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Estudio de las fobias humanas y su relevancia en la sociedad actual (página 6)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

*Polifobia:Miedo a muchas cosas.
También se conoce como panofobia o pantofobia.Se trata de
una condición anormal, marcada por la presencia de muchas
fobias no necesariamente vinculadas entre sí. Por eso, se
dice que quienes padecen de polifobia tienen miedo a muchas cosas
diferentes.

*Poliosofobia:Miedo a contraer la
poliomielitis.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas
con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo,
meningitofobia, carcinofobia, o albuminurofobia) y que puede
llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente han
contraído aquello a lo que temen (en este caso, la
poliomielitis, enfermedad causada por la infección con el
poliovirus, infecta los nervios y puede causar parálisis
temporal e incluso la muerte).
Cabe aclararse que la poliomielitis está
prácticamente erradicada debido a las campañas
masivas de vacunación en distintos países del
mundo. Sin embargo, ante cualquier síntoma, tales como
fiebre o dolor de
cabeza, el fóbico creerá que ha contraído la
enfermedad.

*Politicofobia:Miedo o una fuerte
aversión hacia los políticos.No necesariamente se
trata de una fobia propiamente dicha (en el sentido de un
pánico
extremo e irracional), sino que el término se utiliza para
indicar sentimientos negativos, de rechazo y de desprecio, hacia
los políticos, la política y las
conversaciones al respecto.

*Ponofobia:Miedo a trabajar en
exceso.

*Porfirofobia:Miedo al color
púrpura.

*Potamofobia:Miedo a los ríos
o a las aguas fluyentes.

*Potofobia:Miedo al alcohol y a
las bebidas alcohólicas. Véase también
metifobia.

*Proctofobia:Miedo al recto.
También se conoce como rectofobia.

*Prosofobia:Miedo al
progreso.

*Pselismofobia:Miedo a
tartamudear.Se trata de una de las llamadas fobias sociales, ya
que normalmente quienes la padecen temen enfrentarse al
público por miedo a hacer el ridículo con su
dificultad. El tartamudeo es un impedimento del habla en el cual
el flujo normal se interrumpe con frecuentes repeticiones y
hesitaciones, o la prolongación de sonidos por la
dificultad de empezar a pronunciar las palabras. Estas
repeticiones pueden estar acompañadas de gesticulaciones,
como guiños de ojos, temblores de labios o de la
mandíbula. Es normal que los niños
pequeños, entre 2 y 6 años, presenten en
algún grado el tartamudeo, pero luego más adelante
lo corrijan.Esta condición afecta especialmente a los
hombres y puede tener un efecto catastrófico en sus vidas,
debido a la frustración que implica el no poder
comunicarse con los demás de una manera fluida. En
ocasiones pueden hablar fluidamente consigo mismos y solamente
muestran la dificultad al intentar hablar con otras personas,
especialmente a los extraños, o al conocer gente nueva.Es
posible sobreponerse a esta condición, e incluso mantener
un trabajo que
requiera confrontarse con el público. Entre los famosos
que padecen o padecieron este trastorno podemos encontrar a
Winston Churchill, Marilyn Monroe, James Earl Jones, Bruce
Willis, Jimmy Stewart y Carly Simon, por nombrar a
algunos.

*Psicofobia:Miedo a la
mente.

*Pteromeranofobia:Miedo a
volar.

*Pteronofobia:Miedo a que le hagan
cosquillas con una pluma.Quienes padecen de esta extraña
condición, pueden presentar temor o aversión a las
plumas, especialmente cuando se las utiliza para hacerles
cosquillas. Ciertos eventos de la
niñez, como hacerle cosquillas a un bebé, pueden
llegar a detonar esta fobia, debido a que el pequeño se
siente atrapado. La risa del bebé ante las cosquillas
puede ser malinterpretada por el adulto como signo de
alegría, cuando en realidad se produce como acto reflejo,
y el niño está experimentando angustia.

*Ptiriofobia:Miedo a los piojos.
También se conoce como pediculofobia.

*Ptisiofobia:Miedo a contraer la
tuberculosis.
También se conoce como tuberculofobia. Se trata de una de
las tantas fobias relacionadas con contraer una determinada
enfermedad (por ejemplo, meningitofobia, poliosofobia, o
cardiofobia) y que puede llegar a hacer creer a los
fóbicos que realmente han contraído aquello a lo
que temen (en este caso, la tuberculosis, enfermedad infecciosa
bacteriana que afecta los pulmones y puede ser mortal). Si bien
sigue habiendo muchos casos, especialmente en los países
subdesarrollados, cabe aclararse existen en la actualidad
vacunas y
tratamientos con antibióticos disponibles para tratar esta
enfermedad. Ante cualquier síntoma, tales como fiebre o
tos, el fóbico creerá que ha contraído la
enfermedad.

*Pupafobia:Miedo a los
títeres o a los muñecos.Quienes padecen de esta
fobia temen a las marionetas y a los títeres, así
como en algunos casos también a los muñecos
articulados. Se trata de un diagnóstico clínico basado en lo que
Freud llamara
"lo siniestro" o "lo ominoso" (Unheimlich), cuando un objeto
inanimado se parece demasiado a uno mismo y nos recuerda a
nuestra propia mortalidad.

*Quenofobia:Miedo al vacío o
a los espacios vacíos.

*Querofobia:Miedo a la
alegría.

*Quifofobia:Miedo a inclinarse o a
agacharse.

*Quimofobia:Miedo a los productos
químicos. Ver chemofobia.

*Quionofobia:Miedo a la nieve.Si
bien quienes padecen de esta fobia comprenden que la nieve en
sí no representa una amenaza a su persona,
además de que los otros constantemente le aseguran de que
no hay peligro, los quionofóbicos no soportan la nieve,
les desagrada verla y no pueden pensar siquiera en tocarla. En
algunos casos, no quieren estar solos cuando los copos de nieve
están cayendo del cielo.Esta fobia está asociada
con la criofobia (miedo al frío), debido a que quienes
padecen quionofobia detestan el invierno porque siempre existe la
posibilidad de que nieve.Los síntomas, si bien
varían de persona a persona, son similares a los de otras
fobias: ansiedad extrema, sequedad bucal, palpitaciones,
náuseas, mareos, etc. Para tratar ésta, así
como otras fobias, existe la terapia, y en algunos casos se puede
recurrir a la medicación.

*Quiraptofobia:Miedo a ser tocado.
También se conoce como afenfosfobia (ver), hafefobia o
haptefobia.

*Quirofobia:Miedo a las manos.
También se conoce como chirofobia.

*Rabdofobia:Miedo a ser severamente
castigado o golpeado con una vara.

*Radiofobia:Miedo a la radiación
o a los rayos x.Existe un
documental del año 2005 con este título, referido a
la catástrofe de Chernobyl. En efecto, la radiofiobia
consiste en el miedo anormal a la radiación ionizante, y
también se lo utiliza como miedo a los rayos X. Este
término es usado en varios sentidos relacionados entre
sí: como referencia a un desorden neurológico, como
una fobia específica y (polémicamente, no en
medicina) como
la oposición general al uso de energía
nuclear.El miedo a la radiación ionizante no es algo
innatural desde el momento en que ésta puede implicar un
riesgo
significativo; sin embargo, este temor puede volverse anormal e
incluso irracional, a menudo debido a pobre información recibida o baja
comprensión, pero también como consecuencia de una
experiencia traumática.En la antigua Unión
Soviética muchos pacientes con enfermedades radioactivas
luego del desastre de Chernobyl fueron acusados de radiofobia,
tal vez en un intento de disminuir la escala de las
consecuencias. Estos reclamos fueron sostenidos en algunos
reportes de los expertos de la Agencia Internacional de
Energía Atómica. Al mismo tiempo, la
radiofobia (en el sentido de un miedo excesivo a la
radiación) existía ampliamente dentro de la
población afectada, por la razón de
que estas personas creían que el gobierno les
estaba mintiendo y subestimando seriamente el grado de peligro.Al
mismo tiempo, los expertos médicos que investigaban las
consecuencias psicológicas de Chernobyl han presentado
evidencia que indica que ciertos síntomas
psiconeurológicos -que se manifiestan en la fatiga,
alteraciones del sueño, dificultades de la memoria,
etc. (por ejemplo, los similares a aquellos del síndrome
de fatiga crónica)- parecían no tener
correlación directa con la dosis de radiación
recibida, o con el nivel de contaminación del área de
residencia.En los Estados Unidos ha
habido intentos de restar importancia al peligro de la
radiación mediante la estigmatización de los
oponentes de las plantas nucleares
y las pruebas
atómicas, a quienes se los etiqueta como "fóbicos".
Hoy el término "radiofobia" se aplica polémicamente
a los argumentos en contra de la utilización de este tipo
de energía.

*Ranidafobia:Miedo a las ranas.
También se conoce como batraciofobia.Se trata de un tipo
específico de zoofobia (miedo a los animales). El
origen de esta fobia por lo general se remonta a algún
incidente traumático en la infancia de la
persona que padece esta afección. Un miedo leve inicial
puede ir desarrollándose hasta volverse una fobia con el
paso de los años. El término deriva del
latín "ranidus" (rana) y del griego "phobos"
(miedo).

*Rectofobia:Miedo al recto o a las
enfermedades rectales. También se conoce como
proctofobia.

*Ripofobia:Miedo a la
defecación.

*Ritifobia:Miedo a que a uno le
salgan arrugas.

*Rupofobia:Miedo a la
suciedad.Quienes padecen de esta fobia tienen miedo a la suciedad
y a lo sucio. Se trata de una fobia obsesiva. El sujeto que es
víctima de ésta cumple constantemente el acto de
limpiarse a sí mismo (por ejemplo, al lavarse
continuamente las manos) o del ambiente que
lo circunda (por ejemplo, de su casa).La rusofobia es un
trastorno de ansia que revela, del punto de vista
psicoanalítico, que no somos capaces de soportar nuestras
carencias, "sombras" según Jung, estos es las partes
escondidas de nosotros mismos, de las cuales buscamos
desembarazarnos en el rito de la limpieza. Según el
psicoanálisis la rusofobia puede esconder
un inconfesado rechazo de la sexualidad,
del esperma, de la menstruación o del embarazo,
todos ellos hechos que el sujeto vive en modo
conflictivo.

*Rusofobia:Miedo a Rusia, los
rusos y a todo lo relacionado con la cultura
rusa.Este término no suele ser utilizado como referencia a
una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos negativos de
rechazo, discriminación, desconfianza,
deshumanización y hostilidad en general hacia la cultura
rusa o a los rusos en general. Es, por lo tanto, una forma de
xenofobia
(desprecio a los extranjeros). Este término puede
describir las acciones y
actitudes de
los individuos así como también las políticas
y declaraciones de los gobiernos y otras organizaciones.En
política internacional moderna, el término
rusofobia se utiliza para describir clichés preservados
desde la época de la Guerra
Fría. Muchos prejuicios, a menudo introducidos como
elementos de la guerra
política contra la Unión Soviética,
aún se observan en las discusiones sobre las relaciones
con Rusia. La extensión de la rusofobia varía de
país a país y depende no sólo de la geografía sino de las
fracciones sociales. La intensidad de la rusofobia en diversos
países ha evolucionado a lo largo de la historia. Los sentimientos
rusofóbicos más populares son que todos los rusos
son borrachos, de que hay una mafia rusa o que se trata de
bárbaros asiáticos.El disgusto por los rusos es a
veces un contragolpe de la política de rusificación
propia de los tiempos de Rusia Imperial y la Unión
Soviética, así como también de las
políticas del gobierno ruso moderno. Sin embargo, algunos
autores afirman que la rusofobia tiene una larga tradición
y ha existido por muchos siglos, antes de que Rusia se volviera
una de las mayores potencias en Europa.Es
difícil trazar una distinción entre una xenofobia
casual, observable para dos personas cualquiera viviendo lado a
lado o incluso mezcladas e involucradas históricamente en
conflictos
armados. También, puede ser que no siempre sea
fácil separar acciones impopulares en Rusia causadas por
preocupaciones políticas racionales de sus vecinos, de las
acciones causadas por una rusofobia irracional. Las opiniones al
respecto son altamente subjetivas y pueden variar ampliamente
entre diversos historiadores.

*Samhainofobia:Miedo a la fiesta de
Halloween.Cada
Halloween, millones de personas pagan para temblar de susto
viendo en el cine
películas de horror. Halloween es en sí mismo la
celebración de lo terrorífico: las personas se
disfrazan de aquellos seres que más los asustan en medio
de una celebración mórbida. Decoran sus fiestas con
telas de araña y lápidas de papel. En los jardines
delanteros, los peatones son saludados por figuras de esqueletos
y fantasmas.Mucha gente enfrenta estos miedos con
entusiasmo y sentido del humor. Para algunas personas, sin
embargo, el miedo no es divertido. No es una experiencia para
buscarla ni una emoción para inducir. En cambio, los
llena con un sentido real de amenaza. Esto es lo que se conoce
como samhainofobia, es decir, el miedo a Halloween.Si bien
probablemente no sea demasiado común, esta fobia se
incrementa cada octubre en los países que celebran esta
festividad. Algunos cristianos tienen samhainofobia porque
consideran a Halloween una celebración satánica.
Pero en la mayoría de los casos, las personas temen a
Halloween debido a que incrementa otras fobias: a los gatos
(ailurofobia), a los fantasmas (espectrofobia), a las
arañas (aracnofobia), a la oscuridad (nictofobia) y a los
cementerios (coimetrofobia).

*Sarmasofobia:Miedo a los juegos
amorosos. También se conoce como malaxofobia.El
término sarmasofobia proviene del latín "Sarmatia",
una antigua región próxima al Mar Muerto. El nombre
sarmasofobia deriva de la percepción
que los griegos tenían en relación a las amazonas,
mujeres legendarias que tenían aversión por el
contacto con los hombres y que, según Heródoto y
otros historiadores antiguos, habrían sido ancestros de
los sármatas. Para más información,
véase malaxofobia.

*Satanofobia:Miedo a
Satán.

*Selacofobia:Miedo a los
tiburones.Esta fobia –que se cuenta dentro de la más
general zoofobia (miedo a los animales)- constituye un problema
para muchos nadadores, quienes se sienten totalmente incapaces de
nadar en el mar, ni mucho menos practicar buceo o pesca
submarina, incluso cuando se les asegure de que se han
implementado procedimientos de
seguridad como
redes de
protección. En casos extremos, incluso la foto de un
tiburón puede llegarles a provocar un ataque de
pánico. Existen también algunos casos registrados
en video de personas
tan aterrorizadas que se niegan a nadar en piscinas que
están ubicadas a cientos de kilómetros del
océano, o incluso darse un baño, por miedo al
ataque de un tiburón.La aparición de esta fobia
afloró al poco tiempo del estreno de Tiburón, la
exitosa película de Steven Spielberg. De hecho, muchas
personas que sufren de selacofobia, e inclusive algunos
psicólogos, atribuyen el miedo a los tiburones
específicamente a dicha película. Pero el daño
producido por la cinta no está limitado a haber producido
pánico a miles: desde 1975, los científicos han
reportado una gran matanza de tiburones en todo el mundo. Esto ha
contribuido directamente a que la población de tiburones
blancos descendiera, poniendo a la especie en peligro.Como otras
fobias específicas, la selacofobia puede ser tratada con
hipnoterapia, terapia conductual y/o medicación. Sin
embargo, en ocasiones puede dificultarse encontrar el enfoque
adecuado para cada individuo.Dentro de los famosos, hay dos casos
conocidos de selacofobia, a saber, Brad Pitt y Justin
Timberlake.

*Selafobia:Miedo a los flashes de
luz.

*Selenofobia:Miedo a la
luna.

*Seplofobia:Miedo a las sustancias
putrefactas.

*Sexofobia:Miedo al sexo opuesto.
También se conoce como heterofobia.

*Sidafobia:Miedo a contraer sida.Se trata de
una de las tantas fobias relacionadas con contraer una
determinada enfermedad (por ejemplo, luifobia, carcinofobia,
albuminofobia) y que puede llegar a hacer creer a los
fóbicos que realmente han contraído aquello a lo
que temen (en este caso, el SIDA, una
enfermedad que se contagia principalmente por transmisión
sexual y por compartir jeringas, así como también
en el parto de una
madre infectada al bebé o por recibir transfusiones de
sangre que no
han sido debidamente testeadas).Es normal y absolutamente
recomendable tomar precauciones durante las relaciones
sexuales para evitar contraer el SIDA y otras ETS.
Principalmente, el uso de preservativos durante las relaciones
sexuales genitales, orales y anales disminuye significativamente
los riesgos. Sin
embargo, alguien que padezca la fobia se encontrará
temiendo activamente la enfermedad incluso cuando no corra el
riesgo de infectarse, y esto puede llegar a afectar su vida
sexual y disminuir su calidad de
vida.La fobia ha sido incrementada desde que la enfermedad
pasó a estar en boca del gran público. Los casos de
fobia en general se caracterizan por una gran falta de
información sobre cómo el SIDA puede contagiarse o
no (por ejemplo, un cartero que se niegue a entregar la
correspondencia, temiendo que sus destinatarios estén
infectados y de alguna manera se lo puedan transmitir). Existe el
término pseudo-SIDA para referirse a aquellos casos donde
la ansiedad y la depresión
generan respuestas físicas similares a los síntomas
del SIDA, como pérdida de peso, sudores nocturnos,
letargo, pérdida de apetito y dolores de cabeza. Estos
rasgos refuerzan la creencia errónea de estar infectado
con el virus del
SIDA.¿Cómo diferenciar una fobia de un miedo normal
a contraer una enfermedad que puede ser mortal? Bien, en
principio el miedo al SIDA produce una hipervigilancia, una
respuesta característica ante cualquier situación
temida. Esto conduce a un comportamiento
del estilo "mejor prevenir que curar", que en muchas ocasiones ha
sido favorable para nuestra especie humana. De hecho, el miedo es
un legado evolutivo vital que ha conducido a nuestra especie a
evitar las amenazas, sin el miedo, pocos sobrevivirían por
mucho tiempo a las condiciones naturales.Sin embargo, existe una
cantidad óptima de miedo –demasiado poco produce
descuidos, demasiado puede paralizarnos. Entonces, la comunidad
médica se ve en el desafío de aprender a tratar el
tema del SIDA y su prevención de manera que produzca las
deseadas conductas de prevención, sin llegar a generar
pánico en el público. Es importante destacar que un
cierto miedo a contraer la enfermedad ha generado que la
comunidad en general (y algunos sectores en particular, como por
ejemplo la comunidad homosexual) se vuelva gradualmente
más precavida, y así las posibilidades reales de
que la enfermedad se disemine, disminuyan.Pero la sidafobia, como
miedo irracional y desproporcionado, genera muchas conductas de
discriminación y segregación de las
personas que padecen la enfermedad o se cree que puedan tener
riesgos de haberla contraído. En gran parte, esto se
solucionaría con más educación e
información sobre cómo se transmite la enfermedad
–y cómo no se la puede transmitir-.

*Siderodromofobia:Miedo a los
trenes, a las vías férreas o a viajar en
tren.Quienes padecen de esta condición pueden llegar a
sufrir ataques de pánico al viajar en tren. Los
siderodromofóbicos detestan y temen a este medio de
transporte,
cómo suena, su velocidad,
etc. Se dice que Sigmund Freud
–padre de la psiquiatría moderna- padecía de
esta fobia. El término proviene del griego "sideros"
(hierro),
"dromos" (calle) y "phobos" (miedo).

*Siderofobia:Miedo a las
estrellas.

*Sifilofobia:Miedo a contraer
sífilis. También se conoce como
luifobia

*Simbolofobia:Miedo al simbolismo.De
acuerdo con Patrick J. Hayes y Kenneth M. Ford (ver link),
básicamente, lo que temen los individuos que padecen este
trastorno es a la idea de que los ordenadores son máquinas
simbólicas: de hecho, las únicas máquinas
que tanto manipulan como son manipuladas por símbolos, son "sistemas
físicos simbólicos". La tensión que producen
puede ser el precursor clínico de este extraño
desorden conocido como simbolofobia. Los que padecen de esta
fobia toman la palabra "símbolo" como simbólica
para todo lo que está mal con la inteligencia
artificial. Se acusa a los símbolos de rigidez, falta
de sustento, incorporeidad, formalidad, serialidad, lógica,
etc. Las víctimas de la simbolofobia a menudo encuentran
seguridad imaginando que las computadoras
son sistemas subsimbólicos, analógicos,
biológicos o situados socialmente.No se ha encontrado
aún una cura completa, si bien existen algunas
posibilidades de tratamiento.

*Simetrofobia:Miedo a la
simetría.

*Singenesofobia:Miedo a los
parientes.

*Sinistrofobia:Miedo a las cosas
ubicadas a la izquierda, a coger cosas con la mano izquierda o
bien a los zurdos.Desde que Julio César –siendo
él mismo zurdo- instruyó a los romanos para
saludarse siempre con la mano derecha (se dice que lo hizo para
conservar siempre sus armas en la mano
izquierda, que en su caso era la hábil), en el mundo se ha
tendido a ver a los diestros como "los correctos" y a los zurdos
como "los equivocados". La propia lengua
española marca la
diferencia: alguien "diestro" es alguien hábil, mientras
que lo "siniestro" tiene marcadas connotaciones negativas. De
cualquier manera, nuestro idioma no es una excepción: se
pueden encontrar términos peyorativos con respecto a la
izquierda en casi todas las lenguas. Entre
el 10% y el 13% de las personas son zurdas.Quienes padecen de
sinistrofobia temen coger cosas con la mano izquierda, a la que
se considera de mal agüero. Las supersticiones que la
condenan han calado hondo en estas personas, hasta llegar a
producirles mucha ansiedad y hasta ataques de pánico en
casos graves.

*Sinofobia:Miedo a China, a los
chinos o bien a la cultura
china.Este término no suele ser utilizado como
referencia a una fobia propiamente dicha, sino a sentimientos
negativos de rechazo, discriminación, desconfianza,
deshumanización y hostilidad en general hacia la cultura
china o a los chinos en general. Es, por lo tanto, una forma de
xenofobia (desprecio a los extranjeros). Este término
puede describir las acciones y actitudes de los individuos
así como también las políticas y
declaraciones de los gobiernos y otras organizaciones.Las
actitudes sinofóbicas a menudo toman como blanco a las
minorías chinas viviendo fuera de su país. Esto
sucede tanto en Asia
(históricamente y en la era moderna) como en Occidente. En
este sentido, el término esencialmente denota una
discriminación étnica, a menudo complicada por las
exigencias políticas y económicas de la inmigración. En los casos en que el
sentimiento anti-China está dirigido hacia el país
en sí mismo, puede calificar o no como prejuicio
racial, ya que las críticas al Partido Comunista Chino no
necesariamente implican un rechazo a la población china en
sí. Obvios ejemplos son las protestas contra el gobierno
de la
República Popular China hechos por quienes apoyan la
independencia
de Taiwán o por los practicantes de Falun Gong, muchos de
los cuales son étnicamente chinos.Internacionalmente, la
economía en expansión de China, su
inmensa población y su tremendo crecimiento en poder han
sido el tema de muchas especulaciones y aprehensión, ya
que muchos creen que China podría estar en condiciones de
competir con los Estados Unidos como superpoder. Muchos se
sienten incómodos con la perspectiva de la
hegemonía china, como país controlado por un
estado
socialista de un único partido político.Hay un
nuevo nivel de resentimiento de los países víctimas
de la
globalización en cuanto a la competencia de
trabajos de manufactura
intensa. Muchos países han experimentado una
pérdida drástica de competitividad
económica debido a que más empresas de
manufacturas son reubicadas en China por su autosuficiencia, su
mano de obra estable y las políticas favorables.Mientras
tanto, China continúa siendo una fuente mayor de
inmigrantes hacia los países en vías de desarrollo en
América
Latina y Europa del Este, así como también en
naciones industrializadas. Sus aparentes diferencias con las
culturas locales y sus frecuentes dificultades para comunicarse
con la población local ha menudo contribuyen a fortalecer
sentimientos sinofóbicos y en ocasiones, incluso llegan a
la violencia.Dentro de la comunidad China, hay muchos
que en general atribuyen estos prejuicios a una
incomprensión general de su cultura, y entonces se
enorgullecen de su unicidad, junto con la creencia de que su
largo y duradero legado como pueblo, como centro de innovación y conocimiento
terminarán por ganarle al racismo.

*Sitiofobia:Miedo a la comida o a
comer.

*Socerafobia:Miedo a los propios
suegros.Como todas las otras fobias, ésta es un miedo
irracional creado por la mente, que se manifiesta en diversos
modos. Algunos la viven como una obsesión, presente en
cada momento del día, especialmente si el contacto con los
suegros es frecuente; otros la viven solamente en momentos
particulares, como por ejemplo durante las fiestas de Navidad,
Pascua y Año Nuevo.En general esta fobia se establece
desde el primer encuentro, las primeras frecuentaciones con
la familia de
la pareja. Este encuentro con los padres del otro es por cierto
difícil para todos: ya sea para los hijos, ya sea para los
padres. Para los hijos se trata de un encuentro que se asemeja
mucho a un examen que es necesario superar para ser aceptados en
el nuevo grupo
familiar; para los padres, futuros suegros, es una fase de pasaje
muy importante, durante la cual –si no se lo ha hecho
antes- se adquiere por primera vez plena conciencia de la
maduración biológica del propio hijo, del propio
envejecimiento y el cambio de roles en la familia. Es un
momento en el cual aparece en escena la separación, el
momento en el cual se anuncia que el nido, ocupado hasta
entonces, está por ser definitivamente
abandonado.Naturalmente, no todos los hijos comprometidos o
casados están entonces realmente maduros (tampoco
psicológicamente) para dejar la casa paterna, así
como no todos los padres están dispuestos a sacrificar el
propio rol y los propios poderes confrontándose con los de
su hijo o hija. Por estos motivos, al menos al inicio, la
relación con los suegros es siempre un poco difícil
y no hay que sorprenderse de que las personas particularmente
ansiosas o con baja autoestima
puedan desarrollar una verdadera fobia al confrontarse con estos
"jueces".El primer encuentro, más que embarazoso y pleno
de ansiedad, puede también representar un momento de
profunda desilusión para los varios protagonistas. A
menudo esta desilusión no es explicitada completamente,
pero se la expresa a través de pequeñas frases,
alusiones, comentarios en ocasiones algo provocadores, que a
veces explotan de improviso en violentas discusiones
familiares.Además, a menos que se los conozca desde la
infancia, es obviamente difícil convivir con personas
extrañas "como si" fueran realmente parientes: para un
joven que entra en una nueva familia se trata de adecuarse a
nuevas reglas, nuevos hábitos, nuevos gustos ya sean
culinarios, televisivos o relativos al estilo de
vida.La fobia a los suegros consiste entonces esencialmente
en el temor, en la ansiedad que se sienten al sólo pensar
en tener que encontrarse con los padres, y por extensión a
la familia entera, del propio compañero. Se tiene miedo de
ser juzgado, criticado, ofendido delante de otras personas o
simplemente se teme no estar a la altura de las circunstancias,
se teme estar demasiado lejos de las expectativas que ellos
nutrían al confrontarse con el compañero
considerado "ideal" por el propio hijo o hija.Si bien muchas
cosas han cambiado en nuestra vida social, aún resisten
ciertos parámetros de valoración en la
elección efectuada por los hijos, que condicionan
notablemente la relación con la familia política:
la nuera, por ejemplo, debe ser bella, o al menos agradable y
más jóven que el marido; el yerno en cambio debe
ser más maduro que la propia hija y en lo posible
más culto y rico. Estar afuera de estos parámetros
tradicionales y de estos prejuicios puede ser muy difícil
y frustrante para los directos interesados.A veces son los
suegros que al principio asumen un comportamiento invasor y poco
comprensivo, otras veces son los jóvenes que se
rehúsan a entrar en puntas de pie al nuevo ámbito
familiar, aceptando sus ritmos, sus ritos y sus costumbres.
Más a menudo resulta que la relación entre ambas
partes es difícil porque de ambas partes se elige una
actitud de
rigidez e intolerancia.Tal vez el secreto para establecer una
buena relación con los suegros y también para
superar esta fobia sea no darle demasiada importancia al grupo
familiar que se va a conocer y frecuentar, sino a las personas
individuales. Con cada una de ellas es importante establecer una
relación personal, lo
más natural posible, sobre la base de la propia
intuición y a la propia sensibilidad. Seguramente,
también ayude evitar comportamientos demasiado vistosos,
como hablar demasiado y buscar monopolizar la atención. La clave del éxito
es buscar siempre de ser uno mismo, sin querer mostrar demasiado
desde un comienzo, sin querer agradar a toda costa,
mostrándose diferente si uno así lo siente, pero
siempre con el debido respeto por todo
aquello que, sin compartirlo, es importante para la persona que
uno ama.

*Sociofobia:Miedo a la sociedad o a
la gente en general. Ver Fobia Social.

*Sofofobia:Miedo a
aprender.

*Somnifobia:Miedo a dormir.
También se conoce como hipnofobia.Las personas que padecen
este trastorno suelen asociar el estado de
inconciencia que se alcanza durante el sueño con la
locura, o directamente con la muerte. Pueden
sufrir un ataque de pánico a causa del temor a que
mientras estén durmiendo les suceda algo terrible, como la
posibilidad de dejar de respirar, o de que no llegarán a
despertar.En algunos casos, el miedo se detona ante la creencia
de que los eventuales sueños que se tendrán son en
realidad delirios, y de esta manera, favorecen en caer en un
estado permanente de demencia. Este tipo de fobia genera mucho
estrés y
un importante deterioro tanto físico como mental, por lo
que no son raros los casos donde somnifóbicos terminen
sufriendo alucinaciones, que a manera de un círculo
vicioso, agravan aún más este de por sí
serio tipo de fobia.

*Soteriofobia:Miedo a depender de
los otros.

*Taasofobia:Miedo a sentarse.
También se conoce como catisofobia.

*Tacofobia:Miedo a la velocidad.Una
persona que padezca de esta condición puede temer a las
montañas rusas u otros juegos que van rápido. En
casos severos, pueden rehusarse a subir a un automóvil u
otro medio de transporte.

*Taeniafobia:Miedo a la tenia o
lombriz solitaria. También se la conoce como teniafobia.El
origen de este término son las palabras griegas "taenio"
(lombriz solitaria) y "phobos" (miedo). Se considera que la
taeniofobia es una fobia específica. Esta fobia se
relaciona con la helmintofobia y vermifobia (ambas significan el
miedo a los gusanos, a estar infestado con ellos) y
escolequifobia (miedo a los gusanos).Se trata de una de las
tantas fobias relacionadas con contraer una determinada
enfermedad (por ejemplo, sidafobia, dermatofobia, cardiofobia) y
que puede llegar a hacer creer a los fóbicos que realmente
han contraído aquello a lo que temen (en este caso, la
Taenia Saginata, más conocida como lombriz solitaria, se
trata de un parásito intestinal proveniente de la carne de
vaca, habitualmente asintomática pero que puede producir
un trastorno abdominal). Ante cualquier síntoma, como por
ejemplo dolor abdominal, o náuseas, las personas que
padezcan esta fobia creerán estar infectados con la
Taenia.

*Tafiofobia:Miedo a ser enterrado
vivo, o bien a los cementerios.El término proviene del
griego "tafo" (tumba) y "phobos" (miedo). Por extensión,
se utiliza el término para el miedo a las tumbas, pero
más generalmente se refiere al miedo morboso a ser
enterrado prematuramente. Quienes padecen esta fobia temen ser
colocados en la tumba mientras aún estén con vida,
como resultado de haber sido declarados muertos por error. Antes
de la llegada de la medicina moderna, este miedo no era
completamente irracional. A través de la historia ha
habido numerosos casos de personas a las que accidentalmente se
enterró vivas. El siglo XVIII ha visto el desarrollo de la
resucitación boca a boca y las crudas técnicas
de defibrilación para revivir personas consideradas
muertas, y la Royal Humane Society había sido formada como
la Sociedad para la Recuperación de Perosnas Aparentemente
Muertas. Según un artículo de Wikipedia, en 1896,
un director norteamericano de funerales, T.M. Montgomery,
reportó que "cerca el 2% de los exhumados eran sin duda
víctimas de la animación suspendida".Ha habido
muchas leyendas
urbanas sobre personas accidentalmente enterradas vivas. Las
leyendas incluyen elementos tales como alguien que entre en
estado de sopor o de coma, sólo para levantarse
años después y morir nuevamente una muerte
terrible. Otra leyenda cuenta de ataúdes abiertos que
muestran un cadáver con una larga barba, o
cadáveres con las manos alzadas y las palmas dadas vuelta
hacia arriba. Es de notarse la leyenda sobre el entierro
prematuro de Ann Hill Carter Lee, la difunta esposa de Henry Lee
III.La literatura halló
terreno fértil en explorar el miedo natural a ser
enterrado vivo. Una de las historias de horror de Edgar Allan Poe,
"El entierro prematuro", es acerca de una persona que sufre
tafiofobia. Otros relatos de Poe sobre el entierro prematuro son
"La caída de la casa Usher" y "El tonel del
Amontillado".El miedo a ser enterrado vivo fue elaborado con el
porpósito de que todos aquellos que pudieran sustentarlo
hicieran toda clase de
arreglos para que se les construya un "ataúd de
seguridad", para asegurarse que esto se evitaría (por
ejemplo, con tapas de vidrio para poder
observar, sogas con campanas para pedir auxilio, tuberías
de aire para
poder sobrevivir hasta ser rescatado).Una leyenda urbana dice que
el dicho "salvado por la campana" se deriva de la noción
de tener una cuerda atada a una campana por afuera del
ataúd, lo que podría alertar a las personas que
aquel recientemente enterrado no ha muerto aún. Sin
embargo, este rumor es falso.

*Talasofobia:Miedo al
mar.

*Tanatofobia:Miedo a la muerte o a
morir.Se la relaciona con la necrofobia (que es el miedo a las
cosas muertas). Si bien es natural temerle a la muerte, las
personas que padecen esta fobia tienen exacerbado este miedo, al
punto que las afecta en su vida cotidiana. En casos severos, se
rehúsan a salir de su casa, a participar de un funeral o
incluso a hablar de la muerte. Suelen ser hipocondríacas,
debido al temor a contraer una enfermedad que los lleve a la
tumba.Como otras fobias, la tanatofobia suele originarse por
algún acontecimiento traumático sufrido en la
infancia, o bien por un miedo infantil no tratado a tiempo y que
termina por desembocar en una fobia. Esta condición puede
generar ataques de pánico, por lo que un tratamiento puede
llegar a incluir medicamentos para controlar la ansiedad (por
supuesto, deben ser recetados por un profesional).

*Tapinofobia:Miedo a ser contagioso
o a contagiar alguna enfermedad.

*Taurofobia:Miedo a los toros.Se
trata de una fobia más específica incluida dentro
de la zoofobia (miedo a los animales).Sin embargo, ha de notarse
que muchas veces, esta palabra se aplica inadecuadamente, no a la
fobia propiamente dicha, sino a la oposición a las
corridas de toros –por el contrario, su opuesto,
taurofilia, implica el gusto por esta
práctica-.

*Teatrofobia:Miedo a los
teatros.

*Tecnofobia:Miedo a la tecnología.No
necesariamente se trata de un miedo irracional, la tecnofobia
también se refiere principalmente al rechazo a las
nuevas
tecnologías, generalmente está justificado y no
necesita ser curado como sí sucede con las fobias en
general.En la actualidad existen sociedades
tecnofóbicas, como por ejemplo los amish en EEUU, quienes
intentan vivir con tecnologías antiguas y rechazando los
cambios.Generalmente, los tecnofóbicos rechazan las
tecnologías modernas, y suelen justificar su manera de
actuar y de pensar diciendo que la dependencia de las
tecnologías modernas puede ser perjudicial para las
personas, tanto desde el punto de vista emocional como
también el físico. La existencia de la tecnofobia
es un factor para que existan analfabetos tecnológicos
(personas incapaces de manejar un ordenador o un cajero
automático).La tecnofobia ha sido representada en diversas
obras de ficción o cultura popular. Un ejemplo
clásico es la novela de Mary
Shelley, Frankenstein, que se ha convertido en todo un
ícono de la cultura popular incluso entre aquellos que
nunca han leído la novela. Dentro
del cine, películas como Blade Runner, Terminator y sus
secuelas, Yo Robot y la trilogía Matriz,
ilustran perfectamente este concepto.El
antónimo de la tecnofobia es la tecnofilia,
es decir, el gusto por las nuevas tecnologías.

*Telefonofobia:Miedo a los
teléfonos. Quienes padecen de esta condición temen
hacer o recibir llamados, incluso el temor puede llegar a abarcar
el timbre del teléfono. Esta fobia puede deberse a alguna
de las siguientes razones:- Una mala experiencia con
teléfonos en el pasado (por ejemplo, recibir una terrible
noticia mientras se hablaba por teléfono, o ser amenazado,
etc.).- Ser resultado de la fotofobia, es decir, el miedo a los
ruidos fuertes. Es posible que la persona haya tenido una mala
experiencia con sonidos repentinos en el pasado (de hecho, no
hace falta que sea una experiencia recurrente, incluso una
experiencia aislada desagradable puede llevar a que se desarrolle
una fobia). Más adelante, este sentimiento puede
transferirse a otros sonidos (como el timbre del teléfono
en el caso de la telefonofobia). De esta manera funciona la mente
humana: una vez que el timbre del teléfono ha sido
asociado con sentimientos de incomodidad, otras asociaciones se
incorporan, y el miedo a todo lo relacionado con los
teléfonos tiene lugar.Para tratar la telefonofobia es
necesario encontrar cuál fue el estímulo inicial,
es decir, cuál o cuáles sonidos fueron tan
desagradables como para iniciar la reacción en cadena que
conduce a la fobia. Esto se complica debido a que una vez que uno
se enfoca en el resultado final (la telefonofobia), el cerebro puede
olvidar qué lo causó, e incluso el fóbico
puede no tener reacción ante el estímulo original
que desencadenó la fobia en primer lugar.Es posible,
aún padeciendo la fobia, utilizar el teléfono, si
bien resulta desagradable. De todas maneras, el fóbico
puede optar por acudir a un psicólogo para tratar este
problema.

*Teleofobia:Miedo a los planes
definidos.

*Teofobia:Miedo a los dioses o a la
religión.
También se conoce como zeusofobia.Quienes padecen esta
fobia temen a Dios, o a los dioses –ya que abarca tanto
prácticas monoteístas como politeístas- y a
las prácticas religiosas en general. A veces se la
describe como una fobia social debido a las implicancias que
trae.Temer a Dios es común entre los adultos religiosos de
distintos cultos. Sin embargo, existe una diferencia entre un
miedo saludable (lo que hace que estos individuos procuren vivir
de una manera moral y
éticamente balanceada, llevando también a las
prácticas de oración y meditación) y uno
enfermizo (en este caso se habla de teofobia). Este último
puede llevar a factores que debilitan la vida cotidiana.Estos
individuos viven en un constante estado mental de ansiedad y
disturbio. Hay en ellos una constante preocupación, en
cada pensamiento y
acción
que realizan, que Dios de algún modo intervendrá y
los juzgará adversamente. Siguiendo la misma línea,
los teofóbicos también pueden temer a la
religión. Encontrarán mucho estrés en
determinar cuáles creencias religiosas son ciertas y
adecuadas, resultando esto en más miedo y ansiedad. De
esta manera, se sienten incapaces de asistir a la iglesia o a
otras ceremonias religiosas.Cuando se sufre de teofobia, los
síntomas son los mismos que en cualquier otra fobia,
incluyendo sudoración, mareos, taquicardia, náuseas
y vivir en sensación de peligro. Para remediar estas
complicaciones, el teofóbico en general debe ser expuesto
con regularidad al escenario de su fobia. Esto significa, para
muchos, que la terapia comience en medio de un dilema moral o
ético, o incluso simplemente sentándose en la
iglesia. Debido a que el desarrollo de la teofobia está a
menudo vinculado con un evento traumático en el pasado,
uno que involucró a Dios o la religión, la
recuperación de esta fobia es un proceso
progresivo que puede llevar varias semanas o meses.

*Teratofobia:Miedo a dar a luz a un
niño deforme, o bien a los monstruos o a la gente
deforme.Quienes padecen esta fobia temen a las personas que
tienen deformidades a la vista. Este trastorno suele afectar a
las mujeres embarazadas, que temen dar a luz a una criatura
deforme.La palabra teratofobia proviene del griego "teras"
(monstruo) y "phobos" (miedo), por lo que literalmente significa
"miedo a los monstruos". La teratología es el estudio de
las malformaciones y un teratógeno es cualquier cosa que
pueda causar un defecto de nacimiento.

*Termofobia:Miedo al calor.

*Testofobia:Miedo a los tests o a
los exámenes.

*Tetanofobia:Miedo al
tétanos.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas
con contraer una determinada enfermedad (por ejemplo,
taeniafobia, albuminofobia, dermatofobia) y que puede llegar a
hacer creer a los fóbicos que realmente han
contraído aquello a lo que temen (en este caso, el
tétanos, una enfermedad nerviosa de origen bacteriano, que
se contagia por el contacto con metales oxidados,
como clavos, cuchillos, navajas, etc.). No se trata de una
enfermedad contagiosa, además de que puede
prevenírsela mediante la vacunación. Ante una
experiencia tal como una herida pequeña provocada por un
metal, o bien ante cualquier síntoma, como por ejemplo
fiebre, o enrojecimiento en una herida, las personas que padezcan
esta fobia creerán haber contraído el
tétanos.

*Tetrafobia:Miedo al número
4.Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo al
número 4. Esta fobia es común en los países
orientales -como China, Japón y
Corea- donde el 4 es considerado un número de mala suerte.
Esto se debe a que la pronunciación china para "muerte" y
"cuatro" es similar (shi). Por eso, es frecuente que los hoteles y los hospitales no tengan una cuarta
planta, tal como sucede con el número 13 en diversos
países de occidente.Existen otras fobias relacionadas con
los números, como ser la triscadecafobia, la octofobia y
la hexakosioihexekontahexafobia.

*Teutofobia:Miedo a Alemania, los
alemanes o lo relacionado con la cultura alemana. También
se conoce como germanofobia (ver).

*Textofobia:Miedo a determinadas
telas o tejidos.Quienes
padecen esta fobia no temen a todas las telas, sino a algunos
tejidos en particular. Por ejemplo, pueden tener fobia a tocar el
terciopelo, el velcro, el nylon, etc.

*Tiranofobia:Miedo a los
tiranos.

*Tocofobia:Miedo a quedar embarazada
o bien al nacimiento de los niños. También se
conoce como parturifobia (ver). El término tocofobia
proviene del griego "tokos" (nacimiento) y "phobos" (miedo). Esta
fobia se clasifica en primaria y secundaria: la primaria es el
miedo al parto que aparece antes del embarazo y que puede
comenzar en la adolescencia;
la secundaria se debe a una experiencia previa negativa con
respecto a un nacimiento traumático, práctica
obstétrica pobre o falta de atención médica,
depresión posparto u otros eventos igualmente
perturbadores. Ambas formas de tocofobia pueden ser tratadas con
la asistencia de un profesional médico entrenado o bien de
un psicólogo.

*Tomofobia:Miedo a las operaciones
quirúrgicas.Obviamente, frente a una situación como
ser sometido a una cirugía, es normal que cualquiera
experimente ansiedad y hasta temor. Pero cuando se trata de
tomofobia, no consiste en un nivel natural de ansiedad sino un
miedo extremo, que puede causarle al paciente ataques de
pánico y hasta dificultar que reciba la atención
médica necesaria.

*Tonitrofobia:Miedo a los truenos.
Véanse también astrafobia, astrapofobia,
brontofobia (ver) o ceraunofobia.

*Topofobia:Miedo a a ciertos lugares
o situaciones, como por ejemplo el miedo
escénico.

*Toxifobia:Miedo a los venenos o a
ser envenenado accidentalmente. También se conoce como
toxofobia o toxicofobia.

*Traumatofobia:Miedo a los accidentes.
También se conoce como distiquifobia.

*Tremofobia:Miedo a los
temblor.Quienes padecen esta fobia experimentan miedo ante la
idea de poder sufrir un terremoto o un temblor. Este sentimiento,
que en cualquier persona es natural, los fóbicos lo
experimentan en un grado extremo, lo que puede causar que incluso
modifiquen sus lugares de vacaciones y hasta de residencia
basándose en sus temores.

*Tricofobia:Miedo al pelo.
También se conoce como cateofobia (ver), hipertricofobia,
quetofobia o tricopatofobia.

*Tripanofobia:Miedo a las
inyecciones. Ver belonefobia.

*Triquinofobia:Miedo a la
triquinosis.Se trata de una de las tantas fobias relacionadas con
contraer una determinada enfermedad (por ejemplo, tetanofobia,
cardiofobia, sidafobia) y que puede llegar a hacer creer a los
fóbicos que realmente han contraído aquello a lo
que temen (en este caso, la triquinosis, una infestación
que se adquiere al consumir carne con larvas del
parásito). La enfermedad puede prevenirse ingiriendo la
carne una vez que haya sido bien cocida (sin restos rojos en su
interior). La mayoría de las veces, la enfermedad resulta
ser asintomática y se resuelve sola. Sin embargo, en casos
más severos, puede comprometer los pulmones, el corazón
y/o el cerebro.Ante cualquier síntoma, como por ejemplo
dolor gastrointestinal, diarrea o
dolor muscular y articular, las personas que padezcan esta fobia
creerán haber contraído triquinosis. También
es común que quienes padecen esta fobia teman a la carne,
por considerarla potencialmente contaminada con las
larvas.

*Triscadecafobia:Miedo al
número 13.Existen varias versiones con respecto a por
qué el número 13 es considerado de mal agüero.
La creencia es bastante antigua y existe un sinnúmero de
teorías
al respecto, todas las cuales han sido cuestionadas alguna que
otra vez. Se ha propuesto, por ejemplo, que los miedos que rodean
al número 13 son tan viejos como el acto de contar.
El hombre
primitivo sólo tenía sus diez dedos y dos pies para
representar unidades, dice esta explicación, así
que no podrían haber contado más allá de 12.
Lo que hubiera más allá (el 13) era un misterio
impenetrable para nuestros antepasados prehistóricos, por
lo tanto, un objeto de superstición. La crítica
más importante a esta teoría
es la siguiente: ¿Acaso los hombres primitivos
carecían de dedos de los pies?También se ha dicho
que el número 13 se considera de mala suerte,
originariamente debido a que hubo 13 personas en la Última
Cena (Cristo y sus doce discípulos). Se dice al respecto
que si 13 personas se juntan a cenar, todas ellas morirán
antes de que un año haya transcurrido. La misma
superstición se les ha atribuido a los antiguos vikingos y
a los hindúes.Muchas ciudades no tienen una Calle 13 o una
Avenida 13. Muchos edificios no tienen un piso 13, sino que se
saltean del 12 al 14. Esto de hecho ha traído mala suerte
a practicantes de bungee jumping al calcular mal los metros de
soga que necesitaban para arrojarse de determinada construcción, con resultados
fatales.Más allá de los terrores que los
números acarrearan a nuestros ancestros cazadores y
recolectores, las civilizaciones antiguas no eran unánimes
en su temor al número 13. Los chinos, por el contrario, lo
consideraban afortunado, como notan algunos comentaristas,
así como también los egipcios en tiempo de los
faraones. Para éstos, según cuentan las fuentes, la
vida era un viaje para la ascensión espiritual que se
realizaba en etapas –doce en esta vida y una decimotercera
más allá, que se creía que sería una
vida eterna. El número 13 por lo tanto simbolizaba la
muerte, pero no en términos de polvo y decadencia, sino
como una transformación gloriosa y deseable. Aunque la
civilización egipcia se haya extinguido, el simbolismo
conferido al número 13 por su casta sacerdotal
sobrevivió, sólo para ser corrompido por las
culturas subsecuentes que llegaron a asociar el número 13
con el miedo a la muerte en lugar de una reverencia a la vida
espiritual posterior. Los turcos, por ejemplo, desprecian tanto
al número 13 que prácticamente fue expulsado de su
vocabulario.Otras fuentes especulan con que el número 13
puede haber sido vivificado a propósito por las religiones
patriarcales en los días tempranos de la
civilización occidental, debido a que representaba la
feminidad. El 13 ha sido reverenciado en las culturas
prehistóricas de adoración de la diosa, se dice,
debido a que corresponde al número de ciclos lunares
(menstruales) en un año (13 x 28 = 364 días). La
"Madre Tierra de
Laussel", por ejemplo –una talla de 27.000 años de
antigüedad encontrada cerca de las cuevas de Lascaux en
Francia, a la
que a menudo se cita como un ícono de la espiritualidad
matriarcal- representa una figura femenina sosteniendo un cuerno
con forma de cuarto creciente que tiene trece muescas. Una vez
que el calendario solar triunfó sobre el lunar con el
ascenso de la civilización dominada por los hombres,
éste fue sometido. Lo mismo habría ocurrido con el
número 12 por sobre el 13, de ahí en más
considerado anatema. Sea por la razón que fuere, quienes
padecen esta fobia, muy común, sufren pánico frente
a conjuntos de
13 elementos, o ante la vista del número 13. Evitan
pronunciarlo y a veces se refieren al 13 como 12 + 1. A lo largo
de la historia, numerosos famosos han padecido triscadecafobia,
entre quienes se puede nombrar al compositor Arnold Schoemberg,
Adolf Hitler, el
compositor y cantante norteamericano John Mayer y el compositor
español
Joaquín
Sabina, quien en su álbum Alivio de Luto no
incluyó la pista 13, sino que la reemplaza por un
"+uno".Existen otras fobias relacionadas con los números,
como ser la tetrafobia, la octofobia y la
hexakosioihexekontahexafobia.

*Tropofobia:Miedo a mudarse o a
hacer cambios.Quienes padecen de esta fobia temen cambiar de casa
o hacer cambios importantes en su entorno. Si bien las mudanzas
son para cualquier persona una fuente de estrés y pueden
crearle grandes preocupaciones, los tropofóbicos se apegan
irracionalmente a lo que consideran su lugar de pertenencia y
sufren mucho ante la posibilidad de tener que mudarse.

*Tuberculofobia:Miedo a la
tuberculosis.

*Uranofobia:Miedo al
paraíso.

*Urofobia:Miedo a la orina o bien a
orinarse.Quienes padecen esta fobia tienen miedo o una
incontrolable vergüenza a orinar, y esto puede incluso
conllevar problemas en
su vida familiar, debido a que les cuesta utilizar el lavabo que
saben compartido. Este problema puede tratarse, a menudo se lo
soluciona con terapia de choque, lo que expone súbitamente
al paciente al origen de sus miedos.

*Vacunafobia:Miedo a la
vacunación.

*Valonofobia:Miedo a los valones
(naturales de Valonia, región de
Bélgica).

*Venustrafobia:Miedo a las mujeres
hermosas. También se conoce como caliginefobia.Esta fobia
es padecida por hombres. Éstos pueden sufrir
escalofríos, taquicardia momentánea, temblor en las
piernas, sudoración de las manos y hasta tartamudez al
encontrarse en presencia de una mujer bella.Este
nuevo mal de muchos hombres salió a la luz luego de que
uno de los protagonistas de un reality show en la
televisión chilena confesara frente a las
cámaras que lo padecía. Previo a ese momento, a
muchos hombres les costaba asumir su temor a invitar a una chica
a salir por miedo a ser rechazados, y que las mujeres los ponen
nerviosos.Los psicólogos acuerdan que quienes padecen de
esta fobia probablemente hayan tenido una experiencia
traumática, como por ejemplo haber sido rechazados,
agredidos o vejados por una mujer hermosa. Esto provoca una
sensación de malestar general, debido a que el
fóbico asocia la experiencia pasada con todo aquello a lo
que le remite el recuerdo de esa situación. Este recuerdo
puede no ser consciente, es decir, que el hombre no
comprenda el por qué de su venustrafobia, pero se obliga a
mantenerse alejado de las mujeres bellas. Es una situación
bastante extraña pero que no pueden evitar pese a darse
cuenta de que sus temores son irracionales e infundados.Como para
otras fobias, el tratamiento consiste en enfrentar al
estímulo en forma progresiva, con apoyo de un
psicoterapeuta y en algunos casos medicamentos
–antidepresivos y otros- que se utilizan para tratar la
ansiedad.

*Verbofobia:Miedo a las palabras.
También se conoce como logofobia.

*Vestifobia:Miedo a la ropa o a
vestirse.

*Vicafobia:Miedo a las brujas y a la
brujería.

*Virginitifobia:Miedo a la
violación.De más está decir que una
violación real es una situación terrible y que
aterrorizaría a cualquier mujer que la padeciese. Incluso
la posibilidad de sufrir un ataque de esta categoría causa
temores a todas las mujeres, y estos miedos son perfectamente
naturales. La diferencia entre el miedo normal y el miedo de una
mujer que padece de virginitifobia es que esta última
tendrá miedo todo el tiempo, de día y de noche
pensará en la posibilidad de ser víctima de
violación, cualquier lugar le parece peligroso y se siente
permanentemente amenazada. De esta manera, la fobia puede afectar
su vida cotidiana, ya que puede rehusarse a salir con hombres o
incluso a salir de su casa, llegando a aislarse
socialmente.

*Vitricofobia:Miedo al
padrastro.

*Xantofobia:Miedo al color amarillo
o a la palabra "amarillo".

*Xenofobia:Miedo u odio a los
extranjeros, o bien a un sentimiento de odio, repugnancia u
hostilidad hacia los mismos.Este término no suele ser
utilizado como referencia a una fobia propiamente dicha, sino a
sentimientos negativos de rechazo, discriminación,
desconfianza, deshumanización y hostilidad en general
hacia los extranjeros. Existen tipos específicos de
xenofobia cuando el desprecio es hacia individuos de determinada
nacionalidad.
Así, se puede hablar de germanofobia, sinofobia,
francofobia, anglofobia, rusofobia, etc.La diferencia entre la
xenofobia y el racismo radica en que alguien de distinta raza no
necesariamente tiene diferente nacionalidad,
si bien en algunos contextos ambos términos han sido
usados indistintamente.Para la xenofobia existen dos objetos
principales: el primero es un grupo de población presente
en una sociedad al cual no se considera parte integrante de la
misma, a menudo se trata de inmigrantes recientes pero con
frecuencia la xenofobia se perpetúa por siglos. Esta forma
de xenofobia puede elicitar reacciones de hostilidad y violencia,
como puede ser la expulsión masiva de inmigrantes, o en
casos extremos, genocidio.La segunda forma de xenofobia es
cultural, y los objetos de esta fobia son los elementos
culturales considerados foráneos. Todas las culturas
están sometidas a la influencia externa, pero la xenofobia
cultural está a menudo localizada en una dirección determinada, por ejemplo, los
préstamos de palabras extranjeras en un lenguaje
nacional. Si bien esto raramente lleva a agresiones hacia las
personas, puede resultar en campañas políticas para
la purificación lingüística y cultural.Los efectos de
la xenofobia son analizados por muchos investigadores
sociobiológicos. Algunos lo ven como una respuesta
biológica innata por parte del organismo humano
evolucionado en la competencia intergrupal. De hecho, más
de doscientos experimentos
psicológico-sociales  han confirmado la
conexión íntima entre familiaridad y
afición.En los últimos años del siglo XX,
con la crisis
económica, la xenofobia se ha manifestado muy
agresivamente en toda sociedad y comunidad donde cohabitan
grupos
étnicos distintos, que no estén lo suficientemente
integrados en la comunidad autóctona. De esta manera, se
han multiplicado los actos xenófobos tales como pintadas,
folletos, campañas, discursos e
incluso actos de violencia como linchamientos y matanzas. La
xenofobia se basa en los prejuicios históricos,
religiosos, culturales, lingüísticos y nacionales
para justificar una total y obligatoria separación entre
los grupos, para de esa manera no perder "la propia identidad".
Además, existe un fuerte componente económico,
debido a que se rechaza a los inmigrantes viéndolos como
competidores por el empleo y otros
recursos. De esta
manera, los extranjeros suelen desempeñarse en empleos
precarios y mal pagos.A menudo, los propios medios de
comunicación transmiten al público la idea de
que las culturas extranjeras son "inconciliables" con la propia,
y esto contribuye a que sólo se acepte al extranjero
cuando éste se asimila a la cultura local, renunciando a
la propia.

*Xerofobia:Miedo a la
sequedad.Quienes padecen de esta fobia temen a la sequedad y la
aridez, especialmente a ciertos lugares como los
desiertos.

*Xilofobia:Miedo a los objetos de
madera.
*Xirofobia:Miedo a las navajas barberas.Quienes padecen de
esta fobia temen afeitarse (las mujeres temen rasurarse las
piernas o las axilas) con las navajas de afeitar. Tienen miedo de
cortarse o de lastimarse con el filo. En el caso de las mujeres
que padecen esta fobia, pueden evitar el contacto con las navajas
recurriendo a la cera de depilar, pero a los hombres, en cambio,
esta fobia les puede complicar su vida cotidiana.El origen de
esta fobia suele remitirse a un incidente en la infancia, un
corte profundo o una lastimadura manipulando navajas. Este
episodio puede haber resultado traumático y desde
entonces, la persona asocia las navajas con sentimientos
negativos de temor. Esta fobia se relaciona con la belonefobia,
que es el miedo a los objetos punzocortantes en general.
También, puede tener que ver con la hemofobia, que es el
miedo a la sangre.

*Zelofobia:Miedo a los celos.
Quienes padecen de esta fobia temen a los celos y a la envidia,
tanto a padecerlos como a ser víctima de estos
sentimientos.

*Zemifobia:Miedo a los
topos.

*Zoofobia:Miedo a los animales.Este
término puede utilizarse con dos sentidos. Por un lado, es
un término genérico para expresar la clase de fobia
específica donde el paciente teme a los animales, ya sea a
algunos en particular o bien a los animales no humanos en
general. Por otro lado, la zoofobia puede referirse al simple
disgusto o rechazo hacia los animales.Ejemplos de zoofobias
específicas podrían ser entomofobias (miedo a los
insectos), tales como la apifobia (miedo a las abejas),
aracnofobia (miedo a las arañas) o mirmecofobia (miedo a
las hormigas). También existe el miedo a los reptiles
(herpetofobia), o a las serpientes en particular (ofidiofobia).
Incluso hay personas que temen a los animales domésticos,
como el perro (cainofobia) o el gato (ailurofobia). Algunas
clases de zoofobia son temores extremos a animales que se sabe
pueden llegar a ser peligrosos, como los toros (taurofobia) o los
tiburones (selacofobia). Sin embargo, la zoofobia no debe ser
confundida con un miedo razonable a los animales peligrosos o
amenazadores, como un oso salvaje o una serpiente venenosa. Pero
también existen fobias a animales que se saben
inofensivos, como las gallinas (alektorofobia), los peces
(ictiofobia) o los topos (zemifobia). La zoofobia, como cualquier
trastorno de este tipo, puede causar diversos síntomas
propios de la ansiedad, tales como la taquicardia, la
sudoración de palmas, sequedad bucal, temblores, etc.
Incluso puede llegar a desembocar en ataques de pánico,
más allá de que el fóbico reconozca que sus
temores no tienen fundamento. Puede tratarse con terapias
cognitivo-conductuales usando métodos de
exposición y técnicas de manejo de
la ansiedad. En muchos casos, la medicación con
ansiolíticos o antidepresivos puede ser de ayuda,
especialmente en las instancias iniciales de una
terapia.

Fisiología, Psicología y Bioquímica
de las Fobias

El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en
personas como en animales, en el cerebro, concretamente en el
sistema límbico, que es el encargado de regular
las emociones, la
lucha, la huida y la evitación del dolor, y en general de
todas las funciones de
conservación del individuo y de la especie. Este sistema revisa de
manera constante (incluso durante el sueño) toda la
información que se recibe a través de los sentidos, y
lo hace mediante la estructura
llamada amígdala, que controla las emociones
básicas, como el miedo o el afecto, y se encarga de
localizar la fuente del peligro. Cuando la amígdala se
activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad, y
su respuesta puede ser la huida, la pelea o la rendición.
Recientemente se ha encontrado que la sensación de miedo
está mediada por la producción o actuación en la
amígdala cerebral de la hormona vasopresina mientras que
la sensación contraria lo está a la de la hormona
oxitocina, también en la amígdala. Es de destacar
que el etanol inhibe la producción de vasopresina. Es
interesante señalar que el miedo al daño
físico provoca la misma reacción que el temor a un
dolor psíquico.

La extirpación de la amígdala parece
eliminar el miedo en animales, pero tal cosa no sucede en humanos
(que a lo sumo, cambian su personalidad y
se hacen más calmados), en los que el mecanismo del miedo
y la agresividad es más complejo e interactúa con
la corteza cerebral y otras partes del sistema
límbico.

El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos:
se incrementa el metabolismo
celular, aumenta la presión
arterial, la glucosa en
sangre y la actividad cerebral, así como la
coagulación sanguínea. El sistema
inmunológico se detiene (al igual que toda función no
esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las
extremidades inferiores, en preparación para la huida) y
el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar
hormonas a las
células
(especialmente adrenalina). También se producen
importantes modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos
para mejorar la visión, dilatación de las pupilas
para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga y
los labios se estiran horizontalmente. Como el sistema
límbico fija su atención en el objeto amenazante,
los lóbulos frontales (encargados de cambiar la
atención consciente de una cosa a otra) se desactivan
parcialmente. Durante un ataque de pánico la
atención consciente queda fijada en el peligro, y si los
síntomas fisiológicos como el ritmo cardíaco
o la presión sanguínea son interpretados por el
sujeto como una confirmación de la realidad de la amenaza
se produce una retroalimentación del miedo, que impide una
ponderación del auténtico riesgo. Esto sucede,
especialmente, en el caso de las fobias: la atención del
fóbico es incapaz de prestar atención a otra cosa y
magnifica el peligro ante la incomprensión de los
presentes.

La consolidación en la memoria de un
episodio de miedo intenso (o de un trauma) no es inmediata.
Según los investigadores Min Zhuo, Bao Ming Li y Bong Kiun
Kaang la activación de los receptores NMDA (que son las
moléculas que reciben las señales
bioquímicas que provocan un efecto fisiológico
concreto)
provocan que en esos receptores se produzca una huella en las
células cerebrales. En concreto, sería la subunidad
molecular llamada NR2B la que serviría de marca de
memoria. En experimentos realizados con ratones, el bloqueo de la
NR2B en la corteza prefrontal produjo la desaparición de
la reacción a un miedo previamente
experimentado.

Tratamientos para
Fobias

Las terapias psicológicas que pueden ser
beneficiosas para las personas con una fobia son:
Desensibilización Sistemática, Medicamentos
ansiolíticos, La exposición graduada,
Psicoanálisis, Programación Neuro-Lingüística,
entre otros.

TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS

Son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso
central reduciendo la angustia y la ansiedad del paciente. Se
utilizan, por lo tanto, para tratar los síntomas de
nerviosismo, insomnio, ansiedad… La gran mayoría de
medicamentos usados con este fin son las denominadas
benzodiazepinas.

Betabloqueantes.

Aunque estos fármacos suelen usarse para tratar
la hipertensión arterial, en dosis bajas
controlan las repercusiones físicas de la ansiedad y
pueden ser tomados inmediatamente antes de encontrarse con la
gente o de hablar en público.

Antidepresivos.

Existe un tipo particular de antidepresivos, los
llamados "Inhibidores de la Mono Amino Oxidasa" (IMAO) que han
demostrado que reducen o incluso hacen desaparecer la ansiedad y
el pánico, aunque suele ser necesario que transcurran
varias semanas antes de que el tratamiento funcione. Sin embargo,
este tipo de fármacos presenta inconvenientes que pueden
llegar a ser importantes. Los IMAOs tienden a bajar la
presión arterial lo cual puede hacer que el que los toma
se sienta débil. Además, algunos alimentos
como algunos quesos, algunas cervezas y vinos tintos, productos
de la levadura, chocolate, habas y escabeches pueden dar lugar a
peligrosas reacciones hipertensivas, de forma que los pacientes
que tomen este tipo de fármacos deben llevar a cabo
estrictas dietas en las
que no figuren estos alimentos.

Existen en la actualidad algunas mejoras en los
inhibidores, llamados RIMAs (Inhibidores Reversibles de la Mono
Amino Oxidasa tipo A) que parecen no causar estas reacciones
adversas. Los antidepresivos clásicos no parecen funcionar
bien en la fobia social.

Sin embargo, los antidepresivos más recientes
(conocidos como ISRS – Inhibidores Selectivos de la
Recaptación de la Serotonina) han demostrado ser
útiles en el tratamiento de la fobia social, aunque pueden
dar lugar a dolores de cabeza y vértigo en las primeras
semanas de tratamiento. Con este tipo de antidepresivos usted
podrá comer lo que desee.

Tranquilizantes.

Fueron usados en el pasado fármacos como el
valium para tratamiento de cualquier tipo de ansiedad. Hoy en
día sabemos que son adictivos y que no ayudan a largo
plazo y que por tanto no deberían ser empleados en el
tratamiento de la fobia social

Existen actualmente muchos fármacos de
la familia de los ansiolíticos que se han demostrado
eficaces para el tratamiento de la fobia social, aunque muchos de
ellos cuentan con un gran inconveniente que son los efectos
secundarios que tienen. Nombraremos aquí, tres de los
más utilizados y cuyos efectos secundarios no revisten
demasiada importancia:

Prozac: es el fármaco más popular
de la historia
moderna, popularizado en estados
unidos como la "píldora de la felicidad", está
indicado para el tratamiento de las depresiones graves,
así como para el de la fobia social.

Hace cuatro años, el prozac, causó un
fuerte impacto en estados unidos. Diseñado originalmente
para tratar la depresión, los médicos vieron que
alteraba algunos rasgos de
la personalidad, como las
actitudes depresivas, la agresividad, la irritabilidad, y
desde luego, la timidez. La clave de tal "revolución"
estribaba en la acción específica de este
medicamento sobre dos neurotransmisores del cerebro,
la serotonina y la norepirefrina.

Estas sustancias las producen las neuronas para
transmitir los impulsos nerviosos, y forman parte de una gran
familia
química dentro del cerebro en la que se han catalogado
decenas de neurotransmisores que circulan dentro de nuestra
cabeza.

Hipérico: se trata de una especie de
"prozac" pero en versión natural y que por lo tanto cuenta
con menos efectos secundarios. Está de
moda en Alemania y ya se ha convertido en un símbolo
para la cultura naturista germana. Se trata de un extracto de una
planta milenaria, la hierva de san juan. Al igual que el prozac
está indicado para problemas depresivos y
fobias.

Seroxat: este medicamento ha sido muy comentado
en todos los
medios informativos durante la segunda mitad de 1998, siendo
catalogado en muchas ocasiones casi como una "Píldora
milagrosa contra la fobia". Su fórmula química original se
denomina "PAROXETINA" y es un inhibidor de recaptación de
serotonina (ISRS). Está indicado para combatir las
depresiones y timidez patológica o fobias
sociales.

Lo cierto es que se trata de un medicamento
comercializado en todo el mundo para tratar la depresión,
pero los psiquiatras del Reino unido han descubierto que es
efectivo para combatir la ansiedad y las fobias
sociales.

Los estudios realizados en 861 pacientes en todo el
mundo durante 40 semanas indicaban que aquellos que
ingerían 20 miligramos de paroxetina mejoraban
ostensiblemente de sus fobias sociales. El hecho de que la
paroxetina o seroxat se presentara como una solución para
la esta enfermedad mental, radica simplemente en que las personas
afectadas por fobia social, son tímidas por naturaleza,
por eso a veces se hace difícil distinguir dónde se
encuentra la línea que separa la timidez de la fobia
social.

Otros fármacos eficaces en el tratamiento de
fobias sociales son: TRANKIMAZIN – RIVOTRIL –
LEXATIN – TENORMIN… etc.

Los tratamientos
farmacológicos que acabamos de exponer, deben ser
administrados bajo supervisión
médica y nunca por propia iniciativa y en consecuencia sin
control.

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO

Debemos ponernos en contacto con un psicólogo que
nos ayude a seguir un tratamiento personalizado, en cualquier
caso la mejor terapia de este tipo a seguir es la llamada
cognitiva-conductual. Esta terapia consiste en la
exposición controlada a aquellas situaciones que causan
ansiedad y demás síntomas descritos. Con esto se
consigue que la ansiedad causada por las distintas situaciones,
vaya disminuyendo paulatinamente hasta llegar a un nivel
controlable por el paciente. El psicólogo enseña al
paciente unas técnicas basadas en habilidades sociales
para que este pueda controlar la ansiedad sin que lleguen a
aparecer los síntomas fisiológicos, una vez
conseguido esto a través de un proceso de meses de
tratamiento, el paciente podrá enfrentarse a aquellas
situaciones que antes creía no poder afrontar. Otras
terapias muy comunes y eficaces son la terapia de
exposición y cognitiva.

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