El pensamiento económico de José Martí: legado fundacional para la integración de América Latina
"…no logro hasta hoy encontrar en
América y en los cinco
siglos anteriores, un personaje más simultáneamente
descollante que Martí. No es una
montaña, es varias. Y la distancia lo dimensiona desde
cualquier ángulo[1]
Resumen
En la situación internacional actual,
en medio del auge globalizador neoliberal, cuando el casi eterno
convite desventajoso que el imperio norteamericano hace a la
América Latina se reitera
y amenaza a pesar del despertar de las fuerzas de izquierda en el
continente, es muy útil leer y volver a pensar a Martí.
Su pensamiento adquiere más
valor porque sus ideas
premonitorias se cumplieron en cuanto a la supeditación de
nuestras repúblicas a los Estados Unidos, después del
1898. Esa dependencia se agudizó a lo largo del siglo XX y
todavía es una fuerza extraña que nubla
el horizonte latinoamericano.
Para los cubanos tiene un enorme valor:
pero el pensamiento de Martí escapa de nuestras estrechas
fronteras nacionales y se ha convertido en un suceso de
trascendencia continental; es normal hoy escuchar sus ideas en
los discursos de los líderes
de esta región del mundo y sobre todo su pensamiento sobre
la independencia económica,
que para él también es la base de la independencia
política
El pensamiento económico del
Apóstol de la independencia de Cuba merece ser divulgado
intensamente porque es parte indisoluble del arsenal de ideas que
han creado desde Nuestra América sus pensadores más
destacados y tiene un enorme valor fundacional.
Palabras clave: soberanía,
liberalismo, independencia,
latinoamericanismo, martiano, imperialismo
Introducción
José Martí vio profundo en el
corazón de Nuestra
América, lo hizo con el afán de contribuir a su
libertad, grandeza y
prosperidad. Pensó la realidad latinoamericana desde
diferentes posiciones y concibió toda una doctrina
liberadora y desalienante que debía convertir a esta
región del mundo en una multitud de pueblos unidos en una
sola nación, rica de alma y abundante para todos en
cuanto a recursos y
oportunidades.
Martí no fue un economista, fue un
revolucionario, sus ideas sobre economía están
fundamentadas en la necesidad apremiante de dar a Latinoamérica vías
seguras y autónomas que garantizaran su desarrollo independiente y
para el bien de nuestros pueblos, alejada de la amenaza
imperialista que en la época de Martí estrenaba sus
armas
expansionistas.
Este peligro lo vio Martí en la
pujanza del imperio norteamericano y lo advirtió
tempranamente. La historia le ha dado con creces la
razón.
En este trabajo se pretende explicar
como Martí, desde su posición revolucionaria realiza
importantes observaciones sobre economía que en muchos casos
tienen hoy mucha vigencia. Sin duda alguna fue un hombre de su tiempo, un pensador culto y
profundamente comprometido, pero se proyectó mucho más
allá y nos legó ideas sumamente valiosas que no solo
sirven para ilustrar un pasado de glorias, sino que son armas
ideológicas para la lucha presente de los pueblos de Nuestra
América para su plena integración.
Desarrollo
El inolvidable poeta y novelista cubano
José Lezama Lima dijo refiriéndose al legado de
Martí, que: "Crecemos sobre una raíz precursora y
secular[2]La vida se encarga a diario de darle la
razón. El pensamiento del Apóstol es anticipatorio y en
sus reflexiones sobre economía en la evolución de su madurez
revolucionaria nos legó ideas que en su momento fueron
premonitorias, pero que hoy son realidades tangibles.
Martí no era un economista, fue un
revolucionario que convirtió la política en un arma de lucha para
lograr la independencia de Cuba como elemento imprescindible de
la "segunda independencia", sus análisis económicos
están implícitos en sus obras. Su pensamiento
económico está íntimamente relacionado a las
concepciones políticas. Conforme a su
esencia patriótica el pensamiento martiano en su asombrosa
integralidad es fecundo en cuanto a la preocupación por la
soberanía y la independencia política y
económica, como la única vía posible para
conquistar un desarrollo libre, capaz de resolver nuestros
problemas y
necesidades
El gran político e intelectual
revolucionario cubano Raúl Roa García
expresó:
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