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Enuresis, encopresis, onicofagia (página 2)



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En los individuos de mayor edad con enuresis se debe
establecer una distinción entre la enuresis primaria y la
secundaria; esta última se define como la enuresis en
pacientes que han sido completamente continentes durante 6 a 12
meses. A diferencia de la eneuresis nocturna primaria, en la
secundaria casi siempre la causa es
psicológica.[ ]Entre las
causas más importantes de enuresis secundaria hay que
citar los trastornos emocionales, las infecciones del aparato
urinario, las lesiones de la cauda equina, la epilepsia, la apnea
del sueño y las malformaciones del aparato urinario. En
los pacientes con enuresis secundaria, se debe descartar la
presencia de alguna causa subyacente.

CRITERIOS PARA EL
DIAGNÓSTICO DE ENURESIS

A. Emisión repetida de orina en la cama o en los
vestidos (sea voluntaria o intencionada).

B. El comportamiento
en cuestión es clínicamente significativa,
manifestándose por una frecuencia de 2 episodios semanales
durante por lo menos 3 meses consecutivos o por la presencia de
malestar clínicamente significativo o deterioro social,
académico (laboral) o de
otras áreas importantes de la actividad del individuo.

C. La edad cronológica es de por lo menos 5
años (o el nivel de desarrollo
equivalente).

D. El comportamiento no se debe exclusivamente al
efecto fisiológico directo de una sustancia (p. ej., un
diurético) ni a una enfermedad médica (p. ej.,
diabetes, espina
bífida, trastorno convulsivo).

TRATAMIENTO    

No hacer nada o castigar al niño son respuestas comunes
a la enuresis, pero ninguna de ellas ayuda. Lo recomendable es
darle seguridad al
niño de que la enuresis es común y que se puede
aliviar.

Lo primero es asegurarse de que el niño vaya al
baño en los momentos normales durante el día y la
noche y que no retenga la orina durante períodos de
tiempo
prolongados. Asimismo, asegurarse de que el niño vaya al
baño antes de irse a dormir. Se puede reducir la cantidad
de líquido que el niño toma varias horas antes de
ir a dormir, pero esto solo no es un tratamiento para la
enuresis. Los líquidos no se deben restringir de manera
excesiva.

Algunas familias utilizan una tabla de diario que el
niño puede marcar cada mañana. Aunque esto no
resuelva el problema por completo, puede ayudar y se debe
intentar antes de utilizar medicamentos. Es más
útil en niños
más pequeños, aproximadamente de 5 a 8
años.

Las alarmas para enuresis son otro método que
se puede utilizar junto con el sistema de
recompensas. Las alarmas son pequeñas y están
fácilmente disponibles sin receta en muchas tiendas.

La alarma despierta al niño o padre cuando la vejiga
está llena y el niño puede levantarse y usar el
baño. El entrenamiento
para usar la alarma puede tomar varios meses para que funcione
apropiadamente y es posible que se necesite entrenar al
niño más de una vez. Las alarmas para la enuresis
tienen una tasa de efectividad alta si se utilizan de forma
constante. Una vez que el niño no se orina en la cama
durante 3 semanas, se continúa usando la alarma durante
otras 2 semanas y luego se suspende.

Los medicamentos de receta como DDAVP (desmopresina)
están disponibles para tratar la enuresis, al disminuir la
cantidad de orina producida en la noche. Estos medicamentos son
fáciles de usar, se obtienen resultados rápidamente
y se pueden utilizar por poco tiempo en caso de pasar la noche en
otra parte. También se puede recetar para su uso
prolongado durante meses. El médico puede recomendar la
suspensión del medicamento en diferentes momentos para ver
si la enuresis ha desaparecido.

Algunas fuentes
encuentran que las alarmas para enuresis combinadas con
medicamentos producen el mayor número de curaciones.

No olvidemos que las edades son orientativas, pues todo
depende de la maduración de cada niño.

El tratamiento de la enuresis primaria se debe reservar a los
pacientes con una edad adecuada (mayor de 5 ó 6
años), y consiste en la realización de ejercicios
de entrenamiento vesical y en una serie de medidas
terapéuticas de tipo conductivo. Las alteraciones
urológicas son más comunes en la enuresis primaria
y su valoración requiere un examen urológico.

