Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Trascendencia y perspectiva del teletrabajo para el teletrabajador. Panorama en el derecho positivo cubano (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Las tecnologías de la información y la
comunicación están transformando profundamente
numerosos aspectos de la vida económica y social, como los
métodos y
relaciones de trabajo,
la
organización de las empresas, los
objetivos de
la
educación y la formación, y el modo en que las
personas se comunican entre sí. Asimismo, están
produciendo importantes incrementos en la productividad
industrial y en la calidad y
rendimiento de los servicios.

La sociedad de la
información no es la sociedad de un futuro lejano, sino
una realidad de la vida diaria, donde la gestión, la calidad y la velocidad de
la información se convierten en factor clave de la
competitividad.

Añade, también, una nueva dimensión
a la sociedad tal como la conocemos ahora, una dimensión
de importancia creciente. Nuestras economías están
pasando de la producción manual
estandarizada a productos y
servicios más diversificados, basados en el
conocimiento. Por esta razón, las TIC ofrecen
inmensas posibilidades para aumentar la productividad y los
salarios reales
y, con ello, para un crecimiento
económico fuerte y nuevos empleos, esto es del lado de
los beneficiados.

La importancia de la sociedad de la información
como fuerza
positiva de cambio integra
los siguientes elementos:

  • Infraestructuras. Imprescindibles para fomentar
    nuevos tipos de
    organización descentralizada del trabajo, como el
    teletrabajo.

  • Redes. En la medida en que las redes de telecomunicaciones hacen posible el
    intercambio, el acceso y la utilización de la
    información para los usuarios conectados a ellas,
    estas, son un medio indispensable para aumentar la
    productividad, la eficiencia y
    la calidad de los distintos servicios.

  • Servicios. Los servicios, es decir, las aplicaciones
    que se pongan a disposición de los usuarios a
    través de la red son el elemento
    esencial que influirá sobre la utilización de
    las TIC. El acceso a estos servicios (correo
    electrónico, acceso electrónico a la
    información, etc.) repercutirá en el desarrollo
    de servicios terciarios avanzados, como los servicios de
    teletrabajo, telecompra, teleconferencia, telemedicina, teleadministración, y
    otros como la teleformación.

  • Contenidos.Los contenidos son la información
    de base sobre la elaboración de los servicios. El
    desarrollo de los contenidos supondrá un impacto en
    muchos sectores como sectores localmente fuertes como el
    sector editorial, el sector cultural, el sector
    educativo-universitario, el sector del ocio, pero
    fundamentalmente en el sector audiovisual.

  • Sociedad. El impacto de las nuevas
    tecnologías de la comunicación y de la información
    se hará visible en múltiples
    ámbitos:

– Las PYMES: La
implantación de las TIC en las PYMES puede suponer un
aumento de la productividad y la competitividad de las
mismas.

– El empleo: La
principal repercusión de las TIC en referencia al empleo
es la reestructuración radical de los puestos de trabajo y
el mundo laboral. Los
efectos positivos de la sociedad de la información sobre
el empleo no se limitarán a sectores con ella relacionados
y a las TIC, sino que también dará lugar a la
creación de empleos y a un mayor nivel de bienestar en el
resto de la economía.

Por otro lado, el mercado laboral
se inclina por el trabajo en
casa: con la computadora
personal
conectada al sistema de la
oficina, es
posible cumplir con gran parte de las obligaciones
desde la propia casa. La introducción del teletrabajo,
telenetworking o telework, en Europa,
telecommuting en los EEUU, implica una serie de cambios en el
entorno laboral. El término tele-trabajo a menudo se
interpreta simplemente como "trabajo en casa". Sin embargo, hay
más formas de aplicación del teletrabajo. En
cualquier caso, el elemento común al concepto del
teletrabajo no es la casa, sino el uso de ordenadores y
telecomunicaciones para cambiar la modalidad y el ámbito
laboral.

El teletrabajo aparece a fines de este siglo como una
nueva forma flexible de organización del trabajo aplicado a
multitud de actividades laborales, lo cual implica que el
trabajador (teletrabajador o ciberworker) preste sus servicios
fuera del entorno empresarial tradicional del empleador. El
teletrabajador tiene menor número de horas de presencia
física
dentro de la empresa que
fuera. Esto no implica necesariamente y en todos los casos que el
teletrabajador trabaje fuera la jornada completa, muchas veces
puede ser mitad y mitad. Para el caso, es teletrabajador quien
utiliza equipos electrónicos para procesar y cambiar
información o documentos y las
telecomunicaciones para mantener el contacto con la empresa o
empresas para la o las que trabaja.

Las computadoras y
los avances en telecomunicaciones e informática, permiten que mucha gente pueda
cumplir con sus obligaciones laborales casi sin moverse de su
casa, o desde cualquier rincón del planeta: sólo se
necesita una computadora
estándar, un módem y una línea
telefónica.

Este «trabajo a distancia» o tele-trabajo
está desarrollándose en todo el mundo y promete
cambiar costumbres y estilos de vida. Esta modalidad de trabajo
modificará sin duda la estructura
misma de la relación laboral y de la organización
empresaria. En EEUU (más de 8 millones) y Europa
(más de 2 millones) los teletrabajadores ya son un
pequeño ejército imparable que avanza utilizando
las nuevas tecnologías como herramientas
de trabajo.

En América
Latina no hay cifras ni datos
estadísticos que nos permitan hablar de cantidad de
teletrabajadores y recursos
disponibles. Sin embargo, es sabido que ya existen numerosos
casos de teletrabajadores por cuenta propia y numerosas
experiencias desarrolladas en empresas, sobre todo
multinacionales que aplican teletrabajo como política. Podemos
citar casos como la petroquímica Dow, Laboratorios Roche, IBM o
la alemana Siemmens, entre otras.

A consideración de algunos, como salida a los
tiempos de crisis, el
teletrabajo presenta oportunidades únicas de
vinculación internacional, ya que permite exportar
trabajo, sin "exportar" a las personas que realizan ese trabajo,
con las consiguientes problemáticas del desarraigo y la
ilegalidad, sin mencionar la pérdida de personal altamente
calificado que emigra en busca de mejores
oportunidades.

El primer paso para explicar el Teletrabajo es
definirlo, y esto es más difícil de lo que parece.
La mayoría de la gente entiende que la palabra implica
trabajo a distancia, pero esto, evidentemente, no es todo. La
dificultad estriba en la falta de una definición
generalmente aceptada. Por un lado, la palabra es utilizada como
significados ligeramente diferentes y, por otro, términos
con significados muy similares al del Teletrabajo son de uso
común. Así, si se examina la literatura sobre el tema, se
puede comprobar que, además de Teletrabajo, se utilizan
términos como Teledesplazamiento (telecommuting), Trabajo
en Red (networking), Trabajo a Distancia (remote working),
Trabajo Flexible (flexible working), Trabajo en el Domicilio
(homeworking), Teletrabajo alternativo, Teletrabajo
móvil.

De forma sencilla se puede decir que el teletrabajo
abarca todas las actividades que pueden ser llevadas a cabo
remotamente fuera del lugar de trabajo habitual y que precisan
para ello del uso intensivo de tecnologías de la
información y la comunicación.

1.2- Criterios acerca de su
denominación.

Fenómenos como la automatización, la informatización,
la globalización económica y el
teletrabajo abren un nuevo período caracterizado por el
elevado nivel tecnológico y por provocar en el mundo
jurídico una necesidad de adaptación de los cambios
a la realidad laboral.

La Telecomunicación ha sido definida como: un
sistema de comunicación telegráfica,
telefónica o radiotelegráfica y demás
análogos, la Informática como: un conjunto de
conocimientos científicos y técnicas
que hacen posible el tratamiento automático de la
información por medio de ordenadores.

Tecnología, término general que
se aplica al proceso a
través del cual los seres humanos diseñan
herramientas y máquinas
para incrementar su control y su
comprensión del entorno material.

El teletrabajo se define en un informe de la
Comisión Europea
como aquel que designa aquellas
actividades ejercidas lejos de la sede de la empresa (se le
denomina también en ocasiones trabajo a distancia, a
través de la comunicación diferida o directa por
medio de las nuevas tecnologías).

Según Francisco Antonio Rodríguez
Santana
una definición más prolija sería
la siguiente: es una forma flexible de trabajo, que consiste en
el desempeño de la actividad profesional sin
la presencia física del trabajador en la empresa durante
una parte importante de su horario laboral. Engloba una amplia
gama de actividades (Tratamiento, transmisión y
acumulación de información; gestión de
recursos; ventas y
operaciones
comerciales; consultoría y auditoría; diseño,
traducción, etc.) y puede realizarse a
tiempo
completo o parcial.

La actividad profesional en el teletrabajo implica el
uso frecuente de métodos de procesamiento
electrónico de información, y el uso permanente de
algún medio de telecomunicación para el contacto
entre el trabajador y la empresa.

Ortiz Chaparro lo define diciendo que
"teletrabajo es trabajo a distancia, utilizando las
telecomunicaciones y por cuenta ajena".

Francisco Antonio Rodríguez Santana lo
define como "actividad laboral, generalmente en el sector
servicios, por cuenta propia o ajena, que se lleva a cabo fuera
del centro de trabajo habitual, utilizando las tecnologías
de la información y las telecomunicaciones".

El Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo
firmado en Bruselas el 16 de Julio de 2002 lo define diciendo que
"es una forma de organización y/o realización del
trabajo, utilizando las tecnologías de la
información en el marco de un contrato o de una
relación de trabajo, en la cual un trabajo que
podría ser realizado igualmente en los locales de la
empresa se efectúa fuera de estos locales de forma
regular".

Distintos criterios de autores latinoamericanos
lo han definido en esencia como: Trabajo a distancia mediante el
uso de telecomunicaciones.

Jack Nilles, en 1994 lo define como la
sustitución de los desplazamientos relacionados con el
trabajo con las tecnologías de información. El
diferencial entre los términos telecommuting y telework lo
marcan el desplazamiento del trabajo hacia los trabajadores y la
sustitución del los desplazamientos por las TI.

Craipeau y Marot (1984) delimitan el concepto de
teletrabajo bajo términos de trabajo a distancia y
tecnologías de información. Su concepción es
considerada amplia aunque, sin embargo, añaden el uso
intensivo de la tecnología para
acotar su definición. Con ello, los autores enmarcan el
trabajo a distancia con una dependencia a las tecnologías
de información de forma directa.

Para Olson y Prims (1984) el teletrabajo derivado
del telecommuting se refiere a la sustitución del
desplazamiento físico al trabajo por las
telecomunicaciones. Mientras que Berch (1985) considera
más apropiado el término out work para referirse al
trabajo realizado en el exterior, Berch considera que el
telecommuting asigna al concepto la virtud de sustitución
de desplazamientos por lo que su concepción es más
neutral, de esta manera su definición se enmarca como
trabajo externo realizado por medio de la TI.

El foro europeo del teletrabajo, a través
de su presidente Eduardo Barrera (1995) ha manifestado que
la definición preferida por este organismo es la planteada
por Nilles, en la que se enmarca la posibilidad de enviar el
trabajo al trabajador en lugar de enviar al trabajador al
trabajo. Su postura se basa en que el esquema de teletrabajo
rompe con los conceptos tradicionales de hombre-lugar
de trabajo y lugar de trabajo-horario de trabajo, introduciendo
nuevos grados de libertad en
las organizaciones.

Como diferencial de otras formas de trabajo afines,
Molina (1995) señala como elemento central la
aportación de valor mediante
un uso intensivo de las tecnologías de
información.

Finalmente Francisco Antonio Rodríguez
Santana
precisa una definición concisa: Forma flexible
de organización laboral, que consiste en el
desempeño de la actividad profesional sin la presencia
física del trabajador en la empresa durante una parte
importante de su horario. Engloba una amplia gama de actividades
y puede realizarse a tiempo completo o parcial.

La actividad profesional en el teletrabajo, implica la
utilización frecuente de métodos de procesamiento
electrónicos de información y el uso permanente de
algún medio de comunicación para el contacto entre
el teletrabajador y la empresa.

El teletrabajo es la actividad profesional desarrollada
por personas teletrabajadores que no están presentes
físicamente en la empresa para la que trabajan. Esto exige
además de una cualificación profesional, un
dominio de las
nuevas tecnologías como el ordenador, el modem, el
Fax y el
teléfono, ya que estas serán sus
herramientas de trabajo.

1.3- Características e
importancia.

Las características que identifican el
teletrabajo son fundamentalmente dos: el lugar donde se trabaja y
la tecnología con la que se realiza el trabajo.

1.      LUGAR DE TRABAJO: El
lugar ha de ser parcialmente independiente de la ubicación
de la empresa, lo que permite que el trabajo se realice desde el
propio domicilio del trabajador, desde un centro próximo o
de forma independiente. Esto provoca una nueva división
del tiempo de trabajo entre la residencia familiar del
teletrabajador, las oficinas tradicionales situadas en el centro
de las ciudades y posibles centros de trabajo cercanos a las
residencias de los teletrabajadores, que se suelen denominar
"satellite office". Algunas
de las razones de estos centros son:

-         
La necesidad de compartir el costo de los
equipos necesarios para trabajar.

-         
Evitar la soledad del teletrabajador.

-         
Crear cultura de
empresa con estos encuentros.

La distribución del tiempo de trabajo
también es importante, pues para considerar que una
persona es
teletrabajador es necesario que pase una parte importante de su
jornada laboral fuera de su entorno habitual de
trabajo.

2.- Uso intensivo
de las tecnologías de la información y
comunicación

Es necesario que el teletrabajador emplee estas
tecnologías de forma habitual, lo que hace posible la
actividad, las cuales son: el teléfono, el fax, la
videoconferencia, el correo electrónico e Intranet.

Asociado al concepto de teletrabajo aparece la figura
del teletrabajador, que es quien desarrolla su actividad
profesional haciendo uso de servicios de teletrabajo.

La adopción
de técnicas de teletrabajo se puede realizar en dos
vertientes distintas: una de ellas consiste en que la
implantación del servicio de
teletrabajo en una determinada empresa se hace para uso interno,
considerándose como una evolución de su estructura organizativa. La
otra consiste en la promoción de nuevos servicios de
teletrabajo como oferta a
profesionales y a otras empresas, considerando dichos servicios
como nuevas oportunidades para hacer negocios.

EL teletrabajo como fenómeno
social
.

Como fenómeno social el teletrabajo está
incidiendo en múltiples factores:

-En la forma de planificar el desarrollo
económico.

-En los sistemas de
organización del trabajo en el marco de la
empresa.

-En las relaciones
laborales.

-En los hábitos y comportamientos de
vida.

En suma, el teletrabajo comporta una organización
flexible del trabajo en un lugar diferente del que ocupa la
organización con posibilidades varias según la
modalidad, abarca una pluralidad enorme de actividades laborales
y está abierto a distintos tipos de contrato por obra o
servicio, a tiempo parcial o completo, en nómina,
como colaborador o de forma independiente

Tipos de teletrabajo

Entre los diferentes tipos de teletrabajo podemos
encontrar los siguientes como los más
habituales:

-        
Teletrabajadores empresarios: Personas que empiezan su negocio en
el hogar hasta que pueden hacer frente a los gastos generales
de una oficina.

-        
Telecentros: Lugares a los que se desplazan los empleados a
trabajar con sus compañeros empleando las
telecomunicaciones.

-        
Telecabañas: Es un tipo especial de telecentro, denominado
así por su origen en aldeas rurales. Tiene su origen en
Escandinavia y se ha extendido a Irlanda, Francia, Gales
y Escocia.

-        
Teletrabajo en países terceros: Consiste en concentrar
diversas actividades para obtener una correcta combinación
de costos.

-     Teletrabajo
nómada: Se trata de trabajadores que necesitan viajar
constantemente y cuyo lugar de trabajo es el lugar en donde
están. Suelen ser vendedores o ingenieros de
servicios.

Las posibilidades son muy amplias y los campos donde
desarrollar esta modalidad creciente pueden ser: asesoría
laboral, física, jurídica, traducción,
consultoría, medicina,
enseñanza, trabajo de secretaría,
arquitectura,
edición, ingeniería, seguimiento de valores
bursátiles, vigilancia de bosques y medioambiente, entre
otros. Sin embargo, por ahora la mayor parte de los
teletrabajadores son profesionales independientes, contadores,
analistas de sistemas, periodistas, expertos en marketing,
diseñadores que decidieron manejar sus asuntos desde otro
ámbito laboral.

El teletrabajo requiere de un mínimo equipamiento
independientemente del tipo de actividad a la que deseemos
dedicarnos. Este equipamiento variará en función de
las necesidades de la actividad de que se vaya a desarrollar,
así como del lugar donde se vaya a teletrabajar: nuestra
casa, un telecentro o un teletrabajo móvil. Por lo que las
herramientas mínimas para teletrabajar son:

  • Computadora

  • Modem o dispositivo de comunicaciones

  • Teléfono y/o celular + fax

  • Software específico

  • Espacio propio

Existen diversas modalidades de teletrabajo ya
funcionando en los EEUU y Europa:

  • Teletrabajo en casa. Admite varios tipos:

1. Teletrabajadores empleados: El hogar como lugar de
trabajo estipulado en un contrato con el empleador.

2. Autoempleado o "freelance": Ofrece sus servicios
él mismo desde su propia casa.

3. Teletrabajadores "empresarios": Aquellos que inician
una aventura empresarial desde su propia casa.

  • Teletrabajo en Oficinas remotas:

1. Centros de Recursos Compartidos: Es un centro que
aglutina en un sólo edificio una serie de prácticas
relacionadas con el teletrabajo y organiza los recursos
humanos de la empresa para obtener mayor efectividad y
flexibilidad. Poseen gran equipamiento de tecnologías de
la información y tele-comunicaciones.

2. Telecentros u Oficinas Satélite: Son lugares
que, aunque distantes entre sí, trabajan conjuntamente en
un entorno dirigido. De este modo, una empresa puede
tener sus oficinas o departamentos en diferentes lugares, pero
trabajando conjuntamente (compartiendo recursos).

3. Telecottages: Un tipo especial de telecentro, pero
ubicado en zonas rurales. Su origen (escandinavo) fue el de
acercar las nuevas tecnologías y conocimientos a los
habitantes de áreas de difícil acceso a una serie
de oportunidades y conocimientos.

  • Televillage. Es un concepto que supone el combinar
    un estilo de
    vida en el campo con el acceso a las grandes redes de
    información. En este caso serían
    pequeños pueblos conectados en su totalidad a este
    tipo de redes. Como el caso de un pueblo en Virginia, EEUU:
    Blacksburg.

  • Teletrabajo Móvil. Se consideran aquellos
    trabajadores que desarrollan la mayor parte de su actividad
    en diferentes lugares (nómades). De hecho necesitan
    disponer de equipos fáciles de usar y
    transportar.

  • Teleredes de Pyme.
    Interconexión de Pymes a través de una red telemática. Desarrollo de una
    Intranet.

2.1- Análisis legislativo y valoración
crítica. Encuadramiento jurídico del
teletrabajo.

Lorenzo Gaeta nos dice que "cuando el
iuslaboralista se dispone a examinar los aspectos
jurídicos del teletrabajo corre el riesgo de sufrir
una profunda crisis de desaliento. Frente a las exigencias de una
innovación
tecnológica velocísima, advierte que las
respuestas de que dispone están ligadas a esquemas
desfasados, a modelos e
instituciones
más próximas a la época de la
industrialización que a la era de la sociedad terciarizada
basada en la informática".

Hasta el momento, las dificultades con el teletrabajo
son de carácter legal y político, no
tecnológicas. Los problemas
tecnológicos son más fáciles de resolver que
los legales y políticos. Una crítica a esta
modalidad laboral, suele ser la facilidad aparente de las
empresas para evadir las obligaciones fiscales. Pero para tener
las cuentas claras
con el fisco, hay que atender a que en el caso de un
teletrabajador empleado por una Empresa, sus obligaciones
serán las mismas que las de cualquier otro
trabajador.

En los demás casos, cuando el teletrabajador no
está empleado, es un autónomo o un profesional
independiente, y para todo eso ya existen leyes en cada
país, aunque necesiten retoques para
actualizarse.

De cualquier modo, el teletrabajo es una forma de
trabajo más y, por lo tanto, le son aplicables en
principio las leyes del trabajo ordinario. El escollo real
está en la ausencia de un marco legislativo global, la
normativa, de cara al teletrabajo, deberá ser
tras-nacional. Los teletrabajadores, con el uso de Internet (Red de redes
planetaria), realizan cada vez más fácilmente
tareas para Empresas de otros países. En Europa
concretamente, el 3º Congreso de la Unión
Europea (Noviembre de 1996) insistió en la necesidad
de la creación de un marco legal-laboral
europeo.

Ante la ausencia de una regulación legal
específica en el Derecho Español
los autores se han inclinado por subsumir esta figura dentro del
contrato de
trabajo a domicilio (respecto del teletrabajador por cuenta
ajena no del teletrabajador autónomo). Se entiende por
trabajo a domicilio en el Derecho Español "aquél
cuya prestación laboral se realiza en el domicilio del
trabajador o en el lugar libremente elegido por éste y sin
vigilancia del empresario
(art. 13.1 del Estatuto de los Trabajadores). No es la nota de la
voluntariedad y ajenidad lo que está en tela de juicio,
sino más bien la dependencia del empresario, puesto que el
trabajo a domicilio se realiza aparentemente sin la vigilancia
del empresario.

Sin embargo, Montoya Melgar o Sellas I
Benvigut
, entienden que no se trata tanto de la
desaparición de la nota de la dependencia, sino de su
debilitamiento por el hecho de que el trabajador no esté
físicamente en el centro del trabajo, matiz éste
último que no se dará en el sistema on line en
donde la conexión del ordenador del trabajador con el
ordenador central permitirá al empresario no solo vigilar
al trabajador sino incluso ir más allá de la
dependencia organizativa y directiva del propio empleador,
rozando los derechos derivados de la
propia intimidad e imagen del
empleado.

Si para Montoya Melgar la singularidad del trabajo a
domicilio justificaría su conceptuación como
contrato especial, nada impediría que la futura
regulación que se hiciera del teletrabajo (especie dentro
del género)
también lo fuera, como los derechos laborales y sociales
que del mismo se derivasen.

En cualquier caso, en el teletrabajo
genéricamente considerado se presenta un problema de
delimitación aplicativa del Derecho del
Trabajo ya que la prestación de servicios del
teletrabajador puede enmarcarse en distintas formas
jurídicas: contratos de obra
o arrendamiento
de servicios o contrato de trabajo. Y ello, porque la modalidad
del teletrabajo carece actualmente de homogeneidad en sus
distintas manifestaciones y, por tanto, en la
conceptuación de su respectivo régimen
jurídico.

La línea metodológica de
delimitación entre unas y otras fórmulas
contractuales será la utilizada por la doctrina y jurisprudencia
para prestaciones
de servicios similares atendiendo fundamentalmente a la nota de
la dependencia o subordinación.

Por todo ello, la técnica para dilucidar si una
modalidad concreta de teletrabajo puede o no ser incluida dentro
del ámbito del Derecho
Laboral será aquella que descanse en la
apreciación de la existencia o inexistencia de la nota de
la subordinación o dependencia. Se tratará, por
tanto, de efectuar una valoración conjunta y ponderada de
los datos más relevantes indicativos de tal
subordinación en un supuesto concreto de
teletrabajo. El sometimiento a las instrucciones del empresario
sobre el trabajo realizado y sus circunstancias, el control sobre
su realización efectiva y sobre la cantidad y calidad del
resultado, la no posibilidad por parte del teletrabajador de
rechazar el trabajo encomendado, son, entre otros, datos
significativos para decidir si un determinado teletrabajador
puede entenderse incluido "dentro del ámbito de
organización y dirección del empresario" que es la
exigencia establecida en el artículo 1.1 del Estatuto de
los Trabajadores para calificar como laboral una concreta
relación jurídica.

Claro está que en el caso del teletrabajo, el
ámbito físico en el que el empresario ejerza ese
poder
organizativo no podrá ser el normal o clásico
constituido por el centro de trabajo en sentido estricto, por lo
cual ese ámbito hay que entenderlo en un sentido
más amplio de carácter organizativo, como la
facultad de ordenar, dirigir y controlar la actividad de
teletrabajo realizada por el teletrabajador, los medios
utilizados, el contenido de la prestación y sus
resultados.

Aquellas personas que aún siendo teletrabajadores
no estén bajo la dirección u organización de
un empresario en el sentido expuesto, no podrán ser
consideradas como teletrabajadores amparados por el Derecho del
Trabajo y ello, desde las coordenadas legales, doctrinales y
jurisprudenciales utilizadas en la elaboración del
concepto básico y definitorio de la dependencia o
subordinación.

La técnica aplicable para la indagación y
determinación de la existencia o inexistencia de
relación jurídica laboral será, en
consecuencia, similar a la ya utilizada en otros supuestos de
frontera de
Derecho del Trabajo aún cuando la heterogeneidad de
fórmulas y variantes que se dan en el teletrabajo supongan
una dificultad añadida.

La Jurisprudencia española ha confirmado la
existencia de contrato de trabajo en los supuestos de teletrabajo
"on line" o interactivo en los que el trabajador opera sobre un
programa
informático proporcionado por el empresario, quedando de
propiedad de
éste los trabajos realizados. La sentencia del Tribunal
Supremo de 22 de Abril de 1996 efectúa las siguientes
consideraciones básicas:

1ª Frente a las notas típicas de una
relación arrendaticia de servicios concurren en la
relación jurídica de autos
elementos configuradores de la dependencia característica
del contrato de trabajo, tales como la concurrencia de una
estricta dirección de los trabajos informativos a realizar
a través de un programa informático confeccionado
por la empresa la que, a su vez, controlaba dichos trabajos
mediante comunicación directa, penalizando por otra parte,
el retraso o el incumplimiento del trabajo encomendado y
asignando zonas de actuación. Además el trabajo de
información encomendado queda en propiedad de la
empresa.

2ª Esta dependencia deducida de los anteriores
datos no exige ya la presencia física del trabajador en
las instalaciones empresariales con sujeción a un horario
determinado ni siquiera tampoco la exclusividad en la
prestación del trabajo encomendado.

3ª Desde esta perspectiva, y con base en la
presunción legal del art. 8.1 del Estatuto de los
Trabajadores, nos encontramos ante una relación laboral de
específicas características pero no desnaturalizada
en su esencia de prestación de trabajo por cuenta y bajo
dependencia ajena mediante el abono de una
retribución.

Con la sentencia comentada queda, por tanto, evidenciado
el reforzamiento de la nota de la dependencia como una nota
básica en la caracterización de la relación
laboral, así como la infinidad de matices que el
teletrabajo introduce en la delimitación de las
líneas fronterizas del Derecho del Trabajo.

