- Descubrimientos
Arqueológicos - ¿Unificación de
Egipto? - Obras de
arte - ¿Quién habría
sido el Rey Escorpión? - Predecesor y
sucesores - La tumba
Introducción
Se dice que la existencia del Rey
Escorpión quedó atestiguada por una lápida
descubierta por el arqueólogo Gunter Dreyer -a fin del s.
XIX-, donde se observa esculpido un escorpión
acompañado del halcón de Horus, que simbolizaba la
realeza egipcia.
El rey llamado Escorpión habría
inaugurado o continuado una tradición de realeza ya que la
unificación del Antiguo Egipto fue llevada a cabo con
posterioridad a Escorpión, aproximadamente hacia el año
3100 a.C., cuando el Alto Egipto conquistó al Bajo
Egipto.
Dentro de todo lo impreciso que son los
datos sobre el Rey
Escorpión, sobre el cual se duda hasta de su misma
existencia, la versión más popular y conocida sostiene
que habría vivido quizás hacia el año 3200 o 3300
a.C., y que habría conquistado militarmente la ciudad de
Hieracómpolis, la más importante del Alto Egipto,
transformándose en el unificador de éste.
Esta ciudad, fue nomo. Así se
conocía a cada subdivisión territorial del Antiguo
Egipto. En egipcio se decía sepat o hesp, cuyo traducción es superficie
cultivable del territorio. Hieracómpolis era el III nomo,
llamado Nejen, conocida en árabe como Kom
el-Ahman.
El nombre del Rey Escorpión
provendría de la resistencia que presenta el
escorpión a la sequedad del desierto, fuera de su letalidad,
lo que aludiría a las cualidades guerreras del
sujeto.
Descubrimientos
Arqueológicos
Se creía que tanto el Rey
Escorpión como otros tantos reyes de la época eran
personajes míticos, basándose en la dualidad hombre-animal
característica de la religión egipcia. La obviedad que
ofrece el caso del rey Escorpión ha sumido a este personaje
en el más absoluto misterio hasta que ciertas excavaciones,
llevadas a cabo en los desiertos del sur de Egipto,
proporcionaron evidencias de que esos
primeros gobernantes "predinásticos" fueron reales.La
antigua ciudad Abedju (en copto llamada Abot o
Ebot) fue un lugar de enterramiento, el más importante
de Egipto al inicio del período dinástico, dejando
huellas de asentamiento que se remontan hasta el Período
Predinástico de Nagada I. Fue también un centro
religioso muy venerado y concurrido, en el cual los llamados
"misterios de Osiris"
representaban la muerte y resurrección
conglomerando un sinfín de peregrinos.
En dicha ciudad Abedju, un arqueólogo
alemán llamado Gunter Dreyer descubrió tumbas de la
dinastía 0. Saqueadas en la antigüedad, llegó a
encontrar tumbas predinásticas, entre ellas la supuestamente
perteneciente al Rey Escorpión. Encontraron en un tumba un
cetro de marfil, indicación que se encontraban ante una
tumba real, datándose como el más antiguo de los
encontrados hasta el momento por la utilización del Carbono 14.Sería la tumba
de éste rey ya que en muchos objetos de alfarería
aparece dibujado un escorpión.
Es una tumba simple imitando un palacio. En
el piso de la cámara mortuoria encontraron piezas de marfil
y hueso, con sencillos dibujos y una escritura similar a los
jeroglíficos egipcios conocidos. Este arqueólogo
traduce dicha escritura, identificando formas de
contabilización muy antigua.A fines del S. XIX los
arqueólogos John y Deborah Darnell, hallaron una tablilla de
piedra que representaba una procesión y un gobernante que
regresaba a la ciudad de Abedju tras destronar al líder de Naqada. Otros
elementos como un halcón dibujado encima del escorpión
simboliza a Horus nos revela la verdadera historia del que fuera primer faraón de
Egipto. Un hombre con una vara junto a un ave de cuello largo que
lleva a una serpiente en el pico simboliza la victoria del orden
sobre el caos; un hombre cautivo con una cabello muy largo,
amarrado con una soga a la barba larga y blanca de otro hombre de
pelo corto continua con el desenlace de la victoria, y con la
supuesta ejecución del rey vencido. La cabeza de un toro
detrás del prisionero podría representar su
nombre.
En un templo de Hieracómpolis durante
la expedición 1987/1998 realizada por los arqueólogos
James Edward Quibell y Frederick William Green fue descubierta
una pieza clave, considerada una de las obras de arte más antiguas de Egipto.
Se trata de una cabeza de maza redondeada de piedra caliza de 25
cm. de alto con tres registros que, se cree,
representa el capítulo sobre la tentativa de unificar los
territorios del sur sobre los del delta y la inmediata organización del país,
aunque el llamado Rey Escorpión sólo ostente la corona
blanca (representación del alto Egipto). Sus dimensiones y
su decoración nos muestra que se trata de un
artefacto ritual y no una verdadera maza con las que los reyes
solían aplastar las cabezas de los enemigos; en definitiva,
es el símbolo más antiguo conservado hasta la
actualidad, perteneciente al poder real egipcio. Pertenece
a una época en la que la escritura era incipiente,
grabándose junto al rey un escorpión, a modo de
jeroglífico, que representaría el nombre del
faraón. En uno de los vasos dedicados por él en
Hieracómpolis, está acompañado del halcón
Horus, símbolo de la realeza egipcia, repitiéndose
nuevamente este binomio: escorpión-halcón.
¿Unificación de
Egipto?
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