Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Trabajo Infantil y Crisis de los Niños Trabajadores en las comunidades mineras en el Perú (página 2)



Partes: 1, 2, 3

En todo el mundo, los niños
empiezan a trabajar a una edad muy prematura. Cuando tienen seis
o siete años de edad, ya están ayudando en las
tareas de la casa, realizando encargos o asistiendo a sus padres
en los cultivos.

Estas actividades son alentadas muy a menudo por los adultos
de la familia,
porque se cree que tales actividades pueden beneficiar el
crecimiento y desarrollo del
niño. Los niños adquieren un sentido de responsabilidad y se enorgullecen de llevar a cabo
labores que ayudan a la familia a
sobrevivir. Cuando observan y trabajan con otros, los
niños aprenden oficios y aumentan sus conocimientos que
les ayudarán en el futuro. El trabajo en
este sentido abre la puerta hacia el mundo del trabajo adulto
y es parte de la transición de la infancia hacia
la vida adulta.

Desafortunadamente, muchos niños hacen trabajos que en
vez de tener un efecto positivo en sus vidas, impide su
crecimiento y desarrollo normal. Esto es lo que se entiende como
trabajo
infantil.[2]

"La infancia es un tiempo para
jugar, aprender, crecer, un tiempo en que todos los niños
y niñas deberían tener la oportunidad de
desarrollar sus potenciales y soñar con brillantes planes
para el futuro. Sin embargo, para 250 millones de niños y
adolescentes
en todo el mundo, quienes trabajan mucho antes de que sus
frágiles huesos y
sensitivas almas estén preparados, la infancia es un
sueño perdido. Ellos trabajan desde las primeras horas de
la mañana hasta después del ocaso. Se les puede ver
vendiendo flores y goma de mascar a turistas en las calles de
ciudades ruidosas y sobre pobladas; quemándose bajo
el sol en
plantaciones gigantescas, sucias, e infectadas de residuos
químicos; barriendo los pisos de las mansiones de
millonarios inconscientes; doblándose las espaldas en
oscuras fábricas de alfombras bajo el látigo de la
esclavitud
moderna. Estos niños y niñas no saben de otro
juego que no
sea la sobre vivencia. Su escuela es la
calle; su maestro, la injusticia. Su futuro es un negro
callejón de incertidumbre que podría acabar con sus
vidas en cualquier momento. Por este motivo, quisimos profundizar
este tema que hoy en día, en nuestro país como en
el resto del mundo, es uno de los principales cuestionados. En
primer momento el estudio se centra en el niño, con el
objetivo de
conocer las actividades que realizan y lograr su
caracterización de acuerdo a las siguientes variables:
edad, sexo,
escolaridad, zona de procedencia, zona de frecuencia,
composición de la familia a la cual
pertenecen".[3]

Millones de niños en todo el mundo ejercen una labor
que es perjudicial. En muchos países, todos los miembros
de una familia pobre, desde el más pequeño hasta la
persona de
edad avanzada harían cualquier cosa para ganarse la vida y
poder
sobrevivir. Muy a menudo se obliga a los niños a trabajar
a una edad muy temprana, en condiciones que van contra su
bienestar.

La Organización Internacional del Trabajo
estima que existen aproximadamente 250 millones de niños
trabajadores en el mundo.

Por lo menos 120 millones de niños entre las edades de
5 y 14 años están trabajando jornadas completas. Un
tercio de ellos están ejerciendo labores
peligrosas.[4]

Con respecto al trabajo, la Convención Nº 182 de
la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil refiere como
peores formas de trabajo a:

  • Toda forma de esclavitud o de las prácticas
    análogas a la esclavitud, como la venta y el
    tráfico de niños, la servidumbre por deudas y
    la condición de siervo, y el trabajo forzoso u
    obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso y obligatorio
    de niños para utilizarlos en conflictos armados.

  • La utilización, el reclutamiento o la oferta de
    niños para la prostitución, la
    producción de pornografía o actuaciones
    pornográficas.

  • La utilización, el reclutamiento o la oferta de
    niños para la realización de actividades
    ilícitas, en particular la producción y el
    tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los
    tratados internacionales pertinentes.

  • El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en
    que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la
    seguridad o la moralidad de los niños.

Estos timos deben de ser determinados por la
legislación de cada país suscrito de acuerdo a su
realidad.

Desprendiéndonos de la ley, podemos
concluir en que toda actividad que no sea adecuado para el
desarrollo físico, mental e inclusive económico
para el menor y que más bien pueda perjudicar el
crecimiento, dignidad, la
salud e
integridad del menor son actividades calificadas como las peores
formas de trabajo infantil.

Estas formas de trabajo infantil deben de ser eliminados por
cada legislación, pero es debido a la necesidad que surte,
que aún no se ha podido realizar y es así que se
han colocado edades mínimas a efectos de realizar
distintas actividades laborales con el fin de ir eliminando poco
a poco el trabajo infantil.

  • CAUSAS DEL TRABAJO INFANTIL

El ingreso precoz al trabajo infantil se encuentra vinculado a
las condiciones de pobreza de las
familias. Las familias pobres estructurales y las familias
empobrecidas ante la situación de ajuste económico,
son colocadas en condición de vulnerabilidad social, esto
es, que pierden su capacidad económica y cultural de
contención. Esta situación vulnerabilidad se
presenta exclusión
social, donde disminuyen las posibilidades reales de alcanzar
niveles de vida dignos. De esta forma los niños y
niñas realizan en la calle diferentes actividades como
forma o estrategias de
supervivencia, que desarrollan como una manera de
generación de ingresos. Las
actividades que realizan los niños para obtener ingresos
solos o integrados a su núcleo familiar, son asimilables a
la idea de trabajo. El concepto de
trabajo infantil no es tan sencillo ni claro como parece. Los
niños ayudan a las familias, pero estas actividades no se
denominan trabajo infantil, se aplica más bien a aquellas
labores desempeñadas por menores en condiciones más
o menos regulares que les permite ganarse el sustento para
sí mismo y sus familias. La noción de trabajo
infantil debe aplicarse a niños de menos de 15 años
de edad que realizan actividades con el objetivo de ganar el
propio sustento o el de sus familias.[5]

¿Qué empuja a un niño a laborar? La
principal causa es la pobreza y los
bajos recursos de la
familia, que apenas alcanzan para comer y que no garantizan una
educación
básica. Basta decir que tres de cada cuatro niños
trabajadores abandonan la escuela, lo cual anula sus
posibilidades de conseguir una futura instrucción que les
permita romper ese círculo vicioso. La mayoría
trabaja, en el mejor de los casos, en chacras o granjas, en
negocios
familiares, en la minería o
como empleados del hogar.[6]

Entre las causas del trabajo infantil, los expertos de la OIT
señalaron principalmente:

  • Pobreza.

  • Inestabilidad política.

  • La discriminación.

  • La emigración.

  • La explotación criminal.

  • Patrones culturales y prácticas culturales
    tradicionales.

  • Falta de trabajo decente para los adultos.

  • Protección social inadecuada.

  • Escasez de escuelas o cobertura y calidad en la
    educación y el deseo de bienes de consumo

  • Violencia Intrafamiliar:

  • Permisividad social

  • Falta de oportunidades

  • Lagunas y contradicciones normativas[7]

A ello se suma la falta de aplicación de la ley, el
deseo de algunos empleadores de contar con una mano de obra
barata, la crisis como
desastres
naturales, recesiones económicas, la pandemia del
SIDA y los
conflictos
armados.

La causa principal del trabajo infantil es la pobreza. La
renta familiar es insuficiente y los niños tienen que
ganar dinero para
remediar esta situación. La pobreza alcanza el 45,3% de la
población peruana y la extrema pobreza
afecta al 19,3% de los peruanos. Es decir, el 64,6% de la
población vive en situación de precariedad.

Los padres de los niños que trabajan están a
menudo desempleados o subempleados, con una necesidad
desesperante de empleo y de un
salario seguro. Pero el
trabajo no se les ofrece a ellos, sino a los hijos porque los
niños pueden ser peor pagados. En la región los
menores entre 13 y 17 años perciben, como media, la mitad
del salario de un adulto con siete años de
instrucción. Puesto que los niños son más
dóciles, siguen las órdenes sin poner en duda la
autoridad,
teniendo menos poder, es improbable que se organicen para
protestar contra la opresión, y además se puede
abusar físicamente sin que puedan reaccionar. En síntesis,
se prefiere a los niños porque es más fácil
explotarlos.

