Pedagogía social vs. educación social en el nuevo tiempo político
Para iniciar esta comunicación, voy a retomar la
bibliografía comentada del libro "La Pedagogía
Social: Una alternativa para el presente y el futuro (1998),
titulada "La Educación Encierra un Tesoro". Informe para
la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la
Educación para el Siglo XXI. Autores: Jacques Delors,
In´am y otros. Ediciones UNESCO/Santillana.
¿Qué lugar reservan nuestras sociedades a los
jóvenes en la escuela, en la familia o en la
nación? ¿Cómo puede la educación
preparar a las generaciones venideras para las exigencias de un
mundo en constante conmoción? ¿Cómo superar
la falta de trabajo, la angustia de la exclusión y de la
pérdida de la identidad? Por fin, ¿cómo
hacer progresar en la humanidad los ideales de paz, de libertad y
de justicia social?
Sobre estos interrogantes claves para el futuro de nuestras
sociedades reflexionaron los Miembros de la Comisión
Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI,
presidida por Jacques Delors, ex presidente de la Comisión
Europea. Este libro tiene la voluntad de dar a los jóvenes
el lugar que les corresponde y hacer de la educación una
experiencia global que se desarrolle a lo largo de toda la
vida.
La sociedad actual requiere de un replanteamiento de la
acción de las instituciones educadoras y formadoras de
nuestro país, ante la irrupción de temas de
actualidad, propios de la "Pedagogía Social", entre los
que cabe citar: los fundamentos y los efectos de las
políticas sociales; el trabajo a favor de la
efectivización de los derechos individuales, sociales y de
integración, el tema de género y de la
ciudadanía, la educación no formal y otros.
Nuestro tiempo está signado por una nueva
aceleración del cambio político que está
generando a la vez nuevas posibilidades y nuevos riesgos. Pues
bien, quizás nunca en nuestra historia hemos necesitado
con tanta urgencia como hoy de capacidades y competencias para
generar, transmitir y utilizar masivamente conocimientos del
más alto nivel en formas críticas y originales.
Ante el riesgo de una fragmentación histórica,
efecto del proceso de mundialización y del cambio
político en nuestro país, y de una amenaza de
destrucción del tejido social, sin siquiera que el mismo
haya ido reconstruido dentro del contexto de la democracia,
participación y desarrollo social. La investigadora
realiza su aporte personal y procura transmitir aspectos
relacionados a la pedagogía social vs. educación
social y por sobre todo, establecer criterios para una cultura
institucional nacional, de conocimientos y experiencias de
saberes teóricos y prácticos contextualizados a
nuestra realidad. Se halla enmarcado dentro del paradigma social
crítica de Habermans para quien la argumentación a
favor del carácter situado de la razón es utilizada
para fundamentar la necesidad de pasar del paradigma de la
conciencia al paradigma del lenguaje. En él encuentra el
marco categorial y las bases normativas de su teoría
social que se expresa en forma de una teoría de la
acción comunicativa, y cuya finalidad es la
transformación de la realidad a través de acciones
concretas.
Las exigencias que este enfoque hace a la investigación
social son bastantes precisas. Es necesario abandonar la
perspectiva del observador neutral y participar activamente en el
proceso de emergencia de los significados. Sólo desde la
perspectiva del participante se puede dar cuenta de la
intencionalidad del actor. Desde esta perspectiva se pueden, al
mismo tiempo, propiciar procesos de negociación que
guiados por la fuerza del mejor argumento, posibiliten la
formulación de propuestas teóricas
críticas.
Si bien la teoría crítica diseñada por
Habermas tiene esencialmente una dimensión
práctica, no por ello abandona su dimensión
teórica. Solo que en este caso la teoría se
entiende únicamente desde la práctica. Son los
sujetos involucrados en una determinada situación, los
llamados a analizar la complejidad del problema que enfrentan
(incluyendo sus propios prejuicios y autoengaños). Desde
este enfrentamiento comprometido con la realidad se elaboran
propuestas teóricas que prueban su validez en el debate
público. Y, también, desde esta coyuntura
existencial se diseñan y llevan a cabo estrategias de
acción que promueven el desarrollo de una sociedad
más justa y democrática.
Para Habermas, la clave está en el lenguaje que hace
posible el entendimiento. Si bien es cierto que el lenguaje
también puede posibilitar otro tipo de objetivos, es la
búsqueda del acuerdo lo que permite avanzar en la
integración social. Son los individuos capaces de lenguaje
y acción los que en una interacción orientada al
entendimiento, libre de represiones y autoengaños, buscan
de forma democrática un acuerdo acerca de ciertas
pretensiones de validez. El fundamento de la interacción
se los otorga el mundo de la vida, que junto con
ofrecérseles ya estructurado, está abierto a la
apropiación hermenéutico de cada individuo.
Sólo en este momento reflexivo la cultura y la sociedad se
actualizan y se hacen comprensibles. También, en este
momento es cuando la acción comunicativa puede generar
cambios en el medio, que es el mundo de la vida.
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