes psicosociales que
aparecen en el grupo familiar y que son: su estructura, el nivel
de interacción entre sus miembros, el grado de
cohesión y las funciones que cumplen. 

Donfut (1995) plantea la hipótesis de que las relaciones que
comportan un alto nivel de solidaridad intergeneracional poseen
la capacidad de reducir el estrés
patogénico de los padres ancianos y de reforzar así
su actitud para vivir más tiempo. (20) En las familias
multigeneracionales es posible que las diversas necesidades e
intereses experimentados por las diferentes generaciones se
contrapongan en determinados momentos y circunstancias lo cual
provoca tensiones en su seno  que afectan el bienestar
emocional y los niveles de satisfacción de los adultos de
más de 60 años (22). Uno de los aspectos mas
importantes que provoca la complejidad de las relaciones en la
familia multigeneracional radica en el modo como los diferentes
miembros asumen los roles que le son asignados. Los padres tienen
expectativas de ser retribuidos con afecto, apoyo moral, y ayuda
financiera, en especies o atención en caso de enfermedad
.Es en la interacción de estas expectativas cuando surgen
muchos de los nuevos conflictos
intergeneracionales entre hijos adultos y padres viejos.

Con el envejecimiento de algunos de sus miembros la
problemática familiar se complica por la
superposición de diferentes generaciones con diferentes
necesidades y demandas que poseen desiguales sistemas normativos.
Además aumenta la carga emocional del adulto mayor al
sentirse dependiente, existen relaciones interpersonales de
conflictos nunca antes resueltos y para la persona que envejece
el sistema familiar adquiere relevancia mayor. (22). Los hijos de
los mayores generalmente están en la edad adulta entre los
40 y 60 años. Son ellos los que tienen el rol
jerárquico más alto y por lo tanto, pueden estar
sometidos a mayores tensiones. Ello es consecuencia de la
responsabilidad con la que deben asumir la toma de
decisiones en momentos difíciles para el grupo familiar,
ya que estas últimas van a afectar a todos sus
integrantes

Para considerarlo mejor desde esta perspectiva, tengamos en
cuenta que se encuentran posicionados entre la generación
de los hijos que inician su independencia
y la de sus padres que van perdiendo su autonomía. Es en
esta etapa que se instala en ellos la temática del paso
del tiempo, del envejecimiento y de la muerte. También una
valoración profunda del matrimonio, si
este se encuentra bien constituido, como de las relaciones
interpersonales comprometidas.

Como hemos dicho, sus hijos pasan de la niñez a la
adolescencia o de esta a la juventud lo que supone una serie de
modificaciones para facilitar el desarrollo en estas etapas y que
traen aparejadas un cambio en la dupla padre- hijo,
convirtiéndose esta en una relación de igualdad,
apoyo y enriquecimiento mutuo. Siguiendo esta evolución en el tiempo, la
generación intermedia va a encontrarse con la falta de
autonomía de sus padres  y la consecuente inversión de roles entre hijos y padres
ancianos. Cuando estos últimos ya no sean capaces de
autoabastecerse, cuando se inicie la pérdida de su
autonomía, es  este el momento en que los hijos van a
encargarse del cuidado de sus padres mayores.

Asumir este rol es una tarea difícil, y en muchos casos
evitada, ya que es común que se acumule:

-La sobrecarga de las tareas de control del entorno
familiar.

-La sobrecarga económica.

-La elaboración de los problemas relacionales paterno-
filiales, sucedidos durante el transcurso de la vida.

-La anticipación de la muerte de sus padres asociada a
la vivencia de acortamiento del tiempo futuro propio y la
elaboración de su propia muerte.

-La vivencia de falta de autonomía futura y la
inversión de roles que tarde o temprano se va a repetir
con sus propios hijos. (23)

Las relaciones entre padre e hijo pueden estudiarse en
función de cinco dimensiones (Mangen, Bengston y Landry,
1988). (24)

Solidaridad asociativa: En la actualidad se
está desarrollando un tipo de familia extendida basada en
la comunicación y en las relaciones más que en el
hecho de vivir bajo el mismo techo. Son frecuentes las
interacciones entre los miembros de la familia y sus adultos
mayores, aunque no vivan bajo el mismo techo.

Solidaridad afectiva: Los datos disponibles
indican que se dan niveles altos de afecto entre los padres que
envejecen y sus hijos, tal como lo manifiestan ambas generaciones
(Rossi y Rossi, 1990). Estos niveles de afecto disminuyen
ligeramente con el tiempo en función de la salud de los
padres. Estos son, precisamente, quienes manifiestan niveles
más altos de afecto hacia los hijos, en vez de lo
contrario. Parece ser que las interacciones familiares durante
la  vejez se caracterizan por la  proximidad, el afecto
y la satisfacción en la interacción.

Solidaridad de consenso: los valores y creencias
sobre temas externos a la familia no convergen con la edad de las
personas. En una investigación sobre valores religiosos,
políticos y asociados al género se
encontró que, con la edad los hijos influían cada
vez más sobre las actitudes de
los padres (Rossi y Rossi, 1990).

Solidaridad funcional: Se refiere a las tareas de
cuidados mutuos que se comparten. La dirección del apoyo no va exclusivamente de
los hijos a los padres en las actividades de la vida diaria y en
el apoyo de su salud. En muchos casos los padres son las
principales fuentes de
ayuda, en algunos estudios se ha encontrado que el apoyo
económico y emocional se dirige fundamentalmente de padres
a hijos.

Solidaridad normativa: Aunque las personas mayores no
esperan recibir ayuda se han encontrado niveles altos de
responsabilidad filial en las familias contemporáneas.
Existe una gran heterogeneidad en las normas de
responsabilidad filial. Las expectativas sobre el contacto, el
afecto, el acuerdo y la ayuda entre generaciones varían de
un grupo a
otro.               

En cuanto a las relaciones con sus nietos algunos
investigadores plantean que estos son muy importantes para los
gerontes, el 75% de las personas mayores de 65 años tienen
nietos y establecen relaciones con ellos de forma frecuente (21).
En una encuesta
aplicada a mayores, se reportan un conjunto de razones por las
cuales ayudan a sus hijos; "Porque me satisface hacer algo por
ellos", "Porque lo necesitan","Porque de esa forma me siento
útil"," Porque es lo menos que puedo hacer ya que vivo en
la casa de ellos"," Porque ellos también me ayudan a
mí". (25).