Los mineros artesanales desarrollan sus actividades, hasta
hoy, en el ámbito de una marginalidad que
les impide superar una precaria economía de subsistencia, cuyos efectos en
la familia y los hijos son evidentes en cuanto a salud,
educación y bienestar. Y es allí donde se producen
las condiciones que obligan a las familias a incorporar a los
niños, niñas y adolescentes a duras labores
relacionadas con el trabajo minero, que es un tipo de trabajo
definido internacionalmente como altamente riesgoso y
dañino a la salud.[8]

  • PROTECCIÓN DEL TRABAJO INFANTIL

En agosto de 1990, el Perú ratificó la
Convención Internacional sobre los Derechos del
Niño, el instrumento internacional sobre Derechos Humanos
más ratificado. Esta Convención establece en su
artículo 32º el derecho de todos los niños y
niñas a estar protegidos "contra la explotación
económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda
ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo
para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o
social
". Asimismo, establece que los Estados partes
deberán tomar las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educacionales para garantizar este derecho.

Más recientemente, el Perú ratificó los
principales convenios de la OIT referidos al trabajo infantil, el
Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al
empleo, en noviembre del 2002; y el Convenio 182, sobre las
peores formas de trabajo infantil, en enero de 2002.

El primero establece que los países deben seguir una
política
nacional que asegure la erradicación del trabajo infantil
y establecer una edad mínima legal de admisión al
trabajo no inferior a la edad en que cesa la educación
obligatoria, o en todo caso, quince años.

El Convenio 182 establece que los países que lo
ratifiquen deben adoptar medidas inmediatas y eficaces para
conseguir la prohibición y eliminación de las
peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia.[9]

  • EL CONVENIO SOBRE LA EDAD MÍNIMA: Nº
    138

Uno de los métodos
más efectivos para asegurar que los niños no
empiecen a trabajar a una corta edad es fijar legalmente la edad
en la que los niños pueden trabajar. Los principios
básicos del Convenio de la OIT (1973) concerniente a la
edad mínima de admisión al empleo se refieren a lo
siguiente:

  • Edad mínima básica: La edad mínima en
    la que se permite a los niños trabajar debería
    fijarse en 15, o la edad en la que los niños terminan
    la escuela obligatoria.

  • Trabajo peligroso: Cualquier labor que compromete la salud
    física, mental o moral de los niños no
    debería ser realizada por ninguna persona menor de 18
    años.

  • Trabajo liviano: Los niños entre las edades de 13 y
    15 años pueden hacer trabajos livianos, mientras que
    no amenacen su salud y seguridad, o les impida asistir a la
    escuela o participar en orientación vocacional y
    programas de capacitación.

El Convenio también recomienda que la edad
mínima de admisión a un empleo no debería
ser menor que la edad en que terminan la escuela
obligatoria[10]

En el Perú, las edades requeridas para autorizar el
trabajo de los adolescentes son las siguientes:

Para el caso del trabajo por cuenta ajena o que se preste
en relación de dependencia:

  • Quince (15) años para labores agrícolas
    no industriales.

  • Dieciséis (16) años para labores
    industriales, comerciales o mineras.

  • Diecisiete años (17) para labores de pesca
    industrial.

Para el caso de las demás modalidades de trabajo,
catorce (14) años. Por excepción se
concederá autorización a partir de los doce
años, siempre que las labores a realizar no perjudiquen su
salud o desarrollo, ni interfieran o limiten su asistencia a los
centros educativos y permitan su participación en programas de
orientación o formación profesional.

Se presume que los adolescentes están autorizados
por sus padres o responsables para trabajar, cuando habiten con
ellos, salvo manifestación expresa en contrario de los
mismos
[11]

  • TRABAJOS PELIGROSOS

Los trabajos peligrosos son una de las peores formas de
trabajo vistas anteriormente y mencionadas por la
Convención Nº 182 de la OIT, ello debido a que pone
en riesgo la salud,
seguridad y moral
de los niños, niñas y adolescentes por la naturaleza de
la labor o el número de horas trabajadas. Es un trabajo
que expone a los menores de edad al abuso físico,
psicológico o sexual, trabajo bajo la superficie, bajo
el agua, en
alturas peligrosas o en espacios confinados; trabajo con
maquinaria, equipos y herramientas
peligrosos, o que involucre el manejo manual o transporte de
cargas pesadas; trabajo en un entorno insalubre que puede, por
ejemplo, exponerlos a sustancias, agentes o procesos
peligrosos, o a temperaturas, niveles de ruido o
vibraciones que dañen su salud; trabajo bajo condiciones
particularmente difíciles tales como trabajo durante
horarios prolongados o durante la noche[12]

En el Perú existe una larga lista de trabajos
peligrosos en los que se encuentran niños, niñas y
adolescentes. Destacan el trabajo en minería artesanal de
oro, la
elaboración artesanal de ladrillos, el trabajo en canteras
de piedras, construcción civil, cargadores en mercados de
abastos, recolección de residuos de la basura, trabajo
infantil doméstico, pesca
artesanal en alta mar, en terminales pesqueros, venta ambulatoria
nocturna en calles y cercanías de bares, entre otros.

Según estudios de la OIT, se calcula en 50,000 los
niños, niñas y adolescentes que trabajan en la
minería artesanal de oro, particularmente en los
departamentos de Madre de Dios, Puno, Arequipa, Ayacucho y La
Libertad.

Está ampliamente documentado el trabajo que realizan
cientos de niños y adolescentes en los principales
mercados de abastos de Lima y provincias,
desempeñándose como cargadores de bultos que
sobrepasan su capacidad física.
También está documentado el caso de decenas de
niños y adolescentes que se dedican a la extracción
artesanal de piedra para construcción (llamados
"picapedreros" o "canteros") en el distrito de Carabayllo en
Lima. Igualmente hay informes que
registran alrededor de 1,000 niños que trabajan en la
fabricación de ladrillos en Huachipa (Lima).

Otra actividad altamente nociva es la de los niños y
adolescentes que trabajan en los basurales de las zonas urbanas
del país, calculándose en 1,000 los niños
que realizan esta actividad en los distritos de Carabayllo,
San
Martín de Porres y San Juan de Lurigancho
(departamento de Lima), y unos 100 en El Milagro (Trujillo). Otro
caso conocido públicamente es el trabajo que realizan los
aproximadamente 60 niños y niñas de 7 a 15
años de edad en el terminal pesquero de Villa María
del Triunfo, en Lima.

La Encuesta
Nacional de Hogares (ENAHO) estimaba, en el año 2001, en
110,496 la población de niños, niñas y
adolescentes que realizan labores en el sector doméstico,
de los cuales el 79% son mujeres. El 43% no tiene acceso a
servicios
educativos.

Informaciones periodísticas dan cuenta de la existencia
de trabajo infantil y adolescente en actividades de cosecha de
hoja de coca y procesamiento de cocaína,
el mismo que no está cuantificado.[13]

La técnica de pesca muro ami es una de las
formas de trabajo más peligrosas y explotadoras que los
niños filipinos realizan muy a menudo. El equipo de buceo
profundo consiste solamente en una camisa de manga larga, un par
de anteojeras de madera y un
par de pantalones. Entre cuatro y cinco buceadores se ahogan cada
temporada. Los menores que laboran en la industria de
las pulseras de vidrio
también enfrentan graves riesgos, como
el manejo del vidrio derretido que sale de los hornos y su
transporte sobre pisos que están cubiertos de
vidrio.[14]

Trabajo infantil
en la actividad minera

  • 1. LA MINERÍA

En América
Latina más de nueve millones de personas dependen de
la minería artesanal y una parte importante de ellas son
mujeres y lamentablemente niñas, niños y
adolescentes. Estos son trasladados para ayudar en tareas
"sencillas" de selección
de desmonte minero o bateando en el río durante largas
horas a la intemperie. A partir de los 12 años pasan a la
extracción del mineral en los túneles, el
transporte a la superficie y su procesamiento,
exponiéndose al peligro de explosiones, derrumbes,
asfixia, cargas pesadas, y sustancias tóxicas como el
mercurio,
cianuro, ácidos y
otros químicos.

En el caso de la minería se secuestra o engaña a
la víctima con ofertas de empleo temporal. Se han podido
ubicar dos rutas principales: la ruta de la Selva Sur: Puerto
Maldonado, como zona de origen hacia las localidades de Arequipa,
Trujillo, Cusco e Iquitos. En zonas mineras de Marcapata y Mazuco
en Madre de Dios, Arequipa y Lima, a donde los niños y
adolescentes son conducidos en camiones cisterna diseñados
para transportar combustible, a través de Urcos desde
Pisac, Quillabamba, Puno y Juliaca.

La exposición
temprana a estos riesgos afecta a los niños debido a la
inmadurez de su organismo, sus mayores necesidades, menor
resistencia,
su alta capacidad de absorción y vulnerabilidad
psicológica.[15]

En el Perú existen como mínimo unas 30,000
familias que se dedican a la minería artesanal de oro de
manera permanente y para las cuales ésta es su actividad
principal. Es decir, están involucradas en esta actividad
de manera permanente unas 150,000 personas: los varones adultos y
muchas de sus cónyuges e hijos menores de 18 años.
Los departamentos que más población albergan son
Puno y Madre de Dios. Interesa resaltar que existirían
mineros artesanales en nuevos caseríos de
Nazca-Ocoña y en el departamento de Cajamarca, lo que
permite pensar que la población de mineros es mayor a la
que se ha podido registrar en el presente
estudio[16]

  • 2. PERFIL DE LAS COMUNIDADES MINERAS

En primer lugar debemos decir que contrariamente a lo que
considera el Estado,
estas comunidades mineras no son poblaciones de paso, esa es una
de las razones por las que muchas veces no consiguen obtener
servicios básicos suficientes, que les permitan mejorar su
calidad de
vida, y explica en gran parte la dura realidad en la que
viven.