Dada la expansión que el teletrabajo va a
experimentar en los próximos años, puede llegar a
introducir un nuevo replanteamiento del Derecho del Trabajo tanto
en los aspectos individuales (formalización del contrato,
salario, jornada,
tiempo de trabajo, prevención de riesgos
laborales, poder de dirección, privacidad y derecho a la
intimidad, continuidad y extinción de la relación
laboral) como en los colectivos (libertad sindical, negociación colectiva, derecho de huelga y de
adopción de medidas de conflicto
colectivo), sin olvidar tampoco la importante problemática
que irá surgiendo en la aplicación del sistema de
prestaciones sociales (subsidio de incapacidad temporal, subsidio
de maternidad y las distintas incapacidades).

Todas estas singularidades exigen una voluntad
legislativa tuitiva y clarificadora para la regulación de
estas nuevas prestaciones de servicios que están
apareciendo motivadas por las nuevas tecnologías de la
información y de las telecomunicaciones inductoras de
cambios espectaculares en el modo de prestar el trabajo.
Así, y en este sentido, el 16 de Julio en Bruselas, los
Agentes Sociales (CES, UNICE/UEAPME y CEEP) han firmado el
Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo.

Este Acuerdo Marco se comenzó a negociar en
Octubre de 2001, y ha sido el primero en reconocer la
obligatoriedad de su cumplimiento en todos los países de
la Unión Europea, a los que hay que agregar Noruega e
Islandia y se invita a su ratificación a los países
candidatos.

Las partes firmantes se han comprometido a su
aplicación en los países representados. Es
importante señalar que este Acuerdo no precisa ninguna
tramitación legislativa por parte de las instancias
comunitarias (ya que no ha de convertirse en Directiva) y, por
tanto, su vigencia comienza al día siguiente de la
firma.

El Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo
regula: la definición y campo de aplicación del
teletrabajo, el carácter voluntario, las condiciones de
empleo, la protección de datos, la vida privada, los
equipamientos, la salud y seguridad, la
organización del trabajo, la formación y los
derechos colectivos, así como la implementación y
seguimiento del mismo.

Una vez que la empresa procede a la implantación
del teletrabajo debe determinar el marco regulador bajo el que se
regirá. Se deben contemplar aspectos generales que deben
darse en una relación de teletrabajo. La
Legislación española no contempla de modo expreso
el teletrabajo, pero tampoco lo prohíbe.

En muchas empresas en las que se ha instalado el
teletrabajo, ejemplo de esto es "Mobility" e "IBM" más que
un contrato de trabajo se ha redactado un documento guía
en el que se recogen las normas de
funcionamiento para organizar su empleo y evitar problemas
durante el desarrollo de la experiencia.

Se pretende dejar claro desde el principio qué es
lo que la empresa espera del trabajador y que es lo que no se le
puede exigir.

La legislación contempla dos
posibilidades:

-El contrato laboral, con todo lo que implica la
sumisión tuitiva de los derechos de los
trabajadores,

-Y el arrendamiento de servicios, que permite
exteriorizarlos reduciendo los riesgos para la empresa que
controla.

El contrato de trabajo no sólo debe ser
supervisado por los jefes de los departamentos de personal, sino
por los sindicatos,
las inspecciones, técnicos, etc.

Estas guías o contratos no pueden abarcar todos
los temas, pero sí los problemas para el momento en que
puedan surgir. Se deben incluir algunos temas como:

-Comunicación con los trabajadores por parte de
la empresa.

Procedimientos y
normas a seguir.

-Horarios en los que el trabajador ha de estar
localizable por parte de le empresa.

-Frecuencias y lugares de las reuniones, así como
el horario.

-Días laborables y de vacaciones, jornadas de
seguimiento y de puesta en común.

2.3- Ventajas y desventajas; actualidad y
perspectivas del teletrabajo para el
teletrabajador.

2.3.1.- Ventajas del teletrabajo.

Las ventajas del teletrabajo son numerosas, no solamente
para el empleado, sino también para el empresario, los
autónomos o freelance, y el desarrollo de la
economía local.

Una de las grandes ventajas, es que rompe con las
barreras geográficas, con todos los beneficios que eso
conlleva en cuanto a la reducción de costos, ahorro de
tiempo y de consumo, e
incluso en beneficio de la sociedad gracias a la reducción
de tráfico y de contaminación.

El teletrabajo bien implementado puede suponer una gran
ventaja, no solo desde el punto de vista de la competitividad,
sino también de ahorro y aumento de la calidad del
producto y de
tareas para el teletrabajador.

La empresa podrá buscar al mejor para ejecutar un
trabajo y el trabajador prescindirá de las restricciones
horarias.

  • Ventajas para la empresa

– Reducción de ausentismo laboral.

– Mejor organización: permite una mayor
flexibilidad de reorganización laboral y ayuda a aumentar
la
motivación de los empleados y su productividad,
así como mejora el reclutamiento
y mantenimiento
de los recursos humanos

– Reducción de costos: ahorra costos de
infraestructura (no se requiere una oficina tan amplia ni tanto
material) y de desplazamientos entre otros.

– Ayuda a evadir problemas ajenos a la empresa:
problemas de tránsito, meteorológicos o de
infraestructura.

– Mejoras en la atención al
cliente.

  • Ventajas para el empleado

– Mejor calidad de
vida.

– Reducción del estrés

– Reducción de tiempo y costos de desplazamiento:
Esta es para muchas personas una de las mayores motivaciones para
optar por el teletrabajo.

– Mejores oportunidades laborales: al no existir
barreras geográficas el teletrabajador se enfrenta a un
mercado laboral mundial, dentro de sus posibilidades y
preferencias.

– Mejor equilibrio
trabajo-familia: permite
lograr un mejor equilibrio entre las horas dedicadas al trabajo y
a la
familia.

– Horarios flexibles: en el teletrabajo, muchas veces es
el teletrabajador quien gestiona su tiempo, pudiéndolo
combinar con otras actividades.

– Posibilidad de inserción laboral de
discapacitados.

  • Ventajas económicas y sociales

– Menos tráfico y contaminación, sobre
todo en áreas urbanas: al no ser necesario el
desplazamiento a la oficina, se reduce la
contaminación.

– Más oportunidades de trabajo: para la población desocupada, el teletrabajo se
presenta como una alternativa más, especialmente
interesante en áreas con alto índice de desempleo.

– Acceso al trabajo: se beneficiarán sobretodo
todas las personas con alguna problemática especial, como
por ejemplo, alguna discapacidad.

– Reducción de la contaminación, de
accidentes y
del impacto medioambiental.

– Nuevas oportunidades de zonas en depresión
económica.

– Eliminación de problemas de
despoblación.

2.3.2.- Desventajas del
teletrabajo

– Dificultad para la desconexión
psicológica del trabajo.

– Para muchas personas, resulta costoso comprarse una
computadora, un módem y un fax.

– Una mayor tendencia al aislamiento

– Una menor integración en la empresa, lo que provoca
la dificultad de controlar el trabajo.

– Desarraigo.

– Desinterés a la
sindicalización.

– No todas las actividades laborales se pueden adaptar a
esta nueva modalidad. Incluso aquellas que usted cree que se
podría hacer en su casa, quizá podría
realizarse mejor desde la oficina.

– Actividades que requieren creatividad y
la intervención de más gente, así como
aquellas que necesiten tareas en equipo, no son aconsejables para
el teletrabajo.

– En ventas o en algunos servicios a clientes es
incluso aconsejable tener espíritu de equipo y relaciones
fluídas.

Por otro lado, en la sociedad actual vivimos siempre
contrarreloj, atados a rutinas y obligaciones que ocupan casi la
totalidad del día.

Los horarios de trabajo suponen un obstáculo en
la conciliación de la vida familiar y laboral. En este
sentido, el teletrabajo se ofrece como una posibilidad de
integrar la dedicación laboral con las obligaciones
familiares. La experiencia de Telefónica I+D:

En una escala de 1 a 5,
los teletrabajadores valoraron con un 4,5 la adecuación
del teletrabajo a la vida personal (feb.2004)

– Estrés

Los cambios que se producen en la vida personal,
laboral, familiar y social del teletrabajador permiten que
éste se libere de tensiones que quizás tuviera
trabajando en el centro de trabajo convencional, (por ej. debidas
a desplazamientos a los centros de trabajo en zonas de alta
congestión de tráfico, atención de hijos pequeños o de
personas enfermas). La experiencia de Telefónica
I+D:

Un 67 % de los teletrabajadores considera que ha
disminuido su estrés. Un
5 % considera que ha aumentado.

– Jornada laboral

Dentro de las conclusiones habituales de los estudios
realizados sobre teletrabajadores, se observa una tendencia a
trabajar un mayor número de horas desde casa.
Aparentemente, este hecho iría en detrimento de la calidad
de vida del teletrabajador. Sin embargo, el empleado no siempre
considera que disminuye su calidad de vida.

En BT se ha observado, que a pesar de que un elevado
porcentaje de los teletrabajadores encuestados (68,5%) han
incrementado las horas de trabajo, esta situación no se
traduce en reducción de la calidad de vida. El ahorro de
tiempo dedicado al traslado al centro de trabajo desde el hogar,
parece compensar incluso las posibles horas extras.

La experiencia de Telefónica I+D:

Un 43% de los teletrabajadores considera que
ocasionalmente ha aumentado su jornada laboral. El resto
considera que no.

Ninguno considera que haya aumentado
habitualmente.

– Aislamiento

Otro aspecto a considerar en la calidad de vida del
teletrabajador es la sensación de aislamiento.

El esquema del teletrabajo a tiempo parcial, aumenta los
beneficios de estar en casa reduciendo sus
desventajas.

Un 76% de los teletrabajadores no se sienten aislados.
El resto sólo ocasionalmente.

– Integración laboral

Aparentemente, este hecho iría en detrimento de
la calidad de vida del teletrabajador. Sin embargo, el empleado
no siempre considera que disminuye su calidad de vida.

El teletrabajo desde casa o desde centros accesibles
permite incorporarse al mercado laboral a personas
discapacitadas, que no pueden desenvolverse con facilidad en los
centros de trabajo convencionales.

En el año 2003, la productividad de AT&T
asociada al teletrabajo ha supuesto casi 150 millones de
dólares de beneficios. Sus teletrabajadores consiguen una
hora productiva adicional cada día que trabajan en casa
(un 70% afirman que aprovechan las horas que ahorran en concepto
de transporte,
para trabajar).

  • Limitaciones del teletrabajo

Como cualquier otra aplicación en el campo de las
nuevas tecnologías, el teletrabajo tendrá éxito
siempre y cuando se aplique a ciertas circunstancias y de una
determinada forma.

No todo el mundo está preparado o posee un perfil
de teletrabajador. Ni la empresa ni el propio empleado deben
engañarse, sino conocer sus limitaciones.

El teletrabajo sitúa al trabajador en un entorno
en el que se hace indispensable un alto grado de motivación y responsabilidad. Además requiere un cierto
grado de especialización en la actividad que se
desarrolla.

El teletrabajador, por último es normalmente una
persona que acaba acostumbrándose a un ritmo y a una forma
de trabajo muy personal, diseñados por él
mismo.

Para el teletrabajo es necesario que tanto el jefe como
el empleado tengan una relación de trabajo adaptada a las
necesidades de esta nueva modalidad.

El jefe debe confiar en el empleado y él a su
vez, creer en la empresa y el proyecto.

Hasta ahora el trabajo tradicional se ha basado en una
relación más personal y un ambiente
laboral diferente.

La autonomía del trabajador contrasta con la
rigidez que normalmente caracteriza el trabajo en una empresa,
especialmente en el que al horario y distribución de
tareas se refiere.

2.3.3- Factibilidad o no
de inclusión en nuestra legislación.

Para analizar si sería factible o no incluir en
nuestra legislación al teletrabajo como una nueva forma de
trabajar, partiremos valorando la Ley Fundamental
de nuestra República, la Constitución en su artículo uno
donde se preceptúa que: "Cuba es un
Estado
socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado
con todos y para el bien de todos, como república unitaria
y democrática, para el disfrute de la libertad
política, la justicia
social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad
humana.

Del otro lado tendremos en cuenta las desventajas
más significativas del teletrabajo como son: el
aislamiento, el desinterés a la sindicalización y
el desarraigo, las cuales son totalmente incompatibles con los
principios
preceptuados en nuestra constitución, anteriormente
citados, ya que en nuestro país los trabajadores somos la
base de la sociedad socialista y la sindicalización es un
derecho alcanzado como logro y conquista de
nuestra Revolución, además de todos los
esfuerzos que hace nuestro gobierno por
luchar contra el desempleo y consecuentemente por la unidad de
los trabajadores.

No obstante debemos tener en cuenta lo que está
sucediendo en nuestro país con la educación, la cual
sin dudas es uno de los campos con más futuro en la red,
ya que con la tele- enseñanza, se han adquirido
experiencias positivas.

Pero además, los modernos sistemas de
videoconferencia permiten a los alumnos ver lo que está
ocurriendo en el aula, lo que permite desatar la
imaginación sobre las posibilidades futuras de este
sistema en cualquier tipo de enseñanza.

Mención aparte requiere le enseñanza de
idiomas, que encuentra en el teletrabajo una salida perfecta para
todos aquellos que pretenden enseñar, ya que la
transmisión de voz cada día se perfecciona
más y de hecho, en la actualidad es posible realizar
conversaciones en tiempo real, por tanto, es posible aprender y
practicar idiomas con facilidad.

Estas referencias nos dan la imagen de que en nuestro
país y en este sistema social es posible la
realización de este trabajo a distancia aunque con las
peculiaridades propias de nuestro sistema socialista, es decir,
realizarse no privatizadamente, sino de manera estatal con los
recursos que poseemos para el bienestar social y de forma tal que
los trabajadores que se encuentren involucrados en estas funciones no
acarreen con las desventajas de los teletrabajadores del sistema
capitalista, estimamos que principalmente la educación a
distancia que hoy se practica en el país es una forma
de trabajo a distancia con características propias y
siempre que el país continúe creciendo y
desarrollándose tecnológicamente podrá
continuar flexibilizando en algunos lugares o profesiones, pues
no se trata de lograr vigilancia en cuanto a la disciplina
laboral sino control del cumplimiento del trabajo.

Es importante reflejar los estudios que en nuestro
país al efecto se están realizando y poniendo en
práctica expuestos, en simposios internacionales
efectuados recientemente sobre el Teletrabajo con temas de
investigadores cubanos como:

  • Procedimiento de Prueba en Programación a Distancia.

  • Programación a distancia " Caso de la Prueba
    del camino básico "

  • Conceptos Tecnológicos asociados a la
    programación a distancia.

  • Conferencia Sistemas Automatizados de Monitoreo y
    Telecontrol.

  • Gestión de requerimientos para la
    programación a distancia.

  • La educación on-line en gesta.

  • Medios para el desarrollo de la educación a distancia en la
    superación empresarial.

  • Estrategia para el teletrabajo en Cuba. Condiciones
    y equipamiento.

2.4.- Actualidad y perspectivas del teletrabajo para
el teletrabajador.

La globalización ya no es noticia para nadie
medianamente informado. Las novedades científicas,
tecnológicas y comunicacionales se pueden consultar en una
bibliografía cada vez
más abundante sobre estos temas, y su impacto en la vida
de una parte de los seres humanos que viven en el siglo XXI,
pudiera expresarse en las bondades tecnológicas del correo
electrónico (E-Mail), Internet, la Telemática, la
economía de gastos y la rapidez, seguridad y abaratamiento
en el traslado de pasajeros y carga a nivel mundial entre
otros.

En su dimensión científico técnica
y económica, el mundo globalizado está logrando que
lo lejos se haga más cerca, lo demorado sea más
rápido, que lo invisible sea visible, que la
comunicación se realice en tiempo real, a pesar de las
grandes distancias y las diferencias de horario entre los puntos
más distantes del planeta y que todas estas posibilidades
se alcancen abaratando los costos.

Sin embargo, no todas estas ventajas están al
alcance de la humanidad, pues la impronta del mercado conduce a
la marginalidad a
todas aquellas personas, colectivos, naciones y regiones del
mundo que carezcan de los medios económicos para acceder a
la modernidad de era
de la informática y la digitalización.

El problema de la marginalidad es consustancial al
capitalismo,
pero la profundización que tiene lugar en el contexto de
globalización que realmente existe hoy, está
asociada al modelo
económico que ha estado acompañando a este proceso
en la mayor parte de los países del mundo, o sea, el
neoliberalismo. A pesar de esto, el neoliberalismo
es funcional al contenido capitalista de la
globalización actual.

El desarrollo económico, científico,
tecnológico y comunicacional alcanzado por la humanidad en
las últimas décadas, le permitió al capital llegar
hasta mercados muy
atractivos para obtener ganancia casi insondables sólo
medio siglo atrás, por lo que, rebasados ya los
obstáculos naturales para el desplazamiento su
desplazamiento, no se justificaba racionalidad alguna para
impidiera su acceso hacia estos destinos.

Según esta lógica,
en lo adelante, las políticas
económicas, las leyes nacionales e internacionales y los
sistemas sociales de todos los países deberían
abrirle estos espacios a las fuerzas del capital y del mercado en
vez de obstruírselo o regularlo. El modelo
económico más propenso a una política
aperturista y desreguladora de la economía que facilitara
al desplazamiento expedito del capital es el neoliberalismo y
esto explica su funcionalidad con la globalización que
realmente ha existido en las últimas dos
décadas.

Como consecuencia del binomio globalización y
neoliberalismo, el mundo ha girado más en torno a los
conceptos y prioridades del mercado, que en torno a los
principios de la cooperación mutuamente ventajosa. En
correspondencia con esto, la mayor parte de los países
-sobre todo del llamado Tercer Mundo- han asumido
políticas de privatización, apertura,
desregulación de la economía doméstica y de
las relaciones económicas internacionales nunca antes
visto.

La Unión Europea considera el teletrabajo como
fundamental para afrontar con éxito la sociedad global de
la información. Para ello está fomentando el
teletrabajo en casa y en oficinas satélite de manera que
no sea necesario desplazarse grandes distancias para acudir al
trabajo.

Desde estos lugares será posible conectarse
electrónicamente con cualquier entorno profesional
independientemente del sistema utilizado.

2.4.1.- El teletrabajo responde a una serie de
tendencias:

– Tendencias sociales: Mejoras tecnológicas,
importantes avances en las telecomunicaciones, mayor
sensibilización ante el empleo, globalización de la
economía, problemas medioambientales.