Los abuelos constituyen una fuente de recursos para la
familia, proporcionan la continuidad con el pasado y sirven de
alternativa a los modelos de rol
adulto para los niños
(25). La Abuelidad llega a convertirse en el rol que produce
identidad  para esta edad. En otras culturas  no ocurre
de la misma forma. Los abuelos preparan su jubilación para
vivir solos o en instituciones preparadas al efecto, carente de
vínculos  familiares, ejemplo: Gran Bretaña.
En Cuba, como parte de la cultura iberoamericana emerge el rol de
la Abuelidad   para la tercera edad. El adulto mayor
continúa siendo un recurso de familia, aún cuando
no conviva, ni sea proveedor principal de economía.
 El abuelo ha jugado un papel importante en el cuidado y
formación de los nietos, ha sido facilitador de salida
laboral para sus hijos, y el mismo ha sido protagonista de una
historia de participación social.

En una investigación realizada en Estados Unidos,
Neugarten y Weinstein encontraron cinco estilos principales
asociados al papel de los  abuelos: el formal, en el
cual los abuelos dejan toda la crianza del niño a los
padres y limitan su interés por aquel a ocasionales
cuidados y al ofrecimiento de agasajos especiales; el buscador
de bromas, que llega a ser un compañero de juegos para el
nieto en una relación mutua que ambos disfrutan; el
progenitor sustituto, que asume la responsabilidad
de cuidador real, usualmente debido a que ambos progenitores
trabajan fuera del hogar y tienen que dejar a sus hijos a su
cuidado; el receptáculo de sabiduría 
de la familia, un papel autoritario en el cual el abuelo dispensa
habilidades o recursos especiales; y la figura distante,
que tiene contacto ocasional con los nietos en celebraciones o
cumpleaños, pero básicamente alguien remoto con
respecto a sus vidas. (7).

En realidad el papel de los abuelos varia en las distintas
sociedades y a
su vez existen diferentes formas de "" Abuelidad"". Ser abuelo en
nuestra sociedad no es una tarea fácil. Muchos carecen de
las habilidades sociales para establecer un diálogo
constructivo en las familias. La creciente importancia de la
"Abuelidad" ha llevado a desarrollar procedimientos de
formación para asumir este nuevo rol (7).

Las particularidades de este rol en el caso de los adolescentes
no han sido encontradas por nosotros en la literatura revisada y
aún menos desde la percepción de esta
generación, difícil en si misma por ser una etapa
de tránsito entre la niñez y la adultez
caracterizada por sentimientos  de aislamiento, ansiedad, y
confusión, unidas a una intensa exploración
personal que conduce al logro de su identidad personal. En esta
etapa surge el pensamiento
teórico y se manifiesta una actitud cognoscitiva
más activa hacia el
conocimiento de la realidad, lo que unido al desarrollo de
formaciones motivacionales  complejas como la
autovaloración, los ideales, el interés
profesional, posibilitan la regulación más
consciente y efectiva del comportamiento. Estas adquisiciones al
ser objeto de reflexión consciente por parte del
adolescente, lo impulsan a exigir de quienes lo rodean mayor
independencia y respeto hacia su individualidad y mostrar
conductas que permiten valorar esta etapa  como critica
donde frecuentemente existen contradicciones con los adultos por
la divergencia de sus ideas, acerca del carácter de sus
derechos y la medida de la independencia de este. (26).

En los distintos momentos por los que transita la familia,
aquel en el que uno de los hijos entra en la adolescencia, marca
un hito en la relación con los padres y por consiguiente
en la dinámica de todos sus miembros. Muchas veces existen
diferentes insatisfacciones pues no se cumplen las expectativas
padre – adolescente o viceversa, lo que demanda
cambios que lo aproximen al ideal de hijo o padre. Esta red de
relaciones que tiene el sesgo de las expectativas mutuas se
incorpora a la estructura familiar con la presencia de los
abuelos en la familia extensa y en ocasiones el adolescente es
objeto de demandas contradictorias e inconsistentes,
creándose conflictos y alteraciones en la dinámica
familiar.

Las relaciones intergeneracionales están determinadas
por múltiples factores: unos de tipo físico –
material y otros psicológicos, de los que depende en mayor
o menor medida el fortalecimiento y la armonía familiar,
el bienestar y seguridad de los adultos mayores. La forma y el
significado de estas relaciones varían de una sociedad a
otra, según los antecedentes culturales, sociales y
económicos, pero siguen siendo esenciales para el
mantenimiento de la asistencia, la comunicación y la
prestación de servicios en diferentes generaciones.
Naturalmente estos intercambios funcionan en ambos sentidos, el
contacto personal entre los hijos y sus mayores es para unos y
otros un medio de realización individual y de actividad
creadora. (27)

La familia cubana es una interesante cantera de estudio; en
ella se ponen de manifiesto los impactos de nuestras políticas
sociales de educación, salud,
seguridad
social, el papel de la mujer en la
sociedad, la forma concreta de como se materializan en el seno
familiar, la crisis
económica, las medidas de ajuste socio-estructural que
tuvo que desarrollar el país para salir de ella, las
transformaciones demográficas, las migraciones, la
relación entre la cultura y la realidad social. La familia
cubana en su función tiene  avances impresionantes y
contradicciones no resueltas, fortalezas  y debilidades,
riesgos y
conductas. En nuestro país el ámbito familiar
exhibe indicadores de
cambios propios de países desarrollados debido al
acelerado proceso social, por ejemplo la divorcialidad, la
reducción  en el número promedio de hijos, la
esperanza de vida, la mortalidad infantil y el elevado
envejecimiento, todo ello hace que afrontemos problemas que se
corresponden con países de niveles de desarrollo
elevados.

Por otra parte por ser un país subdesarrollado que a su
vez ha vivido una cruenta crisis en estos últimos
diez  años, la forma de vivir en familia y de ponerse
de manifiesto estos indicadores de cambio son diferentes.
Múltiples problemas de vivienda, de presupuesto
familiar, la escasez de recursos,  hacen que vivamos
situaciones desarrolladoras  en contextos subdesarrollados.
La familia se ha unido más como estrategia de
sobrevivencia económica y es común encontrar la
convivencia intergeneracional. "El 1% de los ancianos se
encuentra en instituciones, el 9% vive solo y el resto lo hace en
convivencia familiar."(7).  Al adulto mayor le ha tocado,
ser protagonista de estos cambios, políticos, sociales,
tecnológicos, genéricos y familiares, que lo han
dignificado  e instruido a lo largo de 40 años,
lo  que exige nuevas tribunas de desarrollo y protagonismo
social.

