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Trastornos alimentarios (página 2)



Partes: 1, 2

A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por
encima del valor mínimo normal considerando la edad y la
talla (por ejemplo un peso < 85% del esperable)

B. Miedo intenso a ganar peso, a convertirse en obeso,
incluso estando por debajo del peso normal

C. Alteración de la percepción del peso o
la silueta corporales, exageración de su importancia en la
auto evaluación o negación del peligro que reporta
un bajo peso corporal.

D. En las mujeres post puberales: presencia de
amenorrea, por ejemplo de al menos 3 ciclos menstruales
consecutivos (se considera amenorrea cuando las menstruaciones
aparecen con tratamientos hormonales como es el caso de la
administración de Estrógenos).

 Aspectos Psicopatológicos de los trastornos de
alimentación

Estas pacientes tienen un déficit en la
estructuración de su personalidad. En apariencia se
desarrollan normalmente hasta la pubertad o comienzo de la
adolescencia; y frente a los cambios físicos,
psíquicos y sociales que ésta implica, sucumben
ante la enfermedad. La desnutrición es responsable de
algunos síntomas (irritabilidad, aislamiento social,
depresión, disminución en la capacidad de
concentración, insomnio, agudeza visual, sentido alterado
del tiempo). También presentan dificultad para expresar
sus sentimientos y afectos, alteraciones cognitivas,
déficit en el pensamiento abstracto, disminución de
la libido.

La Anorexia Nerviosa puede presentar comorbilidad con
desórdenes afectivos, tales como Depresión Mayor y
Distimia; y también con desórdenes por ansiedad
como son el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y Ansiedad
Generalizada. Es de suma importancia tratar la comorbilidad con
Depresión Mayor porque lleva a una alta tasa de
suicidios

TEORÍAS EXPLICATIVAS DE
LA ANOREXIA PSICOGENA Y LA BULIMIA

      Se establecen dos tipos de
teorías explicativas, por una parte la teoría
fisiológica, que se centraría en un posible
déficit en el hipotálamo; por otro las
teorías psicológicas. Entre las que cabe
resaltar:

a) La consideración de la bulimia y la anorexia
psicógena como una respuesta evocadora de ansiedad,
causada a su vez por el miedo a ser obesos  en esta
teoría todas las estrategias utilizadas por el
bulímico para no ganar peso como purgarse o vomitar,
reducen la ansiedad y por tanto, el miedo a ser obesos. La
alteración de la conducta alimenticia en el
anoréxico, se produce cuando éste no puede
controlar sus reacciones emocionales, esta incontrolabilidad, es
producida por la incapacidad del estos sujetos para etiquetar sus
estados emocionales y si aparecen ansiedad y depresión en
situaciones no controladas, se darán con facilidad,
episodios de anorexia.

b) La hipótesis de la dependencia externa.
Supone que los bulímicos, y también los
anoréxicos, no regulan su conducta de comer a partir de
indicios internos de hambre o saciedad, sino a partir de claves
externas.

     En
la actualidad se ha optado por un modelo pluricausal en el que
interactúan diferentes tipos de variables
biológicas, psicológicas y relacionales dando lugar
a una serie de factores predisponentes precipitantes y de
mantenimiento que permiten explicar la aparición y
cronificación de los trastornos de la
alimentación.

Los dos tipos más comunes de
trastornos alimenticios son la anorexia
nerviosa
y la bulimia
nerviosa
(más conocidas como anorexia y
bulimia). Estos dos trastornos son difíciles de separar ya
que comparten ciertas características: tanto en la
anorexia como en la bulimia, la persona tiene una imagen
distorsionada de su propio cuerpo. Esta persona vive obsesionada
con la comida.

La anorexia y la bulimia tienden a afectar con más
frecuencia a niñas que a varones; pero el 10% de la gente
con trastornos de este tipo son hombres. Como se tiende a pensar
que los trastornos de la alimentación afectan solamente a
las mujeres, no se presta atención al problema en los
hombres. Los hombres que presentan trastornos alimenticios suelen
concentrarse en la apariencia física o en el éxito
deportivo más que en verse delgados.

La gente que sufre de anorexia tiene mucho miedo de engordar.
Es por eso que apenas come y lo poco que ingiere se convierte en
una obsesión. Es bastante común que una persona con
anorexia pese la comida antes de ingerirla o cuente sus
calorías. También es común que la persona
haga ejercicio en exceso con el objetivo de bajar de peso.

Una característica particular de la anorexia es que la
persona no solamente desea ser muy delgada sino que tiene una
percepción distorsionada de su propio cuerpo. Si bien
bajan de peso a una velocidad alarmante, las personas con
anorexia no se consideran delgadas. Una persona que sufre de este
trastorno, se mira en el espejo y ve a una persona gorda.

La bulimia es algo diferente a la anorexia ya que la persona
que la padece no evita comer. Todo lo contrario; esta persona
ingiere grandes cantidades de alimentos que elimina vomitando.
Este comportamiento se conoce como "atracones y vaciado". Como en
el caso de la anorexia, la bulimia tiende a afectar a
adolescentes y mujeres jóvenes más que a hombres. A
diferencia de la anorexia, la bulimia es difícil de
detectar. De hecho, una persona con bulimia puede tener un peso
normal o un poco mayor que el peso normal.

Características de Anorexia y
Bulimia

Anorexia:

v      Baja de peso, hasta
llegará a un 20% de lo normal;

v      Niega tener hambre;

v      Hace ejercicio de manera
excesiva;

v      Se siente gorda; y

v      Se aísla
socialmente

Bulimia:

v      Inventa excusas para ir al
baño inmediatamente después de terminar la
comida;

v      Come grandes cantidades de
comida pero no aumenta de peso;

v      Utiliza laxantes o
diuréticos; y

v      Se aísla
socialmente

¿Cuáles son las causas de la Anorexia y la
Bulimia?

Nadie está totalmente seguro sobre las causas de los
trastornos de la alimentación; sin embargo, existen varias
teorías sobre por qué la gente desarrolla estas
patologías. La mayoría de la gente que desarrolla
un trastorno alimenticio se encuentra entre los 14 y 18
años (aunque es posible que, en ciertas personas, comience
a una edad más temprana). En ese momento de sus vidas, los
adolescentes sienten que no pueden tener nada bajo control. Los
cambios físicos y emocionales que ocurren en la pubertad
pueden hacer que aun la persona más segura de sí
misma se sienta un poco fuera de control. Al controlar su propio
cuerpo, las personas con trastornos de la alimentación
sienten que pueden recuperar parte del control -aunque lo logren
de una manera no saludable.