Los estudios científicos y psicológicos indican
que la enuresis puede tener un tratamiento activo como pasivo.
Cuando la enuresis puede continuar de fuente importante de
tensión emocional, puede estar indicada la farmacoterapia
sintomática, prestando la atención adecuada a las posibles causas
subyacentes.

Tratamiento activo

El tratamiento activo consiste brevemente en medicación
apropiada (imipramina, arginina, anticolinérgicos, etc.)
para modificar el ánimo del niño, así como
la dilatación de la vejiga que está
íntimamente relacionada con la capacidad de
contención y vaciamiento de la misma.
Tambíén existen una serie de prácticas,
orientadas a desarrollar el control del
esfínter vesical (ejercicios de control de la
micción), así como ciertas conductas que previenen
la enuresis nocturna (como, por ejemplo, dejar de ingerir
líquidos varias horas antes de acostarse). El tratamiento
sintomático se suele realizar con cloruro de oxibutinina o
con imipramina. En algunos pacientes, se ha utilizado las
desmopresina por vía
intranasal.[]

Otra manera práctica es la utilización de
pequeños dispositivos eléctricos que al detectar
humedad en sus sensores activan
una alarma, que haría despertar al niño o a sus
padres para usar el inodoro.[] Algunos estudios
indican que si esta terapia conductual ha dado buenos resultados,
en cuanto a que los niños se les enseña a
reaccionar frente a un estímulo (el fisiólogo ruso
Iván Pávlov ya da cuenta de que un estímulo
'a', en este caso la micción incontrolada, condiciona una
respuesta 'b', en este caso la contracción del
esfínter vesical, que al ser aprendida puede prevalecer en
el tiempo como un acto reflejo).

Tratamiento pasivo

El tratamiento pasivo, según algunos profesionales que
lo defienden, es esperar lo suficiente, hasta que esta
irregularidad se normalice en forma natural antes de la
adolescenciaEs importante resaltar que el entorno familiar del
niño es importante. Las atenciones, afecto y
comprensión por parte de sus cuidadores aseguran que el
niño aprenda realmente prácticas que pueden ser
útiles en el tratamiento de la enuresis, y además
favorecen ostensiblemente su recuperación.

ENCOPRESIS

 Definiciones:

Es el paso voluntario o involuntario de heces en un
niño de más de cuatro años, lo cual causa el
manchado o suciedad de sus ropas.

La Encopresis consiste en que el niño hace sus
deposiciones, repetida e involuntariamente, en lugares que no son
adecuados para ello, a una edad en la que se espera que haya
control al respecto.

La encopresis es un problema que los niños pueden
desarrollar a causa de una constipación crónica
(prolongada). Con la constipación, los niños tienen
menos evacuaciones intestinales que lo normal, y las evacuaciones
que efectúan pueden ser duras, secas y difíciles.
Una vez que el niño se vuelve constipado, se puede
desarrollar un ciclo vicioso. Es posible que el niño evite
usar el baño para no sentir molestias. Las heces pueden
quedar impaccionadas (retenidas en el recto y el intestino
grueso) sin poder
avanzar.

NOMBRES ALTERNATIVOS: Incontinencia fecal; Ensuciarse
en la ropa

La Encopresis puede ser:

– primaria: si nunca se ha logrado el control.

– secundaria: si se produce después de un
período de control.

¿Qué niños desarrollan
encopresis?

Cualquier niño con constipación crónica
puede desarrollar encopresis. Algunas de las situaciones que
pueden llevar a la constipación incluyen las
siguientes:

  • ingerir una dieta de comidas "basura",
    elevada en grasas y
    azúcar
  • beber principalmente refrescos y bebidas azucaradas y no
    beber suficiente cantidad de agua y jugos
    de frutas
  • falta de ejercicio
  • resistencia a utilizar los baños
    públicos
  • estrés en la familia,
    con los amigos o en la escuela
  • estar demasiado ocupado jugando como para dedicar tiempo a
    ir al baño
  • cambio en la rutina para ir al baño, por ejemplo
    cuando un niño empieza un nuevo año escolar y las
    pausas para ir al baño son menos frecuentes que durante
    el verano.

