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La Filosofía Marxista – Leninista. Importancia y significación (página 2)



Partes: 1, 2

Se ha aprendido en estos años de independencia
ganada y sostenida junto a Fidel que lo primero que hay que
salvar es la cultura.
Porque solo desde una identidad
propia la nación
puede desarrollarse y sobrevivir en un mundo donde quieren
imponernos un imperio económico y político, pero
también cultural. ".más allá de un
elemental deber de humanidad y justicia
social, es también para nuestro pueblo un imperativo de
nuestra época y nuestro futuro…"

[2]

La cultura es a la sociedad lo
que la experiencia es al individuo.
El
conocimiento de la cultura universal permite orientar mejor
nuestras acciones.

El pensamiento
humano universal es una reelaboración de la experiencia de
la sociedad, que aporta importantes instrumentos de acción
social. En la medida que se sea capaz de comprender toda su
complejidad y sus diversos matices, nuestra comprensión
del presente va a ser más clara.

La historia es
ciencia y es
también responsabilidad
social, fuente inagotable de conocimientos, de cultura, de
valores
éticos y patrióticos, la historia es una necesidad
del hombre, no un
lujo cultural, la historia es identidad y sentido de la vida, El
estudio histórico permite prever el mañana,
anticipando su propia construcción imaginativa al cuadro final,
no terminado todavía, que será la realidad de los
tiempos venideros.

En la historia de las ideas filosóficas se han
reflejado los grandes acontecimientos históricos en el
marco del devenir de la reflexión humana. Al comprender la
filosofía como " el espíritu de
la época…"
[3]Hegel descubre su
función
esencial como autoconciencia epocal y expresión de la
aprehensión teórico – práctica de la
realidad.

Lo que distingue claramente la época moderna de la
edad media,
que tienen por frontera
común el Renacimiento,
es, de una parte, la catastrófica destrucción de
la ciencia que
la edad media había tenido por imperecedera, y, por otra
parte, el esfuerzo por construir una nueva concepción del
mundo en armonía con los descubrimientos de
Copérnico, Kepler y Galileo.

La caída de la ciencia antigua tuvo que despertar
necesariamente la suspicacia de los filósofos respecto a la capacidad del
intelecto humano para descubrir la verdad o, al menos, para
distinguir puntualmente entre la verdad presunta y la real, entre
la certidumbre subjetiva y la evidencia objetiva.

Dos clases de requisitos eran indispensables para que la
filosofía
moderna se constituyera sólidamente: por una parte,
que se iniciara como un movimiento
libre y racional, centrado en sí, ajeno a extrañas
tutelas y concordante con las demás tendencias del
espíritu moderno, que era, en general, racionalista, aun
en los sectores opuestos a lo que se denomina técnicamente
" racionalismo",
por otra parte, que no suscitara una oposición demasiado
enconada y violenta del lado de las fuerzas tradicionales, que
encarnaban ciertos principios
considerados intangibles y que contaban con el apoyo de las
instituciones
eclesiásticas y políticas.

Francis Bacón y Renato Descartes
fueron los primeros filósofos en comprender plenamente la
verdadera naturaleza del
nuevo conocimiento
científico. Fueron los primeros que diseñaron
sus bases filosóficas y dibujaron los perfiles de su
evolución, que impregnaron al pensamiento
moderno la libertad de
examen, la negación del principio de autoridad y la
confianza en la razón humana. Ambos proporcionan la nueva
metodología que se venía buscando
afanosamente desde fines de la Edad media.

En la primera mitad del siglo XIX la modernidad
burguesa agota su ciclo ascendente. Aparece el Marxismo como
resultado natural del desarrollo de
la vida social, las ciencias
naturales y el pensamiento humano. Es la crítica
deconstructora de la modernidad burguesa y de la historia como
crónica de hechos, el análisis crítico y riguroso de los
hechos empíricos comprobables mediante un proceso
complejo de comparación, generalización
epistemológica síntesis
dialéctica para la elaboración de abstracciones
generales o modelos
globales de explicación e interpretación de la historia social de los
hombres contra la historia especulativa y a priori de Hegel.

"… volvía a ponerse en pie el lado revolucionario
de la filosofía hegeliana y se limpiaba al mismo tiempo de la
costra idealista que en Hegel impedía su consecuente
aplicación. La gran idea cardinal de que el mundo no puede
concebirse como un conjunto de objetos terminados, sino como un
conjunto de procesos, en
el que las cosas que parecen estables, al igual que sus reflejos
mentales en nuestras cabezas, los conceptos, pasan por una serie
ininterrumpida de cambios, por un proceso de génesis y
caducidad, a través de los cuales, pese a todo su aparente
carácter fortuito y a todos los retrocesos
momentáneos, se acaba imponiendo siempre una trayectoria
progresiva… Pero una cosa es reconocerla de palabra y otra cosa
es aplicarla a la realidad concreta, en todos los campos
sometidos a investigación."
[4]

El humanismo de
Marx es una
crítica del humanismo burgués, una crítica
del humanismo idealista que legitima la explotación
capitalista. Exige una lucha teórica y práctica por
implantar el nuevo tipo de ser humano autónomo, libre y
liberado de ideologías y alienaciones, humanismo liberador
y crítico respecto al falso ideal individualista y
dosificador del capitalismo.

Para Marx el hombre es
visto en su proceso de desarrollo real, la existencia humana es
histórica y natural, la naturaleza no es exterior al
hombre, sino que forma parte de él mismo como actividad
sensorial, como actividad práctica. La vida humana lo es
mediante el trabajo, el
hombre se realiza mediante el trabajo, la
actividad que transforma la naturaleza y al mismo hombre. El
hombre no, los hombres históricos y sociales, la sociedad
no es el hombre en abstracto, es el hombre en sus relaciones
sociales, relaciones sociales que hay que transformar. No abolir
al hombre privado en beneficio del hombre real, sino terminar con
el modo de vida de los individuos, orientar de nuevo modo la
conciencia.

La superioridad del humanismo de Marx estriba en su
carácter historicista y revolucionario, liberador y
crítico fundamentado sobre una concepción
científica de la historia y la sociedad, que más
que predecir, posibilita el futuro, que no entiende al hombre
como centro sino como polo de toda relación, como sistema, en su
integridad, en sus múltiples relaciones, que coloca en el
centro la transformación radical de la sociedad,
convirtiendo en humanas las condiciones de vida del hombre.

Sobre la base de un análisis científico de la
sociedad capitalista, el Marxismo llamó a la conquista no
solo de la emancipación política, sino
también de la emancipación social, a la
construcción de un nuevo tipo de sociabilidad, basado en
el desarrollo libre de cada uno y en ausencia de toda forma de
explotación y opresión En este mundo convulso de
inicios de milenio, la formación humanista se torna
necesidad societaria y prioridad de los programas de
estudio. La búsqueda del ser y del quehacer humanos
extraña el conocimiento
del hombre y su realización plena, debe integrar lo
cognitivo, lo afectivo y lo volitivo. Un humanismo que rescate,
promueva y cree valores, que propicie el pensamiento
crítico, enseñando a decir lo que pensamos y a
pensar lo que decimos, sin deprimir el valor del yo
individual, que aúne sin dejar de distinguir.

Atendiendo a los principios de unidad ciencia (Marxismo)
– asignatura (Filosofía), en el programa se
trabaja el pensamiento humano universal desde la óptica
de su devenir como expresión de las condicionantes
epocales en su enraizamiento socio clasista, a partir de la
ciencia marxista en su carácter de teoría
y método,
que aporta los instrumentos teóricos, metodológicos
e ideológicos para el análisis
científico.