En el caso de las mujeres, aunque es completamente normal (y
necesario) aumentar un poco de peso durante la pubertad, algunas
reaccionan al cambio teniendo mucho miedo de su nuevo peso y
sienten que deben hacer algo para eliminarlo. Es fácil
darse cuenta por qué a algunas personas les da miedo
aumentar de peso, aun cuando saben que es saludable y temporal.
Estamos rodeados de imágenes de gente famosa muy delgada
-gente que pesa mucho menos que el peso saludable que
deberían tener. Cuando se combina la presión por
ser como estos modelos con el cambio físico normal por la
edad, no es difícil entender por qué algunos
adolescentes tienen una imagen distorsionada de sus cuerpos.

Algunas personas que adquieren este trastorno alimenticio
pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad.
Los especialistas creen que la gente que tiene trastornos de la
alimentación también sufre del trastorno
obsesivo-compulsivo. Su anorexia o bulimia son una herramienta
para controlar el estrés y la ansiedad que surge en la
adolescencia y les permite tomar el control y establecer un orden
en sus vidas.

También existe evidencia de que los trastornos de la
alimentación son un problema que ya otros miembros de la
familia tienen o han tenido. Nuestros padres ejercen una
influencia en nuestros valores, prioridades y, por supuesto, en
nuestra manera de comer. Es por ello que el trastorno está
relacionado con el ambiente y la influencia familiar. Pero
también se ha sugerido que hay un componente
genético en ciertos comportamientos. Y los trastornos de
la alimentación pueden ser uno de ellos.

BULIMIA:

     El cuadro se inicia
habitualmente a partir de los 20 años, los
bulímicos refieren que sus mentes están casi
constantemente ocupadas en pensamientos referentes a la comida,
dificultando incluso la concentración. Los excesos de
comida se dan normalmente en solitario y en secreto. Muchas veces
ritualizan la compra de comida y este hecho suele producirles al
mismo tiempo excitación y ansiedad. La cantidad de comida
que se ingiere en un episodio bulímico puede llegar hasta
20.000 calorías.

     Para impedir ganar peso pueden
utilizar mecanismos diversos como provocarse vómitos,
utilizar frecuentemente purgantes y diuréticos, hacer
mucho ejercicio, tomar anfetaminas, etc.. Todos estos excesos
pueden llegar a tener complicaciones de salud siendo uno de los
más peligrosos la provocación de vómitos que
puede dar lugar a deplección de los niveles de potasio,
infecciones urinarias y problemas renales, ataques
epilépticos, tétanos, y pérdida importante
de peso. Los rasgos psicopatológicos más
importantes, se refieren a la preocupación relacionada con
la comida, el peso y los síntomas depresivos. Los
bulímicos, son personas depresivas, acomplejadas, que se
sienten ineficaces e indefensas, carentes de autoestima y elevada
ansiedad, carentes de asertividad y con una deficiente imagen
corporal y pobres relaciones sexuales.

     El curso habitual de este
trastorno es crónico durante un período de varios
años, alternándose con frecuencia períodos
de bulimia con fases de ingesta normal. No suele ser un trastorno
incapacitante salvo en personas con muchos ataques recurrentes
durante el día que se provocan vómitos. Suele
presentar oscilaciones de peso debido a la alternancia de
episodios bulímicos con períodos de ayuno.

     Parece que este trastorno
aparece de forma mayoritaria entre el sexo femenino, existiendo
poca información respecto a la prevalencia y los factores
predisponentes del mismo.

La bulimia aparecía después de un período
de tiempo en el que la persona había estado muy preocupada
por el peso, llegando incluso a hacer dieta, los intentos por
reducir peso, habían sido infructuosos y en este caso,
eran seguidos de períodos de ingesta desmesurada y de
ayuno. Otros pacientes se convirtieron en bulímicos
después de haber hecho dieta durante mucho tiempo, y de
haber perdido, incluso, mucho peso.

Diagnóstico y evaluación de la bulimia:

Criterios para el diagnóstico de F50.2 Bulimia
nerviosa [307.51]

A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se
caracteriza por:

(1) ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej.,
en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la
mayoría de las personas ingerirían en un
período de tiempo similar y en las mismas
circunstancias.

(2) sensación de pérdida de control sobre la
ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar
de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que
se está ingiriendo).

B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida,
con el fin de no ganar peso, como son provocación del
mito; uso excesivo de laxantes, diuréticos,
enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.

C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas
tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana
durante un período de 3 meses.

D. La autoevaluación está exageradamente
influida por el peso y la silueta corporales.

E. La alteración no aparece exclusivamente en el
transcurso de la anorexia nerviosa.

Especificar tipo:

Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia
nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o
usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso

Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia
nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias
inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no
recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa
laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

    Además de estos criterios
diagnósticos y como complementario a ellos podemos
utilizar autorregistros, autoinformes específicos de la
conducta alimentaria como el Test de Actitud hacia la Comida
(EAT), Garner y Garfinkel

-1979-; así como autoinformes en general para valorar
aquellas áreas problemáticas del sujeto
(depresión, ansiedad, asertividad, etc.). También
podemos utilizar pruebas psicométricas como el MMPI y el
EPI de Eysenck para valorar las patologías asociadas.

Diagnóstico diferencial:

-El diagnóstico de bulimia no puede formularse si
existe una anorexia nerviosa.

-En la esquizofrenia puede haber una conducta alimenticia poco
corriente, pero en este trastorno raras veces se da el
síndrome completo de bulimia y cuando lo hay deben hacerse
los dos diagnósticos.

-Descartar enfermedades neurológicas como los
equivalentes epilépticos, tumores del sistema nervioso
central o síndromes del tipo Klüver-Bucy y
Kleine-Levin.

Tratamiento de la bulimia:

     Una aproximación
cognitivo-conductual tiene que combinar diferentes estrategias
entre las que cabe destacar:

-Refuerzo positivo de una ingesta adecuada.

Técnicas de autocontrol hacia las conductas de
comer.

-Desensibilización o exposición en vivo para
controlar la ansiedad que el paciente experimenta antes de
comer.

-Terapia cognitiva

Contrato conductual.

ANOREXIA:

     En los anoréxicos hay una
idea sobrevalorada de la imagen corporal, que puede tomar
proporciones delirantes. Los pacientes ven algunas partes de su
cuerpo muy gruesas, incluso a pesar de la perdida de peso, por lo
cual deben continuar sin comer. Generalmente manifiestan fuertes
sentimientos de asco y desagrado ante su propio cuerpo. No
reconocen adecuadamente, los signos de hambre y saciedad. Se
sienten hinchados, tienen Náuseas, después de haber
comido poquísimo. A pesar de su gran inanición, no
se sientes cansados ni fatigados.

     El estado de ánimo de los
anoréxicos, es bastante variable. Son comunes, los
sentimientos de desamparo, la depresión y la labilidad
emocional. Pierden todo interés en el sexo y evitan los
contactos con personas del sexo opuesto. En el caso de actividad
sexual no disfrutan de ella.

Características de anorexia

Cambios
cognitivos
: distorsiones
cognitivas sobre el peso y la ingesta, alteración de la
imagen corporal (sigue encontrándose gorda a pesar de
haber perdido peso)

Cambios
conductuales
: dieta
restrictiva autoimpuesta, frecuente provocación de
vómitos, uso abusivo de laxantes (estas conductas son
más frecuentes si la anorexia cursa con episodios de
bulimia); elevado interés por la gastronomía,
hiperactividad, relaciones familiares gravemente alteradas,
importante retraimiento social.

Cambios biológicos:
alteración del sistema hipotalámico y endocrino que
tiene como consecuencia la aparición de la amenorrea.
Desaparecen las curvas típicas femeninas, piel seca,
pérdida de pelo, bradicardia, hipotensión, baja
temperatura, deshidratación.

Etiología de la Anorexia Nerviosa

Se encuentran involucrados tanto factores
biológicos, sociales como
psicodinámicos
.

Factores biológicos: los distintos hallazgos en
pacientes con Anorexia Nerviosa sugieren la existencia de una
disfunción hipotalámica. Es posible que en algunas
personas vulnerables, el stress
psicológico
produzca cambios
bioquímicos reversibles en el hipotálamo que
provoquen esta alteración y que se perpetúe con la
pérdida sucesiva de peso. Los opiodes endógenos
pueden contribuir a la negación del hambre. También
estarían afectados los neurotransmisores
cerebrales
, los ejes
gonadotrófico, tiroideo, adrenal, somatotrófico y
prolactínico; además de verse involucrados la
melatonina, hormona antidiurética, insulina y
leptina.
Finalmente como consecuencia de la
desnutrición se altera el metabolismo
fosfocálcico.

Factores sociales: estas pacientes ven reforzadas sus
conductas debido al énfasis que pone la sociedad a
la delgadez y al ejercicio. Las personas
que presentan trastornos de la conducta (principalmente de tipo
compulsivo/purgativo) tienen familias con altos niveles de
hostilidad, caos y aislamiento, como así también
niveles bajos de cuidados y empatía.

Factores psicodinámicos: son personas con poco
sentido de autonomía y auto confianza. Sólo a
través de actos de autodisciplina pueden desarrollar el
sentido de las mismas. Generalmente se trata de
jóvenes que han sido incapaces de separarse
psicológicamente de sus madres
. Las familias
suelen ser prejuiciosas, con dificultad para verbalizar los
afectos, sobre protectoras, ambiciosas, perfeccionistas, que
valorizan el éxito académico. También se
observa una relación conflictiva de la madre con su propia
madre.

Diagnóstico de la anorexia nerviosa según el
DSM IV

Criterios para el diagnóstico de F50.0 Anorexia
nerviosa [307.1]

A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por
encima del valor mínimo normal considerando la edad y la
talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso
inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento
de peso normal durante el período de crecimiento, dando
como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso
esperable).

B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso,
incluso estando por debajo del peso normal.

C. Alteración de la percepción del peso o
la silueta corporales, exageración de su importancia en la
autoevaluación o negación del peligro que comporta
el bajo peso corporal.

D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea;
por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales
consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea
cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con
tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de
estrógenos.).

Especificar el tipo:

Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia
nerviosa, el individuo no recurre  regularmente a atracones
o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso
excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de
anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones
o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso
excesivo de laxantes, diuréticos o enemas)

     Además de estos criterios
vale todo lo dicho sobre el diagnóstico para la bulimia,
pero utilizando autoinformes específicos para la anorexia
como puede ser la Escala de Actitud Anoréxica (GAAS) de
Goldberg y cols. (1980).

     Desde una perspectiva
cognitivo-conductual
Calvo (1983) propone el siguiente
esquema de análisis funcional:

a) antecedentes (factores o situaciones que elicitan la
conducta problema).

b) Conductas desadaptadas, definidas operativamente y
según criterios de intensidad, frecuencia y
duración.

c) Las conductas que mantienen o incrementan dichas
conductas.

d) Las variables del sujeto (creencias, estilo
cognitivo…). Además de todas las variables adicionales
que pueden facilitar o entorpecer el tratamiento (medio
sociocultural, motivación al cambio…).

Tratamiento de la anorexia:

     En el tratamiento de la anorexia
hay que tener en cuenta en nivel de pérdida de peso del
sujeto y si hay una gran pérdida, con posible riesgo para
la vida, se impone una hospitalización del sujeto. Desde
la perspectiva médica el tratamiento consisten en la
administración de fármacos básicamente
antianoréxicos, ansiolíticos y antidepresivos.

     Desde el modelo
psicodinámico
se opta por la psicoterapia cuyo
objetivo es resolver los conflictos internos que se suponen a la
base del trastorno.

Desde una perspectiva cognitivo conductual el
tratamiento debe ir dirigido a cubrir los siguientes
objetivos:

1. Establecimiento o incremento de la cooperación por
parte del paciente (eje., contrato de conducta).

2. Establecimiento de hábitos de comida y peso
adecuados (mediante refuerzo diferencial – medio hospitalario o
familiar-).

3. Modificar las actitudes hacia la apariencia corporal, la
comida y el peso (técnicas de inundación o
desensibilización).

4. Hacer desaparecer los episodios de bulimia (técnicas
de exposición o prevención de respuesta).

5. Modificar el factor sumisión-dependencia
(técnicas cognitivas -eje., Terapia Racional Emotiva de
Ellis-).

6. Eliminar el miedo al contacto corporal, a las relaciones
sexuales (Exposición, desensibilización
sistemática).

7. Modificar las relaciones familiares.

8. Mantenimiento de los resultados a largo plazo (seguimiento
de 1 ó 2 años).

LA OBESIDAD

     La obesidad se caracteriza por
una acumulación excesiva de grasa que se traduce en un
aumento de peso por encima de unos límites adecuados.

     La obesidad se ha clasificado
en tres categorías
según el peso del individuo
en relación con el peso ideal:

a) leve, que se sitúa entre el 120 por 100 y el 140 por
100 del peso ideal;

b) moderada que va del 141 por 100 al 200 por 100 del peso
ideal y,

 c) grave o severa, cuando el peso excede el 200 por 100
del peso ideal.

     Según la
distribución corporal de la grasa
, se distinguen dos
tipos:

a) obesidad androide, con predomino de la grasa en la mitad
superior, más característica en hombres,

b) obesidad ginoide, con predominio de la grasa en la mitad
inferior, más característica en mujeres.

     El eje central de la
evaluación y tratamiento de la obesidad consiste en
analizar las características sociodemográficas del
sujeto, estilo de comer, hábitos de actividad
física, variables cognitivas, consecuencias positivas y
negativas. Toda esta información podemos obtenerla
mediante la entrevista, autorregistros etc.

INTERVENCIÓN EN PROBLEMAS DE
ALIMENTACIÓN Y OBESIDAD

     Aunque la obesidad, la bulimia y
la anorexia psicógena han sido consideradas como
trastornos claramente separados, hay razones de peso en la
práctica clínica y en la investigación para
descartar este punto de vista. Así autores como Bruch
(1976) han indicado que los procesos psicológicos
subyacentes a los trastornos de la alimentación son
similares, ya que en todos ellos, la ingesta y el aspecto
corporal son manipulados en un esfuerzo inútil por
camuflar o resolver el estrés interno, y de ajustarse a
las dificultades del ambiente. La obesidad, la bulimia y la
anorexia se tienden a conceptualizar como un continuo en el que
las conductas anoréxicas y las bulímicas
constituyen los extremos de un mismo trastorno y son condiciones
alternantes en la misma persona a lo largo de diferentes
períodos de su vida (Ochoa, 1990)

     Según L.
Sánchez y Planell (1993)
la conducta
alimentaria normal y sus desviaciones patológicas
sólo pueden entenderse si se estudian bajo el enfoque de
los tres niveles organizativos de la personalidad:
neurobiológico, psicológico y relacional.

     La intervención en los
trastornos de la alimentación
debe de ajustarse a las
características de cada caso en particular y en
función del tipo de trastorno de la ingesta que el sujeto
presente. en general las estrategias a utilizar serán por
un lado la evaluación cuyo objetivo será el
confeccionar un Análisis Funcional de la conducta de
ingesta, dar información general sobre el problema,
seleccionar las conductas que se han de modificar y elegir las
técnicas adecuadas. Las técnicas de
evaluación a utilizar pueden ser, además de todo lo
expuesto en otros apartados del tema, la entrevista
clínica, la entrevista con familiares, los autoinformes y
los autorregistros.

     El tratamiento tiene como
objetivos
la reducción/aumento de peso, la
modificación de la conducta específica de la
ingesta y la modificación de cogniciones y sentimientos
mediante las técnicas de autorregistro, relajación
terapia cognitiva, control de estímulos, dieta
(reducción/aumento de calorías),
modificación de los hábitos alimenticios,
autorrefuerzo y control de consecuencias, control de la actividad
física y retroinformación informativa. En el
seguimiento se pretende el mantenimiento de los objetivos
marcados mediante autoinformes, técnicas cognitivas,
autorrefuerzos, sesiones de apoyo, etc.

TRASTORNO POR
ATRACÓN

Muchas personas realizan un atracón alimentario de vez
en cuando pero esta conducta se transforma en un Trastorno de la
Alimentación cuando se da una pérdida de control y
cuando ocurre periódicamente.

El Binge Eating o Trastorno por Atracón es un
Trastorno de la Alimentación que se caracteriza por
atracones recurrentes en los que no existe conducta compensatoria
inapropiada típica de la Bulimia Nerviosa (p.ej.
autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros
fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo).

Para que podamos realizar un diagnóstico de
Trastorno por atracón
deben darse los siguientes
criterios (según la clasificación internacional DSM
IV)

 Un episodio de atracón se caracteriza por las dos
condiciones siguientes:

1.       Ingesta, en un corto
período de tiempo, de una cantidad de comida
definitivamente superior a la que la mayoría de las
personas podría consumir en el mismo tiempo y bajo
circunstancias similares.

2. Sensación de pérdida del control sobre la
ingesta durante el episodio (p.ej. sensación de que uno no
puede parar de comer o controlar qué o cuánto
está comiendo).

Los episodios de atracón se asocian a tres o
más de los siguientes síntomas:

1. Ingesta mucho más rápida de lo normal.
2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
3. Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener
hambre.
4. Comer a solas para esconder su voracidad.
5. Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran
culpabilidad después del atracón. Profundo malestar
al recordar el atracón.

 Los atracones tienen lugar al menos dos días a la
semana durante seis meses.

 El atracón no se asocia a estrategias
compensatorias inadecuadas (purgas, ayuno, ejercicio
físico excesivo) y no aparecen exclusivamente en el
transcurso de una Anorexia Nerviosa o una Bulimia
Nerviosa.

Muchas personas comentan que comen más o que comen
demasiado cuando tienen problemas psicológicos, por
ejemplo: cuando se sienten solas, tristes o estresadas.

Algunas personas manifiestan que su trastorno por
atracón está desencadenado por estados de animo
disfóricos, como depresión o ansiedad. Otros
sujetos no se ven capaces de identificar desencadenantes
concretos, pero sí pueden manifestar una sensación
inespecífica de tensión, que el atracón
consigue aliviar. Otro grupo de personas otorga una cualidad
disociativa al atracón que experimenta como una
sensación de embotamiento o de estar drogado. Pero
también hay muchos individuos que pasan todo el día
comiendo sin horarios ni desencadenantes definidos.

Frecuentemente, las personas con este trastorno por
atracón utilizan el atracón como una forma de huir
de sus emociones, para llenar un vacío interno o para
evadir el estrés, la angustia y el dolor.

También hay casos en que el trastorno por
atracón se intenta inconscientemente poner una
separación entre la persona afectada misma y los
demás ("como soy gordo/a, no les gusto a los demás
y nadie se me acercará"). Sin embargo, al mismo tiempo
suelen ser personas necesitadas de cariño y, como en el
caso de la Bulimia Nerviosa, el atracón puede ser
utilizado como un "autocastigo" por no estar satisfechas consigo
mismas.

Estos Trastornos de la Alimentación vienen
acompañados de sentimientos de culpa, tristeza,
inadecuación, rechazo social, dificultades laborales,
dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como
con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas,
etc.

TRASTORNO POR
ORTOREXIA

La Ortorexia es una "enfermedad" relacionada con los
trastornos de la alimentación. La diferencia de la
ortorexia con los otros trastornos de la alimentación
está en que, mientras que en la anorexia y la bulimia el
problema gira en torno a la cantidad de comida, en la ortorexia
gira en torno a la calidad.

Se entiende por ortorexia la obsesión patológica
por la comida biológicamente pura. Las víctimas de
esta enfermedad sufren una preocupación excesiva por la
comida sana, convirtiéndose en el principal objetivo de su
vida. Podría decirse que es un comportamiento
obsesivo-compulsivo caracterizado por la preocupación de
qué comer y la transferencia de los principales valores de
la vida hacia el acto de comer, lo cual hace que los afectados
tengan "un menú en vez de una vida".

Para que podamos realizar un diagnóstico de
Ortorexia deben darse los siguientes criterios,

v      Quien sufre un trastorno por
Ortorexia pasa más de 3 horas al dia pensando en su dieta
sana.

v      Quien sufre un trastorno por
Ortorexia se preocupa mas de la calidad de la comida que del
placer que supone el comer los alimentos.

v      Quien sufre un trastorno por
Ortorexia conforme aumenta la pseudocalidad de su
alimentación disminuye su calidad de vida.

v      Quien sufre un trastorno por
Ortorexia se siente culpable cuando se salta sus convicciones
dietéticas.

v      Quien sufre un trastorno por
Ortorexia planifica hoy lo que va a comer mañana.

v      Quien sufre un trastorno por
Ortorexia se va aislando socialmente por su manera de comer.

Estos son algunos de los criterios para diagnosticar al
paciente que sufre de ortorexia. Los síntomas de la
enfermedad van desde depresión, ansiedad,
hipocondrías, hipervitaminosis o en su defecto
hipovitaminosis y en fases avanzadas trastornos obsesivos
compulsivos respecto a la alimentación.

Estos Trastornos de la Alimentación vienen
acompañados de sentimientos de culpa, tristeza,
inadecuación, rechazo social, dificultades laborales,
dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como
con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas,
etc.

TRASTORNO POR
VIGOREXIA

El paciente que padece vigorexia persigue un cuerpo musculado,
para ello, dedica su tiempo libre al ejercicio físico
anaeróbico (de gimnasio) utiliza fármacos y
hormonas y reduce la variedad alimentaria, normalmente empleando
dietas ricas en proteínas.

Quien sufre de vigorexia pasa la mayor parte del tiempo
pensando y actuando para mantener la forma física y la
musculatura máxima, comprueba su peso y medidas, se mira
en el espejo reiteradamente, etc…, de esta manera, se ve
deteriorada su calidad de vida, sus relaciones sociales y
familiares e incluso su rendimiento académico o
laboral.

Se entiende por vigorexia la obsesión patológica
por un cuerpo perfecto y musculado. Las víctimas de esta
enfermedad sufren una preocupación excesiva por su cuerpo,
convirtiéndose en el principal objetivo de su vida.
Podría decirse que es un comportamiento
obsesivo-compulsivo caracterizado por la preocupación de
acudir al gimnasio y la transferencia de los principales valores
de la vida hacia el acto de entrenar o muscular su cuerpo.

La vigorexia afecta mayoritariamente a hombres, aunque
también puede darse en mujeres. La práctica de
deporte moderado resulta muy saludable para nuestro organismo.
Sin embargo, los afectados por la vigorexia muestran una
preocupación excesiva por su aspecto físico que
conlleva que la musculación a través de una
actividad física pase de ser un objetivo saludable a un
desorden emocional elevado a la categoría de
obsesión. Este ansía por adquirir a toda costa una
apariencia atlética puede llevar al consumo de sustancias
perjudiciales para el organismo.

Las consecuencias de este trastorno tienen su reflejo
en la salud y en la conducta social de quienes lo padecen.

En ocasiones quienes sufren de vigorexia también
recurren a una práctica más peligrosa para la
salud, como es el dopaje para obtener un incremento de la masa
muscular y disminuir la fatiga.

Los productos dopantes más utilizados son los
anabolizantes, derivados sintéticos de la testosterona
(hormona sexual masculina). Son sustancias que pueden provocar
efectos adversos: problemas de impotencia, crecimiento
desproporcionado de las glándulas mamarias, acné,
caída del cabello, depresión, euforia,
irritabilidad… y, en los casos más extremos, problemas
de corazón y de hígado.

Estos Trastornos de la Alimentación vienen
acompañados de sentimientos de culpa, tristeza,
inadecuación, rechazo social, dificultades laborales,
dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como
con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas,
etc.

TRASTORNO DE ALIMENTACIÓN
EN
LA LACTANCIA Y EN LA PRIMERA INFANCIA

Definición   

Es la incapacidad de un niño pequeño para
obtener la nutrición adecuada, lo cual se refleja en
pérdida de peso o en la incapacidad para aumentar de peso
de manera apropiada para su desarrollo.

Causas, incidencia y factores de
riesgo
   

Los trastornos de alimentación se diagnostican cuando
el bebé o el niño aparece desnutrido y el problema
no es causado por una afección médica (como paladar
hendido, cardiopatía congénita o enfermedad
pulmonar crónica) o por un trastorno que cause retardo
mental.

La causa de estos trastornos a menudo se desconoce, pero se
pueden dar por diversos factores, como pobreza, interacciones
disfuncionales niño/tutor o desinformación de los
padres acerca de la dieta apropiada para satisfacer las
necesidades del niño.

Síntomas   

v      Estreñimiento

v      Llanto excesivo

v      Somnolencia excesiva
(letargo)

v      Irritabilidad

v      Aumento de peso
insuficiente

v      Pérdida de peso

Signos y exámenes   

Se evalúa al niño en búsqueda de
cualquier enfermedad que pudiera causar o contribuir con este
problema. La evaluación de las curvas del desarrollo para
peso, talla y perímetro cefálico es importante en
cualquier evaluación de problemas de alimentación o
de peso.

Se pueden utilizar pruebas de laboratorio y estudios
imagenológicos para completar la evaluación
médica, pero con frecuencia son normales en niños
con problemas de crecimiento.

Tratamiento   

Dependiendo de la gravedad de la afección, se pueden
tomar las siguientes medidas:

v      Aumentar el nivel de
calorías y la cantidad de líquidos consumidos por
el bebé

v      Corregir cualquier deficiencia
de vitaminas o minerales

v      Identificar y corregir los
problemas psicosociales o enfermedades físicas
subyacentes

Para lograr estos objetivos, se puede requerir un
período corto de hospitalización.

Expectativas
(pronóstico)
   

No existe una cura rápida para la mayoría de los
bebés y niños con trastornos de
alimentación. En lugar de esto, se requiere un enfoque
multidisciplinario con pediatras, enfermeras especializadas,
dietistas, trabajadores sociales, especialistas en conducta y
padres de familia que trabajen conjuntamente para mejorar el
bienestar y estado nutricional del niño.

Complicaciones: La desnutrición en la
niñez puede impedir el desarrollo físico y mental
en caso de ser severa y prolongada, pero con el tratamiento
oportuno se pueden prevenir tales complicaciones.

En situaciones que requieren asistencia
médica  se debe consultar con el pediatra si se
tiene alguna preocupación con respecto al apetito,
comportamiento, desarrollo o crecimiento del niño.

Prevención   

Seguir las pautas recomendadas para la nutrición puede
ayudar a garantizar una ingesta adecuada de líquidos y de
calorías para un bebé. Las visitas regulares de
control del niño sano con el pediatra pueden ayudar a
detectar a tiempo problemas de desarrollo y de
alimentación y prevenir un daño permanente
relacionado con la desnutrición.

DESNUTRICIÓN

Desnutrición Calórico-Proteica. Se
produce por una nutrición deficiente
crónica, donde predomina especialmente el déficit
calórico y cantidad insuficiente de todos los nutrientes.
Se caracteriza por un consumo progresivo de las masas musculares
y tejido adiposo, sin alteraciones importantes
a nivel de vísceras excepto la disminución del
número y tamaño de las células, y compromiso
de la velocidad de crecimiento. Se compromete principalmente la
inmunidad celular. En su grado extremo, el
"marasmo", aparece como una gran emaciación, piel de
"viejo", deficiente capacidad de concentración renal,
problemas con la homeostasis hidroelectrolítica y
ácido-base, lo que favorece la
deshidratación frente a cualquier
aumento de las pérdidas (especialmente
diarrea y vómitos). El
marasmo nutricional no se asocia en forma
importante a anemia ni a otras carencias,
excepto en su periodo de recuperación, en que pueden
manifestarse carencias de hierro, zinc,
vitamina D, etc. La
desnutricióncalórico-proteica
grave prolongada durante los primeros dos años de vida
puede alterar el desarrollo neurológico del individuo,
aunque en realidad es la deprivación socio-afectiva, que
se le asocia con gran frecuencia, tiene el impacto mayor en este
aspecto.

 Desnutrición Proteica La
desnutrición proteica en países
del tercer mundo se produce en relación al destete durante
el segundo y tercer año de vida, en situaciones de extrema
miseria. En un paciente menor de dos años que ingresa con
desnutrición proteica debe sospecharse
siempre una enfermedad celíaca
descompensada, aún si no hay claros antecedentes de
diarrea crónica. A éste se le
debe considerar un paciente de alto riesgo, y no susceptible de
manejo ambulatorio en esta fase.

La desnutrición de predominio
proteico se produce en corto plazo (semanas), frente a las
siguientes situaciones:

v      Dieta carente de
proteínas, pobre en lípidos y calorías, y
compuesta casi exclusivamente de hidratos de carbono

v      Aportes restringidos en
paciente hipercatabólico

v      Mala absorción
intestinal por diarrea prolongada o enfermedad
celíaca

v      Infección severa en
paciente con desnutrición
calórico-proteica previa

v      Paciente
crítico con reacción inflamatoria
sistémica

v      Ayuno mayor a 7 días
con suero glucósido como único aporte (en paciente
quirúrgico, por ejemplo)

La desnutrición de predominio
proteico se caracteriza por una relativa conservación del
tejido adiposo, moderado compromiso muscular, y
compromiso importante de las proteínas viscerales, en
especial la albúmina, y las proteínas
transportadoras, anemia, hipocalcemia, hipofosfemia,
hipomagnesemia, hipocalemia, hipoprotrombinemia, déficit
de zinc y hierro, carencias vitamínicas y folato. Existe
un grave compromiso de la inmunidad humoral y
celular, y puede deteriorarse la capacidad absortiva intestinal.
Si la albúmina plasmática
desciende a 2.5 mg./dl o menos, se agrega una alteración
importante de la osmolaridad plasmática que lleva a
producir un síndrome edematoso agudo, o
"Kwashiorkor". A causa de los trastornos electrolíticos y
las pérdidas renales y digestivas aumentadas, el paciente
puede estar hipovolémico a pesar del
edema importante; al reponer volumen o
albúmina, debe considerarse que el paciente puede tener
una contractibilidad cardíaca deficiente, secundaria al
déficit de proteínas y de algunos
electrólitos. Frente a infecciones graves, puede
evolucionar fácilmente a una falla multiorgánica,
con trastornos de la coagulación, función
hepática, etc…

Estudio Etiológico. La correlación de la
desnutrición infantil con factores
socioeconómicos y ambientales adversos se debe no
sólo a falta de aportes de nutrientes esenciales, sino a
la interacción de factores como la contaminación
del medio y saneamiento ambiental, deprivación afectiva,
acceso a la salud y educación, condiciones de vivienda,
etc. El destete precoz y la introducción inadecuada de
alimentación artificial en el lactante es el principal
factor que lleva a su desnutrición en
los primeros dos años de vida. Por lo tanto una buena
anamnesis debe considerar estos antecedentes,
así como la evolución de la curva ponderoestatural
en cada período de vida, y su
relación con infecciones intercurrentes. Sin embargo,
aún en presencia de los factores anteriores, debe
descartarse una patología subyacente corno causa de la
desnutrición.

TRATAMIENTO

La recuperación del desnutrido
crónico requiere de un enfrentamiento
multiprofesional, ya que es importante considerar los factores
sociales, psicológicos y ambientales asociados. En
principio, debe recuperarse al niño en su hogar, pero si
el deterioro es muy severo o la situación del hogar muy
crítica, puede ser necesario sacar al niño
transitoriamente de su medio a un centro
especializado o ambiente protegido. Se ha estimado requerimientos
para recuperación nutricional de 0.22 gr. de
proteínas y 5 Kcal. por gramo de tejido
depositado, y recomendaciones de nutrientes en general del orden
de 150 a 200% de los requerimientos normales por kg de peso.

La velocidad con que se llegue a estos aportes depende del
estado inicial del paciente, debiendo corregirse primero los
trastornos hidroelectrolíticos y ácido base. Es
recomendable en un paciente muy depletado iniciar aportes
cercanos a los requerimientos basales, y aumentarlos
progresivamente de acuerdo a la tolerancia del paciente en base a
fórmulas de fácil digestión, cuidando de
suplementar simultáneamente vitaminas y minerales. Debe
evitarse el "síndrome de realimentación" en los
casos de desnutrición severa; esta
condición es provocada principalmente por un descenso
brusco de los niveles plasmáticos de potasio y fosfato, al
ingresar éstos al compartimento intracelular.

La vía oral siempre es de elección, pero debe
recurrirse a la alimentación enteral continua cuando la
tolerancia oral o la digestiva son malas; la vía
nasoyeyunal se justifica solo en caso de vómitos o
intolerancia gástrica. La alimentación parenteral
está indicada si no es posible utilizar la vía
digestiva, o los aportes por esta vía no son suficientes.
Es importante suplementar la nutrición
con multivitamínicos, folato, hierro y zinc durante la
recuperación nutricional, ya que los requerimientos de
estos nutrientes aumentan, y hay deficiencias preexistentes de
ellos. Puede requerirse también suplementos de cobre,
carnitina, calcio, fosfato y magnesio

 FACTORES CONTRIBUYENTES A LOS TRASTORNOS DE
ALIMENTACIÓN:

a) Un aumento o disminución marcada de peso que no
están relacionados a una condición
médica.
b) El desarrollo de hábitos alimenticios anormales tales
como el seguir dietas rígidas, preferencia por alimentos
extraños, conducta ritualizada al momento de comer o
atasques secretos.
c) Una intensa preocupación por el peso y la figura.
d) Ejercicio excesivo o compulsivo.
e) Vómito auto-inducido, períodos de ayuno, uso de
laxantes, pastillas de dieta, o abuso de diuréticos.
f) Sentimientos de aislamiento, depresión o
irritabilidad.

LOS EFECTOS DE LOS TRASTORNOS
DE
LA ALIMENTACIÓN

Cualquiera sea la causa de los trastornos de la
alimentación, es claro que los efectos pueden ser
dañinos -y hasta devastadores y peligrosos para la vida de
quien sufre esta patología. Las personas cuyo peso es, por
lo menos, un 15% menor que el estándar normal
correspondiente a su altura, seguramente no cuenten con la grasa
corporal suficiente para mantener sus órganos y otras
partes del cuerpo sanos.

Una persona que sufre de anorexia puede tener problemas de
corazón, hígado y riñones ya que no come lo
suficiente. El cuerpo funciona lentamente, como si se estuviera
muriendo de hambre, causando una baja en la presión
sanguínea, el pulso y el ritmo respiratorio. (En el caso
de las mujeres, esta inanición (o falta de alimentos)
conduce a la desaparición de la menstruación).

La falta de energía puede llevar a las personas que
sufren de anorexia a sentirse mareadas y con poca capacidad de
concentración. La anemia (falta de glóbulos rojos),
la hinchazón de las articulaciones y la fragilidad
ósea son afecciones comunes entre la gente con anorexia.
La anorexia puede hacer que el cabello se caiga, que las
uñas se rompan con facilidad y que la piel se recubra de
un vello fino y suave llamado "lanugo". En casos extremos, los
trastornos de la alimentación pueden desembocar en una
desnutrición severa y hasta provocar la muerte.

La gente con bulimia sufre constantemente de dolor estomacal.
De hecho, la bulimia puede dañar el estómago y los
riñones como resultado del vómito constante. La
bulimia es capaz de deteriorar el estado de los dientes ya que al
vomitar la boca se llena de ácidos que arruinan la
dentadura. También es posible que la zona de la cara donde
se encuentran las glándulas salivales se hinche a causa de
la expansión permanente de éstas por el
vómito continuo. Como en el caso de las mujeres con
anorexia, a las que sufren de bulimia también les
desaparece la menstruación. Y, lo más peligroso es
que el vómito continuo que practican puede llevar a una
disminución del potasio en el organismo, lo cual
contribuye a la formación de problemas cardíacos y
puede, incluso, ser causa de muerte.

Los trastornos de la alimentación también pueden
crear problemas emocionales. Cuando una persona vive obsesionada
con el peso, es difícil que logre concentrarse en otra
cosa. Muchas veces, la gente con trastornos de la
alimentación se aísla y se vuelve menos sociable.
Los adolescentes que sufren de anorexia no son capaces de
disfrutar de comidas con amigos y familiares y, por lo general,
no están dispuestos a interrumpir su rutina de ejercicio
para divertirse un poco. Los individuos con bulimia invierten
mucho tiempo y energía planeando su próximo
atracón, gastan mucho dinero en alimentos y se esconden
por largo rato en el baño al finalizar la comida.

Los trastornos de la alimentación no son divertidos.
Tanto la anorexia como la bulimia pueden provocar
depresión y sentimientos de culpabilidad. Algunas personas
con trastornos de la alimentación comienzan a usar drogas,
u otras sustancias, con el objetivo de ocultar su sufrimiento; lo
cual empeora las cosas.

El deporte y los trastornos de la
alimentación

Hay ciertos deportes donde las mujeres corren un mayor riesgo
de desarrollar trastornos de la alimentación. La gimnasia
artística, el patinaje sobre hielo o las danzas
clásicas, por lo general, operan dentro de una cultura
donde tener poco peso es importante. Hasta quienes se ven
empujados a hacer dieta. Pero, con la intención de
perfeccionar sus cuerpos y satisfacer el deseo de quienes los
rodean, estos atletas pueden terminar sufriendo de trastornos de
la alimentación.

Si bien es inusual que un hombre sufra de anorexia o bulimia,
esto puede ocurrir; especialmente a causa de las exigencias de
ciertos deportes. Hay deportes, como la lucha libre, que tienen
categorías por peso, lo cual inclina a ciertos hombres a
sufrir trastornos de la alimentación. En ciertos casos,
los atletas hombres son alentados -de manera no intencional- a
entrar en este mundo de trastornos alimenticios; se les inculca
que ganar es lo más importante.

Pero la verdad es que un trastorno alimenticio daña
más de lo que beneficia. Los atletas con trastornos de la
alimentación, ya sean hombres o mujeres, verán que,
a causa de la falta de energía y nutrientes, su
rendimiento físico se deteriora y las lesiones son
más frecuentes.

EL TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS
DE
LA ALIMENTACIÓN

Afortunadamente, la gente que sufre de estos trastornos puede
mejorar y volver, gradualmente, a comer de una manera normal.
Dado que la anorexia y la bulimia afectan tanto al cuerpo como a
la mente, el tratamiento y la recuperación estarán
a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o
psiquiatras) y dietistas.

Las terapias son una parte crítica para el tratamiento
del trastorno. En muchos casos, la terapia familiar es la
clave para la recuperación de hábitos saludables de
nutrición. Los padres, y otros miembros de la familia,
cumplen un rol importante en hacerle ver a quien padece del
trastorno que tiene un cuerpo perfectamente normal y que ser
delgada no hace a una persona feliz.

Lo más importante en el tratamiento de los trastornos
de la alimentación es identificar y atacar el problema lo
antes posible. Como todo mal hábito, las malas costumbres
alimenticias son más difíciles de cortar cuanto
más tiempo se las haya puesto en práctica. La
anorexia y la bulimia pueden hacerle mucho daño 
al  cuerpo y a la mente si de deja sin tratar. El peor
daño que  puede hacer es matar; el daño menor
es sentirse y  verse de lo peor.

Hay que recordar que los trastornos de la alimentación
son muy comunes entre los adolescentes y que hay tratamientos
disponibles para ayudar a superar el problema.

El tratamiento típico para los trastornos de
alimentación  se basa en el paciente pero
también incluyen terapias individuales, de grupo y de
familia. Medicamentos psiquiátricos, grupos de apoyo, o
terapias informativas sobre nutrición son tratamientos
adjuntos que pueden ser beneficiosos para algunos pacientes.

La hospitalización se recomienda cuando los trastornos
de alimentación han causado problemas físicos que
pueden poner en peligro la vida de la persona o cuando son
trastornos de alimentación asociados a severas
disfunciones psicológicas o de la conducta.

ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA PREVENIR
PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN

La mejor manera de prevenir los problemas alimentarios
son:

v      Saber cómo
alimentarte correctamente, y para eso lo mejor es consultar a un
profesional.

v      Aprende acerca de la buena
nutrición. Conocer de qué porciones de los
distintos grupos de alimentos necesitas consumir diariamente.

v      Estabiliza tus hábitos
alimentarios: come despacio y en un horario regular y escoge
alimentos saludables, y preferente-mente hazlo
acompañado/a.

v      Conocer  cuál es
el peso saludable para ti, y cómo alcanzarlo y
mantenerlo.

v      Si estás preocupado por
ti o por un amigo, no dudes en acudir a un profesional

CONCLUSIÓN

Los trastornos de la alimentación como la anorexia o la
bulimia cada día son más frecuentes y preocupantes
en nuestra sociedad. También están apareciendo
nuevos trastornos como el Trastorno por Atracón, en el que
se dan atracones bulímicos pero no van acompañados
de vómitos, purgas o ejercicio excesivo como en la
bulimia, la Ortorexia en la que se va reduciendo la ingesta a
determinados alimentos pretendiendo una alimentación
saludable que por supuesto no lo es, o la Vigorexia en la que se
persigue un cuerpo musculado, para lo cual se utilizan
fármacos y hormonas y se reduce la variedad
alimentaria.

 Estos pueden desarrollarse por la combinación de
condiciones psicológicas, interpersonales y sociales.
Sentimientos inadecuados, depresión, ansiedad, soledad,
así como problemas familiares y de relaciones personales
pueden contribuir al desarrollo de estos desórdenes.
Nuestra cultura con su obsesiva idealización por la
delgadez y el "cuerpo perfecto".

Los trastornos de alimentación requieren ser atendidos
por un grupo de profesionales preferiblemente con experiencia. El
tratamiento más duradero y efectivo para los trastornos de
alimentación es alguna forma de psicoterapia con
atención médica nutricional. Idealmente este
tratamiento debe ser individualizado y variar de acuerdo a la
severidad del desorden y de los problemas particulares,
necesidades y capacidades del paciente y su familia.

La psicoterapia debe incluir los síntomas de los
trastornos de alimentación y condiciones
psicológicas tanto como las condiciones interpersonales e
influencias sociales.

La desnutrición también tiene consecuencias en
el sistema nervioso, el sistema digestivo, etc.   Entre las
manifestaciones conductuales que se describen como consecuencia
de estos trastornos se encuentran: pérdida de la memoria
inmediata, falta de concentración y atención,
irritabilidad, depresión y alteraciones en la
percepción corporal. 

     Es muy importante un apoyo y
tratamiento que de atención a todos estos aspectos e
incluya una parte psicológica y otra fisiológica.
Una visión integral en donde un médico, un
nutriólogo y un terapeuta colaboren con el paciente para
enfrentar cualquier tipo de trastorno de la
alimentación.

BIBLIOGRAFÍA

  • www.mifarmacia.es/contenido/articulos/articulo_s_trastornos_alimentacion.htm
  • psicologiaonline.com/formacion/online/clinica/talimentacion/talimentacion.htm
  • www.cbp-psicologos.com/trastornos-de-la-alimentacion.htm
  • kidshealth.org/teen/en_espanol/enfermedades/eat_disorder_esp.html
  • www.ugr.es/~ve/pdf/alimentacion.pdf –
  • Manual De Diagnostico Y Tratamiento De Los Trastornos
    Mentales DSM-IV

ANEXOS

PIRÁMIDE DE
ALIMENTOS

OBESIDAD

 

ANOREXIA-
BULIMIA

 

 

Test de autodiagnóstico – Anorexia y
Bulimia.

Elija en cada una de las afirmaciones
siguientes la opción correspondiente.

  1. Me da mucho miedo pesar
    demasiado

    No
  2. Siento que la comida controla mi
    vida

    No
  3. He intentado perder peso ayunando o
    haciendo dietas intensivas

    No
  4. A veces me he dado "atracones" de
    comida sintiendo que soy incapaz de parar

    No
  5. Tengo el impulso de vomitar
    después de comer

    No
  6. He vomitado después de
    comer

    No
  7. He usado diuréticos o
    laxantes para bajar de peso

    No
  8. Evito comer aunque tenga
    hambre

    No
  9. Los demás piensan que estoy
    demasiado delgada(o)

    No
  10. Me controlo en las
    comidas

    No
  11. Los demás me presionan para
    que coma

    No
  12. Estoy pendiente de las
    calorías que tienen los alimentos que como

    No
  13. Evito especialmente comer alimentos
    con hidratos de carbono

    No
  14. Me siento culpable después
    de comer

    No
  15. Me pongo nerviosa(o)cuando se
    acerca la hora de las comidas

    No
  16. Hago mucho ejercicio para quemar
    calorías

    No
  17. Me preocupa la idea de tener grasa
    en el cuerpo

    No
  18. Procuro no comer alimentos con
    azúcar

    No
  19. Como alimentos
    dietéticos

    No
  20. Me gusta sentir el estómago
    vacío

    No
  21. Paso mucho tiempo pensando y
    preocupándome de la comida

    No

 

 

 

 

 

Autor:

Jessica Beatriz Blanco Padilla

María de los Ángeles Cortez
González

Ivonne Lamabeth Gochez
Rodríguez

CICLO II /2008

ASIGNATURA:

 DIAGNOSTICO Y PSICOTERAPIA DEL ESCOLAR  II

DOCENTE:

LICDA. ANA MIRIAN MANCIA DE MANCIA.

UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES,  FILOSOFÍA Y
LETRAS

SECCIÓN DE  PSICOLOGÍA

SANTA ANA, 17 DE NOVIEMBRE DEL 2008

Partes: 1, 2
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