– Tendencias en el individuo:
Necesidad de flexibilidad, autoempleo.

– Tendencias de la empresa: Mayor complejidad,
dinamismo, competencia en el
entorno, necesidad de cambio.

Otro aspecto actual a tener en cuenta sobre el
teletrabajo es la posición que han adoptado los sindicatos
al respecto:

En los países donde esta más introducido
el teletrabajo la evolución en la posición de los
sindicatos ha sido patente. Ésta podría responder
al siguiente esquema:

Posición 1: Contraria al teletrabajo debido,
fundamentalmente, al riesgo de desarticulación de los
trabajadores y de precarización de las formas de
empleo.

Posición 2: De aproximación provocada por
la aceptación del teletrabajo por parte de los
trabajadores.

Posición 3: Constructiva de generación de
acuerdos que hagan viable la implantación de proyectos de
teletrabajo en las organizaciones.

Este esquema sólo ha llegado a la tercera etapa
en situaciones muy concretas pero, hoy por hoy, la mayoría
de los países se encuentra en alguna de las dos etapas
anteriores.

España estaría situada en un
escalón anterior en el que todavía no se han tomado
posiciones y en el que se estudia el teletrabajo para acercarse a
esa realidad antes de tomar posturas marcadas. Para los
sindicatos españoles, el teletrabajo es un hecho que
encierra en sí mismo una gran oportunidad y un gran
riesgo.

El riesgo para los sindicatos se deriva del hecho de que
su papel como representante de los trabajadores está muy
ligado a la capacidad para acceder a ellos. En la medida en que
los trabajadores se dispersan, la capacidad de convocatoria
disminuye y el riesgo de pérdida de posiciones es
evidente.

La oportunidad nace de la carencia de servicios
existentes para los tele-trabajadores. Los teleservicios son un
espacio que todavía no se ha ocupado y la posición
que tienen los sindicatos para cubrirla es buena por varias
razones:

Los sindicatos son organizaciones que agrupan los
intereses de los trabajadores de forma multisectorial. En este
sentido disponen de una experiencia y cuentan con unas
infraestructuras territoriales adecuadas a esta misión que
ya cumplen y que sería común para el caso de los
teletrabajadores.

Los sindicatos han desarrollado servicios profesionales
para los trabajadores y las empresas en las que trabajan en
varios campos y, especialmente, en el área formativa. Esto
hace que, además de la experiencia en uno de los factores
claves del teletrabajo, la formación, tengan una
estructura profesional ya operativa.

La posición de negociación que los
sindicatos tienen respecto a las empresas les sitúa como
interlocutores privilegiados de cara a la solicitud de servicios
de acompañamiento a los teletrabajadores.

La especialización del conocimiento
de los sindicatos en las áreas de prevención del
riesgo laboral y del marco legal socio-laboral les sitúa
en una posición excelente para liderar soluciones
adaptadas a los requerimientos de los teletrabajadores. La
extrajudialización de los conflictos que
parece la tendencia clara, tendrá ritmos muy distintos si
es liderada por los sindicatos o si no lo es.

La situación actual de desestructuración
del colectivo de autónomos unido al poder de
representación que tiene una organización sindical
abre una gran oportunidad de acceso a este grupo de
trabajadores que, con las tendencias actuales, parece que
está en aumento y con un aumento en el perfil de
cualificación. En la medida en que este colectivo
está incorporando el teletrabajo a sus actividades,
requerirá unos servicios específicos no cubiertos
actualmente.

No cabe duda de que estos factores son positivos, pero
no son suficientes. Para estar en situación de garantizar
tele-servicios, y crear el tele-sindicalismo,
se debe preservar un enfoque muy profesional que podría
chocar con posicionamientos políticos que, en determinado
momento, los sindicatos consideren conveniente tomar.

Hay temas de fondo que van a suscitar debates de largo
alcance tales como la incidencia del teletrabajo en el empleo o
en las condiciones laborales de los trabajadores. Ser capaz de
asumir que estamos ante una tendencia imparable y saltarse las
etapas que de forma natural han surgido en otros países
(oposición y espera), no es un reto
fácil.

El objetivo es
claro para todos: maximizar las potencialidades del teletrabajo y
minimizar los riesgos. Los caminos para intentar lograrlo son
muchos y, en ocasiones, serán divergentes.

SINDICATO COMISIONES OBRERAS. CCOO

Las acciones
realizadas por este sindicato en
relación al teletrabajo se han centrado fundamentalmente
en la creación de un grupo de trabajo ad hoc por la FEBA
(Federaciones de Banca y Ahorro y
de Seguros de
CCOO) y en el que han participado, junto a dirigentes federales,
sindicalistas de empresas de teletrabajo y dirigentes cuya
actividad sindical está vinculada a la empresa, que se
encuentra realizado en este momento un estudio a fondo sobre el
Teletrabajo como primera aproximación a este nuevo entorno
de trabajo.

La opinión del sindicato es que el trabajo
sindical en este campo esta en sus inicios y es difícil
avanzar, el problema que detectan fundamentalmente es que la
ausencia de un Convenio Estatal para este tipo de actividades, la
competencia
desleal basada en la desregularización, los bajos
costes y la precariedad es pagada exclusivamente por los
trabajadores del sector con pésimas condiciones de
trabajo, bajos salarios e inestabilidad en el empleo, mientras
que los empleadores mantienen una agresiva política
antisindical. Este conflicto de intereses esta bloqueando las
posibilidades de dar desde el sindicato una solución al
problema.

UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES. UGT

La posición del sindicato UGT en un reciente
comunicado elaborado por la Comisión Ejecutiva Federal
resume su postura en relación al teletrabajo.

Para el sindicato aunque el teletrabajo supone una nueva
fórmula de autoempleo o de crecimiento de trabajo
asalariado conlleva también problemas que para UGT hay que
resolver: la equiparación de los derechos de los
trabajadores a domicilio con los de sus compañeros que
trabajan en la sede de la empresa y la desprotección
social que sufren los teletrabajadores. Además, de la
necesaria regulación de condiciones de trabajo a
través de la negociación colectiva.

Para UGT, el teletrabajo, como fenómeno que se
encuentra en crecimiento, particularmente en las actividades y
profesiones que utilizan la información como elemento
fundamental. Pero en los sectores industriales, la
superespecialización ha generado un evidente proceso de
descentralización de etapas productivas,
segmentando la empresa matriz en una
multitud de empresas satélites
que desarrollan en su seno relaciones laborales basadas muchas de
ellas en la subcontratación y la precariedad.

UGT exige que se tengan en cuenta toda una serie de
factores a la hora de desarrollar esta nueva modalidad
laboral:

La voluntariedad de la persona para ser un
teletrabajador ( por ejemplo, por situación personal ); el
derecho a poder optar de nuevo y cuando lo desee a trabajar en el
lugar donde radique la empresa; la igualdad de
trato entre los trabajadores de la sede de la empresa y los
teletrabajadores; y el derecho de los teletrabajadores a la
formación y al desarrollo de su cualificación y
promoción, los límites a
la duración de la jornada laboral, los sistemas de
remuneración, la protección en materia de
seguridad y salud laboral, el derecho a la Seguridad
Social, etc.

El sindicato por todo ello pide, por un lado, la
delimitación exacta de este tipo de actividad y la
configuración de una representación sindical de
estos trabajadores en los comités de empresa, y, por otro,
adoptar las medidas necesarias para fomentar la
negociación colectiva como medio para fijarlas condiciones
de empleo de los trabajadores a domicilio.

Las acciones que está desarrollando hasta el
momento este sindicato se basan fundamentalmente en el estudio de
esta nueva modalidad de trabajo y la formación de los
trabajadores para el desarrollo de esta actividad.

NUEVOS EMPLEOS

El desarrollo de los empleos en relación con el
teletrabajo, girará en torno a tres conceptos
profesionales:

Profesiones nuevas, profesiones emergentes y profesiones
tradicionales o maduras.

Profesiones nuevas.

Son profesiones cuyo nivel de empleo no es
todavía significativo en el mercado, pero cuya demanda crece
a unos porcentajes muy altos; generalmente, se trata de
profesiones de cualificación media-alta, a nivel de
titulados superiores o medios, pero puede haber excepciones de
más bajo nivel. Se puede dar la circunstancia de que en
algunos mercados las nuevas profesiones pueden no existir
aún, bien por carencia de oferta, bien por carencias del
mercado, es decir, falta de demanda potencial.

En el entorno del teletrabajo estaríamos hablando
de profesiones relacionadas directamente con las
tecnologías de la información, así surgen
nuevas profesiones como moderador de conferencia
electrónica, teletrabajadores vinculados a
los proveedores de
Internet (servidores)
teletrabajadores para sistemas backup, en sistemas de seguridad y
encriptación, administradores de espacio en disco,
administradores de cuentas de usuarios. También otros como
el Sysop, moderador de charlas virtuales, el webmaster, el que
mantiene una página
web, diseñadores de páginas
web, etc

Profesiones emergentes.

Son profesiones conocidas, que están presentes en
el mercado desde hace tiempo y cuya demanda crece a ritmos
porcentuales superiores a la media. Ello sucede por que las
profesiones en cuestión han sabido innovar continuamente
sus contenidos, a fin de ser capaces de responder a los cambios y
a las necesidades de la sociedad.