Lo correcto es afirmar que las comunidades mineras son
espacios de vida y de producción que han ido formando centros
poblados que tienden a ser permanentes y que por lo tanto merecen
todo el apoyo para el desarrollo principalmente de su
población infantil.

  • Viviendas precarias: Al llegar a una de estas
    localidades lo primero que se puede observar es que las
    viviendas son levantadas sin ningún orden
    específico y en condiciones precarias. Son hechas de
    adobe, madera, o esteras con techos de calamina y piso de
    tierra y a lo sumo cuentan con 2 ambientes. En ellas no hay
    agua potable ni desagüe, en algunas hay luz ya sea por
    instalaciones o el uso de generadores.

Si se camina por sus calles desordenadas, encontraremos que al
no tener rellenos sanitarios la basura abunda
por todas partes y en muchos casos las necesidades
fisiológicas se hacen o se botan en plena calle, siendo un
foco de infección permanente.

  • Problemas del medio ambiente: Por la misma
    actividad que aquí se realiza, los ríos
    están contaminados por el mercurio, cianuro,
    petróleo o los desechos que se arrojan.

Las casas están muy cerca del centro de trabajo o
muchas veces son el propio lugar de trabajo, por lo que el
ambiente en
general está lleno de gases
tóxicos que ocasionan contaminación en el medio ambiente
y una serie de enfermedades con graves
secuelas sobre todo en las mujeres y los niños.

  • Poca cobertura en salud: Aquí si alguien se
    enferma o tiene algún accidente en el trabajo, debe
    acudir primero a los remedios caseros o a los "curiosos" del
    lugar, porque los pocos centros de salud que existen casi no
    cuentan con equipos ni medicinas para atender al
    público. Ellos tienen personal mínimo y
    sólo algunos programas preventivos de salud.

  • Déficit en escuelas: No sólo el
    servicio de salud presenta grandes problemas, la
    educación también afronta los suyos. Casi
    siempre el número de escuelas y colegios en cada
    comunidad minera es insuficiente, sobre todo faltan colegios
    de secundaria, lo que obliga muchas veces a que los
    niños y niñas sólo puedan concluir la
    primaria. Además el número de profesores,
    así como la calidad de la enseñanza es siempre
    motivo de queja de los padres de familia.

Es poco usual que existan centros de educación inicial
o wawa-wasis para los niños en edad pre-escolar, lo que
obliga a la madre a llevar a sus pequeños al lugar donde
trabaja, exponiéndolos a riesgos y enfermedades.

  • Otros problemas sociales: En un pueblo dedicado a
    la minería de oro artesanal es fácil encontrar
    bares y cantinas, siendo la tasa de alcoholismo muy alta. El
    alcohol entre otros factores, suele conducir a actos
    violentos, por lo que resulta muy común encontrar
    episodios de peleas callejeras, violencia familiar e incluso
    violaciones a mujeres y menores.

También la prostitución especialmente de adolescentes
ha crecido significativamente en estas zonas.

  • Otras actividades económicas: Si bien gran
    parte de la comunidad se dedica únicamente a la
    minería (60%), existen algunas familias que
    además tienen pequeños negocios como
    restaurantes, bodegas e incluso alguna pensión que le
    significa un poco más de ingresos económicos.
    Otros se dedican a la agricultura y la ganadería,
    cuando esto es posible.

  • Las autoridades: A todos estos serios problemas hay
    que sumar el hecho de que las sedes administrativas de los
    principales servicios que brinda el Estado, se encuentran muy
    lejos de estas comunidades, lo que dificulta el trabajo de
    las pobladores para hacer algún trámite.
    Aunque, también hay autoridades en estos pueblos que
    están poco sensibilizadas con los riesgos y problemas
    que enfrenta la población, especialmente niños
    y mujeres. En el peor de los casos también vamos a
    encontrar asentamientos mineros que no cuentan con
    autoridades municipales distritales, a pesar que tienen una
    población numerosa.

  • La organización social: Finalmente debemos
    acotar que la capacidad de la comunidad minera para
    organizarse aún es muy débil, aunque
    varía según la zona. Los comedores populares o
    los comités del vaso de leche son muy escasos y si
    existen no funcionan de manera permanente, pues al ser
    consideradas las poblaciones mineras como poblaciones
    temporales, no reciben el apoyo social que requieren de parte
    del gobierno. Hay que resaltar que debido al esfuerzo y
    gestión de las propias comunidades es que muchas de
    estas han podido lograr algunos servicios sociales.

Este es un breve acercamiento a la problemática de la
minería artesanal del oro y al entorno en el que viven la
mayoría de los niños y adolescentes que trabajan en
ella, que resulta de mucha utilidad para
entender las condiciones en las que trabajan y sobre todo los
efectos físicos, psicológicos, morales y sociales a
lo que son expuestos día a
día.[17]

  • 3. CAUSAS DE TRABAJO INFANTIL EN LA MINERÍA
    ARTESANAL

  • Los bajos ingresos de las familias dedicadas a la
    minería artesanal.

  • Una preocupación nacida en los mismos niños
    frente a la falta de materiales escolares, ropa y alimentos
    en casa.

  • Desánimo de los padres e hijos frente a la
    educación que se imparte en la escuela de Santa
    Filomena. La falta de colegio secundario.

  • La falta de conciencia de los padres acerca de los riesgos
    del trabajo minero para los niños.

  • Falta de orientación en los padres acerca del
    futuro de sus niños y la importancia de la
    educación para ello.[18]

El trabajo de los niños a tiempo completo en
minería tiene lugar el fin de semana y durante las
vacaciones escolares, época que coincide en varias zonas
con el período de lluvias y mayor actividad. No obstante,
muchos niños acuden en horas de la tarde a la mina luego
de salir de la escuela. Mientras los padres de familia tienden a
mostrarla como una participación esporádica o
estacional, y sobre todo como una ayuda, los niños y sus
maestros coinciden en señalar que por lo menos un 60% de
los niños que tienen más de 6 años trabaja
de manera permanente. En Puno, de acuerdo a los docentes la
proporción es más alta, el 80% o más de los
niños matriculados en la escuela trabaja diariamente. Lo
mismo ocurre en Relave, donde los padres suelen solicitar permiso
a los profesores -en horas de clase– para
que sus hijos los acompañen a trabajar.

Muchos niños hasta los 5 años van
acompañando a sus madres y hermanos a las zonas de
trabajo, porque no hay otro familiar adulto que los pueda atender
y no existen en estas localidades centros de cuidado infantil.
Comienzan a trabajar desde los 6 ó 7 años buscando
y lavando oro, tareas que realizan con sus madres o solos. A
partir de los 10 u 11 años se inician en labores
más difíciles como el acarreo, chancado y
quimbaleteo lo que los expone a contaminación, golpes,
accidentes y
daños musculares.

Si bien este estudio no explorará el trabajo de
la mujer en la
minería, interesa resaltar que, por otros estudios
realizados, son muchas las familias en las que las madres
contribuyen de manera significativa a la sobrevivencia familiar
dedicándose a esta actividad. Aquellas que han podido
ahorrar están desarrollando pequeños negocios que
aportan al sostenimiento familiar y les ha permitido dejar de
trabajar en minería. Cuando la madre es minera, los hijos
más pequeños trabajan con ella en actividades menos
duras que las de los varones pero que les consumen tiempo y
esfuerzo físico y los exponen a enfermedades por las
pésimas condiciones en que se
realizan.[19]

  • 4. TAREAS DE LOS NIÑOS ADOLESCENTES
    TRABAJADORES EN LAS MINAS

De acuerdo a la encuesta aplicada a las madres de familia, los
niños trabajan en 2 de cada 3 familias que se dedican de
manera permanente a la minería artesanal, es decir, en
aproximadamente 20,000 familias. La participación de los
niños es porcentualmente menor en las localidades de
Nazca-Ocoña (52%), únicas zonas en la que ha habido
intervención de ONG"s, siendo
más elevada en Pataz (62%), Puno (67%) y Madre de Dios
(72%). En Madre de Dios, si bien se ha mecanizado la fase de
extracción del mineral, los niños trabajan en dos
situaciones: en actividades de procesamiento que no se delegan a
los obreros para evitar que éstos puedan apropiarse de
parte del mineral y en diferentes tareas en el caso de las
familias más pobres[20]

En estas familias existen aproximadamente 61,000 niños
y adolescentes. Excluyendo a los más pequeños (con
menos de 6 años) en la actualidad en el país
habría aproximadamente 50,000 niños trabajando en
actividades de alto riesgo mineras; como son familias en las que
los niños trabajan, los otros 11,000 que aún son
muy pequeños estarán trabajando en los
próximos años.

