Parasitosis intestinales en pacientes pediátricos
- Resumen
- Introducción
- Material y
método - Análisis
y discusión de los resultados - Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
bibliográficas - Anexos
CARACTERIZACIÓN CLÍNICO
EPIDEMIOLÓGICA DE LAS PARASITOSIS INTESTINALES EN
PACIENTES PEDIÁTRICOS
SORACACHI
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo transversal en la
comunidad de
Soracachi, provincia de Cercado, departamento de Oruro, teniendo
en cuenta el período comprendido de Enero a Junio de 2007.
La muestra
quedó constituida por los 120 pacientes de edad
pediátrica que tuvieron diagnóstico coproparasitológico de
parasitismo, en el período estudiado, después de
realizados 2 exámenes seriados de heces fecales y
analizados los criterios de inclusión y exclusión.
Posteriormente se realizó un formulario tipo cuestionario
para conocer variables
como: edad, sexo,
hábitos higiénicos, condiciones
higiénicas-sanitarias. Mediante el uso de las historias
clínicas se obtuvieron datos como las
manifestaciones clínicas y los tipos de parásitos
encontrados. Todos los datos obtenidos se recogieron en una
planilla de vaciamiento. De forma general pudimos concluir que
los pacientes presentaron malos hábitos higiénicos
y malas condiciones higiénico sanitarias; los
parásitos más frecuentes fueron los helmintos y las
manifestaciones clínicas intestinales las más
presentadas.
Introducción
El Parasitismo Intestinal se conoce desde épocas
tan remotas, que miles de años Antes de Nuestra Era, ya se
tenían nociones de la tenia, filarias y lombrices
intestinales y esa fue precisamente la razón por la que se
escogió al gusano como símbolo de la enfermedad
(1).
Se ha definido que un parásito es todo ser vivo que
pasa su vida o parte de ella en el interior o exterior de otro
ser vivo más potente que él, nutriéndose del
mismo y produciéndole o no enfermedad. Decimos que
hay parasitismo o infestación parasitaria cuando en
un examen coproparasitológico encontramos un
parásito pero no hay manifestaciones clínicas,
mientras que cuando la infestación parasitaria produce
manifestaciones clínicas entonces estamos en presencia de
una parasitosis o enfermedad parasitaria (2). Las enfermedades
parasitarias suelen indicar infestaciones causadas por
protozoarios y helmintos, aunque en sus relaciones con el
huésped, bacterias,
virus y
ricketsias cumplen también las condiciones empleadas para
calificar un germen de parásito (3).
Aunque generalmente el parasitismo intestinal ha sido
considerado como una entidad de personas que viven en las
áreas rurales, se ha ampliado el criterio debido al
rápido incremento de los viajes
intercontinentales y las migraciones (4), lo que ha contribuido
su extensión a las áreas urbanas. La
urbanización exagerada así como la aparición
de nuevas comunidades sin un adecuado control
sanitario, crean las condiciones propicias para la
aparición de esta enfermedad (5).
Se estima que para el año 2025, cerca del 57% de
la población de países desarrollados
vivirá en áreas urbanas, por lo tanto la
prevalencia de la infección causada por Entamoeba
Histolítica, Giardia lamblia y la Ascaridiasis y
Trichuriasis intestinal puede aumentar debido a la
emigración de la población rural hacia estos
asentamientos urbanos y suburbanos lo que propicia las
condiciones favorables para la transmisión (6).
La prevalencia e intensidad de las parasitosis están
asociadas a un incremento en la morbilidad, y tiende a ser
elevada principalmente en la población en edad escolar
con deficientes condiciones sanitarias (ambientales,
infraestructura y educación) lo que
predispone a esta población a la infección por
helmintos y protozoarios, repercute en el estado
nutricional y produce retardo del crecimiento, reducción
de la actividad física y
afectación del desarrollo
educacional (7).
Estas enfermedades
son más frecuentes durante la infancia por
haber más oportunidades de contacto con dichos
parásitos y por ser menor el nivel inmunológico lo
que propicia la tolerancia a
éstos agentes biológicos. En la medida que se va
desarrollando el sistema
inmunológico esto cambia, y el cuerpo tiende a
acostumbrarse más al invasor; por ello es que la
afección puede desencadenar síntomas más
evidentes y serios en el transcurso de los primeros 5 años
de vida (8).
La compleja situación que representa el parasitismo
intestinal y su relación directa con las condiciones
socioeconómicas de la población plantean una
difícil situación al problema, por cuanto
está demostrado que la quimioterapia por sí sola no
puede resolverlo (9).
Si se parte de la certeza de que la vida y la salud son
ecobiopsicosociales y de que los esfuerzos para lograr la salud
de todos los seres humanos van de la mano de aquellos dirigidos a
conservar las condiciones ecológicas necesarias,
entonces se llega a la conclusión de que los programas de
salud tienen un alcance mucho mayor porque implica no solo
el tratamiento sino la prevención de la enfermedad
(10).
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