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Propuesta ético-transformacional para toma de decisiones en las organizaciones de educación superior (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

La investigadora suscribe el párrafo anterior cuya
autoría es de Ginebra (1997:72), por cuanto en la
visión del presente estudio se exponen conceptos y
teorías sobre toma de decisiones y enfoques de liderazgo en
un contexto empresarial o de negocios, del cual, sólo se
extrae el material relevante para presentar un docente no como
superhombre, mas bien, un ser que se mueve en un ambiente donde
valores y principios están regidos por comportamientos
éticos. De acuerdo con esta línea de pensamiento,
conviene el marco teórico referencial de trabajos en materia
del liderazgo que presentan Ramirez y Cabello (1977), Robbins
(1999) y Gibson, Iveancebich y Donnlely (2001), quienes dentro
de  de la teoría del  comportamiento
organizacional, identifican el liderazgo bajo los siguientes
enfoques:

·        
Enfoque, liderazgo centrado en la tarea para la toma de
decisiones

·        
Enfoque, liderazgo centrado en la gente para la toma de
decisiones

·        
Enfoque, liderazgo centrado en la situación para la toma de
decisiones

·        
Enfoque, liderazgo centrado en la  transacción para la
toma de decisiones

Estos cuatro pivotes de apoyo a la teoría del liderazgo
que se quiere perfilar, en combinación con la teoría
del capital intelectual o capital mental triádico propuesta
por De Gregori y Volpato (2002) quienes, conciben el cerebro en
tres bloques: cerebro izquierdo, con su función
lógico-analítico que orienta el potencial racional;
cerebro derecho, funciones intuitivo-sintético que orienta
el potencia emocional; y cerebro central, funciones
motora-operacionales que orienta el potencial operacional; se
perfilan de gran utilidad para establecer cambios en la toma
decisiones del docente en tres de sus facetas como académico
universitario: en el aula, como evaluador y como
investigador.

 a) Enfoque liderazgo centrado en la tarea para la
toma de decisiones.  La concepción tradicional
de como el líder centrado en la tarea toma decisiones,
comienza con las escuelas clásicas del pensamiento gerencial
antes de 1950, representados por Weber con su descripción
sociológica de las estructuras burocráticas que las
caracterizaba. Al igual que Taylor con su enfoque de la
administración científica de la tarea, Koontz y
O"Donnel y Katz Kahn apoyando la teoría de una
administración de mando, que conciben al hombre como un
apéndice de las organizaciones.

         Esta
práctica, es conocida como dirección científica
asumida bajo cuatro principios: 1) especialización en la
tarea, 2) estandarización en la ejecución de la tarea,
3) centralización en la toma de decisiones y 4) uniformidad
en la práctica. Las herramientas utilizadas para sustentar
esta teoría, fueron los estudios de tiempo y movimiento, con
el fin de lograr una mejor productividad. Por su parte, los
trabajadores debían aprender a renunciar a su propia manera
de hacer las cosas, adaptar sus métodos de trabajo a los
nuevos estándares y acostumbrarse a recibir  y obedecer
instrucciones; con objetivos claros y organizados en forma
racional y eficiente, especificando detalles en cuanto a planear,
organizar y controlar; bajo el mando de un líder
autocrático. La teoría "X" de MacGregor,  lo
supone como un ser humano, que le desagrada el trabajo y hace
todo lo posible por evitarlo, desea ser dirigido, y evita
responsabilidades para no tomar decisiones.

Los criterios que caracterizan al enfoque centrado en al
tarea, llevan al docente a ejercer su liderazgo sintiéndose
efectivo y eficiente cumpliendo con normas orientadas por su
Coeficiente Intelectual (CI) con funciones
lógico-analítico, alineadas por el potencial racional
propio del cerebro izquierdo. Tiene  como eje de acción
el ejercicio del liderazgo orientado hacia la consecución
del cronograma del semestre para cumplir con los objetivos del
programa

La toma de decisiones de un docente centrado en la tarea,
conlleva a decidir autoritariamente sin considerar la
participación y compromiso de los alumnos cuando este dicta
su clase, realiza investigación con sus alumnos o aplica
alguna evaluación. Este es el docente que se dedica como
expresa Mendez (2000), a promover "…que el subalterno o el
empleado se dedique sólo a obedecer o a cumplir una
función y no a pensar", invalidando el potencial cognitivo,
así como las demás capacidades que por naturaleza ya
posee; ignorando lo ético transformacional.

b) Enfoque liderazgo centrado en la gente para la toma de
decisiones.
Este estilo ha traído muchas controversias
provocando efectos negativos que han afectado la productividad de
las personas, por cuánto la sumisión hacía el
líder causa una gran dependencia por parte de los
seguidores, quienes son incapaces de tomar decisiones. Es
así, como surge en el ámbito organizacional Elton Mayo,
(Cita Robbins, 1999) quien promueve el movimiento de las
relaciones humanas en la organización, introduciendo la
filosofía de que la eficiencia y  la productividad de
las personas aumenta en función del trato que se les de,
aplicando los conocimientos de la ciencia de la psicología
general y la psicología social que visualizan al hombre como
ser socio-psicológico. De tal manera que el líder se
centre en las relaciones humanas, la motivación y el
entrenamiento, considerando la necesidad de darle oportunidad a
sus seguidores de que participen en la toma de decisiones para
lograr aumentar su compromiso, satisfacción en el trabajo,
crecimiento y desarrollo personal.

         Por otra
parte se logró la aceptación de cambios, además de
un mejor rendimiento, eficacia y descentralización de las
decisiones. En este enfoque de liderazgo, los seguidores tienen
la oportunidad de expresar su personalidad, necesidades, deseos y
motivaciones y los líderes se identifican como
democráticos. MacGregor (Cita Robbins, 1999.) lo caracteriza
en su teoría "Y", con el supuesto de que al ser humano no le
desagrada el trabajo, sino que éste, es una fuente de
satisfacción que le permite aprender en condiciones
apropiadas, no sólo para aceptar, sino también para
asumir responsabilidad, creatividad e ingenio cuando se toman
decisiones.

El docente como líder bajo este paradigma, muestra
interés  por el grado de relación, confianza y
respeto para con las ideas y sentimientos de sus alumnos, en
quienes se preocupa por lograr efectividad en su actividad
académica. Enfoca su atención hacia los aspectos
humanos de los problemas del educando, así como en la
formación de grupos o equipos de trabajo,
presentándoles tareas con objetivos claros y con
bibliografía identificada, concediéndoles libertad para
realizar el trabajo escrito o de exposición, pero siempre
buscando altos rendimientos. Elton Mayo, además de proponer
las relaciones humanas, plantea también la sociología
del comportamiento para lograr mayor productividad y calidad en
la tarea, que utilizan en la generalidad de las veces el
Coeficiente Emocional (CE) con funciones
intuitivo-sintético. Las decisiones del docente con este
punto de vista lleva al docente, a considerar al alumno en la
generalidad de las veces, desde lo ético
transformacional.

c) Enfoque  liderazgo centrado en la situación
para la toma de decisiones.
En este estilo los seguidores son
la clave para aceptar las condiciones del líder, si
consideran que satisface sus necesidades. Está sujeto a
fuerzas que influencian sustancialmente la forma de ejercer el
liderazgo. El psicólogo norteamericano Fred E. Fiedler
(Cita  Robbins, 1999), las identifica con tres factores: 1)
relaciones personales entre el líder y los seguidores, que
abarcan aspectos como los sentimientos y el grado en que los
seguidores trabajan por o en contra del líder. 2) la
naturaleza del trabajo, por cuánto diferentes tareas
requieren varias clases de líder y 3) la fuerza relacionada
con el puesto en la organización, referida al poder que se
deriva de su posición  permitiendo al líder
contratar, despedir o recompensar a sus seguidores.

        Likert y sus
colaboradores de la Universidad de Michigan ubican este
líder de acuerdo con cuatro sistemas de administración,
por su parte Hersey y Blanchard (cita Robbins 1999), lo
identifica con su teoría de la madurez de los seguidores. En
tal sentido, proponen cuatro situaciones para tomar
decisiones:

1)         
Decisiones donde se ordena, lo harán como el líder
diga, madurez grado 1; los seguidores son incapaces y nos
están dispuestos a tomar decisiones.

2)         
Decisiones persuasivas: ¿No creen que es una buena idea?,
madurez grado 2; los seguidores son incapaces pero están
dispuestos a tomar decisiones.

3)         
Decisiones participativas, ¿Qué piensan ustedes? 
madurez grado 3; los seguidores son capaces y están
dispuestos a tomar decisiones.

4)         
Decisiones delegativas, los seguidores toman decisiones, madurez
grado 4; el líder ve a sus seguidores como sus colaboradores
y confía decisiones importantes en sus manos.

La característica más relevante en este estilo de
liderazgo es la situación, enfocada en tres variable:
relación con la tarea (grado en que la tarea esta sometida a
procedimientos), relación con las personas (grado de
confianza y respeto) y relación con el poder del puesto
(influencia derivada de la posición). En una
institución universitaria, el docente muchas veces se apoya
en su condición de profesional inteligente, intuitivo y
sabio; para trasmitir y ayudar al joven a construir sus propios
conocimiento. Por otra parte,  esta en la obligación de
cambiar su estilo de acuerdo con la situación particular que
se le presente. Un académico universitario en situaciones
particulares como es el caso de tener que asignar alguna
actividad de evaluación, debe recurrir al estilo situacional
para modificar su conducta y adaptarse a las circunstancias de
una determinada situación o problema.