No existen estadísticas sobre el número de
niños que trabajan en minería fuera del
ámbito familiar. Generalmente se trata de adolescentes de
15 a 17 años que migran estacionalmente a los centros de
mayor auge de la actividad: La Rinconada y Huaypetuhe, en los
cuales trabajan para contratistas en pésimas condiciones
laborales. En estas zonas, sin embargo, los pobladores observan
un descenso de la contratación de adolescentes en calidad de
obreros debido principalmente a algunas campañas
realizadas recientemente por los medios de
comunicación sobre explotación de niños
en ambas localidades. En Madre de Dios, adicionalmente, la
introducción de maquinaria para la fase de
extracción implica que se contrate obreros adultos.

Algunos proyectos han
permitido comprobar que en algunas actividades como el acarreo se
puede erradicar el trabajo infantil si se introduce maquinaria
apropiada (winches eléctricos para el transporte del
mineral del interior de la mina a la superficie, que requiere ser
manipulada por adultos). Es el caso de Santa Filomena,
asentamiento que viene siendo apoyado por la ONG
Cooperación y OIT. No obstante, ello no significa que los
niños dejen de participar en el proceso minero
pues continúan ejecutando otras tareas.

Ello es cierto aún cuando los ingresos familiares se
incrementen y las madres de familia desarrollen pequeños
proyectos productivos y comerciales, pues el trabajo en
minería se percibe como menos inestable. Entre los hogares
cuyos niños trabajan, el 10% de las madres de familia
señaló que sus hijos continuarían apoyando
en minería si ellas tuvieran la oportunidad de iniciar un
negocio complementario a la minería y un significativo 11%
no sabía o no respondió. Ciertamente, el 59% de las
familias que no dependen exclusivamente de la minería,
sino que tienen pequeños negocios, continúa
haciendo que los niños trabajen en esta actividad.

Actividades que
realizan los menores en la minería

Monografias.com

Fuente: OIT

Los niños trabajan en diferentes fases del proceso
minero, siendo las tres más frecuentes el acarreo, el
procesamiento en quimbaletes o molinetes del mineral con mercurio
o cianuro para su amalgamamiento y el pallaqueo o
búsqueda de restos de mineral.

  • El acarreo: es una de las tareas duras por el peso
    de las piedras y bloques de tierra que transportan en la
    espalda o carretillas hacia los lugares de procesamiento.

El carguío y acarreo consiste en ingresar al
socavón luego de una detonación para cargar el
mineral y transportarlo hasta el lugar donde se procesa, es una
tarea muy dura pero a la que no escapan los niños a partir
de los 12 años.

Por lo general, los adolescentes no esperan el tiempo debido
para iniciar su labor, exponiéndose a caída de
rocas,
además que la concentración de polvo y gases
tóxicos en el socavón es alta. En algunos lugares
acarrean el mineral en carretillas pero en la mayoría de
los casos, lo cargan sobre sus espaldas en pequeños sacos
a manera de mochilas, llegando a cargar los más
pequeños una media lata (17 kilos) y los mayores hasta una
lata (34 kilos).

Existen zonas donde se utilizan maquinarias para realizar el
transporte y por lo tanto se nota una disminución en la
participación de los niños. Sin embargo ellos
siguen trabajando en otras partes del proceso.

En esta etapa pueden sufrir lesiones y fracturas y presentan
casi siempre problemas
ergonómicos como fuerte dolor en la espalda y las
piernas.

  • El quimbaleteo (y el "molino" en Pataz y Madre de
    Dios
    ): es una actividad altamente tóxica. En
    opinión de los niños, lo más
    difícil es colocar el mineral en el quimbalete
    (especie de batán formado por dos piedras grandes)
    pues deben alzar la gran piedra que servirá para la
    molienda.

  • El refogado: Luego de la molienda hay que desaguar
    el quimbalete cuidando en retener la mezcla mercurio –
    amalgama. La amalgama que se ha logrado obtener hasta
    aquí, es sometida al fuego de un soplete para evaporar
    el mercurio y separar el oro. Se hace al aire libre con poca
    o nula protección lo que ocasiona una progresiva
    intoxicación por los gases del mercurio.

En esta etapa conocida como refogado, los niños y
adolescentes hacen la labor de asistentes de sus padres u otros
familiares por cuanto es una actividad que requiere ser hecha por
los propios dueños para evitar el hurto del metal. Aun
cuando ellos no refoguen directamente, están expuestos a
la inhalación de los gases de mercurio, que es altamente
tóxico.

  • El pallaqueo: es una tarea que realizan
    sólo las madres y los niños, de manera
    independiente al trabajo del padre de familia y con lo cual
    logran comprar alimentos cuando los varones adultos no
    generan ingresos suficientes, lo gastan en otras actividades
    fuera del hogar o están sujetos a condiciones de
    explotación. Esta es la tarea que los niños
    prefieren por ser la de menor esfuerzo físico; su
    dificultad radica en que se realiza con las manos y
    exponiéndose durante muchas horas al sol o
    lluvias.

A veces con la ayuda de un rastrillo y otras simplemente con
las manos, los niños a partir de los 6 años,
generalmente acompañados de sus madres, participan del
"pallaqueo" o selección manual de pequeñas rocas
que contienen oro y que se encuentran en los desmontes que los
mineros desechan durante la extracción.

Además del "pallaqueo", el "zarandear" o cernir la
arenilla del desmonte porque este contiene aún mineral,
puede reportar algún ingreso más. Tanto el
pallaqueo como la zaranda se acumula en sacos y aunque no se gana
mucho, se vende.

Si bien el esfuerzo físico aquí puede ser menor
(comparado con las otras etapas del proceso), el niño
queda expuesto durante muchas horas al sol, el frío
intenso o la lluvia.

En aproximadamente 5,600 familias los niños lavan el
oro, sea chichiqueando, en bateas o alfombras de tela o
parados al interior de canaletas que se usan en Ananea y
Madre de Dios. Entre sus efectos resaltan enfermedades
óseas, respiratorias además de la exposición
a hongos.

  • La extracción y el chancado del mineral: Los
    adolescentes intervienen en la fase de extracción
    trasladando el mineral del socavón hacia la parte
    externa de la bocamina, luego de la colocación de
    explosivos por los adultos. En esta fase existe alta
    incidencia de derrumbes y deslizamientos, se inhala gases y
    polvo y se producen lesiones musculares y cortes a causa de
    levantar las piedras. Para protegerse, adultos y niños
    se alejan corriendo para esperar que ocurra la
    explosión, pues los explosivos tardan unos 10 minutos
    en operar.

Desde los 8 años los niños participan en el
chancado del mineral usando combas de mano. Luego del chancado,
el mineral es molido en agua y
amalgamado con mercurio, usando quimbaletes o molinos de bola,
(una especie de batanes gigantes).

Lo más difícil es colocar el mineral en el
quimbalete, sin embargo la molienda o "quimbaleteo" es una de las
actividades que más realizan los pequeños
mineros.

Después de colocar el mineral, los niños se
ponen a cada lado del palo que atraviesa una de las piedras del
quimbalete y con el balanceo durante 2 a 3 horas por carga,
muelen la roca para que quede finamente triturada y pueda liberar
las partículas de oro.

El esfuerzo físico en esta fase es extenuante, pero
además es una etapa muy tóxica por las fuertes
cantidades de mercurio que se utilizan para la
amalgamación ocasionándoles desde dolores de
cabeza, mareo, somnolencia durante el día hasta
nerviosismo, irritabilidad, excitabilidad o ansiedad. El chancado
puede producir cortes, esquirlas y contusiones, por el uso de
picos o combas.

  • Trabajo en Socavones: Los niños que trabajan
    en socavones deben realizar un trabajo sumamente arduo, pues
    a veces llegan a encerrarse hasta una o dos semanas en ellos;
    comen y duermen en la bocamina y laboran durante las 24
    horas, con breves intervalos de descanso. En dicho trabajo
    utilizan herramientas como cinceles, combas o barrenos, cuya
    utilización requiere gran esfuerzo y que no
    están diseñados para ®niños desde el
    punto de vista ergonómico.

  • Los rancheros: Es un trabajo destinado a los
    más pequeños, quienes por su fragilidad
    realizan u esfuerzo mayor. Los rancheros son los niños
    que llevan a las labores mineras los alimentos preparados.
    Pueden llevarla a su padre o a cuantos trabajan en la mina,
    como auxiliares de su madre si ésta es la que prepara.
    Ello significa subir los cerros cargando agua y comida a lo
    largo de recorridos de ida y vuelta de seas a 10Km, y que
    llegan a tomarles hasta siete horas de dura caminata.

