Los vómitos del embarazo, los calentones de la menopausia y la hiperémesis gravídica
- ¿Por
qué, los vómitos del embarazo
perduran? - El
embarazo y sus "síntomas" - Los
vómitos, síntomas clásicos. - La
Naturaleza no falla. - Menopausia
- La
hiperémesis gravídica - Los
anancasmos - En
resumen - Bibliografía
En esta ponencia deseamos examinar algunos de los eventos que, por
lo general acompañan procesos que,
considerados normales en las vidas de las mujeres, resultan, en
algunos de los casos, en inconveniencias asociadas que les
obstaculizan sus vidas.
Las sanciones que fueran impuestas a nuestra Madre Eva, y que
sus hijas compartieran, por la transgresión de comer de
aquél fruto prohibido las visitarán para
siempre.
Los vómitos del
embarazo
Empezaremos con estos, porque para muchas mujeres son parte
esperada y consecuencia inevitable de salir en estado cuando
desempeñan la misión
exclusiva de reproducir y perpetuar nuestra especie.
¿Por
qué, los vómitos del embarazo
perduran?
La razón no existe, ya que no es comportamiento
universal, ni aparenta ser justificado por la razón de que
no confieren, a nuestro género,
ventajas adaptivas.
Ninguna otra especie los exhibe y, hasta donde conocemos, no
proporcionan un beneficio que mejora la circunstancia de la
hembra de nuestra especie que los vive. Ya, que teniendo,
la mujer
encinta, que nutrirse a sí misma y al producto de la
concepción, eliminar lo comido, parecería
ilógico.
Entonces, como entendemos que no todos los grupos humanos
contemplan la vida de la misma manera, tendremos que pensar que
lo mismo sucede con todas las cosas que les acontecen. Por
ejemplo, en las sociedades, y
en los países que se consideran civilizados y
prósperos, el embarazo — la causa primordial de nuestra
supervivencia y futuro como especie — a veces se torna en una
pesadilla o adquiere las características inusitadas de una
enfermedad, porque se acompaña del vómito matutino,
que en ocasiones puede tornarse en algo peligroso, como ya
tendremos oportunidad de apreciar más adelante. De hecho
el término "embarazo", significa que la preñez,
constituye un estorbo y no el estado
deseable en que culminan las funciones
especiales que resumen el atributo singular característico
de la hembra de la especie humana.
Pelvis femenina
Salir encinta
En nuestra sociedad,
salir encinta, a veces ocurre como la actuación
señalada de un guión cultural preestablecido. Es
como si la Naturaleza
dificultara esta función,
tan normal, con riesgos
mayores de los que ya ha introducido para complicar otra
más, la reproducción del ser humano. A saber, el
diseño
erróneo y arriesgado que hiciera del canal del nacimiento,
resultado de la adaptación para la estación
bípeda que nos permitió tener el cerebro
más desarrollado del reino animal. Así, que podemos
morir al nacer, para lograr nuestra inteligencia
extraordinaria.
El embarazo y sus
"síntomas"
Parece ser contradictorio usar la locución
"síntomas" cuando nos referimos al embarazo, como si
habláramos de una enfermedad, en vez de una
condición, que, como la vejez, forma
parte del continuo normal de la vida.
Pero, los "expertos" nos dicen que son "síntomas", lo
que, por el momento, acataremos sin oponerlos a ellos.
El repertorio usual de "síntomas" que presagian un
embarazo son los siguientes: Primero comienzan las náuseas
y los vómitos matutinos. Estos fenómenos se
acompañan de otros malestares vagos que involucran
generalmente todos los sistemas y que
incapacitan a la mujer en
estado.
Los vómitos,
síntomas clásicos.
Seguido por este malestar tan indeseable, son las actividades
protectoras de otros miembros de la familia
cuyos consejos son más mitos domésticos que
realidades establecidas: ya, que, caprichosamente, se evitan
ciertos alimentos,
asuntos, o actividades, mientras que otros se procuran.
La mujer, frecuentemente, a partir del primer trimestre,
descubre que, como ya perdió su figura, no tiene que
preocuparse por sus apariencias,
ni por lo que come, dejándose engordar sin pensar en las
consecuencias. De estas actitudes
surgen las aseveraciones que se oyen muy a menudo en nuestras
oficinas de que "yo era delgadísima hasta que salí
encinta con mi primer hijo. entonces fue cuando gané las
cincuenta libras que llevo de sobrepeso."
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