- Concepto de
homosexualidad - Surgimiento y
evolución de la homosexualidad en la
humanidad - La
homosexualidad y la iglesia católica - Homosexualidad
en república dominicana - Características
diagnósticas del trastorno de identidad
sexual - Prevalencia y
población - Factores
incidentes - Tratamiento
- Recomendaciones
- Conclusión
Introducción
La homosexualidad
en República
Dominicana es un fenómeno que va en crecimiento; no
está a los niveles de los países desarrollados
donde hay leyes que
protegen la homosexualidad, pero con el transcurrir de los
años será más aceptada y desarrollada a la
vez.
Esta conducta sexual
no es única de este país, es universal y desde
tiempos remotos viene siendo practicada.
La homosexualidad
es un término usado tanto para hombres como para
mujeres que deciden tener relaciones con personas de su
mismo sexo. Su
vínculo sexual no difiere en intensidad, convencimiento y
sinceridad.
Este trabajo trata
de la homosexualidad, una realidad establecida en todas las
culturas del mundo.
Aquí hablaremos de los
orígenes históricos de la misma, veremos como
es vista por la población dominicana, así como por
la iglesia
católica, la cual tiene su propia opinión de estas
personas, y si es o no la homosexualidad penalizada por la
ley,
así como algunas teorías
que tratan de explicarla.
Concepto de
Homosexualidad
La palabra homosexual
proviene del griego homo que significa
mismo, es decir, una persona que gusta
de personas de su mismo sexo.
Se puede decir que la
homosexualidad es una fuerte atracción preferencial hacia
personas del mismo sexo.
La persona Homosexual, es un
individuo cuya
orientación sexual esta dirigida hacia miembros del propio
sexo.
Surgimiento y
Evolución de la Homosexualidad en la
humanidad
La conducta sexual de todo tipo
nunca ha dejado de ser un tema de gran interés.
Las opiniones sobre la conducta
sexual han sufrido la influencia de muchas cuestiones que cambian
con el paso del tiempo, tales
como los factores socioculturales y las creencias religiosas. A
través de los siglos, la idea sobre la sexualidad y
la desviación sexual han sufrido cambios
importantes. Durante el siglo IV a. C., los Griegos
consideraban el sexo como una parte placentera de la naturaleza,
que se podía disfrutar con parejas de cualquier
sexo.
En general, el amor entre
hombres formaba parte del tejido social y religioso. Desde las
ciudades-estado de la
antigua Grecia o desde
Roma y sus
emperadores (entre otros, Trajano y Adriano) hasta los chamanes
siberianos o los sanadores de dos espíritus de los indios
norteamericanos o los miembros de las tribus africanas, pasando
por los emperadores o los eruditos chinos, gente de todo el mundo
entendía y respetaba la existencia de la vulnerabilidad
del hombre frente
a la belleza de otros hombres. Se aceptaba que -con matrimonio o sin
él- había hombres que se enamoraban de otros
hombres, que soñaban con ellos, escribían sobre
ellos, luchaban por ellos y se acostaban con ellos. Y
habitualmente entendían que los niños
quedaban fuera del juego del
amor en la
misma medida en que también las niñas quedaban
fuera de el.
En la antigua Grecia, el amor entre hombres
era análogo en multitud de aspectos a los matrimonios de
la época; se consideraban igual de importantes en la vida
del individuo y encontraban su sitio en el marco de la mitología
griega. Era la piedra angular de una tradición
cultural en cuyo seno nacieron hace 2.500 años la democracia, el
teatro, la
filosofía, las matemáticas, la historia… Se
consideraba que el amor masculino sacaba a la luz las mejores
cualidades de un joven, particularmente su hombría y su
valor. En la
guerra, los
soldados solían pelear codo con codo con sus amados, como
en el famoso Batallón Sagrado de Tebas; con posterioridad,
bajo el mando de Alejandro
Magno y su amante Hefestión, los griegos conquistaron
todo el mundo conocido.
La
Homosexualidad y la Iglesia Católica
A
continuación transcribo la opinión de la Iglesia
expuesta en el Catecismo de la Iglesia Católica, editado
por la Conferencia
Episcopal
El origen
psíquico [de la homosexualidad] permanece en gran medida
inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que
los presenta como depravaciones graves.
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