  • Los Burreros: Este trabajo de arriero exige llevar
    los burros gasta la bocamina para que carguen con el mineral
    y lo bajen de regreso. Además, supone alimentar a los
    animales y cuidarlos.[21]

En la fase de chancado están expuestos a cortes y
accidentes por el uso de picos u otros similares. En algunos
casos, señalan que emplean dinamita para "matar el
chancho", es decir, romper las piedras de mayor tamaño
para luego proceder a lavarlas.

La siguiente es una vista de Pataz que muestra a
niños trabajando en estas tareas y además en
pendientes peligrosas.[22]

Actividad

% de familias

Número de familias cuyos

niños realizan la actividad

Acarreo

28.8

8640

Quimbalete o molino

19.0

5700

Pallaqueo

17.7

5310

Chancado

15.1

4530

Chichiqueo

11.9

3570

Extracción

10.1

3030

Canaleta

6.8

2040

Trae agua

3.9

1170

Prepara/lleva alimentos

3.6

1080

Otras [23]

4.7

1410

FUENTE: OIT

  • 5. COMUNIDAD MINERA DE SANTA FILOMENA –
    AYACUCHO

Santa Filomena se convirtió en un caserío minero
de 1,500 habitantes de los cuales el 47% eran niños; que
al inicio de la intervención eran en su gran
mayoría, trabajadores. En Santa Filomena los niños
trabajaban por las mismas razones que los hacen los niños
de casi todos los centros de minería artesanal del
Perú, porque sus padres son muy pobres y porque
prácticamente no existen escuelas o porque predominan en
sus familias patrones culturales que conciben al niño como
"un adulto pequeño", como una fuerza de
trabajo que es necesaria poner a producir más temprano que
tarde.[24]

La población de Santa Filomena en su mayoría se
encuentra contaminada con mercurio 67.74% con valores
mayores que los límites
permisibles; a pesar de no presentar signos y
síntomas agudos, esto podría tener relación
con la metodología de diagnóstico, que utiliza criterios de
evaluación muy amplios y poco
específicos perdiendo sensibilidad en los
resultados.[25]

La minera aurífera es una actividad económica,
que a lo largo del tiempo ha ido cambiando de lugar e intensidad.
La extracción artesanal del oro emplea procedimientos
rudimentarios para su extracción.[26]

Esta localidad ha logrado un importante avance en
términos de organización gremial. Hacia fines de
los 80 se formó un Comité de Defensa cuyo objetivo
central fue lograr la permanencia de los mineros en la localidad.
En 1991 se constituyó la empresa
SOTRAMI con 235 socios, con la finalidad de obtener una
concesión, logrando que se le reconozca la propiedad de
1000 Has. En 1999 llegaron a ser 350 socios, pero en la
actualidad han descendido a 260 (50% del total de los mineros),
por reducción de su capital
social.

Los socios de SOTRAMI han logrado contar con licencia para el
uso de explosivos y cumplen los procedimientos de
evaluación ambiental. La empresa les
brinda estabilidad en el trabajo a cambio de lo
cual los socios aportan 10 soles mensuales (US $3). Asimismo,
cumple con las obligaciones
con el Estado
aún cuando el minero no haya tenido suerte con el
yacimiento.

La empresa no interviene en la planificación del trabajo. Los mineros se
asocian a partir de relaciones de confianza y parentesco, en
grupos que
fluctúan entre 2 y 25 personas, los mismos que delimitan
el área que explotarán ("labor"). El mineral es
procesado en quimbaletes que se alquilan a cambio del relave o se
vende a plantas
procesadoras.

En opinión de los mineros, un tema de conflicto
actual es el agua, la misma que es proporcionada por la empresa
Laytaruma a cambio de acopiar el mineral. En la actualidad ha
disminuido la ración de agua para uso doméstico y
para las actividades mineras que requieren de ella como el
quimbaleteo, pues ha descendido el volumen de
mineral extraído.

Por otro lado, aún cuando existen severos problemas de
contaminación por la combustión de mercurio, se está
dejando de usar las retortas proporcionadas por el Ministerio de
Energía y Minas; en opinión de los mineros, no las
usan debido a que el mineral adquiere una tonalidad verdosa y por
ello tiene un menor precio.
Asimismo, porque su empleo demanda
más tiempo que los procedimientos tradicionales de
amalgamación.

Interesa destacar que la población de Santa Filomena ha
desarrollado un proceso de planificación
estratégica, en el marco del proyecto
ejecutado por CooperAcción que ha venido apoyando
también el fortalecimiento de las organizaciones
sociales.[27]

  • UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE SANTA
    FILOMENA

La zona Ica – Ayacucho – Arequipa es conocida como uno
de los espacios de mayor desarrollo de minería artesanal
de oro en el Perú de los 90s. Cerca de 60 asentamientos
mineros de este tipo llegaron a emerger en esta franja. Santa
Filomena es uno de los más importantes de estos centros
mineros y se encuentra en el distrito de Sancos, provincia de
Lucanas, en el Departamento de Ayacucho.

Para ir a Santa Filomena se tiene que llegar primero al
pequeño poblado de Yauca ubicado a la altura del KM 574 de
la Carretera Panamericana Sur. Desde allí parten
camionetas rurales que después de 4 horas de viaje llegan
a Santa Filomena.

El camino es bastante accidentado y la mina se encuentra en la
parte superior de la Quebrada de Santa Rosa a una altitud de
2,400 m.s.n.m

Si bien Yauca tiene un inmenso bosque de olivares, en la zona
de la quebrada Santa Rosa el ambiente es totalmente
desértico con arenales y sin vegetación. No es común que llueva
mucho en esta zona y la población de Santa Filomena
depende de las plantas procesadoras de oro para su abastecimiento
de agua.[28]

Monografias.com

  • CONDICIONES DE LOS NIÑOS QUE TRABAJAN EN LA
    MINERÍA

En el proceso de extracción del mineral los
niños trabajan a la intemperie soportando temperaturas muy
altas o bajo la lluvia sin protección alguna. El trabajo
de acarreo generalmente lo realizan sobre sus espaldas en
pequeños sacos, llegando a cargar los más
pequeños una media lata (17 Kg.) y los mayores hasta una
lata (34 Kg.), es aquí donde los niños suelen
sufrir lesiones y fracturas presentando casi siempre problemas
ergonómicos como fuertes dolores en la espalda y miembros
inferiores. En la etapa del chancado y la molienda o
"quimbaleteo", los niños realizan un gran esfuerzo
físico extenuante y a la vez muy tóxica por las
fuertes cantidades de mercurio que se utiliza para la
amalgamación, produciéndoles dolores de cabeza,
mareo, somnolencia durante el día, hasta nerviosismo,
irritabilidad, excitabilidad o ansiedad, y el chancado puede
producir cortes, esquirlas y contusiones por el uso de picos o de
combas. Y en la etapa del refogado generalmente los niños
realizan la labor de asistentes de sus padres o de algún
adulto, exponiéndose a la inhalación de los gases
de mercurio, que es altamente
tóxico[29]

  • 6. LA RINCONADA Y CERRO LUNAR EN PUNO.
    DESCRIPCIÓN DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO

La Rinconada y Cerro Lunar son asentamientos contiguos que se
han construido en torno a la
actividad minera de manera tugurizada. En ellos residen
aproximadamente 8,000 familias; en la actualidad viven en La
Rinconada cerca de 5,000 familias, en un área de 10 Has. y
3,000 viven en Cerro Lunar en similares condiciones de
hacinamiento[30]

En La Rinconada se abren socavones cuando se observa la
presencia de vetas de cuarzo o afloramientos oxidados (IDESI
1995), para lo cual se emplean explosivos y se taladran las
piedras con picos. Algunos mineros realizan una extracción
semi mecanizada mediante compresoras, pero el proceso de
beneficio sigue siendo artesanal pues se efectúa en
quimbaletes y se emplea de manera intensiva petróleo,
gasolina, gas, kerosene y
mercurio.

En "La Rinconada" se ha establecido un sistema de
trabajo denominado "cachorreo", mediante el cual "el obrero
despliega su fuerza de trabajo sin pago ni remuneración de
ningún tipo, bajo promesa de compartir el producto
minero. Es decir, el obrero labora gratuitamente y sin
relación formal de trabajo por tiempo indeterminado que
varía desde un mes, se dice, hasta más de un
año, con la esperanza que el patrón le permita, de
acuerdo a las condiciones que se presenten en el futuro, explotar
para sí (para el obrero) la mina por un tiempo acordado
entre ellos que, también de acuerdo a la riqueza
aurífera encontrada, oscila, según versión
de los informantes, entre tres y cinco días. El cachorreo
es más bien una modalidad tradicional reinante en el medio
desde mucho tiempo.

Para algunos de los informantes este sistema constituye una
aventura de verdadero "riesgo compartido" (joint
venture
), que no tiene por qué mover a
críticas de ninguna naturaleza. Por el contrario, opinan,
merece defensa y regulación legal sin desvirtuar las
condiciones de su funcionamiento, que son el resultado de una
costumbre establecida hace muchísimos años por la
que el mineral es compartido en proporciones equivalentes a la
inversión del patrón y el trabajo
del obrero.

Pero, aún en el supuesto de la fiel observancia y
cumplimiento de las normas que
regulan la costumbre, no todos se hallan satisfechos con la
práctica del cachorreo. Hay personas del lugar y por
miles, que la consideran una de las más viles
explotaciones del hombre por
el hombre…La
situación generada por el cachorreo es muy compleja.
Probablemente muy pocos estén sinceramente de acuerdo con
esta modalidad de explotación de seres humanos,
expuestos… a condiciones difíciles de sobrevivencia;
pero, igualmente es reducido el número de los que se
atreven a alzar su voz de disconformidad, simplemente porque
haciéndolo eliminarían la posibilidad de subsistir,
y permitir el sustento a sus familiares alejándolos de una
vida aún de mayores agravios e indignidad (mendicidad,
delincuencia o
prostitución), cuestión o motivo que no es ni puede
ser tomado como justificación para aceptar, bajo el peso
de la impotencia, la insanía de tal "costumbre laboral", a mi
entender, reñida no solamente con el Estado de
Derecho, sino también con la propia
civilización y los sentimientos del hombre".

La dramática situación de los miles de
compatriotas que se dedican a la actividad minera en los
apartados parajes de "La Rinconada", no solamente se reduce a sus
actividades laborales. Viven en paupérrimas y denigrantes
condiciones, sin acceso a los más elementales servicios
públicos de agua, desagüe, energía
eléctrica o limpieza pública, lo que a su vez
muestra un estado de promiscuidad y miseria que constituye
afrenta a la condición humana, más aún si
por asentarse a cinco mil cuatrocientos metros sobre el nivel del
mar, soportan embates de la naturaleza, como las heladas, la
nieve, la lluvia y temperaturas que en invierno descienden hasta
veintiséis grados bajo cero.

A más de ello, habitan en precarias casuchas de
calamina y de un solo cuarto, que resultan ser primitivos
campamentos sin idea de diseño
urbano ni preparación para el desarrollo de actividades
propias de la convivencia humana, todo lo cual se convierte en
terreno fértil para anidar frustraciones y resentimientos
sociales que pueden desembocar en conflicto de repercusiones
insospechadas y consecuencias funestas para el país;

La explotación minera, al igual que las demás
actividades desarrolladas en La Rinconada se realizan dentro de
la más absoluta informalidad. No se sabe, ni siquiera
aproximadamente cuántos kilogramos o toneladas de oro se
extraen al mes y cuál es su destino final, pues su
comercialización se efectúa al
margen de la ley, lo que significa que prevalece un
tráfico antes que una actividad comercial lícita.
Nadie paga impuestos ni
tampoco existe autoridad alguna capaz de controlar el uso y abuso
de explosivos o del indispensable mercurio que depreda gravemente
el medio ambiente[31]

Debido a este régimen de contratación, las
mujeres y los niños participan cotidianamente en
minería para aportar al ingreso familiar. Ellos buscan oro
entre los restos que quedan fuera del socavón (pallaqueo,
también denominado llampeo), lavan el mineral
(chichiquean) y luego lo procesan en quimbaletes. El ingreso que
obtiene la familia por estas actividades es de 8 dólares
por gramo de oro, el mismo que se puede conseguir en
aproximadamente una semana de trabajo continuo. Con ello
contribuyen a la alimentación. Muchas
madres y sus hijos realizan pequeños negocios de
preparación y venta de comida y comercio
minorista de abarrotes y otras mercancías.

Los niños también apoyan al padre extrayendo
mineral de los socavones, que son reducidas galerías de 90
cms. de altura, chancando las piedras con martillo ("matar la
piedra") o en el quimbalete. Cuando la familia tiene quimbalete
está en su vivienda; en otros casos lo alquilan a precios que
oscilan entre 5 y 10 soles por día de uso.

En Cerro Lunar existe una Asociación de Pequeños
Mineros. En La Rinconada recientemente se ha formado la
Asociación de Pallaqueras y Llamperos, conformada por un
total de 800 mujeres y algunos varones adultos que ya no pueden
trabajar como obreros. La finalidad de esta asociación es
lograr que los contratistas les permitan trabajar. En la
actualidad pagan entre 6 y 8 soles para que les permitan
pallaquear, que consiste en buscar mineral entre los desperdicios
de la actividad minera. Los llamperos, que son quienes ingresan
al socavón para extraer el desmonte, utilizando una
escobilla, también enfrentan problemas cotidianos por
cuanto no les permiten ingresar. Otra asociación similar
existe en el campamento Gavilán de Oro. En la Rinconada
hay también asociaciones de contratistas.

En esta zona los explosivos se obtienen de manera ilegal pero
con relativa facilidad. De acuerdo a estudios recientes, este
hecho y el escaso valor de los
relaves impide la generación de dependencias en el proceso
productivo de los mineros artesanales, respecto a empresas o
dueños de quimbaletes, tratándose de un proceso que
"se completa" o culmina (COSUDE 1999). La venta del oro se hace a
los acopiadores, tanto en La Rinconada como en la ciudad de
Juliaca.[32]

  • RADIOGRAFÍA: LUGAR, CANTIDAD, EDADES, INGRESOS,
    DESCRIPCIÓN.

La mina Rinconada está a 230 kilómetros de Puno
y a 6 horas de viaje vía terrestre. El viaje se inicia en
Juliaca, pasando por San Antonio de
Putina, Ananea hasta llegar a La Rinconada. Existen
aproximadamente 30 buses que prestan este servicio, y la
mayoría de ellos son informales.

En la rinconada, los niños, niñas y adolescentes
constituyen un tercio de la población total; de los
cuales, el 75.6% son niños y niñas y el 24.4%
está conformado por los adolescentes.

Se ha realizado importantes esfuerzos para caracterizar la
magnitud de niños, niñas y adolescentes que se
involucran, en forma permanente, temporal o estacional, en las
diversas etapas de la actividad minero artesanal.

Esta situación, tiene incidencia en los datos
significativos del trabajo de niños, niñas y
adolescentes reportado por el Censo Local (Abril 2002), que
contradice largamente las estadísticas oficiales, los
hallazgos de otros estudios y la experiencia cotidiana de quienes
laboran en La Rinconada.

En ENAHO, sobre condiciones de vida y pobreza (IV Trimestre
2001), se consigna que en el Departamento de Puno, en el rango de
6 a 17 años, la tasa de población ocupada es del
61.4% siendo la más alta del país. Ello resulta
evidente que en condiciones de extrema pobreza, como en la
minería artesanal; esta tasa tiende a incrementarse.

El Estudio Nacional elaborado por la OIT (2001), reporta que
el 67% de familias de la Rinconada tiene al menos un niño
ocupado en labores mineras.

El Censo Local (Abril 2002), reporta que en los niños y
niñas (6 a 14 años de edad) el 16% se considera
población económicamente activa y de esta
población el 78% se encuentra ocupado. En el rango
poblacional de 15 a 19 años de edad la proporción
es mayor (63.4% se considera PEA); de los cuales, el 98.2% de
adolescentes y jóvenes se encuentran ocupados realizando
una actividad económica.

De acuerdo a esta última fuente, el trabajo infanto
juvenil en las fases principales de la actividad minera
artesanal, arroja las siguientes proporciones: En el grupo de 6 a
14 años, las 3 principales actividades que asumen los
niños y niñas son el pallaqueo (40.1%)
quimbaleteros (33.5%) y en menor proporción como llamperos
(7.3%). A su vez, en el grupo de 15 a 19 años, se
diversifican más las actividades mineras: saqueros
(41.5%), pallaqueros (16.2%), quimbaletero (7.7%), chancado y
molienda (21.5%)[33]

Monografias.com

Monografias.com

  • NIÑOS Y ADOLESCENTES TRABAJADORES EN LA
    MINERÍA AURÍFERA ARTESANAL (PUNO)

La zona minera más importante del departamento se
encuentra en el distrito de Ananea, provincia de San Antonio de
Putina, ubicada en la Cordillera Oriental, próxima a
Bolivia. Este
distrito alberga a Ananea-pueblo y los campamentos de La
Rinconada, Cerro Lunar y Ancoccala. Otra zona minera del
departamento es la que va desde la provincia de Sandia hacia la
zona del Río Inambari, área de más
difícil acceso cuyas localidades más grandes
serían Sandia, Patambuco, Phara, Ayapata y San
Gabán. El siguiente mapa proporcionado por el Proyecto
MAPEM del Ministerio de Energía y Minas, muestra el
departamento de Puno y resalta la zona seleccionada para el
estudio.

El pueblo de Ananea está situado a 7 horas de Juliaca
(170 Km.) y a una altitud de 4,800 m.s.n.m. Los otros centros
poblados mineros están situados a una distancia de 30
minutos a 1 hora, en torno al nevado Ananea, a una altitud de
5,200 m.s.n.m. Para acceder a esta zona, sólo se cuenta
con transporte público 1 vez al día y la vía
de acceso en su mayor parte una trocha carrozable.

Las actividades de extracción son de dos tipos:
depósitos aluviales en Ananea y filoneano en La Rinconada
y Cerro Lunar. La productividad
media mensual en Ananea es de 15 grs., mientras que en La
Rinconada se estima en 35 grs. (IDESI 1995); como en todas las
demás localidades, los procedimientos artesanales
empleados producen mermas en el proceso de refinación del
oro.[34]

  • NIÑOS Y ADOLESCENTES TRABAJADORES EN LA
    MINERÍA ARTESANAL DE MADRE DE DIOS (DISTRITO DE
    HUAYPETUHE)

  • UBICACIÓN GEOGRÁFICA

El distrito de Huaypetuhe reúne cuatro alcaldías
delegadas, Choque, Huaypetuhe, Nueva y Caychiwe. En total residen
en el distrito 15,000 familias. En Huaypetuhe pueblo viven unas
5,000 familias en un área de 60 Has. y los fines de semana
llegan los residentes de los campamentos situados en las
quebradas.

Las principales quebradas en esta zona son: Puno, Santa Elena,
9 de setiembre, Violeta, Mahuay, Aguajal, Seca, Nueva, 4 Amigos,
Santa Inés, Padilla, Buena Fortuna, Huayruruchayoq,
Unión, Libertad, que están situadas en torno a los
ríos Caychiwe, Chancamayo y Huaypetuhe.

En Huaypetuhe existen 6 asentamientos humanos: 3 de mayo,
Pueblo Unido, 5 de junio, Parque Industrial, 12 de enero y Camino
a la paz.[35]

  • RADIOGRAFÍA DEL TRABAJO

En Huaypetuhe, Madre de Dios y zonas auríferas de la
zona, hay 500 niños que trabajan a la intemperie en
lavaderos de oro, con temperaturas mayores a 40º, bajo la
lluvia, en contacto con el agua y en posiciones incómodas,
sin ninguna protección y en un ambiente insalubre. La
labor se realiza a base de la fuerza de sus brazos y con el torso
descubierto. Los niños y adolescentes, principalmente en
zonas de sierra, están
"enganchados".[36]

Los lugares de trabajo están próximos a las
viviendas. Son frecuentes los desprendimientos de terreno
arcilloso que ocasionan accidentes a los mineros. Otro factor de
riesgo son las descargas eléctricas durante la
época de lluvias, período de mayor actividad
minera.

En Huaypetuhe hay 304 concesiones mineras, de las cuales 233
están situadas en las quebradas aledañas; de
éstas, 20% son informales, siendo trabajadas por
posesionarios que ocupan terrenos hasta que los dueños
(antiguos o nuevos) declaran su derecho y los desalojan. Las
demás están a cargo de los titulares o de
"invitados" autorizados que trabajan los terrenos a cambio de una
suma fija o una proporción del oro obtenido. Si bien se ha
avanzado en términos de titulación, la informalidad
persiste en cuanto a cumplimiento de normas de seguridad,
higiene minera
y ambiental.

No hay sindicatos o
asociaciones de mineros, existiendo sólo en Caychiwe una
asociación de pequeños propietarios. Los obreros
trabajan para concesionarios o para los "invitados" y viven en
los campamentos en condiciones muy precarias. Cotidianamente
enfrentan conflictos
laborales pues no se les paga lo acordado ni de manera oportuna.
La modalidad de contratación predominante es el enganche,
que se realiza desde Cusco, Puerto Maldonado, Puno o en el propio
Huaypetuhe. La oferta se
incrementa desde enero, cuando se inicia el período de
lluvias, período que coincide con las vacaciones escolares
y vienen adolescentes y jóvenes desde Puno y Cusco. Los
"contratos" se
hacen por períodos de tres meses. El contratante asume los
gastos de viaje y
paga la remuneración al final del período, retiene
los documentos de
identidad de
los obreros y les da adelantos de sus honorarios los fines de
semana, parte de los cuales son gastados en bares y cantinas, por
lo que muchos obreros están endeudados al final del
trimestre y vuelven a "engancharse".

En cuanto a la tecnología empleada,
el proceso minero es semiartesanal. La exploración en esta
zona de Piedemonte no requiere de barretas ni de implementos
más modernos, pues la grava aurífera aflora a
simple vista. La exploración en playa se ejecuta cuando
ésta se observa fácilmente, en las épocas de
estiaje en las que baja el río (GRADE 1999).

Para la extracción se usan cargadores frontales y
volquetes para trasladar el mineral a una tolva ("chute") en la
que es lavado con chorros de agua. Otro método es
el "arrastre" por el cual se desmorona el mineral con monitores para
ser arrastrado por un canal hacia la canaleta de
recuperación. Hace unos años se produjo "la
fiebre de
tener maquinaria", por lo que muchos adquirieron máquinas
modernas para la extracción del
mineral[37]en esta fase los contratistas ya no
recurren al trabajo de niños y adolescentes.

Existen sí mineros pobres, posesionarios ilegales de un
terreno, que colocan el mineral en acequias, utilizando palas y
picos, para ser acarreado hacia una canaleta de
recuperación (método de "ingenio"). Otros
chichiquean buscando oro entre los residuos de la minería
mecanizada; en ambas situaciones la actividad se realiza
familiarmente y los niños intervienen en el trabajo.

Aún cuando se haya avanzado en la mecanización
del proceso de extracción en esta zona, la fase de
procesamiento sigue siendo artesanal. En la actualidad se tiende
a pensar que los recursos auríferos han sido muy
depredados pero, de acuerdo a funcionarios del Ministerio de
Energía y Minas, éstos están vigentes
debiéndose mejorar las técnicas
de explotación y en especial las de recuperación
del oro.

Aún en la minería mecanizada, predomina la
informalidad. De 600 empresas mineras y comerciales en
Huaypetuhe, sólo 37 son formales, es decir, pagan
impuestos y llevan planillas y registros de sus
trabajadores. Como las autoridades locales son generalmente
grandes mineros, es difícil que puedan representar a la
población y a los trabajadores.

Existen algunos conflictos entre mineros y agricultores,
debido a que las autoridades de los respectivos ministerios no
coordinan adecuadamente para titular tierras y otorgar denuncios
y carecen de recursos para cumplir sus funciones. La
minería ha causado perjuicios como la pérdida del
río Huaypetuhe[38]y está reduciendo
la productividad de las tierras, de por sí pobres, en las
que se produce café y
hortalizas.[39]

  • RIESGOS Y CONSECUENCIAS DEL TRABAJO INFANTIL EN LA
    ACTIVIDAD MINERA

El trabajo minero infantil ayuda a apalear en el corto plazo
la situación de pobreza; pero a largo plazo no permite que
dicha situación se modifique; muy por el contrario, solo
dejan secuelas muy profundas que harán que mañana
que aquel niño o adolescente que fue minero, sea padre o
madre de otros niños mineros, como ellos, también
pobres, también explotados y sin educación o con
educación incompleta y lo más injusto sin
esperanza.

La mayoría de los niños, niñas y
adolescente que trabajan en la minería artesanal del oro
sufren de anemia,
desnutrición crónica, incluso
tuberculosis,
afecciones óseas, intoxicación por
inhalación de mercurio, contusiones, cortes, fracturas, en
zonas frías existe una alta incidencia de reumatismo y
artritis, así como severas enfermedades respiratorias. En
algunas zonas los niños se inician precozmente en el
consumo de la
coca para tener más fuerza o no tener hambre y
sueño.

Por otro lado de cincuenta mil niños mineros, ocho mil
no van al colegio. Los niños o niñas mineros que si
van al colegio presentan problemas de rendimiento escolar que se
traduce en repeticiones o abandono de la escuela, no entienden al
profesor, se
duermen en clases ya sea por cansancio físico, por cuadros
de desnutrición o por la exposición al
mercurio.

Uno de los grandes riesgos lo constituye el hecho de que estos
niños mineros no viven su niñez, pues no tienen
tiempo para jugar o recrearse, lo que en definitivo llega a
afectar su adultez. Son niños que pierden doblemente,
porque pierden su presente y sacrifican su
futuro[40]

CONDICIONES PARA CRECER BIEN

EFECTOS DEL TRABAJO EN LOS
NIÑOS

Necesitan jugar, tiempos de libertad para expresar lo
que imaginan, para moverse y habitar su cuerpo con
tranquilidad.

En el trabajo se instala el temor a equivocarse porque
lo que hacen tiene consecuencias reales. Existe la
obligación de seguir determinados comportamientos y
normas demasiado rígidas. El trabajo no es un juego
ni deja tiempo para jugar.