En el contexto de una organización de educación
superior el enfoque del liderazgo centrada en la situación
promueve eficiencia en el docente, cuando éste, planifica y
toma decisiones mediante cuatro variables condicionadas por la
madurez del estudiante: mandar, persuadir, participar y delegar;
que coloca los alumnos, como la clave para satisfacer las
necesidades y requerimiento del docente líder, quien,
utiliza el poder del puesto como el indicador mas importante para
decidir, poniendo en práctica su Coeficiente Intelectual
(CI) y su Coeficiente Operacional (CO). Este enfoque para
resolver, solventar o satisfacer problemas y necesidades, genera
incertidumbre en el profesor como líder, desatendiendo en no
pocas oportunidades lo ético transformacional.

e) Enfoque liderazgo centrado en la transacción para
la toma de decisiones
. Los líderes transaccionales
identifican las necesidades de sus seguidores para cumplir sus
objetivos, aclaran funciones y tareas organizacionales, premian
el desempeño y toman en cuenta las necesidades sociales de
sus seguidores, trabajan intensamente e intentan dirigir con
eficiencia y eficacia. Un docente bajo este estilo utiliza su
Coeficiente Intelectual (CI) y su Coeficiente Operacional (CO),
para trabajar intensamente en tres de sus facetas: en aula, como
evaluador y como investigador, desestimando en ciertas ocasiones
lo ético
transformacional       

Este intercambio del rol del líder con sus seguidores se
ha definido como transaccional, utilizando los conceptos de
orientado a los objetivos, las recompensas y la dirección
por excepción, para aumentar el rendimiento y la
satisfacción. Muchas teorías entre ellas, los estudios
de Ohio State, modelo de Fiedler, Teoría Trayectoria – Meta
y el modelo líder participación (cita Robbins 1999),
han tenido que ver con líderes
transaccionales.       
Gibson, Ivancevich y Donnely (2001) consideran, que probablemente
haya razones diferentes como un sistema de evaluación de
rendimiento poco fiable, recompensas concedidas de forma
subjetivas, escasos esfuerzos por mostrar la relación paga –
rendimiento fuera de control, que los seguidores no perciben como
significativas o importantes;  que permiten inferir que
hasta que los líderes no entiendan que quieren los
seguidores, administren la recompensa a su debido tiempo e
insistan en la relación paga-rendimiento en forma mas
ecuánime y equitativa, seguirá habiendo confusión,
inseguridad y un mínimo de impacto transaccional en la
relación del
líder-seguidor.        

Para abordar la forma en que toman decisiones este tipo de
líder, el modelo de líder – participación de Vroon
y Yetton citado por Robbins (1999) plantean algunos
comportamientos del líder en situaciones diferente: 1)
autocráticos, toman decisiones solos u obteniendo
información de sus seguidores, 2) consultor, comparte el
problema individualmente o en grupo y toma decisiones solo y 3)
grupo toma decisiones de manera conjunta con los seguidores.En
este enfoque de liderazgo, posiblemente existan razones de peso
que llevan al docente como líder a tener una actuación
poco fiable, con relación al sistema de evaluación
sobre las recompensas concedidas en forma arbitraria, las
decisiones tomadas sin considerar los juicios centrados en 
valores y el respeto por los alumnos, que dificultan el ejercicio
de un verdadero liderazgo. Por su parte, este docente muchas
veces decide bajo tres comportamientos autocrático (toma
decisiones solo u obteniendo información), consultor
(deciden compartiendo el problema individualmente o en grupo) y
grupo (toma decisiones de manera conjunta).

2.4.3.- Sinopsis de categorías teóricas para
decisiones según estilo de liderazgo  

El uso de la teoría del liderazgo para analizar el estilo
de toma de decisiones en el académico universitario, hace
presumir que en las organizaciones de educación superior
existen indicadores particulares para determinar cambios en las
decisiones según el estilo de liderazgo del docente en sus
facetas de aula, como evaluador y como investigador. Por ello,
son la clave para inquirir en el docente como líder
universitario las tendencias de al toma decisiones según el
estilo para liderizar; cuya síntesis se presenta en el
cuadro 2.

De esta manera, es posible conocer a través de estos
indicadores como se toman decisiones en una organización
universitaria, para proponer que sus docente lideres consideren
el liderazgo como una de las vías mas expeditas para asumir
transformaciones en estos tiempos de turbulencia e incertidumbre,
donde los cambios están a la orden del día y lo que
tiene que cambiar, cambiara. Tomar decisiones entonces, requiere
algo más que el uso del cerebro izquierdo racional, lineal y
mecanicista. El argumento principal secundado por los
críticos y estudiosos en la materia, es combinar el
coeficiente intelectual (CI) cerebro izquierdo, con el
coeficiente emocional (CE) cerebro derecho y el coeficiente
operacional (CO) cerebro central; para lograr decisiones
ético transformacionales que consideren beneficios tangibles
e intangibles, porque las decisiones afectan positiva o
negativamente dependiendo del beneficio que se persiga.
        

Sin embargo hasta el problema más simple como expresa
Durmond (1992), genera un complejo proceso de pasos, que deben
seguirse sistemáticamente por los responsables de la toma de
decisión en la búsqueda de soluciones eficaces. Por
ello, la racionalidad limitada que no es mas que simplificar los
seis pasos del proceso clásico de la toma de decisiones
(identifica el problema, clarifica y ordena, genera opciones,
compara las opciones y elige la opción) en cuanto a: hacer
manejable el problema, concentrarse en pocas opciones y decidir
con base a conjeturas inteligente en el logro de una toma de
decisiones efectivas. Cuadro 2

Sinopsis de indicadores  sobre toma de decisiones
según los enfoques de liderazgo

 

Enfoque de liderazgo para decidir

 

Actuación del Líder y Seguidor

 

Filosofía de Liderazgo

 

Filosofía para la Toma de Decisiones

 

Expertos o Investigadores que  apoyan

Centrado en la tarea.

 Líder ordena.

Seguidores obedecen.

 

Filosofía del mando con estructuras
burocráticas tradicionales.

-Centralizada.-Líder con poder
excesivo.

-Teoría "X".

-Weber -Taylor y Gilbreth.

 

  

Centrado en la gente.

 Líder se interesa por los
seguidores.

Seguidores siguen complacidos al líder.

 

Mayor satisfacción, rendimiento y
eficacia.

-Participativas.-Grupales e individuales por
consenso.

-Teoría "Y".

-Elton Mayo.-Firtz Roethlisberge

Fayol

  

Centrado en la situación.

 Líder se adapta a las
situaciones.

Seguidores apoyan al líder.

-         
Interés por la
tarea.-         
Relación líder – seguidor.

-         
Poder posición

Decisiones de acuerdo a las situaciones.

 

-Fiedler.-Liker.-Hersey y
Blanchard.

-Blake y Mouton.

 

Centrado en al transacción.

 

Líderes y seguidores se influyen entre sí
para satisfacer sus necesidades.

 

Interés porque los seguidores cumplan sus
objetivos.

 

Decisiones de acuerdo al intercambio entre el rol del
líder con sus seguidores.

-Fiedler.-Vroon y Yetton.-Ohio
State.

-Robert House.

Atencio (2000) 2.4.4.- Grandes tendencias y
fuerzas para decisiones ético transformacionales Los estilos
de liderazgo explicados y analizados, tienen la particularidad de
seguir procedimientos en los procesos decisionales para
determinar cambios en la toma de decisiones con la
participación de los siguientes indicadores: estilo de
liderazgo, actuación del líder, filosofía del
liderazgo para decidir, y expertos que apoyan uno u otro estilo
de liderazgo (centrado en la tarea, centrado en la gente,
centrado en la situación y centrado en la transacción)
para reconocer cambios en la toma de decisiones en una
organización. Las variables indicadas se pueden combinar con
aspectos tan disímiles como la creatividad, la
intuición, la inteligencia emocional, la inteligencia
intelectual, la inteligencia operacional, la ética y sobre
todo un gran respeto por la libertad hacia la condición
humana; con la finalidad de tomar decisiones más eficaces,
eficientes y humanizadas. Por ello, las grandes tendencias 
y fuerzas de cambio hacia el siglo XXI propuestas por Siliceo,
Casares y González (2000) se presentan de gran
significación para la toma de decisiones ético
transformacionales del docente líder universitario. Para
entender las tendencias del nuevo liderazgo en la
institución universitaria, es necesario conducir las
energías y fuerzas de transformación mediante un
desarrollo consciente  y sólido de un verdadero sistema
de valores que dirija las emergentes tecnologías de la
información y la comunicación. Estas tendencias como
describe Alvin Toffer (Siliceo et al, 2000:10.), "son como olas
que inician influyendo en la cultura social y poco a poco con
mayor fuerza la pervaden y la modifican totalmente. Las
tendencias son directrices y resultados finales".