Podemos poner como ejemplo a los
documentalistas
y demás especialistas a los que el
conocimiento de los mecanismos de un servidor abre la
posibilidad del teletrabajo para el mantenimiento de muchos
documentos, cuya puesta al día siempre es importante en
Internet, donde las páginas y las noticias se
vuelven obsoletas en muy poco tiempo, son profesionales que
verifican constantemente los enlaces, las fechas de
convalidación, etc.

También se encontrarían en este grupo de
profesiones emergentes los abogados, periodistas, ingenieros,
arquitectos, traductores, ilustradores, etc.

Profesiones tradicionales o maduras.

Son profesiones presentes en el mercado, en ocasiones
desde los orígenes de la sociedad organizada, cuya demanda
de empleo esta estancada o en retroceso, siempre respecto a la
evolución media del mercado de trabajo.

Este grupo es el que mas se esta desarrollando en estos
momentos dentro del concepto de teletrabajo, estamos hablando de
los trabajos relacionados con la
administración de empresa, asesores, administrativos,
secretarias, contables, comerciales, empleados de sector seguros,
etc que han encontrado un nuevo mercado de empleo a través
del teletrabajo.

Pero el desarrollo de las tecnologías de la
información no solamente ha supuesto la
incorporación de nuevas profesiones y el relanzamiento de
otras a través del teletrabajo, sino la posibilidad de
incorporar al empleo a sectores de la población hasta
ahora poco representados.

Estamos hablando de las mujeres, los discapacitados y la
población rural.

Los discapacitados

El teletrabajo aporta a la sociedad la posibilidad de
que a través de las tecnologías de la
información se produzca la inserción en el mercado
de trabajo de personas con algún tipo de
disminución física.

En un entorno donde ya no existen diferencias con el
resto de la población, porque se eliminan las barreras
físicas, y en el que las empresas se ahorran los costes
adicionales de adaptar el centro de trabajo a las limitaciones de
los minusválidos puede suponer el teletrabajo una nueva
vía de creación de empleo para este
colectivo.

Las mujeres

Otro de los sectores de la población que ha
sufrido una fuerte discriminación en su acceso al mercado de
trabajo, han sido las mujeres. Como en el caso anterior, la
eliminación de barreras físicas así como
fundamentalmente el nuevo concepto de flexibilidad en la
organización del trabajo que aporta esta nueva modalidad
de empleo, permite a la mujer acceder
al empleo con igualdad de oportunidades.

Son muchas las experiencias que se están
desarrollando de teletrabajo dirigidas a la mujer: Proyecto
Minerva, Proyecto Monalisa.

Los habitantes del medio rural

En los últimos años el medio rural
está sufriendo una profunda crisis estructural que pone en
peligro su futuro económico y el bienestar de sus
habitantes. Por otro lado, son muchas las personas que deciden
abandonar el entorno urbano para vivir en un entorno rural, donde
esperan que su calidad de vida se incremente.

Las nuevas formas de trabajo basadas en las modernas
tecnologías de la información, como el teletrabajo,
pueden facilitar este proceso de cambio en el mundo
rural.

El teletrabajo como alternativa.

Si algo busca la gente que se acerca al Teletrabajo, eso
es trabajo, simple y llanamente, al menos, en un alto porcentaje
que podríamos cuantificar en el 50 por ciento. Es cierto,
que para un 20 por ciento de los restantes, es un cambio en su
forma de vida, igual que para un 10 por ciento es una
obligación impuesta, pero para el 20 por ciento que falta,
el Teletrabajo es la diferencia entre trabajar o estar en
paro.

Cuando se habla de grupos de
difícil inserción laboral se intenta definir un
colectivo heterogéneo de personas que no tienen en
común, más qué, su dificultad para conseguir
un puesto de trabajo, ya sea por alguna discapacidad o por
pertenecer a alguno de los grupos históricamente
marginados del mercado laboral por su desalineación del
estándar clásico.

El Teletrabajo ha venido a romper con la dinámica estética de nuestro tiempo. Hombres y
mujeres convencidos que la apariencia es imprescindible para la
realización profesional, se afanan en cultivar sus cuerpos
y saquean sus cuentas corrientes para dotarse de un aspecto a
la carta de un
cirujano plástico
de moda.

Uno de los mayores enemigos del Teletrabajo es la
impersonalidad del trabajador, escondido tras sus propios
resultados y sometido a los cánones de la
productividad.

Pues gracias a esa misma independencia
entre trabajo y aspecto, muchas personas pueden lograr ser
considerados por su valor profesional, sin necesidad de someterse
a la humillación que muchas veces puede suponer la
comparación o la aplicación de determinados
criterios.

Quizá por esto a algunas personas no les gusta
nada y a otras, en cambio, les supone la única oportunidad
de coger el tren del trabajo, del desarrollo profesional,
compartido y simultáneo con tus propias circunstancias,
independientemente de que estas sean, familia, discapacidad,
alejamiento o marginación.

No es fácil, nadie puede decir que lo sea. Hoy
por hoy, en España,
con los actuales índices de formación empresarial,
es muy difícil convencer a un empresario de las ventajas
que puede reportarle la implementación del Teletrabajo. Da
igual el ahorro que suponga, da igual la independencia que
reporte, todo eso queda eclipsado ante la falta de vigilancia.
Parece que la única constatación posible de
productividad es la vigilancia visual del empleado.

Mal, muy mal estamos si lo único que piden los
empresarios para poner en marcha el Teletrabajo es un método
fiable de vigilancia. Alejados diametralmente de las
técnicas más productivas en gestión
empresarial, basadas en el trabajo por objetivos y que
permite que los empleados puedan aportar sus conocimientos y
saber hacer como mejor garantía, independientemente del
lugar en que vivan y de sus circunstancias personales.

Cabria preguntarse ¿es realmente el
Teletrabajo una alternativa de trabajo?
sinceramente y
basados en nuestra propia experiencia, podemos plantear tres
respuestas en función del demandante:

  • 1. Personas con un buen nivel de
    formación y capacitación profesional: son sin duda,
    los mejor situados para conseguir trabajar de esta forma, lo
    que ocurre, es que siguen dependiendo en gran medida, del
    sistema de gestión de la empresa para la que trabajen,
    pero el hecho de disponer de una profesión, te acerca
    mucho al Teletrabajo, ya que sólo se necesita una
    pequeña formación adaptativa.

  • 2.  Personas sin profesión definida con
    conocimientos someros de ofimática: en muchos casos, han sido
    víctimas de cursos intensivos que prometían
    como premio a la formación, una facilidad
    increíble para encontrar trabajo sencillo y desde
    casa. Lástima que eso de que te mandan textos para
    escribir o contabilidades sencillas para procesar no sea
    verdad; hace unos años, justamente por la carencia de
    sistemas mecanizados sí que existía este
    trabajo, pero actualmente, gracias al OCR y al abaratamiento
    de los ordenadores, unido al perfeccionamiento de los
    sistemas de dictado automático, no queda
    prácticamente más que alguna muestra
    testimonial.

  • 3.  Personas dispuestas a autoemplearse:
    según el único estudio serio conocido hasta la
    fecha en España, realizado por Redar a principios del
    2000, un elevado porcentaje de las personas que teletrabajan
    en España, cifrado en casi un 80%, lo hacen por cuenta
    propia, quiere eso decir que, lógicamente, la mejor
    forma de que te contraten como teletrabajador, es crearte tu
    propio puesto de trabajo. Para esto, la legislación
    española no es precisamente muy apropiada, ya que no
    existe un sistema de cotización progresiva, sino que
    existen unos mínimos imprescindibles para realizar
    cualquier actividad económica, y estos, hoy por hoy
    son muy altos. De tal forma que, hay que tener muy cubierta
    de pedidos la agenda para embarcarse en tal
    aventura.

  • 4.  Y visto lo visto, mejor sacar algunas
    conclusiones preliminares:

  • El Teletrabajo no es la solución al
    paro.

  • El Teletrabajo no es útil para todo el
    mundo.

  • El Teletrabajo requiere una formación
    profesional específica previa.

  • El Teletrabajo no va unido necesariamente a la
    informática e Internet.

  • En España es difícil teletrabajar,
    aunque no imposible.

  • El Teletrabajo no sirve como solución
    temporal.

  • El Teletrabajo requiere un nivel organizativo y de
    autogestión muy alto.

  • El Teletrabajo no puede venir impuesto.

Y algo mucho más importante, el Teletrabajo no se
encuentra en las ofertas serias de empleo, sencillamente porque
no existe. Podemos encontrar ofertas de trabajo que incluyan
entre sus condiciones o posibilidades la de ser realizado a
distancia, pero si buscamos Teletrabajo como tal, lo más
seguro, es que
caigamos en las redes peligrosas de esas verdaderas legiones de
generosas almas dispuestas a compartir su riqueza con nosotros, y
todo a cambio de una humilde cantidad de dinero, que
nunca he entendido muy bien para qué necesitan, si ellos
ya han ganado tanto.

2.4.2.- Valoración crítica del
teletrabajo.

