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De la empresa internacional a la empresa virtual: la globalización en sus diferentes facetas (página 2)




Enviado por irapavilo



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Es así como comienzan los primeros movimientos internacionales de capital con carácter de inversión directa y las primeras transferencias de tecnología, y que determinadas empresas instalan filiales en el extranjero. Este es el caso de Bayer (1865), de Nobel (1866) y, sobre todo, de Singer (1867).

En esta época, las empresas industriales comienzan a expandirse mientras que la producción en serie se desarrollaba. Las empresas y los mercados tenían la talla suficiente para permitir una expansión de la actividad productiva. Además, la mejora de los transportes y de las comunicaciones, los progresos de la navegación a vapor, la extensión de los ferrocarriles, así como el desarrollo de la comunicación sin hilo son factores que van a contribuir a la expansión del comercio internacional. Los industriales constatan que el control sobre las filiales es de ahora en adelante posible y toman conciencia de las ventajas que representa la fabricación de un producto a proximidad del consumidor, en lugar de fabricarlo en otro país y de exportarlo pagando onerosos costos de transporte.

Sin embargo, el factor primordial de la expansión de la actividad de las empresas internacionales en esta época fue la consolidación del proteccionismo por parte de ciertos gobiernos. En efecto, la puesta en práctica de determinados derechos aduaneros destinados a impedir o a restringir la importación de productos manufacturados impulsa a las compañías a instalarse en el país en cuestión, en lugar de aprovisionar el mercado a través de la exportación. Tugendhat señala que en este período "…como no había restricciones en materia de cambios y las disposiciones que impedían a los extranjeros crear industrias, cada vez que ellos quisieran, eran poco frecuentes; mientras más se elevaban los derechos de importación, más se acentuaba el carácter internacional de los negocios…" (3)

Otro factor que alentó las empresas a instalarse en el extranjero fue el nacionalismo que comenzaba a aparecer en ciertos países. De esta forma, era preferible contratar directivos y técnicos nacionales para producir localmente que continuar exportando los productos hacia el país en cuestión.

Sin lugar a dudas, en los albores del siglo XX, la sociedad internacional era ya una realidad indiscutible. Ella era, ante todo, un fenómeno europeo, tal como lo muestra el monto de inversiones por país.

PAIS INVERSOR

% DEL TOTAL

Gran Bretaña

42

Francia

19.3

Alemania

13.7

Estados Unidos

7.7

OTROS PAISES

Bélgica, Países Bajos y Suiza

17.3

TOTAL

100%

Fuente: Giles Bertin, L'Investissement International.

Sin embargo, es preciso señalar que existían notables diferencias entre estas empresas internacionales y las empresas globales de nuestros días, sobre todo en lo que se refiere a la forma de las inversiones realizadas, ya que las inversiones de las sociedades internacionales eran ante todo "inversiones de cartera efectuadas por intermedio de los principales mercados financieros: Londres, básicamente, aunque también París, Ámsterdam, etc., sobre los cuales operaban las emisiones por cuenta de sociedades privadas o de instituciones públicas extranjeras. Hasta 1914, más del 80% de las inversiones británicas o de las inversiones francesas en el extranjero revestían la forma de compra de obligaciones (3/4) o de acciones (1/4). "(4).

Sin embargo, estas empresas internacionales con sus escasas inversiones directas, en el exterior, con sus contadas filiales de ultramar, fueron la base de la progresión hacia el surgimiento de las actuales empresas multinacionales.

2. EL PERIODO ENTRE LAS DOS GUERRAS

El lapso que media entre las dos guerras mundiales no fue un período favorable al desarrollo de los movimientos internacionales de capital. La psicología de guerra incitaba muy poco a las empresas para invertir en el extranjero. Los gobiernos, influenciados por las corrientes nacionalistas, buscaban la autosuficiencia de la industria. Una actitud poco favorable hacia los extranjeros tomaba cuerpo bajo la forma de medidas discriminatorias. Además, la situación monetaria y cambiaria no era favorable, ciertas monedas se depreciaron completamente; a la inflación sucedía la deflación y el control de cambios, inevitable, hizo su aparición.

Por otro lado, la crisis de 1929 vino a agravar la ya mala situación internacional y los beneficios de las empresas se deterioraron de manera significativa. El profesor Raymond Vernon nos muestra bien cual era la situación: "durante el período entre las dos guerras, la tecnología de los transportes y de las comunicaciones progresó de manera sostenida. Sin embargo, debido a la complejidad que caracteriza la historia de las instituciones humanas, las naciones avanzadas mostraron que no eran juguete pasivo de los cambios tecnológicos y que podían resistir las consecuencias de estos cambios durante uno o dos decenios. Mientras que la producción mundial aumentaba en un 40% durante esta época, las naciones limitaban el crecimiento del comercio mundial. La inversión internacional fue contenida también; luego del período turbulento de los años 20, el flujo de estas inversiones decayó y su crecimiento fue casi nulo durante los años 30. En general, se puede decir que el período que separó las dos guerras mundiales fue una era de experimentación de las doctrinas de Keynes, en el curso de la cual las naciones se replegaron sobre sí mismas, a fin de ver si existía una fórmula adecuada de autarquía que asegura, a la vez, el pleno empleo y una tasa de crecimiento razonable. Además de estas tentaciones nacionales hacia la autarquía, existía una competencia temeraria marcada por la devaluación y las subvenciones a la exportación, todo ello asociado a políticas nacionales dirigidas a sostener la demanda interior y a mantener a flote las economías nacionales. Para hacer coherente esta política, era necesario que los gobiernos, dejando a un lado el progreso de los transportes y de las comunicaciones, restringieran el comercio y controlaran los movimientos de capital" (5)

Sin embargo, a pesar de todas estas condiciones desfavorables, las sociedades internacionales continuaron desarrollándose. Así, bajo la forma del cartel, las sociedades internacionales suscribieron acuerdos para compartir la información relativa a precios e inversiones e, incluso, de mercados.

En lo que se refiere a las condiciones que favorecieron la emergencia de los carteles en esta época, Tugendhat señala que: "los carteles han existido siempre, en todas las épocas y lugares, e incluso en la actualidad. Sin embargo, en el período de entre las dos guerras, la situación se prestaba a su desarrollo en una escala internacional. La existencia de capacidades excedentarias de producción preocupaba a los industriales. En muchas ramas industriales, se habían agrandado las fábricas durante la Primera Guerra, después de la cual, pasado el boom inicial, el nivel de la demanda bajó sustancialmente. Con la gran depresión, el problema del excedente de capacidad productiva se agravó. Al mismo tiempo, en la mayoría de las ramas industriales, el número de las grandes sociedades que participaban en la producción se redujo ya que monolitos gigantes habían aparecido en el curso de los decenios precedentes y habían absorbido un gran número de empresas mas pequeñas" (6).

En esta época se constituyeron los carteles del acero y el del petróleo, suscrito en Escocia como el acuerdo de Ahnacarry, mejor conocido como "AS IS", el cual más que una lista de normas o compromisos fue una declaración de propósitos. Fue suscrito en primer término por "las Tres Grandes" y luego por otras quince compañías norteamericanas. La duración de ambos fue variable y, en la mayor parte de los casos, la violación de los compromisos mutuos y la ausencia de una adecuada organización los condujo a su desaparición.

Los carteles jugaron un rol importante en la aparición de la actual empresa global. En efecto, la constitución de los carteles permitió a los industriales dejar de lado ciertas concepciones empresariales estrechas para comprometerse en una perspectiva cada vez más internacional en materia de cooperación, de mercados, de inversiones y de organización.

3. EL PERIODO POSTERIOR A LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

A. LA MULTINACIONALIZACION CRECIENTE

No es sino después de la segunda guerra mundial que el movimiento internacional de capitales alcanza dimensiones desconocidas. En el origen de este cambio, en relación con los períodos procedentes, se encuentra la expansión de la inversión estadounidense en el extranjero; los volúmenes de la inversión privada norteamericana pasaron de 27 mil millones de dólares americanos en 1955 a 76 mil millones en 1966; en este monto había 19 mil millones de dólares, en 1955, que correspondían a inversiones directas, cifra que alcanza los 55 mil millones en 1966 y los 70 mil millones en 1970. Estas cifras demuestran que la participación de las sociedades americanas en el total de las inversiones directas realizadas en el extranjero era del orden del 60 al 65% del total. De esta forma, la situación de la inversión europea frente a la inversión estadounidense en Europa pierde todo su equilibrio. Hasta 1956, los activos de las sociedades europeas en los EE.UU. sobrepasaban a los de las sociedades americanas en Europa. En 1957, los norteamericanos cambiaron la situación y, desde entonces, Europa no ha cesado de perder terreno en este dominio de las inversiones directas.

Entre los factores que han contribuido a este cambio, se pueden distinguir factores de orden y envergadura diferente. En primer lugar, existen factores vinculados con el progreso alcanzado en el campo de las comunicaciones. El avión a reacción, la sofisticación introducida por la electrónica en materia de computación y el desarrollo de la telecomunicación permitieron a los directivos de las empresas coordinar y controlar estrechamente las actividades de sus filiales y de sus subsidiarias en el extranjero. Coordinación y control que era casi imposible en épocas anteriores.

Por otra parte, la situación económica internacional había evolucionado bastante; los intercambios internacionales de capitales aumentaron de manera regular. Además, la regulación de los intercambios económicos mundiales ayudó considerablemente a la expansión de las empresas en el exterior. Con el Acuerdo General sobre Tarifas Aduanales y sobre el Comercio (G.A.T.T.) los países aceptaron que la regulación de los intercambios comerciales fuese hecha de acuerdo con un conjunto de principios comunes en lugar de continuar negociando acuerdos bilaterales de mutua exclusividad.

Igualmente, las naciones tomaron medidas para eliminar las barreras aduaneras que obstaculizaban los intercambios internacionales. La actitud de las naciones hacia la inversión extranjera cambió también de manera significativa. El objetivo de auto-suficiencia y de autarquía, predominante entre las dos guerras, fue dejado de lado para permitir que las sociedades invirtieran y se elevara la tasa de crecimiento industrial.

En lo que se refiere a la expansión de las inversiones directas de las empresas americanas, se puede afirmar con Goux y Landeau que: "múltiples razones explican la creación de filiales en el extranjero por parte de las empresas americanas. Las razones difieren de una empresa a otra, aunque, en general, las mismas se vinculan con tres objetivos interdependientes:

• aumento de las perspectivas de beneficio a largo plazo,

• mejora de la posición de la empresa en los mercados,

• maximización del volumen de ventas " (7)

En concordancia con el análisis precedente, algunos autores han puesto el acento en la baja de la tasa de retorno de las inversiones en los EE.UU., durante los años 50, para mostrar una de las razones del crecimiento de la inversión americana en el extranjero. Paul Hannape, por ejemplo, señala que: " los EE.UU. conocieron durante los años 50 un período de débiles tasas de expansión interna y reducidas tasas de beneficio. Es ciertamente esta una de las razones fundamentales que condujeron a un número creciente de firmas americanas a buscar fortuna en el extranjero. La tasa media de beneficio de las inversiones americanas realizadas en el extranjero, durante el período que va de 1955 a 1960, fue del orden del 11%, tasa netamente más elevada que la realizada por las firmas americanas en los propios EE.UU. En los últimos años, la tasa media beneficio de las inversiones americanas en el extranjero fue del siguiente orden:

TASA MEDIA DE BENEFICIO

AÑO

GENERAL

INDUSTRIA

PETROLEO

1965

11.1

1966

10.4

1967

10.2

1968

10.8

1969

11.5

11.1

12.3

1970

11.2

10.3

13.5

Desde 1952, la legislación fiscal americana ha promovido estas inversiones en el extranjero creando un régimen favorable a los beneficios realizados en el extranjero. "(8).

En lo que se refiere a la validez de este argumento de la mayor tasa de beneficio obtenida en el extranjero por las empresas americanas, el grupo de Análisis y Síntesis (SESAME), al hablarnos de la relación existente entre la tasa de beneficio y la expansión de las firmas americanas confirma que: " de hecho de inversión de una empresa americana en Europa no se justifica a menos que la tasa de beneficio (a largo plazo) sea superior a la tasa de beneficio obtenida en Estados Unidos. Esta condición ha sido confirmada por los hechos. Entre 1950 y 1965, las filiales europeas de las firmas americanas obtuvieron tasas de beneficio superiores del 2 al 6% de aquellas obtenidas por empresas comparables en los Estados Unidos. "(9)

También se mencionan las relaciones entre el gobierno de los EE.UU. y las empresas americanas a fin de explicar la expansión de las inversiones de estas últimas en el extranjero. Frecuentemente, se subrayan los nexos entre la expansión de la inversión norteamericana y la severidad de las leyes anti-trust.

De la misma forma, algunos autores señalan el apoyo dado por el gobierno de los EE.UU. a la actividad de las empresas americanas. Así, según Tugendhat "el gobierno americano esperaba que el flujo de los capitales invertidos por las sociedades americanas permitiría disminuir el monto de los préstamos y de las donaciones necesarias para el resurgimiento europeo. Así, exhortaba a las sociedades americanas a instalarse en el extranjero y tomó iniciativas como la negociación de acuerdos para evitar la doble imposición con un buen número de países y el otorgamiento de garantías a estas inversiones contra las eventuales restricciones al repatriamiento de utilidades. "(10)

En esta línea de apoyo a las empresas, el gobierno norteamericano decidió descargar a la A.I.D. (Agency for International Development) de la administración de los programas de seguros y garantías relativos a las inversiones privadas americanas, a fin de confiárselos a una nueva "Sociedad de Fomento de las Inversiones de Ultramar", la Overseas Private Investment Corporation (OPIC).

La OPIC fue creada por el gobierno norteamericano en 1971 como una agencia del gobierno que tiene por misión "movilizar y facilitar la participación del capital privado americano en el desarrollo económico y social de los países y áreas menos desarrollados, y en aquellos países que se encuentran en transición hacia la economía de mercado". Sus objetivos concretos se vinculan con:

• la ayuda para que los inversionistas norteamericanos compitan en mercados emergentes.

• la creación de puestos de trabajo y la promoción de nuevas exportaciones para los EE.UU.

• el apoyo a las políticas del gobierno norteamericano en relación con el mundo en desarrollo.

• el autofinanciamiento de sus operaciones a objeto de no ser una carga para los contribuyentes norteamericanos.

Para cumplir con sus objetivos OPIC apoya a los inversionistas norteamericanos mediante el otorgamiento de financiamiento, de préstamos con garantía y, en especial, mediante pólizas de seguro para cubrir los riesgos que puedan derivarse de: la no convertibilidad de la moneda local en dólares americanos, la expropiación de bienes y activos por parte de los gobiernos extranjeros y contra cualquier tipo de violencia política (revolución, rebelión, guerra civil).

En la actualidad, OPIC opera en 140 países extranjeros, ha financiado proyectos por 113 billones de dólares americanos que se han traducido en la creación de 230.000 puestos de trabajo en EE.UU. y en exportaciones por el orden de 56 billones de dólares americanos.

Otro elemento que ha ayudado bastante a la expansión norteamericana en el mundo y que ha sido, a veces, poco tomado en cuenta, es el de la contribución de los bancos americanos al financiamiento de las inversiones de las empresas estadounidenses. En efecto, luego de la segunda guerra mundial, la implantación de filiales de bancos americanos en el extranjero ha ido creciendo de manera significativa. Estas filiales se presentan como una red de prestación de servicios que ayudan al inversionista, procurándole información acerca de las condiciones del país en cuestión. Según el Federal Reserve Bulletin, la instalación de filiales de bancos americanos desde 1918 ha sido así:

DESARROLLO DE LAS FILIALES BANCARIAS AMERICANAS FUERA DE LOS EE.UU.

REGION

1918

1939

1950

1960

1969

América Latina

31

47

49

55

235

Europa

26

16

15

19

103

Afrecha

1

1

Medio Oriente

4

6

Asia

18

19

23

77

Territorios Americanos

4

8

12

22

38

TOTAL

61

89

95

124

460

Otros autores, como Stephen Hymer (11), han llamado la atención sobre la relación existente entre las estructuras oligopólicas del mercado en los EE.UU. y las inversiones foráneas de las sociedades americanas. Hymer subraya que el 44% de las inversiones americanas en el extranjero pertenecían a ramas industriales en las cuales cuatro sociedades detentaban las tres cuartas partes del volumen de ventas total de la rama industrial, aunque las mismas no representaban sino el 8% del valor total de la producción industrial americana. Al mismo tiempo, señala Hymer, una sola de las setenta y dos firmas que figuran entre las principales inversoras en el extranjero pertenecía a una rama industrial en la cual las cuatro más grandes sociedades realizaban menos de la cuarta parte del volumen total de ventas.

La explicación de esta relación estructura oligopólica – expansión en el extranjero nos es dada por Tugendhat cuando dice que: "para las firmas que actúan en un mercado oligopólico es cada vez más difícil ampliar su participación en el mercado. Cada nueva fracción del mercado total es más costosa de adquirir que la fracción precedente. Pero si los rivales son de la misma talla, la operación es casi imposible o terriblemente onerosa. Además, después de la guerra, el Departamento Americano de Justicia se ha mostrado poco dispuesto a autorizar la fusión o la absorción de una gran sociedad por otra, por el temor de reducir la competencia. Desde entonces, la expansión en el extranjero ofrece a las sociedades pertenecientes a una rama oligopólica las mejores perspectivas de continuar con su crecimiento "(12)

La reconstrucción de las economías europeas después de la guerra y la constitución de la Comunidad Económica Europea fueron también factores muy importantes de la expansión de la inversión americana.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, Europa tenía necesidad de reconstruir su economía, de conquistar nuevas inversiones, de fomentar el desarrollo y de responder al desafío tecnológico; a estos fines, la inversión americana ofrecía una posibilidad interesante. Los gobiernos europeos lo comprendieron rápidamente y acogieron la inversión norteamericana como uno de los elementos de respuesta a la crisis provocada por la guerra. Varios gobiernos abrieron oficinas en los EE.UU. a fin de incitar a las empresas americanas a invertir en sus países, ofreciéndoles ventajas financieras y fiscales, préstamos, subsidios y ventajas diversas.

En esta época, Gran Bretaña era el país que ofrecía las mejores condiciones para la instalación de las empresas americanas. En este sentido, Christopher Layton, en un excelente análisis, nos recuerda que: "Gran Bretaña era el principal país receptor de inversiones en Europa. Sus considerables inversiones en el extranjero y su tradicional posición de banquero eran factores que incitaban a la acogida favorable al capital extranjero. Las dificultades crónicas de la balanza de pagos y una tasa débil de inversión condujeron a los gobiernos ingleses a fomentar las inversiones americanas. La competencia de empresas plenas de empuje y con nuevos métodos de gestión parecía constituir, entonces, un remedio inapreciable contra el letargo que sufría la economía británica. En Gran Bretaña, donde las inversiones directas se encuentran supeditadas a una autorización del Tesoro y del Banco de Inglaterra, nunca se ha negado, en el curso de los veinte años posteriores a la guerra, esta autorización. La repatriación de beneficios es automáticamente acordada. Todo esto hizo de Inglaterra el campo privilegiado para las inversiones directas americanas en Europa. Este fue el único país europeo en el que los activos americanos salieron indemnes de la guerra y parecía constituir una base segura de inversión luego de la guerra. Además, una inversión realizada en Gran Bretaña aseguraba el acceso al mercado de la Commonwealth. La comunidad de lengua, la igualdad de las unidades de peso y medida, sin contar las famosas "relaciones especiales", contribuyeron a hacer de Gran Bretaña el país europeo que se imponía a una gran empresa americana y que podía, en muchos casos, servir de base a sus actividades mundiales. "(13)

Sin embargo, no es sino después de la puesta en marcha de las instituciones europeas: la Comunidad Económica del Carbón y del Acero, la Asociación Europea de Libre Cambio y, básicamente, la Comunidad Económica Europea o Mercado Común, que la inversión directa americana cobró dimensiones considerables.

De esta forma, las inversiones se desplazaron de Gran Bretaña al Grupo de los Seis. De 1950 a 1971, las inversiones americanas en Europa crecieron de 1.833 millones de dólares a 27.261 millones de dólares y la Comunidad Económica Europea recibió más del 60% de este monto.

La industrialización tardía de América Latina llamó inmediatamente la atención de los inversionistas americanos. Así, éstos, además de estar presentes en los sectores de base, se introdujeron en las áreas más dinámicas de la economía ejerciendo un creciente control sobre las actividades productivas de mayor rentabilidad. Después de 1950, por ejemplo, ninguna inversión directa americana importante se ha registrado en el sector agrícola, pero, por el contrario, los sectores industriales y de servicios de los países latinoamericanos han absorbido el 17.5% en 1950; el 27,4% en 1960 y el 44% en 1967 de la inversión directa americana.

Por otra parte, la actitud de los gobiernos latinoamericanos fue del mismo género que la desarrollada por los países europeos dirigida a fomentar la inversión extranjera. La concesión de ventajas fiscales y financieras; el otorgamiento de préstamos y de subsidios fueron instrumentos comunes para estimular a las empresas americanas a instalarse en el país.

Luego de la Segunda Guerra, el proceso de industrialización de los países latinoamericanos aparece ligado a las políticas de inversión de los gobiernos que buscaban la creación de industrias y la recuperación de la actividad de exportación.

Las inversiones americanas se desarrollan rápidamente en las áreas vinculadas con el desarrollo de una industria liviana. A partir de 1960, la industrialización por sustitución de importaciones había creado condiciones favorables para el desarrollo de una segunda etapa del proceso industrial que permitiría a los países latinoamericanos obtener una mayor diversificación de su estructura productiva y crear sectores industriales relativamente complejos. La inversión extranjera, sobre todo la proveniente de EE.UU., toma, en consecuencia, una nueva orientación, ya que era necesaria, para esta nueva fase del proceso, una creciente importación de bienes de capital.

El déficit permanente de la balanza de pagos y de la balanza comercial, al no permitir el financiamiento de la importación de los bienes de capital y de la tecnología necesaria, hizo que los países latinoamericanos se viesen obligados a recurrir al financiamiento externo y a promover la instalación de filiales de compañías extranjeras.

De esta forma, la transición del modelo económico de exportación al modelo de sustitución de importaciones no comportó una alteración de la presencia de las empresas multinacionales americanas. Estas empresas estuvieron presentes a través de la utilización de los siguientes mecanismos: instalación de nuevas filiales; compra de empresas nacionales; fusión con el capital nacional o simplemente beneficiándose de los períodos de crisis para apropiarse de unos mercados, mal o escasamente atendidos.

Todas estas razones y factores que hemos analizado muestran bien el porque de la conquista de los mercados mundiales por parte de las empresas americanas en este período que podemos denominar de la multinacionalización creciente.

Asistimos también a lo que algunos autores llaman la respuesta europea, es decir, el crecimiento de la participación de las empresas europeas en la economía mundial. Esta respuesta europea junto con la expansión de las empresas japonesas son los elementos claves de la configuración de un mundo, en el que la empresa multinacional es la organización común de los negocios internacionales.

Este sub – período de la multinacionalización, se caracteriza entonces por el surgimiento de un tipo especial de empresas: las multinacionales, a las que podemos definir como "una casa matriz que instala, al momento de invertir de manera directa, filiales en varios países diseminados geográficamente y cuyas actividades paralelas son planificadas y controladas por la casa matriz dentro de una perspectiva global".

Al momento de tipificar qué caracteriza a una empresa multinacional, los autores y analistas del fenómeno discutían acerca de algunos criterios para precisar sí una empresa podía ser considerada como multinacional. Entre estos criterios citaban los siguientes:

Una propiedad multinacional, es decir, que los accionistas de la casa matriz fuesen nacionales o empresas de países diferentes al de la casa matriz.

Una dirección multinacional, es decir, que los directivos y gerentes de la casa matriz proviniesen de países distintos al de origen de la propia casa matriz.

Un número amplio de filiales diseminadas a lo largo y ancho del planeta. Se acotaba que para poder catalogarse como una empresa multinacional, debía tener filiales al menos en cinco países distintos.

• Como mecanismo para la constitución de filiales, las multinacionales recurrían a la inversión directa para asegurar el control y la coordinación por parte de la casa matriz.

Sin embargo, estos factores tipológicos no concurrían en todas las empresas, muchas de ellas seguían ampliamente ligadas al país de origen, por lo que sus accionistas y directivos provenían fundamentalmente del propio país de la casa matriz.

Empero, un elemento sí fue común, la utilización de la inversión directa para constituir filiales y propiciar el cumplimiento de una estrategia común. En este sentido, es conveniente recordar las modalidades de inversión internacional.

La inversión internacional puede definirse como todo empleo hecho en el exterior de los recursos financieros de un país y puede adoptar cualquiera de las siguientes modalidades:

A. Inversiones directas, en las cuales se incluyen:

• Creación de sucursales o de empresas nuevas pertenecientes exclusivamente al tenedor de los fondos y adquisición total de empresas existentes.

• Participación en el capital de empresas nuevas o existentes.

• Préstamos a largo plazo con miras a establecer relaciones accionarías futuras.

B. Operaciones en bolsas de valores.

C. Inversiones inmobiliarias.

D. Inversiones en bonos del tesoro y otros efectos negociables.

E. Préstamos, créditos y depósitos a corto, mediano y largo plazo.

F. Donaciones.

G. Movimientos de capital de carácter personal.

H. Movimientos materiales de activos.

I. Activos de transferencia restringida.

J. Garantías. (14)

Más particularmente, y en la perspectiva que nos interesa, los movimientos de capital a largo plazo hechos por las empresas asumen principalmente la forma de:

• Préstamos.

• Inversiones de cartera, es decir, la compra de títulos privados o públicos en los mercados financieros, sin la intención de ejercer un control.

• La inversión directa que implica un control, la cual puede realizarse creando un nuevo establecimiento por parte del inversor, solo o en asociación igualitaria (joint venture) o desigual, o bien, por la compra total o parcial de una empresa ya existente. El establecimiento así creado puede poseer o no personalidad jurídica (filial o sucursal).

De esta manera, la inversión directa se distingue por ser una categoría autónoma del flujo internacional de capitales, ya que tiene un comportamiento diferente a los otros tipos de movimiento de capital. En efecto, la inversión directa se refiere a algún tipo de interés permanente en una empresa e implica un cierto grado de control sobre su gestión, mientras que las inversiones de cartera consisten en la adquisición de participaciones societarias, obligaciones o bonos privados o públicos, pero quedan limitadas a niveles que no otorgan control directo sobre la gestión. Es decir, que el rasgo característico de la inversión directa es la toma de control de la sociedad en la cual se ha realizado la inversión. La inversión directa es un fenómeno reciente en los movimientos internacionales de capital, su expansión puede ubicarse en los años de post-guerra y concierne específicamente a las empresas multinacionales. La inversión directa ha hecho posible uno de los rasgos característicos de las empresas multinacionales: el control de las operaciones de sus filiales. Tal como lo hemos señalado, la característica principal de la sociedad multinacional moderna es su dirección centralizada; todas sus operaciones están coordinadas a partir de un centro corporativo que decide la estrategia de todo el conjunto.

Esta posibilidad de la casa matriz para imponer una norma de conducta a las filiales, se traduce en el hecho de que cualquiera que sea el tipo de gestión adoptada, se puede decir que hay siempre una estrategia común, en la medida en que una empresa (la casa matriz) puede, en última instancia, subordinar las opciones fundamentales de otras empresas (sus filiales) a sus propios objetivos.

B. LA GLOBALIZACION INEVITABLE

En la última década, el mundo asiste a un período acelerado de globalización, en el que algunas empresas multinacionales dieron un paso adelante para convertirse en verdaderas empresas globales.

Rafael Díaz Casanova ilustra bien esta nueva realidad, en un artículo publicado en El Universal, cuando expresa: "El comercio, que necesitó de la presencia física de los mercaderes y de las relaciones bilaterales entre vendedores y compradores, hoy es una enrevesada red de relaciones donde los suplidores y los consumidores no tienen el menor contacto y las grandes empresas comercializadoras se encargan de identificar a los productores más eficientes, tanto en calidad como en precio, para hacerlos suplidores de los consumidores más adecuados y que los retribuyan mejor. Las industrias ya no son unidades aisladas que compran materias primas y las transforman en productos terminados que ofrecen al mercado. Hoy, la gran mayoría de las industrias son conglomerados que comienzan con la investigación y tienen complejos industriales en múltiples localizaciones, muchas veces esparcidas por el mundo, que terminan integrando gamas de productos que influyen de manera fundamental en un sector de la población". (15)

Esta globalización hace que las empresas actúen realmente a una escala planetaria; que no puedan identificarse propietarios individuales, sino un gran número de pequeños accionistas distribuidos en todo el mundo que, en virtud de la eficiencia de la gerencia de esas empresas globales, persiguen maximizar el rendimiento de sus ahorros.

El envejecimiento de la población mundial, el ciclo de vida de las nuevas generaciones de post-guerra se traduce en una mayor capacidad de ahorro, en la proliferación de instituciones de inversión (bancos, fondos de pensiones, instituciones desintermediadoras) que favorecen y privilegian la adquisición de las acciones de las empresas globales, verdaderas blue chips en las que el pequeño o mediano inversor busca preservar su capital y asegurar un rendimiento financiero confiable.

Desde otro punto de vista, constatamos una verdadera globalización de la dirección y la alta gerencia de las empresas globales. Hoy en día, sus juntas directivas, sus comités de dirección, sus instancias superiores de gerencia, se encuentran en manos de profesionales provenientes de los más dispares, y a veces, desconocidos países del mundo. Este ecumenismo gerencial ciertamente permite confirmar la existencia de verdaderas empresas globales, cuya dirección y gerencia se encuentran, cada vez más, desligadas de la nacionalidad del país de origen de la casa matriz.

Son muchos los factores que han posibilitado la consolidación de estas empresas globales. Entre los más relevantes podemos destacar los siguientes:

La explosión del comercio mundial, el cual se sitúa en el orden de los seis trillones de dólares americanos, experimentando en la última década un salto en comparación con las décadas precedentes.

DISTRIBUCION DEL COMERCIO INTERNACIONAL POR TIPO DE PAIS (EN TRILLONES DE DOLARES AMERICANOS Y EN PORCENTAJE)

AÑO

MONTO

TOTAL

PAISES EN

DESARROLLO

PAISES

EMERGENTES

PAISES

DESARROLLADOS

1980

2.17$

3%

22%

75%

1990

4.30$

3%

19%

78%

1995

6.30$

4%

22%

74%

2000

9.00$

4%

26%

70%

Fuente: McGraw Hill World Economic Outlook

Esta explosión del comercio mundial encuentra su razón de ser en la creciente y progresiva liberación de las barreras comerciales entre los diferentes países. A título de ejemplo, podemos citar la dinámica de reuniones y acuerdos promovidos por el anterior GATT y por la actual Organización Mundial del Comercio (OMC).

En el siguiente cuadro, se observa el interés de los países y el resultado de las negociaciones llevadas a cabo en algunas de las principales Rondas dirigidas a eliminar barreras arancelarias:

EVOLUCION DEL PROCESO DE LIBERACION ARANCELARIA

RONDA

Nº DE PAISES

PRINCIPALES RESULTADOS

GINEBRA, 1947

23

45.000 Concesiones

arancelarias

URUGUAY, 1950-51

32

8700 Concesiones

arancelarias

KENNEDY, 1966-67

74

30.000 Concesiones

tarifarias

TOKIO, 1973-79

99

• Reducción de 30% de las tarifas.

• Tarifas del 6% para productos manufacturados.

URUGUAY, 1986-91

128

• Nueva reducción de 30% de las tarifas.

• Se incorporan agricultura y textiles.

• Se incluye propiedad industrial.

Fuente: The Potential Economy of the World Trading System, Oxford University Press, 1995

Desde otro punto de vista, la reducción de los costos de transporte y comunicación ha permitido una mejor interrelación entre las filiales, y entre éstas y la casa matriz. La consolidación del fax, de las computadoras personales, del Internet, del Intranet, del E-Mail, unida a la creación de importantes empresas de courier internacional, permite un seguro, rápido y confiable intercambio de información entre empresas localizadas indistintamente en uno u otro hemisferio.

Todo esto ha llevado también a los gobiernos nacionales a reconcebir su noción de soberanía nacional con el fin de permitir la inversión extranjera directa en sectores reservados a los nacionales o al Estado y a no establecer controles para la repatriación de capitales y dividendos.

Si tuviésemos que sintetizar estos y otros factores propiciadores de la globalización, de acuerdo con los análisis de la consultora McKinsey and co, podríamos subrayar los siguientes:

• Desregularización, liberalización de políticas y restricciones gubernamentales.

• Aumento de la movilidad del capital (acciones, bonos corporativos, bonos gubernamentales, títulos monetarios, etc.).

• Disminución de barreras comerciales.

• Acelerada expansión en países emergentes.

• Rápida y creciente disminución de costos de transporte y comunicación.

• Apertura del sector servicios (electricidad, telefonía, agua y salud) a la inversión extranjera.

Como consecuencia de todos estos condicionamientos y factores podemos confirmar la existencia de empresas globales a carta cabal que reúnen las siguientes características:

• Actúan en muchos países tanto del hemisferio occidental como del oriental.

• Actúan según el caso, como suplidores o productores globales.

• La propiedad de sus acciones es colectiva, sin que existan grupos o individualidades que puedan considerarse como sus propietarios únicos e indiscutibles.

• Compiten entre sí en muchos países.

• Buscan incrementar su presencia en los mercados foráneos adquiriendo empresas preexistentes o asociándose con las locales.

• La mayoría de las transacciones comerciales mundiales se realizan en el seno de la propia empresa global, mediante ventas entre filiales y de éstas con la casa matriz, o de ésta hacia aquellas.

• La dirección y la alta gerencia es ejercida por nacionales de países diversos, sin que el hecho de ser nacional del país de la casa matriz tenga un peso importante.

• Y, lo que es fundamental, las actividades comercial, productiva, financiera, logística, de recursos humanos y cualquier otra relevante, son controladas y planificadas por una casa matriz que las optimiza en función de las economías de escala que le ofrece su propio carácter de empresa global.

Como resultado de esta evolución, la empresa global es una realidad incontestable de este fin de siglo, consolidando así un largo proceso de internacionalización que comenzó muchos siglos atrás.

CITAS

(1) Franco Cardini. Barbarroja. Ediciones Península. Barcelona, 1985. p. 19.

(2) SOBRE ESTA EVOLUCION: Christopher Tugendhat. Ces Multinationales qui nous gouvernent. Paris. Organización de las Naciones Unidas. Les Sociétés Multinationales et le Développement Mondial. New York. Raymond Vernon. Sovereignty at Bay.New York, 1970.

(3) Tugendhat, op cit. p 27

(4) Bertin, op. cit, p. 13 – 14

(5) Raymond Vernon. Les Conséquences économiques et politiques des entreprises multinationales. Paris, 1974, p.15.

(6) Tugendhat, op. cit., p. 35

(7) Christian Goux y Jean Landeau. Le Péril Américain. Paris. p. 46, 47

(8) Paul Hannape. Les Firmes Multinationales. Datar nº 34. Paris. p. 20, 21.

(9) SESAME. Le phénomène multinational américain en Europe en Datar, op. cit., p. 88

(10) Tugendhat, op. cit., p. 47

(11) Citado por Tugendhat, idem, p. 51, 52.

(12) IBIDEM

(13) Christopher Layton. L'Europe et les investissements américains. Paris 1968, p. 53, 54.

(14) Manual del Fondo Monetario Internacional. Washington. s/f, p. 10.

(15) El Universal, Caracas 7 de Enero de 1998, Pág. 4.

II. Las funciones gerenciales en la Empresa Global

1. PLANIFICACION

La planificación en una Empresa Global desempeña un papel tan importante como el que tiene en cualquier otra empresa de vocación exclusivamente nacional o internacional. Sin embargo, la complejidad de los asuntos a ser tenidos en cuenta en la planificación global y la incertidumbre creciente asociada con el comportamiento de las variables en el entorno global, establecen un grado de diferenciación con las otras manifestaciones de la planificación empresarial. De esta forma, aspectos relacionados con los diferentes escenarios políticos, económicos, fiscales, sociales, laborales de los diferentes países (de origen y huéspedes) donde la empresa global desarrolla sus actividades cobran vigencia al momento de decidir las estrategias y los objetivos a ser alcanzados por cada una de las empresas que integran el grupo.

A la complejidad del número y del alcance las variables a ser tomadas en cuenta para efectuar los ejercicios de planificación global, se une la incertidumbre que acompaña a esas variables. Recordemos que la incertidumbre se asocia con la ausencia de conocimiento acerca del comportamiento futuro de un conjunto de elementos previamente seleccionados que impactarán de manera importante el desarrollo de las actividades de la empresa en un país dado. La incertidumbre es consustancial a la planificación global, el desconocimiento relativo de las variables, sobre todo políticas y sociales, de los países donde se localizan las actividades de las empresas globales, hace necesaria la realización de análisis de naturaleza diferente a los que se realizan para la planificación a la sola escala nacional. De allí que, cada vez más, las empresas desarrollan sus ejercicios de planificación global basándose en el criterio de la contingencia, es decir, sobre la habilidad para planificar un rango de posibilidades, y, sobre la marcha y de acuerdo con los acontecimientos, tener la flexibilidad para cambiar estrategias y adaptarse a las condiciones emergentes.

En el cuadro que se inserta a continuación se pueden apreciar con más detalles las diferencias entre la planificación nacional y la global.

DIFERENCIAS ENTRE PLANIFICACION NACIONAL Y LA GLOBAL

NACIONAL GLOBAL

  • 2. Mercado relativamente homogéneo

  • 3. Información existente y de fácil obtención

  • 4. Factores políticos de importancia relativa

  • 5. Relativo impacto sobre el entorno

  • 8. Moneda única y estable

  • 9. Ambientes de negocios conocidos

  • 10. Claras reglas de juego empresarial

  • 11. Gerencia con alto sentido de pertenencia

  • 1. Múltiples lenguajes y culturas

  • 2. Mercados diferentes y fragmentados

  • 3. Información dispersa o inexistente y de difícil obtención

  • 4. Factores políticos de importancia vital

  • 5. Gran impacto sobre el entorno

  • 6. Actitudes nacionalistas dificultan

  • 7. Ambientes financieros diversos e inestables

  • 8. Monedas diferentes en valor y estabilidad

  • 9. Ambiente de negocios desconocidos e inestables

  • 10. Reglas de juego diversas y confusas

  • 11. Gerencia con tendencias autónomas

Fuente: Williams Cain. International Planning. Mission Impossible. Columbia Journal of World Business. July-August, 1970, p. 58.

Por Planificación Global podemos entender el proceso mediante el cual se formulan las estrategias y objetivos a corto, mediano y largo plazo del grupo, luego de haber evaluado las oportunidades y amenazas que ofrece el entorno global y de haber efectuado el análisis de las fortalezas y debilidades del grupo empresarial para cumplir con las estrategias y objetivos previstos.

A la luz de esta definición, podemos extraer tres importantes dimensiones de la planificación global que ameritan ser explicadas con mayor detalle: los principales asuntos del entorno global, principales aspectos internos y asuntos vinculados con la formulación de objetivos y estrategias globales.

A. Principales Asuntos del Entorno Global

Recordemos que el análisis del entorno de una empresa constituye la base fundamental para la identificación y evaluación de las oportunidades y amenazas. En términos generales, los análisis del entorno global incluyen un conjunto de variables que podemos agrupar de la siguiente manera: (1)

• Análisis del Entorno Jurídico:

Entre las variables a ser tomadas en cuenta tenemos:

• Tradiciones y costumbres jurídicas

• Efectividad del sistema legal y judicial

Tratados suscritos con otros Estados

• Tratamiento legal a la inversión extranjera

• Leyes de propiedad y protección industrial

• Legislación relacionada con asuntos corporativos (mercantil, fiscal, laboral, etc.)

• Análisis del Entorno Político:

Entre los elementos a ser analizados se destacan:

• Forma de gobierno

• Ideología del gobierno

• Estabilidad institucional

• Fortaleza de los partidos políticos de oposición y de otros grupos de presión

• Análisis del Entorno Económico:

Los análisis sobre el entorno económico suelen versar sobre tópicos más variados y numerosos, entre los que tenemos:

• Nivel de desarrollo económico

• Características demográficas

• Composición del Producto Territorial Bruto

• Balanza Comercial y de Pagos

• Ingreso per cápita

• Nivel de analfabetismo y de educación

• Infraestructura social

Recursos naturales y legislación ambiental

• Factores climáticos

• Membresía o pertenencia a bloques económicos regionales

• Políticas fiscales y monetarias

• Convertibilidad de la moneda nacional

• Inflación histórica y actual

• Sistema impositivo y aduanero

• Tasas de interés

• Nivel de salarios y naturaleza del mercado laboral

• Madurez del sistema bancario

• Existencia de incentivos para la inversión extranjera

• Análisis del Entorno Cultural:

Igualmente, los aspectos relacionados con las dimensiones culturales del entorno de los diferentes países donde actúa la empresa global, son pertinentes para el establecimiento de las oportunidades y amenazas. Entre los elementos a ser tomados en cuenta tenemos:

• Costumbres, normas, valores y creencias

• Lenguaje

• Actitudes y motivaciones sociales

• Instituciones sociales

• Símbolos de status social y económico

• Creencias religiosas

• Actitudes raciales

• Competencia con Agentes Económicos Locales:

Aun cuando de manera general esta amenaza pueda encontrarse implícita en los riesgos políticos, vale la pena destacarla de manera particular. En efecto, una filial en el exterior de una empresa global inevitablemente entrará en competencia con agentes económicos locales, públicos o privados, establecidos en el sector de actividad de la global; pero que asumen que, en virtud de su voluntad para explotar esa actividad, la misma debería ser reservada a agentes económicos nacionales.

• Inestabilidad Monetaria:

Otra amenaza de carácter genérico para las empresas globales viene dada por la inestabilidad de las monedas de los países en donde actúan sus filiales extranjeras. Fluctuaciones de cambio, controles de cambio, han sido en muchos casos fuentes sustanciales de importantes ganancias o pérdidas para las empresas globales.

• Nacionalismo:

La reciente ola de nacionalismo, que aún permanece en muchos de los países donde actúan las filiales de las empresas globales, constituye otra amenaza fundamental para el quehacer del grupo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el nacionalismo se ha desideologizado y que tanto gobiernos de derecha, de centro o de izquierda, perciben que la inversión extranjera directa puede ser un elemento importante para la pérdida de la soberanía de los Estados-Nación.

  • B. Principales Asuntos Internos de la Empresa Relacionados con la Planificación Global

Uno de los aportes básicos del proceso de planificación global radica en el análisis de las fortalezas y debilidades de la empresa, desde el punto de vista de sus recursos materiales, técnicos, gerenciales y funcionales, con la finalidad de determinar la capacidad de ejecución real que posee para alcanzar los objetivos formulados y cumplir con las estrategias propuestas.

En este sentido, usualmente las empresas realizan evaluaciones internas donde se toman en consideración aspectos como los que se indican a continuación.

Posición de la empresa en el sector económico y en el país

Recursos y fortalezas financieras

Capacidades en materia de investigación y desarrollo

Políticas y organización comercial, participación en el mercado

Sistema e infraestructura de distribución

Estructura y capacidades organizacionales

Tecnología y procesos productivos

Infraestructura, equipos y procesos productivos

Recursos y habilidades gerenciales

Valores y cultura organizacional

Nivel de ejecución de los planes a corto y mediano plazo

C. Asuntos vinculados con la Formación de Objetivos y Estrategias Globales

Evidentemente que el resultado práctico y tangible de todo ejercicio de planificación se explícita en la formulación de un conjunto claro y coherente de estrategias y objetivos a ser desarrollados por las diferentes instancias que integran el grupo global. Sin embargo, antes de la formulación concreta de ese conjunto de estrategias y objetivos, la empresa debe tener muy claro el alcance, las ventajas comparativas, el enfoque para competir con la finalidad de asegurar el éxito de su participación y creciente involucramiento en los negocios internacionales.

La literatura especializada se ha ocupado especialmente de este tipo de aspectos relacionados con la definición de los ámbitos de acción y las ventajas comparativas que sustentan las estrategias globales.

Así por ejemplo Phatak (2) distingue los siguientes elementos a ser tomados en cuenta por la empresa global, al momento de definir el alcance y las modalidades de su participación en los negocios.

Geografía: La empresa global debe determinar el ámbito físico de su actividad internacional, seleccionando áreas geográficas prioritarias para la localización de sus filiales en el exterior.

Producto: La empresa global debe igualmente precisar el producto o la línea de productos, con los cuales va a sustentar su actividad multinacional y, en caso de la participación con varios productos, definir una clara estrategia de producto-mercado para cada uno de ellos.

Tecnología: La empresa global debe también precisar el tipo y modalidad de tecnología que va a utilizar en sus actividades de ultramar. En este sentido, la selección de tecnologías debe realizarse atendiendo a criterios de tecnologías viejas y de uso común; de punta; propias o transferidas. Igualmente, debe prestarse particular atención a los mecanismos existentes para la protección de las patentes en el caso de transferencia de tecnología propia.

Propiedad: De igual forma, la empresa global debe decidir el monto de su participación accionaría en las filiales en el exterior, determinando las ventajas y limitaciones legales y gerenciales de una participación total, mayoritaria, paritaria o minoritaria. En el caso de participación compartida, paritaria o minoritaria. En el caso de participación compartida, se debe analizar cuidadosamente el tipo y características del socio deseado para establecer una empresa conjunta.

Participación en el Mercado: Desde el punto de vista de su ámbito comercial, la empresa global debe concretar la cuota de mercado que desea tener en el país donde localizará sus actividades.

Asignación de Recursos y Evaluación de Riesgos: De idéntica forma, al momento de evaluar su participación en los negocios, la empresa debe ponderar claramente el monto y proporción de los recursos financieros y humanos que asignará a sus actividades de ultramar, así como establecer, a la luz de las inversiones y los beneficios esperados, el nivel de riesgo que desea asumir en cada caso.

Esta clarificación inicial acerca del alcance de la participación de la empresa en los negocios internacionales es fundamental, puesto que ella permite acotar, precisar, definir los aspectos claves de su envolvimiento y determinar, a futuro, las estrategias requeridas para alcanzar esta "imagen-objetivo" preestablecida.

En este orden de ideas, la formulación de objetivos y estrategias de las empresas globales adquiere, con las características anotadas al comienzo del presente capítulo, más o menos las mismas dimensiones de la formulación de objetivos y estrategias de cualquier empresa.

Desde el punto de vista de los objetivos a ser alcanzados, la empresa, desde una perspectiva global, es decir, situando en pie de igualdad los objetivos de sus negocios domésticos y de sus negocios en el exterior, debe formular, por áreas, los objetivos corporativos globales. A manera de ejemplo, presentamos en la siguiente página un cuadro, en el que se aprecian el tipo de objetivos a ser alcanzados de acuerdo con las diferentes funciones desarrolladas por la empresa.

Desde el punto de vista de las estrategias corporativas, es conveniente recordar que éstas constituyen el curso de acción a ser seguido o desarrollado con el fin de alcanzar un objetivo o una finalidad determinada. Evidentemente que, para alcanzar cada gran objetivo corporativo, deben establecerse una o más estrategias asociadas con la final consecución del objetivo formulado. De esta forma, la empresa multinacional debe desarrollar un conjunto de estrategias corporativas globales que le permitan alcanzar los objetivos corporativos funcionales globales. Básicamente estas estrategias se asocian con las siguientes áreas de acción:

Crecimiento (desarrollo interno vs. nuevas adquisiciones)

Diversificación geográfica

Gerencia de los riesgos cambiarios e impositivos

Desarrollo de recursos humanos

Adaptaciones estructurales / organizacionales

Fortalecimiento de las relaciones con el Gobierno y las Instituciones del país huésped o receptor.

Áreas para la Formulación de Objetivos

Corporativos Globales

Finanzas

• Nivel de Utilidad

• Tasa de Retorno

• Crecimiento Anual de las Ganancias

Fuentes de Financiamiento Domésticas – Externas

• Gestión de Aspectos Fiscales

• Optimización de la Estructura de Capital

• Minimización de los Riesgos Cambiarios

Producción

• Balance entre Producción Doméstica – Externa

• Economía de Escala

• Control de Costos y de Calidad

Ambiente

• Adaptación a Legislaciones Ambientales

Comercialización

• Volumen de Ventas

• Participación en diferentes mercados

• Tasa de Crecimiento de Ventas y de Mercados

• Economía de Escala

Tecnología

• Tipo de Tecnología a ser transferida

• Adaptación de la Tecnología a Necesidades y Preferencia Locales

• Desarrollo de Nuevos Productos y Tecnologías

• Economía de Escala I y D

Recursos Humanos

• Desarrollo de Gerentes Globales

• Desarrollo de Gerentes Locales

• Economía de Escala

Relaciones con el País Huésped

• Adaptación a Planes Nacionales.

• Cumplimiento de Leyes, Costumbres y Patrones Éticos y Morales.

Phatak, op. cit. p. 72

D. Objetivos de la Planificación Global

Además del objetivo mismo, propio y específico, de la planificación que hemos subrayado: la formulación de estrategias y objetivos globales para la empresa; la planificación global propicia la consecución de un conjunto de objetivos adicionales, entre los cuales destacan los siguientes:

Asegura que las operaciones en el exterior no sean tratadas como una extensión de las nacionales;

Confirma que las operaciones en el exterior estén suficientemente integradas dentro de las estrategias globales de la empresa;

Posibilita la delegación de responsabilidades para la consecución de objetivos en países lejanos al de la casa matriz;

Amplía los horizontes y las perspectivas de negocios de la casa matriz;

Propicia una vigilancia cercana de los movimientos de los competidores a diferente escala: nacional, regional y global;

Provee un mecanismo formal para la recolección, cotejo y evaluación de información, escenarios y proyecciones de las diferentes variables que afectan las operaciones de la empresa;

Facilita herramientas y mecanismos para desarrollar estrategias múltiples en términos de proyectos y de países, con diferentes clases de riesgos y de tasas de retorno;

y finalmente,

Provee mecanismos para el control de las subsidiarias en el exterior. (3)

Citas

(1) Arvind V. Phatak, International Dimensions of Management, PWS Kent Publishing Company, Boston, 1989, p. 6 y sig.

  • (2) ídem, p. 69 y 70

  • (3) Michael Z. Brooke. International Management, Stanley Thormes Publishers, Londres, 1998, p. 194 y 195 y Phatak, op. cit, p. 72

2. Organización

En este capítulo vamos a analizar con más detalle los aspectos relacionados con la organización de las empresas globales. Este análisis será hecho desde una doble perspectiva. En primer término, examinaremos la evolución genérica que han sufrido las empresas hasta llegar a adoptar una estructura de tipo multinacional, y, en segundo término, veremos los tipos de organización multinacional que las diferentes empresas han diseñado con la finalidad de responder a su talla, naturaleza y alcance geográfico.

A. La evolución hacia la Organización Global

Paralelamente al crecimiento de sus inversiones y de su expansión geográfica, las empresas han enfrentado el desafío de ir adoptando formas o estructuras organizacionales que respondan a las diferentes fases de su desarrollo empresarial. La doctrina administrativa ha analizado esta evolución hasta el momento en que la empresa diseña estructuras cónsonas y apropiadas con su dimensión global. Entre los análisis efectuados sobre esta evolución destacan los siguientes:

• La evolución sugerida por Raymond Vernon: De acuerdo con las investigaciones efectuadas por Raymond Vernon, la evolución de la estructura de las empresas desde sus inicios hasta adoptar una de alcance multinacional es del siguiente orden: (1)

Estructuras Unipersonales

Estructuras Funcionales

Estructuras Divisionales

Estructuras Transicionales

Estructuras Internacionales

Estructuras Globales

Estructuras Unipersonales

La primera forma organizativa es aquella que presentan las empresas en su desarrollo inicial. En este período, la autoridad se concentra en las manos de una sola persona, quien además de ser el propietario, gestiona la actividad cotidiana de la empresa. De esta forma, la empresa se encuentra estrechamente ligada a las condiciones personales de sus propietarios; el éxito o el fracaso de la empresa será un reflejo de las condiciones de "hombre de negocios" que reúne su presidente. Algunas de las actuales empresas globales conocieron en sus orígenes este tipo de estructuras (Ford, Rockefeller, Dupont, etc.)

A este tipo de estructura de tipo unipersonal corresponde normalmente un conjunto de actividades simples y un volumen de operaciones reducidas.

Estructuras Funcionales

En la medida en que las actividades de la empresa se amplían, el control absoluto y personal comienza a perder su eficacia y, en consecuencia, la delegación de funciones se impone. Bajo la autoridad del presidente de la empresa comienzan a surgir un conjunto de departamentos especializados (producción, ventas, finanzas, etc.)

Los jefes de estos departamentos poseen, a nivel funcional, una cierta autonomía para la toma de decisiones relativas a sus campos de acción. Por otra parte, ellos actúan como asesores del presidente para la toma de las decisiones relativas al conjunto de actividades de la empresa.

Es frecuente que este tipo de estructura corresponda a una empresa que desarrolla un número reducido de actividades. Sin embargo, a diferencia de las estructuras unipersonales, estas estructuras son capaces de apoyar un crecimiento considerable de la empresa sin recurrir a estructuras de organización más complejas. Así, a medida que las funciones de los departamentos comienzan a crecer y a sofisticarse, la empresa puede proceder a la creación de sub-departamentos encargados de áreas más especializadas. De esta forma, sobre todo en lo que se refiere a los departamentos de producción, los nuevos sub-departamentos serán organizados de acuerdo con los diversos productos fabricados por la empresa, o bien, la especialización tendrá en cuenta las diferentes fases necesarias para la producción del bien.

Recordemos que la forma funcional es estructurada sobre los "inputs" requeridos para alcanzar las metas de la organización. Típicamente estos "inputs" son funciones o especialidades tales como: finanzas, mercadeo, producción, ingeniería, investigación, y desarrollo, y personal. (2)

Estructuras Divisionales

En su camino hacia la globalización las empresas comienzan a adoptar nuevas estructuras. Estas estructuras han sido llamadas estructuras divisionales, ya que la empresa no se organiza según sus funciones sino que, por el contrario, su nueva organización se funda en una reagrupación de las actividades de la empresa en divisiones.

Así, bajo la presidencia o la dirección general de la empresa se articulan divisiones que tendrán la entera responsabilidad de la producción y de la venta del producto o del grupo de productos bajo su control. En este sentido, es conveniente recordar también que la forma divisional es estructurada de acuerdo con los "outputs" generados por la organización. La distinción más común de los "outputs" se basa en los productos de la empresa. Sin embargo, otros tipos de "outputs" pueden servir como base a la divisionalidad, tales como los servicios, programas o proyectos. También los mercados, los clientes y las localizaciones geográficas pueden servir de criterio para la divisionalidad. (3).

Mientras que las formas funcionales predominan en organizaciones que tienen un solo producto o un producto predominante, las formas divisionales emergen cuando la diversificación se incrementa. (4)

En estas estructuras divisionales, cada división es un centro generador de beneficios y sus resultados económicos pueden ser evaluados de manera independiente.

Otra característica de las estructuras divisionales es la instauración de un grupo asesor de la dirección general. Este asume la interacción entre las diferentes divisiones en lo que concierne a los problemas que afectan al conjunto de la empresa. Este grupo asesor es uno de los elementos que asegura la necesaria coordinación que debe existir entre las diferentes divisiones, ya que éstas actúan de manera más o menos independiente. Este grupo constituye el primer ensayo de coordinación de la actividad de la empresa, la cual se realizaba antes por la dirección general. Por esta razón, estas estructuras difieren sustancialmente de las estructuras procedentes.

En estas estructuras de tipo divisional la división por tipo de producto es la más corriente, seguida por combinaciones complejas de división por tipo de productos y de divisiones geográficas. La división geográfica en estado puro, es la más rara. (5)

Otro elemento que acompaña normalmente a las estructuras divisionales, es la consideración del campo de acción de las diversas instancias de la organización. En efecto, los criterios del corto y del largo plazo comienzan a hacer su aparición; el corto plazo será privativo de los niveles de división, mientras que el largo plazo será una de las atribuciones de las instancias de dirección de la compañía.

Hasta el presente, hemos descrito con Vernon la evolución de una empresa cuya actividad estaba dirigida fundamentalmente hacia el interior, es decir, hacia el mercado de su propio país. Sin embargo, cuando la empresa comienza a actuar en los mercados exteriores, debe afrontar importantes problemas estructurales y, para resolverlos, deberá introducir un mayor grado de complejidad en su organización. La complejidad que la organización puede adoptar, estará en relación directa con la complejidad que impone la acción en los mercados exteriores. En consecuencia, la adaptación de una nueva estructura será hecha progresivamente, de acuerdo con el crecimiento de las operaciones de la empresa en el exterior.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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