Como se ha podido dilucidar, el fenómeno liderazgo, en
las organizaciones entre ellas las de educación superior, se
encuentra interconectado con los procesos de decisión del
profesor universitario. Es por ello, que una teoría sobre
liderazgo en la generalidad de las veces comparte elementos
comunes con la toma de decisiones tales como: una
manifestación singular de poder (coercitivo, legitimo,
recompensa, natural y de experto), conceptos propios para
entender al individuo (principios, metas, valores, cultura),
explica la acción social y la conducta individual y por
ultimo, todos los estilo estudiados comparte como
característica esencial la presencia de un líder que
fue primero seguidor. Es indiscutible entonces, que toda
decisión  en una institución universitaria,
relacione directamente al docente con su hacer, y lo compromete
con un mundo en transformación, donde el rescate de valores
trascendentes y el liderazgo centrado en  valores y en la
ética del ser
,  deben ir de la mano para tomar
decisiones gratificantes y vivificantes, con un  abismal
respeto por la libertad y la dignidad del ser humano, para lograr
acuerdos apoyados en el saber de convivencia.    
    

Desde esta óptica el liderazgo del profesor universitario
en su actividad académica sea esta docencia,
investigación o evaluación entre otras, debe asumir sus
decisiones desde una perspectiva ética y responsable,
teniendo como eje de acción los valores, opiniones opuestas,
juicios de valor, principios y creencias, que no sólo
requiere de información, sino considerar su hacer y su
quehacer, respetándose a sí mismo y al otro (su alumno,
seguidor o cualquier persona que dependa de él). Como
aspiración ideal para realizar su proyecto de vida con una
misión y visión, capaz de propiciar cambios
transformacionales, en un intento por rehabilitar su acción
pedagógica sacando a la luz, valores olvidados.

Ahora bien, la práctica del liderazgo en una
organización universitaria debido a las eventualidades del
contexto tales como exigencia en el tiempo para cumplir  los
objetivos de la asignatura, en la generalidad de las veces se
torna individualista, llevando al docente a utilizar
básicamente la ética de la dependencia y
deontológico para cumplir normas preestablecidas, de espalda
al ser humano. Santana (2000) señala, que las acciones del
ser humano obviamente no siempre se inspiran en la racionalidad y
en la dependencia, en virtud de que la libertad que aquel tiene
para decidir, lo lleva a optar por la vía que mejor se
adapte a su forma de pensar y sentir, a sus metas y
circunstancias; sumado al hecho de que cuando las personas
deciden, se someten a procesos complejos cargados de
incertidumbre, ambigüedad, indeterminación y duda. Por
ello, la intuición, la futurización, la creatividad,
los sentimientos, las corazonadas y el respeto del ser humano,
generan una toma de decisiones centrada en un liderazgo más
efectivo y transformacional capaz de transformar al docente, a su
alumno y la propia organización, desde una dimensión
ético transformacional. En este sentido, la conveniencia de
abordar una teoría dimensional abonada y apuntalada por las
dimensiones del ser humano que aprende, siente, dice, decide y
hace; a partir de la ética de la convivencia mediante el
dialogo y la palabra.

2.4.5.- Teoría dimensional para toma de decisiones
ético transformacionales
 

Para una mejor comprensión del nuevo significado que se
le quiere atribuir a la toma de decisiones, se presentan a
continuación las categorías de análisis sobre un
marco teórico centrado en las dimensiones trascendentes de
la persona desde su condición humana. De esta manera, se
aborda la óptica de algunos especialistas tales como:
Eugenio Trias (2000), Peter Ricardo (1996 y 2002) y Pierre
Aubenque (1999), principalmente; quienes tocan muy de cerca al
hombre desde la ética y la condición humana; y cuyos
pensamientos teóricos son el cimiento para desarrollar el
constructo: "toma de decisiones ético
transformacionales".

Este constructo o nuevo epistéme teórico, se centra
en la  visión de  interpretar al hombre como
tomador de decisiones desde la ética del limite y la
condición humana, contextualizado en las organizaciones de
educación superior, centros por excelencia de la sociedad
del conocimiento, de la información, de lo científico y
lo tecnológico. La complejidad, la evolución y
circulación de un cúmulo de actividades de la comunidad
universitaria, sugiere la necesidad de determinar un nuevo
paradigma para la toma de decisiones en  esta tipología
de organizaciones. De manera que la toma de decisiones del
docente líder universitario desde una dimensión
ético transformacional se pueda proponer a partir de la
propia esencia del ser humano en su contexto existencial,
internalizado mediante  valores e ideales compartidos con el
mundo exterior. Donde la personalidad, la espiritualidad y por
ende todos aquellos valores que van mas allá de lo material,
intervengan con un papel fundamental en la transformación
universitaria, a partir de las decisiones que tomen sus docentes
libre y responsablemente; capaces de compartir mas allá del
mundo exterior que lo rodea, su proyecto de vida.Cabe destacar
que de los miembros que integran la comunidad universitaria, son
sus docentes como líderes y modelos a seguir por sus
alumnos, a quienes les corresponde asumir la toma de decisiones
con una nueva perspectiva por encima de la racionalidad
normativa. El decidir en todo caso, como actividad cotidiana en
la comunidad universitaria debe considerar los criterios de
respeto a la naturaleza del hombre, su hacer, su quehacer, su
ser, su convivir; como vectores de direccionalidad responsables
de promover transformaciones profundas en el ser humano,
asociadas con valores ético-trascendentes entre los cuales
resaltan: la verdad, la unidad, la belleza, el bien, la justicia,
la tolerancia, la responsabilidad y la solidaridad. En el nivel
de la teoría, Trias (2000:12 y 16), uno de los
investigadores sobre esta temática permite inferir que la
complejidad que caracteriza la vida del hombre, solo puede ser
entendida siempre y cuando éste se acoja a su condición
humana limitada y fronteriza, es decir, "obra de tal manera que
ajustes tu máxima de conducta, o de acción, a tu propia
condición humana de habitante de la frontera"; de tal
imperativo, es necesario tener presente, que el  límite
es siempre un concepto resbaladizo y de doble filo. A su
ética del limite o de razón fronteriza, Trias, propone
una reflexión sobre la propia condición humana que
permite esclarecer "eso que somos", ya que en última
instancia la gran pregunta filosófica es la que parece
condensar todas las demás: "¿Qué es el
hombre?"
  Infiriendo sobre ese pensamiento, la
condición de límite y de frontera, entonces,
constituiría parte integral del hombre desde la perspectiva
de esta investigación; de tal manera que sea el sustento de
los procesos decisionales del  docente  en el contexto
de una institución de educación superior. A este
respecto, el estilo del discurso en este trabajo se centra en
presentar un tejido reflexivo de ideas que sustenten un nuevo
paradigma para "El Constructo toma de decisiones ético
transformacionales ,
el cual se asienta en  siete
dimensiones:

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
lógica.

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
condición humana.

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
prudencia.

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
imperfecta. 

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
ética del limite.

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión 
valores.

·         Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
liderazgo transformacional.

a) Toma de decisiones ético transformacionales
en dimensión lógica.

Desde esta dimensión se percibe a la institución
universitaria como centro de producción y 
construcción del conocimiento; espacios donde las decisiones
de sus actores generalmente están influenciadas por la parte
lógica presente en todo ser humano. Utilizado en la
generalidad de las veces, su coeficiente intelectual identificado
con el cerebro izquierdo, para plantear decisiones racionales,
mecanicistas; guiadas por el deber ser de lo que constituye las
normativas institucionales, que en la mayoría de los casos
hace inflexible los procesos decisionales. La
dimensión
lógica para decisiones ético
transformacionales,
se toma como punto de partida para incoar
el razonamiento del presente constructo, en virtud de la fuerza
que tiene sobre los actores de los centros universitarios, el
intelecto lógico. En este particular, las concepciones
teóricas asumidas sobre esta temática, permitirá
en este documento, presentar el nuevo significado que se le
quiere atribuir a las decisiones que se tomen en la
institución universitaria, agregando el componente sobre
ética del limite y condición humana, a la toma de
decisiones del docente como líder académico
universitario; quien asumirá la responsabilidad de promover
la nueva significación sobre toma de decisiones. Ya que,
objetos y hechos carecerían de significado por sí
sólo. El significado en los procesos decisionales pudiera
decirse, se organiza en función de los principios y
creencias presentes en el docente y en el resto de las personas
que integran la comunidad universitaria. Porque cada
persona tiene su propia interpretación  del mundo,
razón por la cual, la condición de límite no hay
que perderla de vista  para no invadir los espacios del otro
y comprenderlo con relación a su mundo. Trias
(2000:12)  manifiesta "comprender eso que somos a
través de la idea de límite. Somos los límites del
mundo"; por consiguiente, el quehacer diario de un docente, de su
convivencia; beneficia o perjudica al otro dependiendo de la
percepción  de su entorno y de su propio yo interior.
Desde esta perspectiva, el hombre en su propio horizonte casi
siempre andará en la búsqueda de la verdad para sus
decisiones éticas, una verdad que es posible observar como
una triple verdad: verdad Dios, verdad hombre y verdad mundo. En
el escenario universitario, el pensar en la antropología de
lo limitado marca frontera para situar al hombre a infinita
distancia de lo prehumano y del misterio de lo suprahumano; como
al igual que en lo físico y metafísico o
teológico.  Según  este autor, con "nuestras
emociones, pasiones y usos lingüísticos, dotamos de
sentido y significación al mundo de vida en que habitamos"
(Trias, 2000:12 y 13).Debido a la importancia significativa que
tiene la dimensión lógica para la toma de decisiones
desde la ética y la condición humana en el contexto
organizacional, se han seleccionado los siguientes autores que
abordan esta temática:

Etkin (1993:20) por ejemplo, define la toma de decisiones
éticas: como una actitud mental que se desarrolla al mover
una organización del estado actual de la situación, a
un estado previsto. La acción de tomar decisiones involucra
un proceso de comunicación identificado con el tipo de
negociación que mejor respuesta ofrezca, originando una
relación de compromiso para las partes involucradas en el
proceso,… una dimensión lógica para llegar a
decisiones éticas debe considera en todo caso, que el
decidir es una acción netamente del ser humano, y en este
particular, el uso práctico de la razón se abrirá
en experiencia.

Para seguir discurriendo sobre la dimensión lógica
Gelatt (1998:1 y 6) expresa, que tomar decisiones requiere de:
tácticas para el orden y el caos, haciendo uso de la
flexibilidad y el equilibrio para estar a tono con los cambios
propios de un futuro incierto, …. a fin de mantener una
conducta correcta… necesitamos los conocimientos y actitudes
para manejar tanto el orden como el caos. El autor propone para
la toma de decisiones el proceso del dos por cuatro, esto es: dos
actitudes y cuatro factores, las actitudes están
representadas por: aceptar como incierto el pasado, el presente y
el futuro, y ser positivo acerca de la incertidumbre; por su
parte los factores se identifican con: lo que desea, lo que sabe,
lo que cree y lo que hace. Combinando las actitudes con los 
factores, logra cuatro principios que caracterizan a una persona
tomando decisiones. Estos son: concentrarse y ser flexible en lo
que se quiere; informarse y tener cautela con su
información; ser objetivo y optimista acerca de lo que cree,
y por ultimo, ser  práctico e  imaginativo.Desde
una dimensión lógica el autor abre una ventana hacia la
toma de decisiones éticas, tratando de buscar la integridad
de una persona, puesto que según Trias (2000:35) "la
ética se inspira nuclearmente en lo que somos".

Robbins (1999:118 y 119), expone un criterio suficientemente
aceptado sobre la toma de decisiones. Señala que en toda
decisión está presente lo ético, aplicando tres
razonamientos: 1) el utilitarismo, las decisiones proporcionan
bienestar, 2) los derechos, toda decisión está sujeta a
códigos éticos y 3) la justicia, el decidir amerita
imponer reglas justa e imparciales. Cada uno de estos tres
criterios tiene sus ventajas y sus desventajas: el utilitarismo,
promueve la eficiencia y la productividad, a costa de los
derechos de la persona; el uso de los derechos protege al
individuo, pero crea un ambiente de trabajo rígido, y por
ultimo, la justicia, protege los intereses de las minorías,
alentando un sentido de distinción entre los trabajadores.
El enfoque Robbins, también admite un tratamiento desde la
óptica del límite y de la condición humana, pues,
si se reconocen los valores que generalmente se identifican con
la actividad académica, el tomar decisiones en los centros
universitarios se convertiría en un ejercicio ético
transformacional.

De estos planteamientos surge la imperiosa necesidad de darle
un giro a la forma con que deciden los docentes universitario,
combinando lo racional, con lo intuitivo y hasta con lo
operativo. En otras palabras, significa combinar coeficiente
intelectual-cerebro izquierdo (CI-CI), coeficiente
emocional-cerebro derecho (CE-CD) y coeficiente
operacional-cerebro central (CO-CC).  En el gráfico 5,
se presenta este equilibrio para una toma de decisiones
éticas,  en una dimensión lógica. 

Gráfico 10

Toma de decisiones ética en una
dimensión lógica.

 Diseño: Atencio 2003 Sin embargo, como
en la práctica no es fácil presenciar tal
equilibrio,  es necesario plantearse varios escenarios, como
lo propone De Gregori y Volpato (2003) en su teoría
cibernética social y proporcionalismo que conforman el
capital mental triádico del cerebro en una persona
decidiendo: 1) cuando la tendencia es a utilizar el coeficiente
intelectual-cerebro izquierdo. En este caso, la persona decide
con funciones mecánicas-analíticas, desde el deber ser,
utilizando normas.  2) La persona decidiendo con el
coeficiente emocional-cerebro derecho, centrado en el ser, su
decidir se deja guiar por lo intuitivo-sintético y 3) La
persona que decide con funciones intempestivo-operativo,
utilizando su coeficiente operacional-cerebro central sin razonar
y considerar las consecuencias de la decisión.

Discurriendo sobre la imperfección del ser,
¿cómo saber tomar una decisión ética?, Chopra
(1996:117 y 118) responde tal interrogante que sirve de guía
a quienes se interesan por el tema, él autor señala
que;  "se siente paz y consuelo y ninguna resistencia de
parte del universo. El cuerpo experimenta una sensación de
tranquilidad, te sientes bien. Y cuando escoges el camino
equivocado, también lo sientes en forma de malestar
físico".

La necesidad entonces, de reconciliar la
esencia del ser humano con las decisiones desde la dimensión
lógica en la organización universitaria, hace presumir
que las acciones del profesor, obviamente no siempre se inspiran
en la racionalidad y la dependencia; en virtud de que la libertad
que éste tiene para decidir, lo lleva a optar por escoger,
aquella que responda con asertividad a su forma de pensar y
sentir, a sus metas y circunstancias. A esto, se suma el hecho
que cuando una persona decide, se somete a procesos complejos,
cargados de incertidumbre, ambigüedad, indeterminación
y duda. Por ello, la intuición, la creatividad, los
sentimientos, las corazonadas y el respeto al ser humano; serian
los iconos que orientaren la toma de decisiones éticas desde
una dimensión lógica.

b) Toma de decisiones ético transformacionales
en dimensión condición humana.
La dimensión
condición humana para la toma de decisiones ético
transformacionales desde la realidad del hombre en su comunidad
universitaria, podría ser explicada a través de la
comprensión de aspectos filosóficos, debido a que el
ser humano instruido y educado  es menos propenso a hacerse
prisionero de las opiniones de los demás. En la mente del
hombre sabio, la existencia propia del "ser"  clarifica y
reflexiona acerca de sus propias capacidades, dando sentido y
significación a los  símbolos para decidir. Hecho
que se manifiesta mediante la exposición y expresión en
figuras y formas de comunicación. De esta manera, el
símbolo, es aquel concepto como expresa Trias (2000:13 y
14), que permite "abrir la razón fronteriza a la
experiencia… También a través de símbolos
tenemos la posibilidad de formalizar y configurar aspectos de
nuestro mundo de vida".

La ética como filosofía del saber y actuar,
reconcilia lo etéreo con la condición humana para
discernir y explicar la toma de decisiones, confiriéndole
irradiación de valores  a fin de darle forma y aliento
al contenido, por ser una de las actividades de mayor
cotidianidad, que ejecuta el hombre desde el inicio de cada
amanecer.

Se tiene plena conciencia de que lo que se quiere trasmitir,
no es fácil escribirlo, trasmitirlo y practicarlo; sin
embargo, el interés por el tema "Propuesta ético
Transformacional para la Toma de Decisiones en la
Institución Universitaria", impulsan a sobrepasar y entender
los espacios fronterizos invisibles que aclaran las ideas del ser
humano, para combinar la praxis con lo trascendente. 

Apremia entonces, la creación de una base conceptual para
construir un nuevo conocimiento dirigido a rescatar la
dimensión condición humana para la toma de decisiones
ético transformacionales, que ofrezca repuestas en el logro
de una conciencia que permita distinguir cuándo se está
perjudicando o cuándo se está actuando
equilibradamente. Demostrando sensibilidad, ponderación y
sobre todo un profundo respeto por la libertad de criterios y
opiniones contrarias, activando el diálogo para acordar la
decisión que beneficie a las partes involucradas.

No es una novedad que para hacerle frente a situaciones como
las señaladas, las organizaciones deberán asirse a los
cambios paradigmáticos, como bien propone Drucker
(1994:67-68), quien plantea como salida a la crisis, la
gestión del cambio, implementando cuatro prácticas
sistemáticas: mejora continua de todo lo que hace, aprender
a innovar en forma sistemática, tener capacidad para tomar
decisiones aceptando el respeto por las diferencias y
actualizar  los conocimientos cada cuatro o cinco
años". La autora coincide con el pensamiento del autor, por
ello, se aborda el tema de  la condición humana, la
innovación, el respeto y la actualización de los
conocimientos, como ejes para la actuación del docente en el
ambiente universitario.

Siguiendo con esta misma línea de pensamiento,
Guédez (2001:34-35) recoge el ideal para las organizaciones
en el presente milenio:

Sabemos que la historia de la humanidad se ha apoyado sobre
recursos distintos para impulsar la sobrevivencia de la especie
durante los diferentes períodos de la historia. Se han
conocido la ola agrícola, la industrial, la
tecnológica, la del conocimiento y ahora se asoma la ola
ética… la ética surge así como el eje de
conductas individuales necesarias para que las organizaciones,
los países, las subregiones y el mundo asuman el compromiso
de sobrevivir, de convivir y de vivir.

En este sentido una convivencia entre las personas para actuar
éticamente, significa fortalecer en función del dialogo
desde la razón, el juicio y el concepto, la forma  como
el hombre toma  decisiones. El abordaje filosófico de
la ética del limite en la propuesta teórica de Trias
(2000) sobre la condición humana, es una salida que pudriera
plantearse a la organización universitaria para impulsar el
fortalecimiento y crecimiento  de  un ser humano
limítrofe y fronterizo, consciente de que no es un ser
racional para creerse un ser perfecto.

Desde los escenarios de acción del hombre como tomador de
decisiones, debe tenerse siempre presente que su condición
humana es limitada, no obstante tiene la capacidad de abrirse a
la experiencia para elegir la mejor decisión desde el ser de
convivencia, regido por el dialogo, las disidencias, las
opiniones opuestas, los juicios de valor y el respeto a la
libertad individual del otro. Una libertad como expresa
Gómez (2000:30) que debe ser producto del respeto, sin que
haya para ello ninguna causa o razón, sino porque el hombre
desde lo mas intimo de su ser toma la decisión de respetarse
y respetar al otro. En palabras del autor: "cuando te respeto
porque simplemente yo decido respetarte, me ubico en el plano
humano, en el de la ética".

Esta transformación ética en una organización
de educación superior, tiene como prioridad, implementar
mecanismos para que su comunidad universitaria vea en la
condición humana el  fin, para  obrar decidiendo
con transparencia y coherencia entre lo que piensa, lo que dice,
lo que siente y la decisión que finalmente tome. Es decir,
deberá actuar  con prudencia y sabiduría del
corazón desde las propias fronteras del hombre como signo de
identidad e identificación ante su entorno inmediato, ante
el país  y ante el mundo.

c) Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión prudencia.

Buscar un nuevo arte para vivir, sin el protagonismo y el
heroísmo al momento de la toma de decisiones, debe ser una
práctica fundamental de la comunidad universitaria desde su
condición humana como actores principales de su
organización, por cuanto la eficacia en sus metas
estarían directamente relacionadas con la discrecionalidad y
la prudencia que son virtudes consideradas por Aristóteles,
como indispensables para el buen juicio del hombre como tomador
de decisiones. Con pensamiento similar, Balaguer (1977) expresa
que el sabio del corazón será llamado prudente,
considerado no como pusilánime y falta de audacia, si no
como el  hábito de actuar bien, clarificar el fin y
buscar los medios para alcanzarlos.

El docente universitario, sin ufanarse, puede lucir sus
cualidades, atributos, dotes y talentos en sus diferentes
escenarios académicos; dejándole a terceros las
opiniones calificativas que a bien tengan sobre su persona. 
Al cultivar la virtud de la prudencia, el docente se hace
más audaz en el buen sentido de la palabra y menos insensato
en su diario actuar. Desde esta visión, el ser prudente no
significa el no equivocarse, sino más bien, rectificar
cuando comete algún error; asumiendo con responsabilidad el
riesgo por la decisión tomada. Santo Tomas de Aquino (Citado
por Balaguer 1977) señala que los tres actos más
importantes de la sabiduría son: pedir consejo, juzgar 
y decidir rectamente. El cultivo de estas actitudes, encuentra en
la virtud de la prudencia el fundamento clave para reconocer las
propias limitaciones del ser humano.

Si bien es cierto que actuar con sabiduría, implica un
salto cualitativo en las decisiones prudentes que se tomen, hay
que considerar que ésta virtud, no es nada fácil de
asimilar por el hombre, debido al beneficio material que casi
siempre busca en todo lo que hace. Por ello, el considerar las
opiniones opuestas, el desafío de conocer la propia
identidad y conocer la identidad del otro; representan esos
limites que muchas veces no se deben dejar pasar por alto, en
bien del hombre y de su organización. Condición que lo
lleva a retrasar la decisión, hasta completar todos los
elementos de juicios que permitan para cada situación que le
presente el contexto inmediato y la propia naturaleza; controlar
los grados de duda, así como minimizar los índices de
discrepancia.

Aubenque (1999) haciendo una de las exposiciones más
sugerentes y  atractivas sobre la ética  de
Aristoteles, expresa que la prudencia es la síntesis de
todas las virtudes, es el buen juicio, el arte de la medida y de
la oportunidad en el obrar; implica valor, templanza, justicia y
sabiduría práctica. El decidir éticamente en una
dimensión prudente se entiende entonces, como la forma de
poner fronteras  para que el ser humano no  actúe
desde la contingencia, la precariedad y la imprebisivilidad; de
allí la importancia de medir su forma de comportarse,
enfrentarse al azar y aceptar el riesgo de equivocarse.

Es como darle una respuesta a los limites de la razón,
que en no pocas oportunidades agobia al docente para cumplir con
las normas preestablecidas por la organización; que sin
ignorar la existencia humana confía en el poder de la
inteligencia del conocimiento y de la acción para decidir
con discrecionalidad, como la esencia significativa que le
permite, ser ponderado y comedido, antes de emitir un
juicio  o tomar decisiones que en la generalidad de las
veces influencian a las personas positiva o negativamente. El
autor enfoca hacia los limites de la razón, asumidos por
Aristóteles; que sin ignorar los aspectos trágicos de
existencia humana, confía en el poder del conocimiento y de
la acción para superarlo.

De esta manera sumir con éxito y ética las
decisiones que se tomen en la institución educativa, depende
en gran parte  de que sus educadores y sus educandos sean
prudentes, ponderados y discretos; sean objetivos, sin dejarse
llevar por el apasionamiento, inclinando la balanza hacia la
conveniencia de una u otra parte. Porque como señala Guedez
(2001:23) "…no somos libres para elegir lo que nos pasa,
sino libres para responder a lo nos pasa… todas las
conductas éticas son lucrativas, mientras que todas las
conductas antiéticas son empobrecedoras".

El significado de una práctica ética para decidir
con prudencia, conlleva entonces, al cultivo de la paz y la
comprensión  con un profundo respeto por la dignidad de
todos los que comparten el diario quehacer de la comunidad
universitaria, entre ellos sus docente y alumnos; quienes son los
que mayores interrelaciones positivas deben tener, para que su
actividad académica sea del disfrute por construir nuevos
conocimientos y elevar el nivel de formación
humano-espiritual del estudiante.Significa por otra parte,
fomentar escenarios de acción en el ambiente universitario
para decidir mediante acuerdos, considerando la pluralidad, la
diversidad, el respeto y la innovación; para contribuir, a
hacer mas humano, al propio ser humano, promoviendo un verdadero
compromiso personal, profesional y organizacional.

La prudencia en las decisiones éticas que a bien tenga
asumir la comunidad universitaria, en la cual, sus docentes como
conductores y formadores de aquel joven que un día espera
ser un profesional exitoso, pero sobre todo un ser humano capaz
de contribuir con el desarrollo de su familia, su comunidad; se
propone, como la dimensión que orienta la adjunción
ideal para la toma de decisiones ético transformacionales,
teniendo presente que quienes deben asumir esta gran
responsabilidad, son seres humanos imperfectos, que buscan la
excelencia, superando los obstáculos que forman parte de su
diario quehacer académico.

d) Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión imperfecta.

Los errores que pudiera cometer el hombre no son impedimento
para lograr la excelencia, la superación y  el
éxito; no deben ser tampoco predisposiciones para fallar de
nuevo, dejando que estos dominen su voluntad. En este dilema,
lógicamente él, casi siempre esta en búsqueda de
la perfección para decidir y actuar buscando ser exitoso y
excelente en todo lo que se propone. Es por ello, que la
perfección como expresa Peter (2002:15), influencia la vida
de las personas de una manera silenciosa e imperceptible, "la
expresión alcanzar la perfección… no es una
aspiración sana. La búsqueda de la perfección no
ayuda a las personas a vivir, a amar, a sonreír, a gozar, a
perdonar. No ayuda ni siquiera sufrir."

Las acotaciones que hace el autor son como para mover el piso
de cualquier docente universitario que busca ser modelo perfecto
a seguir por su alumno; ya que como ser humano, en la generalidad
de las veces está en proceso de realización y de
transformación mediante cursos de perfeccionamiento y
crecimiento personal; para no fallar, o no equivocarse; pero
sobre todo para realizar mejor su actividad académica. La
búsqueda de la perfección no significa el no
equivocares  o no tener fracasos, pero para asumirlos sin
fomentar comportamientos pobres de escasa calidad; Peter
(2002:15) propone la Terapia de la Imperfección como
respuesta que esclarece y devuelve al académico "su verdad,
concibiéndolo como un ser, que tiene que cargar con el peso
de sus limites."

En la búsqueda de un contexto donde poder reflexionar
acerca de la terapia de la imperfección; la institución
universitaria  es el  ambiente propicio, ya que sus
profesores en la generalidad de las veces quieren vivir con un
estilo de vida que los lleva a arreglar la realidad y a tener
bajo control sus sentimientos; y se enfrenta en no pocas
oportunidades con situaciones esencialmente limitadas, con sus
defectos, con la incertidumbre y la complejidad en que viven
estas casas de estudio; donde lo que tiene  que
fallar,  fallara;  el concepto de la perfección se
vuelve cada vez mas vacío.

Etimológicamente, perfección según Peter
(2000:19 y 20) significa:aquello a lo cual nada falta… la
noción de perfección se convirtió en la medida de
lo ideal y de lo real en todos los aspectos. Todo quedo plasmado
por la idea de perfección… a través de este concepto
la mente puede absorber funciones fundamentales como por ejemplo,
esclarecer los aspectos formales de la problemática del
ser.Pero la búsqueda de la perfección se enfrenta con
una realidad esencialmente limitada y una existencia
inevitablemente defectuosa, generando una actitud y una conducta
de choque con la realidad y la vida misma. Un docente que tienda
al perfeccionismo, está en la búsqueda de convertir el
desorden de la vida al orden que le dictan sus propios procesos
mentales; formulando frases como: si fuera perfecto, si fuera
estimado, si tuviera éxito, si fuera aceptado, si fuera
amado, si fuera profesionalmente exitoso. Esta dinámica
producto de la imaginación, casi siempre esta cargada de
desconfianza y fragilidad hacia la "fragilidad de la
condición humana" (Peter, 2002:40). Esta es una de las
razones, que llevan al autor a proponer el concepto de
imperfección, identificado con todo aquello que la
razón lógica percibe como inadecuado, deforme,
limitado, finito o incompleto.

La realidad asumida con estos argumentos, coloca la toma de
decisiones del docente universitario en una línea clara de
distinción y separación entre la tendencia a la
excelencia como aspiración sana y legitima de quien quiere
desarrollarse, ser competitivo y productivo utilizando sus
propias potencialidades; y la perfección que tiene una
actitud neurótica, de fondo narcisista, que lo lleva al
autodesprecio cuando se equivoca. Desde esta óptica el
perfeccionismo es visto con una concepción antagónica a
la excelencia, manifiesto en un problema de vectorialidad, es una
confusión de fondo; caracterizada por la imposibilidad de
comprender que se pueden tomar decisiones erradas. Es como si la
persona desviara o moviera el vector de su vida en dirección
contraria a su propia naturaleza, signada de incertidumbre
y  cambio. Pero ¿de qué manera el académico
universitario puede superar la complejidad y el caos de la
realidad reconociendo que es un ser imperfecto para afrontarlo?
¿De qué manera puede hacer que emerja a la superficie
su yo como ser humano capaz de autoconocerse y conocer al otro
(su alumno)?.

Como  perfeccionista que se mueve hacía si mismo,
hacia su propio "yo", ignorando su razón fronteriza y
limítrofe para interactuar con el contexto, no podría;
sin embargo si observa a su alrededor, para encontrar su yo
interior y el y el tú del otro, el grupo, las cosas, los
acontecimientos, el pasado, el presente, el futuro, las
deficiencias, el ideal y el valor, la alegría, el
sufrimiento, el deber por convicción, el amor, la muerte y
su Dios; es un buen síntoma de la proyección de sus
sentimientos e intuición. Peter (2000:7) en la Terapia de
la Imperfección
propone: … las implicaciones
filosóficas y las proyecciones ético-espirituales…
sus raíces y al mismo tiempo su apertura… alude a una
determinada visión del hombre concebido como ser limitado,
por otra, se reconocen las exigencias ético-espirituales que
derivan de esa misma concepción… como en una parte de un
conjunto mas amplio que abraza diversos niveles de
reflexión, cada uno con su propia función, pero
integrados por el concepto del limite en una única totalidad
unitaria. El reconocimiento de que el docente es un ser
humano asido a la imperfección, es un primer paso para no
hacer resistencia a los límites y debilidades que lo
embargan. De allí, la necesidad de considerar en las
decisiones que tome, las potencialidades taxativas de la
sabiduría del corazón y la prudencia para el éxito
y la excelencia. Esta dimensión de lo imperfecto, obliga a
poner frente a frente, al hombre con sus propias fronteras y sus
límites; en el pensar, en el sentir, en decir, en el decidir
y en el hacer; para no invadir los espacios del otro. e) Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
ética del límite.

La dimensión ética del límite como
adjunción ideal para tomar decisiones en la
organización universitaria, representa reconocer en el
cuadro de docentes de la institución, los limites que
éste tiene, por su propia condición humana; para lograr
el engranaje de las fuerzas internas y externas que afectan su
cohesión para la toma de decisiones. El límite es la
primera reflexión que se imponer el hombre al momento de
decidir, bajo dos aspectos: como dato por la información
recibida y como experiencia en el dinamismo de la propia
acción, que casi siempre influye negativa o positivamente en
el otro. Trias (2000:21) expone el limite como una filosofía
"… es el ser mismo. Y es también el determinante
radical del concepto de inteligencia o razón que puede
formarse."  

Esta exaltación del hombre como un ser
ontológicamente limitado, es su razón fronteriza que
lucha entre dos realidades que lo convierten en una "ser"
dinámico dentro de su existencia, sellada por el limite en
el conocer, comunicar, entender, amar y perdonar; haciendo uso de
sus propias facultades, actuaciones y potencialidades limitadas
por sus imperfecciones. Pero como muy bien lo expresa el autor,
es también "…Asunción onto-lógica de ser y
razón
limítrofe es, justamente, la que hace posible
la viabilidad de un uso práctico, o ético, de esa misma
razón." (op. cit.)

La ética del límite como dimensión para decidir
éticamente en una organización de educación
superior, desde la óptica expresada por este autor,
representa en un docente, estar consciente de sus propias
capacidades humanas y limitadas para asumir aquellos valores que
hacen a la persona más humanitaria, más solidaria, mas
tolerante, más justa, más transparente, más
sensible con el otro; en  fin significa elegir, compartir,
amar, intercambiar y admitir equivocaciones. En resumen, para
obrar decidiendo de tal manera que ajuste su máxima conducta
a su propia condición de habitante de la tierra, puesto que
es la forma más firme y veraz de vivir la felicidad que todo
hombre desea, como una de las aspiraciones más dignas del
ser humano, la de vivir a plenitud. Un significado que le trae un
mayor compromiso, porque vivir en plenitud no es sólo vivir
satisfecho, sino estar a punto de desbordar los limites de la
propia existencia. Todo límite se explica en el hecho que
siempre es una invitación a ser traspasado, transgredido o
revocado. "Pero el límite es, también, una
incitación a la superación, al exceso… se producen
siempre importantes fenómenos… todo pierde su identidad
pura y dura de carácter originario, agreste o natural"
(Trias, 2002:17). La noción de límite en razón
del  reconocimiento de la propia condición humana,
ofrece una oportunidad mística y sensible en la que se
desarrolla y tiene prosperidad espiritual y material el hombre.
El límite es entonces la condición fronteriza por medio
de la cual se hace posible la vida en convivencia.

La expresión "ser-en-el-limite" que plantea el autor, es
la síntesis de lo corpóreo y lo espiritual, que
representa la verdadera medida de las cosas. "Y esa
condición determina la relación con todos los
demás sujetos libres y personales" (op. cit:97). Esto
significa, que el hombre es un ser relacional que se abre desde
dentro hacia fuera, entendiendo así, el porqué la toma
de decisiones está cargada de un alto componente emocional y
es en la sabiduría del corazón que éste,
trasciende su propia finitud, poniendo límites a su
comportamiento, conoce lo limitado y lo impulsa a trascender en
el mundo hacia la excelencia para tomar decisiones consistentes,
vivificantes y eficaces.

Es por ello, que abordar al docente en su institución
universitaria significa ubicarlo como un ser en proceso de
realización proyectado por su propia razón. De esta
manera mantiene en la generalidad de las veces un constante
movimiento de fuga y huida de lo ordinario, tratando siempre de
buscar decisiones perfectibles alejándose de sus
límites para volar hacia la cima. En este vuelo, lo humano
muchas veces tiene sabor a desolación, pero también a
expectativas, sin embargo, en el límite de su propia
condición humana es capaz de obtener el gozo que le brinda
la felicidad para disfrutar la decisión tomada con justicia
y verdad respetando la dignidad del ser. Motivo por el cual,
responde a una profunda necesidad de racionalizar la indigencia
producida por el límite. El habitante del límite es
como plantea Trias, (op. cit:109); … aquel ser que, en
razón de sus modos de responder a la proposición
ética, va adaptando y armonizando su conducta a aquel lugar
que constituye y que determina y define su propia condición
y naturaleza. Tal lugar es el límite. El sujeto, en la
medida misma en que se adapta a ese lugar, respondiendo del
<<ser>> que se le ofrece a través de la
proposición ética, se constituye como
<<habitante del límite>>.  En la
dimensión ética del límite para tomar decisiones
desde la eticidad de sus actores en la institución
universitaria, entre ellas sus docentes, podrían encontrar
respuestas a sus acciones, desencadenando verdaderos cambios
desde esa fuerza interior espiritual que el ser humano tiene para
saber lo que puede y lo que debe hacer, y lo que conduce
inminentemente a lo que quiere hacer, en bien propio y de su
alumno con quien comparte el diario quehacer institucional.

Esta nueva concepción de ética para decidir, fomenta
valores que interactúan con los hechos y circunstancias de
la vida, para conformar el sistema de valores y significado;
desde la propia esencia del hombre en acción; su ser
espiritual y su ser corpóreo en un plano existencial,
definidos por sus limites en le pensar, el entender, el conocer y
el actuar.f) Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión valores.

La dimensión de los valores permite al académico
universitario actuar con una conciencia ética, para ver e
interpretar la realidad desde una visión para decidir
más trascendente; impregnada de verdad, bien, unidad,
belleza, tolerancia, solidaridad y justicia, demarcando los
limites que dan luces para iluminar el camino, advirtiendo si es
necesario parar, retroceder, dar preferencia o detenerse. Los
valores se manifiestan con la dimensión comunitaria de la
persona y su significado responde a la dimensión ética.
Una ética que se atenga según Trias (2000:35) "a las
condiciones de su posible realización a través de la
acción… que el ser humano permita".

La unión entre la dimensión valores y la ética,
admite asumir con propiedad cualquier decisión, por cuanto
la influencia de un valor transformado en significado desde la
dimensión ética del límite, provoca ajustes en los
procesos racionales, intuitivos e impulsivos; para adecuar el
sistema mental a las situaciones de cambio e incertidumbre que se
presenten al docente en su comunidad universitaria, mediante un
sistema de valores compartidos que conduzcan hacia el camino de
una toma de decisiones ético transformacional. Pero es
innegable, que un incontable número de veces los procesos
racionales e impulsivos, dominan sobre los intuitivos. Es por
ello, que un educador del nivel superior, pero que también
es una persona, se deba plantear en la generalidad de las veces
valores trascendentes relacionados con la dignidad de la persona
humana para activar el diálogo y los acuerdos que le permita
decidir sobre la opción que mejor responda con prudencia y
sabiduría del corazón.En este dilema aparece la
dimensión ética del límite y la dimensión
imperfecta desde la propia condición humana limítrofe y
fronteriza, en medio de la cual se encuentra la razón que
hace funcionar la idea de lo lógico, y la intuición que
hace funcionar la idea de lo individual, para orientar el curso
de las decisiones desde la propia esencia del hombre. Trias
(2000:146) muestra dentro de su teoría del limite como
frontera del hombre que; La libertad del sabio consiste en la
adecuación de su voluntad a ese <<orden del
mundo>> gobernado por su razón inmanente, o por ese
lógos que es el pensamiento interno del espíritu
(pneúma), y del que deriva su expresión verbal
<<proferida>> (y el conjunto de aconteceres a los que
ésta pueda referirse). Tal espíritu no es ajeno ni
trascendental al mundo, sino que lo gobierna desde dentro de modo
<<hegemónico>>. 

La intuición descubre entonces una cierta transparencia,
apertura y utilidad para abordar aquellas decisiones turbulentas,
asimétricas y en permanente desequilibrio con la vida;
mientras que la razón percibe el ideal de una vida en
positivo, mediante una conducta simétrica, equilibrada y
armoniosa que no admita errores, obstáculos e
imperfecciones. Se trata de elegir entre vicio y virtud, entre el
bien y el mal; expresados a través de valores considerados
como deseables y como camino para orientar la toma de
decisiones.

Los valores producen un efecto poderoso, sí se aceptan
amplia y genuinamente en la organización de educación
superior, mejoran la calidad y precisión del quehacer
universitario, así como la capacidad de la
administración para evaluar a sus alumnos y los proyectos
que realiza a partir de una esencia institucional. En este
particular, el docente comprometido se identifica más
intensamente con su actividad académica cuando conoce y
siente que será tratado con justicia e igualdad, en caso de
que sus planes fracasen, y premiado cuando decide con
creatividad, independencia, innovación, compromiso y
autorrealización. Su finalidad es buscar el éxito
personal y organizacional, a través de su motivadora
inspiración. Gestionada por medio del respeto, dignidad,
vocación, flexibilidad, empatía, colaboración,
cooperación, creatividad, innovación, diversión,
visión y
confianza.        

En un análisis antropológico de los valores,
Siliceo, Casares y González (2000) expresan que estos
representan, normas e ideales de comportamiento sobre los que
descansa una cultura como modo de vida integrado. Orientan y le
dan significación a la visión y a la misión de un
grupo identificado por principios, creencias, actitudes,
comportamientos, roles, entre otros. En ellos, consciente o
inconscientemente se refleja la generación presente y el
modo como desea vivir, respecto a la realización humana del
grupo y de los individuos. Los valores desde esta
óptica:

Son aquellas concepciones prácticas (y normativas)
heredadas o, si es el caso, innovadas por generaciones presentes,
en las cuales la sabiduría colectiva descubre que se juegan
los aspectos más fundamentales de su sobrevivencia
física y de su desarrollo humano, de su seguridad presente y
de su voluntad de trascender al tiempo mediante sus sucesores…
Los valores sólo identifican y reproducen actitudes y
concepciones que se encuentran en los cimientos mismos de la
dinámica cultural y de la vida social. (Siliceo et al, 2000:
51) 

Por otra parte, una vez que el hombre establece cuál es
el fin que desea perseguir en su vida, como explica Cortina
(1996),  se puede determinar entonces el estilo de
conciencia y su conducta, que conjuntamente con los valores
permitan alcanzar metas intermedias y finales, para orientar
comportamientos conscientes. Considerando que el centro de esta
investigación es la de formular una propuesta centrada en la
figura del docente como líder constructor de su eticidad, y
de todos aquellos valores que lo conducen al respeto hacia la
dignidad humana, para trascender hacia el liderazgo
transformacional; se proponen como valores para el constructo
toma de decisiones ético transformacional, aquellos que se
asemejan con el individuo, en su ser personal y libre, deseable
en sí mismo. Nicolas (1996), los identifica como
trascendentes y los concentra en cuatro categorías: verdad,
bien,  belleza y unidad. A continuación se presenta en
análisis de cada uno en sus particularidades,
adaptándolas a la identidad del académico
universitario.

Verdad.

La verdad esta en el espíritu del hombre, incluso es una
obra de su espíritu, pero no es un simple producto cultural;
porque si las ideas, los pensamientos, la doctrina, los
principios y las creencias del hombre pueden ser verdaderas, no
lo son por obra de su decreto libre, de su voluntad, ni tampoco
por decisión de una sociedad cultural.

La verdad no es una forma de ver, es una conformidad del
espíritu del hombre con la realidad material que requiere
del hombre que la comprenda, se necesita que su espíritu se
apodere de su sentido inteligible. La verdad es el bien de la
inteligencia humana universal. Por eso es un valor que se ha de
concebir como trascendente para el docente líder
universitario tomador de decisiones ético
transformacionales; ya que no es ni temporal, ni cultural; es
universal y real. No es tampoco una singularidad fugitiva como la
opinión, ni una quimera como las que  fabrica la
imaginación, es como expresa Nicolas, (1996:60):… bien y
alimento de la inteligencia espiritual y libre, que ha sabido
arrancar ese tesoro a la realidad sensible.

Numerosa verdad: tantos sentidos que liberar de lo
real, por obra de tantos  espíritus humanos y tantas
disciplinas intelectuales.

Lo verdadero es el fin trascendental de mi inteligencia. Tengo
que buscarlo igual en medio de las dificultades de su conquista
que en los gozos que procura tanto si al final lo consigo como si
fracaso.  La verdad por ser esencia que encierra su propio
significado, es muy difícil de conseguir, por ello, la
necesidad que tiene de asirse al espíritu del hombre desde
su ser interno, con la humildad del espíritu ante lo
verdadero, el servicio del espíritu a lo verdadero y el bien
espiritual de la verdad.

Bien.

El bien es todo aquello que ofrece ayuda, aliento, da placer y
felicidad. Sin embargo el bien trascendente, es universal y real,
dando respuesta a la libertad del espíritu humano, quien
podrá  discernir  que todo el orden natural, todo
el terreno cultural, toda la vida humana de relaciones intimas y
personales, están cargadas de bien.

El bien responde a lo que el hombre es, espiritual y libre,
que aspira al bien trascendente. ¿Pero cómo es un 
hombre fuente de bien? Poniendo en práctica dos limite: el
primero es lo que se conoce como la necesidad natural o de otro
tipo, considerada como una constricción. El segundo, es la
voluntad divina, filtrada a través del enorme prisma de la
existencia del individuo, identificado con la conciencia. Nicolas
(1996:62) explica, que hablar muy de cerca de la conciencia no es
sólo " la  obligación moral, o la ley natural de
Dios,…

La ley moral en nuestra conciencia bajo al forma de deber es
tan natural como el deseo de los bienes naturales."A partir de
estas concepciones sobre el bien, visto como un valor
trascendente, se llega a la firme convicción de que la ley
moral, es decir el bien, le pide en la generalidad de las veces
al ser humano, que posponga el disfrute de los bienes materiales
y culturales, a ese bien espiritual que es el ser del
hombre. Esto en definitiva, llevaría al hombre a construir
una vida llena de felicidad, de dignidad, de valores y de
satisfacciones.

Belleza.

Este valor, ofrece dificultad para ser asimilado por el hombre
en el mundo, debido que no es como el bien, que hay que
cumplirlo, o que hay que utilizarlo aunque solo sea para gozar de
él; se trata de un bien deseable de mirar, de ver. Es un
sentimiento que hace surgir un gozo desinteresado, se trata de
amor a los valores, amor a las personas. Se trata de un valor de
contemplación hacia el espectáculo de la naturaleza,
hacia el rostro del otro (el  prójimo) y hacia el
propio cuerpo humano. En todo caso al ser la belleza un
sentimiento desinteresado, es también una forma de amor. Es
una mirada, es esa mirada que constituye un acto de amor, ese
amor se contenta con ser una mirada. Se trata, por tanto de
contemplación. La belleza, es lo que queda por saborear y
por ver en el ser, independientemente de los demás valores
que siempre es posible buscar y encontrar.

De allí, que la pureza y elevación de este valor
trascendente para el hombre debe estar liberado de los problemas
intelectuales y morales, liberado de las constricciones
naturales, de las necesidades físicas, liberado del imperio
de los deseo del disfrute. Así, la belleza natural, lo mismo
que la belleza de las obras de arte, remite al ser humano la
belleza como valor trascendente: toda realidad rica, dada
gratuitamente a la conciencia, para ser solamente contemplada.
Nicolas (1996:65) se hace la siguiente interrogante:

¿Eclipsa la belleza el valor de la verdad y el valor del
bien? No, desde luego; incluso, en cierto modo, eso dos valores
se manifiestan  más allá de ella: el misterioso
autor de todo ser, así como el artista, llena forzosamente
su obra de esos otros bienes y nosotros podemos, a veces debemos,
buscarlos en ella. Pero la belleza es otra cosa y no pide mas que
ser contemplada. La belleza como valor trascendente en todo caso,
se puede gozar de ella en todas partes y crearla en todas partes.
Lo mismo que el bien, lo mismo que la verdad, la belleza tratara
siempre según la medida, de buscar los medios para encontrar
el ideal transformacional del ser humano en la figura del docente
líder universitario.

Unidad.

Es menester que los valores sean convergentes y que estén
unidos, puesto que son los valores del ser, uno y diverso, y son
por otra parte valores-visión-misión del ideal
fundamental de la persona, puesto que están por encima de su
diversidad cultural y remiten a la única causa del ser, el
respeto por la dignidad de la persona humana. Pues bien, el ser,
es la unidad mas profunda conocida como identidad del ser. De
allí, surge el principio de la identidad que explica la ley
natural  de la armonía y la unidad de todos los seres.
La unidad acompaña a todo cuanto existe, o por lo menos
debería acompañarlo, porque donde la unidad falta surge
el desorden,  desintegración, descomposición,
destrucción, conflicto, odio, entre otras desuniones
propias  que afecta la unidad. Es por ello, que Nicolas
plantea la necesidad  de convencer a todas las personas que
aman realmente la verdad, el bien, la unidad del hombre; que
ellos como valores son portadores de la belleza trascendente, a
la que debe estar integrado todo ser humano consciente que vive
en el mundo, y no con el mundo, que esta con las personas y no
para las personas. En definitiva como expresa De Vries (1999) que
vive con y no vive de.

De estos valores trascendentes;  verdad, bien, 
unidad y belleza; surgen todos los valores identificados con la
conducta y el comportamiento de las personas, entre los cuales se
destaca con mayor significación para  la
transformación de docente de aula, a líder
transformacional que toma decisiones ético
transformacionales en la institución universitaria; ellos
son: la creatividad, la justicia, la responsabilidad, la
prudencia, la  solidaridad y la tolerancia.

g) Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión liderazgo transformacional.

El auténtico liderazgo no se logra diciendo que se quiere
cambiar, este es un proceso de vital importancia donde el
líder se propone una visión y una misión que le
brinda la oportunidad de inspirar a otros a seguirle. Son
confiables y coherentes entre el pensar, el sentir y el actuar.
Con una disposición al cambio no solo del contexto, sino de
él, como ser humano. Steven Covey (Cita Ramires y Cabello
1997) propone que un líder transformacional debe practicar
los siete hábitos de la gente eficaz (ser proactivo,
visualizar el futuro, saber priorizar, habilidad para negociar,
utilizar la sinergia, vivir la cultura de comprender para ser
comprendido y esta siempre en constante aprendizaje). Los nuevos
tiempos requieren como propone Kotter (2000), de un liderazgo
transformacional; inspirador, visionario, que se convierta en el
motor de sus seguidores, y por ende en el líder del
cambio.

Es por ello que el liderazgo transformacional reconoce,
explota y crea necesidad o demanda de un seguidor potencial, este
líder busca motivos potenciales, busca satisfacer
necesidades altas, comprometiéndose con las personas; busca
en definitiva, una relación de emulación y
evaluación mutua que convierta seguidores en líderes y
líderes en agentes morales. Esto se explica en el hecho de
que no sólo existe una relación de poder, sino de
necesidades mutuas, aspiraciones y valores compartidos
(personales-profesionales-organizacionales). Este es el estilo de
líderes que necesitan los docentes de las organizaciones de
educación superior para la toma de decisiones ya que
respetando los principios y creencias, se originan valores
éticos, morales y trascendentes capaces de transformar todo
lo que toca. Las consideraciones acotadas introducen a la puesta
en práctica del liderazgo transformacional con sus
máximos exponentes: Burns (1978) con su teoría social y
Bass (Cita Robbins, 1985) con su teoría individual para
cambiar personas sociales en agentes morales de cambio.

Enfoque Social del Liderazgo
Transformacional.

El carácter social de este liderazgo, defiende  la
tesis de un líder centrado en valores trascendentes donde
las ideas se manejen mediante un proceso de moralidad. Burns
(1978), propone la interacción de una persona con otras,
actuando como líder o seguidor, para alcanzar conjuntamente
valores del más alto nivel. Los propósitos de ambas
partes que en un inicio pudieron ser diferentes, luego se
integran, y el poder del líder cumple la función de
apoyo recíproco para el beneficio de todos, razón que
eleva el nivel ético de los líderes para actuar
decidiendo desde el ser, (significado denotativo) convirtiendo
personas meramente sociales en agentes morales que toman
decisiones ajustadas a valores trascendentes relacionados con: la
verdad, el bien, la belleza y la unidad trascendental; es un
líder dinámico,  que asume seriamente el
compromiso que lo vincula con sus seguidores, quienes se
comprometen y se sienten identificados con el líder, para
convertirse en nuevos líderes.

El ejercicio de este liderazgo anula emociones bajas como
ambición, miedo, envidia y odio. Surge de los deseos,
necesidades y aspiraciones de los seguidores. Se identifican
cinco (5) tipos  según  gráfico 6,
(intelectual, ideológico, reformador, revolucionario,
heroico), a los que se llega con la historia de vida de algunos
personajes históricos considerados líderes. En ellos,
se identifican características esenciales, y posteriormente
se realizan las comparaciones correspondientes. Finalmente, se
puede concluir que Burns plantea su visión del liderazgo
para un marco general y macro, como lo es la
sociedad.

  Gráfico 6 Tipos de
liderazgo social de Burns

Diseño Atencio (2003) Enfoque Individual
del Liderazgo Transformacional.
Acuñado por
primera vez por Bernard Bass (Cita Robbins 1999), expresa
que  el líder debe inyectar nueva vida y transformarse
él y a sus seguidores a fin de conseguir metas más
elevadas, se moviliza de acuerdo al reconocimiento que le hace el
grupo como líder en juicios basados en su manera de ser por
su posición existencial frente a la vida, frente a sus
semejantes y frente al mundo que le rodea. Su comportamiento
así como las decisiones que toma estarán fundamentadas
en sus valores, estimulando el desarrollo de sus colaboradores,
de sus capacidades, motivaciones, creencias y principios, y no
sólo su desempeño. El proceso para liderizar debe
plantearse en forma individual, ya que de esta manera los
seguidores sienten confianza, admiración, fidelidad y
respeto hacia el líder. Es un estilo que propone transformar
los seguidores según el valor de las acciones,
induciéndolos a trascender sus propios intereses. Bass
establece según el gráfico 7 cuatro (4) factores o
dimensiones: carisma como influencia idealizada,
inspiración, estimulación intelectual y
consideración individualizada.  Gráfico
7

Dimensiones del liderazgo individual de
Bass

 Diseño Atencio (2003) Un docente desde
la óptica del liderazgo social e individual representa un
lanzamiento hacia lo ético transformacional;
ya que tiene una visión con altas expectativas y sobre todo
con mucho conocimiento de si mismo. Es un ejemplo a seguir por el
alumno y por todos los que trabajan con él, debido que crea
valores, rasgos y creencias orientando la búsqueda y logro
de los objetivos, sienten autoestima y autoeficacia, 
inquiriendo trascender hacia valores de dignidad y respeto.
Significa un impulso cualitativo hacia la toma de decisiones
ético transformacionales. El liderazgo de este
académico universitario utiliza equilibradamente su
coeficiente intelectual (CI), su coeficiente emocional (CE) y su
coeficiente operacional (CO), influyendo positivamente en tres
aspectos para cambiar el concepto que el seguidor tiene de si
mismo, acrecienta la motivación, aumenta los valores del
más alto nivel y obtiene apoyo para trascender hacia
transformaciones con altas expectativas en su faceta como
investigador. En su faceta de aula de sólo trasmisor de
conocimiento, al de conductor y consejero de su alumno;
enseñándoles los contenidos relevantes, a asimilarlos,
a interrelacionarlos y a ponerlos en práctica. Por otra
parte en su faceta como evaluador utiliza su intuición y sus
capacidades emocionales e intelectuales, para equilibrar su
subjetividad y objetividad en la calificación de su
alumno.

3.- Operacionalización de lo
ético transformacional para decidir

Partes: 1, 2, 3, 4
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