Al trabajo con ordenador se destina hoy gran parte del
tiempo laboral. Sin embargo, las facilidades que genera el uso de
datos digitales implican para el trabajador nuevas cargas de
índole física y anímica. Esta actividad, que
el usuario lleva a cabo la mayor parte del tiempo sentado, puede
ocasionar daños en la columna vertebral y la musculatura,
además de producir una mala circulación
sanguínea, dolores de cabeza y trastornos de la
visión. Por otro lado, debido a que la comunicación
y colaboración entre colegas es poco frecuente, esta
situación puede implicar a largo plazo el aislamiento
social.

Los trabajos que se llevan a cabo con ordenador deben
cumplir determinadas exigencias de seguridad técnica y de
salud laboral. Un puesto informático correctamente
equipado debe constar de monitor (una
pantalla de tamaño no inferior a 15 pulgadas, no
radiactiva, ni deslumbrante, centelleante o móvil), de
teclado y
ratón (orientado para su manejo, de forma
ergonómica y pulsación suave), y de software o hardware (orientados al
diálogo y
utilizados de forma satisfactoria). Es muy importante controlar
de forma regular la capacidad visual; por ello es conveniente
realizar un examen ocular antes de comenzar a trabajar y llevar a
cabo un reconocimiento cada cierto tiempo. La distancia correcta
entre la pantalla y el trabajador debe ser entre 45 y 60 cm. y
los contrastes del fondo del monitor deben ser óptimos
(sin sol, iluminación indirecta de la
habitación o del techo), mostrando una densidad de
luz regulable
que evite reflejos y reflexiones. Una mala iluminación
puede provocar malestares físicos, como dolores musculares
y de espalda, excesivo cansancio de los ojos y otros.

Según un decreto de la Unión Europea sobre
seguridad y protección de la salud ante el trabajo con
ordenadores, aprobado el 21 de agosto de 1997, las empresas de
más de diez trabajadores deben cumplir una serie de
normativas que hacen referencia al lugar de trabajo (mesa, silla,
superficie de trabajo), a las herramientas utilizadas (tipo de
monitor y tamaño del mismo, teclado, escabel, software),
al ambiente de trabajo (iluminación, acústica,
temperatura,
humedad del aire) y a la
propia habitación (superficie de movimiento,
altura de la habitación, contacto visual). En la
práctica son numerosas las empresas que ignoran esta
normativa debido a los costos que generaría su puesta en
práctica.

Principales dificultades en la implementación del
Teletrabajo.

El mercado laboral es aún demasiado rígido
y poco flexible, lo cual no favorece al teletrabajo, sino que
hace de su implementación concreta un proceso
innecesariamente lento y plagado de incertidumbre.

La mutación laboral provocada por el nuevo
sistema no sólo desemboca en cambios en el ritmo de vida
del trabajador, sino que se traduce en desarraigos masivos, en la
exclusión del mercado laboral tradicional de grandes masas
de trabajadores sin "flexibilidad digital".

Antes de la aparición del teletrabajo la palabra
multinacional o corporación equivalía a "grande",
pero con la creciente digitalización surgen las empresas
multinacionales compuestas por sólo unas diez personas.
Ahora se necesitan tres personas para operar estaciones de
trabajo que antes requerían una planta de más de un
centenar de empleados. Los excluidos de la planta, en la medida
en que no permanezcan en la situación de info-pobres y
decidan integrarse al teletrabajo, podrán proponer
diversos productos y servicios a través de Internet (solos
o asociados cooperativamente).

Muchos gobiernos aún no parecen contemplar esta
posibilidad laboral. Les parece (equivocadamente) una historia de ciencia
ficción, o un proyecto a muy largo plazo. Pero igual que
una multinacional ya no equivale a "grande", tampoco país
de avanzada equivale ya a "levantar una industria
costosa". El futuro es la información y la esencia del
desarrollo está dada por el poder del cerebro.
Lamentablemente, de parte de los trabajadores tradicionales,
existe una mentalidad muy arraigada (y poco creativa),
según la cual "hay que ir" al lugar de trabajo (ej.:
oficina). Al empleado tradicional le gusta sentirse arropado por
la Empresa: horario fijo, sueldo fijo y rutina de tareas para
toda la vida. Tal parece ser la perspectiva media de muchos
asalariados. Existe una resistencia muy
marcada al cambio, aún cuando sea para bien.

Sin embargo, hoy la adaptabilidad y la capacidad para
aprender cosas nuevas, son las virtudes más valiosas en un
trabajador. La flexibilidad laboral, tan necesaria para adaptarse
a la globalización del mercado de trabajo, debe realizarse
criteriosamente. De lo contrario, las conquistas sociales de los
trabajadores pueden peligrar seriamente ante el avance de los
nuevos sistemas. De hecho, hablamos concretamente de
tele-trabajo, y no de tele-esclavización. Muchas Empresas
bien podrían valerse de esta fórmula laboral para
ahorrar costos y conseguir trabajadores en condiciones
precarias.

Por otra parte, las Empresas que se resistan a la
informatización, y que no adopten los mecanismos de
teletrabajo, serán más vulnerables a la competencia
de otras Empresas con mejores precios y
mayor efectividad en la atención del cliente. Para las
Empresas y los trabajadores es todo un desafío, pues se
trata de implementar el teletrabajo como modalidad laboral, sin
que ello implique una pérdida de las responsabilidades de
la Empresa ante sus empleados, ni de éstos frente a sus
obligaciones con la Empresa.

Por otro lado Nicholas Negroponte culmina su
libro "Ser
Digital" con una decidida apuesta al optimismo, aún con
clara conciencia de que
todo legado de la ciencia
tiene su lado oscuro. La digitalización creciente de los
procesos de
producción y de los servicios conducen a la
exclusión del mercado laboral de amplias masas de
trabajadores. El "empleo vitalicio en una sola Empresa" ya ha
comenzado a desaparecer.

Lo que ha comenzado a desarrollarse velozmente es una
transformación radical de la naturaleza de
nuestros mercados de trabajo: por un lado, cada vez más
trabajamos menos con átomos y más con bits y, por
otro lado, en la medida en que esos bits corren por la autopista
informática (Internet), se produce un fenómeno
según el cual la masa laboral de 2.000.000 de
hindúes y de chinos, por ejemplo, ya comienzan a
conectarse (literalmente) y a digitalizarse: teletrabajan. Un
diseñador independiente (free lance), por ejemplo en Santa
Fe, compite con su contraparte en Madrid.

Las Empresas estadounidenses ya están recurriendo
a terceros en Rusia y en la
India, no
sólo para encontrar mano de obra más barata, sino
para asegurarse una fuerza laboral intelectual, altamente
capacitada y dispuesta a trabajar más duro, más
rápido y en forma más disciplinada. A medida que el
mundo de los negocios se globaliza e Internet crece, comenzamos a
observar un lugar de trabajo digital (teletrabajo) sin fisuras.
Los límites geopolíticos tan importantes aún
para la manipulación de "átomos" (agua mineral,
ropa, maquinaria, etc., etc. con su arancelamiento, tarifas,
aduanas,
etc.), casi no cuentan o cuentan cada vez menos para el almacenamiento y
manipulación de los "bits".

A medida que nos vamos moviendo hacia ese mundo
digitalizado, un importante sector de la población mundial
comienza a sentirse y verse excluido. Cuando un trabajador de la
industria siderúrgica, de cincuenta años de edad,
por ejemplo, pierde hoy su trabajo, muy probablemente no tiene, a
diferencia de su hijo de 24 años, flexibilidad digital
alguna. Es un analfabeto informático, lo que lo transforma
en un info-pobre, y como tal en alguien difícilmente
empleable.

Cuando una joven secretaria de hoy en día pierde
su trabajo, si por lo menos está familiarizada con el
mundo digital, tendrá habilidades transferibles y
aprovechables en otras actividades, es decir, tendrá
flexibilidad digital. Los bits no son comestibles y, por lo tanto
no pueden paliar el hambre de los desocupados en forma directa.
Las computadoras no tienen moral, y no
son capaces de resolver temas tan complejos como la falta de
empleo.

Los Gobiernos tienen la obligación por naturaleza
de moverse en esa dirección. Sin embargo, estar
digitalizados nos da muchos motivos para ser "optimistas". Casi
como una fuerza natural, la era digital no puede ser negada ni
detenida. Lo más racional es tratar de conocer sus
problemas actuales, los límites de lo que puede
modificarse y optimizarse, y en cómo lograrlo.

La tendencia a adaptar una nueva
tecnología a las estructuras
establecidas, en lugar de empezar desde cero, se ha documentado
en numerosas ocasiones. Es una de las razones por las que no se
produjeron las inmensas pérdidas de empleos
administrativos que se predecían a finales de la
década de 1970 y principios de la siguiente, cuando se
empezaron a utilizar los procesadores de
textos a gran escala.

Sin embargo, eso no es una razón para suponer que
las estructuras actuales permanecerán inalteradas. El
interés
industrial en nuevas formas de organización (tales como
nuevas estructuras de gestión, coordinación de actividades a larga
distancia mediante telecomunicaciones, teletrabajo y otras formas
de trabajo a distancia) indica la voluntad de plantearse
cambios.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter