La obesidad en la adolescencia como manifestación vicaria de autonomía e independencia
Las etapas epigenéticas del desarrollo
psicosocial
La adolescencia: invención humana
La gordura como rebelión evolutiva, epigenética y
psicosocial
María Elena
En resumen
Bibliografía
Las teorías
de Erik H. Erikson revisitadas
El estudio del desarrollo
psicosocial que Erik Erikson propuso fundamenta muchos de los
conocimientos y estrategias de
terapia con los jóvenes que aún hoy se aplican
efectivamente en las ciencias del
comportamiento.
Las afamadas etapas de Erikson
Al igual que Jan Piaget lo
hiciera desde el punto de vista epistemológico, Erik
Erikson lo hizo desde el punto de vista epigenético,
cuando mantuvo que los niños
no sólo se desarrollan en un orden predeterminado, sino
que son moldeados por las influencias del entorno. En vez de
centrarse en el avance cognitivo que ocupara el pensamiento de
Piaget, o en el psicosexual, central a las teorías de
Freud. Erikson
permaneció interesado en el desarrollo psicológico
y social de los niños tratando de entender cómo
éstos interactúan entre sí y con su entorno,
y de cómo este proceso
determina últimamente el sentido de identidad
propia que, creemos, ser único a los miembros de nuestra
especie.
La
teoría
de Erikson
La teoría del
desarrollo psicosocial epigenético que Erikson
propusiera está dividida en ocho etapas distintas, cada
una con dos corolarios posibles.
Confianza básica
Las etapas
epigenéticas del desarrollo psicosocial
Erikson creyó, de manera correcta, que el
estudio de la infancia y la
niñez eran aspectos importantes para lograr entender el
crecimiento escalonado del desarrollo del ser humano. Como
psicoanalista que fuera, este argonauta de la mente,
aceptó muchas de las teorías freudianas, incluyendo
la existencia del ego, súper-ego y del id, y de la
relevancia de la sexualidad
infantil. Pero donde difirieran los dos teóricos
sería en que Erikson descartó la posición de
Freud de representar la
personalidad exclusivamente en base de la sexualidad y,
contrario a lo que Freud creyera, Erikson, asimismo,
profesó que la personalidad
continúa su evolución luego del quinto año de la
vida.
Todas las etapas de la teoría
epigenética, por Erikson propuesta, están
implícitamente presentes al nacer, pero, en formas
latentes. Éstas, más adelante, se despliegan de
acuerdo a un programa innato y
obedeciendo a las influencias y valores
imbuidos, procedentes del entorno. Cada etapa construye en la
previa y prepara el camino para las subsiguientes.
Para muchos, los principios que
Erikson enunciara son de la mayor importancia técnica
porque incluyeron información acerca de los individuos
"normales" y no simplemente acerca de los que son
neuróticos, ampliando el ámbito de la personalidad,
incorporando sociedad y
cultura para
definirla, en lugar de limitarse a la sexualidad.
"No llores. Lo que hiciste no fue nada
serio."
Según esta estructura
hipotética, la culminación exitosa de cada etapa da
lugar a una naturaleza
individual harmoniosa y conduce a interacciones adaptadoras con
quienes se vive. El fracaso, antes de completar con éxito
una etapa dada, puede resultar en una capacidad disminuida para
concluir las otras fases y, por lo tanto, dar nacimiento a un
individuo con
un sentido de identidad imprecisa. Sin embargo, sabemos que,
afortunadamente, estos defectos resultantes, cuando ocurren,
pueden ser resueltos, en tiempo debido,
por medio de la terapia psicoanalítica, como sabemos.
En seguida describimos las ocho etapas,
substituyendo, cuando creyéramos necesario, palabras
más acertadas para rendir la traducción del inglés
a nuestro idioma, con mayor precisión y sin el uso de
solecismos innecesarios.
I. Confianza básica frente a la
desconfianza.
Desde el nacimiento hasta la edad de un
año, los niños comienzan a desarrollar la capacidad
de confiar en los demás, basándose en la
consistencia de sus objetos nutritivos y protectores — roles
que, generalmente, ocupan los padres. Si esta confianza
básica evoluciona exitosamente, el niño desarrolla
un fondo de confidencia y seguridad hacia
el mundo que lo rodea, siendo capaz de sentirse protegido
aún cuando percibe cierta ansiedad. Fallo en la
compleción exitosa de esta etapa puede resultar en una
incapacidad para abandonarse a los demás, repercutiendo en
una aprehensión sospechosa hacia quienes se le acercan. Lo
que puede reflejar en sospechas e incertidumbres, y culminar en
una posición general de recelo hacia el mundo en que se
vive.
Página siguiente |