Comportamiento de la capacidad funcional de los adultos mayores que realizan actividad física en círculos de abuelos
Introducción
Resumen Bibliográfico
Beneficios del ejercicio físico para los adultos
mayores
Test para evaluar la capacidad funcional
Consideraciones acerca de las variables de estudio
Análisis de los resultados
Conclusiones
Bibliografía
Resumen
Estudios científicos han demostrado que la ancianidad
ha ido creciendo con respecto a la tasa de nacimientos por lo que
se plantea que en Cuba se
formará el club de los 120 años. Tanto la salud como la actividad
física son
de vital importancia para lograr la calidad de
vida del adulto mayor.
La actividad física influye en los diferentes
órganos y sistemas de
nuestro organismo incrementando la esperanza de vida, la independencia
funcional y la salud sobre todo en los adultos mayores,
fortaleciéndolos contra diferentes y posibles enfermedades
aliviándoles e incluso curándoles dolencias que
padecen, sin pasar por alto la salud mental con
su alto peso en la psicología de los
abuelos estimulando sus deseos de vivir.
El estudio que se muestra a
continuación se realizó con adultos mayores que
asisten al círculo de abuelos "La Casita de Martí"
del municipio Habana Vieja con el objetivo de
ver como se comportaba la capacidad funcional de los mismos.
Utilizamos la observación y la medición como métodos
investigativos y el paquete estadístico SPSS para Windows.
De los análisis realizados se obtuvo que los
abuelos estudiados tenían de forma general una baja
tolerancia al
esfuerzo y una baja capacidad funcional, por lo que los datos arrojaron
la necesidad de incorporar en los programas de
ejercicios el control y
dosificación de los ejercicios aeróbicos para
elevar la capacidad funcional del adulto mayor.
Introducción
El envejecimiento es un proceso
progresivo natural del ser humano, que cada persona
experimenta con diferente intensidad. En la actualidad es
difícil establecer el comienzo de esta etapa de la vida en
función
exclusiva de la edad debido a la creciente longevidad que se
observa en las sociedades
occidentales. No obstante se considera que una persona es anciana
a partir de los 65 años reservando el término de
muy anciano para los que superan los 80.
Estadísticas realizadas a cerca de este proceso en los
países desarrollados nos revelan de forma ascendente que
el estrato de población que más está
creciendo es el de las personas que sobrepasan los 65 años
de edad.
El envejecimiento se inicia en la edad adulta, cuando se
comienza a sufrir deterioro orgánico de la evolución. En este momento de la vida se
detiene la madurez de las funciones
orgánicas, pero a partir de ahí es que empieza un
periodo involuntario del que nadie puede escapar. Es un
fenómeno irreversible en el que se producen una serie de
cambios que provocan una modificación de los
parámetros fisiológicos morfológicos y
psicológicos en los seres vivos a consecuencia del
tiempo esta
modificación consiste en un deterioro natural del
funcionamiento adecuado del organismo provocando algunas
afecciones como por ejemplo la disminución de funciones
cardio- respiratorias ocurren
cambios en el sistema
cardiovascular y el principal problema que se produce es el
endurecimiento de las paredes arteriales. Se debe, por un lado, a
la pérdida de elasticidad del
tejido arterial y venoso y que se puede considerar propio de la
edad. Y, por otro lado, puede ser consecuencia de una dieta rica
en grasas. Sea
por el motivo que fuera, esta situación produce una
elevación de la presión
arterial (hipertensión), factor a tener muy en cuenta
en el establecimiento de una dieta. Otra alteración que
afecta al sistema
cardiovascular es la concentración de colesterol en
sangre, y que
en las personas de avanzada edad suelen estar elevados, mermando
así la capacidad funcional en adulto mayor. Este
fenómeno no ocurre únicamente debido a la vejez,
también puede existir algún tipo de enfermedad
asociada a este como trastornos endocrinos, circulatorios,
artrosis, diabetes u otro
sumándole a estos algunos factores de riesgo como el
tabaquismo y
el sedentarismo.
Todo esto no significa que la vejez es una enfermedad, pero si
trae apareada a ella algunas limitaciones las cuales hay que
tener en cuenta durante la atención y el trabajo
físico con el adulto mayor.
Este trabajo debe
ser basado en la planificación adecuada e individualizada
según los conocimientos que se tengan a cerca de los
parámetros que se puedan evaluar o constatar en diferentes
etapas, para así conocer todas las variaciones funcionales
favorables o no, que ocurren con la actividad física
impartida.
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