Las experiencias que percibimos los profesionales en contacto
con esta realidad nos  muestran que por lo general, la
sociedad no esta preparada para enfrentar estos cambios y por
tanto tampoco lo está la familia. Según Patricia
Ares, 2002: "a pesar de los niveles alcanzados  existen
también conflictos de comunicación, violencia,
maltratos, e incomprensiones que ponen de manifiesto aun, escasa
cultura para la convivencia y la cotidianidad." (17)

Según Teresa Orosa, aún carecemos de
políticas educativas que contribuyan a mejorar la imagen
de la vejez y en sus estudios destaca la importancia de la
familia como una cantera fundamental para la actividad
orientadora; señala también que es válido
profundizar antes en el funcionamiento familiar y lar relaciones
intergeneracionales, teniendo en cuenta no solo la mirada del
adulto mayor, sino, la de otros miembros de la familia. "El
ambiente
familiar es de gran importancia porque en él se
sitúan muchos episodios de interacción, de
educación interactiva a través de los cuales la
familia va proporcionando andamiajes para el desarrollo
individual de cada uno de sus miembros incluso en la
última etapa del ciclo vital" (7).

En el primer encuentro Iberoamericano de Asociaciones de
Adultos Mayores, Cuba, 1996, se expuso la importancia de la
relación familiar para la tercera edad y declararon que
"la no satisfacción de las necesidades básicas de
afecto para la familia, origina respuestas de inmovilidad,
encierro, aislamiento, angustia, postergación y hasta
depresión, que en algunos casos suele ser profunda" (7).
La  familia cobra un significado especial en la vejez porque
es la proveedora principal de cuidados y fuente de sostén
preferida por el anciano, constituye un eslabón de defensa
de sus relaciones sociales y es el área de vida más
importante para el junto con la salud y la economía.

En la época actual, en nuestro país, nos
encontramos ante un modelo de
vejez en tránsito, en desarrollo de nuevos modelos o
referentes de ser viejos, en particular teniendo en cuenta la
determinante familiar. Resulta entonces un momento sensible para
el desarrollo de investigaciones y acciones
comunitarias de salud y educativas. (7). El significado de la
familia en la vejez, el reto lanzado por investigadores
precedentes y el hecho de que nuestro municipio es uno de los
más envejecidos  de la provincia con un índice
de Rosset  de 19,6% y donde  más del 70% de los
mayores convive con su familia, constituyeron las razones para
que como psicóloga de la salud  me sintiera impulsada
a realizar esta investigación encaminada a responder la
siguiente interrogante:

¿Cómo perciben la
relación con el adulto mayor, los hijos, los nietos y
él mismo?

Necesitamos de la rica experiencia de los mayores y de la
resistencia y
creatividad de
los mas jóvenes, de aquí nuestro interés en
conocer que perciben unos y otros, para poder entre todos aportar
lo mejor, lo mas dulce y tierno que tengamos dentro.  Solo
así logramos enriquecer la savia de nuestras vidas,
mantener nuestras tradiciones y fortalecer nuestro desarrollo
personal.

Objetivo General:

-         
Caracterizar la relación familia tercera edad desde la
percepción del adulto mayor, sus hijos y nietos.

Objetivos Específicos:

-         
Explorar la percepción del Adulto Mayor acerca de su
relación con los miembros de la familia.

-         
Describir la relación anciano-hijo  a partir de la
mirada de este último.

-         
Identificar el vínculo abuelo-nieto a partir de la
percepción de este último.

-         
Interpretar las principales regularidades de la relación
familia- adulto mayor percibidas por cada generación.

METODOLOGÍA

El estudio de la relación familia-tercera edad desde la
percepción de diferentes generaciones demanda de una
epistemología donde los métodos
dejan de ser un fin es sí mismos, emergiendo la
comunicación como un mediador esencial que posibilita la
implicación en el escenario estudiado y la
interacción con los propios actores sociales que van
construyendo y definiendo el conocimiento.
Es por ello que consideramos el diseño
cualitativo como el más coherente con nuestros fines
investigativos ya que permite describir he interpretar los
fenómenos, estudiar los significados de las acciones
humanas desde la perspectiva de los propios sujetos.

La investigación cualitativa se considera un
proceso activo, sistemático y riguroso de
indagación dirigido, en una situación de campo, en
la cual se toman las decisiones sobre lo investigado y que se
distingue por ser especialmente flexible y abierto,
prácticamente emergente.

Con vistas a ganar claridad al respecto referimos las
siguientes características básicas de la
investigación cualitativa planteadas por Janesick
(1994). (28)

1-Es holística. Se mira con una visión amplia y
comienza con una búsqueda por comprender lo complejo.

2-Se centra dentro de un sistema o cultura.

3-Hace referencia a lo personal, cara a cara, e inmediato.

4-Se interesa por la comprensión de un escenario social
concreto, no
necesariamente en hacer predicciones sobre el mismo.

5-Exige que el investigador permanezca en el lugar de estudio
durante largo tiempo

6-Exige tanto tiempo para el análisis como para la
estancia en el campo.

7-Supone que el investigador desarrolle un modelo de lo que
ocurre en el escenario social.

8-Requiere que el investigador se constituya en el instrumento
de investigación. El investigador debe tener la habilidad
suficiente para observar y agudizar su capacidad de observación y de entrevista
cara a cara.

9-Incorpora el consentimiento informado y la responsabilidad
ética.

10-Describe las posibles desviaciones propias del investigador
y sus preferencias ideológicas.

11-Requiere el análisis conjunto de los datos.

Guiaron nuestra investigación las siguientes
interrogantes:

– ¿Cómo perciben los adultos mayores las
relaciones de los miembros de su familia con él?

– ¿Cómo perciben los hijos las relaciones con el
adulto mayor?

– ¿Cómo perciben los nietos las relaciones con
su abuelo?

Procedimiento general de la investigación

Se utilizó como estrategia de diseño de la
investigación el estudio de casos definido por Denny
(1978), como "un examen completo o intenso de una faceta, una
cuestión o quizás los acontecimientos que tienen
lugar en un marco geográfico a lo largo del tiempo".
"Implica un  proceso de indagación que se caracteriza
por el examen detallado, comprehensivo, sistemático y en
profundidad del caso objeto de interés". (28). Un caso
puede ser una persona, un grupo, una organización, un
programa de
enseñaza, una colección, un acontecimiento
particular  o un simple depósito de documentos. La
única exigencia es que posea algún límite
físico o social que le conceda entidad.

Realizamos un estudio de caso colectivo (clasificación
de Stake – 1994), pues nos interesamos en la indagación de
un fenómeno, población o condición general,
no en un caso concreto. El diseño es de casos
múltiples, ya que se utilizan varios casos únicos a
la vez para estudiar la realidad, explorarla, describirla,
explicarla evaluarla o modificarla. Se utilizó un enfoque
descriptivo etnográfico. La investigación
transcurrió en el periodo de enero a diciembre  del
2005. (28)

Descripción del Escenario

En Cuba, en 1984 el doctor Cosme Ordóñez,
profesor y
científico cubano define la Atención Primaria de
Salud "como el conjunto de actividades planificadas de
atención médica integral que tienen como objetivo
alcanzar un mayor nivel de salud en el individuo, la familia y la
comunidad, aplicando la metodología científica con la
óptima utilización de los recursos disponibles y la
participación de las masas organizadas". (29)

Su misión es
lograr un adecuado estado de bienestar físico – mental y
social en personas familias y comunidades con una amplia
participación de los actores sociales intra y extra
sectoriales a través de acciones de promoción, prevención, tratamiento y
rehabilitación lo que se logra en la medida que sean
capaces de garantizar la equidad,
eficiencia,
efectividad y la mayor calidad científico – técnica
de las actividades que se desarrollen.

Los principales gestores son el Médico y Enfermera de
la Familia que  desde su principal tribuna, el Consultorio
Médico, ubicado justamente dentro de la comunidad, 
se convierten en conocedores de la estructura de las familias, de
su composición, características, etapa del ciclo
vital en que se encuentran, desarrollo de roles y
jerarquías y crisis por las que atraviesan. Esa fue la
razón que nos condujo a seleccionar el Consultorio
Médico 5-1 del Policlínico "Octavio de la
Concepción" del municipio de Camajuaní como marco
de referencia para definir el escenario de nuestra
investigación. El mismo se caracteriza por tener una
población altamente envejecida (Índice de Rosset =
19.2) y un 80% de familias extensas, geográficamente
está ubicado en el centro urbano de la localidad, con un
predominio de hogares con buenas  condiciones
económicas y socioculturales.

El primer paso para determinar los informantes claves fue
apoyarnos en un grupo de expertos, formado por el Equipo
Básico de Salud del Consultorio y el Equipo
Multidisciplinario de Atención Gerontológica los
cuales seleccionaron las familias que cumplían con
los  siguientes criterios de inclusión y
exclusión:

  • Criterios de inclusión:

Adulto Mayor Joven (60-79 años): Ambos sexos.
Consentimiento informado. No deterioro cognitivo y/o discapacidad
mental (Minimental State Examination y Escala
Psicoafectiva). (Ver Anexos 1y 2)

     Hijo del Adulto Mayor (Adulto de
30-60 años): Ambos sexos. Convivir con el adulto
mayor. Consentimiento informado. No deterioro cognitivo y/o
discapacidad mental

Nietos: Adolescentes de 12- 18 años que convivan
con el adulto mayor. Consentimiento informado. No deterioro
cognitivo y/o discapacidad mental

  • Criterios de Exclusión: Sujetos con
    trastornos psicológicos y/o psiquiátricos.

Las familias que sirvieron de escenario de  la
investigación se describen de la siguiente manera:

Familia 1: Extensa,  compuesta por el matrimonio
de adultos mayores, la hija y nieta adolescente. En etapa de
contracción. No crisis relacionada con el ciclo vital,
crisis transitoria por desmembramiento (esposo de la hija en el
extranjero) Se cumplen funciones. Condiciones
socioeconómicas buenas.

Familia  2: Extensa, compuesta por seis miembros,
el matrimonio de adultos mayores,  la hija y su esposo, y
los nietos, de ellos una  adolescente y un menor. Se
encuentra en etapa de contracción, sin crisis relacionadas
con el ciclo vital, cumplen funciones, buenas condiciones
socioeconómicas.

Familia 3: Extensa compuesta por el matrimonio de
adultos mayores, cinco hijas y dos nietas adolescentes. Sin
crisis relacionadas con el ciclo vital. Se cumplen funciones.
Condiciones socioeconómicas buenas.

Familia 4: Extensa, en etapa de contracción,
compuesta por el matrimonio de adultos mayores, una hija y el
nieto adolescente. Sin crisis relacionadas con el ciclo vital. Se
cumplen funciones. Condiciones socioeconómicas buenas.

Familia -5: Extensa. Compuesta por el adulto mayor, el hijo,
la nuera, y el nieto adolescente. En etapa de disolución,
con crisis por fallecimiento reciente del la esposa y conflictos
familiares.

La muestra es
típicamente pequeña, con un criterio de selección
de manera que la misma refleje realmente el fenómeno, su
diversidad complejidad e integridad, asegurando lo peculiar y lo
subjetivo, y que estén representadas todas las
características posibles del  mismo, además
tuvimos en cuenta que se cumplieran los siguientes
requisitos:

·        
Acceso  fácil a las mismas.

·         Alta
probabilidad
de que se diera una mezcla de procesos, programas,
personas, interacciones y/o estructuras relacionadas con las
cuestiones de investigación.

·         Se
pudiera establecer una buena relación con los
informantes.

·        
Pudiera  desarrollar el papel de investigadora durante todo
el tiempo que fuera necesario.

·         Se
asegurara la calidad y credibilidad del estudio.

Acceso al campo

El campo, contexto físico y social en el que tienen
lugar los fenómenos, hechos y situaciones  objeto de
investigación, es lo desconocido lo que escapa a las
previsiones, lo que no puede someterse a control. La
investigación cualitativa se caracteriza por obtener las
evidencias y
los datos en el contexto natural y espontáneo del campo
sin ningún tipo de manipulación controlada.
Esto  su-puso cumplir las siguientes exigencias:

-Negociar y explicar la entrada al campo. Solicitar
permiso.

-Permanencia prolongada en el contexto familiar.

-Participación activa con los protagonistas del
estudio.

-Definir y  adquirir nuestro status desde el marco de las
relaciones sociales existentes en el contexto.

– Ponernos en el lugar de las personas cuyas ideas,
métodos y herramientas
de trabajo o
producciones tratamos de comprender.

Como miembro del grupo de expertos por ser psicóloga
del EMAG y el GBT, pudimos recorrer el espacio físico,
escuchar conversaciones de los  integrantes de las familias
y realizar entrevistas
informales a estos; estrategia de vagabundeo que nos
facilitó la entrada al campo. Nuestra presencia
física no fue el problema principal a la hora de conceder
el permiso para acceder al campo, sino la problemática que
pretendíamos abarcar en la investigación. Se hizo
necesario explicar minuciosamente a cada sujeto  nuestros
objetivos y la
necesidad que como profesionales teníamos de su
cooperación y sinceridad asegurándoles el anonimato
y la privacidad. Nos resultó claro que el acceso al campo
es algo más que un mero problema físico y que llega
a significar la posibilidad de recoger un tipo de
información que está vetada para la mayoría
de las personas ajenas al grupo  en cuestión.

Después de obtener el consentimiento informado de los
participantes comenzamos a negociar  los roles que unos y
otros íbamos a desempeñar a lo largo de la
investigación. En este caso asumimos los siguientes
roles:

Rol de investigadora: Mostrarme como conocedora de mi
trabajo con dominio de
habilidades y técnicas
que permiten planificar y realizar una investigación.

Rol de participante: Convertirme en un instrumento
que escucha, observa, escribe. Realizamos las funciones propias
de aquellas personas con las que compartimos determinada
situación educativa

Rol de intermediaria: Convertirme en
intérprete de los modos de vida y los significados propios
de una cultura para mostrársela a los grupos o comunidades
que la desconocen por pertenecer a otras culturas diferentes.

Abandonamos el campo cuando consideramos tener los datos
necesarios para llegar a la comprensión del
fenómeno para evitar el riesgo de ser considerada 
parte integrante del contexto
familiar.

Descripción y fundamentación de los
métodos aplicados:
Para la recogida de los datos se
utilizaron los siguientes métodos:

Observación: Su propósito fundamental es
la recogida de datos e información de manera
sistemática en contextos y situaciones determinadas sobre
un fenómeno o acontecimiento tal y como este se produce.
Se emplea como método
complementario y permanente en toda la  investigación
como vía de confirmación o contrastación de
las informaciones obtenidas en las otras técnicas
empleadas por lo que contribuye a la legitimación de los resultados y con ello a
consolidar la calidad de la investigación. La utilizamos
durante todas las sesiones individuales con los sujetos de la
investigación, teniendo en cuenta los siguientes
indicadores:

-         
Actitud del sujeto.

-         
Expresiones emocionales de estos durante la interacción
con el investigador (verbales o no).

Observación participante: Es una de los
procedimientos mas empleados en la investigación
cualitativa- Es un método interactivo de recogida de
información que requiere de la participación del
observador- investigador  en los acontecimientos que esta
observando. La implicación supone participación en
la vida social y compartir las actividades fundamentales que
realizan los sujetos que forman parte del escenario de la
investigación. En este caso nos desempeñamos como
un observador marginal, que durante las visitas a los
hogares donde permanecimos por varias horas pudimos observar el
comportamiento de la relación intergeneracional como un
espectador aceptado o tolerado por el grupo familiar. Esto 
nos permitió obtener las percepciones de la realidad
estudiada lo que difícilmente podría lograrse sin
implicarnos  en ella de manera efectiva y acercarnos a las
experiencias reales que viven los sujetos investigados.

Entrevista inicial focalizada: Es una técnica
que se realiza de manera individual con cada uno de los sujetos
investigados. El investigador se presenta haciendo una breve
introducción de su rol profesional, su
identificación y otros datos de interés. Los
objetivos de la misma van dirigidos a crear un ambiente de
desinhibición y confianza, valorar las expectativas que
origina la investigación, y lograr la motivación de los participantes en la
misma. Este primer contacto entre los sujetos y el investigador
es de trascendental importancia para el desarrollo posterior de
la investigación, aquí debe fomentarse el clima de
confianza y seguridad necesarios para continuar el trabajo en equipo
y recoger los datos generales de los sujetos.

Entrevista en profundidad: Se considera como el eje
metodológico principal para adentrarse en el mundo
subjetivo de los individuos. Se caracteriza por establecer 
reiterados encuentros entre el investigador y los informantes
dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que
tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o
situaciones, tal como lo expresa Taylor Bigdam
(1992). (30)

-          Es no
directiva, no estructurada, informal abierta y flexible con un
propósito explicito.

-          El
entrevistador busca acercarse a las ideas y opiniones de los
otros.

-          Se
ofrecen explicaciones sobre lo que pretendemos.

-          Los
entrevistados se expresan con sus propias palabras.

-          Es una
conversación entre iguales y no un simple intercambio de
preguntas y respuestas.

-          El
entrevistador debe mostrarse interesado, atento, brindar
confianza, apoyar lo que dice el sujeto, repetir sus
explicaciones o al menos usar sus mismas palabras cuando se
intenta aludir a un mismo concepto.

Para lograr nuestro objetivo de conocer la relación
adulto mayor – familia desde la perspectiva de los propios
sujetos utilizamos los tipos de preguntas propuestas por Patton
(1984). (8)

-  Preguntas sobre experiencias y comportamientos:
Descubre lo que los sujetos hacen o han hecho. Su objetivo es
descubrir experiencias, conductas, acciones y actividades que
podrían haber sido observadas.

-  Preguntas sobre opiniones y valores: Pretenden
averiguar lo que la gente piensa de sus comportamientos y
experiencias, informan sobre las metas, intenciones, deseos y
valores de las personas. Conllevan una explicación
racional y una toma de
decisiones por parte del entrevistado.

– Preguntas sobre sentimientos y emociones: Tratan de conocer
las respuestas emocionales de las personas sus pensamientos y
experiencias.

Cuestiones de conocimiento: Permiten descubrir
información que posea el sujeto.

Las entrevistas fueron registradas con grabaciones de audio
casete para garantizar la calidad y fiabilidad de la
información. Luego se hizo una lectura
general de la transcripción de los contenidos obtenidos en
la entrevista
en profundidad, completando la audición  con
indicadores de tono de voz, vacilaciones y omisiones que pueden
ser esenciales para su comprensión. Las transcripciones
fueron hechas minuciosamente, registrando los contenidos como los
sujetos los verbalizan (Ver Anexo 3).

Test de dibujo "Mi
Familia y Yo".
Se considera dentro de las técnicas
proyectivas más utilizadas en la psicología
clínica – asistencial, sobre todo en el trabajo con
los  niños, lo que no excluye su utilización
en el Adulto Mayor. Se utilizó con el objetivo de obtener
más elementos acerca de la percepción de las
relaciones familiares por los miembros de cada generación.
Esta técnica se aplicó de manera individual. La
consigna consistió en pedirles que se dibujaran con su
familia realizando alguna actividad. Al concluir el dibujo se les
solicitó que expresaran lo que acontecía en
él y quiénes eran sus miembros.

Materiales: Hojas de papel en blanco, Lápices y
Colores

La forma de calificación es cualitativa en
función de indicadores tales como: inclusión o no
del adulto mayor, aparición de los diferentes miembros de
la familia, ubicación especial de estos en el dibujo,
posibles formas de comunicación entre ellos, tipo de
actividad que realizan o ausencia de actividad, relación
de contacto, así como el análisis cualitativo del
reporte verbal que hace el sujeto (Ver Anexo 4).

Test de percepción del funcionamiento
familiar:

Creado en Cuba en 1994 por Pérez de la Cuesta Lauro y
Bayarre y denominada FF -SIL,  fue validada en una muestra
de familias de dos municipios de La Habana y obtuvo una alta
confiabilidad y validez. (31). Se mide la percepción del
funcionamiento familiar a través de las dimensiones
siguientes:

Cohesión: Unión familiar física y
emocional  al enfrentar diferentes situaciones y  en la
toma de decisiones de la tareas cotidianas.

Armonía: Correspondencia entre los intereses y
necesidades individuales con los de la familia en un equilibrio
emocional positivo.

Comunicación: Los miembros son capaces de
transmitir experiencias y conocimientos de forma clara y
directa.

Adaptabilidad: Habilidad para cambiar estructuras de
poder y relación de roles ante una situación que lo
requiera.

Afectividad: Capacidad de los miembros de vivenciar y
demostrar sentimientos y emociones unos y otros.

Rol: Cada miembro de la familia cumple las
responsabilidades y funciones negociadas por el núcleo
familiar.

Permeabilidad: Capacidad de dar y recibir experiencias
de otras familias o instituciones.

Se ordena al sujeto leer detenidamente cada enunciado
propuesto y luego de valorar los mismos marcar con una (x) en el
que considere correcto.

Las opciones de respuesta se desglosan en: casi siempre,
muchas veces, a veces, pocas veces, casi nunca, Cada respuesta se
evalúa  de  5 a  1 punto.

Calificación final:

·        
Familia funcional: 70-57

·        
Moderadamente funcional: 56-43

·        
Familia disfuncional: 42-28.

·        
Familia severamente disfuncional: 27-14.

La calificación se realiza cualitativamente por
análisis de contenido (Ver Anexo 5).

Test de relaciones familiares: Técnica
encaminada al estudio de las relaciones familiares desde la
óptica
del sujeto que se investiga. No fue creada para la tercera edad
pero algunos investigadores han obtenido resultados
satisfactorios en esta. Consta de cuatro subtest con 12
ítems cada uno:

– Valoración de la familia.

– Distribución de roles.

– Manifestaciones de afecto entre los familiares.

– Diálogo en la familia.

Se le pide al sujeto que marque con una ( x ) en el
número que mejor expresa su sentir de acuerdo al valor
asignado en la cabeza de cada columna, donde aparecen las
categorías: casi nunca, nunca, a veces, siempre. La
calificación se realiza cualitativamente por
análisis de contenido (Ver Anexo 6).

Método del Círculo Familiar: Author:
Thrower S, Bruce W y Walton (1982).  Se dio a conocer en
Cuba en 1994 por G. Ruiz Rodríguez. Es un método
gráfico, fácil de ejecutar y sencillo. Aporta datos
de interés para el especialista sobre el funcionamiento
familiar, sobre términos fundamentalmente de atracciones y
rechazos en el ámbito familiar.

Materiales: Lo único que se necesita es
una hoja de papel y un lápiz.

Instrucción: Se le pide al sujeto que
haga un esquema de su familia  en los  términos
siguientes:

"Imagina  que este círculo grande que yo
hago representa tu familia en general  tal y como es ahora.
Dibuja pequeños círculos que representan tanto a ti
mismo como a todas aquellas personas importantes o
significativas, sean familiares o no. Pueden estar dentro, fuera,
tangentes al círculo o inclusive alejadas de el. Pueden
ser grandes o pequeños en dependencia de su
significación o influencia. Si existen otras personas
suficientemente importantes en tu vida como para estar dentro del
círculo, ponlas; así como cualquier objeto, auto,
etc. Dentro de cada círculo escribe la inicial del nombre
para poderlos identificar  bien."

La técnica se aplica a cada miembro por separado. Para
lograr la uniformidad del círculo se puede confeccionar de
cartulina de 8 cm. de longitud y cada miembro de la familia
copiarlo. El primer paso en la discusión y análisis
del círculo familiar es la descripción y explicación  del
dibujo por parte del sujeto. Esto lleva, lógicamente, a
precisar aspectos tales como: intimidad, distancia,
jerarquía de poder, toma de decisiones, cercanía,
patrones de comunicación, espacios y límites
personales. Ejemplos de preguntas para precisar elementos
reflejados en el dibujo, pudieran ser ¿Cómo
compararías el círculo que dibujases con el que
hubieras querido que fuera?, ¿Cómo
redispondrías los círculos para efectuar los
cambios deseados?, ¿Qué harías o
dirías a la familia para ello?, ¿Si alguna persona
en el círculo cambia su forma de ser, se muda o muere,
qué efectos o modificaciones produciría en
otros?

Los círculos y su significado representan una imagen
subjetiva de la propia familia del sujeto. El rol del
especialista consiste en formular preguntas de manera tal que
broten o se expresen aquellos conflictos o problemas que ayuden a
definir áreas de influencias familiares, así como
cambios deseados. El diálogo en realidad cumple
múltiples fines: preguntar, aclarar, orientar, precisar,
situar metas. El círculo familiar es útil como
parte integrante de los datos clínicos. Ellos suministran
información definida sobre aspectos psico – sociales que
de hecho pudieran sospecharse pero que no tienen suficiente
claridad (Ver anexo7).

Sesiones de trabajo: Las sesiones de trabajo se
realizaron todas en los hogares, y se estructuraron en tiempo y
frecuencia según las particularidades de cada sujeto. Las
pruebas
psicológicas fueron aplicadas en el horario de la
mañana en condiciones de iluminación, ventilación y
privacidad adecuadas. La duración de cada sesión
fue determinada por el ritmo de trabajo de cada sujeto.

De forma general distribuimos las sesiones de la siguiente
manera en cada sujeto:

Primera sesión: Establecer contrato formal
con los sujetos y crear rapport, obtener datos generales.
(Entrevista inicial focalizada).

 Segunda sesión:

– Test de
percepción de las relaciones familiares.

– Dibujo de la familia

Tercera sesión:

Test de relaciones familiares.

– Círculo familiar.

Cuarta sesión:

– Entrevista en profundidad.

La observación la usamos en cada visita como
método indirecto para la recogida de datos. La
aplicación de estas  técnicas  estuvo
encaminada a triangular la información obtenida en la
entrevista para determinar cuales eran los indicadores relevantes
que se manifestaban en el estudio. La triangulación
consiste en la combinación dentro de un estudio
único de distintos métodos o fuentes de datos.
Aunque las notas de campo basadas en la experiencia directa en un
escenario, proporcionan los datos claves en la observación
participante, otros métodos y enfoques pueden y deben
emplearse en conjunto con el trabajo de campo. La
triangulación suele ser concebida como un modo de
protegerse de las tendencias del investigador Se utilizaron las
siguientes estrategias de la triangulación:

Triangulación metodológica: Se
utilizaron varios métodos para trabajar sobre los mismos
aspectos a investigar.

Triangulación de datos: Uso de diferentes
fuentes de datos. Estudiar un fenómeno con diferentes
sujetos, tiempos, lugares y ambientes.

Análisis de la información: El
análisis de la información se realizó a
partir del esquema propuesto por Miles y Huberman (1994),
según el cual concurren tareas de reducción de
datos, presentación de datos o extracción y
verificación y  conclusiones. (28)

La tarea de reducción de datos consiste en simplificar,
resumir, y seleccionar la información para hacerla mas
abarcable y manejable luego de una lectura atenta y repetida de
la misma o "lectura flotante" que al decir de Barding (1977), es
necesaria para impregnarse del material.

Posteriormente separamos el material siguiendo un criterio
temático y según lo planteado por cada
generación objeto de estudio en cada técnica
empleada lo que supone la categorización:

La categorización hace posible clasificar
conceptualmente las unidades que son cubiertas en un  mismo
tópico; las categorías se refieren a situaciones,
contextos, actividades, acontecimientos, relaciones entre
personas, comportamientos, sentimientos, perspectivas sobre un
problema, métodos, estrategias, procesos. La
categorización es una tarea simultánea a la
separación en unidades cuando esta se realiza atendiendo a
conocimientos temáticos.

La codificación es la operación
concreta por la que se asigna a cada unidad un indicativo
(código) propio de la categoría en la que la
consideramos incluida.

Se analizó la percepción de la relación
familia-tercera edad por cada generación en base a
categorías: 

Afectividad: Capacidad de los miembros de la familia de
vivenciar, demostrar y/o expresar emociones y sentimientos.
Actitud ante los problemas del adulto mayor.

Armonía: Vinculo entre los intereses y
necesidades individuales y los del adulto mayor.

Cohesión: Unión familiar física y
emocional al enfrentar diferentes situaciones relacionadas con el
geronte. Inclusión del mayor en la toma de decisiones.

Comunicación: Capacidad de dialogar, 
transmitir experiencias y conocimientos de forma clara y directa
entre el adulto mayor y su familia.

Rol: Papel jugado por el adulto mayor en el
núcleo familiar, actividades que realiza.

Tras un análisis de datos de cada caso en particular,
manteniendo su carácter único y holístico,
se realizó un análisis integral  que supone la
triangulación de resultados  para luego arribar a
conclusiones.

La calidad de la investigación se refiere al rigor
metodológico con que ha sido diseñada y
desarrollada y a la confianza que como consecuencia de ello
podemos tener en la veracidad de los resultados obtenidos.

La cientificidad se evalúa por los siguientes
criterios:

Credibilidad: Alude a la confianza en la veracidad de
los descubrimientos realizados en una investigación y hace
referencia a la necesidad de que exista un isomorfismo entre los
resultados de la investigación y las percepciones que los
sujetos participantes poseen de la realidad estudiada. (28).
Durante esta investigación desarrollamos dos estrategias
que permitieron superar los problemas de credibilidad: El hecho
de estar presentes como observadores de la realidad estudiada
para comprender lo esencial, lo característico,
diferenciándolo de lo anecdótico y ajustar las
categorías extraídas de la realidad y el uso de la
triangulación como procedimiento de
análisis de los datos, que hizo posible contrastar los
mismos e interpretarlos a partir de la diferentes técnicas
y sujetos, asegurando arribar a las mismas conclusiones a partir
de diversas clases de datos.

Transferencia: Hace referencia a las posibilidades de
aplicar los resultados de la investigación a otros
sujetos  o contextos. Aunque la generalización no es
posible dado el carácter único e irrepetible de los
contextos, conductas y fenómenos estudiados, sí
cabe la posibilidad de algún tipo de transferencia de
contexto, dependiendo del grado de similitud entre los mismos,
por lo que en este estudio creemos haber ofrecido una
descripción exhaustiva y copiosa que facilite establecer
comparaciones y transferir resultados.

Dependencia o consistencia: Se relaciona con la
posibilidad de que obtuviéramos los mismos resultados al
replicar el estudio con los mismos o similares sujetos y
contextos.  En esta investigación los criterios de
independencia han quedado garantizados a través de la
triangulación de los resultados, pues se han contrastado
las perspectivas individuales de los sujetos objetos de estudio y
los resultados obtenidos en las diferentes técnicas.

Confirmalidad: Es la garantía de que los
descubrimientos de una investigación no estén
sesgados por motivaciones, intereses y perspectivas del
investigador. Al igual que en la dependencia, en la medida que
hemos expuesto de forma clara y precisa los resultados del
presente trabajo, así como las vías utilizadas para
lograrlo, dejamos garantizado en tal sentido la fiabilidad
externa o confirmalidad. El empleo de la
triangulación, y sobre todo el ejercicio de la
reflexión realizados, ofrecen evidencias de la
misma.    

ANÁLISIS DE LOS
RESULTADOS

Análisis de los resultados por técnicas
según la percepción del adulto mayor:

Dibujo de la Familia.

Afectividad: En todos los dibujos "Mi
familia y yo" los adultos mayores se incluyen dentro de la misma,
lo que denota un sentido de pertenencia hacia el grupo familiar,
la expresión emocional es buena y hay una tendencia a
colocarse junto a la pareja, pues refieren existe un
vínculo afectivo mas estrecho. En las familias 1-2-3-4 se
representan los hijos y nietos incluso los que no residen con
ellos; aún cuando en los reportes verbales se expresan
algunas insatisfacciones en cuanto a la relación con los
hijos fundamentalmente.

Armonía: En las representaciones gráficas y reportes verbales se observa un
ambiente emocional equilibrado, aunque con ciertas
insatisfacciones en cuanto a la no coincidencia de intereses
entre ellos, sus hijos y nietos.

 Cohesión: En general los gerontes se
dibujan a si mismos y a su familia realizando actividades de
forma heterogénea, sin un fin colectivo. La
realización de actividades conjuntas solo esta presente en
la familia  3; existe una tendencia a agrupar al matrimonio
de adultos medios y sus hijos o por generaciones, lo que habla a
favor de poca unión física y emocional con el
adulto mayor según su propia percepción.

Comunicación: Al analizar la disposición
de los miembros en el dibujo de los adultos mayores 1-2-3, se
observa que la comunicación es más estrecha
intergeneracionalmente, según el geronte la
transmisión mas clara y directa de opiniones, pensamientos
y sentimientos se realiza con su pareja; no ocurre así en
la familia 4 y 5 .