CAUSAS:

Será pues lo más importante identificar la causa
que la produce:

  • unos malos hábitos de aprendizaje:
    presiones excesivas o rigidez al exigir que el niño
    controle a una edad aún temprana para hacerlo.
  • al estreñimiento crónico, que provoca una
    distensión del colon y la consiguiente pérdida
    del tono muscular, con lo cual se producen esas
    pérdidas.
  • puede ser síntoma de depresión infantil u otro trastorno.
  • Falta de entrenamiento para utilizar el inodoro
  • Entrenamiento para usar el inodoro a edad muy temprana
  • Alteración emocional como el trastorno de
    oposición desafiante
  • Trastorno de conducta

Cualquiera que sea la causa, el niño puede llegar a
desarrollar un sentimiento de vergüenza, culpabilidad o
pérdida de autoestima
conexos y puede tratar de ocultar el descubrimiento del
problema.

SÍNTOMAS 

A continuación, se enumeran los síntomas
más comunes de la encopresis. Sin embargo, cada
niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los
síntomas pueden incluir:

  • deposiciones sueltas, acuosas
  • evacuación intestinal involuntaria o necesidad de
    evacuar con poca o sin advertencia, lo que puede manchar la
    ropa interior cuando el niño no logra llegar al
    baño a tiempo
  • rascar o frotar la zona del ano debido a la
    irritación que causan las heces acuosas
  • retraimiento respecto de los amigos, la escuela y, o la
    familia
  • ocultan su ropa interior
  • Incapacidad para retener las heces (incontinencia
    intestinal)
  • Defecación en lugares inapropiados (por lo general,
    en la ropa del niño)
  • Comportamiento reservado asociado con las defecaciones
  • Estreñimiento y heces duras
  • Evacuación ocasional de heces muy grandes que casi
    obstruyen el inodoro Complicaciones  
  • El niño puede desarrollar una baja autoestima y
    sentir la desaprobación de sus compañeros debido
    a este problema. Si no se desarrollan hábitos rutinarios
    de defecación, el niño puede sufrir de
    estreñimiento crónico.

Exámenes   

  • El examen digital del área rectal puede mostrar
    retención fecal radiografía
    abdominal - examen de diagnóstico destinado a evaluar la
    cantidad de heces en el intestino grueso.
  • enema opaco - examen que verifica si hay
    obstrucciones (bloqueo), estenosis (zonas estrechadas) y otras
    anomalías en el intestino. Mediante un enema, se
    administra un líquido denominado bario que se visualiza
    bien en las radiografías y, posteriormente, se examina
    el intestino por radiografía.

CRITERIOS PARA EL
DIAGNÓSTICO DE ENCOPRESIS

A. Evacuación repetida de heces en lugares
inadecuados (por ejemplo vestidos o suelos), sea
involuntaria o intencionada.

B. Por lo menos un episodio al mes durante un
mínimo de 3 meses.

C. La edad cronológica es por lo menos de 4
años (o un nivel de desarrollo equivalente).

D. El comportamiento no se debe exclusivamente a los
efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej.,
laxantes) ni a una enfermedad médica, excepto a
través de un mecanismo que implique
estreñimiento.

TRATAMIENTO   

El tratamiento también dependerá de si es algo
ocasional o más recurrente. Lo primero será ser
visitado por el pediatra, quien determinará cómo
proceder y si es necesaria o no la visita a un especialista.

Según la
personalidad del niño, se optará por quitar
importancia al tema o por insistir al niño en que sea
más cuidadoso. Eso sí, jamás se le
ridiculizará ni castigará por ello.

El objetivo del
tratamiento es prevenir el estreñimiento y estimular los
buenos hábitos de defecación.

Para eliminar la retención fecal, se utilizan laxantes
y algunas veces enemas. Usualmente, se prescribe un ablandador de
heces.

Los gastroenterólogos pediátricos a menudo
educan a los padres y al niño y utilizan la
bioautorregulación en el niño para tratar los casos
más difíciles.

De igual manera, la psicoterapia
puede ayudar al niño a hacer frente a los sentimientos
conexos de vergüenza, culpabilidad o pérdida de
autoestima. Cuando existe una encopresis sin presencia de
estreñimiento, la evaluación
psiquiátrica puede ayudar a determinar la causa
subyacente.

El tratamiento específico de la encopresis será
determinado por el médico de su hijo basándose en
lo siguiente:

  • la gravedad del trastorno
  • la edad de su hijo, su estado
    general de salud y sus antecedentes
    médicos
  • la opinión de los médicos a cargo de la
    atención del niño
  • su opinión o preferencia

El tratamiento de la encopresis puede incluir:

  • extraer las heces impactadas.
  • mantener evacuaciones intestinales blandas para que las
    heces pasen fácilmente.
  • reentrenar el intestino y el recto para lograr el control
    de las evacuaciones intestinales.
  • El médico de su hijo puede prescribir un enema para
    ayudar a extraer las heces impactadas. El enema es un
    líquido que se coloca en el recto del niño y que
    ayuda a aflojar las heces duras y secas. (NO administre un
    enema a su hijo sin contar con la aprobación de un
    médico o un profesional de la salud.)El médico
    con frecuencia recetará medicamentos que ayuden a
    mantener blandas las evacuaciones intestinales de su hijo
    durante varios meses. Esto ayudará a evitar que se
    repita la impacción. No administre al niño
    ablandador de heces sin la aprobación de un
    médico.
  • Cambios en la dieta a menudo, el realizar cambios en la
    dieta de su hijo ayudará a eliminar la
    constipación.
  • Aumente la cantidad de fibra en la dieta de su hijo
    incluyendo frutas, verduras, productos de
    granos integrales y
    cantidades adecuadas de líquidos, favorece el paso de
    las heces más blandas y minimiza la molestia causada por
    las deposiciones.
  • Otra forma de tratar este problema es suministrarle al
    niño vaselina líquida saborizada en una cantidad
    suficiente para que el aceite salga
    del recto. éste es un excelente tratamiento a corto
    plazo, pero se debe evitar su uso prolongado debido a la
    interferencia con la absorción del calcio y la vitamina
    D.
  • Planee servirle las comidas a su hijo en un horario
    regular. A menudo, comer una comida estimulará la
    evacuación intestinal en un plazo de 30 minutos a una
    hora. Sirva el desayuno temprano de forma que su hijo no tenga
    que correr a la escuela y pierda la oportunidad de evacuar sus
    intestinos
  • Aumente el ejercicio: aumentar la cantidad de ejercicio que
    su hijo hace también puede ayudar con la
    constipación. El ejercicio facilita la digestión
    ayudando a los movimientos normales de los intestinos para
    impulsar los alimentos hacia
    adelante a medida que se digieren. Las personas que no son muy
    activas se constipan a menudo. Anime a su hijo a salir a jugar
    en lugar de mirar la televisión o participar en otras
    actividades bajo techo.
  • Hábitos correctos para la evacuación
    intestinal: Siente a su hijo en el retrete al menos dos veces
    al día durante 10 minutos, de preferencia poco
    después de una comida. Haga que éste sea un
    momento agradable; no regañe ni critique al niño
    si no es capaz de evacuar sus intestinos. El darle
    calcomanías u otras recompensas pequeñas, y hacer
    pósters que representen el progreso de su hijo, puede
    ayudar a motivarle y animarle.
  • Si estos métodos
    no ayudan, o si su médico observa otros problemas,
    puede recomendar laxantes, ablandadores de heces o un
    enema.

LA ONICOFAGIA

Definiciones:

Se trata de un hábito patológico,  que
influye negativamente en la estética de las manos, la boca y los
dientes. Este hábito patológico es considerado por
la psicología, como un auto agresión
causada por la ansiedad y capaz de aparecer desde muy corta edad.
No se trata de una simple maña como muchos creen, sino de
algo más profundo: una manifestación de ansiedad
cuyo fin último es una agresión.

Hábito compulsivo de comerse las uñas. Las
personas nerviosas están más predispuestas. El
borde libre desaparece y la uña se sumerge en el lecho
ungueal. Su reiteración en el tiempo provoca lesiones
varias, como la inflamación y elevación de los
bordes laterales o incluso formaciones verrugosas secundarias a
la hiperplasia cuticular.

La Onicofagia o en términos mas simples el mal habito
de comerse, mordisquearse, o roerse las uñas.
Además de ser algo poco estético, trae consigo
secuelas graves, sobre todo si además de morderse las
uñas también se ingieren.

INCIDENCIA

Aunque en muchos casos perdura hasta la edad adulta, la mayor
incidencia de este mal hábito se da en la pubertad. Es
más común en el sexo masculino
que en el femenino, y ocurre con la siguiente frecuencia:

  • 44% de adolescentes
  • 28% al 33% de niños entre 7 y 10 años
  • 19% al 29% de adultos jóvenes
  • 5% de adultos mayores.
  • Los niños suelen ser muy proclives a comerse las
    uñas. Este problema puede ser adquirido desde el vientre
    (cuando el embarazo de
    la madre atraviesa muchos inconvenientes emocionales) o por
    imitación, al seguir el ejemplo de algún familiar
    o amigo.
  • Algunas veces ese hábito que comienza en la infancia
    prosigue hasta la edad adulta, como manifestación de
    otros diversos factores, por ejemplo insomnio,
    depresión, dificultad en las relaciones
    sexuales, aislamiento, trastornos de alimentación,
    etc.

CAUSAS:

Causas psicológicas:

Estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como forma de
calmar momentos de nervios, ansiedad, angustia etc. Cualquiera de
estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una
manera frenética un impulso de comerse sociales, Laboral o
escolar (exámenes)

Son causas frecuentes  y la mayoría son de origen
psicológico, algunas de ellas son la ansiedad, el
nerviosismo, la depresión, situaciones extremas o
violentas pueden ocasionar que una persona se muerda
las uñas, y como algunos pararán de hacerlo por si
solos después de acabado el periodo de ansiedad o
nerviosismo, para otros en un problema más bien
crónico que se prolonga por toda la vida, y que es a veces
tan difícil de detener como dejar de fumar, o hacer una
dieta. Cuando nos demos cuenta que nuestros hijos o nosotros
mismos estamos comenzando a morder nuestras uñas debemos
tomar medidas de inmediato para que esto no se convierta en una
costumbre o mejor dicho mala costumbre.

También puede ser un síntoma de algún
desorden mental o emocional, según su frecuencia. Su
nombre clínico es onicofagia crónica. las
uñas. El estrés,
dificultades para resolver problemas cotidianos que sean

Causas psicosomáticas:

Es difícil agrupar en un mismo patrón a la
cantidad de personas que sufren este mal hábito por causas
psicosomáticas. Pero en los casos muy severos en formas
más conscientes de lesiones autoinfligidas, podemos
enumerar algunos de los rasgos distintivos que pueden favorecer
actitudes
negativas y influir emocionalmente en el comportamiento del
sujeto durante la niñez, adolescencia y
hasta la edad adulta. Por ejemplos: Cambios dramáticos en
la unidad familiar, no asumir la pérdida de un ser
querido, violencias y disputas domesticas reiteradas ante el
sujeto, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a los
padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la
familia a nuevos hermanos y hermanas, malos tratos y
humillaciones, presión
por los estudios en el ambiente
familiar o escolar, y un sin fin de otras causas. Pero en la
mayoría de estas causas las frustraciones acumuladas, la
timidez y la baja autoestima son los rasgos más
significativos que llevan al sujeto a morderse las uñas.
Desaparecerá esta manía cuando se adquiere
confianza y seguridad en el área familial, escolar o
laboral. Una vez establecido en sujetos ansiosos puede ser
desencadenado por el hambre, aburrimiento e inactividad .

CONSECUENCIAS:

  • hemorragias subungueales y pérdida de tiras
    ungueales, que pueden dejar espolones ungueales residuales o
    conllevar la pérdida de toda la uña.
  • Los desperfectos a nivel de los pliegues ungueales, como
    son las cutículas y padastros, pueden manifestarse en
    forma de "paroniquia crónica" (inflamación aguda
    del tejido celular de los dedos) con exacerbaciones infecciosas
    agudas.
  • En los casos severos se produce un deterioro de la placa
    ungueal y la formación de cicatrices locales con
    distrofia de toda la unidad ungueal y anomalías de la
    matriz.

·         Las
uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden impactarse
en la faringe y producir reacciones inflamatorias.

·        
También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial
favoreciendo sobre infecciones o diversas complicaciones en el
tejido pulmonar.

·         Pero
lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben
mezclándose con las heces al final del trayecto dada la
imposibilidad de digerir el resto ungueal.

·        
Morderse las uñas puede resultar en el transporte de
gérmenes que se ocultan bajo las uñas a la boca o
viceversa, llevando a la hinchazón del dedo y en casos
extremos pus.

·         El
mordedor compulsivo de uñas puede estar tentado a comer no
sólo ésta sino también la cutícula y
la piel de
alrededor, provocándose heridas por donde sufrir
infecciones oportunistas micróbicas y virales.