Se va al descubrimiento de forma lógica
e histórica del núcleo filosófico central de
dicho pensamiento y su concreción paulatina en teorías
particulares sociopolíticas y económicas como
desprendimiento de aquellas, lo que servirá para
comprender, sobre la base del proceso de diferenciación e
integración, el carácter integral
del marxismo.

La contribución de la asignatura a la formación
ideopolítica de los estudiantes está dirigida a la
asimilación del método dialéctico
materialista de análisis del pensamiento
filosófico, económico y sociopolítico,
descubriendo las raíces socio clasistas de las diferentes
concepciones objeto de estudio como crítica deconstructora
de la modernidad burguesa y de la historia como colección
de hechos muertos a una historia necesariamente interpretativa y
explicativa de los complejos hechos humanos.

La sociedad, a través, en primer lugar, de las
instancias políticas que la representan, determina
los valores
que presiden las finalidades de la enseñanza de las ciencias
sociales, lo cual no quiere decir que los profesores de estas
disciplinas se desentiendan del debate
epistemológico y se actualicen didáctica y científicamente para
poder
incorporar los nuevos enfoques a sus programas.

El estudio del pensamiento humano universal ha de comportar un
importante elemento de análisis crítico del pasado
e igualmente contribuye a explicar la situación actual a
la luz de los
acontecimientos del pasado. Es un conocimiento abierto a la
crítica, la verificación, al diálogo,
que propicia la capacidad de integración y
aplicación a situaciones prácticas de la vida.

Es un conocimiento que conlleva la creación de valores,
actitudes, que
ayuda a situar al alumno en el mundo en que vive y a comprender
los problemas a
escala
planetaria, que enriquece el conocimiento y la comprensión
de la naturaleza social e individual del ser humano, que educa en
el respeto y la
valoración del patrimonio
histórico – artístico.

No se hace referencia aquí a la epistemología como una teoría de la
ciencia entendida como ideal de un saber único y
unificado, al modo positivista, sino como discurso
filosófico acerca del saber humano, una teoría del
conocimiento que aspira establecer una reflexión
crítica sobre las condiciones del conocimiento posible,
una reflexión en torno al objeto,
al método y a la finalidad de un saber concreto, y al
mismo tiempo como autorreflexión crítica en un
movimiento del objeto al sujeto, no asumido pasivamente por este
sino revertido en un accionar sobre sí mismo que termina
por afectar los fines y valores con los cuales y para los cuales
se desarrolla un determinado conocimiento.

En las Ciencias
Sociales como afirma Napoleón Tapia "a una teoría del
conocimiento es necesariamente una teoría de la
sociedad."
[5]

La epistemología nos conduce a una comprensión
crítica del conocimiento, entendida como " teoría
de la inteligencia,
del aprendizaje, es
reconocida hoy como el marco
teórico más relevante de la Didáctica" [6]señala
Stouvenel. Pero nuestros marcos teóricos para estudiar la
enseñanza de las Ciencias Sociales constituyen una
sumatoria de recortes teóricos provenientes de las
diferentes disciplinas, atrapamos más fácil
aspectos del objeto que al objeto en su totalidad. En las
concepciones sobre la producción y la reproducción del conocimiento
histórico impera aún la influencia Positivista.

Como reconoce Marrero Urbín "el Materialismo
Histórico, la Escuela de los
Anales, la Historia Social, favorecedoras de modos del
pensamiento más enriquecedores, apenas llegan a las aulas
de forma sistematizada, pese a los viajes de ida
y vuelta epistemológicos que ya han sufrido."
[7]

"El área de las ciencias sociales adolece de una
fundamentación epistemológica global"

[8]como afirma Rodríguez Lestegás.
Varias disciplinas contribuyen, cada una desde su propia y
peculiar perspectiva, a una mejor comprensión y
explicación del conjunto de aspectos y dimensiones que
configuran el entorno humano, y aunque falte todavía una
fundamentación epistemológica para una ciencia
unificada e integrada, es posible una aproximación
educativa integradora en ese ámbito de conocimiento y
experiencia.

La misma orientación epistemológica obliga a
buscar una integración interdisciplinaria ya que el
énfasis no está dado en la agrupación y
transmisión de conocimientos aislados en los límites
rígidos de una disciplina,
sino en el accionar sobre un problema concreto de la realidad
para transformarla, y en esta misma forma se redefine la
relación de la escuela y la sociedad ya que se vuelve
indispensable la interacción entre el sujeto y el objeto de
conocimiento y esa interacción es la base del proceso
educativo.

El tratamiento educativo apropiado para la interdisciplinariedad no es la mera
yuxtaposición de las diferentes disciplinas, ni tampoco
una globalización en la que se desdibuje la
naturaleza específica de cada una de ellas. El
planteamiento curricular adecuado está en una
posición equilibrada entre ambos extremos, subrayando las
relaciones y rasgos comunes de las disciplinas tanto como el
carácter específico de las mismas. Se trata de
recoger las contribuciones de cada disciplina y de ponerlas al
servicio de
unos objetivos
educativos de naturaleza más general. El currículo básico de esta área
deja un ancho margen de libertad para que las programaciones
curriculares se organicen con un mayor peso de consideraciones
disciplinares o, por el contrario, con un enfoque integrador,
pero haciéndolo en todo caso, equilibradamente.

La contribución de la asignatura Filosofía al
enfoque Interdisciplinario es el resultado de una cuidadosa
selección de lo más acabado y
culminante del pensamiento humano universal, la historia y la
vida misma de la sociedad, su más grande epopeya, su
más importante obra literaria. Su misión es
rescatar no solo lo que está en la memoria,
sino lo que no ha sido enseñado y que permite hoy tratar
de entender este presente.

Referente
sociológico

En noviembre de 1993, durante el V congreso de la UNEAC, Fidel
afirmó: "La cultura es lo primero que hay que salvar.
No era en modo alguno una frase circunstancial, sino una
reflexión avalada por la experiencia y en armonía
con los fundamentos ideológicos de la nación
cubana".

En todos los movimientos revolucionarios del siglo XIX se
luchaba por conseguir la independencia más también
por alcanzar la libertad plena. Cuando el genio de
José Martí
advirtió, en vísperas de la contienda de 1895, que
no habría igualdad
social posible sin igualdad de cultura, una vez más se
proyectaba hacia el porvenir.

Una nueva época comenzó cuando en la madrugada
del 2 de enero de 1959, desde Santiago de Cuba, Fidel
dejó bien claro que no volveríamos a sufrir las
frustraciones del 95. Ahora sí era una revolución
como a la que aspiraba Martí,
con todos y para el bien de todos y a partir de entonces toda la
nación se movilizó para defender sus conquistas y
para establecer las bases de una educación integral a
fin de que las nuevas generaciones puedan adquirir los
conocimientos indispensables para impulsar su desarrollo y
participar de manera consciente.

En la primera década de transformaciones sociales
verdaderamente profundas se tuvo la convicción de que la
revolución es el hecho cultural por excelencia. Y, desde
luego, el acto supremo de la política, como
enseñó Engels, quien también acertó
al señalar que sin su poderío, al día
siguiente de sus heroicas movilizaciones los obreros
serían traicionados, y así lo ha confirmado la
historia.

Cuando en 1991 se desplomó la URSS y con ella los
estados que en Europa oriental
se llamaban socialistas, los analistas occidentales, sobre todo
los "adivinos del fin de la historia", pensaron que pronto el
proceso cubano llegaría a su fin. No tuvieron en cuenta la
cultura política del pueblo cubano y sus tradiciones de
lucha, lucha que ha sido su mejor escuela.

Las condiciones de la lucha han hecho a levantar trincheras
gloriosas, pero no por eso se ha olvidado que trincheras de ideas
valen más que trincheras de piedras, ya que nada
significan las unas sin las otras y sobran los dolorosos ejemplos
del siglo recién extinguido que así lo confirman.
Por eso en su intervención con motivo del aniversario XLV
del desembarco del Granma, Fidel afirmó que el mundo
será conquistado por las ideas y no por la fuerza, cuyo
poder para sojuzgar y dominar a la humanidad será cada vez
menor.

El último año del siglo XX vio levantarse a toda
una nación en defensa del niño Elián
González secuestrado por la mafia reaccionaria de Miami.
Si grandes fueron las tensiones de ese año, no menos
dramático ha sido el primero del milenio conmovido por el
criminal atentado terrorista del 11 de Septiembre en Nueva York a
las torres gemelas que ha sido pretexto para guerras de
respuestas rápidas, también terroristas por su
esencia y criminales por su alcance que aún no terminan y
suman en el terror, la muerte y la
devastación a muchas personas en el mundo. En un planeta
minado por la injusta distribución de la riqueza, que acrecienta
la miseria y provoca estallidos sociales – como el que
estremeció los cimientos de la nación argentina –
unido a desastres ecológicos, podría frustrarse
cualquier proyecto
sociocultural.

Sin embargo, en Cuba nada se ha detenido y en lo esencial el
programa cultural sigue en ascenso. Si el rescate de Elián
González movilizó a la nación entera, se ha
participado en otro extraordinario capítulo de la batalla
de ideas, en defensa de los cinco compatriotas injustamente
encarcelados en Estados Unidos,
víctimas de uno de los procesos judiciales más
escandalosos de la época. Ellos por su digna postura, son
altos exponentes de la moral y de
la cultura nacional de nuestro pueblo.

En el terreno de la educación y la
cultura artística y literaria – que cada día llega
a los más apartados territorios con el programa
audiovisual – numerosos son los ejemplos que se podrían
citar para ilustrar el avance de la nación contra todos
los obstáculos en el propósito sostenido de
preservar la herencia
cultural, crear nuevos valores y lograr una amplia
difusión del pensamiento humano universal en sus
más altos niveles.

La consolidación de la enseñanza en la primaria,
los cambios en el modelo de la
secundaria básica, la experiencia adquirida en la
formación de profesores y el uso de las técnicas
más modernas propician el desarrollo de una fase nueva
dentro de la revolución educacional, que alcanza
dimensiones profundamente cualitativas, muy humanas, de igualdad
social y oportunidad de estudios.

En un mundo globalizado bajo signo neoliberal, la novedad de
llevar los estudios universitarios a escala de los municipios
cubanos desde el 30 de septiembre del 2002, señala una
diferencia básica de la sociedad socialista del mayor
archipiélago antillano con relación a las naciones
donde actualmente se plantea la privatización de la enseñanza y una
concepción elitista y excluyente de la
educación.

Se busca promover entre los escolares de todos los niveles de
enseñanza, el desarrollo de actitudes socialmente
positivas, al tiempo que se favorece también el progreso
de las capacidades cognitivas y afectivas relacionadas con los
saberes sociales, persiguiendo más bien la
construcción de una explicación de la globalidad y
complejidad de los fenómenos sociales que una
especialización académica. Cualquier proyecto
curricular de Ciencias Sociales debe tener como eje el estudio de
problemas
sociales relevantes, susceptibles de ser abordados desde
diferentes perspectivas y disciplinas sociales.

Pese a innumerables dificultades, Cuba ha invertido todo su
esfuerzo en lo más valioso y sólido que puede
sostener el desarrollo de una nación: el capital humano.
"… sin el enorme capital humano
creado por la Revolución, no podía ni siquiera
soñarse con la gran revolución educacional que Cuba
lleva a cabo en la actualidad cuya trascendencia rebasará
las fronteras de nuestro propio país."
[9]

No se transita por senderos gratos, ni todos son aciertos. Y
cada terreno conquistado obliga a nuevos aprendizajes. Pero es
con satisfacción que se afirma, a más de una
década del derrumbe de un socialismo que
solo tenía de real su etiqueta, que se ha sabido resistir
y prevalecer. Los avances son incuestionables, de modo que no es
la doctrina del socialismo lo que está en crisis sino
los que no entendieron su esencia humanista, ni supieron
defenderla, los que nunca han comprendido que la cultura no es un
misterio descifrado únicamente por un grupo de
notables sino la acción creadora de las mayorías en
busca de la plenitud.

El siglo pasado cerró con un panorama incierto en la
educación a nivel mundial: 113 millones de niños
no asistieron a las escuelas. El 2002 no fue más
esperanzador al crecer la cifra en 2.4 millones y, en el
concierto de las naciones, solo 83 admitieron poder acceder a las
metas trazadas en el Foro Mundial de Dakar – Senegal,
2000, que prioriza la escolarización de primaria, la
reducción del analfabetismo
y la igualdad de género,
entre los seis problemas más acuciantes a resolver en el
término de tres lustros por la UNESCO.

A este penoso horizonte se añade que más de 70
países no tienen posibilidad de cumplir con ninguna de
esas metas en el 2015, y se plantea que si hoy la cantidad de
analfabetos es de 864 millones de personas (año 2003),
para esa fecha la cifra solo podría ser reducida en unos
64 millones. En el contexto de la región, baste decir que
en América
Latina y el Caribe 42 millones de analfabetos muestran sus
carencias de crecimiento individual, y 110 millones de
jóvenes y adultos tienen la primaria incompleta. Ambas
cifras dan la terrible situación de que el 64% de la
población joven y adulta del área es
analfabeta o semianalfabeta.

La situación de Cuba es otra. Sus resultados en
materia
educacional son reconocidos hoy en el mundo, no solo por su
masividad y cobertura sino por su calidad y
universalización. Como sentenciara Fidel en el VII
Congreso de la UPEC en marzo de 1999, sin conocimiento no se
puede estar en la avanzada de la lucha de ideas. Cuba
arribó a la octava edición
del congreso de Pedagogía (celebrado del 3 al 7 de febrero
del 2003, con la asistencia de más de 4000 delegados
procedentes de 39 países) con el presupuesto de
educación más alto de la historia (3000 millones de
pesos). Ello no es solo el significado de una cifra, sino lo que
cualitativamente representa, pues se dedican importantes recursos a
programas que tienen un valor extraordinario y que se constituyen
en paladines de la región y del mundo.

Entre las prioridades de la educación cubana se
determinan como necesidades sociales, el perfeccionamiento de la
calidad en la formación del personal docente,
porque sin un personal docente estimulado y preparado no
podrá lograrse la elevación de la calidad de la
enseñanza, el compromiso de los maestros por el desarrollo
de la identidad y del pensamiento analítico, la
potenciación de las capacidades cognoscitivas, el
conocimiento de la historia nacional y de lo más valioso
del pensamiento humano universal, vinculados con las
tecnologías de la información y las comunicaciones. La necesidad de la integralidad,
de la formación humanista de los estudiantes, se
acentúa en los últimos años por el ritmo
impetuoso de desarrollo de la ciencia y la tecnología y con
ellos el conocimiento, a tal punto que se ha convertido en el
recurso estratégico de los nuevos patrones de desarrollo;
siendo solo posible asumirlos cuando está incorporada,
conscientemente una preparación cultural capaz de
enfrentarla.

Un punto de partida fundamental ha de ser cómo
contribuir a la reafirmación de la identidad cultural, al
alcance por los estudiantes de la cultura nacional y en la
formación de valores
humanos universales. Evitar que se difundan y arraiguen
concepciones erradas que generen subproductos ajenos a la esencia
de la cultura, que traen como consecuencia la
banalización, vulgarización y mercantilismo.
Mantener los valores de las auténticas tradiciones
nacionales.

Es de los educadores latinoamericanos el privilegio de contar
con el ideario pedagógico de insignes pensadores que
alumbran el camino con conceptos que hoy tienen extraordinaria
vigencia. Ahí están Simón Rodríguez,
Simón Bolívar,
Andrés
Bello, José Martí y Enrique José Varona,
entre los padres de la pedagogía latinoamericana, cuyos
textos van en una asombrosa coincidencia conceptual en cuanto al
estudio – trabajo, la formación
de maestros, la enseñanza permanente, el papel de la
educación y la cultura ligado a la definición de
libertad.

Es en este aspecto donde se revela la comprensión
dialéctica que Varona realiza de la correlación
entre educación, necesidad y libertad, porque con acierto
plantea que el hombre, en la medida que aumenta sus conocimientos
de la realidad, actúa con mayor libertad, por eso el
filósofo cubano otorgaba una función tan elevada a
la educación. En sus conferencias filosóficas.
Psicología, expone, por vez primera con
claridad este criterio cuando afirma: "el hombre no puede por
tanto sustraerse al determinismo, pero sí puede en cierto
modo educarlo y guiarlo, que es aquí vencerlo. No es un
autómata; más para no serlo se necesita cultivar
tanto la inteligencia como el sentimiento: la educación es
su verdadera redentora."
[10]

En Cuba han tenido lugar tres revoluciones educacionales: la
primera fue la Campaña Nacional de Alfabetización
librada en 1961, seguida por el nacimiento del Destacamento
Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, respuesta de la
juventud
cubana que garantizó que ningún escolar quedara sin
acceso a la educación secundaria. El espíritu de
insatisfacción ha llevado a un tercer momento, que en el
presente se transita, cuyo principal objetivo es
desarrollar en el pueblo una cultura general integral, hoy se
trata de perfeccionar la obra realizada, partiendo de ideas y
conceptos enteramente nuevos. Se busca lo que debe ser y
será un sistema educacional que se corresponda cada vez
más con la igualdad, la justicia plena, la autoestima y
las necesidades morales y sociales de los ciudadanos en el modelo
de sociedad que el pueblo de Cuba se ha propuesto crear.

Referente
axiológico

La cuestión de la educación, transmisión
y formación de valores ha trascendido hoy los marcos de la
axiología y de la ética,
para convertirse en una cuestión de cardinal importancia
ideopolítica. Este tema es examinado desde los
ángulos filosófico, histórico,
sociológico, psicológico y pedagógico entre
otros, lo cual permite abordar su complejidad, siendo los valores
expresiones culturales movilizadoras del comportamiento
humano.

Las generaciones menos jóvenes vieron cristalizados sus
sueños con la Revolución, se realizaron
individualmente y quedaron comprometidas con su obra. En cambio, los
más jóvenes tienen que desarrollarse en un momento
crítico, donde no siempre se materializan sus expectativas
y aspiraciones.

Ahora, tienen ellos que estructurar su proyecto personal de
vida, sin dejarse llevar por una visión pragmática,
sólo de presente. Es preciso rescatar el deber ser, la
utopía, y encararla con la posibilidad y
realización individual de los jóvenes.

Tal como señala la especialista Lissette Mendoza, la
formación de valores es un "proceso complejo de
carácter social, en el que intervienen diversos factores
(familia,
escuelas, instituciones, organizaciones…) dirigido a la
transmisión y asimilación de valores sociales como
expresión de tendencias progresivas que orienten la
actuación de los individuos."
[11]

Los códigos valorativos nacen de la vida, como
específico reflejo en la conciencia humana de relaciones
sociales ya formadas, no son el resultado de un decreto ni se
elaboran de manera arbitraria. El individuo es un producto de
determinadas condiciones, de un determinado ambiente
natural y social y a la vez, forma aquellas condiciones, aquel
ambiente, las condiciones que forman al hombre son transformadas
por él mismo. Este inmenso poder de transformación
es el que decide la posición del individuo en la sociedad
pero no se identifica con la quimera de la libertad absoluta.

El sujeto siempre tiene delante de sí mismo una
realidad, con sus concatenaciones objetivas de causas y efectos,
en la naturaleza y la sociedad.

El hombre es artífice de su propia vida en tanto
transforma a la realidad, pero sin abolir su orden lógico.
Su libertad no es arbitrariedad, o negación de la
necesidad, sino comprensión y utilización de esta.
En este campo, siempre coexiste un elemento subjetivo y objetivo
a la par.

La comprensión del proceso de formación de
valores requiere ante todo considerar su complejidad no
sólo por la intervención de diversos factores
socializadores sino porque implica tener en cuenta la
dialéctica entre lo social y lo individual, integra la
formación de la
personalidad como proceso individualizado,"… es por ello
que deviene esencia, componente y fin de la educación al
mismo tiempo."
[12]

Aunque no podemos adjudicar toda la responsabilidad en la formación de valores
a la Escuela o al maestro, es innegable el enfoque
axiológico de la educación por el papel
autorregulador de los valores en la formación de la
personalidad.
La cuestión cardinal radica en qué valores formar y
cómo hacerlo, definir en el plano teórico
qué aspiramos ser, para identificar lo que es ajeno y
conservar lo mejor de la tradición nacional y
universal.

Las carencias y desigualdades que las circunstancias actuales
inevitablemente generan, pueden dar lugar a conflictos de
conciencia, a la pérdida de valores
morales que servían de paradigma en
las relaciones
interpersonales, sociales e ideo políticas. La
situación de conflicto
surge cuando la acción humana, dirigida a la
satisfacción de necesidades e intereses advierte
contradicciones insolubles e intereses distintos a escala social
e individual, tornándose difícil decidir qué
es moral y
cómo proceder.

Se trata de poder hacer estimaciones sobre la base de un
adecuado sistema de valores que debe corresponder con la
satisfacción de las necesidades para evitar que el
individuo entre en conflicto consigo mismo. La formación
ética y el comportamiento
moral lo determina, en última instancia, cada individuo en
particular, pero al estar este socialmente condicionado, se debe
y se puede a través de la labor pedagógica, como
relación entre sujetos, influir decisivamente en el
alumno, haciendo de la relación individuo – sociedad
un eslabón clave de la ética que necesita el
socialismo y por tanto de los empeños políticos y
educativos propuestos.

La Escuela puede aprovechar la influencia mediatizadora de
otros agentes socializadores (la familia, la
comunidad y el
conjunto de sus factores, los medios de
difusión masiva, las organización sociales, entre otros) para la
formación en la conciencia de los adolescentes y
jóvenes de valores esenciales como la justicia, la
solidaridad,
el humanismo, la independencia, el patriotismo, la dignidad, la
honestidad, la
laboriosidad y la responsabilidad.

Esto sólo puede ser concebido y cumplido desde la
Escuela teniendo muy en cuenta las tradiciones, las costumbres
históricamente heredadas, la psicología e
idiosincrasia específica. Cuba tiene la ventaja de poseer
una tradición espiritual que entronca con los ideales de
justicia social y exalta el pensamiento independiente de cada
hombre.

Tales presupuestos
contribuyen positivamente a la efectividad de la labor
pedagógica, dada la complejidad de imbricar con
armonía y coherencia la pluralidad de métodos,
que en su aplicación resultarán eficaces a los
fines propuestos y a las particularidades de los estudiantes. Se
trata ante todo del conocimiento de estos, lo que implica la
estrecha relación entre el conocimiento y el
sentimiento.

El elemento cognitivo y la esfera afectivo emocional y
volitiva constituyen una unidad del proceso de enseñanza,
el aprendizaje
reclama un especial énfasis en lo profundamente educativo,
en el rol del sentimiento, los valores, el comportamiento
conductual, las cualidades y virtudes. No por casualidad,
José de la
Luz y Caballero declara: " casi toda las profesiones
pueden pasar sin entusiasmo; la de maestro no puede
absolutamente. Lo ha menester para inculcar la doctrina y para
vencer los obstáculos. Ha de ser todo inspiración,
sacerdocio, mansedumbre, carácter, templanza,
flexibilidad"
[13]

Para la Pedagogía, como señala el experto
Gilberto García, la formación de valores constituye
un problema de la educación de la personalidad. Como
condiciones necesarias para su positiva solución,
señala entre otras que la educación debe centrarse
en las necesidades del proceso de formación del individuo;
el respeto a la dignidad, amor y
aceptación de cada uno como es; el establecimiento de
relaciones
humanas de máxima comunicación; hacer de la escuela un lugar
atractivo en que el escolar sienta la necesidad de estar, lo cual
favorece que la escuela se convierta en un centro cultural de la
comunidad;
promover la autoactividad, el desarrollo del pensamiento creador
y las potencialidades máximas del individuo; crear un
clima que
aliente el pensamiento autocrítico y divergente del
educando; evitar la inercia, el conformismo, la educación
autoritaria y la enseñanza meramente informativa; respetar
y amar nuestras tradiciones tanto en la escuela como en la
familia y la sociedad; y garantizar que los propios educandos
elaboren sus proyectos de vida
y desarrollo
personal, asimilando una vez que comprendan las mejores
experiencias de la sociedad y su proyecto revolucionario y
transformador. [14]

Entonces, ¿es posible en el complejo proceso de
formación de la personalidad, la creación de un
ordenamiento ideal, exento de todo conflicto?

Puede surgir el peligro de confundir cosas sustancialmente
diversas, confundir ideal y vida cotidiana, atribuyendo a lo que
es dado como proceso mediato, las características de la
realidad existente en acción.

No es posible cambiar de un día para otro la mentalidad
de las personas, tal cambio puede ocurrir sólo
después de un proceso extendido en el tiempo a
generaciones enteras, ninguna medida de naturaleza
político administrativa puede abolir las contradicciones
de la vida social, el nuevo régimen no está exento
de nuevas contradicciones, la convulsa situación
internacional puede influir abruptamente en el joven organismo
social hacedor heroico de un proyecto socialista, el desarrollo
no está exento de retrocesos y desviaciones.

Se debe admitir que el desempeño docente se ve obstruido ante
manifestaciones (y no tan esporádicas) de desigualdad,
deslealtad, deshonestidad, egoísmo, individualismo y
enajenación. Muchas de las razones del
actual resquebrajamiento de valores se originan en la peligrosa
confusión entre el ideal al que se aspira y la realidad
que hoy se vive, en la confusión entre los valores
absolutos y las fases de su concreción.

Una aproximación a las soluciones
integrales
viene pues por la necesaria articulación de esfuerzos en
lo jurídico, político, cultural y educacional, es
en esta articulación donde está el camino de
solución, si se aprecia un aspecto desligado del otro,
nunca se encontrará la vía. No hay crisis en los
principios esenciales; soberanía, dignidad nacional, justicia
social… lo cual ha permitido resistir y avanzar en la
construcción del socialismo.

El tema de los valores, íntimamente relacionado como
está con el comportamiento humano, es el aspecto central a
considerar para una seria movilización y formación
humanista de la personalidad. Como subraya Fidel:

" Para mí educar es sembrar valores, inculcar y
desarrollar sentimientos, transformar a las criaturas que vienen
al mundo con imperativos de la naturaleza, muchas veces
contradictorios con las virtudes que más apreciamos, como
solidaridad, desprendimiento, valentía, fraternidad y
otras…Educar es hacer prevalecer en la especie humana la
conciencia por encima de los instintos…"
[15]

Para garantizar el éxito
de este empeño no basta promover el buen funcionamiento de
la Escuela, se torna necesario incorporar al resto de las
instituciones, órganos y organizaciones de la sociedad civil,
entre las que la familia constituye un pilar decisivo. En un
orden práctico, el desarrollo y fortalecimiento de la
formación de valores requieren el eficaz funcionamiento de
tales instituciones y de todas ellas en su conjunto, así
se elevará la conciencia revolucionaria y se
trasmitirá a las nuevas generaciones de cubanos el mensaje
que viene de la historia nacional y universal.

Es por ello que se ha de insistir en la sistematización
educativa del pensamiento humano universal que revela
quiénes somos, de dónde venimos y hacia
dónde debemos ir, y con todo ello la toma de conciencia
más entrañable de una ética humanista,
revolucionaria y liberadora. "En la base de esta
problemática se puede encontrar, como indica la estudiosa
Nancy Chacón, la esfera de las necesidades, los intereses
y los motivos del sujeto que se proyectan en las intenciones,
propósitos o aspiraciones (objetivos, metas, fines) y
tienen que ver con el grado de autoconocimiento y seguridad en
sí mismo y de la realización personal como estado de
satisfacción o no consigo o con los otros."
[16]

De ahí la necesidad de adquirir la ciencia, el arte y la
ética indispensables para educar, sembrar valores, formar
actitudes y criterios, que estimulen el sentido de pertenencia
activa, la toma de
decisiones, la
motivación por la profesión y el cumplimiento
de sus compromisos. Las armas son el
ejercicio del verbo y la opinión, la cultura de la
crítica, la búsqueda y el contraste de
opiniones.

Este es un momento muy especial donde se derrumban, al paso de
un movimiento cultural profundo, todos los esquemas y se debe
aprovechar para debatir, participar, hacer e integrar, aunando
voluntades en la búsqueda de seres humanos más
cultos y plenos. Discutir con diversidad e imponer las mejores
ideas aportando espontaneidad y riqueza en aras de preservar las
raíces y la memoria. Siendo
la memoria la dueña del tiempo, es necesario que no
desaparezca, que quede registrada como parte esencial de la
cultura universal.

Referente
psicológico

En respuesta a los problemas que enfrenta la práctica
educativa actual, las diferentes tendencias pedagógicas
que han surgido a lo largo del siglo XX, han tratado de superar
sus insuficiencias defendiendo ideas e innovaciones educativas.
Así, han surgido movimientos como la tecnología
educativa, que trata de destacar el papel de los medios y
recursos técnicos y tecnológicos con el fin de
elevar la eficiencia del
proceso de enseñanza.

Otras tendencias han hecho énfasis en el aspecto del
aprendizaje, en el rol del alumno en este proceso, en su
carácter activo e individualizado como La Escuela Nueva,
La Escuela del desarrollo integral, Pedagogía no
directiva, Cognitivismo, etc. Otras han enfatizado la
relación que el proceso pedagógico debe tener con
la realidad más inmediata como Pedagogía
Autogestionaria, Liberadora, Crítica, etc.

Cada una de estas tendencias aporta un conjunto de ideas,
reflexiones y experiencias de aplicación práctica
en condiciones sociales determinadas lo suficientemente
relevantes como para ser parte constitutiva del pensamiento
pedagógico y de la acción transformadora,
renovadora, que actualmente se produce en países del
continente americano. Sin dudas pueden ser, una vez
reinterpretadas, reincorporadas a cualquier otra situación
social.

No obstante el desarrollo de ideas renovadoras, en el
pensamiento pedagógico actual se sigue observando una gran
brecha entre el pensamiento y la acción educativa, entre
la línea de transformación que se reclama y la
práctica educativa.

Es necesario al diseñar un sistema de enseñanza,
partir de una concepción de la personalidad humana, en la
medida en que todo proyecto educativo se propone de una manera u
otra el desarrollo pleno del hombre. En este sentido es necesario
reforzar el papel que tiene en el aprendizaje el reconocimiento
por parte de cada individuo y grupo humano de sus recursos y
posibilidades para transformar su medio social, para convertirse
en sujeto de su devenir histórico y de su propio proceso
de formación como personalidad.

Son conocidas las críticas a los intentos de derivar
las condiciones de enseñanza de una teoría
psicológica. Sin lugar a dudas, historiadores,
sociólogos y otros cientistas hacen aportes para la
elaboración de los contenidos del área de ciencias
sociales, lo cual no depende solo de cuestiones disciplinares,
sino por la integración de la diversidad de conocimientos
presentes en la sociedad y la inclusión de perspectivas
ideológicas, críticas y alternativas.

La necesidad de fundamentar psicológicamente el
diseño
curricular, sea cual sea el nivel al que va dirigido es
reconocida predominantemente aunque discutida por algunos
sociólogos y teóricos de las ciencias que defienden
la fundamentación en las propias disciplinas. Como
reconoce B. Alsenberg "… es fácil afirmar que hay que
enseñar conceptos y no cúmulos de hechos, pero
qué estrategias de
enseñanza hay que llevar a cabo para que los alumnos
construyan conceptos (herramientas
de conocimientos y no simples definiciones a repetir)."
[17]

En estos momentos la enseñanza de las ciencias sociales
se bifurca hacia dos derroteros: el aprendizaje
memorístico y por repetición basado en clases
tradicionales y el aprendizaje activo, significativo o por
descubrimiento, "promovido y potenciado por una
educación desarrolladora, que conduce al desarrollo, que
va delante del mismo, guiando, orientando, estimulando, que tiene
en cuenta el desarrollo actual para ampliar continuamente los
límites de la zona de desarrollo próximo o
potencial, y por tanto, los progresivos niveles de desarrollo del
sujeto" (18),
señala la experta Doris Castellanos.

El aprendizaje es desarrollador cuando provoca el desarrollo
de elementos que permiten que el estudiante avance, alcance
nuevos niveles, si se le estimula a elevar su proceso cognitivo,
a desarrollar su personalidad, a potenciar su espiritualidad. En
la enseñanza memorística el aprendizaje es producto
de una práctica repetitiva reforzada por el éxito.
La estrategia de
aprendizaje es muy simple. Solamente hay que presentar el
contenido estructurado según la lógica de la
disciplina e inducir y reforzar el repaso hasta la
memorización. Las consecuencias negativas de este tipo de
aprendizaje han sido repetidas y todos conocen el poco nivel de
motivación
que producen.

La estrategia aquí asumida para la activación
del elemento desarrollador en el aprendizaje se sustenta en el
ideario pedagógico martiano, La teoría
Sociocultural de L.S Vygotsky, El aprendizaje y la
enseñanza por Descubrimiento de J. Bruner y La
teoría del Aprendizaje
Significativo de D. Ausubel.

Cuando en carta a
María Mantilla el 2 de febrero de 1895, José
Martí dice que "…no se sabe bien sino lo que se
descubre, advierte de la necesidad del esfuerzo intelectual que
propicie que el escolar produzca, dialogue, critique, decida,
desarrolle la imaginación creadora, se explique los
acontecimientos, fenómenos y procesos históricos y
sea capaz de advertir las contradicciones del objeto de estudio y
penetre en la naturaleza interna del conocimiento que estudia,
trascendiendo de la comprensión de significados a la
producción de significados, a partir de un
aprendizaje crítico, comunicativo y productivo, con un
acercamiento afectivo y humanista a la historia, esencial para
contribuir al desarrollo del pensamiento, la conciencia y la
espiritualidad.
[18]Es el concepto de
Educación en Martí: preparar al hombre para la
vida.

La teoría Vygotskiana articula los procesos
psicológicos y socioculturales a partir de la coordinación de la enseñanza con el
desarrollo del sujeto en sus dos niveles: real y potencial, para
promover niveles superiores de desarrollo y
autorregulación. El concepto de Zona de Desarrollo
Próximo (ZDP, la distancia existente entre el nivel real
de desarrollo del sujeto expresada en forma espontánea y/o
autónoma y el nivel de desarrollo potencial manifestada
gracias al apoyo de otra persona) es
crucial y entremezcla el desarrollo cognoscitivo y la cultura (se
producen conocimientos y formas sobre cómo
enseñarlos) El alumno como ente social, protagonista y
producto de las múltiples interacciones sociales en que se
ve involucrado a lo largo de su vida escolar y extraescolar,
internaliza (reconstruye) el conocimiento. Los conocimientos,
habilidades que fueron transmitidos y exorregulados, el educando
los interioriza y los usa autorreguladamente. El papel de la
interacción social con los otros (los que saben
más) es de importancia fundamental para el desarrollo
cognoscitivo y sociocultural.

La Zona de Desarrollo Próximo constituye el
diálogo entre lo que el sujeto es capaz de hacer hoy y
será capaz de hacer mañana, es el proceso de la
exorregulación a la autorregulación. A medida que
aumenta la competencia del
escolar, el maestro reduce su participación, el maestro
funciona como guía, tutor y modelo, induce para que los
alumnos participen. La teoría Vygotskiana propicia la
apropiación cultural del individuo, el dominio de
sí mismo y la transformación de la realidad y del
individuo mismo.

El aprendizaje y la Enseñanza por Descubrimiento de J.
Bruner parte del supuesto de que todo aprendizaje requiere de una
actividad intelectual por parte del alumno, congruente con el
constructivismo
de la psicología cognitiva.

Entendiéndose por descubrimiento que por su propia
acción mental, el alumno halle en los materiales que
se le proporcionen una organización o una estructura que
no estaba explícitamente presente en los mismos.

Entre las ideas básicas del aprendizaje por
descubrimiento destacamos que todo conocimiento real es
descubierto por uno mismo como producto exclusivo de la
creación, no del verbalismo, que la capacidad de resolver
problemas constituye la meta primaria
de la educación y que esta forma de aprendizaje asegura la
conservación de la memoria, la actividad decisoria y la
autoestima.

El aprendizaje por descubrimiento implicaría que el
alumno desarrollara actitudes, habilidades y procedimientos,
propiciando el interés,
la activación del pensamiento creativo y crítico y
el entrenamiento de
una metodología científico investigativa. La labor
del profesor debe
limitarse a presentar los materiales y orientar, pero no
proporcionar explicaciones o conceptos que le permitan al alumno
entender los hechos observados, el profesor no conceptualiza los
conflictos. La
adquisición de teorías debe ser secundaria respecto
al proceso de investigación.

En el aprendizaje por descubrimiento la idea clave es que el
aprendizaje es una construcción interna de modelos o
reglas de representación. Las estrategias de aprendizaje
consisten en proporcionar a los alumnos oportunidades de
aprendizaje de manera que él solo vaya construyendo el
conocimiento científico. Los materiales no se ordenan en
función de la disciplina, sino que se presentan
intencionadamente desestructurados para que el alumno pueda
realizar el proceso de autorreconstrucción.

Diversas escuelas
psicológicas defienden esta teoría. La que ha
tenido mayor resonancia es la concepción piagetiana, que
ha fundamentado la dialéctica de la escuela activa y los
estudios del medio promovidos por los movimientos de
renovación pedagógica.

La teoría del Aprendizaje Significativo de D. Ausubel
se ocupa de los procesos de aprendizaje de los conceptos
científicos a partir de los conceptos previamente formados
por el sujeto en su vida cotidiana, pone el acento en la
organización del conocimiento en estructuras y
en las reestructuraciones que se producen debido a la
interacción entre esas estructuras presentes en el sujeto
y la nueva información. Para que esa
reestructuración se produzca, se precisa de una
instrucción formalmente establecida que presente de modo
organizado y explícito la información que debe
desequilibrar las estructuras existentes.

Según Ausubel, Novak y Hanesian debe partirse de un
"organizador previo" que consiste en una o varias ideas generales
que se presentan antes que los materiales de aprendizaje, con el
fin de facilitar su asimilación. La principal
función de los organizadores previos es "tender un puente
cognitivo entre lo que el alumno sabe y lo que necesita saber",
con el fin de activar ideas ya existentes que van a servir de
ideas inclusoras para los contenidos que se presentarán
después. Los organizadores previos deben tener un nivel
más elevado de abstracción, generalidad e
inclusividad que el nuevo material por aprender.

Un aprendizaje es significativo cuando puede relacionarse de
modo sustancial y no arbitrario con lo que el alumno ya sabe,
cuando puede incorporarse a las estructuras de conocimiento que
posee el sujeto, cuando el nuevo material adquiere significado
para el sujeto a partir de su relación con conocimientos
anteriores. Es incorporación sustantiva, no verbalista de
nuevos conocimientos en la estructura cognitiva, es esfuerzo
deliberado por relacionar los nuevos conocimientos con conceptos
de nivel superior más inclusivos ya existentes en la
estructura cognitiva. Es el aprendizaje relacionado con
experiencias, hechos u objetos, es la implicación afectiva
para relacionar los nuevos conocimientos con aprendizajes
anteriores.

En este momento se admite mayoritariamente que el crecimiento
personal de los alumnos y sus posibilidades de aprendizaje
están fuertemente condicionados por el nivel de desarrollo
operativo. El estudio en el nivel preuniversitario transcurre en
momentos cruciales de la vida del estudiante: el tránsito
de la adolescencia a
la juventud, el advenimiento del ciudadano activo, consciente no
solo de lo que le rodea, sino también de sí
mismo.

La actividad intelectual de estos estudiantes se caracteriza
por el predominio del razonamiento y del pensamiento
independiente y creador.

Cuando se dirige el proceso de enseñanza teniendo en
cuenta estas particularidades del pensamiento juvenil, el estudio
estimula al alumno a desarrollar su iniciativa en un afán
de búsqueda de nuevos conocimientos, de crear cosas
nuevas, y de este modo el estudio se convierte en una verdadera
necesidad.

Una prueba de esto la constituye la particular
atracción y admiración que despiertan en los
jóvenes aquellos profesores que orientan su asignatura de
modo que el aprendizaje requiera de un esfuerzo mental y de la
creatividad
por parte del alumno, que reclaman la emisión de juicios
valorativos, las apreciaciones polémicas y la defensa de
criterios propios. Sobre la base de una buena
comunicación, el profesor debe convencer sin imponer, y
centrar la atención en los elementos educativos de
verdadero valor para la vida y el papel social del joven.

Los 15 a 18 años de edad marcan una determinada
organización intelectual que condiciona el tipo de
aprendizaje que los alumnos pueden realizar. Se acepta sin
embargo, que puede variar su época de aparición,
según las condiciones biológicas y
sociológicas del individuo, según el grado de
abstracción de los conceptos a aprender y el proceso de
estimulación al cual está sometido el alumno. Un
aprendizaje basado en la diferenciación personal es el que
más debe ajustarse a aprender de maneras diferentes para
limitar desigualdades e intentar dar una enseñanza igual
para todos.

Tal como señala el especialista M. Romero, "el
referente psicológico es un presupuesto importante, al
tener en cuenta edad, intereses, conocimientos previos,
disposición hacia la actividad y despliegue de la misma,
la relación entre lo cognitivo y lo afectivo, el papel de
la
comunicación respetando lo auténtico y original
del alumno, que propicie la individualización y socialización en el aprendizaje y el nexo
armónico contextualismo – perspectivismo."

[19]

Los tres pilares sobre los que debe asentarse la
comprensión de todo conocimiento sistemático (una
definición correcta de la materia conocida, la
comprensión y el dominio de las maneras de producir y
reproducir ese conocimiento, y el dominio de sus conceptos claves
y sus procedimientos esenciales) se encuentran por construir en
casi todos los estudiantes. En tal sentido, es importante el
trabajo de los profesores para una mayor profundización en
el enfoque, y contenido de la disciplina, en la
vinculación de esta a la vida no solo desde lo cognitivo,
sino desde lo emocional, para que se convierta en vivencia
sentida, capaz de regular la conducta de los
jóvenes en función de la necesidad de
actuación acorde a sus convicciones y enjuiciamiento
crítico de las condiciones de vida para la
transformación activa de la sociedad en que viven.

Frecuentemente el peligro de un aprendizaje deficiente se
produce por una insuficiente preparación de los maestros.
Es de los profesores la culpa de la marginación de las
ciencias sociales al presentarlas de modo poco atractivo, como
una escolástica, desvinculada de los problemas reales. El
problema no es poner más horas en los programas de
estudio, sino proponer lo necesario, que sea punto de partida y
no de llegada, una reflexión sobre el conocimiento, no una
forma de conocimiento.

José Martí habló de la necesidad de
relacionar la capacidad intelectual del hombre y sus facultades
emocionales legando la brújula de
su pensamiento, síntesis de ciencia y amor. En la centuria
recién comenzada se debe asumir con fines
pedagógicos toda la herencia cultural anterior, de larga y
arraigada tradición de espiritualidad y eticidad
manifestada en la búsqueda de un mañana mejor de
alcance universal.

La evolución del pensamiento humano universal que
culminó en su más alta escala con el pensamiento
científico, racional, dialéctico y materialista, ha
venido siendo desvirtuada a lo largo de la historia por la
acción de los hombres, unas veces cayendo en el materialismo
vulgar y otras ignorando sus potencialidades creativas. Mostrando
la dramática realidad de los hechos con el rigor del
pensamiento científico se dispone de argumentos para
probar que el sueño milenario de la utopía
universal del hombre es la única posibilidad real de
salvar a la especie humana.

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    – 5 – En Granma – La Habana, 7 de sept del
    2002 – Discurso pronunciado en el acto de
    inauguración de la Escuela Experimental José
    Martí, en La Habana Vieja, el 6 de sept del 2002.

  • 48. ______________. Nunca como en estos tiempos
    podemos apreciar el inmenso valor de un libro – p 4
    –6 – En Granma – La Hab, 29 de abril del
    2002 – Disc pronunc en la inaug de la imprenta Alejo
    Carpentier el 27 de abril del 2002.

  • 49. ______________. ¡Sean, como educadores, el
    evangelio vivo con que soñó José de la
    Luz y Caballero! – p 5 – En Granma – La
    Hab, 3 de sept del 2002

  • Disc pronunc en el acto de graduac de las Esc Emergentes
    de Maestros de la Enseñanza Primaria, el 2 de sept del
    2002.

  • 50. _____________. Casi podría decirse que
    apenas estamos comenzando – p 4 – En Granma
    – La Hab, 17 de sep del 2002 – Disc pronunc en el
    acto de inauguración oficial del curso escolar 2002
    – 2003, el 16 de sep del 2002.

  • 51. _____________. El futuro desarrollo de nuestra
    educación tendrá una enorme connotación
    política, social y humana – p 4 – 5 – En
    Granma – La Hab, 8 de feb del 2003 – Disc pronunc
    en la clausura del Congreso Pedagogía 2003, en el
    teatro "Carlos Marx", el 7 de feb del 2003.

  • 52. _____________. Las ideas creadas y probadas por
    nuestro pueblo no podrán ser destruidas – p 3 –
    61 – La Hab – Oficina de publicaciones del
    Consejo de Estado. 2004 – Disc pronunc en la clausura
    del IV Congreso de Educación Superior, en el teatro
    "Carlos Marx", el 6 de feb del 2004.

  • 53. CHACÓN ARTEAGA, NANCY. Moralidad
    Histórica: premisa para un proyecto de a imagen moral
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    Universidad de las Palmas de G.C. Centro Sup de
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    Moral. La Habana. Editorial Miguel de Villa. 1880.

 

 

 

Autor:

MCs. Omelio Rivero Villavicencio

Profesor Asistente Facultad de Tecnología de la
Salud.
Camagüey

Lic. Rita Saavedra Roche

Profesora Auxiliar Facultad de Tecnología de la Salud.
Camagüey

Lic. Emilio Sánchez Morales.

[1] CASTRO RUZ, FIDEL. A pasos acelerados la
enseñanza secundaria cambiará radicalmente – p 4
– 5 – En Granma – La Habana, 7 de Septiembre del 2000 2002 –
Discurso pronunciado en el acto de inauguración de la
Escuela Experimental José Martí, en La Habana
Vieja, el 6 de Septiembre del 2002.Pág 5.

[2] _______________. Casi podría
decirse que apenas estamos comenzando – p4 – En Granma – La
Habana, 17 de Septiembre del 2002 – Discurso pronunciado en el
acto de inauguración oficial del curso escolar 2002 –
2003 celebrado el 16 de Septiembre del 2002. Pág 4

[3] HEGEL, J.G.F. Lecciones sobre Historia de la
Filosofía – Tomo I – México. FCE, 1955. Pág 55.

[4] ENGELS, FEDERICO. Ludwig Feuerbach y el
fin de la Filosofía Clásica Alemana – La Habana –
Editora Política, 1964. Págs 42 – 43.

[5] TAPIA B, NAPOLEÓN. Enfoques
curriculares y diversidad – En Primer Congreso Internacional de
Epistemología y educación. San José de
Costa
Rica.

[6] STOUVENEL, MARISELA R. ¿Es la
pedagogía una ciencia? – En Primer Congreso
Internacional de Epistemología y educación. San
José de Costa Rica.

[7] MARRERO URBÍN, DOMINGO.
Desenseñando Historia. Una aproximación a los
resultados del curriculum
Positivista – En VII Symposium, Didáctica de las
ciencias sociales # 2 – Universidad
de las Palmas de G.C. Centro sup de formación del
profesorado, Marzo 27, 28 y 29, 1996. Pág 341.

[8] RODRÍGUEZ LESTEGÁS,
FRANCISCO. La dimensión didáctica de las ciencias
sociales: una perspectiva histórica – En VII Symposium,
Didáctica de las ciencias sociales # 2 – Universidad de
las Palmas de G.C. Centro sup de formación del
profesorado, Marzo 27, 28 y 29, 1996. Pág363.

[9] STOUVENEL, MARISELA R. ¿Es la
pedagogía una ciencia? – En Primer Congreso
Internacional de Epistemología y educación. San
José de Costa Rica. EUNED Editorial Universidad estatal
a distancia, 1996. Pág 115.

[10] MARRERO URBÍN, DOMINGO.
Desenseñando Historia. Una aproximación a los
resultados del curriculum Positivista – En VII Symposium,
Didáctica de las ciencias sociales # 2 – Universidad de
las Palmas de G.C. Centro sup de formación del
profesorado, Marzo 27, 28 y 29, 1996. Pág 341.

[11] RODRÍGUEZ LESTEGÁS,
FRANCISCO. La dimensión didáctica de las ciencias
sociales: una perspectiva histórica – En VII Symposium,
Didáctica de las ciencias sociales # 2 – Universidad de
las Palmas de G.C. Centro sup de formación del
profesorado, Marzo 27, 28 y 29, 1996. Pág363.

[12] CASTRO RUZ, FIDEL. Casi podría
decirse que apenas estamos comenzando – p4 – En Granma – La
Habana, 17 de Septiembre del 2002 – Discurso pronunciado en el
acto de inaguración oficial del curso escolar 2002 –
2003 celebrado el 16 de Septiembre del 2002. Pág 4.

[13] VARONA, E.J. Conferencias
Filosóficas. Psicología – La Habana. Imprenta El
Retiro, 1888. Pág 410.

[14] MENDOZA PORTALES, LISSETTE. Acerca de la
formación de valores: algunas reflexiones – La Habana –
ISPEJV, 2000. Pág 10.

[15] ____________________________. Obra
citada. Pág 9.

[16] DE LA LUZ Y CABALLERO, JOSé.
Aforismos de Luz y Caballero – La Habana. Editorial Lex, 1960.
Biblioteca
popular de clásicos cubanos, Nro 2. Págs 76 –
77.

[17] GARCÍA BATISTA, GILBERTO.
¿Por qué la formación de valores es
también un problema pedagógico? – p 58 – 71 – En
La Formación de valores en las nuevas generaciones. La
habana – Editorial de ciencias sociales, 1996. Pág
70.

[18] CASTRO RUZ, FIDEL. ¡Sean, como
educadores, el evangelio vivo con que soñó
José de la Luz y Caballero! – p 5 – En Granma – La
Habana, 3 de Septiembre del 2002 – Discurso pronunciado en el
acto de graduación de las Escuelas Emergentes de
Maestros de la enseñanza primaria, el 2 de Septiembre
del 2002. Pág 5.

[19] CHACÓN ARTEAGA, NANCY.
Dimensión ética de la educación cubana. La
Habana. Editorial Pueblo y educación, 2002. Pág
134.

Partes: 1, 2
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