A continuación se describen los relatos realizados por
los adultos mayores en sus dibujos:

Adulto mayor 1: Se coloca junto a su pareja, luego la
hija que vive en el hogar y la nieta. " Todos juntos en la casa,
mi yerno es de la familia pero ahora está en España".

Adulta mayor  2: Dibuja en primer plano a su
yerno, la hija y nietos. "Como mi esposo trabaja en Varadero y
solo viene los fines de semana, mi yerno es como el jefe de
familia, ellos siempre están juntos, salen y pasean". "Yo,
junto a mi esposo porque es mi pareja desde hace 45 años y
nos queremos mucho".

Adulta mayor 3: Coloca a su esposo en primer lugar: "El
es el jefe de familia, siempre estamos juntos"; luego todas sus
hijas en orden de nacimiento y posteriormente los nietos. "Todos
estamos juntos en una reunión, así nos colocamos
muchas veces".

Adulta mayor 4: Coloca en primer lugar a la hija que no
vive en el hogar: "Es mi hija menor que vive al lado pero siempre
estamos juntas y nos llevamos muy bien". Junto a ella la otra
hija que va para el trabajo, su esposo realizando los mandados,
el nieto jugando pelota y finalmente ella conversando."Pocas
veces realizamos actividades en conjunto, nos llevamos bien pero
no somos muy unidas".

Adulto mayor 5: Se coloca con sus nietos e hija que
vive en otra provincia, excluye al hijo que reside en el hogar."
"Mi esposa murió hace poco", " No sé si mi hijo
quiere que lo coloque".

Círculo Familiar: Todos los gerontes se colocan
dentro del círculo junto a los miembros de su familia,
incluso los hijos y nietos que no viven en el hogar lo que denota
se consideran parte integrante de la misma, El adulto 5 excluye
nuevamente al hijo ya que existen dificultades en sus relaciones.
Expresan afecto hacia sus hijos y nietos pero al colocar los
miembros de la familia la pareja vuelve a ocupar el lugar central
y se unen los restantes miembros según generación.
Se recogen expresiones tales como:

Adulto mayor 1: Todos siempre estamos unidos.

Adulta mayor 2: Me sacaron de la familia. Ellos se
agrupan para realizar actividades  y últimamente para
tomar decisiones.

Adulta mayor 3: Todos estamos dentro del círculo
porque aunque existan algunas diferencias somos una familia. Mi
esposo a mi lado porque siempre estamos juntos".

Adulta mayor 4: Quisiera que nos lleváramos
mejor y la familia fuera más unida.

Adulto mayor 5: Si mi esposa estuviera viva la colocara
en primer lugar. No pinto a mi hijo porque casi ni nos hablamos y
no sé si él quiera estar allí. Claro,
quisiera que todos estuviéramos
juntos.   

Test de percepción de las relaciones familiares:
Desde la óptica de nuestros adultos mayores las familias 1
y 2 son funcionales, la 3 y 4 son  moderadamente funcionales
y la 5 disfuncional. Al analizar cualitativamente esta
técnica apreciamos los siguientes resultados:

Afectividad: La expresión de emociones y
sentimientos se ve limitada entre los miembros de la familia. Los
gerontes refieren querer a su familia, pero se quejan de que a
medida que avanza el tiempo las demostraciones de cariño,
físicas o verbales de sus hijos, van disminuyendo.
Recuerdan con añoranza los tiempos en que los hijos eran
pequeños y se besaban o acariciaban (Adultos mayores 1y
2). No ocurre así con los nietos los cuales a pesar de
expresarse verbalmente, en ocasiones, de forma negativa, si son
capaces de besarlos; acariciarlos y dar muestras físicas
de afecto.

Adulto mayor 1: Nosotros  nos tenemos afecto.

Adulta mayor 2: Mi hija es cariñosa; pero menos
que antes.

Adulta mayor 3: Nos queremos, pero pocas veces nos lo
decimos o no los demostramos.

Adulta mayor 4: Nosotros no somos muy besucones, nos
resulta difícil expresarnos.

Adulto mayor 5: Cuando eran pequeños, mis hijos
eran iguales y les di todo, pero ahora nos llevamos muy mal mi
hijo y yo.

Armonía: Los adultos mayores perciben en su
mayoría que no existe correspondencia entre los intereses
y necesidades de cada generación, lo que hace que con
frecuencia ellos se sientan tristes, apartados y en desequilibrio
emocional con sus hijos. Así expresan:

Adulto mayor 1: Nos llevamos bien, aunque los intereses
no coincidan a veces.

Adulta mayor 2: Nos llevamos muy bien, pero a veces no
se dan cuenta de lo que necesito y eso me entristece.

Adulta mayor 3: A nuestra edad se necesita paz, en
ocasiones los demás no lo entienden, me pongo triste.

Adulta mayor4: A veces existen discusiones entre mi
hija y nieto y hasta conmigo, pero yo ahora me callo, pues lo que
quiero es tranquilidad.

Adulto mayor 5: Cada cual anda por su lado, muchas
veces discutimos, no hay paz.

Cohesión: Todos los adultos mayores consideran
que existe unión familiar al enfrentar diferentes
situaciones fundamentalmente las relacionadas con sus problemas
de salud, lo que esta avalado por reportes verbales como:

Adulto mayor 1: Mis hijos siempre están
pendientes de nosotros.

Adulta mayor 2: Cuando me enfermo todos me atienden
enseguida, mi hija deja de trabajar y mi nieta me ayuda
bastante.

Adulta mayor 3: Somos una familia muy unida.

Adulta mayor 4: Bueno, mi hija tiene su forma pero
cuando mi esposo o yo nos enfermamos ella es la que corre.

Adulto mayor 5: Mi nuera es la que siempre me
atiende.

En cuanto a la toma de decisiones los adultos mayores 
muchas veces se sienten  excluidos, considerando que en este
sentido la generación intermedia (hijas y yernos)
desempeñan el papel principal, opinan que esto ocurre
porque ya no tienen autoridad y
los más jóvenes no quieren escuchar sus
consejos.

Adulto mayor 1: A veces tengo opiniones diferentes a mi
hija y nieta pero al final ellas siempre hacen lo que entienden
pues tienen mejor gusto y mi hija es la que paga.

Adulta mayor 2: Mis ideas son escuchadas y a veces las
consideran, pero otras no.

Adulta mayor 3: Con frecuencia hay pequeñas
discusiones entre mis hijas y yo porque ellas piensan de manera
diferente, me dicen que soy "antigua" cuando doy un consejo.

Partes: 1, 2, 3
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