La Sociedad Nacional de la Cruz Roja Cubana en el siglo XXI. Su Autonomía y Patrimonio con el organismo de relación
- Orígenes de la Sociedad
Nacional de la Cruz Roja Cubana - Legitimidad
de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Cubana y si
inscripción en el Registro de
Asociaciones del Ministerio de Salud
Pública - Ley de la
Salud
Pública en el derecho
positivo cubano - La
autonomía y el patrimonio
de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Cubana dentro del
Sistema de la
Salud en Cuba - Conclusiones
- Bibliografía
1. Orígenes de la
Sociedad Nacional de la Cruz Roja Cubana
1.1 Periodo de trabajo antes
del año 1959:
Los textos históricos en archivo han
recogido que en 1894, en la ciudad de Matanzas el periodista y
literato Sr. Ramón de
J. Palacio constituyó en la casa sita en la calle San
Juan de Dios (hoy Diego Marchena) No. 50, la Cruz Roja Cubana;
para ello tuvo en cuenta la Convenciónde
Ginebra de 1864. Llegó a agrupar cerca de 80 miembros
organizados en secciones y compañías, una de
obreros, de salvamento y sanitarios. Comienza a prestar servicios
gratuitos de atención médica y
estomatológica a la población de más escasos recursos y a los
patriotas.
Los instrumentos y medios de
trabajo fueron donados por los propios integrantes y por
fondos obtenidos de un bazar realizado en la propia ciudad de
Matanzas el 24 de febrero de 1895, coincidiendo con el día
en que los patriotas Juan Gualberto Gómez y
Antonio López Coloma dieron en Ibarra el grito de
¡Viva Cuba
libre![1]
La intransigente e inadmisible parcialidad de las autoridades
españolas, que querían sólo la
atención de sus soldados, provocaron su disolución,
por lo que el patriota cubano Diego Marchena y Vives, ante
esta situación traspasó y donó todo el
material de la extinguida Cruz Roja al jefe insurrecto cubano
General Pedro E.
Betancourt[2], en cuyas
filas se incorporaron muchos de los miembros de la Cruz Roja; por
ello podemos decir que la Cruz Roja Cubana fue mambisa en sus
orígenes.
Entre esta fecha y la que hoy se reconoce como la
fundación de nuestra actual Sociedad Nacional aparecen
actuaciones de la Cruz Roja en nuestro territorio. Entre las que
podemos destacar las de un historiador de la Cruz Roja
Española quien realizó investigaciones
donde indicó que el 7 de abril de 1895 se
constituyó en Cárdenas, Matanzas, una
comisión de la Cruz Roja de España
presidida por Don Indalesio Ramos García,
que realizó diversos trabajos humanitarios en esos tiempos
convulsos.[3]
La acción
de la Cruz Roja apareció también durante la
Guerra
Hispano-Cubana-Norteamericana, y el 28 de junio de 1898
ondeó la bandera de la Cruz Roja en el Cuartel Reina
Mercedes donde yacen cientos de heridos, y en el Cuartel de la
Concha, convertido en hospital de sangre de la casa
de Beneficencia, cementerio general y hospital civil.
Entonces la presidenta de la Cruz Roja Norteamericana,
Clara Barton[4],
acudió al socorro de las víctimas de nuestra
Guerra de Independencia
como colonia de España, y reunió en los
Estados Unidos
ropa, alimentos y
medicinas para los reconcentrados; armó un barco que
después de múltiples vicisitudes logró
zarpar y arribar al puerto de Santiago de Cuba. Cabe
señalar como dato curioso que en nuestro continente es el
primer barco que en el mundo viajó y prestó
servicios bajo este emblema.
La actual Sociedad Nacional de la Cruz Roja Cubana fue fundada
por el eminente médico y patriota cubano Dr. Diego
Tamayo Figueredo el 10 de marzo de 1909; reconocida a
través del Decreto Presidencial 401 del propio
año como sociedad de socorros auxiliar del poder
público, característica especial de esta
institución que la sitúa defendiendo sus funciones como
auxiliar del poder público; este principio es aceptado
internacionalmente por todas las Sociedades de
la Cruz Roja.[5] Aquí
también fue aprobado el primer uniforme de la
sociedad, que se confecciono en color gris,
tejido apropiado para el clima cubano.
Tuvo entre sus filas un Comité de Damas y uno de
Caballeros, los auxiliares y la Asamblea Suprema.
Contribuyéndose por los miembros a un peso por el ingreso
y otro peso por el bazar de forma mensual.
Durante más de 50 años sus modestas funciones se
dedicaron a la atención de la salud de grupos de nuestra
población con escasos recursos económicos;
ofrecieron a través de dispensarios los servicios
médicos y estomatológicos de forma gratuita o
cobraron una mínima cuota por ellos. Además, ya
desde la década de los años cuarenta presta
funciones de salvamento acuático y el servicio de
ambulancias. Sus voluntarios ayudaron a la población en
los desastres
naturales y catástrofes a nivel internacional,
brindaron atención a los heridos en el Asalto al Palacio
Presidencial el 13 de marzo de 1957 durante la lucha guerrillera
en la Sierra Maestra, junto al delegado del CICR, Sr. Pierre
Jequier[6], la Cruz Roja
Cubana también participó en el canje de prisioneros
efectuado el 16 de julio de 1958, donde nuestro Ejército
Rebelde dio muestras de su invariable conducta
humanitaria: hizo entrega de 254 prisioneros y 54 heridos del
ejército batistiano. También en la Ciudad de Santa
Clara cuando el ataque al tren blindado, una
representación de la Cruz Roja Cubana sirvió de
enlace para el parlamento entre las tropas rebeldes y el
ejército, y a su vez participó en la
atención y evacuación de heridos.
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