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La Economía Digital y su influencia en la Gerencia del Siglo XXI: la empresa virtual (página 3)




Enviado por irapavilo



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100

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180

190

13

2350

180,77

150

14

2500

178,37

100

15

2600

173,30

Fuente: Sultan Kermally, op.cit., p. 10Ahora bien, de acuerdo con los sustentadores de la Nueva Economía, esta ley de la reducción de los beneficios, ha venido siendo sustituida por su contrario: la ley del incremento de los beneficios.Para estos autores y analistas económicos, la noción de escala y masa es fundamental para entender el concepto. Paul Samuelson sostuvo que las economías de escala y la producción en masa fueron el principal estimulo para el crecimiento económico de los países durante el pasado siglo XX.

Sin embargo, W. Brian Arthur, uno de los principales sustentadores de la Economía Digital, argumenta que el incremento de los beneficios consiste fundamentalmente en la tendencia de algo que progresa a seguir progresando. Refiriéndose más especialmente a los productos de alta tecnología expresa lo siguiente:

"La alta tecnología posee dos características que anulan la reducción de los beneficios y proporcionan un incremento de ellos, lo que significa que mientras más ventajas tenemos para adelantar, más ventajas tendremos para seguir adelantando. Estro se denomina feedback positivo. En la actualidad nadie usa la expresión de incremento de beneficios a escala. El incremento de los beneficios sólo significa que quien logra alguna ventaja, logra luego más ventajas. Quien pierde sus ventajas – pensamos en Apple Computer – pierde todas las ventajas que pudo obtener". (57)

Continuando con su esclarecedora explicación, W. Brian Arthur fundamenta su argumentación en tres razones básicas:

"Cuando se tienen ventajas, se accede a una mejor posición. ¿Por qué? Por tres razones. La primera es la ventaja de los costos. Los productos de alta tecnología son difíciles de diseñar y exigen enormes inversiones de dinero en investigación y desarrollo previos… Mientras más se produce durante la vida útil del producto, más ventajas de costos se obtienen. En otras palabras, mientras más ventajas de costos se logran, mayor es el mercado que se conquistan. En segundo lugar, está lo que los economistas denominan efectos de red. Esto significa que mientras mayor es una red, mayores probabilidades se tiene que necesitamos integrarla… En tercer término, existe lo que yo denomino "efecto de interiorización" que se produce en los clientes y en los consumidores y que significa sencillamente que mientras más utilizo un producto, más cómodo me resulta" (58)

En este mismo orden de ideas, de acuerdo con James Aley:

"los economistas corrientes rechazaron la idea del incremento de los beneficios por razones metodológicas e ideológicas. En la práctica, el incremento de los beneficios resulta muy difícil de tratar matemáticamente; confunde la mecánica de la oferta y la demanda, que en la teoría clásica se reúnen en un precio final que produce o facilita el mercado. Desde el punto de vista ideológico, el incremento de los beneficios contradice el punto general de partida de los economistas ortodoxos; esto es, que siendo iguales todos los demás factores, las fuerzas del mercado producen automáticamente el mejor resultado posible – el mejor producto al mejor precio -, y nadie se apodera del mercado, porque en cuanto alguien consigue algún beneficio, otro competidor advierte la oportunidad y entra en la lucha por él. "(59)

Estas son las consideraciones conceptuales que apoyan la idea de que la ley de los incrementos de los beneficios ha sido una de las bases fundamentales e sustentación conceptual de la Economía Digital. Los autores coinciden en señalar que esta ley económica es la fuente del éxito financiero obtenido por las empresas de alta tecnología y, en especial, por Microsoft, empresa que no ha podido ser detenida por la competencia, sino por la justicia norteamericana.

3. El Nasdaq /las empresas.comLa National Association of Security Dealers Automated Quotations, mejor conocida por sus siglas NASDAQ, fue creada en 1971, comenzó sus operaciones el 8 de febrero. Fue el resultado de un estudio encomendado por el Congreso Norteamericano a la Security and Exchange Comisión (SEC) con la finalidad de que se analizase la fragmentación del mercado de valores. La SEC propuso la automatización como una posible solución al asunto planteado. (60)De esta forma, el Nasdaq, originalmente concebido como un mercado secundario automatizado de valores especializado para las pequeñas y medianas industrias norteamericanas, se convierte muy pronto en el mercado de valores de las empresas tecnológicas, de las firmas innovadoras de la Nueva Economía, de la Economía Digital.

El Nasdaq es un mercado de valores virtual que no cuenta con una sede propiamente dicha para la operación bursátil, en el sentido tradicional del término. La estructura de mercadeo del Nasdaq permite que muchos participantes compren y vendan acciones a través de un sofisticado sistema integrado de computación que conecta a compradores y vendedores de todo el mundo.El Nasdaq es un mercado de valores impulsado por los llamados "market makers", es decir, negociantes individuales que compiten entre sí por las órdenes de inversión, comprometen su capital, mantienen inventarios, están pendientes del otro lado del mercado, comercializan en ambos lados del mismo y generan gran interés por parte de los inversionistas.La información comercial del Nasdaq es simultáneamente mostrada en pantalla en más de 360.000 terminales de computación alrededor del mundo. Esta vasta difusión de la información permite a todos los participantes en el Nasdaq tener igual acceso al mercado y a su información a través de una muestra simultánea de demandas y ofertas de acciones.

De acuerdo con cifras de la propia organización, sólo en el período comprendido entre el año 1997 al 2000, el Nasdaq hizo posible que 1649 compañías participaran en el mercado de capitales, y en el proceso de crecimiento se recogieron alrededor de 320 millardos de dólares americanos para ayudar a financiar las actividades de las nuevas empresas. Como bien sabemos, la realidad actual es un tanto diferente debido a la quiebra súbita de muchas empresas ?com y a los menores resultados financieros (ganancias y flujo de caja) que presentan las empresas de alta tecnología más emblemáticas del sector.

Antes de la abrupta y para muchos inesperada caída de las acciones de las empresas tecnológicas que se cotizan el Nasdaq, y dentro del espíritu de crecimiento y bonanza que imperaba en el pensamiento de determinados académicos y empresarios, Andrés Suárez, por ejemplo, era de la opinión que:

"el Nasdaq. . . gestionado por "market makers" y completamente informatizado, es considerado como uno de los ejemplos a seguir por los mercados de valores de todo el mundo. Con más de cinco mil empresas cotizadas y un volumen de contratación que hace sombra a Wall Street, el Nasdaq ha demostrado ser un mercado muy eficiente para la promoción y desarrollo de las pequeñas y medianas empresas innovadoras. Entre las empresas que cotizan en el Nasdaq están Microsoft, World ?com, Intel, Amazon, Zycos, Yahoo, entre otras muchas. El término Nueva Economía fue utilizado – y lo sigue siendo – para referirse a lo que vienen haciendo en el campo económico los Estados Unidos de América, y sobre todo para referirse a las empresas que cotizan sus acciones en el Nasdaq, que tanta prosperidad y estabilidad económica ha deparado a este gran país". (61)

Guido Stein, por su parte, con un sentido mucho más realista, menos optimista y más cuestionador de las bondades del Nasdaq, y no tan seguro de las infinitas posibilidades de la Economía Digital comenta lo siguiente:

"La historia, maestra paciente, nos enseña que hubieron de transcurrir veinticuatro años – de 1971 a 1995 a fin de que el índice Nasdaq de Wall Street pasara de 100 a 1000 puntos. En tres años se situó en 2000, y en poco menos de cuatro meses, en noviembre de 1999, alcanzó los 3000. Un mes más tarde llegó a los cuatro mil puntos, y sesenta días después, el 10 de marzo, el máximo de 5048, pero volvió a descender hasta 3300 a mediados de abril. ¿Es que acaso estos vaivenes reflejaban que se había multiplicado la riqueza real por cinco en tres años y medio, para luego reducirse a un tercio, en poco más de un mes?. No me encuentro en disposición de dar cuenta cabal de semejante tiovivo, ni tampoco estoy muy seguro de que haya muchos que lo estén…" (62)

Para fines de febrero de 2002 el índice Nasdaq se situó en 1770 puntos. Pero, esta realidad no es propia de la "economía digital norteamericana". Según datos, aportados por El País en su edición del domingo 23 de febrero de 2003 (sección 36A negocios), bajo el titulo: "La burbuja tecnológica pasa factura", se confirma en España una realidad coincidente:

"Tres años después, la burbuja tecnológica que estalló en marzo de 2000 se ha llevado por delante casi 30.000 millones de euros en el Nuevo Mercado español formado actualmente por 13 compañías ligadas a lo que se denominó nueva economía. Empresas como Jazztel o Service Point, que valían muchos millones de euros, han pasado a cotizar apenas a céntimos y son ejemplo de las excesivas expectativas que la tecnología creó. Esas expectativas también se llevaron por delante muchos proyectos de banca en Internet y la puesta en marcha de operaciones empresariales como AOL Avant, creada por el SCH y AOL Time Warner o la tienda virtual Viaplus, formada por Atladis y Cortefiel. Los Destellos de la nueva economía en el mercado se han apagado."

Como vemos, el tema de la valoración bursátil de las acciones de las empresas de la Economía Digital y su verdadera eficiencia continúa siendo un asunto particularmente difícil y debatible, en el que se encuentran envueltos procesos que poco tienen que ver con la Economía y la Gerencia misma, y donde además, presumimos, imperará en el futuro próximo una especie de darwinismo digital. Recordemos las aleccionadoras palabras de Piscitelli:

"Ganar a través de la incertidumbre es un premio para los arrojados. Deberían desconfiar de meterse en una industria donde todos están seguros de que les va a ir fantásticamente bien. He aquí la clave de porqué el e-commerce de negocio a consumidor (B to C) – no sólo en los Estados Unidos, está siendo un soberano fracaso. Al haberse invertido tanta plata en tantas compañías y generado una competencia infernal, nadie puede salir ganando. Pero, al revés podría ser que lo que vemos como un fracaso hoy, o como un exceso de optimismo, se quede corto y de aquí a cinco años las compañías que pudieron hacer pie en Internet terminen llenas de plata, darwinismo digital mediante." (63)

De acuerdo con un reciente informe de Tim Millers, presidente de Webmergers, 4.854 compañías de Internet han desaparecido desde el 10 de Marzo de 2000 a la fecha; de ellas 962 han simplemente cerrado sus puertas y el resto, las 3892.com restantes han sido adquiridas por otras empresas en transacciones cercanas a los 200.000 millones de dólares americanos; las preferencias de los inversores estuvo en las llamadas punto com puras, es decir, portales, compañías de comercio electrónico y empresas de contenido.

Los analistas del mercado de nuevas empresas coinciden en que estamos en la última etapa de la agonía de la burbuja, prevén una nueva ola de sano crecimiento, los resultados favorables de las empresas más representativa del sector comienzan a recuperarse: Yahoo , Wanadoo, Amazon o T-Online, luego de los efectos sufridos con la debacle del Nasdaq que pasó de 5.048,62 puntos el 10 de Marzo de 2000 a cerca de de 1.300 puntos en la actualidad.

4. La democratización de la tecnología y la información

Los años finales del siglo XX pusieron a disposición de los consumidores productos, redes, sistemas que permitieron que más y más personas se comunicaran entre sí, de manera inmediata, a través de computadoras personales, teléfonos celulares, módems, sistemas de cable o Internet. Esta democratización de la tecnología hizo posible acortar de manera significativa el tiempo y la distancia, convirtiendo, ciertamente, al mundo en una verdadera aldea global, donde, en principio, cualquier persona se encuentra al alcance inmediato de cualquier otra, independientemente de la hora y del sitio en que ambas personas estén en ese momento a lo largo y a lo ancho del planeta tierra.

Como lo hemos ya comentado, esta democratización se basa en las innovaciones que tuvieron lugar a finales de los 80: computarización, telecomunicaciones, miniaturización, minitecnología, digitalización, y, en particular, en la posibilidad que tienen los habitantes del planeta con recursos económicos para adquirir, cada vez más a menor precio, aparatos y equipos que, a su vez, incorporan más y mejor tecnología, que se traduce en mayor velocidad de comunicación e información. De esta forma, de un extremo al otro del mundo, la gente tiene la real capacidad para comunicarse y hacerse llegar información, tecnología, dinero, noticias y fotos de la familia, música, programas de televisión, información acerca de productos y servicios comerciales y financieros.

Recordemos la célebre frase del Presidente de la NBC News, Laurence Groosman, quien sentenció lo siguiente:

"La imprenta nos hizo a todos lectores, la máquina Xerox nos convirtió en editores, la televisión en videntes y la digitalización hace de todos nosotros directores de cine". (64)

Uno de los efectos más importantes que se desprende de la democratización de la tecnología, es la posibilidad real y efectiva de globalizar la producción. De esta forma, cualquier empresa, persona o gobierno tiene la real factibilidad de adquirir y de ensamblar tecnologías, utilizar materia prima, y convertirse en productor final o en suplidor de una compleja red productiva de bienes y servicios.

Tiene ciertamente razón Friedman cuando afirma que:

"El significado real de esta democratización tecnológica radica en que el potencial para la creación de riqueza se encuentra geográficamente disperso, ofreciéndole a todo tipo de gente desconectada entre sí, la ocasión de acceder y aplicar la tecnología". (65)

Esta democratización de la tecnología viene además acompañada por la de la información. La televisión satelital, los sistemas de TV por cable y la Internet han hecho posible que todo se conozca rápidamente y que el más lejano habitante del mundo puede saber al minuto, en vivo y en directo, lo que está ocurriendo tanto en los centros de poder de la Tierra como en el más apartado rincón del planeta. Las limitaciones preexistentes, relacionadas con la difusión de la televisión y de la radio, han dejado de tener sentido e importancia. En especial, la televisión por cable y la satelital han hecho posible que más y más canales, de los que era posible transmitir por el aire, se encuentren a disposición de unos suscriptores que, día a día, con sólo apretar uno que otro botón, estén contemplando y disfrutando programas de información, entretenimiento, culturales, turísticos, de viajes o ecológicos, provenientes de estaciones de televisión públicas o privadas que emiten sus señales desde cualquier parte del mundo y en muy diversos idiomas. Al cable, vino a añadirse el satélite para confirmar que la televisión es un efectivo y accesible instrumento de información global, una aliada de la democratización de la información.

Pero no sólo la radio y la televisión han contribuido de manera significativa a la democratización de la información, el C.D., el disquete, el D.V.D., han permitido también concentrar, en un espacio pequeño y limitado, datos, imágenes y contenidos muy variados que están a la orden y a la disposición de cualquier usuario de computadoras o de videos portátiles.

Pero, sin ninguna duda, la reina, la protagonista fundamental, la responsable primordial de la democratización de la información ha sido la Internet. De esta forma, el mundo dejó de ser una de suma islas distantes y desconocidas para convertirse en un planeta interactivo, integrado, que tiene a su disposición además del fax, del teléfono, de la televisión, las computadoras personales que, gracias a la reina Internet, y al príncipe e-mail, se han convertido en un instrumento real de información y comunicación personal y de difusión de la información más diversa.

5. La democratización del capital

Además del desarrollo, crecimiento, consolidación y actual racionalización del Nasdaq, y de la democratización de la tecnología y la información, es conveniente recordar también que la Nueva Economía ha encontrado su apalancamiento financiero en el surgimiento y operación de nuevos mercados de capital que ha promovido la llamada democratización del capital o de las finanzas. Tomás L. Friedman, quien prefiere hablar más bien de la democratización financiera nos recuerda que:

"durante mucho tiempo en la era de la posguerra, los préstamos financieros nacionales y los financiamientos internacionales eran realizados fundamentalmente por los grandes bancos comerciales, los bancos de inversión y las compañías de seguros. Estas instituciones de "zapatos blancos" siempre preferían prestar dinero a compañías que pudiesen mostrar un récord financiero intachable. Estas circunstancias hacían al préstamo bancario verdaderamente antidemocrático. . . La actual democratización de las finanzas comienza al final de los años sesenta del siglo XX con la aparición de los mercados de papeles comerciales, es decir, aquellos bonos emitidos directamente por las propias empresas y dirigidas al público en general con la finalidad de acumular capital ". (66)

Posteriormente, las instituciones financieras y las empresas continuaron buscando opciones para ampliar los mercados de capital, como por ejemplo: el negocio de los créditos hipotecarios; la compra, en consecuencia de compañías y empresas financiadoras de hipotecas por parte de los bancos, la emisión propiamente dicha de bonos hipotecarios; el financiamiento de las denominadas empresas chatarra, es decir, aquellas grandes empresas con problemas coyunturales de financiamiento o nuevas empresas con un buen negocio entremanos, pero carentes del capital requerido para expandirse o diversificarse, que se produjo mediante el ofrecimiento de los llamados bonos basura con menores rendimientos, por supuesto, debido al riesgo que implicaban las empresas chatarra.

Esta democratización del capital también ha ocurrido a nivel internacional con el crecimiento de los préstamos concedidos a empresas y gobiernos extranjeros, y con las correspondientes soluciones (todo tipo de bonos) para refinanciar, una y otra vez, la deuda contraída por los gobiernos y las empresas públicas o privadas con la gran banca internacional

En este proceso de democratización del capital o de las finanzas, caracterizado, en una primera etapa, por la democratización de los préstamos tanto a nivel nacional como internacional, jugó también papel importante la democratización de la inversión. Los fondos de pensiones privados, creados por los gobiernos de muchos países en las últimas décadas del siglo XX, permitieron un movimiento impresionante, y desconocido hasta el momento, del capital de pequeños inversores (pensionistas), cuyas compañías mutuales o fondos de pensión apostaron al crecimiento del dinero de sus depositantes, adquiriendo así acciones de compañías consolidadas "blue chips", de la Nueva Economía, papeles comerciales de empresas y bonos emitidos por diferentes Estados en todo el mundo. Los movimientos de capital, esas inversiones indirectas realizadas por los fondos o mutuales de pensiones, aportaron una cantidad significativa de recursos para apalancar financieramente la Globalización, en general, La Economía Digital, y nuevos y emergentes mercados de capital tanto para las viejas empresas como para las . com de la Nueva Economía.

Por otra parte, la eliminación de las limitaciones que había impuesto, luego de la Segunda Guerra Mundial, el Tratado de Bretton Woods, ha permitido el surgimiento de un mercado de bonos nacionales, de países, que se han convertido, a su vez, en fuente de inversión y en mecanismo de financiamiento.

Recordemos que la Conferencia de Bretton Woods, celebrada en Julio de 1944 en la pequeña ciudad del mismo nombre situada en la Costa Este de los EEUU, agrupó 44 representantes de diferentes naciones del hemisferio occidental, con el propósito de proponer y acordar las políticas y principios que serían utilizados para la re-organización financiera y monetaria del mundo de la posguerra. De esta reunión surgieron el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, mejor conocido como el Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), dos organizaciones que tendrían bajo su responsabilidad dirigir el proceso, establecer los mecanismos, y definir los incentivos y regulaciones necesarios para reconstruir la economía mundial de la posguerra.

En este orden de ideas, podemos afirmar entonces que, gracias a la democratización del capital, de las finanzas, hemos pasado de un mundo en el que un puñado de banqueros ejercía una soberanía irrebatible sobre las deudas de sus nacionales y sobre las de un conjunto de países, a un mundo donde, por efecto de los bonos nacionales, un grupo de bancos posee las deudas soberanas de un conjunto de países. A esta realidad bancaria, un tanto paradójica, se suma además el hecho de que muchas personas de manera individual, a través de las mutuales o fondos de pensiones, poseen también entre sus activos la deuda soberana de muchos países, además de acciones de empresas de la Vieja Economía ("blue chips") y de las empresas tecnológicas de la Economía Digital.

6. Los elementos institucionales

Como elementos de naturaleza distinta a los analizados con anterioridad, podemos citar otros de alcance más bien institucional, tanto en términos de políticas nacionales como de alcance multilateral. Entre estos elementos destacan las desregulaciones y las privatizaciones.

A. La desregulación comercial.

La desregulación, en términos generales, supone la remoción, la puesta de lado, la eliminación de las restricciones legales que limitan, condicionan o imposibilitan el libre juego del mercado, el establecimiento de empresas privadas, la inversión extranjera directa, y la manera o forma como las empresas llevan a cabo sus actividades productivas de bienes o servicios.

Principalmente las medidas destinadas a desregular el comercio internacional, han sido condicionante fundamental y relevante de la Nueva Economía globalizada. Recordemos que ya en 1947, un grupo de países suscribió el Acuerdo Internacional sobre Comercio y Tarifas Aduaneras, mejor conocido por sus siglas GATT. En efecto, en enero de 1948, el acuerdo suscrito inicialmente por 23 naciones (12 desarrolladas y 11 en desarrollo), comenzó a promover la intensificación del comercio internacional mediante la eliminación progresiva de las barreras y tarifas aduaneras existentes, que tenían por finalidad proteger nacientes industrias nacionales o nichos específicos de mercado de empresas de un determinado país o región. Progresivamente, mediante el uso de rondas de negociación, el GATT fue cumpliendo su misión de acelerar el proceso de liberación arancelaria y promover el libre comercio de bienes y servicios.

Continuando con su labor liberacionista y desreguladora, el GATT apoyó la idea de que también era importante ocuparse de los servicios y de su desregulación a nivel internacional, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil que es definir con precisión un servicio, a pesar, por supuesto, de su clara diferenciación de un bien concreto y tangible.

En todo caso, el Acuerdo General para Comercio de Servicios (GATS), suscrito durante la Segunda Ronda de Uruguay identificó las cuatro fuentes más tradicionales de servicios que se prestan a nivel internacional:

  • Servicios que cruzan las fronteras nacionales, es decir, servicios servidos por un país a otro (las llamadas telefónicas internacionales, por ejemplo).

  • Consumo en el exterior que es realizado por personas o compañías que utilizan un servicio foráneo mientras desarrollan actividades personales, familiares, turísticas, comerciales o financieras en otro país.

  • Presencia comercial que implica la instalación por parte de la casa matriz en un país extranjero de una subsidiaria que provee servicios financieros o comerciales.

  • Presencia de personas naturales, se refiere fundamentalmente a los servicios técnicos profesionales (los expertos) que ofrece una persona calificada en un país extranjero.

B. La desregulación financiera

Otro elemento de capital importancia para el afianzamiento del proceso de globalización en general, y de consolidación de la Economía Digital, lo constituye la desregulación de los mercados financieros. Durante mucho tiempo fue usual que los gobiernos prohibieran o limitaran la entrada de empresas financieras extranjeras a sus mercados de capital, o bien que prohibieran a las empresas financieras de su respectivo país extender sus actividades hacia el extranjero, así como que segmentaran las actividades que podían realizar los bancos o instituciones financieras, limitando su participación a determinados sectores de la actividad económica, (el comercio, la vivienda, la inversión), prohibiendo, en consecuencia, la hoy conocida y expandida banca universal.

De la misma forma, los gobiernos limitaban o prohibían la participación de personas naturales o jurídicas extranjeras en la composición del capital accionario de las compañías nacionales, así como la compra o adquisición de bonos o acciones de compañías extranjeras por parte de las personas naturales o jurídicas bajo su regulación.

Sin embargo, después de 1970, se inició un lento pero progresivo proceso que condujo a la desregulación de los mercados financieros. El desarrollo de los euromercados que no estaban sometidos a ningún control nacional, acompañado de las crecientes y constantes presiones de las instituciones financieras para ampliar, diversificar y extender sus actividades en el propio país y en el exterior, fueron, poco a poco, creando conciencia de la necesidad de reducir o eliminar las innumerables regulaciones a que estaban sujetas, a nivel mundial, dichas instituciones.

La creciente aceptación de la necesidad de un mercado de bienes y servicios, incluyendo los financieros, contribuyó significativamente a que países como los EEUU, hacia finales de la década de los setenta del siglo XX, permitiesen a los bancos extranjeros realizar operaciones en su mercado financiero y que los bancos norteamericanos pudiesen realizar también operaciones en ultramar.

Posteriormente, Gran Bretaña, mediante el conocido "Big Bang" de octubre de 1986, eliminó las barreras que limitaban a bancos e inversionistas para realizar operaciones de inversión directa o indirecta en el extranjero, y permitió, a su vez, a los bancos y empresas de servicios financieros efectuar operaciones en el mercado financiero británico. En Francia, ocurrió algo parecido en 1987, el proceso fue conocido como el "Little Bang" y permitió la apertura progresiva de sus mercados financieros. Es cierto que existen algunos países – desarrollados y en vías de desarrollo – que todavía mantienen restricciones para la apertura de sus mercados financieros. Sin embargo, la clara tendencia a la desregulación financiera es una realidad incontestable que además ha sido apoyada por decisiones de la Organización Mundial del Comercio, en su carácter de árbitro. De esta forma, a partir de 1980, la desregulación financiera se convirtió en una práctica común tanto de los países industrializados, como de los llamados países emergentes de Europa Oriental, Asia y América Latina.

Sin embargo, el mayor éxito que arrojó la Segunda Ronda de Uruguay del GATT fue la creación, el 1° de enero de 1995, de la Organización Mundial del Comercio (O.M.C). Esta organización fue creada dentro de los propósitos de la Nueva Economía y del espíritu de la Globalización. Sus principales objetivos son: promover y ayudar el libre flujo del comercio, contribuir a negociar mayores aperturas de los mercados y resolver eventuales disputas que puedan surgir entre los países miembros de la organización. La OMC reemplazó así al GATT para transformarse en la única organización multilateral que, a nivel mundial, tiene como misión regular, mejor dicho, desregular el comercio internacional.

C. La desregulación de las telecomunicaciones.

Otro aspecto de fundamental importancia en el surgimiento y consolidación de la Nueva Economía, lo constituye la liberación del mercado de las telecomunicaciones. Hasta hace muy poco, cada mercado nacional contaba con un proveedor, un suplidor de telecomunicaciones específico: ATT en los EEUU, British Telecom en el Reino Unido, CANTV en Venezuela, Telebras en Brasil, Deutsche Telecom en Alemania, etc…Usualmente la propiedad de estas empresas recaía en manos del Estado, es decir, eran empresas públicas, y por lo general, actuaban bajo condiciones monopólicas. Leyes, decretos y resoluciones regulaban con detalle sus operaciones. Además y como corolario de esta situación, no se permitía el ingreso de otras empresas a competir con la firma local de telecomunicaciones.

Sin embargo, la realidad actual es bastante más distinta de lo que era en el pasado: los monopolios estatales se han privatizado, como ocurrió en Alemania, Gran Bretaña y recientemente en Venezuela; los mercados internacionales de las telecomunicaciones se han desregulado y se ha permitido la entrada de nuevos competidores en los mercados dominados por las firmas tradicionales; nuevas tecnologías inalámbricas han sustituido las precedentes que se asentaban en el cable de cobre para que los usuarios pudiesen realizar, a elevados costos, llamadas sonoras nacionales e internacionales.

De la misma forma, gracias a la Internet, el volumen de tráfico, no sólo de voz sino también de imágenes, está creciendo de manera vertiginosa, convirtiendo al área de las telecomunicaciones en una de las propulsoras de las innovaciones tecnológicas y de la Economía Digital.

En 1997, por efecto de la intermediación de la Organización Mundial del Comercio, 68 países, responsables del 90% del ingreso por concepto de telecomunicaciones a nivel mundial, estuvieron de acuerdo en abrir sus mercados nacionales a los competidores foráneos.

En opinión de Charles Hill:

"las consecuencias de estos cambios se vuelven cada vez más evidentes. Un mercado global para los servicios de las telecomunicaciones emerge rápidamente. Cada compañía comienza a penetrar el mercado de las otras. Los precios se desploman, tanto en le mercado internacional, donde se habían mantenido altos artificialmente, debido a la ausencia de competencia para los servicios tradicionales de comunicaciones."(67)

Esta desregulación de las telecomunicaciones, unida a la comercial y financiera, ya comentadas, ha creado condiciones muy favorables para la consolidación del fenómeno llamado Nueva Economía.

D. Las privatizaciones

Según recuerdan Yergin y Stanilow en su estudio Pioneros de la Globalización, a finales de los años sesenta, se había encargado a un joven político conservador, David Howell, desarrollar un plan que simplificara el enorme sector estatal en Gran Bretaña y, al mismo tiempo ampliara la propiedad del capital en la sociedad británica. Explorando los Estados Unidos para encontrar ideas sobre este tema, Howell se encontró con el término privatización en las obras del teórico económico Peter Drucker, aunque lo consideró un vocablo poco atractivo. Sin embargo, también pensó que describía a la perfección lo que él tenía en mente y lo utilizo en un folleto publicado en 1969, titulado, Un nuevo estilo de gobierno

De acuerdo con un excelente informe realizado por Brian McBeth (68), las privatizaciones han jugado un rol muy importante en las políticas que los Estados-nación han puesto en práctica con la finalidad de liberalizar sus economías. La privatización supone, en sentido estricto, la transferencia de las acciones que el Estado posee en una determinada empresa productora de bienes o servicios al sector privado.

Sin embargo, de acuerdo con el abogado L. Rapp, uno de los principales analistas de las privatizaciones ocurridas en Francia, éstas pueden llevarse a cabo utilizando diferentes procedimientos: (69)

? Venta de activos

? Venta de acciones

? Disolución de la propiedad pública mediante la creación y posterior venta de acciones

? Transferencia de acciones a los trabajadores

? Privatización de la gerencia

? Liquidación

? Privatización de subsidiarias

? Desmantelamiento de los monopolios públicos

? Concesiones

? Desregulación

En su completo y enjundioso estudio, McBeth señala que las privatizaciones han sido efectuadas:

"no sólo en un largo número de países, también en un largo número de industrias. Bancos, compañías de servicio público, compañías de transporte y de recursos naturales han sido siempre las primeras candidatas para la venta. . . El proceso de privatización se encuentra bien avanzado entre los mayores países industrializados del mundo. . . El Banco Mundial reportó que, entre 1980 y 1991, alrededor de 6.800 empresas del Estado fueron privatizadas a nivel mundial". (70).

IV. LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN DE LA ECONOMÍA DIGITAL (de la fisiocracia a la economía sin peso).

Uno de los factores, valga la redundancia, que ha posibilitado la consolidación Economía Digital es el cambio en los factores de producción. En efecto, la Nueva Economía incorpora factores productivos distintos a los tradicionalmente relacionados con la Vieja Economía.

En este sentido, debemos recordar que los factores de producción son aquellos elementos, cuya combinación hace posible, permite la producción.

1. Los factores tradicionales de producción

La creación de valor en la Economía tradicional está asentada en un conjunto de factores productivos, entre los que se contemplan los siguientes:

A. La tierra

Engloba el conjunto de recursos naturales empleados en el proceso productivo. Tradicionalmente se entendía en su acepción más estricta: la física, es decir, los terrenos empleados para la agricultura, la construcción de usinas y factorías, de infraestructura industrial en general y de viviendas. En la actualidad, el término tierra se ha extendido para englobar también otros recursos naturales distintos a los terrenos, a saber: los recursos energéticos como el gas, la electricidad y el agua.

B. El trabajo

Comprende todas las personas, los seres humanos que desde diferentes posiciones de la empresa intervienen en el proceso de producción. De esta forma, el factor trabajo está integrado por todos los trabajadores, independientemente del tipo de labor o de tareas que realizan: Así, se incluyen tanto los trabajadores manuales como los técnicos, administrativos, gerenciales y directivos.

C. El capital

Por su parte, el capital abarca la maquinaria y, en general, todo el conjunto de bienes físicos, tangibles, que se requieren para hacer posible la producción de la empresa; son los típicamente denominados bienes intermedios o de capital: las herramientas, las fábricas propiamente dichas, las líneas de ensamblaje o de producción, los medios de transporte y movilización de personas y productos, etc.

D. La tecnología

Más recientemente, los autores incorporaron este factor para destacar la importancia de los procesos, tanto productivos como gerenciales, en la creación de valor que realiza la empresa.

Así, de acuerdo con la teoría económica tradicional: la explotación de la tierra produce rentas, la mano de obra salarios, el capital arroja intereses y la tecnología información, datos y métodos para la producción.

Finalmente, algunos autores como Walras, Menger, A. Marshall y otros economistas incluyen a la propia empresa y, más específicamente, al empresario como factor productivo, por considerar que es el elemento aglutinador de los otros factores de la producción, debido a que coordina y optima a todos los demás, facilitando la producción de los bienes y la vigencia de los servicios.

2. Los nuevos factores de producción

Desde mediados de la década de los ochenta del pasado siglo, los autores, analistas y empresarios han constatado que en la Economía Digital, la Nueva Economía, existen otros factores productivos a ser tomados muy en consideración. Así, por ejemplo, el profesor Danny Quah de la London School of Economics, sostiene el concepto de la economía sin peso, en la que las personas están dispuestas a pagar un precio a cambio de actividades, productos y servicios intangibles. El valor económico que se crea, en consecuencia, en una economía sin peso es infinitamente expansible y posee la cualidad de ser inapropiable. En su criterio, hemos pasado de la edad de la agricultura y atravesado la era industrial para llegar a la era de la información. En función de estas nuevas realidades sociales, la naturaleza de la economía y, en especial, la microeconomía está cambiando; la naturaleza del trabajo también se está transformando. Edgar Alberto Dao, Presidente del Banco del Caribe en Venezuela, sostiene que:

"el único requerimiento para estos gigantescos avances ha sido la disponibilidad de abundante información para poder integrarla y transformarla en conocimiento. En el mundo de hoy, pareciera que la información es el bien más libre que existe, sólo superable por el aire". (71)

En la actualidad, se reconoce entonces que, más allá de la era de la información, estamos entrando en la sociedad del conocimiento, puesto que cada día se confirma que el conocimiento es que información, debido a que aquél es información productiva, mientras que ésta (la información) es, como su nombre lo indica, datos brutos, sin cernir, que ameritan de otros procesos reflexivos, de un valor intelectual añadido, para poder convertirse en verdadera información productiva, significativa, relevante, en conocimiento pleno y efectivo.

Es esta nueva sociedad del conocimiento, ámbito y entorno de la Nueva Economía, se reconocen y distinguen los siguientes y novedosos factores de producción.

A. Los clientes

Los nuevos enfoques económicos y gerenciales reconocen el valor del cliente en el proceso productivo, llegando incluso a afirmar que constituye un nuevo, poderoso e insustituible factor de producción. Ya los enfoques de calidad de gestión, de calidad total, en los ochenta del siglo XX, habían incorporado al cliente como objetivo fundamental de la actividad empresarial

Sultan Kermally nos recuerda que:

"en la economía tradicional, el empresario coordina los factores de producción para producir artículos. El proceso de producción consiste en la creación de utilidades y en la creación de valor. Los artículos se producen para satisfacer las necesidades de los consumidores. En el concepto de la cadena de valor, los factores de producción crean valor, mientras los consumidores lo "destruyen" durante el proceso de consumo". (72).

A esta concepción tradicional de la destrucción de valor por parte de los consumidores, los defensores y sustentadores de la Nueva Economía argumentan que, por el contrario, los clientes deben ser considerados como creadores de valor. En un texto especialmente dicente y pedagógico, Rafael Ramírez afirma que:

"Al leer este periódico, ¿está usted creando valor o destruyéndolo? Mucho depende de su respuesta a esa pregunta. Su respuesta le colocará en una de las dos maneras radicalmente opuesta de considerar la Economía industrial que estamos abandonando, se suponía que el consumo de bienes y servicios por los clientes destruye el valor que los fabricantes crean para ellos. Esta opinión está siendo cada vez más cuestionada a medida que aparece una Economía alternativa. Este artículo mantiene que al utilizar la pulpa y el papel, la tinta y los recursos intelectuales e informativos que el Financial Times utilizó para producir este diario, al leerlo, usted estará creando valor. Su lectura compensa con creces la destrucción física que produciría arrugarlo y borronear la tinta. Del mismo modo, todos los clientes de la Economía emergente deben ser considerados como creadores de valor para las empresas". (73)

Clientes mejor preparados intelectualmente, con mayor capacitación profesional y formación académica, y mucho más informados, son los nuevos creadores de valor en la Economía emergente, en la Economía Digital. De acuerdo con las investigaciones efectuadas por los analistas económicos y empresariales, y por las propias empresas, se ha podido concluir lo siguiente en relación con el carácter del cliente como factor productivo:

" ? El valor no se añade sencillamente sino que se inventa y se produce conjuntamente con el cliente.

? El cliente final no existe.

? Las necesidades no son útiles para determinar como relacionarse con el cliente.

? El valor no está en el artículo o servicio, sino que se establece interactivamente.

? Lo que compite en el mercado son las ofertas, no las empresas.

? Es necesario replantear la diferencia entre artículos y servicios". (74)

B. Las competencias

En un célebre artículo publicado en 1990 en la Harvard Business Review C.K. Prahalad y Garay Hamel plantearon su concepto de competencias empresariales. De acuerdo con estos autores (y permítasenos esta larga cita):

"La mejor manera para vencer la competencia global sigue siendo invisible para la mayoría de las empresas. Durante la década de 1980, se juzgaba a los altos ejecutivos por su capacidad para reestructurar las empresas, reduciendo el personal y sus niveles jerárquicos. En la década de 1990, se les juzgará según su capacidad para identificar, cultivar y explotar las capacidades básicas que hacen posible el crecimiento; de hecho, deberán replantear el propio concepto de la empresa. . . A largo plazo, la competencia deriva de la capacidad de incorporar a un costo menor y con más rapidez que la competencia, las capacidades básicas de las que surgen los productos novedosos. Las verdaderas fuentes de la ventaja deben buscarse en la capacidad de los directivos para extender las tecnologías y las capacidades de producción a toda la empresa y transformarlas en las competencias que le permiten adaptarse rápidamente a las diferentes oportunidades. . . Las competencias básicas constituyen el saber colectivo de la organización y, especialmente, la coordinación de las distintas capacidades de producción y la integración de los múltiples equipos tecnológicos. . . Las competencias básicas son la comunicación, la participación y un profundo compromiso con el trabajo por encima de las fronteras internas. Incluye muchos niveles de personas y todas las funciones. . . A diferencia de los activos físicos, que se deterioran con el tiempo, las competencias crecen si se aplican y se comparten. Pero aún así hay que alimentarlas y protegerlas; el conocimiento se esfuma sí no se usa. Las competencias son la argamasa que une las actividades. También son el motor de los nuevos desarrollos de la empresa. Los modelos de diversificación y la entrada en los mercados pueden ser orientados por ellas, y no sólo por el atractivo que presentan esos mercados. . . Creemos que lo que caracterizará a los triunfadores de la década de los 90 será una obsesión por la creación de competencias". (75)

De acuerdo con la pionera e innovadora concepción de los autores citados, podríamos decir entonces que las competencias constituyen el conjunto de acciones que se realizan en una empresa determinada y tienen como finalidad fundamental conocer, reformular, optimizar, cambiar y, especialmente, innovar. La vocación primordial de las competencias es la de alimentar la estrategia comercial de la empresa. Su carácter de factor de producción sólo será posible en la medida en que la competencia oriente la estrategia corporativa y favorezca la generación de valor.

Scott B. Parry propone agrupar las competencias en cuatro categorías:

"? Administrativas, incluye la gerencia del tiempo, el sentido de prioridad, el manejo de procesos, el establecimiento de metas, y el sentido de planificación y programación de actividades.

? Comunicativas, comprenden la capacidad para escuchar, generar información adecuada y estructurar información imparcial.

? Supervisorias, agrupan, por su parte, el análisis del entorno, la capacidad para evaluar amenazas y oportunidades, fortalezas y debilidades, el manejo de la incertidumbre, la delegación, el reconocimiento a los demás, la motivación y orientación de los supervisados.

? Cognoscitivas, incluyen la capacidad para identificar y resolver problemas, la toma de decisiones y la capacidad para asumir riesgos, la capacidad de análisis y la estructuración de pensamiento ". (76)

Desde otra perspectiva, Jeanne C. Meister, analizando el tema de las competencias desde la perspectiva de las llamadas universidades empresariales, distingue las siguientes competencias genéricas:

Aprender a aprender. Los cambios permanentes del entorno establecen la necesidad de renovar continuamente los conocimientos. Más importante que acumular información es ampliar la capacidad para adquirir información. Los datos y las ideas envejecen y pierden vigencia aceleradamente, y la única manera de estar actualizado es mediante la renovación y el refrescamiento constante del conocimiento.

Comunicación y colaboración. La gerencia y la educación son procesos eminentemente comunicacionales y colaborativos. La capacidad para interactuar y ponerse de acuerdo, así como la sensibilidad para armonizar y concertar esfuerzos en equipo son factores condicionantes de las mejores prácticas gerenciales. La realidad que mejor valida la importancia de la comunicación procede de los siguientes datos ofrecidos por la American Society of Training and Development (ASTD): el trabajador promedio dedica 8.4% de su tiempo a comunicaciones escritas, 13% a leer, 23% a hablar y 55% a la comunicación directa (real o virtual) con los demás.

Pensamiento creativo y solución de problemas. La identificación de desajustes organizacionales y el análisis de opciones de solución reclaman la generación de ideas y enfoques distintos. El entorno de hoy requiere de soluciones actualizadas, se reconoce que los éxitos de ayer no aseguran los buenos resultados de hoy. En este sentido, la solución de problemas tiene que estar acompañada de una capacidad para promover el pensamiento creativo e innovador.

Cultura tecnológica. La manera de pensar y hacer las cosas en el mundo contemporáneo no puede separarse de las posibilidades, reales y a veces impensadas, que brinda la tecnología. Las redes comunicacionales y los recursos para el análisis, asociados con los nuevos medios tecnológicos, amplían y repotencian todas las capacidades de sobre vivencia del hombre y de las organizaciones de nuestro tiempo.

Desarrollo global de los negocios. Prolongar las visiones y percepciones en sentido global, así como comprender la dinámica de los negocios, se han convertido en enfoques indivisibles. La identificación y evaluación de oportunidades de negocio, al igual que la identificación y control de las situaciones de riesgo constituyen factores clave para el éxito de las organizaciones.

Cultivo del liderazgo. El liderazgo, entendido como la autoridad con capacidad para influir en los otros y para obtener ayuda leal y honesta, revela la conducta más importante del mundo contemporáneo. En este sentido, proyectar una visión y facultar, darle poder y responsabilidad a la gente conforman los soportes más importantes para incentivar el progreso de las organizaciones.

Autogestión de la carrera profesional. La capacidad para conocer y orientar las decisiones asociadas con el propio desarrollo personal y profesional es fundamental en la actualidad. De esta manera, se impone que cada sujeto tenga conciencia de sus conocimientos, habilidades y valores para que pueda desarrollarlos y asociarlos con las organizaciones a las que presta sus servicios. (77)

Es de destacar que, además de estas competencias genéricas, es posible distinguir también las llamadas competencias específicas de carácter funcional, las cuales se encuentran concentradas en los diferentes departamentos o unidades operativas o asesoras de la empresa: finanzas, producción, recursos humanos, comercialización, distribución y transporte, etc.,.

En recientes estudios realizados en Europa se concluyó que las competencias, el talento está íntimamente correlacionado con sus competencias, valores, motivaciones e interrelaciones, tal como se aprecia en el cuadro que insertamos a continuación:

Dimensiones del talento

Técnico

Gestor

Creador

Características

. Especialistas en generar soluciones de extraordinaria calidad para los clientes.

. Símbolo de la superioridad tecnológica de la compañía.

Características

. Expertos en hacer realidad los proyectos.

. El interlocutor que buscan los clientes.

. Íntegros.

Características

. Muy inteligente; innovador y transformador; capaz de trabajar en entornos inciertos; optimistas; capaz de aprender más deprisa que el mercado; capaz de trabajar con personas diferentes disfrutar de ello.

Motivaciones:

. Aprender y ser mejor

. Ser reconocido

. Ser excelente.

Motivaciones

. Satisfacer al cliente.

. Lograr el objetivo.

. Ganar al competidor.

Motivaciones

. Hacer realidad sus visiones personales; hacer aportaciones genuinas a la sociedad y a la vida.

Inconvenientes

. Rígidos.

. Le interesan poco

Las personas.

Inconvenientes

. Puede carecer de visión estratégicas.

. Puede faltarle

creatividad

Inconvenientes

. No sabe trabajar sin autonomía; no tolera las críticas; gestiona mal la normalidad; no sabe trabajar desmotivado.

Fuente: El genoma del talento RB Technology.net

Para que, para que la competencia pueda ser considerada como un verdadero y efectivo factor de producción, es menester que oriente la estrategia de la empresa. Kegll Gronbaug y Odd Norhaug han reflexionado ampliamente acerca de la vinculación entre las competencias y la estrategia corporativa, y proponen una metodología para hacer efectiva y eficiente esa vinculación. A estos fines, sugieren una serie de pasos que deben ser cumplidos con la finalidad de que la estrategia de la empresa se base ciertamente en las competencias de la compañía. De acuerdo con estos autores, el enfoque por pasos puede ser visto así:

Monografias.com

Fuente: Sultan Kermally, Cuando Economía significa Oportunidad. La estrategia de la competencia: el enfoque por pasos. Pág. 195

C. El conocimiento

Más recientemente, un conjunto de autores se ha dedicado a profundizar el rol del conocimiento, del también denominado capital intelectual, en las empresas de fin del siglo pasado y de comienzos del presente. En esas empresas analizadas, el capital intelectual, el conocimiento, es el rasgo fundamental de organizaciones que reivindican los activos inmateriales como verdadera e indiscutible ventaja competitiva.

Kaplan y Norton cuando diseñaban su Sistema Balanceado de Indicadores, ya habían identificado ese conjunto de activos intangibles que conforman el capital intelectual, y que se traduce en servicios y productos de alta calidad, empleados de alta experiencia y motivación, procesos gerenciales flexibles y adaptables, al igual que clientes leales y satisfechos.

Sin embargo, les corresponde a Leif Edvinsson y Michael S. Malone, el mérito de haberse concentrado en explicar, caracterizar y categorizar el capital intelectual, al que definen como la posesión de conocimientos, experiencia aplicada, tecnología organizacional, relaciones con los clientes y destrezas profesionales que otorgan una ventaja competitiva a una empresa frente a sus competidores.

El capital intelectual, de acuerdo con lo sostenido por estos autores, puede dividirse en capital humano y capital estructural.

El capital humano es la combinación de conocimientos, destrezas, habilidades, capacidad de los empleados individuales de la empresa para llevar a cabo la tarea o tareas asignadas. Incluye, igualmente, los valores de la empresa, su cultura y su filosofía. La compañía no es, en consecuencia, la propietaria del capital humano, éste es de los empleados, está en ellos y se va con ellos.

El capital estructural viene dado por los equipos, programas, bases de datos, estructura organizacional, imagen corporativa, patentes, marcas de fábrica y todo lo relacionado con la capacidad organizacional que apoya la productividad de sus empleados. En otras palabras, es todo lo que se queda en la oficina cuando los empleados se marchan a sus casas. Este capital estructural se subdivide a su vez, en:

? Capital organizacional que es la inversión de la empresa en sistemas, herramientas y filosofía operativa que acelera la corriente de conocimientos tanto dentro de la organización como hacia fuera, es decir, a los canales de distribución y de abastecimiento.

Este capital se subdivide a su vez en:

? Capital innovador, representado por la capacidad de renovación y los resultados de las innovaciones en forma de derechos comerciales protegidos, propiedad intelectual, entre otros; así como los talentos usados para crear y llevar rápidamente al mercado nuevos productos y servicios.

? Capital proceso que son los procesos de trabajo, técnicas y programas que aumentan y fortalecen la eficiencia de la manufactura o la prestación de los servicios; es el conocimiento práctico que se utiliza en la creación continua de valor.

? Capital de la clientela se basa en las relaciones de la empresa con los clientes, tomando en cuenta su fidelidad y el grado de satisfacción.

A la luz de los conceptos anteriores, el capital intelectual puede graficarse de la siguiente manera:

Monografias.com

En coherencia con las clasificaciones y precisiones efectuadas por Edvinsson y Malone, se puede concluir que el capital intelectual es la sumatoria del capital humano y del capital estructural.

Por su parte, para Annie Brooking, el capital intelectual puede ser definido como la combinación de activos inmateriales que permite funcionar a la empresa. De allí que la empresa, en la consideración de esta autora, es el resultado de activos materiales + capital intelectual.

La autora grafica su concepción del capital intelectual de la siguiente manera:

Monografias.com

Según Brooking, estos componentes del capital intelectual pueden definirse así:

? Los activos de mercado de una organización constituyen el potencial derivado de los bienes inmateriales que guardan relación con el mercado (las marcas, la clientela y su fidelidad, la repetibilidad del negocio, la reserva de pedidos, los canales de distribución, diversos contratos y acuerdos tales como licencias, franquicias, etc.)

? Los activos de propiedad intelectual (PI) incluyen el "Know how", los secretos de fabricación, el "copy right", las patentes y diversos derechos de diseño, así como también las marcas de fábrica y de servicios.

? Los activos centrados en el individuo comprenden la pericia colectiva, la capacidad creativa, la habilidad para resolver problemas, el liderazgo y la capacidad empresarial y de gestión encarnados en la organización.

? Los activos de infraestructura son aquellas tecnologías, metodologías y procesos que hacen posible el funcionamiento de la organización. Incluyen la cultura corporativa, los métodos para el cálculo de los riesgos, los sistemas para la dirección de la fuerza de ventas, la estructura financiera, las bases de datos de información sobre el mercado o los clientes, y los sistemas de comunicación (e-mail, tele conferencias, Internet, etc.) Es decir, básicamente, los elementos que definen la forma de trabajar, de hacer las cosas en la organización.

Para Annie Brooking, el capital intelectual refleja el cambio que han experimentado las empresas de fin del siglo XX, basado en el uso intensivo de los medios de comunicación y los conocimientos técnicos, y cuyos productos son fundamentalmente digitalizados. El mundo ha cambiado y se deben encontrar nuevas formas de control y gestión de las organizaciones, centradas inevitablemente en el capital intelectual, en el conocimiento.

Thomas A. Stewart, distingue, por su parte, entre capital humano, que es propio de los empleados; capital estructural, que pertenece enteramente a la organización; y que, en general, puede ser objeto de la protección legal que se le otorga a la propiedad intelectual, y capital de la clientela que es el más evidente, y se expresa como el verdadero valor del giro comercial de la empresa, su valor de mercado concreto: sus clientes leales y satisfechos.

Dentro de una perspectiva más simple, menos rebuscada, Patrick H. Sullivan y David J. Teece concluyen que el capital intelectual está integrado por dos componentes: los recursos intelectuales que incluyen experiencias, habilidades y, en general, todo el "know how" de la empresa; usualmente reside en el intelecto de sus empleados, y, los activos intelectuales integrados por todo aquel conocimiento que puede ser codificado, protegido legalmente y comercializado por parte de la empresa que es su legítima propietaria.

Para todo este conjunto de autores, el capital intelectual es la base de las empresas líderes del tercer milenio, en la medida en que integra el conjunto de activos inmateriales que son los que verdaderamente le dan sentido a los otros activos, los materiales, que, sin el concurso del capital intelectual, no pasarían nunca de ser meros elementos físicos e improductivos. (78)

Guido Stein, por su parte, afirma que "el conocimiento es el núcleo de los recursos de la Economía, el factor crucial del capital y de los costes" (79) y sintetiza algunas de las características generadas por la introducción del conocimiento en la sociedad contemporánea y, en especial, en la Economía Digital. En este sentido, Stein sostiene que:

"1) El trabajo del conocimiento crea su propia demanda de modo progresivo, y la demanda aparentemente es ilimitada. La razón es que el trabajo del conocimiento es de por sí productivo, fecundo.

2) El trabajo del conocimiento no elimina las destrezas y capacidades técnicas, propias de los oficios, sino que, al contrario, proporciona su fundamento; es el modo como el conocimiento llega a ser productivo. . . Mientras el artesano aprendía un oficio, el uso de un conjunto de herramientas con el propósito concreto de realizar una tarea de un modo determinado, recurriendo a años de aprendizaje a partir de la experiencia, la enseñanza fundada en el conocimiento tiene la versatilidad de hacer olvidar (unlearn) y de enseñar de nuevo (relearn): combina flexiblemente conocimientos y herramientas.

3) El trabajo del conocimiento supone una revolución social como consecuencia de transformar radicalmente el carácter del trabajo y la vida del trabajador. Digamos aquí que las oportunidades para el conocimiento residen especialmente en las organizaciones". (80)

De esta forma, podemos hablar de verdaderas empresas del conocimiento, donde éste ha reemplazado al trabajo manual, artesanal, automatizado y serial, como factor de la producción. Estas empresas obtienen sus beneficios mediante la comercialización de los conocimientos creados por sus empleados, se diferencian de sus competidores por el uso racional, ordenado, productivo del conocimiento, son empresas "altamente intensivas en conocimiento" y no en capital o en mano de obra. De acuerdo con Edvinson y Sullivan:

"Existen dos fuentes fundamentales de valor inherentes al modelo de empresa de conocimiento. La primera son las innovaciones en sí mismas. Las innovaciones comercializables son generadas por los recursos humanos de las empresas, que los convierten en propiedad intelectual y se protegen legalmente. . . La segunda fuente de valor para estas empresas reside en la conversión que realizan de sus activos comerciales estructurales. Estos activos (como son por ejemplo el procesamiento, la distribución y las ventas) añaden valor a la innovación, que de ser intangible se convierte en un producto o servicio que los clientes están dispuestos a pagar". (81)

Estas empresas entienden a cabalidad la necesidad de gerenciar el conocimiento y han generado modelos, procesos y técnicas para lograrlo. Un proceso estándar de gerencia del conocimiento contempla las siguientes acciones:

"?capturar y crear: identificar y generar conocimiento tanto tácito como explícito, en sus diferentes formas.

? codificar y organizar: clasificar y ordenar el conocimiento y sus fuentes, así como establecer un lenguaje común, de manera que los usuarios puedan acceder fácilmente al conocimiento.

? transferir: difundir el conocimiento y permitir el acceso de las personas y equipos de trabajo a través de múltiples vías, dependiendo del tipo de conocimiento involucrado. De igual manera, cubre los aspectos de comprensión e interiorización del conocimiento por parte del receptor, ya se trata de un individuo o de una organización.

? aplicar y mejorar: utilizar del conocimiento para la ejecución y operación de procesos de trabajo que se traduzcan en la materialización de las propuestas de valor y en el mejoramiento continúo del desempeño empresarial.

? preservar y proteger: establecer criterios de vigencia, integridad y acceso para el conocimiento específico, para su almacenamiento, así como todo lo relativo a la propiedad intelectual.

? medir y evaluar: identificar, definir y aplicar indicadores que permitan conocer el impacto y la eficiencia de la gestión del conocimiento en la agregación de valor". (82)

EFECTOS DE LA ECONOMIA DIGITAL SOBRE LA GERENCIA CONTEMPORANEA. (del Taylorismo a la empresa.com)

Por supuesto que esta novísima realidad conocida como la Economía digital, ha comportado efectos de variada índole e importancia tanto sobre el modus operandi de las nuevas empresas?com, propias de la Economía Digital, como sobre las organizaciones empresariales de la ahora llamada Vieja Economía.

No cabe duda que el desarrollo de las nuevas tecnologías electrónicas y, en especial, las de información, la globalización comercial y productiva, la pretensión empresarial de uniformar los patrones de consumo y estandarizar la producción antepuestas, empero, a la realidad de unos clientes de otra naturaleza, mucho más informados, y en permanente búsqueda para obtener oportunidades más favorables para la adquisición de bienes y servicios personalizados y a mejores precios, han influido notablemente en la gerencia de nuestros días.

Ciertamente, la Internet, como bien lo confirma Guido Stein:

"ha convertido de golpe y plumazo en obsoletas muchas prácticas empresariales generalmente aceptadas. La exuberancia y la celeridad de la puesta en escena de la red ha generado expertos consultores en cuestión de semanas, negocios multimillonarios en razón de días, e ideas henchidas de prometedores business plans que se suceden ininterrumpidamente. Ahora no es suficiente con globalizarse, sino que es ineludible hacerlo con rapidez. . . "(83)

En esta ocasión, vamos a analizar los efectos, las implicaciones que la Economía Digital ha tenido sobre la Gerencia contemporánea, tomando en cuenta las innovaciones que ha introducido en la manera de hacer las cosas en el mundo organizacional, tanto sobre un nuevo tipo de empresas de carácter marcadamente virtual, como sobre aquellas otras organizaciones empresariales de la Vieja Economía que también, a su ritmo y cadencia, han experimentado igualmente la necesidad de reformular su manera de actuar, en función de las nuevas circunstancias económicas, sociales, políticas, culturales y gerenciales que experimenta un mundo en permanente cambio tecnológico.

1. Una redefinición de la geografía económica: "los clusters"

Los defensores a ultranza de la Globalización y, en especial, de la Nueva Economía o Digital, desvalorizan la noción de espacio económico. Para muchos de ellos, las llamadas zonas industriales, las áreas de desarrollo, los activos fijos, las plantas industriales, en fin, la geografía económica, salvo en lo que respecta a la ubicación de aquellos recursos naturales no sustituibles por la ciencia y la tecnología, dejó de tener sentido. Así, pregonan una pretendida desaparición de la geografía económica que implica una casi total virtualización del proceso productivo. La Vieja Economía con sus plantas e instalaciones ubicadas en zonas perfectamente delimitadas, en áreas especialmente asignadas para determinada actividad económica, dejó, para muchos, de tener vigencia. En otras palabras, las ventajas de la localización industrial ya no son tales, y no importa donde se fabrique o se produzca el producto, ya que las fuerzas de un nuevo mercado, virtual, por Internet, es capaz de influir sobre la Economía de tal manera que la geografía, la localización espacial, es un detalle menor, insignificante, propio de empresas dinosaurios, antidiluvianas, que permanecen atadas a las viejas formas productivas, y a los tradicionales factores de la producción (tierra, trabajo, capital y tecnología).

Sin embargo, la realidad, incluso la propia del mundo de las denominadas empresas de alta tecnología, se ha comportado de manera diferente, y la geografía económica, modificada por nuevas empresas y nuevas actividades productivas ha adquirido otra dimensión y otras latitudes, sin dejar de tener vigencia como concepto y realidad.

  • A. Definición de "cluster"

En efecto, la ciencia económica y administrativa registra el surgimiento de los llamados "clusters", es decir, de

"concentraciones geográficas de compañías e instituciones interconectadas en un determinado campo que propician e incentivan a este grupo selecto de organizaciones a la competencia. Estos clusters incluyen, por ejemplo, a proveedores de insumos especializados (componentes, maquinaria y servicios) así como suplidores de infraestructura. Los clusters muy frecuentemente se extienden aguas abajo hasta los canales de distribución y los consumidores, y lateralmente hasta los fabricantes de productos complementarios, y hasta compañías relacionadas en términos de tecnología, habilidades o insumos comunes".(84 )

Estos "clusters", de acuerdo con Michael Porter, no necesariamente se dan en el área estrictamente industrial o de servicios, pueden incluso incluir en "sus dominios geográficos" al gobierno y otras instituciones como universidades, agencias fijadoras de estándares, grupos de reflexión, proveedores de adiestramiento vocacional, asociaciones comerciales que ofrecen adiestramiento, educación, información, investigación y tecnología. (85).

Porter concluye que un "cluster" de instituciones y compañías integradas de manera independiente e informal representa una forma de organización robusta que ofrece indudables ventajas en términos de eficiencia, efectividad y flexibilidad.

Como apoyo a sus consideraciones acerca de los clusters, Porter estudió muy de cerca la realidad de dos industrias de naturaleza y ubicación muy diferentes: la del vino en California y la de la confección en cuero en Italia.

La noción de "cluster" se ha ido extendiendo rápida y progresivamente, y, actualmente, tanto en los países desarrollados como en los emergentes existen políticas económicas para la promoción de "clusters" que cuentan con el consenso y el apoyo del gobierno central, de los regionales, de las empresas, de la comunidad y de las organizaciones no gubernamentales, e incluso de organismos internacionales de carácter financiero o social.

En este orden de ideas, Jon Azua plantea la necesidad de un nuevo paradigma: Business + Goverment + Comunity, y afirma que:

"la propia evolución de los últimos conceptos y modelos de la competitividad, integradores de estrategias y resultados competitivos tanto en el ámbito de la empresa como de las Administraciones Públicas con que se interrelacionan, así como su concentración en las llamada áreas base, no parece suficiente para explicar el conjunto de factores sistematizados favorecedores de la competitividad y de su mantenimiento en el tiempo ante la sociedad cambiante en que vivimos. Al mismo tiempo, los tradicionales adversarios unidos de la empresa y del Gobierno, comparten con mayor intensidad áreas de relación condicionantes en gran medida de sus propias competitividades. Y lo hacen no sólo en diferentes espacios físicos superadores de conceptos tradicionales sino de nuevos agentes proactivos que, ya sea en forma de ciudades, metrópolis, regiones, naciones o bloques económicos, ejercen un papel activo configurador –con la integración de otro conjunto de factores- de espacios económicos generadores de sistemas interdependientes, «clusterizados» e interconectados de competitividad. Dichos espacios se constituyen en plataformas económicas soporte de un nuevo avance en la prestación –sostenida- de competitividad, riqueza y bienestar para los ciudadanos –empresas, industrias, gobiernos, individuos- que viven en la Comunidad concreta." (86)

En efecto, la experiencia de "los clusters" se ha venido extendiendo a nivel internacional, y además de los comentados y analizados por Michael Porter, tenemos otros ejemplos a nivel mundial, como los siguientes reportados por EL NACIONAL de Venezuela en su edición del 18 de agosto de 2001:

  • India, en Bangalore, por electrónica y programas de computador.

  • Paquistán, en Sialkot, por la producción de instrumentos quirúrgicos simples.

  • Irlanda, ha conformado de forma exitosa conglomerados de tecnología de información, química y farmacia y servicios comercializables internacionalmente.

  • Taiwán, en el Parque de Ciencia de Hsinchu, en microelectrónica.

  • Escocia, los complejos de electrónica, exitosos en su capacidad de atraer compañías extranjeras.

  • Portugal, con conglomerados basados en recursos naturales como el de piedra ornamental en Evora, corcho y turismo en Faro, frutas en Lisboa y cerámicas en Coimbra.

  • Italia, más específicamente al norte, donde se produce una concentración de miles de pequeñas empresas especializadas en baldosas cerámicas, tejidos de lana y maquinaria agrícola.

  • Brasil, en Nuevo Hamburgo, se destaca la experiencia de la producción del calzado.

  • Alemania, en Baden Wurttemberg, muy desarrollada en ingeniería y producción automotriz.

  • B. Características de "los clusters"

En términos generales, "los clusters" presentan las siguientes características (87):

  • Sus límites los definen los vínculos y complementariedades con las industrias e instituciones que son las más relevantes en términos de la competencia.

  • Pueden estar ubicados en más de una unidad jurídico-territorial y tener actividad en más de un estado-provincia o de un Estado-nación.

  • En términos organizacionales, constituyen un nuevo espacio organizativo que se sitúa entre los contratos de manufactura y la integración vertical. Constituyen, en consecuencia, un mecanismo válido para organizar cadenas de valor en un determinado sector de actividad.

  • Facilitan, debido a la ubicación de las empresas en una misma localización, que los consumidores, compradores y clientes en general, tengan ventajas a la hora de seleccionar el proveedor, comparar productos, y, poder realizar, en consecuencia, una relación comercial o la actividad que demanda su atención, de una manera más reflexiva y comparativa.

  • Mejoran la capacidad competitiva de la empresa o la institución. En este sentido, Porter recuerda que la competencia contemporánea se basa en la productividad y ésta se basa en la forma en que la compañía compite y no necesariamente en la particular área o campo de actividad en los que compiten. Siendo esta realidad así, "los clusters" ofrecen a las compañías e instituciones que lo conforman un ambiente de negocios de calidad que promueve una mayor productividad (entendida como la forma de hacer mejor las cosas) entre empresas e instituciones que son ya, de por sí, competidoras entre ellas. En fin, para Porter, los "clusters" constituyen, en sí mismos, uno de los más importantes fundamentos microeconómicos para la competencia y, más especialmente, en tres direcciones específicas:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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