·        
Dañarse la piel o uñas puede llevar a la ansiedad
por la apariencia de las manos.

·         El
hábito crónico de morderse las uñas es
perjudicial a largo plazo para la sustancia adamantínea
frontal de los dientes, aumentando la caries en las zonas
afectadas.

TRATAMIENTO

1. Medicamentos

Se suelen utilizar antidepresivos, medicamentos para la
tricotilomanía y el trastorno obsesivo-compulsivo,
incluyendo clomipramina, fluoxetina, sertralina, paroxetina,
fuvoxamina, citalopram, nefazodona, escitalopram y
venlafaxina.

También pequeñas dosis de antipsicóticos
usados para tratar la esquizofrenia,
tales como risperidona, olazopina, quetiapina, ziprasidona y
aripiprazol. Es importante señalar que el que la persona
esté tomando antidepresivos o antipsicóticos para
tratar la onicofagia no quiere decir que el paciente sufra de
psicosis.

Otra opción es tomar vitamina B
(inositol), que reduce las ganas de morderse las uñas por
medio del aumento de la serotonina en el cerebro. La
serotonina está indicada en el tratamiento de
desórdenes compulsivos y similares.

2. Terapia de conducta

Muchos pacientes han encontrado en la terapia de conducta
beneficios, tanto por sí solas o como complemento de los
fármacos. La primera parte del tratamiento consiste en el
cambio de
hábitos. éste es un proceso de
cuatro partes que consiste en buscar la forma de
«desaprender» el hábito y reemplazarlo por
otro saludable. Además se aplica una terapia de control de
estímulos para identificar y eliminar lo que estimula a
cada persona a comerse las uñas

CONCLUSIONES

Es importante resaltar que el entorno familiar del niño
es importante para que este pueda resolver la problemática
que esta sufriendo.

Las atenciones, afecto y comprensión por parte de sus
cuidadores, padres  aseguran que el niño aprenda
realmente prácticas que pueden ser útiles para que
el pueda controlar sus esfínteres, además lo
más importante es que querer dejar de realizar  y
tener fuerza de
voluntad para evitar momentos de tentación para no
comerse, morderse las uñas.

En cuanto al tratamiento se podría decir que son
efectivos siempre y cuando se a el adecuado ya que se debe
conocer a fondo  lo que esta sucediendo con la persona que
sobrelleva este trastorno. El primer paso será determinar
la causa del problema o el factor que lo ha podido
desencadenar.

RECOMENDACIONES

  • Los padres deben brindar apoyo y abstenerse de criticar y
    desanimar a los niños.
  • El hecho de dormir bien e ir al baño a horas
    regulares durante el día y la noche puede ayudar a
    prevenir algunos aspectos de la enuresis.
  • Controlar que los niños se alimenten adecuadamente,
    con una dieta ideal para sus metabolismo
  • Controlar si el niño va al evacuar orinar o defecar
    para ver si es normal la frecuencia en que lo hace.
  • Crear en el niño hábitos  de cómo
    utilizar el servicio
    sanitario desde pequeños.
  • Evitar situaciones que generen ansiedad, nerviosismo, como
     en la escuela, entrevistas
    de trabajo,
    exámenes, etc.
  • Se debe poner atención en las situaciones en las que
    se tiene  la necesidad de comer tus uñas, a veces
    este hábito esta ligado a como se siente en diferentes
    ambientes o situaciones por lo que es importante saber cuando y
    donde radica el problema.
  • Mantenerte activo y relajado ayuda de mucho sabemos que en
    los momentos en los que nos sentimos incómodos o
    estresados tendemos a comernos las uñas.
  • En caso de no poder resistir la tentación sirve de
    mucho aplicar algún liquido con un sabor amargo, o
    frotar ajos a nuestras uñas así al llevarlas a la
    boca tendremos una sensación desagradable que nos
    hará evitar llevarnos las uñas a la boca.
  • Si eres mujer, lima
    tus uñas diariamente y aplica algún tratamiento
    endurecedor para tus uñas, comienza a pintarlas,
    así las verás mas lindas y no sentirás
    ganas de morderlas.

 

 

 

Barrientos Miranda Ana Patricia

Bernal Chicas

Yanci Elena

LUNES 17 DE NOVIEMBRE  DE 2008

Partes: 1, 2
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