Necesitan ir al ritmo de sus años.

Exceso de responsabilidad, exceso de peso físico,
exceso de actividades "serias". Ritmo adecuado a adultos y
a necesidades productivas.

Pueden ir aprendiendo a tomar decisiones con una
guía amorosa que les permita que emerja su propia
visión, su propia percepción.

Deben seguir órdenes y normas sobre las cuales no
tienen ningún poder y ni siquiera hay el espacio
para que las comprendan.

Los niños antes de los 4 años no conocen
la mentira,
ni el engaño.

Piensan que lo que ellos ven y creen es compartido por
todos. No pueden comprender que los engañen porque
confían en los demás.

En el mundo del trabajo puede haber maltrato,
engaño, situaciones confusas por intereses.

Necesitan memorias
cargadas de amor,
fuerza, esperanza como una riqueza para la vida. El juego
proporciona memorias de calidez, seguridad, alegría,
diversión, respeto,
igualdad.

El trabajo crea memorias de seriedad, miedo –
riesgo, tristeza, responsabilidad, maltrato y
jerarquía.

Los niños necesitan apropiarse del espacio,
habitarlo, sentir que se pueden mover libremente en el.

Habitan un espacio ajeno, confinado, limitado,
fragmentado, normatizado.

Fuente: OIT

  • RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS REALIZADOS A LOS
    NIÑOS QUE TRABAJAN EN LA MINERÍA

A continuación presentamos los resultados de un trabajo
realizado con niños que trabajan en la actividad
minera:

La muestra total estuvo constituida por 20 niños y
niñas, cuyas edades fluctúan entre los 9 y 12
años de edad. Específicamente, se trabajó
con 2 niños de 9 años, 10 niños de 10
años, 3 niños de 11 años y 5 niños de
12 años. En total, la mitad de ellos fueron niñas
(10) y la otra mitad niños (10). Asimismo, la mitad de los
participantes formaba parte de la comunidad de
Relave y los 10 restantes pertenecía a Mollehuaca.

En cuanto a la composición familiar, cabe
señalar que la mayoría de los niños
evaluados (16 niños) vive con sus padres
biológicos. El resto de niños es huérfano de
padre o madre.

Dado que se trabajó con una muestra cautiva escolar,
todos los niños evaluados se encontraban inscritos en la
escuela y asistían regularmente a ella durante la
evaluación. Por lo referido anteriormente, se van a
describir las características psicológicas de 15
niños evaluados, los cuales cumplen con el criterio de
trabajado en actividades mineras de producción. A estos 15 niños
corresponden las siguientes características: uno de ellos
tiene 9 años, 6 tienen 10 años, 3 tienen 11 y 5 de
ellos 12 años de edad. En total, 6 de ellos son varones y
9 mujeres. En cuanto a la población en la que viven, 9 de
ellos forma parte de Relave, mientras que los 6 restantes
pertenecen a Mollehuaca.

CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS
TRABAJADORES EN MINERÍA EVALUADOS SEGN SEXO, EDAD Y
POBLACIÓN A LA QUE PERTENECE

Edades 9 años 10 años 11 años 12 años Total
Centro minero Rel* Mol** Rel Mol Rel Mol Rel Mol 9
Mujeres 0 0 2 2 2 0 1 2
Varones 1 0 1 1 1 0 1 1 6
Total 1 6 3 5 15

* Centro Minero Relave

** Centro Minero Mollehuaca

FUENTE: OIT

Características psicológicas de
los niños trabajadores en minería

A continuación se presenta como resultados, las
características psicológicas de los 15 niños
trabajadores en actividades productivas de la minería
artesanal:

Nivel de desarrollo madurativo

La muestra de niños trabajadores presenta un nivel
evolutivo normal (5 niños), normal superior (6
niños) o superior al promedio (4 niños),
según la adaptación del Test de Figura
Humana de Koppitz realizada por Jara (2000) en zonas rurales.
Esto indica que la totalidad de la muestra está conformada
por niños que han logrado un desarrollo madurativo
adecuado para su edad, en comparación con niños
rurales.

Probabilidad de daño
neurológico:

Se encontró que 7 niños de los 15 trabajadores
presentan probabilidad
de daño neurológico. Este hallazgo se obtuvo por
medio del Test Guestáltico Visomotor de Bender, con los
baremos tradicionales de Koppitz, los cuales fueron desarrollados
para poblaciones urbanas. Esto explica de alguna manera la
presencia de daño neurológico y paralelamente un
nivel de desarrollo madurativo normal o superior. Asimismo, el
nivel de desarrollo madurativo corresponde a una medida general,
básicamente asociada a la coordinación viso – motora con un
correlato neurológico.

Cabe señalar que las fallas más frecuentes
encontradas en el Test de Bender en los niños evaluados
fueron: distorsión de forma y rotación. La
rotación es un indicador que se asocia, particularmente en
niños mayores de 11 años, con daño
neurológico.

Área socio – afectiva:

En general, en términos de personalidad,
encontramos que 4 de los 15 niños evaluados presenta un
tipo de personalidad extratensiva, en términos de Exner
(1995), lo cual significa que estos niños tienden a
utilizar los afectos para afrontar situaciones, antes que
utilizar la razón. También encontramos 6
niños que presentan una personalidad ambitendente, por la
cual no se observa una tendencia en la solución de
problemas, pues la persona puede utilizar para ello tanto lo
racional como lo afectivo. Por otro lado, 5 niños
presentan un tipo de personalidad introversiva. Según
Exner la introversión es muy poco usual en niños,
por lo cual sería un dato relevante para este estudio.
La
personalidad introversiva, a diferencia de la extraversiva,
se caracteriza por utilizar el pensamiento o
la ideación (lo racional) al momento de resolver
problemas, tendiendo a no procesar emociones
mientras busca soluciones.

Para Exner, la introversión en niños está
asociada con hipermadurez, es decir, con un control precoz
que resulta excesivo para el nivel evolutivo de la muestra con la
que se ha trabajado. Este signo aparece positivo en diversos
indicadores
del Rorschach.

Asimismo, 4 de los niños evaluados presentan una D
ajustada con puntaje mayor a cero, lo que implica un trabajo
excesivo por parte de estas personas para mantener el control de
sus conductas en condiciones habituales. En niños, se
esperaría que obtengan puntajes menores que cero, lo cual
indicaría que aun no se encuentran preparados para
controlar situaciones complejas. En Rorschach, este resultado
también se asocia con hipermadurez en niños.

De manera similar, se observa que 6 niños presentan un
mayor número de respuestas forma – color (FC) que
respuestas de C pura o color forma (CF) en el Rorschach. La
variable FC se refiere a la medida en que las personas modulan
las descargas emocionales intencionalmente iniciadas, pues el
color cromático representa los afectos manejados
voluntariamente por el sujeto, pudiendo añadirle cierto
control (Componente Forma). En niños, se espera que la
suma de los componentes CF y C pura sea mayor que la de FC, ya
que indicaría que expresan sus afectos de manera
espontánea o descontrolada, sin mayor modulación.

Por medio de un análisis cualitativo del Test de Figura
Humana de Koppitz, también se observaron rasgos marcados
de sobre adaptación o hipermadurez en tres de los 15
niños trabajadores evaluados.

Por la variable AFR del Rorschach, observamos que 10
niños presentan niveles más bajos de lo esperado
respecto al deseo o interés
por procesar estímulos afectivos, lo que supone que estos
niños prefieren no implicarse en situaciones cargadas
afectivamente. Especialmente, en el caso de niños, estos
resultados son importantes ya que implican la pérdida de
demasiados intercambios cotidianos necesarios para su desarrollo.
Esta variable señala un estilo en el sujeto, por ser uno
de los elementos más estables de todo el Rorschach.

En términos de auto percepción, se observa que 6
niños presentan un puntaje mayor de 0,44, lo cual implica
un nivel de centramiento en sí mismo más alto del
esperado. Para Exner, este resultado no es sinónimo de
autoestima
alta, sino de preocupación por sí mismo. Incluso,
un alto centramiento podría ser indicador de
insatisfacción propia o bien de dificultades para ver las
cosas desde una perspectiva diferente a la propia. Asimismo, cabe
destacar que 5 niños de la muestra presentan niveles bajos
de autocentramiento (puntaje menor de 0,32), lo cual es muy
inusual en niños, según Exner. El bajo nivel de
autocentramiento implica que la persona no se toma en cuenta a
sí misma en el grado suficiente y que tiene una imagen personal
claramente desvalorizada.

A través del Test de Dibujo de
Familia, se encontró 3 niños que no se dibujaron a
sí mismos, lo cual implica que tienen muy poca
valoración personal.

En cuanto a la omisión de la figura de los padres, se
encontró que ningún niño omitió la
figura paterna y solo uno de ellos omitió la figura
materna (niño huérfano de padre, no de madre).
Llama la atención no haber encontrado más
omisiones de este tipo, más aun en los niños
huérfanos.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter