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Primeros auxilios psicológicos (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

El estrés,
son proceso
físicos, psicológicos y de comportamiento
que se desarrollan cuando existe un exceso de demandas internas y
externas –así percibidas por el sujeto– en base a
procesos
cognitivos, creencias, pensamientos, interferencias,
interpretaciones, predicciones—, y que sobrepasan sus
capacidades para poder
satisfacerlas.

Así en el proceso de estrés
intervienen tres factores:

  • 1. El factor estresante
    (cualquier estímulo interno o externo que lo
    provoca.).

  • 2. La manera cómo la
    persona
    percibe al estresante (la
    personalidad, experiencias de vida, experiencias previas,
    etc.).

  • 3. La percepción de los propios recursos
    de la persona para enfrentar las demandas internas
    (necesidades y carencias) y las externas (el
    entorno).

Todo cambio, ya sea
una experiencia positiva o negativa, o un suceso bueno o malo,
precisa de una adaptación, que a su vez requiere
energía. Sin embargo, los recursos de la personas no son
infinitos, y demasiados cambios pueden producir estrés,
dando lugar a un amplio rango de síntomas
fisiológicos, psicológicos y conductuales que
acabarán repercutiendo en la calidad de
vida y en el funcionamiento de la persona.

El desgaste profesional, el dolor, la
frustración, los conflictos,
hacen que el trabajador dedicado a labores de asistencia,
intervención, prevención, orientación y
atención a la población, esté expuesto al
estrés y manifieste síntomas de agotamiento
físico y psíquico, con sentimientos de impotencia y
desesperanza, extenuación emocional y un autoconcepto
negativo y de actitudes
negativas hacia el trabajo, la
vida y los demás.

Sin embargo, no toda circunstancia trágica o
desagradable o de fatiga, causa estrés. Existen
estados de estrés que nos permiten ir adaptándonos
a las circunstancias de la vida y sin la presencia de ciertos
niveles de estrés, caeríamos en un estado de
apatía y aburrimiento, disminuiría nuestra motivación y nuestro cuerpo
carecería de sensaciones. Tampoco podríamos
progresar ni desarrollarnos.

Podemos representar el estrés como la
tensión necesaria de las cuerdas de una guitarra; si
están flojas, el sonido
será desastroso, si se tensan demasiado se corre el
riesgo de
reventarlas. El secreto consiste en darles la tensión
correcta, esto es, afinarlas de manera que produzcan sonidos
melodiosos. (Cornejo, 1993).

Diferenciemos entonces, entre dos tipos de
estrés: uno positivo llamado "estrés" y el
otro negativo, llamado "distrés". Ambos tipos de
estrés exigen ajustes que implican cambios o adaptaciones
en el individuo.

¿Cómo se Afronta el
Estrés?

"Para hacer la vida soportable, hay que acostumbrarse
a las injurias del tiempo y a las
injusticias de los hombres."
.

Sin importar cual es la fuente, el estrés exige
ajustes o un proceso de adaptación en el individuo. Se
distinguen dos clases de ajuste: la confrontación
directa
y la confrontación
defensiva
.

  • 1. Confrontación
    directa
    .
    Cuando se puede identificar o encarar
    directamente la fuente del estrés. Se encuentra la
    solución, se aborda el problema sin rodeos y se avanza
    con determinación en la obtención de los
    objetivos
    (confrontación). También podemos manifestar
    nuestro desagrado (manifestaciones de ira) o eliminar sus
    causa atacándola o escapando de la situación
    (huida).

  • 2. Confrontación
    defensiva
    . No se encara directamente la fuente del
    estrés o es imposible identificarlo. Son maneras de
    convencerse a sí mismo de que realmente no hay amenaza
    o de que no desea algo que le es imposible conseguir. Las
    personas entonces, tienden a recurrir a los mecanismos de
    defensa
    para aminorar la presión, frustración, conflicto
    y ansiedad causados por el estrés.

Los mecanismos de defensa son técnicas
de autoengaño para aminorar el estrés. Los
principales son los siguientes:

Negación: no admitir una realidad dolorosa o
amenazadora.

Represión: excluir de la conciencia los
pensamientos desagradables.

Proyección: atribuir a otros los propios motivos,
sentimientos o deseos que reprimimos o no deseamos.

Identificación: asumir las características
de alguien a fin de no sentirse incompetente.

Regresión: retornar a la conducta y
defensas propias de la niñez. De esta forma podemos
soportar mejor la dependencia total o la desvalidez.

Racionalización: comprender que estamos
amenazados pero nos desligamos de los problemas
productores de tensión, analizándolos y
racionalizándolos. Es una forma de mantener algún
grado de indiferencia para no perder la objetividad.

Formación reactiva: expresar ideas y emociones
exageradas, que son el opuesto de las ideas o sentimientos
reprimidos. La exageración es la clave de su proceder. Es
un medio de convencerse a sí mismo de que sus motivos son
puros.

Desplazamiento: dirigir los motivos y emociones
apartándolos de sus objetos originarios y
sustituyéndolos por otros. Permite a los impulsos
encontrar una nueva expresión.

Sublimación: transformar los motivos y
sentimientos reprimidos hacia causas más aceptables para
la sociedad.
Así la agresividad se transforma a veces en competitividad.

Efectos del
Estrés

"No mires nunca de donde vienes, sino a donde
vas
."
Beaumarchais

El factor estresante es cualquier exigencia
que produce un estado de tensión o amenaza y que exige un
cambio o adaptación.

Los procesos de estrés y
adaptación no se presentan igual en todas las personas. Lo
que es estímulo estresor para unas, no lo es para otras.
Tampoco es percibido de la misma forma por todos; unos lo
perciben con más intensidad que otros y las respuestas
físicas, psicológicas y de adaptación, son
también diferentes.

En todo proceso de reacción al
estrés intervienen tres etapas: la reacción de
alarma, la resistencia y la
fatiga.

Etapa 1: Reacción de
alarma.

Es la primera respuesta al estrés.
El cuerpo reconoce que debe repeler un peligro físico o
psicológico. Las emociones son intensas, nos volvemos
más sensibles y alertas. La respiración y la frecuencia cardiaca
aumentan, los músculos se tensan y se producen algunos
cambios fisiológicos. Estos cambios nos hacen movilizar
nuestros recursos de confrontación a fin de recobrar el
autocontrol. En esta etapa podemos utilizar las exigencias
directas o las defensivas. Si ninguna de ellas reduce el
estrés, al final entraremos en la segunda
etapa.

Etapa 2:
Resistencia.

Se manifiestan síntomas
psicosomáticos y otros signos a
medida que se lucha contra la creciente desorganización
psicológica. Intensificamos el uso de las técnicas
directas y defensivas de la confrontación. Si logramos
aminorar el estrés, recobramos el estado
normal. Pero si el estrés es extremo o prolongado,
desesperados retornaremos a técnicas inapropiadas para la
situación actual, aferrándonos rígidamente a
ellas pese al hecho de que no nos ayudan mucho. Los recursos
físicos y emocionales merman aún más y los
signos de deterioro y desgaste se manifiestan con mayor
claridad.

Etapa 3: Agotamiento.

La persona en este estado, en un intento
desesperado por controlar el estrés, usa sus mecanismos de
defensa de manera cada vez más ineficiente. Algunos
individuos pueden perder el contacto con la realidad y mostrar
signos de trastornos emocionales o enfermedad mental. Otros
mostrarán incapacidad para concentrarse, irritabilidad,
retraso y cinismo respecto de que nada vale la pena. A veces, se
presentan síntomas físicos, como problemas
dermatológicos, asma, problemas
estomacales, etc. Algunos recurren al alcohol o
las drogas
para tratar de afrontar el estrés. Si éste
continúa, pueden presentarse daños físicos o
psicológicos irreparables, incluso la
muerte.

Consecuencias del
Estrés

"Todos los hombres pueden caer en un error; pero
sólo los necios perseveran en él."
Marco Tulio Cicerón

Las consecuencias del estrés pueden ser diversas
y numerosas; depende de cada individuo en particular, y afectan
tanto los aspectos físicos como psíquicos y de su
entorno. Cuando el estrés dura mucho tiempo, puede
ocasionar enfermedades de diferente
índole (gástricas, coronarias, respiratorias,
mentales, etc.).

Algunas de las consecuencias del estrés pueden
abarcar:

Consecuencias Emocionales: Ansiedad,
apatía, depresión,
fatiga, frustración, culpabilidad,
vergüenza, irritabilidad, mal humor, melancolía, baja
autoestima,
nerviosismo, soledad, amenaza, tensión, arranques
emocionales.

Consecuencias Conductuales: Agresividad,
propensión a sufrir accidentes o
enfermedades, excitabilidad, impulsividad, habla afectada, risa
nerviosa, inquietud, temblor, pérdida de apetito, ingesta
excesiva de alimentos,
consumo
excesivo de alcohol, cigarrillos, drogas,
juego, entre
otros.

Consecuencias Cognitivas: Incapacidad
para tomar decisiones, dificultad para concentrarse, olvidos
frecuentes, hipersensibilidad a la crítica, bloqueo mental.

Consecuencias Fisiológicas:
Aumento de las catecolamina y corticoides de la sangre y la
orina, elevación de niveles de glucosa en
sangre, incremento del ritmo cardíaco y de la
presión sanguínea, sequedad en la boca,
exudación, dilatación de las pupilas, dificultad
para respirar, escalofríos, nudo en la garganta,
entumecimiento, escozor en las extremidades. También puede
afectarse el sistema
inmunológico.

Consecuencias en las Relaciones Sociales,
Laborales y Familiares
: Aislamiento, ausentismo laboral;
relaciones sociales, laborales y familiares pobres o
conflictivas; baja productividad,
antagonismo, insatisfacción, violencia
etc.

Incidente
Crítico en Estrés

"La memoria del
corazón
elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a
ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
Gabriel
García Marquez

Trabajadores inmersos en la asistencia,
prevención e intervención en situaciones de
difícil tratamiento, son víctimas ocultas que de
alguna u otra forma se afectan ante una situación
traumática. Son personas con un nivel alto de tolerancia al
estrés y a los cambios y a los retos que el promedio de la
gente. Son detallistas, se orientan por la acción,
tienen una gran necesidad de controlar la situación y a
sí mismos y también obtienen gran
satisfacción al ayudar a otros. Estas
características de personalidad
permiten a estos equipos, desenvolverse bien en el trabajo e
incrementar su habilidad para anticiparse a peligros
ocupacionales.

Este personal
también experimenta reacciones de estrés cuando se
exponen a experiencias de violencia, historias horrendas que
escucha o ve, muerte, el
accidente serio o situación traumática que
experimenta algún compañero mientras está
realizando su labor, incidentes de causas múltiples,
violencia, enfermedad, muerte o accidente grave de niños,
condiciones del accidente o desastre; a esto le llamamos
incidentes críticos en estrés

El incidente crítico produce una serie de
reacciones físicas, emocionales, conductuales, cognitivas,
y potencialmente puede interferir emocionalmente, en las
habilidades para actuar en el lugar de trabajo en forma
inmediata, o posteriormente en el retorno a la rutina laboral y
familiar: este es el estrés del personal de primera
respuesta

Es importante tener siempre en mente, que un incidente
crítico causa estrés y se espera alguna
reacción psicológica no solo de parte de las
personas afectadas sino también de los miembros del (los)
equipo(s) que intervinieron o presenciaron o se enteraron del
incidente. Es importante también conocer qué tipos
de reacciones se esperan y subrayar qué son respuestas
normales que deben ser compartidas y aceptadas,
y recordar
que si se necesita ayuda, ésta está
disponible.

Recuerde, los incidentes críticos pueden
tener consecuencias serias desde el punto de vista de la salud bio-psico-social en
los individuos, si no son tratados oportuna
y adecuadamente.

Reacciones de
Estrés a Incidentes Críticos

"Cuando una puerta se cierra, otra se abre.",

Miguel de Cervantes Saavedra

Hay dos tipos de reacciones de estrés a
incidentes críticos; estos son: reacciones de
distrés agudo
y reacciones de distrés
retardado
. Los signos o síntomas de estrés
negativo (distrés) que aparecen durante o
inmediatamente después de una experiencia
traumática, son considerados como reacciones de
distrés agudo. Los signos que aparecen en
cualquier momento, luego de varios días o varios meses
después de haber concluido el incidente crítico,
son reacciones de distrés retardado.

El reconocimiento temprano de las reacciones de
distrés agudo y distrés retardado
es importante si se quiere una asistencia adecuada para el
personal. Los, directores, supervisores, jefes de equipo deben
entender que el personal que sufre de reacciones agudas o
retardadas al estrés son personas normales con reacciones
normales a eventos
anormales.

Distrés Agudo

Se presentan durante o inmediatamente después del
incidente crítico. Presenta los siguientes
signos:

  • 1. Síntomas Cognitivos:
    Dificultad para tomar decisiones. Aparecen confundidos o
    desorientados y no son capaces de concentrarse; dificultad
    para pensar con claridad, incapacidad para recordar
    órdenes o facetas del incidente, dificultad para
    realizar más de una tarea cuando se les ha ordenado
    una serie de indicaciones. En ocasiones, algunos pueden tener
    visiones instantáneas o imágenes intrusas de escenas del
    incidente como si estuviera ocurriendo en el
    presente.

  • 2. Síntomas
    Físicos:
    Se puede experimentar una gran
    variedad de síntomas físicos; los más
    comunes son: sudor excesivo, temblores musculares, dolor de
    cabeza, mareos, falta de coordinación, náuseas,
    estómago descompuesto. Otros que requieren de una
    inmediata atención médica son: dolor de pecho,
    hiperventilación, taquicardia, presión arterial
    alta, shock, arritmia cardiaca.

  • 3. Síntomas Emocionales:
    El personal que trabaja con situaciones conflictivas y
    estresantes y traumáticas, tiende a suprimir los
    signos emocionales porque han aprendido que las emociones
    descontroladas en la escena puede interferir con su trabajo.
    Los signos de estrés toman la forma de sentimientos de
    insensibilidad, sentimientos de agobio y shock. Muchos
    reportan que desarrollan ansiedad, miedo, distanciamiento y
    la sensación de que la situación es irreal;
    también pueden sentir cólera y resentimiento y sentimientos
    de culpa y melancolía.

  • 4. Síntomas
    comportamentales:
    Aislamiento o evitación del
    contacto con otros, inhabilidad para realizar tareas que
    antes manejaba, explosiones emocionales, humor excesivo o
    hablar demasiado, hiperactividad o silencios prolongados.
    .

Distrés Agudo
Episódico
Existen individuos que presentan con cierta
frecuencia, síntomas de estrés agudo. Por lo
general sus vidas están tan desordenadas que siempre
parecen estar hundidas en la crisis y el
caos. Van siempre corriendo, pero siempre llegan tarde. Si algo
puede ir mal, va mal. No parecen ser capaces de organizar sus
vidas y hacer frente a las demandas y las presiones que ellos
mismos se infligen y que reclaman toda su atención.
Parecen estar permanentemente estresados con la sensación
constante de urgencia en todo; incapaces de relajarse y tomar las
cosas con calma y tranquilidad.

Los que padecen este tipo de distrés reaccionan
de forma descontrolada y vehemente. Se irritan con facilidad y se
muestran inseguros, ansiosos y tensos. A menudo se describen a
sí mismos como personas "nerviosas". Siempre tienen prisa,
tiendes a ser bruscos y a veces su irritabilidad se convierte en
hostilidad, que tienden a racionalizar. Las relaciones
interpersonales se deterioran rápidamente cuando los
demás reaccionan con hostilidad real. Es frecuente que el
lugar de trabajo se convierta en un lugar muy estresante para
ellos.

Los síntomas son similares pero algo más
amplios y variados que el distrés agudo: dolor de cabeza
tensional persistente, migrañas, hipertensión, dolor toráxico y
cardiopatía, entre otros.

El tratamiento del estrés agudo episódico
requiere la intervención a diferentes niveles,
generalmente requiere la ayuda profesional y puede durar varios
meses.

Distrés Retardado

Las reacciones de distrés retardado
pueden tener algunas de las mismas reacciones cognitivas,
físicas, emocionales y comportamentales que aparecen en
las reacciones agudas al estrés. Aparecen en cualquier
momento, luego de varios días o varios meses
después de haber concluido el incidente
crítico.

Signos importantes de distrés retardado
pueden ser: crisis de llanto, irritabilidad intensa con
compañeros y familiares, sentimientos de culpa, fracaso y
depresión, inhabilidad para concentrarse en los aspectos
rutinarios de su trabajo, perturbaciones del sueño,
cambios en los hábitos de comida, bajo interés en
el sexo,
conflictos maritales, aislamiento de las personas
amadas.

Tres son los rasgos principales del distrés
retardado
: imágenes intrusas (sueños,
pesadillas y visiones momentáneas de escenas de la
situación traumática o del incidente), temor a que
se repita la situación y síntomas físicos o
emocionales que no existían antes del
incidente.

Estrés
Postraumático

Algunos trastornos de estrés, llamados trastornos
de estrés post traumático, pueden presentarse
después que la persona haya sufrido un grave trauma o
crisis.

Los eventos que pueden originar estos trastornos, pueden
ser de diferente índole –desastres, accidentes,
muerte, pérdida, actos violentos– suelen encontrarse
fuera de la esfera del dolor y pérdida ordinarios. Son
experiencias que resultaran terribles para la persona y que
provocan ansiedad, aún en personas que se supone tienen
una excelente adaptación. En algunos casos, estos
trastornos se manifiestan inmediatamente después de un
hecho traumático o al cabo de poco tiempo. Pero en otros
casos pueden transcurrir meses en los cuales la víctima
parece haberse recobrado de la experiencia; luego, sin previo
aviso, se advierten repentinamente los síntomas
psíquicos. Algunas veces los síntomas desaparecen
rápidamente, aunque pueden reaparecer semanas o meses
después.

Personas con este trastorno, pueden funcionar bien en su
vida ordinaria y de pronto rehuyen la vida social, lo mismo que
las responsabilidades laborales y familiares. Con frecuencia los
síntomas son insólitos. Algunos de estos
síntomas son los siguientes: Episodios en los que se
revive la situación traumática, en forma de
imágenes intrusas en la conciencia o sueños
reiterados en que se revive esta situación. Estallidos
dramáticos de miedo, pánico
o agresividad. Síntomas de ansiedad y depresión.
Ideaciones suicidas, desapego emocional, falta de capacidad de
respuesta al medio
ambiente. Conducta evitativa a situaciones o lugares que le
recuerden el trauma. El cuadro se agrava si la víctima
consume sustancias psicotrópicas o alcohol.

Trastorno Persistente de la Personalidad tras
Experiencia Catastrófica
. En estos casos, la
trasformación de la personalidad persiste después
de una situación estresante catastrófica. Estos
casos pueden considerarse como estados crónicos y secuelas
irreversibles del trastorno de estrés
post-traumático. Los síntomas son: Desconfianza
permanente, aislamiento social, sentimientos de vacío o
desesperanza, sentimiento permanente de estar constantemente
amenazado, de "no poder mas" y de "estar al límite".
Vivencia de extrañeza de sí mismo.

Desgaste
Profesional

"Ninguna cosa impuesta por la violencia será
duradera. La violencia lleva implícita en sí misma
la debilidad."
Paúl Valery

Trabajadores cuya labor consistes en tratar
reiteradamente con otras personas y/o que interviene en
situaciones conflictivas y traumáticas o escucha historias
muchas veces horrendas o de difícil tratamiento,
están expuestas a demandas extraordinarias de tiempo, a
condiciones especiales propias del trabajo y/o a emociones
intensas por su labor con personas en situaciones
difíciles. Puede experimentar entonces, un estrés
crónico denominado desgaste profesional o Síndrome
de Burnout, con
características de agotamiento físico y
psíquico, sentimientos de impotencia, temor,
frustración y desesperanza, extenuación emocional,
autoconcepto negativo y actitudes también negativas hacia
el trabajo, la vida y las otras personas.

Este desgaste profesional surge de un proceso continuo
que ha consistido en diferentes tentativas frustradas para
afrontar las diversas condiciones estresantes del trabajo. En
este proceso, el trabajador ha ido agotando su capacidad
adaptativa y no logra disponer de los recursos suficientes para
manejar adecuadamente el estrés que las demandas del
trabajo le producen. Bajo estas condiciones, puede presentar
entonces, reacciones manifiestas o encubiertas, que suponen para
él una forma de aliviar la tensión experimentada y
que significan un intento por adaptarse a la situación
aunque lo haga por medios
inadecuados Experimentará síntomas que se reflejan
en una interacción negativa con el lugar de
trabajo, el quipo o compañeros y las personas a las cuales
tiene que atender. El trato con los demás puede volverse
frío y despersonalizado y presentar sentimientos de
inadecuación a las tareas que ha de realizar.

Podemos señalar las siguientes como reacciones
típicas del desgaste profesional:

  • Aislamiento, debido a una sensación de no
    poder dar más de sí mismo.

  • Actitud impersonal hacia las víctimas y los
    miembros de su equipo.

  • Muestras de cinismo, distanciamiento y aludir a las
    víctimas con formas y frases despectivas e
    impersonales.

  • Culpar a los demás de sus frustraciones y no
    enfrentar responsabilidades.

  • Sentimientos de inadecuación personal y
    profesional.

  • Paradójicamente, ante la amenaza inconsciente
    de sentirse incompetente, puede presentar sensaciones de
    omnipotencia, que lo hace dar una imagen ante
    los demás de interés y dedicación
    inagotables.

  • Desciende su eficacia y
    compromiso laboral. Falla en la labor, y su rendimiento es
    mediocre o bajo Puede inclusive, causar sin intención,
    errores que pueden perjudicar la labor y al
    equipo.

Las causas probables del desgaste profesional pueden ser
múltiples, pero se destacan las siguientes:

  • Sobrecarga de trabajo y/o aburrimiento y falta de
    estimulación en el trabajo.

  • Crisis en el desarrollo
    de la carrera profesional.

  • Aislamiento

  • Pobres condiciones económicas.

  • Bajas expectativas de refuerzo y altas expectativas
    de castigo o rechazo por parte de jefes, autoridades y
    compañeros de equipo.

Álvarez y Fernández (1991) describen los
siguientes síntomas:

  • ­ Síntomas psicosomáticos
    de aparición temprana, entre los que se incluyen
    quejas de fatiga crónica, cefaleas, úlcera u
    otros trastornos digestivos, pérdida de peso,
    etc.

  • ­ Síntomas y signos
    conductuales
    : ausentismo laboral, abuso de alcohol,
    fármacos u otras drogas, comportamientos de alto
    riesgo, conflictos familiares, etc.

  • ­ Síntomas y signos emocionales:
    distanciamiento afectivo, irritabilidad, baja autoestima,
    dificultades de concentración, recelos, ideas de
    suicidio.

  • ­ Signos defensivos: negación de
    las emociones, atención selectiva, ironía,
    racionalización, desplazamiento de afectos

Estrategias de
Prevención

Es responsabilidad de la institución y de los
directivos y jefes tomar en cuenta los siguientes factores para
prevenir el desgaste profesional en los trabajadores:

  • Revisar las condiciones laborales y la personalidad
    del trabajador y su disponibilidad de estrategias adecuadas para el afrontamiento a
    situaciones estresantes en el ámbito laboral, con el
    objeto de lograr un ajuste psicológico adecuado entre
    los factores personales y los factores y exigencias propias
    de la labor que realizan.

  • Observar las interacciones entre las condiciones de
    trabajo, necesidades y expectativas del trabajador y la
    influencia de las costumbres, cultura y
    las condiciones personales fuera del ámbito
    laboral.

  • Tener presente que el agotamiento emocional en el
    trabajo afecta la vida familiar, social y la eficiencia en
    el trabajo.

  • Entrenamiento continuo y preparación para la
    labor que tienen que desarrollar.

  • Entrenamiento y práctica en técnicas
    de autocontrol emocional y desarrollo personal

  • Revisión de políticas, organización, planes y proyectos que
    podrían no estar de acuerdo con las expectativas o el
    entusiasmo del trabajador, o que se dilatan en su
    aplicación.

Manejo del
Estrés

"En el corazón de todos los inviernos vive
una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene
una aurora sonriente." Khalil Gibrán

Es responsabilidad de directores y jefes de equipo,
orientados y asistidos por el psicólogo y personal de
salud, de cuidar no solamente la salud física y mental del
personal a su cargo, sino también el de prevenir y
protegerlos de los efectos destructivos del
estrés

La meta principal de toda prevención es que el
equipo de primera respuesta –bomberos, rescatistas,
policías, fiscales, médicos– y trabajadores cuya
labor consiste en el trato constante con el público y
personas inmersas en conflictos de difícil tratamiento,
cumpla con éxito
sus funciones y el
trabajador que de una u otra forma se encuentre afectado por
incidentes críticos, regrese a su trabajoo en cuanto
pueda, pero recuperado. Se ha comprobado que el retardar la
asistencia, intensifica la reacción al estrés y
complica la recuperación.

Manejo del Distrés
Agudo

El estrés agudo puede aparecer en cualquier
momento de la vida de cualquier persona, es fácilmente
tratable y tiene una buena respuesta al tratamiento.

Para prevenir síntomas y
reacciones:

  • Proporcione períodos de descanso. Esto
    permitirá la recuperación rápida y que
    el trabajador, algo más relajado, retome sus
    actividades.

  • Monitoree el progreso. Si no observa mejora,
    extienda el período de descanso por más
    tiempo.

  • Reduzca el estímulo. Permita al individuo que
    se mueva, camine, se siente, que haga como él quiera.
    La única restricción es alejarlo de la escena o
    la situación perturbadora.

  • Estimule la discusión. Deje que la persona
    hable y diga lo que quiera. Invítelo a hablar sobre lo
    que pasó, pero no lo fuerce a ello.

  • Reduzca el nivel de tensión. Reduzca los
    niveles de tensión diciéndole al individuo que
    la situación por la que está atravesando no es
    inusual o anormal y que a pesar de que es una experiencia
    incómoda,
    puede atravesar la crisis con un poquito de ayuda.

  • Reduzca la desorientación. Ayude al individuo
    a que se centre en sus habilidades de razonamiento y no en
    sus sentimientos.

Manejo del Distrés
Retardado

Reconocer los efectos. El primer paso para
manejar el estrés es que el individuo lo reconozca y que
reconozca también sus efectos.

Técnicas de Intervención
(defusing, desmovilización, debriefing). Si hay más
de un miembro que está experimentando el distrés
retardado, es aconsejable realizar un debriefing. Este consiste
en una reunión de grupo liderada
por un psicólogo especialmente capacitado. Esto permite al
personal la oportunidad de expresar sus pensamientos, emociones y
reacciones en relación con el evento. Es un proceso
estructural que es muy positivo en la orientación y
disminuye todo el impacto negativo del evento, mientras acelera
la recuperación personal.

Técnicas de Autoayuda: Son
técnicas individuales o grupales, que nos enseñar a
aceptar el cambio y aprender las mejores formas de llevarlo a
cabo voluntaria y favorablemente: Técnicas de
relajación, imaginería, meditación,
ejercicios físicos, material bibliográfico,
etc.

Tratamiento individual. Si el caso es de un
solo miembro del equipo o los síntomas son más
acentuados, es recomendable un servicio
similar al anterior, pero con bases individuales; o si es
necesario, referirlo a un tratamiento breve con un
psicólogo especialista. Es importante asegurarse, sin
embargo, que el psicólogo especialista esté muy
familiarizado con la personalidad del personal que labora en este
tipo de instituciones
así como con la naturaleza del
trabajo que realizan. El tipo de ayuda equivocada y la ayuda del
profesional equivocado, será más dañina que
la falta total de ayuda.

Mitos sobre el
Estrés

"Horrores sin rostro que reposan esperando en el
silencio de la oscuridad de la noche. Fobias silenciosas que
existen en la profundidad inalcanzable de la mente. Sombras que
amenazan con apagar todas las luces. Todas contenidas en el
guión sin valor conocido
como miedo, un guión terrible que deberá ser
re-escrito y eliminado para que una vida reconfortante y
satisfactoria ocurra
". Melissa M.
Messina

Es común escuchar ciertas creencias sobre el
estrés relacionado con el trabajo, que no en todos los
casos son realidades. La mayoría se comporta distinto y es
necesario establecer la diferencia. Otro punto son los mitos que hay
sobre la forma de disminuir el estrés que solo
harán que sus consecuencias se agraven o se
posterguen.

  • Creencias sobre el estrés en
    incidentes críticos:

Existe la creencia de que las personas ante una
emergencia, un desastre, una situación violenta o
traumática, una pérdida, la gente va a estar
atemorizada, entrará en pánico, actuará
irracionalmente o estará aturdida e incapaz de cuidarse
por sí misma, sin poder enfrentar la crisis en que se
encuentra y reaccionará huyendo, correrá sin rumbo,
o estará emocionalmente perturbada; se revelará en
forma egoísta, agresiva y violenta durante o
después del incidente.

Sentir miedo ante una situación estresante o
conflictiva, es normal. El miedo evita que seamos imprudentes,
nos permite evaluar la situación y nos prepara para la
lucha o la huida.

El pánico es un miedo desproporcionado que sale
fuera de nuestro control y nos
incapacita para evaluar el peligro en forma real y buscar la
mejor alternativa para enfrentarlo. El pánico no es una
reacción frecuente, solo ocurre cuando no es posible
escapar de la situación. Es más probable que la
mayoría de la gente se concentre en las zonas de desastre
o de la situación violenta, traumática o
conflictiva y luche por su sobrevivencia o se prepare para huir
del lugar.

Se ha demostrado que a la mayoría de las personas
no les falta iniciativa ni esperan que otros se ocupen de ellos y
sus necesidades. La gente es capaz de actuar de acuerdo a la
situación y proponer soluciones.
Buscará seguridad y
generalmente actuará en forma adecuada a la
situación y hasta se observarán esfuerzos de
búsqueda y rescate por parte de los mismos
afectados

  • Creencias irracionales sobre cómo
    reducir el estrés:

Las vacaciones me harán olvidar todo. Es
indispensable descansar y no pensaren nada. El estrés no
existe en vacaciones.

El alcohol o las drogas me harán sentirme bien y
permitirá relajarme por un rato y olvidarme de
todo.

Tomar una pastillita o un medicamento reducirá el
estrés.

Pensamientos o lamentaciones "si yo no lo hubiera dejado
ir…", "si yo lo hubiera acompañado…", "si
hubiera tenido más tiempo…".

Frases como "cuando tenga un tiempo libre…",
"cuando tenga más dinero…", "cuando me vaya de
aquí…", "cuando no tenga más
problemas…".

Frases como "tu tienes la culpa…", "si no
hubieras hecho…",

La vida está llena de dificultades y problemas,
no afrontarlas en su momento, agrava sus consecuencias. La
solución no está en la evasión,
negación o culpa propia o de otros La solución es
conocer las señales
del estrés, aprender a administrarlo y buscar formas para
manejarlo y buscar ayuda especializada cuando el caso lo
requiera.

Los mitos, creencias, prejuicios e ideas irracionales,
son fantasmas que
nos confunden, nos esclavizan, nos limitan, no nos permiten
desarrollarnos y detienen nuestro progreso

10.
Técnicas de Intervención

"Cuando el centro de la vida de uno se ha destruido
como el interior de un edificio, no nos puede extrañar que
nos tome tanto tiempo para encontrar aunque sea una puerta que
pueda empezarse a cerrar."
Ellen Goodman

El principal objetivo
inmediato con trabajadores expuestos a situaciones estresantes,
conflictivas y traumáticas es el de minimizar la severidad
y duración del trauma emocional. Se debe permitir la
expresión de sus emociones y ayudarlos a entender y
comprender sus sentimientos y los efectos psicológicos que
puedan aparecer algunas semanas después.

Existen técnicas de desmovilización
psicológica que se orientan a estos objetivos y que se
conocen como el Defusing, Desmobilización y
Sesión única de Debriefing.

Estas técnicas las pueden ser realizadas por
personal entrenado, pero de preferencia por psicólogos
previamente capacitados.

A continuación hacemos una descripción de estas
técnicas.

1. El Defusing

El Defusing es una técnica útil
para ayudar a personas que intervienen o hayan intervenido en un
evento doloroso o traumático. El objeto es aliviar los
efectos de esta experiencia, antes de regresar a sus hogares o a
sus servicios
acostumbrados. La reunión se realiza inmediatamente
después de haberse concluido el evento. Tiene una
duración aproximada de 20 minutos a una hora y consiste de
tres fases: (1) introducción, (2) búsqueda, (3)
información

Durante el Defusing, los participantes, con la
ayuda del jefe, coordinador o encargado del grupo, conversan
libremente sobre las impresiones y vivencias experimentadas
durante el evento. Mientras los participantes hablan, el jefe o
encargado irá identificando aquellos elementos que vayan
reconociéndose como reacciones de estrés y aquellos
reacciones que son características de trauma. La
propósito es una identificación o reconocimiento
dirigido, de reacciones y síntomas, con el fin de que la
persona pueda ir aceptando sus propias reacciones e ir
considerándolas normales y generadas por estas
circunstancias particulares. El jefe o coordinador, describe
además, las diferentes modalidades de afrontamiento al
estrés y a eventos traumáticos.

.En ocasiones, el Defusing puede servir como
procedimiento
sustitutorio de la sesión del debriefing, sin embargo hay
señales de que los participantes necesitan de mayor
soporte y ayuda y esto lo da el Debriefing.

2. La Desmovilización

La Desmovilización es una
intervención brevísima que se realiza al final de
todo el acontecimiento crítico. Es una técnica de
soporte grupal que tiene como finalidad disminuir la presencia de
perturbaciones cognitivas y reacciones emocionales reactiva y
desadaptativas y facilitar su descarga.

Un operador o facilitador, invita a los miembros del
grupo a una reunión. Durante los primeros diez minutos
informa al grupo sobre síntomas de estrés y
procedimientos
de autoayuda. Los participantes luego, emplean un corto
período de tiempo para hablar, de manera informal, sobre
su experiencia y reacciones. Después de un breve descanso
o un refrigerio, regresan a sus hogares y a sus actividades
normales.

3. Debriefing

Las consecuencias psicológicas de una experiencia
traumática –a menudo subestimada– provocan un
deterioro más o menos lento de la capacidad adaptativa y
socio-comunicativa de un individuo. En tal sentido, una
intervención psicológica es de fundamental
relevancia.

El Defriefing es un instrumento importante que
ofrece alivio a la persona a la vez que le posibilita la
exteriorizar y comparar sus ideas, recuerdos y emociones
perturbadoras con las de otras personas, de modo tal que el
sujeto víctima pueda comprenderlas y
normalizarlas.

La técnica consiste en una sola sesión con
el objeto de hacer un análisis detallado del incidente y la
recapitulación de las ideas, sentimientos, reacciones
emocionales y de comportamiento que se manifestaron durante y
después de los hechos.

Este procedimiento también suministra información (normas de
comportamiento) sobre algunos aspectos significativos, que
permitan la integración del evento estresante,
conflictivo o traumático, a la experiencia previa del
individuo como persona.

La técnica permite que las personas involucradas
expresen verbalmente su angustia y comprendan sus propias
reacciones de estrés, de tal modo que no se refuerce en
ellas, una interpretación equivocada sobre el
evento.

Es una reunión estructurada, organizada que se
realiza después de un episodio particularmente
perturbador. Está dirigida a grupos, aunque
también se utiliza en forma individual. Su objetivo es
prevenir problemas emocionales y proteger la salud mental de
aquellos que han sido víctimas de un evento estresante,
conflictivo, doloroso o traumático.

La composición del grupo es un componente
importante en este tipo de intervención, pues es el grupo
el que facilita la dinámica de cada una de las fases que
componen esta técnica. El éxito cognitivo de la
misma, se obtiene cuando cada uno de los participantes logra
describir, a título individual, lo que le ocurrió
durante el evento. Recogida la experiencia de todos los
participantes, se intenta confeccionar un cuadro detallado y
completo de todo el evento .

La composición del grupo es también
importante, especialmente en la fase de los síntomas, pues
el solo hecho de que otras personas experimente reacciones
similares, contribuye a normalizar estas reacciones. Esta
experiencia es útil pues integra la experiencia vivida
desde el punto de vista de la víctima.

La base y la lógica
del Debriefing son relativamente simples y solo se
evidencia la complejidad de su dinámica cuando surgen
síntomas graves de estrés en alguno de los
participantes. Su importancia radica en el hecho de que sirve
como técnica de prevención para el surgimiento de
estrés post-traumático.

Resumiendo, el Debriefing tiene los siguientes
objetivos:

  • 1. Permite que las personas involucradas
    expresen verbalmente su angustia y comprendan sus propias
    reacciones de estrés antes de que se refuerce dentro
    de ellas, una interpretación equivocada del
    evento.

  • 2. Reduce el riesgo de estrés
    traumático, causa principal de serios disturbios y
    alteraciones en las relaciones interpersonales. Esto implica:
    conversar, escuchar y reconciliarse.

  • 3. Proporciona apoyo y consuelo

  • 4. Suministra información útil
    para la comprensión de las propias reacciones al
    enfrentar el trauma.

  • 5. Suministra información útil
    para el manejo autónomo del estrés.

  • 6. Crea lazos interpersonales que permiten
    combatir el aislamiento social que aparece luego de una
    situación estresante seria.

  • 7. Crea una relación segura y de
    confianza con instituciones sanitarias, para recurrir a ellas
    en caso de necesidad.

  • 8. Se incrementa la colaboración y la
    confianza en las organizaciones asociadas a su
    trabajo.

La sesión de Debriefing no es
"consejería", tampoco es una psicoterapia
de uso tradicional, no es tampoco una "cura" o un "remedio". Es
el intento de limitar al mínimo la posibilidad de una
reacción psicológica de proporciones altamente
perjudiciales.

Es importante subrayar el hecho de que esta
técnica no necesariamente impide el surgimiento de un
disturbio post-traumático; sin embargo puede ser
útil al individuo porque le proporciona herramientas
que le permitan limitar, comprender y emprender iniciativas
posteriores. La sesión de Debriefing es, por lo tanto, una
técnica de intervención que entra dentro de la
óptica
de la prevención primaria y su eficiencia se observa con
el tiempo.

PROCEDIMIENTO:

Lapso de aplicación: El Debrieging es una
sesión única que se recomienda aplicar a las 24 o
48 horas de finalizado el evento, dejando un tiempo prudencial
para que las personas involucradas se recuperen de la primera
conmoción física y emocional. La
intervención puede aplicarse después, pero no es
recomendable hacerlo luego de 12 semanas de haber sucedido el
evento, pues con el tiempo los recuerdos se vuelven confusos y
esto reduce la eficacia de la intervención.

Duración de la sesión: Se trata de
una sesión única cuya duración es de
aproximadamente cuarenta y cinco minutos a tres horas. La
duración depende del número de participantes y de
la complejidad de la situación.

Ambiente: En la medida de lo posible, el lugar
donde se aplique el Debriefing debe ser un lugar cerrado, sin
interrupciones de ningún tipo. Los celulares apagados.
Según el tamaño del grupo, lo más
conveniente es hacerlo en círculo y si es posible,
alrededor de una mesa. Sin embargo, si el caso lo requiere, se
puede utilizar el sistema que se utiliza en la terapia de grupo,
que deja un espacio vacío al centro.

El Conductor: El debriefing debe ser conducido
por una persona acreditada y debe estar asistido por uno o dos
colaboradores. No se permiten observadores.

El conductor del grupo debe ser preferentemente un
profesional de la psicólogía o profesional de salud
mental, capaz de delinear los objetivos, dirigir los tiempos,
facilitar el proceso de elaboración y evitar el
surgimiento de procesos destructivos. Debe estar familiarizado
con el trabajo del grupo.

  • Tener conocimientos sobre reacciones de
    estrés, ansiedad y tipos de tratamiento. Estar
    además familiarizado con reacciones ante situaciones
    conflictivas, dolorosas y traumáticas.

  • Dar las instrucciones y normas de comportamiento a
    los integrantes.

  • Anotar la dinámica del grupo

  • No permitir la entrada o salida del local a ninguno
    de los integrantes

  • Dedicar más tiempo a aquellas personas que
    parecen estar particularmente afectadas.

  • Hacer un informe
    escrito, detallando el evento.

Los colaboradores cumplen las siguientes
funciones:

  • Uno de los colaboradores –por lo general un
    colega o persona capacitada—controlará las
    señales de malestar entre los miembros.

  • Un segundo colaborar –vigilante–
    impedirá el acceso no autorizado. Se encarga
    además, de asistir al participante que se aparte del
    grupo, acompañándolo y ofreciéndole
    apoyo y soporte individual. Si el caso lo requiere, trabaja
    con esta persona en forma individual o dispone que se le haga
    un seguimiento. En el caso de que uno de los participantes se
    niegue a seguir, lo apoya y acompaña fuera de la
    reunión y le ofrece soporte individual o dispone un
    seguimiento. Si es oportuno, lo invita a ingresar nuevamente
    al grupo.

Composición del grupo: El grupo debe estar
conformado por 8 a 15 personas, a menos que las circunstancias
sean especiales. Sin embargo, si el número de integrantes
es mayor de 15, el grupo se puede dividir en
subgrupos.

Fases de la Cesión Única de
Debriefing:
El Debriefing es un proceso que cuenta con varias
fases. Estas fases se deben seguir unas detrás de la otra.
Estas fases son las siguientes:

  • 1. Introducción

La introducción debe ser clara, específica
y estar basada en un esquema preciso para reducir el riesgo de
que algo salga mal –de allí su importancia. Durante esta
fase se presenta al equipo que va a conducir la reunión
–conductor, colaborador 1 y colaborador 2— y se
presentan los participantes entre sí. Se expone el tema,
los objetivos, la descripción del proceso, se definen los
límites, se invita a la confidencialidad.
Se motiva al grupo y se procura la cohesión
provisional.

Se inicia la introducción diciendo algo como lo
siguiente: "Soy (el conductor dice su nombre y el nombre de
los colaboradores…). Mi función
durante esta reunión es… y la de mis
colaboradores… Este procedimiento ha sido empleado con
personas víctimas de un evento similar al que ustedes han
experimentado. Participar en él ha sido para estas
personas, de mucha utilidad. Por
medio de su participación podremos compartir algunas
impresiones y estados de ánimo que nunca antes
habíamos experimentado. Así nos daremos cuenta de
que ciertas impresiones y estados de ánimo también
son compartidas por otras personas y por lo tanto son normales.
Este intercambio de impresiones y de estados de ánimo les
ayudará a reconocer ideas cargadas de emotividad que a la
larga podrán controlar."

Luego de finalizada esta disertación, se pasa a
indicar las pautas de la reunión:

Se motiva a los participantes a que cada uno hable sobre
las generalidades de lo ocurrido y su relación con los
hechos. El resto de los miembros deberán escuchar en
silencio y sin interrumpir, esperando su turno.

  • Se tranquiliza a los participantes
    diciéndoles que nadie está obligado a hablar si
    no lo desea.

  • Se especifica que todo lo que se diga o se vea
    durante la reunión quedará en secreto dentro
    del grupo. No debe haber ningún comentario fuera del
    grupo. El objetivo es mantener la reserva y motivar a que se
    pueda hablar con confianza y sin reparos.

  • Aclarar a los presentes, que el objetivo de la
    reunión no es la de criticar, enjuiciar o adjudicar
    culpas. Con esto se intenta evitar reproches, críticas
    o juicios entre los participantes y que alguno se sienta
    perturbado.

  • Se le pide a los participantes que hable solo de sus
    experiencias y reacciones personales y no la de otros. El fin
    es prevenir generalizaciones y prejuicios y ayudar al
    participante a que asuma su propia responsabilidad sobre sus
    reacciones y su estado de ánimo.

  • Se advierte que durante la reunión, alguno de
    los participantes pueda sentirse mal. Se explica que esta es
    una reacción normal producida por los recuerdos
    dolorosos del evento.

  • Se advierte que si alguien sufre alguna crisis
    profunda de ansiedad, podrá retirarse del grupo y que
    una persona del equipo se quedará con ella
    acompañándolo.

  • Se enfatiza el hecho de que la sesión se
    realizará sin interrupciones y que por lo tanto,
    quienes quieran ir al baño que lo hagan de
    inmediato.

  • Se hace una breve descripción de la estructura
    de la reunión.

  • 2. Fase de los hechos

En esta fase, cada participante relata lo ocurrido
durante el evento. Cada uno describe la manera cómo se
involucró, seguido de una secuencia de hechos. La
finalidad es poder delinear un cuadro claro y correcto de los
hechos tal como sucedieron.

De acuerdo a su posición dentro del evento, el
sujeto tendrá una visión parcial del mismo y por
ello, algunos podrían haber omitido aspectos esenciales.
Al escuchar el relato de los hechos de todos los participantes,
se conocen los hechos en su totalidad, lo que permite realizar
formulaciones completas y tener la sensación de una
organización cognitiva.

Uno de los objetivos principales de la sesión de
Debriefing es la de suministrar a la personas involucradas, la
posibilidad de razonar y ver objetivamente los hechos, en lugar
de sentirse dominado por ellos.

Con esta fase, se favorece la compresión del
acontecimiento, se construye una imagen global de los eventos con
la ayuda de todos los componentes y se evita entrar directamente
al campo de las emociones.

  • 3. Fase del pensamiento

Esta fase está enfocada hacia las decisiones y
los procesos de
pensamiento. A los participantes se les pide que describan
por turno, su primer pensamiento o
aquello predominante, una vez que se dio cuenta de que la
situación era anormal.

Se inicia esta fase con preguntas como las siguientes:
"¿Cuáles fueron sus primeros pensamientos
mientras estaba sucediendo el evento?".
El primer
pensamiento puede reflejar el núcleo central de la
ansiedad. Una pregunta posterior podría ser:
"¿Qué hizo usted mientras estaban sucediendo
los hechos?" y "¿por qué?"

Al final de esta fase, se profundiza en la
impresión que los participantes tuvieron sobre el evento.
Las siguientes son preguntas que ayudan a conocer las
percepciones: "¿Qué ha visto, oído o
percibido por el sentido… del olfato … la
vista…etc
.?". Las impresiones sensoriales moldean la
base de los pensamientos e ideas intrusas que pueden ser causa de
perturbaciones después de un evento
traumático.

El compartir y expresar verbalmente los recuerdos con
otras víctimas, sobre lo que ocurrió permite,
permite disminuir la frecuencia y la intensidad de las ideas y
pensamientos. Esto ocurre porque los recuerdos nos vienen a la
memoria como
estructuras
cognitivas que nos previenen actuar en forma accidental.
Compartir los recuerdos permite su reorganización y le da
una característica menos individual y menos invasiva. En
definitiva, durante esta fase, el pensamiento representa la
transición del campo emotivo al cognitivo.

  • 4. Fase de la reacción

En esta fase se examinan las emociones y sentimientos y
se induce a que la persona los relate. El obviar las emociones y
los sentimientos puede perjudicar a la persona por eso es
importante que se comparta con el grupo. .

Se solicita a los participantes que compartan las
emociones, sentimientos y sensaciones provocadas por la
experiencia y como se están manifestando en la
actualidad.

La dinámica de compartir las emociones y
sentimientos, provoca la percepción de semejanza y
normalidad de las reacciones. Se inicia con preguntas como:
"Qué idea o pensamiento le han surgido en
relación a la experiencia sufrida?"
Se la oportunidad
a la persona, de hablar sobre sus reacciones relacionadas con
ideas o pensamientos del evento.

Hablar sobre emociones, sentimientos y reacciones es
fundamental, ya que el propio entorno de esta experiencia es
causa de confusión que a la larga pueden dar lugar a
dificultades.

Durante esta fase, es importante que todos tengan la
oportunidad de hablar, pero el conductor debe estar pendiente de
que no surja ningún juicio o crítica. Esto es
esencial porque uno de los principales procesos
terapéuticos del Debriefing es diseñar con la familia, el
amigo o el conocido, las estrategias necesarias para enfrentar
los problemas emocionales mutuos y no para tomar actitudes
críticas dentro del grupo. El participante deben saber que
es saludable expresar sus propios sentimientos y emociones, que
estos no lo dominarán y que encontrará apoyo y
seguridad en los otros.

Durante esta fase, es probable que alguno de los
participantes se emocione de manera incontrolable o muestre
signos dolor profundo o perturbación. Ocasiones como esta
nos da la oportunidad de incentivar la capacidad de apoyo y
soporte por parte de otros, especialmente de aquella persona que
se encuentra al lado del que está presentando el
sufrimiento o dificultad. En estos casos, el conductor, debe
invitar al compañero –o si el caso lo requiere,
hacerlo él mismo— a manifestar un gesto de
confortación a través de un abrazo o colocando la
mano sobre el hombro de la persona que está sufriendo.
Este gesto también lo puede hacer uno de los
colaboradores, quien debe estar pendiente de las reacciones que
surjan en los integrantes del grupo y acudir a brindar apoyo,
cuando observe algún tipo de malestar.

Si una persona lo desea, puede salir de la
reunión acompañada de uno de los colaboradores,
quien se quedará con el hasta volver a ingresar al
grupo.

Es importante tener en cuenta que también hay
personas que dan la impresión de sufrir mucho, pero que se
mantienen en silencio o presentan síntomas extremos. Estas
personas son las que corren mayor riesgo. Al terminar la
reunión es aconsejable que a estos individuos se les
proporcione ayuda individual.

Puede suceder que durante esta fase, surja en alguno de
los sujeto, recuerdos traumáticos de su pasado; en estos
casos, el conductor con delicadeza debe intentar darle consejo
para superar este recuerdo traumático, pero por lo
general, las experiencias individuales y no comunes al grupo,
deben ser excluidas del Debriefing.

  • 5. Fase de los
    síntomas

Aquí se discuten con mayor detalle, determinadas
reacciones. Durante esta fase es importante que se evalúen
los síntomas y reacciones que se presentaron durante y
después de la experiencia traumática. Si el grupo
no quiere hablar sobre este tema, el conductor comenzará
hablando sobre reacciones típicas, a la vez que va
preguntando a los participantes si el evento le provocó o
le ha provocado alguno de estos síntomas o
reacciones.

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