Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La prevención del suicidio y la familia (página 2)



Partes: 1, 2

Los grupos de riesgo de suicidio son los siguientes:

  • 1) Los deprimidos.

  • 2) Los que han intentado el suicidio.

  • 3) Los que tienen ideas suicidas o amenazan con
    suicidarse.

  • 4) Los sobrevivientes.

  • 5) Los sujetos vulnerables en situación de
    crisis.(3)

Pasemos a describirlos someramente.

Los deprimidos.- La depresión es una enfermedad del
estado de ánimo, muy frecuente. Sus síntomas
más frecuentes son la tristeza, pocos deseos de hacer las
cosas, la falta de voluntad, los deseos de morir, las quejas
somáticas diversas, la ideación suicida, los actos
de suicidios y los trastornos del sueño, el apetito y el
descuido de los hábitos de aseo.

Algunas particularidades de los cuadros depresivos en los
adolescentes son las siguientes:

  • 1. Se manifiestan con más frecuencia
    irritables que tristes.

  • 2.  Las fluctuaciones del afecto y la labilidad son
    más frecuentes que en el adulto, quien tiene mayor
    uniformidad en sus expresiones anímicas.

  • 3.  Los adolescentes tienen la tendencia a presentar
    más frecuentemente exceso de sueño o
    hipersomnia que insomnio.

  • 4.  Tienen mayores posibilidades de manifestar quejas
    físicas al sentirse deprimidos.

  • 5.  Muestran episodios de violencia y conductas
    antisociales como manifestación de dicho trastorno
    anímico con más frecuencia que en el
    adulto.

  • 6.  Pueden asumir conductas de riesgo como abuso de
    alcohol y drogas, conducir vehículos a altas
    velocidades, sobrios o en estado de embriaguez.

  • 7.  Es de suma importancia el reconocimiento de la
    depresión en el adolescente, pues son más
    proclives a realizar intentos de suicidio que los adultos en
    condiciones similares.

En los ancianos, la depresión se manifiesta con algunas
particularidades. Paso a describirlas:

I. Depresión que se presenta como el envejecimiento
normal.

En este caso el anciano muestra disminución del
interés por las cosas que habitualmente lo despertaban, de
la vitalidad, de la voluntad; tendencia a revivir el pasado,
pérdida de peso, trastornos del sueño, algunas
quejas por falta de memoria, tiende al aislamiento y permanece la
mayor parte del tiempo en su habitación. (Para muchos este
cuadro es propio de la vejez y no una depresión
tratable.)

II. Depresión que se presenta como envejecimiento
anormal.

En el anciano aparecen diversos grados de
desorientación en lugar, en tiempo y con respecto a
sí mismo y a los demás: confunde a las personas
conocidas, es incapaz de reconocer lugares; aparece deterioro de
sus habilidades y costumbres, relajación esfinteriana,
esto es, se orina y defeca sin control alguno, trastornos de la
marcha que hacen pensar en una enfermedad cerebrovascular,
trastornos de conducta como negarse a ingerir alimentos, etc.
(Para muchos este cuadro es propio de una demencia con
carácter irreversible y no una depresión
tratable.)

III. Depresión que se presenta como una enfermedad
física, somática u orgánica.

El anciano se queja de múltiples síntomas
físicos, como dolores de espalda, en las piernas, en el
pecho, cefaleas. Puede quejarse también de molestias
digestivas como digestión lenta, acidez, plenitud
estomacal sin haber ingerido alimentos que lo justifiquen; tiende
a tomar laxantes, antiácidos y otros medicamentos para sus
molestias gastrointestinales; refiere pérdida de la
sensación del gusto, falta de apetito y disminución
del peso, problemas cardiovasculares como palpitaciones,
opresión, falta de aire, etcétera. (Para muchos
este cuadro es propio de alguna enfermedad del cuerpo y no una
depresión tratable.)

IV. Depresión que se presenta como una enfermedad
mental no depresiva.

El anciano se queja de que lo persiguen, que lo
vigilan, que le quieren matar, que todas las personas hablan de
él, y al preguntarle por que sucede todo eso responde que
lo merece por ser "el peor ser humano que hay en el mundo", "el
mayor de todos los pecadores" y otras expresiones similares que
tienen un trasfondo depresivo.

V. Depresión que se presenta como
enfermedad mental depresiva.

–Ánimo deprimido la mayor parte del día
durante todos los días.

–Marcada reducción del placer o el interés
en todas o la mayoría de las actividades diarias.

–Disminución de peso sin someterse a dieta o
ganancia de peso (del orden de un 5%).

–Insomnio o hipersomnia diarios.

–Agitación psíquica y motora o retardo
psicomotor.

–Fatiga o pérdida de energía
diariamente.

–Sentimientos de culpa inapropiados, que pueden conducir
a delirios de culpa.

–Disminución de la capacidad para pensar o
concentrarse e indecisión la mayor parte del
día.

–Pensamientos recurrentes de muerte o de suicidio.

Como se evidencia, no es conveniente atribuir cualquier
síntoma del anciano a su vejez, a los achaques de la
misma, a una demencia o a una enfermedad física, pues
puede ser la manifestación de una depresión
tratable y, por tanto, puede recuperar su vitalidad y el resto de
las funciones comprometidas. Si no se diagnostica adecuadamente,
se puede hacer crónica y en el peor de los casos, terminar
su vida con el suicidio.(4)(5)

II.- Los que han intentado el suicidio.

Según algunos estudios entre 1% a 2 % de
los que intentan el suicidio se suicidan durante el primer
año de haber realizado dicha tentativa de suicidio y entre
el 10% a 20% durante el resto de sus vidas.

III.- Los que tienen ideas suicidas o amenazan con
suicidarse.

Tener ideas suicidas no necesariamente conlleva riesgo de
cometer un suicidio, pues en múltiples investigaciones se
ha encontrado un grupo de individuos que durante sus vidas han
tenido este tipo de pensamientos y jamás han realizado una
autoagresión. Sin embargo, cuando la idea suicida se
presenta como un síntoma de una enfermedad mental con una
elevada tendencia suicida, con una frecuencia creciente, una
detallada planificación y en circunstancias que facilitan
que se lleve a cabo, el riesgo de cometer suicidio es muy
elevado.

IV.- Los sobrevivientes.

Se consideran sobrevivientes, aquellas personas muy vinculadas
afectivamente a una persona que fallece por suicidio, entre los
que se incluyen los familiares, amigos, compañeros e
incluso el médico, psiquiatra u otro terapeuta que la
asistía.

V.- Los sujetos vulnerables en situación de crisis.

Este grupo está conformado principalmente por los
enfermos mentales no deprimidos, entre los cuales se encuentran
los esquizofrénicos, los alcohólicos y otros
drogodependientes, los trastornos de ansiedad y de la
personalidad, los que padecen trastornos del impulso entre los
que sobresalen el juego patológico.

Se incluyen además aquellos individuos que padecen
enfermedades físicas terminales, malignas, dolorosas,
incapacitantes o discapacitantes que comprometen sustancialmente
la calidad de vida. Son vulnerables también determinados
grupos de individuos como las minorías étnicas, los
inmigrantes que no logran adaptarse al país receptor, los
desplazados, torturados, víctimas de la violencia en
cualquiera de sus manifestaciones.(6,7)

Cuando estos individuos se encuentran sometidos a
una situación conflictiva o a un evento significativo que
rebasa sus capacidades de resolución de problemas, pueden
emerger las tendencias suicidas.

Los sujetos de cualquier grupo de riesgo cuando
están en crisis pueden comunicar sus intenciones suicidas
de diversas maneras como por ejemplo:

  • Ha amenazado con suicidarse

  • Ha dicho que tiene deseo de matarse

  • Ha dicho que tiene deseos de morirse

  • Ha dicho que los demás se
    sentirían mejor si el no existiera.

  • Ha dicho que es mejor estar muerto que
    vivo

  • Ha dicho que tenía malas ideas

  • Ha dicho que ya no tendrán que seguir
    soportándolo

  • Ha dicho que no quiere seguir viviendo.

  • Ha dicho que para vivir así es
    preferible estar muerto

  • Ha dicho que ha pensado acabar con su
    vida

  • Ha dicho que quiere terminar de una vez por
    todas.

  • Ha dicho que la vida no es digna de ser
    vivida.

  • Ha dicho que no quiere seguir siendo una
    carga para los demás.

  • Ha dicho que la vida no valía la pena
    vivirla.

  • Ha dicho que quiere matarse.

  • Ha dicho que le gustaría dormirse y no
    despertar nunca mas

  • Ha dicho que esta cansado de la vida. ( 8,
    9)

Una vez conocidas algunas formas de la
comunicación suicida, los familiares deben conocer
aquellas situaciones que conllevan riesgo de suicidio para
incrementar el apoyo familiar durante las mismas.

Entre estas situaciones tenemos las
siguientes:

I.- En la infancia:

•Presenciar acontecimientos dolorosos
(violencia familiar)

•Ruptura familiar

•Muerte de ser querido que brindaba apoyo
emocional

•Convivir con un enfermo mental como
único pariente

•Llamadas de atención de
carácter humillante.

II.- En la adolescencia:

•Amores contrariados

•Malas relaciones con figuras significativas
(padre, madre o maestros)

•Excesivas expectativas de los progenitores
que sobrepasan las capacidades del adolescente

Embarazo no deseado

•Embarazo oculto

•Los periodos de exámenes

•Amigos con comportamiento suicida o que
aprueban la solución suicida

•Desengaños amorosos

•Fenómeno trajín

•Llamadas de atención de
carácter humillante

•Acoso o abuso sexual por parte de figuras
significativas

• Pérdida de figuras significativas
por separación, muerte o abandono

•Periodos de exámenes

•Períodos de adaptación a
regímenes militares e internados educacionales

Conciencia de enfermedad mental grave

III.- En la adultez

Desempleo (durante el primer
año)

•Esposa competitiva en determinadas culturas
machistas

•Escándalos sexuales en
personalidades públicas (políticos, religiosos,
etc)

•Quiebras financieras

•Hospitalización psiquiátrica
reciente

•Egreso hospitalario por enfermedad mental
grave

IV.- En la vejez

•Período inicial de la
institucionalización

•Viudez durante el primer año en el
hombre y durante el segundo año en la mujer

•Estar sometido a maltratos físicos y
psicológicos

•Enfermedades físicas que deterioran
el sueño (insomnio crónico)

•Asistencia a la pérdida de las
facultades mentales (10, 11, 12)

Ante cualquier sujeto perteneciente a uno de
los grupos de riesgo que se encuentre inmerso en una
situación de riesgo de cometer suicidio como las
señaladas con antelación se impone la
exploración exhaustiva de la ideación
suicida

Formas de abordar el tema

Primera variante. Se le puede decir lo siguiente
al miembro de la familia que se supone en peligro: "Evidentemente
tu no te sientes bien, me he dado cuenta de eso, y
desearía saber de qué forma has pensado resolver tu
situación actual". En esta variante se realiza una
pregunta abierta para que el familiar pueda expresar sus
pensamientos y así poder descubrir sus propósitos
suicidas.

Segunda variante. Se puede escoger un
síntoma de los que más moleste al familiar y
apoyándose en él, indagar sobre la presencia de
ideas suicidas, como por ejemplo: "Me dices que apenas duermes y
yo sé que cuando eso ocurre le vienen a uno a la cabeza
muchos pensamientos. ¿Podrías decirme en qué
piensas cuando estás insomne?"

Tercera variante. Se puede abordar al sujeto de
la siguiente manera: "Durante todo este tiempo que te has sentido
tan mal, ¿has tenido pensamientos malos?". En esta
modalidad la idea suicida se hace sinónimo de pensamientos
malos, aunque también se le puede calificar de ideas
desagradables, barrenillos, pensamientos raros, etc. Si la
respuesta es afirmativa, se debe preguntar cuáles son esos
malos pensamientos, pues pueden ser temores infundados, miedo a
enfermedades, a que le den una mala noticia, etc. y no
necesariamente ideas suicidas.

Cuarta variante. Se le puede preguntar
directamente al familiar si ha pensado matarse, lo que
haría como se ejemplifica: "¿Has pensado en matarte
por todo lo que te ocurre?; ¿has pensado suicidarte?;
¿has pensado acabar con tu vida?".

Quinta variante. En ésta es fundamental
que ambos familiares conozcan algún caso de suicidio en la
familia, amigos o vecinos del individuo en riesgo, para abordarlo
como sigue: "¿Estás pensando solucionar tu problema
de la misma manera que lo hizo Fulano, quitándose la
vida?".

Una vez determinado si la persona tiene una idea
suicida, es aconsejable continuar profundizando, con esta
secuencia:

  • Pregunta: ¿Cómo ha pensado
    suicidarse?

Esta pregunta intenta descubrir el método
suicida. Cualquier método puede ser mortal. Se incrementa
el peligro suicida si está disponible y existe experiencia
familiar previa de suicidios con dicho método. Se
incrementa el peligro si se trata de repetidores que incrementan
la letalidad de los métodos utilizados para cometer
suicidio. Es de vital importancia en la prevención del
suicidio evitar la disponibilidad y el acceso a los
métodos mediante los cuales se pueda lesionar el
sujeto.

  • Pregunta: ¿Cuándo ha pensado
    suicidarse?

Esta pregunta no trata de averiguar una fecha
específica para cometer suicidio sino más bien
determinar si el adolescente está poniendo las cosas en
orden, haciendo testamento, dejando notas de despedida, regalando
posesiones valiosas, si espera la ocurrencia de un hecho
significativo como la ruptura de una relación valiosa, la
muerte de un ser querido, etc. Permanecer a solas es el mejor
momento para cometer suicidio, por tanto, debe estar
acompañado hasta que el riesgo desaparezca.

  • Pregunta: ¿Dónde ha pensado
    suicidarse?

Mediante esta pregunta se intenta descubrir el
lugar en que se piensa realizar el acto suicida. Por lo general
los suicidios ocurren en los lugares frecuentados por el suicida,
principalmente el hogar y la escuela o casa de familiares y
amigos. Los lugares apartados y de difícil acceso, con
pocas probabilidades de ser descubierto, y los elegidos por otros
suicidas, conllevan un riesgo elevado.

  • Pregunta: ¿Por qué ha pensado
    suicidarse?

Con esta interrogante se pretende descubrir el
motivo por el cual se pretende realizar el acto suicida. Los
amores contrariados, la pérdida de una relación
valiosa, las dificultades académicas o las llamadas de
atención de carácter humillante se sitúan
entre los más frecuentes. Los motivos nunca deben ser
evaluados a través de la experiencia del familiar y
siempre considerarlos significativos para el suicida.

  • Pregunta: ¿Para qué ha pensado
    suicidarse?

Se intenta descubrir el significado del acto
suicida. El deseo de morir es el más peligroso pero no es
el único, pues pueden referirse otras como reclamar
atención, expresar rabia, manifestar a otros cuán
grande son los problemas, como una petición de ayuda, para
expresar frustración, para agredir a otros, etc.(2,3)

Mientras más preguntas respondan su
familiar eso significa que tiene un plan suicida y el riesgo de
cometer suicidio es muy elevado.

Se impone entonces la siguiente pregunta:

¿Qué debe hacer la familia cuando uno de sus
miembros tiene ideas suicidas?

Sugiero estas cuatro medidas:

  • 1. Nunca dejarlo a solas mientras su
    familiar tenga ideas de matarse

  • 2.  Evitar que su familiar tenga
    acceso a cualquier métodoque pueda ser utilizado para
    dañarse

  • 3.  Avisar a otros miembros de la
    familia para que contribuyan a la observación y apoyo
    emocional al familiar en crisis suicida.

  • 4.  Acercar a su familiar en crisis
    suicida a las fuentes de salud mental para recibir
    atención especializada

Recuerde:La crisis suicida dura horas,
días, raramente semanas, por lo que el objetivo
fundamental es mantener a su familiar con vida hasta llegar a
recibir atención especializada

Nunca olvide:El suicidio es una muerte
EVITABLE

Bibliografía

  • 1. Pérez Barrero SA; Sereno
    Batista A. Conocimientos de un grupo de adolescentes sobre la
    conducta suicida. Revista Internacional de Tanatología
    y Suicidio Vol 1.N° 2 Junio. 7-10. 2001.

  • 2. Perez Barrero SA. Psicoterapia para
    aprender a vivir.

Editorial Oriente. Santiago de Cuba. .2003

  • 3.  Pérez Barrero SA.- La
    adolescencia y el comportamiento suicida. Ediciones Bayamo.
    2002.

  • 4. Perez Barrero SA Manejo de la crisis
    suicida del adolescente BSCP Can Ped 2004;28-Nª
    1:79-89

  • 5. Pérez Barrero, SA.: El
    suicidio, comportamiento y prevención, Ed. Oriente,
    Santiago de Cuba, 1996.

  • 6. Pérez Barrero, SA Lo que usted
    debiera saber sobre… SUICIDIO, Imágenes
    Gráfica S.A., México DF. , 1999.

  • 7. Pérez Barrero, SA:
    Psicoterapia del comportamiento suicida, Ed. Hosp. Psiq.
    de

La Habana 2001

  • 8. Quinnet P. (1995). PPR. Haga una
    pregunta, salve una vida. Instituto Quinnet. USA

  • 9. Wasserman D (2001). Suicide- an
    unnecessary death. Edited by Martin Dunitz.

  • 10. WHO. Preventing suicide: a resource
    for primary health care workers. Geneva, 2000

  • 11. WHO. A resource for teachers and
    other school staff, Geneva, 2000

  • 12.  WHO. A resource for general
    physicians. Geneva, 2000

 

 

Autor:

Sergio A. Pérez Barrero

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter